La información

al consumidor en
los productos dietéticos
Una aportación
a la seguridad alimentaria

ERRNVPHGLFRVRUJ
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la
reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático,
así como la distribución de alquiler o préstamo público.

Los titulares del copyright ceden los derechos de la primera edición de la obra al Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid, quedándoles
reservado el derecho de sucesivas ediciones.

© M.a Concepción Gutiérrez Durán, M.a Teresa Orzáez Villanueva, 2003.

Ediciones Díaz de Santos, S. A.

Doña Juana I de Castilla, 22, Madrid
28027 Madrid

Internet: http://www.diazdesantos.es/ediciones
E-Mail: ediciones@diazdesantos.es

ISBN: 84-7978-539-X
Depósito legal: M. 43.572-2002

Diseño de cubierta: Ángel Calvete

Fotocomposición: FER
Impresión: Edigrafos
Encuadernación: Rústica-Hilo

IMPRESO EN ESPAÑA
 ACERCA DE LOS AUTORES
M.a Concepción Gutiérrez Durán es Doctora
en Farmacia por la UCM. Durante los años 1985
a 1987 trabajó en el Hospital Clínico de San
Carlos de Madrid como Farmacéutico Interno
Residente (FIR). Es especialista en Farmacia
Hospitalaria y Análisis Clínicos. Pertenece al
Cuerpo de Farmacéuticos del Excelentísimo
Ayuntamiento de Madrid por oposición. Desde
el año 1990 ha desarrollado, en la Dirección de
Servicios de Consumo, Ordenación Alimentaria
y Salubridad pública, tareas relacionadas muy
directamente con los temas alimentarios, traba-
jando en el diseño, evaluación y ejecución de
Campañas de Inspección de alimentos así como
en la realización de diversos estudios técnicos
sobre los mismos, que han sido publicados por
el Área de Salud y Consumo. Asimismo, ha
intervenido en la organización y desarrollo de
numerosas Jornadas científicas en materia ali-
mentaria. En la actualidad es Jefe del
Departamento de Coordinación Interna y de la
Gestión. Adjunto a la Dirección de Servicios de
Consumo, Ordenación Alimentaria y Salubridad
Pública del Área de Salud y Consumo del
Ayuntamiento de Madrid.
M.a Teresa Orzáez Villanueva es Doctora
en Farmacia por la UCM y Profesora titular del
Departamento de Bromatología y Nutrición II:
Bromatología. Facultad de Farmacia de
Madrid. Desde el año 1983 ha dedicado su vida
profesional a la docencia e investigación, diri-
giendo y trabajando en distintas líneas de
investigación relacionadas con la Ciencia de
los Alimentos y la Nutrición: Investigación
bromatológica de productos apícolas y dulces
típicos españoles; Hábitos alimentarios y valo-
ración nutricional de distintos colectivos;
Gestión y Control de calidad en la industria ali-
mentaria, entre otras. Asimismo, ha dirigido
y/o intervenido en distintos cursos celebrados,
tanto en Madrid, como en distintos puntos de
nuestra geografía, relacionados con la alimen-
tación y la nutrición. En su curriculum también
figura la dirección de distintas Tesinas y Tesis
Doctorales, habiendo participado en un núme-
ro muy extenso de trabajos de investigación
publicados en prestigiosas revistas nacionales
y extranjeras.
Acerca de los autores VII
 M.a Concepción Gutiérrez Durán
M.a Teresa Orzáez Villanueva

La información
al consumidor en
los productos dietéticos
Una aportación
a la seguridad alimentaria

DIAZ DE SANTOS
A Simón Viñals, impulsor del SAMUR y de tantos y tantos proyec-
tos municipales en las áreas de Salud y Consumo, por su sensibili-
dad y consideración para quienes durante muchos años hemos tra-
bajado a sus órdenes.

A Juan Ignacio Rojas, con todo mi cariño y reconocimiento por

haber sabido valorar el esfuerzo y utilidad de esta obra, impulsan-
do, sin escatimar esfuerzos, el desarrollo de su publicación.

A todas las personas que a lo largo de mi vida han marcado mi for-

mación tanto profesional como personal, especialmente, a mi padre
cuyo recuerdo permanece vivo en mí, día a día.

A mi madre, a Ángel, Ángel-Manuel y Gema, quiero expresar mi

gratitud más entrañable, por su comprensión y apoyo incondicio-
nal que en todo momento me han brindado.

M.a Concepción Gutiérrez Durán

En primer lugar quiero expresar mi más profundo agradecimiento a

toda mi familia, especialmente a mi padre que, aunque ya no está
entre nosotros, estoy segura que se siente orgulloso de la culmina-
ción de esta obra y comparte mi alegría y satisfacción. También quie-
ro dedicar un especial agradecimiento a mi hijo Jorge, del que me
siento muy orgullosa por su gran humanidad y generosidad, por su
cariño, paciencia, apoyo y ánimo que en todo momento me presta.

Asimismo, quiero tener un especial recuerdo y agradecimiento a todos

mis maestros que contribuyeron en mi formación en el campo de la
alimentación y de la nutrición, por sus sabios consejos y enseñanzas
no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal y humano.

Es obligado también agradecer a mi pequeño equipo de investigación

de la Universidad, Gema, Sonsoles, Sonia, Conchita, Marta,
Ascensión y M.a Luisa, su cariño, amistad y ayuda que siempre me
han aportado.

Por último, quiero agradecer al Ayuntamiento de Madrid, muy espe-

cialmente a D. Juan Ignacio Rojas Ponce, el gran interés y ayuda
que nos ha prestado para la publicación de esta obra.

Dedicatoria. A mi hijo Jorge, con un inmenso cariño.

M.a Teresa Orzáez Villanueva

El contenido de este libro se corresponde, con leves modificacio-
nes, con el de la Memoria presentada por D.a M.a Concepción
Gutiérrez Durán para la obtención del grado de Doctora en
Farmacia, bajo la dirección de la Profesora Doctora D.a M.a
Teresa Orzáez Villanueva. Dicha tesis fue defendida en la Facultad
de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid el 10 de
enero de 2002, obteniendo la calificación máxima de sobresaliente
«cum laudem» por unanimidad.
 ÍNDICE

Página

PRESENTACIÓN ........................................................................................................................................ XVII

PRÓLOGO ................................................................................................................................................ XIX
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... XXI

CAPÍTULO I. PREPARADOS INFANTILES ..................................................................................................... 1

PARTE GENERAL........................................................................................................................................ 1
Alimentos para lactantes y niños de corta edad ......................................................................................... 1
Preparados para lactantes y preparados de continuación ............................................................................ 1
Alimentos a base de cereales y alimentos infantiles para lactantes y niños de corta edad .............................. 10

LEGISLACIÓN .......................................................................................................................................... 14
Legislación específica aplicable a los preparados para lactantes y preparados de continuación .................. 14
Legislación específica aplicable a los alimentos a base de cereales y alimentos infantiles para lactantes y
niños de corta edad .............................................................................................................................. 22

EVALUACIÓN DE SU ETIQUETADO Y VALORACIÓN NUTRICIONAL ............................................................. 29

Material .................................................................................................................................................. 29
Metodología ............................................................................................................................................ 30
Resultados ............................................................................................................................................... 36
Discusión ................................................................................................................................................. 61
Valoración del etiquetado general ............................................................................................................. 61
Valoración del etiquetado nutricional ......................................................................................................... 65
Evaluación nutricional ............................................................................................................................... 67
Consideraciones finales ............................................................................................................................ 80

CAPÍTULO II. ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE................................................. 89

PARTE GENERAL ....................................................................................................................................... 89
Alimentos complementarios o para situaciones de esfuerzo y desgaste ...................................................... 89
Alimentos para mujeres embarazadas y en periodo de lactación. ................................................................ 89

Índice XIII
 ÍNDICE

Alimentos destinados a personas que realizan esfuerzos físicos extraordinarios. ........................................... 100
Alimentos para personas de edad avanzada. ............................................................................................. 115

LEGISLACIÓN .......................................................................................................................................... 126

EVALUACIÓN DE SU ETIQUETADO Y VALORACIÓN NUTRICIONAL ............................................................. 132
Material .................................................................................................................................................. 132
Metodología ............................................................................................................................................ 134
Resultados ............................................................................................................................................... 137
Discusión ................................................................................................................................................. 154
Valoración del etiquetado general ............................................................................................................. 155
Valoración del etiquetado nutricional ......................................................................................................... 156
Evaluación nutricional ............................................................................................................................... 160
Consideraciones finales ............................................................................................................................ 170

CAPÍTULO III. ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS .............................................. 175

PARTE GENERAL ....................................................................................................................................... 175
Alimentos para regímenes nutricionales específicos ................................................................................... 175
Alimentos «sin gluten» .............................................................................................................................. 175
Productos alimenticios destinados a ser utilizados en dietas de bajo valor energético para control de peso. ... 184
Alimentos para diabéticos. ........................................................................................................................ 201

LEGISLACIÓN .......................................................................................................................................... 210

Legislación general aplicable a los alimentos para regímenes nutricionales específicos ............................... 210
Legislación específica aplicable a los productos alimenticios destinados a ser utilizados en dietas de bajo
valor energético para control de peso ................................................................................................... 210

EVALUACIÓN DE SU ETIQUETADO Y VALORACIÓN NUTRICIONAL ............................................................. 215

Material .................................................................................................................................................. 215
Metodología ............................................................................................................................................ 216
Resultados ............................................................................................................................................... 220
Discusión ................................................................................................................................................. 238
Valoración del etiquetado general ............................................................................................................. 238
Valoración del etiquetado nutricional ......................................................................................................... 240
Evaluación nutricional ............................................................................................................................... 242
Consideraciones finales ............................................................................................................................ 251

CAPÍTULO IV. ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES

DIETÉTICOS
PARTE GENERAL ....................................................................................................................................... 259
Alimentos considerados tradicionalmente como específicos para regímenes dietéticos ................................ 259
Levaduras ................................................................................................................................................ 259
Germen de trigo ....................................................................................................................................... 260

XIV Índice
 ÍNDICE

Polen, jalea real ....................................................................................................................................... 260

Alimentos no refinados ............................................................................................................................. 263
Aceites y grasas con alto contenido en ácidos grasos .................................................................................. 264

LEGISLACIÓN .......................................................................................................................................... 264

EVALUACIÓN DE SU ETIQUETADO Y VALORACIÓN NUTRICIONAL ............................................................. 264
Material .................................................................................................................................................. 264
Metodología ............................................................................................................................................ 265
Resultados ............................................................................................................................................... 266
Discusión ................................................................................................................................................. 282
Valoración del etiquetado general ............................................................................................................. 282
Valoración del etiquetado nutricional ......................................................................................................... 283
Evaluación nutricional ............................................................................................................................... 285
Consideraciones finales ............................................................................................................................ 291

CONCLUSIONES ...................................................................................................................................... 299

ANEXO. Ejemplos de diversas etiquetas .................................................................................................... 305

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................................... 325

Índice XV
 PRESENTACIÓN
Es para mi una gran satisfacción presentar el
magnífico trabajo que lleva el título La infor-
mación al consumidor en los productos dietéti-
cos. Una aportación a la seguridad alimentaria.
Su autora es una funcionaria municipal que ha
sido capaz de simultanear el ejercicio de sus
funciones con la investigación y el estudio y
obtener así el premio de su graduación como
Doctora en Farmacia.
M. a Concepción Gutiérrez Durán es esa
funcionaria que durante estos últimos años ha
venido trabajando en las áreas de Salud y de
Consumo del Ayuntamiento de Madrid y que
ha sabido aprovechar su experiencia profesio-
nal para utilizarla en este trabajo tan interesan-
te de investigación y tan oportuno, pues gracias
a él, se van a desmitificar muchas creencias
equivocadas acerca de lo que debe ser el mejor
trato que deba darse a la salud de las personas,
cuando de la alimentación y la nutrición se
trate.
La Dra. Gutiérrez Durán ha conseguido pues
sentar un precedente con su trabajo y ponerlo a
disposición de todos aquéllos que deseen seguir
investigando en esta línea inédita hasta el
momento.
Me alegra que el Ayuntamiento de Madrid
disponga de funcionarios tan cualificados, tan
abnegados y sacrificados que son capaces de
acometer proyectos de esta envergadura, si ade-
más de su responsabilidad profesional y de su
vocación investigadora, son capaces también de
atender, como en el caso de M.a Concepción
Gutiérrez Durán, las tareas domésticas y ejercer
como madre de familia con la misma dignidad
que ejerce su cargo de Directora Adjunta de los
Servicios de Consumo, Ordenación Alimentaria
y Salubridad Pública.
Es importante destacar la generosidad de la
Dra. Gutiérrez Durán, porque con este trabajo
dona la primera edición al Ayuntamiento de
Madrid para que, como administración munici-
pal, el Ayuntamiento tenga una herramienta tan
excepcional como es esta obra, para informar
con toda objetividad a los vecinos y consumido-
res madrileños.
De esta forma, una vez más, la Corporación
Municipal, preocupada siempre por los madrile-
ños, impulsa en esta ocasión el trabajo de la Dra.
Gutiérrez Durán, extraordinaria funcionaria y
profunda conocedora de los hábitos y conductas
sociales y de las repercusiones de éstos en la
salud pública, fundamentalmente en el entorno
de una gran ciudad como es Madrid.
La información al consumidor en los pro-
ductos dietéticos. Una aportación a la seguri-
dad alimentaria es un estudio detallado, preciso
y actualizado, compendio de todas las normas
que regulan el consumo de productos dietéticos,
estudiadas desde una perspectiva científica y
Presentación XVII
 PRESENTACIÓN
crítica. Con ello, la autora enfatiza la objetividad
científica y demuestra las verdaderas cualidades
nutricionales que tienen este tipo de productos
tan demandados y tan poco conocidos, desde
luego desde una posición tan científica como la
que sustenta la autora.
Por eso, la lectura de esta obra facilitará a los
consumidores madrileños y vecinos en general,
XVIII Presentación
una completa información y a los futuros inves-
tigadores les ayudará a andar por este camino
tan poco conocido científicamente hasta el
momento.
Enhorabuena pues, querida Conchita, por
un trabajo tan bien hecho y recibe a través mio
la felicitación de toda la Corporación Muni-
cipal.
José M.a Álvarez del Manzano y López del Hierro
Alcalde de Madrid
 PRÓLOGO
La obra que me corresponde prologar La infor-
mación al consumidor en los productos dietéti-
cos. Una aportación a la seguridad alimentaria,
viene a completar uno de los proyectos que
durante los últimos años han promovido los
Servicios de Consumo, Ordenación Alimentaria
y Salubridad Pública del Ayuntamiento de
Madrid.
Gracias a la inestimable aportación de la
autora, la Dra. Gutiérrez Durán, el Área de
Salud y consumo del Ayuntamiento de Madrid
hace una aportación más a la información para
el consumidor desde una perspectiva objetiva,
veraz y de gran altura y calidad.
La preocupación por la obesidad, por el
exceso de peso, por la estética, en definitiva, por
lo que se viene en denominar el culto al cuerpo,
está provocando una serie de conflictos que
afectan a la salud de las personas. La anorexia,
la bulimia, son una respuesta en parte a una
mala información que tienen quienes se obse-
sionan por medir o pesar dentro de unos pará-
metros que sólo la moda impone. La salud no
dicta estas recomendaciones, por el contrario, la
salud promueve conductas que posibiliten la
prevención de las enfermedades, la vida sana,
en definitiva, hábitos saludables.
Por ello, bienvenida sea esta iniciativa, que
se gestó bajo el mandato del Concejal D. Simón
Viñals, querido compañero en el Equipo de
Gobierno del Ayuntamiento, experto y reputado
conocedor de los asuntos en los que se entrela-
zan la salud y el consumo, y que ahora culmina
con gran acierto la Dra. Gutiérrez Durán, autora
de este libro.
Gracias a ella y a su Director de Servicios, D.
Juan Ignacio Rojas, el Ayuntamiento de Madrid
recibe gratuitamente la primera edición de este
completo y documentado trabajo, al que le
auguro un gran éxito por cómo se expone en
cuanto a sistemática se refiere, y por el trato tan
exquisito que se dan a los análisis y resultados
que ha obtenido la Dra. Gutiérrez Durán a partir
de un estudio comparativo de diferentes produc-
tos donde las cualidades nutricionales y las
aportaciones calóricas son, entre otros, protago-
nistas de tan interesante tratado.
Mi enhorabuena a la Dra. Gutiérrez Durán,
porque con esta tesis ha conseguido la gradua-
ción de Doctora en Farmacia con la calificación
de sobresaliente cum laudem por unanimidad, y
a la Dra. D.a M.a Teresa Orzáez que supo dirigir
con gran acierto a una discípula tan trabajadora
como la Dra. Gutiérrez Durán.
Adriano García-Loygorri Ruiz
Cuarto Teniente de Alcalde y
Concejal Delegado de Salud y Consumo
Prólogo XIX
 INTRODUCCIÓN
Como es sabido, los hábitos alimentarios del
hombre son el resultado de una serie de pautas
colectivas, incorporadas en el individuo como
costumbres, en las cuales se reflejan, tanto la
tradición cultural antigua, como el modo pre-
sente de enfocar la vida. Los hábitos alimenta-
rios han ido cambiando a través de los tiempos
como consecuencia de múltiples factores o
variables de distinto tipo, fisiológicas, psicoló-
gicas, socioculturales, económicas, etc.
Hoy en día, la actitud que presenta el con-
sumidor ante su alimentación es distinta de la
que presentaba tan sólo hace unos decenios.
Así, se observa una preocupación por la ali-
mentación y nutrición y una búsqueda del equi-
librio nutricional, a la vez que se intenta satis-
facer la sensación placentera que proporcionan
los alimentos (Torija, 1995). Todo ello deriva
de la concurrencia de una serie de circunstan-
cias que pasamos a describir seguidamente.
El descubrimiento de la nutrición científica,
basada en el conocimiento de la composición de
los alimentos, así como de los requerimientos
nutricionales del ser humano, ha contribuido,
directamente, al desarrollo de una serie de estu-
dios concluyentes que han permitido relacionar
la importancia de la dieta y su implicación en la
salud. Las evidencias son cada vez más nume-
rosas de que una dieta inadecuada, así como la
inactividad física, constituyen importantes fac-
tores determinantes en el desarrollo de enferme-
dades crónicas, tales como, la obesidad, diabetes
mellitus tipo 2, enfermedad cardiovascular,
osteoporosis, cáncer, arteriosclerosis, etc.
Todos estos conocimientos han contribuido
al desarrollo de un grupo de alimentos, que es el
de los alimentos funcionales, los cuales conlle-
van unos beneficios fisiológicos específicos, y
ayudan a protegerse de enfermedades graves
como las anteriormente citadas. Con esta termi-
nología se hace referencia, en general, a todo
alimento y/o bebida que aporta un beneficio
saludable y positivo, ya sea como preventivo o
en el tratamiento de enfermedades, con inde-
pendencia del valor nutritivo inherente a su
composición química.
En este sentido, cabe señalar que algunos
integrantes de los alimentos dietéticos se confi-
guran como ingredientes con propiedades fun-
cionales, ya que los productos dietéticos se defi-
nen como, «alimentos a los que se atribuyen
determinadas características, gracias a las cua-
les se hacen aconsejables como coadyuvantes
en el tratamiento de determinadas enfermeda-
des o, para conseguir determinados efectos
beneficiosos para la salud de las personas». A
este respecto, podemos señalar el calcio, por su
acción preventiva de la osteoporosis, o la fibra,
por su capacidad de mejorar el tránsito intesti-
nal, lo que previene de la aparición del cáncer de
colon, y de disminuir la asimilación de ciertos
nutrientes, como las grasas, ayudando a reducir
Introducción XXI
 INTRODUCCIÓN
los niveles de colesterol. Otros ejemplos que se
pueden considerar son los suplementos de acei-
te de pescado, útiles en la reducción del daño
ocasionado por la ateroesclerosis, o la ingestión
de zinc, para disminuir la susceptibilidad frente
a ciertas enfermedades infecciosas, o para incre-
mentar la respuesta inmune del organismo, así
como las vitaminas antioxidantes como preven-
tivas de ciertos tipos de cáncer (Aldamiz-
Echebarría, 1995; Bello, 1995).
Estos hechos, además de estar patentes en la
política sanitaria de nuestro país, se han hecho
eco en la sociedad a través de mensajes publici-
tarios en los distintos medios de comunicación,
contribuyendo a que los estilos de vida de la
población giren en torno a la idea «salud, forma
física y belleza», estando asumida la delgadez
como «modelo estético» de referencia. Por otra
parte, no hay que olvidar la influencia ejercida
por determinados sectores de la población y su
efecto sobre la oferta y la demanda.
En la actualidad, en los países occidentales,
especialmente europeos, se está detectando un
aumento progresivo de la población de la terce-
ra edad, lo que implica, dentro de la tecnología
alimentaria, el diseño de alimentos que satisfa-
gan las necesidades de este sector, debiendo
tenerse en cuenta características claves para este
colectivo, tales como textura, sabor, digestibili-
dad y adecuación dietética.
Como consecuencia de estos cambios en las
tendencias alimentarias de la sociedad y de la
demanda de los consumidores, la industria ali-
mentaria se ha visto obligada a desarrollar y
aplicar nuevas tecnologías, con el fin de sumi-
nistrar un amplio rango de productos, de alta
calidad sensorial e higiénico-sanitaria, que per-
mitan al consumidor, sin necesidad de renunciar
al placer de tomar determinados alimentos,
poderlos adquirir, previa modificación de sus
características, en función de sus necesidades.
Por ello, actualmente se encuentran en el merca-
do alimentos con bajo contenido en energía,
grasa, o con mayor cantidad de fibra, vitaminas
o minerales, así como productos específicos idó-
XXII Introducción
neos para la práctica del deporte, entre otros,
contribuyendo de esta forma, en buena medida,
a través de los productos dietéticos, a satisfacer
la tendencia actual hacia lo «natural», «saluda-
ble» y «nuevo», que el consumidor solicita
(Aldamiz-Echebarría, 1995; Bello, 1995; Insti-
tuto Nacional del Consumo, 2000).
Todas las circunstancias reseñadas anterior-
mente, además de la existencia per se de deter-
minados grupos de población que, como conse-
cuencia de los hábitos alimentarios y/o de su
especial predisposición genética, se ven afecta-
dos de alteraciones metabólicas, alergias, etc.,
hacen de los productos dietéticos uno de los gru-
pos de alimentos más demandados en la socie-
dad española actual. El consumidor los conside-
ra una fuente alimenticia para satisfacer sus
necesidades y apetencias personales, unas veces
con pretensiones exclusivamente estéticas y,
otras, con el fin de encontrar en ellos alimentos
que contribuyan a elaborar una dieta saludable,
vislumbrándose para los mismos, en los próxi-
mos diez años, un aumento de su consumo,
como queda patente en un estudio realizado por
el Instituto Nacional del Consumo en el año
2000, sobre «Tendencias del Consumo y del
Consumidor en el Siglo XXI».
Ahora bien, a pesar de ser los preparados die-
téticos aconsejables e incluso necesarios en
determinadas situaciones, como ya hemos apun-
tado, su consumo debe ser, en todo momento,
controlado, seleccionando aquellos productos
que verdaderamente se requieran en cada caso.
Pensamos que si no son necesarios, en ningún
momento se deben suplementar los requeri-
mientos nutricionales con estos preparados, ya
que una alimentación sana y equilibrada aporta
todos los nutrientes que el organismo necesita
para el correcto funcionamiento. Es más, en
algunos casos, esta suplementación podría llegar
a desencadenar determinadas alteraciones, tanto
a corto, como a largo plazo.
Por otro lado, la evolución cultural, en los
últimos tiempos, ha hecho del consumidor, en
general, un ser más informado, aunque no lo sufi-
 INTRODUCCIÓN
cientemente formado. Los principios inmediatos,
las vitaminas y minerales, la diferenciación de
grasas, las ingestas diarias recomendadas, la pro-
porcionalidad de los ingredientes en la dieta, la
diversificación de ésta, la prevención de procesos
patológicos y el buen uso de la tecnología ali-
mentaria, son temas que siempre han despertado
interés en el consumidor, por lo que deben ser
objeto de una información clara y veraz.
En este sentido, el etiquetado de los produc-
tos alimenticios es la vía de comunicación más
importante entre los productores de alimentos y
los consumidores, y debe recoger toda la infor-
mación que sea esencial, funcional y de interés
para el consumidor, de forma que le permita
orientar, libremente, sus inclinaciones de com-
pra, constituyéndose para el mismo, además de
un elemento esencial de sus derechos, como un
claro exponente de la calidad exigida en los ali-
mentos (Barros, 1996 b; Libro Verde de la
Comisión, 1997; Federación Internacional de
Alimentos y Bebidas, 1998; Instituto Nacional
del Consumo, 2000; Libro Blanco de la Segu-
ridad Alimentaria, 2000).
A los productos dietéticos, en general y, en
especial, al estudio de su etiquetado y evalua-
ción nutricional se dedica este libro, en el que se
aborda no sólo su definición, clasificación, regu-
lación normativa, etc., sino también el grado de
cumplimiento de los requisitos del etiquetado,
tanto general como nutricional, y en qué medida
cubren los requerimientos nutricionales para
distintos colectivos.
La estructuración del mismo se ha realizado
siguiendo la clasificación que establece la nor-
mativa vigente de estos preparados dietéticos,
en cuatro capítulos, dedicados a los siguientes
grupos de alimentos:
• Capítulo 1. Preparados infantiles.
• Capítulo 2. Alimentos complementarios o
para situaciones de esfuerzo y desgaste.
• Capítulo 3. Alimentos para regímenes
nutricionales específicos.
• Capítulo 4. Alimentos especiales conside-
rados tradicionalmente como específicos
para regímenes dietéticos.
Introducción XXIII
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE
1 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR
E INCIDENCIA NUTRICIONAL
PARTE GENERAL
Alimentos para lactantes
y niños de corta edad
Preparados para lactantes
y preparados de continuación
El mejor alimento para el recién nacido y el lac-
tante es, sin duda, la leche materna, ya que cubre
las necesidades nutritivas durante los 4-6 prime-
ros meses, asegurando un óptimo crecimiento,
desarrollo y maduración del bebé (Casado de
Frías et al., 1993; Villanúa et al., 1995; Cervera
et al., 1998).
La leche de mujer, por su particular compo-
sición, se adapta a la inmadurez metabólica del
recién nacido, y es el único alimento capaz de
proporcionarle los factores inmunológicos que
suplen su deficiencia inmunitaria (Chifré, 1994;
Villa y Navarro, 1997).
Existe abundante documentación sobre los
efectos beneficiosos de la lactancia materna.
Entre otros, favorecer la absorción de calcio y de
grasas; prevenir contra las diarreas del lactante y
ejercer un efecto protector contra las enferme-
dades infecciosas, en general, e infecciones de
vías respiratorias y procesos alérgicos. Incluso
se han observado mayores cocientes intelec-
tuales en niños, entre 8 y 15 años, que habían
sido sometidos a lactancia materna frente a los
alimentados artificialmente (Casado de Frías,
1999).
Todo ello es debido a su particular composi-
ción: alto contenido en inmunoglobulinas, tales
como Ig A, Ig G e Ig M, aunque esta última en
menor proporción, así como a la presencia de
oligosacáridos, glicopéptidos y glicoproteínas,
que también se encuentran en la leche de vaca,
aunque en baja cantidad, y que favorecen el cre-
cimiento del bacilo bífido, que compite con
otros gérmenes ejerciendo también un efecto
defensivo. Además, la leche de mujer contiene
lisozima en cifras 3.000 veces superior a la con-
tenida en la leche de vaca y lactoperoxidasa,
activa frente a estreptococos.
También cabe destacar un factor antiestafilo-
cócico, factor C3 y C4 del complemento y fac-
tores antivirales inespecíficos, que también
están presentes en la leche de vaca fresca, pero
no en las fórmulas lácteas adaptadas debido a
los procesos térmicos utilizados en su elabora-
ción (Picciano, 1985; Casado de Frías et al.,
1993).
Cuando por diversas circunstancias, unas
veces atribuibles a la madre (escasa producción
láctea, ingesta de medicamentos, diversas pato-
logías, etc.), y otras al niño (prematuridad, infec-
ciones por Candida albicans o muget, enferme-
dades del metabolismo, intolerancia a la lactosa,
Capítulo 1 1
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

galactosemia, fenilcetonuria, etc.), el lactante no establecer su adecuada alimentación. Por ello,

puede ser alimentado con la leche de la madre, se
hace obligada la utilización de la lactancia artifi-
cial, para cuyo planteamiento deben tenerse en
cuenta las siguientes consideraciones:
1. Necesidades nutricionales del lactante.
2. Composición de la leche materna como
referencia.
3. Diferencias entre la leche de mujer y la
leche sustitutiva (vaca), para establecer las
modificaciones que la industria debe reali-
zar.
4. Desarrollo madurativo de las funciones
relacionadas con la alimentación.
El conocimiento de las necesidades nutriti-
vas del lactante constituye un punto básico para
es necesario conocer las ingestas recomendadas
de nutrientes para este grupo de población, en
relación al aporte calórico o energético suminis-
trado por las proteínas, grasas y glúcidos, así
como las necesidades de agua, vitaminas y
minerales. A este respecto, se deben tener en
cuenta los requerimientos que, sobre energía y
nutrientes, establecen los distintos Comités de
expertos, entre los que cabe citar: FAO/OMS,
1985; CSIC, 1994; así como National Research
Council, 1991.
Para la elaboración de las fórmulas lácteas
infantiles, es necesario conocer perfectamente la
composición de la leche que se toma como
patrón (leche materna), y la leche de vaca, la
cual, mediante diferentes sistemas tecnológicos,

Tabla 1.1. Comparación del contenido en energía y nutrientes de la leche materna y leche de vaca (Souci et al., 1994)

NUTRIENTES en 100 ml LECHE MATERNA LECHE DE VACA

• Proteínas (totales), g, de éstas: 1,1 3,3

– Proteínas suero de leche g 0,66 0,59
– Caseína g 0,44 2,71
– Lactosa g 7,0 4,6

• Grasas, de éstas: 4 3,5

– Acido linoleico g 0,38 0,09

• Energía kJ 288 269

kcal 69 64

• Minerales (total) mg, de éstos, 210 740

– sodio mg 12,7 45
– potasio mg 47,4 141
– calcio mg 31,8 120
– fósforo mg 15 92
– magnesio mg 3,1 12
– hierro mg 0,06 0,06
– zinc mg 0,15 0,36
– cobre mg 0,07 0,007
– yodo μg 6 6
– manganeso mg trazas 2,5

• Vitaminas
– Vitamina A μg 69 28
– Vitamina E mg 0,28 0,07
– Vitamina C mg 4,4 1,7
– Vitamina D μg trazas trazas

2 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
se modifica y adapta a la composición de la
leche materna.
En la Tabla 1.1 se recoge la composición de
ambos tipos de leche.
Como se puede comprobar, existen impor-
tantes diferencias entre ambos tipos de leches.
El contenido proteico y mineral de la leche
materna es inferior al de la leche de vaca. La
relación proteínas del suero/caseína es mayor en
la leche materna, lo que conlleva a una mejor
digestibilidad. La composición grasa de ambas
leches es diferente desde un punto de vista cua-
litativo; la leche de vaca tiene un escaso conte-
nido en ácido linoleico (esencial), y no aporta
ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga.
Además, la estructura de los triglicéridos es
también diferente, lo que da lugar a que el coe-
ficiente de absorción de la grasa sea mayor en la
leche de mujer.
La leche humana tiene un mayor contenido
en lactosa que la leche de vaca, lo que permite
mantener el equilibrio osmótico y hacerla isotó-
nica con el plasma, sin aumentar el aporte en
sales minerales; además, tiene otros hidratos de
carbono (oligosacáridos y glicopéptidos), que
apenas existen en la leche de vaca. El contenido
en vitaminas, aunque depende del estado nutri-
cional en que se encuentra la madre, se transfie-
re al niño íntegramente sin modificación alguna,
mientras que en el caso de la leche de vaca se
producen pérdidas como consecuencia del trata-
miento industrial y almacenamiento sufrido.
Estas diferencias hacen que la leche de vaca, sin
modificaciones previas, no sea apta como ali-
mento para el recién nacido (Casado de Frías et
al., 1993; Chifré, 1994; Cervera et al., 1998;
Rodríguez-Palmero, 1999).
El consumo de leche de vaca en edades tem-
pranas de la vida puede desarrollar importantes
riesgos para la salud del lactante. Entre otros
inconvenientes, la leche de vaca es hiperprotei-
ca e hipersalina (su concentración en sales
minerales es de 0,74 g/100 ml, frente a 0,21
g/100 ml, en el caso de la leche de mujer),
pudiéndose producir reacciones de intolerancia
a sus proteínas o inducir una deshidratación
hipertónica por la elevada carga renal de los
solutos. Además, posee bajos niveles de nucleó-
tidos y taurina, esenciales para el lactante, y
concentraciones de ácidos grasos trans conside-
rables que, incluso pudieran resultar tóxicos
para el mismo. Además, parece ser que una
introducción temprana de leche de vaca puede
generar ferropenia y pérdidas de sangre gas-
trointestinales (Alvarellos et al., 1997; Rodrí-
guez-Palmero, 1999).
Actualmente, existiendo la alternativa de las
fórmulas adaptadas, la leche de vaca no puede
ser considerada como una opción válida para el
lactante antes de los 6 primeros meses de vida
(Villa y Navarro, 1997).
La Sociedad Europea de Gastroenterología
Pediátrica (ESPGAN) considera que la leche
materna es el mejor alimento para cubrir las
necesidades nutritivas, de desarrollo e interrela-
ción con el medio, durante los primeros meses
de vida del niño y, en su defecto, recomienda la
utilización de las fórmulas infantiles hasta
la edad de tres años.
En general, los expertos consideran como
lactancia natural o materna, aquella que dura
más de 15 días después del nacimiento, y lac-
tancia mixta, cuando el suplemento con fórmula
artificial es superior a 200 ml/día (Casado de
Frías et al., 1993; Alvarellos et al., 1997; Villa y
Navarro, 1997; Cervera et al., 1998).
La disponibilidad de fórmulas lácteas para
alimentar a los lactantes es relativamente recien-
te, ya que hasta la mitad del siglo XX no ha exis-
tido una alternativa segura que pudiera suplir la
lactancia materna. A finales del siglo XIX se des-
cubrió la posibilidad de utilizar la leche de vaca
en la elaboración de sustitutos de la leche mater-
na. Así, el primer preparado comercializado y
patentado, en 1867, por el químico alemán Von
Liebig, consistía en una mezcla de harina de
trigo, leche de vaca y harina de malta, preparada
con un poco de bicarbonato potásico para redu-
cir la acidez. Sin embargo, hay bibliografía en la
que se atribuye este descubrimiento, en ese
Capítulo 1 3
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
mismo año, al alemán Henri Nestlé (Chifré,
1994; Villanua et al., 1995; Rodríguez-Palmero,
1999).
Esta fórmula generó la elaboración de otras
similares, que no tuvieron éxito porque no te-
nían en cuenta los requerimientos nutricionales
de los niños, ya que dichos experimentos se
hicieron mucho antes de que fueran establecidas
las necesidades nutricionales, e identificados los
nutrientes esenciales.
Un importante acontecimiento en la nutri-
ción del lactante ocurrió a finales del siglo XIX,
cuando Abner y Rubner publicaron su método
de alimentación calorimétrico. Esta técnica
hizo posible alimentar a los lactantes según
sus necesidades energéticas, y marcó el
comienzo de los estudios modernos sobre su
metabolismo.
En 1865, Bordem desarrolló un método de
concentración para la leche de vaca por medio
de la evaporación al vacío, conservando el con-
centrado en azúcar. Este procedimiento fue
modificado, en 1883, por Myemberg, quien
suprimió el azúcar y sometió el producto a una
esterilización, denominándolo «leche de vaca
sin azúcar». Así, se consiguió obtener una leche
barata y estéril, que fue el producto más acepta-
do en 1930. En 1935, Gerstemberger desarrolló
un producto en el que el contenido graso era
similar al de la leche de mujer, y que ha perdu-
rado hasta la actualidad con modificaciones
importantes (Chifré, 1994).
En las últimas décadas, las leches de fórmu-
la han experimentado grandes cambios, gracias
a los avances realizados en materia nutricional y
tecnológica. Esto ha permitido obtener una
amplia gama de productos, como consecuencia
del desarrollo de numerosas y variadas formula-
ciones.
Tradicionalmente, las fórmulas lácteas infanti-
les se presentan en forma de leche en polvo que ha
de reconstituirse, generalmente, con agua en la
proporción recomendada por el fabricante, si bien
la medida estándar que se emplea es la cantidad de
5 gramos de leche en polvo por cada 30 ml de
4 Capítulo 1
agua. En la actualidad, y como consecuencia del
desarrollo tecnológico, también existe la presenta-
ción líquida lista para su uso, en botellas de vidrio
o brik, la cual aporta la misma composición en
nutrientes que la presentación en polvo, pero ofre-
ce algunas ventajas, como son, una mayor como-
didad e higiene, menor riesgo de manipulación y
composición constante.
Paralelamente al desarrollo industrial de las
leches de fórmula, y con el fin de modificar y
homogeneizar criterios desde el punto de vista
nutricional y de su elaboración y composición,
al final de los años sesenta surgieron diversos
Comités de Nutrición (Chifré, 1994):
• Sociedad Europea de Gastroenterología
Pediátrica (ESPGAN).
• Academia Americana de Pediatría (AAP).
• FAO/OMS.
Las pautas emitidas por estos Comités, si
bien no son de obligado cumplimiento, si están
recomendadas y, de hecho, son seguidas por los
pediatras y fabricantes de productos para la ali-
mentación infantil.
En Europa se siguen, fundamentalmente, las
recomendaciones de la ESPGAN, la cual propone
dos tipos distintos de fórmula (Casado de Frías et
al., 1993; Rodríguez-Palmero, 1999):
• Fórmula de inicio (hasta 4.o - 6.o mes).
• Fórmula de continuación (4.o - 6.o mes
hasta 3.er año).
El Comité de Nutrición de la ESPGAN
considera sinónimo el término «fórmulas de
iniciación» con el más antiguo «fórmulas
adaptadas». Este Comité ha establecido reco-
mendaciones en cuanto a las características
que deben reunir las fórmulas de iniciación
relativas al aporte energético, proteínas, gra-
sas, hidratos de carbono y minerales. Respecto
al contenido en vitaminas, están aceptadas por
todos los expertos las recomendaciones reco-
gidas por el Códex Alimentarius.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
Con respecto a las proteínas, la ESPGAN
recomienda niveles de 1,2-1,9 g/100 ml de fór-
mula, que son ligeramente superiores a las que
están presentes en la leche de mujer (1,1 g/100
ml), debido a las diferencias biológicas existen-
tes entre las proteínas de esta última y las de la
leche de vaca. No se deben emplear proporcio-
nes más elevadas que las indicadas, porque se
corre el riesgo de aumentar el nitrógeno en san-
gre por encima de los niveles alcanzados en los
niños sometidos a lactancia natural. Tampoco en
cuantía inferior, por cuanto el crecimiento pare-
ce limitarse si se obra así. Recordemos que las
proteínas, aunque también se consideran
nutrientes energéticos, tienen una misión emi-
nentemente estructural y funcional, y entre sus
principales funciones, se encuentran la plástica,
inmunitaria y biorreguladora (Casado de Frías et
al., 1993; Cervera et al., 1998).
En lo que concierne a las grasas, también es
preciso indicar que en las fórmulas de iniciación
no se consigue una reproducción exacta de lo
que sucede en la leche de mujer, si bien se trata
de conseguir una similitud con la misma, lo
mayor posible, en lo que respecta a la estructura
de los triglicéridos y al contenido en ácidos gra-
sos esenciales. En cuanto al colesterol, está pre-
sente en la leche de mujer en concentración
superior a la de la leche de vaca. En la actuali-
dad, no se ha procedido a enriquecer el conteni-
do en colesterol de las fórmulas de iniciación,
por temor a que se incremente el riesgo de ate-
romatosis. A este respecto, se ha recomendado
disminuir los contenidos de ácido laúrico y
mirístico por estar relacionados con la aparición
de esta enfermedad (Casado de Frías et al.,
1993; Chifré, 1994; Cervera et al., 1998).
Las grasas son nutrientes altamente energé-
ticos, siendo ésta su función más importante,
aunque también contribuyen al aporte de ácidos
grasos esenciales y de vitaminas liposobles. El
consumo excesivo de grasa aumenta el riesgo
de padecer obesidad y ateroma. En los últimos
años, se ha prestado gran atención a la fracción
grasa de las fórmulas infantiles, por la influen-
cia que puede ejercer en el desarrollo funcional
del recién nacido. Así, se sabe que los ácidos
grasos poliinsaturados de cadena larga ejercen
un efecto beneficioso sobre la salud del niño.
Concretamente, el ácido araquidónico se asocia
con el aumento de peso y talla del mismo,
mientras que el ácido docosahexaenoico se
relaciona con su desarrollo visual y cognitivo
(Rodríguez-Palmero, 1999).
Por todo ello, en la actualidad es frecuente la
adición a las fórmulas infantiles, por parte de las
distintas casas comerciales, de aceites vegetales
con un alto contenido en ácido linoleico y lino-
lénico, precursores de los ácidos grasos poliin-
saturados citados anteriormente. Sin embargo,
recientemente se ha demostrado que los niveles
de ácido docosahexaenoico (cuyo precursor es
el ácido linolénico) en los fosfolípidos de la
membrana eritrocitaria, son mucho menores en
los niños alimentados con leches de fórmula que
en los que toman leche materna, lo que hace
pensar que a edades tempranas, y sobre todo en
niños prematuros, existe un déficit en relación a
algunos enzimas (desaturasas o elongasas),
implicados en la formación de ácidos grasos
poliinsaturados de cadena larga, a partir de
sus precursores correspondientes (Mataix y
Aranceta, 1993; Rodríguez- Palmero, 1999).
A este respecto, la ESPGAN ha establecido
que el aporte de ácido linoleico, en el caso de los
lactantes, no sea inferior al 3-6% de la ingesta
energética total, fijando los requerimientos de
ácido linolénico, en niños prematuros y recién
nacidos de bajo peso, en 55 mg/100 kcal, es
decir, aproximadadmente 0,5% de la energía
total.
Referente a los hidratos de carbono, la cuan-
tía aconsejada es similar a la de la leche de
mujer (7 g/100 ml). El hidrato de carbono fun-
damental es la lactosa (80-90%), si bien existen,
en menor proporción, otros oligosacáridos de
significación incierta, por lo que se sugiere este
disacárido, como hidrato de carbono fundamen-
tal en las fórmulas de iniciación. Su función
esencial es la energética contribuyendo, como
Capítulo 1 5
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
ya se ha dicho, al 50-60% de la energía total de
la dieta. Es importante que su aporte sea el ade-
cuado, ya que si éste es deficitario, el organismo
obtiene la energía a partir de las proteínas por
degradación de las mismas (neoglucogénesis).
Por otra parte, si se ingieren en exceso, se pro-
duce su transformación en triglicéridos, que
pueden desencadenar la aparición de obesidad, a
la vez que se aumenta el riesgo de padecer dia-
betes tipo 2 (Casado de Frías et al., 1993;
Chifré, 1994). A este respecto, la ESPGAN
recomienda que los hidratos de carbono para la
alimentación del lactante se aporten en forma de
disacáridos, en la cantidad de 8-12 g/100 kcal
(5,4-8,2 g/100 ml), en la forma que se indica en
la Tabla 1.2 (Hernández, 1999.)
Las vitaminas son los nutrientes cuyo conteni-
do se ve mayormente afectado durante el almace-
namiento, por encontrarse sujetas a una gran varie-
dad de reacciones, capaces de disminuir o eliminar
sus funciones biológicas.
El calor, la humedad, la luz y la presencia de
oxígeno son los factores que más inciden en el
deterioro de las vitaminas. En el caso de los pro-
ductos en polvo, envasados herméticamente,
donde se extrae el oxígeno y se adiciona un gas
inerte (forma en que se presentan la mayor parte de
las fórmulas lácteas infantiles), no es necesario
tener en cuenta el deterioro por la luz y el oxígeno,
si bien la humedad del producto y la temperatura
ambiente, sí son variables importantes que inciden
en la vida de almacenamiento de estos productos,
siendo más vulnerables y susceptibles de altera-
ción, determinadas vitaminas, como la tiamina o el
ácido ascórbico (Linder, 1988; Valdés et al., 2000).
Tabla 1.2. Tipos de azúcares recomendados durante
el primer año.
EDAD (meses) AZÚCAR
0-4 Lactosa
4-6 Lactosa, dextrinomaltosa
6-12 Lactosa, dextrinomaltosa, sacarosa
6 Capítulo 1
Las vitaminas, aunque son nutrientes que se
necesitan en pequeña cantidad, son esenciales
para un buen funcionamiento del organismo, por
la multitud de procesos en los que intervienen.
En la Tabla 1.3, a modo de resumen, se recogen
las principales funciones y signos de carencia de
las vitaminas.
Otros componentes minoritarios en las fór-
mulas para lactantes son los elementos minera-
les y traza. Es indispensable que estas fórmulas
tengan todos los oligoelementos necesarios y en
concentraciones apropiadas, dado que desempe-
ñan una función, particularmente importante, en
el crecimiento y desarrollo de los niños. Su
esencialidad en la nutrición infantil viene deter-
minada por el hecho de que su ingesta, por deba-
jo de las recomendaciones, se traduce en una
clara sintomatología de déficit. Estos micronu-
trientes desempeñan su papel biológico a distin-
tos niveles (Villa y Navarro, 1997):
a) Algunos están íntimamente relacionados
con los sistemas enzimáticos.
b) Otros captan o ceden electrones en las
reacciones de óxido-reducción que inter-
vienen en la generación y utilización de
energía metabólica.
c) Otros tienen un papel eminentemente
estructural.
Su carencia puede dar lugar a un crecimien-
to deficiente, desarrollo general anormal, tras-
tornos cutáneos, fracturas óseas, etc. En la Tabla
1.4 se recogen las funciones y signos de caren-
cia de los distintos minerales.
Los niños, y en especial los lactantes, son
sumamente susceptibles a los efectos de carencias
de elementos traza, por lo que es necesario un
aporte adecuado de oligoelementos esenciales,
tales como zinc, cobre, hierro, selenio y mangane-
so, para el buen crecimiento y desarrollo del recién
nacido.
Generalmente, la concentración de los dis-
tintos oligoelementos en la leche materna va dis-
minuyendo a medida que transcurre el tiempo de
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

Tabla 1.3. Funciones y signos de carencia de las vitaminas*

VITAMINAS ESENCIALES FUNCIÓN SIGNOS DE CARENCIA

Tiamina Constituyente de coenzimas en reacciones metabólicas: Beri-beri

(vitamina B1) descarboxilación del ácido pirúvico y metabolismo de (afecta sistema nervioso periférico y
la glucosa vía pentosas. cardiovascular).

Riboflavina Constituyente de coenzimas en metabolismo Lesiones mucosas, piel, trastornos

(vitamina B2) energético: cadena respiratoria celular. oculares.

Constituyentes de las coenzimas NAD y NADP. Pelagra

Niacina
Síntesis y degradación de glúcidos, ácidos grasos y (dermatitis, diarrea y demencia o
(vitamina B3)
aminoácidos. confusión mental)

Acido pantoténico Constituyente esencial del coenzima A: entrada de No existen.

(vitamina B5) glúcidos, ácidos grasos y aminoácidos en el ciclo del (Tratamiento de afecciones de ORL y
ácido cítrico. escaras varicosas)

Piridoxina Constituyente de coenzimas que intervienen en el Dermatitis seborreica, glositis,

(vitamina B6) metabolismo de aminoácidos. estomatitis angular.
Convulsiones (niños).

Biotina Factor de crecimiento presente en todas las células. No existe.

(vitamina B8) También se llama coenzima R. Se emplea en el tratamiento de las
afecciones cutáneas.

Acido fólico Cofactor de enzimas que participan en metabolismo Trastornos digestivos.

(vitamina B9) de aminoácidos, purinas y ácidos nucleicos . Anemia megaloblástica.
Anomalías fetales.

Cianocobalamina Síntesis de ADN. Maduración de eritrocitos. Anemia megaloblástica. Trastornos

(vitamina B12) digestivos y neurológicos.

Acido ascórbico Transporte de hidrógeno para el metabolismo celular. Escorbuto. Hemorragias subcutáneas.
(vitamina C ) Protección de mucosas. Mala cicatrización de encías.

VITAMINAS NO
FUNCIÓN SIGNOS DE CARENCIA
ESENCIALES

Retinol Mantenimiento de tejidos epiteliales. Visión normal. Trastornos oculares.

(vitamina A)

Ergocalciferol Actúa como hormona en la regulación del Raquitismo en niños.

(vitamina D) metabolismo de la relación calcio/fósforo.

Vitamina K Formación de protrombina. Hemorragias.

Intervienen en coagulación sanguínea.

Tocoferol Antioxidante. Lesiones renales y del aparato genital.

(vitamina E)

(*) Flórez et al., 1988; National Ressearch Council, 1991; Tolonen, 1995; Illera et al., 2000; García, 2001.

lactancia, por lo que llegado el cuarto mes, si el incremento de las necesidades, aumento de pér-
niño es exclusivamente alimentado con leche didas, disminución de la absorción intestinal,
materna, y pertenece a un grupo particularmen- etc.), pueden desarrollarse cuadros de deficien-
te predispuesto (bajos depósitos orgánicos, cias nutricionales dependientes del oligoele-

Capítulo 1 7
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
mento deficitario. Por ello, es conveniente
suplementar con una fórmula láctea infantil para
evitar o prevenir estas deficiencias (OMS, 1973;
Hurrell et al., 1989; Villa y Navarro, 1997).
A este respecto, conviene señalar que no
todos los elementos traza se almacenan en el
útero de la madre. Algunos elementos, como
el cobre y el hierro, se encuentran en el organis-
mo en cantidades suficientes al nacer para pro-
teger al lactante, contra su carencia, durante los
primeros meses de vida; otros, como el zinc y el
selenio, deben ser ingeridos al objeto de posibi-
litar un desarrollo y crecimiento adecuados en el
lactante.
En 1973, un informe del Comité de Expertos
de la OMS estableció unas recomendaciones
sobre el contenido de oligoelementos esenciales
en las fórmulas lácteas infantiles, en función de
las concentraciones encontradas en las leches
humana y de vaca. La ESPGAN desarrolló en
1977, con carácter general, unas pautas sobre
nutrición infantil. Dichas recomendaciones esta-
blecen los valores mínimos de algunos elemen-
tos traza Fe, Cu, Zn, I y Mn, que luego se han
desarrollado específicamente para la composi-
ción de las fórmulas lácteas adaptadas, de conti-
nuación, para pretérminos y las fórmulas de
soja. La ESPGAN también señala la inexisten-
cia de recomendaciones precisas relativas al
aporte óptimo de algunos nutrientes como, Se,
Mo y Cr en fórmulas infantiles destinadas a niño
pretérmino (Nielsen, 1991; Villa y Navarro,
1997).
Por su parte, el Comité de Nutrición AAP
(American Academy of Pediatrics) efectuó una
revisión sobre los niveles estándar señalados
por la ESPGAN, y también ha propuesto unos
niveles idóneos de algunos elementos traza (Fe,
Zn, Cu, Mn), para las leches destinadas a lac-
tantes, que han sido comparados con los pro-
puestos por la FDA (Food and Drug Adminis-
tration).
Es necesario considerar que el procesa-
miento industrial y el almacenamiento, así
como el modo de preparación, influyen sobre
8 Capítulo 1
la concentración de oligoelementos de las fór-
mulas, principalmente por transformaciones
químicas (FAO/OMS, 1995; Villa y Navarro,
1997).
Ante estas recomendaciones expuestas, la
industria dietética fracciona y desmineraliza
la leche de vaca y la suplementa con oligoele-
mentos. La concentración final de los mismos
en las fórmulas dependerá, por tanto, de la
suplementación industrial que se haga, acorde
con las diversas recomendaciones y normativas
existentes en esta materia. En este sentido, Villa
y Navarro, 1997, señalan que, en ocasiones, se
ha observado una alta variabilidad entre los
datos que aparecen reflejados en el etiquetado
de los productos y los obtenidos experimental-
mente en las propias fórmulas, (estudios realiza-
dos en Cu, Zn y Fe). Esto puede ocasionar que
algún grupo de lactantes no reciba la concentra-
ción óptima de estos nutrientes, con las conse-
cuencias de déficit correspondientes, que pue-
den verse incrementadas debido a la
biodisponibilidad de esos elementos.
Por otro lado, se sabe que diversos compo-
nentes de la leche y de las fórmulas para lactan-
tes, entre ellos los ácidos orgánicos (ascórbico y
cítrico) y los hidratos de carbono (lactosa y mal-
todextrinas), pueden influir en la biodisponibili-
dad mineral. Este efecto es especialmente
importante en los niños prematuros y de bajo
peso al nacer, dada su limitada capacidad de
absorción por su inmadurez gastrointestinal
(Lozano et al., 1998).
Otros componentes con efecto beneficioso
para el recién nacido, existentes en las fórmulas
infantiles, son los nucleótidos, presentes en la
leche materna en mayor proporción que en
la leche de vaca. A ellos se les atribuye un efec-
to beneficioso sobre el proceso de maduración
intestinal de estos niños, favoreciendo la fun-
ción digestiva, a la vez que ejercen una poten-
ciación de sus funciones inmunológicas.
Si bien, cada vez existe una mayor similitud
entre las leches de fórmula y la leche materna,
todavía se dan algunas diferencias significati-
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

Tabla 1.4. Funciones y signos de carencias de los oligoelementos*

OLIGOELEMENTO FUNCIÓN SIGNOS DE CARENCIA

Hierro Oxígeno, transporte de electrones. Anemia.

Yodo Componente de las hormonas tiroideas. Bocio. Depresión de la función

tiroidea, cretinismo.

Cobre Componente de enzimas oxidativas. Interacción con Anemia. Alteración de oxificación.

hierro. Interunión de elastina. Elevación colesterol sérico.

Manganeso Metabolismo de mucopolisacáridos. Desconocidos.

Componente de la superóxido dismutasa.

Zinc Componente de muchas enzimas que actúan en el Disminución del crecimiento,

metabolismo energético, transcripción y transducción. inmadurez sexual, lesiones cutáneas,
inmunodepresión.

Cobalto Componente de vitamina B12 y B6. Sólo como carencia de vitamina.

Molibdeno Componente de la xantina, aldehido y sulfurooxidasa. Desconocidos.

Selenio Componente de la glutation-peroxidasa, Cardiomiopatía endémica

interacción con metales pesados. (enfermedad de Keshan) causada por
carencia de selenio.

Cromo Potenciación de la insulina. Resistencia a la insulina. Reducción de

la tolerancia a la glucosa. Serolípidos
elevados.

Estaño Su esencialidad no está bien establecida. Desconocidos.

Vanadio Biocatalizador de oxidación de ciertos sustratos Inhibe la síntesis del colesterol.

Flúor Estructura de los dientes y posiblemente de los huesos. Aumento de las caries.
Posible efecto sobre el crecimiento. Posible riesgo de osteoporosis.

Silicio Calcificación. Posible función del tejido conjuntivo. Desconocidos.

Níquel Interacción con la absorción de hierro. Desconocidos.

(*) Villa y Navarro, 1997; Villa et al., 1999.

vas, fundamentalmente a nivel de determinadas
proteínas funcionales, como la hormona del
crecimiento, la lactoferrina, lisozima y ciertas
enzimas, como la lipasa. En este sentido, la
ingeniería genética juega un papel fundamental
en lo que a la obtención de estas sustancias se
refiere, aventurándose, en un futuro próximo,
su obtención y posible adición a estos produc-
tos (Rodríguez-Palmero, 1999).
Sin embargo, hay que tener presente que la
adición de componentes a las fórmulas infanti-
les, debe estar suficientemente justificada y ava-
lada por estudios que garanticen su eficacia e
inocuidad. En este sentido, en la Directiva
91/321/CEE de la Comisión, relativa a los pre-
parados para lactantes y preparados de conti-
nuación, cuya última modificación la constituye
la Directiva 1999/50/CE, se establece la lista de

Capítulo 1 9
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
sustancias nutritivas que pueden utilizarse en la
elaboración de estos preparados.
Alimentos a base de cereales
y alimentos infantiles para lactantes
y niños de corta edad
Los principios básicos de la nutrición infantil
son:
• Cubrir las necesidades de mantenimiento
del metabolismo basal.
• Asegurar la energía y nutrientes que exige
el crecimiento.
• Evitar, tanto las carencias, como los exce-
sos.
• Prevenir la aparición de determinadas
enfermedades del adulto (obesidad, enfer-
medades cardiovasculares, etc.), ligadas,
de forma estrecha, a la alimentación duran-
te los primeros años de vida.
En 1890, la Academy of Pediatrics (EE UU),
clasificó las etapas de la alimentación del recién
nacido y la primera infancia, con arreglo a estos
conocimientos, en los períodos siguientes:
a) Periodo lácteo: caracterizado por ser la
leche el único alimento, sea ésta humana
o, en su defecto, leche artificial de fórmu-
la. Esta fase se estima que dura aproxi-
madamente hasta los cuatro o seis meses.
b) Periodo de transición o diversificación
progresiva, normalmente denominada
«beikost». Es aquel durante el cual se van
introduciendo, con prudencia, alimentos
no lácteos, preparados de forma adecua-
da, en consistencia y cantidad que no alte-
ren el ritmo de maduración digestiva y
renal, así como el progresivo desarrollo
neuromuscular. Esto último permitirá al
niño acostumbrarse a otros alimentos,
masticar y distinguir los sabores, así
como diferenciar los olores y colores de
10 Capítulo 1
los mismos, lo cual se produce hacia los
18 meses de edad.
c) Periodo de maduración digestiva, durante
el cual todos los mecanismos fisiológicos
e inmunitarios van madurando hasta
alcanzar niveles cada vez más eficaces,
que permitirán llegar a una diversifica-
ción completa de la alimentación.
Casado de Frías, 1999, distingue en la ali-
mentación del niño, durante el primer año de
vida, dos etapas claramente diferenciadas:
• La que va, desde el nacimiento hasta el 4.o-
5.o mes de vida, que comporta la utiliza-
ción de un régimen lácteo exclusivamente.
• La que abarca, desde el 4.o-5.o mes al año,
que continúa haciendo uso de los productos
lácteos, si bien conlleva la incorporación
progresiva de una dieta más diversificada.
Como ya hemos comentado, la leche mater-
na o, en su lugar, las leches de fórmula, satisfa-
cen plenamente las necesidades del lactante
durante los 4-5 primeros meses. A partir de esa
edad se produce un incremento de las necesida-
des energéticas y de nutrientes, como conse-
cuencia del crecimiento y desarrollo rápidos que
se producen en el niño, siendo necesaria la intro-
ducción de la alimentación complementaria a fin
de cubrir tales requerimientos (FAO/OMS,
1985; National Research Council, 1991; CSIC,
1994; Chifré, 1994).
Por ello, el objetivo fundamental de la ali-
mentación complementaria es el aporte de ener-
gía y nutrientes a la alimentación del lactante,
teniendo en consideración que la leche, durante
el primer año de vida, es básica como fuente de
proteínas, grasas, vitaminas liposolubles, calcio
y hierro, aconsejándose una ingesta no inferior a
medio litro diario.
Con la introducción de la alimentación com-
plementaria, la contribución de las grasas al
aporte energético total deberá ser del 30%, los
glúcidos, 50-55% y las proteínas, 12-15%. A la
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
hora de implantar la alimentación complemen-
taria deben tenerse en cuenta las siguientes reco-
mendaciones (Casado de Frías et al., 1993;
Chifré, 1994):
• No se debe introducir antes de los cuatro
meses de edad, ni más tarde de los seis
meses, si bien este momento va a venir
condicionado por el grado de maduración
del niño, y su ganancia ponderal.
• A los seis meses, los alimentos no lácteos
no deben suministrar más del 50% de las
calorías de la dieta. Durante el segundo
semestre de la vida, la leche o productos
lacteos deben darse en una cantidad no
inferior a 500 ml/día.
• En cuanto a la cantidad a administrar, el ape-
tito del niño y el progreso ponderal son los
indicadores más adecuados.
• Los alimentos con un contenido potencial-
mente alto en nitratos, como espinacas o
remolacha, no deben emplearse antes de
los seis meses de edad.
• Los alimentos potencialmente alergénicos,
como huevo o pescado, deben introducirse
a partir de los nueve meses de edad y, en
niños con antecedentes familiares de aler-
gia, se pospondrá su ingesta hasta después
del primer año de vida.
• Asimismo, los alimentos con gluten deben
introducirse después de los seis meses de
edad, ya que en niños predispuestos a
padecer enfermedad celíaca, ésta se mani-
fiesta en edades tempranas, siendo sus
consecuencias más peligrosas en este
periodo que en etapas posteriores.
La introducción de nuevos alimentos debe
hacerse con prudencia, de forma lenta y progre-
siva, observando siempre la tolerancia a los mis-
mos antes de hacer toda una sustitución láctea, o
de introducir algún alimento nuevo (Cervera et
al., 1998).
La introducción de la alimentación comple-
mentaria antes de los 4 meses de edad puede
ocasionar una serie de problemas o alteraciones
(Chifré, 1994):
• Interferencia con la lactancia materna. El
volumen de la leche de la madre está con-
dicionado al grado de vaciamiento del
pecho, que está en función del apetito del
niño y, por tanto, del grado de succión. Si
se aportan nuevos alimentos, todos estos
factores pueden verse alterados.
• Aumento del aporte de solutos. Ello puede
desencadenar la aparición de una deshidra-
tación hipertónica, como consecuencia de
la incapacidad de soportar una gran carga
de solutos por parte del riñón aún inmadu-
ro, pudiendo también ocasionar la apari-
ción de hipertensión en la edad adulta.
• Desarrollo de alergias a los alimentos. La
inmadurez inmunológica del tubo digesti-
vo del niño puede favorecer la absorción
de macromoléculas y proteínas extrañas,
facilitando la aparición de manifestaciones
alérgicas.
• Aparición temprana de enfermedades. Los
alimentos sólidos pueden contener sustan-
cias capaces de desencadenar la aparición
de ciertas enfermedades. Tal es el caso de
la sacarosa, que se relaciona con la apari-
ción de caries dental; algunos vegetales,
como las espinacas o la remolacha, pueden
provocar metahemoglobinemia por su alto
contenido en nitritos; la introducción pre-
coz de gluten, puede incrementar el riesgo
de padecer enfermedad celíaca en sujetos
predispuestos, lo que lleva aparejado un
mayor peligro para el desarrollo del niño, y
ciertos alimentos sólidos que se asocian
con la posibilidad de provocar obesidad en
los niños.
Los suplementos nutricionales que se apor-
tan a los niños a partir del 4.o o 5.o mes de vida,
son los que clásicamente se han denominado
«alimentación complementaria», si bien Fomón,
1974, lo describió como «beicost», que es sinó-
Capítulo 1 11
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
nimo de «alimento adicional». En estos alimen-
tos se utilizan las harinas (en principio sin gluten
para evitar sensibilizaciones e intolerancias),
frutas (por su aporte vitamínico), verduras (por
el contenido en sales minerales) y, por último,
productos proteicos animales, como la carne, el
pescado o el huevo (Cervera, 1998). Los com-
ponentes de la alimentación complementaria
son: cereales, fruta, legumbres y hortalizas, car-
nes, pescados y huevos, alimentos que, por su
importancia, pasamos seguidamente a comentar.
Cereales
Los cereales tienen en la alimentación infantil
un importante papel constituyendo, junto con las
frutas, los primeros alimentos sólidos que se
introducen en la dieta del bebé (Chifré, 1994).
Las actuales pautas elaboradas por el Comité
de Nutrición de la ESPGAN recomiendan la intro-
ducción de los cereales sin gluten a partir de los 3-
4 meses, dentro de la alimentación diversificada
del lactante. Su importante aporte energético con-
tribuye a que al lactante le aumente la sensación de
saciedad, lo que permite espaciar las tomas. Para
evitar posibles intolerancias a los cereales, es muy
importante que la introducción de los mismos se
efectúe de un modo progresivo, con la finalidad de
que el lactante se familiarice con ellos, y su apara-
to digestivo los asimile correctamente. Los cerea-
les pueden clasificarse en función de si aportan o
no gluten. Entre los cereales con gluten, cabe citar
el trigo, la cebada, la avena y el centeno y, entre los
sin gluten, se encuentran el arroz y el maíz.
Las harinas de cereales elaboradas por la
industria dietética, se clasifican en dos grandes
grupos, según que contengan o no leche. Las
harinas sin leche son aquellas que deben recons-
tituirse con la fórmula láctea adaptada que esté
tomando el niño. Las harinas con leche son las
que ya llevan incorporada la fórmula láctea
adaptada, debiéndose reconstituir con agua. En
la actualidad, existe una amplia gama de harinas
infantiles constituidas, en general, por mezclas
equilibradas de distintos cereales (trigo, arroz,
12 Capítulo 1
avena, centeno, maíz, etc.), harina de soja (legu-
minosa), sales minerales y un completo comple-
jo vitamínico. Según la variedad de que se trate,
también pueden contener otros ingredientes,
tales como la leche adaptada de fórmula, frutas
variadas, miel y cacao.
Las papillas de cereales, desde el punto de
vista nutricional, proporcionan un gran aporte
de energía a la dieta del lactante, debido a su
contenido en hidratos de carbono procedentes
del almidón en todos ellos, el cual constituye el
80% de las harinas refinadas. Además, aportan
una cantidad adecuada de proteínas procedentes
de la leche adaptada, estando todas ellas enri-
quecidas en vitaminas y minerales. Las papillas
de cereales constituyen, por su equilibrada com-
posición en nutrientes, el alimento de preferen-
cia cuando el lactante inicia la alimentación
variada (3.o-4.o mes).
Las harinas de cereales se elaboran a partir
de materias primas especialmente seleccionadas
por su calidad. En el proceso de fabricación se
utiliza un sistema tecnológico especial, que pro-
duce la llamada dextrinación enzimática del
almidón que contienen los cereales del produc-
to. Posteriormente, éste se somete a una cocción
y, finalmente, se seca, con lo que se obtiene un
producto en polvo escamoso e instantáneo, de
elevado valor nutritivo, con una gran digestibili-
dad, fácil de preparar, y capaz de proporcionar
una gran saciedad al bebé (Casado de Frías et
al., 1993).
Fruta
Las frutas proporcionan minerales, azúcares,
vitaminas hidrosolubles, agua, sales minerales y
celulosa. Las propiedades laxantes (naranjas,
uva, ciruela), y astringentes (plátano, manzana),
deben tenerse en cuenta en la alimentación del
niño.
La fruta puede ser administrada en forma de
papillas, purés y/o zumos, si bien estos últimos
deben introducirse cuando el niño sepa beber en
vaso, a fin de evitar caries. También pueden uti-
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
lizarse los tarritos envasados por la industria ali-
mentaria, conocidos en el mercado como «poti-
tos» o «tarritos infantiles» (Chifré, 1994).
Legumbres frescas y hortalizas
En general, este grupo de alimentos contiene
pocas proteínas, hidratos de carbono y grasas, y
su contenido en calorías es bajo. Sin embargo,
son ricas en vitaminas, esencialmente del com-
plejo B y sales minerales. La verdura fresca
puede administrarse cocida o en purés, si bien
existen preparados comerciales instantáneos
para lactantes, en cuya composición interviene
una mezcla equilibrada de verduras, patata,
leche adaptada de fórmula, harinas de cereales
sin gluten, sales minerales y un complejo vita-
mínico, lo que hacen de este preparado un ali-
mento de gran valor nutritivo. No debe adicio-
narse sal común a fin de evitar la aparición de
hipertensión e, indirectamente, de obesidad,
como consecuencia de la hiperosmolaridad que
implica mayor ingesta de fórmula o leche, con
las consiguientes repercusiones sobre el aporte
de energía (Casado de Frías et al., 1993).
Carnes, pescados y huevo
Este grupo de alimentos es muy importante por
ser fuente de proteínas de alto valor biológico
(20%), así como de oligoelementos y vitaminas.
Referente a la carne, no existen diferencias
en cuanto al valor proteico de las distintas
especies de carnes, diferencia que si se estable-
ce en su contenido en grasa. Por ello, es fre-
cuente la utilización de carne de pollo y carnes
rojas de vacuno, mientras que las vísceras y
despojos, por su mayor contenido en grasa, no
deben administrarse hasta los 15-18 meses de
edad. El pescado tiene el mismo contenido pro-
teico que la carne, así como gran cantidad de
minerales (cloro, sodio, potasio, magnesio y
fósforo). No se suele administrar hasta el 9.o
mes, dado que puede producir manifestaciones
alérgicas. En primer lugar, se introduce el pes-
cado blanco y, posteriormente, el pescado azul.
Los pescados grasos son ricos en ácidos grasos
poliinsaturados de la serie omega-3, tales como
el ácido eicosapentanoico y docosahexaenoico,
(EPA(C20:5) / DHA(C22:6)), siendo esta grasa
fácil de digerir.
El huevo, por su alto poder alergénico, se
debe introducir tardíamente, sobre el 9.o mes, y
previamente cocido, a fin de facilitar su digesti-
bilidad y reducir su capacidad antigénica. La
mayoría de las grasas y vitaminas liposolubles
se encuentran en la yema, mientras que las vita-
minas hidrosolubles están, tanto en la yema,
como en la clara. Se debe comenzar la introduc-
ción con la yema en pequeña cantidad, aumen-
tando gradualmente hasta llegar a una yema
entera, dos o tres veces por semana. La clara se
debe introducir posteriormente, de manera frac-
cionada, para evitar manifestaciones alérgicas.
Con estos alimentos, el niño cubre sus reque-
rimientos en los distintos nutrientes que precisa.
Si bien hasta la edad de un año estas recomen-
daciones, en relación a la alimentación del lac-
tante, son muchas y precisas, a partir de esta
edad éstas pasan a ser menos numerosas y más
generales, al no existir un patrón de referencia
como el que supone la leche materna para la pri-
mera etapa de la lactancia. Así, se entiende que
los diferentes comités encargados de estudiar
estos aspectos establezcan, de forma teórica y
aproximada, las necesidades energéticas y de
nutrientes, quedando referidas en forma de reco-
mendaciones, como las conocidas RDA (Re-
commended Dietary Allowances). Su intención
es la de orientar sobre cuál debe ser la ingesta
energética media diaria, así como los aportes
aconsejados de nutrientes para la mayoría de los
individuos.
Las necesidades energéticas del niño han de
cubrir el mantenimiento de su metabolismo
basal, las exigencias del crecimiento y el gasto
energético derivado de la actividad física. Los
requerimientos energéticos de los lactantes
durante el primer año de vida se cifran en 103
kcal/kg; para niños entre 1 y 2 años están en
Capítulo 1 13
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
104 kcal/kg, y 108 kcal/kg para niñas; para
niños entre 2 y 3 años son de 104 kcal/kg, y
102 kcal/kg para niñas (FAO/OMS, 1985).
Para Casado de Frías et al., 1993, las necesida-
des energéticas de niños entre 1 y 3 años osci-
lan en torno a las 100 kcal/kg, es decir, 1.300
kcal/día.
Las necesidades proteicas a estas edades son
mayores, proporcionalmente con las del adulto,
como consecuencia del crecimiento. Estas nece-
sidades se cifran en 13-14 g/día durante el pri-
mer año de vida, y en 16 g/día para niños entre
1-3 años, siendo fundamental la existencia de un
equilibrio entre el aporte de proteínas de origen
animal (25-50%) y vegetal.
Por otra parte, es imprescincible un aporte
adecuado de vitaminas y minerales para lograr
un crecimiento y desarrollo óptimos, siendo
diversas fuentes bibliográficas las que hacen
referencia a las mismas (FAO/OMS, 1985;
National Research Council, 1991; Casado de
Frías et al., 1993; CSIC, 1994).
En los últimos tiempos ha proliferado la pro-
ducción y el consumo de alimentos infantiles
preparados, conocidos comercialmente como
«potitos», «tarritos» o «baby foods». Existen
infinidad de preparaciones diversas a base de
cereales, frutas, verduras, carnes y pescados.
Ante esta gran oferta, y a fin de garantizar el
aporte nutritivo de los mismos, en Europa, la
ESPGAN ha realizado las siguientes recomen-
daciones (Cervera et al., 1998):
• Energía: Estos preparados no deben contener
menos de 70 kcal (300 kJ) por 100 g en mez-
clas de platos completos, es decir, de carnes o
pescados con verduras o cereales.
• Proteínas: No menos de 6,5 g/100 kcal
(1,5 g/100 kJ) en preparaciones de carne o
pescado aislados. No menos de 4,2 g/100
kcal o 1 g/100 kJ en mezclas como las
especificadas en el apartado anterior, es
decir, para platos completos.
• Sodio: Menos de 10 mEq/100 kcal (2,5
mEq/100 kJ). No debe añadirse sal a los
14 Capítulo 1
postres ni a las preparaciones de fruta,
excepto por necesidades tecnológicas.
Además de estos parámetros nutritivos, se
hacen recomendaciones en cuanto a aditivos,
contaminantes y seguridad bacteriológica, así
como sobre etiquetado de estos productos, el
cual debe indicar, claramente, la edad apropiada
para el consumo de cada preparado, la recomen-
dación de su consumo inmediato una vez abier-
to el envase, la lista de ingredientes, la cantidad
de azúcar añadido y si contiene o no gluten
(Cervera et al., 1998).
Estas recomendaciones han servido de base
para la elaboración de la normativa que regula la
composición y características de este tipo de
productos (RD 490/1998, de 27 de marzo, por el
que se aprueba la Reglamentación técnico-sani-
taria específica de los alimentos elaborados a
base de cereales y alimentos infantiles para lac-
tantes y niños de corta edad, modificado por RD
1445/2000, de 31 de julio, así como la Orden de
14 de julio de 1999, por la que se actualizan los
anexos del Real Decreto 490/1998).
LEGISLACIÓN
Legislación específica
aplicable a los preparados
para lactantes y preparados
de continuación
Los preparados para lactantes y preparados de
continuación son objeto de regulación específi-
ca mediante RD 72/1998, de 23 de enero, modi-
ficado por RD 1446/2000, de 31 de enero.
Definiciones
En base al RD 72/1998, de 23 de enero, se
consideran «lactantes» los niños con menos de
doce meses de vida. Los niños entre uno y tres
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
años de edad se consideran «niños de corta
edad». Por definición, los «preparados para
lactantes» son los productos alimenticios des-
tinados a la alimentación especial de los lac-
tantes desde el nacimiento hasta los primeros
cuatro a seis meses de vida, capaces de satis-
facer por sí mismos las necesidades nutritivas
de esta categoría de personas (art. 2). Los pro-
ductos alimenticios destinados a la alimenta-
ción especial de los lactantes de más de cuatro
meses de edad, que constituyan el principal
elemento líquido de una dieta progresivamen-
te diversificada de esta categoría de personas,
se denominan «preparados de continuación»
(art. 2).
Criterios de composición en nutrientes
Los alimentos infantiles sustitutivos o comple-
mentarios de la alimentación natural deben
contener los nutrientes necesarios, en las con-
centraciones apropiadas, a fin de cubrir los
requerimientos nutricionales esenciales, siendo
el modelo de referencia la leche materna (Villa y
Navarro, 1997). Así, las fórmulas para lactantes
deben proporcionar los nutrientes mayoritarios y
minoritarios en calidad y cantidad óptimos para
el desarrollo del niño (Lozano, 1998).
Actualmente, la elaboración de las fórmulas
para lactantes y preparados de continuación se
han de ajustar, en cuanto a criterios de composi-
ción y contenido en vitaminas y minerales, a lo
establecido en los Anexos I y II del RD 72/1998,
de 23 de enero, que constituye la transposición a
nuestro derecho interno de la Directiva 96/4/CE,
de 16 de febrero, por la que se modifica la
91/321/CEE, de 14 de mayo, relativa a estos
productos, que fue transpuesta a través del RD
1408/1992, de 20 de noviembre, modificado por
RD 46/1996, de 19 de enero, actualmente dero-
gados.
Los preparados para lactantes han de cum-
plir los criterios de composición especificados
en el Anexo I del RD 72/98, de 23 de enero. Así,
la composición básica de estos preparados cuan-
do se reconstituyen de acuerdo con las instruc-
ciones del fabricante debe ajustarse a los
siguientes parámetros:
1. Energía
— Mínimo: 250 kJ (60 kcal/100 ml).
— Máximo: 315 kJ (75 kcal/100 ml).
2. Proteínas
a) Preparados elaborados a partir de proteí-
nas de leche de vaca:
Contenido en proteínas = 6,38 × contenido
en nitrógeno.
— Mínimo: 0,45 g/100 kJ (1,8 g/100 kcal).
— Máximo: 0,7 g/100 kJ (3 g/100 kcal).
Para un valor energético equivalente, el pre-
parado deberá contener una cantidad disponible
de cada uno de los aminoácidos esenciales y
semiesenciales igual, por lo menos, a la conteni-
da en la proteína de referencia que es la leche
materna (Anexo V del RD 72/98, de 23 de
enero), pudiendo sumarse a efectos del cálculo
las cantidades de metionina y cistina.
b) Preparados elaborados a partir de hidroli-
zados parciales de proteínas:
Contenido en proteínas = contenido en nitró-
geno × 6,25.
— Mínimo: 0,56 g/100 kJ (2,25 g/100 kcal).
— Máximo: 0,7 g/100 kJ (3 g/100 kcal).
Para un valor energético equivalente, los pre-
parados deberán contener una cantidad disponi-
ble de cada uno de los aminoácidos esenciales y
no esenciales, como mínimo igual a la conteni-
da en la proteína de referencia (leche materna),
pudiendo sumarse a efectos del cálculo las con-
centraciones de metionina y cistina.
— Contenido en taurina: mínimo 10 μmo-
les/100 kJ (42 μmoles/100 kcal).
— Contenido en L-carnitina: mínimo 1,8
μmoles/100 kJ (7,5 μmoles/100 kcal).
Capítulo 1 15
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
c) Preparados elaborados a partir de proteí-
nas de soja únicamente o de una mezcla con pro-
teínas de la leche de vaca:
— Mínimo: 0,56 g/100 kJ(2,25 g/100 ml).
— Máximo: 0,7 g/100 kJ(3 g/100 kcal).
Contenido en proteínas = contenido en nitró-
geno × 6,25.
Sólo se permite la utilización de proteína de
soja en la elaboración de estos preparados. El
«índice químico» (proporción más baja entre la
cantidad de cada uno de los aminoácidos esen-
ciales de la proteína de prueba y la cantidad de
cada uno de los correspondientes aminoácidos
de la proteína de referencia) será como mínimo
el 80% de la leche materna (Anexo VI RD
72/98).
— Contenido de metionina como mínimo el
equivalente a la contenida en la proteína de refe-
rencia (Anexo V).
— Contenido en L-carnitina, como mínimo
1,8 μmoles/100 kJ (7,5 μmoles/100 kcal).
En todos los casos se permite la adición de
aminoácidos sólo para mejorar el valor nutritivo
de las proteínas.
3. Lípidos
— Mínimo: 1,05 g/100 kJ (4,4 g/100 kcal).
— Máximo: 1,5 g/100 kJ (6,5 g/100 kcal).
Se prohíbe la utilización de aceite de sésamo
y de algodón. Se fijan los contenidos mínimos
y/o máximos de diferentes ácidos grasos: laúri-
co, mirístico, linoleico, _-linolénico, ácidos gra-
sos trans, erúcico y ácidos grasos poliinsatura-
dos.
4. Hidratos de carbono
— Máximo: 1,7 g/100 kJ (7 g/100 kcal).
— Mínimo: 3,4 g/100 kJ (14 g/100 kcal).
16 Capítulo 1
Sólo se permite la utilización de los siguientes
hidratos de carbono: lactosa, maltosa, sacarosa,
maltodextrina, jarabe de glucosa o jarabe de glu-
cosa deshidratado, almidón pretostado originaria-
mente sin gluten, almidón gelatinizado originaria-
mente sin gluten. Se fijan los contenidos mínimos
y/o máximos de lactosa, sacarosa y almidón.
5. Sustancias minerales
Se especifican los requisitos mínimos y
máximos de minerales (sodio, potasio, cloro,
calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, cobre,
yodo, selenio por 100 kJ y 100 kcal, tanto para
los preparados elaborados a partir de las proteí-
nas obtenidas de la leche de vaca, como los ela-
borados a partir de proteínas de soja o consis-
tentes en una mezcla de éstas con las proteínas
de la leche de vaca.
6. Vitaminas
Se expresa en general el contenido máximo y
mínimo en vitaminas por 100 kJ y 100 kcal.
7. Nucleótidos
Se recoge el contenido máximo de los nu-
cleótidos cuya adición se permite para estos pro-
ductos, expresado por 100 kJ y 100 kcal.
El Anexo II del RD 72/98, establece la com-
posición básica de los preparados de continua-
ción cuando se reconstituyen según las instruc-
ciones del fabricante:
1. Energía
— Mínimo: 250 kJ/100 ml (60 kcal/100 ml).
— Máximo: 335 kJ/100 ml (80 kcal/100 ml).
2. Proteínas
— Mínimo: 0,5 g/100 kJ (2,25 g/100 kcal).
— Máximo: 1 g/100 kJ (4,5 g/100 kcal).
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
El índice químico de las proteínas presentes
será, como mínimo, el 80% de la proteína de
referencia (la caseína o leche materna tal y
como se define en el Anexo VI del RD 72/98).
Para un valor energético equivalente, estos pre-
parados deberán contener una cantidad disponi-
ble de metionina, como mínimo, equivalente a
la contenida en la leche materna (Anexo V). En
el caso de los preparados elaborados a partir de
proteína de soja o de una mezcla de estas con
proteína de leche de vaca, sólo se utilizarán las
aisladas de proteína procedentes de la soja. Se
permite la adición de aminoácidos en la propor-
ción necesaria para aumentar el valor nutritivo
de las proteínas.
3. Lípidos
— Mínimo: 0,8 g/100 kJ (3,3 g/100 kcal).
— Máximo: 1,5g/100 kJ (6,5 g/100 kcal).
Se prohíbe el empleo de aceites de sésamo y
algodón. Se fija el contenido de los siguientes
ácidos grasos: laúrico, mirístico, linoleico, áci-
dos grasos trans y erúcico.
4. Hidratos de carbono
— Mínimo: 1,7 g/100 kJ (7 g/100 kcal).
— Máximo: 3,4 g/100 kJ (14 g/100 kcal).
Se prohíbe la utilización de ingredientes que
contengan gluten. Se fija el contenido de saca-
rosa, fructosa, miel y lactosa, no siendo de apli-
cación a los preparados de continuación en los
que la proteína de soja suponga más del 50% del
contenido total de proteínas.
5. Sustancias minerales
Se establece el contenido en hierro, yodo y
zinc y otras sustancias minerales, fijando la rela-
ción calcio/fósforo que no deberá ser superior a
2 en ningún caso.
6. Vitaminas
Se fija el contenido mínimo y máximo de
vitaminas A, D, C, y E por 100 kJ y 100 kcal de
producto.
Se indican los aminoácidos y nucleótidos
que pueden ser añadidos a este tipo de producto.
Como ya ha quedado plasmado con anterio-
ridad, en la elaboración y composición de los
preparados para lactantes y de continuación
deberán utilizarse los ingredientes alimenticios
que figuran en los Anexos I, II y III del RD
72/98, teniendo en cuenta las prohibiciones y
limitaciones que sobre los mismos se establece
en estos Anexos.
Otros constituyentes
En base al artículo 4.d) del citado RD 72/98, de
23 de enero, es obligatorio que estos productos
no contengan sustancias que puedan poner en
peligro la salud de los lactantes y niños de corta
edad. En este sentido, el RD 1446/2000, de 31
de julio, por el que se modifica el RD 72/1998,
de 23 de enero, y que constituye la transposición
a nuestro derecho interno de la Directiva
99/50/CE, de 25 de mayo, fija el límite máximo
de residuos de plaguicidas para los preparados
para lactantes y de continuación, que se cifra en
0,01 mg/kg de producto listo para el consumo y
reconstituido según las indicaciones del fabri-
cante.
Otro aspecto a tener en cuenta en la composi-
ción de estos productos es el de los aditivos ali-
mentarios, si bien en el RD 72/98, de 23 de enero,
no se hace referencia expresa a los mismos.
El RD 2001/1995, de 7 de diciembre, por el
que se aprueba la lista positiva de aditivos colo-
rantes autorizados para su uso en la elaboración
de productos alimenticios, establece en su Anexo
II la relación de productos alimenticios que no
pueden contener colorantes excepto cuando exis-
tan disposiciones específicas que establezcan lo
contrario. Entre esos productos se encuentran los
alimentos para lactantes y niños de corta edad. El
Capítulo 1 17
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
RD 2027/1997, de 26 de diciembre, que modifi-
ca el RD 2002/1995, de 7 de diciembre, por el
que se aprueba la lista positiva de aditivos edul-
corantes autorizados para su uso en la elabora-
ción de productos alimenticios, así como las con-
diciones de utilización, establece, en su artículo
3.4. la prohibición del empleo de edulcorantes
en los preparados infantiles, salvo en aquellos
casos en los que se disponga específicamente lo
contrario.
Finalmente, el RD 142/2002, de 1 de febrero,
establece en su Anexo VI los aditivos distintos
de colorantes y edulcorantes permitidos en los
alimentos para lactantes y niños de corta edad,
así como las dosis máximas autorizadas en los
mismos.
Criterios microbiológicos
Es fundamental que en la elaboración de estos
productos se extremen las prácticas higiénicas a
fin de evitar problemas, como pueden ser proce-
sos gastrointestinales, parasitosis, enfermedades
carenciales, etc., (Villanúa et al., 1995). Así,
deberán cumplirse los requisitos establecidos en
los artículos 6, 7 y 9 del RD 2685/76, de 16 de
octubre, a los que ya se ha hecho referencia en la
parte general.
Estos productos deberán cumplir los crite-
rios microbiológicos que figuran en la Tabla 1.5
en base a lo contemplado en el artículo 12 del
RD 2685/76, de 16 de octubre.
Tabla 1.5. Criterios microbiológicos exigibles en preparados para lactantes y de continuación
RECUENTO PRODUCTOS CONSUMIDOS TRAS LA ADICIÓN
DE LÍQUIDO
Aerobios Máximo 50.000 col/g
Coliformes Ausencia en 0,01 g
Escherichia Coli Ausencia en 1 g
Salmonella Ausencia en 30 g
Estafilococos ADN asa + Ausencia en 0,1 g
Levaduras y mohos Máximo 300 col/g
18 Capítulo 1
Requisitos del etiquetado
En base al artículo 5 del RD 72/1998, de 23 de
enero, los «preparados para lactantes» y los
«preparados de continuación» han de cumplir:
1. Los requisitos generales que figuran en el
RD 1334/1999, de 31 de julio, por el que
se aprueba la Norma general de etiqueta-
do, presentación y publicidad de los pro-
ductos alimenticios. Dichos datos, así
como las especificaciones propias de
estos productos aparecen consignadas en
la Tabla 1.6.
2. Sin perjuicio de lo establecido, con carác-
ter general, en el RD 930/1992, de 17
de julio, por el que se aprueba la Norma de
etiquetado sobre propiedades nutritivas
de los productos alimenticios, se han de
tener en cuenta los requisitos específicos
que sobre propiedades nutritivas, así como
sobre determinadas advertencias e indica-
ciones relativas a los mismos, aparecen
consignadas en los artículos 5.3, 5.4 y 5.5
del RD 72/1998, de 23 de enero. Dichos
datos se recogen en la Tabla 1.7.
(1) Estos productos se comercializarán bajo las
denominaciones de «preparados para lac-
tantes» y «preparados de continuación». La
denominación de los alimentos elaborados
totalmente a base de las proteínas proceden-
tes de la leche de vaca será la siguiente:
PRODUCTOS ESTERILIZADOS
EN ENVASE HERMÉTICO
1. Prueba de esterilidad.
Incubación a 30 °C, 44 °C y 55 °C
(No modificación del sabor y olor)
2. No debe contener esporos de Cl.
Botulinum.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

Tabla 1.6. Preparados para lactantes y preparados de continuación. Información obligatoria del etiquetado general

TIPOS DE PRODUCTOS PREPARADOS PARA LACTANTES PREPARADOS DE CONTINUACIÓN

DENOMINACIÓN DE VENTA «Preparados para lactantes» «Preparados de continuación»

«Leche para lactantes» «Leche de continuación»
(1) (1)

LISTA DE INGREDIENTES (2)

INDICACIÓN CUANTITATIVA (3)

DE INGREDIENTES

CANTIDAD NETA kg o g (productos sólidos) y l, cl, ml (productos líquidos)

FECHA DE DURACIÓN (4)

MÍNIMA/CADUCIDAD

CONDICIONES ESPECIALES (5)

DE CONSERVACIÓN

Instrucciones relativas a la correcta preparación del producto y una advertencia

MODO DE EMPLEO sobre los riesgos para la salud en caso de una preparación inadecuada.

