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INTRODUCCIÓN

Planificar, resolver problemas, mejorar la eficiencia, reducir los errores; todo esto depende de
que usted sea capaz de tomar e implementar decisiones correctas.

Decidir sobre algo significar hacer una elección o llegar a una conclusión y ninguna de las
dos cosas es fácil. A veces hay que tomar decisiones muy difíciles; por ejemplo, mudarse,
cambiar de trabajo, casarse, divorciarse, etc. Pero es vital poder tomar decisiones correctas,
porque el bienestar, incluso la supervivencia, de una vida o de una familia, depende casi
enteramente de la calidad del proceso de la toma de decisiones.

Además, ¡No hay vida tan completa como la que uno elige vivir! ¿Quién soy? ¿Qué es lo que
quiero? Muchos de nosotros vamos por la vida sin hacernos y sin contestarnos estas
cruciales preguntas. Sin embargo todos los días, todas las semanas, todos los meses y todos
los años tomamos decisiones que influyen en gran medida nuestras posibilidades de fracasar
o de tener éxito.

¿Cuáles son las grandes y pequeñas decisiones que nos gobiernan y qué hacemos con
ellas? ¿Cómo podemos evitar el tomar decisiones negativas?

La cuestión de quienes somos y lo que logramos como individuos está determinada en gran
parte por buenas decisiones. Si aprendemos a tomar decisiones correctas, y entendemos el
papel que juegan en nuestra vida habremos descifrado la mayor parte de los fundamentos
del desarrollo personal.

¿QUÉ ES UNA DECISION?

Adoptamos y ejecutamos muchas de nuestras decisiones en segundos. A veces es algo que


se da tan rápido que casi no somos conscientes de ello. Pero es importante analizar lo que
sucede y cómo podemos mejorar el procedimiento, porque las decisiones que tomamos son
el medio por el cual hacemos avanzar nuestra vida y alcanzamos nuestras metas.

Tomar una decisión es como estar en un cruce de caminos. Hay que elegir una opción entre
dos o más alternativas. Estas opciones generalmente están limitadas por condicionantes, por
ejemplo:

 La situación en la que nos encontramos ahora.


 La situación en la que quisiéramos estar en el futuro.
 Los recursos disponibles.
 Lo que los demás están dispuestos a aceptar.
 La factibilidad de las distintas opciones.
 El factor tiempo.

Identificar y apreciar estos factores correctamente es uno de los aspectos más importantes
de la buena toma de decisiones.
Tomar más conciencia de la decisiones que toma le ayudará a analizar el proceso de la toma
de decisiones. Por ejemplo, ¿lleva sobre sus hombros toda la carga de la toma de
decisiones, o hace participar a otra gente? ¿Toma las decisiones claves de un modo
planificado y racional con mucha anticipación, o toma cada decisión sobre la marcha? ¿Se
basa en su intuición para ayudarse a tomar una decisión, o prefiere usar el pensamiento
lógico para hacer una elección apropiada?

TIPOS DE DECISIONES

Existen distintos tipos de decisiones, por ejemplo:


Rutinarias. Estas son decisiones comunes en relación con una gran variedad de cuestiones.
Muchas veces se ahorra tiempo si estas decisiones las adopta una sola persona.
Urgentes. Algunos problemas se dan rápidamente y pueden traer serias consecuencias si no
se los resuelve inmediatamente. Aquí también muchas veces una persona los resolverá
personalmente y dará explicaciones o se justificará luego.
Problemáticas. Este tipo de decisiones hay que tomarlas cuando emerge una dificultad y no
hay una solución evidente. Generalmente resulta más útil que un grupo tome estas
decisiones, e incluso que se consulte a gente externa al problema.
Consultivas. Otras decisiones que uno toma afectarán a otra gente. Muchas veces es
importante hacer participar a los que se verán afectados por los resultados de la decisión.
También se puede distinguir entre decisiones programadas y no programadas.
Programadas. Son las relativamente poco importantes o repetitivas. Comúnmente existen
procedimientos o criterios preestablecidos para tomarlas. No involucran grandes riesgos y
por lo tanto se pueden delegar con mayor facilidad.
No programadas. Son las decisiones nuevas y donde los riesgos son altos. Se dan en
situaciones inusuales o mal definidas, donde hay muchos cursos de acción posibles.

¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS DECISIONES?

Las decisiones son importantes porque tienen el poder de ser el detonador del proceso que
lleva a hacer realidad las aspiraciones y metas de toda persona.
Las decisiones que adoptamos muchas veces afectan a la gente que nos rodea. Del mismo
modo, las decisiones que toma otra gente muchas veces tienen consecuencias para
nosotros. Para evitar problemas potenciales y aprovechar al máximo las oportunidades que
se presentan, usted necesita usar toda una batería de capacidades, que incluyen pensar con
lógica, analizar los riesgos, utilizar la creatividad y la intuición.
En ocasiones no hay una sola decisión "correcta". Puede haber varias opciones y tenemos
que usar toda nuestra capacidad analítica para elegir la mejor opción o la que cause menos
daño. Tomar una decisión es parte de un proceso que incluye reunir información, generar
opciones y analizar riesgos.

EVALUE SUS DECISIONES


Cuando se le pregunta a alguien ¿Quién es usted y qué es lo que quiere? La respuesta juega
un papel muy importante en las decisiones que toma
Un buen método para conocer la respuesta es descubrir dónde está usted ubicado uno con
respecto a algunas decisiones básicas que toma, consciente o inconscientemente, a lo largo
del día y que determinan su forma de actuar. Veamos algunos ejemplos:
El aspecto personal. ¿Qué aspecto tiene? ¿Qué aspecto quisiera tener? ¿Se ha ocupado
de su aspecto físico para ampliar las oportunidades de lograr objetivos personales y
profesionales? ¿Cree que necesita dedicar más atención a su aspecto personal? Su aspecto
personal ¿disminuye o incrementa su autoestima?
El trabajo, la carrera o la posición. ¿Tiene el empleo o la profesión que quiere? ¿Está
contento con el oficio o carrera que eligió? ¿Se queja de lo que tiene o lo disfruta?
¿Considera que está donde está por su decisión o siente que la decisión se tomo por
expectativas de otro? ¿Tiene planes para hacer cambios? Si pudiera empezar de nuevo,
¿haría todo igual?
La relación con otros. ¿Le satisface la relación que tiene con los demás? ¿Se esfuerza
para mostrar lo mejor que tiene para ofrecer? ¿Sabe escuchar? ¿Se preocupa por los demás
y lo demuestra? ¿Habla, expresa y presenta sus ideas, como quiere hacerlo? ¿La gente lo
respeta por la manera en que usted la trata? Sus relaciones en general, en su casa, en el
trabajo, con sus amigos, etc., ¿son lo que usted desea? ¿Toma decisiones conscientes con
respecto a su relación con los demás?
La actitud ante los problemas. Los problemas, ¿lo paralizan o lo ponen en movimiento?
¿Odia ver aparecer un problema o lo considera como una "cosa propia de la vida"? ¿Busca y
encuentra las oportunidades que hay dentro de los problemas? ¿Elige considerar a los
problemas como escalones para el "éxito" o como obstáculos que le impiden avanzar y no lo
llevan a ninguna parte?
La capacidad de enfrentar metas. ¿Elige fijarse metas? ¿Lo hace a menudo? ¿Las expresa
por escrito? ¿Son metas específicas? ¿Se da plazos para cumplirlas? ¿Define claramente
los resultados que espera obtener?
La elección de amistades. ¿Elige sus amigos? ¿Se rodea de la gente que más respeta?
¿Sus amigos lo ayudan a superarse o lo mantienen sumergido? ¿Quiénes son
verdaderamente sus amigos? Si pudiera elegir ¿con quién pasaría su tiempo? ¿Puede
elegirlo? ¿Realmente le gusta la gente a quién llama sus amigos?
El tiempo libre. Usted dispone de infinidad de maneras de pasar cada momento del tiempo
libre, ¿lo emplea como usted elige o según la elección de otro? ¿Comparte sabiamente su
tiempo libre? ¿Siente que controla conscientemente su tiempo libre o las cosas que hace
simplemente "ocurren"?
El nivel de educación. ¿Cuánto sabe usted? ¿Qué más le gustaría saber? ¿Qué piensa de
la posibilidad de saber más? ¿Qué hace al respecto? ¿Cómo estimula su mente? ¿Está
verdaderamente informado o elige no estarlo?
Lo que espera de sí mismo. ¿Qué espera de sí mismo? Todos los ejemplos enumerados,
son importantes, pero saber qué espera de sí mismo, es vital, porque requiere decisiones
que llegan a la raíz misma de su autoestima, de quién usted es y de lo que espera de usted.
Esta decisión lo confronta con estas importantes preguntas: ¿Quién es? Y ¿Qué es lo que
quiere?
Le sugerimos que se Siéntese solo / a en un lugar tranquilo y se haga esta pregunta: ¿Qué
espero realmente de mí mismo / a? Escuche la respuesta.
Esta pregunta, más que ninguna otra, lo enfrentará a lo que está haciendo con su vida. Lo
que responda y elija hacer al respecto podría modificar profundamente el resto de su vida.
Esta es la pregunta, mejor dicho la decisión, que afecta y dirige todas las otras decisiones
que tomará.
Hay gente que se ha hecho esta pregunta, pero nunca se tomo realmente el tiempo
necesario para buscar la respuesta. Es lamentable que esto ocurra. No se puede dirigir la
vida significativamente sin enfrentar interrogantes sobre lo que uno está haciendo aquí, lo
que espera de sí mismo y lo que hará al respecto.
Póngase de acuerdo con usted mismo acerca de cuál es su propósito y cuáles son los
valores personales que tiene en la vida. Recuerde que Dios lo ama incondicionalmente y
quiere lo mejor para usted. Dele la oportunidad de ser su guía en la aventura maravillosa de
vivir una vida plena y abundante tomando decisiones correctas.

