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HUMANAS
Alumnos:
Aldo Alonso Edson Marin Aroni
James Eduardo Medina Angulo
Missela Milagros Bravo Escalante
Sally Yolanda Saavedra Jara
Jose Avelino Concepción Padilla
Docente:
Rodomiro Ildefonso alba herrera
diciembre 2019
INTRODUCCION
Estos diez mandamientos se resumen en dos: Amar a Dios sobre todas las cosas
y al prójimo como a ti mismo
- Ausencia de intolerancia
- Compasión o sentimiento por el prójimo
- Sabiduría
- Libertad de pensamiento y de conciencia
- Liberación del miedo y de la insatisfacción o desesperación
GRECIA
Anomalías:
ROMA
EDAD MEDIA
INGLATERRA
Mediante la Carta Magna suscrita por el Rey Juan sin Tierra en el año 1215, los
barones y el clero ingles impusieron al monarca el reconocimiento de un conjunto
de garantías individuales. Este documento ha tenido un importante impacto en la
historia política de Inglaterra y del mundo y se le considera precursora de las
grandes declaraciones en materia de derechos civiles.
Este documento contiene el principio que expresa: "ningún hombre libre será
detenido, puesto en prisión, colocado fuera de la ley, expatriado o de alguna
manera violada su personalidad, ni perjudicado o condenado, sino por el juicio de
sus pares o la ley del país" añadiendo que "la justicia no será vendida ni le será
negada a nadie, lo mismo que el derecho"
ESPAÑA
Las relaciones políticas entre la monarquía y sus súbditos dan vida a un conjunto
de documentos singulares, tal como el Pacto celebrado en 1188 entre Alfonso IX y
sus súbditos y en que el rey afirmó que haría sostener la justicia y la paz en el
reino, articulándose en preceptos concretos las garantías de los más importantes
derechos de las personas: seguridad, domicilio, propiedad y actuación en juicio.
Así mismo, el Acuerdo de la Corte de Valladolid de 1322 que proclamó del respeto
a la vida, a la libertad, y a la propiedad; las personas solamente podían ser
juzgadas según derecho y por jueces competentes.
En 1679, Carlos II de Inglaterra dicta una ley mediante la cual ningún británico
podía ser detenido o arrestado sino en virtud de un juicio que comenzaba con una
orden escrita y motivada de una autoridad competente, copia de la cual debía
obtener el detenido y el jefe del establecimiento carcelario no podía, sin esta
orden, recibir en custodia al detenido. Sin embargo, las detenciones se
continuaron realizando sin tomar en cuenta esta provisión legal, entonces fue
añadida entre las condiciones de la detención el ejercicio de una acción para
determinar la legalidad de la misma: Hábeas Corpus.
Diez años más tarde, en 1689, se formula en Gran Bretaña una nueva
declaración: Bill of Rights que garantiza los derechos civiles y contiene
reivindicativas para el pueblo reconocidas por el rey. Esta declaración constituye
el primer documento constitucional de la historia de Inglaterra. Ella da paso a un
nuevo régimen al abolirse definitivamente la monarquía absoluta y se da inicio a la
era del parlamento ingles.
LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA
Así mismo consagra que nadie puede ser privado de su libertad sino por la ley del
país y el juicio de sus pares. Postula la libertad de prensa como uno de los
fundamentos de la libertad, la libre elección de los representantes del pueblo y la
división de los poderes del estado para mejor garantía de la libertad.
LA REVOLUCION FRANCESA
EDAD MODERNA
El actual Derecho de Guerra es una derivación, sobre todo bajo la influencia del
cristianismo y de las reglas de caballería, de las guerras que libraron entre sí los
estados europeos desde que apareció el sistema estatal europeo moderno. Se
expresaba en las ordenanzas y reglamentos dictados por los estados para sus
ejércitos en que se prescribía a sus tropas un determinado comportamiento ante
el enemigo, así como convenios bilaterales (treguas, capitulaciones, armisticios)
concertados entre los comandantes militares de los estados enemigos y cuya
finalidad era asistir a los heridos o canjear a prisioneros de guerra. La uniformidad
de tales reglamentos suscita la aparición de un derecho consuetudinario.
Pero no fue sino en el siglo XIX, bajo la fuerte impresión de las guerras en las
cuales combatían ya grandes ejércitos nacionales que utilizaban armas nuevas y
más mortíferas que causaban un numero considerable de heridos abandonados
sin socorro alguno en los campos de batalla, cuando se trabajó el empeño en la
elaboración de un derecho de la guerra, refrendado por convenios multilaterales.
Como los problemas sociales eran los más visibles y urgentes, se inició un
proceso de cooperación internacional para enfrentarlos. El Tratado de Paz de
Versalles, suscrito al terminar la Primera Guerra Mundial, significó un gran avance
en la protección de los derechos humanos sociales y económicos.