(6)

LOTE (7)

Nombre o razón social y domicilio del fabricante o envasador

EMPRESA
o de un vendedor establecido dentro de la UE.

ORIGEN (8)

(9) (9)
OTROS DATOS OBLIGATORIOS (10) (11) (13) (12) (13)

«leche para lactantes» y «leche de continua-
ción».
(2) — Irá precedida del título «Ingredientes» o
de una leyenda similar.
— Su indicación no es obligatoria en el
caso de los productos constituidos por un
solo ingrediente, siempre que el nombre
de éste coincida con el de la denomina-
ción de venta, o que la denominación de
venta permita determinar la naturaleza
real del producto.
— Estará constituida por la mención de
todos los ingredientes en orden decre-
ciente de sus masas incorporados en el
momento de la fabricación del producto.
— Los ingredientes se designarán por su
nombre específico, que podrá ser susti-
tuido por el de la categoría a la que per-
tenecen, en los casos que establece la
legislación (Anexo I del RD 1334/1999).
— Los aditivos alimentarios que pertenez-
can a una de las categorías enumeradas
en el Anexo II del RD 1334/1999, se
designarán por el nombre de la categoría
a la que pertenecen seguido de su nom-
bre específico o de su número CE.
— En el caso del «almidón» y del «almidón
modificado», designados en el Anexo I y
II, respectivamente, es obligatorio indi-
car el origen vegetal específico, cuando
dicho ingrediente pueda contener gluten.
— Los aromas se han de designar en base a
lo establecido en el Anexo III del RD
1334/1999, de 31 de julio.

Capítulo 1 19
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
(3) — Es obligatorio indicar la cantidad de un
ingrediente o categoría de ingredientes
cuando su nombre figure en la denomi-
nación de venta, se destaque mediante
palabras o imágenes en el etiquetado del
producto, y/o sea esencial para diferen-
ciarlo de otros con los que se pudiera
confundir.
— Tal indicación ha de expresarse en por-
centaje, pudiendo figurar en la denomi-
nación de venta o en la lista de ingre-
dientes.
— No se hace obligatorio indicar la canti-
dad de ingredientes en el caso de que
las menciones relativas a la incorpora-
ción de vitaminas y minerales, acompa-
ñen a la denominación de venta, siem-
pre que dichas sustancias figuren en el
etiquetado de propiedades nutritivas.
(4) — «Consumir preferentemente antes del:
día y mes», para productos cuya dura-
ción sea inferior a 3 meses.
— «Consumir preferentemente antes del fin
de: mes y año», para productos cuya
duración sea superior a 3 meses y no
exceda de 18 meses.
— «Consumir preferentemente antes del fin
de: año», para productos cuya duración
exceda de los 18 meses.
En el caso de productos microbiológicamen-
te muy perecederos, se indicará la fecha de
caducidad expresada así: «Fecha de caducidad:
día, mes y eventualmente año».
(5) Se indicarán las condiciones especiales de
conservación en los casos necesarios.
(6) El etiquetado estará diseñado de forma que
proporcione la información necesaria sobre
el uso adecuado del producto. Se permite la
utilización de representaciones gráficas que
ilustren el método de preparación del pro-
ducto así como una fácil identificación del
mismo.
20 Capítulo 1
(7) Cuando la fecha de duración mínima o la
fecha de caducidad figure en el etiquetado,
el producto podrá no ir acompañado de la
indicación del lote, siempre que dicha fecha
tenga, por lo menos, el día y el mes indica-
dos claramente y en orden.
(8) — Los productos originarios o procedentes
de los Estados miembros de la Comu-
nidad Económica Europea, deberán indi-
car el origen o procedencia solamente en
los casos en que su omisión pudiera
inducir a error al consumidor sobre el
origen o procedencia real del producto
alimenticio.
— Los productos originarios de países no
pertenecientes a la Comunidad Econó-
mica Europea, deberán indicar el lugar
de origen o procedencia, sin perjuicio de
lo dispuesto en los Tratados o Convenios
internacionales sobre la materia que
resulten de aplicación en España.
(9) — El etiquetado será diseñado de forma que
no desfavorezca el recurso a la lactancia
materna, quedando prohibida la utiliza-
ción de los términos «maternizado»,
«humanizado», etc.
— No se incluirán imágenes de niños ni
otras ilustraciones o textos que puedan
idealizar el uso del producto.
(10) Deberá figurar una indicación para preci-
sar que el producto es adecuado para la ali-
mentación especial de los lactantes desde
su nacimiento cuando no sean amamanta-
dos.
(11) Deberá figurar una indicación relativa a
la superioridad de la lactancia materna y la
recomendación de la utilización del pro-
ducto sólo por consejo de personas cualifi-
cadas en medicina o farmacia o profesio-
nales de asistencia maternoinfantil,
precedida de la mención «Aviso importan-
te» u otra similar.
(12) Deberá figurar una indicación precisando
que el producto es adecuado únicamente
para la alimentación especial de niños
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

mayores de cuatro meses, que sólo debe
ser parte de una dieta diversificada y que
no debe utilizarse, como sustitutivo de la
leche materna, durante los primeros cuatro
meses de vida.
(13) Los productos alimenticios envasados,
de duración prolongada mediante la utili-
zación de gases de envasado autorizados,
incluirán en su etiquetado la mención:
«Preparado en atmósfera protectora».

Tabla 1.7. Preparados para lactantes y preparados de continuación, información obligatoria de etiquetado nutricional
y otros datos adicionales aplicables

OTRAS OTRAS
TIPOS DE DENOMINACIÓN
INFORMACIÓN NUTRICIONAL INDICACIONES INDICACIONES
PRODUCTOS DE VENTA
OBLIGATORIAS OPCIONALES

«Preparados para • Valor energético disponible: kJ y kcal.

lactantes» • Contenido de hidratos de carbono,
PREPARADOS proteína y grasas.
PARA «Leche para • Cantidad media de cada sustancia (6) (5)
LACTANTES lactantes» mineral y de cada vitamina, y en su caso (7)
(1) de colina, inositol, carnitina y taurina.
(2), (3)

«Preparados de • Valor energético disponible: kJ y kcal.

continuación» • Contenido de hidratos de carbono,
proteina y grasas.
PREPARADOS DE
«Leche de • Cantidad media de cada sustancia – (5)
CONTINUACIÓN
continuación» mineral y de cada vitamina, y en su caso (8)
(1) de colina, inositol, carnitina y taurina.
(2), (4)

(1) Esta denominación se refiere a los elabora-
dos totalmente a partir de las proteínas pro-
cedentes de la leche de vaca.
(2) El valor energético disponible, el contenido
en hidratos de carbono, proteínas y grasas,
así como la cantidad media de cada sustan-
cia mineral y de cada vitamina y, cuando
proceda, de colina, inositol, carnitina y tau-
rina, se expresarán en forma numérica por
cada 100 ml del producto listo para el con-
sumo.
(3) Se refiere a cada una de las sustancias mine-
rales y vitaminas mencionadas en el Anexo
I del RD 72/1998, de 23 de enero.
(4) Se refiere a cada una de las sustancias mine-
rales y vitaminas mencionadas en el Anexo
II del RD 72/1998, de 23 de enero. Se auto-
riza la presencia de otras sustancias minera-
les en concentración, por lo menos, equiva-
lente a la encontrada normalmente en la
leche de vaca (Anexo VII).
(5) Podrá figurar, además, la cantidad media de
los nutrientes mencionados en el Anexo III
(vitaminas, minerales, aminoácidos y otros
compuestos), del RD 72/1998, de 23 de
enero, si tal indicación excede del contenido
de los Anexos I y II, expresada en forma
numérica por cada 100 ml del producto listo
para el consumo.
(6) En el caso de que estos productos no estén
enriquecidos con hierro, deberá aparecer
una indicación precisando que cuando el
producto se administre a niños mayores de
cuatro meses, las necesidades totales de hie-
rro de los mismos deberán satisfacerse
mediante otras fuentes adecuadas.

Capítulo 1 21
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
(7) Podrá figurar, además, una indicación sobre
la composición especial del producto en los
casos y condiciones establecidas en el
Anexo IV del RD 72/1998, de 23 de enero.
El término «adaptado», sólo se podrá utili-
zar si se cumple lo estipulado en el punto 1
del Anexo IV:
— Contenido en proteínas < 0,6 g/100 kJ
(2,5 g/100 kcal).
— Relación proteínas de suero/caseína
no < 1.
(8) Podrá figurar, además de la información
numérica, información sobre las vitaminas y
minerales incluidos en el Anexo VIII, expre-
sados como porcentaje de los valores de
referencia indicados, por cada 100 ml del
producto listo para el consumo, siempre que
las cantidades presentes sean, como mínimo,
igual al 15% de los valores de referencia.
Legislación especifica
aplicable a los alimentos a
base de cereales y alimentos
infantiles para lactantes
y niños de corta edad
Estos alimentos vienen regulados actualmente
por medio del RD 490/1998, de 27 de marzo,
que constituye, como ya se ha dicho, la trans-
posición a nuestro derecho interno de la
Directiva 96/5/CE, de 16 de febrero. A través de
la Orden de 14 de junio de 1999, se actualizan
los anexos del mismo, al tiempo que se incor-
pora a nuestro ordenamiento jurídico la
Directiva 98/36/CE, de 2 de junio, por la que se
modifica la Directiva 96/5/CE.
Definición
Según el artículo 2 del citado Real Decreto se
definen «alimentos a base de cereales» y «ali-
22 Capítulo 1
mentos infantiles para lactantes y niños de
corta edad», aquellos productos alimenticios
destinados a una alimentación especial, que
satisfagan las necesidades específicas de los
lactantes y niños de corta edad en buen estado
de salud, destinados a los lactantes durante el
periodo de destete y a los niños de corta edad,
como complemento de su dieta y/o para su
progresiva adaptación a los alimentos norma-
les.
Estos productos alimenticios se clasifican de
la siguiente manera:
1. «Alimentos elaborados a base de cerea-
les», que se dividen en las cuatro catego-
rías siguientes:
a) Cereales simples reconstituidos o que
deben reconstituirse con leche u otro
líquido adecuado.
b) Cereales con adición de otro alimento
rico en proteínas, reconstituidos o que
deben reconstituirse con agua u otro
líquido que no contenga proteínas.
c) Pastas que se deben cocer en agua hir-
viendo o en otros líquidos apropiados
antes de su consumo.
d) Bizcochos y galletas que pueden con-
sumirse directamente o, una vez pul-
verizados, con adición de agua, leche u
otro líquido adecuado.
2. «Alimentos infantiles» distintos de los ali-
mentos elaborados a base de cereales.
Criterios de composición en nutrientes
Los alimentos elaborados a base de cerales han
de ajustarse a los criterios de composición espe-
cificados en el Anexo I del RD 490/1998, de 27
de marzo.
En este Anexo se fijan los requisitos relativos
a los nutrientes referidos a los productos listos
para el consumo y comercializados como tales,
o reconstituidos de acuerdo con las instruccio-
nes del fabricante.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
1. Contenido en cereales
Los alimentos a base de cereales se han de
preparar básicamente a partir de uno o varios
cereales o raíces feculentas, previamente tritura-
das, de manera que la cantidad de cereal y/o raíz
feculenta sea, como mínimo, del 25% en peso de
la mezcla final seca.
2. Proteínas
• Para los alimentos elaborados a base de
cereales incluidos en los apartados b) y d)
de la clasificación, el contenido en proteí-
nas ha de ser, como máximo, de 1,3 g/100
kJ (5,5 g/100 kcal).
• Para los alimentos a base de cereales
incluidos en el apartado b) de la clasifica-
ción, se deberán añadir, como mínimo,
0,48 g/100 kJ (2 g/100 kcal) de proteínas.
• Para las galletas de leche incluidas en la
categoría de la clasificación, elaboradas
con adición de un alimento de alto conte-
nido proteico, y presentadas como tales, se
deberán añadir, como mínimo, 0,36 g/100
kJ (1,5 g/100 kcal) de proteínas.
El índice químico de las proteínas añadidas
será equivalente, como mínimo, al 80% de la pro-
teína de referencia (caseína) o el coeficiente de efi-
cacia proteínica (CEP) de la proteína en la mezcla
será equivalente, como mínimo, el 70% de la pro-
teína de referencia. En todos los casos se permite la
adición de aminoácidos sólo para incrementar el
valor nutritivo de las proteínas y únicamente en la
proporción necesaria para ello.
3. Hidratos de carbono
Se permite a los productos incluidos en los
apartados a) y d) de la clasificación, la adición
de sacarosa, fructosa, glucosa, jarabe de glucosa
o miel, de forma que:
• La cantidad de hidratos de carbono proce-
dentes de esas fuentes no debe ser superior a
1,8 g/100 kJ (7,5 g/100 kcal).
• La cantidad de fructosa añadida no debe ser
superior a 0,9 g/100 kJ (3,75 g/100 kcal).
También se permite la adición de esos car-
bohidratos a los productos incluidos en el apar-
tado b) de la clasificación en cuyo caso:
• La cantidad de hidratos de carbono proce-
dentes de esas fuentes no será superior a
1,2 g/100 kJ (5 g/100 kcal).
• La cantidad de fructosa añadida no será
superior a 0,6 g/100 kJ (2,5 g/100 kcal).
4. Lípidos
• Para los productos incluidos en las catego-
rías a) y d) de la clasificación, el contenido
en lípidos será, como máximo, de 0,8 g/
100 kJ (3,3 g/100 kcal).
• Para los productos incluidos en la catego-
ría b) de la clasificación, el contenido en
lípidos será, como máximo, de 1,1 g/100 kJ
(4,5 g/100 kcal).
Cuando el contenido en lípidos sea superior a
0,8 g/100 kJ ( 3,3 g/100 kcal) se fija la cantidad
máxima permitida de ácido laúrico y mirístico,
así como el contenido mínimo y máximo permi-
tido de ácido linoleico.
5. Minerales
Se permite la adición de sodio a los alimen-
tos elaborados a base de cereales, exclusiva-
mente con fines tecnológicos, estableciéndose el
límite máximo permitido.
Asimismo, se fija el contenido mínimo de cal-
cio para los productos incluidos en las categorías
b) y d) de la clasificación.
6. Vitaminas
Se fija el contenido de tiamina, que como
mínimo deben contener estos productos, estable-
ciéndose la cantidad mínima y máxima por 100
kJ y 100 kcal de vitamina A y vitamina D para
los incluidos en el apartado b) de la clasificación.
Capítulo 1 23
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Los alimentos infantiles distintos de los ela-
borados a base de cereales deben ajustarse a los
criterios de composición que se establecen en el
Anexo II del RD 490/1998, de 27 de marzo,
donde se refleja el contenido en nutrientes de los
productos listos para el consumo, tal y como se
comercializan, o reconstituidos de acuerdo con
las instrucciones del fabricante.
1. Proteínas
a) Los productos en cuya denominación se
mencionen como únicos ingredientes la
carne, el pollo, el pescado, los despojos u
otra fuente tradicional de proteínas, debe-
rán cumplir los siguientes requisitos:
— Dichos ingredientes deberán constituir
en total, como mínimo, el 40% del
peso total del producto.
— Individualmente y por separado, cada
ingrediente deberá constituir, como
mínimo, el 25% del peso total de las
fuentes proteicas mencionadas.
— El contenido en proteínas de las fuen-
tes mencionadas será, como mínimo,
de 1,7 g/100 kJ (7g/100 kcal).
b) Los productos en cuya denominación se
mencionen en primer lugar la carne, el
pollo, el pescado, los despojos u otra
fuente tradicional de proteínas, indivi-
dualmente o en combinación, indepen-
dientemente de que el producto se pre-
sente o no como una comida completa,
deberán cumplir:
— La totalidad de las fuentes proteicas
mencionadas deberán constituir en
total, como mínimo, el 10% del peso
total del producto.
— Individualmente y por separado,
dichas fuentes deberán constituir el
25% del peso total de las fuentes de
proteínas mencionadas.
— El contenido en proteínas de las fuen-
tes mencionadas será, como mínimo,
de 1 g/100 kJ (4 g/100 kcal).
24 Capítulo 1
c) Los productos en cuya denominación se
mencionen, pero no en primer lugar, la
carne, el pollo, el pescado, los despojos u
otra fuente tradicional de proteínas, indi-
vidualmente o en combinación, indepen-
dientemente de que el producto se presen-
te o no como una comida completa,
deberán cumplir los siguientes requisitos:
— Esas fuentes de proteínas mencionadas
deberán constituir, como mínimo, el
8% del peso total del producto.
— Dichas fuentes individualmente y por
separado, deberán constituir, como
mínimo, el 25% del peso total de todas
las fuentes proteicas mencionadas.
— El contenido en proteínas de las fuen-
tes mencionadas será, como mínimo,
0,7 g/100 kJ (3 g/100 kcal).
d) Los productos salados en cuya denomina-
ción se mencione el queso junto con otros
ingredientes, independientemente de que
el producto se presente o no como una
comida completa, deberán tener un conte-
nido en proteínas de origen lacteo, como
mínimo, de 0,5 g/100 kJ (2,2 g/100 kcal) y
un contenido total en proteínas de todas
las fuentes, como mínimo, de 0,7 g/100 kJ
(3 g/100 kcal).
e) Los productos que se designan en el eti-
quetado como una comida completa, pero
que en su denominación no se menciona
la carne, el pollo, el pescado, los despojos
u otra fuente tradicional de proteínas,
deberán tener un contenido total de pro-
teínas, como mínimo, de 0,7 g/100 kJ (3
g/100 kcal).
• Las salsas que se presentan como acompa-
ñamiento de las comidas están exentas del
cumplimiento de los requisitos fijados en
los puntos a, b, c y e.
• En los platos dulces en cuya denominación
se mencione los productos de origen lácteo
como primer o único ingrediente, el conteni-
do en proteínas de origen lácteo será, como
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
mínimo, de 0,5 g/100 kJ (2,2 g/100 kcal).
Los demás platos dulces están exentos del
cumplimiento de los requisitos establecidos
en los puntos a, b, c y e. Se autoriza la adi-
ción de aminoácidos sólo para mejorar el
valor nutritivo de las proteínas presentes, y
en la proporción necesaria para ello.
2. Hidratos de carbono
• Zumos de verduras y bebidas a base de los
mismos: cantidad total de hidratos de car-
bono no superior a 10 g/100 ml.
• Zumos de frutas y néctares y bebidas a base
de los mismos: cantidad total de hidratos
de carbono no superior a 15 g/100 ml.
• Platos exclusivamente de fruta: cantidad
total de hidratos de carbono no superior a
20 g/100 g.
• Postres y cremas: cantidad total de hidratos
de carbono no superior a 25 g/100 g.
• Demás bebidas no lácteas: cantidad total de
hidratos de carbono no superior a 5 g/100 g.
3. Grasas
Se establece la cantidad total máxima permi-
tida de grasa procedente de todas las fuentes,
tanto para los productos mencionados en los
apartados 1.b y 1.c, cuando la carne o el queso
son los únicos ingredientes, o aparecen mencio-
nados en primer lugar, como para el resto.
4. Sodio
Se fija el contenido máximo total de sodio
para todos los productos, constituyendo mención
aparte los productos cuyo único ingrediente es el
queso. No se permite la adición de sales sódicas a
los productos a base de fruta, los postres y las cre-
mas, excepto por necesidades tecnológicas.
5. Vitaminas
• Se fija el contenido mínimo final en vita-
mina C presente en los zumos de fruta,
néctares y zumos de verdura.
• Se fija el contenido mínimo final de vitami-
na A que debe existir en los zumos de ver-
dura, no permitiéndose la adición de vita-
mina A al resto de los alimentos infantiles.
• No se permite la adición de vitamina D a
los alimentos infantiles.
Independientemente, y con carácter general,
tanto para la fabricación de los alimentos a base
de cereales como de los alimentos infantiles,
sólo se permite la utilización de las sustancias
que figuran en el Anexo IV del RD 490/98, de
27 de marzo, no debiendo contener ninguna
sustancia en cantidad tal que ponga en peligro
la salud de los lactantes y niños de corta edad
(art. 3.4 y 3.5).
En el citado Anexo IV aparecen las sustan-
cias nutritivas autorizadas para la fabricación de
estos productos: vitaminas, aminoácidos, bases
nitrogenadas, sales minerales y elementos traza.
El Anexo V recoge los valores de referencia
para el etiquetado nutricional de los alimentos
para lactantes y niños de corta edad, relativos a
vitaminas y minerales.
A través de la Orden de 14 de julio de 1999, se
incluye un nuevo anexo, el Anexo VI, en el que se
determinan los límites máximos de vitaminas,
minerales y oligoelementos añadidos a los ali-
mentos elaborados a base de cereales y alimentos
infantiles para lactantes y niños de corta edad.
Además de cumplirse los requisitos de ela-
boración y composición que establece la legisla-
ción, estos productos no pueden contener sus-
tancias que puedan poner en peligro la salud de
los lactantes y niños de corta edad.
En este sentido y, como consecuencia de la
transposición de la Directiva 99/39/CE, de 6 de
mayo, a nuestro derecho interno, mediante RD
1445/2000, de 31 de julio, por el que se modifi-
ca el RD 490/1998, de 27 de marzo, los alimen-
tos elaborados a base de cereales y los alimentos
infantiles, no contendrán residuos de plaguici-
das en niveles superiores a los 0,01 mg/kg de
producto listo para el consumo o reconstituido
según indicaciones del fabricante.
Capítulo 1 25
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Requisitos del etiquetado blecido en el RD 930/1992, de 17 de julio. Con

Con carácter general, el etiquetado de los ali-
mentos elaborados a base de cereales y de los
alimentos infantiles para lactantes y niños de
corta edad, deberá cumplir lo dispuesto en el RD
1334/ 1999, de 31 de julio, además de lo esta-
carácter específico deberán cumplirse los requi-
sitos fijados en el art. 4 del RD 490/98, de 27 de
marzo. Tanto los datos obligatorios del etiqueta-
do general como nutricional, aparecen refleja-
dos en las Tablas 1.8 y 1.9.

Tabla 1.8. Alimentos a base de cereales e infantiles. Información obligatoria del etiquetado general

ALIMENTOS INFANTILES
ALIMENTOS ELABORADOS
TIPOS DE PRODUCTOS (distintos de los elaborados
A BASE DE CEREALES
a base de cereales)

• Cereales simples para reconstituir con

leche u otro líquido adecuado.
DENOMINACIÓN • Cereales adicionados de otro alimento (1)
DE VENTA rico en proteínas para reconstituir con
agua u otro líquido sin proteínas.
• Pastas alimenticias.
• Bizcochos y galletas.
(1)

LISTA DE INGREDIENTES (2)

INDICACIÓN CUANTITATIVA DE (3)

INGREDIENTES

CANTIDAD NETA kg o g (productos sólidos) y l, cl, o ml (productos líquidos)

FECHA DURACIÓN MÍNIMA / (4)

CADUCIDAD

CONDICIONES ESPECIALES (5)

DE CONSERVACIÓN

En caso necesario se indicarán las instrucciones sobre la correcta preparación del

MODO DE EMPLEO
producto con especial referencia a la importancia de ajustarse a las mismas.

LOTE (6)

Nombre o razón social y domicilio del fabricante o envasador o de un vendedor

EMPRESA
establecido dentro de la UE.

ORIGEN (7)

• Edad a partir de la cual puede consumirse el producto, en función de su

composición, textura y demás propiedades.
OTROS DATOS OBLIGATORIOS (8)

• Presencia o ausencia de gluten cuando la edad indicada para el consumo del

producto sea inferior a 6 meses.
(9)

26 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
(1) — La denominación de venta de estos pro-
ductos podrá hacer referencia a las desig-
naciones señaladas en la normativa de
aplicación (RD 490/98, de 27 de marzo),
o bien a una descripción del producto ali-
menticio y, si fuera necesario, de su uso,
lo suficientemente precisa, para permitir
al comprador conocer su naturaleza real
y distinguirlo de los productos con los
que pudiera confundirse.
— En el caso de los productos alimenticios
procedentes de un Estado miembro de la
UE, se permite el uso del nombre con el
que el producto se fabrique y comercialice
en éste, que podrá acompañarse de cuantas
indicaciones descriptivas sean necesarias a
fin de garantizar la información del consu-
midor. No podrá usarse tal denominación
de venta, cuando el producto designado sea
totalmente diferente en cuanto a composi-
ción y fabricación.
(2) — Irá precedida del título «Ingredientes» o
de una leyenda similar.
— Su indicación no es obligatoria en el caso
de los productos constituidos por un solo
ingrediente, siempre que el nombre de
éste coincida con el de la denominación
de venta, o que la denominación de venta
permita determinar la naturaleza real del
producto.
— Estará constituida por la mención de
todos los ingredientes, en orden decre-
ciente de sus masas, incorporados en el
momento de la fabricación del producto.
— Los ingredientes se designarán por su
nombre específico, que podrá ser susti-
tuido por el de la categoría a la que per-
tenecen en los casos que establece la
legislación (Anexo I del RD 1334/1999,
de 31 de julio).
— Los aditivos alimentarios que pertenez-
can a una de las categorías enumeradas
en el Anexo II del RD 1334/1999, de 31
de julio, se designarán por el nombre de
la categoría a la que pertenecen, seguido
de su nombre específico o de su número
CE.
— En el caso del «almidón» y del «almidón
modificado», designados en el Anexo I y
II, respectivamente, es obligatorio indi-
car el origen vegetal específico, cuando
dichos ingredientes puedan contener glu-
ten.
(3) — Es obligatorio indicar la cantidad de un
ingrediente o categoría de ingredientes,
cuando su nombre figure en la denomi-
nación de venta, se destaque mediante
palabras o imágenes en el etiquetado del
producto, y/o sea esencial para diferen-
ciarlo de otros con los que se pudiera
confundir.
— Tal indicación ha de expresarse en por-
centaje, pudiendo figurar en la denomi-
nación de venta o en la lista de ingre-
dientes.
— No se hace obligatorio indicar la canti-
dad de ingredientes en el caso de que las
menciones relativas a la incorporación
de vitaminas y minerales, acompañen a
la denominación de venta, siempre que
dichas sustancias figuren en el etiqueta-
do de propiedades nutritivas.
(4) — «Consumir preferentemente antes del:
día y mes», para productos cuya dura-
ción sea inferior a 3 meses.
— «Consumir preferentemente antes del fin
de: mes y año», para productos cuya
duración sea superior a 3 meses y no
exceda de 18 meses.
— «Consumir preferentemente antes del fin
de: año», para productos cuya duración
exceda de los 18 meses.
En el caso de productos microbiológicamen-
te muy perecederos, se indicará la fecha de
caducidad expresada así: «Fecha de caducidad:
día, mes y eventualmente año».
(5) Se indicarán las condiciones especiales de
conservación en los casos necesarios.
Capítulo 1 27
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

(6) Cuando la fecha de duración mínima o la Tratados o Convenios internacionales sobre

fecha de caducidad figure en el etiquetado,
el producto podrá no ir acompañado de la
indicación del lote, siempre que dicha fecha
tenga, por lo menos, el día y el mes indica-
dos claramente y en orden.
(7) Los productos originarios o procedentes de
los Estados miembros de la Comunidad
Económica Europea, deberán indicar el ori-
gen o procedencia, solamente en los casos
en que su omisión pudiera inducir a error al
consumidor sobre el origen o procedencia
real del producto alimenticio. Los produc-
tos originarios de países no pertenecientes a
la Comunidad Económica Europea, debe-
rán indicar el lugar de origen o proceden-
cia, sin perjuicio de lo dispuesto en los
la materia que resulten de aplicación en
España.
(8) Dicha edad, será como mínimo, de 4 meses
para cualquier producto. Podrá hacerse
recomendación expresa del consumo del
producto a partir de los 4 meses, salvo indi-
cación en contra de una persona indepen-
diente y competente en medicina, nutrición
o farmacia, u otro profesional de la asisten-
cia a madres y niños.
(9) Los productos alimenticios envasados de
duración prolongada mediante la utilización
de gases de envasado autorizados, incluirán
en su etiquetado la mención: «Preparado en
atmósfera protectora».

Tabla 1.9. Alimentos a base de cereales y alimentos infantiles. Información obligatoria del etiquetado nutricional y otros
datos adicionales aplicables

OTRAS INDICACIONES
TIPOS DE PRODUCTOS INFORMACIÓN NUTRICIONAL
OPCIONALES

• Valor energético disponible: kJ y kcal.

ALIMENTOS • Contenido en proteínas, hidratos de carbono y (2)
ELABORADOS grasas.
A BASE DE CEREALES • Cantidad media de cada una de las vitaminas y (3)
minerales que figuran en el Anexo I.
(1)

• Valor energético disponible: kJ y kcal.

ALIMENTOS INFANTILES • Contenido en proteínas, hidratos de carbono y (2)
(distintos de los grasas.
elaborados a base de • Cantidad media de cada una de las vitaminas y (3)
cereales) minerales que figuran en el Anexo II.
(1)

(1) El contenido en proteínas, hidratos de carbono
y lípidos, así como la cantidad media de cada
una de las vitaminas y minerales, cuyos conte-
nidos se especifican, respectivamente, en los
Anexos I y II del RD 490/1998, 27 de marzo,
se expresarán en forma numérica por 100 g o
100 ml del producto en su forma de comercia-
lización y, cuando proceda, por la cantidad de
producto propuesta para el consumo.
(2) Podrá figurar, además, la cantidad media de
los nutrientes relacionados en el Anexo IV
del RD 490/1998, de 27 de marzo (vitami-
nas, minerales, aminoácidos y otros com-
puestos), cuando su declaración no sea obli-

28 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
gatoria por no figurar en los Anexos I y II,
respectivamente. Dicha cantidad se expresa-
rá en forma numérica por cada 100 g o 100
ml del producto en su forma de comerciali-
zación y, cuando proceda, por la cantidad
del producto propuesta para el consumo.
(3) Para las vitaminas y minerales incluidas en
el Anexo V del citado Real Decreto, además
de la información numérica, podrá figurar
su cantidad expresada en porcentaje respec-
to de los valores de referencia indicados en
dicho Anexo, por cada 100 g o 100 ml del
producto en su forma de comercialización y,
cuando proceda, por la cantidad del produc-
to propuesta para el consumo, siempre que
las cantidades sean, como mínimo, iguales
al 15% del valor de referencia.
EVALUACIÓN DE SU
ETIQUETADO Y VALORACIÓN
NUTRICIONAL
Siguiendo la clasificación que establece la legis-
lación aplicable a los productos dietéticos, en
primer lugar hemos referido nuestro estudio a
los alimentos para lactantes y niños de corta
edad. Se trata de un grupo muy amplio, consti-
tuido por diversos alimentos, que sirven para
satisfacer las exigencias fisiológicas y nutricio-
nales de niños/as sanos desde su nacimiento
hasta aproximadamente los 3 años de edad.
Material
Antes de seleccionar las distintas muestras que
se han sometido a estudio, primeramente se rea-
lizó un barrido de mercado con el fin de obtener
la mayor información posible respecto a la
comercialización de los preparados infantiles.
Queríamos saber qué tipo de productos existían
en el mercado, marcas o firmas que los comer-
cializaban, frecuencia de consumo, tablas de
dosificación, etc. Con este estudio minucioso
pudimos comprobar que, si bien actualmente
son muchos y variados los productos ofertados
para la población infantil, de edades comprendi-
das entre los 0 y 3 años, no todos gozan del
mismo grado de comercialización y aceptación.
Por ello, para este estudio se han seleccionado
aquellos preparados que tienen un consumo más
frecuente y generalizado, pertenecientes a dis-
tintas marcas comerciales o, que aún siendo de
la misma marca comercial, se presentan al con-
sumidor bajo forma de preparados diversos,
dentro de cada grupo, que difieren en sus carac-
terísticas y/o en su forma de presentación.
Así, tanto las leches para lactantes como las
de continuación, se comercializan en dos formas
de presentación diferentes, líquida y en polvo.
Ambos tipos de leche pueden ser normales o
especiales, entendiendo por estas últimas las
fórmulas adaptadas, enriquecidas en vitaminas,
minerales, nucleótidos y/o aminoácidos, hipoa-
lergénicas, a base de hidrolizados proteicos,
antirregurgitación, fórmulas sin lactosa, a base
de proteínas de soja o de hidrolizados de origen
no lácteo. Hemos comprobado que la mayor
parte de las leches para lactantes y de continua-
ción existentes en el comercio, se ofertan en
forma de polvo y son fómulas enriquecidas,
principalmente, en vitaminas, minerales, nucle-
ótidos y/o aminoácidos que, con cierta frecuen-
cia, se comercializan como fórmulas adaptadas
y, en su mayoría, como fórmulas enriquecidas
en hierro.
Referente a las papillas, pudimos comprobar
que existen de dos tipos, normales o sin gluten,
ofertándose una amplia gama de productos y
variedades (cereales, frutas, miel, yogur, etc.).
De todas ellas, las más frecuentes y demanda-
das por el consumidor son las de cereales, por
lo que éstas son las que forman parte de este
estudio; la mayor parte se presentan como pro-
ductos en polvo para reconstituir con leche,
existiendo también preparados que ya incluyen
en su composición leche en polvo, por lo que se
reconstituyen con agua, así como fórmulas ya
Capítulo 1 29
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

preparadas y listas para tomar que se distribu-

yen en brik. Tarritos y platos Galletas Leches
preparados infantiles lactantes
En el mercado español también se encuen- 20 3 14
tran galletas infantiles, tanto galletas normales
como exentas de gluten, aunque hemos de decir
que son muy pocos los fabricantes de este tipo
de alimentos, lo que ha condicionado el número
de muestras estudiadas.
En cuanto a los tarritos infantiles, existe una
amplia variedad de productos y firmas comer-
ciales dedicados a su fabricación y comerciali- Papillas Leches
cereales continuación
zación, pudiendo encontrar preparados a base de 21 TOTAL 74 16
carne, pescados, verduras y frutas, con y sin glu-
ten. Sin embargo, en lo que a platos preparados Figura 1.1. Distribución y número de productos pertene-
se refiere, la comercialización, en cuanto a mar- cientes al Grupo 1. Preparados infantiles.
cas, es mucho más restringida, así como la
demanda por parte del consumidor.
Una vez finalizado este barrido de mercado, Metodología
se han seleccionado para su estudio aquellos
preparados infantiles que gozan de una mayor La metodología seguida en este estudio ha con-
comercialización y venta, quedando el conjunto sistido en recopilar todos los datos, especificacio-
muestral compuesto por un total de 74 produc- nes y cuantas observaciones figuraban en el eti-
tos, distribuidos, tal y como se refleja esquemá- quetado de los distintos productos que han sido
ticamente en la Figura 1.1. analizados. Con el fin de facilitar la recogida de
Para poder agrupar e identificar todas las toda esta información, se han elaborado una serie
muestras pertenecientes a este Grupo 1, en pri- de fichas, una para cada tipo de preparados. En
mer lugar, se han establecido un total de cinco
subgrupos, que engloban, leches para lactantes, Tabla 1.10. Nomenclatura productos dietéticos Grupo 1
leches de continuación, papillas de cereales, TIPO DE
galletas infantiles, tarritos y platos preparados. PRODUCTOS NUMERACIÓN
PRODUCTO
Dentro de cada subgrupo, cada preparado se ha
numerado independientemente, anteponiendo Leches para
– LL1-LL14
lactantes
la/s primera/s letra/s en mayúsculas, que corres-
ponden a sus primeras iniciales de denomina- Leches de
– LC1-LC16
continuación
ción de venta con el fin de identificarlo. La
numeración estipulada para cada tipo de pro- Normales P1-P13
Papillas de
ducto es la que se adjunta a continuación en la cereales Sin gluten P14-P21
Tabla 1.10.
El muestreo ha sido realizado durante los Galletas infantiles – G1-G3
meses de noviembre y diciembre del año 2000, Carne TC1-TC7
y enero y febrero del año 2001, habiéndose efec-
tuado en oficinas de farmacia, grandes superfi- Tarritos y platos Pescado TP1-TP5
cies, herbolarios, establecimientos de parafar- preparados
Fruta TF1-TF6
macia y de alimentación ecológica.
– PP1-PP2

30 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
concreto, para los alimentos pertenecientes a este
primer Grupo, se acompañan las Fichas 1.1a y
1.1b, relativas a «Preparados para lactantes y
Preparados de continuación», y las 1.2a y 1.2b,
referentes a «Alimentos a base de cereales y
Alimentos infantiles», las cuales se muestran en
las páginas siguientes. Como se puede observar,
en cada una de estas fichas aparecen diferencia-
das dos partes; por un lado, figuran todos los
datos comunes obligatorios referentes al etiqueta-
do general y, por otro, aparecen los datos comu-
nes obligatorios relativos al etiquetado nutricio-
nal. También se recogen una serie de menciones,
que sólo son específicas para algunos productos,
y que se cumplimentaban o no según procedía en
cada caso.
La formulación de estas fichas nos ha permi-
tido el acopio de datos, no solamente de forma
más rápida, sino también más ordenada y siste-
mática, respecto a las numerosas puntualizacio-
nes que marca la normativa para este extenso
grupo de preparados infantiles. Una vez cumpli-
mentadas estas fichas, una para cada producto,
se procedió a otorgarlas un código que servía
para su identificación y, a continuación, se fue-
ron transcribiendo todos los datos reflejados en
el etiquetado de cada preparado infantil a hojas
de cálculo tipo Excel, a fin de poder realizar el
correspondiente tratamiento estadístico de los
mismos. Con este tratamiento se pudo efectuar,
a partir de los datos consignados, tanto la valo-
ración del etiquetado (general y nutricional),
como la valoración nutricional.
Ello ha sido posible mediante la utilización
del programa informático SAS versión 8.0 para
Windows, que incluso nos ha permitido obte-
ner, a partir de esos datos, expresados en sus
unidades correspondientes, por 100 gramos o
100 mililitros de fórmula reconstituida (según
se trate de productos sólidos o líquidos), la can-
tidad de cada uno de los nutrientes que aporta
una ración estimada al día, al objeto de efectuar
la correspondiente valoración nutricional y
determinar, a partir de la misma, en qué propor-
ción se cubren los requerimientos nutricionales
de este colectivo infantil para los distintos
nutrientes.
El estudio comparativo de los resultados
obtenidos en la valoración nutricional de estos
productos, se ha efectuado teniendo como
modelo de referencia las ingestas recomendadas
de energía y nutrientes para la población espa-
ñola del CSIC, 1994, por considerar que éstas
son las más adecuadas al tratarse de productos
fabricados, en su mayor parte, en España, cuya
distribución y venta está destinada a satisfacer
las necesidades nutricionales de la población
infantil española. No obstante, también se ha
utilizado como modelo de referencia las
Raciones dietéticas recomendadas del National
Research Council, 1991, para el caso de aquellas
vitaminas y minerales, no contemplados en las
recomendaciones españolas, y cuyos conteni-
dos, en algunas muestras, excedían considera-
blemente del 100% de las cantidades diarias
recomendadas (CDR).
Capítulo 1 31
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

FICHA 1.1a.
PREPARADOS PARA LACTANTES Y PREPARADOS DE CONTINUACIÓN. ETIQUETADO GENERAL ESPECÍFICO

Grupo ..............................................................................................................................................................................
Tipo de producto...............................................................................................................................................................
Marca comercial...............................................................................................................................................................
Denominación venta..........................................................................................................................................................
Establecimiento.................................................................................................................. Fecha ...................................

Sí No

1. Denominación de venta .......................................................................................................................... † †

2. Ingredientes ........................................................................................................................................... † †
3. Indicación cuantitativa de ingredientes ..................................................................................................... † †
4. Cantidad neta ........................................................................................................................................ † †
5. Marcado de fechas ................................................................................................................................. † †
6. Condiciones especiales de conservación ................................................................................................... † †
7. Instrucciones para la correcta preparación ............................................................................................... † †
8. Advertencia sobre riesgos derivados de una preparación incorrecta .......................................................... † †
9. Representación gráfica relativa al método de preparación (opcional) ......................................................... † †
10. Lote ....................................................................................................................................................... † †
11. Identificación de la empresa .................................................................................................................... † †
12. Origen ................................................................................................................................................... † †
13. Todas las indicaciones aparecen en castellano .......................................................................................... † †
14. Figuran en el mismo campo visual: denominación de venta, cantidad neta y marcado de fechas .................. † †
15. Se incluyen términos prohibidos (humanizado, maternizado, etc.) así como dibujos o alusiones que idealicen
el producto ............................................................................................................................................. † †
16. Indicación para precisar que el producto es adecuado para la alimentación especial de los lactantes o niños
mayores de 4 meses, según proceda ........................................................................................................ † †
17. Indicación «Aviso importante: Superioridad de la lactancia materna, recomendado su uso por expertos»
(lactantes) .............................................................................................................................................. † †
18. Mención «preparado en atmósfera protectora» ........................................................................................ † †
19. Indicación relativa a: Si el producto se destina a niños de más de 4 meses y no está enriquecido con hierro,
las necesidades de éste deberán satisfacerse con otras fuentes adecuadas (lactantes) .................................. † †
20. Indicación relativa a: Apto sólo para niños > 4 meses, como parte de una dieta diversificada y no sustituto de
la leche materna en niños de < 4 meses ................................................................................................... † †

Observaciones:

32 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

FICHA 1.1b.
PREPARADOS PARA LACTANTES Y PREPARADOS DE CONTINUACIÓN. ETIQUETADO NUTRICIONAL ESPECÍFICO

Grupo ..............................................................................................................................................................................
Tipo de producto...............................................................................................................................................................
Marca comercial...............................................................................................................................................................
Denominación venta..........................................................................................................................................................
Establecimiento ......................................................................................... Fecha ............................ PVP .......................

Sí No % CDR

I. INFORMACIÓN NUTRICIONAL:
1. Energía disponible (kJ y kcal).................................................................................................... † †
2. Contenido en hidratos de carbono (numérica/100 ml) .............................................................. † †
3. Contenido en proteínas (numérica/100 ml) .............................................................................. † †
4. Contenido en grasa (numérica/100 ml) .................................................................................... † †
5. Cantidad media minerales (numérica/100 ml)...........................................................................
Sodio (mg): ........................................................................................................................ † †
Potasio (mg) ....................................................................................................................... † †
Cloro (mg) .......................................................................................................................... † †
*Calcio (mg) ....................................................................................................................... † † †
Fósforo (mg) ....................................................................................................................... † †
Magnesio (mg) ................................................................................................................... † †
*Hierro (mg) ....................................................................................................................... † † †
*Zinc (mg) .......................................................................................................................... † † †
*Cobre (mg) ....................................................................................................................... † † †
*Yodo (μg) .......................................................................................................................... † † †
*Selenio (μg) ...................................................................................................................... † † †
6. Cantidad media vitaminas (numérica/100 ml): .........................................................................
*A (μg) ............................................................................................................................... † † †
*D (μg) ............................................................................................................................... † † †
E (mg) ................................................................................................................................ † †
*B1 (tiamina) (mg) ............................................................................................................... † † †
*B2 (riboflavina) (mg) .......................................................................................................... † † †
*B3 (niacina) (mg) ............................................................................................................... † † †
*B6 (piridoxina) (mg) .......................................................................................................... † † †
*B12 (cianocobalamina) (μg) ............................................................................................... † † †
Biotina (μg) ........................................................................................................................ † †
Acido pantoténico (μg) ........................................................................................................ † †
*Acido fólico o folato (μg) ................................................................................................... † † †
*C (mg) .............................................................................................................................. † † †
K (μg) ................................................................................................................................ † †
7. Otros compuestos (en su caso) (numérica/100ml): ....................................................................
Colina (mg) ........................................................................................................................ † †
Inositol (mg) ....................................................................................................................... † †
Carnitina (mg) .................................................................................................................... † †
Taurina (mg) ...................................................................................................................... † †

II. INDICACIONES OPCIONALES:

8. Se indica la composición especial del producto (lactantes) ......................................................... † †
9. Utilización correcta del término adaptado (lactantes) (Proteína < 2,5 g/100 kcal; suero / caseína no
< 1) ....................................................................................................................................... † †
10. Se indica en los casos señalados (*) el % respecto a los valores de referencia (P. Continuación) .... † †
11. Relación Calcio/Fósforo no > 2 (P. Continuación) ...................................................................... † †
12. Manganeso (ambos) ............................................................................................................... † †
13. Otros aminoácidos de los señalados como obligatorios (ambos) ................................................ † †

Observaciones:

(*)
Consta el porcentaje de CDR según los valores de referencia incluidos en el Anexo VIII del RD 72/1998.

Capítulo 1 33
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

FICHA 1.2a.
ALIMENTOS A BASE DE CEREALES Y OTROS ALIMENTOS INFANTILES. ETIQUETADO GENERAL ESPECÍFICO

Grupo ..............................................................................................................................................................................
Tipo de producto...............................................................................................................................................................
Marca comercial...............................................................................................................................................................
Denominación venta..........................................................................................................................................................
Establecimiento.................................................................................................................. Fecha ...................................

Sí No

1. Denominación de venta .......................................................................................................................... † †

2. Ingredientes ........................................................................................................................................... † †
3. Indicación cuantitativa de ingredientes ..................................................................................................... † †
4. Cantidad neta ........................................................................................................................................ † †
5. Marcado de fechas ................................................................................................................................. † †
6. Condiciones especiales de conservación ................................................................................................... † †
7. Mención «Preparados en atmósfera protectora» ....................................................................................... † †
8. Instrucciones para la correcta preparación (en su caso) ............................................................................. † †
9. Advertencia sobre la importancia de ajustarse a dichas instrucciones ........................................................ † †
10. Lote ....................................................................................................................................................... † †
11. Identificación de la empresa .................................................................................................................... † †
12. Origen ................................................................................................................................................... † †
13. Se indica la edad a partir de la cual puede consumirse el producto ............................................................ † †
14. Dicha edad es como mínimo de 4 meses .................................................................................................. † †
15. Se indica la presencia o ausencia de gluten (en el caso de que la edad indicada para el consumo sea inferior
a 6 meses) ............................................................................................................................................. † †
16. Todas las indicaciones aparecen en castellano .......................................................................................... † †
17. Figuran en el mismo campo visual: denominación de venta, cantidad neta y marcado de fechas .................. † †

Observaciones:

34 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

FICHA 1.2b.
ALIMENTOS A BASE DE CEREALES Y OTROS ALIMENTOS INFANTILES. ETIQUETADO NUTRICIONAL ESPECÍFICO

Grupo ..............................................................................................................................................................................
Tipo de producto...............................................................................................................................................................
Marca comercial...............................................................................................................................................................
Denominación venta..........................................................................................................................................................
Establecimiento ......................................................................................... Fecha ............................ PVP .......................

Sí No % CDR

I. INFORMACIÓN NUTRICIONAL:
1. Energía disponible (kJ y kcal) ................................................................................................... † †
2. Contenido en hidratos de carbono (numérica/100 g o 100 ml) .................................................. † †
3. Contenido en proteínas (numérica/100 g o 100 ml) .................................................................. † †
4. Contenido en grasa (numérica/100 g o 100 ml) ....................................................................... † †
5. Cantidad media minerales (numérica/100 g o 100 ml) ..............................................................
Sodio (mg): ........................................................................................................................ † †
Potasio (mg) ....................................................................................................................... † †
*Calcio (mg) ....................................................................................................................... † † †
Fósforo (mg) ....................................................................................................................... † †
Magnesio (mg) ................................................................................................................... † †
*Hierro (mg) ....................................................................................................................... † † †
*Zinc (mg) .......................................................................................................................... † † †
*Cobre (mg) ....................................................................................................................... † † †
*Yodo (μg) .......................................................................................................................... † † †
*Selenio (μg) ...................................................................................................................... † † †
6. Cantidad media vitaminas (numérica/100 g o 100 ml): ............................................................
*A (μg) ............................................................................................................................... † † †
*D (μg) ............................................................................................................................... † † †
E (mg) ................................................................................................................................ † †
*B1 (tiamina) (mg) ............................................................................................................... † † †
*B2 (riboflavina) (mg) .......................................................................................................... † † †
*B3 (niacina) (mg) ............................................................................................................... † † †
*B6 (piridoxina) (mg) .......................................................................................................... † † †
*B12 (cianocobalamina) (μg) ............................................................................................... † † †
Biotina (μg) ........................................................................................................................ † †
Acido pantoténico (μg) ........................................................................................................ † †
*Acido fólico o folato (μg) ................................................................................................... † † †
*C (mg) .............................................................................................................................. † † †
K (μg) ................................................................................................................................ † †
7. Otros compuestos (en su caso) (numérica/100 g o 100 ml): ......................................................
Aminoácidos (mg)................................................................................................................ † † †
Colina (mg) ........................................................................................................................ † † †
Inositol (mg) ....................................................................................................................... † † †
Carnitina (mg) .................................................................................................................... † † †

II. INDICACIONES OPCIONALES:

8. Se indica en los casos señalados (*) el % respecto a los valores de referencia .............................. † † †
9. Las cantidades medias de los nutrientes se expresan en forma numérica por la cantidad de producto
propuesta para el comsumo ..................................................................................................... † † †

Observaciones:

(*)
Consta el porcentaje de CDR según los valores de referencia incluidos en el Anexo V del RD 490/1998.

Capítulo 1 35
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Resultados materia estipula la normativa, tanto general como

Los resultados obtenidos en este Capítulo se
presentan agrupados en dos bloques claramente
diferenciados, uno relativo a la valoración del
etiquetado de estos productos, tanto general
como nutricional, y otro referente a la evalua-
ción nutricional que se ha realizado en estos
preparados infantiles.
Los resultados correspondientes a la valora-
ción del etiquetado se han agrupado en un total
de seis Figuras y tres Tablas, desglosados de la
siguiente manera:
En las Figuras 1.2 a 1.5 se representa la valora-
ción del etiquetado general, según el grado de
cumplimiento de los datos obligatorios que en esta
específica de estos productos, quedando reseñados
los mismos en la leyenda que se adjunta en la parte
inferior de cada Figura. El orden establecido es el
siguiente:
• Figura 1.2. Preparados infantiles pertene-
cientes al Grupo 1. Valoración del etique-
tado general.
• Figura 1.3. Leches para lactantes y leches
de continuación. Valoración del etiquetado
general.
• Figura 1.4. Papillas de cereales y galletas
infantiles. Valoración del etiquetado general.
• Figura 1.5. Tarritos y platos preparados.
Valoración del etiquetado general.

15 68,92

14
13 87,84
12 95,95
11
10
Datos obligatorios

9
8
7
6
5
4
3 59,72
2
1
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% Respuesta

1. Denominación de venta 4. Cantidad neta 7. Uso 10. Empresa 13. Mismo campo visual
2. Lista de ingredientes 5. Marcado de fechas 8. Advertencia riesgos 11. Origen 14. Destino
3. Cuantificación de ingredientes 6. Conservación 9. Lote 12. Castellano 15. Atmósfera protectora

Figura 1.2. Preparados infantiles pertenecientes al Grupo 1. Valoración del etiquetado general.

36 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

LECHES PARA LACTANTES

100

90

80
70
57,14
% Respuesta

60
50,00
50
40

30
20

10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 6. Conservación 11. Empresa 16. Destino

2. Lista de ingredientes 7. Uso 12. Origen 17. Superioridad leche materna
3. Cuantificación de ingredientes 8. Advertencia riesgos 13. Castellano 18. Atmósfera protectora
4. Cantidad neta 9. Representación gráfica 14. Mismo campo visual 19. Niños de > 4 meses, complementar
5. Marcado de fechas 10. Lote 15. Términos prohibidos fuentes de hierro (productos no
enriquecidos)

LECHES DE CONTINUACIÓN
100

90
81,25 81,25
80
70
% Respuesta

60
50
40

30
20

10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 6. Conservación 11. Empresa 16. Destino

2. Lista de ingredientes 7. Uso 12. Origen 17. Superioridad leche materna
3. Cuantificación de ingredientes 8. Advertencia riesgos 13. Castellano 18. Atmósfera protectora
4. Cantidad neta 9. Representación gráfica 14. Mismo campo visual 19. Apto para niños de > 4 meses,
5. Marcado de fechas 10. Lote 15. Términos prohibidos debe formar parte de una dieta
diversificada

Figura 1.3. Leches para lactantes y leches de continuación. Valoración del etiquetado general.

Capítulo 1 37
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

PAPILLAS DE CEREALES
100
86,67
90

80
70
57,14
% Respuesta

60
50
40

30
20

10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 6. Conservación 11. Empresa 16. Destino: niños > 4 meses
2. Lista de ingredientes 7. Uso 12. Origen 17. Con o sin gluten
3. Cuantificación de ingredientes 8. Advertencia riesgos 13. Castellano 18. Atmósfera protectora
4. Cantidad neta 9. Representación gráfica 14. Mismo campo visual
5. Marcado de fechas 10. Lote 15. Términos prohibidos

GALLETAS INFANTILES
100

90

80
70
% Respuesta

60
50
40

30
20

10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Lote 13. Mismo campo visual

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Empresa 14. Destino
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Origen 15. Destino: niños > 4 meses
4. Cantidad neta 8. Advertencia riesgos 12. Castellano 16. Con o sin gluten

Figura 1.4. Papillas de cereales y galletas infantiles. Valoración del etiquetado general.

38 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

100
85,00
90

80
70
% Respuesta

60
50,00
50
40

30
20

10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Lote 13. Mismo campo visual

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Empresa 14. Destino
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Origen 15. Destino: niños > 4 meses
4. Cantidad neta 8. Advertencia riesgos 12. Castellano 16. Con o sin gluten

Figura 1.5. Tarritos y platos preparados. Valoración del etiquetado general.

Seguidamente, en las Tablas 1.11 a 1.13 se ción en cuanto a energía, nutrientes y

muestra la valoración del etiquetado nutricional, determinados términos obligatorios.
en todo lo relativo al grado de cumplimiento de • Tabla 1.12 Otros alimentos infantiles.
los requerimientos establecidos en la legislación Valoración del etiquetado nutricional.
aplicable a este tipo de productos, en cuanto a la Porcentaje de cumplimentación en cuanto
indicación de energía, ciertos nutrientes y deter- a energía, macronutrientes, minerales y
minados términos obligatorios, según el siguien- vitaminas liposolubles.
te orden: • Tabla 1.13. Otros alimentos infantiles.
Valoración del etiquetado nutricional.
• Tabla 1.11. Leches para lactantes y leches
Porcentaje de cumplimentación en cuanto
de continuación. Valoración del etiquetado
a vitaminas hidrosolubles.
nutricional. Porcentaje de cumplimenta-

Capítulo 1 39
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 1.11. Leches para lactantes y leches de continuación. Valoración del etiquetado nutricional. Porcentaje de
cumplimentación en cuanto a energía, nutrientes y determinados términos obligatorios

LECHES PARA LECHES DE LECHES PARA LECHES DE

PARÁMETROS PARÁMETROS
LACTANTES CONTINUACIÓN LACTANTES CONTINUACIÓN

Energía (kJ) 100 100 A (μg) 100 100

Energía (kcal) 100 100 D (μg) 100 100

Carbohidratos (g) 100 100 E (mg) 100 87,50

Proteínas (g) 100 100 K (μg) 100 100

Grasa (g) 100 100 B1 (mg) 100 100

Sodio (mg) 100 100 B 2 (mg) 100 100

Potasio (mg) 100 100 B3 (mg) 100 100

Cloro (mg) 100 100 B5 (mg) 100 100

Calcio (mg) 100 100 B6 (mg) 100 100

Fósforo (mg) 100 100 B8 (μg) 100 100

Magnesio (mg) 100 100 B9 (μg) 100 100

Hierro (mg) 100 100 B12 (μg) 100 100

Zinc (mg) 100 100 C (mg) 100 100

Cobre (mg) 100 93,75 Colina (mg) 100 100

Yodo (μg) 100 100 Inositol (mg) 100 100

Selenio (μg) 50,00 25,00 Carnitina (mg) 100 100

Ca / P < 2 _ 100 Taurina (mg) 76,92 100

Término _
80,00 Nucleótidos (mg) 50,00 100
adaptado

Composición _
especial 100

40 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

Tabla 1.12. Otros alimentos infantiles. Valoración del etiquetado nutricional. Porcentaje de cumplimentación en cuanto a
energía, macronutrientes, minerales y vitaminas liposolubles

Carbo-
Energía Energía Proteínas Grasa Sodio Fósforo Calcio Hierro A D E K
hidratos
PRODUCTO
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (mg) (mg) (mg) % CDR (mg) % CDR (µg) % CDR (µg) % CDR (mg) (µg)

Papillas
de 100 100 100 100 100 85,71 100 100 80,95 100 80,95 100 100 95,24 66,67 100 100
cereales

Galletas
100 100 100 100 100 100 100 100 33,33 100 33,33 100 100 100 100 100 100
infantiles

Tarritos y
platos pre- 100 100 100 100 100 90,00 * * * * * * * * * * *
parados

(*)
Datos facultativos que no se consignan en el etiquetado.

Tabla 1.13. Otros alimentos infantiles. Valoración del etiquetado nutricional. Porcentaje de cumplimentación en cuanto a
vitaminas hidrosolubles

B1 B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C

PRODUCTO
(mg) % CDR (mg) % CDR (mg) % CDR (mg) (mg) % CDR (µg) (µg) % CDR (μg) % CDR (mg) % CDR

Papillas
de 100 66,67 100 76,19 100 71,43 100 100 71,43 100 100 71,43 100 80,95 100 71,43
cereales

Galletas
100 66,67 100 66,67 100 66,67 100 100 66,67 100 100 100 100 100 100 66,67
infantiles

Tarritos y
platos pre- 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 * * 100 100 83,33 90,00
parados

(*)
Datos facultativos que no se consignan en el etiquetado.

Capítulo 1 41
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Los resultados relativos a la valoración
nutricional de los productos pertenecientes al
Grupo 1, se presentan en un total de doce Tablas
y seis Figuras.
Las Tablas 1.14, 1.15, 1.17, 1.18, 1.20, 1.21,
1.22 y 1.24, recogen toda la información refe-
rente a la cantidad de energía, macronutrientes,
vitaminas y minerales que aporta una ración dia-
ria estimada para cada producto. Asimismo, se
incluyen las Tablas 1.16, 1.19, 1.23 y 1.25 que,
comparativamente, reflejan los resultados obte-
nidos en este estudio, con las especificaciones
que establece la normativa aplicable a estos pro-
ductos y los requerimientos nutricionales.
El orden seguido ha sido el siguiente:
• Tabla 1.14. Leches para lactantes. Aporte
de energía, macronutrientes y minerales
según ración diaria estimada (850 ml).
• Tabla 1.15. Leches para lactantes. Aporte de
vitaminas lipo e hidrosolubles según ración
diaria estimada (850 ml).
• Tabla 1.16. Leches para lactantes. Estudio
comparativo de los datos obtenidos con las
especificaciones que marca la normativa y
los requerimientos nutricionales.
• Tabla 1.17. Leches de continuación. Aporte
de energía, macronutrientes y minerales
según ración diaria estimada (1l).
• Tabla 1.18. Leches de continuación.
Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles
según ración diaria estimada (1l).
42 Capítulo 1
• Tabla 1.19. Leches de continuación. Estudio
comparativo de los datos obtenidos con las
especificaciones que marca la normativa y
los requerimientos nutricionales.
• Tabla 1.20. Alimentos a base de cereales:
papillas. Aporte de energía, macronutrien-
tes y minerales según ración diaria estima-
da (dos papillas).
• Tabla 1.21. Alimentos a base de cereales:
papillas. Aporte de vitaminas lipo e hidro-
solubles según ración diaria estimada (dos
papillas).
• Tabla 1.22. Alimentos a base de cereales:
galletas infantiles. Aporte de energía,
macronutrientes, vitaminas y minerales
según ración diaria estimada (40 g).
• Tabla 1.23. Alimentos a base de cereales:
papillas y galletas infantiles. Estudio com-
parativo de los datos obtenidos con las
especificaciones que marca la normativa y
los requerimientos nutricionales.
• Tabla 1.24. Otros alimentos infantiles.
Aporte de energía, macronutrientes, vita-
minas y minerales según ración diaria esti-
mada (tarritos: 200 g; platos preparados:
300 g).
• Tabla 1.25. Otros alimentos infantiles.
Estudio comparativo de los datos obteni-
dos con las especificaciones que marca la
normativa y los requerimientos nutriciona-
les.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
Tabla 1.14. Leches para lactantes. Aporte de energía, macronutrientes y minerales según ración diaria estimada (850 ml)

Carbohi-
Energía Energía Proteínas Grasa Sodio Calcio Hierro Yodo Zinc Magnesio Cobre Selenio
MUESTRAS dratos
(kJ) (kcal) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (μg)
(g)

LL1 2.397,00 569,50 65,45 12,75 28,90 136,00 357,00 6,80 85,00 4,25 39,10 0,34 –

LL2 2.388,50 569,50 58,65 15,30 30,60 144,50 348,50 6,80 85,00 4,25 36,55 0,34 –

LL3 2.380,00 569,50 62,90 11,90 29,75 170,00 425,00 5,27 59,50 5,10 51,00 0,43 –

LL4 2.388,50 569,50 61,20 12,75 30,60 136,00 416,50 5,95 85,00 3,40 50,15 0,34 –

LL5 2.337,50 561,00 64,60 12,75 27,20 165,75 574,60 5,95 88,40 4,25 44,20 – –

LL6 2.507,50 595,00 71,40 14,45 28,05 195,50 450,50 4,51 102,00 4,51 48,45 0,34 12,75

LL7 2.414,00 578,00 58,65 13,60 31,45 165,75 430,95 7,31 33,15 4,00 62,90 0,44 12,16

LL8 2.431,00 582,25 57,80 13,60 32,30 165,75 430,95 7,31 33,15 4,00 62,90 0,44 12,16

LL9 2.507,50 595,00 68,00 13,60 29,75 161,50 484,50 6,80 69,70 3,40 46,75 0,23 8,50

LL10 2.380,00 569,50 63,75 13,60 28,90 202,30 437,75 6,80 56,10 3,40 62,05 0,31 6,80

LL11 2.405,50 575,45 59,50 11,90 31,45 153,00 382,50 6,80 85,00 5,78 45,90 0,37 14,45

LL12 2.388,50 569,50 61,20 12,75 30,60 195,50 497,25 6,80 55,25 4,25 50,15 0,38 –

LL13 2.380,00 569,50 63,75 11,90 29,75 161,50 459,00 4,25 85,00 4,25 42,50 0,34 16,15

LL14 2.652,00 637,50 74,89 15,30 30,60 328,10 – 9,35 63,75 5,10 86,70 0,42 –
Capítulo 1

–±m
x 2.425,53±80,47 579,34±19,44 63,70±4,99 13,30±1,14 29,99±1,39 166,57±64,54 454,14±83,34 6,48±1,27 70,43±21,05 4,28±0,69 52,09±12,96 0,36±0,06 11,85±3,24

(*)
Villa y Navarro, 1997; Villa et al., 1999.
43
44

Tabla 1.15. Leches para lactantes. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles según ración diaria estimada (850 ml)
Capítulo 1

A D E K B1 B2 B3 B6 B9 B12 C
MUESTRAS
(μg) (μg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (mg)

LL1 603,50 8,50 6,80 45,90 0,40 0,85 5,95 0,43 51,00 1,70 56,95

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

LL2 603,50 8,50 6,80 45,90 0,40 0,85 5,95 0,43 51,00 1,70 56,95

LL3 493,00 11,90 7,40 42,50 0,37 0,77 6,46 0,33 85,00 0,85 72,25

LL4 527,00 9,35 5,10 25,50 0,34 0,43 5,95 0,34 93,50 1,70 68,00

LL5 514,25 8,50 5,10 25,50 0,33 0,44 5,95 0,33 85,85 1,70 66,30

LL6 714,00 11,90 6,80 41,65 0,34 0,88 5,95 0,34 85,00 4,25 68,00

LL7 493,00 9,95 4,93 32,56 0,45 0,49 5,53 0,33 33,15 0,85 137,70

LL8 493,00 9,95 4,93 32,56 0,45 0,49 5,53 0,33 33,15 0,85 137,70

LL9 527,00 8,50 17,85 46,75 0,59 0,70 6,80 0,94 46,75 2,55 59,50

LL10 493,85 7,65 5,95 56,10 0,39 1,23 5,95 0,28 39,10 0,85 56,10

LL11 510,00 8,76 7,99 45,90 0,46 0,81 5,78 0,35 93,50 1,70 68,85

LL12 497,25 11,90 8,50 55,25 0,60 0,97 10,83 0,85 121,55 1,70 55,25

LL13 714,00 11,90 9,35 42,50 0,34 0,85 6,80 0,34 85,00 1,70 68,00

LL14 612,00 9,61 7,65 38,25 – – – 0,51 51,00 1,70 108,38

–±m
x 556,81±79,58 9,78±1,53 7,51±7,29 41,20±9,49 0,42±0,09 0,75±0,23 6,33±1,37 0,44±0,20 68,18±27,65 1,70±0,88 77,14±28,85
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

Tabla 1.16. Leches para lactantes. Estudio comparativo de los datos obtenidos con las especificaciones que marca
la normativa y los requerimientos nutricionales

LEGISLACIÓN (1) RESULTADOS % CDR

PARÁMETROS
(Ración estimada
Mínimo/ Máximo/ Valores de
(100 kcal) 850 ml) (2) (3)
100 kcal 100 kcal referencia
( –x±D.E.M.)

Carbohidratos (g) 7,00 14,00 – 11,00 63,70 ± 1,33 – –

Proteínas (g) 1,80 3,00 – 2,30 13,30 ± 0,30 – –

Grasa (g) 4,40 6,50 – 5,18 29,99 ± 0,37 95,00 –

Sodio (mg) 20,00 60,00 – 28,75 177,23 ± 12,85 138,81 –

Calcio (mg) 50,00 – 400,00 78,39 454,15 ± 22,27 90,83 113,54

Hierro (mg) 0,50 1,50 6,00 1,12 6,48 ± 0,34 92,57 108,00

Yodo (μg) 5,00 – 70,00 12,16 70,43 ± 5,63 201,23 100,61

Zinc (mg) 0,50 1,50 4,00 0,74 4,28 ± 0,18 142,67 107,00

Magnesio (mg) 5,00 1,50 – 8,99 52,09 + 3,46 86,82 –

Cobre (mg) 0,02 0,08 0,40 0,06 0,36 ± 0,02 72,00 90,00

Selenio (µg) _ 3,00 10,00 2,05 11,85 ± 0,87 118,50 118,50

A (µg) 60,00 180,00 400,00 95,08 556,81 ± 21,27 123,74 139,20

D (µg) 1,00 2,50 10,00 1,69 9,78 ± 0,41 97,80 97,80

E (mg) 0,50 – – 1,30 7,51 ± 0,88 125,16 –

K (µg) 4,00 – – 7,11 41,20 ± 2,54 824,00 –

B1 (mg) 0,04 – 0,50 0,07 0,42 ± 0,02 140,25 84,00

B2 (mg) 0,06 – 0,80 0,13 0,75 ± 0,06 187,76 93,75

B3 (mg) 0,80 – 9,00 1,09 6,33 ± 0,37 158,37 70,33

B6 (mg) 0,04 – 0,70 0,08 0,44 ± 0,05 146,66 62,85

B9 (µg) 4,00 – 100,00 11,77 68,18 ± 7,39 170,45 68,18

B12 (µg) 0,10 – 0,70 0,29 1,70 ± 0,24 566,67 242,86

C (mg) 8,00 – 25,00 13,32 77,14 ± 7,71 154,28 308,56

(1)
Real Decreto 72 / 1998, de 23 de enero, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-sanitaria específica de los preparados para lactantes
y preparados de continuación.
(2)
Porcentaje de Cantidad Diaria Recomendada según requerimientos nutricionales.
(3)
Porcentaje de Cantidad Diaria Recomendada según valores de referencia legislados.