LA ACTITUD AL TOMAR DECISIONES


Existen tres modelos o ciclos que establecemos consciente o inconscientemente, que
controlan casi todo lo que sentimos y hacemos cada día. Es muy probable que usted se
ajuste a uno de los tres.
Por pequeña y poco importante que parezca cada simple decisión, cuando se van sumando
construyen un modelo. A su vez el modelo crea un ciclo y ese ciclo dibuja un modelo más
grande que define para cada uno de nosotros, nos demos cuenta de ello o no, una manera
de vivir.
Es importante saber con qué modelo se identifica en este momento y en cuál le gustaría
encontrarse, para poder decidir algo al respecto.
Estos modelos son:

MODELO I - DECISIONES QUE DEBILITAN


Las personas del modelo I toman pequeñas decisiones que debilitan y perjudican. Tienden a
quejarse en vez de sacar el mejor partido de una situación difícil, ven los riesgos y no las
oportunidades. Tienen el hábito (es decir el modelo de toma de decisiones) de pensar
primero en lo peor y después en lo mejor. Contemplan la vida como una serie de luchas y no
ven que esas mismas situaciones pueden significar desafíos y oportunidades de crecer y
sentirse mejor.
La gente del modelo I tienden a tener un pensamiento regido por un patrón negativo. Sin
siquiera pensarlo suelen decir: "Yo sé que esto no va a resultar" "Para que voy a abrir el
correo, no recibo más que facturas" "Cada vez que hablo con él, termino peleando" "Hoy no
es mi día" "Nunca me atienden bien en este restaurante" "Nunca voy a tener suerte" o
"Nunca tengo nada que ponerme".
Las personas del modelo I ven la oscuridad y nunca el amanecer. Dicen qué cosas no van a
funcionar, pero no saben qué cosas si lo harán. Claro que no viven siempre amargados. Son
gente normal, como todos nosotros pero toman pequeñas decisiones que los debilitan en vez
de fortalecerlos, y así, sin conciencia de lo que hacen, crean un ciclo descendente construido
por ellos mismos desde el cual no pueden ver el horizonte.

