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PLAN DE TRABAJO
Título:
La intimidad en la novelística de Roberto Burgos Cantor.
1. Objetivos:
1.1. General:
Proponer una lectura de las novelas de Roberto Burgos Cantor a partir del interés
central y aún inexplorado que el problema de la intimidad en la lengua presenta en esta
narrativa. Describir y caracterizar las formas y procedimientos a través de las cuales la
resonancia íntima de la lengua se manifiesta en las voces de los personajes, y los
problemas formales y temáticos que ésta compromete en el relato.
1.2. Específicos:
1.2.1. Analizar el discurso de los personajes de Burgos a partir de los aspectos
afectuales, implić itos no explicitables, inauditos aunque audibles, que configuran la
resonancia íntima de la lengua. Caracterizar el modo en que la intimidad se modula en
la voz a través del silencio, el balbuceo, el llanto, el gemido y el grito.
1.2.3. Proponer que la intimidad como efecto del lenguaje se manifiesta en la narrativa
de Roberto Burgos como un modo de contar y nombrar el mundo que privilegia las
pequeñas voces, los aspectos no formalizables del lenguaje, las inflexiones afectuales.
Profundizar y ampliar el conocimiento de la novelística de Roberto Burgos Cantor.
2. Antecedentes y Fundamentación
Estado de la cuestión
El universo narrativo de Roberto Burgos, unas obras en mayor grado que otras, ha sido
abordado por una crítica especializada en diferentes áreas de las ciencias humanas y
del periodismo. Entre los temas más reiterados alrededor de los cuales se ha centrado
esta crítica están: la representación de ciudad, la tensión rural/urbano que lleva a
personajes marginales o de clase media a estados de desasosiego, la nostalgia y la
recuperación de mundos perdidos a través de la escritura, la perspectiva del historiador
y la reconstrucción del periodo de la esclavitud en Cartagena desde su novela La Ceiba
de la memoria. Sin embargo, en este amplio corpus crítico no existe un texto que de
manera parcial o total proponga una lectura de la narrativa burgosiana a partir del
discurso de la intimidad y sus modos de manifestación en las voces de los personajes.
Dado que el corpus literario propuesto para esta investigación comprende todas sus
novelas se presentan, a continuación, los trabajos más relevantes que se han ocupado
de cada una de ellas y con los que se puede articular un diálogo del interés para este
proyecto. La bruja negra de salen cond,e, el castillo france, la macuma de
El patio de los vientos perdidos (1984), primera novela, ha tenido dos ediciones
(Norma, 2001 y Seix Barral 2014). Ha sido objeto de varios estudios1. De ellos, la tesis
de maestría de González Rojas y Álvarez Ballén (1987) es un acercamiento formal a la
obra a partir de las técnicas narrativas. Analiza el punto de vista desde los soliloquios y
monólogos de dos personajes y muestra las voces y silencios en conexión con estados
de desesperanza por los sueños no cumplidos. De El vuelo de la paloma (1992) y
Pavana del ángel2 (1995) Cristo Figueroa en varios de sus artículos (1995, 1996 y
2007) ha propuesto que desde su primer libro de cuentos Lo Amador,1982 hasta esta
novela 1992 se puede hablar de una recurrencia temática en su narrativa por el
arrasador y desigual proceso de modernización en Cartagena desde la segunda mitad
del siglo XX lo que invoca una “memoria colectiva y regenerativa” y cómo a través del
lenguaje barroco se manifiestan las asimetrías y desigualdades sociales. La ceiba de la
memoria (2007) es una obra profusamente leída por la crítica y reconocida en los
concursos literarios3. A la fecha se completan cuatro ediciones. Se han revisado
veinticinco textos críticos de diversas tipologías4 y que por razones de espacio solo
presentamos las del interés de este proyecto: Castillo (2006) tiene la oportunidad de
leer los manuscritos de la obra antes de su publicación y desde esa precursora lectura
llama la atención sobre la magnitud de la obra a punto de aparecer y reconoce la
conexión entre el título de la novela y la preocupación de Alejo Carpentier, en el ensayo
1
Entre los que la han estudiado se encuentran González y Álvarez (1987), Acevedo (1991), Pérez (2001) y Gómez y
García (2008).
2
En el 2014 la Universidad de Cartagena publicó una segunda edición.