Capítulo 1 45
46

Tabla 1.17. Leches de continuación. Aporte de energía, macronutrientes y minerales según ración diaria estimada (1 l)
Capítulo 1

Carbohi-
Energía Energía Proteínas Grasa Sodio Calcio Hierro Yodo Zinc Magnesio Cobre Selenio
MUESTRAS dratos
(kJ) (kcal) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (μg)
(g)

LC1 2859,75 686,75 80,98 22,55 29,73 328,00 830,25 11,28 143,50 8,20 74,83 0,82 –

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

LC2 2859,75 686,75 80,98 22,55 29,73 328,00 830,25 11,28 143,50 8,20 76,88 0,82 7,18

LC3 3177,50 758,50 94,30 18,45 33,83 287,00 820,00 10,25 82,00 7,18 85,08 0,72 –

LC4 3187,75 758,50 92,25 21,53 33,83 307,50 891,75 12,30 127,10 6,15 92,25 0,72 –

LC5 3228,75 768,75 92,25 19,48 35,88 287,00 1117,25 12,30 127,10 7,18 82,00 0,62 –

LC6 3085,25 738,00 89,18 19,48 33,83 297,25 943,00 12,30 123,00 8,20 69,70 – 15,38

LC7 2880,25 686,75 81,90 21,63 30,14 287,00 753,38 9,23 43,05 5,13 81,80 0,14 –

LC8 2880,25 686,75 81,90 21,63 30,14 287,00 753,38 9,23 43,05 5,13 81,80 0,14 –

LC9 3044,25 727,75 87,13 20,50 32,80 389,50 850,75 12,30 112,75 4,10 74,83 0,45 5,13

LC10 3075,00 738,00 85,08 24,60 32,80 433,58 922,50 11,28 76,88 4,10 84,05 0,43 –

LC11 2900,75 688,80 82,00 22,55 30,75 338,25 803,60 12,30 55,35 6,97 75,85 0,51 –

LC12 3023,75 717,50 82,00 18,45 34,85 276,75 902,00 13,33 112,75 5,13 63,55 0,51 15,38

LC13 3105,75 738,00 92,25 19,99 32,80 328,00 738,00 14,35 110,70 6,15 72,78 0,65 –

LC14 2931,50 697,00 79,95 27,68 29,73 399,75 1086,50 9,23 107,63 6,15 92,25 0,62 –

LC15 3013,50 697,00 75,85 20,50 34,85 323,90 824,10 11,28 71,75 12,30 92,25 0,36 –

LC16 3126,25 748,25 89,59 18,45 34,95 415,13 999,38 11,28 76,88 6,15 123,00 0,48 –
–±m
x 3.023,75±25,26 720,19±30,14 85,47±5,55 21,25±2,46 32,54±2,18 332,10±50,49 879,13±112,60 11,47±1,46 97,31±33,50 6,65±2,01 82,68±13,53 0,53±0,21 10,76±5,39
 Tabla 1.18. Leches de continuación. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles según ración diaria estimada (1 l)

PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

A D E K B1 B2 B3 B6 B9 B12 C
MUESTRAS
(μg) (μg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (mg)

LC1 820,00 15,38 8,20 – 1,03 1,59 18,45 1,38 205,00 1,03 68,68

LC2 820,00 15,38 8,20 31,78 1,03 1,59 18,45 1,38 205,00 1,03 68,68

LC3 748,25 19,48 8,92 55,35 0,72 1,15 8,92 0,45 109,68 1,54 102,50

LC4 635,50 10,25 6,15 30,75 0,51 1,64 7,18 0,51 112,75 2,05 92,25

LC5 645,75 10,25 – – – 1,64 – – – 2,05 92,25

LC6 861,00 19,48 – – – – – – – 5,13 84,05

LC7 645,75 12,81 5,74 42,33 0,58 0,65 7,18 0,43 43,05 1,13 179,38

LC8 645,75 12,81 5,74 42,33 0,59 0,65 7,18 0,43 43,05 1,13 179,38

LC9 666,25 11,28 22,55 59,45 0,75 0,89 9,23 1,19 59,45 3,08 74,83

LC10 676,50 11,28 8,20 76,88 0,53 1,69 8,20 0,38 54,33 2,05 76,88

LC11 615,00 10,25 9,64 55,35 0,55 1,03 6,97 0,62 102,50 2,05 82,00

LC12 656,00 19,48 11,28 51,25 0,41 1,03 8,20 0,41 102,50 1,64 82,00

LC13 645,75 15,38 8,20 73,80 0,82 1,54 15,38 1,23 174,25 3,08 73,80

LC14 676,50 15,38 6,15 46,13 0,77 2,26 13,84 1,08 153,75 4,92 56,38
Capítulo 1

LC15 563,75 12,30 14,35 – 0,51 0,92 1,03 0,51 61,50 1,03 102,50

LC16 738,00 11,58 9,23 46,13 0,51 0,92 6,36 0,62 61,50 2,05 130,69

–±m
x 691,23±82,93 13,92±3,33 9,47±4,43 50,96±14,38 0,67±0,19 1,28±0,46 9,75±4,97 0,76±0,39 106,31±57,74 2,18±1,29 96,64±36,62
47
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 1.19. Leches de continuación. Estudio comparativo de los datos obtenidos con las especificaciones que marca
la normativa y los requerimientos nutricionales

LEGISLACIÓN (1) RESULTADOS % CDR

PARÁMETROS Mínimo/ Valores Por gramo (Ración

Mínimo/ Máximo/
gramo de de (100 kcal) de estimada 1 l) (2) (3)
100 kcal 100 kcal – ± D.E.M.)
proteína referencia proteína (x

Carbohidratos (g) 7,00 14,00 – – 11,87 – 85,47 ± 1,39 – –

Proteínas (g) 2,25 4,50 – – 2,95 – 21,25 ± 0,61 106,25 –

Grasa (g) 3,30 6,50 – – 4,53 – 32,59 ± 0,55 – –

Sodio (mg) – – 15,00 – – 15,63 332,10 ± 2,62 166,05 –

Calcio (mg) – – 35,00 400,00 – 41,37 879,13±28,15 146,52 219,78

Hierro (mg) 1,00 2,00 – 6,00 1,59 – 11,47 ± 0,37 163,86 191,17

Yodo (µg) 5,00 – – 70,00 13,51 – 97,31 ± 8,38 216,24 139,01

Zinc (mg) 0,50 – – 4,00 0,92 – 6,65 ± 0,50 133,00 166,25

Magnesio (mg) – – 3,50 – – 3,89 82,68 ± 3,38 97,27 –

Cobre (4) (mg) – – 0,06 0,40 – 0,02 0,53 ± 0,05 81,53 132,50

A (µg) 60,00 180,00 – 400,00 95,98 – 691,23 ± 0,73 153,60 172,50

D (µg) 1,00 3,00 – 10,00 1,93 – 13,92 ± 0,83 139,20 139,22

E (mg) 0,50 – – – 1,31 – 9,47 ± 1,11 157,83 –

C (mg) 8,00 – – 25,00 13,42 – 96,64 ± 9,16 193,28 386,56

(1)
Real Decreto 72 / 1998, de 23 de enero, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-sanitaria específica de los preparados para lactantes
y preparados de continuación.
(2)
Porcentaje de Cantidad Diaria Recomendada según requerimientos nutricionales.
(3)
Porcentaje de Cantidad Diaria Recomendada según valores de referencia legislados.
(4)
Raciones dietéticas recomendadas (National Research Council, 1991).

48 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
Tabla 1.20. Alimentos a base de cereales: papillas. Aporte de energía, macronutrientes y minerales según ración diaria estimada (dos papillas)

Carbohi-
TIPO DE Energía Energía Proteínas Grasa Sodio Calcio Fósforo Hierro
MUESTRAS Gramos dratos
PAPILLA (kJ) (kcal) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (mg)
(g)

P1 55 876,15 206,25 45,21 4,90 0,66 3,30 88,00 – 10,18

N
P2 90 1.577,70 373,50 61,20 13,95 8,10 126,00 378,00 – 6,75

P3 55 885,50 208,45 46,86 4,40 0,39 16,50 66,00 – 10,18

O
P4 65 1.064,70 254,80 57,20 3,51 1,30 7,80 104,00 110,50 –

R P5 90 1.531,80 366,30 59,40 15,12 7,56 180,00 540,00 414,00 –

P6 65 1.035,45 243,75 53,95 5,27 0,78 65,00 221,00 – 7,80

M
P7 70 1.132,60 266,70 58,10 7,00 0,70 – 297,50 – 4,90

P8 55 896,50 213,95 45,82 6,38 0,61 – – – 3,96

A
P9 70 1.104,60 259,70 57,05 5,95 0,91 17,50 206,50 159,60 5,25

L P10 70 1.104,60 259,70 57,05 5,95 0,91 14,63 206,50 159,60 5,25

P11 75 1.229,25 289,50 62,85 6,53 1,35 23,25 221,25 171,00 8,25
E
P12 55 867,90 204,05 44,83 4,68 0,72 13,75 162,25 125,40 4,13
Capítulo 1

P13 40 598,00 143,20 28,32 4,48 1,32 5,20 – – –

S
x–±m 1.027,29±335,53 253,07±64,03 52,14±9,57 6,78±3,59 1,95±2,63 42,99±58,13 226,45±138,28 190,02±112,1 6,66±2,34
49
50
Capítulo 1

Tabla 1.20. Alimentos a base de cereales: papillas. Aporte de energía, macronutrientes y minerales según ración diaria estimada (dos papillas)

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

(Continuación)

Carbohi-
TIPO DE Energía Energía Proteínas Grasa Sodio Calcio Fósforo Hierro
MUESTRAS Gramos dratos
PAPILLA (kJ) (kcal) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (mg)
(g)

P14 55 894,85 210,65 48,24 3,63 0,33 1,65 60,50 – 7,98

P15 90 803,50 192,00 43,00 3,10 0,85 15,00 85,00 90,00 –

P16 65 1.052,35 247,65 59,89 3,84 0,85 65,00 208,00 – 6,50

P17 65 992,55 240,50 54,73 3,97 0,65 13,00 221,00 263,25 6,50
SIN
P18 70 1.146,60 270,20 61,74 4,20 0,70 14,00 290,50 – 4,90
GLUTEN
P19 55 909,15 216,70 49,06 3,03 0,94 – – – 3,58

P20 55 866,25 204,05 46,37 3,41 0,55 11,00 162,25 125,40 4,13

P21 65 1.023,75 241,15 54,80 4,03 0,65 13,00 191,75 148,20 4,88

x–±m 961,13±112,49 227,86±26,17 47,23±12,50 3,65±0,44 0,69±0,19 18,95±20,79 174,14±79,78 156,71±79,45 5,49±1,55
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
Tabla 1.21. Alimentos a base de cereales: papillas. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles según ración diaria estiamada (dos papillas)

TIPO DE A D E K B1 B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C
MUESTRAS Gramos
PAPILLA (μg) (μg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (μg) (mg)

P1 55 115,50 3,47 2,75 – 0,28 – 4,40 – – 20,35 10,45 – 35,75

N
P2 90 278,10 4,50 – – 0,81 0,27 3,60 – 0,27 22,50 – 0,68 31,50

P3 55 115,50 3,47 2,75 – 0,28 – 4,40 – – 20,35 10,45 – 35,75

O
P4 65 273,00 4,88 3,25 16,25 0,39 – 3,25 1,63 0,23 8,13 32,50 – 19,50

R P5 90 229,50 4,50 2,70 13,50 1,17 0,29 2,70 1,80 0,27 6,75 27,00 0,99 27,00

P6 65 224,90 8,26 1,10 6,37 0,44 – 5,01 1,04 0,33 – 26,65 – 28,60
M
P7 70 315,00 5,25 3,08 28,00 0,35 0,42 4,20 1,96 0,56 10,50 28,00 1,40 35,00

P8 55 201,85 4,18 1,87 34,16 0,30 0,26 3,85 1,28 0,14 8,36 20,90 0,30 17,82
A
P9 70 262,50 5,25 2,80 – 0,28 0,42 4,90 2,10 0,42 10,50 49,00 0,35 17,50

L P10 70 262,50 5,25 2,80 – 0,28 0,42 4,90 2,10 0,42 10,50 49,00 0,35 17,50

P11 75 262,50 5,63 3,75 – 0,38 0,45 3,75 3,00 0,45 15,00 30,00 0,30 37,50
E
P12 55 206,25 4,13 2,20 – 0,22 0,33 3,85 1,65 0,33 8,25 38,50 0,28 –
Capítulo 1

P13 40 – – – – 0,20 – – – – – – – –
S
x–±m 228,93±61,90 4,90±1,27 2,69±0,69 19,66±11,25 0,44±0,29 0,36±0,08 4,07±0,70 1,84±0,56 0,34±0,12 12,84±5,72 29,31±12,91 0,58±0,42 27,58±8,17
51
 Tabla 1.21. Alimentos a base de cereales: papillas. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles según ración diaria estimada (dos papillas) (Continuación)
52

TIPO DE A D E K B1 B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C
MUESTRAS Gramos
PAPILLA (μg) (μg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (μg) (mg)

P14 55 115,50 3,47 2,75 – 0,28 – 4,40 – 0,08 20,35 10,45 – 35,75
Capítulo 1

P15 50 210,00 3,75 2,50 12,50 0,30 – 2,50 1,25 0,18 6,25 25,00 – 15,00

P16 65 224,90 8,26 1,10 6,37 0,44 – 4,88 1,04 0,33 – 26,65 – 28,60

SIN

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

P17 65 243,75 4,88 2,60 – 0,26 0,33 3,90 1,95 0,39 9,75 22,75 0,33 22,75

GLUEN P18 70 315,00 5,25 3,08 28,00 0,35 0,42 4,20 1,96 0,56 10,50 28,00 1,40 35,00

P19 55 201,85 4,18 1,87 34,16 0,30 0,26 3,85 1,28 0,14 8,36 20,90 0,30 17,82

P20 55 206,25 4,13 2,20 – 0,22 0,33 3,85 1,65 0,33 8,25 38,50 0,28 13,75

P21 65 243,75 4,88 2,60 – 0,26 0,39 4,55 1,95 0,39 9,75 45,50 0,33 16,25

x–±m 220,13±55,70 4,85±1,51 2,34±0,62 20,26±12,90 0,30±0,07 0,35±0,06 4,02±0,71 1,58±0,39 0,30±0,16 10,46±4,58 27,22±10,75 0,52±0,49 23,12±8,94

Tabla 1.22. Alimentos a base de cereales: galletas infantiles. Aporte de energía, macronutrientes, vitaminas y minerales según ración diaria
estimada (40 g)

Carbohi- Vitamina Vitamina Vitamina Vitamina

Energía Energía Proteínas Grasa Sodio Calcio Hierro
MUESTRA dratos B1 B2 B3 B6
(kJ) (kcal) (g) (g) (mg) (mg) (mg)
(g) (mg) (mg) (mg) (mg)

G1 694,80 164,40 29,28 3,40 3,76 80,00 200,00 3,20 0,20 0,24 2,40 0,20

G2 740,80 175,60 30,72 2,24 4,88 80,00 124,00 20,00 0,19 0,12 1,44 0,14

G3 722,40 171,20 29,00 4,28 4,24 144,00 80,00 0,80 0,17 0,08 0,92 0,08

x–±m 719,33±23,15 170,40±5,64 29,67±0,92 3,31±1,02 4,29±0,56 101,33±36,36 134,67±60,70 8,00±10,46 0,19±0,01 0,15±0,08 1,59±0,75 0,14±0,06
 Tabla 1.23. Alimentos elaborados a base de cereales: papillas y galletas infantiles. Estudio comparativo de los datos obtenidos con las
especificaciones que marca la normativa y los requerimientos nutricionales.

LEGISLACION (1) RESULTADOS % CDR

PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

(Ración estimada)(2) Galletas
(100 kcal) –± D.E.M.) Papillas
PARÁMETROS Valores (x infantiles
Máximo/
de
100 kcal
referencia Galletas Galletas
Papillas Papillas (3) (4) (3) (4)
infantiles infantiles

Carbohidratos (g) – – 20,65 17,41 50,27 ± 2,35 29,67 ± 0,53 – – – –

Proteínas(5) (g) 5,50 – 2,30 1,94 5,59 ± 0,70 3,31 ± 0,59 – – – –

Grasa (g) 3,30 – 0,60 2,52 1,47 ± 0,47 4,29 ± 0,32 – – – –

Sodio (mg) 100,00 – 13,81 59,47 33,64 ± 10,43 101,33 ± 21,33 16,84 – 50,65 –

Calcio (mg)
(6)
(180,00-100,00) 400,00 84,65 79,03 206,11 ± 25,99 134,67 ± 35,05 34,35 51,53 22,44 33,67

Hierro (mg) 3,00 6,00 2,53 4,69 6,18 ± 0,45 8,00 ± 6,04 88,28 103,00 114,28 133,33

A (µg) 180,00 400,00 92,58 – 225,41 ± 12,69 – 50,09 56,35 – –

E (mg) 3,00 – 1,04 – 2,54 ± 0,14 – 42,33 – – –

B1 (mg) 0,50 0,50 0,15 0,11 0,38 ± 0,05 0,19 ± 0,01 95,00 76,00 47,50 38,00

B2 (mg) 0,40 0,80 0,14 0,09 0,35 ± 0,02 0,15 ± 0,05 58,84 43,75 25,00 18,75

B3 (mg) 4,50 9,00 1,66 0,93 4,05 ± 0,15 1,59 ± 0,43 67,50 45,00 26,50 17,67

B5 (mg) 1,50 – 0,71 – 1,73 ± 0,11 – 57,66 – – –

B6 (mg) 0,35 0,70 0,13 – 0,32 ± 0,03 0,14 ± 0,03 64,00 45,71 28,00 20,00

B8 (µg) 10,00 – 4,89 – 11,91 ± 1,16 – 79,41 – – –

B9 (µg) 50,00 100,00 11,67 – 28,43 ± 2,57 – 47,39 28,43 – –

Capítulo 1

B12 (µg) 0,35 0,70 0,23 – 0,56 ± 0,09 – 186,67 80,00 – –

C (mg) 25,00 25,00 10,55 – 25,70 ± 1,87 – 51,40 102,80 – –

(1)
Orden de 14 de julio de 1999, por la que se actualizan los anexos del Real Decreto 490/1998, de 27 de marzo, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-
Sanitaria específica de los alimentos a base de cereales y alimentos infantiles para lactantes y niños de corta edad.
(2)
Ración estimada: dos papillas; 40 g para las galletas.
(3)
Porcentaje de Cantidad Diaria Recomendada según requerimientos nutricionales.
(4)
Porcentaje de Cantidad Diaria Recomendada según valores de referencia legislados.
53

(5)
Para las proteínas, la normativa establece, además del valor máximo/100 kcal, los valores mínimos de 2 g/100 kcal, para las papillas de cereales y de 1,5 g/
100 kcal, para las galletas infantiles.
(6)
180 mg para las papillas; 100 mg para las galletas infantiles.
54

Tabla 1.24. Otros alimentos infantiles. Aporte de energía, macronutrientes, vitaminas y minerales según ración diaria estimada (tarritos: 200 g y platos
Capítulo 1

preparados: 300 g)

Energía Energía Carbohidratos Proteínas Grasa Sodio Vitamina C

PRODUCTO MUESTRAS
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (mg) (mg)

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

TC1 712,00 170,00 14,80 10,20 8,80 120,00 –

TC2 754,00 180,00 22,20 8,40 6,40 300,00 –

TC3 608,00 144,00 14,00 9,20 5,80 – –

TARRITOS TC4 608,00 144,00 14,00 9,20 5,80 230,00 –

DE
CARNE TC5 600,00 144,00 15,00 6,80 6,20 280,00 –

TC6 378,00 90,00 14,80 5,20 1,00 20,00 –

TC7 484,00 114,00 16,20 6,20 2,80 20,00 –

x– ± m 592,00±128,24 140,86±30,87 15,86±2,89 7,89±1,84 5,26±2,57 161,67±126,24 –

TP1 668,00 160,00 17,80 10,20 5,20 136,00 –

TP2 594,00 142,00 17,60 7,40 4,60 260,00 –

TARRITOS TP3 600,00 142,00 16,40 7,20 5,40 – –

DE
PESCADO TP4 600,00 142,00 16,40 7,20 5,40 220,00 –

TP5 514,00 122,00 17,60 7,40 2,40 240,00 –

x– ± m 599,00±101,25 141,60±13,45 17,16±0,70 7,88±1,30 4,60±1,27 214,00±54,50 –

 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
Tabla 1.24. Otros alimentos infantiles. Aporte de energía, macronutrientes, vitaminas y minerales según ración diaria estimada (tarritos: 200 g y platos
preparados: 300 g) (Continuación)

Energía Energía Carbohidratos Proteínas Grasa Sodio Vitamina C

PRODUCTO MUESTRAS
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (mg) (mg)

TF1 732,00 172,00 40,00 2,60 0,20 4,00 70,00

TF2 694,00 166,00 39,80 1,00 0,20 40,00 70,00

TF3 666,00 156,00 37,60 1,20 0,20 26,00 50,00

TARRITOS
DE TF4 666,00 156,00 37,60 1,20 0,20 26,00 50,00
FRUTA
TF5 502,00 118,00 27,40 1,20 0,40 20,00 26,00

TF6 576,00 136,00 31,40 1,60 0,40 20,00 –

x– ± m 639,33±84,70 150,67±20,15 35,63±5,10 1,47±0,59 0,27±0,10 22,67±11,71 53,20±18,20

PP1 966,00 228,00 33,00 11,40 5,70 357,00 –

PLATOS
PP2 1050,00 249,00 36,00 11,40 6,60 525,00 –
PREPARADOS
x– ± m 1.008,00±59,40 238,50±14,85 34,50±2,12 11,40±0,00 6,15±0,64 441,00±18,79 –
Capítulo 1
55
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 1.25. Otros alimentos infantiles. Estudio comparativo de los datos obtenidos con las especificaciones que marca
la normativa y los requerimientos nutricionales.

% CDR según % CDR

LEGISLACIÓN (*) RESULTADOS según
requerimientos nutricionales
PARÁMETROS PRODUCTO valores de
Máximo/ Valores de (Ración estimada)** Niños/as Niños/as referencia
(100 kcal)
100 kcal referencia ( –x ± D.E.M.) 0,5-1 años 1-3 años legislados

TC _ 15,86 ± 1,09 _ _ _

Hidratos de TP – – 17,16 ± 0,31 – – –

Carbono _
(e)
(g) TF (a) 17,82 35,63 ± 2,08 – – –

PP – – 34,50 ± 1,50 – – –

TC (b) 5,60 7,89 ± 0,70 39,45 34,30 –

Proteínas TP (b) 5,56 7,88 ± 0,58 39,40 34,26 –

_
(g)
TF – 0,98 1,47 ± 0,24 7,35 6,39 –

PP (c) 4,78 11,40 ± 0,00 57,00 49,57 -–

TC 6,00 3,73 5,26 ± 0,97 – – –

Grasa TP 4,50 3,24 4,60 ± 0,57 – – –

_
(g)
TF – 0,18 0,27 ± 0,04 – – –

PP 4,50 2,58 6,15 ± 0,45 – – –

TC 200,00 114,77 161,67 ± 47,71 80,84 53,89 –

Sodio TP 200,00 151,12 214,00 ± 24,37 107,00 71,33 –

_
(mg)
TF 200,00 15,04 22,67 ± 4,78 11,34 7,56 –

PP 200,00 184,91 441,00 ± 84,00 220,50 147,00 –

TC (d) – – – – –

Vitamina C TP (d) – – – – –
25,00
(mg)
TF 125,00 35,31 53,20 ± 7,43 106,40 96,72 212,80

PP (d) – – – – –

(*)
Orden de 14 de julio de 1999, por la que se actualizan los anexos del Real Decreto 490/1998, de 27 de marzo, por el que se aprueba la Re-
glamentación Técnico-Sanitaria específica de los alimentos a base de cereales y alimentos infantiles para lactantes y niños de corta edad.
(**)
Ración estimada: 200 g para tarritos y 300 g para platos preparados.
(a)
La normativa establece para los preparados a base de fruta, un valor máximo de 20 g/100 g de producto.
(b)
La normativa establece para los preparados a base de carne y pescado, en cuya preparación éstos se citan en primer lugar, un mínimo de 4 g de
proteína/100 kcal.
(c)
La normativa establece para los preparados en cuya denominación no se menciona la carne, el pescado u otra fuente proteica, un mínimo de 3 g
de proteína/100 kcal.
(d)
La indicación del contenido en vitamina C es únicamente obligatoria en los tarritos de fruta.
(e)
Resultado expresado por 100 g de producto, según normativa.

56 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
Asimismo, se adjuntan un total de seis
Figuras en las que están representados los por-
centajes de cantidad diaria recomendada (CDR)
para niños/as de 0 a 3 años, cubiertos por una
ración media estimada al día para cada tipo de
producto estudiado. El orden establecido es el
siguiente:
• Figura 1.6. Leches para lactantes.
Porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) para niños/as de 0-0,5 años cubier-
ta por una ración estimada/día (850 ml).
• Figura 1.7. Leches de continuación.
Porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) para niños/as de 0,5-1 año cubierta
por una ración estimada/día (1 l).
• Figura 1.8. Papillas de cereales. Porcentaje
de cantidad diaria recomendada (CDR) para
niños/as de 0,5-1 año cubierta por una ración
estimada/día (dos papillas: 63,57 g).
• Figura 1.9. Galletas infantiles. Porcentaje
de cantidad diaria recomendada (CDR)
para niños/as de 0,5-1 año cubierta por una
ración estimada/día (40 g).
• Figura 1.10. Tarritos y platos preparados.
Porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) para niños/as de 0,5-1 año cubierta
por una ración estimada/día (200 y 300 g,
respectivamente).
• Figura 1.11. Tarritos y platos preparados.
Porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) para niños/as de 1-3 años cubierta
por una ración estimada/día (200 y 300 g,
respectivamente).
Por último, se incluye la Figura 1.12 en la
que se ha establecido el perfil calórico de cada
uno de estos preparados, representando el por-
centaje de kilocalorías que aportan los carbohi-
dratos, grasas y proteínas.
Capítulo 1 57
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

566,67 824,01
300

201,22 187,76
200
158,37 170,46
154,28
142,68 146,66
% 140,25
123,74 125,16
97,75
100 89,13 94,97 90,83 92,55 86,82

B12 (mcg)
Ca (mg)

A (mcg)
B3 (mg)
Fe (mg)

B2 (mg)

B6 (mg)

D (mcg)
C (mg)

K (mcg)
B1 (mg)
Energía (kcal)

I (mcg)

Zn (mg)

Mg (mg)

E (mg)
B9 (mcg)
Proteínas (g)

Minerales Vitaminas

Figura 1.6. Leches para lactantes. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para niños/as de 0-0,5 años cubierta por
una ración estimada/día (850 ml).

726,66 509,60
300

216,25 213,33
193,28
200
177,18
163,82 167,50 162,54
152,00 153,61 157,83
146,52
% 132,99 139,20

106,25 97,27
100
75,81

0
Proteínas (g)

Mg (mg)

B3 (mg)

B6 (mg)

B9 (mcg)

D (mcg)
B1 (mg)
Energía (kcal)

B2 (mg)
I (mcg)
Ca (mg)

Fe (mg)

B12 (mcg)

C (mg)

A (mcg)

E (mg)

K (mcg)
Zn (mg)

Minerales Vitaminas

Figura 1.7. Leches de continuación. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para niños/as de 0,5-1 año cubierta por
una ración estimada/día (1 l).

58 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

200
199,60
186,67
180

160

140

120

100
% 95,00
88,31
80
67,44 64,00
60
58,84 51,40 50,09 48,76
47,39
40 42,33
34,35
25,63 27,93
20

0
Ca (mg)

B12 (mcg)
Energía (kcal)

Fe (mg)

B1 (mg)

B2 (mg)

B3 (mg)

B6 (mg)

B9 (mcg)

C (mg)

A (mcg)

D (mcg)

E (mg)

K (mcg)
Proteinas (g)

Minerales Vitaminas

Figura 1.8. Papilla de cereales. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para niños/as de 0,5-1 año cubierta por una
ración estimada/día (dos papillas: 63,57 g).

120
114,29

100

80
%
60
47,50

40
26,50 28,00
22,45 25,00
17,94 16,55
20

0
Energía (kcal)

B1 (mg)

B3 (mg)

B6 (mg)
Fe (mg)

B2 (mg)
Ca (mg)
Proteínas (mg)

Minerales Vitaminas

Figura 1.9. Galletas infantiles. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para niños/as de 0,5-1 año cubierta por una
ración estimada/día (40 g).

Capítulo 1 59
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

240
220,50
220
200
180
160
140
% 120 107,00 106,40
100
80,83
80
57,00
60
39,43 39,40
40
25,10
14,83 14,90 15,86 7,33 11,33
20
0
Energía (kcal) Proteínas (g) Sodio (mg) Vitamina C (mg)

Tarritos carne Tarritos pescado

Tarritos fruta Platos preparados

Figura 1.10. Tarritos y platos preparados. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para niños/as de 0,5-1 año
cubierta por una ración estimada/día (200 y 300 g respectivamente).

160
147,00
140

120

100
96,73
% 80
71,33
53,89
60
49,56
34,29 34,26
40

11,27 11,32 12,05 19,08

20
6,38 7,56
0
Energía (kcal) Proteínas (g) Sodio (mg) Vitamina C (mg)

Tarritos carne Tarritos pescado

Tarritos fruta Platos preparados

Figura 1.11. Tarritos y platos preparados. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para niños/as de 1-3 años cubier-
ta por una ración estimada/día (200 y 300 g respectivamente).

60 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

Grasa Carbohidratos Grasa Proteínas Grasa

42% Carbohidratos 10%
48% 43% 46% 6%

Proteínas Carbohidratos
Proteínas 12%
9% 84%
LECHES PARA LACTANTES LECHES DE CONTINUACIÓN PAPILLAS DE CEREALES

Grasa
24% Grasa Carbohidratos Grasa
34% 43% Carbohidratos
28% 49%
Proteínas
8% Carbohidratos
68% Proteínas Proteínas
23% 23%
GALLETAS TARRITOS DE CARNE TARRITOS DE PESCADO
Proteínas Grasa Grasa
3% 2% 24%

Carbohidratos
Proteínas 56%
20%
Carbohidratos
95%
TARRITOS DE FRUTA PLATOS PREPARADOS

Figura 1.12. Preparados infantiles. Porcentaje de kilocalorías aportadas por las proteínas, grasa y carbohidratos.

Discusión el etiquetado general de estos productos, y que

El objetivo principal que se persigue en este
estudio es llegar a establecer, por un lado, la
evaluación del etiquetado general y nutricional
de los distintos preparados infantiles y, por otro,
realizar una evaluación nutricional de los mis-
mos. Por ello, ante la gran cantidad de datos
obtenidos al respecto, y para un mejor segui-
miento y comprensión de los mismos, plantea-
mos la discusión en cuatro apartados claramen-
te diferenciados:
• Valoración del etiquetado general.
• Valoración del etiquetado nutricional.
• Evaluación nutricional.
• Consideraciones finales.
figuran representados en la Figura 1.2. (pág. 36).
Como se puede ver en la misma, en general, el
grado de cumplimiento de las distintas puntuali-
zaciones que marca la legislación es del 100%, y
las desviaciones más importantes se aprecian
respecto a tres parámetros que indicamos segui-
damente:
• Cuantificación de ingredientes, que única-
mente figura en el 59,72% de las muestras.
• La presencia en el mismo campo visual de
los términos: denominación de venta, mar-
cado de fechas y contenido neto, que sólo
se observa en el 87,84%.
• La existencia de todas las indicaciones en
castellano, en un 95,95% de las muestras.

Si bien, como acabamos de comentar, de

forma generalizada para los 74 productos eva-
Valoración del etiquetado general
luados no existen prácticamente incumplimien-
Comenzamos este punto comentando, de tos en cuanto a lo legislado, esto no es así cuan-
forma global, los datos obligatorios que recoge do consideramos, por separado, cada uno de los

Capítulo 1 61
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

productos que integran este amplio y heterogé- ción «enriquecido con hierro», si bien se ha
neo grupo de alimentos, y que seguidamente podido constatar que el contenido de este ele-
vamos a ir considerando. mento en los mismos es similar, oscila entre 0,5
En primer lugar, queremos indicar que la y 0,8 mg/100 ml, independientemente de que
normativa contempla una serie de menciones aparezca dicha indicación o no (Tabla 1.26).
específicas, relativas a la composición especial Referente a las otras menciones específicas, no
de estos alimentos, y que sólo pueden utilizarse figura ninguna, salvo la relativa a «proteínas adap-
en determinadas condiciones, tal y como se tadas», habiéndose comprobado que se cumple la
muestra en el la Tabla 1.26. normativa, ya que indican el contenido de proteí-
A este respecto, se observa que en un 64,29% nas de forma correcta, < 0,6 g/100 kJ (2,5 g/100
de los preparados para lactantes, junto a su kcal), en aquellas leches que lo declaran, aunque
denominación de venta, se acompaña la men- no en todas ellas se señala la relación proteínas del
suero/caseína no < 1.
También queremos comentar que el 100% de
Tabla 1.26. Preparados para lactantes. Menciones
específicas sobre la composición especial de estos preparados se comercializan bajo la deno-
estos productos y condiciones de utilización minación de «leches para lactantes», como con-
de las mismas secuencia, en base a lo establecido en la norma-
Menciones específicas Condiciones de utilización
tiva, de haber sido elaborados totalmente a partir
de leche de vaca, tal y como se ha podido obser-
• Contenido en proteínas var al comprobar la relación de ingredientes que
< 0,6 g/100 kJ (2,5 g/100 figuran en sus etiquetas correspondientes.
Proteínas adaptadas kcal).
• Relación proteínas del La lista de ingredientes aparece en el 100%
suero/caseína no < 1. de estos alimentos, al igual que los datos relati-
vos a la cantidad neta, marcado de fechas, con-
Contenido en sodio < 9
Bajo contenido en sodio mg/100 kJ (39 mg/100 diciones de conservación (lugar seco y fresco),
kcal). indicación del lote (o del día y mes, de forma
Ausencia de sacarosa No contiene sacarosa.
clara y en orden, en el marcado de fechas), iden-
tificación de la empresa, el origen y presencia de
Únicamente lactosa La lactosa es el único hidrato todas las indicaciones en castellano.
de carbono presente.
Cabe mencionar también la inexistencia, en
Ausencia de lactosa No contiene lactosa. todos los casos, de términos prohibidos, tales
como humanizado, maternizado, etc., o que
Enriquecido con hierro Con adición de hierro.
idealicen el producto. Por otra parte, en todos
a) Proteína inmunorreactiva los preparados se consigna el destino de los mis-
< 1 % de las sustancias
nitrogenadas del
mos (0 a 4 meses), así como una mención relati-
preparado. va a la «superioridad de la lactancia materna», y
Reducción del riesgo de b) Indicación de que el a la «necesidad de complementar las fuentes de
alergia a las proteínas de producto no debe ser
la leche, con o sin consumido por lactantes
hierro» cuando el producto se destine a niños de
referencia a la reducción alérgicos a las proteínas más de 4 meses de edad y no esté enriquecido en
de la capacidad intactas del que procede el este mineral. En este sentido, queremos especi-
alérgica o antigénica del hidrolizado.
producto c) Existen pruebas con
ficar que en todas las leches para lactantes apa-
animales de rece una indicación relativa a la necesidad de
experimentación y datos mantener una dieta diversificada a partir de los
científicos que garantizan
la eficacia del producto.
cuatro meses de edad, sin hacer mención expre-
sa a los requerimientos del hierro.

62 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
En cuanto a las instrucciones de utilización
de estas leches, se detalla la forma de prepara-
ción de las mismas, que se acompaña, en todos
los casos, de una representación gráfica, puntua-
lizando, según la edad del niño, la cantidad de
polvo a utilizar por biberón, el volumen de éste
y el número total de biberones al día. También
se pone de manifiesto la importancia que tiene
ajustarse a estas indicaciones, advirtiendo de los
posibles riesgos que se pueden producir en caso
de incumplimiento de las mismas, citando, entre
otros, la aparición de problemas digestivos, des-
hidratación y caries dentales, en caso de sobre-
dosificación del producto.
En la totalidad de las leches para lactantes,
de continuación y papillas de cereales, se indica
que el producto se encuentra conservado en
atmósfera protectora, con el fin de facilitar su
duración y mantenimiento de sus características,
no sólo de tipo sensorial, sino también de tipo
nutricional.
Las principales desviaciones en el etiquetado
general, respecto a lo establecido en la normati-
va, se refieren a la cuantificación de ingredien-
tes, que sólo se verifica correctamente en el 50%
de los productos examinados, y a la especifica-
ción, en el mismo campo visual, de la denomi-
nación de venta, cantidad neta y marcado de
fechas (o indicación del lugar en que éste se
encuentra), que sólo se lleva a la práctica en el
57,14% de las muestras (Figura 1.3).
La normativa también establece como obli-
gatorio cuantificar aquellos ingredientes que, o
bien destaquen en la etiqueta del producto
junto a su denominación, o que sean esenciales
para diferenciarlos del resto con los que se
pudieran confundir a causa de su denomina-
ción o aspecto. A este respecto, queremos pun-
tualizar que a la hora de evaluar el etiquetado
de las muestras, se han tenido en cuenta aque-
llos componentes reseñados en la lista de
ingredientes, capaces de marcar la diferencia o
esencialidad entre los diferentes productos
(aminoácidos, nucleótidos, vitaminas, minera-
les, etc.), con independencia de que destacaran
o no en la etiqueta del producto. En aquellas
muestras en las que no aparecían estos compo-
nentes en su etiquetado nutricional, ni se cuan-
tificaban porcentualmente en la lista de ingre-
dientes, hemos considerado incumplimiento de
este requisito, incumplimiento que se observa
en un número relativamente elevado de prepa-
rados, 50%.
En cuanto a los preparados de continua-
ción, la totalidad de los mismos se comerciali-
zan mediante la denominación de venta
«leches de continuación», como consecuencia
de su composición, básicamente a partir de
leche de vaca, tal y como se ha podido com-
probar a través de la lista de ingredientes. Es
frecuente (75%) que, junto a la denominación
de venta, aparezca la mención «enriquecida
con hierro», así como la mención «enriquecida
con vitaminas» (62,25%).
Como se observa en la Figura 1.3, en gene-
ral, se cumplen al 100% todos los requisitos
obligatorios del etiquetado, salvo en lo relativo a
la cuantificación de ingredientes, cuyo porcen-
taje de respuesta afirmativa es del 81,25% y, res-
pecto a la indicación, en el mismo campo visual,
de la denominación de venta, cantidad neta y
marcado de fechas (o indicación del lugar en
que éste se encuentra), que sólo se lleva a la
práctica en el 81,25% de las muestras. Los crite-
rios seguidos para la valoración de estos pará-
metros han sido los mismos que los ya especifi-
cados en el caso de las leches para lactantes,
dado que los requerimientos que exige la nor-
mativa son iguales para ambos tipos de prepara-
dos, salvo en lo relativo al destino (a partir del
4.o-5.o mes), y la mención específica para este
grupo de que el producto, «sólo es apto para
niños de más de 4 meses, que debe formar parte
de una dieta diversificada y que no debe ser uti-
lizado como sustituto de la leche materna duran-
te los primeros cuatro meses».
En la Figura 1.4 aparecen reflejados los
resultados relativos a la valoración del etiqueta-
do general de las papillas de cereales y galletas
infantiles.
Capítulo 1 63
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Si bien, como veremos con posterioridad,
para la valoración nutricional hemos diferencia-
do entre papillas con gluten y sin gluten, dada
sus diferencias nutricionales, la evaluación de
su etiquetado se ha verificado conjuntamente
debido a que la normativa no establece diferen-
cias entre ambos tipos. En general, el grado de
cumplimiento de los requisitos es del 100% en
lo que respecta a la denominación de venta,
existencia de lista de ingredientes, indicación
del contenido neto, marcado de fechas, indica-
ción de las condiciones de conservación (lugar
seco y fresco), así como las instrucciones para la
preparación del producto, que se acompañan de
una ilustración gráfica en todos los casos. Se
advierte la importancia que tiene el cumpli-
miento de estas instrucciones para garantizar la
salud y bienestar del bebé, haciéndose, de forma
generalizada, la recomendación de no adicionar
al producto sal ni azúcar, por contener todos los
nutrientes que requieren los niños a los que se
destinan para satisfacer sus necesidades nutri-
cionales.
También se detalla en todas las papillas, el
lote o, en su defecto, la indicación, en el marca-
do de fechas, del día y mes, de forma clara y en
orden, como establece la normativa. Los datos
de identificación de la empresa (nombre o razón
social y domicilio del fabricante, envasador o
vendedor establecido en la UE), se expresan
correctamente en la totalidad de los productos
sometidos a estudio, no dejando lugar a dudas
respecto al origen de los mismos en ningún
caso. Todas estas puntualizaciones siempre figu-
ran en castellano, apareciendo, en el mismo
campo visual, la denominación de venta, el mar-
cado de fechas (o el lugar donde se indica) y el
contenido neto. Por otra parte, siempre se refle-
ja la edad a partir de la cual puede consumirse el
producto que, como mínimo, es de 4 meses, tal
y como fija la normativa.
Al igual que en todas las leches para lactan-
tes y de continuación ya comentadas, todas las
papillas sometidas a estudio se presentan enva-
sadas en atmósfera protectora, proceso de con-
64 Capítulo 1
servación que garantiza la calidad y propiedades
del producto.
El principal incumplimiento en estos alimen-
tos infantiles se observa en lo que respecta a la
cuantificación de ingredientes, que sólo aparece
correctamente en el 57,14% de los casos. Este
punto se ha considerado obligatorio en aquellos
casos en los que los componentes (diferentes
tipos de cereales que integran el producto) des-
tacan en el etiquetado, acompañan a la denomi-
nación de venta y/o puedan ser claves a la hora
de marcar la esencialidad del producto y la dife-
rencia con el resto. En este sentido, cabe reseñar
que, en general, este tipo de preparados se
comercializan haciendo referencia en su deno-
minación de venta, al número o tipo de cereales
que interviene en su composición, acompañada
de una indicación, en algunos casos, de que el
producto está enriquecido en vitaminas, minera-
les y/o contiene leche de continuación.
Otro incumplimiento se observa en la obliga-
toriedad que tienen los fabricantes de indicar la
presencia o ausencia de gluten en aquellos pre-
parados destinados a niños/as con una edad infe-
rior a seis meses, que únicamente se cumple en
el 86,67% de las muestras. Sin embargo, quere-
mos comentar que, con independencia de la
obligatoriedad en función de la edad del niño, en
el 90,48% de las papillas objeto de estudio sí se
reseña la mención «contiene o no glúten».
Las galletas infantiles, como ya se ha dicho,
están sujetas a los mismos requisitos en materia
de etiquetado que las papillas de cereales, dado
que pertenecen al mismo grupo: «Alimentos
elaborados a base de cereales», aunque se trata
de categorías diferentes. En este caso, el grado
de cumplimiento de dichos requisitos es del
100% en las muestras consideradas, si bien
hemos de indicar que únicamente se han some-
tido a estudio tres productos diferentes, pertene-
cientes a dos marcas comerciales distintas, dos
tipos de galletas normales y una sin gluten, dado
que se trata de productos que apenas se comer-
cializan, como ya se comentó en el apartado
relativo a las muestras.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
En la denominación de venta de estos produc-
tos, se resalta el contenido en vitaminas, minerales
y otros ingredientes como leche, ausencia de
huevo, etc. En cuanto a las advertencias de posi-
bles riesgos, se recomienda no dejar solos a los
niños mientras comen galletas por el peligro que
pudiera entrañar, caso de producirse un accidente
por deglución, debiendo vigilarlos permanente-
mente mientras desarrollan esta actividad.
La Figura 1.5 se refiere a la valoración del eti-
quetado general de tarritos infantiles y platos pre-
parados, los cuales se han considerado conjunta-
mente por estar englobados dentro del grupo de
«Alimentos infantiles distintos de los elaborados a
base de cereales», dada su composición similar.
Hemos adoptado las denominaciones de tarritos y
platos preparados, respectivamente, para designar
a este tipo de productos, aunque verdaderamente la
legislación no los contempla como tal, debido a
que son términos con los que se conocen en el mer-
cado, y el consumidor, habitualmente, así los soli-
cita.
Una vez examinado el etiquetado de estos
preparados, se comprueba que la mayor parte de
los tarritos (75%), se destinan a niños mayores
de 6 meses, mientras que el 25% restante se
puede administrar a niños a partir del 4º mes.
Los platos preparados se recomiendan a partir
de los 18 meses y, en todos ellos, con indepen-
dencia de la edad a la que se destinan, se indica
la presencia o ausencia de gluten.
Los tarritos son mayoritarios en número (18)
al existir diferentes casas comerciales dedicadas
a su comercialización, presentándose en forma
de distintas variedades. Se han distinguido tres
tipos diferentes de productos según intervengan
en su elaboración la carne (7), el pescado (5) o la
fruta (6), efectuando un estudio comparativo
entre las distintas marcas. En cuanto a platos
preparados, solamente hemos encontrado en el
mercado dos marcas comerciales diferentes, que
se han seleccionado en el estudio, dada su esca-
sa demanda por parte del consumidor.
Debido a que en la denominación de venta de
estos preparados infantiles se hace referencia
directamente a su composición, en todos ellos es
obligatorio reseñar la cuantificación de los
ingredientes, que debe aparecer, de forma desta-
cada, en su etiquetado, ya que marca la esencia-
lidad del producto. Dicha cuantificación se efec-
túa correctamente sólo en un 50% de los
productos objeto de estudio, lo que denota un
claro incumplimiento de la normativa en este
punto.
El grado de cumplimiento en cuanto al resto
de lo estipulado por la legislación: existencia
de lista de ingredientes, cantidad neta, marcado
de fechas, instrucciones para la correcta conser-
vación del producto, modo de empleo, indica-
ción de ciertas advertencias en relación a su uti-
lización (no adicionar sal, mantener en
frigorífico una vez abierto el envase, etc.), indi-
cación del lote, identificación correcta de la
empresa, origen, destino (como mínimo: niños
de más de cuatro meses), y presencia o ausencia
de gluten, es del 100% en todos los casos. No
ocurre así en relación a la obligatoriedad que tie-
nen de incluir todas las indicaciones en castella-
no, que se da en un 85% de las muestras some-
tidas a estudio.
Valoración del etiquetado nutricional
Una vez valorados todos los datos referentes al
etiquetado general de estos preparados, en este
apartado pasamos a considerar el etiquetado
nutricional de los mismos que, según marca la
normativa que los regula, Real Decreto 72/1998,
de 23 de enero, es obligatorio que figure impre-
so en sus etiquetas. Comenzamos exponiendo
los resultados obtenidos en las leches para lac-
tantes. Como puede observarse en la Tabla 1.11,
todas reflejan en su etiquetado nutricional el
contenido en energía, carbohidratos, proteínas y
grasa, expresados correctamente en las unidades
adecuadas, por 100 ml de fórmula lista para el
consumo. De la misma forma, se consignan en
el etiquetado nutricional de todas las muestras
cada una de las vitaminas y minerales que exige
la legislación para este tipo de productos, y que
Capítulo 1 65
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
son las indicadas en la mencionada tabla. El
único incumplimiento, respecto a estos nutrien-
tes, se observa en relación al selenio, que sólo
figura en el 50% de las muestras.
Referente a otros ingredientes que los fabri-
cantes pueden adicionar libremente, y que mar-
can la esencialidad de estos productos, como
son los aminoácidos y otros compuestos, se
comprueba que el 100% de las leches, en cuya
lista de ingredientes quedan consignados, están
enriquecidas con colina, inositol y carnitina. No
sucede lo mismo en el caso de la taurina, que
sólo se cuantifica en el 76,92%, y los nucleóti-
dos, que aunque se relacionan en la lista de
ingredientes, sólo se cuantifican en el 50% de
las leches.
De las 14 leches para lactantes sometidas a
estudio, en el etiquetado de todas ellas aparece una
indicación sobre la composición especial de estos
alimentos, y sólo en 9 muestras se hace referencia
a que el producto está «enriquecido con hierro»,
cuantificándose este mineral en todas ellas, mien-
tras que en las 5 restantes aparece el término
«adaptado». Este término se emplea de forma
correcta en el 80% de los casos, según lo estable-
cido en la Tabla 1.26 anteriormente expuesta, ya
que si bien expresan que el contenido en proteínas
es siempre inferior a 2,5 g/100 kcal, no siempre se
indica la relación de proteínas del suero/caseina;
por tanto, no se puede comprobar si ésta es inferior
a 1 en estos preparados en los que se incluye el
mencionado término «adaptado».
Referente a las leches de continuación, en el
100% de las leches sometidas a estudio se espe-
cifican los datos relativos al contenido en ener-
gía, macronutrientes y cada uno de los minerales
cuya indicación exige la legislación de aplica-
ción a estos productos, salvo para el contenido
en cobre, que sólo aparece en el 93,75%, y el
selenio, que a pesar de no ser obligatorio, apare-
ce reseñado en el 25% de las muestras. En cuan-
to a las vitaminas, en todas las muestras se con-
signan, además de las obligatorias que marca la
normativa (A, D, E y C), otras vitaminas que
están permitidas, y que se adicionan de forma
66 Capítulo 1
voluntaria, con el fin de enriquecer estos ali-
mentos, y que coinciden con las obligatorias en
las leches para lactantes anteriormente citadas.
Los principales incumplimientos se refieren
a la indicación de la vitamina E, cuyo contenido
se refleja en el 87,50%.
La única mención específica que figura en
estos productos es la referida a la relación cal-
cio/fósforo < 2, que se verifica en el 100% de las
muestras objeto de estudio (Tabla 1.11).
La Tabla 1.12 refleja la valoración del eti-
quetado nutricional de las papillas de cereales,
tarritos y platos preparados, asi como galletas
infantiles, en lo relativo a energía, macronu-
trientes, minerales y vitaminas liposolubles, y
en la Tabla 1.13, se incluye la valoración de la
información nutricional en lo referente a las
vitaminas hidrosolubles. Los datos que se con-
signan en ambas son obligatorios incluirlos en
sus etiquetas, bien porque así lo exige la norma-
tiva específica para estos productos, o bien por-
que acompañan a la denominación de venta,
destacando de alguna manera en el etiquetado de
los mismos.
En los tres tipos de preparados es obligatorio
que figure el contenido en energía, en kilojulios
y kilocalorías, así como la cantidad en carbohi-
dratos, proteínas y grasa, en gramos por 100 gra-
mos de producto, lo cual se lleva a la práctica en
el 100% de las muestras estudiadas. También es
obligatoria la indicación del sodio y, en este sen-
tido, para las papillas se consigna en el 85,71%
de las mismas, en el caso de los tarritos y platos
preparados figura en el 90%, y en las galletas
infantiles aparece en el 100% de las muestras
estudiadas.
La especificación del calcio es obligatoria en
los preparados elaborados con leche, como ocurre
en las papillas de cereales y galletas infantiles que
incluyen este alimento en su composición. En rela-
ción a las vitaminas, en base a la normativa, es exi-
gible la indicación de tiamina, vitamina A y vita-
mina D, para todos los alimentos elaborados a base
de cereales (papillas y galletas infantiles). Además,
es necesaria la especificación del porcentaje de la
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
cantidad diaria recomendada (CDR) para las vita-
minas y minerales que se señalan a continuación:
B1, B2, B3, B6, B9, B12, C, A, D, E, C, calcio, hierro,
zinc, yodo, cobre y selenio. Respecto a estas pun-
tualizaciones, en las Tablas 1.12 y 1.13, se observa
que el 100% de las papillas de cereales y de las
galletas infantiles sometidas a estudio, indican en
sus etiquetas el contenido en calcio, hierro, fósfo-
ro y vitaminas A, E, K, B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9,
B12 y C; el 95,24% de las papillas de cereales seña-
lan la cantidad de vitamina D, y en las galletas
infantiles queda reflejado en el 100% de las mis-
mas.
El mayor grado de incumplimiento se da en
lo relativo a la indicación del porcentaje de la
cantidad diaria recomendada (CDR), que sólo se
especifica en el 100% de las muestras de papi-
llas para la vitamina A, existiendo para el resto
de los parámetros analizados desviaciones que
oscilan, entre el 66,67% (B1 y D), 71,43% (B3,
B6, B9 y C), 76,19% (B2) y 80,95% (calcio, hie-
rro y vitamina B12).
En las etiquetas de las galletas infantiles se
especifica el porcentaje de las cantidades diarias
recomendadas (CDR) para las vitaminas A, D,
B9 y B12 en el 100% de las muestras estudiadas,
no sucediendo lo mismo para el calcio y el hie-
rro (33,33%), y las vitaminas B1, B2, B3, B6 y C
(66,67%).
Respecto a los tarritos y platos preparados, el
grado de cumplimiento en cuanto a la consigna-
ción de los datos de vitaminas, minerales y sus
correspondientes porcentajes de cantidad diaria
recomendada (CDR) es del 100% en todos los
productos en que se declaran estos nutrientes,
excepto en la especificación de vitamina C
(83,33%), y su porcentaje de cantidad diaria
recomendada (90%), dato que únicamente es
obligatorio incluirlo en el caso de los tarritos de
frutas. También queremos indicar que en la tota-
lidad del conjunto muestral no se incluye el
aporte de vitaminas liposolubles, así como la
vitamina B9, fósforo, calcio y hierro, datos que
son facultativos para este tipo de preparados
infantiles.
Evaluación nutricional
Como complemento a la valoración del etique-
tado nutricional de los preparados infantiles que
acabamos de comentar, se ha considerado de
gran interés, por la repercusión que ello tiene
para la salud del consumidor, efectuar una valo-
ración de estos preparados desde un punto de
vista nutricional, dada la importancia que tiene
la dieta y un aporte adecuado de nutrientes en
las diversas etapas de la vida, en especial duran-
te la primera infancia. Para efectuar este estudio,
se ha partido de la información nutricional que
aporta cada fabricante para los distintos nutrien-
tes, por 100 gramos o 100 mililitros de produc-
to y, a partir de estos datos, hemos calculado su
correspondencia con la ración media diaria que
se ha estimado en cada caso. Para determinar
qué porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) aportan las raciones consideradas en
cada preparado, se han hallado los valores
medios correspondientes a cada nutriente, con
el fin de poder realizar una representación gráfi-
ca que permita visualizar, fácilmente, las carac-
terísticas nutricionales de cada producto.
Antes de pasar a comentar los resultados más
significativos, queremos hacer algunas puntuali-
zaciones sobre el cálculo efectuado para esta-
blecer la ración diaria que se ha considerado en
cada preparado. En todos los casos, se han teni-
do en cuenta las recomendaciones de utilización
del producto estipuladas por el fabricante, en
función de la edad y peso del niño. Así, en las
leches para lactantes, se ha establecido una
ración media de 850 ml, en base a las indicacio-
nes aconsejadas en las distintas marcas, desde
600 ml cuando el bebé tiene de 1 a 2 semanas,
hasta 1.100 ml, cuando tiene 3 o 4 meses.
En cuanto a las leches de continuación, en
general, los fabricantes estipulan las recomen-
daciones en dos bloques, según tenga el niño
entre 4 a 6 meses (mayor cantidad), y cuando
supera este intervalo de edad, cuyos requeri-
mientos de leche son menores al tomar ya una
dieta más diversificada. En este tipo de leches,
Capítulo 1 67
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

se ha calculado la media entre las raciones míni- Tabla 1.27. Ingestas recomendadas de energía y
mas y máximas que recomiendan los diversos nutrientes para niños/as de distintas edades*
fabricantes, según la edad del lactante, y que
Grupos de edad
oscila entre 950 ml y 1.100 ml, estimándose una PARÁMETROS
media de 1 l al día. Para las papillas, dada la 0,0-0,5 0,5-1,0 1,0-3,0
gran variación respecto a las cantidades pro-
Energía (kcal) 650 950 1250
puestas por los fabricantes para la preparación
de una papilla, no se ha podido establecer una Proteínas (g) 14 20 23
ración media, consignándose los diferentes Sodio*** (mg) 120 200 300
valores estimados según cada marca comercial.
Estas cantidades son las necesarias para la pre- Calcio (mg) 500 600 800
paración de dos papillas diarias, por considerar Magnesio (mg) 60 85 125
ésta como una ración media adecuada para niños

Minerales
Hierro (mg) 7 7 7
de edades comprendidas entre los 4-6 meses y el
año, fundamentalmente, en base a las diferentes Zinc (mg) 3 5 10
fuentes bibliográficas consultadas (Casado de
Cobre (mg)** 0,4-0,6 0,6-0,7 0,7-1
Frías et al., 1993; Chifré, 1994; Cervera et al.,
1998). Yodo (µg) 35 45 55
En cuanto a las galletas infantiles, se ha esti- Selenio (µg)** 10 15 20
mado una ración media de 40 gramos, por con-
siderar un consumo diario habitual de 4 a 5 A (µg) 450 450 300
galletas, a razón de 8-10 gramos/unidad. D (µg) 10 10 10
Finalmente, para los tarritos infantiles, se ha
E (mg) 6 6 6
comprobado que se presentan, en general, según
las diferentes marcas comerciales, en tres tama- K (µg)** 5 10 15
ños de distinto peso, 130 gramos, 200 gramos y
B1 (mg) 0,3 0,4 0,5
Viataminas

250 gramos. Nosotros hemos considerado,

como ración estimada, el valor medio, de 200 B2 (mg) 0,4 0,6 0,8
gramos, por ser el más frecuente y generalizado B3 (mg) 4 6 8
en el mercado. Los platos preparados incluidos
en este estudio se ofertan en un único formato, B6 (mg) 0,3 0,5 0,7
que corresponde a un contenido neto de 300 B9 (µg) 40 60 100
gramos.
Seguidamente, y antes de comenzar la discu- B12 (µg) 0,3 0,3 0,9

sión de los resultados, en la Tabla 1.27 se recogen C (mg) 50 50 55

las Ingestas diarias recomendadas de energía y
nutrientes para el colectivo infantil, diferenciando
tres grupos de edad (CSIC, 1994), y las Raciones
Dietéticas Recomendadas (National Research
Council, 1991). También se incluyen las Tablas
1.28 y 1.29, relativas a los efectos tóxicos que se
pueden producir por una hiperdosificación de vita-
minas y minerales, dado que se han considerado
estos efectos en la discusión de los resultados que
seguidamente pasamos a tratar.
* Ingestas recomendadas de energía y nutrientes para la población
española (CSIC, 1994).
** Raciones dietéticas recomendadas (National Research Council,
1991).
*** Requerimientos mínimos (National Research Council, 1991).
Una vez realizadas estas puntualizaciones,
comenzamos el estudio de los aspectos nutricio-
nales de estos alimentos infantiles con las leches
para lactantes. Como se puede comprobar en la

68 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

Tabla 1.28. Efectos producidos por la hiperdosificación de vitaminas*

VITAMINAS EFECTOS TÓXICOS

No son muy conocidos al excretarse fácilmente y no acumularse en nigún órgano o tejido.

B1
Raramente pueden aparecer los siguientes síntomas: edema, hipotensión vascular, sudoración,
(TIAMINA)
nerviosismo, aumento de latidos cardíacos y alergia.

B2 En el hombre esta vitamina no es tóxica. En animales de experimentación (rata) produce anuria y

(RIBOFLAVINA) azotemia.

Son muy limitados (se toleran dosis de hasta 1-4 g/kg). Pueden aparecer alteraciones en la piel,
vasodilatación periférica, estimulación del sistema nervioso central, aumento del pulso, ritmo
B3
respiratorio y flujo de sangre cerebral.
(NIACINA)
Alteraciones hepáticas, prurito, erupciones cutáneas, pigmentación de la piel y molestias
gastrointestinales.

No hay unanimidad en cuanto a las dosis capaces de producir efectos tóxicos. Según algunos
B6 autores no deben sobrepasarse dosis > 50 mg. Dosis > 100 mg provocan alteraciones del sistema
(PIRIDOXINA) nervioso central periférico y modificación del sentido del tacto. Ataxia, neuropatía sensorial,
adormecemiento de pies, manos y región perioral.

B9 No se han descrito casos de alteraciones por sobredosis en el hombre. Sí en animales de

(ÁCIDO FÓLICO) experimentación, con una variada sintomatología.

B12 Solo se han descrito algunos casos de policitemia.

(CIANOCOBALAMINA)

Posibilidad de formación de piedras o cálculos en el riñón. Posibilidad de lesionar las células ` del
páncreas. Posibilidad de aparición de diarreas, alergia, trombosis, aciduria e inactivación de la
C vitamina B12. Aumento de absoción intestinal de hierro que puede ocasionar el almacenamiento
(ÁCIDO ASCÓRBICO) excesivo de este metal en los tejidos. Efecto pro-oxidante capaz de dañar el ADN (en contraposición
al efecto antioxidante que desarrolla a dosis moderadas). Irritación del tubo digestivo y hemólisis
en enfermos con deficiencia en glucosa 6 fosfato deshidrogenasa.

Es la más tóxica de todas las liposolubles. Pérdida de pelo, náuseas, vómitos, diarrea, piel costrosa,
A visión borrosa, diplopia, hepatoesplenomegalia, erupciones, dolor óseo, ictericia, anorexia,
(RETINOL) disminución del tiempo de coagulación sanguínea y elevación de la fosfatasa alcalina. En lactantes,
se da abombamiento de la frontanela (síndrome Marie-Sée) por hidrocefalia temporal.

Náuseas, anorexia, sed, diarrea, fallo renal, debilidad muscular, dolores articulares y resorción
D
ósea. Ello está motivado por la elevación anormal del calcio plasmático que conduce a la
(ERGOCALCIFEROL)
calcificación de arterias, pulmones, túbulos renales y otros órganos.

Escasa toxicidad tomada por vía oral. Hipertensión, alteraciones gastrointestinales, náuseas,
E
debilidad muscular, fatiga, cefalea, borrosidad de visión, creatinuria y reducción gonadal.
(TOCOFEROL)
Alteraciones del metabolismo del hierro. Interfiere la absorción de vitamina K y A.

Es difícil que aparezcan síntomas por sobredosificación. No obstante se puede dar trombosis,
K vómitos y porfirinuria. Anemia hemolítica, hiperbilirrubinemia e ictericia nuclear del recién nacido
(MENADIONA) (debido a su interacción con los grupos sulfhidrilos).

(*)
Flórez et al., 1988; National Research Council, 1991;Tolonen, 1995; Illera et al., 2000; García, 2001.

Capítulo 1 69
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 1.29. Efectos producidos por la hiperdosificación de minerales*.

MINERALES EFECTOS TÓXICOS

Las sales cálcicas prácticamente carecen de toxicidad, excepto arseniato cálcico (por el arsénico),
molibdato cálcio (por el molibdeno) y cloruro cálcico (irritante para el estómago). Altas dosis de
CALCIO calcio, sin aumentar proporcionalmente la de fósforo, además de ejercer un efecto negativo sobre
los huesos, puede conducir a una falta de vitamina k, lo que repercutirá sobre la coagulabilidad de
la sangre.

Toxicidad aguda: Lasitud, retardo en la respuesta de los reflejos tendinosos, enteritis sanguinolenta,
diarrea, leucopenia, depresión del sistema nervioso central, parálisis de extremidades.
ZINC
Toxicidad crónica: Crecimiento pobre, anemia hipocrómica microcítica, anorexia, sintomatología
propia de deficiencia de calcio y hierro.

Toxicidad aguda: Fiebre esporádica, taquicardia, hipotensión, anemia hemolítica, oliguria, uremia,
coma, colapso cardiovascular, muerte.
COBRE Toxicidad crónica: Náuseas, vómitos, dolor epigástrico, diarrea acuosa amarillenta, mareos,
debilidad general, ictericia; saliva, vómitos y heces de color verdoso.

Toxicidad aguda: Vómitos y dolor abdominal, shock bifásico, aumento rápido de la respiración y
del ritmo del pulso, congestión de los vasos sanguineos, hipotensión, palidez, somnolencia,
postración, coma, muerte por fallo cardiaco en 36 horas.
HIERRO Toxicidad crónica: Necrosis hemorrágica del tracto gastrointestinal, hepatotoxicidad, acidosis
metabólica, tiempo de coagulación prolongado, niveles plasmáticos de serotonina e histamina
aumentados.

Toxicidad aguda: Irritación gastrointestinal, angioedema, hemorragia cutánea, hipersensibilidad,

suero alterado.
YODO Toxicidad crónica: Gusto metálico, sensación de quemazón en la boca y garganta, síntomas de
resfriado en la cabeza, edema pulmonar, inflamación de la cavidad oral, lesiones cutáneas,
irrtación gástrica, diarreas.

Toxicidad aguda: Acción purgante, naúseas, malestar, vómitos, hipotensión, debilidad muscular y
MAGNESIO parálisis, parálisis respiratoria, cardiovascular y del sistema nervioso central.
Toxicidad crónica: Debilidad muscular, cambios del electrocardiograma, confusión.

Toxicidad aguda: Polidipsia, diarrea, salivación, fibrilación muscular, fallo respiratorio,

agotamiento, encefalopatía, congestión de órganos, muerte.
SODIO
Toxicidad crónica: Falta de crecimiento, aumento de la ingestión de agua, aumento del volumen de
orina, edema generalizado, hipertensión, anemia, lipemia, hipoproteinemia, azotemia, muerte.

Toxicidad aguda: Ceguera, dolor abdominal, salivación, mielitis, fallo respiratorio, anorexia,
debilidad.
SELENIO Toxicidad crónica: Enfermedad alcalina, flojedad, caries dental, pérdida de peso, de pelo y de
vitalidad, rigidez articular, atrofia cardiaca, necrosis hepática, anemia, retardo de crecimiento,
defectos al nacimiento, erosiones de huesos largos.

(*)
Flórez et al., 1988; National Research Council, 1991;Tolonen, 1995; Illera et al., 2000; García, 2001.

Tabla 1.14, las distintas marcas de este tipo de excepciones, sucede con las proteínas, con el
leches aportan valores de energía muy próximos calcio, hierro y magnesio. Sin embargo, el sodio
a los recomendados para niños/as de 0 a 0,5 supera en todas las muestras los requerimientos
años, de 650 kcal, y algo similar, con algunas mínimos recomendados para este grupo de