MODELO II - DECISIONES QUE MANTIENEN


Este es el modelo más numeroso. Se trata de personas que toman decisiones que las
mantienen en permanente situación de empate, sin llevarlas a ningún lado. Andan bien,
sobreviven. Debido a sus decisiones, nunca llegan verdaderamente a ninguna parte ni
alcanzan un nivel de satisfacción personal acorde con su verdadero potencial.
La mayor parte de la gente entra en esta categoría, porque las decisiones de este modelo
son siempre las más fáciles y automáticas. El programa básico de esta gente es el de seguir
a la multitud, se amoldan a la mayoría. Ciertamente no hay nada malo en ser así, pero
tampoco nada demasiado bueno.
Las investigaciones psicológicas revelan que estas personas se sienten calladamente
frustradas con la vida, pero sin estar muy seguras de la razón. Este es el modelo que lleva a
la deriva por la vida en vez de establecer una dirección clara.
La gente del modelo II procura tomar decisiones que no creen conmoción. Sobrevive y se las
arregla, se limita a existir. Hacen lo que se "supone" deben hacer y no logran más que una
fracción de lo que la vida les ofrece. Decisión por decisión, día tras día, se aseguran de
permanecer en el mismo lugar. Sin ser reconocidos por un notable nivel de logros, tampoco
llegan a un fracaso como los del modelo I.

MODELO III - DECISIONES QUE FORTALECEN


Las decisiones que toma la gente que pertenece a este modelo, incluso las más
insignificantes, la ayudan a avanzar, a mejorar a cada instante y en cada día y a prepararse
para el éxito. Por ejemplo: cuando no dan la película que quiere ver, la persona del modelo
III, en lugar de decir "lo que pasa es que nada me sale bien", dice "está bien, podemos ver
otra cosa". Si el servicio no es muy bueno en un restaurante, en lugar de decir: "Este servicio
es muy malo" dice, en forma casi automática "¡es una gran cosa esto de poder salir y
descansar!".
No es que la persona del modelo III ve todo "perfecto" o "maravilloso" sólo acepta que la vida
no es perfecta. Las cosas no son siempre como uno quisiera que fueran. Al reconocer este
hecho, usa cada oportunidad que se le presenta productivamente, para construir y mejorar.
La gente del modelo III se queja poco o nada. Sabe que eso no sirve. Enfrenta cada
situación, la ve como realmente es y saca el mejor partido posible de ella. En lugar de
deprimirse, elige considerar la vida como una serie de oportunidades para fortalecerse y
crecer.
Este es el tipo de persona que vive las enseñanzas del Apóstol Pablo. Enseñanzas que dejó
expresas en la Biblia: "Alégrense siempre en el Señor. Repito ¡alégrense! He aprendido a
contentarme con lo que tengo. Se lo que es vivir en la pobreza y también lo que es vivir en
abundancia. He aprendido a hacer frente a cualquier situación, lo mismo a estar satisfecho
que a tener hambre, a tener de sobra que a no tener nada. A todo puedo hacerle frente pues
Cristo es que me sostiene" (Filipenses 4:4,11-13).
¡Sus decisiones crean el modelo de su vida! Una pequeña decisión lleva a otra. Cada una de
ellas ofrece la oportunidad de tomar la circunstancia en cuestión en forma productiva o
perjudicial. Recuerde una buena decisión nos prepara para tomar otra buena decisión. A su
debido tiempo, estas decisiones se unen para formar un modelo. Cuanto más a menudo
tomemos pequeñas decisiones favorables, más firme será nuestra tendencia a tomarlas: así
se desarrolla el modelo.

