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CRÍTICA AL CPCCN en la regulación de la

Ejecución de Resoluciones Judiciales


Dr. ORLANDO DANIEL GUILLÉN
Con buen criterio el nuevo CPCCyTMza también se apartó de la innecesaria
exigencia del art. 505 del CPCCN de que SI NO SE TRABABA EMBARGO, no
se ordena citar de venta con lo que se paraliza la ejecución en el orden Nacional,
siempre refiriéndonos a la ejecución de sumas LÍQUIDAS
El criticable sistema ejecutorio de sentencias que condenan a una suma líquida
en la Nación, tiene los siguientes pasos:
- Cuando se inicia la ejecución de sentencia que condena pagar suma líquida,
dispone el artículo 502 del CPCCN que "se procederá al embargo de bienes".
- Luego el artículo 505 del CPCCN dispone la citación de venta diciendo:
"Trabado el embargo se citará de venta al deudor para la venta de los bienes
embargados. Las excepciones podrá oponerlas dentro del quinto día"
- Es decir, es requisito indispensable haber encontrado y embargado bienes para
poder citar de venta al deudor y poder continuar con la ejecución. Señala GOZAÍNI
que El embargo es una etapa ineludible y forzosa. Si no hay embargo, no hay
ejecución 1 .
En forma coincidente nos dice FALCÓN que el embargo es un trámite esencial
en la ejecución de sentencia, porque su objeto es precisamente la venta de los bienes
para el pago del crédito….. SI NO HAY EMBARGO, la ejecución no puede
proseguirse" 2
En la misma línea la jurisprudencia nacional señala que "En el procedimiento
de ejecución de sentencia, el embargo constituye un trámite esencial y necesario
previo a la citación de venta, por cuanto el procedimiento se cumple en función de la
realización de los bienes para el pago del crédito al acreedor" 3
Otros fallos disponen que "SIN EL EMBARGO el procedimiento de ejecución
de sentencia ES NULO" 4
- En consecuencia si no se le encuentran bienes al deudor, la ejecución queda
trabada y no puede seguir adelante.

1
GOZAÍNI, Osvaldo Alfredo, CPCCN anotado, Ed. La Ley Tomo III p. 29.
2
FALCÓN, Enrique M, CPCCN Anotado, Concordado y Comentado, Ed. Abeledo-Perrot, Tomo III p. 504.
3
Cam. Civ. Sala C, ED 37-538 y otros fallos cit. por FALCÓN, ob cit p. 505.
4
Cam. Civ. Sala F, LL 156-802, sum. 31.619; Cam. Com. Sala B, LL 103-790, sum 7.054, cit. por FALCÓN, ob cit p. 505.
1
La otra demora que se encuentra en el procedimiento de ejecución de sentencia
y que se advierte en todos los fueros es en la mala práctica en que incurren
frecuentemente los jueces en la mayoría de las sentencias cuando en la condena no
establecen la SUMA LÍQUIDA, pudiendo hacerlo, y la difieren para la etapa de
ejecución, lo que genera demoras que son incompatibles con un buen servicio de
justicia.
Esto ha provocado severas críticas de la doctrina procesal especializada, que
son aplicables tanto en la nación como en la provincia.

Afectación de la garantía del debido proceso:


Señala GOZAÍNI que en el procedimiento de ejecución de sentencias regulado
por el CPCCN se encuentra afectada la garantía del debido proceso sobre todo
cuando se trata de ejecución de condenas de dar sumas de dinero.
Cuando se trata de condenas de dar sumas de dinero suele ocurrir que el fallo
no contiene la liquidación, sino que deriva o difiere la liquidación para que la
determinen las partes, dando las pautas para ello.
Agrega que esta práctica afecta la garantía del debido proceso, porque tanto la
forma como el tiempo que demanda el trámite ejecutorio, son un factor palpable
de la INEFICACIA DE LA JUSTICIA.
En esa misma línea crítica enseña el maestro MORELLO que el interés
público está interesado en que el servicio de justicia se brinde en forma razonable,
segura y rápida, no solo en el marco del proceso de conocimiento sino también en la
etapa en que debe cumplirse la sentencia de fondo, y que esa etapa -la de ejecución-
se encuentra debilitada y devaluada 5.
Agrega con dureza GOZAÍNI que el déficit que tiene el estado procesal en la
forma y en los tiempos en que se desenvuelve la ejecución forzada es de tal
magnitud, que las sentencias condenatorias de fondo en sus mandas tienen más valor
declamativo que real. 6
Y criticando al artículo 502 y al 505 del CPCCN indica el autor que en la
ejecución de sentencia el embargo constituye un factor determinante -negativo- para
la realización de los contenidos, ya que la no posibilidad de embargar impide la
continuación de la ejecución.

