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Como los
humanos, las lenguas crecen con el ambiente que las rodea. Algunas cosas
influyen el cambio lingüístico como la cultura, la economía, el lugar y las nuevas
invenciones. Con estas cosas las palabras cambian y se modifican para ser más
simples. La construcción de las lenguas puede ser considerados como cambios
buenos o cambios malos. Algunas que son considerados malos ocurren cuando se
piensa que habrá una degradación en la lengua. Los cambios que son considerados
buenos ayudan a las culturas a evolucionar en siempre cambiante mundo. A la vez,
las lenguas se afectan entre si y algunas veces hay préstamos. Por ejemplo, en al
inglés las lenguas influir otras lenguas con anglicismos.
Cambios Fonológicos
En algunas ocasiones no es la palabra la que cambia sino tan
sólo su pronunciación, algunos de los sonidos que la componen.
Es el caso de la palabra dixoque pasó a pronunciarse como
dicho. Otro ejemplo lo encontramos en la palabra ferro que
evolucionó hasta diptongarse y perdió su sonido inicial, de este
modo pasó a pronunciarse hierro.
El lenguaje es parte del carácter esencial del hombre; éste es un animal especializado en el
lenguaje. Todos los aspectos del sistema de comunicación que emplea naturalmente están
determinados por su tipo de organismo. Después de todo, esto es lo natural: que el hombre,
como cualquier otra criatura, se comporte comunicativamente de la manera en que se lo ordena
su naturaleza.
El mundo del lenguaje es mucho más vasto y más complejo de lo que los gramáticos han llegado
a demostrar. Dentro de la lingüística existen algunas disciplinas de reciente creación, que nos
están permitiendo vislumbrar cuál es su verdadera extensión y complejidad, tales son la
sociolingüística y la etnología. Uno de los aspectos que más se está tratando son las relaciones
que se establecen entre lenguaje y la sociedad.
Ricci Briti describe a la sociolingüística o sociología de lenguaje como la ciencia que estudia las
relaciones entre lenguaje y sociedad, entendiendo al lenguaje no tanto como código o sistema
abstracto, sino como instrumento fundamentadle comunicación que se usa dentro de una
comunicación social.
Podemos hablar ahora, sobre la relación entre lenguaje, cultura y pensamiento: la cultura es la
clase de conocimiento que aprendemos de los demás, bien mediante la instrucción directa, bien
mediante la observación del comportamiento de los demás. La mayor parte del lenguaje está
comprendida en la cultura, de modo que podemos afirmar que “la lengua de una sociedad es
un aspecto de su cultura.” Al desarrollar el lenguaje, paralelamente se desarrolla la capacidad
del pensamiento. De este modo, el sistema lingüístico condiciona nuestra percepción del
universo y, por consiguiente, nuestra manera de pensar.
Vivimos, por tanto, en una comunidad lingüística que modela una lengua a su antojo y que ve,
piensa y siente en función de su lengua.
Cada comunidad selecciona una parte de la realidad, le da nombre y la introduce de este modo
en su sistema lingüístico; a medida que las necesidades cambian, se modifica la lengua, ya sea
que se agreguen nuevos elementos o cambie el sentido y significante-significado de un símbolo.
Así pues, la lengua no es un conjunto de signos verbales y no verbales que hayan surgido de
forma aleatoria y fortuita, si no que responden a la voluntad de los hablantes, y, para poder
valorar en su justa medida la naturaleza de los elementos que la integran e interactúan en su
estructura interna, conviene tener en cuenta las características de la comunidad que la ha
creado. (El lenguaje), como toda obra humana, tiene la huella de su creador (en la lengua) y de
sus usuarios (en la forma de hablar). Estudiar los signos lingüísticos nos permitirá, por tanto,
conocer y reconocer al grupo humano que ha dado forma y la utiliza.
Ante esta cuestión, no podemos dejar de lado el hecho de que existen lenguas que han sido
impuestas de un grupo social a otro. Tal es el caso de la lengua española, que fue impuesta por
los españoles a los nativos mesoamericanos. ¿Entonces el idioma (lengua) que usamos hoy en
día no aplica en este caso? ¿Acaso los mexicanos no hemos aportado características internas
a nuestro lenguaje? La profesora María Ángeles Calero responde con gran certeza a estas
interrogantes en su libro Sexismo lingüístico:
Cuando se trata de una lengua impuesta, podríamos argumentar que los que la han recibido no
tienen ninguna relación de filiación con ella y que, por ende, no son responsables de su forma
interna y que ésta no los refleja; pero lo habitual es que se produzca un proceso de adaptación
con vistas a que esa lengua que ha venido de fuera les sirva a lo que necesitan o desean decir,
y en este proceso sí participan los que han sufrido la imposición. Lo conservado es porque les
es útil, lo transformado es porque no se ajusta a las pretensiones comunicativas.