ESTABLECIENDO UN RUMBO ADECUADO

Las decisiones que tomamos determinan la clase de persona que seremos. En gran medida,
quienes somos en el presente es el resultado de las decisiones que tomamos en el pasado.
Nuestro carácter, valores, prioridades e intereses son consecuencia de nuestras decisiones.
Cuando nos encontremos en situaciones difíciles, recordemos que podemos elegir cual será
nuestra reacción. Existen cuatro palabras que le pueden ayudar en sus decisiones.
La primera es ESPERE. Si debe tomar una decisión y reconoce que está molesto/a, grábese
esta palabra en la mente "esperar" no haga nada por el momento, la palabra de Dios dice:
"todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar y
enojarse" (Santiago 1:19). Espere hasta que sus emociones estén bajo control. No actúe de
manera impulsiva porque luego va a lamentarlo.
En segundo lugar COMPARE lo que desea hacer con la Palabra de Dios. Él nos ha creado,
nos ama y quiere lo mejor para cada uno de nosotros. "Tu palabra es una lámpara a mis pies
y una luz en mi camino" (4). La Biblia es el manual para vivir una vida fructífera, efectiva, y
llena de felicidad. Por eso, espere, y luego corrobore con Las Sagradas Escrituras lo que
quiera hacer.
En tercer lugar busque SABIDURIA en la Palabra de Dios y en consejeros sabios. "Cuando
no hay consulta, los planes fracasan; el éxito depende de los muchos consejeros"
(Proverbios 15:22) "pues la guerra se hace con buenos planes y la victoria depende de los
muchos consejeros" (Proverbios 24:6).
La cuarta palabra es EVALUE. Deténgase y piense en las decisiones que podría tomar.
Considere sus efectos y consecuencias en el tiempo. Busque perspectiva: "En dos o tres
años, ¿cuáles serán las consecuencias de esta decisión, para mi o para los que me rodean?"
La vida entera está hecha de decisiones. Lo que haga de estas decisiones es lo que hará de
sí mismo. No hay duda de que las decisiones que tome hoy y mañana y todos los días
crearán una imagen de lo que usted es, de lo que quiere y de lo que va a hacer con la vida
que quiere vivir.
Los viajeros de la vida deben elegir cuidadosamente el camino y pisar con cuidado, pero
mientras lo hacen, Dios no los deja sin guía ni consuelo. El envió a su Hijo para mostrarnos
"el camino". Él envío a Jesús para que nos cuide en los momentos de peligro; nos oriente en
los senderos oscuros y confusos; nos perdone si equivocamos el sendero o nos extraviamos;
y para que nos ayude a retomar el buen camino.
"El camino de la vida" comienza y termina con Dios a nuestro lado. Nacemos gracias a Dios
y morimos cuando en su Santa Voluntad así lo dispone. Camine tomado de la mano de
Jesús. Él quiere estar con usted en cada paso que dé.

METODOS PARA TOMAR DECISIONES

La enumeración que presentamos a continuación señala que existen distintos métodos de


toma de decisiones: arriba, el estilo es autoritario; abajo, democrático; entre ellos una gama
de acciones que se relacionan con el grado de autoridad utilizado por el líder y la cantidad de
libertad de que dispone el resto del grupo para tomar decisiones.

1. El líder toma decisiones y las anuncia.


2. El líder le vende la decisión al grupo.
3. El líder presenta la idea e invita a hacer preguntas.
4. El líder presenta una decisión tentativa sujeta a cambios.
5. El líder presenta un problema, obtiene el aporte del grupo y luego decide.
6. El líder permite al grupo tomar decisiones dentro de límites predeterminados.
7. El líder da a los integrantes del grupo completa libertad de acción.

Es importante notar que hay ventajas y desventajas en ambos extremos. Los líderes que
eligen el método autoritario toman decisiones rápidamente y permiten que los miembros del
grupo tengan todo su tiempo disponible para otras tareas. Sin embargo, no aprovechan al
máximo las capacidades del grupo y sus integrantes pueden no sentirse comprometidos con
decisiones que se les imponen. Los líderes que eligen el método democrático alientan a los
miembros del grupo a sentirse responsables de las decisiones y se aseguran de que todos
piensen a fondo en una amplia gama de ideas. Por otro lado, el método democrático muchas
veces se hace lento y pesado.
La medida en que se involucra a otra gente en la toma de decisiones, depende muchas
veces de la cuestión a decidirse. Por ejemplo, puede resultar inapropiado discutir algunas
cuestiones de disciplina o situaciones en las que es importante afirmar la autoridad personal.
En realidad, es improbable que una persona adopte un solo estilo de toma de decisiones.
Probablemente use varios de los métodos descriptos en distintos momentos. Además, no se
puede decir que hay estilos "correctos" e "incorrectos" para tomar decisiones. Sólo existen
los que logran o no hacer que la gente se motive y comprometa con la decisión tomada.