70 Capítulo 1
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
población, de 120 mg, lo que pudiera llegar a
ocasionar problemas de toxicidad, por los ries-
gos que entraña la ingesta de niveles altos de
este elemento durante esta etapa de la vida, en la
que el niño tiene sus órganos un tanto inmaduros
(Tabla 1.29).
Con respecto a los otros minerales estudia-
dos, comprobamos que el yodo supera las reco-
mendaciones en todas las muestras, excepto en
las números LL7 y LL8 que prácticamente se
ajustan a las recomendaciones, de 35 μg/día.
Algo similar sucede con el zinc, comprobándo-
se que todos los productos exceden de los reque-
rimientos aconsejados, de 3 mg al día, mientras
que para el cobre ninguno llega a cubrir las
necesidades estipuladas, entre 0,4 y 0,6 mg, aun-
que están muy próximos a estos valores, a
excepción de las leches números, LL3, LL7,
LL8 y LL14.
Referente al selenio, elemento muy impor-
tante en la dieta por sus diversas propiedades,
entre otras, por su poder antioxidante, se com-
prueba una gran heterogeneidad de resultados
encontrados en las distintas leches para lactan-
tes, superándose la ingesta diaria recomendada,
de 10 μg, en 5 de las 7 marcas que lo declaran.
Estos resultados obtenidos en la valoración
de los minerales se contrastan en la Figura 1.6,
donde aparecen representados los porcentajes de
cantidad diaria recomendada (CDR) para
niños/as de 0 a 0,5 años cubierta por una ración
media estimada al día, de 850 ml. Se observa
que el valor medio obtenido para el yodo sobre-
pasa las ingestas recomendadas, ascendiendo a
un 201,22%, e idéntica circunstancia sucede en
el caso del zinc, para el que también se supera la
ingesta recomendada, llegando a un 142,68% de
las CDR. Pensamos que estos datos tendrían que
reconsiderarse, ya que se trata de nutrientes que,
si bien son necesarios para nuestro organismo,
se deben ingerir en su justa medida, ya que, de
lo contrario, podrían desencadenar, entre otras,
alteraciones del sistema nervioso y sanguíneas,
en el caso del zinc, y patologías gastrointestina-
les y dérmicas, en el caso del yodo, según se
deduce de la Tabla 1.29, en la que quedan reco-
gidos los efectos producidos por una hiperdosi-
ficación de minerales.
En lo que al aporte de vitaminas lipo e hidro-
solubles por ración diaria se refiere, cabe desta-
car, como puede comprobarse en la Tabla 1.15,
que los valores de vitamina D, se mantienen, en
general, (salvo en las muestras números LL3,
LL6, LL12 y LL13), dentro de los márgenes
establecidos, de 10 μg. Por el contrario, en todas
las muestras se observa un exceso en la suple-
mentación de vitaminas A, E y K, que es espe-
cialmente acusado en la última.
El contenido de vitamina A en las distintas
leches para lactantes es siempre superior a la
ingesta diaria recomendada, de 450 μg, oscilan-
do entre valores de 493 y 714 μg. En cuanto a la
vitamina E, se observa una gran heterogeneidad
de datos, superando, e incluso llegando casi a tri-
plicar en algunas marcas (LL9), la ingesta diaria
recomendada, de 6 mg. Una situación similar,
pero más sorprendente aún, ocurre para la vita-
mina K, cuyo contenido en las distintas muestras
de leches sometidas a estudio, alcanza valores
que multiplican por cinco e incluso por diez (n.os
LL10 y LL12) la ración dietética recomendada
para la misma, que es de 5 μg.
Los porcentajes de cantidad diaria recomen-
dada que cubren estas vitaminas se presentan en
la Figura 1.6, en la que se observa cómo para las
vitaminas A, E y K se eleva el porcentaje en un
123,74%, 125,16% y 824,01%, respectivamen-
te, siendo la vitamina D la única vitamina lipo-
soluble cuyos valores cubren el 100% de las
ingestas recomendadas por el CSIC, 1994.
Estos datos nuevamente nos han sorprendido
dado que exceden, muy sobradamente, de las
necesidades nutricionales para este colectivo,
por lo que creemos sería necesario e imprescin-
dible una valoración de los riesgos que ello
pudiera ocasionar, ya que cantidades elevadas
de vitaminas liposolubles pueden causar graves
problemas de salud para el niño, como podemos
deducir a la vista de la Tabla 1.28, donde se
recogen los efectos tóxicos producidos por la
Capítulo 1 71
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
hiperdosificación de las vitaminas. Así, entre
otros, el exceso de vitamina A en los lactantes
puede dar lugar a abombamiento de la frontane-
la (síndrome de Marie-Sée); la vitamina E puede
ocasionar, a grandes dosis, alteraciones gas-
trointestinales, fatiga e interferencia en la absor-
ción de las vitaminas A y K; y la vitamina K
puede originar, entre otros efectos adversos,
anemia hemolítica, hiperbilirrubinemia e icteri-
cia nuclear del recién nacido.
Respecto a las vitaminas hidrosolubles
(Tabla 1.15), el aporte de vitamina B1 en las
leches para lactantes, según ración estimada,
está muy próximo a las recomendaciones, de 0,3
mg, en aproximadamente la mitad de las mues-
tras sometidas a estudio, alcanzándose el valor
máximo, de 0,6 mg, en sólo dos de ellas (n.os
LL9 y LL12). Para la vitamina B2 ocurre una
situación parecida, si bien el contenido de la
misma llega a triplicarse, con respecto a la can-
tidad diaria recomendada, de 0,4 mg, en una
única muestra, número LL10.
En cuanto a la vitamina B3, todas las mues-
tras sobrepasan los requerimientos nutriciona-
les, de 4 mg, destacando especialmente el con-
tenido de la n.o LL12, con 10,83 mg. Referente
a la vitamina B6, la mayor parte de las muestras
presentan un contenido próximo a las recomen-
daciones, de 0,3 mg, si bien las muestras núme-
ros LL12 y LL9, superan, respectivamente, el
doble y el triple de esa cantidad. Digno de men-
ción es el enriquecimiento que se aprecia en las
vitaminas B9 y B12. Respecto a la primera, la
práctica totalidad de las leches (excepto las n.os
LL7, LL8 y LL10) superan los requerimientos
establecidos, de 40 μg, llegándose a triplicar en
la no LL12, con 121,55 μg. La vitamina B12
muestra una gran dispersión de datos en las dife-
rentes leches analizadas excediéndose en todas
ellas, considerablemente, de las especificacio-
nes nutricionales, de 0,3 μg. La cantidad de vita-
mina C también supera la cantidad recomendada
al día, de 50 mg, en todas las muestras, alcan-
zándose valores superiores, incluso, duplicándo-
se las cifras permitidas.
72 Capítulo 1
Todos estos datos quedan reflejados en la
Figura 1.6, en la que se observa que el conteni-
do medio de las vitaminas B1, B2, B3, B6, B9, B12,
y C, excede de las cantidades diarias recomen-
dadas por el CSIC, 1994, para este colectivo
infantil, superando el 100% de esas cantidades
en todos los casos, destacando, especialmente,
el porcentaje obtenido en el caso concreto de la
vitamina B12 que es del 566,67%.
A este respecto, queremos decir que aunque
las vitaminas hidrosolubles poseen una menor
toxicidad que las liposolubles ya comentadas,
dado que su eliminación es más facil, no acu-
mulándose en el organismo, no están exentas de
efectos nocivos para la salud del recién nacido,
como puede comprobarse en la Tabla 1.28, por
lo que, a nuestro juicio, también se deben tomar
de forma controlada y equilibrada.
Para finalizar la evaluación nutricional de las
leches para lactantes queremos comentar la
Tabla 1.16, en la que se recogen los valores
mínimos y máximos, por 100 kcal, que especifi-
ca la legislación para estos preparados, y los
resultados que hemos calculado, también por
100 kcal, y los obtenidos para una ración diaria
estimada, expresados como el valor medio y la
desviación estándar respecto a la media (DEM).
Asimismo, se incluyen los porcentajes de canti-
dad diaria recomendada (CDR) para los distin-
tos nutrientes que cubre esa ración, según los
requerimientos nutricionales y según los valores
de referencia que se recogen en la normativa que
regula estos productos (RD 72/1998, de 23 de
enero).
Como se puede observar, los resultados cal-
culados por 100 kcal están dentro de los míni-
mos y máximos marcados por la normativa en
todas las leches, incluso en lo relativo a la ener-
gía que se encuentra entre 60 y 75 kcal/100 ml.
Queremos indicar que para nutrientes tan impor-
tantes como son las vitaminas hidrolubles y las
vitaminas E y K, la normativa únicamente esta-
blece límites mínimos, existiendo un vacío legal
al respecto en cuanto al máximo admisible sin
riesgos para la salud del niño.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
Asimismo, nos parece muy importante mani-
festar que los valores que fija la normativa como
criterios de composición de estos preparados,
expresados por 100 kcal, no están bien equili-
brados para determinados nutrientes, respecto a
los verdaderos requerimientos nutricionales de
este colectivo infantil, puesto que el aporte caló-
rico de un niño es bastante superior a este valor.
En concreto, para edades comprendidas entre 0
y 0,5 años la ingesta adecuada es aproximada-
mente de unas 650 kcal, y es en este punto cuan-
do nos encontramos que algunos de los nutrien-
tes no alcanzan el 100% de las recomendaciones
nutricionales, como es el caso del calcio, hierro,
magnesio, cobre y la vitamina D, mientras que
otros micronutrientes exceden considerable-
mente los niveles pautados, sobresaliendo las
vitaminas K y B12, de forma extraordinaria.
Tampoco entendemos los valores de referen-
cia que estipula la normativa en su Anexo VIII
para los distintos nutrientes, que difieren de las
recomendaciones nutricionales propuestas por
el CSIC para este colectivo. A este respecto, en
la Tabla 1.16 se observa que hay una discrepan-
cia en las CDR calculadas teniendo en cuenta
ambas especificaciones, comprobándose que
algunos nutrientes, con los valores de referencia,
se aproximan más al 100% de las CDR, tal es el
caso de la vitamina B12, mientras que otros se
sobrepasan. Así, para la vitamina C se detecta
que los valores de CDR obtenidos, teniendo en
cuenta los valores de referencia de la normativa,
son prácticamente el doble de los calculados, si
se consideran los requerimientos nutricionales.
A nuestro juicio, creemos que sería muy
importante verificar una revisión de la normati-
va que regula estos alimentos infantiles, hacien-
do hincapié, no sólo en los datos que deben figu-
rar en las etiquetas de estos preparados, sino
equilibrando los distintos nutrientes a las reco-
mendaciones nutricionales, bien en función de
la cantidad a utilizar para preparar la fórmula
lista para tomar el niño, o bien disminuyendo la
suplementación en determinados nutrientes,
principalmente en las vitaminas que exceden
considerablemente de los requerimientos estipu-
lados.
En relación a las leches de continuación,
según se observa en la Tabla 1.17, el aporte caló-
rico no llega a satisfacer en ninguna muestra el
100% de los requerimientos diarios de energía
que fija el CSIC, 1994 para el colectivo al que se
destinan, fundamentalmente niños/as de más de 4
o 5 meses hasta el año, y que se cifra en 950 kcal.
En cuanto a las proteínas, si bien algunas
muestras no aportan las cantidades recomenda-
das (muestras n.os LC3, LC5, LC6,LC12, LC13
y LC16), el resto supera las recomendaciones
consideradas, de 20 gramos/día. En cualquier
caso, hemos de tener en cuenta que la dieta del
niño de más de seis meses de edad hasta el año,
va siendo cada vez más diversificada y variada,
aunque el alimento lácteo siga siendo la base
fundamental de la misma, por lo que los reque-
rimientos nutricionales se han de complemen-
tar con el resto de los alimentos que toma al
día.
Referente al sodio, para este mismo grupo de
población, en todos los preparados se sobrepasan
los requerimientos mínimos, de 200 mg, llegando
incluso a duplicarse, lo que podría ocasionar, como
ya hemos comentado, algunas alteraciones. Otro
mineral muy importante para este colectivo es el
calcio, que supera las cantidades diarias recomen-
dadas, de 600 mg, al igual que el hierro, que inclu-
so duplica en alguna muestra (LC13) la ingesta
recomendada, de 7 mg, lo que podría llegar a ori-
ginar efectos nocivos para la salud del niño, como
se desprende de la información recogida en la
Tabla 1.29.
Respecto al yodo, en la Tabla 1.17 observa-
mos, a excepción de las muestras números LC7
y LC8, que sobrepasan las ingestas recomenda-
das, de 45 μg para niños/as entre 0,5 y 1 año,
duplicándose, incluso, en algunos casos. En
cuanto al zinc, sólo hay tres leches (n.os LC7,
LC8 y LC12) que se ajustan a lo recomendado,
de 5 mg, excediéndose considerablemente el
resto. En relación al magnesio, aún con algunas
fluctuaciones entre los diferentes preparados
Capítulo 1 73
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
sometidos a estudio, en general, no se alcanzan
valores que excedan considerablemente los
límites pautadados, de 85 mg, presentando un
intervalo de cifras, entre un mínimo de 63,55 mg
en la muestra n.os LC12, y un máximo de 123
mg en la números LC16. Por último, referente al
cobre, hemos de destacar que es el mineral cuyo
aporte es el más reducido con respecto al resto,
ya que en la mitad de las muestras no se alcanza
la cantidad aconsejada, de 0,6-0,7 mg, y una
situación similar se presenta para el selenio,
cuyos requerimientos son de 15 μg.
En cuanto a las vitaminas, cabe señalar el
alto contenido en vitaminas liposolubles, datos
que se adjuntan en la Tabla 1.8. Se observa que
las cantidades de vitamina A en las muestras
sometidas a estudio son superiores a los requeri-
mientos, de 450 μg, llegándose a alcanzar cifras
que superan los 800 μg en las muestras n.os LC1,
LC2 y LC6. En la vitamina D, sólo tres muestras
(números LC4, LC5 y LC11) se ajustan a los
requerimientos, de 10 μg, excediéndose el resto.
Mención especial merecen las vitaminas E y K,
superándose, en un número alto de muestras la
ingesta recomendada de vitamina E, de 6 mg,
llegando incluso en alguna leche (n.o LC9) a
multiplicarse por más de tres ese valor. Respecto
a la vitamina K, se han obtenido resultados ver-
daderamente sorprendentes en todas las mues-
tras, que exceden considerablemente de las can-
tidades recomendadas, alcanzándose valores de
hasta 76,88 μg, frente a las cantidades estipula-
das, de 10 μg, para niños/as de edades compren-
didas entre 0,5 y 1 año.
Respecto a las vitaminas hidrosolubles, se
comprueba que las leches de continuación tam-
bién llevan una gran suplementación de las mis-
mas, habiéndose obtenido una gran variabilidad
de resultados según el enriquecimiento que rea-
liza cada fabricante.
En la Tabla 1.18, se observa que la vitamina
B1 es aportada en la cantidad recomendada, de
0,4 mg, en sólo una muestra (n.o LC12), dándo-
se una situación similar para el caso de la vita-
mina B3. La cantidad de vitamina B2 es correcta
74 Capítulo 1
únicamente en dos muestras (n.os LC7 y LC8),
superándose el valor recomendado, de 0,6 mg,
para el resto de las firmas comerciales.
En las muestras n.os LC1, LC2, LC9, LC11,
LC13, LC14 y LC16, se exceden las recomenda-
ciones, de 0,5 mg para la vitamina B6, mientras
que la vitamina B9 es proporcionada en canti-
dad muy próxima a los requerimientos, de 60 μg,
sin sobrepasarlos excesivamentemente en seis
leches del total de las 16 analizadas. La canti-
dad de vitamina C también es alta en todas las
leches, con referencia a los requerimientos
nutricionales, llegando en algunas muestras a
valores de hasta el doble y el triple, con los con-
siguientes efectos nocivos que ello pudiera oca-
sionar (Tabla 1.28). También son especialmen-
te relevantes los resultados obtenidos para la
vitamina B12, que llegan a alcanzar el valor de
2,05 μg en cinco muestras, y hasta un máximo
de 5,13 μg en una de ellas, n.o LC6, lo que exce-
de, considerablemente, de la cantidad estipula-
da que es, de 0,3 μg.
Todos estos resultados se pueden apreciar, de
una forma muy clara, en la Figura 1.7, donde
aparecen representados los porcentajes de canti-
dad diaria recomendada cubiertos por una ración
media estimada al día, de 1 litro, para cada uno
de los valores medios de los nutrientes allí
representados. Se observa que, a diferencia de la
energía, proteínas y magnesio, que si están den-
tro de los límites establecidos, el resto de los
minerales (calcio, hierro, zinc, sodio) sobrepa-
san el 100% de las recomendaciones, destacan-
do el yodo que alcanza un 216,25% de las CDR.
Referente a las vitaminas, destacan especial-
mente los porcentajes de cantidad diaria reco-
mendada para la vitamina E (157,83%) y K
(509,6%) y, de las hidrosolubles, la vitamina C
(193,28%), B2 (213,33) y B12 (726,66%).
Si comparamos los resultados obtenidos con
los requisitos que establece la legislación para
estos productos (Tabla 1.19), observamos que
todas las leches de continuación cumplen
dichos requerimientos en relación a los distin-
tos parámetros estudiados, habida cuenta de que
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
para la mayor parte de los mismos no se fijan
valores máximos, por 100 kcal, no existiendo
un equilibrio adecuado para los distintos
nutrientes, en función del verdadero aporte
calórico total que necesita el niño durante todo
el día, de 950 kcal, para poder mantener tanto
sus necesidades vitales, como el desarrollo de
su actividad física y mental. En este caso, al
igual que ocurría con las leches para lactantes,
también hay nutrientes que exceden las reco-
mendaciones nutricionales, principalmente:
hierro, yodo, vitamina B1, B2, B12, C, E y K.
Asimismo, también se observan variaciones en
las CDR, según se hayan calculado teniendo en
cuenta los requerimientos nutricionales para
este colectivo (CSIC, 1994), o los valores de
referencia recogidos en la legislación.
El estudio de las papillas de cereales apare-
ce reflejado en la Tabla 1.20. En relación a este
grupo, en primer lugar queremos comentar que
hemos obtenido una gran dispersión de resulta-
dos, dada la gran variabilidad de muestras, debi-
do a sus características, por un lado y, por otro,
la gran diferencia encontrada en cuanto a la can-
tidad necesaria para la preparación del producto,
según las indicaciones estipuladas por el fabri-
cante.
El estudio se ha efectuado en un total de 21
marcas diferentes de papillas de cereales, de las
cuales 13 corresponden a papillas normales y 8
a papillas sin gluten. Dentro de las primeras,
sólo dos, las n.os P2 y P5, contienen leche en su
composición, debiéndose preparar con agua,
mientras que el resto se han de reconstituir con
leche. Los datos que figuran en la Tabla 1.20 se
refieren al contenido de dos papillas al día, que
constituye la ración más habitual, como ya se ha
explicado anteriormente, y preparadas según
indicaciones del fabricante, existiendo una
variación, en cuanto a esa cantidad, que oscila
entre 40 y 90 gramos.
Antes de pasar a comentar los datos más
sobresalientes, queremos decir que aunque las
papilllas de cereales pueden ser administradas,
tanto a niños de edades comprendidas entre 0,5
y 1 año, como a niños entre 1 y 3 años, la valo-
ración de los resultados así como el cálculo de
los porcentajes de cantidad diaria recomendada
(CDR) cubierta por una ración estimada al día,
se ha realizado teniendo en cuenta su adminis-
tración únicamente al primer colectivo (Figura
1.8), por considerar esta etapa como la de mayor
consumo de este producto, ya que a partir de
este momento la dieta del niño se va diversifi-
cando paulatinamente.
A la vista de los resultados obtenidos en las
Tablas 1.20 y 1.21, se extraen las siguientes con-
sideraciones:
• El aporte de energía y proteínas es mayor
en las papillas que contienen leche en su
composición (muestras n.os P2 y P5), lo
mismo que sucede con el contenido en
grasa, sodio, calcio, fósforo y vitamina B1.
En estas dos muestras se observa, además,
que la cantidad necesaria para su prepara-
ción es superior que en el resto (90 gra-
mos).
• Comparativamente, dentro de una misma
marca, según se trate de papillas normales
o sin gluten, el contenido de proteínas en
estas últimas es siempre inferior, el de car-
bohidratos superior, mientras que la canti-
dad en vitaminas y minerales es similar.
Ello, se observa al comparar las siguientes
papillas: P1 y P14; P6 y P16; P7 y P18; P8
y P19; P12 y P20. En cualquier caso, se
cumplen los requerimientos mínimos y
máximos proteicos que fija la legislación
para estos productos, y que se cifran, res-
pectivamente, en 2 gramos/100 kcal y 5,5
g/100 kcal (Tabla 1.23).
• Merece especial atención resaltar, por
superar el 100% de las cantidades diarias
recomendadas (CDR), el contenido en
determinados nutrientes, como es la vita-
mina B1 en las papillas con leche, y las
vitaminas B12 y K en la práctica totalidad
de las papillas estudiadas. Todo ello puede
apreciarse en la Figura 1.8, donde aparecen
representados los porcentajes de CDR, de
Capítulo 1 75
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
186,67% y 199,60% para las vitaminas B12
y K, respectivamente.
En el caso de estos alimentos elaborados a
base de cereales, la normativa fija los criterios
de composición, en vitaminas y minerales, esta-
bleciendo valores máximos por 100 kcal. Para
los carbohidratos, la legislación sólo establece la
cantidad cuando proceden de la adición de
determinados azúcares a las papillas de cereales,
sin ajustar el contenido máximo de hidratos de
carbono en las mismas. Comparativamente, los
resultados obtenidos, como puede observarse a
la vista de la Tabla 1.23, cumplen con los máxi-
mos que, para los diferentes parámetros indica-
dos, marca la legislación específica, no detec-
tándose desviación alguna, ni tan siquiera
respecto a aquellos que se encuentran muy ele-
vados, como ocurre con las vitaminas B12 y K, si
bien esta última no se contempla en la tabla ya
que para estos productos la normativa no cuan-
tifica los niveles de la misma.
Nuevamente señalamos la discrepancia que
aparece entre lo que marca la normativa, en
cuanto a la composición de estas papillas se
refiere por 100 kcal, el equilibrio en nutrientes,
y la realidad de las ingestas calóricas que deben
tomar estos niños a los que van destinados estos
alimentos. Consideramos que ello puede influir
negativamente en la salud del niño, máxime que,
a estas edades, se ven sometidos a una dieta
diversificada, lo que podría incrementar aún
más esas ingestas. Al igual que las leches ya tra-
tadas, en estos alimentos tampoco hay coinci-
dencia entre las CDR obtenidas según los reque-
rimientos nutricionales, y los hallados según los
valores de referencia pautados por la normativa
(RD 490/1998, de 27 de marzo).
Respecto a las galletas infantiles, según se
observa en la Tabla 1.22, proporcionan un apor-
te calórico que es muy similar entre las diferen-
tes marcas sometidas a estudio, encontrándose
en torno a un valor medio de 170,40 + 5,64. De
la misma forma, en cuanto a los macronutrientes
no se aprecian variaciones significativas entre las
76 Capítulo 1
distintas muestras, siendo el contenido medio en
carbohidratos de 29,67 + 0,92; el de proteínas de
3,31 + 1,02 y el de grasa de 4,29 + 0,56.
En el caso de los minerales, se advierten dife-
rencias al comparar las tres muestras estudiadas.
Así, el aporte medio de sodio es de 101,33 + 36,65,
variando entre un máximo, de 144,00 mg/ración, y
un mínimo, de 80 mg/ración. Si comparamos
dicho valor medio con los requerimientos mínimos
de sodio al día para niños/as entre 0,5 y 1 año, los
cuales se fijan en 200 mg, observamos que prácti-
camente cubre el 50% de los mismos, lo que a
nuestro juicio es muy elevado, habida cuenta de
que las galletas infantiles no constituyen por sí
mismas, el alimento básico de ninguna comida,
sino más bien un complemento de la dieta. Esta
circunstancia es menos acusada cuando el produc-
to se destina a niños entre 1 y 3 años, ya que los
requerimientos de sodio se fijan en 300 mg.
En cuanto al calcio, el contenido medio es de
134,67 ± 36,65, oscilando entre un máximo de
200 mg y un mínimo, de 80 mg. Esta variación
puede atribuirse a la distinta cantidad de leche
que cada fabricante utiliza en la elaboración de
las galletas objeto de estudio.
Al observar la Tabla 1.22, destaca el alto
contenido en hierro y la gran heterogeneidad de
datos obtenidos para este elemento, con un valor
medio de 8 ± 10,46. Para la ración que se ha
estimado (40 gramos), supera la ingesta diaria
recomendada para este mineral, independiente-
mente de que el producto se destine a niños
entre 0,5 y 1 año de edad, o a niños entre 1 y 3
años, ya que en ambos casos los requerimientos
de hierro son los mismos (7 mg).
En este sentido, hay que hacer la matización
de que los valores que figuran en el etiquetado
de los tres productos que integran el conjunto
muestral son muy dispersos (2 mg, 8 mg y 50
mg por 100 gramos de producto), lo que hace
que el valor medio obtenido para la ración esti-
mada tenga una desviación estándar muy eleva-
da. Por todo ello, es más exacto evaluarlos inde-
pendientemente, lo que supondría un aporte de
hierro, por ración estimada, de 0,80 mg, 3,20 mg
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
y 20 mg, respectivamente. De estas cifras, las
dos últimas son las que suponen un aporte
mayor de hierro, especialmente la última al
superar en un 285,71% la cantidad diaria reco-
mendada (CDR).
En cuanto a las vitaminas que se consignan
en el etiquetado nutricional de las galletas infan-
tiles, comprobamos que no existen variaciones
significativas entre las diferentes marcas, obte-
niéndose valores medios de 0,19 mg para la B1,
0,15 mg para la B2 y 1,59 mg para la B3, con
unas desviaciones estándar respectivas muy
pequeñas. Estos valores, comparativamente con
los requerimientos nutricionales fijados por el
CSIC, 1994, para estas vitaminas, son poco sig-
nificativos.
Todo ello se contrasta en la Figura 1.9, donde
aparece representado, para los distintos nutrien-
tes, el porcentaje de cantidad diaria recomenda-
da (CDR) para niños/as de 0,5-1 año cubierta
por una ración estimada al día de 40 gramos de
producto. Se ha considerado exclusivamente ese
grupo de edad por entender que es en ese perío-
do de tiempo cuando el consumo de este tipo de
galletas infantiles puede ser mayor, ya que a par-
tir del año, como se ha comentado anteriormen-
te, la dieta es más variada y el niño empieza a
consumir todo tipo de alimentos. En dicha gráfi-
ca destaca, de entre todos los nutrientes repre-
sentados, el hierro, que sobrepasa el 100% de
las CDR con 114,29%, y la vitamina B1, que
cubre el 47,50% de los requerimientos.
En la Tabla 1.23 se muestra el estudio com-
parativo de los datos obtenidos para las galletas
infantiles con las especificaciones que marca la
normativa y los requerimientos nutricionales. A
este respecto, nuevamente queremos dejar
patente las lagunas que encontramos en la legis-
lación al no quedar regulado el contenido de
todos los nutrientes. Así, nos encontramos con
que la normativa sólo fija la cantidad de hidratos
de carbono cuando proceden de los diferentes
azúcares añadidos a las galletas (glucosa, fruc-
tosa, etc.), pero no establece cuál debe ser el
contenido total de carbohidratos en las mismas.
Por tanto, no se puede precisar si las galletas
analizadas cumplen la normativa, ya que si bien
aparecen en la lista de ingredientes los azúcares
empleados en su elaboración, éstos no se cuan-
tifican. Respecto a las proteínas observamos que
las galletas infantiles cumplen los requerimien-
tos mínimos proteicos que marca la legislación,
y que se cifran en 1,5 gramos/100 kcal, no
sobrepasando el valor máximo estipulado de 5,5
g/100 kcal. De igual forma, el aporte de grasa
(2,52 g/100 kcal), no excede el máximo legisla-
do (3,3 g/100 kcal).
Los resultados obtenidos para las vitaminas y
minerales cumplen en todos los casos los crite-
rios de composición regulados por la normativa,
a excepción del hierro que sobrepasa los límites
permitidos, obteniéndose un porcentaje de CDR
del 114,28%, cuando se tienen en cuenta las
recomendaciones nutricionales del CSIC, y de
un 133,33%, cuando se consideran los valores
de referencia que, para el etiquetado nutricional,
se recogen en el Anexo V del RD 490/1998, de
27 de marzo. Estas variaciones no sólo se detec-
tan para el hierro, sino también para el resto de
los nutrientes, como consecuencia de que dichos
valores de referencia no siguen los criterios esti-
pulados en las recomendaciones nacionales del
CSIC e internacionales del National Research
Council; asimismo, no diferencian la edad de los
distintos colectivos, lo cual es básico para poder
marcar la diferencia de los requerimientos. Ello
pone de manifiesto, una vez más, la necesidad
de reconsiderar la normativa y efectuar una revi-
sión de la misma.
En cuanto a los tarritos infantiles, según se
observa en la Tabla 1.24, comparativamente, son
los tarritos de fruta los que, a igual ración esti-
mada (200 g), aportan mayor cantidad de ener-
gía, por tener un mayor contenido en azúcares,
existiendo una gran similitud entre ambos pará-
metros, al considerar los tarritos de carne y pes-
cado. La cantidad de proteínas también es simi-
lar en ambos tipos de productos, cubriendo el
39,40% de las necesidades diarias en el caso de
niños con edades comprendida entre 0,5 y 1 año,
Capítulo 1 77
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
y algo menor si el producto se destina a niños
entre 1 y 3 años, como puede observarse tam-
bién en las Figuras 1.10 y 1.11, respectivamen-
te. En el caso de los preparados a base de fruta,
el contenido en proteínas, como era de esperar,
es considerablemente inferior.
El aporte de grasa es mayor en los tarritos a
base de carne que en los de pescado, si bien en
los primeros se observa una mayor dispersión
de datos, siendo el contenido medio de grasa, de
5,26 ± 2,57, en los preparados a base de carne y,
de 4,60 ± 1,27, en los de pescado.
En la Tabla 1.24, sólo aparecen consignados,
en cuanto a minerales y vitaminas, el sodio y la
vitamina C, para los cuales existe obligatorie-
dad en base a la normativa, el primero para
todos los preparados y la vitamina C sólo para
los preparados a base de fruta.
El contenido en sodio es bastante parecido en
los tarritos de carne y pescado, y muy reducido
en los preparados a base de fruta, lo cual es atri-
buible a las características propias de estos pro-
ductos. El aporte medio de sodio en los tarritos
de carne es, de 161,67 mg/200 g de producto,
existiendo una gran dispersión de valores entre
las diferentes muestras. En los tarritos de pesca-
do, la cantidad media de sodio es, de 214 mg/200
g de producto, siendo los datos de las distintas
muestras menos dispersos.
Sorprende, en ambos casos, la elevada canti-
dad de sodio que aportan estos productos, habi-
da cuenta de que la dieta ha de estar comple-
mentada por otros alimentos que también van a
ser fuente de este mineral. Por los datos obteni-
dos, la incidencia de este hecho es mayor cuan-
do el producto se destina a niños de menos de un
año, que si va dirigido a aquellos cuyas edades
están comprendidas entre 1 y 3 años de edad, ya
que en el primer caso los requerimientos de este
mineral se fijan en 200 mg/día y en el segundo
se aumentan hasta 300 mg/día.
Con respecto a la vitamina C, cabe resaltar el
elevado contenido que presentan estos produc-
tos, pues un tarrito de fruta al día aporta más del
100% de las cantidades diarias recomendadas
78 Capítulo 1
(CDR). Ello, lejos de beneficiar la salud del niño,
pudiera ocasionar, en determinados casos, algún
tipo de problema, entre otros, afecciones pancre-
áticas, alérgicas, renales, etc. (Tabla 1.28), máxi-
me cuando el aporte de esta vitamina puede
verse incrementado como consecuencia de la
ingesta de otras posibles fuentes de la misma.
Para terminar con la evaluación nutricional
de los tarritos, en las Figuras 1.10 y 1.11 mues-
tran las CDR, respectivamente, para niños/as de
0,5 a 1 año y de 1 a 3 años cubiertas por un tarri-
to de 200 g. Se observa, para ambas edades, que
el nutriente que mayoritariamente destaca, tanto
en los tarritos de carne como en los de pescado
es el sodio, mientras que en los de fruta es la
vitamina C, con cifras que llegan hasta un
106,40% de las CDR para el grupo de edad más
pequeño, y del 96,73% de la CDR para el de
mayor edad, de 1 a 3 años.
Respecto a los platos preparados, en compa-
ración con los tarritos infantiles de carne y pes-
cado, presentan un contenido similar en energía,
proteínas y grasa, aunque este último es más ele-
vado en los primeros, habida cuenta de que la
ración estimada es superior (300 gramos). No
ocurre así con los carbohidratos, comprobándo-
se que los platos preparados aportan práctica-
mente la misma cantidad que los tarritos de
fruta, que es de 34,50 + 2,12, cantidad que
duplica el aporte en carbohidratos de los tarritos
de carne y pescado.
En cuanto al sodio, los platos preparados
proporcionan una cantidad bastante superior a
la de los tarritos, en sus tres variedades, con un
valor medio de 441,00 + 18,79 mg. Este dato
queda contrastado en las Figuras 1.10 y 1.11,
comprobándose que esta elevación es menos
significativa, como ya se ha dicho, cuando el
producto se destina a niños de edades compren-
didas entre 1 y 3 años, que cuando va dirigido a
niños entre seis meses y un año.
Por último, queremos indicar que en el etique-
tado nutricional no figura el dato correspondiente a
la cuantificación de vitamina C por no ser obliga-
torio para este tipo de preparados.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
En la Tabla 1.25 aparece reflejado el estudio
comparativo de los resultados obtenidos en estos
alimentos infantiles con las especificaciones que
establece la legislación y los requerimientos
nutricionales. A este respecto, tanto en los tarri-
tos de carne, como en los de pescado y platos
preparados, se cumplen los requerimientos pro-
teicos mínimos que marca la legislación para los
mismos, y que se fijan en 4 y 3 gramos/100 kcal,
respectivamente. Además, en los tarritos de
carne y pescado, como en su denominación
figuran estos alimentos aunque en su composi-
ción intervienen más ingredientes, la normativa
establece que éstos deben estar presentes, como
mínimo, en un 10%, circunstancia que se verifi-
ca en aquellos productos en los que se incluye la
cuantificación de ingredientes.
De igual forma se cumplen los requerimien-
tos legislativos para la grasa en todos los pro-
ductos objeto de estudio, y en el caso de los tarri-
tos de fruta, los requerimientos de carbohidratos,
al no superar la cifra máxima de 20 g/100 g de
producto. La normativa establece para el sodio
un valor máximo de 200 mg/100 kcal o 200
mg/100 g de producto, lo que supone el cumpli-
miento de la misma en todos los preparados
sometidos a estudio. En cuanto a la vitamina C,
en los tarritos de fruta se alcanza el 96,72% de la
CDR si se aplican las recomendaciones nutricio-
nales, y un 212,80% si se tienen en cuenta los
valores de referencia que marca la legislación,
de 25 mg/día, que son exactamente la mitad de
los requerimientos nutricionales para este colec-
tivo, de 50 mg/día para niños/as de 0,5 a 1 año, y
de 55 mg/día para los de 1 a 3 años de edad. Esto
pone de manifiesto, de nuevo, la necesidad de
que se revise la normativa, y se tengan en cuenta
los requerimientos nutricionales de la población
infantil en función de la edad de este colectivo.
Finalmente se pasa a comentar, brevemente,
el aporte de energía que proporcionan los dife-
rentes macronutrientes, en cada uno de los pro-
ductos objeto de estudio.
Según puede observarse en la Figura 1.12,
relativa a la distribución calórica de los produc-
tos pertenecientes al Grupo 1, las leches para
lactantes presentan un contenido proteico muy
próximo al mínimo recomendable, 10-15%,
existiendo prácticamente la misma cantidad de
calorías cubiertas por las grasas y carbohidra-
tos, lo que pone de manifiesto un exceso de
grasa, por superar el 30% recomendable, y una
deficiencia en cuanto a los requerimientos de
hidratos de carbono, del 55-60%. Una situación
similar se da en el caso de las leches de conti-
nuación, donde el contenido proteico es un poco
más elevado, aunque está dentro de los márge-
nes aconsejados, mientras que los carbohidratos
y la grasa están prácticamente en la misma pro-
porción, lo que denota un exceso de grasa y una
escasez de carbohidratos. En las papillas de
cereales se advierte, por el contrario, un conte-
nido en grasa muy bajo, 6%, las proteínas están
dentro de la cantidad adecuada, 10%, y los car-
bohidratos superan el máximo recomendable,
del 60%.
En las galletas tampoco se observa una re-
lación equilibrada en lo que a la distribución
calórica se refiere, contribuyendo en un 68% los
carbohidratos, un 24% la grasa y un 8% las pro-
teínas.
En el caso de los tarritos de carne, las proteí-
nas aportan un 23% de la energía, luego están en
exceso, la grasa está en una proporción práctica-
mente correcta, 34%, y los carbohidratos están
deficitarios, 43%, situación que, aunque con lige-
ros cambios, se aprecia en los tarritos de pescado.
El valor calórico de los tarritos de fruta, casi
en su totalidad, proviene de los carbohidratos
(95%), siendo prácticamente inapreciable la par-
ticipación de la grasa y de las proteínas, lo cual
es totalmente acorde con las características pro-
pias del producto.
En los platos preparados, el porcentaje caló-
rico de las proteínas es elevado, superando el
10% de lo recomendado, mientras que el corres-
pondiente a la grasa y a los carbohidratos se
aproxima más a las pautas nutricionales, con un
24% y 56%, respectivamente para ambos nu-
trientes.
Capítulo 1 79
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
CONSIDERACIONES FINALES
Una vez comentado lo más significativo en rela-
ción al etiquetado general y nutricional de estos
productos, así como a la evaluación nutricional
de los mismos, pasamos a exponer las siguientes
consideraciones finales:
A) En relación al etiquetado:
• Referente a los alimentos infantiles, y en lo
que al Etiquetado General se refiere, el
grado de adecuación a la Norma General
de Etiquetado, Presentación y Publicidad
de los Productos Alimenticios en todas las
muestras sometidas a estudio es, en gene-
ral, muy elevado.
• Los principales incumplimientos se observan
en relación a la cuantificación de ingredien-
tes, indicación de todas las menciones obli-
gatorias del etiquetado en castellano y pre-
sencia, en el mismo campo visual, de los
datos relativos a la denominación de venta,
marcado de fechas y cantidad neta.
• De los cinco subgrupos estudiados, el que
presenta mayor grado de cumplimiento,
conforme a la normativa general de etique-
tado, es el de las galletas infantiles, quizás,
como consecuencia de haber realizado un
muestreo más reducido con respecto al
Tabla 1.30. Porcentaje de deficiencias encontradas en el etiquetado general de los productos incluidos en el Grupo 1
LECHES
DEFICIENCIAS
LACTANTES
Cuantificación de ingredientes 50,00
Mismo campo visual: denominación venta,
42,86
contenido neto y marcado de fechas
Indicación «Presencia o ausencia de gluten» No obligatorio
Datos obligatorios del etiquetado
en castellano * *
(*)
Deficiencia no observada en este tipo de producto.
80 Capítulo 1
resto, dado el escaso número de marcas
diferentes encontradas en el mercado.
• En los cuatro subgrupos restantes, la defi-
ciencia común es la inadecuada cuantifica-
ción de ingredientes, que es del 50% en las
leches para lactantes y tarritos; 42,86% en
papillas de cereales, y tan sólo de un
18,75% en las leches de continuación.
• No aparecen, en el mismo campo visual,
los datos relativos a denominación de
venta, marcado de fechas y cantidad neta,
en el 42,86% de las leches para lactantes y
en el 18,75% de las leches de continua-
ción.
• El 13,13% de las papillas de cereales que
se destinan a niños de menos de 6 meses de
edad, no indican la presencia o ausencia de
gluten.
• En el 15% de los tarritos y platos prepara-
dos sometidos a estudio, figura alguna de
las indicaciones obligatorias del etiquetado
en lengua extranjera, y no en castellano
como exige la normativa.
• A modo de resumen, las principales defi-
ciencias encontradas en el etiquetado gene-
ral de los preparados infantiles sometidos a
estudio, con exclusión de las galletas
infantiles para las que hay un 100% de
cumplimiento, se muestran seguidamente
en la Tabla 1.30.
LECHES PAPILLAS TARRITOS Y PLATOS
CONTINUACIÓN CEREALES PREPARADOS
18,75 42,86 50,00
18,75 * *
No obligatorio 13,33 *
* 15,00
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
• En cuanto al Etiquetado Nutricional de
estos productos, el grado de cumplimenta-
ción es, en general, muy elevado. En lo
que respecta a las leches para lactantes y
leches de continuación, el 100% de las
muestras sometidas a estudio consignan
en sus etiquetas el contenido en energía,
macronutrientes, vitaminas y minerales,
excepto para el selenio, que no aparece
reseñado en el 50% de las leches para lac-
tantes y en el 75% de las leches de conti-
nuación, si bien para estas últimas no es
obligatoria su indicación. Esto mismo
sucede con el cobre y vitamina E, que no
se consignan en el 6,25% y 12,50%, res-
pectivamente, de las leches de continua-
ción estudiadas.
• En las leches para lactantes, además, se pre-
sentan otros incumplimientos en lo que res-
pecta a la utilización incorrecta del término
«adaptado», en el 20% de las mismas, y la no
cuantificación de determinados ingredientes
esenciales, tales como taurina (23,08%) y
nucleótidos (50%).
• Para estos dos tipos de leches, lactantes y
de continuación, la legislación no estable-
ce, como obligatoria, la indicación del por-
centaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) para las vitaminas y minerales que
figuran en la lista de ingredientes, a pesar
de que en algunas muestras se encuentran
reseñadas.
• Respecto a las papillas de cereales, no se
especifica el contenido en sodio en el
14,29% de las mismas. El resto de nutrien-
tes sí se cuantifica, y la principal desvia-
ción se observa en lo relativo al porcentaje
de cantidad diaria recomendada (CDR)
para las vitaminas y minerales, datos que
son obligatorios en base a la legislación,
figurando, únicamente en el 100% de las
muestras estudiadas, para la vitamina A.
• En relación a las galletas infantiles, no se
consigna el porcentaje de cantidad diaria
recomendada (CDR), también obligatorio,
en el caso del calcio, hierro, vitamina B1,
B2, B3, B6 y C, a pesar de que todos estos
nutrientes figuran en las etiquetas de las
muestras.
• Los tarritos y platos preparados constitu-
yen el subgrupo que registra mayor grado
de cumplimentación en lo relativo al por-
centaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) de vitaminas y minerales, para los
que también es obligatoria la indicación de
estos datos, ya que se consigna en todas las
vitaminas declaradas, excepto para la vita-
mina C, que sólo figura en el 90% de los
casos. En cuanto a los elementos minera-
les, el sodio no consta en el 10% de los
preparados estudiados.
• Las principales deficiencias encontradas
en el etiquetado nutricional de estos pro-
ductos se resumen seguidamente en el
Tabla 1.31.
B) En relación a la evaluación
nutricional de estos productos:
B. 1) De forma general
• La evaluación nutricional de estos prepa-
rados infantiles tiene por objeto estudiar
la composición en nutrientes de los mis-
mos, y valorar su adecuación a los crite-
rios establecidos por la legislación, así
como a las recomendaciones nutricionales
estipuladas para los distintos colectivos.
Además, se ha establecido el perfil calóri-
co de estos alimentos, al objeto de poder
comprobar si la distribución calórica está
equilibrada.
• Con el fin de conocer el porcentaje de can-
tidad diaria recomendada cubierta por una
ración estimada para cada preparado, se
han tomado como referencia los valores de
las Ingestas diarias recomendadas de
energía y nutrientes del CSIC, 1994 y las
Capítulo 1 81
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Tabla 1.31. Deficiencias encontradas en el etiquetado nutricional de los productos incluidos en el Grupo 1
LECHES LECHES
DEFICIENCIAS
LACTANTES CONTINUACIÓN
Cuantificación de
Selenio Cobre
minerales
Cuantificación de
* Vitamina E
vitaminas
Cuantificación de Taurina
otros nutrientes Nucleótidos * No obligatorio
% CDR minerales No obligatorio No obligatorio
% CDR vitaminas No obligatorio No obligatorio
B1, B2, B3, B6, B9, B12, C
(*)
Deficiencia no observada en este tipo de producto.
Raciones dietéticas recomendadas del
National Research Council (NRC, 1991).
• Se observa que, en general, presentan un
contenido elevado en vitaminas y minera-
les, que es más considerable en el caso de
las leches de continuación, seguido de las
leches para lactantes, papillas de cereales,
galletas y tarritos infantiles.
• Los porcentajes de cantidad diaria reco-
mendada son diferentes si se tienen en
cuenta los valores de referencia que para el
etiquetado nutricional establece la norma-
tiva, los cuales son iguales para todos los
preparados y alimentos infantiles, con
independencia de la edad a la que se desti-
nen, no correspondiéndose exactamente ni
con las Ingestas diarias recomendadas del
C.S.I.C, 1994, ni con las Raciones dietéti-
cas Recomendadas del National Research
Council, 1991.
• Se ha procedido también a comprobar en
cada preparado el cumplimiento de los cri-
terios de composición que establece la
legislación que los regula, observando a
este respecto un gran vacío legal al no que-
dar regulados los contenidos en todos los
nutrientes, y no fijar límites máximos para
82 Capítulo 1
PAPILLAS GALLETAS TARRITOS Y PLATOS
CEREALES INFANTILES PREPARADOS
Sodio * Sodio
Vitamina D * Vitamina C
No obligatorio No obligatorio
Calcio Calcio
*
Hierro Hierro
Vitaminas D Vitaminas Vitamina C
B1, B2, B3, B6, C
ellos en todos los casos. Asimismo, hemos
podido comprobar que no están equilibra-
dos los valores de algunos nutrientes a las
ingestas reales de este colectivo, en fun-
ción de los datos que figuran en las tablas
de dosificación, que los fabricantes inclu-
yen en las etiquetas de estos preparados,
según las distintas edades.
• Queremos dejar patente que los fabricantes
de estos productos se adaptan a los criterios
de composición que, para los distintos nutri-
entes, fija la legislación, los cuales vienen
expresados por 100 kcal, teniendo, además,
en cuenta los valores de referencia que para
el etiquetado nutricional se reseñan en la
misma.
• Consideramos que sería interesante revisar
esta normativa, al objeto de que se realicen
las matizaciones procedentes, que permi-
tan fijar la composición en nutrientes,
teniendo en cuenta las recomendaciones
nutricionales en función de la edad del
niño/a, a fin de que se ajuste, lo máximo
posible, a sus necesidades, así como la
regulación para aquellas vitaminas y mine-
rales para los que, actualmente, no existen
valores de referencia.
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
B. 2) De forma particular para cada
tipo de preparado
En las leches para lactantes destacamos:
• Según los requerimientos nutricionales
establecidos para niños/as de 0-0,5 años,
para la ración media que hemos estimado,
el aporte energético está muy próximo a
los requerimientos nutricionales de 650
kcal.
• En estos productos se observa un predomi-
nio de los carbohidratos (63 + 4,99), segui-
do de las grasas (29,94 + 1,39), y proteínas
(13,30 + 1,14), las cuales cubren práctica-
mente el 100% de las CDR.
• La distribución calórica de los macronu-
trientes no es equilibrada, ya que si bien pre-
sentan un contenido proteico muy próximo
al mínimo recomendable, 10-15%, existe
prácticamente la misma cantidad de calorías
cubiertas por las grasas y los carbohidratos,
lo que pone de manifiesto un exceso de
grasa, por superar el 30% recomendable, y
una deficiencia de los requerimientos de
hidratos de carbono, del 55-60%.
• El aporte de calcio, hierro, magnesio y
cobre, se encuentra muy próximo a las
recomendaciones nutricionales estableci-
das para el colectivo infantil al que se des-
tinan (niños/as entre 0-0,5 años). No suce-
de así con el sodio y zinc, cuyos valores
superan en todas las muestras los requeri-
mientos mínimos, de 120 mg, para el pri-
mero, y las ingestas recomendadas, de 3
mg para el segundo.
• En relación al yodo y al selenio, se comprue-
ba una gran heterogeneidad de resultados en
las distintas leches, superándose para el pri-
mero las recomendaciones en todas las
muestras a excepción de dos (muestras n.os
LL7 y LL8), y para el segundo, en cinco de
las siete que lo declaran.
• De todos los elementos minerales, desta-
can especialmente los valores obtenidos
para el yodo y el zinc, por cubrir, respecti-
vamente, el 201,22% y 142,68% de las
CDR.
• En lo que al aporte de vitaminas liposolu-
bles por ración diaria estimada se refiere,
se observa un exceso en la suplementación
de vitaminas A, E y K, que es especial-
mente acusado en la última, cubriendo el
123,74% de las CDR de la vitamina A, el
125,16% para la vitamina E, y el 824,01%
para la vitamina K. La vitamina D se man-
tiene dentro de los valores recomendados,
de 10 μg a excepción de cuatro muestras,
(números LL3, LL6, LL12 y LL13).
• Respecto al contenido en vitaminas hidro-
solubles, las leches para lactantes propor-
cionan aportes elevados de vitaminas B1
(140,25%), B2 (187,76%), B3 (158,37%), B6
(146,66%), B9 (170,45%) y C (154,28%)
destacando, de forma especial, el valor de
vitamina B12 (566,67%).
• Si comparamos estos porcentajes de canti-
dad diaria recomendada (CDR) con los
obtenidos, teniendo en cuenta los valores
de referencia que marca la normativa para
el etiquetado nutricional, observamos
algunas discrepancias. En general, hay una
disminución de estos valores con respecto
a los primeros, elevándose dichos porcen-
tajes para la vitamina C (308,56%), vita-
mina A (139,20%), calcio (113,54%) y hie-
rro (108,00%).
• A este respecto, pensamos que es muy
importante que la cantidad de nutrientes
que aportan estos productos cubra el 100%
de los requerimientos nutricionales de los
niños a los que se destinan (0-0,5 años),
habida cuenta de que constituyen su único
soporte nutricional. Creemos que esta
sobredosificación de vitaminas y minera-
les no tiene justificación bajo ningún con-
cepto, ya que, si bien para algunos micro-
nutrientes no se han descrito efectos
tóxicos por eliminarse con bastante facili-
dad, para otros sí que existen. En relación a
Capítulo 1 83
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
este punto, son muchos los autores que
aconsejan no superar nunca las cantidades
diarias recomendadas (CDR), salvo que se
padezca algún tipo de carencia, por poder
implicar las megadosis de cualquier vita-
mina y/o mineral signos de toxicidad
(Ribas y Roses, 1995; Illera, 2000; García,
2001).
• La mayoría de estos productos se ajustan a
los criterios de composición que establece
la normativa, la cual fija el contenido míni-
mo de minerales y vitaminas, mientras que
el máximo, si bien se establece para la
mayoría de los primeros, sólo se refleja
para las vitaminas A y D. En cualquier
caso, el equilibrio en algunos nutrientes
está mal ajustado con respecto a los reque-
rimientos de este colectivo infantil, de 650
kcal.
En relación a las leches de continuación, del
estudio realizado se desprende que:
• El aporte calórico no llega a satisfacer en
ninguna muestra el 100% de los requeri-
mientos diarios de energía fijados por el
CSIC para niños/as entre 0,5 y 1 año,
colectivo al que se destinan estos prepa-
rados.
• En este tipo de leches se observa que el
contenido en carbohidratos (85 ± 5,55
g/ración estimada) es mayoritario, y com-
parativamente superior al de las leches
para lactantes; el aporte medio de grasa es
de 32,54 ± 2,18 y el de proteínas de 21,25
± 2,46. Respecto a estas últimas, si bien
algunas muestras no aportan las cantida-
des recomendadas (n.os LC3, LC5, LC6,
LC13 y LC16), el resto supera dicho valor,
de 20 g/día.
• En cuanto al reparto calórico de los
macronutrientes, se da una situación simi-
lar a la producida en las leches para lac-
tantes, siendo el aporte calórico de las
proteínas un poco más elevado, aunque se
84 Capítulo 1
encuentra dentro de los márgenes aconse-
jados, mientras que el correspondiente a
los carbohidratos y a la grasa están prácti-
camente en la misma proporción, lo que
denota un exceso de grasa y una escasez
de carbohidratos.
• Respecto al sodio, calcio y hierro, todas las
muestras superan las recomendaciones
nutricionales pautadas para este colectivo
de niños entre 0,5 y 1 año. Algo similar
sucede con el yodo y zinc, a excepción de
dos muestras (n.os LC7 y LC8) para el pri-
mero, y cinco (n.os LC7, LC8, LC9, LC10
y LC12) para el segundo.
• A pesar de la heterogeneidad de datos obte-
nidos para el magnesio, su aporte, por ración
estimada, es de 82,68 + 13,53 mg, no supe-
rando las ingestas diarias recomendadas. De
la misma forma sucede para el cobre y sele-
nio, cuyos aportes medios son, de 0,53 ±
0,21 y 10,70 ± 5,39, respectivamente.
• Referente al contenido en vitaminas lipo-
solubles, todas las muestras sobrepasan los
requerimientos para las vitaminas A, E y
K, con unos valores medios, respectiva-
mente, de 691 + 82,93; 9,47 + 4,43 y 50,96
+ 14,38, comprobándose este exceso tam-
bién para la vitamina D, con exclusión de
las muestras n.os LC4, LC5 y LC11.
• La práctica totalidad de las leches también
exceden de los requerimientos nutriciona-
les establecidos para las vitaminas B1, B2
B3 y B6. Una situación semejante se obser-
va para la vitamina B9, con excepción de
las muestras n.os LC7, LC8, LC9, LC10,
LC15 y LC16, siendo el aporte medio, de
106,31 ± 57,74. Destaca especialmente el
contenido de vitamina B12 en todo el con-
junto muestral, al igual que el de vitamina
C, alcanzando valores medios de 2,18 +
1,29 y 96,64 ± 36,62, respectivamente,
para ambos.
• A la vista de los resultados obtenidos,
podemos concluir diciendo que la suple-
mentación en vitaminas y minerales es más
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL

marcada en el caso de las leches de conti-
nuación que en el de las leches para lactan-
tes, excediéndose en un gran número de
muestras el 100% de las CDR de estos
nutrientes: entre el 100 y el 200% en el
caso del calcio, hierro, zinc, vitamina B1,
B3, B9, C, A, D y E, y superior al 200%
para el yodo y vitamina B2, destacando,
especialmente la vitamina B12 (726,66%) y
vitamina K (509,60%).
• Estos porcentajes de CDR varían si se tienen
en cuenta los valores de referencia que marca
la normativa aumentando en el caso del cal-
cio (219,78%), hierro (191,17%), zinc
(133%), cobre (132,50%), vitamina A
(172,81%) y vitamina C (386,56%), mien-
tras que disminuye para el yodo (139,01%).
• Si comparamos los resultados obtenidos
con los límites que establece la legislación
para las vitaminas y minerales, se observa
que todos cumplen la normativa, tal y
como se muestra en la Tabla 1.32.
• Respecto a la normativa que regula estos
productos cabe realizar varias puntualiza-
ciones:
– Sólo quedan regulados los contenidos de
las vitaminas que aparecen reflejadas en
la Tabla 1.32.
– No en todos los casos se especifican lími-
tes máximos/100 kcal.
– Las cantidades para los distintos nutrien-
tes, calculadas y expresadas por 100 kcal,
no están correctamente equilibradas para
los requerimientos calóricos reales de
este colectivo infantil que es de 950 kcal.
– Para el resto de los minerales no consig-
nados en la Tabla 1.32, el RD 72/1998,
de 23 de enero, establece que las concen-
traciones serán, como mínimo, equiva-
lentes a las encontradas normalmente en
la leche de vaca, las cuales se expresan
en gramos de mineral/gramo de proteína.
Referente a las papillas de cereales, conside-
ramos:
• Constituyen el subgrupo, dentro de los ali-
mentos del Grupo primero, más heteroge-
neo en cuanto a las características de com-
posición se refiere. En ellas se pueden
distinguir dos tipos: papillas normales y sin
gluten, diferenciando, dentro de las prime-
ras, aquellas que incluyen leche en su com-
posición, y aquellas otras que se han de
reconstituir con leche u otro líquido alimen-
ticio apropiado, las cuales son mayoritarias.
• Las papillas que contienen leche en su
composición (muestras n.os P2 y P5), pro-

Tabla 1.32. Leches de continuación. Estudio comparativo de los datos obtenidos con las especificaciones que marca la
normativa para determinados minerales y vitaminas

LEGISLACIÓN
PARÁMETROS RESULTADOS/100 kcal
Mínimo/100 kcal Máximo/100 kcal

Hierro (mg) 1 2 1,59

Yodo (µg) 5 – 13,51

Zinc (mg) 0,5 – 0,92

Vitamina A (µg) 60 180 95,97

Vitamina D (µg) 1 3 1,93

Vitamina C (mg) 8 _ 13,41

Capítulo 1 85
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
porcionan un mayor contenido en energía,
proteínas, grasa, sodio, calcio, fósforo y
vitamina B1 que el resto, siendo también
superior la cantidad que aconsejan los
fabricantes para su preparación.
• Al comparar las papillas normales y las
papillas sin gluten, se observa que, gene-
ralmente, en estas últimas el contenido en
proteínas es inferior, mientras que el de
carbohidratos y grasa es superior.
• En las papillas de cereales se advierte que
el porcentaje calórico de las grasas es muy
bajo, 6%, el de las proteínas es más ade-
cuado, 10%, y el correspondiente a los car-
bohidratos supera el máximo recomenda-
ble, del 60%.
• El aporte de vitaminas, tanto, lipo como
hidrosolubles es bastante similar en ambos
tipos de papillas, aunque se observa un
enriquecimiento algo mayor en las papillas
normales respecto a las vitaminas B1, B8,
B9 y C.
• Respecto a los minerales, destaca especial-
mente el contenido en sodio, con una gran
dispersión de resultados en las diferentes
papillas analizadas, que es más acusada en
las normales, como consecuencia de su
composición más heterogénea. Referente
al calcio, fósforo y hierro, las diferencias
entre ambos tipos de papillas son menores,
presentando las papillas normales mayores
cantidades de estos minerales que en las
carentes de gluten.
• Merece especial atención resaltar el aporte de
vitamina B1 en las papillas con leche, por
superar ampliamente los requerimientos, de
0,4 mg para niños de 0,5-1 año, y de 0,5 mg
para niños entre 1 y 3 años, así como los con-
tenidos en las vitaminas B12 y K, alcanzán-
dose porcentajes, respectivamente, de un
186,67% y un 199,60%, de las CDR.
• La normativa aplicable a este tipo de pro-
ductos (Anexo VI de la Orden de 14 de
julio de 1999), no fija valores máximos ni
mínimos respecto a la vitamina K, y sí esta-
86 Capítulo 1
blece para la vitamina B12 un contenido
máximo, 0,35 μg/100 kcal, ajustándose a la
misma el valor medio hallado en nuestras
muestras, de 0,23 μg/100 kcal. Respecto al
porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) que cubre la vitamina B12, éste es de
un 80%, si se toma el valor de referencia
que para el etiquetado nutricional fija el RD
490/1998, de 27 de marzo, y bastante supe-
rior, un 186,67%, si se tienen en cuenta los
requisitos nutricionales.
• Las papillas de cereales también se ajustan
a la normativa en cuanto a los requeri-
mientos proteicos mínimos y máximos,
que se cifran, respectivamente, en 2 gra-
mos/100 kcal y 5,5 g/100 kcal, así como el
contenido en lípidos, al no superarse la
cantidad de 3,3 g/100 kcal.
• Nuevamente señalamos la discrepancia
que aparece entre lo que marca la normati-
va, en cuanto a los aportes de estas papillas
por 100 kcal, y la realidad de las necesida-
des calóricas que deben tomar los niños a
los que van destinados estos alimentos.
Consideramos que no están bien equilibra-
das las necesidades nutricionales de este
colectivo, y ello puede influir negativa-
mente en la salud del niño, máxime que a
estas edades ya toman una dieta diversifi-
cada, lo que podría incrementar aún más
esas ingestas.
• Las galletas infantiles, para la ración esti-
mada, aportan un contenido en energía,
carbohidratos y grasa que es muy similar
en las tres muestras sometidas a estudio,
existiendo una mayor diferencia en lo que
respecta a las proteínas.
• En las galletas tampoco se observa una
relación muy adecuada en lo que a la dis-
tribución calórica se refiere, contribuyendo
en un 68% los carbohidratos, un 24% la
grasa y un 8% las proteínas.
• El contenido medio de calcio es de 134,67
± 60,71, observándose una gran dispersión
de datos entre las diferentes muestras, atri-
 PREPARADOS INFANTILES: VALORACIÓN DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR E INCIDENCIA NUTRICIONAL
buible a las posibles variaciones en la com-
posición de las mismas.
• La mayor suplementación se obtiene a
nivel del hierro, que para la ración estima-
da de 40 gramos supera el 100% de las
recomendaciones, (114,29%). La normati-
va establece un contenido máximo de este
mineral de 3 mg/100 kcal, que se supera
ampliamente, con un valor medio de 4,69
mg/100 kcal. No obstante, dada la gran
variabilidad de datos que presentan las tres
marcas analizadas, la comparación de
resultados debe hacerse individualmente,
obteniendo las siguientes cantidades, 11,73
mg, 1,87 y 0,46 mg/100 kcal, con lo que
sólo el primer resultado estaría fuera del
límite que establece la normativa.
• Los aportes medios obtenidos para las vita-
minas B1 (0,19 ± 0,01), B2 (0,15 + 0,08) y
B3 (1,59 ± 0,75), son poco significativos
en relación a sus requerimientos nutricio-
nales establecidos, con independencia de
que se destinen a niños/as entre 0,5-1 año ó
1-3 años.
• En relación a los tarritos infantiles, existe
una gran similitud entre los tarritos de
carne y pescado en lo que al aporte energé-
tico y de macronutrientes respecta, presen-
tando unos contenidos medios por ración
estimada, respectivamente, de energía de
140,86 ± 30,87 y 141,60 ± 13,45; de car-
bohidratos de 15,86 ± 2,89 y 17,16 ± 0,70;
de proteínas de 7,89 ± 1,84 y 7,88 ± 1,30,
y de grasa de 5,26 ± 2,57 y 4,60 ± 1,27.
Mayores diferencias, con relación a los
anteriores, se dan en los tarritos de fruta,
tanto en lo que al aporte calórico se refiere
(150,67 ± 20,15), como al de carbohidratos
(35,63 ± 5,10), proteínas (1,47 ± 0,59) y
grasa (0,27 ± 0,10).
• La contribución de los distintos macronu-
trientes al perfil calórico del producto es
inadecuada, tanto en los tarritos de carne y
pescado, como en los de fruta. En los pri-
meros, se observa un exceso de kilocalorí-
as procedentes de las proteínas (23%), un
déficit para los carbohidratos (43%), mien-
tras que la cantidad de kilocalorías que
aportan las grasas es prácticamente correc-
ta (34%). En los tarritos de fruta, la mayor
parte de las calorías proceden del compo-
nente mayoritario que son los carbohidra-
tos (95%), mientras que la contribución de
las proteínas y la grasa prácticamente es
insignificante.
• Una gran dispersión de resultados se obtie-
ne en lo que respecta al sodio, principal-
mente en los tarritos de carne, alcanzando
un valor medio de 161,67 ± 126,24. En los
tarritos de pescado y fruta la variabilidad
de los datos obtenidos es menor, siendo el
aporte de sodio de 214,00 ± 54,50 y 22,67
± 11,71, respectivamente.
• Si en vez de considerar valores medios de
sodio, se estudian los datos individualmente,
observamos que, tanto en los tarritos de
carne, como en los de pescado, existen
muestras (n.os TC2, TC4, TC5 y TP2, TP4 y
TP5) que superan las recomendaciones de
este mineral cuando el producto se destina a
niños entre 0,5 y 1 año de edad; por el con-
trario, no se sobrepasan los requerimientos
de este mineral si el producto se destina a
niños entre 1 y 3 años. En los tarritos de fruta
el contenido en sodio es menor (22,67 ±
11,71).
• En los tarritos de fruta el contenido medio
en vitamina C, es de 53,20 ± 18,20, exce-
diendo ligeramente las recomendaciones
nutricionales (106,40% CDR) si el produc-
to se destina a niños entre 0,5-1 año,
cubriendo el 96,73% de los requerimien-
tos, si el producto se administra a niños
entre 1 y 3 años. Ese porcentaje se ve
incrementado si tomamos como referencia
el valor que establece la legislación, de 25
mg, elevándose a 212,80% CDR.
• Los platos preparados presentan un conte-
nido calórico superior a los tarritos infanti-
les (238 ± 14,85), al igual que sucede con
Capítulo 1 87
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
respecto a los hidratos de carbono (34,50 ±
2,12), proteínas (11,40 ± 0,00) y grasa
(6,15 ± 0,64). En ellos, la contribución
calórica de los carbohidratos y grasa es
bastante adecuada (56% y 24%, respecti-
vamente), mientras que el aporte calórico
de las proteínas supera los límites reco-
mendados del 10%.
• Destaca especialmente el alto contenido en
sodio, al superar el 100% de los requeri-
mientos mínimos (220,50%), cuando el
producto se destina a niños entre 0,5 y 1
año, disminuyendo hasta el 147%, para
niños de 1 a 3 años, al ser los requerimien-
tos de este elemento mayores.
• Si consideramos los resultados obtenidos
para el sodio, por 100 kcal, tanto para los
tarritos como para los platos preparados,
en ningún caso se superan los límites
máximos estipulados por la legislación,
que se fijan en 200 mg/100 kcal o 200
mg/100 gramos, aunque están bastante
próximos, sobre todo en el caso de los pla-
tos preparados.
• Por último, queremos dejar patente que el
porcentaje de cantidad diaria recomendada
88 Capítulo 1
(CDR) que figura en las etiquetas de los
preparados infantiles sometidos a estudio,
está calculada en base a los valores de refe-
rencia que establece la normativa de aplica-
ción en cada caso, y que son comunes para
todos ellos. Dichos valores no se corres-
ponden exactamente ni con las Ingestas
diarias recomendadas del C.S.I.C, 1994 ni
con las Raciones dietéticas recomendadas
del National Research Council, 1991, ade-
más de no tener en cuenta la edad a la que
se destina el producto.
• En resumen, puede decirse que todos estos
preparados presentan un exceso en deter-
minados nutrientes, que se debería tener en
cuenta y revisar, por los posibles efectos
negativos que pudieran ocasionar.
• Todo ello merece, a nuestro juicio, una con-
sideración o, cuando menos, una reflexión,
máxime si se tiene en cuenta que a partir de
los 0,5 años de edad, la dieta del niño/a se
va haciendo cada vez más variada y diver-
sificada, lo que, a su vez, contribuye a ele-
var el aporte diario de nutrientes, que lejos
de beneficiarle podría repercutir negativa-
mente en su salud.
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES
2 DE ESFUERZO Y DESGASTE
PARTE GENERAL
Alimentos complementarios
o para situaciones de esfuerzo
y desgaste
Alimentos para mujeres embarazadas
y en periodo de lactación
Para un mejor seguimiento y ordenación de
estas dos situaciones fisiológicas, vamos a reali-
zar su estudio diferenciando dos apartados:
1. Alimentos para mujeres embarazadas.
2. Alimentos para mujeres lactantes.
1. Alimentos para mujeres embarazadas
El embarazo, junto con la lactancia, constituyen
las etapas fisiológicas de la mujer que conllevan
los cambios biológicos más importantes en el
curso de su vida y, por ello, requieren una ali-
mentación especial.
Son muchos los estudios que existen al res-
pecto, y que relacionan la alimentación de la
embarazada con la salud del recién nacido, los
nacimientos prematuros, así como la aparición
de determinadas enfermedades (Rivero, 1993;
Soria, 1999).
La madre, a través de su alimentación, debe
proporcionar al feto los nutrientes necesarios
para su completo desarrollo, además de atender
las demandas nutricionales de su propio orga-
nismo.
Las recomendaciones alimentarias durante la
gestación pretenden conseguir los siguientes
objetivos (Cervera et al., 1998):
• Cubrir las necesidades nutritivas propias
de la mujer.
• Satisfacer las exigencias nutritivas debidas
al crecimiento fetal.
• Preparar el organismo materno para afron-
tar mejor el parto.
• Promover la futura lactancia.
A lo largo del embarazo, la mujer gestante
incrementa sus necesidades energéticas, de proteí-
nas y de la mayor parte de minerales y vitaminas.
La futura madre necesita una energía adicio-
nal para el crecimiento del feto, la placenta y los
tejidos maternos asociados. Aumenta el metabo-
lismo basal, en parte, porque se incrementa la
masa de tejido activo (fetal, placentario y mater-
no); aumentan las hormonas tiroideas, el costo
del trabajo materno (trabajo cardiovascular y
respiratorio), y el correspondiente a la síntesis
de tejidos (Rivero, 1993).
Todo ello origina un incremento total de las
necesidades calóricas, que corresponde a un
Capítulo 2 89
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
suplemento de 200-300 kcal/día sobre las
ingestas recomendadas de energía para la
mujer no gestante, según las fuentes consulta-
das (FAO/OMS, 1985; National Research
Council, 1991; CSIC, 1994; Mataix, 1996;
Soria, 1999).
Esta cifra no tiene en cuenta otras variables
que afectan a las necesidades calóricas, tales
como actividad física, temperatura ambiente, o
las necesidades de crecimiento que no se rela-
cionan normalmente con el embarazo (adoles-
cencia). La mujer desnutrida y adolescente ten-
drá unos requerimientos más altos, tanto de
energía, como de los demás nutrientes, debién-
dose realizar un estudio adecuado e individuali-
zado, que asegure la nutrición óptima del niño y
de la madre (Rivero, 1993).
Se han utilizado múltiples métodos para
cuantificar el aumento de las necesidades ener-
géticas durante el embarazo. Estimaciones basa-
das en el consumo de oxígeno dan como resul-
tados un incremento acumulativo de 56.000 kcal
a lo largo de todo el proceso, lo que equivaldría
a unas 200 kcal más al día si este reparto se
hiciese uniforme.
Según sistemas de extrapolación, estimación
y la combinación de diferentes tipos de infor-
mación, otros autores concluyen en que el
aumento total diario de ingesta calórica durante
el embarazo sería de 300 kcal/día.
Las recomendaciones oficiales, RDA, apun-
tan hacia un incremento calórico total del 15%,
con un aporte del 20 al 50% mayor para los
minerales y vitaminas, y un 100% para el ácido
fólico (Soria, 1999).
Durante el embarazo, las necesidades protei-
cas también se encuentran aumentadas, ya que
la mayor parte de las proteínas de la alimenta-
ción de la embarazada, se utilizan para la sínte-
sis de los nuevos tejidos de la madre y del feto.
Las proteínas se almacenan en los tejidos
maternos durante las primeras etapas del emba-
razo, siendo utilizables, posteriormente, cuando
aumentan las demandas de crecimiento del feto
(Rivero, 1993).
90 Capítulo 2
En una mujer de edad fértil se considera,
según las recomendaciones del National
Research Council, 1991, que sus necesidades de
proteínas al día son de 46-50 g, según edad y
peso, mientras que en la embarazada las necesi-
dades aumentan hasta aproximadamente 60 g de
proteína al día, lo que se traduce en un incre-
mento de 15 g/día (Rivero,1993; CSIC, 1994;
Soria, 1999).
Para otros autores, ello supone un incremen-
to de los requisitos de proteína, de 1 g/kg/día a
1,5 g/kg/día (Cervera et al., 1998).
Para conseguir que esta ingesta proteica sea
equilibrada, es necesario que las proteínas inge-
ridas en el embarazo sean de origen animal
(huevos, carnes, pescados, leches), y vegetal
(legumbres, cereales), a fin de garantizar el
suministro de todos los aminoácidos esenciales
en la cantidad y proporción adecuada.
Los lípidos tienen un papel estructural muy
importante en el embarazo, ya que intervienen
en la formación del cerebro y del sistema ner-
vioso central, además de desempeñar una fun-
ción energética y plástica. Deben proporcionar
del 30 al 35% del valor calórico total de la dieta,
además de aportar ácidos grasos esenciales
(Rivero, 1993; Mataix, 1996).
Los ácidos grasos esenciales, linoleico y
_-linolénico, de la serie omega-6 y omega-3,
respectivamente, son constituyentes esenciales
de la dieta humana porque los vertebrados no
son capaces de sintetizarlos, siendo ambos utili-
zados en las estructuras celulares. Existe una
evidencia amplia de que una parte importante de
la actividad de los ácidos grasos esenciales se
ejerce por sus derivados de cadena larga, como
los ácidos araquidónico (C20:4, omega-6); eico-
sapentanoico (C20:5, omega-3) y docosahexae-
noico (C22:6, omega-3).
La importancia de los ácidos araquidónico,
eicosapentanoico y docosahexaenoico estriba en
que suministran los precursores para la síntesis
de prostaglandinas y leucotrienos, que son los
componentes principales de los lípidos estructu-
rales de todas las membranas celulares. Los
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
datos demuestran que sólo los ácidos araquidó-
nico, eicosapentanoico y docosahexaenoico, y
no los ácidos grasos esenciales originales, son
utilizados en el cerebro. La carencia de los mis-
mos conduce a una reducción del desarrollo
celular y del aprendizaje permanente, así como a
otros defectos funcionales.
Se puede afirmar que el ácido araquidónico
es, por lo menos, de 5 a 50 veces más útil para la
biología humana que el ácido linoleico.
Análogamente el eicosapentanoico y docosahe-
xaenoico son probablemente de 5 a 20 veces
más útiles que el ácido _-linolénico (Rivero,
1993; Picciano, 1997; Webb, 1999).
Los ácidos eicosapentanoico y docosahexae-
noico pueden ser aportados directamente por la
alimentación a la embarazada, aunque dicha
incorporación debe hacerse con precaución,
pues un exceso conduce a una disminución del
ácido araquidónico y cambios en la membrana
hepática y cerebral. Se debe también tener en
cuenta que los ácidos grasos poliinsaturados
sufren procesos de peroxidación lipídica, por lo
que se ha de considerar el papel protector que
desempeña la vitamina E, la cual tiene que estar
presente en cantidades adecuadas.
El aporte correcto de ácidos grasos en el
periodo perinatal juega un papel fundamental en
la formación y funcionamiento de las estructuras
cerebrales del feto. Por ello, la embarazada debe
cuidar especialmente el tipo de grasa que consu-
me en la dieta, la cual debe aportar la cantidad
correcta de ácidos grasos esenciales, destacando
el ácido linoleico, que está, fundamentalmente,
en los aceites de semillas, así como de ácidos
grasos insaturados de cadena larga (eicosapenta-
noico y docosahexaenoico). Los alimentos en
los que se pueden encontrar estos ácidos grasos
son, principalmente, los pescados azules
(Rivero, 1993).
A lo largo de la gestación se produce, de
forma constante, un incremento en los niveles
plasmáticos de triglicéridos, y menos intenso de
fosfolípidos y colesterol, observándose, a su
vez, este efecto en todas las fracciones lipopro-
teicas, lo cual es atribuible a las modificaciones
hormonales que se producen normalmente en
este estado.
Esta hipertrigliceridemia materna es benefi-
ciosa para el feto y recién nacido, ya que facili-
ta la accesibilidad de los ácidos grasos esencia-
les procedentes de la dieta materna, a través del
plasma materno y fetal, en el primer caso, y de
la leche, en el lactante (Herrera, 1997).
Referente a los minerales, seguidamente
pasamos a comentar algunos datos de aquellos
que tienen una mayor significación durante la
época gestacional. Cabe destacar el calcio debi-
do a que su metabolismo se ve modificado
durante el embarazo, como consecuencia de
diferentes mecanismos complejos en los que
intervienen varias hormonas.
El calcio materno es transportado, de forma
activa, hacia el feto y la calcitonina fetal inter-
viene en la fijación del calcio a nivel del esque-
leto. El paso del calcio materno hacia el feto se
realiza bajo la influencia de una elevación en la
tasa de parathormona materna, la cual induce al
aumento de la producción del 1,25 dihidroxivi-
tamina D a nivel renal (Rivero, 1993; Krause,
1995).
Se considera que la ingesta diaria debe ser
alrededor de 1.200 mg/día de calcio, lo que
representa, aproximadamente, unos 400 mg a
600 mg más de lo que se le asigna a una mujer
adulta no embarazada (National Research
Council, 1991; CSIC, 1994; Soria, 1999).
Las necesidades de calcio se acentúan duran-
te los últimos meses del embarazo, al comenzar
la calcificación ósea fetal, pero debido a que este
mineral comienza a depositarse antes, es acon-
sejable que se ingiera suficiente calcio durante
todo el embarazo. El déficit de este elemento en
la dieta de la embarazada, puede provocar un
cierto grado de reabsorción ósea a partir de sus
propias estructuras.
Con el consumo de leche y derivados lác-
teos se pueden cubrir las necesidades de calcio.
La leche de vaca contiene 120 mg/100 ml, por
lo que la ingesta diaria de 1 litro de leche o
Capítulo 2 91
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
derivados, puede satisfacer estos requerimien-
tos.
Existe una relación directa entre el calcio y la
vitamina D, ya que esta vitamina regula el
metabolismo del calcio, favorece su absorción
intestinal e influye probablemente, de una forma
directa, en la mineralización ósea (Rivero, 1993;
Krause, 1995; Soria, 1999).
La vitamina D, junto con la hormona parati-
roidea, el fosfato y la calcitonina, contribuyen a
conservar la homeostasis del calcio sérico al
controlar y regular el movimiento del calcio a
través de las membranas celulares. Por todo ello
es necesario que en la dieta de la embarazada se
controle la ingesta de vitamina D, la cual se esta-
blece en 10 μg/día (National Research Council,
1991). Se han descrito casos de raquitismo y
tétanos en niños con madres que presentaban un
déficit de vitamina D (Rivero, 1993).
La suplementación de calcio durante el
embarazo debe hacerse con prudencia, ya que
puede interferir en la absorción de hierro en el
intestino. Por otra parte, un consumo excesivo
de fibra en el embarazo, dada la capacidad que
ésta tiene para fijar cationes divalentes, puede
ocasionar un fenómeno de secuestro de calcio y,
por consiguiente, un déficit considerable del
mismo (Soria, 1999).
El hierro es otro mineral a tener en cuenta
en este grupo de población, ya que si bien su
deficiencia en el organismo humano constituye
el problema nutricional más extendido en el
mundo, padeciéndola aproximadamente entre
el 10 y el 20% de la población mundial, todos
los estudios indican que los niños, las mujeres
en edad fértil y, sobre todo, las embarazadas,
constituyen los grupos de alto riesgo de esta
carencia.
La anemia ferropénica se asocia a un riesgo
de prematuridad, a un aumento de la morbilidad
y la mortalidad maternofetal. Muchos estudios
europeos han demostrado que, al menos un 20%
de las mujeres en edad de procrear, tienen una
ausencia total de reservas de hierro, y una de
cada cuatro mujeres tienen incompletas sus
92 Capítulo 2
reservas, iniciando, sus embarazos en estas con-
diciones, con el riesgo que ello implica.
Durante el embarazo las necesidades de hie-
rro están considerablemente aumentadas. El hie-
rro se necesita, no sólo para compensar las pér-
didas habituales (orina, heces, descamación),
sino también para cubrir el crecimiento de la
masa eritrocitaria de la mujer y las necesidades
del feto y de la placenta (Rivero, 1993).
Esquemáticamente, las necesidades de hierro
en el curso de los tres trimestres del embarazo
pueden ser estimadas en:
• 80 mg para el primer trimestre (0,9
mg/día).
• 320 mg para el segundo trimestre (4,1
mg/día).
• 585 mg para el tercer trimestre (6,2
mg/día).
Así, puede decirse que las necesidades de
hierro en el embarazo son de unos 4 a 6 mg/día,
siendo mayores en el tercer trimestre que en el
primero (Soria, 1999).
Los aportes de hierro aconsejados, en base a
las CDR para las mujeres en edad reproductiva,
son de 15 mg/día, a las que deben adicionarse
otros 15 mg, dando un total de 30 mg durante el
embarazo. Según otras fuentes consultadas, las
ingestas recomendadas de hierro en la segunda
mitad de la gestación se cifran en 18 mg/día
(National Research Council, 1991; CSIC, 1994;
Mataix, 1996).
El aporte habitual de hierro debe realizarse,
de forma natural, a través de la alimentación,
mientras que cuando se requieran cantidades
más elevadas, se ha de efectuar a través de la
suplementación dietético-medicamentosa. Esta
última puede producir problemas gastrointesti-
nales, reducción de la biodisponibilidad del zinc
y macrocitosis; por todo ello, se recomienda
prudencia, y sólo deben ser suplementadas con
medicamentos o productos dietéticos las muje-
res de alto riesgo real (Rivero, 1993; Soria,
1999). Por último, queremos comentar que los
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
compuestos de calcio y magnesio pueden inhibir
la absorción de hierro en el tubo digestivo.
Las necesidades de magnesio también se
encuentran incrementadas durante la gestación,
lo que se atribuye, en gran medida, al aumento
de pérdidas urinarias (Spatling, 1993).
Es un nutriente esencial utilizado en medici-
na como anticonvulsivante y antihipertensivo,
teniendo además propiedades antiarrítmicas.
Deficiencias severas de este mineral pueden pre-
sentarse junto con manifestaciones neuromus-
culares (Flórez et al., 1988; Seeling, 1993).
Se recomienda una ingesta de 320 mg/día de
magnesio en la mujer embarazada, lo que repre-
senta un aumento de 40 mg/día respecto a la
mujer no embarazada (National Research
Council, 1991).
Los alimentos de origen vegetal, tales como
los frutos secos, legumbres, cereales integrales y
cacao, tienen un elevado contenido en magne-
sio. En cambio la carne, el pescado, la leche, y
los productos a base de cereales que han sido
sometidos a un proceso de refinación, tienen un
aporte mucho menor.
En base a los datos elaborados por el
Departamento de Nutrición de la UCM (revisa-
dos, 1998) la ingesta de magnesio en la mujer
embarazada, durante la segunda mitad de la ges-
tación se cifra en 330 mg/día más un suplemen-
to de 120 mg/día.
El yodo desempeña un papel importante en
el período prenatal, siendo necesario para
cubrir los requerimientos de la glándula tiroi-
des materna y del feto. En este período existe
gran probabilidad de que se produzca bocio. La
deficiencia prolongada de yodo causa hipertro-
fia tiroidea compensatoria. Grandes dosis de
yoduro potásico, si se suministran a la madre
por largos periodos de tiempo, pueden ocasio-
nar bocio neonatal con o sin hipotiroidismo.
Normalmente, después de algunos meses el
bocio desaparece, por lo general, espontánea-
mente, si bien se han presentado muertes por la
compresión de la tráquea en algunos casos
(Rivero, 1993).
Para cubrir la demanda extra del feto, se
recomienda un incremento de 25 μg al día
sobre las necesidades de una mujer adulta,
resultando 175 μg/día la recomendación de
yodo en la embarazada (National Research
Council, 1991).
Según otras fuentes consultadas, las inges-
tas de yodo recomendadas, durante la segunda
mitad del embarazo, suponen un incremento de
25 μg/día sobre el aporte normal necesario para
la mujer en edad fértil, que es de 110-115
μg/día ( CSIC, 1994; Mataix, 1996). Por todo
ello, se aconseja el empleo de sal yodada
durante el embarazo, particularmente en aque-
llas zonas en las que el suelo y el agua sean
deficientes en este mineral. Los principales ali-
mentos que aportan yodo en nuestra dieta son
los pescados y los mariscos (Rivero, 1993;
Soria, 1999).
Referente al zinc, las recomendaciones en el
embarazo son de 15 mg/día según las RDA del
National Research Council, 1991. Según otras
fuentes consultadas, las ingestas diarias reco-
mendadas durante la segunda mitad de la gesta-
ción se cifran en un total de 20 mg/día, lo que
constituye un suplemento de 5 mg/día sobre el
aporte normal para la mujer adulta (Rivero,
1993; CSIC, 1994; Mataix, 1996).
Durante el embarazo, las necesidades de zinc
aumentan considerablemente. La administración
oral de hierro dificulta la absorción de este
mineral, efecto que perdura aún cuando se sus-
pende dicha adminitración. Por tanto, puede
ocurrir que la suplementación oral de hierro
agrave la depleción de zinc.
En trabajos de experimentación animal, los
tipos de malformaciones congénitas más fre-
cuentes detectados en fetos con deficiencia de
zinc han sido, entre otros, talla baja, sindactilia,
hidrocefalia, anencefalia, fisura palatina, cifo-
sis/escoliosis, anomalías cardiacas, pulmonares
y urogenitales.
El síndrome de deficiencia de zinc durante el
embarazo podría incluir, además, un incremento
de morbilidad materna, gestación prolongada,
Capítulo 2 93
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
contracción ineficaz durante el parto o sangrado
por atonía uterina puerperal (Soria, 1999).
Con respecto a las vitaminas, en general, se
acepta que, paralelamente a la mayor necesidad
de calorías y de los nutrientes específicos ya
mencionados, aumentan los requerimientos vita-
mínicos; sin embargo, no existen datos comple-
tos de todas las vitaminas (Rivero, 1993; Soria,
1999).
Las vitaminas se transportan a través de la
placenta por diferentes mecanismos: difusión
simple (vitaminas liposolubles), difusión facili-
tada (vitaminas liposolubles) y transporte activo
(vitaminas hidrosolubles).
Los factores de almacenamiento, transporte y
excreción son útiles para determinar el poten-
cial de las vitaminas en la inducción de defi-
ciencia materna o toxicidad fetal. Las vitaminas
liposolubles son almacenadas en el hígado y
tejido adiposo, donde quedan disponibles para
ser liberadas cuando la ingesta materna es insu-
ficiente. Por ello, la deficiencia de estas vitami-
nas en la madre es poco común, pero dada que
su excreción urinaria es muy baja, existe un ries-
go potencial de toxicidad para el feto cuando
hay sobredosis.
Las vitaminas hidrosolubles no se almacenan
en el organismo materno, a excepción de la vita-
mina B12 y el ácido fólico, y se eliminan con
relativa rapidez, por lo que representan un ries-
go de deficiencia materna en caso de privacio-
nes, existiendo, al mismo tiempo, pocas posibi-
lidades de que se presente una toxicidad fetal
por sobredosis (Rivero, 1993).
Algunas causas de los déficit vitamínicos
durante el embarazo son: una ingestión insufi-
ciente o defectos en la absorción, defectos en la
utilización y el metabolismo, y aumento en las
demandas.
Dentro de las vitaminas hidrosolubles cabe
destacar la tiamina o vitamina B1. El requeri-
miento de esta vitamina depende de la ingestión
de carbohidratos y del gasto energético total. La
cantidad recomendada para la mujer embaraza-
da es, de 0,4 mg/día como suplementación diaria
94 Capítulo 2
sobre los 1,1 mg/día que se requieren para la
mujer en condiciones normales (National
Research Council, 1991; Rivero, 1993). Según
otras fuentes consultadas el suplemento se cifra
en 0,1 mg/día sobre los 0,9-1 mg/día requeridos
en condiciones normales (CSIC, 1994; Mataix,
1996). Esta cantidad se suministra fácilmente
con la dieta.
Referente a la riboflavina o vitamina B2, se
han descrito casos de deficiencia de riboflavina
durante la gestación, llegando a determinar que
la proporción de mujeres con carencia de esta
vitamina puede llegar a ser del 25% en el primer
trimestre, y del 40% al final del embarazo.
Debido a que las necesidades energéticas
aumentan con el embarazo, la recomendación,
según las RDA, 1991, como suplemento diario,
es de 0,3 mg/día (1,3 mg/día para mujeres de
15 a 50 años). Según los datos extraidos del
Instituto de Nutrición del CSIC, 1994, el suple-
mento recomendado es de 0,2 mg/día sobre la
cifra de 1,4 mg/día, recomendada para las
mujeres en edad fértil (Rivero, 1993; Mataix,
1996).
Los requerimientos de niacina o vitamina B3
durante el embarazo aumentan ligeramente a 17
mg/día, mientras que los requerimientos en con-
diciones normales son de 15 mg/día (National
Research Council, 1991; Rivero, 1993; CSIC,
1994; Mataix, 1996). Es fácil suministrar estas
cantidades con la dieta, teniendo en cuenta la
posibilidad de síntesis a partir del triptófano.
Respecto a la piridoxina o vitamina B6, si
bien es poco frecuente que se dé deficiencia die-
tética de esta vitamina, alguna vez se ha produ-
cido la presencia de convulsiones en lactantes
por la falta de piridoxina en las fórmulas lácteas,
y se ha reconocido la presencia de anemia sensi-
ble a esta vitamina. Algunos estudios sugieren la
detección de deficiencia de piroxina durante el
embarazo, como consecuencia de cambios bio-
químicos producidos, que se normalizan por el
aporte de piridoxina (Rivero, 1993).
Se recomienda que el aporte de piridoxina
durante el embarazo sea de 2,2 mg/día (National
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
Research Council, 1991), a 2,6 mg/día
(Hernández y Sastre, 1999). Otras fuentes reco-
miendan un suplemento de aproximadamente 2
mg sobre los 1,6-1,7 mg que se requieren para la
mujer en condiciones normales (CSIC, 1994).
La recomendación de ácido pantoténico (vita-
mina B5) para los adultos varía según las fuentes
consultadas, de 4-7 mg/día a 5-10 mg/día, siendo
el límite superior lo recomendado para mujeres
embarazadas y lactantes (National Research
Council, 1991; Rivero, 1993).
El ácido pantoténico se encuentra amplia-
mente distribuido en los alimentos, en especial
en las carnes, cereales de grano entero y legu-
minosas. Por ello, es poco probable que surjan
deficiencias dietéticas respecto a esta vitamina,
aunque sí pueden presentarse en personas des-
nutridas, junto a la falta de otras vitaminas del
complejo B.
La depleción de ácido fólico o vitamina B9 es
la deficiencia más común en el embarazo. Su
deficiencia ha sido relacionada con partos pre-
maturos, bajo peso de los neonatos, aparición de
anemia megaloblástica en la segunda mitad del
embarazo, así como aparición de enfermedades
congénitas por deficiencia en el cierre del canal
neural en el feto (espina bífida), lo que se tradu-
ce en alteraciones del sistema nervioso (Rivero,
1993; Soria, 1999).
Las necesidades de esta vitamina aumentan
durante el embarazo debido a las demandas de la
eritropoyesis materna, y al crecimiento fetal y
placentario. La recomendación se fija en 400
μg/día durante el embarazo, lo que supone prác-
ticamente el doble de los requerimientos nece-
sarios para la mujer adulta normal (National
Research Council, 1991; CSIC, 1994).
Numerosos alimentos contienen folatos.
Fuentes especialmente ricas en ácido fólico
son el hígado (300 μg/100 g), las espinacas
(50-140 μg/100 g), la lechuga (20-200 mg/100 g)
y los espárragos (70-160 mg/100 g), las carnes
(5-18 μg/100 g), el pescado y las frutas son
fuentes relativamente pobres (Krause, 1995;
Picciano, 1997).
El folato que contienen los alimentos es ines-
table cuando se exponen al aire y a la luz, lo que
ocasiona pérdidas de la vitamina durante el
almacenamiento. También es termolábil, por lo
que del 50 al 90% de la vitamina se puede des-
truir al hervir los alimentos en grandes cantida-
des de agua. Su relativa estabilidad en los cítri-
cos quizás se deba a la presencia del ácido
ascórbico que lo protege de la degradación
(Weebb, 1999; Illera et al., 2000).
La dieta común aporta un promedio de 700
μg, de los cuales se pueden absorber 270 μg,
con lo que quedan cubiertas las necesidades de
un adulto medio (Rivero, 1993).
Referente a la vitamina B12, las recomenda-
ciones diarias, se cifran en 2,2 μg/día (Na-
tional Research Council, 1991; CSIC, 1994),
si bien otras fuentes apuntan 3 μg / día (Soria,
1999). Durante el embarazo los niveles de esta
vitamina disminuyen progresivamente de
forma fisiológica, pudiendo encontrarse valo-
res aún más límites en los siguientes casos
(Luke, 1980):
• Madres vegetarianas estrictas, pues esta
vitamina se encuentra sólo en alimentos de
origen animal.
• Madres fumadoras, (el componente cianó-
geno del tabaco se combina con la hidroxi-
cobalamina para dar cianocobalamina).
• Administración previa de anticonceptivos
orales.
Sin embargo, la incidencia de anemia perni-
ciosa en el embarazo es insignificante, no exis-
tiendo evidencias de patologías específicas por
disminución de esta vitamina (Soria, 1999).
Terminamos el estudio de las vitaminas
hidrosolubles con la vitamina C. Durante el
embarazo decrecen las concentraciones de vita-
mina C en sangre, probablemente, como conse-
cuencia de una hemodilución. Tanto el plasma
fetal, como el del recién nacido, tienen los nive-
les de vitamina C un 50% más altos que los de la
madre.
Capítulo 2 95
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Algunos autores relacionan niveles séricos
maternos bajos de vitamina C con bajo peso
fetal, aunque existen otros factores que pueden
influir, como es la presencia del tabaquismo
(Schorah, 1978).
Durante el embarazo se recomienda un incre-
mento de 10 mg/día, siendo la CDR durante la
gestación de 70 mg/día (National Research
Council, 1991; Rivero, 1993). Según otras fuen-
tes consultadas, las cantidades de vitamina C en
este periodo oscilan entre 50 mg/día a 80 mg/día
(CSIC, 1994; Soria, 1999). Una dieta equilibra-
da aportará las cantidades necesarias de vitami-
na C, la cual se encuentra, entre otros alimentos,
en frutas, especialmente en los cítricos, leche e
hígado.
La vitamina C favorece la absorción intesti-
nal de hierro y su incorporación a la ferritina
tisular. El déficit de esta vitamina ocasiona la
aparición del escorbuto en los adultos, cuadro
que se caracteriza por hemorragias debidas a fra-
gilidad capilar, alteraciones óseas y disminución
de la capacidad inmunitaria (Flórez et al., 1988;
Illera et al., 2000). Sin embargo, no es aconseja-
ble el abuso de vitamina C durante el embarazo,
ya que si bien no se ha descrito peligro alguno
para el feto, la ascorbinemia maternal es elevada,
y después del nacimiento, el niño puede tener
riesgo de presentar un escorbuto agudo, por
haberse adaptado a dosis altas (Rivero, 1993).
Con respecto a las vitaminas liposolubles, los
niveles de vitamina A experimentan cambios a
lo largo de todo el embarazo. Durante este perio-
do son necesarios aportes diarios de esta vitami-
na para multitud de procesos metabólicos, tales
como desarrollo del feto, almacenamiento hepá-
tico o síntesis hormonal.
Se recomiendan 4.000 UI de actividad de
vitamina A para las mujeres adultas. Durante el
embarazo, la recomendación se eleva a 5.000 UI
para compensar el almacenamiento de la vitami-
na en el feto, requiriéndose un aporte diario de
800 μg/día, expresados en equivalentes de reti-
nol (National Research Council, 1991; CSIC,
1994; Soria, 1999).
96 Capítulo 2
Las deficiencias de esta vitamina son raras,
ocurriendo sólo en situaciones de malabsorción
o deficiencia prolongada de alimentos, especial-
mente verduras.
Se han descrito intoxicaciones por vitamina
A en niños sometidos a grandes dosis de la
misma. Análogos de la vitamina A, como la iso-
tretinoina (Roacután) u otros retinoides como el
etretinate (Tigasón), utilizados para el trata-
miento del acné, así como alimentos altamente
«fortificados», deben evitarse durante el emba-
razo, sobre todo en los meses iniciales, pues
existe elevado riesgo de que se produzcan mal-
formaciones congénitas fetales, como ausencia
de oídos, fisura palatina, malformaciones del
sistema nerviosos central o cardiacas (Rivero,
1993; Soria, 1999). La Academia Norteame-
ricana de Pediatría señala lo dañinos que pueden
ser los aportes extras de vitamina A, mayores a
6.000 UI en las mujeres embarazadas. Vemos
pues, la importancia que tiene una nutrición
conveniente, como factor de equilibrio, que
suministre una cantidad suficiente de vitamina A
o de betacarotenos, para cubrir las necesidades
de este micronutriente.
La vitamina D, es otra vitamina liposoluble
que regula el metabolismo del calcio y del fós-
foro, promueve la absorción intestinal de ambos
y, es probable, que influya directamente en la
mineralización ósea. Junto con la hormona para-
tiroides y la calcitonina, contribuye a mantener
la homeostasis del calcio sérico al controlar y
regular el movimiento del calcio a través de las
membranas celulares. Las recomendaciones
para la mujer embarazada son de 10 μg/día de
colecalciferol, lo que equivale a 400 UI de vita-
mina D (National Research Council, 1991;
Rivero, 1993; CSIC, 1994).
La dieta puede no ser suficiente para cubrir
las necesidades de vitamina D en esta población
de riesgo, que es la de la mujer embarazada, ya
que los requerimientos están incrementados. Por
ello, además de controlar una regular exposición
al sol, habrá que garantizar una suplementación
adecuada de esta vitamina, especialmente
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
durante el tercer trimestre del embarazo.
Deficiencias en los niveles maternos de vitami-
na D, pueden constituir la causa de hipoplasia
dental o de la hipocalcemia neonatal en prema-
turos (Rivero, 1993; Soria, 1999).
Para terminar, hacemos referencia a la vita-
mina E, cuyos niveles plasmáticos experimentan
un incremento de hasta el 50% en el embarazo
(Takahashi, 1978; Rivero, 1993). Este aumento
es paralelo al de la concentración de lípidos
séricos, lo que constituye un reflejo de la hiper-
lipidemia normal del embarazo, ya que la vita-
mina E se desplaza en el torrente sanguíneo
unida a las lipoproteínas. Probablemente este
hecho constituye un sistema de regulación,
cuyos mecanismos de actuación no se conocen
aún.
Se han relacionado deficiencias de vitamina
E con anemia hemolítica y hemorragia intraven-
tricular. Su deficiencia en animales de experi-
mentación se ha vinculado con abortos espontá-
neos (Soria, 1999).
La recomendación de vitamina E es, de 8 mg
de _-tocoferol/día para las mujeres no embara-
zadas, de 10 mg de _-tocoferol/día para las
embarazadas, y de 12 mg de _-tocoferol/día
para las mujeres lactantes (National Research
Council, 1991; Rivero, 1993; CSIC, 1994).
Hay que tener en cuenta que las necesidades
de esta vitamina pueden ser mayores en las
embarazadas con dietas de alto contenido en áci-
dos grasos poliinsaturados. Es de esperar que
una dieta variada pueda ser suficiente para
cubrir las necesidades que se plantean (Soria,
1999).
Estas recomendaciones alimentarias en el
embarazo que acabamos de comentar, se pueden
cubrir, en principio, con una dieta alimenticia
bien equilibrada. Por ello, la dieta de la mujer
gestante debe ser variada, e incluir alimentos de
cada uno de los grupos principales. Así, el con-
sumo de leche y derivados debe reforzarse; las
verduras y hortalizas deben tomarse diariamente,
siendo aconsejable, al menos, 350 g al día, al
igual que de frutas variadas.
Se recomienda también la ingesta de 1,5-2
litros de agua para mantener una debida hidrata-
ción y se debe evitar el consumo excesivo de
alimentos azucarados, grasas y bebidas alcohó-
licas. La masticación debe hacerse despacio, se
ha de cuidar la higiene bucal, controlar el peso y
realizar ejercicio regularmente (Rivero, 1993;
Cervera et al., 1998).
A pesar de todas estas recomendaciones,
puede haber embarazadas que no sigan una
buena dieta por diferentes motivos, lo que puede
ocasionar carencias en distintos nutrientes, prin-
cipalmente en minerales y vitaminas. Por ello,
en el mercado se comercializan diversos suple-
mentos que, sin ser específicos para este colec-
tivo, pueden ser recomendados en algún
momento a lo largo de la gestación.
Hoy día se dispone de un gran número de
estos suplementos, que aportan distintas con-
centraciones de nutrientes, con objeto de cubrir
una gran variedad de demandas, según el estado
nutricional de la embarazada. Muchos suple-
mentos se utilizan a nivel preventivo, y debe ser
el médico y/o farmaceútico quien, bajo un crite-
rio adecuado, recomiende su utilización según
los casos, a fin de evitar los excesos que pudie-
ran ser perjudiciales (Soria, 1999).
No obstante, también existen productos die-
téticos que son totalmente naturales (germen de
trigo, jalea real, levadura de cerveza, salvado
integral, sal yodada, zumos, cereales de cultivo
biológico, etc.), que pueden contribuir a evitar
determinadas carencias o problemas de salud, y
que carecen, en principio, de posibles efectos
secundarios, si bien hay que tomarlos siempre
con prudencia y control.
2. Requerimientos nutritivos de la mujer
lactante
La lactancia es el periodo de la vida que com-
prende los primeros meses del neonato, durante
los cuales se alimenta de la leche materna, único
alimento capaz de aportar al recién nacido todas
las sustancias nutritivas indispensables, en las
Capítulo 2 97
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
proporciones y equilibrio adecuado, al ritmo de
crecimiento y maduración del mismo (Rivero,
1993; Cervera et al., 1998).
Como ya hemos comentado anteriormente,
aunque es habitual la alimentación con fórmulas
infantiles, sin embargo, la alimentación al pecho
sigue siendo la forma más fisiológica y aconse-
jable de nutrición infantil.
Los requerimientos nutritivos de la lactancia
son muy similares a los de la gestación, aunque
con algunas excepciones. Se estima que las
necesidades maternas durante la lactancia se
incrementan en un 25%, ya que son mayores
aún que durante el embarazo.
El costo energético de la lactancia es el resul-
tado de la suma de la energía contenida en la
leche secretada, más la energía necesaria para
producirla. El volumen de leche ingerido por los
lactantes aumenta entre el segundo y el tercer
mes, pero permanece relativamente estable
hasta el sexto mes.
Las necesidades suplementarias de energía
durante la lactancia se cifran en 500 kcal/día
(FAO/OMS, 1985; CSIC, 1994). Por lo general,
los requerimientos maternos durante la lactancia
son de 120 kcal/100 ml de leche materna produ-
cida, siendo la media de producción diaria
durante los seis primeros meses de 750 ml/día, y
en los segundos seis meses, de 600 ml/día
(Mataix, 1999). Las necesidades durante este
periodo, y los posteriores, tendrán que reajustar-
se según las reservas maternas de grasa y los
tipos de actividad.
Algunos autores sugieren una dosis de proteí-
nas suplementarias, de unos 10-14 g por día,
durante los seis primeros meses de lactancia, de
15-19 g por día, durante los segundos seis
98 Capítulo 2
meses, y de 12 g por día a continuación (Rivero,
1993). Según la OMS, las necesidades suple-
mentarias de proteínas durante los seis primeros
meses se cifran en 17,5 g/día, y después de seis
meses, en 13 g/día. Otras fuentes consultadas
indican que los requerimientos proteicos duran-
te el primer semestre son, de 65 g/día, y durante
el segundo de 62 g/día (National Research
Council, 1991), mientras que según datos del
CSIC, 1994, las ingestas recomendadas de pro-
teínas durante la lactancia supondrían una suple-
mentación de 25 g/día sobre los requerimientos
normales.
Respecto a los glúcidos y lípidos sus necesi-
dades son iguales a las del embarazo.
Referente a los minerales y vitaminas, pasa-
mos a comentar los aspectos más significativos
al respecto. En este periodo existe una demanda
de calcio y fósforo particularmente importante,
al igual que en el embarazo. Algunas vitaminas
tienen requerimientos superiores a los necesarios
durante el embarazo, tal es el caso de la vitamina
C (+ 35 mg), la vitamina A (+ 500 μg), tiamina
(+ 0,5 mg), riboflavina (+ 0,5 mg), niacina (+5
mg) y algunos minerales, como el zinc (+ 7 mg)
y yodo (+ 50 μg) (National Research Council,
1991; Rivero, 1993). El resto de las vitaminas
tienen iguales aportes que en la gestación.
Dado que, salvo lo que acabamos de comen-
tar, todas las recomendaciones tenidas en cuen-
ta en el embarazo son aplicables a la lactancia,
para finalizar este grupo de alimentos, se expo-
nen en las Tablas 2.1, 2.2 y 2.3, a modo de resu-
men, los requerimientos de minerales y vitami-
nas hidro y liposolubles durante el embarazo y
lactancia, así como las principales fuentes ali-
menticias de los mismos.
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

Tabla 2.1. Ingestas recomendadas de minerales durante el embarazo y lactancia y principales fuentes alimentarias*

EMBARAZO
MINERALES a LACTANCIA FUENTES ALIMENTARIAS
(2. mitad)

Leche y derivados. Pescados y mariscos (besugo, almeja, ostras, sardina).