El lenguaje es una institución cultural de un grupo social, pero las lenguas no son sólo un medio
que utiliza el ser humano para comunicar sus ideas y sus sentimientos a aquellos que comparten
el mismo sistema lingüístico, sino que ellas mismas transmiten en su seno, un modo
determinado de pensar y de sentir que se perpetúa de generación en generación en tanto ellas
subsistan.
La fisonomía y evolución del sistema lingüístico se ven condicionadas por la cultura, la cual
impone todo el conjunto de experiencias pasadas que han quedado fosilizadas en su estructura
gramatical y en si léxico. A esto se refiere la teoría de Roger Fowler acerca de que todo ser
humano nace con la facultad de adquirir un lenguaje, pero dependerá del grupo social en que
se desarrolle, qué tipo de lengua desarrollará y de qué manera la usará. Lo único natural - es
decir con lo que nace el ser humano sin su mediación, lo biológico e intrínseco - es la capacidad
que éste tiene para crear y utilizar signos que le permitan comunicarse; el modo en que lo haga
en la práctica es obra suya, no de la naturaleza, por consiguiente es un producto cultural de la
misma índole que os objetos que construye para diversos fines.
Por ejemplo, un grupo social que ha tenido el destino de existir a las orillas del mar, seguramente
habrá desarrollado signos lingüísticos (asignados por la colectividad) que tienen que ver con
este entorno natural, es decir, habrá la necesidad de llamar aves a los animales con plumas que
vuelan por los cielos, mar a la masa de agua que hay en la costa, palmera a la planta que da
cocos, peces a los animales que viven en el mar, y así con todo lo que forma su ecosistema.
Por otro lado, el grupo social que haya corrido con la suerte de habitar en el desierto, los signos
lingüísticos que asigne a su ecosistema serán muy pobres, al contrario del grupo social que vive
a orillas del mar, o de una selva. Por ello no habamos en el planeta una lengua, sino miles.
De cualquier forma, existen elementos naturales afines a todos las regiones del planeta, como
el agua, el cielo, la tierra, las estrellas, las nubes, el viento, las montañas, etc., y no obstante,
los diferentes grupos humanos perciben esos aspectos idénticos de manera distinta, en función
de lo importante que sea para la comunidad y para su subsistencia.
Las personas limitadas a una cultura única suelen encontrar muy difícil conceptualizar otras
culturas, de hecho se les puede ver como desviaciones incorrectas de la suya. Por eso, si alguna
vez necesita comer <<granos de maíz que al tostarse se abren en forma de flor>>
pida rosetas en España, cotufas en Venezuela, cocaletas en Santo Domingo, goyorí en
Cuba, canguil en Ecuador, ancuas en Argentina, cabritos o flores en Chile, canchas en
Perú, pororó en Paraguay, punches en Honduras, y por supuesto, palomitas, aquí en México.
Lenguaje y comunicación
El ser humano es gregario por naturaleza, es decir, se une a otros seres semejantes a
él y convive con ellos participando en la evolución y desarrollo de su grupo. De esta
convivencia se desprende la necesidad de comunicación, la cual, en un principio, era
rudimentaria, con base en gestos y gritos indiscriminados, es decir no seleccionados;
después, al evolucionar el hombre y ser capaz de aprender de sus aciertos y errores,
se llegó a una forma de comunicación únicamente humana: El lenguaje.
“La primera actitud del hombre ante el lenguaje fue la confianza: El signo y el objeto
representado eran lo mismo”[1], cita Octavio Paz, y comparto su afirmación, pues
históricamente, el hombre fue capaz de hablar cuando, a partir del momento iluminado
en que discriminó los sonidos, los aplicó, primero, a determinados objetos que
formaban parte de su entorno y, posteriormente, a ideas cada vez más subjetivas y
abstractas que emanaban de sentimientos y vivencias que formaban el bagaje de
experiencias de que era objeto y sujeto. Esto ocurrió dentro del contexto social en el
que interactuaba, ya que como ente social no puede vivir aislado.