COMO RESPONDER A LAS DISYUNTIVAS

LA RESPUESTA MEDITADA
Para tomar buenas decisiones es importante dedicar un tiempo a meditar el problema o la
cuestión. Desgraciadamente, muchas personas no dan una respuesta meditada porque se
sienten bajo la presión de tomar decisiones instantáneas.
Hay una cantidad de barreras que impiden pensar con claridad, incluyendo:

 Las emociones. No tiene nada de malo que a uno le importe un problema, pero es vital
desligarse de las emociones porque pueden nublar el entendimiento
 Estar demasiado pegado a la decisión. Uno puede tener una mejor perspectiva en
relación con determinad decisión, si toma distancia.
 Falta de tiempo. Si encuentra que toma malas decisiones por el apuro, debe reevaluar
sus prioridades.
 Presiones de otra gente. Puede sentir que otros esperan que sea "resolutivo" y actúe
rápidamente. Pero ser resolutivo significa tomar una buena decisión, apreciar las
evidencias cuidadosamente antes de actuar, y no necesariamente tomar una decisión
rápida.

Pensar a fondo los problemas se parece al ejercicio físico. Parece más difícil si uno no lo
hace mucho, pero cuanto más lo practica, tanto mayores son los beneficios que trae.

LA RESPUESTA INTUITIVA
Con tanto énfasis puesto en la razón y en la lógica es fácil olvidarse de la intuición, esas
corazonadas que nos dicen que un curso de acción particular es el correcto, aunque no
podamos explicar por qué. La gente que ignora su intuición se priva de una fuente poderosa
de sabiduría que puede ser extremadamente útil para ayudarla a tomar decisiones. La toma
de decisiones puede exigir el uso de la intuición y de la razón en distintos momentos.
La intuición, a la que a veces se llama instinto o "lo que me dicen las tripas", es algo que nos
puede dar una comprensión directa de una situación sin que medie un pensamiento o
evidencia racional visible. Aunque la intuición no sigue ningún proceso de pensamiento
consciente, casi siempre se basa en experiencias pasadas.
Se nos ha enseñado a respetar el costado racional, lógico, de nuestra naturaleza y
desmerecer o negar el costado intuitivo. Si escuchamos y confiamos en nuestra intuición,
tendremos la recompensa de una gran cantidad de información valiosa y una guía para la
toma de decisiones.
Recurrir de su intuición no significa que debe eliminar o no prestar atención a su mente
racional. Su intelecto es una herramienta muy poderosa que tiene su mejor uso en el soporte
y refuerzo de su sabiduría intuitiva.
PASOS CLAVES PARA LA TOMA DE DECISIONES

Cuando la gente toma malas decisiones generalmente se debe a que no ha reunido toda la
información que necesita o que no ha pensado en todas las consecuencias de sus
decisiones. En síntesis, no ha sido sistemática en su método.
La toma de decisiones malas provoca frustración, hace perder dinero, rebaja la moral,
debilita la disposición a esforzarse y da por resultado un mal desempeño, por lo que vale la
pena asegurarse de recorrer todo el procedimiento metódicamente. Puede sonar trabajoso,
pero se hace más fácil con la práctica. Al fin se encontrará cumpliendo los pasos sin tener
que pensarlo conscientemente.

UN METODO SITEMATICO

El siguiente es un método que se puede implementar. Consta de:

1 Fijar objetivos.
Identificar los objetivos es el paso más importante de todos. Una vez que pudo centrarse en
su meta, decidir sobre cómo alcanzarla será mucho más fácil.
Hay dos tipos de objetivos de los que tiene que ser consciente:

 Objetivos generales o mediatos, es decir lo que se quiere lograr en el largo plazo.


 Objetivos específicos o inmediatos, es decir lo que se quiere lograr tomando una
decisión particular.

Saber cuáles son los objetivos da libertad y claridad para tomar decisiones dentro de las
responsabilidades que se tienen asignadas.

2 Reunir información.
El segundo paso del procedimiento de toma de decisiones es reunir la información que sirva
para lograr los objetivos que se buscan alcanzar. Para que la información sirva tiene que ser:

 Relevante. Si es irrelevante hace perder tiempo y oscurece datos vitales.


 Suficientemente detallada.
 Precisa.
 Completa.
 Oportuna.

Recuerde que siempre debe haber un equilibrio entre lo disponible y lo deseable.