5
MORELLO, Augusto Mario, Liquidaciones Judiciales, Ed. Platense, La Plata, 2000, p. 10, cit. por GOZAINI, ob cit p. 26
6
GOZAÍNI, ob cit p. 26.
2
Muchas veces es mayor el esfuerzo en la etapa de ejecución de una
sentencia que en la etapa ordinaria de conocimiento hasta llegar a la sentencia de
fondo.
Profundiza su crítica el autor lamentando que la actividad procesal del acreedor
que ejecuta una sentencia tiene más sensación de esfuerzo y de volver a recorrer un
camino ya transitado, que de lograr el cumplimiento inmediato de aquello que la
justicia le ha reconocido en la sentencia de fondo.
Se queja luego de que la poca credibilidad en la justicia por su lentitud se
encuentra agravada por un código procesal propenso a tutelar con límites demasiado
extensos el derecho de defensa del deudor, siempre criticando la regulación de la
ejecución de sentencia nacional.
Se asombra luego GOZAÍNI de que un tema menor como es la liquidación en
la etapa de ejecución de sentencia haya dado lugar a una producción bibliográfica y
jurisprudencial que asombra a todo el mundo.
Finalmente remata su severa crítica señalando:
"Es que la aprobación de la liquidación judicial, que es el pórtico de entrada a
la ejecución de sentencias, tiene más sinuosidades que un laberinto. De hecho, ¡¡ SI
NO HAY LIQUIDACIÓN, NO HAY EJECUCIÓN !!, y esto es fatal para la rápida
ejecución de lo conseguido en los estrados." 7

Luego el autor describe el procedimiento para ejecutar una sentencia de


condena señalando que conforme al sistema del código nacional se necesita:
a) Liquidación aprobada.
b) Embargo de bienes.
Describe a continuación los largos avatares que puede sufrir y que
generalmente sufre el ejecutante para conseguir la aprobación de la liquidación.
Una vez superado ese escollo el ejecutante puede encontrarse con la dificultad
de no encontrar bienes para embargar. Y como el embargo es una etapa ineludible y
forzosa, SI NO HAY EMBARGO, NO HAY EJECUCIÓN !!

7
GOZAÍNI, Osvaldo Alfredo, CPCCN anotado, Ed. La Ley Tomo III p. 26.

3
En definitiva y resumiendo, en el orden nacional los motivos que hacen lenta la
ejecución de las sentencias son los siguientes:
1°) Porque las sentencias generalmente no establecen el monto "preciso" de la
condena, porque no se esmeran en establecer la suma líquida que deberá pagar el
demandado, es decir, omiten cumplir con la exigencia del articulo 163 inciso 6° del
Código Nacional –equivalente al 90 inc. 4º del CPCCYTMza- que dice que la
sentencia deberá contener: La decisión expresa y precisa sobre cada una de las
pretensiones deducidas en el juicio. Esa omisión judicial obliga a realizar el muchas
veces complicado trámite de determinación y aprobación de la liquidación de la
sentencia.
2°) Hasta que no se tiene liquidación aprobada y firme no puede avanzar la
ejecución porque sin liquidación no hay ejecución.
3°) Si después de superada esa etapa de contar con liquidación aprobada no se
encuentran bienes para embargar, tampoco puede avanzar la ejecución porque sin
embargo no hay ejecución.
Se señala como primer motivo de demora para la ejecución de la sentencia, la
mala práctica de que las sentencias de fondo la mayoría de las veces no precisan la
suma líquida de condena, lo que también existe en el fuero provincial, por lo que
aparece como necesaria una ampliación del artículo 163 inciso 6° del CPCCN (lo
mismo ampliar el 90 inciso 4° del nuevo CPCCyTMza) para que quede explícito y
claro el deber ineludible del juez de establecer los montos precisos y líquidos de
condena, salvo en caso excepcionales. Es decir, no diferir la liquidación de la suma
de condena para la etapa de la ejecución de la sentencia.
Pero es necesario que también hagamos una autocrítica como abogados en
ejercicio a la hora de elaborar el OBJETO de nuestras demandas.

También los abogados deberíamos cumplir más estrictamente con el artículo


156 inciso 3° del nuevo código de Mendoza (165 del derogado y artículo 330 inciso
6° del CPCCN) cuando exigen que en la demanda designemos en forma "precisa"
qué es lo que se demanda, y de esa manera podremos también exigir al juez que en la
sentencia cumpla más estrictamente con la obligación que le impone el artículo 163
inciso 6° del Código Nacional y el 90 inciso 4° del CPCCYTMZA de ser "preciso"
en su decisión.

De esa manera ayudaremos a evitar las demoras que se producen luego en la


etapa de ejecución de la sentencia para lograr las precisiones que no se plasmaron ni
en la demanda ni en la sentencia y que atentan contra el servicio público de justicia.

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