3
Premio José María Arguedas, 2009, Casa de las Américas 50 años y finalista del Premio Rómulo Gallegos 2010.
4
2 reseñas, 10 artículos, 10 trabajos de grado y 3 libros que ha resultado de investigaciones.
Problemática de la actual novela latinoamericana (1964), sobre la necesidad de
nombrar las ciudades, los árboles como si lo ha realizado la literatura europea. También
señala cómo los contextos (raciales, económicos, políticos, burgueses, etc.) de los que
habla Carpentier están presentes en la novela. Figueroa (2009) en su artículo analiza la
forma en que La ceiba de memoria narrativiza de una manera neobarroca, la trata de
negro en Cartagena del siglo XVII extrapolando este hecho histórico con el holocausto
nazi y a la Colombia reciente plagada de miedos, persecuciones, secuestros y guerra
generalizada. Giraldo (2011) en su ensayo destaca cómo el yo narrativo se construye a
partir de la interioridad memorística de los personajes para así mostrar los horrores
históricos.
El estudio amplio y riguroso lo desarrolla García, recogido en su libro Raíces de la
memoria (2016), en el que plantea que esta novela es la conciencia de su propia época,
cuyo tiempo está impregnado por el pensamiento posmoderno desde la concepción del
mundo como texto y la realidad como construcción discursiva, como objeto erigido
desde el lenguaje. Así propone a La ceiba como una novela Total Posmoderna y para lo
Total acoge las consideraciones de Ernesto Sábato como aquella capaz de dejar
testimonio de la exterioridad del mundo y describir el cosmos interior y las regiones
irracionales del ser humano. También logra argumentar cómo La ceiba frente a las
obras totalitarias del Boom se erige como otra expresión, es deliberadamente abierta y
metaficcional. Su tiempo está impregnado por la estética del pensamiento posmoderno
que entiende el mundo como texto y la realidad como construcción discursiva, como
objeto edificado desde el lenguaje. Respecto a Ese silencio (2010) sólo existen a la
fecha textos de breve extensión motivados por la aparición de la obra (dos entrevistas,
tres reseñas, una columna) y textos que resultan de investigaciones (dos ponencias y
una tesis de maestría). La tesis de nuestra autoría, Campo (2014), propone que el
silencio en la obra no constituye una ausencia, sino un lenguaje que, al ser descifrado,
nos habla de la devastación natural y cultural en la que quedan diversos pueblos de los
Departamentos del Caribe colombiano (Córdoba y Bolívar) por la violencia en la década
de los cincuenta; de los estados de soledad e incertidumbre de sus personajes por la
falta de acuerdos para la convivencia debido a prácticas patriarcales heredadas. Así
como el silencio y el amor concurren para favorecer la memoria personal y colectiva de
los personajes con la esperanza de saberse y repensar su presente. Sobre las dos
últimas novelas El médico del emperador y su hermano (2016) Ver lo que veo
(2017)5 no se registra ningún estudio dada su reciente aparición.
Con estos textos críticos coincido en que el eje que sostiene las novelas y la narrativa
de Burgos Cantor en general es Cartagena de Indias desde su particular y compleja
geografía e historia cultural a partir del barrio, la ciudad con conexiones a otros
espacios y tiempos como la capital (Bogotá), el Gran Caribe, el museo de la infamia
nazi y a la época del esclavismo en el siglo XVII y mediados del siglo XX,
respectivamente. Llama la atención que la intimidad como manifestación de una voz
específicamente humana, de un modo de contar y nombrar y en el que se privilegia las
pequeñas voces, los aspectos no formalizables del lenguaje, las inflexiones afectuales,
5
Ver lo que veo ganó el Premio Nacional de Novela en el 2018 otorgado por el Ministerio de cultura. El jurado lo
conformaron el escritor mexicano Álvaro Henríquez y los colombianos Luis Fayad y Liliana Ramírez.