Importancia del cambio lingüístico
Es necesario que la lengua cambie para que pueda seguir funcionando como tal, para
que pueda satisfacer las nuevas necesidades que la sociedad plantea, pues de no ser
así, se produciría un rompimiento en las relaciones sociolingüísticas y los hombres no
podrían comunicarse entre sí. La lengua tiene carácter social, por lo que no pueden
concebirse unas condiciones sociales cambiantes y una lengua inmóvil, porque esto
provocaría un rompimiento de las relaciones entre ambas, con la consiguiente pérdida
de la función comunicativa de la lengua.
La lengua no debe ser entendida como algo hecho, terminado, sino como un continuo
“hacer”, como algo cambiante. Se manifiesta principalmente esto, a través de las
nuevas creaciones: formación de vocablos o sintagmas para designar nuevos
conceptos o nuevos objetos, creaciones del lenguaje administrativo, cultismos nuevos
de los lenguajes técnicos. También deben incluirse aquí la aparición de palabras o
sintagmas por razones emocionales o expresivas. El lenguaje se usa, y cambia, ya
sea en el aspecto fonético, en las categorías gramaticales o en la significación de las
palabras.
Uno de los principales determinantes del espacio personal es la manera en que las personas
en interacción definen socialmente la situación en la que están involucrados. En función de esa
definición la distancia interpersonal adoptará una configuración u otra.
variable
sociolingüística
definicionaV
1. Definición
2. Etimología
3. Ampliar vocabulario
4. Definición al azar
Definición
Qué es, concepto o significado
La variables sociolingüísticas son influencias y hechos de orden
sociológico que determinan el uso, la aparición o desaparición de
una variación lingüística. Las variables sociolingüísticas son una
especie de exogamia lingüística del orden social; esto es, una
influencia externa, en este caso social, que determina una variación
de orden lingüístico.
Etimología
Origen, historia o formación
Proviene del latín variabĭlis que significa «mudable», «inconstante».
El término sociolingüística está compuesto del sufijo “socio-” que se
deriva del latín societas, y del término «lingüístico»que proviene de
la voz francesa linguistique (véase sociolingüística).
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vetiver
Sustantivo masculino. Este vocablo se refiere a una planta que pertenece en su d...
vajilla
Sustantivo femenino. Este vocabulario se refiere a un [[:conjunto]], grupo o agr...
vanguardia
Sustantivo femenino. Esta palabra se define a una porción de una [[:fuerza]] arm...
vislumbramiento
Sustantivo masculino. Este vocablo es de uso anticuado, se entiende por vislumbr...
No se puede predecir qué variables sociolingüísticas van a influir en
una comunidad ni cómo lo van a hacer porque las variables actúan
de forma irregular (no se manifiesta de la misma manera en
dos comunidades de habla distintas) y porque las variable sociales
no están configuradas de antemano; además, el efecto que cada
variable llegue a tener también depende de las características de la
comunidad de habla.
Tipos de variables
sociolingüísticas
Aunque pueden establecerse varias influencias sociales y externas
sobre las variantes lingüísticas, existe un acuerdo más o menos
unánimes sobre la existencia de las siguientes:
Variable social de género-sexo: esta variable no se enfoca tanto a la
genitalidad o al carácter biológico de los sexos sino los a los roles y
al trabajo que socialmente se se le asignan a hombres o a mujeres.
Por ejemplo, en comunidades católicas y/o cristianas, las mujeres
suelen usar más eufemismos y formas calificativas haciendo más
uso de las normas de la lengua estándar; ello se debe a que en estas
comunidades la mujer tiene el rol de ama de casa y el deber de la
crianza, por lo tanto debe mostrar ejemplo con el uso de la lengua.
Variable social de edad: en las comunidades de habla es notoria la
separación que puede haber entre las variables lingüísticas usadas
de acuerdo a la generación a la que pertenezcan los hablantes; las
generaciones jóvenes, que por lo general son más instruidas y más
influenciadas por los medios.
Variable social de clase: Labov la define a partir de las variables de
instrucción, ocupación e ingresos familiares. Existen la clase baja,
clase trabajadora, clase media.baja, clase media- alta y alta.
Variable social de nivel de instrucción: afecta de manera clara la
variación de los hablantes. Es común que una persona con mayor
grado de instrucción se acerque a la variante estándar y cuide más el
uso de la norma.
Variable social de procedencia
Para qué sirve la variable
sociolingüística
Para determinar las influencias externas de carácter social que
pueden influir en el uso de determinada variedad lingüística. Se usa
en estudios realizados por la sociología del lenguaje
y sociolingüística.