CALCIO Legumbres (soja, garbanzo, haba). Verduras (berro, acelga, brócoli).
1.400 1500
(mg) Frutas (higo seco). Frutos secos (almendra, pistacho). Caza y embutidos.

Leche y derivados. Pescados y mariscos (cangrejo, bacalao salado, ostras).

FÓSFORO
1.200 1200 Cereales. Fiambres y embutidos. Verduras y frutas. Frutos secos (castañas).
(mg)
Huevos.

Cereales (germen de trigo, trigo, arroz integral, pan integral, harina inte-
gral). Legumbres (garbanzos, judías). Frutos secos (almendras, avellanas,
MAGNESIO
450 450 piñones, pistachos, pipas de girasol). Pescados y mariscos (calamares, per-
(mg)
cebes). Leche de vaca desnatada. Embutido (longaniza). Fruitivos (cacao,
chocolate, turrones y mazapanes).

Cereales (maíz tostado y azucarado, trigo inflado y azucarado, cereales

integrales, arroz inflado, germen de trigo, pan). Legumbres (alubias, lentejas,
garbanzos). Frutos secos (almendras, avellanas, ciruelas secas, higos secos,
HIERRO
18 18 uva pasa, nueces, piñones). Verduras (acelgas, coles, espárragos, espinacas,
(mg)
puerro, etc). Carnes (caza, ternera, cordero, hígado, sangre, morcilla).
Pescados y mariscos (almejas, chirlas, berberechos, mejillones, sardinas, pes-
cadilla). Huevos.

ZINC Pescados (ostras). Cereales (germen de trigo, cereales enteros). Carnes (ter-
20 25
(mg) nera, hígado de ternera, pavo). Legumbres.

YODO Pescados y mariscos (cangrejos, nécoras, langostinos, arenques, sardinas).

135 155
(µg) Frutas y verduras (piña, ajos, nabo, cebolla, judías verdes). Huevos

SELENIO
65 75 Cereales. Carnes (ternera, pollo). Productos lácteos.
(µg)

(*) CSIC, 1994; Mason, 1995; Cervera et al., 1998.

Capítulo 2 99
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 2.2. Ingestas recomendadas de vitaminas hidrosolubles durante el embarazo y lactancia y principales fuentes
alimentarias*

EMBARAZO
VITAMINAS a LACTANCIA FUENTES ALIMENTARIAS
(2. mitad)

Cereales (pan integral y otros cereales no refinados, «corn flakes»).

TIAMINA Legumbres. Vegetales (guisantes, coliflor, habas). Patatas. Frutos secos (nue-
1,0 1,1
(mg) ces, almendra, avellana, higo seco, pasas). Carnes (cerdo, hígado).
Levadura.

RIBOFLAVINA Leche y derivados lácteos. Carnes y despojos (hígado y riñones). Huevos.

1,6 1,7
(mg) Vegetales de hoja verde.

NIACINA Carnes (ternera, pollo, hígado). Pescados. Pan integral y otros cereales no
17 18
(mg) refinados. Vegetales de hoja verde. Frutos secos (nueces). Levadura.

Cereales (pan integral y otros cereales no refinados). Carnes (ternera, pollo,

PIRIDOXINA
3,6 3,1 hígado). Pescados. Vegetales. Patatas. Leche y productos lácteos. Huevos.
(mg)
Frutas (plátanos). Frutos secos (nueces).

ÁCIDO FÓLICO
400 300 Hígado. Huevos. Leche y derivados lácteos. Pescados. Frutos secos (nueces).
(µg)

CIANOCOBA- Vegetales (espinacas, brócoli, guisantes, espárragos verdes). Cereales (trigo,

2,2 2,6
LAMINA (µg) arroz, maíz). Carnes e hígado.

VITAMINA C
80 85 Vegetales. Patatas. Frutas.
(mg)

(*) CSIC, 1994; Mason, 1995; Cervera et al., 1998.

Tabla 2.3. Ingestas recomendadas de vitaminas liposolubles durante el embarazo y lactancia y principales fuentes
alimentarias*

EMBARAZO
VITAMINAS a LACTANCIA FUENTES ALIMENTARIAS
(2. mitad)

VITAMINA A Hígado. Riñón. Pescado. Leche y derivados lácteos. Huevos. Grasas (mante-
(µg) 800 1.300 quilla y margarina). Aceites de hígado.

VITAMINA D Hígado. Pescados grasos. Leche y derivados lácteos. Huevos. Grasas (mar-
10 10
(µg) garina enriquecida y mantequilla).

Hígado. Huevos. Cereales (pan integral y otros cereales no refinados).

VITAMINA E
15 17 Vegetales. Grasas (mantequilla, margarina y aceites de semillas). Germen de
(mg)
trigo.

(*) CSIC, 1994; Mason, 1995; Cervera et al., 1998.

Alimentos destinados a personas que
realizan esfuerzos físicos
extraordinarios
Aunque todavía no se conoce mucho sobre las
necesidades nutricionales de los deportistas, la
mayoría de los nutriólogos están de acuerdo en
afirmar, que para conseguir un óptimo rendimien-
to deportivo es esencial seguir una dieta equili-
brada y saludable. Además de la genética y de la
actividad física (nivel de entrenamiento), la nutri-
ción juega un papel determinante en el rendi-
miento del deportista, por cuanto constituye la
forma de asegurar las reservas de glucógeno y

100 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
aporte de vitaminas y minerales, así como el
suministro de energía (Mañas y Mataix, 1993;
Buskirk, 1997; Miller y Marropolis, 1998; López-
Varela et al., 1999; Viña y Pallardó, 1999).
Las consideraciones nutricionales de este
colectivo se basan en una ingesta calórica y de
macronutrientes adecuada durante el entrena-
miento (López-Varela et al., 1999). La dieta
debe estar basada en los cuatro grupos de ali-
mentos que se indican, debiendo estar constitui-
da por: dos raciones del grupo de las carnes/pes-
cados/huevos; dos raciones de lácteos (cuatro en
adolescentes); cuatro raciones del grupo de las
verduras/frutas, y cuatro de cereales/panes
(Ribas y Roses, 1995).
La dieta del deportista, ya sea dieta de entre-
namiento o dieta de precompetición, no ha de
diferir de la recomendada para la población en
general, debiendo aportar el siguiente contenido
en nutrientes (Mañas y Mataix, 1993; Mataix,
1996):
• Proteínas 10-15% de las calorías totales.
• Grasa 30-35% de las calorías totales.
• Carbohidratos 55-60% de las calorías tota-
les.
La única diferencia a tener en cuenta es que,
al ser el gasto calórico mayor, las cantidades
diarias ingeridas para conseguir el adecuado
balance energético, también han de ser mayo-
res.
Una alimentación variada y equilibrada es lo
que necesita un deportista desde el punto de
vista nutricional, para garantizar un adecuado
rendimiento físico, haciendo innecesario cual-
quier tipo de suplementación dietética a base de
proteínas, minerales, vitaminas o energía. Esta
dieta equilibrada, o dieta de entrenamiento, es
válida para todos los atletas, independientemen-
te de que el entrenamiento sea de fuerza o de
resistencia, ya que lo que varía es la ingesta
calórica, que es diferente en función de su gasto
energético, y que está en función de la ingesta de
nutrientes (Mañas y Mataix, 1993).
Tan importante como la dieta de entrena-
miento es la de precompetición, que es la que
lleva a cabo en los momentos previos a la prue-
ba, y que debe garantizar que las reservas de
energía se encuentren en un nivel óptimo. En
esta etapa se deben tener en cuenta las siguientes
consideraciones (Mañas y Mataix, 1993; Ribas
y Roses, 1995):
• Los carbohidratos que se consuman deben
ser complejos (almidones). No se deben
tomar azúcares simples 45 minutos antes
de la prueba, ni tampoco productos energi-
zantes.
• El contenido en grasa debe ser bajo.
• No se aconsejan dietas hiperproteicas por-
que incrementan la formación de ácido y
disminuyen el rendimiento físico, a la vez
que producen sobrecarga metabólica y
contribuyen a la deshidratación.
La alimentación de post-competición debe
estar basada en la recuperación de los déficit que
el esfuerzo competicional ha generado (deshi-
dratación, hipoglucemia, hipocalemia, hipona-
tremia y acidosis metabólica). Esta dieta no
debe ser excesivamente calórica, y debe aportar
abundantes glúcidos, agua, sales minerales y
vitaminas (especialmente las del grupo B). Estas
condiciones deben mantenerse 24 horas y, a par-
tir de este momento, ir incrementando, gradual-
mente, el aporte de calorías y porcentaje habi-
tual de proteínas y lípidos (Ribas y Roses,
1995).
A continuación, se abordan las características
de la dieta del deportista, tanto desde el punto de
vista de su contenido energético, como del con-
tenido en nutrientes.
Las necesidades energéticas de los deportis-
tas varían en función de la intensidad, duración
y tipo de ejercicio físico (López-Varela et al.,
1999). En los deportistas se produce un aumen-
to del gasto energético durante el entrenamiento
y/o la competición, siendo necesario aumentar
la ingesta calórica para mantener dicho balance
Capítulo 2 101
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

energético (Poleman y Peckenpaugh, 1991; periodos más cortos de ejercicio, la fatiga pare-
Mañas y Mataix, 1993; Buskirk, 1997). La ce producirse como resultado de la acumulación
ingesta calórica óptima es aquella que cubre el de productos metabólicos como lactato (forma-
gasto calórico, y que permite al deportista man- do como consecuencia de un aporte insuficiente
tener su peso ideal. Las calorías deben proceder, de oxígeno), e iones hidrógeno en el interior de
como se ha dicho anteriormente, de una alimen- las fibras musculares (Wooton, 1990; Costill,
tación variada, ya que ningún alimento de la 1991; Hargreaves, 1996; Cervera et al., 1998).
dieta tiene todos los nutrientes que necesitamos La fatiga muscular en el deportista puede
(Ortega, 1993). deberse a varias causas (Newsholme y Leach,
Las necesidades energéticas para deportistas 1984; Villa y Pallardó, 1999):
se encuentran en el rango de 3.000-6.000
kcal/día (American Dietetic Association, 1987; • Depleción de fosfocreatina.
National Research Council, 1991; López-Varela • Acumulación de protones debido al ácido
et al., 1999), pudiendo variar en función del láctico.
sexo, edad, composición corporal y, como ya se • Depleción de glucógeno.
ha citado anteriormente, intensidad, frecuencia y • Hipoglucemia.
duración de la actividad física realizada. Así, en • Cambios en la concentración de aminoáci-
determinadas prácticas deportivas (etapa ciclis- dos críticos en la sangre.
ta profesional), el consumo energético puede lle-
gar a ser del orden de las 10.000 calorías diarias Las tres primeras causas tienen que ver úni-
(Villa y Pallardó, 1999). camente con el músculo (fatiga periférica) y las
La energía que necesita el músculo durante el dos últimas con el cerebro (fatiga central).
ejercicio físico la proporciona el ATP muscular, Seguidamente exponemos la Tabla 2.4,
cuya fuente principal es la glucosa seguida de donde aparecen reflejados los diferentes tipos de
los ácidos grasos (Mañas y Mataix, 1993; Ribas pruebas deportivas, y las características de los
y Roses, 1995; Cervera et al., 1998). Por ello,
los carbohidratos, al igual que los lípidos de la
dieta, son los combustibles que, tras su metabo-
Tabla 2.4. Características de los sistemas energéticos
lización durante el ejercicio físico, dan lugar a
glucosa. La glucosa plasmática, en función de SISTEMAS
las necesidades energéticas, puede seguir dos CARACTERÍSTICAS
(ATP-PC) ÁCIDO LÁCTICO OXÍGENO
vías alternativas: vía glucolítica, mediante la
cual es metabolizada para obtener energía, y Glucógeno,
puede ser almacenada en el hígado y el músculo Combustible Fosfágenos Glucógeno grasa y
proteína
como glucógeno, o bien ser transformada en
grasa, para ser metabolizada o almacenada en el Velocidad
tejido adiposo (López-Varela et al., 1999). producción Alta Media Baja
ATP
El glucógeno hepático y muscular, que
depende casi exclusivamente del consumo de Vía de
Anaeróbica Anaeróbica Aeróbica
carbohidratos, tiene un importante papel por ser producción
el principal combustible en el rendimiento mus- Resistencia,
cular, especialmente en periodos de ejercicio Alta potencia De 1-3 pruebas
Tipos de
intenso. El agotamiento de glucógeno parece corta minutos de largas y de
prueba
duración duración menor
limitar el rendimiento y causar fatiga en activi- intensidad
dades de duración superior a 60 minutos. En

102 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
sistemas energéticos en cada caso (Mañas y
Mataix, 1993).
Básicamente existen dos tipos de ejercicio
físico: el de alta intensidad y corta duración, y el
de menor intensidad pero más larga duración,
debiendo considerar dos formas distintas de
limitación metabólica según se trate de uno u
otro. En el primer caso, se ha podido demostrar
que el factor limitante para el rendimiento atlé-
tico máximo es la depleción de fosfocreatina, la
cual es responsable de la disminución de
la potencia que se asocia al agotamiento en este
tipo de ejercicio. Sin embargo, cuando se trata
de ejercicios de larga duración, el responsable
de la disminución del rendimiento es la deple-
ción del glucógeno muscular. En este caso se
puede mejorar el rendimiento del atleta dándole
calorías extras a sus necesidades, en forma de
carbohidratos, especialmente de alto peso mole-
cular, en vez de aportarlas en forma de grasa
(Villa y Pallardó, 1999).
Dado que los procesos metabólicos finalizan
en una oxidación, con la consiguiente forma-
ción de calor, existen dos métodos principales
para medir la producción de energía: directa-
mente, determinando el calor liberado por el
organismo, lo cual es costoso y complicado, e
indirectamente, midiendo la velocidad a la que
se consume el oxígeno. El consumo de oxígeno
es una de las medidas de uso más frecuente para
evaluar la intensidad con la que se realiza un
ejercicio. El consumo de oxígeno se expresa de
varias maneras: litros por minuto, mililitros por
kilogramo de peso corporal (ml O2/kg) y por-
centaje del consumo máximo de oxígeno
(% VO2máx). De todos ellos, lo más habitual es
dar la intensidad en función del porcentaje de
VO2máx individual, ya que este cambia con el
nivel de entrenamiento (Mañas y Mataix,
1993).
La velocidad del consumo de oxígeno (velo-
cidad a la que el oxígeno es captado por el indi-
viduo mediante la respiración y retenido en el
organismo), está relacionada directamente con
la producción de calor, constituyendo su deter-
minación una buena estimación de la velocidad
metabólica (Wooton, 1990).
El consumo de oxígeno (VO2) se determina
recogiendo el aire espirado por el individuo y
determinando, tanto la cantidad de oxígeno cap-
tada de la atmósfera, como el dióxido de carbo-
no formado. El consumo de oxígeno (VO2) de
un individuo en reposo es relativamente bajo
(0,2 a 0,4 litros por minuto). Cuando se realiza
ejercicio aumenta la velocidad a la que se nece-
sita energía, al igual que la velocidad del meta-
bolismo energético y la velocidad de oxidación,
lo que se refleja en un aumento de la VO2 hasta
alcanzar un punto en el que no aumenta más. El
valor del VO2 más alto alcanzado se denomina
consumo de oxígeno máximo (VO2máx), y es la
expresión de la capacidad fisiológica máxima
del individuo para el transporte y utilización de
oxígeno. El VO2máx individual depende, funda-
mentalmente, de factores hereditarios, aunque
también puede ser influido por el entrenamiento
o la falta del mismo. El VO2máx típico de un
individuo no entrenado es de unos 2-3 litros por
minuto.
Los atletas de resistencia de élite (remeros,
ciclistas y corredores de maratón) registran los
valores más altos de VO2máx, habiéndose
encontrado valores de VO2máx de 5-6 litros por
minuto. El diferente comportamiento que pre-
sentan distintos atletas, ante la práctica de un
mismo deporte, se puede explicar, en parte, por
las diferencias del VO2máx. Ello justifica que
para un deportista la práctica de un ejercicio, de
determinada intensidad, pueda resultar apre-
miante y para otro pueda ser confortable.
Por otro lado, si el consumo de oxígeno para
un ejercicio de determinada intensidad se expre-
sa como porcentaje del VO2máx del individuo,
es posible planear una intensidad de ejercicio tal
que ambos deportistas tengan grados similares
de estrés. Este concepto de «intensidad de ejer-
cicio relativa», como porcentaje del VO2máx,
permite comparar, en individuos de diferente
capacidad y estatus de entrenamiento, la forma
en que el organismo responde al ejercicio.
Capítulo 2 103
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
La mayoría de los deportes de resistencia tie-
nen lugar a intensidades de ejercicio de 60-90%
del VO2máx, si bien en ciertos casos (sprint en
carreras), la intensidad puede superar dichos
valores (Wooton, 1990).
En función de este parámetro fisiológico, la
intensidad de un ejercicio según la Tabla 2.5 se
puede clasificar en varios niveles (Mañas y
Mataix, 1993).
Tabla 2.5. Clasificación de intensidad de un ejercicio
INTENSIDAD AERÓBICO AERÓBICO
AERÓBICO ANAERÓBICO
DEL LIGERO A MODERADO
MÁXIMO
EJERCICIO MODERADO A FUERTE
% VO2máx 20-40 50-60 65-75
De acuerdo con los actuales conocimientos
sobre una alimentación sana y equilibrada, los
carbohidratos deben proporcionar la mitad o
más del total de la energía de la dieta (Wooton,
1990; Mataix, 1996). Las recomendaciones
actuales de estos macronutrientes para deportis-
tas son de 6-10 g/kg de peso corporal, o de un
55-70% del total de las calorías ingeridas,
correspondiendo un 45% a carbohidratos com-
plejos, y de un 9-14% a carbohidratos simples
(Raciones Dietéticas Recomendadas, 1991;
López-Varela et al., 1999). Así pues, el 80% de
los hidratos de carbono consumidos por un
deportista deben ser complejos y el resto sim-
ples (Ribas y Roses, 1995).
Los carbohidratos complejos están conteni-
dos en ciertos alimentos en forma de polisacári-
dos (almidón), como son, los granos integrales y
productos derivados de los mismos. Los ejem-
plos más típicos son los alimentos ricos en fibra,
tales como las harinas integrales o el pan de
trigo integral, las pastas de trigo integral, los
cereales, las leguminosas de grano (guisantes y
judías), las verduras y los frutos secos. Además
de almidón, contienen todas las vitaminas y
minerales que participan en los procesos que
metabolizan los carbohidratos, y también pre-
sentan fibra. Los glúcidos simples están conte-
104 Capítulo 2
nidos en alimentos azucarados, generalmente
muy elaborados, donde los carbohidratos se han
extraido de sus fuentes naturales y degradado a
disacáridos y monosacáridos, que son absorbi-
dos mediante una fácil digestión. Como ejemplo
tenemos azúcar, mermeladas, pasteles, etc.; en
general, se trata de alimentos menos nutritivos
que los feculentos ricos en fibra, ya que apenas
contienen vitaminas, minerales, elementos traza
y fibra (Wooton, 1990).
Parece ser que los carbohidratos complejos y
simples tienen la misma eficacia para aumentar
las reservas de glucógeno, requiriéndose los dos
MÁXIMO
tipos en la dieta del deportista. Ambos son fácil-
mente accesibles a la oxidación y contribuyen,
> 80
significativamente, al recambio energético
cuando se ingieren antes o durante el ejercicio
(Buskirk, 1997). Ahora bien, los azúcares, en la
forma compleja, son preferibles por varias razo-
nes: a altas concentraciones se facilita el vacia-
miento gástrico, con menor probabilidad de apa-
rición de alteraciones gastrointestinales; se
mantienen relativamente bajos los niveles de
glucosa e insulina, y contienen alta cantidad de
fibra, vitaminas y minerales (Wooton, 1990;
López-Varela et al., 1999).
En los últimos 10 a 15 años, se ha prestado
especial atención a la preparación de bebidas
carbohidratadas óptimas para mantener el ren-
dimiento físico. A pesar de lo indicado por
Mañas y Mataix, 1993, quienes recomiendan no
tomar azúcares simples en los 45 minutos ante-
riores a la prueba deportiva, se ha comunicado
por parte de otros autores, la eficacia de la utili-
zación de hidratos de carbono como glucosa,
fructosa, maltosa y polímeros de glucosa, cuan-
do se administran inmediatamente antes del
ejercicio físico, observándose un aumento de la
glucemia, de la oxidación de carbohidratos y
elevación del cociente respiratorio. El resultado
práctico fue una mejoría significativa del inter-
valo hasta la extenuación, durante un ejercicio
de ciclismo prolongado en un ergómetro a 65%
VO2máx durante 90 minutos seguido de ciclis-
mo a 75% VO2máx durante todo el tiempo que
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
la persona resistiera. La conclusión fue que el
aporte suplementario de glúcidos antes de un
ejercicio prolongado resulta útil sin que influya
considerablemente el tipo de los mismos utili-
zados. Así, los resultados fueron esencialmente
iguales con glucosa que con maltodextrina
(polímero formado por 8 a 12 moléculas de
glucosa), si bien la fructosa fue utilizada de
forma menos eficiente que la glucosa exógena.
(Murray, 1987; Moodley et al., 1992; MacLaren
et al., 1994; Buskirk, 1997).
Otros experimentos han puesto de manifies-
to que, tanto las formas sólidas como las líqui-
das, son igualmente eficaces en cuanto a la ele-
vación de la glucemia y a la potenciación del
rendimiento durante el ejercicio, así como para
la estimulación de la síntesis de glucosa después
del mismo (Buskirk, 1997). Coyle y Montain,
1992, llegaron a la conclusión de que depen-
diendo del tipo de ejercicio y de la idiosincrasia
individual, el consumo de 30 a 60 gramos de
carbohidratos/hora en forma de glucosa, sacaro-
sa o almidón, ayuda eficazmente a mantener el
rendimiento de resistencia.
Existen algunos estudios relativos a la
influencia del índice glucémico de los alimentos
en relación con el rendimiento del ejercicio
(Thomas et al., 1994). La menor liberación de
glucosa a partir de alimentos de bajo índice glu-
cémico, si se consumen inmediatamente antes
del ejercicio, podría modificar la elevación de la
insulina y proporcionar un aporte más constante
de glucosa al músculo. Por otra parte, los ali-
mentos de alto índice glucémico podrían resultar
favorables cuando los depósitos de glucógeno
son bajos, o cuando éstos, después de un ejerci-
cio extenuante, se están reponiendo. En este sen-
tido, se ha llegado a la conclusión de que la
digestión más lenta de los alimentos, con índice
glucémico menor, da lugar a concentraciones
mayores de los sustratos que el músculo necesi-
ta, aún después de terminado el ejercicio.
Como ya se ha dicho, la grasa constituye una
importante fuente de energía durante el ejercicio
físico al igual que los carbohidratos, si bien, a
diferencia de éstos, sus reservas son práctica-
mente ilimitadas (Probart et al., 1993; López-
Varela et al., 1999).
El componente básico de las grasas son los
triglicéridos, formados por una molécula de gli-
cerol unida a tres ácidos grasos. La diferencia
entre los diversos tipos de grasas depende de los
ácidos grasos que forman parte del triglicérido,
que pueden ser saturados o insaturados, algunos
de los cuales (linoleico y linolénico) son esen-
ciales y tienen que ser ingeridos con la dieta
(Wooton, 1990).
La metabolización de la grasa es más lenta
que la de los hidratos de carbono, por lo que los
lípidos no son una fuente rápida de obtención
de energía, especialmente para el deportista
poco entrenado. La intensidad del esfuerzo físi-
co es lo que determina la utilización de los áci-
dos grasos y/o de la glucosa. Las pruebas de
resistencia incrementan la utilización de lípidos
por parte del músculo para la obtención de ener-
gía, siendo la oxidación de ácidos grasos enton-
ces mayor (Ribas y Roses, 1995).
El propósito de la utilización lipídica durante
el ejercicio es transportar los lípidos al músculo
para su oxidación y posterior producción de ener-
gía, lo que se traduce en una mejora en el rendi-
miento, y evita el consumo de las reservas limita-
das de carbohidratos (López-Varela et al., 1999).
El metabolismo de los lípidos también cum-
ple una misión importante a través de la utiliza-
ción de los ácidos grasos, derivados del tejido
adiposo, y de los triglicéridos intramusculares,
por parte del músculo que se contrae. El entre-
namiento de resistencia amplía los límites de
intensidad del ejercicio, en el que los lípidos
constituyen la principal fuente de energía,
habiéndose observado depleción de los triglicé-
ridos intramusculares durante el ejercicio exte-
nuante, lo que pone de manifiesto la importancia
del suministro de ácidos grasos al músculo que
trabaja. La conclusión es que los bajos depósitos
de triglicéridos de los músculos reducen el ren-
dimiento, lo mismo que sucede con la depleción
de glucógeno (Buskirk, 1997).
Capítulo 2 105
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Las reservas lipídicas para utilización ener-
gética están presentes en tres formas: triglicéri-
dos en tejido adiposo (principal depósito), tri-
glicéridos musculares y triglicéridos circulantes.
Frente a la idea de que con estas reservas grasas
no es necesario suplementar al deportista con
grasas exógenas durante el ejercicio, ni en com-
peticiones de larga duración, existe la opinion
contraria a este respecto, al señalar que los atle-
tas que realizan entrenamientos extraordinaria-
mente fuertes, se ven forzados a consumir gra-
sas adicionales, a través de alimentos de gran
densidad energética, para lograr la energía sufi-
ciente que les permita sostener un ejercicio
intenso, prolongado y agotador (Buskirk, 1997;
López-Varela et al., 1999).
La ingesta óptima de grasa en deportistas
debe ser de un 25-30% de las calorías totales
(American Dietetic Association, 1987; National
Research Council, 1991). Del total de los lípi-
dos, un 10% deben ser ácidos grasos poliinsatu-
rados (aceites de semillas), 10% monoinsatura-
dos (aceite de oliva), y 10% saturados (grasa
animales). La suplementación con grasas no es
recomendable antes ni durante el ejercicio
(Economos et al., 1993; Ribas y Roses, 1995;
López-Varela et al., 1999).
Experimentos en atletas que practicaban
entrenamiento de resistencia, después de dos
semanas de estar sometidos a dos tipos de dietas
diferentes, una rica en grasas (70% de grasa y
7% de carbohidratos) y otra dieta pobre en gra-
sas (12% de grasa y 74% de carbohidratos),
pusieron de manifiesto que, tras su adaptación a
estas dietas, en el caso de un ejercicio de inten-
sidad moderada (60% VO2máx), se observó un
aumento del intervalo hasta la extenuación (80
minutos), en las personas que consumieron la
dieta rica en grasa, en comparación con las que
consumieron la dieta pobre en grasa (42,5 minu-
tos), lo que se asoció, además, a un menor
cociente de intercambio respiratorio, observán-
dose que la tasa de oxidación de los carbohidra-
tos fue menor. El intervalo hasta la extenuación
durante los ejercicios de intensidad elevada
106 Capítulo 2
(90% VO2max) no mostró diferencias entre los
grupos, que tampoco aparecieron en las tasas de
utilización de glucógeno, aun cuando su conte-
nido fuera menor en las personas que consumie-
ron dietas ricas en grasa.
Se llegó a la conclusión de que puede hacerse
una adaptación de dos semanas a una dieta rica en
grasa sin cetosis, y que ello permite ahorrar car-
bohidratos endógenos y retrasar la fatiga durante
la realización de ejercicios de intensidad modera-
da. Aunque estos efectos no se observaron duran-
te ejercicios de intensidad elevada, la dieta rica en
grasa no alteró el rendimiento global. Por tanto, la
clave para lograr la efectividad reside en prolon-
gar suficientemente el periodo de adaptación a la
dieta rica en grasa, así como proporcionar gluco-
sa suficiente para evitar los efectos debilitantes de
la cetosis (Lambert et al., 1994).
De todo lo anteriormente expuesto, se puede
concluir diciendo que, si bien se necesitan nue-
vos trabajos sobre la utilización de las dietas
ricas en grasas, teniendo siempre presente las
consideraciones de salud pública sobre preven-
ción de enfermedades crónicas (aterosclerosis,
etcétera), la tendencia a rechazar estas dietas,
aun cuando las necesidades energéticas sean
extraordinariamente grandes, no está justificada
(Buskirk, 1997).
Tanto un exceso, como un aporte de grasa
deficitario, puede desencadenar efectos adver-
sos para el organismo. Así, si la dieta del depor-
tista es excesivamente pobre en grasas, se corre
el riesgo de sufrir deficiencias en vitaminas lipo-
solubles y ácidos grasos esenciales, a la vez que
se facilita la aparición de ciertos problemas
(amenorrea), como consecuencia de una dieta
hipocalórica. Si, por el contrario, la dieta tiene
un contenido en grasa excesivo, el rendimiento
físico es menor porque conlleva a un escaso
aporte de hidratos de carbono, lo que se asocia
con una peor recuperación de los almacenes de
glucógeno, a la vez que favorece la aparición de
una serie de alteraciones, como obesidad, pro-
blemas digestivos y cardiovasculares (López-
Varela et al., 1999).
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
Las proteínas son otros nutrientes importantes
en la dieta del deportista, por contribuir a la resis-
tencia, potencia y reparación de la fibra muscular.
Estas están integradas por moléculas simples que
son los aminoácidos, algunos de los cuales son
esenciales y que, necesariamente, deben ser inge-
ridos con la dieta. Los aminoácidos, además de
intervenir en la síntesis de proteínas, también son
fundamentales para la fabricación de distintos
componentes estructurales de muchos tejidos, y
de otros compuestos, entre los que destacan la
hemoglobina, hormonas y enzimas digestivas
(Wooton, 1990; Ribas y Roses, 1995).
En general, la mayoría de los deportistas
consumen cantidades adecuadas de proteínas, si
bien existen algunos grupos donde los aportes
proteicos no son los adecuados, pudiendo llegar
a constituir grupos de riesgo, tal es el caso de
aquellos deportistas que restringen su ingesta
calórica para mantener un peso corporal bajo,
los que presentan trastornos del comportamien-
to alimentario, o bien, aquellos que siguen dietas
vegetarianas. Sin embargo, si la dieta se com-
plementa con un aporte de aminoácidos adecua-
do, se reduce la posible deficiencia proteica
(Economos et al., 1993; Miller y Marropilis,
1998; López-Varela et al., 1999).
Existe una fuerte controversia sobre la inges-
ta óptima de proteínas y aminoácidos para
potenciar el rendimiento, optimizar la composi-
ción del organismo y conservar el equilibrio de
nitrógeno de los atletas que hacen entrenamien-
to de potencia, resistencia o pesas (Tarnopolsky
et al., 1988; Lemon et al., 1992; Buskirk, 1997).
A la vista de las pruebas existentes, se ha llega-
do a la conclusión de que en determinados
deportes (culturismo), no se necesita una canti-
dad de proteínas superior al aporte nutricional
recomendado (RDA), siempre que la ingesta
energética sea suficiente para mantener la acti-
vidad del atleta, siendo recomendable una inges-
ta diaria de alrededor de 1,5 g/kg (Probart et al.,
1993; Buskirk, 1997).
A nivel indicativo, se ha sugerido que el apor-
te proteico en la dieta del deportista debe consis-
tir en unas RDA en torno al 12-15% de la energía
diaria, lo que representa un consumo de 0,9-1,6
g/kg/día, aunque probablemente los requerimien-
tos adicionales de proteínas deberían ser distintos
según se trate de ejercicio de resistencia o de fuer-
za, correspondiendo un 1,4-1,8 g/kg/día para el
ejercicio que requiere fuerza y entre 1,2-1,4
g/kg/día para el ejercicio de resistencia, superan-
do, en ambos casos, la cantidad de 0,8-1 g/kg/día.
Esta cantidad de proteína adicional permite el
crecimiento de la masa muscular, cubrir el coste
del catabolismo muscular por ejercicio o estrés,
así como mejorar la anemia del deportista en los
casos en que se produce (American Dietetic
Association, 1987; Lemon et al., 1992; Ribas y
Roses, 1995; López-Varela et al., 1999).
El concepto de que diversos aminoácidos
ayudan a mejorar el rendimiento de los entrena-
mientos para musculación, resistencia o levanta-
miento de pesas, se basa en pruebas algo con-
trovertidas sobre la estimulación de la liberación
hormonal (hormonas hipofisarias y función del
hipotálamo). Faltan estudios que demuestren,
científicamente, que la ingestión de aminoáci-
dos libres tenga efecto ergogénico; sin embargo,
se sabe que la arginina y la ornitina estimulan la
liberación de la hormona del crecimiento, lo
cual podría tener un efecto anabolizante y pro-
teicosintético, al evitar la degradación proteica
de las fibras musculares, y ayudar a la síntesis de
proteínas, a la vez que se incrementaría la degra-
dación de lípidos para la obtención de energía
(Carlson et al., 1989; Kreider et al., 1993;
Buskirk, 1997).
El aminoácido triptófano, al igual que otros
aminoácidos ramificados, actúa aumentando la
hormona del crecimiento, pero su efecto ergogé-
nico teórico está basado en la formación del
compuesto 5-hidroxitriptamina y serotonina en
el cerebro, ambos neurotransmisores, que po-
drían aumentar la tolerancia al dolor durante la
actividad física intensa, si bien, según otra hipó-
tesis, la serotonina podría estar implicada en la
etiología de la fatiga debido a su acción depresi-
va (Ribas y Roses, 1995).
Capítulo 2 107
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Estudios realizados utilizando suplementos
de aminoácidos ramificados y glutamina, adi-
cionados a las bebidas habituales de carbohidra-
tos, durante ejercicios prolongados de resisten-
cia, han puesto de manifiesto un retraso en la
aparición de la fatiga y reducción en la degrada-
ción de proteínas, no habiéndose observado
mejoría en los tiempos totales de rendimiento
(Buskirk, 1997).
En relación con el depósito de glucógeno, se
ha comprobado que los suplementos de carbohi-
dratos y proteínas producen mayores concentra-
ciones séricas de insulina que los carbohidratos
o las proteínas solos, lo que se traduce también
en una elevación de los depósitos de glucógeno.
Otro hecho digno de mención es la disminu-
ción de los niveles de glutamina plasmática
observados en deportistas durante los ejercicios
de resistencia y en los entrenamientos excesi-
vos. A este respecto, se ha observado que la
administración de suplementos de aminoácidos
ramificados resulta eficaz para elevar las con-
centraciones plasmáticas de glutamina (Buskirk,
1997).
Las dietas hiperproteicas se relacionan con
pérdida de calcio, aumentando el riesgo de
padecer osteoporosis, especialmente en mujeres;
asimismo, se relacionan con un aumento en las
necesidades de vitamina B6 y B12 y con la posi-
bilidad de padecer ateromas, siendo necesaria la
ingestión de suficiente cantidad de líquidos para
evitar la deshidratación o la aparición de proble-
mas renales (Ribas y Roses, 1995; López-Varela
et al., 1999).
Los productos dietéticos para deportistas, a
base de proteínas o aminoácidos esenciales y
vitaminas pretenden favorecer la fuerza y la
resistencia a la fatiga mejorando el rendimiento
del atleta, si bien no está claro que la calidad
proteica de estos productos sea superior a la de
los alimentos aconsejados en una dieta equili-
brada (Cervera et al., 1998).
Es frecuente la utilización, por parte de los
deportistas, de suplementos vitamínicos y mine-
rales durante los entrenamientos, por existir la
108 Capítulo 2
creencia de que mejoran el rendimiento físico.
Esta idea se basa en el supuesto de que ciertas
vitaminas participan en el metabolismo energé-
tico (B1, B2, B6, niacina), y que el sobreconsumo
de las mismas aumenta el rendimiento físico al
aportar energía extra, aunque no se dispone de
estudios que claramente demuestren estos
hechos.
Se acepta que una deficiencia vitamínica
perjudica el rendimiento físico, de forma que si
se restablecen los niveles normales de vitami-
nas en los deportistas que así lo requieran, bien
mediante el aporte de una dieta adecuada o
mediante un suplemento vitamínico correcto,
se conseguirá un mayor rendimiento físico
(Wooton, 1990; Ribas y Roses, 1995). En este
sentido, se ha comprobado que cuando se pro-
duce un aumento de las necesidades energéti-
cas, también se requieren cantidades superiores
a las basales de las vitaminas B1, B2, B6 y nia-
cina y, probablemente, de otras hidrosolubles,
así como de elementos químicos esenciales,
que pueden cubrirse con una dieta equilibrada
a base de alimentos frescos y variados (Cervera
et al., 1998).
No existe apenas evidencia científica fiable
que permita pensar que la utilización, destruc-
ción y excreción de vitaminas aumente con las
actividades deportivas, pero no hay que olvidar
que se han realizado pocos estudios, bien plan-
teados, con atletas de élite y alto nivel, para
conocer las necesidades vitamínicas y el estatus
nutritivo de los atletas. Existe cierta evidencia
de que los requerimientos de vitaminas pertene-
cientes al grupo B, especialmente vitamina B2,
aumentan con el ejercicio intenso y regular.
Normalmente, el mayor gasto energético de los
atletas se acompaña de un aumento del consumo
de alimentos, en general, con el consiguiente
incremento de ingestión de vitaminas, especial-
mente si se consumen cereales integrales ricos
en carbohidratos (Wooton, 1990; Ribas y Roses,
1995).
Por otra parte, en la mayoría de los atletas,
los signos del entrenamiento intensivo pueden
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
confundirse, fácilmente, con los síntomas que
acompañan a la deficiencia de vitaminas, tales
como fatiga, depresión, debilidad y dolores
musculares, por lo que, con frecuencia, se inter-
preta esta situación como un estado deficitario.
Todo ello, unido al posible «efecto placebo» de
estos suplementos, y a la vigorosa y eficaz pro-
moción comercial que de los mismos se realiza,
mediante las pertinentes campañas publicitarias,
justifica la utilización, muchas veces innecesa-
ria, de estos productos.
Sin embargo, existen determinadas situacio-
nes en las que sí se justifica el aumento de la
ingesta de vitaminas, entre las que pueden citar-
se la tenencia de malos hábitos alimentarios,
necesidad de limitar continuamente el consumo
de alimentos a fin de mantener bajo peso corpo-
ral (gimnastas, bailarinas, etc), o tendencia a
padecer anemia. En estos casos puede estar jus-
tificado tomar diariamente un suplemento mul-
tivitamina-multimineral comercial, si bien,
como paso previo, se debe intentar corregir
aquellos hábitos alimentarios responsables de la
carencia, ya que, en la mayoría de los casos, la
carencia de nutrientes se debe más a la ingestión
inadecuada de nutrientes, que al aumento de las
necesidades de los mismos debidas al ejercicio.
Por otra parte, el consumo excesivo de vita-
minas puede resultar perjudicial para el organis-
mo, por sobrepasarse la capacidad de éste para
su metabolización, siendo bastante improbable
que este exceso se produzca por el consumo de
alimentos, ya que, salvo excepciones (aceite de
hígado de bacalao, aceite rojo de palma o híga-
do de oso polar), los alimentos contienen canti-
dades relativamente pequeñas de vitaminas, por
lo que dicha suplementación sólo debe realizar-
se en los casos necesarios (Wooton, 1990).
En el supuesto de querer suplementar la
dieta, a fin de evitar carencias, se recomienda
tomar, a diario, un complejo vitamínico, de
forma que no se exceda el valor de las RDA, ya
que una megadosis de cualquier vitamina, inclu-
yendo las hidrosolubles, pueden acarrear toxici-
dad (Ribas y Roses, 1995).
Respecto a los minerales, tenemos que dis-
tinguir dos grupos, los macroelementos, que son
aquellos que se necesitan en cantidades relativa-
mente grandes (alrededor de 100 mg por día),
como el calcio, magnesio, sodio, potasio y cloro,
y los elementos traza, que se necesitan en canti-
dades diarias menores (inferiores a 2-5 mg);
entre ellos cabe destacar el hierro, cobre, zinc,
manganeso, yodo, azufre, cobalto, cromo y sele-
nio.
Desde el punto de vista de los atletas, el hie-
rro es el más importante de los minerales; aun-
que técnicamente es un elemento traza, en gene-
ral, se considera un macronutriente debido a su
importante papel en el metabolismo. Es un cons-
tituyente esencial de la hemoglobina de los gló-
bulos rojos, de la mioglobina, y de muchas enzi-
mas que participan en las rutas productoras de
energía de las mitocondrias, por lo que juega un
papel vital para mantener el sistema transporta-
dor de oxígeno y la capacidad para realizar el
trabajo muscular (Wooton, 1990; Ribas y Roses,
1995).
La anemia, por deficiencia de hierro, causa
alteraciones graves en el rendimiento físico y,
particularmente, de las actividades de resisten-
cia. La anemia por deficiencia de hemoglobina
altera, notablemente, el transporte de oxígeno,
aunque también es posible padecer deficiencia
de hierro, sin sufrir anemia, como consecuencia
de una ingesta inadecuada del mismo.
No se conoce con certeza si la deficiencia de
hierro, sin anemia, produce alteraciones del ren-
dimiento físico, pero un aporte inadecuado de
hierro causa pérdida de fuerza y resistencia,
facilidad para fatigarse, disminución de la capa-
cidad de atención y disminución de la percep-
ción visual, los cuales son atributos vitales para
el deporte.
Existen algunos factores que contribuyen a la
deficiencia de hierro y al descenso de los niveles
de hemoglobina, observados, frecuentemente,
en los atletas, fenómeno que se denomina «ane-
mia del deporte». Entre éstos, se puede citar:
sudor profuso, descenso en la absorción de hie-
Capítulo 2 109
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
rro en el aparato digestivo, abundante flujo
menstrual, disminución de la síntesis de hemo-
globina a consecuencia de las deficiencias de
vitamina B12, ácido fólico o hierro y consumo
insuficiente de hierro con la dieta (Wooton,
1990; Ribas y Roses, 1995).
La deficiencia de hierro en el atleta debe sol-
ventarse, en principio, mediante el consumo de
alimentos ricos en este elemento, tanto de origen
animal como vegetal (carnes rojas, hígado, ce-
reales integrales, legumbres secas, hortalizas
foliares verdes) y, si pese a todo ello, el consumo
de hierro fuera inadecuado, se podría recurrir a la
suplementación. Es evidente que un aumento en
su ingesta beneficia al atleta con deficiencia, pero
apenas existen datos científicos que demuestren
que el hierro adicional aumenta el numero de gló-
bulos rojos, o la capacidad transportadora de oxí-
geno en los atletas sin deficiencia, o que aumenta
el rendimiento físico. La dosis recomendada de
hierro es de 12-15 mg para las mujeres, y de 10
mg para los hombres, absorbiéndose sólo el 10%
del hierro que se consume.
Vemos pues, que no hay duda de que el modo
más eficaz de aumentar el rendimiento deporti-
vo es mediante el entrenamiento sistemático, el
cual tiene su principal soporte en la nutrición. Si
bien el entrenamiento mejora la formación y fir-
meza física, así como la fuerza y la resistencia,
en el mercado existen una gran cantidad de pro-
ductos nutricionales formulados para mejorar el
rendimiento físico, y que se utilizan como ayuda
ergogénica para el deporte. En muchas ocasio-
nes carecen totalmente de valor, no existiendo
base científica que justifique su pretendida fina-
lidad y eficacia, si bien existen, por el contrario,
algunos productos que se basan en principios
capaces de demostrar su capacidad para aumen-
tar el rendimiento físico (tal es el caso de la
ingestión de carbohidratos durante el ejercicio)
(Wooton, 1990).
Las ayudas ergogénicas nutricionales sólo
son utilizables en aquellos tipos de pruebas que,
por su duración, pueden dar lugar al agotamien-
to de los depósitos musculares normales de glu-
110 Capítulo 2
cógeno. En pruebas intensas y cortas, estas ayu-
das no aportan ningún beneficio debido al siste-
ma energético utilizado, o porque la propia dura-
ción impide el agotamiento de unas reservas
normales de glucógeno en los músculos que tra-
bajan, no siendo así en los deportes de resisten-
cia, sobre todo si duran dos o más horas, en las
que el factor limitante es el glucógeno muscular.
Sin embargo, en este tipo de pruebas es también
interesante ingerir glúcidos durante la misma
prueba, recomendándose soluciones diluidas de
glucosa del 2-3%, no debiendo sobrepasarse un
ritmo de administración de 200 ml/15 min, o
bien soluciones de polímeros de glucosa como
forma de administración de glúcidos ideal
(Mañas y Mataix, 1993).
Los productos que influyen sobre el rendi-
miento físico a través de la nutrición se pueden
clasificar como (Wooton, 1990):
a) Sustancias que ayudan a reemplazar las
reservas gastadas durante el ejercicio,
esencialmente por aporte adicional de
carbohidratos para suplementar las agota-
das reservas de combustible.
b) Sustancias que se utilizan como coadyu-
vantes del proceso de recuperación que
sigue al ejercicio, en particular alimentos
o concentrados energéticos diseñados
para aumentar la recarga de glucógeno.
c) Sustancias como la cafeína que alteran,
durante el ejercicio, el uso relativo de los
combustibles.
d) Sustancias como los agentes alcalinizantes,
que se supone que influyen sobre la acu-
mulación de productos finales del metabo-
lismo y, por tanto, influyen sobre la fatiga.
e) Un repertorio misceláneo de extractos de
hierbas, minerales y productos animales,
que se cree que influyen sobre el rendi-
miento deportivo, como el ginseng, la
jalea real, etc.
De forma resumida, seguidamente pasamos a
hacer un estudio de los distintos suplementos
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
utilizados actualmente por los deportistas, indi-
cando los objetivos y valoraciones de su ingesta.
A) Refuerzo de los almacenes de combustible
durante el ejercicio
La deshidratación y el agotamiento de las reser-
vas corporales de hidratos de carbono, son dos
de las limitaciones primarias que dificultan el
mantenimiento de las elevadas velocidades de
utilización de energía durante largos periodos
de tiempo. En este sentido, muchas de las bebi-
das nutritivas para deportistas que contienen
electrolitos y carbohidratos, están formuladas
para reponer los minerales esenciales perdidos
con el sudor, así como la energía necesaria para
vencer la fatiga.
Las bebidas para deportistas tienen, como
principal objetivo, reponer los líquidos orgáni-
cos perdidos con el sudor, por lo que deben ase-
gurar que maximizan la absorción de líquidos
durante el ejercicio. En este sentido, hay que
tener en cuenta que uno de los factores principa-
les que determinan el vaciamiento gástrico y la
absorción de fluidos es la osmolalidad, es decir,
la concentración relativa de la disolución. Las
disoluciones hipertónicas desplazan los líquidos
corporales hacia la luz del intestino, a fin de
diluir la disolución ingerida, es decir, el agua se
excreta más que se absorbe, retardando el vacia-
miento gástrico. Por el contrario, las disolucio-
nes hipotónicas desplazan el agua desde el intes-
tino al interior del organismo, promoviendo la
absorción de líquidos desde el intestino. A este
respecto conviene tener en cuenta que los elec-
trolitos aportan mayor osmolalidad al agua que
los carbohidratos, debido a que cada electrolito
aporta dos moléculas en tanto que los glúcidos,
por ejemplo glucosa, una sola (Wooton, 1990;
Cervera et al., 1998).
Por otra parte, no existe evidencia que indi-
que la necesidad de restituir los electrolitos per-
didos con el sudor, al no haberse podido demos-
trar su utilidad para evitar la aparición de
calambres. Por tanto, más que considerar a estas
bebidas como disoluciones para reponer electro-
litos, es mejor considerarlas bebidas para repo-
ner líquidos que, además, suplementan las reser-
vas de energía del organismo.
La adición de carbohidratos al agua por enci-
ma de una concentración del 3-5% reduce la
velocidad de vaciamiento gástrico, ya que todos
los azúcares tienen un efecto retardante, con
independencia de su naturaleza. El uso de car-
bohidratos complejos, como son los polímeros
de glucosa y maltodextrinas, presentan, frente a
los azúcares simples (glucosa, fructosa), como
ventajas, aportar, para la misma osmolalidad de
la disolución, mayor contenido energético, sin
retardar la velocidad de vaciamiento gástrico.
Las bebidas deportivas deben contener un
máximo de 5-10% de carbohidratos, para no
producir problemas gastrointestinales y de ter-
morregulación durante el ejercicio prolongado
(Ribas y Roses, 1995).
En un estudio publicado por Wooton, 1990,
se ha puesto de manifiesto una mejora del rendi-
miento físico deportivo tras la ingestión de líqui-
dos durante el ejercicio, que, a su vez, se incre-
menta cuando se ingieren disoluciones de
maltodextrinas, lo cual ha sido atribuido a un
mayor aporte de energía debido a los carbohi-
dratos de la bebida.
La suplementación de glucosa parece ser que
tiene poco efecto sobre el rendimiento físico, a
menos que la producción hepática de la misma
sea insuficiente para soportar el consumo de
glucosa por el músculo, es decir, que exista
hipoglucemia. Esto hace pensar que las bebidas
energéticas no son tan beneficiosas como se
piensa, a menos que la actividad sea realmente
prolongada (superior a dos horas).
Una ingesta excesiva de glucosa, antes o
durante el ejercicio, puede alterar gravemente
el rendimiento físico. Así, si antes de iniciar el
ejercicio físico se consumen grandes cantidades,
se producirá hiperglucemia y liberación de insu-
lina por el páncreas, con el inmediato descenso
de la glucemia por debajo de los valores norma-
les y la consiguiente fatiga. Análogamente, si se
Capítulo 2 111
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
ingieren grandes cantidades de glucosa durante
el ejercicio, no sólo se limita la absorción de
líquidos, sino que los elevados niveles de insuli-
na pueden inhibir la movilización de grasa,
aumentando la dependencia de las reservas de
glucógeno. Por el contrario, estos efectos no se
observan si se administran cantidades pequeñas
de glucosa durante todo el ejercicio. La utiliza-
ción de fructosa en las bebidas para deportistas
es bastante limitada, debido a que puede desen-
cadenar la aparición de efectos adversos, como,
por ejemplo, diarreas.
A la hora de consumir bebidas para deportis-
tas se deben tener en cuenta una serie de consi-
deraciones (Wooton, 1990):
• La elección debe hacerse tratando de satis-
facer las necesidades primarias, bien sean
de líquidos o energía.
• Cuando lo más importante sea la reposi-
ción de líquidos, se deben elegir bebidas
muy diluidas. Si, por el contrario, las pér-
didas de sudor son escasas y la deshidrata-
ción no es una amenaza, se puede aumen-
tar el contenido en carbohidratos de la
bebida aportando más energía a expensas
de los líquidos.
• Teóricamente, la utilización de una bebida
que aporte hidratos de carbono y líquidos,
entre periodos de ejercicio intenso, puede
favorecer la recuperación.
Las pérdidas hidrosalinas que se producen
durante la práctica de ciertas pruebas deporti-
vas, deben ser repuestas a fin de evitar deshidra-
taciones. En este sentido, es muy útil la utiliza-
ción de bebidas isotónicas (290 mosmoles/litro)
que contienen agua, sal e incluso algún glúcido
simple (Cervera et al., 1998). Las bebidas isotó-
nicas para deportistas restauran más rápidamen-
te el equilibrio hidroelectrolítico, con el consi-
guiente efecto beneficioso sobre el rendimiento.
Esto se debe a que tienen una rápida absorción y
asimilación, al contrario de lo que ocurre con las
bebidas hipotónicas e hipertónicas, que deben
112 Capítulo 2
ser transformadas en isotónicas antes de ser asi-
miladas, lo que se traduce en un retraso en pro-
ducir su efecto (Mañas y Mataix, 1993).
En la actualidad, está siendo objeto de deba-
te por la Comisión del Códex Alimentarius la
distinción entre «bebidas energéticas» y «bebi-
das para deportistas», así como la consideración
de las mismas como alimentos para regímenes
especiales.
B) Recarga de glucógeno
El empleo de concentrados de carbohidratos que
aporten, al menos, las vitaminas del complejo B
necesarias, y que normalmente acompañan a los
mismos, pueden ser útiles en circunstancias
especiales, como ocurre cuando el estrés a que
se someten las reservas de glucógeno son tan
grandes, que los almacenes de éste se agotan
progresivamente, y resulta insuficiente la dieta
rica en carbohidratos (campeonatos de varios
días de duración o en los entrenamientos de las
competiciones).
Por otra parte, en los casos que exista riesgo
de hiponutrición (falta de apetito, convalecen-
cia tras una enfermedad, etc.), puede resultar
más beneficioso, no sólo el aporte de hidratos de
carbono, sino preparados a base de proteínas,
glúcidos, grasas, vitaminas, minerales y elemen-
tos traza, mediante productos que pueden no
estar, exclusivamente, formulados para depor-
tistas (Wooton, 1990).
C) Cambio en la utilización de combustibles
La ingestión de cafeína puede tener potenciales
ventajas sobre la capacidad de resistencia, que
se atribuyen al aumento de la utilización de los
ácidos grasos durante el ejercicio prolongado.
La cafeína actúa sobre el músculo esquelético,
las células grasas (adipocitos) y el sistema ner-
vioso. Si se aumenta el paso de ácidos grasos
procedentes de los adipocitos a la circulación, se
oxida más grasa. Los efectos de la cafeína se
relacionan con la mejora del rendimiento físico
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
durante las actividades de resistencia prolonga-
da, pero resulta ineficaz para aumentar las acti-
vidades de alta intensidad que tienen una dura-
ción inferior a 10 minutos, dado que tales
actividades no dependen tanto de la utilización
de la grasa como combustible (Wooton, 1990;
Ribas y Roses, 1995).
Los deportistas utilizan habitualmente la
cafeína como agente ergogénico (Delbeke y
Debachere, 1984; Buskirk, 1997). Esta sustancia
produce un aumento de la lipolísis y un ahorro
del glucógeno muscular, asociado con una
mayor oxidación de los ácidos grasos. Como
consecuencia de estas acciones, puede potenciar
la resistencia, sobre todo en los casos en que la
depleción de glucógeno pueda limitar el rendi-
miento (Tarnopolsky, 1994; Ribas y Roses,
1995). Pero la ingestión de cafeína tiene algunas
desventajas, pues se requieren cantidades muy
grandes de esta sustancia para producir los efec-
tos antes señalados que, a su vez, ocasionan una
importante estimulación del sistema nervioso, y
tienen una gran acción diurética, reduciendo la
percepción de la fatiga y afectando a la eficien-
cia neuromuscular. Todos estos aspectos han
hecho que la cafeína esté considerada como una
sustancia dopante por el Comité Olímpico
Internacional (Wooton, 1990; Ribas y Roses,
1995).
D) Acumulación de productos finales
Para Pérez et al., 1998, las ventajas que supone
la práctica del ejercicio físico para la salud se
pierden con el agotamiento. Se ha investigado
mucho para conocer la causa del daño asociado
al ejercicio físico violento. Además de razones
de tipo físico (microtraumatismos), existen
causas de tipo químico, siendo la principal
explicación la formación de radicales libres,
que son formas moleculares de oxígeno activa-
do, que pueden dañar a moléculas importantes
(lípidos, proteínas y ácidos nucleicos), para el
normal funcionamiento del metabolismo y la
función celular (Ribas y Roses, 1995; Villa y
Pallardó, 1999). Estos daños se producen cuan-
do se supera la capacidad defensiva del orga-
nismo mediante mecanismos antioxidantes. Su
acción se ve contrarrestada por la de los antio-
xidantes, muchos de los cuales tienen carácter
vitamínico y pueden administrarse, bien en
forma de medicamentos o mejor aún, como
complementos dietéticos. Existen determina-
das sustancias, con propiedades antioxidantes,
cuya administración se ha probado que tiene
efectos beneficiosos para intentar paliar, al
menos en parte, los efectos dañinos del ejerci-
cio físico intenso atribuidos a radicales libres.
Entre ellos, se encuentran: `-carotenos, coen-
zima Q10, vitamina C y vitamina E, a grandes
dosis o megadosis, así como glutation, N-acetil
cisteína, ácido úrico y selenio, vitamina A y
metionina (Ribas y Roses, 1995; Buskirk,
1997; Villa y Pallardó, 1999).
Una administración de antioxidantes a los
deportistas puede disminuir los índices de des-
trucción muscular, y proteger la musculatura
durante el ejercicio intenso y prolongado.
Parece ser que las dosis de las tres vitaminas, A,
C y E deberían estar aumentadas en el deportis-
ta.
Además de los antioxidantes de tipo nutricio-
nal anteriormente citados, existen enzimas antio-
xidantes esenciales que forman parte de las célu-
las de los mamíferos, que contienen minerales y
cuya concentración viene determinada genética-
mente, tal es el caso de la superóxido dismutasa
citosólica que contiene cobre y zinc; la cerulo-
plasmina contiene cobre y la catalasa, hierro; la
superóxido dismutasa mitocondrial contiene
manganeso y la glutation peroxidasa, selenio. Es
evidente que las deficiencias de estos minerales
van a alterar la formación de estos enzimas. Sin
embargo, queremos dejar patente que los datos
existentes sobre los efectos de los suplementos
de antioxidantes sobre la peroxidación lipídica y
las lesiones hísticas relacionadas con el ejercicio
son equívocos. Son necesarias nuevas investiga-
ciones en este campo, basadas en métodos más
sensibles y específicos que los actuales, que per-
Capítulo 2 113
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
mitan esclarecer los hechos y sacar resultados
concluyentes (Herbert, 1993; Kanter, 1994;
Buskirk, 1997).
Otra de las causas primarias de fatiga duran-
te el ejercicio físico de alta intensidad, es la acu-
mulación de iones hidrógeno generados por la
combustión incompleta del glucógeno en el
músculo, existiendo la posibilidad de neutralizar
esos iones mediante la utilización de tampones
intramusculares o bien sanguíneos, cuya efica-
cia en seres humanos no ha podido ser demos-
trada. Sin embargo, los agentes alcalinizantes
orales, tales como las disoluciones de bicarbo-
nato sódico, pueden aumentar el rendimiento
físico en ciertas actividades deportivas, si bien
las mejoras son relativamente pequeñas, y su
empleo debe establecerse al iniciar el entre-
namiento más que durante la competición
(Wooton, 1990).
E) Otras sustancias
Existe una gran variedad de productos alimenti-
cios considerados, a lo largo de la historia, como
ayudas ergogénicas, entre los cuales se encuen-
tran la miel, la jalea real, el polen de abeja, la
lecitina, la gelatina, el aceite de germen de trigo
y el ginseng. Apenas existe evidencia científica
que justifique su capacidad para mejorar el ren-
dimiento físico, si bien gozan de una buena
prensa que les atribuye numerosos efectos bene-
ficiosos, lo que justifica su utilización por parte
de las personas que se dedican a la práctica del
deporte (Wooton, 1990).
Si bien existen diversas variedades de gin-
seng, la más destacable es la raíz de la planta
Panax ginseng, de origen oriental, perteneciente
a la familia de las Araliáceas, conocida por sus
efectos tonificantes y estimulantes, así como pro-
tectora del estrés, propiedades que son atribui-
bles a su contenido en saponinas. Se ha descrito
el poder adaptógeno del ginseng, favoreciendo
las reacciones de acomodación del organismo
ante la fatiga, derivada del esfuerzo físico y del
estrés emocional (Ribas y Roses, 1995).
114 Capítulo 2
La carnitina es una sustancia a la que se atri-
buyen efectos beneficiosos para prevenir la apa-
rición de la fatiga en atletas que realizan ejerci-
cios de larga duración, y que se encuentran
sometidos a una deficiencia de oxígeno. La
misión de la carnitina en el organismo es la de
transportar ácidos grasos al interior de las mito-
condrias para su oxidación, de ahí que se consi-
dere de especial utilidad en deportes de resisten-
cia (ciclismo, esquí de fondo, marathón, etc.),
donde se necesita la energía procedente de los
ácidos grasos, si bien son necesarios más estu-
dios en este sentido. La carnitina en el hombre
puede proceder de dos fuentes, una endógena,
pues el organismo la sintetiza en el hígado a par-
tir de dos aminoácidos, metionina y lisina, y otra
exógena, en los alimentos de la dieta (carnes
rojas, productos lácteos, etc.).
El ácido eicosapentanoico (EPA) es un
ácido graso esencial poliinsaturado que proce-
de del ácido _-linolénico y es muy abundante
en el aceite de pescado. Se ha demostrado que
una dieta rica en este aceite tiene un efecto
positivo en la disminución de los triglicéridos
séricos y los niveles de colesterol-VLDL, pre-
cursor del colesterol-LDL. Esto se traduce en
una disminución de la agregación plaquetaria,
una mayor fluidez sanguínea y, por consi-
guiente, una mejora del sistema vascular, con
menor incidencia de las enfermedades cardio-
vasculares.
En relación al deporte, parece ser que el EPA
tiene relación con el aumento del VO2máx o
consumo máximo de oxígeno y con la mejora
del metabolismo durante el ejercicio aeróbico,
lo cual es atribuible al efecto de esta sustancia
en el entorno lipídico de la membrana celular. Si
bien hacen falta más estudios científicos al res-
pecto, parece ser que los ácidos grasos poliinsa-
turados de la serie t-3 (EPA y DHA), pueden
producir un aumento del ácido araquidónico a
nivel de la membrana celular, un aumento de la
estructura de las membranas celulares a nivel
sanguíneo y muscular y, por consiguiente, una
mejora en el rendimiento deportivo.
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
El octacosanol es un hidrocarburo natural de
28 átomos de carbono, con un hidroxilo terminal,
que se encuentra altamente concentrado en gra-
nos enteros, en especial en granos de trigo.
Algunos estudios parecen indicar su acción en el
aumento de la velocidad de reacción de la cadena
energética aerobia, lo que lleva aparejado un
aumento en la utilización de carbohidratos y, por
consiguiente, una mejora del almacenamiento de
glucógeno hepático, incrementando de esta forma
el rendimiento físico en la práctica deportiva. El
octacosanol, además, parece tener un papel en el
tratamiento de los trastornos neuromusculares y
ciertas alteraciones nerviosas, mejorando la tole-
rancia al estrés (Ribas y Roses, 1995).
La colina está presente en gran número de
tejidos y ejerce un papel fundamental por ser el
precursor endógeno de la acetilcolina, sustancia
con acción neurotransmisora, responsable del
estímulo de los músculos y su contracción,
interviniendo, además, en la síntesis y degrada-
ción de los fosfolípidos. Sin embargo, no parece
que los niveles bajos de colina en sangre sean un
factor limitante durante el ejercicio físico, ya
que la ingesta elevada de esta sustancia no actúa
sobre ningún factor determinante del rendimien-
to físico: consumo de oxígeno, niveles plásmáti-
cos de glucosa, glicerol o lactato, si bien se
requieren más estudios al respecto.
El inositol se considera como una vitamina
del grupo B, y es un nutriente esencial en el
hombre ya que forma parte de las membranas
celulares y es capaz de disminuir los lípidos
hepáticos. Asimismo, tiene un segundo papel
como mensajero celular, incrementando las
reacciones de absorción y utilización de gluco-
sa, y controlando las reacciones metabólicas de
almacenamiento y movilización de las grasas.
El inositol puede transformarse en glucosa y su
eliminación es vía ácido glucurónico, sin embar-
go, son necesarios más estudios que demuestren
su efecto sobre el rendimiento físico.
El guaraná es una semilla de una liana trepa-
dora, de origen, principalmente, sudamericano.
Diversos estudios le atribuyen, entre otros, un
efecto sobre el tejido muscular que provocaría el
cese de la fatiga, además de ser un tónico y esti-
mulante general para estados anímicos, fatiga,
depresiones, etc., y facilitar la circulación san-
guínea. En la composición del guaraná intervie-
nen fundamentalmente hidratos de carbono
(74%), proteínas (12%) y cafeína (4%), (Ribas y
Roses, 1995).
Todos estos compuestos a los que acabamos
de referirnos se encuentran en el mercado, y son
muchas las personas que los solicitan, principal-
mente jóvenes deportistas que, en numerosas
ocasiones, olvidan que la dieta sana y equilibra-
da, junto al correcto entrenamiento, es la piedra
angular en la que se apoya el deporte.
Alimentos para personas de edad
avanzada
Si bien el envejecimiento es un proceso progre-
sivo que no todas las personas sufren con la
misma intensidad, se considera, en general, que
una persona es anciana a partir de los 65 años.
El «índice de envejecimiento» de una pobla-
ción estima el porcentaje de individuos mayores
de 65 años. Durante estas últimas décadas, se ha
observado un incremento de la población ancia-
na, en los países desarrollados, lo que ha moti-
vado importantes cambios demográficos. Así,
en Europa el 12% de la población está constitui-
da por personas mayores de 65 años, mientras
que en Asia el porcentaje de ancianos es del 4%,
siendo la media mundial de población anciana
del 6%. En España, en el año 1900, la población
mayor de 65 años representaba el 5%, mientras
que en el año 2001 se estima un aumento en este
colectivo hasta un 15% (Cervera et al., 1998;
Cuesta et al., 1999).
Numerosos hechos prueban la relación que
existe entre la alimentación y el proceso de
envejecimiento. No cabe duda de que la alimen-
tación está implicada en el desarrollo de diver-
sas enfermedades que se asocian a una disminu-
ción de la expectativa de vida, lo que, a su vez,
Capítulo 2 115
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
condiciona indirectamente la longevidaz. Así, se
sabe que la dieta ejerce una gran importancia en
dos grupos de enfermedades cuya incidencia es
alta en el anciano: las enfermedaes cardiovascu-
lares y el cáncer (Viña et al., 1999).
La ingesta alimentaria y el estado nutricional
en el anciano son multifactoriales, y dependen
del apetito, la disponibilidad de alimentos, acti-
vidad física, masa corporal, educación y estilo
de vida, todo ello sin olvidar el condicionamien-
to que pueden ejercer los cambios fisiológicos
que se producen en esta etapa de la vida, así
como la presencia de determinadas enfermeda-
des y la consecuente medicación (Casper, 1995;
Cuesta et al., 1999).
Antes de proceder a considerar los requeri-
mientos nutricionales de la dieta normal del
anciano, conviene tener presente los efectos
fisiológicos que ocasiona el envejecimiento.
Existen claras diferencias entre la morfología y
composición de un organismo joven y las de un
anciano, si bien estas modificaciones se mani-
fiestan en las personas a distinto ritmo, por lo
que no se pueden referir a ninguna edad deter-
minada. En general, los cambios que se produ-
cen afectan a (Cervera et al., 1998; Cuesta et al.,
1999; Viña et al., 1999):
• Variaciones de peso y talla. Se estima que
la talla disminuye por cada década, a partir
de la edad adulta, un promedio de un cen-
tímetro, mientras que el peso aumenta, en
general, entre los 40 y 50 años, para luego
estabilizarse y decrecer a partir de los 70.
Ello hace que no sea aconsejable aplicar
las tablas convencionales de peso/talla
para los ancianos.
• Variaciones de la composición corporal.
Se pueden resumir de la siguiente manera:
— Descenso en el contenido proteico total.
— Reducción del agua corporal total.
— Pérdida de densidad ósea.
— Incremento en la proporción de grasa
con redistribución corporal.
— Pérdida de masa muscular esquelética.
116 Capítulo 2
• Cambios fisiológicos, que fundamen-
talmente se manifiestan en el funciona-
miento de todo el aparato digestivo. Así, a
nivel de la boca suele manifestarse una dis-
minución de la secreción salival, pérdida
de la potencia masticadora y disminución
del gusto y olfato, lo que, a menudo, pro-
picia inapetencia y desinterés por la comi-
da. A nivel del estómago, la secreción gás-
trica disminuye, al igual que la pancreática
y biliar, observándose un aumento del
tiempo de vaciamiento gástrico para ali-
mentos líquidos, que no suele darse para
sólidos. En el intestino delgado se produce
una probable disminución de la absorción
de calcio y de la concentración de recep-
tores para la vitamina D, así como dismi-
nución del peristaltismo intestinal y esofá-
gico.
• Cambios metabólicos. Se observan modifi-
caciones en la concentración plasmática,
tanto de colesterol como del resto de los
lípidos circulantes, y también en la síntesis
y degradación proteica. Asimismo, es fre-
cuente constatar alteraciones de la gluce-
mia y de la utilización de la glucosa. El
metabolismo basal disminuye lentamente
con el envejecimiento, hecho que se debe a
la reducción de la masa magra y de la reno-
vación proteica, ya que el metabolismo
basal está íntimamente ligado a las posibi-
lidades anabólicas. Todo ello origina una
disminución de las necesidades energéti-
cas, motivada por el metabolismo basal,
disminución de la actividad física y por la
eficacia de las actividades metabólicas y
musculares, en general.
Las necesidades energéticas de un individuo
se estiman determinando el gasto de energía,
cuyo componente mayoritario viene dado por la
tasa del metabolismo basal (TMB), que puede
medirse con exactitud en condiciones normali-
zadas, estando su valor en función de la talla,
peso corporal y la edad. Para su cálculo existen
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
unas fórmulas al respecto. La TMB por unidad
de peso varía con la edad, siendo mayor en los
niños y menor en los ancianos. Dentro de un
intervalo de edad, la TMB varía con el peso,
siendo mayor en los individuos bajos y delgados
y menor en los altos y corpulentos (FAO/OMS,
1985).
A diferencia de los requerimientos energéti-
cos, las necesidades de macronutrientes, excep-
to los hidratos de carbono, no se modifican con
la edad (Munro et al., 1987; Suter y Russell,
1987, Cuesta et al., 1999).
Como norma general, la alimentación del
anciano debe ser similar a la de las personas
adultas maduras con buena salud, por tanto,
debe seguir una dieta equilibrada, basada en el
siguiente aporte de nutrientes (Rivero y Ponz,
1993; Cervera et al., 1998):
• Proteínas. 12-15% de la energía total dia-
ria.
• Lípidos. 25-30% de la energía total dia-
ria.
• Glúcidos. 55-60% de la energía total dia-
ria.
La ingesta recomendable de proteínas se
cifra en 0,8 g/kg/día. Del total de proteínas, no
más del 30-40% deben ser de procedencia ani-
mal, y aproximadamente la mitad debe ser de
alto valor biológico.
El aporte de grasa en la dieta diaria debe
corresponder, en su mayor parte (70%), a áci-
dos grasos mono y poliinsaturados, tanto de
origen vegetal (aceite de oliva, maíz, girasol)
como de origen animal (pescado azul), lo que,
a su vez, garantiza la ingesta necesaria de áci-
dos grasos esenciales. En la población anciana
conviene cuidar el aporte de colesterol, que no
debe superar los 300 mg/día, si bien se consi-
deran aconsejables cifras inferiores, como 200-
250 mg/día. A este respecto, Mataix, 1996 y
García, 2001, establecen, como recomendable,
una ingesta de colesterol inferior a 300 mg, y
que la grasa monoinsaturada duplique, e inclu-
so supere, la suma de la poliinsaturada y satu-
rada.
En cuanto al aporte de glúcidos, ambos auto-
res, recomiendan el consumo de carbohidratos
complejos (polisacáridos), y una reducción en la
ingesta de azúcares simples. En cuanto a los
requerimientos de fibra, no existen recomenda-
ciones especiales para la población anciana
(Viña et al., 1999). Para Mataix, 1996, la inges-
ta de fibra, en general, debe superar la cantidad
de 25 gramos diarios, mientras que Rivero y
Ponz, 1993, consideran adecuados para la pobla-
ción anciana 30-40 g diarios de fibra. A este res-
pecto, dichos autores señalan que si el consumo
de frutas, vegetales y pan integral es suficiente,
resulta innecesario el uso de concentrados de
fibra comerciales o de preparados con salvado,
constituidos por celulosa y lignina, que pueden
erosionar las vías digestivas y disminuir la
absorción del calcio, hierro y zinc por reacción
con el ácido fítico contenido en el salvado, con
el cual forman complejos insolubles no asimila-
bles. Con carácter general, las personas de edad
avanzada, con buena salud, presentan las mis-
mas necesidades de vitaminas que los adultos
más jóvenes, si bien existen ciertos grupos de
riesgo para los que puede ser aconsejable
aumentar la ingestión de vitaminas (Rivero y
Ponz, 1993). Estos son los siguientes:
• Ancianos con malnutrición y anorexia.
• Ancianos con malabsorción intestinal
(cirugía digestiva, enfermedades intestina-
les, diarreas frecuentes, etc.).
• Ancianos con frecuente consumo de alco-
hol, cirrosis, hepatopatías crónicas.
• Ancianos polimedicados, que incluyen
medicamentos que interaccionan, de forma
significativa, con los alimentos. Este es el
caso de: trimetoprin-folatos, fenitoina-
folatos, antiulcerosos-folatos, antineoplá-
sicos-folatos, hipotensores-folatos, etc.
(Cuesta et al., 1999).
En lo que a las vitaminas liposolubles se
refiere, es poco probable su deficiencia dada su
Capítulo 2 117
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
acumulación en el tejido adiposo; de hecho, en
nuestro país no parece que existan deficiencias
generalizadas de las vitaminas A, D y E en per-
sonas mayores que consuman una dieta variada.
En el caso de la vitamina K, pueden producirse
carencias por malabsorción, debidas a una difi-
cultad en la asimilación de las grasas en las que
se disuelve, por lo que convendrá la vigilancia
periódica de la protrombina plasmática, que
también es recomendable en el caso de enfer-
mos sometidos a tratamiento con anticoagulan-
tes, a fin de ajustar la dosis adecuada de vitami-
na K en caso necesario (Rivero y Ponz, 1993).
Es posible que la acción de la vitamina D en
el anciano esté disminuida. Ello puede darse en
personas mayores que viven confinadas en casa
y que, por tanto, no reciben en cantidad sufi-
ciente las radiaciones solares. Sin embargo,
existe otra causa a la que puede atribuirse la
deficiencia de esta vitamina, que es la disminu-
ción de la capacidad del organismo para produ-
cir las hidroxilaciones necesarias para obtener
la forma activa de la vitamina D, es decir, el
1,25-dihidroxicolecalciferol. Por este motivo,
puede ser necesaria la suplementación de esta
vitamina mediante la forma inactiva, que es el
25-hidroxicolecalciferol, y no con la forma acti-
va (1,25-dihidroxicolecalciferol), ya que un
exceso en la disponibilidad de esta vitamina en
su forma activa puede dar lugar a calcinosis
(Viña et al., 1999).
Las reservas de vitaminas hidrosolubles son
menores en los ancianos que en las personas
adultas maduras. Dentro de este grupo, aquellas
respecto de las cuales el anciano puede presentar
más carencia son las vitaminas B6 y B12, así
como el ácido fólico, bien por mala absorción, o
por incompatibilidad con algunos medicamen-
tos, lo que repercute en el estado general del
anciano, dando lugar a astenia, anorexia, fatiga-
bilidad, confusión e insomnio.
Por otro lado, existe una interesante contro-
versia acerca del papel de las vitaminas antioxi-
dantes, C, E y el betacaroteno, en la prevención
del daño asociado al envejecimiento, pudiendo
118 Capítulo 2
tener un papel importante en la mejora de la
calidad de vida del anciano. Así, suplementos
con vitamina E aumentan las defensas inmunita-
rias en la persona de edad avanzada.
Suplementos con vitamina C parecen tener un
papel en la prevención de la catarata senil, y la
mezcla de vitamina C y E mejora el perfil lipí-
dico en el anciano, pudiendo tener un efecto
beneficioso en la prevención de la arteriosclero-
sis. Todo ello apunta hacia la necesidad de ree-
valuar las recomendaciones dietéticas (RDA) en
el anciano, si bien hacen falta más estudios al
respecto (Viña et al., 1999).
En cuanto a los minerales, se pasan a comen-
tar los datos más significativos en relación a
aquellos que tienen una especial incidencia en
esta época de la vida, tal es el caso del calcio, el
zinc y el hierro, cuya absorción y metabolismo
están alterados.
La deficiencia de calcio ocasiona la apari-
ción de osteoporosis senil, causante de dolores
osteoarticulares y fracturas óseas frecuentes,
que causan una grave disminución en la calidad
de vida de las personas mayores.
La absorción del calcio está disminuida en
los ancianos por la presencia de fitatos y oxala-
tos presentes en los alimentos. Metabóli-
camente, existe una relación a nivel plasmático
del calcio-vitamina D-fósforo-proteínas, que
influye en el organismo, en general, y en el
esqueleto, en particular, pudiéndose producir,
como consecuencia de un desequilibrio signifi-
cativo a este nivel, problemas tales como la os-
teomalacia y osteoporosis. Lo ideal es que el
aporte de una dieta equilibrada cubra las necesi-
dades de calcio del organismo, teniendo que
recurrir a la utilización de suplementos única-
mente en casos excepcionales (Rivero y Ponz,
1993). Sin embargo, la causa de déficit de calcio
en el anciano no es solamente de origen nutri-
cional, pues las alteraciones hormonales desem-
peñan un papel predominante, como lo demues-
tra el efecto beneficioso observado con la
terapéutica hormonal sustitutiva en mujer post-
menopáusica (Viña et al., 1999).
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
En relación al fósforo, magnesio, zinc, yodo
y selenio, no parece haber diferencias significa-
tivas entre las necesidades y el consumo por
adultos maduros y los de edad avanzada, estan-
do los aportes garantizados con una dieta varia-
da y equilibrada. A este respecto, Viña et al.,
1999, sostienen que el metabolismo del zinc
también se ve afectado por estar asociada su
ingesta a la de las proteínas, las cuales suelen
estar disminuidas en la dieta del anciano, lo que
se traduce en un déficit de este mineral. En
cuanto al hierro, es bien conocida la anemia del
anciano, que se debe, en parte, a alteraciones en
su metabolismo, si bien otras veces puede atri-
buirse a la existencia de hemorroides y/o fisuras
rectales que dan lugar a pérdidas de sangre. En
los casos de anemia ferropénica grave, conviene
vigilar la ingesta de alimentos que contengan
salvado o determinados aditivos, como la sal
sódica del ácido etilen-diamino-tetraacético
(EDTA), que se puede identificar en el etiqueta-
do por el número E-385, que bloquea muy acti-
vamente el hierro y el zinc (Rivero y Ponz,
1993; Viña et al., 1999). En este sentido, García,
2001, señala que la presencia en la fibra de sus-
tancias capaces de formar derivados insolubles
con micronutrientes minerales e interferir con su
absorción, en particular con la del hierro, no
parece que pueda causar problemas en una dieta
equilibrada, aunque sea alta en fibra.
Es especialmente importante el aporte de
agua en las personas de edad avanzada, a fin
de evitar que se produzca deshidratación con
graves repercusiones en los procesos metabóli-
cos, así como diuresis insuficiente. De esta
forma, la ingesta de agua no debe descender de
1,5-2 litros diarios. También hay que reponer las
pérdidas diarias de sodio que se producen a tra-
vés de la orina, heces y sudor. En la edad avan-
zada el aporte de sal no debe sobrepasar los 4-5
g/persona/día. En cuanto al potasio, es frecuen-
te que se produzca una elevación del mismo en
aquellos ancianos sometidos a determinado tipo
de diuréticos (ahorradores de potasio), o que
consumen sales de régimen, en las cuales es fre-
cuente que más del 50% del ión sodio haya sido
sustituido por ión potasio, con lo que se puede
llegar a producir intoxicación por excesiva con-
centración de este catión (Rivero y Ponz, 1993).
Las recomendaciones dietéticas más común-
mente usadas son las Raciones Dietéticas
Recomendadas (National Researsch Council,
1991), que son, como ya se ha comentado con
anterioridad, unas tablas que muestran las reco-
mendaciones oficiales de nutrientes ajustadas
para la edad, el peso y la talla en personas sanas
normales. Se introdujeron por primera vez en
1941 y se revisan cada cinco años aproximada-
mente. Estas tablas se basan en los conocimien-
tos científicos prevalentes en cada momento, y
son similares en todos los países desarrollados.
Las modificaciones en las RDA se hacen con
gran cautela, basándose en hechos científicos
que se consideran como probados por la comu-
nidad científica internacional. Sin embargo, las
RDA tienen unas limitaciones importantes en el
caso de los ancianos por los motivos que a con-
tinuación se señalan (Viña et al., 1999):
• Existe una gran heterogeneidad entre per-
sonas envejecidas, de diferente edad bioló-
gica.
• Los cambios fisiológicos asociados al
envejecimiento también son heterogéneos
y, por tanto, es muy díficil aplicarlos de
modo común a grandes grupos de perso-
nas.
• Aparecen cambios degenerativos asocia-
dos a las enfermedades crónicas.
• Las personas mayores utilizan gran canti-
dad de fármacos, que pueden obligar a ree-
valuar las RDA para cada caso en particu-
lar.
A modo de resumen, en la Tabla 2.6 aparecen
recogidas las recomendaciones de nutrientes y
energía para la población adulta, según datos
extraidos de diferentes fuentes bibliográficas
(National Researsch Council, 1991; CSIC,
1994; Mataix, 1996).
Capítulo 2 119
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 2.6. Ingestas diarias recomendadas de nutrientes y energía para la población adulta

ENERGÍA Y Varones* Varones** Varones** Mujeres* Mujeres** Mujeres**

NUTRIENTES > 51 50-59 > 60 > 51 50-59 > 60

ENERGÍA (kcal) 2.300 2.700 2.400 1.900 2.075 1.875

PROTEÍNAS (g) 63 54 54 50 41 41

Vit. A (mg ER) 1.000 1.000 1.000 800 800 800

Vit. D (mg) 5 5 5 5 5 5

Vit. E (mg) 10 12 12 8 12 12

Vit. K (mg) 80 _ _ 65 _ _

Vit. C (mg) 60 60 60 60 60 60

Vit. B1 (mg) 1,2 1,1 1 1 0,8 0,8

Vit. B6 (mg) 2 1,8 1,8 1,6 1,6 1,6

Vit. B12 (mg) 2 2 2 2 2 2

Folato (mg) 200 200 200 180 200 200

Niacina (mg) 15 18 16 13 14 12

Ca (mg) 800 800 800 800 800 800

Mg (mg) 350 350 350 280 300 300

Fe (mg) 10 10 10 10 10 10

I (mg) 150 140 140 150 110 119

* National Researsch Council, 1991.