tan reiterada en sus novelas, no haya sido, hasta la fecha, atendida críticamente. Si
bien tres trabajos mencionan el interés por el silencio o al mundo interior desde las
heterogéneas visiones de mundo de los personajes en una narrativa polifónica, sin
desarrollos amplios, éstos no lo abordan desde la noción de intimidad de José Luis
Pardo: el estudio de Gonzáles y Álvarez (1987) propone el silencio como tema en esta
primera novela, sin embargo en el apartado dedicado a “Silencios”, de cinco páginas, lo
asume solo desde lo formal (técnicas narrativas de la corriente de la conciencia desde
Humphrey (1969) en su texto sobre la corriente de la conciencia) y no lo explicita como
un factor asociado a la intimidad; el artículo de Luz Mary Giraldo (2011) sobre La ceiba
aunque el título alude a “Interioridad” también es visto solo desde las técnicas
narrativas y el trabajo de García (2016) sobre La ceiba plantea una relación entre la
conciencia del autor, personajes y narradores a través de un apartado de una página
titulado, “El mundo interno: heterogeneidad de la conciencia” en el que finalmente
muestra el carácter polifónico (Mijaíl Bajtín) de la novela dada la diversidad de
perspectivas de mundo de los personajes. Estos textos presentan coordenadas
temáticas, muestran características literarias, proponen horizontes de interpretación y
brindan pistas a nuestra investigación en cuanto a la estructura y temas de las novelas,
sin embargo ninguno explora la intimidad desde la perspectiva de José Luis Pardo. En
este sentido, el presente proyecto se justifica en la medida en que entra a llenar un
vacío crítico respecto a una de las obstinaciones y preocupaciones del escritor: el modo
de contar la vida de los personajes a partir de la lengua de la intimidad como
manifestación de una voz específicamente humana a partir de los aspectos afectuales e
inauditos, aunque audibles del lenguaje y la inagotable pregunta acerca de “el saber de
sí mismo” y el “saber (sabor) de la intimidad.
Marco teórico
El presente proyecto propone una lectura de la intimidad en las novelas del escritor
colombiano Roberto Burgos Cantor dado el manifiesto interés por lo no decible aún
inexplorado. Por ello, este proyecto de investigación sigue los lineamientos definidos
por José Luis Pardo (1996) y la Animalidad en Lo abierto. El hombre y el animal (2002)
y El fuego y el relato de Giorgio Agamben (2016) como punto de partida del presente
proyecto para abordar toda la novelística burgosiana.
José Luis Pardo, profesor y filósofo español, parte del reconocimiento arqueológico de
la “racionalidad lingüística” de Aristóteles en su Política como una especificidad humana
que sustenta la condición social y civil del hombre; señala que en ese “hablar”, hay una
resonancia interior o la intimidad de la lengua y sin desconocer ese saber del tan citado
filósofo griego entra a problematizarlo desde varios sentidos: emprende la tarea de
diferenciar “la verdad de sí mismo” (p.14) o la intimidad de “aquello que los ciudadanos
hacen ―o sueñan con hacer―en privado, porque si tales actos o sueños se publicasen
seguramente los demás ciudadanos no querrían seguir siendo sus socios” (pp. 13-14),
es decir, la privacidad; señala el carácter excluyente de este distintivo humano de la
racionalidad lingüística al pensar en la no pertenencia a la condición humana de los
hombres que viven sin Estado; propone que el carácter público no es suficiente para
diferenciar al hombre de los animales, sino desde la idea de “quien habla
auténticamente, se oye a sí mismo, sabe lo que dice y sabe que es él quien lo dice
porque le sabe a él, le suena a sí mismo” (p.35). Ahora bien, sin desestimar este
aspecto público o social del lenguaje lleva su mirada a “factores que tienen que ver con
la voz (el grito, el gemido, el sollozo o el susurro)” (p.36) que aunque menoscabados
históricamente al compararlos con la palabra “argumentada y civilizada” es imposible
desvincularlos del lenguaje, pues son los distintivos del habla humana en tanto ésta se
caracteriza, según Pardo, por su “doblez (sentido/significado, animalidad/racionalidad)”
(p.37). Plantea que el libro La intimidad surge en parte por la tarea siente debe hacer,
esta es deshacer las falacias que este concepto ha tenido en su contra a lo largo del
tiempo. La primera, falacia de la intimidad, parte de creer que la expresión “El hombre
se tiene a sí mismo” se pueda entender como que éste tenga una naturaleza+ lo que
llevaría a creer que toda palabra tiene un origen natural y los significados divergentes
atentarían contra la “ley natural”. La segunda, falacia de la privacidad, y entre sus
consecuencias estaría la de creerse con derecho de abusar de los otros porque se tiene
una relación de amistad, de pareja u otra. Las siguientes resultan de estas dos
primeras. La tercera conocida como falacia de la limpieza étnica o de la inefabilidad con
la cual se puede justificar las relaciones de violencia con los otros dado que se entiende
intimidad como natural y por tanto excluye las demás identidades y la última, esta es la
falacia del solipsismo o la idea que la intimidad se vivencia en el aislamiento de la vida
social o en soledad. En este sentido, Pardo aclara que la intimidad es comunicable; es
fruto del lenguaje, de las connotaciones compartidas, de las voces secretas de las
palabras; su fuente es la comunidad y no la soledad. Situados en el discurso de nuestro
interés investigativo, el literario, la intimidad permite a un lector de una novela estar en
intimidad con el otro (personajes) a partir de una historia sin que ese conocimiento sea
violentado o irrespetado, sino más bien comunicado. Pardo desde la idea de la
intimidad no como las preferencias particulares, sino su forma o condición de
posibilidad plantea varias definiciones o axiomas de la intimidad, de las cuales “la
animalidad específicamente humana” (p. 42) está ligada a la preocupación por el
lenguaje, la vida narrada, el arte en donde es inagotable el sentido de la pregunta
sobre el saber de sí mismo, de la existencia y de la intimidad.