3 Identificar opciones alternativas.


Cuando se tiene que tomar una decisión, siempre es tentador elegir la opción más obvia.
Pero, muchas veces, es una de las respuestas menos evidentes la que ayuda a alcanzar los
objetivos deseados. Para poder tomar decisiones de modo efectivo hay que aprender a
buscar bajo la superficie y descubrir ideas innovadoras.
Una vez que haya pensado en todas las opciones posibles, entonces sí reduzca las
alternativas sobre la base de los criterios de decisión. A modo de sugerencia le podemos
decir que:
 Nunca piense que agotó todas las posibilidades.
 Evalúe los factores condicionantes. ¿Son reales todos los condicionamientos?
 Deje a su mente en libertad. Use la imaginación para pensar más opciones.
 Asegúrese de no estar partiendo de supuestos innecesarios.

Encontrar nuevas ideas puede no ser tan difícil como a veces se lo hace aparecer,
simplemente tiene que usar la imaginación. Pensar creativamente es una clave para generar
opciones o soluciones nuevas y diferentes para los problemas. Pensar creativamente es la
capacidad de ver problemas o situaciones de modo distinto, de verlos en una perspectiva
diferente, desde otro ángulo, de costado, de atrás para adelante, incluso patas para arriba.

4 Evaluar opciones.
Una vez que ha generado varias opciones, el siguiente paso es evaluar las más adecuadas.
Para las decisiones de rutina o urgentes, puede tener que hacer esta evaluación rápidamente
y de modo informal, guiándose por su experiencia y sentido común.
En cambio, para las decisiones más problemáticas o decisiones que tendrán un efecto
significativo sobre su vida, le resultará útil abordar el proceso de evaluación de modo más
sistemático. Podría intentar usar algunos de los siguientes criterios de evaluación:
Factibilidad. Puede evaluar la factibilidad de una opción tomando en consideración:
a) Las capacidades requeridas para implementarla.
b) Los costos. Este a menudo es el criterio de factibilidad más importante.
Aceptabilidad. La aceptabilidad de una opción se da en la medida en que ésta responde a
los objetivos originales de la decisión. Los objetivos le darán algunos criterios para medir la
aceptabilidad de una opción particular.
Riesgo. Una de las maneras más directas de analizar los riesgos es simplemente evaluar el
peor resultado posible de la opción. Esto suele llamarse evaluar el riesgo de "peor variante"
de una opción. Si está dispuesto a aceptar las consecuencias de ese riesgo, puede seguir
adelante con esa opción con seguridad. Sí, por el contrario, decide que los resultados de
"peor variante" serían demasiado graves como para soportarlos, lo mejor sería rechazar esa
opción.

5 Elegir la mejor opción.


Uno de los pasos finales es elegir la mejor opción de la gama de soluciones o decisiones
posibles que ha generado y evaluado. Las siguientes metodologías pueden ayudarlo con
esta difícil tarea.
Evaluar los pro y los contra. Éste es probablemente el método que más se utilice para
llegar a una decisión. Involucra enumerar las ventajas y desventajas de los distintos cursos
de acción y luego elegir el que tiene las mayores ventajas.
Consensual. Para alcanzar un consenso hay que producir una discusión hasta llegar a una
decisión acordada. Este abordaje no funciona a menos que todos los participantes:

 Puedan decir lo que piensan.


 Expresen honestamente lo que sienten y opinan.
 Salgan de la reunión sintiendo que ha emergido una decisión como resultado de una
discusión adecuada y un acuerdo.

Votar. Este método se usa generalmente cuando es difícil llegar a un consenso. Sólo debe
usarse si todos los presentes están dispuestos a cumplir con lo que se vote.
Negociar. Negociar es una manera de llegar a un compromiso. Se puede usar cuando las
partes que tienen puntos de vista opuestos han llegado a una decisión aceptable para
ambos. Si adoptó este método, debe apuntar a asegurar que la parte que pierda en un área
la compense con ganancias en otra área. El objetivo de la negociación es asegurarse de que
ambas partes se sientan ganadoras.
Por último, antes de dar el paso final de hacer pública su decisión, verifique que:

 Está conforme y confía en esta decisión.


 Será aceptable para sus líderes.
 Será aceptable para sus colegas y los miembros de su grupo.
 No establece precedentes peligrosos para futuras decisiones.
 Ha tomado en cuenta todas las opciones.
 Ha pensado a fondo en todas las consecuencias de su decisión.