** CSIC, 1994.

Ahora bien, como paso previo al estableci-
miento de estas recomendaciones generales, en
relación a la alimentación del anciano, conviene
tener en cuenta una serie de factores condicio-
nantes (Rivero y Ponz, 1993; Cervera et al.,
1998; Cuesta et al., 1999):
• Hábitos alimentarios adquiridos a lo largo de
la vida, que no conviene cambiar, a no ser
que exista una patología que lo justifique.
• Capacidad de hacer vida social, evitar el
aislamiento.
• Grado de actividad. Ello mejora la evacua-
ción, los niveles cálcicos y proteicos, y
ayuda a abrir el apetito a los ancianos ano-
réxicos.
• Peso. Conviene vigilar el sobrepeso evi-
tando, en la medida de lo posible, la obesi-
dad.
• Problemas económicos, que se ven acre-
centados con la jubilación.
• Inapetencia. La ingestión insuficiente de
alimentos acarrea la aparición de desnutri-
ción en el anciano, lo que se traduce en una
serie de consecuencias asociadas a dicha
desnutrición: alteración de la inmunidad,
úlceras por depresión, anemia, caídas,
deterioro cognitivo, osteopenia, alteración

120 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

en el metabolismo de los fármacos, y des- estimulantes y, en la medida de lo posible, fár-

censo de la máxima capacidad respiratoria macos específicos.
(Saltzman y Mason, 1997). • A la hora de hacer recomendaciones a este
A este respecto, se pueden citar diversos grupo de población se ha de tener en cuen-
problemas nutricionales en relación con la ta la presencia de enfermedades y el estado
ingesta de determinados fármacos que uti- de salud en general.
lizan con frecuencia, tal y como se resume • Dietas especiales. Cuando existan patolo-
en la Tabla 2.7 (Cuesta et al., 1999). gías que requieran tratamiento dietoterápi-
• Mal estado de las piezas dentarias. Ello va co, se aconsejará seguir las pautas estable-
a condicionar la consistencia de los ali- cidas, prestando especial atención a lo
mentos. En general las comidas deben ser siguiente: no son recomendables las dietas
fáciles de digerir de modo que se facilite la hiposódicas estrictas, ya que pueden cau-
absorción de nutrientes. sar deshidratación; las dietas hiperprotei-
• El estado emocional y la salud mental son cas deben vigilarse, pues se puede producir
elementos determinantes en esta etapa de sobrecarga para un riñón envejecido; en el
la vida, para poder asumir las recomenda- caso de dietas modificadas en la textura, es
ciones dietéticas y de cualquier otro tipo conveniente mantener una buena variedad,
que se hagan. cuidar la presentación y prácticas culina-
• Se debe combatir el sedentarismo con el rias, así como evitar la monotonía en los
desarrollo de actividad física y la terapia alimentos.
ocupacional. Deben evitarse las bebidas
Vemos pues, que, como norma general, la
dieta del anciano debe ser la misma que la de las
personas adultas con buena salud, equilibrada,
Tabla 2.7. Problemas nutricionales relacionados con la pudiendo establecer, a modo de resumen, las
ingesta de ciertos medicamentos en el anciano
recomendaciones dietéticas más adecuadas para
este colectivo (Rivero y Ponz, 1993; Krause,
FÁRMACO EFECTO
1995; Weeb, 1999):
• Clorpromacina
• Tioridazina • Mantener el peso corporal lo más próximo
• Insulina Aumento del apetito
• Corticoides
posible al peso ideal.
• Litio • Consumir alimentos con elevada propor-
ción en nutrientes, tanto más cuanto menor
Digoxina
Pérdida de apetito sea la ingesta calórica total.
AINES
• Ingerir proteínas de origen diverso: ani-
Antiparkinsonianos mal, 30-40% y vegetal, 60-70%.
Sequedad de boca
Antidepresivos tricíclicos
• Tomar carbohidratos complejos (pan, ce-
Metotrexate Dificulta la deglución reales y leguminosas) así como alimentos
Fenitoina Anemia con déficit de folato
con alta proporción de fibra alimentaria
blanda (frutas y verduras), que además son
Antihistamínicos Boca seca, pérdida de apetito fuente de vitaminas y minerales. Si se
Laxantes Hipopotasemia, malabsorción necesita añadir a la dieta preparados de
fibra comerciales, es importante elegir el
Depleción de fosforo,
Antiácidos
debilidad muscular
tipo de fibra adecuado, preferentemente
mucilaginosas tipo pectinas, goma guar o

Capítulo 2 121
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
glucomanano que, en general, son mejor
toleradas por este grupo de población que
las fibras con mucha lignina (salvado, pan
integral).
• Se deben aprovechar los caldos de cocer
verduras y carnes, por contener las vitami-
nas y minerales extraidas del alimento
cocido.
• Ante la posibilidad de que el anciano pre-
sente malabsorción intestinal, la alimenta-
ción debe ir acompañada de complementos
de nutrientes, fundamentalmente, vitami-
nas y minerales.
• En el supuesto de que existan problemas
de masticación, se recurrirá a la trituración
de los alimentos en forma de purés.
• Ingerir diariamente 1,5-2 litros de agua, en
forma de infusiones, zumos, jugos y cal-
dos, evitando las aguas carbónicas y otras
bebidas gaseosas.
• Pasear al sol para favorecer la producción
de vitamina D.
Como ya hemos comentado, son varias las
incidencias biológicas que pueden afectar desfa-
vorablemente la salud de las personas de edad
avanzada. Por ello, este sector de la población se
ve favorecido con la utilización de productos
dietéticos, bien diseñados y dosificados, para
complementar la alimentación diaria y conse-
guir así una nutrición correcta y equilibrada. Los
productos dietéticos más adecuados para las
personas de edad avanzada son aquellos que
permitan (Rivero y Ponz, 1993):
a) Disminuir el aporte de sustancias que
puedan resultar perniciosas para una ade-
cuada nutrición. Estas sustancias funda-
mentalmente son:
— Exceso de ácidos grasos saturados,
tanto de origen animal como vegetal
(grasas láuricas).
— Exceso de colesterol.
— Exceso de cloruro sódico.
— Exceso de azúcares.
122 Capítulo 2
b) Incrementar el aporte de nutrientes para
compensar los efectos de una disminu-
ción del consumo calórico y la malabsor-
ción de minerales y vitaminas, derivada
del declinante funcionamiento del siste-
ma digestivo en la edad avanzada, funda-
mentalmente, calcio, magnesio y hierro,
entre los minerales, y folatos, y vitaminas
K y B12.
c) Suplir las deficiencias del aparato masti-
catorio, aportando platos preparados fáci-
les de digerir, pero con buen aspecto,
sabor y aroma y con poca condimenta-
ción.
d) Contrarrestar la tendencia al estreñimien-
to, aumentando el volumen fecal y mejo-
rando la motilidad intestinal, mediante el
aporte de concentrados de fibra alimenta-
ria blanda, e ingestión de más líquidos.
Como ya se ha comentado, el estado nutri-
cional deficiente se asocia con un deterioro en
la respuesta inmune, mayor sensibilización a
las infecciones, retraso en la cicatrización,
alteración en la eliminación de fármacos y
deterioro físico y cognitivo, lo que se traduce
en un empeoramiento en la calidad de vida de
la persona anciana (Cuesta et al., 1999). Por
otra parte, son varios los autores que afirman
que la adición de suplementos dietéticos a la
dieta del anciano, mejora la respuesta inmune,
reduce la incidencia y duración de las infec-
ciones, ejerce efectos positivos sobre la fun-
ción cognitiva, mejora su capacidad funcional
y su calidad de vida (Chandra, 1992; Bogden
et al., 1994; Chandra, 1997; Meydani et al.,
1997; Ortega, 2001).
Dado que, como ya se ha dicho anteriormen-
te, las necesidades energéticas disminuyen con
la edad, la ingesta calórica que necesita una per-
sona mayor se cubre con cantidades muy mode-
radas de comida. Sin embargo, es posible que
estas personas tengan necesidades aumentadas
de nutrientes no energéticos tales como vitami-
nas y minerales. Es por ello, que puede ser reco-
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
mendable la suplementación dietética con estos
nutrientes, ya que puede ser difícil conseguir
que los requerimientos de los mismos se cubran
con la exigua ingesta energética que requieren
las personas mayores (Viña et al., 1999).
Una vez expuestas las distintas necesidades,
de vitaminas y minerales que requieren los
diferentes grupos de población anteriormente
señalados, y dado el importante papel que,
como se ha visto, desempeñan los complemen-
tos de vitaminas y minerales en determinadas
situaciones de esfuerzo y/o desgaste, se va a
proceder a hacer una revisión monográfica de
los mismos.
A través del Informe relativo a la 20. a
Reunión del Comité del Códex Alimentarius
sobre Nutrición y Alimentos para regímenes
especiales, 1996, se establecen las directrices
sobre estos complementos de vitaminas y
minerales, abordándose diferentes aspectos
relativos a los mismos, como son definiciones,
composición, aditivos alimentarios permitidos,
contaminantes, medidas de higiene, envasado y
etiquetado.
Las directrices que se recogen en el Informe,
son de aplicación a los complementos de vitami-
nas y minerales destinados a suplementar los
regímenes alimentarios diarios con estos nutrien-
tes, que no estén considerados como medica-
mentos, correspondiendo a las reglamentaciones
nacionales decidir si estos complementos son
medicamentos o alimentos.
Estos suplementos, tienen como finalidad
complementar la alimentación diaria con estos
nutrientes en los casos en que su ingesta con los
alimentos sea insuficiente, o cuando los consu-
midores consideren que su alimentación debe
ser complementada. Pueden comercializarse en
forma de cápsulas, tabletas, polvo, líquidos, etc.
A efectos de estas directrices, estos productos
están considerados como alimentos, según se
define en el Manual de Procedimiento del
Códex Alimentarius, novena edición, 1995, a
menos que las reglamentaciones nacionales
especifiquen otra cosa.
El mencionado Informe establece, en cuanto
a la composición y cantidad, que estos produc-
tos deben contener, las vitaminas/provitaminas
y sólo los minerales, cuya necesidad indispen-
sable para los seres humanos se haya probado
con datos científicos, hasta un límite que se con-
sidere inocuo determinado mediante análisis de
riesgos. A este respecto, se tendrán en cuenta las
recomendaciones establecidas por autoridades
científicas reconocidas, pudiéndose basar la
selección de los nutrientes admisibles en los cri-
terios nutricionales de la FAO/OMS, o en las
farmacopeas y leyes nacionales.
En relación a los contenidos de vitaminas y
minerales, se establece que el límite mínimo de
cada nutriente deberá ser equivalente al 15%
de la ingesta diaria recomendada, o de una
ingesta diaria que sea inocua y que se estime
adecuada. Por otra parte, el límite máximo de
cada nutriente, no deberá ser superior al 100%
de los requerimientos diarios, o de la adminis-
tración diaria de una dosis inocua y adecuada.
Además, se especifica que, en forma alternati-
va, los complementos de vitaminas y minerales
deberán contener una cantidad de nutrientes
que sea pertinente desde un punto de vista
nutricional, «no debiendo ser la dosis diaria
superior a la cantidad fisiológica, y debiendo
siempre ser inferior a las dosis que tienen efec-
tos farmacológicos», no superándose nunca el
límite establecido como inocuo sobre la base
de una metodología apropiada para la evalua-
ción de riesgos.
En el caso de las vitaminas y minerales, que
tienen un margen estrecho de seguridad entre la
ingesta diaria recomendada y el límite con efec-
tos negativos, podrán establecerse límites máxi-
mos de diferencia con respecto a la dosis diaria,
a nivel nacional.
En la composición de los complementos de
vitaminas y minerales se permite la utilización
de aditivos alimentarios, siempre que estén
autorizados por el Comité Mixto FAO/OMS de
Expertos en Aditivos Alimentarios, y que sean
necesarios por motivos tecnológicos, no exce-
Capítulo 2 123
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
diendo del equivalente de sus ingestas diarias
admisibles (IDA).
Estos productos deberán prepararse de acuer-
do con las buenas prácticas de fabricación, y estar
exentos de plaguicidas y otros contaminantes, así
como de microorganismos patógenos y de sus-
tancias originadas por los mismos, o cualquier
otra sutancia venenosa o nociva, en cantidad que
pueda representar un peligro para la salud.
El envasado de estos preparados ha de garan-
tizar la protección y calidad de los mismos.
El etiquetado de los complementos alimenti-
cios, según se especifica en el apartado 8 de este
Informe, deberá consignar el nombre del pro-
ducto, que será «complemento de vitaminas y
minerales» o «preparado dietético de minera-
les/vitaminas en casos de…», con una indica-
ción de los nutrientes que contiene; o «comple-
mento de vitaminas y minerales en casos de…»,
con una indicación de las finalidades nutriciona-
les especiales, en su caso.
Deberá indicarse en la etiqueta:
• La parte biológicamente activa de todas las
vitaminas y los minerales, en unidades de
peso por unidad de producto y, en los casos
de líquidos, por unidad de dosis recomen-
dada.
• El porcentaje de ingesta diaria recomenda-
da de la vitamina o mineral a que equivale
el consumo de la dosis diaria recomendada
del producto.
• Las recomendaciones sobre el modo de
tomar: cantidad, frecuencia, condiciones
especiales.
• Una advertencia, siempre que el producto
contenga una cantidad considerable de un
nutriente, respecto del nivel de toxicidad.
Este tema ha seguido siendo objeto de deba-
te por parte del Comité del Códex Alimentarius,
tal y como se pone de manifiesto a través del
Informe de la 22.a Reunión sobre Nutrición y
Alimentos para Regímenes especiales (2000),
en base al cual, los complementos de vitaminas
y minerales se consideran fuentes concentradas
124 Capítulo 2
de dichos nutrientes, basando su selección en
criterios de inocuidad y biodisponibilidad, no
existiendo consenso en cuanto al porcentaje de
la «ingesta diaria recomendada» para límites
mínimos y máximos, ni en cuanto a los datos
que deben figurar en su etiquetado, quedando
excluidos de estas directrices los aspectos relati-
vos a aditivos e higiene. La producción y utili-
zación de suplementos alimenticios deben estar
basadas en criterios de seguridad para el consu-
midor y en las necesidades nutricionales del
mismo. Por otra parte, y en lo que a la composi-
ción de estos productos se refiere, hay que tener
presente la existencia de diferentes formas quí-
micas para un mismo nutriente, cuya selección
debe obecer a criterios tales, como su biodispo-
nibilidad y grado de pureza. Sin duda uno de los
puntos más controvertidos en este tema sea el de
fijar límites máximos para los nutrientes conte-
nidos en los suplementos alimenticios, ya que,
como es sabido, ingestas por encima de un cier-
to nivel de algunas vitaminas y minerales,
durante largos periodos de tiempo, podrían pro-
ducir efectos adversos e indeseables para la
salud. De ahí la utilidad de establecer dos nive-
les importantes de vitaminas y minerales, el pri-
mero, el que comúnmente se ha denominado
«ingesta diaria recomendada», que constituye
un nivel referencial para la población, y un
segundo nivel más alto, el cual indicaría una
ingesta superior, que serviría de referencia en
relación a la aparición de efectos adversos. Por
ello, es importante que en el etiquetado de estos
productos aparezcan determinadas declaracio-
nes referidas a los efectos beneficiosos que tiene
una alimentación variada, en relación a la inges-
ta de vitaminas y minerales, los riesgos de un
exceso de vitaminas específicas y minerales, así
como los riesgos de dosis más allá de lo reco-
mendado por el productor, y consejos para gru-
pos específicos de la población (por ejemplo
mujeres embarazadas, etcétera).
Si bien el término integrador dietético/suple-
mento dietético ya figuraba en algún texto comu-
nitario (Directiva 930/496/CEE), su regulación
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
específica como tal, se ha producido reciente-
mente a través de la Directiva 2002/46/CEE.
La Directiva 2002/46/CE, de 10 de junio de
2002, relativa a la aproximación de las legisla-
ciones de los Estados miembros en materia de
complementos alimenticios, define los “com-
plementos alimenticios” como fuentes concen-
tradas de nutrientes o de otras sustancias con
efecto nutricional o fisiológico, comercializa-
dos en forma dosificada (cápsulas, pastillas,
etc) que deben tomarse en pequeñas cantidades
unitarias, con la única finalidad de complemen-
tar la dieta.
Esta Directiva constituye, en una primera
fase, la regulación específica de los nutrientes,
entendiendo como tal las vitaminas y minerales
que, por haber superado la evaluación científica
del riesgo llevada a cabo por la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria (Órgano de
asesoramiento científico de la Comisión
Europea), figuran en el Anexo I de la misma,
recogiendo el Anexo II, las distintas formas quí-
micas, en que pueden utilizarse.
Será objeto de una fase posterior, la regula-
ción específica de otras sustancias con un efec-
to nutricional o fisiológico, que no sean vitami-
nas o minerales, utilizadas como ingredientes de
los complementos alimenticios, tales como ami-
noácidos, ácidos grasos esenciales, fibras y
diversas plantas y extractos de hierbas, que
deberán regirse por las normas nacionales
vigentes en cada país hasta que no se adopten
normas específicas comunitarias al respecto.
Las cantidades máximas de vitaminas y
minerales presentes en los complementos ali-
menticios por dosis diaria de consumo recomen-
dada por el fabricante, se establecerán teniendo
en cuenta:
— los niveles máximos de seguridad obteni-
dos mediante la evaluación científica del
riesgo, a partir de datos científicos recono-
cidos, considerando los diferentes grados
de sensibilidad de los distintos colectivos.
— La ingesta de vitaminas y minerales a par-
tir de otras fuentes alimenticias.
Las cantidades mínimas de vitaminas y
minerales se establecerán en base a los valores
de referencia de vitaminas y minerales para la
población.
Las cantidades declaradas, por dosis de pro-
ducto, serán las recomendadas por el fabricante
para consumo diario, debiendo expresarse en
forma numérica y como porcentaje de los valo-
res de referencia mencionados que figuran en el
anexo de la Directiva 90/496/CEE.
Los complementos alimenticios, en materia
de etiquetado, sin perjuicio de lo establecido en
la Directiva 2000/13/CE, están sujetos al cumpli-
miento de los siguientes requisitos adicionales:
— han de responder a la denominación de
venta “complementos alimenticios”.
— ha de figurar el nombre de las categorias
de nutrientes que caractericen el producto
(“vitaminas” y/o “minerales”).
— se ha de consignar la dosis recomendada
para consumo diario.
— aparecerán las siguientes advertencias:
• No superar la dosis diaria recomendada.
• No utilizar como sustituto de una dieta
equilibrada.
• Mantener el producto fuera del alcance
de los niños.
Por otra parte, en esta Directiva queda
claramente reflejado que en el etiquetado, pre-
sentación y publicidad de los complementos ali-
menticios queda prohibida cualquier atribución
o referencia a la propiedad de prevenir, tratar o
curar una enfermedad humana. Por el contrario,
en este sentido, la Food and Drug
Administration Center for Food and Applied
nutrition (DSHEA, 1995), manifiesta que los
fabricantes de suplementos están autorizados
para utilizar tres tipos de declaraciones cuando
lo crean apropiado: declaraciones del contenido
de nutrientes, declaraciones referentes a enfer-
medades o patologías, y declaraciones del
soporte nutricional, las cuales incluyen las
declaraciones de función-estructura, siempre
que sea verdadera y no induzca a error o engaño
al consumidor (Blanca y López, 1999).
Capítulo 2 125
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Independientemente de los suplementos ali-
menticios con vitaminas y minerales, en el mer-
cado, también se encuentran alimentos a los que
se han añadido estos mismos nutrientes, pero que
nada tienen que ver con los primeros. En relación
a estos productos, los Principios Generales del
«Códex Alimentarius» diferencian los siguientes
términos: restauración, estandarización y fortifi-
cación o enriquecimiento. Por otra parte, el
Código Alimentario Español define y diferencia
los productos dietéticos y de régimen, así como
alimentos enriquecidos y sustancias enriquecedo-
ras de los alimentos. También en la Regla-
mentación Técnico-Sanitaria sobre Preparados
Alimenticios para Regímenes Dietéticos y/o
Especiales, se definen los preparados enriqueci-
dos y las sustancias enriquecedoras.
Los alimentos a los que se han añadido vita-
minas y minerales están sujetos a los requisitos
de etiquetado general que establece la Directiva
2000/13/CE, así como a los de etiquetado nutri-
cional que establece la Directiva 90/496/CEE.
Con referencia a esta Directiva, en el Libro
sobre la Ley Alimentaria se han hecho comenta-
rios sobre la necesidad de reformar esta Di-
rectiva, existiendo tres aspectos relativos al eti-
quetado a los que se debería prestar una
particular atención: la declaración de nutrientes,
la necesidad de declaraciones específicas y las
instrucciones o consejos concernientes a este
tipo de productos (Blanca y López, 1999).
LEGISLACIÓN
Los alimentos complementarios o para situacio-
nes de esfuerzo y desgaste, en este momento, se
configuran dentro de los dietéticos, como un
grupo de alimentos sin normativa específica,
que están siendo estudiados por la Comisión del
Códex Alimentarius, quedando regulados por la
normativa general existente en materia de pro-
ductos dietéticos
126 Capítulo 2
En la actualidad los productos dietéticos vie-
nen regulados por el RD 2685/1976, de 16 de
octubre, por el que se aprueba la Reglamentación
técnico-sanitaria para la elaboración, circulación
y comercio de preparados para regímenes dietéti-
cos y/o especiales, modificado por RD
1424/1982, de 18 de junio; RD 2353/1986, de 10
de octubre; RD 1426/1988, de 25 de noviembre;
RD 1809/1991, de 13 de diciembre; RD 431/1999
de 12 de marzo y RD 1444/2000, de 31 de julio.
El RD 1444/2000, de 31 de julio, constituye
la transposición de la Directiva 99/41/CE, y
viene a modificar el Anexo contenido en el RD
1809/1991, de 13 de diciembre, eliminando del
mismo algunos grupos de alimentos como son:
los alimentos pobres en sodio, incluidas las sales
hiposódicas o sin sodio, y el de los alimentos sin
gluten, por considerar que pueden comerciali-
zarse y controlarse eficazmente mediante sus
disposiciones generales, no siendo necesaria la
legislación específica de los mismos.
En base a lo establecido en el Anexo del cita-
do Real Decreto, la relación de productos alimen-
ticios objeto de legislación específica a establecer
mediante Reglamentaciones técnico-sanitarias
queda configurada de la siguiente manera:
• Preparados para lactantes y preparados de
continuación.
• Alimentos a base de cereales y alimentos
infantiles para lactantes y niños de corta
edad.
• Productos alimenticios de escaso o reduci-
do valor energético, destinados al control
de peso.
• Alimentos dietéticos destinados a usos
médicos especiales.
• Alimentos adaptados a un intenso desgaste
muscular, sobre todo para deportistas.
• Alimentos destinados a las personas físicas
afectadas de perturbaciones en el metabolis-
mo de los hidratos de carbono (diabéticos).
Para todos estos preparados alimenticios
existe normativa específica que los regula, a
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
excepción de los dos últimos, cuyo desarrollo
aún no se ha producido, si bien, según se recoge
en el Libro Blanco de la Seguridad Alimentaria,
ello constituye uno de los objetivos prioritarios
de la Comisión para estos últimos años.
La regulación de las sustancias que pueden
añadirse para fines de nutrición específicos a
estos preparados, se ha producido muy reciente-
mente, mediante el RD 956/2002, de 13 de sep-
tiembre, el cual incorpora a nuestro derecho
interno el contenido de la Directiva 2001/15/CE,
de 15 de febrero.
A los productos alimenticios destinados a
una alimentación especial les son de aplica-
ción en materia de etiquetado, con carácter
general:
• RD 1334/1999, de 31 de julio, por el que se
aprueba la Norma general de etiquetado,
presentación y publicidad de los productos
alimenticios, modificado por RD 238/2000,
de 18 de febrero.
• RD 1808/1991, de 13 de diciembre, por el
que se regula las menciones o marcas que
permiten identificar el lote al que pertene-
ce un producto alimenticio.
• RD 930/1992, de 17 de julio, por el que se
aprueba la norma de etiquetado sobre pro-
piedades nutritivas de los productos ali-
menticios.
Independientemente, se han de tener en
cuenta las especificaciones que al respecto esta-
blece el RD 2685/1976, de 16 de octubre, por el
que se regula la elaboración, circulación y
comercio de preparados alimenticios para regí-
menes dietéticos y/o especiales, y sus modifica-
ciones, así como la legislación específica que se
establece mediante las Reglamentaciones técni-
co-sanitarias desarrolladas en base a lo estable-
cido en el anexo del RD 1809/1991, de 13 de
diciembre.
Del estudio de todo ello se deducen los
siguientes requisitos generales exigibles en el
etiquetado de los productos dietéticos:
1. Denominación de venta
En base al RD 1334/1999, de 31 de julio (art. 6),
la denominación de venta de un producto ali-
menticio ha de venir dada por la denominación
prevista para el mismo en las disposiciones de la
Comunidad Europea que le sean de aplicación, a
falta de las cuales será la prevista por las dispo-
siciones reglamentarias que le sean aplicables
en España.
Dicha normativa, en el caso concreto de los
productos dietéticos incluye: artículos 3 y 4 del
RD 2685/76, de 16 de octubre, modificados por
RD 1430/ 97, de 15 de septiembre; RD 72/98, de
23 de enero y RD 490/ 98, de 27 de marzo; RD
1430/1997, de 15 de septiembre y RD 1091/2000,
de 9 de junio, en base a los cuales surge la clasi-
ficación reseñada en este trabajo.
En el caso de aquellos productos cuya deno-
minación de venta no se contemple como tal en
la normativa europea ni española, podrá utili-
zarse el nombre consagrado por el uso en
España, o por una descripción del producto ali-
menticio y de su utilización, lo suficientemente
precisa, para permitir al comprador conocer su
naturaleza real, y distinguirlo de los productos
con los que pudiera confundirse.
Se permite la utilización de la denominación
de venta con la que el producto se fabrique y
comercialice legalmente en el Estado miembro
de procedencia, que habrá, en caso necesario, de
completarse con cuantas indicaciones descripti-
vas sean necesarias a fin de que se garantice una
información correcta a los consumidores. Si
pese a dichas indicaciones, la denomonación de
venta del Estado de procedencia designase a un
producto totalmente diferente, desde el punto de
vista de su composición o fabricación, dicha
denominación no podrá utilizarse.
La denominación de venta no puede ser sus-
tituida por una marca comercial, y se acompa-
ñará del estado físico en que se encuentre el
producto y/o tratamiento a que se haya sometido
el mismo, así como de las indicaciones obliga-
torias que aparecen recogidas en el Anexo IV de
Capítulo 2 127
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
la Norma. Los productos alimenticios que hayan
sido tratados con radiación ionizante deberán
llevar la mención «irradiado» o «tratado con
radiación ionizante».
2. Lista de ingredientes
Irá precedida del título «Ingredientes» o de
una mención apropiada que incluya tal palabra
(art. 7.1 RD 1334/1999, de 31 de julio). La lista
de ingredientes estará constituida por la men-
ción de todos los ingredientes en orden decre-
ciente de sus masas en el momento de su incor-
poración durante el proceso de fabricación del
producto.
No será obligatorio indicar la lista de ingre-
dientes en el caso de aquellos productos consti-
tuidos por un solo ingrediente, cuando el nom-
bre de éste coincida con el de la denominación
de venta, o siempre que la denominación de
venta permita determinar la naturaleza real del
producto. En el caso de un ingrediente com-
puesto, figurará la denominación del mismo
seguida inmediatamente por la enumeración de
sus propios ingredientes. Dicha enumeración no
es obligatoria:
• Cuando se trate de ingredientes compues-
tos, cuya cuantía en peso sea inferior al
25% del producto alimenticio acabado,
siempre que no se trate de aditivos que
cumplan una función tecnológica en el
producto acabado.
• Cuando el ingrediente compuesto sea un
producto para el que no se exija lista de
ingredientes.
Los ingredientes se designarán por su nom-
bre específico, y siempre teniendo en cuenta las
especificaciones reflejadas en la denominación
de venta. Los ingredientes que pertenezcan a
una de las categorías enumeradas en el Anexo I,
y que sean componentes de otro producto ali-
menticio, podrán designarse exclusivamente con
el nombre de dicha categoría.
128 Capítulo 2
Los aditivos alimentarios que pertenezcan a
una de las categorías enumeradas en el Anexo II
del RD 1334/1999, de 31 de julio, se designarán
obligatoriamente con el nombre de dicha cate-
goría, seguido de su nombre específico o de su
número CE. Por su parte, los aromas se designa-
rán en base a lo establecido en el Anexo III del
RD 1334/1999.
En el caso del «almidón» (cuya designación
figura en el Anexo I), y del «almidón modifica-
do» (cuya designación figura en el Anexo II), es
obligatorio indicar su origen vegetal específico
cuando dicho ingrediente pueda contener gluten.
3. Indicacion cuantitativa de ciertos
ingredientes
Es obligatorio indicar la cantidad de un ingredien-
te o de una categoría de ingredientes siempre que:
a) Su nombre figure en la denominación de
venta del producto.
b) Se destaque en el etiquetado de éste por
medio de palabras, imágenes o represen-
taciones gráficas.
c) Cuando sea esencial para definir un pro-
ducto alimenticio y para distinguirlo de
los productos con los que se pudiera con-
fundir a causa de su denominación o de su
aspecto.
Se exceptúan de tal obligatoriedad:
— Las menciones «edulcorante(s)» o
«azúcar(es) y edulcorante(s)» que
acompañen a la denominación de
venta del producto alimenticio.
— Las menciones relativas a la incorpora-
ción de vitaminas y minerales, siempre
que dichas sustancias figuren en el eti-
quetado sobre propiedades nutritivas.
Dicha indicación se ha de expresar en por-
centaje, pudiendo figurar en la denominación de
venta o en la lista de ingredientes. Se exceptúan
de tal indicación aquellos productos alimenti-
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
cios para los que existan disposiciones comuni-
tarias específicas que determinen la cantidad de
ingredientes, sin prever su inclusión en el eti-
quetado de los mismos, o que por el contrario
deba figurar en él.
Además se establecen como excepciones
estos puntos:
• En el caso de productos alimenticios que
hayan perdido humedad como consecuen-
cia del tratamiento al que se hayan someti-
do, la cantidad mencionada será la del
ingrediente(s) utilizado(s), referida al pro-
ducto acabado y expresada en porcentaje.
En el supuesto de que la cantidad de un
ingrediente o la suma de ingredientes sea
superior al 100%, en lugar de porcentaje,
se indicará el peso del ingrediente utilizado
para preparar 100 gramos de producto aca-
bado.
• La cantidad de ingredientes volátiles se
indicará en función de su importancia pon-
deral en el producto terminado.
• En el caso de que se utilicen ingredientes
en forma concentrada o deshidratada y que
se reconstituyan, la cantidad de los mismos
podrá expresarse en función de su impor-
tancia ponderal antes de la concentración o
deshidratación.
• En los alimentos concentrados o deshidra-
tados a los que se vaya a añadir agua, la
cantidad de los ingredientes podrá expre-
sarse en función de su importancia ponde-
ral en el producto reconstituido.
Con independencia de todo lo anteriormente
expuesto, se tendrá en cuenta lo establecido en
el RD 930/1992, de 17 de julio, por el que se
aprueba la Norma de etiquetado nutricional.
4. Cantidad neta
Se expresará en unidades de volumen (litro, cen-
tilitro o mililitro), para los productos liquidos y
en unidades de masa (Kilogramo o gramo), para
el resto.
5. Fecha de duracion minima o caducidad
La fecha de duración mínima se expresará
mediante las leyendas:
• «Consumir preferentemente antes del: día
y mes», para los productos cuya duración
sea inferior a 3 meses.
• «Consumir preferentemente antes del fin
de: mes y año», para los productos cuya
duración sea superior a 3 meses y no exce-
da de 18 meses.
• «Consumir preferentemente antes del fin
de: año», para los productos cuya duración
exceda de los 18 meses.
En el caso de los productos muy perecederos
se indicará la fecha de caducidad expresada de
la siguiente forma: «Fecha de caducidad: día,
mes y eventualmente año».
6. Condiciones especiales de conservacion
Se indicarán las condiciones especiales de con-
servación si de su cumplimiento dependiera la
validez de las fechas de caducidad y/o consumo
preferente indicadas (art. 11.2 y art. 11.5, RD
1334/1999, de 31 de julio).
7. Modo de empleo
Deberá indicarse en los casos necesarios, a fin
de garantizar un uso adecuado del producto ali-
menticio (art. 5.h, RD 1334/1999).
8. Datos de identificacion de la empresa
Se hará constar el nombre, la razón social o la
denominación del fabricante o el envasador o de
un vendedor establecido dentro de la UE, y en
todos los casos su domicilio (art. 5.i, RD
1334/1999).
9. Lote de fabricacion de la empresa
Es el conjunto de unidades de venta de un pro-
ducto alimenticio producido, fabricado o envasa-
Capítulo 2 129
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
do en circunstancias prácticamente idénticas. La
especificación del lote al que pertenece un pro-
ducto alimenticio responde a la necesidad de ofre-
cer una mejor información sobre su identidad.
Su indicación es responsabilidad del opera-
dor comercial, e irá precedida de la letra «L»,
salvo en los casos que se distinga claramente de
las demás indicaciones del etiquetado (art. 3,
RD 1808/91).
Cuando la fecha de duración mínima o la
fecha de caducidad figure en el etiquetado, el
producto alimenticio podrá no ir acompañado de
la indicación del lote, siempre que dicha fecha
tenga, por lo menos, el día y el mes señalados
claramente y en orden (art. 5, RD 1808/91).
10. Origen
Los productos originarios o procedentes de los
Estados miembros de la UE, deberán indicar el
lugar de origen o procedencia, sólo en los casos
en que su omisión pudiera inducir a error al con-
sumidor sobre el origen o procedencia real del
producto alimenticio.
Los productos originarios de países no perte-
necientes a la UE, deberán indicar el lugar de
origen o procedencia, sin perjuicio de lo dis-
puesto en los Tratados o Convenios internacio-
nales sobre la materia que resulten de aplicación
en España (art. 13, RD 1334/1999).
Las indicaciones obligatorias del etiquetado
de los productos alimenticios que se comerciali-
cen en España, se han de expresar obligatoria-
mente, al menos, en la lengua española oficial
del Estado, salvo que se trate de productos tra-
dicionales elaborados y distribuidos exclusiva-
mente en el ámbito de una Comunidad
Autónoma con lengua oficial propia (art. 18, RD
1334/1999).
Con independencia de estos datos a que se
refiere la información obligatoria general de
productos alimenticios envasados, de forma par-
ticular, el artículo 20 del RD 2685/76, por el que
se aprueba la Reglamentación técnico-sanitaria
de preparados alimenticios para regímenes die-
130 Capítulo 2
téticos y /o especiales, modificado por el RD
1809/91, establece como requisitos los siguien-
tes datos adicionales específicos:
• La denominación de venta de los produc-
tos dietéticos ha de ir acompañada de la
mención de sus características nutriciona-
les específicas.
• Los productos destinados a las personas
que se encuentran en condiciones fisioló-
gicas particulares y los destinados a per-
sonas cuyos procesos de asimilación o
metabolismo estén alterados pueden
caracterizarse por las indicaciones «dieté-
ticos» o de «régimen» (art. 20.2).
• Los productos que no figuren en el Anexo
de este Real Decreto, y de aquellos que,
figurando en él, no tengan legislación espe-
cífica armonizada con la comunitaria (que
son todos excepto los preparados para lac-
tantes, preparados de continuación, alimen-
tos a base de cereales y alimentos infantiles
distintos de los elaborados a base de cerea-
les, así como los productos alimenticios
destinados a ser utilizados en dietas de bajo
valor energético para reducción de peso y
productos dietéticos destinados a usos
médicos especiales), deberán incluir en su
etiquetado los siguientes datos adicionales:
— Elementos particulares de la composi-
ción cuali y cuantitativa, o el particular
proceso de fabricación que dan al pro-
ducto sus características nutricionales
especiales (art. 20.3.1).
— Valor energético disponible, expresado
en kJ y kcal, así como el contenido en
hidratos de carbono, grasas y proteínas
por 100 g o 100 ml de producto comer-
cializado y referido a la cantidad pro-
puesta para el consumo, si el producto
se presenta de esta manera (art. 20.3.2).
No obstante, si el valor energético es
inferior a 50 kJ (12 kcal) por 100 g o
100 ml del producto comercializado,
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
las indicaciones podrán ser sustituidas
bien por la mención «valor energético
inferior a 50 kJ (12 kcal ) por 100 g» o
bien por «valor energético inferior a
50 kJ (12 kcal) por 100 ml».
Como consecuencia de lo anteriormente
expuesto, se ha de tener en cuenta lo establecido
en el RD 930/92, de 17 de julio, por el que se
aprueba la Norma de etiquetado sobre propieda-
des nutritivas, que es resultado de la transposi-
ción a nuestro derecho interno de la Directiva
90/496/CEE. En base al artículo 2 de este Real
Decreto, el etiquetado sobre propiedades nutriti-
vas será obligatorio cuando en la etiqueta, la
presentación o la publicidad, excluidas las cam-
pañas publicitarias relativas a productos genéri-
cos, figure la mención de que el producto posee
propiedades nutritivas. En el resto de los casos,
el etiquetado sobre estas propiedades será facul-
tativo.
Se entiende por «Etiquetado sobre propie-
dades nutritivas» toda información que apa-
rezca en la etiqueta de un producto en relación
con su:
• Valor energético.
• Contenido en nutrientes: proteínas, hidra-
tos de carbono, grasas, fibra alimentaria,
sodio, así como con las vitaminas y mine-
rales que se enumeran en el Anexo del cita-
do Real Decreto, siempre y cuando se
encuentren en cantidades significativas.
Se considera una «declaración de propieda-
des nutritivas», toda indicación y/o mensaje
publicitario que haga referencia a las propieda-
des nutritivas de un producto, por su:
• Valor energético, en proporción aumenta-
da, reducida o nula.
• Nutrientes que contiene, en proporción
reducida, aumentada o nula.
El etiquetado sobre propiedades nutritivas:
1) Ha de presentarse de acuerdo a alguna de
las dos modalidades que se indican a
continuación, y siguiendo el orden que
figura en cada grupo:
– Grupo 1.o:
a) Valor energético.
b) Cantidad de proteínas, hidratos de
carbono y grasas.
– Grupo 2.o:
a) Valor energético.
b) Cantidad de proteínas, hidratos de
carbono, azúcares, grasas, ácidos
grasos saturados, fibra alimentaria
y sodio.
2) Cuando se haga declaración sobre el con-
tenido de un producto en azúcares, ácidos
grasos saturados, fibra y/o sodio, la infor-
mación deberá ajustarse al grupo 2.o.
3) Siempre que se declare el contenido en
azúcares, polialcoholes y almidón, la
información irá asociada al contenido en
hidratos de carbono, expresándose de la
siguiente forma:
Hidratos de carbono ......g, de los cuales:
– Azúcares ......g
– Polialcoholes ......g
– Almidón ......g
4) Siempre que se declare el contenido en
ácidos grasos o la cantidad de colesterol, esta
información irá asociada al contenido en grasas,
expresándose de la siguiente manera:
Grasas .….g, de las cuales:
– Saturadas .….g
– Monoinsaturadas …..g
– Poliinsaturadas …..g
– Colesterol .....mg
5) La declaración del contenido en energía y
nutrientes se ha de realizar en forma numérica,
expresándolos en las unidades correctas por 100
gramos o 100 mililitros de producto comerciali-
Capítulo 2 131
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
zado, refiriendo, además, la energía y macronu-
trientes por una cantidad propuesta para el consu-
mo, si el producto se presenta de esta manera. Así,
la energía vendrá en kilojulios y kilocalorías,
todos los macronutrientes en gramos, así como
los valores de fibra alimentaria, sodio, ácidos gra-
sos, azúcares, polialcoholes y almidón. El coles-
terol se expresará en miligramos, y las vitaminas
y sales minerales, según las unidades que se espe-
cifican en el Anexo de esta normativa. (Tabla 2.8).
Tabla 2.8. Anexo (RD 930//1992, de 17 de julio)
VITAMINAS Y SALES MINERALES QUE PUEDEN
DECLARARSE Y SUS CANTIDADES DIARIAS
RECOMENDADAS (CDR)
• Vitamina A (Retinol) μg: 800.
• Vitamina D (Ergocalciferol o colecalciferol) μg: 5.
• Vitamina E (Tocoferol) mg: 10.
• Vitamina C (Ácido ascórbico) mg: 60.
• Vitamina B1 (Tiamina ) mg: 1.4.
• Vitamina B2 (Riboflavina) mg: 1.6.
• Vitamina B3 (Niacina ) mg: 18.
• Vitamina B6 (Piridoxina o piridoxal o piridoxamina)
mg: 2.
• Vitamina B9 (Ácido fólico o folatos) μg: 200.
• Vitamina B12 (Cianocobalamina) μg: 1.
• Biotina, mg: 0.15.
• Ácido pantoténico, mg: 6.
• Calcio, mg: 800.
• Fósforo, mg: 800.
• Hierro, mg: 14.
• Magnesio, mg: 15.
• Zinc, mg: 15.
• Yodo, μg: 150.
Por regla general, para decidir lo que consti-
tuye una cantidad significativa se considera un
15% de la cantidad recomendada especificada en
este anexo y suministrada por 100 g o 100 ml, o
por envase si éste contiene una única porción.
6) La información correspondiente al eti-
quetado nutricional debe venir estructurada en
forma de tabla, con todos los datos agrupados en
columnas o en línea.
132 Capítulo 2
EVALUACIÓN DE SU
ETIQUETADO Y VALORACIÓN
NUTRICIONAL
En este Capítulo se estudian, de entre los diversos
alimentos que proporcionan nutrientes comple-
mentarios, y que pueden ser utilizados en deter-
minadas situaciones o estados fisiológicos que
requieren una suplementación nutricional, como
puede ser embarazo, lactancia, senectud, conva-
lecencias, etc., aquellos que se destinan, funda-
mentalmente, a personas que realizan esfuerzos
físicos extraordinarios, como consecuencia de la
práctica de algún deporte. Esta elección obedece
a las siguientes puntualizaciones:
• Estos productos están, hoy por hoy,
ampliamente difundidos en el mercado,
como consecuencia de la gran conciencia-
ción social que existe, en relación a que el
deporte contribuye a lograr una vida más
saludable y de mejor calidad, y la creencia
de que los productos dietéticos ayudan a
mejorar la resistencia y capacidad del
deportista.
• Su comercialización se efectúa, en gene-
ral, bajo una denominación de venta alusi-
va claramente al fin al que se destinan, cir-
cunstancia que no se da en el caso de los
preparados utilizados en las otras situacio-
nes fisiológicas.
• Pueden ser utilizados, indistintamente, por
el resto de los grupos poblacionales que
hemos mencionado, ya que, en su mayor
parte, se trata de preparados a base de vita-
minas y minerales, que pueden suplemen-
tar las carencias de estos nutrientes en
aquellas situaciones que lo requieran.
Material
La distribución y número de productos que han
sido objeto de estudio en este grupo aparecen
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
reflejados en la Figura 2.1. Como puede com-
probarse, el total de preparados estudiados ha
sido de 33, repartidos de la siguiente forma:
suplementos alimenticios, 13; barritas energéti-
cas, 10 y bebidas para deportistas, 10.
Para la selección de estas muestras, en pri-
mer lugar, se realizó un estudio de mercado, al
igual que se hizo para los alimentos infantiles ya
tratados, comprobándose que la mayor parte de
estos preparados se comercializan, principal-
mente, bajo tres formas diferentes: suplementos
alimenticios, barritas energéticas y bebidas para
deportistas. Dentro de los suplementos alimenti-
cios, se han considerado todos aquellos produc-
tos, de composición variada, que se caracterizan
por su alto contenido en proteínas, carbohidra-
tos, vitaminas y/o minerales, y cuya finalidad es
constituir un complemento de la dieta y ser úti-
les en situaciones de sobresfuerzo físico, funda-
mentalmente, si bien algunos también se reco-
miendan en estados de convalecencia, desgaste
mental, embarazo, lactancia, etc.
La mayoría de los suplementos alimenticios
que se encuentran en el comercio se presentan
en forma de polvos y comprimidos o cápsulas,
diferenciándose, no sólo en la forma de presen-
Barritas Bebidas
energéticas deportistas
10 10
Suplementos
alimenticios
TOTAL 33
13
Figura 2.1. Distribución y número de productos pertene-
cientes al Grupo 2. Preparados que proporcionan nutrientes
complementarios.
tación, sino también en la dosificación aconse-
jada por el fabricante. En relación a las barritas
energéticas, no hemos apreciado diferencias
sustanciales, en cuanto a su presentación o com-
posición, entre las diferentes marcas comercia-
les. En su composición intervienen carbohidra-
tos, proteínas y grasas, con predominio de los
primeros, además de contener distintas vitami-
nas y minerales.
Respecto a las bebidas, para su estudio se
han diferenciado, en base a su composición, tres
grupos: bebidas constituidas fundamentalmente
por minerales, iso e hipotónicas, destinadas
principalmente, a la reposición de electrolitos;
bebidas que además de minerales, incluyen vita-
minas en su composición, y bebidas energéticas,
constituidas sólo por proteínas o una mezcla de
proteínas y/o aminoácidos. Algunas de estas
bebidas, además, contienen compuestos estimu-
lantes como la cafeína, sustancia que, como ya
se indicó en la parte general de este Capítulo,
posee un marcado efecto ergogénico.
En el estudio de este segundo Grupo, se han
analizado las diferentes marcas que se comer-
cializan y distribuyen en el mercado, según las
distintas formas de presentación descritas para
cada producto dietético mencionado.
La nomenclatura de las muestras, para la
valoración nutricional de las mismas, se ha rea-
lizado atendiendo, en primer lugar, a las prime-
ras iniciales, correspondientes a su denomina-
ción de venta en el comercio o a su forma de
presentación, con el fin de identificar el produc-
to de referencia, seguido del número de muestra
correlativo, de igual modo que se ha efectuado
para los preparados infantiles.
La nomenclatura y numeración seguida para
los distintos productos se refleja seguidamente
en la Tabla 2.9.
El muestreo se ha realizado durante el
mismo periodo de tiempo que el resto de los
preparados dietéticos objeto de estudio, y efec-
tuado en los mismos establecimientos, datos
anteriormente comentados en el Capítulo 1,
página 30 (Material).
Capítulo 2 133
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 2.9. Nomenclatura y numeración de los productos
dietéticos del Grupo 2.
TIPO DE NUMERACIÓN
PRODUCTOS
PRODUCTO MUESTRAS
Polvos P1-P5
Suplementos
alimenticios Cápsulas y/o
C1-C8
comprimidos
Barritas energéticas - BE1-BE10
Enriquecidas
BB1-BB3
en minerales
Bebidas deportistas
Enriquecidas
en vitaminas BB4-BB5
y minerales
Energéticas BB6-BB10
Metodología
La metodología que se ha llevado a cabo para la
valoración de los productos pertenecientes a
este segundo grupo, tanto a nivel del etiqueta-
do, como en relación a su valoración nutricio-
nal, ha sido exactamente la misma que la ante-
riormente comentada para los alimentos
infantiles, y que figura suficientemente detalla-
da en el Capítulo 1, página 30 (Metodología).
Para estos productos, y dado que no cuentan
con una normativa específica, la recogida de
datos se ha realizado mediante fichas individua-
lizadas para cada producto, elaboradas de acuer-
do a las puntualizaciones que, obligatoriamente,
tienen que cumplir los fabricantes de estos pre-
parados, a tenor de lo reglamentado en la Norma
general de etiquetado, presentación y publicidad
de los productos alimenticios (RD 1334/1999, de
31 de julio), en la Norma sobre propiedades
nutritivas de los productos alimenticios (RD
930/1992, de 17 de julio), así como en el RD
1809/1991, de 13 de diciembre, tanto en lo que
respecta al etiquetado general, como al nutricio-
nal. El método de trabajo utilizado ha sido arduo
y laborioso, pues los datos recogidos en las
fichas correspondientes, se han transcrito, en su
totalidad, a hojas de tipo Excel, a fin de proce-
sarlos informáticamente y poder obtener los
resultados relativos al grado de cumplimentación
de los requisitos del etiquetado (general y nutri-
cional) y, a la vez, valorar nutricionalmente dicha
información. Para ello, a partir de los datos que
figuran en el etiquetado, expresados en sus uni-
dades correspondientes, por 100 gramos o 100
mililitros (según se trate de productos sólidos o
líquidos), se ha calculado la cantidad de cada uno
de los nutrientes para una ración estimada al día,
al objeto de determinar, a partir de la misma, en
qué proporción se cubren las raciones dietéticas
recomendadas para aquellos. Todo ello ha sido
posible mediante la aplicación del programa
informático SAS versión 8.0 para Windows.
Los valores de referencia utilizados para la rea-
lización de la valoración nutricional, han sido las
ingestas recomendadas de energía y nutrientes
para la población española del CSIC, 1994, por
considerar que estas son las que mejor se adaptan
a las características nutricionales de la población
española, y referirse nuestro estudio a productos
fabricados y comercializados, en su mayor parte,
en España. El grupo de población seleccionado ha
sido el de varones/hembras entre 20 y 40 años,
por ser bastante habitual la práctica de algún
deporte a estas edades. Asimismo, también se han
tenido en cuenta las recomendaciones para el
grupo de embarazadas y en periodo de lactación,
así como el colectivo de ancianos, dado que algu-
nos de estos preparados pueden ser apropiados en
determinadas situaciones, como las citadas, que
requieran una suplementación en ciertos nutrien-
tes, principalmente vitaminas y minerales.
No obstante, además se ha utilizado como
modelo de referencia las Raciones dietéticas
recomendadas del National Research Council,
1991, para valorar el resto de las vitaminas y
minerales que no figuran en las tablas del CSIC,
en especial, para aquellos cuyos aportes exce-
dieron considerablemente del 100% de los
requerimientos nutricionales.
Seguidamente, se adjuntan las fichas que se
han utilizado para la recogida de datos para este
tipo de productos dietéticos (Fichas 2.1a y 2.1b).

134 Capítulo 2
 PRODUCTOS DIETÉTICOS PERTENECIENTES AL GRUPO 2. ETIQUETADO GENERAL

ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

FICHA 2.1a.
PRODUCTOS DIETÉTICOS PERTENECIENTES AL GRUPO 2. ETIQUETADO GENERAL

Grupo ...........................................................................................................................................................................
Tipo de producto ............................................................................................................................................................
Marca comercial ............................................................................................................................................................
Denominación venta .......................................................................................................................................................
Establecimiento ............................................................................................................. Fecha .....................................

Sí No

1. Denominación de venta .............................................................................................................. † †

2. Ingredientes ............................................................................................................................... † †
3. Indicación cuantitativa de ingredientes ......................................................................................... † †
4. Cantidad neta ............................................................................................................................ † †
5. Marcado de fechas ..................................................................................................................... † †
6. Condiciones especiales de conservación ...................................................................................... † †
7. Modo de empleo (en su caso)....................................................................................................... † †
8. Lote ............................................................................................................................................ † †
9. Identificación de la empresa ........................................................................................................ † †
10. Origen ...................................................................................................................................... † †
11. Mención «Preparado en atmósfera protectora» ............................................................................. † †
12. Todas las indicaciones aparecen en castellano .............................................................................. † †
13. Figuran en el mismo campo visual: denominación de venta; cantidad neta y marcado de fechas ...... † †
14. Figura alguna mención específica................................................................................................. † †

Observaciones:

Capítulo 2 135
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

FICHA 2.1b.
PRODUCTOS DIETÉTICOS PERTENECIENTES AL GRUPO 2. ETIQUETADO SOBRE PROPIEDADES NUTRITIVAS

Grupo .......................................................................................................................................................................................
Tipo de producto ........................................................................................................................................................................
Marca comercial ........................................................................................................................................................................
Denominación venta ...................................................................................................................................................................
Establecimiento ...................................................................................... Fecha ....................................... PVP ...........................

Sí No
1. Se hace declaración expresa en la etiqueta sobre alguna propiedad nutritiva ........................................... † †
2. Esta declaración se refiere a:
2.1. Valor energético ........................................................................................................................... † †
2.2. Proteínas....................................................................................................................................... † †
2.3. Hidratos de carbono (azúcares, polialcoholes, almidón) .................................................................. † †
2.4. Grasas (ácidos grasos, colesterol) .................................................................................................. † †
2.5. Fibra alimentaria ........................................................................................................................... † †
2.6. Sodio............................................................................................................................................ † †
2.7. Vitaminas y minerales ................................................................................................................... † †
3. Se incluyen otras declaraciones adicionales: ...........................................................................................
3.1. Almidón ....................................................................................................................................... † †
3.2. Polialcoholes ................................................................................................................................ † †
3.3. Ácidos grasos (mono o polinsaturados) .......................................................................................... † †
3.4. Colesterol ..................................................................................................................................... † †
3.5. Vitaminas y/o minerales ............................................................................................................... † †
4. Modalidad de la información ................................................................................................................
4.1. Grupo 1:
4.1.1. Valor energético ................................................................................................................. † †
4.1.2. Cantidad de proteínas ....................................................................................................... † †
4.1.3. Cantidad de hidratos de carbono ....................................................................................... † †
4.1.4. Cantidad de grasas ........................................................................................................... † †
4.2. Grupo 2:
4.2.1. Valor energético ................................................................................................................. † †
4.2.2. Cantidad de proteínas ........................................................................................................ † †
4.2.3. Cantidad de hidratos de carbono ....................................................................................... † †
4.2.4. Cantidad de azúcares ........................................................................................................ † †
4.2.5. Cantidad de grasas ........................................................................................................... † †
4.2.6. Cantidad ácidos grasos saturados ...................................................................................... † †
4.2.7. Cantidad fibra alimentaria ................................................................................................. † †
4.2.8. Cantidad sodio .................................................................................................................. † †
5. Se consignan correctamente
5.1. Hidratos de carbono ................. g. de los cuales:
5.1.1. Azúcares ...................... g. ............................................................................................... † †
5.1.2. Polialcoholes ................. g. ................................................................................................ † †
5.1.3. Almidón ....................... g. ................................................................................................ † †
5.2. Grasas ...........g. de las cuales:
5.2.1. Saturadas ..................... g. ............................................................................................... † †
5.2.2. Monoinsaturadas .......... g. ............................................................................................... † †
5.2.3. Poliinsaturadas ............. g. ............................................................................................... † †
5.2.4. Colesterol ..................... mg. ............................................................................................. † †
6. Vitaminas y minerales
6.1. Se expresan como % de las CDR .................................................................................................... † †
6.2. Se declara:
Vit. A μg ......... Vit C mg ......... Vit. B3 mg ......... Vit. B9 μg ........................ Calcio mg ......... Zinc mg
Vit. D μg ......... Vit. B1 mg ......... Vit. B6 mg ......... Biotina mg ...................... Fósforo mg ........ Hierro mg
Vit. E mg ......... Vit. B2 mg ......... Vit. B12 μg ......... Ác. pantoténico mg ......... Yodo μg ............ Magnesio mg
7. La declaración nutritiva se expresa correctamente en cuanto a unidades / 100 g o 100 ml ........................ † †
8. El diseño es correcto (tabla, alineación, etc.) ........................................................................................... † †

Observaciones:

136 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

Resultados En las Figuras 2.2 a 2.5 se representa la valo-

ración del etiquetado general, en cuanto al grado
de cumplimiento de los datos que son obligato-
Siguiendo la misma sistemática empleada para
rios en base a la normativa aplicable a este tipo
los preparados infantiles, los resultados obteni-
de productos, los cuales figuran en la leyenda
dos en el estudio de los productos dietéticos
que se adjunta en la parte inferior de cada figu-
pertenecientes a este Grupo 2, se presentan
ra. El orden establecido ha sido el siguiente:
agrupados en dos bloques claramente diferen-
ciados, uno relativo a la valoración del etique- • Figura 2.2. Productos dietéticos pertene-
tado de estos preparados, tanto general como cientes al Grupo 2. Valoración del etique-
nutricional, y otro referente a su evaluación tado general.
nutricional. • Figura 2.3. Suplementos alimenticios.
Los resultados correspondientes a la valora- Valoración del etiquetado general.
ción del etiquetado, se han agrupado en un total • Figura 2.4. Barritas energéticas. Valoración
de cuatro figuras (Fig. 2.2 a 2.5) y cuatro tablas del etiquetado general.
(Tablas 2.10 a 2.13), desglosados de la siguien- • Figura 2.5. Bebidas para deportistas. Valo-
te manera: ración del etiquetado general.

14
13 60,00
12 69,70
11 87,88
10 96,97
Datos obligatorios

9 96,97
8
7 96,55
6 85,71
5
4 96,97
3 51,72
2
1
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% Respuesta

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Empresa 13. Edulcorantes

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Origen 14. Fuente fenilalanina
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Castellano
4. Cantidad neta 8. Lote 12. Mismo campo visual

Figura 2.2. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 2. Valoración del etiquetado general.

Capítulo 2 137
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

100
92,31 92,31
90
80
69,31
70
% Respuesta

60
45,45
50
40
33,33
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Empresa 13. Edulcorantes

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Origen
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Castellano
4. Cantidad neta 8. Lote 12. Mismo campo visual

Figura 2.3. Suplementos alimentícios. Valoración del etiquetado general.

100
88,89
90
80
70,00
70
% Respuesta

60
50
40,00
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Datos obligatorios

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Empresa

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Origen
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Castellano
4. Cantidad neta 8. Lote 12. Mismo campo visual

Figura 2.4. Barritas energéticas. Valoración del etiquetado general.

138 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

100
90,00 90,00 90,00
90
75,00
80
70,00
70
% Respuesta

60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

Datos obligatorios

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Empresa 13. Edulcorantes

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Origen 14. Fuente fenilalanina
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Castellano
4. Cantidad neta 8. Lote 12. Mismo campo visual

Figura 2.5. Bebidas para deportistas. Valoración del etiquetado general.

En las Tablas 2.10 a 2.13 se muestra la
valoración del etiquetado nutricional, tanto en
lo referente al grado de cumplimiento de una
serie de características generales relativas a la
presentación del mismo, como a la consigna-
ción de toda la información que, necesaria-
mente, ha de figurar a tenor de la normativa de
aplicación, en cuanto a la indicación de ener-
gía y determinados nutrientes, según el
siguiente orden:
• Tabla 2.10. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 2. Valoración del etique-
tado nutricional. Porcentaje de cumpli-
mentación en cuanto a características
generales.
• Tabla 2.11. Productos dietéticos perte-
necientes al Grupo 2. Valoración del eti-
quetado nutricional. Porcentaje de cum-
plimentación en cuanto a energía y
determinados nutrientes.
• Tabla 2.12. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 2. Valoración del etique-
tado nutricional. Porcentaje de cumpli-
mentación en cuanto a minerales y
vitaminas liposolubles.
• Tabla 2.13. Productos dietéticos perte-
necientes al Grupo 2. Valoración del eti-
quetado nutricional. Porcentaje de cum-
plimentación en cuanto a vitaminas
hidrosolubles.

Capítulo 2 139
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 2.10. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 2. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a características generales

SE DECLARA DISEÑO MODALIDADES INFORMACIÓN PARÁMETROS PARÁMETROS

FIGURA
TIPO DE ALGUNA ETIQUETADO SEGÚN NORMATIVA EXPRESADOS EXPRESADOS
ETIQUETADO
PRODUCTO PROPIEDAD CORRECTO CORRECTAMENTE CORRECTAMENTE
NUTRICIONAL
NUTRITIVA Grupo 1 Grupo 2 (100 g o 100 ml) (ración)

Suplementos 100 90,00 76,92 84,62 15,38 15,38 46,15

alimenticios
Barritas 100 90,00 80,00 60,00 40,00 70,00 70,00
energéticas
Bebidas
100 100 80,00 40,00 60,00 50,00 40,00
deportistas

Tabla 2.11. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 2. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a energía y determinados nutrientes

(1) PARÁMETROS SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS BARRITAS ENERGÉTICAS BEBIDAS DEPORTISTAS

Energía (kJ) 81,81 66,67 100

Energía (kcal) 90,91 100 100

o
GRUPO 1. Proteínas (g) 81,81 100 100

Carbohidratos (g) 100 100 100

Grasa (g) 81,81 100 100

Energía (kJ) 100 100 100

Energía (kcal) 100 100 100

Proteínas (g) 100 100 100

Carbohidratos (g) 100 100 100

Azúcares (g) 0,00 75,00 33,33

Polialcoholes (g) 0,00 50,00 0,00

o
GRUPO 2. Almidón (g) 0,00 25,00 0,00

Grasa (g) 100 100 100

Ácidos grasos
Saturados (g) 0,00 75,00 0,00

Ácidos grasos
0,00 25,00 0,00
Monoinsaturados (g)

Ácidos grasos
0,00 25,00 0,00
Poliinsaturados (g)

Colesterol (mg) 0,00 25,00 0,00

Fibra (g) 0,00 75,00 33,33

Sodio (g) 0,00 100 83,33

(1)
Parámetros que deben figurar en cada grupo en base a lo establecido en el RD 930/1992, de 17 de julio.

140 Capítulo 2
 Tabla 2.12. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 2. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a minerales y vitaminas liposolubles

Calcio Fósforo Yodo Zinc Hierro Magnesio A D E

TIPO DE
PRODUCTO
mg % CDR mg % CDR μg % CDR mg % CDR mg % CDR mg % CDR μg % CDR μg % CDR mg % CDR

SUPLEMENTOS
33,33 0,00 50,00 0,00 0,00 0,00 33,33 0,00 33,33 0,00 50,00 0,00 50,00 16,67 50,00 0,00 44,44 11,11
ALIMENTICIOS

BARRITAS
50,00 50,00 66,67 66,67 * * 0,00 0,00 50,00 50,00 83,33 83,33 50,00 25,00 50,00 50,00 60,00 40,00

ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

ENERGÉTICA

BEBIDAS
66,67 33,33 100 0,00 * * * * * * 100 33,33 100 0,00 * * 100 66,67
DEPORTISTAS

(*) No forman parte de la composición de estos productos, no declarándose su contenido en el etiquetado.

Tabla 2.13. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 2. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a vitaminas hidrosolubles

B1 B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C
TIPO DE
PRODUCTO
mg % CDR mg % CDR mg % CDR mg % CDR mg % CDR μg % CDR μg % CDR μg % CDR mg % CDR

SUPLEMENTOS
66,67 0,00 60,00 0,00 60,00 0,00 50,00 0,00 60,00 0,00 5,000 0,00 50,00 0,00 50,00 0,00 55,56 11,11
Capítulo 2

ALIMENTICIOS

BARRITAS
75,00 62,59 71,43 42,86 66,67 50,00 50,00 25,00 71,43 57,14 50,00 25,00 60,00 40,00 50,00 25,00 66,67 50,00
ENERGÉTICA

BEBIDAS
* * 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 75,00
DEPORTISTAS
141

(*) No forman parte de la composición de estos productos, no declarándose su contenido en el etiquetado.

 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Los resultados relativos a la valoración
nutricional de los productos pertenecientes al
Grupo 2, se presentan en un total de seis tablas
(Tablas 2.14 a 2.19) y tres figuras (Figs. 2.6 a
2.8).
Las Tablas 2.14, 2,16 y 2.18, recogen el apor-
te de energía, macronutrientes y minerales que
proporciona una ración diaria estimada para cada
producto, y las Tablas 2.15, 2.17 y 2.19 incluyen
el contenido en vitaminas para esa misma ración
estimada para cada producto de referencia.
142 Capítulo 2
El orden seguido ha sido el siguiente:
• Tabla 2.14. Suplementos alimenticios.
Aporte de energía, macronutrientes y
minerales según ración diaria estimada.
• Tabla 2.15. Suplementos alimenticios.
Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles
según ración diaria estimada.
• Tabla 2.16. Barritas energéticas. Aporte de
energía, macronutrientes y minerales según
ración diaria estimada (30 g).
 Tabla 2.14. Suplementos alimenticios. Aporte de energía, macronutrientes y minerales según ración diaria estimada

Forma de Muestras Gramos Energía Energía Carbohi- Proteínas Grasas Calcio Fósforo Magnesio Hierro Zinc Yodo Selenio
presentación (*) (kJ) (kcal) dratos (g) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg)

P1 90 744,30 175,50 42,75 0,22 0,00 – – – – – – –

P2 40 642,40 151,60 0,92 36,00 1,40 – – – – – – –

ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

P3 30 536,10 127,50 16,14 5,61 4,50 – – – – – – –
Polvos
P4 30 40,80 9,60 0,00 2,40 0,00 – – – – – – –

P5 15 221,70 53,10 7,94 5,03 0,14 165,00 144,00 45,00 2,25 1,76 – 7,50

–±m
x 437,00±295,71 103,46±69,70 13,55±17,56 9,85±14,78 1,21±1,93

C1 5,2 36,80 10,19 2,20 – – 80,00 – 14,00 6,00 – – –

C2 5 – – 4,54 – – – – – – – – –

C3 2,8 40,80 9,69 0,18 1,59 0,29 – – – – 1,22 0,98 –

C4 2,5 13,28 3,13 0,75 0,01 0,01 – – – – – – 47,00

Comprimidos
o C5 2,4 40,01 9,43 0,14 1,37 0,08 – – – – – – –
cápsulas
C6 2,4 – 6,65 0,37 1,09 0,06 – – – – – – –

C7 2,3 43,26 10,52 0,00 0,00 1,17 – – – – – – –

Capítulo 2

C8 1,7 26,79 6,48 0,17 0,31 0,53 10,50 8,20 32,00 6,00 7,50 30,00 –

x–±m 30,84±13,70 7,24±2,89 1,04±1,58 0,73±0,71 0,37±49 45,25±49,14 23,00±12,73 6,00±0,00 4,36±4,44 15,49±20,52

(*)
Cantidad estipulada según indicaciones del fabricante.
(–)
No se consigna en el etiquetado del producto.
143
144

Tabla 2.15. Suplementos alimenticios. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles según ración diaria estimada
Capítulo 2

Forma de Gramos A D E K B1 B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C

Muestras
presentación (*) (μg) (μg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (μg) (mg)

P1 90 – – 7,02 – 0,06 – – – – – – – 41,40

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

P2 40 640,00 4,00 8,00 10,40 1,12 1,28 14,40 4,80 1,60 120,00 160,00 0,80 48,00

P3 30 – – – – – – – – – – – – 60,00
Polvos
P4 30 – – – – – – – – – – – – –

P5 15 112,50 1,25 1,80 12,00 0,13 0,27 2,25 – 0,20 – 49,50 0,34 6,75

–±m
x 376,25±373,00 2,63±1,94 5,61±3,33 11,20±1,13 0,44±0,59 0,78±0,71 8,33±8,79 0,90±0,99 104,75±78,14 0,57±0,33 39,04±22,86

C1 5,2 750,00 2,50 10,00 – 1,20 1,80 20,00 – 2,20 – – 1,00 45,00

C2 5 – – – – – – – – – – – – –

C3 2,8 – – 10,00 – – – – – – – – – 69,00

C4 2,5 800,00 – 10,00 – – – – – – – – – 120,00

Comprimidos
o C5 2,4 – – – – 1,47 1,92 21,62 7,20 2,40 – 0,24 1,20 –
cápsulas
C6 2,4 – – 9,00 – – – – – – – – – 45,00

C7 2,3 400,00 – 10,00 – – – – – – – 200,00 1,00 –

C8 1,7 306,00 1,00 8,00 – 1,00 1,37 15,00 10,00 1,00 15,00 25,00 1,00 50,00

–±m
x 618,67±35,36 2,19±1,06 9,00±1,00 1,24±0,33 1,65±0,39 18,30±4,67 8,60±1,98 1,87±0,76 75,08±108,89 1,10±0,14 71,67±41,93

(*)
Cantidad estipulada según indicaciones del fabricante.
(–)
No se consigna en el etiquetado del producto.
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

Tabla 2.16. Barritas energéticas. Aporte de energía, macronutrientes y minerales según ración diaria estimada (30 g)

Muestras Energía Energía Carbohidratos Proteinas Grasa Calcio Fósforo Magnesio Hierro
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (mg)

BE1 440,70 105,00 15,90 15,90 4,50 60,00 69,00 25,95 _

BE2 533,10 126,30 21,60 2,25 3,45 _ _ 21,00 3,00

BE3 518,40 123,30 18,60 2,10 4,50 _ 57,00 22,50 _

BE4 540,72 128,49 21,30 1,17 4,29 _ _ _ _

BE5 536,40 127,80 17,70 2,10 5,40 320,00 _ _ 5,60

BE6 480,90 114,90 22,59 1,47 2,64 _ _ 14,10 _

BE7 637,20 152,40 16,80 2,40 8,40 _ 144,00 _ _

BE8 553,50 132,00 16,20 3,30 6,00 199,80 _ 75,00 3,60

BE9 _ 153,54 16,05 3,96 8,16 _ _ _ _

BE10 _ 145,50 18,09 2,64 6,93 * * * *

–x±m
530,12±56,98 130,92±15,67 18,48±2,49 2,40±0,81 5,42±1,94 193,27±130,02 90,00±47,15 31,71±0,06 4,07±1,36

(-)
No se consigna en el etiquetado del producto.
(*)
Se consigna en la lista de ingredientes pero no se cuantifica.