Esa claridad es clave en tanto que es necesario comprender no solo cuál “máquina” es
menos o más “eficaz” en contra de la vida misma, sino porque comprender sus
mecanismos de operatividad permite detenerlas. De allí, que Agamben, entre otros
estudiosos, a partir de la insistencia por estos estudios ya muestran su compromiso con
la vida desde su concepción de “lo viviente” o reiterada resonancia de la vida que surge
como reconocimiento de la historia para “contar la vida”. En “El fuego y el relato” (2016),
uno de los ensayos del libro homónimo, Agamben, habla del acto de narrar una historia
o narrar historias. Parte de la historia en su doble vía, conocimiento del pasado que se
puede investigar y trabajo del narrador que siente y quiere contar algo. El título y el
texto funcionan como una metáfora de la historia hecha de ese fuego (literatura,
misterio) perdido y que por eso debe ser narrado. Es posible interpretar en este ensayo
que el hombre, ante la inminencia de la muerte, moribundo y/o ante la pérdida de su
historicidad se animaliza por diversas circunstancias, una de ellas es el estado de dolor
u opresión, por lo que queda en la posibilidad de angustia y desolación ante lo cual
queda sin habla y acude a esos “otros factores” (grito, gemido, sollozo, susurro,…) que
resuenan del lenguaje y le “saben a sí mismo”.
3. Actividades y metodología
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Las primeras novelas giran en torno a las desigualdades sociales de proyectos de “modernización” de la urbe en la
segunda mitad del siglo XX; en La ceiba de la memoria, la esclavitud en el siglo XVII, en Ese silencio sobre la década
de los cincuenta o de la violencia bipartidista entre otros contextos históricos ubicados principalmente en
Cartagena y otros lugares del Caribe.
contribuyan con el cumplimiento del segundo y tercer objetivo específico, las cuales
son: 1. Relectura y análisis de las siete novelas del corpus. 2. Caracterización de las
formas de manifestación de la intimidad en las novelas del corpus y en diálogo con los
contextos históricos que las obras recrean. 3. Caracterización de los procedimientos
literarios a través de los cuales la intimidad se pone de manifiesto en el discurso de los
personajes se convierte en comunicación.
4. Referencias bibliográficas
4.1. Corpus
BURGOS, Roberto. (1984). El patio de los vientos perdidos. Bogotá: Planeta.
_______________. (1992). El vuelo de la paloma. Bogotá: Planeta.
_______________. (1995). Pavana del ángel. Bogotá: Planeta.
_______________. (2007). La ceiba de la memoria. Bogotá: Seix Barral
_______________. (2010). Ese silencio. Bogotá: Seix Barral.
_______________. (2015). El médico y el emperador. Bogotá: Seix Barral.
_______________. (2018). Ver lo que veo. Bogotá: Seix Barral.
5.2. Crítica
ACEVEDO, Beatriz. (1991). Apuntes para una poética del espacio de El patio de los
vientos perdidos. (Trabajo de diplomado). Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.
CAMPO, Melfi (2014). Silencio y amor: claves poéticas en Ese silencio de Roberto
Burgos Cantor. (Tesis de maestría). Universidad del Atlántico, Barranquilla, Colombia.