Si ha cumplido un procedimiento sistemático y se hizo todas las preguntas citadas, puede


finalmente tomar la decisión con seguridad.

6 Implementar y monitorear la decisión


Tomar una decisión no es el fin del proceso. Hay que actuar y luego verificar si las cosas
funcionan como se las pensó. Hay varios motivos por los que es importante monitorear los
efectos de una decisión una vez que se ha implementado:

 Monitorear una decisión hará que su acción sea lo más efectiva posible. Les
demostrará a los demás que usted tomó seriamente la decisión y está decidido a
hacer que funcione.
 Las decisiones muchas veces tienen consecuencias no previstas. No se puede saber
siempre cómo va a resultar una acción particular o si su selección final se demostrará
correcta.
 El monitoreo le permite aprender de sus errores así como de sus éxitos. La capacidad
para la toma de decisiones se desarrolla con la experiencia, y el monitoreo lo ayuda a
mejorar sus capacidades de toma de decisiones.

LAS DECISIONES - LOS RESULTADOS

Todos tomamos malas decisiones de vez en cuando, no importa cuánto lo hayamos pensado.
Sin embargo, es igualmente importante reconocer el error y estar preparado para cambiar de
decisión si no funciona. En algunos casos esto puede significar:

 Revisar los objetivos de la decisión.


 Redefinir el problema.
 Obtener más información.
 Encontrar opciones que no haya tomado en cuenta antes.
 Reevaluar las opciones.

Comúnmente para evaluar algo nos guiamos por los resultados inmediatos, la satisfacción
que nos brinda el momento. Por lo que es igualmente común encontrar personas atrapadas y
golpeadas por las consecuencias posteriores de sus propios actos. La Biblia afirma: "Lo que
se siembra, se cosecha" (Gálatas 6:7) y las cosas se conocen por sus frutos.
Un fruto es un resultado que no aparece de inmediato, sino al final de un ciclo y para el inicio
de otro. Un ejemplo de esto lo tenemos en los hijos; su calidad la vemos en el momento de
enfrentar la vida. Un buen hijo es el que encara su vida con responsabilidad, lo que no
significa ser perfecto, sino haber adquirido la capacidad de asumir los beneficios de los
aciertos y el precio de los errores.

En resumen, la persona que sabe tomar decisiones correctas, da buenos frutos y para
ello deben desarrollarse las siguientes cualidades:

Ser realista. Es la cualidad que permite aceptar limitaciones. Si acepta sus limites, descubre
el espacio de lo que es realmente posible y el equilibrio de la vida se encuentra en desarrollar
al máximo todas las posibilidades. Sin embargo, hay quienes se obsesionan queriendo
desarrollar ciertas aptitudes, mientras desconocen otras que enriquecerán su vida.

Ser sensible. Es la cualidad de estar atento a las informaciones recogidas por nuestros
sentidos, sin desestimar ningún dato. No es una casualidad que Dios nos creara con cinco
sentidos distintos para percibir lo que sucede, por el contrario, su claro propósito ha sido
proveernos de distintas perspectivas para evaluar un mismo suceso.

Ser ordenado. Es tener la capacidad de reconocer las prioridades (qué va primero y qué va
después) para lo cual se utiliza un sistema de valores. Este sistema es una orden de
principios ubicados de acuerdo a su importancia. Todo ser humano posee un sistema de
valores que se forma desde la infancia y se consolida al llegar a adulto.

Ser responsable. Es poder responder a cualquier circunstancia en forma consciente a


nuestra calidad humana. Para poder ser responsable hay que tener noción de lo que sucede
y de lo que uno es, a fin de asumir, las oportunidades de la vida y las consecuencias, buenas
o malas, de nuestros actos.

Ser constante. Es la cualidad que necesita quien está en camino para llegar a su destino.
Se puede ser realista, se puede ser sensible, se puede ser ordenado, se puede ser
responsable, pero si no se es constante no habrá resultado.

Ser objetivo. Es la cualidad de percibir las cosas tal como son, lo que implica que cualquier
perturbación en el observador traerá una perturbación en la observación, atribuyéndole al
objeto observado, cosas que no tiene o restándole lo que si tiene.

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