En agosto de 1941, Winston Churchill, Primer Ministro del Reino Unido y Franklin
D. Roosevelt, Presidente de Estados Unidos, se entrevistaron a bordo de un
barco anclado en Placenta Bay (Terranova) y por sugerencia de Roosevelt,
firmaron una declaración conjunta en forma de tratado llamada la Carta del
Atlántico, cuyo contenido expresa que ninguno de los dos países pretendía
expansión territorial o de otro tipo para sí mismos y que no deseaban cambios
territoriales que no estuviesen de acuerdo con los deseos libremente expresados
por los pueblos que pudiesen afectar. En esta Declaración, ambos presidentes se
comprometieron a respetar el derecho de todos los pueblos a decidir bajo que
forma de gobierno deseaban vivir y que deseaban así mismo que fuese
restaurada la independencia la independencia de los pueblos que se hubiesen
visto privados de ella por la fuerza. Ambos mandatarios expresaron su deseo de
querer para todos los Estados, vencedores y vencidos, igual libertad de acceso
al comercio y a las materias primas y que pretendían laborar por la concepción
económica internacional, seguridad social y por todo aquello que contribuyese a
liberar del temor y de la penuria y se comprometieron a no facilitar armas hasta
tanto no se llegase a un más amplio y más general sistema sobre la seguridad
internacional de las naciones que amenazaren con agredir a otras y a adoptar
cualquier medida que fuesen necesarias para aliviar la pesada carga que
representan los armamentos para los pueblos amantes de la paz.
En el Perú los derechos humanos son una prioridad de todas las organizaciones
del sistema ONU. Cada una de ellas, desde sus respectivos ámbitos, trabaja para
la protección de los derechos de los grupos más vulnerables, principalmente, así
como en la educación, promoción y difusión de los mismos.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) tiene
como misión la promoción y protección de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes. El derecho a la alimentación y la lucha contra la desnutrición en el
país es preocupación constante de organizaciones de las Naciones Unidas como
el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS). La
promoción de los derechos de la mujer y por la equidad de género es también
trabajo constante de varias organizaciones de las ONU en el país.
Las organizaciones del Sistema ONU en el Perú trabajan también por los
derechos de los pueblos indígenas, los afrodescendientes, los discapacitados, las
personas que viven con VIH, la erradicación del trabajo infantil, entre otros.
En el caso Perú existe una preocupación por parte del organismo respecto a la
vulneración de los derechos de las personas con respecto a la libre asociación, la
libertad de expresión, así como la falta de respeto a los derechos de los pueblos
indígenas y comunidades rurales.
Asimismo, expresa su interés frente a la situación de desprotección de los
defensores y defensoras de derechos humanos ante la violencia y hostigamiento,
así como la situación de los derechos de la mujer, los derechos sexuales y
reproductivos y los derechos de la población LGTBI, en particular los derechos a
la igualdad y no discriminación. Finalmente se da cuenta de la situación del
derecho a la justicia, verdad y reparación de las víctimas y familiares del conflicto
armado interno.
En primer lugar, el Perú a través de los años ha sufrido de no tener una técnica
legislativa propia, o tener principios propios, por ser de concepción sui generis y
adaptación de otros ordenamientos jurídicos a nivel mundial, es así que no indica
cuando se deben usar expresiones abstractas y cuando no, cuando es bueno
ejemplificar, cuando se debe resumir y cuando se debe extender, cuando es
bueno utilizar imperativos, órdenes y cuando es mejor usar descripciones, pues
todo lo puesto en una ley cobra una vida independiente y muchas veces las cosas
se van por caminos inesperados.
Es así que, a lo largo de los años, se ha olvidado como teoría finalista los
principios rectores de la convivencia social, así como no se ha avanzado mucho
en el conocimiento de cómo legislar porque aún predomina la doctrina racionalista
impuesta desde el siglo XVIII que basada en la idea de la división de poderes
exigía que solo el Legislador promulgue leyes redactadas con fórmulas sucintas,
breves y abstractas casi como fórmulas matemáticas, para ser aplicadas a todos
los casos. Prometiendo así certeza, predictibilidad y seguridad pues los otros
poderes solo se limitarían a cumplir las leyes generales,
Con ese ideal se redactaron las constituciones, las leyes y reglamentos. Ahora
sabemos que no son suficientes las expresiones breves y generales; la mayoría
de las leyes son completadas y hasta corregidas por directivas, circulares,
resoluciones administrativas, sentencias, doctrinas que solo son accesibles a
entendidos y sin las cuales nada funciona, es decir la ley ya no sirve para ser
aplicada necesita siempre ser completada y a veces distanciándose de lo dictado
por el legislador, de modo que una batería de burócratas puede cambiar todo lo
previsto en la ley.
CONCLUSIÓN
- Así mismo se debe trabajar para desterrar todo tipo de discriminación, que es
una forma de violación de los Derechos Humanos de cada persona.
- Toda sociedad que olvida su historia está condenado a repetirla. Jorge Agustín
Nicolás Ruiz de Santayana