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“No hurtarás”

Ex.20:15
Se dice que hurtar y robar no es lo mismo. La principal diferencia es que el robo implica el
uso de la violencia o de la fuerza y el hurto, no. Pero nosotros usaremos estos términos de
manera sinónimas porque en el fondo siempre será querer adueñarse de algo que no nos
pertenece ya sea a fuerza y violencia o con astucia. Siempre asociamos el robo con los
delincuentes del hampa pero hace tiempo nos hemos dado cuenta que ya no es así. Podemos
decir que las grandes empresas en Chile nos han hurtado ya que nos han robado sin
violencia, ese sería el término jurídico. De modo irónico un escritor dice “uno añora los
tiempos en que un ladrón era un simple pordiosero, no un ejecutivo bien vestido”

Hay que mencionar desde el principio que los diez mandamientos son una guía para gozar
plenamente de la vida tanto para el individuo como para la sociedad. Es interesante porque
a pesar de los mandamientos honrar a los padres, no matar y no cometer adulterio este
octavo mandamiento tiene que ver con la vida económica. Dios nos da los mandamientos
no solo para situaciones fáciles, sino para aquellas circunstancias difíciles en la que a veces
no sabremos como ir por la vida con honestidad. Los mandamientos son un pilar
fundamental para una ética cristiana responsable.

Formas de robar. En un tiempo se pensó que “no hurtarás” solo se refería al robo de
personas para convertirlas en esclavos, pero quizá nos preguntemos ¿quién roba personas
en la actualidad? G. Voetius (1589-1676) dice que 1)las autoridades católicas les quitaban
los niños a los padres para convertirlos en monjes, 2)se robaban niños para convertirlos en
mendigos para así ganar dinero, 3)se robaban mujeres jóvenes contra la voluntad de los
padres para convertirlas en sus esposas. Pero hoy podemos decir que el secuestro y el
terrorismo son formas de robar ¿qué se les esta robando? Su libertad.

Existen otras formas de robar, por ejemplo la manipulación, cuando nos sentimos
engañados, se dice que Absalón “robó los corazones” de los israelitas para su propio
beneficio ya que quería destronar a su padre, sus fines eran políticos, quería llegar al poder
por medio del apoyo del pueblo, alguien a dicho ¡los que saben agradar a la gente tienen
muchas probabilidades! Y esto pasa cuando la democracia se convierte en demagogia, que
es el empleo de halagos, falsas promesas que son populares pero difíciles de cumplir y otros
procedimientos similares para convencer al pueblo y convertirlo en instrumento de la
propia ambición política, podemos decir que ¡Absalón tiene muchos discípulos! ¿qué se les
roba a las personas en esta situación? La esperanza de un mejor futuro que nunca llega, la
confianza, la certeza, la ilusión, la expectación, se les roba algo de su ser, se les roba el
corazón. Pero quien permite que le roben el corazón también comparte la responsabilidad.
¿Por qué es tan malo robar? Porque hay algo que se llama propiedad y si usted respeta a
una persona debe respetar lo que es de su propiedad, ¿por qué es tan importante lo que es
de uno? Porque en cada articulo que adquirimos hay un gusto, una necesidad cubierta, (en
la medida que administramos bien lo que hemos recibimos y no simplemente lo
derrochamos) algo de nuestra personalidad de nuestro ser impreso, alguien puede decir “a
mi no me importan las cosas materiales” pero claro, no es lo mismo que le roben un par de
zapatos a que le roben un auto, o que le roben el celular, ¿qué quiero decir? Que aunque las
cosas materiales son inanimadas demuestran algo de nuestra personalidad “las cosas que
poseemos revelan el tipo de personas que somos. Dime que cosas compras y te diré algo,
aunque no todo, acerca de ti” (paráfrasis de L. Smedes) por ejemplo, nuestra casa lleva
impresa nuestra imagen, muestra que nos gusta y que no nos gusta, demuestra que tan
ordenados somos o quizá que tan desordenados somos, la mesa, los sillones, la Tv etc, todo
revela algo de nuestra identidad, incluso los Templos evangélicos demuestran nuestra
propia identidad, el lugar donde esta el pulpito, los músicos, las salas de clases o la falta de
ella, todo demuestra algo de lo que somos y creemos importantes. Por otra parte, ustedes
pueden conocerme mucho mas hojeando mis libros que mirando mi casa. Nuestras
propiedades se corresponden con nuestra identidad y nuestra naturaleza como seres
humanos. Es por eso que hurtar/robar, es mucho más que solo quitar a mi prójimo algo de
lo que le pertenece, estamos violando su identidad, y no es que las cosas materiales tengan
un cierto grado de poder, sino que en ellas esta algo de nuestra personalidad y gustos, y no
es lo mismo que me roben una polera o un pantalón que entren a mi oficina y me roben
todos mis libros, es por eso que todo robo es un atentado y un acto de perversidad.
¿Cuál es la forma positiva de cumplir con este mandamiento? Siguiendo un escritor del
siglo pasado (Juan Calvino, Institución, pág. 317) podemos mencionar lo siguiente:
 Obedecemos este mandamiento si, contentos con nuestra situación, no procuramos
acrecentar nuestras ganancias más que de manera honrada y legítima
 Si no deseamos enriquecernos en detrimento de nuestro prójimo
 Si no tramamos nada para destruirle con el fin de apropiarnos de sus bienes
 Si no buscamos aumentar nuestra riqueza abusando del sudor y de la sangre de otro
 Si no acumulamos todo sin medida para satisfacer nuestra avaricia o para hacer
gastos frívolos
Entonces ¿podemos disfrutar de nuestras ganancias? Aquí No se esta diciendo que no se
deba trabajar, esforzarse o obtener ganancias de los negocios, lo que se esta haciendo es
remarcar el lado positivo de este mandamiento y evitar los gastos frívolos y el acumular de
manera avariciosa como un fin en si mismos. Por mucho tiempo los cristianos tuvieron que
responder el dilema que a estas alturas ya no es tema, la pregunta era ¿puede un cristiano
ser una persona de negocios? Hoy respondemos sin ningún problema que sí, pero no fue así
alrededor del año 400 d.C un pastor decía que un cristiano que es comerciante no puede
dedicarse a los negocios sin mentir y defraudar. Nosotros afirmamos que la habilidad para
hacer negocios o comerciante provienen de Dios de la misma manera que para ser
carpintero, artista, músico, periodista o científico. Sin embargo lo malo no está en nuestras
ocupaciones sino en el corazón, ahí es precisamente donde radica la maldad.