• Tabla 2.17. Barritas energéticas. Aporte de minerales según ración diaria estimada
vitaminas lipo e hidrosolubles según (200 ml).
ración diaria estimada (30 g). • Tabla 2.19. Bebidas para deportistas.
• Tabla 2.18. Bebidas para deportistas. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles
Aporte de energía, macronutrientes y según ración diaria estimada (200 ml).

Capítulo 2 145
146
Capítulo 2

Tabla 2.17. Barritas energéticas. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles según ración diaria estimada (30 g)

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

A D E B1 B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C
Muestras
(µg) (µg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (µg) (µg) (µg) (mg)

BE1 69,00 0,43 0,86 0,12 0,12 1,35 – 0,17 12,90 15,00 0,09 5,19

BE2 – – – 0,36 0,33 – – 0,48 – – – 5,55

BE3 – – 2,40 0,30 – – – – – – – –

BE4 – – – 0,36 0,36 3,30 0,36 – – – 13,50

BE5 154,00 0,64 1,92 0,27 0,31 – 0,77 0,38 20,00 28,80 0,19 –

BE6 – – – – – – – – – – – –

BE7 192,00 1,20 2,40 0,34 0,38 4,32 – 0,48 – 48,00 0,24 14,40

BE8 – – – 0,36 0,42 4,50 – 0,51 – 50,10 – –

BE9 – – – – – – – – – – – –

BE10 – – – 0,20 0,23 2,56 0,77 0,28 17,14 28,54 0,14 8,55

–±m
x 138,33±62,98 0,76±0,40 1,90±0,73 0,29±0,09 0,31±0,10 3,21±1,30 0,77±0,00 0,38±0,12 16,68±3,57 34,09±14,77 0,17±0,06 9,44±4,33

(-)
No se consigna en el etiquetado del producto.
 Tabla 2.18. Bebidas para deportistas. Aporte de energía, macronutrientes y minerales según ración diaria estimada (200 ml)

Tipo de Muestras Energía Energía Carbohidratos Proteínas Grasa Sodio Potasio Cloro Calcio Fósforo Magnesio
bebidas (kJ) (kcal) (g) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg)

ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

BB1 276,00 64,00 15,80 0,00 0,00 48,00 4,40 48,00 1,60 2,00 –
Enriquecidas
BB2 152,00 36,00 8,80 0,20 0,00 112,00 40,00 110,00 – – –
en minerales

BB3 212,00 50,00 12,00 0,00 0,00 82,00 23,40 78,00 – – 10,00

BB4 246,00 58,00 13,80 0,00 0,00 138,00 36,00 60,00 – – –

Enriquecidas
en minerales BB5 242,00 56,00 14,00 0,00 0,00 – 46,20 – 10,40 – 9,80
y vitaminas
BB6 276,00 66,00 0,00 16,00 0,00 – 40,00 160,00 – – 14,00

BB7 404,00 96,00 25,00 0,00 0,00 100 6,00 28,00 – – –

BB8 384,00 90,00 22,60 0,00 0,00 – – – – – –

Energéticas
BB9 408,00 96,00 22,80 0,00 0,00 – – – – – –

BB10 282,00 66,00 15,40 1,2 0,00 80,00 – – – 16,00 14,00

–x±m 288,20±85,34 67,80±20,19 15,02±7,41 1,74±5,02 0,00±0,00 93,33±30,82 28,00±17,06 80,67±47,81 5,33±4,55 9,00±9,90 11,95±2,37
Capítulo 2

(–)
No se consigna en el etiquetado del producto.
147
148
Capítulo 2

Tabla 2.19. Bebidas para deportistas. Aporte de vitaminas lipo e hidrosolubles según ración diaria estimada (200 ml)

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tipo de A E B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C
Muestras
bebidas (μg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (μg) (mg)

BB1 – – – – – – – – – –
Enriquecidas
BB2 – – – – – – – – – –
en minerales

BB3 – – – – – – – – – –

Enriquecidas BB4 – 1,20 – – – – – – – 20,00

en minerales
y vitaminas BB5 – 0,20 – 3,60 1,60 – – 0,80 – 15,00

BB6 200,00 4,00 – – – 0,36 – – – –

BB7 – – – – 5,00 5,00 – – – –

BB8 – – 1,20 16,00 4,00 4,00 60,00 – 4,00 –

Energéticas

BB9 – – – – 2,40 0,80 – – – 24,00

BB10 – 1,20 – – – – – – – 20,00

–x±m 1,65±1,64 9,80±8,77 3,25±1,54 2,54±2,31 19,75˛3,69

(–)
No se consigna en el etiquetado del producto.
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

Asimismo, se adjuntan un total de cuatro da (CDR) para distintos colectivos (hem-

tablas (Tablas 2.20 a 2.23) en las que se inclu- bras entre 20 y 40 años y colectivo de
yen los porcentajes de cantidad diaria recomen- embarazadas y lactantes) cubierta por una
dada (CDR) cubierta por estos preparados para ración estimada/día (4 g).
los colectivos de mujeres embarazadas y lac- • Tabla 2.22. Suplementos alimenticios en
tantes y personas mayores de 60 años. La polvo. Estudio comparativo de los porcen-
secuencia es la siguiente: tajes de cantidad diaria recomendada
(CDR) para los distintos colectivos (adul-
• Tabla 2.20. Suplementos alimenticios en tos entre 20 y 40 años y adultos mayores
polvo. Estudio comparativo de los porcen- de 60 años) cubierta por una ración esti-
tajes de cantidad diaria recomendada mada/día (40 g).
(CDR) para distintos colectivos (hembras
entre 20 y 40 años y colectivo de embara-
zadas y lactantes) cubierta por una ración
Tabla 2.21. Suplementos alimenticios en comprimidos.
estimada/día (40 g). Estudio comparativo de los porcentajes de
• Tabla 2.21. Suplementos alimenticios en cantidad diaria recomendada (CDR) para
comprimidos. Estudio comparativo de los distintos colectivos cubierta por una ración
estimada/día (4 g)
porcentajes de cantidad diaria recomenda-
Hembras
PARÁMETROS Embarazadas Lactantes
Tabla 2.20. Suplementos alimenticios en polvo. Estudio 20-40 años
comparativo de los porcentajes de cantidad
diaria recomendada (CDR) para distintos Energía (kcal) 0,31 0,28 0,26
colectivos cubierta por una ración
estimada/día (40 g) Proteínas (g) 1,78 0,76 1,10

Calcio (mg) 5,65 3,77 3,48

Hembras
PARÁMETROS Embarazadas Lactantes
20-40 años Magnesio (mg) 6,97 5,11 5,11

Energía (kcal) 4,50 4,05 3,69 Zinc (mg) 29,07 21,8 17,44

Proteínas (g) 24,02 17,58 14,92 Yodo (μg) 14,08 11,47 9,99

Vit. A (µg) 47,03 47,03 28,94 Vit. A (µg) 77,33 77,33 47,59

Vit. D (µg) 52,60 26,30 26,30 Vit. D (µg) 43,80 21,90 21,90

Vit. E (mg) 46,75 37,40 33,00 Vit. E (mg) 75,00 60,00 52,94

Vit. K (µg) 17,23 17,23 17,23 Vit. B1 (mg) 137,78 124,00 112,72

Vit. B1 (mg) 48,89 44,00 40,00 Vit. B2 (mg) 117,86 103,12 97,05

Vit. B2 (mg) 55,71 48,75 45,88 Vit. B3 (mg) 122,00 107,64 101,66

Vit. B3 (mg) 55,53 49,00 46,27 Vit. B5 (mg) 156,36 156,36 156,63

Vit. B6 (mg) 56,25 25,00 29,03 Vit. B6 (mg) 116,87 51,94 60,22

Vit. B9 (µg) 52,38 26,18 39,41 Vit. B9 (µg) 37,54 18,77 25,02

Vit. B12 (µg) 28,50 25,90 21,92 Vit. B12 (µg) 55,00 50,00 42,30

Vit. C (mg) 65,07 48,80 45,92 Vit. C (mg) 119,45 89,58 83,33

Capítulo 2 149
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 2.22. Suplementos alimenticios en polvos. Estudio comparativo de los porcentajes de cantidad diaria
recomendada (CDR) para distintos colectivos cubierta por una ración estimada/día (40 g)

Adultos entre 20-40 años Adultos > 60 años

PARÁMETROS
Varones Hembras Varones Hembras

Energía (kcal) 3,45 4,50 4,31 5,51

Proteínas (g) 18,24 24,02 18,24 24,08

Vit. A (µg) 37,65 47,03 37,65 47,03

Vit. D (µg) 52,60 52,60 52,60 52,60

Vit. E (mg) 46,75 46,75 46,75 46,75

Vit. K (µg) 14,00 17,23 14,00 17,23

Vit. B1 (mg) 36,67 48,89 44,00 55,00

Vit. B2 (mg) 43,33 55,71 55,71 70,90

Vit. B3 (mg) 41,65 55,53 52,06 69,41

Vit. B6 (mg) 50,00 56,25 50,00 56,25

Vit. B9 (µg) 52,38 52,38 52,38 52,38

Vit. B12 (µg) 28,50 28,50 28,50 28,50

Vit. C (mg) 65,07 65,07 65,07 65,07

150 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

• Tabla 2.23. Suplementos alimenticios en
comprimidos. Estudio comparativo de los
porcentajes de cantidad diaria recomenda-
da (CDR) para los distintos colectivos
(adultos entre 20 y 40 años y adultos
mayores de 60 años) cubierta por una
ración estimada/día (4 g).
A continuación, se adjuntan un total de cua-
tro figuras (Figs. 2.6 a 2.9) en las que están
representados los porcentajes de cantidad diaria
recomendada (CDR) cubiertos por una ración
media estimada para cada tipo de producto estu-
diado. El orden establecido es el siguiente:
• Figura 2.6. Suplementos alimenticios en
polvo. Porcentaje de cantidad diaria reco-
mendada (CDR) para varones y hembras
entre 20 y 40 años cubierta por una ración
estimada/día (40 g).
• Figura 2.7. Suplementos alimenticios en
comprimidos. Porcentaje de cantidad dia-

Tabla 2.23. Suplementos alimenticios en comprimidos. Estudio comparativo de los porcentajes de cantidad diaria
recomendada (CDR) para distintos colectivos cubierta por una ración estimada/día (4 g)

Adultos entre 20-40 años Adultos > 60 años

PARÁMETROS
Varones Hembras Varones Hembras

Energía (kcal) 0,24 0,31 0,30 0,38

Proteínas (g) 1,35 1,78 1,35 1,78

Calcio (mg) 5,65 5,65 5,65 5,65

Magnesio (mg) 6,57 6,97 6,57 7,66

Zinc (mg) 29,07 29,07 29,07 29,07

Yodo (mg) 11,05 14,08 11,05 14,08

Vit. A (mg) 61,86 77,33 61,86 77,33

Vit. D (mg) 43,80 43,80 43,80 43,80

Vit. E (mg) 75,00 75,00 75,00 75,00

Vit. B1 (mg) 103,30 137,78 124,00 155,00

Vit. B2 (mg) 91,67 117,86 117,85 150,00

Vit. B3 (mg) 91,50 122,00 114,37 152,50

Vit. B5 (mg) 156,36 156,36 156,36 156,36

Vit. B6 (mg) 103,88 116,87 103,88 116,87

Vit. B9 (mg) 37,54 37,54 37,54 37,54

Vit. B12 (mg) 55,00 55,00 55,00 55,00

Vit. C (mg) 119,45 119,45 119,45 119,45

Capítulo 2 151
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

70 65,07

60 55,71 55,53 56,25

52,38 52,60
48,89 50,00
50 47,03 46,75
43,33 41,65 Varones
40 36,67
37,62
Hembras
% 28,50
30
24,02

20 18,24 4 17,23
14,00

10 4,50
3,4

0
g)

g)

g)

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g)

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cg

cg

cg

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B

B
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9

12
B
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B
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er

Pr
En

Vitaminas

Figura 2.6. Suplementos alimenticios en polvo. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras
entre 20 y 40 años cubierta por una ración estimada/día (40 g).

160 156, 36

137,78
140
122,00
117, 86 116,87 119, 45
120
103, 30 103,88
100 91, 67 91, 50
% Varones
77, 33
80 75, 00 Hembras
60,00 61,,86
60 55,00

43,80
37, 54
40 33,33
29 ,07

20 14,08
11,05,
5,65 6 ,97
0 ,31 1 ,78 5,65 6,57
0 ,24 1,35
0
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1 (

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B
B

B
B
a

D
A
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12
B
gí
er

Pr
En

Minerales Vitaminas

Figura 2.7. Suplementos alimenticios en comprimidos. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hem-
bras entre 20 y 40 años cubierta por una ración estimada/día (4 g).

152 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE

45
40,70
40

35
32,22

30
25,66
24,15
25 22,61 24,17
23,25
% 22,14 21,4 21,11 Varones
20 Hembras
17,11 17,05 17,29
15,65 14,66 15,20 15,83
14,00
15 13,83
11,35
9,61
9,06
10 8,50
5,69 5,85
4,36 4,44
5

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B
B

B
a

D
A
M
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12
B

B
gí

B
ot
er

Pr
En

Minerales Vitaminas

Figura 2.8. Barritas energéticas. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras entre 20 y 40 años
cubierta por una ración estimada/día (30 g).

150,75
160
141,11
140

120

100
% Varones
80 Hembras
65,33
59,09
60 40,00

40 32,92

18,66
13,75
20 10,76
4,24
2,19 2,95 3,62 1,40 0,66 1,12 3,41 3,62
0
g)

g)

g)

g)
g)

g)
g)

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Ca

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a

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C
CI
ín

6
B

B
a

M
N
gí

o te
er

Pr
En

Minerales Vitaminas

Figura 2.9. Bebidas para deportistas. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras entre 20 y
40 años cubierta por una ración estimada/día (200 ml).

Capítulo 2 153
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

ria recomendada (CDR) para varones y
hembras entre 20 y 40 años cubierta por
una ración estimada/día (4 g).
• Figura 2.8. Barritas energéticas. Porcentaje
de cantidad diaria recomendada (CDR)
para varones y hembras entre 20 y 40 años
cubierta por una ración estimada/día (30 g).
• Figura 2.9. Bebidas para deportistas.
Porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) para varones y hembras entre 20 y
40 años cubierta por una ración estima-
da/día (200 ml).
tas se han excluido por estar constituidas casi
exclusivamente por carbohidratos (98-100%).
Discusión
Al igual que para el Grupo 1 ya tratado ante-
riormente, y con el fin de ir comentando, de
forma ordenada, los resultados obtenidos en
este estudio, la discusión de los mismos se
plantea en cuatro apartados claramente dife-
renciados:

Finalmente, se adjunta la Figura 2.10 en la • Valoración del etiquetado general.

que se representa la contribución calórica de los • Valoración del etiquetado nutricional.
macronutrientes en los suplementos alimenticios • Evaluación nutricional.
y barritas energéticas. Las bebidas para deportis- • Consideraciones finales.

SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS

Grasa Carbohidratos
11% 16%

Proteínas Grasa
Carbohidratos Proteínas
39% 50%
Polvos 50% Comprimidos 34%

BARRITAS ENERGÉTICAS

Grasa
37%

Proteínas
Carbohidratos
11%
52%

Figura 2.10. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 2. Porcentaje de kilocalorías aportadas por las proteínas, grasa y
carbohidratos.

154 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
Valoración del etiquetado general
Comenzamos la discusión de este grupo comen-
tando, en primer lugar, la valoración del etique-
tado globalmente, es decir, referido a la totalidad
del conjunto muestral, resultados que figuraban
representados en la Figura 2.2. En ésta se han
considerado todos los datos obligatorios del eti-
quetado general, comunes o no, y exigibles a
todos los productos alimenticios que integran
este segundo grupo. Estos datos obligatorios, de
forma numerada, aparecen reflejados en la
leyenda adjunta a la figura.
Como puede observarse, el grado de cumpli-
mentación es del 100% en el caso de las siguien-
tes puntualizaciones: denominación de venta,
lista de ingredientes, marcado de fechas, indica-
ción del lote o, en su caso, indicación del día y
mes, de forma clara y en orden, en el marcado
de fechas y presencia de la mención, «contiene
una fuente de fenilalanina», en los productos ali-
menticios que contienen aspartamo como edul-
corante.
No ocurre así en lo relativo a la cuantifica-
ción de aquellos ingredientes que destacan en el
etiquetado del producto, y/o acompañan a la
denominación de venta, que sólo se da en un
51,72% de las muestras; la cantidad neta apare-
ce en el 96,97% de los productos, y se cosignan
sus condiciones de conservación y modo de uti-
lización en un 85,71% y 96,55% de los mismos,
respectivamente.
En cuanto a las especificaciones de conser-
vación y utilización, aparecen consignadas en la
mayoría de estos preparados, como puede obser-
varse a tenor de los datos obtenidos, aunque su
ausencia no debe considerarse como incumpli-
miento debido a que no siempre son necesarias
tales puntualizaciones, bien porque el producto
no requiera condiciones especiales de conserva-
ción, o bien porque no se precisen indicaciones
en cuanto a su forma de utilización.
Por otra parte, los datos de identificación de
la empresa (nombre o razón social y domicilio)
son completos en un 96,97% de los productos, y
el origen o procedencia no queda claro en un
3,03% de los mismos. Todas las puntualizacio-
nes que constituyen la información del etiqueta-
do aparecen en castellano en el 87,88% de las
muestras, omitiéndose alguna de ellas en esta
lengua oficial en un 12,12%. En un 69,70% de
los preparados aparecen, en el mismo campo
visual, los datos relativos a: denominación de
venta, marcado de fechas (o lugar donde se con-
signa) y cantidad neta. En el caso de los prepa-
rados que contienen en su composición edulco-
rantes, sólo en un 60% de los mismos se
consigna, junto a la denominación de venta, la
mención «con edulcorantes».
La Figura 2.3 hace referencia a la valoración
del etiquetado general de los suplementos ali-
menticios, en cuya composición intervienen,
fundamentalmente, vitaminas y minerales. Estos
preparados son utilizados por un amplio sector
de la población y recomendados para ciertas
situaciones, como es el caso del embarazo y lac-
tancia, que requieren una suplementación adi-
cional de estos micronutrientes. Asimismo, tam-
bién encuentran aplicación en la población
anciana, dado que, en numerosas ocasiones, su
alimentación puede resultar deficiente, especial-
mente en vitaminas y minerales, por las caracte-
rísticas propias de este grupo. De cualquier
manera, y aunque, como acabamos de decir,
pueden ser demandados por distintos colectivos,
estos preparados están especialmente diseñados
para el mundo del deporte, por contribuir a los
requerimientos nutricionales que requiere este
grupo.
En la leyenda adjunta, situada en la parte
inferior de la Figura 2.3, se recogen los datos
que, a tenor de la normativa, y una vez exami-
nada la composición de estos productos, un total
de trece, deben figurar en sus etiquetas obligato-
riamente. Respecto a la cuantificación de aque-
llos ingredientes, cuya mención acompaña a la
denominación de venta, o destaca en el etiqueta-
do del producto, o bien es esencial para su elec-
ción, se consigna correctamente, sólo en un
45,45% de los suplementos estudiados; en el
Capítulo 2 155
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
7,69% de estos preparados no se menciona la
cantidad neta y, asimismo, no figura en castella-
no algún dato de la información obligatoria que
deben incluir. El 69,31% de los suplementos ali-
menticios presentan, en el mismo campo visual,
la denominación de venta, marcado de fechas (o
lugar donde se consigna) y cantidad neta. La
deficiencia más marcada en este subgrupo de
alimentos, se da únicamente en lo relativo a la
indicación de la presencia de edulcorantes en
aquellos que lo precisan, que sólo aparece en un
33,33% de los mismos.
La Figura 2.4, se refiere a la valoración del
etiquetado general en las barritas energéticas.
Como se puede observar, la leyenda que figura
en la parte inferior de esta figura, relativa a las
distintas especificaciones que la normativa
exige para estos preparados, es exactamente la
misma que para el caso de los suplementos ali-
menticios, excepto en lo referente a la mención
«contiene edulcorantes», por no ser de obligado
cumplimiento para este tipo de productos, al
carecer de estos ingredientes en su composición.
El grado de cumplimentación en las barritas
energéticas, respecto a todos los datos que inte-
gran la información obligatoria es del 100%,
salvo en lo relativo a la cuantificación de ingre-
dientes, que únicamente aparece reseñada en un
40%. La indicación de las condiciones especia-
les de conservación y de la forma de utilización,
aparece en el 70% y 88,89%, respectivamente.
Hemos de tener en cuenta que esta información
no la contempla la normativa como obligatoria,
sino como un dato facultativo que pueden apor-
tar o no los fabricantes de estos preparados die-
téticos, salvo que el producto requiera ser man-
tenido en determinadas circunstancias, que
garanticen su aptitud hasta el vencimiento de la
fecha de consumo preferente, en el primer caso,
y cuando sean necesarias las instrucciones de
empleo que aseguren un uso correcto del
mismo, en el segundo.
La Figura 2.5, recoge la valoración del eti-
quetado general de las bebidas para deportis-
tas, bebidas que este colectivo consume habi-
156 Capítulo 2
tualmente, no sólo para reponer las pérdidas de
agua, sino también como reconstituyentes, por
el enriquecimiento que llevan en distintos
nutrientes, principalmente en vitaminas y mine-
rales. En su composición es frecuente la exis-
tencia de edulcorantes artificiales. Por tanto, es
obligatoria la inclusión, junto a la denominación
de venta, de las menciones, «con edulcorantes»,
y/o «contiene una fuente de fenilalanina», en el
supuesto de que el producto lleve adicionado
aspartamo, lo cual se cumple en el 100% de las
bebidas con esas características.
En general, el grado de cumplimentación de
los datos que integran la información obligatoria
del etiquetado es elevado, produciéndose las
deficiencias más significativas respecto a la no
indicación cuantitativa de ingredientes y ausen-
cia de todos los datos que integran la informa-
ción obligatoria en castellano, en un 25% y un
30%, respectivamente.
La cuantificación de ingredientes se expresa
correctamente, en los casos obligatorios y nece-
sarios, según el RD 1334/1999, de 31 de julio,
cuando éstos acompañan a la denominación de
venta, o destacan en el etiquetado del producto,
o bien son esenciales para su elección, en el
75% de las bebidas estudiadas.
Las especificaciones referentes a la identifi-
cación de la empresa fabricante, envasadora o
vendedora, son completas en el 90% de las
muestras, al igual que la procedencia del pro-
ducto, que queda patente en el 90% de las mis-
mas, figurando, en el mismo campo visual, la
denominación de venta, cantidad neta y marca-
do de fechas, también en el 90%.
Valoracion del etiquetado nutricional
Después de estudiar el etiquetado general de los
productos dietéticos englobados en este segundo
Grupo, seguidamente pasamos a efectuar la
valoración de su etiquetado nutricional, para los
cuales es de obligado cumplimiento, en base a lo
establecido en el RD 1809/1991, de 13 de
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
diciembre, y que también se reconoce en el RD
930/1992, de 17 de julio.
En la Tabla 2.10 se recoge el porcentaje de
cumplimentación de una serie de características
generales relativas al etiquetado nutricional.
Como se puede observar, la mayoría de estos
productos se comercializan haciendo mención a
sus propiedades nutritivas, e indicando el objeti-
vo nutricional al que se destinan, que es el de
reponer pérdidas de líquidos y electrolitos, en el
caso de las bebidas, y aportar energía y nutrien-
tes en los tres tipos de productos considerados
en este Grupo 2.
Las características generales del etiquetado
nutricional de los alimentos y bebidas para
deportistas en lo relativo a diseño, modalidad
utilizada en la presentación de la información, y
expresión correcta de los datos también figuran
en la Tabla 2.10, en la que:
• Se señala el porcentaje de productos que
presentan etiquetado nutricional, que es
del 100%, lo cual es obligatorio para todos
ellos, al margen de que se declaren las pro-
piedades nutritivas o no. Además, se espe-
cifica el número de productos que declaran
su etiquetado nutricional conforme a la
modalidad del grupo 1.o, y cuántos lo
hacen según el grupo 2.o. En la mayor parte
de los suplementos, el etiquetado nutricio-
nal se ajusta al grupo 1.o, un 84,62%, y el
15,38% restante al segundo. En las barritas
energéticas, el 60% se adaptan al grupo 1.o
y el 40% al grupo 2.o, invirtiéndose estos
porcentajes en las bebidas para deportistas.
• Se refleja si en el etiquetado aparece la
declaración de alguna de las propiedades
nutritivas reguladas en la normativa (rela-
tivas al contenido en energía, proteínas,
vitaminas y minerales, etc.), lo cual se pro-
duce en un alto porcentaje, entre un 90-
100% de los productos dietéticos evalua-
dos.
• Se indica si los parámetros que figuran en
el etiquetado nutricional se expresan ade-
cuadamente, en cuanto a unidades por 100
gramos o 100 mililitros de producto. El
mayor grado de cumplimiento en este
aspecto, aparece en las barritas energéticas
(70%), y el menor corresponde a los suple-
mentos alimenticios (15,38%), ocupando
un lugar intermedio las bebidas para
deportistas (50%).
• También se refleja si los datos relativos al
contenido calórico, proteínas, grasa e
hidratos de carbono, además de consignar-
se por 100 gramos o 100 mililitros de pro-
ducto comercializado, se refieren a una
cantidad propuesta para el consumo, en
caso de que se presenten de esta manera.
Esto ocurre en el 46,15% de los suplemen-
tos alimenticios; el 70% de las barritas
energéticas y el 40% de las bebidas.
• Finalmente, se valora si el diseño del eti-
quetado es adecuado en lo relativo a la
presentación de los datos, en forma de
tabla o alineados, y expresados en el
orden correcto que establece la Norma de
etiquetado sobre propiedades nutritivas
(RD 930/1992, de 17 de julio). Las dos
primeras puntualizaciones se cumplen en
el 80% de las bebidas para deportistas y
barritas energéticas, y en el 76,92% de
los suplementos alimenticios, observan-
do un incumplimiento en todos ellos en
cuanto al orden se refiere.
En la Tabla 2.11 se recoge el porcentaje de
cumplimentación del etiquetado nutricional, res-
pecto a la energía y el resto de los nutrientes a
que se refieren las modalidades 1.a y 2.a de la
normativa, para todos los productos que intre-
gran este segundo grupo de preparados diversos
para deportistas. En relación a los suplementos
alimenticios, de los 13 productos objeto de estu-
dio, 11 presentan su etiquetado nutricional con-
forme a la modalidad del grupo 1.o que fija la
legislación, y dos conforme al grupo 2.o, si bien
con algunos incumplimientos. Respecto a los
primeros, el grado de cumplimiento, en relación
Capítulo 2 157
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
a la consignación de los carbohidratos, es del
100%, la energía en kilocalorías figura en el
90,91% de los casos, mientras que para la ener-
gía, expresada en kilojulios, grasa y proteínas, la
cumplimentación es del 81,81%.
A tenor de lo estipulado por la normativa ya
mencionada, el número de suplementos alimen-
ticios que deberían consignar su etiquetado
nutricional conforme a la modalidad que consti-
tuye el grupo 2.o son dos, muestras números P5
y C3, como consecuencia de aparecer en sus eti-
quetas menciones relativas a la ausencia de áci-
dos grasos saturados, colesterol, sacarosa y/o
presencia de ácidos grasos poliinsaturados; sin
embargo, en ninguno de ellos figuran los datos
relativos a azúcares, polialcoholes, almidón,
diferentes tipos de ácidos grasos y colesterol, y
en cuanto al contenido de energía y macronu-
trientes, el porcentaje de cumplimiento es del
100%. Es decir, estos dos productos presentan
su etiquetado nutricional conforme al grupo 1.o,
aunque hacen declaración de diferentes propie-
dades nutritivas, lo que les obliga a reseñar los
datos adicionales de la modalidad 2.a, como ya
se ha expresado con anterioridad, cayendo en un
incumplimiento de la normativa.
Respecto a las barritas energéticas, de las
diez que integran el conjunto muestral, seis con-
signan su etiquetado nutricional según la moda-
lidad 1.a y cuatro según la 2.a. Las propiedades
nutritivas que se destacan en las etiquetas de
estos preparados son su contenido energético
que, como era de esperar, es elevado, así como
su enriquecimiento en glúcidos, vitaminas y
minerales.
En cuanto a las barritas energéticas que se
ajustan a la modalidad 1.a, el porcentaje de cum-
plimentación es del 100% respecto a la indica-
ción de la energía en kilocalorías, así como en lo
referente al contenido en macronutrientes,
expresados en sus unidades correctamente, por
100 gramos de producto. No sucede así con la
indicación de la energía en kilojulios (66,67%).
Las barritas energéticas que muestran su eti-
quetado conforme a la modalidad 2.a, en la
158 Capítulo 2
Tabla 2.11 se comprueba que en el 100% de las
muestras se cumplimentan debidamente los
datos relativos a la energía, en kilocalorías y
kilojulios, macronutrientes y sodio, hecho que
no sucede con el resto de los nutrientes especi-
ficados. Así, respecto a los azúcares, ácidos gra-
sos saturados y fibra, el porcentaje de cumpli-
mentación es del 75%, figurando el contenido
en polialcoholes en un 50%, almidón en un
25%, y ácidos grasos monoinsaturados, poliin-
saturados y colesterol en tan sólo un 25%.
De estos resultados se deduce un claro
incumplimiento de la normativa, ya que cada
vez que se hace una declaración expresa del
contenido de azúcares, no se menciona el conte-
nido en almidón y/o polialcoholes como debie-
ra. De igual forma sucede cuando se hace refe-
rencia al aporte en los diferentes tipos de ácidos
grasos o colesterol, que no se hace una declara-
ción completa de todos ellos.
Respecto a las bebidas para deportistas, de
las diez muestras analizadas, cuatro presentan
su etiquetado conforme a la modalidad 1.a, y seis
conforme a la modalidad 2.a.
Las bebidas para deportistas se comerciali-
zan haciendo referencia, junto a su denomina-
ción de venta, a su elevado contenido energéti-
co, vitaminas, minerales, así como de proteínas
y/o aminoácidos.
Según se observa en la Tabla 2.11, el grado
de cumplimentación del etiquetado nutricional,
respecto a la modalidad 1.a, es del 100% en
todos los casos.
Los productos que presentan su etiquetado
nutricional según la modalidad 2.a, la cumpli-
mentación es del 100% para la energía y macro-
nutrientes, mientras que los azúcares y fibra se
consignan en tan solo un 33,33% de las bebidas.
El sodio figura en el 83,33%, mientras que los
polialcoholes, almidón, ácidos grasos mono y
poliinsaturados y colesterol, no se cuantifican en
ningún caso.
En la mayor parte de las bebidas para depor-
tistas se indica el contenido en sodio, dato que,
en base al artículo 5.2 del RD 930/1992, del 17
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
de julio, implicaría la cumplimentación de la
modalidad 2.a del etiquetado nutricional, aun-
que, como puede observarse en la Tabla 2.11, no
se acompaña de la declaración del resto de los
nutrientes que son obligatorios en esta modali-
dad conforme al grupo 2.o.
La Tabla 2.12 hace referencia a la valoración
del etiquetado nutricional respecto al porcentaje
de cumplimentación de minerales y vitaminas
liposolubles, y la Tabla 2.13 se refiere a la valo-
ración del etiquetado nutricional en cuanto al
porcentaje de cumplimentación de vitaminas
hidrosolubles. En ambas, aparecen reflejadas las
vitaminas y minerales que más frecuentemente
se consignan en el etiquetado de los distintos
productos sometidos a estudio. La obligatorie-
dad de reseñar el contenido de estos nutrientes,
viene marcada por la declaración de los mismos
como una propiedad nutritiva de estos prepara-
dos, lo cual es un hecho bastante generalizado
en todos ellos. Por otra parte, para las vitaminas
y minerales que recoge el Anexo de la Norma de
etiquetado sobre propiedades nutritivas, cuyo
contenido figura en el apartado de Legislación,
página 132, es obligatorio que aparezca el por-
centaje de las cantidades diarias recomendadas
(CDR), siempre que se supere el 15% de las
cantidades allí reseñadas, y suministrados por
100 g o 100 ml, o por envase si éste contiene una
única porción.
En los suplementos alimenticios, sólo se
señala la cantidad de calcio, zinc y hierro en un
33,33% de los casos. El magnesio, vitaminas A,
D, B5, B8, B9 y B12 se indican en un 50% de las
etiquetas de estos preparados, la vitamina E en
un 44,44%, la vitamina C en un 55,56%, las vita-
minas B3 y B6 en un 60%, y la vitamina B1 en un
66,67%. En cuanto al porcentaje de cantidad dia-
ria recomendada (CDR), no se incluye en ningún
caso para las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9,
B12 y D, así como para los minerales calcio, fós-
foro, yodo, zinc, hierro y magnesio. Sí se reseña
en el 16,67% de las muestras para la vitamina A,
y en un 11,11% para las vitaminas E y C.
Referente a las barritas energéticas, en lo
que a la declaración de minerales se refiere, su
cumplimentación en ningún caso es del 100%,
al igual que sucede con los porcentajes de canti-
dad diaria recomendada (CDR). La cantidad de
calcio, así como el porcentaje de cantidad diaria
recomendada (CDR), aparece en el 50% de las
etiquetas de estos productos, al igual que sucede
para el hierro. El fósforo y su correspondiente
porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR), figuran en el 66,67%, el del magnesio
aparece en el 83,33% y el del zinc no se consta-
tan en ninguna barrita. La causa de que coinci-
dan las cantidades de cada mineral y los porcen-
tajes correspondientes a la CDR, se debe a que
en los productos objeto de estudio se dan, de
forma simultánea, ambas circunstancias, hecho
que también sucede para la vitamina D en un
50%.
La vitamina A se declara en el 50% de los
productos, indicándose el porcentaje de canti-
dad diaria recomendada (CDR) en el 25% de los
mismos. Estos mismos datos son aplicables a las
vitaminas B5, B8 y B12.
La cuantificación de las vitaminas E y B9 se
refleja en el 60% de los casos, y el correspon-
diente porcentaje de cantidad diaria recomenda-
da (CDR), en un 40%.
Las vitaminas B1, B2, B3 y B6, se señalan en
el 75%, 71,43%, 66,67% y 71,43%, respectiva-
mente, y sus porcentajes de cantidad diaria
recomendada (CDR) figuran en un 62,59%,
42,86%, 50% y 57,14%, respectivamente.
Según se deduce de la Tabla 2.12, en el eti-
quetado de las bebidas para deportistas, el cal-
cio se reseña en el 66,67% de las mismas,
mientras que el correspondiente porcentaje de
cantidad diaria recomendada (CDR) aparece en
el 33,33%. El fósforo se declara siempre que es
necesario (100%), mientras que la referencia a
su porcentaje de CDR no figura en ninguna
bebida. El magnesio se consigna en el 100%
de los productos, mientras que su porcentaje de
cantidad diaria recomendada (CDR) aparece en
tan solo un 33,33%.
Capítulo 2 159
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Además de estos minerales, que son comu-
nes a los tres tipos de preparados objeto de estu-
dio, en el caso de todas las bebidas para depor-
tistas, en cuyo etiquetado se destaca el
contenido en minerales y/o se hace referencia a
sus características de hipotonicidad, isotonici-
dad, rehidratación, etc., también se señala la
cantidad de sodio que contienen. Esta circuns-
tancia se da en cinco de las diez bebidas someti-
das a estudio, y su contenido exacto en este ele-
mento aparece reflejado en la Tabla 2.18.
En el etiquetado de todos los productos eva-
luados en este segundo grupo, la cuantificación
de todas las vitaminas hidrosolubles del grupo
B, así como la indicación del correspondiente
porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) es del 100% en todos ellos. Asimismo, la
vitamina C se declara en el 100% de aquellos
preparados que así lo requieren según la norma-
tiva, indicándose el porcentaje de cantidad dia-
ria en el 75% de los mismos (Tabla 2.13).
Menor grado de cumplimiento se observa en
la declaración del porcentaje de cantidad diaria
(CDR) para el caso de las vitaminas A y E, no
figurando en ninguna muestra para la vitamina
A, mientras que para la E se consigna en un
66,67% de los preparados, si bien la cuantifica-
ción de ambas vitaminas se produce siempre que
es necesario (100%), como puede observarse en
la Tabla 2.12.
Evaluación nutricional
Siguiendo la misma línea de trabajo que en el
grupo anterior, hemos considerado interesante
realizar, como complemento a la valoración de
la información recogida en el etiquetado nutri-
cional de los productos pertenecientes a este
segundo Grupo, un estudio desde un punto de
vista nutricional, al objeto de determinar la can-
tidad de energía, macronutrientes, vitaminas y
minerales aportada por una ración media esti-
mada al día para cada producto.
160 Capítulo 2
Asimismo, queríamos contrastar estos datos
con los requerimientos nutricionales fijados para
el colectivo al que se destinan, y conocer la inci-
dencia que para la salud del consumidor puede
tener la ingesta de estos alimentos y bebidas,
cada vez más demandados por distintos colecti-
vos como ya hemos comentado, aunque princi-
palmente es por el grupo de los deportistas, por
ser cada día más habitual la práctica de algún
tipo de deporte. Antes de pasar a comentar lo
más relevante de esta parte del estudio, quere-
mos manifestar que, dada la gran heterogenei-
dad de productos que integran este segundo
Grupo, se ha considerado oportuno recoger la
composición exacta de cada uno de ellos, a fin
de poder efectuar un estudio pormenorizado de
los mismos, considerando los valores medios
de cada uno de los nutrientes indicados, para
representar gráficamente el porcentaje de canti-
dad diaria recomendada cubierta por una ración
estimada. Para estos preparados, también se ha
realizado el cálculo de la ración diaria estimada
en cada uno de ellos, al igual que se hizo con los
alimentos infantiles ya tratados.
La ración diaria que se ha establecido obede-
ce a criterios diferentes, que vienen marcados
en función de la propia idiosincrasia del produc-
to. Así, en el caso de los suplementos alimenti-
cios se ha considerado, como ración estimada, la
cantidad de producto que estipula el fabricante
en sus indicaciones sobre las condiciones de uti-
lización del mismo.
Como puede observarse en la Tabla 2.14,
dichas cantidades, son muy variables según las
diferentes marcas comerciales. En general, para
los suplementos alimenticios, que se presentan
en forma de polvo, la dosis recomendada es
mayor (oscila entre 15 y 90 gramos), mientras
que en los productos en forma de cápsulas o
comprimidos, la dosis es menor (oscila entre
1,7 y 5 gramos). En este último caso, para
determinar la ración estimada, y mantener una
uniformidad de criterios con respecto a los
otros preparados incluidos en este Grupo 2, se
ha tenido en cuenta el peso de cada comprimido
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
o cápsula, expresado en gramos o miligramos,
así como el número de dosis recomendadas al
día por el fabricante.
Para poder representar gráficamente el por-
centaje de CDR que cubren los aportes medios
de cada nutriente, se ha tenido en cuenta la
media, en cada forma de presentación, de las
raciones estimadas individualmente, cifrándose
en 40 g para los suplementos en forma de polvo,
y 4 g para los que se presentan en forma de com-
primidos o cápsulas.
Para las barritas energéticas se ha considera-
do, como ración media, la correspondiente al
peso de una unidad de venta, que hemos estima-
do en 30 gramos, dada la gran homogeneidad de
las muestras.
La ración media considerada en las bebidas
para deportistas ha sido de 200 mililitros, por
entender que es la medida más habitual, y que
mayoritariamente utiliza este colectivo.
Seguidamente, y antes de comenzar con la
discusión de los resultados, adjuntamos, en la
página siguiente, la Tabla 2.24, en la que se
recogen las ingestas diarias recomendadas de
energía y nutrientes para la población española
(CSIC, 1994), y las Raciones Dietéticas
Recomendadas (National Research Council,
1991) referidas a varones y hembras entre 20 y
40 años de edad, embarazadas, lactantes y ancia-
nos, por ser los grupos de población a los que
van destinados estos alimentos que proporcio-
nan nutrientes complementarios, según estable-
ce la normativa de productos dietéticos (RD
2685/1976, de 16 de octubre, y sus posteriores
modificaciones).
También queremos dejar patente que los por-
centajes de cantidad diaria recomendada (CDR),
correspondientes a las vitaminas y minerales
que se declaran en el etiquetado nutricional de
estos productos, vienen expresados en función
de los valores de referencia que para los distin-
tos nutrientes se consignan en el Anexo del RD
930/1992, de 17 de julio, los cuales, al igual que
en el caso de los preparados infantiles, no se
ajustan a las recomendaciones del CSIC, 1994,
ni del National Research Council, 1991, no dife-
renciando estos requerimientos en función de la
edad de los distintos colectivos, ni del sexo.
Tras realizar las consideraciones anteriores,
pasamos a dicutir los resultados obtenidos en la
evaluación nutricional de los suplementos ali-
menticios. Como puede observarse en la Ta-
bla 2.14, en la que se recogen los datos corres-
pondientes a la energía, macronutrientes y mine-
rales para una ración diaria estimada, en general,
el valor energético de los suplementos alimenti-
cios en polvo varía entre 9,60 y 175,50
kcal/ración diaria estimada, aporte calórico con-
siderablemente mayor y más heterogéneo que
los suplementos en forma de comprimidos y/o
cápsulas, que no superan las 10,50 kcal/ración
diaria estimada. La composición de estos prepa-
rados es variada, predominando, en unos, su
contenido en carbohidratos y, en otros, su canti-
dad en proteínas, aportando todos una menor
tasa de grasa.
El número de productos en los que se inclu-
ye la cantidad de vitaminas y minerales, habida
cuenta de que se trata de complementos alimen-
ticios, es limitado a nuestro juicio. A este res-
pecto, tenemos que aclarar que los fabricantes
declaran en las etiquetas, además de los nutrien-
tes que reseñan en cada caso, una serie de com-
puestos a los que atribuyen un valor nutritivo
elevado, entre éstos: polen, jalea real, carnitina,
taurina, aminoácidos, ginseng, levadura de cer-
veza, etc., pero en ningún preparado se especifi-
ca el contenido en nutrientes de cada uno de
ellos. Pensamos que esta información es total-
mente inadecuada para el consumidor y que le
puede llevar a una serie de equívocos, dada la
escasa relación de vitaminas y/o minerales que
aparecen cuantificados en estos suplementos,
mientras que, por el contrario, figuran una serie
de ingredientes que, la mayoría de las veces, el
consumidor ignora su utilidad y valor nutritivo.
Los minerales que se consignan en el etique-
tado de estos productos, tienen justificada su
presencia en los mismos por las diferentes fun-
ciones que desempeñan, tanto en el desarrollo
Capítulo 2 161
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 2.24. Ingestas recomendadas de energía y nutrientes para distintos colectivos*

Adultos 20-40 años Adultos > 60 años

PARÁMETROS Embarazo Lactancia
Varones Hembras Varones Hembras

Energía (kcal) 3000 2300 +250 +500 2400 1875

Proteínas (g) 54 41 +15 +25 54 41

Sodio (mg) *** 500 500 500 500 500 500

Potasio (mg) *** 2000 2000 2000 2000 2000 2000

Cloro (mg)*** 750 750 750 750 750 750

Calcio (mg) 800 800 +600 +700 800 800

Fósforo (mg) 800 800 1200 1200 800 800

Minerales

Magnesio (mg) 350 330 +120 +120 350 300

Hierro (mg) 10 18 18 18 10 10

Zinc (mg) 15 15 20 25 15 15

Cobre (mg)** 1,5-3,0 1,5-3,0 1,5-3,0 1,5-3,0 1,5-3,0 1,5-3,0

Yodo (µg) 140 140 +25 +45 140 110

Selenio (µg)** 70 55 65 75 70 55

A (µg) 1000 800 800 1300 1000 800

D (µg) 5 5 10 10 5 5

E (mg) 12 12 +3 +5 12 12

K (µg)** 80 65 65 65 80 65

B1 (mg) 1,2 0,9 +0,1 +0,2 1 0,8

B2 (mg) 1,8 1,4 +0,2 +0,3 1,4 1,1

Vitaminas

B3 (mg) 20 15 +2 +3 16 12

B5 (mg) 4-7 4-7 4-7 4-7 4-7 4-7

B6 (mg) 1,8 1,6 +2 +1,5 1,8 1,6

B8 (µg) 30-100 30-100 30-100 30-100 30-100 30-100

B9 (µg) 200 200 +200 +100 200 200

B12 (µg) 2,0 2,0 2,2 2,6 2,0 2,0

C (mg) 60 60 80 85 60 60

* Ingestas recomendadas de energía y nutrientes para la población española (CSIC, 1994).

** Raciones dietéticas recomendadas (National Research Council, 1991).
*** Requerimientos mínimos (National Research Council, 1991).

162 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
del trabajo físico como mental. Así, el calcio y
fósforo, intervienen en el metabolismo energéti-
co, el hierro, a nivel muscular es fundamental
para la formación de mioglobina, además de
favorecer el transporte de oxígeno, al igual que
el selenio. El magnesio es necesario para la acti-
vación de las vitaminas del grupo B, además de
facilitar el catabolismo de la glucosa, e interve-
nir en la transmisión neuromuscular. El yodo
mejora la agilidad mental y aumenta la actividad
muscular, ejerciendo un efecto calorigénico.
Finalmente, el zinc mantiene la homeostasis
muscular, e interviene en el metabolismo glucí-
dico (Illera, 2000).
De los 14 productos que componen el con-
junto muestral de este subgrupo, en tan sólo
cinco figura su contenido en minerales, que no
excede en ningún caso de los límites estableci-
dos por el CSIC, 1994, si bien existe una gran
dispersión entre los datos correspondientes a las
diferentes muestras.
El calcio se declara en tres muestras, osci-
lando la cantidad aportada por una ración media
estimada al día, entre 165 mg (muestra P5) y
10,50 mg (muestra C8). Algo similar sucede
para el magnesio, cuyo valor máximo se cifra en
45 mg (muestra P5), y el mínimo en 14 mg
(muestra C1); el hierro presenta un máximo de 6
mg (muestras n.os C1 y C8), y un mínimo de
2,25 mg (muestra P5); el zinc, cuyo intervalo de
valores oscila entre 7,50 mg (muestra C8) y 1,22
mg (muestra C3); el fósforo, que varía entre
144,00 mg (muestra P5) y 8,20 mg (muestra
C8), y el yodo, con una cifra máxima de 30 μg
(muestra C8) y una mínima de 0,98 μg (muestra
C3). Asimismo, el selenio se refleja en dos
muestras (P5 y C4), con un contenido, respecti-
vamente, de 7,5 μg y 47 μg, no superando en
ningún caso las recomendaciones de 70 y 55 μg,
según se destine a varones entre 20 y 40 años, o
hembras de esa misma edad.
En la Tabla 2.15 se recoge, de manera indivi-
dualizada, el aporte de vitaminas reflejadas en la
etiqueta de 11 de los suplementos alimenticios
sometidos a estudio, ya que en los 2 restantes
(muestras n.os P4 y C2) no aparecen. Estas can-
tidades también están referidas a la ración diaria
que se ha estimado para este tipo de preparados.
Como puede observarse, se trata de vitaminas
del grupo B, en su mayoría, y vitaminas con
efecto antioxidante, como son las liposolubles
A y E, y la hidrosoluble C. Como es sabido, las
vitaminas antioxidantes son beneficiosas en la
práctica del deporte, porque neutralizan los
efectos dañinos ocasionados por los radicales
libres que se forman a nivel muscular como con-
secuencia del ejercicio intenso, ejerciendo un
efecto protector sobre el músculo, lo que justifi-
ca su presencia en estos preparados (Hernández
Sastre, 1999; Illera, 2000; García, 2001).
Por otro lado, hoy día también se sabe que,
como consecuencia de la realización de ejercicio
físico, los requerimientos de energía son mayo-
res, y también los de vitaminas del grupo B, por
participar directamente en el metabolismo ener-
gético, de ahí su presencia en los suplementos
alimenticios. Ahora bien, la controversia, como
ha quedado patente en la Parte General de este
capítulo, surge a la hora de establecer las dosis
adecuadas, ya que unos autores manifiestan que
se requieren grandes dosis o megadosis de estos
nutrientes, mientras que otros indican que no se
debe superar nunca la ingesta diaria recomenda-
da. Además de las vitaminas anteriormente refe-
ridas, se ha observado la presencia de vitamina
K en dos de las muestras analizadas (muestras
números P2 y P5), en una concentración muy
similar, que es de 10,4 μg y 12 μg, respectiva-
mente. La vitamina K en este tipo de preparados
puede verse justificada por el hecho de ejercer
un efecto sinérgico con las vitaminas A, E y C
(Illera, 2000).
En general, hay una gran heterogeneidad de
resultados en las vitaminas entre las distintas
muestras, lo que justifica que la desviación
estándar sea alta en muchos casos. La vitamina
E se encuentra en cantidades muy elevadas en
las muestras n.os P2, C1, C3, C4, C6, C7 y C8,
siendo el aporte medio, de 5,61 ± 3,33
mg/ración estimada, en los preparados en
Capítulo 2 163
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
polvo, y de 9 ± 1,00 mg/ración estimada, en los
suplementos en forma de comprimidos. La vita-
mina D presenta un contenido elevado en las
muestras n.os P2 y C1, que cubre el 80,00% de
la CDR en el primer caso, y el 50% de la CDR
en el segundo.
También es elevada la cifra de vitamina A en
las tres muestras de suplementos, n.os P2, C1 y
C4, una en polvo y dos en comprimidos,
cubriendo, respectivamente, el 64%, 75% y 80%
de las cantidades diarias recomendadas (CDR),
para el colectivo de varones, y del 80%, 93,75%
y 100%, respectivamente, para el colectivo
femenino. Las muestras n.os C7 y C8 tienen una
cantidad de vitamina A más baja que cubre el
40% y 30,60% de las recomendaciones para
varones, y el 50% y 38,25%, respectivamente
para hembras.
En cuanto a la vitamina B1, destacan las
muestras n.os P2, C1, C5 y C8, con valores que
oscilan entre 1 mg y 1,47 mg, muy próximos e
incluso superiores a las recomendaciones de 1,2
mg, para varones entre 20 y 40 años y de 0,9 mg,
para hembras de esa misma edad. Una situación
similar se da para la vitamina B2, que alcanza
cifras muy próximas a las ingestas diarias reco-
mendadas en las muestras n.os C1, C5 y C8, con
un aporte medio en los suplementos en polvo, de
0,78 ± 0,71 mg/ración estimada, y de 1,65 ±
0,39 mg/ración estimada, en los comprimidos o
cápsulas. El contenido de vitamina B3 también
sobresale en las muestras n.os P2, C1, C5 y C8,
presentando una gran dispersión de datos los
preparados en polvo, con un aporte medio de
8,33 ± 8,59 mg/ración estimada, mientras que
en los comprimidos o cápsulas, los valores obte-
nidos son más homogeneos, con una media de
18,30 ± 4,67 mg/ración estimada.
De igual forma, cabe resaltar los datos obte-
nidos para la vitamina B5 en las muestras n.os P2,
C5 y C8; vitamina B6 en las n.os P2, C1, C5 y
C8; vitamina B8 en la no P2; vitamina B9 en la n.o
C7, y vitamina C en las muestras n.os P3, C3 y
C4, cuyos valores están próximos o incluso
superan las recomendaciones nutricionales. No
164 Capítulo 2
sucede así para el caso de las vitaminas B12 y K,
cuyos aportes no exceden en ninguna muestra
los límites establecidos.
En la Figura 2.6 aparece representado el por-
centaje de cantidad diaria recomendada (CDR)
para el grupo de población seleccionado, cubier-
ta por una ración diaria estimada de suplementos
alimenticios en polvo (40 g). Queremos decir
que lo hemos referido a valores medios, tanto de
nutrientes, como de ración estimada, para facili-
tar su representación. No figuran los minerales,
por consignarse en el etiquetado de un solo pro-
ducto (muestra n.o P5).
En relación a las vitaminas, resaltamos que
los porcentajes obtenidos para las vitaminas C,
E, D y B6 están próximos e incluso superan el
50% de las cantidades diarias recomendadas
(CDR), obteniéndose para la vitamina C un por-
centaje de 65,06%, para ambos sexos; para la
vitamina E, un 46,75% para ambos sexos y para
la vitamina D un 52,60%, también para ambos
sexos. Los porcentajes hallados para la vitamina
B6 son de 50 y 56,25% según se apliquen las
recomendaciones del colectivo masculino o
femenino, respectivamente.
En la Figura 2.7, se representa el porcentaje
de cantidad diaria recomendada (CDR) para
varones y hembras con edades comprendidas
entre 20 y 40 años, cubierta por una ración dia-
ria estimada de suplementos alimenticios en
comprimidos o cápsulas (4 g). De la misma
forma que para los suplementos alimenticios en
polvo, se han considerado los contenidos
medios de energía, proteínas, vitaminas y mine-
rales de las diferentes muestras estudiadas, a fin
de conocer el porcentaje de CDR que cubren.
Entre los minerales, sobresale el hierro, por
constituir el 60% de las recomendaciones cuan-
do el preparado se destina al colectivo de varo-
nes, y el 33,33% si se destina a hembras. En
cuanto a las vitaminas, superan el 100% de las
CDR, la vitamina B1, tanto si se destina a varo-
nes entre 20 y 40 años (103,33%), como si es a
hembras de esa misma edad (137,78%); las vita-
minas B2 y B3, en el colectivo femenino, cubren,
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
respectivamente, el 117,86% y 122%, y las vita-
minas B5, B6 y C, tanto para hembras como para
varones, también superan el 100% de las CDR,
correspondiendo el porcentaje más elevado a la
vitamina B5 (156,36%).
Con respecto al colectivo de mujeres embara-
zadas y lactantes, se han elaborado unas tablas en
las que se reflejan, comparativamente con el
colectivo de mujeres entre 20 y 40 años en situa-
ciones fisiológicas normales, los porcentajes de
cantidad diaria recomendada (CDR) que cubre la
energía y nutrientes contenidos en las raciones
medias estimadas, tanto en el caso de los suple-
mentos alimenticios en polvo (Tabla 2.20) como
en comprimidos (Tabla 2.21). Como se puede
observar, las vitaminas D y B6 suponen, tanto en
el embarazo como en la lactancia, un aporte adi-
cional a las necesidades del 100% o incluso supe-
rior, de igual forma que sucede con la vitamina B9
en el embarazo, mientras que, por el contrario,
para el resto de los nutrientes ese incremento es
mucho menos acusado (Tabla 2.24). Por ello, con-
sideramos que estos suplementos pueden ser
beneficiosos en estas situaciones para equilibrar,
de alguna manera, esas necesidades suplementa-
rias, dado que se trata de micronutrientes que se
encuentran en menor proporción en los alimentos.
En la Tabla 2.20 se observa que los porcenta-
jes de CDR cubiertos por una ración media de
los suplementos en polvo son mayores, en gene-
ral, para el colectivo de mujeres entre 20 y 40
años que se encuentran en situaciones fisiológi-
cas normales, que para las mujeres embarazadas
y lactantes de esa misma edad, lo cual se debe a
que los requerimientos nutricionales de estas
últimas son mayores. Así, se obtienen porcenta-
jes de CDR menores en embarazadas y lactantes
en el caso de la energía, proteínas, y vitaminas
D, E, B1, B2, B3, B6, B9, B12 y C, no existiendo
cambios en la vitamina K al ser los requeri-
mientos iguales en los tres colectivos, y en la
vitamina A en los dos primeros.
A su vez, comparativamente, estos porcenta-
jes son mayores en las embarazadas que en las
lactantes, en cuanto a la energía, proteínas, vita-
minas A, E, B1, B2, B3, B12 y C, inferiores para
las vitaminas B6 y B9, e iguales para la vitami-
na D.
En la Tabla 2.21 se puede apreciar cómo los
porcentajes de CDR que cubren una ración
media estimada en los suplementos en forma de
comprimidos, también son menores en la mujer
embarazada y lactante que en la mujer que se
encuentra en estado fisiológico normal para el
caso de la energía, proteínas, calcio, magnesio,
zinc, yodo y vitaminas D, E, B1, B2, B3, B6, B9,
B12 y C, manteniéndose los mismos porcentajes
para la vitamina B5 en los tres colectivos, y para
la vitamina A, en el grupo de hembras de 20-40
años y embarazadas. Comparativamente, la
mujer embarazada tiene mayores requerimien-
tos que la lactante en cuanto a las vitaminas B6 y
B9, por lo que los porcentajes de CDR de las
mismas son inferiores en el primer colectivo con
relación al segundo. Una situación inversa se
produce para la energía, proteínas y vitaminas
A, E, B1, B2, B3, B12 y C, no existiendo diferen-
cias en cuanto a la vitamina D.
Finalmente, se ha considerado el colectivo
de ancianos, personas que a veces se encuentran
desnutridos y necesitados de una suplementa-
ción en vitaminas y minerales dadas las peculia-
ridades de este grupo y el tipo de alimentación.
A fin de determinar los porcentajes de CDR
cubierta por la ración propuesta en cada caso, se
han elaborado las Tablas 2.22 y 2.23, que se
refieren, respectivamente, a suplementos en
polvo y en comprimidos.
A este respecto, hemos de tener en cuenta
que los requerimientos de las personas de más
de 60 años son iguales que los de las personas
entre 20 y 40 años, salvo en lo referente a ener-
gía, vitaminas B1, B2, B3, para ambos colectivos,
y magnesio y hierro, para el colectivo femenino,
que son inferiores (Tabla 2.22). Como conse-
cuencia de ello, los porcentajes de CDR que
cubre una ración estimada, tanto en los suple-
mentos en polvo como en los comprimidos, no
se ven modificados en los nutrientes cuyos
requerimientos son iguales. Sin embargo, en
Capítulo 2 165
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
aquellos que son inferiores, a los que ya hemos
hecho referencia, se han obtenido los siguientes
porcentajes de CDR por ración:
• Energía un 4,31%, para varones y un
5,51% para hembras (suplementos en
polvo), y un 0,30% y 0,38% (suplementos
en comprimidos).
• Vitamina B1 un 44% para varones y un
55% para hembras (suplementos en
polvo), y 124%, para varones y un 155%,
para hembras (suplementos en comprimi-
dos).
• Vitamina B2 un 55,71% para varones y un
70,90% para hembras (suplementos en
polvo), y un 117,85% para varones y 150%
para hembras (suplementos en comprimi-
dos).
• Vitamina B3 un 52,06% para varones y un
69,41% para hembras (suplementos en
polvo), y un 114,37% para varones y un
152,50% para hembras (suplementos en
comprimidos).
A este respecto queremos decir que, todos
estos datos se han obtenido teniendo en cuenta
el contenido medio de cada nutriente, si bien
dichos valores varían si entramos a considerar
individualmente cada muestra sometida a estu-
dio, viéndose incrementados en unos casos y
disminuidos en otros. De cualquier manera es, a
nuestro juicio, digno de consideración ya que lo
que se pretende es suplementar la dieta en los
casos necesarios, dadas las connotaciones espe-
ciales de este colectivo, sin sobrepasar sus
requerimientos, por los posibles efectos perjudi-
ciales que pudieran producirse, habida cuenta de
la edad de estas personas.
En la Tabla 2.16 se recoge el aporte de ener-
gía, macronutrientes y minerales de una ración
estimada diaria de 30 gramos, para las barritas
energéticas.
La composición de estos productos es bas-
tante homogenea en todo el conjunto muestral
estudiado, predominando el contenido en car-
bohidratos, cuyo valor medio es de 18,48 ± 2,49
166 Capítulo 2
g/ración estimada. Después de los carbohidra-
tos, el macronutriente mayoritario es la grasa,
siendo su contenido medio de 5,42 ± 1,94
g/ración estimada y, finalmente, las proteínas,
con un aporte medio de 2,40 ± 0,81 g/ración
estimada. Ello hace que el perfil calórico de
estos productos sea bastante equilibrado, como
puede observarse en la Figura 2.10, contribu-
yendo los carbohidratos en un 52% al aporte
energético del producto, las proteínas en un 11%
y las grasas en un 37%. Hemos de aclarar que de
las diez muestras estudiadas, en tan sólo tres se
especifica el tipo de carbohidrato constituyente
de estos productos. Concretamente, en dos
muestras hay un predominio de azúcares sim-
ples (muestras n.os BE2 y BE8) y en una (mues-
tra n.o BE9), es el almidón el hidrato de carbono
predominante.
De las 10 muestras analizadas, únicamente
se consignan y cuantifican los minerales en el
etiquetado de 7, si bien hay una muestra (BE10),
en cuya lista de ingredientes se citan varios ele-
mentos minerales, no cuantificándose ninguno
de ellos.
Según se desprende de la Tabla 2.16, el mag-
nesio es el elemento mineral que se encuentra
con más frecuencia en estas barritas, lo que se
justifica por el hecho de que ejerce un efecto
beneficioso sobre el sistema muscular, evitando
la calcificación de los tejidos blandos y mante-
niendo la transmisión neuromuscular (Illera,
2000). Cabe destacar que en ningún caso se
sobrepasan las cantidades diarias recomendadas
(CDR) del magnesio (Tabla 2.24), aunque se
advierten cifras heterogéneas, que oscilan entre
un valor mínimo de 14,10 mg (muestra n.o BE6)
y un máximo de 75 mg (muestra n.o BE8).
Algo similar sucede para el calcio y el hierro,
para los que, pese a la gran dispersión de datos
obtenidos, tampoco se superan las recomenda-
ciones. En el calcio el intervalo de valores es
amplio, entre 60 mg (muestra BE1) y 320 mg
(muestra BE5), siendo el aporte medio de 193,27
± 130,02 mg/ración estimada. Por el contrario, la
cantidad de hierro que presentan las diferentes
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
barritas es más homogénea, con un valor medio
de 4,07 ± 1,36 mg/ración estimada. Por último,
señalamos el fósforo, que también se muestra
dispar en las distintas muestras analizadas; el
contenido máximo lo presenta la muestra BE7
(144 mg) y el mínimo la muestra BE3 (57 mg).
En la Figura 2.8 aparece representado el porcen-
taje de cantidad diaria recomendada (CDR) de
energía, macronutrientes, vitaminas y minerales,
cubierta por una ración media estimada al día
para estos productos (30 gramos). Los valores
obtenidos al respecto son poco significativos
nutricionalmente, ya que en todos los casos se
encuentran bastante alejados del 100% de las
recomendaciones. Para los minerales, este por-
centaje es del 24,15% de la CDR para el calcio
(varones y hembras); 9,06 y 9,61% para el mag-
nesio (varones y hembras, respectivamente);
40,70% y 22,61% para el hierro (varones y hem-
bras, respectivamente), y 11,25% para el fósforo
(ambos sexos).
En la Tabla 2.17 figuran las vitaminas hidro y
liposolubles de las barritas energéticas. De las 10
muestras analizadas, hay 8 que declaran el con-
tenido de las mismas. En casi todas, se cuantifi-
can las vitaminas hidrosolubles, mientras que
sólo en 4 muestras se reflejan las cifras de las
liposolubles. Las vitaminas que se incluyen en la
tabla son las mismas que para el caso de los
suplementos alimenticios, quedando justificada
su presencia en estos productos, como ya se
comentó anteriormente, por el papel que desem-
peñan como neutralizantes de los radicales libres
originados durante el desarrollo del ejercicio físi-
co (vitaminas A, E y C), y participación en las
reacciones que tienen lugar durante el metabolis-
mo energético (vitaminas del grupo B).
Respecto a las vitaminas A, D y E, cabe
resaltar la gran dispersión de datos obtenidos,
con valores medios de 138,33 ± 62,98 μg/ración
estimada, 0,76 ± 0,40 μg/ración estimada, y
1,90 ± 0,73 mg/ración estimada, respectivamen-
te. Estos aportes de vitaminas A, cubren el
13,83% y 17,24% de las CDR para varones y
hembras entre 20 y 40 años, mientras que los
aportes de vitaminas D y E cubren el 15,20% y
el 15,83%, respectivamente, para ambos sexos
(Figura 2.8).
En relación a las vitaminas B1 y B2, se obser-
va una mayor homogeneidad de resultados entre
las diferentes muestras, lo que se pone de mani-
fiesto a través de la desviación estándar obteni-
da, alcanzando valores medios de 0,29 ± 0,09
mg/ración estimada y 0,31 ± 0,10 mg/ración
estimada, respectivamente. Esta pequeña dis-
persión de resultados también se produce para
las vitaminas B5, B6, B8 y B12, siendo sus conte-
nidos medios, por ración estimada, de 0,77 ±
0,00 mg, 0,38 ± 0,12 mg, 16,68 ± 3,57 μg, y
0,17 ± 0,06 μg, respectivamente, valores que se
encuentran bastante distantes de las ingestas
diarias recomendadas.
Para las vitaminas B3, B9 y C existe una
mayor variabilidad de datos entre las diferentes
muestras sometidas a estudio. En el caso de la
vitamina B3, estos valores oscilan entre 1,35 mg
y 4,50 mg, siendo el aporte medio de 3,21 ± 1,30
mg/ración estimada. Para la vitamina B9, el
intervalo oscila entre un máximo, de 50,10 μg
(muestra n.o BE8), y un mínimo, de 15 μg
(muestra n.o BE1), con una media de 34,09 ±
14,77 μg/ración estimada, lo que supone el
17,05% de la CDR (Figura 2.8). La vitamina C
alcanza un valor máximo, de 14,40 mg en la
muestra n.o BE7, y mínimo, de 5,19 mg en la
número BE1.
Para las barritas, al comparar los datos refle-
jados en la Tabla 2.17, con los requerimientos
nutricionales (Tabla 2.24), observamos que el
contenido en vitaminas que aporta una ración
media estimada, no excede en ningún caso la
cantidad diaria recomendada (CDR), hecho que
se observa en la Figura 2.8, comprobándose que
los porcentajes obtenidos están entre un míni-
mo, de 8,50% de la CDR para ambos sexos, para
la vitamina B12, y un máximo de 32,22% de la
CDR, para el colectivo femenino, para el caso
de la vitamina B1.
En la Tabla 2.18 se recoge el aporte de ener-
gía, macronutrientes y minerales, según ración
Capítulo 2 167
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
estimada, para las bebidas para deportistas. Los
datos se presentan de forma individualizada para
cada tipo de bebida, dada la gran variación
observada en la composición de estos productos.
Hemos diferenciado tres apartados basándonos,
fundamentalmente, en la denominación de venta
de estas bebidas, y en la indicación del objetivo
nutricional perseguido: reposición de electroli-
tos, aporte de vitaminas y minerales, y fuente de
energía. Pese a ello, como se puede comprobar
en la tabla mencionada, a veces se observan
características comunes en cuanto a su composi-
ción, con independencia del objetivo nutricional
señalado.
En general, las bebidas energéticas contienen
más energía que el resto, si bien las muestras
números BB6 y BB10 tienen un contenido caló-
rico similar a las bebidas que destacan por su
contenido en vitaminas y/o minerales. El valor
calórico de las muestras n.os BB7, BB8 y BB9 se
debe al alto contenido en hidratos de carbono
que presentan, en comparación con el resto del
conjunto muestral. En cuanto a la composición
de estas bebidas, el componente mayoritario, en
general, son los carbohidratos, salvo en la mues-
tra n.o BB6, que no tiene, presentando, por el
contrario, una alta proporción en proteínas. En
las demás bebidas, el aporte de proteínas es
escaso (muestras n.os BB2 y BB10), o nulo, care-
ciendo todas ellas de grasa. Debido a estas
características no se ha representado el perfil
calórico de estos productos.
En cuanto a los minerales, éstos se declaran
en 8 de las 10 bebidas sometidas a estudio. El
sodio, junto con el potasio y el cloro, son los
más comunes en estos productos, seguidos del
magnesio, calcio y fósforo. Los tres primeros
aparecen en la práctica totalidad de las bebidas
enriquecidas en vitaminas y/o minerales, justifi-
cándose su presencia en las mismas por las fun-
ciones que desempeñan. Así, el sodio y el pota-
sio son fundamentales en la regulación del
equilibrio ácido/base y de la presión osmótica,
interviniendo en la homeostasis muscular y
transporte del CO2. El calcio y magnesio, como
168 Capítulo 2
ya se ha indicado anteriormente, colaboran en la
transmisión neuromuscular y metabolismo ener-
gético.
En general, se observa una gran dispersión
de datos para los distintos minerales entre las
diferentes muestras. El calcio presenta un valor
mínimo, de 1,60 mg (muestra n.o BB1) y un
máximo de 10,40 mg (muestra n.o BB5), siendo
el aporte medio de este mineral de 5,33 ± 4,55
mg/ración estimada. El aporte medio de mag-
nesio se cifra en 11,95 ± 2,37 mg/ración esti-
mada, correspondiendo el máximo, de 14 mg, a
las muestras n.os BB6 y BB10, y el mínimo, de
9,80 mg, a la n.o BB5. El sodio presenta un
intervalo de cifras muy amplio, entre un máxi-
mo de 138 mg (muestra n.o BB4), y un mínimo
de 48 mg (muestra n.o BB1), cantidades que
cubren, respectivamente, el 27,60% y el 9,60%
de los requerimientos mínimos para ambos
sexos.
Respecto al potasio, el máximo, de 46,20 mg,
se encuentra en la muestra n.o BB5, cubriendo
el 2,31% de los requerimientos mínimos fija-
dos para este mineral, mientras que el valor
mínimo, de 6 mg, corresponde a la muestra
número BB7, y cubre el 0,30% de los requeri-
mientos. Para el cloro se observa un aporte
medio de 80,67 ± 47,81 mg/ración estimada,
con una gran dispersión de datos, que varían
entre un valor mínimo de 28 mg (muestra n.o
BB7), y un máximo de 160 mg (muestra n.o
BB6). Finalmente, el fósforo únicamente se
reseña en el etiquetado de dos bebidas (mues-
tras n.os BB1 y BB10), con un contenido de 2
mg y 16 mg, respectivamente.
Como se puede observar en la Figura 2.9,
referida a los porcentajes de cantidad diaria
recomendada (CDR) para varones y hembras
entre 20 y 40 años cubierta por una ración esti-
mada (200 ml), el valor de estos minerales es
muy poco significativo respecto a los requeri-
mientos mínimos y cantidades diarias recomen-
dadas (CDR). Los aportes de calcio y fósforo
cubren, respectivamente, el 0,66 y 1,12% de las
CDR, para ambos sexos, y el sodio, potasio y
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
cloro, el 18,66%, el 1,40% y el 10,76%, respec-
tivamente, de los requerimientos mínimos, tam-
bién para ambos sexos.
La suplementación de vitaminas en las bebi-
das para deportistas no es muy habitual, como
se observa en la Tabla 2.19, pues si bien figuran
en 7 de las 10 muestras analizadas, el número
de ellas que intervienen en cada bebida es redu-
cido. Las vitaminas que se encuentran con
mayor frecuencia son, por orden decreciente, la
vitamina C, B5, B6, E y B3 y, en ocasiones, tam-
bién están presentes la A, B2, B9 y B12. De todas
ellas, destaca especialmente el contenido en
vitamina B6 que presentan las muestras n.os BB7
y BB8, de 5 mg y 4 mg, respectivamente, cons-
tituyendo en el primer caso el 277,77% de la
CDR, para varones, y el 312,50%, para hem-
bras, y en el segundo, el 222,22% de la CDR,
para varones, y el 250% de la CDR, para hem-
bras.
Asimismo, destacan las cantidades de vita-
mina B2, B3 y B12 en la bebida n.o BB8, por
superar las correspondientes cantidades diarias
recomendadas (CDR), que para la vitamina B12
alcanzan el 200% para ambos sexos. De igual
forma, merece especial consideración el conte-
nido en vitamina B5 que aparece en la muestra
n.o BB7 (5 mg) y n.o BB8 (4 mg), muy próximo
a los requerimientos nutricionales que existen
para la misma, y que se cifran entre 4 y 7 mg
para ambos sexos.
Estos resultados ponen nuevamente de mani-
fiesto que una ingesta incontrolada de estos pro-
ductos puede entrañar posibles riesgos, con
repercusiones negativas para la salud de las per-
sonas, a tenor de lo reflejado en la Tabla 1.28.
En la composición de las bebidas energéticas
también cabe destacar otros componentes, tales
como la taurina, carnitina, inositol y cafeína,
que no siempre se cuantifican, estando todos
ellos considerados como ayudas ergogénicas,
por sus efectos beneficiosos relacionados con un
incremento del rendimiento en el deporte, como
se ha indicado en la Parte General de este
Capítulo. A nuestro juicio, es fundamental que
se regule la adición de estas sustancias a los ali-
mentos complementarios y que se cuantifiquen
correctamente, ya que un exceso de las mismas,
lejos de producir un beneficio, puede ser contra-
producente por los efectos perjudiciales que
pudieran ocasionar en la salud del consumidor.
Finalmente, y de la misma forma que en el
caso de los preparados infantiles, vamos a
comentar, para los productos alimenticios
encuadrados dentro del Grupo 2 en nuestro estu-
dio, cómo se cumplen los objetivos nutriciona-
les, en lo que a la contribución calórica de los
diferentes macronutrientes se refiere.
La Figura 2.10 recoge el porcentaje de kilo-
calorías aportadas por las proteínas, grasa y car-
bohidratos en los preparados alimenticios perte-
necientes al Grupo 2. A este respecto, hemos de
aclarar que las bebidas se han excluido de la
misma por estar integradas, casi en su totalidad,
por carbohidratos, no aportando prácticamente
proteínas ni grasa.
Referente a los suplementos alimenticios,
existe una composición sustancialmente dife-
rente entre los preparados en forma de polvo y
los que se ofertan como comprimidos o cápsu-
las. Los primeros poseen un contenido en car-
bohidratos que contribuye al 50% de las calorías
totales, aproximándose bastante al valor reco-
mendable (55-60%); las proteínas lo hacen en
un 39% superando considerablemente los valo-
res de referencia (10-15%), y las grasas contri-
buyen en un 11% al aporte energético, quedando
bastante alejado este valor de los objetivos, que
se fijan en un 30%. Ello pone de manifiesto que
el reparto de nutrientes en estos productos no es
equilibrado en cuanto a las proteínas y grasas,
cuyos contenidos debieran estar invertidos.
En los comprimidos también hay un gran
desajuste en la composición de estos productos,
ya que hay un predominio de grasa, que inter-
viene en un 50% al aporte calórico, seguido de
las proteínas (34%) y carbohidratos (16%).
No sucede así en las barritas energéticas,
cuyos macronutrientes contribuyen, como ya se
ha comentado, casi de forma equilibrada al
Capítulo 2 169
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

aporte energético necesario, participando los
hidratos de carbono en un 52%, la grasa en un
37% y las proteínas en un 11%.
Consideraciones finales
De todo el estudio relativo a los preparados ali-
menticios que proporcionan nutrientes comple-
mentarios, se deducen las siguientes considera-
ciones finales:
A) En relación al etiquetado:
• La valoración del Etiquetado General de
todos los productos que integran el Gru-
po 2, pone de manifiesto que el grado de
incumplimiento, respecto a la Norma
general de etiquetado, presentación y
publicidad de los productos alimenticios,
es superior al observado en el Grupo 1,
como consecuencia de presentar mayor
número de deficiencias, y ser éstas cuanti-
tativamente más significativas.
• Teniendo en cuenta los datos que figuran
en las Tablas 2.10 a 2.13 se ha elaborado
la Tabla 2.25, en la que aparecen refleja-
das las principales deficiencias que, con
carácter general y específico se observan
en el etiquetado general de estos produc-
tos.
• A la vista de los datos reflejados en esta
Tabla, se observa que el subgrupo corres-
pondiente a las barritas energéticas es el
que menor número de deficiencias presen-
ta, siguiéndole el subgrupo integrado por
las bebidas para deportistas y, finalmente,
los suplementos alimenticios.
• La deficiencia común en todos ellos es la
indicación incorrecta de la cuantificación
de ingredientes, que es más acusada en las
barritas energéticas, en un 60%, y menos
en las bebidas para deportistas, en un
25%. Le sigue en importancia la mención
«Con edulcorantes», que no figura en el
66,67% de los suplementos alimenticios,
deficiencia que no se advierte en el caso
de las bebidas que los contienen, que sí se
consigna, no siendo necesaria tal indica-

Tabla 2.25. Porcentaje de deficiencias encontradas en el etiquetado general de los preparados alimenticios
pertenecientes al Grupo 2

TOTALIDAD DE SUPLEMENTOS BARRITAS BEBIDAS

DEFICIENCIAS
PRODUCTOS GRUPO 2 ALIMENTICIOS ENERGÉTICAS DEPORTISTAS

Cuantificación
48,28 54,55 60,00 25,00
ingredientes

Contenido neto 3,03 7,69 * *

Identificación empresa 3,03 * * 10,00

Origen 3,03 * * 10,00

Todas las indicaciones

12,12 7,69 * 30,00
en castellano

Indicaciones mismo
30,30 30,69 * 10,00
campo visual

Mención «Con
40,00 66,67 * *
edulcorantes»

(*)
Deficiencia no observada en este tipo de productos.