La advertencia. ¡cuidado con las pesas, medidas, mercancías y dinero falsos!, Lv.19:35-36
dice “35 No emplees medidas falsas cuando midas la longitud, el peso o la
capacidad. 36 Tus balanzas y pesas deben ser exactas. Tus recipientes para medir
materiales secos o líquidos deben ser exactos” y Dt. 25:13-16 advierte “13 Usa balanzas
exactas cuando tengas que pesar mercadería, 14 y que tus medidas sean completas y
legítimas. 15 Así es, usa siempre pesas y medidas legítimas para que disfrutes de una
larga vida en la tierra que el Señor tu Dios te da. 16 Todo el que engaña con pesas y
medidas falsas es detestable a los ojos del Señor tu Dios” (NTV) ¡cuidado con la
tentación en las compras y ventas! “no robarás” se aplica al mundo de los negocios!

Existe todavía una pregunta que resolver ¿por qué se considera robar cuando
malgastamos los bienes que son de nuestra propiedad? ¿acaso se le esta quitando algo
a otra persona? Para responder debemos entender bien la mayordomía y el uso de los
recursos hemos recibido del Señor, si es que en realidad reconocemos que Jesús es el Señor
de todo lo que poseemos. Ya en otras ocasiones hemos mencionado que Jesús es Señor no
solo de la salvación sino también del cosmos, de la vida familiar, de la cultura, del trabajo y
por lo tanto de la economía. ¿Se debería considerar solo como pérdida la mala
administración y el mal uso de los recursos económicos o entra en la categoría de robo?
Podemos afirmar que no es robo en primera instancia, pero si mal gastamos,
despilfarramos, derrochamos, al momento de ayudar, aportar, o bendecir al que lo necesita
le estamos “robando” de alguna forma lo que deberíamos suplir, un amigo decía “Dios nos
da para que podamos dar” o dicho de otra manera “somos bendecidos para bendecir” Isaías
55:2-3, decía “¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo
que no sacia?... 3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma” bien
sabia Isaías algo de nuestro tiempo donde ya religión nacional no es la religión Católica
sino el consumismo, la que tiene a muchos sumidos en deudas, procurando evitar la
bancarrota, el divorcio o la locura, solo el Señor puede librarnos de este ídolo que al final y
al cabo terminamos justificándolo con la apariencia de necesidad. ¿Cómo nos librarnos
del consumismo? Primero arrepintiéndonos “perdona nuestras deudas” Mt.6:12 y segundo
aprendiendo a vivir con lo necesario (1 Tim.6:8-11) Pablo en Efesios 4:28 dice “El que
hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para
que tenga qué compartir con el que padece necesidad” ¿cuál es la finalidad del trabajo,
solo para mantenernos y gastar desproporcionadamente? La finalidad dice el apóstol es
para………la enseñanza del Señor Jesucristo va en la misma dirección cuando dice “no
atesoréis para vosotros tesoros sobre la tierra” y el “atesorar tesoros” denota el
acaparamiento motivado por el orgullo, la avaricia y la tacañería, no se enseña
idealistamente el rechazo a la propiedad personal (como se argumenta a veces) sino mas
bien la falta de generosidad, por lo tanto, como discípulos de Jesucristo debemos reorientar
nuestra vida e invertir nuestras prioridades.

Como hemos mencionado, el “no robarás” se debe convertir en generosidad, en


dadivosidad, siempre me he preguntado, las personas que reclaman a la hora de dar, ya sea
en ayuda al prójimo, en compartir un bien, en facilitar algo de su posesión, y si hablamos
eclesiásticamente los que reclaman por la ofrenda o el tema a veces controversial “los
diezmos” (gracias a Dios no se cuanto diezma cada uno de ustedes, ni me meto en las
finanzas de la Iglesia) mi pregunta es ¿reclaman porque consideran que es poco lo que dan
o sencillamente no quieren dar? “no robemos la oportunidad de ayudar” el apóstol Pablo (2
Co.9:7) dice que a la hora de compartir “Cada uno debe dar según lo que haya decidido
en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con
alegría” NVI, vivir con avaricia y amar las posesiones es arriesgar la vida en lo transitorio
y lo vano, es rechazar a Dios y su voluntad.
Para concluir solo recordar algo muy básico, para no tener necesidad de robar hay que
trabajar, y de esto esta lleno de consejos la Biblia, por ejemplo 1 Tes.4:11-12 “ y que
procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras
manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis
honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada” el consejo se
repite en 2 Tes.3:10 y dice “Porque también cuando estábamos con vosotros, os
ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”, ¡ que disfrutemos del
trabajo como un don de Dios!

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