170 Capítulo 2
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
ción en las barritas energéticas al no for-
mar parte los edulcorantes de su lista de
ingredientes.
• También es importante resaltar la inexis-
tencia, en el mismo campo visual, de la
denominación de venta, cantidad neta y
marcado de fechas, o mención del lugar
donde éste se indica en los suplementos y
bebidas, así como, para estas últimas, la
ausencia de la totalidad de las indicaciones
obligatorias en castellano, en un 30% de
las mismas.
• Las condiciones de utilización del produc-
to y la forma de conservación del mismo,
no siempre se especifican en el etiquetado
de estos preparados. Sin embargo, esto no
se ha considerado como deficiencia, ya
que su indicación no siempre es imprescin-
dible para garantizar el uso correcto del
producto, en el primer caso, o para asegu-
rar la aptitud para el consumo del mismo
hasta el vencimiento de la fecha de consu-
mo preferente, en el segundo, siendo, por
tanto, su indicación facultativa.
Referente a la valoración del Etiquetado
Nutricional, que debe figurar en los productos
objeto de estudio, hemos de señalar que:
• Todos presentan etiquetado nutricional.
• Su diseño es adecuado en cuanto a forma
de presentación y orden correcto en la enu-
meración de los nutrientes, en aproximada-
mente un 80% de todos los preparados per-
tenecientes a este segundo Grupo.
• Entre un 90 y un 100% de estos productos,
se hace una mención expresa en sus eti-
quetas de alguna propiedad nutritiva, sien-
do la más frecuente la alusión al enriqueci-
miento en vitaminas y minerales.
• Referente a las características generales del
etiquetado nutricional, la deficiencia más
significativa se refiere a la expresión inco-
rrecta de los datos, por no utilizar adecua-
damente las unidades, no referirlas correc-
tamente por 100 gramos o 100 mililitros de
producto, y/o por cantidad propuesta para
el consumo, en su caso.
• La mayor parte de estos productos
(63,64%) presentan su etiquetado nutricio-
nal conforme a la modalidad del grupo 1.o
que fija la normativa, mientras que el
36,36% restante lo hace según la modali-
dad del grupo 2.o.
• En todos se declara el contenido en ener-
gía y macronutrientes, dándose las princi-
pales desviaciones en relación a la indica-
ción del resto de nutrientes que son
obligatorios cuando la información nutri-
cional se expresa conforme a la modali-
dad que, según la normativa, constituye el
grupo 2.o. A este respecto la declaración
de azúcares, ácidos grasos saturados, fibra
y sodio se observa en un alto porcentaje de
preparados, especialmente en barritas y
bebidas, no sucediendo lo mismo en las
declaraciones de polialcoholes, almidón,
ácidos grasos mono, poliinsaturados y
colesterol.
• En cuanto a la indicación de los minerales
y sus respectivos porcentajes de cantidad
diaria recomendada (CDR), el grado de
cumplimento no es muy elevado, siendo
algo mayor en las barritas y bebidas, aun-
que en ningún caso es del 100%.
• Respecto a las vitaminas, el grado de cum-
plimiento es mayor, tanto en lo que se
refiere a la cuantificación de las mismas,
como a la indicación del porcentaje de can-
tidad diaria recomendada (CDR). En este
sentido, son las bebidas las que presentan
una mayor grado de adecuación a la nor-
mativa, seguidas de las barritas y, final-
mente, de los suplementos.
• De los datos que aparecen reflejados en la
Tabla 2.11, se deduce que, respecto a la
modalidad del grupo 1.o del etiquetado
nutricional, son las bebidas para deportis-
tas las que presentan mayor grado de cum-
plimiento (100% en todos los requisitos),
Capítulo 2 171
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
les siguen las barritas energéticas, cuyo
único incumplimiento se da en lo relativo a
la expresión de la energía en kilojulios, que
sólo se consigna en el 66,67% de las mis-
mas, encontrándose en último lugar los
suplementos alimenticios, con un grado de
cumplimentación que oscila entre el
81,81% y el 100%.
• Referente a la modalidad que constituye el
grupo 2.o, sólo se observa el 100% de cum-
plimiento en los tres subgrupos, respecto a
la indicación de la energía en kilojulios y
kilocalorías, y la consignación de los
macronutrientes en sus unidades corres-
pondientes.
• En cuanto al resto de las indicaciones que
obligatoriamente deben figurar según esta
modalidad, el subgrupo que muestra un
mayor grado de adecuación a la normativa
es el constituido por las barritas energéti-
cas, por efectuarse declaración del conteni-
do en azúcares, polialcoholes y almidón,
en el 75%, 50% y 25% de las muestras,
respectivamente. Los ácidos grasos satura-
dos se consignan en el 75% de las etique-
tas, mientras que, los mono y poliinsatura-
dos, así como el colesterol, sólo aparecen
en el 25%. Le sigue el subgrupo formado
por las bebidas para deportistas, donde
sólo se consignan los azúcares en un
33,33% de las mismas, siendo los suple-
mentos alimenticios el subgrupo con un
mayor número de deficiencias.
• La fibra se declara en el 75% de las barri-
tas, 33,33% de las bebidas, y en ninguno
de los suplementos alimenticios. El sodio
se especifica en el 100% de las barritas
energéticas, y en un 83,33% de las bebidas,
no consignándose nunca en el caso de los
suplementos alimenticios.
B) En relación a la evaluación nutricional
de estos productos:
172 Capítulo 2
• La evaluación nutricional de estos produc-
tos, en general, ha puesto de manifiesto
que:
— Se trata de productos con una composi-
ción que varía en función del objetivo
nutricional al que se destinan.
— El subgrupo de productos destinados a
deportistas que declaran más frecuente-
mente el contenido en minerales es el de
las bebidas, seguido de las barritas ener-
géticas y los suplementos alimenticios.
— Las vitaminas, por el contrario, se con-
signan de forma mayoritaria en los
suplementos alimenticios, seguidos de
las barritas energéticas y, en último
lugar, las bebidas para deportistas.
— El aporte de minerales y vitaminas que
proporcionan estos productos es, en
general, poco significativo, con respec-
to a las recomendaciones nutricionales
que existen para los mismos. Aunque,
la mayoría de las muestras no superan
las CDR, si se han observado en algu-
nas de ellas valores por encima de las
recomendaciones, en las vitaminas A,
D, E, B1, B2, B3, B5, B6 y C, lo que
pudiera llegar a ocasionar determinados
riesgos para la salud del consumidor.
— Se ha realizado el perfil calórico para
suplementos y barritas, al objeto de
conocer la contribución de cada macro-
nutriente en el aporte energético de
cada producto, y determinar si ésta es
equilibrada o no. Las bebidas se han
excluido al estar constituidas casi
exclusivamente por carbohidratos.
• De forma particular:
— Los suplementos alimenticios son pro-
ductos con una composición variable,
en la que pueden intervenir, además de
vitaminas y minerales, otros nutrientes,
tales como aminoácidos, carnitina,
levadura de cerveza, polen, jalea real,
ginseng, etc. Debido a ello, en unos
 ALIMENTOS PARA SITUACIONES DE ESFUERZO Y DESGASTE
predominan los carbohidratos, mientras
que en otros son las proteínas, siendo su
contenido en grasa muy bajo.
— El perfil calórico de estos productos es
diferente según se presenten en polvo y
en comprimidos o cápsulas. En el pri-
mer caso, los carbohidratos contribu-
yen al 50% de las calorías totales del
producto, las proteínas lo hacen en un
39% y las grasas en un 11%, lo que
pone de manifiesto el incumplimiento
de los objetivos nutricionales con res-
pecto a las proteínas (10-15%) y grasa
(30-35%), encontrándose tan sólo los
hidratos de carbono dentro de los mis-
mos (50-55%). Respecto a los suple-
mentos en comprimidos o cápsulas, la
distribución calórica es aún más dese-
quilibrada, pues las proteínas participan
en un 34% de la energía, la grasa en un
50% y los carbohidratos en un 16%.
— Comparativamente, los suplementos en
forma de comprimidos o cápsulas, pre-
sentan un contenido en vitaminas y
minerales muy superior al observado en
los suplementos en forma de polvo. Las
vitaminas A, E, B1, B2, B3, B5, B6 y C,
alcanzan en los primeros valores muy
superiores a los encontrados en suple-
mentos en forma de polvo. Sólo la vita-
mina D, en estos últimos, alcanza un
porcentaje de CDR superior al observa-
do en los suplementos en forma de
comprimidos.
— Destaca, en la presentación en polvo, el
alto contenido en vitaminas A, D, E, B1,
B3, B5, B6 y B9 que se da en la muestra
número P2, situación que se repite, en
las presentaciones en comprimidos, para
la vitamina A en las muestras n.os C1 y
C4; para la vitamina D, en la n.o C1; para
la vitamina E, en las n.os C1,C3,C4 y C7;
para la vitamina B1 en las nos C1 y C5,
para la B2 y B3, en las n.os C1, C5 y C8;
la vitamina B9, en la muestra n.o C7;
vitamina C, en las n.os C3 y C4, así como
la vitamina B5 en las muestras nos P2, C5
y C8, y la B6 en las n.os P2, C1 y C5.
— En todos estos casos, el aporte de estas
vitaminas es igual o superior a las reco-
mendaciones nutricionales diarias para
cada una de ellas, lo que puede llegar a
suponer un posible riesgo para la salud
de las personas, habida cuenta de que
esos contenidos se incrementan por otras
fuentes procedentes de la alimentación.
— En este sentido, también cabe destacar
las vitaminas D y B6 en los suplementos
en polvo, alcanzando unos porcentajes
de CDR, por una ración estimada al día,
de 52,60% para ambos sexos, para la
vitamina D, y de un 50% (varones) y un
56,25% (hembras), para la vitamina B6.
— En los preparados en comprimidos o
cápsulas también resaltan los siguien-
tes porcentajes de CDR para la ración
diaria estimada:
• Vitamina B1, un 103,33% y un
137,78%, para varones y hembras,
respectivamente.
• Vitamina B2, un 117,86% en las hem-
bras.
• Vitamina B3, un 122% en las hembras.
• Vitamina B5, un 156,36% para ambos
sexos.
• Vitamina B6, un 103,88% y un
116,87%, para varones y hembras,
respectivamente.
• Vitamina C, que cubre casi el
119,45% para ambos sexos.
• El aporte de minerales (calcio, hierro,
magnesio, zinc, fósforo, yodo y sele-
nio) en los suplementos no es muy
significativo, no superándose en nin-
gún caso las CDR. El mayor conteni-
do en los suplementos alimenticios en
comprimidos corresponde al hierro,
que cubre el 60% de la CDR para
varones, y el 33% para hembras.
Capítulo 2 173
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
— Las barritas energéticas tienen una com-
posición más homogénea en todo el con-
junto muestral. El macronutriente mayori-
tario son los carbohidratos, con un valor
medio de 18,48 ± 2,49, seguido de la
grasa cuyo contenido medio es de 5,24 ±
1,94, y de las proteínas, con una cifra
media de 2,40 ± 0,81. La contribución de
los macronutrientes al aporte calórico del
producto es prácticamente correcta, con-
tribuyendo los hidratos de carbono en un
52%, las proteínas en un 11% y las grasas
en un 37%.
— Los minerales se declaran en 7 de las 10
muestras analizadas, mientras que las
vitaminas se indican en 8 de las mismas.
Entre los primeros, figuran el calcio, fós-
foro, hierro y magnesio. A pesar de la
gran dispersión de datos obtenidos, su
significación, desde el punto de vista del
porcentaje de CDR que cubren es peque-
ña, alcanzándose valores del orden del
24,15% para el calcio (ambos sexos), y
del 40,70% (varones) para el hierro.
— El aporte de vitaminas de las barritas es
también poco significativo, y no se supe-
ran los requerimientos nutricionales para
ninguna, aunque la vitamina B1 alcanza
un 32,22% de las CDR para el grupo de
las mujeres y un 24,17% CDR para el de
los hombres, ambos de edades compren-
didas entre los 20 y 40 años.
— Las bebidas para deportistas poseen una
composición bastante homogénea en todo
el conjunto muestral. En 9 muestras hay
un predominio casi exclusivo de los car-
bohidratos, a excepción de la muestra
174 Capítulo 2
número BB6 en la que predominan las
proteínas. Debido a esta composición, no
se ha determinado el perfil calórico de
estos productos.
— En el etiquetado de las bebidas se consig-
nan predominantemente los minerales
frente a la declaración de vitaminas. Entre
los primeros, figuran el sodio, cloro, pota-
sio, calcio y magnesio, encontrándose en
pequeñas cantidades, que cubren por
ración, el 18,66%, 10,76%, 1,40%, y
0,66%, respectivamente, para ambos
sexos, y un 3,41% CDR para el magnesio,
en varones, y algo superior, 3,62% en
hembras.
— Una situación similar se da respecto a las
vitaminas, destacando la cantidad de vita-
mina B12 en uno de los productos estudia-
dos, (muestra n.o BB8) por alcanzar el
200% de las cantidades diarias recomen-
dadas (CDR), así como el contenido en
vitamina B6 en las muestras n.os BB7 y
BB8, que cubre, para el colectivo femeni-
no seleccionado, el 312,50% y 250%, res-
pectivamente, con el consiguiente efecto
negativo que para la salud esto puede
suponer.
— Respecto al resto de nutrientes que inter-
vienen en la composición de estos pro-
ductos, como son determinadas sustancias
ergogénicas, como la cafeína, taurina, etc.
no existe regulación alguna sobre su con-
tenido en este tipo de alimentos y bebidas,
debiendo ser objeto de estudio y control,
por los posibles efectos perjudiciales que
pudieran ocasionar para la salud del con-
sumidor.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES
3 NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

ción de nutrientes (proteínas, grasas, hidratos

PARTE GENERAL
Alimentos para regímenes
nutricionales específicos
Alimentos sin gluten
La enfermedad celíaca se define como una
intolerancia al gluten que condiciona, en deter-
minados individuos predispuestos genética-
mente, una lesión severa de la mucosa del
intestino delgado superior. Debido a ello, se
establece un defecto de la absorción y utiliza-
de carbono, sales minerales y vitaminas) a
nivel del tracto digestivo, con unas repercusio-
nes clínicas y funcionales muy variables,
dependientes de la edad del sujeto y otros fac-
tores aún no bien precisados.
La etiología de esta enfermedad se ha ido
conociendo poco a poco, contribuyendo nume-
rosos científicos a su investigación con distintas
aportaciones, tal y como queda recogido en la
Tabla 3.1, donde se incluyen los antecedentes de
esta patología según distintas fuentes consulta-
das (Pumar et al., 1989; Anónimo, 1991 a;
Polanco et al., 1991; Vitoria et al., 1991;

Tabla 3.1. Antecedentes de la enfermedad celíaca

FECHA INVESTIGADORES APORTACIÓN

Siglo I Aretaeus de Capadocia Primera descripción clásica de la enfermedad.

1888 Samuel Gee Segunda descripción clásica de la enfermedad.

1908 Herter Completa los estudios de Gee («enf. Gee-Herter»).

1921 Frederik Still Howland Atribuyen a los carbohidratos los efectos nocivos en los celíacos.

1924 Hass Observa que determinados carbohidratos son nocivos para los celíacos.

1950 Dicke Se descubre el gluten como responsable de la enfermedad celíaca.

1950 Paulley Descubre en pacientes celíacos una anormalidad en la mucosa del intestino delgado.

1956 Shines Describe la técnica de la biopsia intestinal.

Capítulo 3 175
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Bahlsen, 1992; Martínez et al., 1995; Tosi et al.,
1996; Saucedo, 1998; Moreno de Vega y
Gassull, 1999; Polanco et al., 2000).
El gluten fue aislado por primera vez en
Italia, por Beccari, en 1728, mediante lavado,
con una pequeña corriente de agua, de una masa
de harina de trigo, siendo la primera proteína
aislada de materia vegetal, ya que hasta ese
momento se creía que las proteínas procedían
exclusivamente del reino animal. El descubri-
miento de que esta proteína era la causa de la
enfermedad celíaca se debe a Dicke en 1950.
Progresivamente, en estudios más detallados, y
tras el aislamiento del gluten, se identificó la
gliadina (fracción proteica presente en el gluten)
como responsable de la toxicidad entérica en los
individuos celíacos.
En relación a la patogénesis de la enferme-
dad, existen diferentes teorías (Bahlsen, 1992;
Moreno de Vega y Gassull, 1999):
• Teoría enzimática. Sería provocada por
una deficiencia enzimática de proteasa o
peptidasa a nivel del enterocito, lo que
impediría el metabolismo adecuado del
gluten.
• Teoría de la lecitina. Mantiene que se debe
a un defecto de la membrana celular, que
desencadenaría una reacción que produci-
ría toxicidad celular, similar a la originada
por las lecitinas vegetales.
• Factor genético. Parece demostrada la
existencia de factores genéticos en relación
con la enfermedad celíaca. Así, se ha
observado que el 95% de los pacientes con
enfermedad celíaca poseen determinados
genes (DQA1*0501/DQB1*0201), perfec-
tamente identificados, en el mismo o en
diferentes cromosomas, los cuales codifi-
can la región HLA-DQ, que es la respon-
sable de proporcionar la susceptibilidad
para la enfermedad (Fernández et al.,
1996; García et al., 2000).
• Teoría inmunológica. La posibilidad de un
trastorno inmunológico es la teoría más
176 Capítulo 3
aceptada en la actualidad, si bien no se
puede ignorar la acción de otros factores
genéticos y ambientales moduladores
(Polanco, 1996).
En esta respuesta inmunológica se ha visto
que intervienen, tanto la inmunidad celular
como la humoral. Los linfocitos T activados son
los principales mediadores celulares, con gran
aumento en la lámina propia intestinal y con
liberación de citoquinas. Concomitantemente,
linfocitos B y células plasmáticas producen anti-
cuerpos que estimulan la liberación de más
mediadores nocivos, provocando inflamación de
la mucosa y daño epitelial.
En la actualidad, se reconocen y detectan
varios anticuerpos en el suero de los pacientes
con enfermedad celíaca no tratada: los anticuer-
pos Ig A e Ig G antigliadina, así como los Ig A
antirreticulina y antiendomisio, pero ninguno es
específico, y su papel en la patogénesis de la
enfermedad celíaca no está establecido, si bien
tiene utilidad en el diagnóstico de la misma
(Polanco, 1996; Polanco, 2000).
Para Polanco et al., 2000, la enfermedad ce-
líaca consiste en una intolerancia permanente a la
gliadina y a otras proteínas afines, contenidas en
la dieta alimenticia a base de trigo, avena, cebada
y centeno, que produce una atrofia severa de las
vellosidades intestinales en individuos con una
predisposición genética para padecerla. Para la
expresión de esta enfermedad, es necesaria la
concurrencia de factores genéticos, inmunológi-
cos y medioambientales, si bien el mecanismo
etiopatogénico permanece aún desconocido.
La enfermedad celíaca se presenta, tanto en
niños como en adultos, pues no es una enferme-
dad de la infancia, si bien en la mayoría de los
casos se diagnostica antes de los dos años de
vida (Martínez et al., 1995; Saucedo, 1998). Ha
sido descrita en todas las razas y en ambos
sexos, aunque es propia de la raza blanca y más
frecuente en la mujer que en el hombre, con una
relación de 2:1 (Moreno de Vega y Gassull,
1999; Polanco y Mearin, 2000). Su incidencia
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
media en Europa, según algunas fuentes consul-
tadas (Pumar et al., 1989; Martínez et al., 1995)
es de 1/1.000 a 1/2.000 nacidos vivos, y varía
según los países, entre 0,02% y 0,2%, aunque la
existencia de casos asintomáticos, no diagnosti-
cados, hace que este último dato sea realmente
desconocido (Mearin, 1996). En España no
existen estudios epidemiológicos al respecto.
Según Bahlsen, 1992, se estima que en nuestro
país existe un celíaco por cada 1.000 o 1.500
habitantes, índice similar al de la media europea.
Un estudio de prevalencia realizado en Italia
en el año 1994 concluyó que la incidencia era de
uno de cada 258 individuos, índice que, se esti-
ma pudiera ser equiparable en nuestro país,
debido a la similitud respecto a la genética y a
los factores ambientales de ambos países
(Saucedo, 1998). Conviene destacar en este sen-
tido, que en todos los estudios de screening
serológico de la población general realizados
hasta el momento en los distintos países euro-
peos, se han encontrado frecuencias de esta
enfermedad similares y comparables a las italia-
nas, esto es 1/200-300, hallazgos que deben ser
comprobados con estudios histológicos y clíni-
cos (Polanco y Mearin, 2000).
La aparición de la enfermedad celíaca puede
producirse en cualquier momento después de la
introducción del gluten en la dieta, pero es
característica en la infancia, entre los 2 y 5 años,
o en la 4.a y 5.a décadas de la vida, siendo poco
probable su aparición en la adolescencia
(Moreno de Vega y Gassull, 1999). El cuadro
típico está caracterizado por un comienzo insi-
dioso, entre 3 y 6 meses después de la introduc-
ción de esta proteína, con afectación progresiva
del desarrollo pondero-estatural del niño. Los
síntomas y signos varían considerablemente
según la edad de introducción del gluten, del
momento de aparición de las manifestaciones
clínicas y de otros factores no identificados
actualmente (Saucedo, 1998).
En cuanto a las manifestaciones clínicas, el
síndrome clásico de la enfermedad consiste en
diarrea y/o vómitos, flatulencia, anorexia, pérdi-
da de peso y astenia, siendo la diarrea crónica el
signo más llamativo. Las deposiciones son blan-
das, frecuentes, abundantes, pálidas y fétidas.
Son características la distensión abdominal, la
hipertrofia muscular y la disminución del paní-
culo adiposo, lo que constituye el denominado
«hábito celíaco típico». En un número significa-
tivo de casos, la única manifestación clínica
puede ser una talla baja, particularmente en niños
mayores, constituyendo la tercera causa que
motiva la enfermedad. Otras veces, la enferme-
dad celíaca se puede presentar de forma más o
menos silente, es decir, asintomática, pero con
lesión de las vellosidades intestinales, e incluso
de forma latente, en aquellos casos que la perso-
na presenta una biopsia normal inicial a la que le
sigue el desarrollo de la enfermedad celíaca.
Hallazgos inusuales de la enfermedad son
vómitos, estreñimiento, asociado o no a dolor
abdominal de tipo cólico, distensión abdominal o
la aparición brusca de edemas. Puede observarse
esporádicamente, además, una amplia variedad
de síntomas extraintestinales secundarios, casi
todos debidos a situaciones carenciales de vita-
minas y sales minerales, como son, alteraciones
del crecimiento, raquitismo, fracturas espontá-
neas, osteoporosis y dolores óseos, tetania, alte-
raciones del esmalte dental, anemia ferropénica
rebelde a ferroterapia oral, anemia megaloblásti-
ca, edemas, esterilidad, abortos repetidos, cefa-
lea, depresión y trastornos psiquiátricos, anore-
xia intensa, erupciones cutáneas, artritis o atrofia
esplénica. La afectación de la coagulación por
deficiencia de vitamina K, con tiempo de pro-
trombina alargado, ocasiona púrpura, y cuando
la enfermedad está muy avanzada, llega a provo-
car hemorragias (Polanco, 2000).
Se ha descrito la asociación de enfermedad
celíaca en casi un 90% de los pacientes con der-
matitis herpetiforme (síndrome de During-
Brook), desapareciendo, tanto las lesiones cutá-
neas, como intestinales, tras la supresión del
gluten en la dieta. Además, se ha descrito la aso-
ciación de la enfermedad celíaca a otras enfer-
medades, tal es así el caso de la diabetes melli-
Capítulo 3 177
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
tus tipo 1, la intolerancia a proteínas vacunas, la
artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria
intestinal, la hepatitis crónica activa y el linfoma
intestinal. De esta forma, la falta o retraso en el
diagnóstico, así como un tratamiento inadecua-
do puede llevar a la aparición de estas y otras
complicaciones, reaparición de síntomas o, en
el peor de los casos, de malignización, como son
linfomas intestinales y otras complicaciones
(Vitoria et al., 1991; Saucedo, 1998; Moreno de
Vega y Gassull, 1999).
Clásicamente, y siguiendo los criterios esta-
blecidos por la Sociedad Europea de Gastro-
enterología y Nutrición Pediátrica (ESPGAN)
en 1970, para el diagnóstico definitivo de esta
enfermedad se aconsejaban tres biopsias: la pri-
mera, mientras el paciente está tomando gluten;
la segunda, tras la curación clínica por estable-
cimiento de una dieta sin gluten, y la tercera,
tras una prueba de provocación con gluten y
reproduccción de la patología (Pumar et al.,
1989; Vitoria et al., 1991; Martínez et al., 1995;
Alonso, 1999). Según criterios revisados de la
ESPGAN en años posteriores (1989), la tercera
biopsia no estaría indicada en todos los casos, y
debería ser valorada de forma individual. Así,
para Polanco et al., 1991, la reintroducción del
gluten podría estar contraindicada en individuos
con enfermedades autoinmunes o procesos cró-
nicos severos.
Si bien actualmente el conocimiento y la
posibilidad de la determinación de anticuerpos
antigliadina, antiendomisio y antirreticulina han
adquirido gran relevancia en el diagnóstico de
esta enfermedad, dada su aceptable especifici-
dad y sensibilidad (muy cercanas al 100%), el
diagnóstico de certeza de la enfermedad celíaca
se sigue basando en el estudio de la biopsia del
intestino delgado superior. Sin embargo, estos
hechos, unidos a los inconvenientes que supone
la realización de tres biopsias, han hecho variar
los criterios diagnósticos. Así, el comité de
expertos de la ESPGAN acordó modificarlos,
señalando la posibilidad de suprimir dicha prue-
ba salvo en casos dudosos (Alonso, 1999).
178 Capítulo 3
Actualmente, estos criterios se han revisado
y solamente se aconsejan la segunda y tercera
biopsia en casos concretos de duda diagnóstica,
dudosa respuesta clínica o abandono de trata-
miento, aunque hay autores que, ante el riesgo
de infravalorar el diagnóstico de la enfermedad
y/o de diagnosticar la misma en enfermos no
celíacos, con la obligación de mantener un régi-
men dietético innecesario de por vida, siguen
recomendando la práctica de la segunda biopsia
y, en otros, hasta de la tercera (Polanco, 1996;
Polanco, 2000).
Para Saucedo, 1998, el diagnóstico de certe-
za de la enfermedad celíaca supone la realiza-
ción de una biopsia intestinal mientras se está
ingiriendo gluten, y una segunda biopsia intesti-
nal, cuando el paciente haya seguido una dieta
sin gluten durante un periodo aproximado de
dos años.
El diagnóstico de la enfermedad celíaca en el
adulto puede establecerse en base a marcadores
serológicos positivos, asociados a una mucosa
plana del intestino delgado tomando gluten, y
respuesta clínica tras la supresión del mismo
(Martínez et al., 1995). Se han detectado anti-
cuerpos contra el gluten: gliadina (AGA), reti-
culina (ARA) y endomisio (EMA) en el 36-96%
de pacientes no tratados (Anónimo, 1991). Los
dos anticuerpos más recientemente identifica-
dos, EMA y anticuerpo yeyunal humano (JAB),
pueden ser útiles en el diagnóstico y el segui-
miento de la eficacia del tratamiento. Chorzelski
et al., 1984, describieron un EMA, de tipo Ig A,
en el suero de pacientes con dermatitis herpeti-
forme y enfermedad celíaca con mayor sensibi-
lidad y especificidad que los anticuerpos AGA.
Los títulos de anticuerpos se correlacionan con
la gravedad de la lesión de la mucosa; los EMA
y JAB desaparecen tras la supresión del gluten,
y son específicos de la atrofia de la mucosa
yeyunal en la enfermedad celíaca.
Kápati et al., 1990, han descrito reciente-
mente los JAB, unos anticuerpos Ig A séricos
que se fijan al yeyuno humano in vitro.
Observaron que un 93% de pacientes con enfer-
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
medad celíaca no tratada y un 90% de los some-
tidos a la prueba del gluten, mostraban JAB,
frente a ninguno de los pacientes que seguían
una dieta sin gluten. Sin embargo, este anticuer-
po no fue tan útil y específico en niños peque-
ños. Los estudios de absorción hística demos-
traron que los JAB y los AGA son anticuerpos
diferentes, mientras que los JAB y los EMA son
probablemente idénticos.
Para Moreno de Vega y Gassull, 1999, los Ig
A antigliadina parecen ser más específicos, pero
menos sensibles que los Ig G, y los Ig A antien-
domisio, que tienen una mayor especificidad y
sensibilidad de todos, siendo cercana al 90%. A
pesar de su amplio uso, es necesario recordar
que ninguno es específico, pudiéndose encon-
trar en otras enteropatías; que sus concentracio-
nes no siempre están en concordancia con el
estado de la mucosa intestinal; y que también
pueden ser negativos en algunos pacientes con
enfermedad celíaca, por lo que su valor no es
absoluto en el diagnóstico, y hay que entender-
los dentro del contexto de la enfermedad
(Polanco, 1996).
Según los criterios establecidos por la ESP-
GAN, relativos a las pruebas de provocación con
gluten, clásicamente se consideraba que cuando
un paciente con enfermedad celíaca no recaía
tras dos años de provocación con gluten, este
diagnóstico podía ser descartado. Sin embargo,
actualmente se puede afirmar que la recaída, tras
la provocación con gluten, puede producirse de
forma mucho más tardía, por lo que estos pacien-
tes han de ser controlados a muy largos plazos.
Esto ha conducido, entre otros factores, a la revi-
sión de los criterios diagnósticos de enfermedad
celíaca por parte de la ESPGAN. La valoración
de los anticuerpos antigliadina, antirreticulina y
antiendomisio, nos pueden servir, en la actuali-
dad, para indicar el momento en que se debe rea-
lizar la biopsia intestinal durante la prueba de
provocación y de esta forma evitar retraso del
crecimiento y anomalías clínicas, secundarias a
pruebas de provocación muy prolongadas
(Polanco et al., 1990; Vitoria et al., 1991).
La importancia y trascendencia que cobra
diagnosticar la enfermedad celíaca en la actua-
lidad, va más allá de la necesidad de curar una
enfermedad. El trabajo publicado por Holmes
et al., 1989, donde ponen en evidencia la mayor
incidencia de tumores malignos en todo el trac-
to digestivo de los pacientes portadores de una
enfermedad celíaca no tratada, y el papel pro-
tector de una dieta exenta de gluten cuando es
seguida, al menos, durante cinco años, es lo que
obliga a establecer pruebas de screening, por lo
menos, en las poblaciones de más riesgo (fami-
liares en primer grado de pacientes celíacos,
hipocrecimientos, diabéticos, etc.), a fin de
seleccionar aquellas personas que deban reali-
zarse una biopsia intestinal, para poder demos-
trar la lesión vellositaria que ponga de manifies-
to la enfermedad celíaca (Holmes et al., 1989).
En la actualidad, se considera que la malig-
nización es la complicación más grave de la
enfermedad celíaca, de tal manera, que el riesgo
de desarrollar un linfoma en el intestino delgado
o un carcinoma esofágico o faríngeo, viene
determinado por la presencia mantenida de glu-
ten en la dieta, incluso en pequeñas cantidades.
Esto sugiere el papel protector que desempeña
una dieta sin gluten frente a esta complicación,
si bien el riesgo persiste durante al menos cinco
años después de la iniciación de la dieta exenta
de gluten. Así, una dieta estricta sin gluten cons-
tituye la piedra angular del tratamiento de esta
enfermedad y debe ser recomendada, tanto en
enfermos sintomáticos como asintomáticos
(Polanco et al., 2000).
Una vez diagnosticada la enfermedad celía-
ca, el único tratamiento consiste en mantener un
régimen estricto, sin gluten, durante toda la
vida, lo que lleva consigo una normalización clí-
nica y funcional, así como la reparación de la
lesión vellositaria intestinal (Vitoria et al., 1991;
Bahlsen, 1992; Polanco et al., 2000).
Como ya se ha dicho con anterioridad, el glu-
ten es una proteína presente en ciertos cereales:
trigo, cebada, centeno y triticale, cuya fracción
soluble, denominada gliadina, es la que ocasio-
Capítulo 3 179
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
na daño a los celíacos. El establecimiento de un
régimen estricto sin gluten ha de estar basado
en la ingesta de productos naturales y frescos
que no contengan esta proteína: leche, carnes,
pescados, huevos, frutas, verduras, legumbres, y
aquellos cereales que no tienen gluten: maíz,
arroz, mijo y sorgo, manteniendo, a su vez, una
dieta variada y equilibrada. Deben evitarse, en la
medida de lo posible, alimentos transformados,
elaborados y/o envasados, ya que al haber sido
manipulados, la garantía de que no contengan
gluten es más difícil de establecer, pues puede
que le haya sido añadido, bien como ingredien-
te, incluidos los aditivos, o bien que lo conten-
gan por razones tecnológicas del proceso de
fabricación (Saucedo, 1998; Alonso, 1999).
La razón de que el gluten se utilice amplia-
mente en el campo de la alimentación, se debe a
que es una sustancia con unas propiedades de
elasticidad y resistencia, que hacen propicio su
uso como «ingrediente no indispensable con
fines tecnológicos» en determinados productos
alimenticios (jamón cocido, embutidos, etc.).
Las razones para el uso del gluten y almidones
en la elaboración de los alimentos son (Bahlsen,
1992; Saucedo, 1998):
• Como vehículo o excipiente de aditivos.
• Como agente preservador de la humedad.
• Como barrera frente a la grasa.
• Como barrera frente a aromas externos.
• Para evitar la difusión del color (por ejem-
plo, el color de las fresas no se expande en
el yogur cuando las frutas están recubiertas
con gluten).
• Para evitar el proceso de oxidación.
• Como aglutinante, espesante o mantenedor
de una determinada textura.
Debido a todas estas razones la utilización
de almidón de trigo y gluten en la elaboración de
alimentos es cada vez más frecuente. Así, el glu-
ten es una proteína, cada vez más utilizada en la
industria alimentaria por ser abundante, barata y
con muchas posibilidades de utilización.
180 Capítulo 3
Dentro de los alimentos elaborados y/o enva-
sados cabe hacer una clasificación:
• Aquellos que no suponen un riesgo, debido
a las materias primas empleadas, a las nor-
mas existentes para su elaboración y al
proceso de fabricación empleados. Por
ejemplo: las leches, la mayor parte de los
quesos, los yogures naturales y de sabores,
el jamón serrano, las verduras congeladas
o los alimentos en conservas, en aceite o en
salmuera (agua y sal).
• Aquellos alimentos con elevado riesgo de
contener gluten, tal es el caso de los embu-
tidos, los patés, algunos tipos de quesos,
las salsas preparadas, las cremas, las sopas
de sobre, concentrados de carne o pescado,
los postres preparados.
• Deben rechazarse todos los productos en
cuya composición figure trigo, cebada,
centeno, avena y el triticale, así como cual-
quier derivado de éstos: harinas, féculas,
proteínas, malta, espesantes, sémola, etc.,
siempre que no se especifique su planta de
origen.
Los efectos derivados de una dieta conte-
niendo avena resultan dudosos, no recomendán-
dose su uso en las dietas de pacientes con enfer-
medad celíaca severa (Janatuinen et al., 1996).
El almidón de trigo y algunos productos que
contienen proteína de trigo se utilizan en la ela-
boración de alimentos donde no es habitual que
haya gluten. Estos ingredientes se admiten para
su uso en productos basados en carne como
fuente de proteína, y/o como sustituto de la pro-
teína animal de productos derivados de la carne,
pescado, marisco o pollo. También pueden for-
mar parte de preparados consistentes en quesos,
sopas y salsas, aperitivos, helados, mayonesas y
margarinas, y también encuentran aplicación en
algunos productos bajos en calorías, para reem-
plazar la grasa por proteínas y agua, y como sus-
tituto de las proteínas de la leche. Para productos
cárnicos se utiliza el gluten pero también la pro-
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
teína de trigo hidrolizada o parcialmente hidro-
genada (Saucedo, 1998).
En EE.UU., la FDA, desde hace algunos
años, permite, como técnica de conservación, el
recubrimiento de frutas, verduras y hortalizas
frescas con gluten. En Argentina, el 60% del
gluten de trigo se utiliza para la producción de
productos cárnicos. En Japón, el gluten de trigo
se utiliza en: 12% para salchichas, 20% para ali-
mentos elaborados y el 25% para sucedáneos de
alimentos (Saucedo, 1998).
El uso de distintas harinas de cereales, como
soporte de diferentes aditivos alimentarios o de
coadyuvantes tecnológicos, y la presencia como
ingredientes de productos alimenticios de: almi-
dón, almidón modificado, féculas, proteínas
vegetales, hidrolizados proteicos, hidrolizados
vegetales, sémola, etc., sin citar su procedencia,
ha hecho que, durante mucho tiempo, haya sido
muy laborioso, y a veces casi imposible, el
seguimiento de una dieta segura exenta de glu-
ten, por parte de los celíacos. Con ello, se redu-
cen sensiblemente las posibilidades de que este
colectivo pueda encontrar productos aptos para
su consumo, jugando en todo ello un papel fun-
damental el etiquetado de los mismos.
Por ello, el principal problema con el que se
encuentra el celíaco es conocer los alimentos
que puede ingerir con toda seguridad, porque se
encuentren totalmente exentos de gluten. En
este sentido, y con el fin de poder subsanar las
posibles lagunas existentes en la legislación
sobre el etiquetado de los alimentos, la
Asociación de Asociaciones de Celíacos de
Europa (AOECS), de la cual forma parte la
Federación de Asociaciones de Celíacos de
España (FACE), ha estado trabajando en este
tema, presionando al Comité del Códex y a la
Unión Europea.
En este sentido, la vigente Norma general
de etiquetado, presentación y publicidad de
los productos alimenticios, aprobada por RD
1334/1999, de 31 de julio, comparativamente
con el ya derogado RD 212/1992, de 6 de marzo
y sus posteriores modificaciones, constituye un
importante avance (aunque no la solución com-
pleta para este colectivo), al quedar contempla-
da la obligatoriedad, en el caso de que se utilice
el almidón (Anexo I), o almidón modificado
(Anexo II), de indicar el origen vegetal específi-
co, cuando dicho ingrediente pueda contener
gluten. Dicha obligatoriedad no se hace extensi-
ble, expresamente, para las féculas ni hidroliza-
dos proteicos, por lo que a nuestro juicio, sigue
habiendo lagunas legislativas al respecto.
Además, el hecho de que la enumeración de los
componentes que integran los ingredientes com-
puestos, no sea obligatoria si la cuantía en peso
de estos últimos es inferior al 25% del producto
alimenticio acabado, constituye un importante
obstáculo que impide que la información del
consumidor celíaco sea completa.
El aporte de hidratos de carbono necesario
que normalmente se cubre con la ingesta de
cereales y sus derivados, los celíacos deben
cubrirla con arroz, maíz, patatas y legumbres, o
bien, con productos especiales «sin gluten», que
están disponibles en tiendas especializadas, y
que entran dentro del capítulo de preparados
para regímenes dietéticos y/o especiales.
Los productos especiales «sin gluten» están
elaborados a partir de materias primas que en su
origen no contienen gluten, como el arroz, el
maíz, etc., y/o a partir del almidón de trigo del
que se ha extraido aquél (Saucedo, 1998).
La harina de trigo contiene, por término
medio, la siguiente composición:
• 14-16% de agua.
• 60-70% de almidón.
• 1-2% de azúcares.
• 8-12% de materias nitrogenadas (7-12% de
gluten).
• 0,45-0,60% de sustancias minerales.
• 1,20-1,40% de materias grasas.
El almidón de trigo que, junto con el gluten y
otras sustancias forman la harina, debe ser some-
tido a un proceso técnico para separarlo del glu-
ten. Una vez realizado este proceso correctamen-
Capítulo 3 181
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
te, este almidón es una sustancia idónea para la
elaboración de harinas panificables y de produc-
tos de panadería «exentos de gluten». Sin embar-
go, el control de calidad de este proceso es difí-
cil, por lo que el almidón resultante siempre tiene
pequeñas y variables cantidades de gluten, exis-
tiendo estudios al respecto que evidencian reac-
ciones adversas a los alimentos supuestamente
«exentos de gluten» (Anónimo, 1991 c; Gianni,
1991; Skerrit y Hill, 1991).
En la Figura 3.1 se ponen de manifiesto las
distintas fracciones tóxicas asociadas a la enfer-
medad celíaca. Como ya se ha comentado, es la
fracción del gluten soluble en alcohol: la gliadi-
na o prolamina de trigo el principal componente
tóxico del trigo, ya que en lo que respecta a las
gluteninas, componente secundario del gluten,
las informaciones disponibles hasta el momento
Harina de trigo
Almidones Agua ± 15 Proteínas ± 10-15 %
Gluten Albúminas
Soluble No soluble
en alcohol en alcohol
Prolaminas Gluteninas
o Gliadinas
Péptidos tóxicos
Figura 3.1. Fracciones tóxicas en la enfermedad celíaca.
no permiten concluir sobre su toxicidad (Ribes y
Polanco, 2000).
En este sentido, en el Informe de la 20.a
Reunión del Comité del Códex Alimentarius
182 Capítulo 3
sobre Nutrición y Alimentos para Regímenes
Especiales, 1996, se definen los productos «sin
gluten», teniendo en cuenta el contenido en
nitrógeno de los granos de cereal que contienen
gluten (0,05 % gramos de dichos granos), así
como su peso seco (Polanco et al., 2000). En
base a esta definición, se entiende como alimen-
to «exento de gluten», aquel:
a) Que está preparado únicamente con ingre-
dientes que no contienen prolaminas pro-
cedentes del trigo o de todas las especies
del género Triticum, como la escaña
común (Triticum spelta L.), kamut
(Triticum polonicum L.) o de trigo duro,
centeno, cebada, avena, o sus variedades
cruzadas, cuyo contenido de gluten no sea
superior a 20 ppm.
b) En cuya composición se encuentran
ingredientes obtenidos a partir de trigo,
centeno, cebada, avena, escaña común, o
sus variedades cruzadas, de los que se ha
quitado el gluten, y cuyo contenido de
gluten no sea superior a 200 ppm.
c) Constituido por cualquier mezcla de los
dos tipos de ingredientes que se indican
en los apartados a) y b), cuyo contenido
de gluten no sea superior a 200 ppm.
Globulinas
En el mencionado Informe, se establece un
límite de 20 ppm (lo que equivale a 2 mg de glu-
ten/100 g), para los productos elaborados con
materias primas exentas de gluten por naturale-
za, y de 200 ppm (lo que equivale a 20 mg de
gluten/100 g), para los productos elaborados con
almidón de trigo, y sometidos a una tecnología
de eliminación del gluten (Saucedo, 1998).
Para los fines de esta norma, se entiende por
«gluten», una fracción de proteína procedente de
trigo, centeno, cebada, avena, o sus variedades
cruzadas y respectivos derivados, que no es la
tolerada por algunas personas y que es insoluble
en agua y en soluciones de cloruro sódico 0,5 M.
Las prolaminas se definen en el anteproyecto
de esta Norma, como la fracción de gluten que
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
puede extraerse con un 40-70% de etanol. La
prolamina de trigo es la gliadina, la del centeno
la secalina, la de la cebada la hordeína y la de la
avena la avenina. Sin embargo, es práctica habi-
tual hablar de sensibilidad al gluten. El conteni-
do de prolamina del gluten se suele cifrar en un
50%.
En relación a la avena conviene hacer la pun-
tualización de que en este anteproyecto de
Norma (Informe 20.a Reunión del Comité del
Códex Alimentarius sobre Nutrición y Alimentos
para Regímenes Especiales, 1996), aparece
siempre entre corchetes por no estar clara su
inclusión como tal o exclusión. En este sentido,
el Informe de la 21.a Reunión del Comité del
Códex sobre Nutrición y Alimentos para
Regímenes Especiales, 1998, pone de manifiesto
que no existe criterio uniforme en relación a su
eliminación o mantenimiento en la lista, pues
según algunos de los asistentes, en base a las últi-
mas investigaciones científicas de orden clínico,
se había demostrado que la avena podía ser tole-
rada por los pacientes celíacos ya que permite
aportar fibras dietéticas a los enfermos. Por otra
parte, otras delegaciones así como la Asociación
de Asociaciones de Celíacos de Europa
(AOECS), insistieron en dejar la avena en la lista
por no tener muy claro su impacto negativo en la
salud de los celíacos, y no haber llegado los
expertos en medicina a un consenso.
Los alimentos «exentos de gluten» que se
emplean en sustitución de alimentos básicos
importantes, han de suministrar, aproximada-
mente, la misma cantidad de vitaminas y mine-
rales que los alimentos originales en cuya susti-
tución se emplean. Además, estos productos
deben prepararse conforme a unas buenas prácti-
cas de fabricación para evitar la contaminación
con prolaminas, y en su etiquetado debe figurar
la expresión «exento de gluten», muy cerca del
nombre del producto, considerándolo como una
declaración de propiedades (Informe 20.a
Reunión del Comité del Códex Alimentarius
sobre Nutrición y Alimentos para Regímenes
Especiales, 1996). Los productos «exentos de
gluten» han de incluir en su etiquetado un distin-
tivo específico (Alonso, 1999).
Para asegurar el cumplimiento de los límites
aplicables a los productos exentos de gluten que
se indican en esta Norma, es necesario un méto-
do de análisis que ofrezca un elevado grado de
exactitud, lo cual no ha sido posible hasta ahora
por ser muchos los factores que desvirtúan los
resultados. Se establecen en la misma los méto-
dos de análisis y muestreo, que han de servir
como base para una investigación más amplia,
dado que el límite propuesto se aproxima al
nivel en que podría ser tóxico para los celíacos.
Así, la determinación del contenido de gluten en
los alimentos e ingredientes, según este antepro-
yecto de Norma se ha de basar en un método
inmunológico. El anticuerpo que se utilice debe-
rá reaccionar con los cereales que son tóxicos
para las personas sensibles al gluten, sin que se
produzca reacción cruzada con los otros cereales
o constituyentes de los alimentos e ingredientes.
Se establece el método de extracción de prola-
minas así como el de determinación de la gliadi-
na. Este método permite determinar la cantidad
de prolamina en un producto debiendo ser el
límite de detección del método, como mínimo,
de 10 ppm en el producto, expresadas como
materia seca. A este respecto, es importante
subrayar que la ingesta diaria total de prolamina
para pacientes celíacos no debe exceder de 10
mg al día (Informe 20.a Reunión del Comité del
Códex Alimentarius sobre Nutrición y
Alimentos para Regímenes Especiales, 1996).
En la 21.a Reunión del Comité del Códex
sobre Nutrición y Alimentos para Regímenes
Especiales, 1998, fue debatida la actual defini-
ción en la que se proponen dos niveles de ali-
mentos exentos de gluten, ya que ello podía
resultar desconcertante y engañoso para el con-
sumidor, debiéndose establecer un nivel único.
En relación a este punto, se mostró en desacuer-
do la Asociación de Asociaciones de Celíacos
de Europa (AOECS), y algunas delegaciones,
insistiendo en la necesidad de establecer dos
niveles en lo que respecta a los alimentos que
Capítulo 3 183
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
están de forma natural exentos de gluten, y tam-
bién a los productos que habían quedado exen-
tos después de someterlos al tratamiento apro-
piado para su eliminación. El Comité tomó nota
de que el término «exento de gluten» podría
inducir a engaño al consumidor, y reconoció la
posibilidad de considerar el término de «bajo
contenido» o de «contenido reducido de glu-
ten». También se discutió que la cantidad de 200
ppm de gluten era demasiado elevada para pro-
teger la salud y seguridad de los celíacos, acor-
dando el Comité que la preparación de un méto-
do fiable de análisis era la clave del debate, y
que se debía estimular el desarrollo del método.
Todo ello, sigue siendo objeto de estudio, tal
y como se pone de manifiesto a traves del
Informe sobre la 22.a Reunión del Comité del
Códex sobre Nutrición y Alimentos para
Regímenes especiales (2000).
Se ha comprobado que algunos de los pro-
ductos etiquetados como «exentos de gluten»
sobrepasan los límites establecidos. Además, hay
algunos inconvenientes asociados a este tipo de
productos, ya que si nutricionalmente pueden ser
equiparables, tienen diferencias significativas en
cuanto a propiedades relacionadas con el gusto y
textura, comparados con los productos que con-
tienen trigo, como el pan, galletas, y otros pro-
ductos fabricados con cereales, si bien los avan-
ces tecnológicos están permitiendo mejorar las
características organolépticas de los mismos.
Otro inconveniente de este grupo de alimen-
tos es su precio, que es desorbitado frente a sus
análogos con gluten. En algunos países de la
Unión Europea y americanos, la Administración
da un tratamiento especial a estos productos
considerados como alimentos dietéticos, que ya
están incluidos dentro de los llamados trata-
mientos dietoterápicos, ofreciendo ayuda para la
compra de los mismos, de forma directa o a tra-
vés del Servicio Nacional de Salud.
Otra dificultad con la que se encuentran los
celíacos es cuando realizan las comidas fuera
del hogar o cuando han de ser hospitalizados.
Por otro lado, la enfermedad celíaca, en muchos
184 Capítulo 3
casos, va acompañada de intolerancia a la lacto-
sa, por lo que hay que prestar especial atención
a la ingesta de calcio. También hay que contro-
lar el aporte de hierro, riboflavina y tiamina, en
aquellos casos en que la ingesta energética es
baja. En ocasiones, la dieta sin gluten es baja en
residuos y conduce al estreñimiento, por lo que
se deberán aplicar pautas dietéticas especiales
(Saucedo, 1998).
Productos alimenticios destinados
a ser utilizados en dietas de bajo valor
energético para reducción de peso
Independientemente de la influencia ejercida
por los anuncios publicitarios y los dictados de
la moda, donde se imponen los cuerpos delga-
dos, esbeltos y estilizados, la obesidad constitu-
ye uno de los principales problemas existentes
en la actualidad en prácticamente todos los paí-
ses del mundo, debido a su alta frecuencia, así
como a su repercusión sanitaria y socioeconó-
mica (Fábrega, 1994; Cervera et al., 1998;
Rubio et al., 1999; Alemany, 2000).
La obesidad consiste en una excesiva acu-
mulación de energía en forma de grasa, en con-
traste con el concepto de sobrepeso que indica
un desequilibrio ponderal sobre la talla y depen-
de, en algunos casos, del aumento del tejido
magro. Se considera que una persona es obesa
cuando presenta un peso corporal que excede
del considerado como saludable o ideal, siendo
el aumento de peso causado por la acumulación
de reservas grasas, sobre todo en el tejido adi-
poso. La idea de un peso saludable está basada y
relacionada con las tasas de mortalidad y con el
supuesto de que, a partir de los 20-30 años,
el peso debe mantenerse más o menos estable.
La obesidad es una enfermedad crónica y
multifactorial que ha dejado de ser exclusiva de
los países industrializados. La causa de la obesi-
dad se atribuye a una ingesta calórica superior al
gasto energético, en la que pueden influir unos
hábitos alimentarios inadecuados, el estilo de
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
vida, factores sociológicos, alteraciones meta-
bólicas y neuroendocrinas y componentes here-
ditarios.
Entre los factores que se relacionan con la
obesidad se encuentran los siguientes (Fábrega,
1994; Cervera et al., 1998; Madrid, 1998; Rubio
et al., 1999; Alemany et al., 2000):
• Factores genéticos y familiares. Cuando
uno de los padres es obeso, la probabilidad
de que los hijos lo sean alcanza un 50%,
proporción que se eleva al 80% si ambos
progenitores presentan obesidad, observán-
dose una mayor correlación entre monoci-
góticos que en dicigóticos. Es posible que
la genética ejerza mayor influencia a través
de alteraciones en el gasto (termogénesis,
activación simpática), que en la ingesta
energética. Recientemente se han descu-
bierto situaciones de obesidad en personas
con alteraciones genéticas de los receptores
beta 3, y alteraciones en la afinidad por la
leptina, que refuerzan la implicación gené-
tica en ciertos tipos de obesidad.
• Factores neuroendocrinos. Como es sabi-
do, las señales del apetito y saciedad se
elaboran en el hipotálamo. Existen una
serie de neurotransmisores que estimulan
el apetito, como son, la norepinefrina, pép-
tidos pancreáticos y galanina, entre otros,
si bien los dos primeros, sobre una base
equimolar, son los que tienen mayor poten-
cia. Entre las sustancias que inhiben el
apetito, se encuentran la dopamina, seroto-
nina, colecistokinina, calcitonina y gluca-
gón. Algunos neurotransmisores parecen
influir en la selección de alimentos. Así,
mientras que las catecolaminas parecen
favorecer la reducción de consumo protei-
co, la activación de serotonina reduce la
ingesta de carbohidratos.
• Factores relacionados con el gasto ener-
gético. El metabolismo basal representa el
65-75% del gasto energético total en indi-
viduos sedentarios. Por tanto, no es correc-
to atribuir la etiología de la obesidad
exclusivamente a un excesivo ahorro ener-
gético como consecuencia de un reducido
metabolismo basal. Las hormonas tiroide-
as representan uno de los factores hormo-
nales más importantes en la modulación
del metabolismo basal, favoreciendo el
gasto energético basal. La tercera parte de
los obesos posee una termogénesis reduci-
da. Las hormonas tiroideas estimulan la
termogénesis así como la lipólisis. La insu-
lina estimula el metabolismo de la glucosa,
la síntesis de ácidos grasos y la termogéne-
sis. El glucagón ejerce un papel controver-
tido sobre el efecto calorigénico, requirién-
dose concentraciones mayores que las
existentes en sangre. Los glucocorticoides
pueden ejercer un efecto supresor sobre la
termogénesis, sin que ello se haya podido
confirmar. La hormona del crecimiento
parece estar implicada en la lipolisis.
• Otros factores. La ganancia de peso tam-
bién depende de la susceptibilidad perso-
nal y de la distribución de sustratos ener-
géticos, ya que el metabolismo de las
proteínas, hidratos de carbono y lípidos
están sujetos a diferentes mecanismos
reguladores independientes. Los cambios
en los hábitos alimentarios y un mayor
consumo de grasas pueden estar implica-
dos en la etiología de la obesidad. El ejer-
cicio físico agudo y el clima pueden afec-
tar a la termogénesis. El estilo de vida
también se ha relacionado con un menor
gasto energético y una mayor acumulación
de grasa corporal (Salvador y Martínez,
1997). En la población geriátrica, la obesi-
dad suele deberse a una alimentación
hipercalórica en los primeros años de vida
adulta, época en la que se reduce el consu-
mo energético y la actividad física.
La clasificación de la obesidad se efectúa en
base a criterios establecidos en tablas (+ 10%
sobrepeso, y + 20% obesidad), con el índice de
Capítulo 3 185
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 3.2. Criterios para clasificar la obesidad

• De origen genético causada por anormalidades cromosómicas

Se agrupan unos síndromes poco frecuentes como: Prader-Willi, Bardet-Biedl y Carpenter.

• De tipo neuroendocrino
Son casos de obesidad subsidiarios a algún defecto en los sistemas de producción/acción de hormonas. Se incluyen en
este grupo: síndrome de Cushing, hipotiroidismo, hipogonadismo o defectos en la producción de prolactina o de hormona
del crecimiento.

• Por la disposición topográfica del acúmulo de grasa

– Obesidad visceral: el acúmulo de grasa se da mayoritariamente a nivel de las vísceras, por debajo de la pared
abdominal. La relación diámetros cintura/cadera sobrepasa el valor de 1. Mayoritariamente se presenta en hombres,
por lo que también se conoce como obesidad androide.
– Obesidad subcutánea: corresponde a la típica deposición de grasa en las caderas y muslos. La relación de diámetros
cintura/cadera está por debajo de 1. Normalmente se presenta en mujeres, por lo que también se conoce como obesidad
ginoide.

• Porcentaje de grasa
Esta clasificación se basa en la determinación del porcentaje de grasa que tiene un determinado individuo. Se considera
que un individuo joven está en los límites de la normalidad si dicho contenido no sobrepasa el 20% de su peso corporal, en
el caso de varones, y del 30% en el caso de las mujeres.

• Indice de Masa Corporal (IMC)

En esta clasificación se establece un índice que relaciona el peso del individuo (expresado en kg) con la altura de dicho
individuo (expresada en metros) y elevada al cuadrado. La clasificación adoptada en la mayor parte de países es:

IMC < 18,5 Peso insuficiente

18,5 < IMC < 24,9 Normopeso
25 < IMC < 29,9 Sobrepeso
30 < IMC < 34,9 Obesidad de tipo I
35 < IMC < 39,9 Obesidad de tipo II
40 < IMC Obesidad de tipo III

Quetelet (P/h2) y a través de medidas de la com-
posición corporal (pliegues, bioimpedancia, etc)
(Fábrega, 1994; Salvador y Martínez, 1997;
Rubio et al., 1999). Existen diversos sistemas
de clasificación de la obesidad, tal como se
muestra en el Tabla 3.2 (Alemany et al., 2000).
De todos ellos el sistema de clasificación
más habitual, es el que utiliza el valor del Indice
de Masa Corporal (IMC) o índice de Quetelet,
que fue quien lo descubrió:
IMC = Peso en kilos / altura en metros al cuadrado
En función al IMC, sólo deben considerarse
obesas aquellas personas que superan el valor de
30, si bien a partir de 25 se suele considerar que
los individuos tienen sobrepeso (Fábrega, 1994).
Para Madrid, 1998, un IMC comprendido entre
25 y 26,9 se puede considerar normal a condi-
ción de que no se presente acompañado de otros
factores de riesgo como hipertensión, diabetes o
tabaquismo. Por el contrario se considera sobre-
peso si aparece asociado a alguno de estos facto-
res de riesgo. A medida que el IMC pasa de 27
aumenta también el riesgo de mortalidad. Hay
que destacar que el sobrepeso hasta valores de
IMC= 27, puede considerarse normal y cuando

186 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
no se asocie a alguna patología. A partir de un
valor de 40, se considera que los obesos son obe-
sos mórbidos (Alemany et al., 2000) o de alto
riesgo (Fábrega, 1994).
Otros autores, como Rubio et al., 1999, así
como Valenzuela, 1999, establecen una clasifi-
cación de la obesidad en función de los valores
de IMC. (Tabla 3.3).
Los datos epidemiológicos indican que en
España la población adulta que presenta un
IMC superior a 30 representa un 13,5% de la
población, cifra que se amplía considerable-
mente, hasta prácticamente el 50%, si conside-
ramos todos aquellos individuos con un IMC
superior a 25 (Consenso español para la eva-
luación de la obesidad y para la realización de
estudios epidemiológicos, 1996; Aranceta et
al., 1998; Ferre, 1999). Según un estudio publi-
cado por Russolillo et al., 1999, en España, la
prevalencia global de la obesidad es del 12,9%,
siendo más elevada en las mujeres (14,2%) que
en los varones (11,2%). En el resto de Europa,
la prevalencia es del orden de 10-20% en varo-
nes, y del 15-25% en mujeres (Rubio et al.,
1999).
Según Fábrega, 1994, se estima que cerca del
25% de los españoles padece algún grado de
sobrepeso, atribuyendo incluso un 5% en niños,
un 15% en adolescentes y un 30% en adultos.
Rubio et al., 1999, establecen, además, otros
criterios de clasificación de la obesidad:
• Según su etiología:
Tabla 3.3. Clasificación de la obesidad en función del IMC
IMC 20-25 25-30
Clase 0 1
Grado 0 I
Denominación Normal Sobrepeso
Riesgo de enfermar Muy Bajo Bajo
– Obesidad primaria o exógena, sin una
causa precisa, debida a la interrelación
entre lo genético y lo ambiental.
– Obesidad secundaria, con causa conoci-
da: hipotalámica, endocrina, medica-
mentosa, etc.
• Según el grado: leve, moderada y severa.
• Según el inicio:
– Obesidad infantojuvenil, inicio antes de
los 18 años.
– Obesidad adulta, inicio después de los
18 años.
• Según la histología:
– Obesidad hiperplásica, más propia de la
obesidad de inicio infantojuvenil.
– Obesidad hipertrófica, preferentemente
en la obesidad del adulto.
– Obesidad mixta, de mayor presentación
en la obesidad infantojuvenil.
Madrid, 1998, utiliza como criterios de clasi-
ficación, por un lado, la localización de la grasa
y, por otro, el número y tamaño de los adipoci-
tos. Según este autor, se ha podido comprobar
que quienes tienen una obesidad de tipo androi-
de (manzana), tienen la grasa localizada sobre
todo en la zona de la cintura, hígado y otras vís-
ceras, lo que se asocia frecuentemente con
enfermedades como la diabetes mellitus, la
hipertensión arterial, aumento de triglicéridos y
disminución de las HDL. Por tanto, es muy
importante tratar este tipo de obesidad para pre-
30-35 35-40 < 40
2 3 4
II II III
Obesidad Obesidad Mórbida
Moderado Alto Muy alto
Capítulo 3 187
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
venir la aparición de otras enfermedades. La
obesidad de tipo ginoide (pera), no se suele aso-
ciar con estas enfermedades.
Según el número y tamaño de los adipocitos,
la obesidad se clasifica en, hipertrófica, si los
adipocitos son más grandes de lo normal, e
hiperplásica, cuando hay un mayor número de
adipocitos. Es muy importante evitar la obesidad
infantil, ya que si se gana peso en determinados
periodos críticos, 2 años, entre los 6 y 8 años y
antes de la pubertad, el número de adipocitos
puede llegar a aumentar el doble, de tal forma
que, si posteriormente, se pierde peso, disminuye
el tamaño de los adipocitos pero no el número
(Madrid, 1998).
Hoy en día está claramente establecida la
asociación de la obesidad con una reducción de
la expectativa de vida. Así, las personas obesas
presentan un mayor riesgo de padecer una serie
de enfermedades, lo que comporta una mayor
morbilidad y mortalidad (Fábrega, 1994;
Madrid, 1998). La idea de peso saludable está
basada y relacionada, como ya se ha citado ante-
riormente, con las tasas de mortalidad. Un incre-
mento del 20% del peso corporal aumenta, de
manera importante, el riesgo de aparición
de numerosas patologías. Así, existen múltiples
complicaciones de la obesidad, de las cuales las
de mayor relevancia son (Lucas y Suárez, 1993;
Cervera et al., 1998; Rubio et al, 1999):
• Resistencia a la insulina.
• Diabetes mellitus o de tipo 2.
• Hipertensión.
• Enfermedad cardiovascular.
• Alteraciones lipídicas.
• Trastornos respiratorios. Apnea del sueño.
• Enfermedad venosa circulatoria.
• Neoplasias.
• Enfermedad gastrointestinal.
• Artropatías.
• Alteraciones de la piel.
• Manifestaciones psicológicas.
La prevención y el tratamiento de la obesi-
dad cuentan con un inconveniente, hasta ahora
188 Capítulo 3
insalvable, que es el desconocimiento exacto de
los factores causales de la obesidad en cada indi-
viduo, lo que dificulta la lucha contra los mis-
mos (Alemany et al., 2000).
La prevención de la obesidad se centra, fun-
damentalmente, en tres puntos: educación sani-
taria de la población, alimentación equilibrada
y actividad física periódica. La educación
nutricional se configura hoy en día como una
herramienta imprescindible para adecuar los
hábitos alimentarios de la población. Se ha
definido como «todo tipo de actuaciones ten-
dentes a modificar conocimientos, actitudes y
comportamientos de individuos, grupos de
individuos o poblaciones, con el fin de contri-
buir a la prevención y al control de la malnutri-
ción en cualquiera de sus formas, así como
cualquier error alimentario, incluyendo, claro
está, el aspecto económico» (Rubio et al.,
1999).
Una dieta equilibrada es aquella capaz de
mantener al individuo física y mentalmente
saludable, de manera que prevenga o retrase la
aparición de enfermedades. Una alimentación
correcta, no sólo debe tener en cuenta los
requerimientos calóricos adecuados, sino que,
además, ha de asegurar una distribución ade-
cuada de los alimentos, para lo cual hoy se
tiende a seguir el modelo de pirámide nutri-
cional, abandonándose, cada vez más, la tradi-
cional distribución de los grupos de alimen-
tos.
De manera general, la alimentación diaria
ideal debe, en lo posible, tener las siguientes
características (Mataix, 1996; Madrid, 1998;
Rubio et al., 1999; García, 2001):
• Aporte de grasas, no superior al 30% de
las calorías totales diarias distribuidas de la
siguiente manera: grasa saturada (7-8%),
monoinsaturadas (15-20%) y poliinsatura-
das (7-8%).
• Consumir hidratos de carbono, preferente-
mente en forma de polisacáridos complejos,
con disminución de los monosacáridos.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
• Limitar el consumo de carnes rojas, con
aumento de las blancas (pollo, pescado y
pavo).
• Reducir el colesterol a 300 mg diarios.
• Evitar frituras y salsas, en general.
• Restringir el consumo de sal a no más de 6
gramos diarios.
• Aporte adecuado de fibras (no menos de
20-30 gramos diarios).
• Restringir la ingesta de alcohol a no más de
una copa diaria (150 ml de vino, 300 ml de
cerveza o 45 ml de whisky).
• Beber al menos 2 litros de agua.
Además de los aspectos nutricionales, el
desarrollo de actividad física constituye un pilar
fundamental en la prevención de la obesidad,
tanto por el gasto calórico agudo que supone,
como por sus efectos beneficiosos sobre la masa
muscular (aumento), y grasa (disminución),
además de los cambios psicológicos positivos
que se producen durante una actividad física
regular.
El tratamiento de la obesidad ha de reportar
unos beneficios al paciente que sean suficiente-
mente evidentes para que le permitan mejorar
su estado físico, su calidad de vida y su supervi-
vencia a medio y largo plazo. En general, se
considera que una pérdida de un 10% del peso
corporal supone claros beneficios para la salud
del obeso, habiéndose observado una mejora
sostensible de la situación de prediabetes de ti-
po 2 (disminución de la glucemia basal), una
mejora de los parámetros marcadores de riesgo
cardiovascular (disminución del colesterol total
y aumento de colesterol asociado a HDL), ade-
más de mejorar el estado de ánimo del paciente.
Si asumimos que la obesidad es el resultado
último de una falta de equilibrio entre la energía
ingerida y la energía gastada por el organismo,
el problema puede ser abordado desde dos pun-
tos de vista, o bien restringiendo la dieta ingeri-
da, o bien aumentando el gasto energético del
organismo mediante el desarrollo de ejercicio
físico (Alemany et al., 2000).
De todo lo anteriormente expuesto, se dedu-
ce que la obesidad constituye un trastorno com-
plejo, cuyo tratamiento no sólo se traduce en
una reducción de la ingesta calórica del indivi-
duo hasta conseguir la normalización ponderal.
En primer lugar, es conveniente concretar qué
pacientes deben recibir tratamiento y qué moda-
lidades se pueden emplear en cada caso.
Para ello se ha propuesto una clasificación
basada en el grado de sobrepeso, diferenciando,
según el exceso de peso, la obesidad leve (20-
40%), la moderada (41-100%) y la severa (mayor
del 100%). La obesidad leve (91% de todas las
mujeres obesas) puede tratarse con moderada res-
tricción calórica, con tratamiento educacional ali-
mentario y aumento de la actividad física. La obe-
sidad moderada (9% de las mujeres obesas)
requiere un tratamiento con muy bajo contenido
calórico o con ayuno modificado bajo supervisión
médica, siendo necesaria la terapéutica conductal
para mantener el peso perdido. La obesidad seve-
ra (0,5% de las mujeres obesas) puede precisar
tratamientos más drásticos, como es el quirúrgico.
Esta clasificación es superponible a la de Garrow
(grados I, II y III ), ya comentada, que agrupa a
los pacientes según el índice de masa corporal
(Cervera et al., 1998; Rubio et al., 1999).
Si bien existen diversos tipos de dietas, la
hipocalórica ha de constituir la base fundamen-
tal del tratamiento del obeso (Madrid, 1998).
Las dietas hipocalóricas (con aproximadamente
una reduccion del 40% respecto al aporte calóri-
co normal) más habituales destinadas a una obe-
sidad leve o moderada, contienen de 800 a 1.200
kcal/día, con una distribución de principios
inmediatos similar a las dietas normales (50%
de carbohidratos, 30-35% de grasas y 15-20%
de la energía total de proteínas, y que, a la vez
contengan una cantidad del orden de 0,75 g de
proteína/kg de peso/día); es decir, deben ser
equilibradas (Fábrega, 1994; Cervera et al.,
1998; Rubio et al., 1999; Alemany et al., 2000).
La pérdida de peso obtenida con este tipo de
dieta es modesta (de 0,5 a 1 kg por semana), lo
que ha generado el desarrollo de dietas de bajo
Capítulo 3 189
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
contenido calórico, caracterizadas por aportar
entre 300-600 kcal/día, pudiéndo inducir pérdi-
das de 18-22 kg en 12-15 semanas. Estas van diri-
gidas especialmente a pacientes con obesidad
severa o grado III y algunos de grado II. Estas
dietas no deben utilizarse de forma indiscrimina-
da, deben estar dirigidas a grandes obesos u obe-
sos mórbidos, y han de ser supervisadas médica-
mente, no permitiéndose su uso prolongado.
Como medida coadyuvante de las anterior-
mente citadas, existe el tratamiento farmacoló-
gico, diferenciándose los siguientes grupos de
medicamentos que aparecen reflejados en la
Tabla 3.4 (Madrid, 1998; Rubio et al., 1999;
Alemany et al., 2000).
En el momento actual, las técnicas de Biología
Molecular y Genética están permitiendo determi-
nar, con una elevada precisión, cuál es el papel de
los distintos genes en el desarrollo y manteni-
miento de la obesidad, con lo cual se intuyen
posibles tratamientos, tanto a nivel farmacológico
como a nivel de terapia génica, si bien aún se está
lejos de obtener respuestas válidas y de aplica-
ción práctica (Alemany et al., 2000).
Numerosos grupos de investigadores y labo-
ratorios farmaceúticos están ensayando produc-
tos, de la más variada naturaleza, para el trata-
Tabla 3.4. Tratamiento farmacológico de la obesidad
FÁRMACOS
• De acción adrenérgica: dietilpropiona, mazindol, fenterpina.
• De acción serotoninérgica: enfluoramina, fluoxetina, paroxetina.
• Hormonas tiroideas.
• Hormona del crecimiento.
• Efedrina. Cafeína.
• Inhibidores de disacaridasas (acarbosa, miglitol).
• Inhibidores de lipasas (tetrahidro-lipostatina u orlistat).
• Fibras (glucomanano, galactomanano, goma guar, pectina).
• Inhibidores del vaciamiento gástrico (ácido treoclorocítrico).
• Gonadotropina coriónica.
• Aplicación local de beta agonistas o teofilinas.
190 Capítulo 3
miento de la obesidad. Algunos de estos produc-
tos son análogos de la leptina, proteína sintetiza-
da en el tejido adiposo, que fue descrita en 1995
por el grupo de trabajo de Jeffrey Friedman,
como expresión del gen ob, demostrándose que
su presencia influía sobre la ingesta y el gasto de
energía, ejerciendo un efecto claramente positi-
vo sobre el adelgazamiento de ratones obesos
(Campfield et al., 1995). Sin embargo, la reali-
dad es que en humanos obesos sus niveles son
normalmente elevados, y su administración no
produce una pérdida de peso rápida y generali-
zada, consecuencia lógica del problema multi-
factorial de la obesidad (Heymsfield et al.,
1999).
Otros productos que actualmente se están
ensayando para el tratamiento de la obesidad, son
los que actúan a nivel de los receptores `-adrenér-
gicos, así como los fragmentos activos de péptidos
intestinales, como un fragmento de ocho aminoá-
cidos de la colecistoquinina o del enteroglucagón,
o análogos de la deshidroepiandrosterona, o inclu-
so la oleil-estrona (Alemany et al., 2000).
Con respecto al oleato de estrona, parece ser,
según se ha podido experimentar en ratas, que el
efecto producido depende de la cantidad admi-
nistrada. Así, el efecto adelgazante se consigue
EFECTO PRODUCIDO
Inhibidores del apetito anorexígenos
Estimulantes de la termogénesis
Inhibidores de la digestión o absorción intestinal
Miscelánea
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
con dosis relativamente altas (que provocan un
aumento de sus niveles en plasma), mientras que
el efecto de aumento de peso se consigue con
dosis mucho más bajas (que no modifican los
niveles plasmáticos), de modo que la pequeña
cantidad de oleato de estrona ingerida en este últi-
mo caso puede ser hidrolizado por esterasas,
dando lugar a un aumento de estrona y rompien-
do el equilibrio estrona-oleato de estrona, lo que
provoca el citado aumento de peso (Rafecas,
2000). Por otra parte, se sabe que la estrona, en
forma esterificada con ácido oleico, se encuentra
en cantidad considerable en los alimentos ricos en
grasas y en los lácteos, pudiendo constituir estos
alimentos un factor a tener en cuenta ante la pre-
valencia de la obesidad (Remesar et al., 1999).
En relación a Orlistat, que es un inhibidor de
la lipasa pancreática, se ha comprobado en un
estudio, de un año de duración, en pacientes
obesos con diabetes tipo 2 sometidos a trata-
miento con un hipoglucemiante (sulfonilureas),
que su efecto es beneficioso en estas situacio-
nes, al conseguir pérdida de peso, control de la
glucemia, disminución de los valores del coles-
terol y triglicéridos, y buena tolerancia farmaco-
lógica a largo plazo (Hollander et al., 1998).
Una de las últimas novedades farmacológi-
cas existentes en el momento actual para el tra-
tamiento de la obesidad es la constituida por la
sibutramina, la cual tiene un mecanismo de
acción diferente al de los fármacos de acción
Tabla 3.5. Mecanismo de acción de los fármacos
de acción central en el tratamiento
de la obesidad
MECANISMO
MONOAMINAS FÁRMACOS
DE ACCIÓN
Noradrenalina Fertermina
Liberación de y dopamina Dietilpropión
monoaminas Serotonina Fenfluramina
Dexfenfluramina
Inhibición de la Noradrenalina
recaptación de y Sibutramina
monoaminas serotonina
central que se han venido utilizando hasta
ahora, tal y como se refleja en la Tabla 3.5
(González et al., 2000):
Se ha observado que los pacientes obesos
tratados con sibutramina y sometidos a una
dieta, experimentan una pérdida de peso hasta
cuatro veces mayor que los tratados solamente
con dieta, manteniéndose esa pérdida de peso
durante más tiempo (Madrid, 1998).
La sibutramina ejerce efectos sobre (González
et al., 2000):
a) La ingesta, disminuyendo la misma y
aumentando la saciedad postprandial.
b) El gasto energético, produciendo aumen-
to de la termogénesis y activación del sis-
tema simpático central.
Además de la pérdida de peso, la sibutrami-
na ejerce otros efectos beneficiosos, como son la
disminución de los niveles de colesterol HDL y,
en pacientes diabéticos, la mejoría del control
glucémico (Madrid, 1998).
Con independencia del desarrollo de activi-
dad física, así como del seguimiento de trata-
miento farmacológico, la persona obesa puede
incrementar la eficacia de la dieta hipocalórica
mediante el empleo de complementos dietéticos,
de los que existen una amplia y variada gama en
el mercado, entre los que cabe destacar (Rubio
et al., 1999):
• Fucus: con un alto contenido en fibra,
reduce la sensación de hambre y regula el
tránsito intestinal. Además, por su conteni-
do en yodo, activa el gasto energético.
• Vitaminas y minerales: complementan el
aporte vitamínico-mineral deficitario de las
dietas hipocalóricas. Así, las dietas cuyo
aporte calórico es inferior a 1.500 kcal,
deben complementarse con estos nutrientes
(Cervera et al., 1998).
• Glucomanano: reduce la sensación de
hambre y facilita el tránsito intestinal.
Capítulo 3 191
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
• Edulcorantes, tales como la sacarina, que
tiene dulzor cien veces superior al azúcar
pero sin calorías.
Por otro lado, si bien es obvio, que el obeso
puede seguir una dieta variada y suficiente sin
recurrir a alimentos de régimen, existen en el
mercado numerosos productos dietéticos desti-
nados al consumo del obeso. Algunos de ellos se
utilizan como tratamiento (preparados a base de
proteínas) y sustituyen a una comida. Otros, son
alimentos parecidos a los normales pero con un
menor contenido energético, más comúnmente
denominados alimentos «light» o «aligerados»,
alimentos que durante estas últimas décadas se
viene observando un aumento en su comerciali-
zación a nivel de los países industrializados
(Cervera et al., 1998).
Este hecho se atribuye a muy diversos facto-
res, entre los que cabe destacar, el cambio en los
hábitos, tanto alimentarios como de modo de
vida (mecanización del trabajo y del transporte,
calefacción en el hogar y puesto de trabajo, etc.),
lo que ha supuesto una reducción en los requeri-
mientos energéticos de las personas que, a su
vez, ha coincidido con un momento de excesiva
disponibilidad alimentaria, todo ello acompaña-
do de la influencia impuesta por los cánones
publicitarios de la moda y de la estética (Fer-
nández-Gil et al., 1992).
Lo que se ha dado en llamar bajo el término
«light», son aquellos alimentos manufacturados,
similares a los tradicionales, en los cuales el
contenido energético es más bajo debido a la
reducción en la proporción de algunos de sus
ingredientes o componentes característicos,
afectando, esta reducción fundamentalmente, a
su poder calórico o a la acción estimulante o
posiblemente irritante, que se atribuye al ingre-
diente o componente en cuestión. Todo ello, con
el objetivo de hacer el alimento más apto para el
mantenimiento o reconstitución de la forma físi-
ca (Barros, 1989; Barros, 1995).
Si bien puede decirse que los precursores de
los productos «light» fueron los cafés desca-
192 Capítulo 3
feinados, la cerveza sin alcohol, las bebidas de
cola sin cafeína, las leches y productos lácteos
semi y descremados, las margarinas y los que-
sos magros, hoy día podemos encontrar en el
mercado una amplia gama de productos
«light»: turrones, tomate frito, bebidas refres-
cantes, margarinas, bebidas alcohólicas, salsas
(mayonesa, etc.), conservas de pescado, aperi-
tivos, azúcar, pan, helados, lehe y productos
lácteos.
Existen diferentes tipos de productos light, si
bien el alimento ideal sería aquel que, simultá-
neamente, tuviera un bajo contenido en azúcar,
grasa, colesterol, sin alcohol y rico en fibra. Así,
pueden diferenciarse las siguientes posibilida-
des (Fernández-Gil et al., 1992):
a) Alimentos aligerados en energía: Debe-
rían contener una proporción de energía
de un 25% a un 50% inferior a la de su
producto de origen al que podríamos lla-
mar «producto de referencia». Dentro de
ellos pueden incluirse platos precocina-
dos, congelados, pasteurizados o esterili-
zados de bajo contenido en calorías,
elaborados con ingredientes poco energé-
ticos, consistentes en raciones reducidas,
siendo procesados y cocinados utilizando
tecnologías especiales. Desde el punto de
vista nutricional, suelen tener reducida la
proporción de vitaminas y minerales, por
lo que no son adecuados para niños, per-
sonas mayores y embarazadas, si bien han
demostrado su eficacia en lo que a la
reducción de peso se refiere, dentro de
una estrategia nutricional estable y equili-
brada.
b) Alimentos aligerados en grasa. Pueden
distinguirse cuatro grupos:
– Quesos y otros derivados de la leche:
semidescremados (25% de materia
grasa en peso seco), descremados
hasta un cuarto de su materia grasa
(10-15%) y descremados (menos del
10%). Poseen un contenido reducido
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
en vitaminas liposolubles, lo que cons-
tituye una desventaja.
– Materias grasas para untar: entre las
que se encuentran las mantequillas
semidescremadas y las minarinas. Las
primeras poseen una reducción del
50% de ácidos grasos saturados y
colesterol, así como una pérdida de
vitaminas liposolubles en la misma
proporción. El aporte vitamínico de las
minarinas es similar al de las margari-
nas.
– Salsas aligeradas (vinagretas y mayo-
nesas), caracterizadas por una reduc-
ción de hasta el 70% de su contenido
lipídico.
– Charcutería aligerada: son los produc-
tos tradicionales que han sido privados
de hasta un 30 a un 50% de su materia
grasa por un método de deslipidación
en agua caliente. En algunos casos se
recurre al empleo de materias primas
menos grasas, como el pollo o el pavo,
o se añaden frutas. También existen
productos elaborados a base de pesca-
do, frutas, verduras, algas, fibras vege-
tales, proteínas de soja y proteínas pro-
cedentes de la leche. Otros productos
de interés son los «Cal-O-Fat» y los
poliesteres de sacarosa, ingredientes
con fines tecnológicos similares a las
grasas pero con un coeficiente de
absorción reducido y, por tanto, de
menor valor calórico.
c) Alimentos cuyo contenido en azúcar ha
sido reducido:
– Bebidas: sin alcohol, zumos y nécta-
res.
– Productos para el desayuno, que per-
miten reducir el consumo de azúcares
de rápida absorción y susceptibles de
producir caries, a la vez que favorecen
un aumento de la ingestión de azúcares
lentos de poder glucemiante reducido.
– Productos derivados de la leche edul-
corados, que permiten asegurar el
aporte en calcio en determinados pe-
riodos de la vida, como son el creci-
miento, el embarazo y la vejez.
– Edulcorantes, tales como la sacarina,
el aspartamo y el acesulfam, que pro-
porcionan un sabor cercano a la saca-
rosa, disminuyendo o anulando su
valor energético y su poder cariogeni-
zante.
– Productos cuyo contenido en alcohol
ha sido reducido, entre los que encon-
tramos vinos y cervezas con un grado
alcohólico inferior al habitual e inclu-
so nulo.
– Alimentos light por la adición de agen-
tes de masa pobres en calorías, en ellos
la adición de fibra alimentaria juega un
papel fundamental.
De todos ellos, es sobre todo en el campo de
los agentes de carga no calóricos donde existe la
mayor necesidad de nuevos ingredientes. Salvo
la sustitución por agua o aire, dichos agentes son
los únicos capaces de disminuir el contenido
energético de los alimentos ricos en materias
grasas o sacarosa. Los productos más usados
hasta ahora son los polioles, no totalmente exen-
tos de calorías, y cuya utilización se ve limitada
porque a los ojos del consumidor dan una ima-
gen más próxima a la de un aditivo que a un
ingrediente natural. En este sentido, la fibra ali-
mentaria juega un papel fundamental, configu-
rándose como sustituyente de elección de com-
puestos altamente energéticos en situaciones en
las que se precise una reducción calórica.
Una de las fuentes principales de fibra es el
salvado de trigo, que es un ingrediente tradicio-
nal bien aceptado por el consumidor en forma de
pan integral y de cereales para el desayuno, el
cual aporta una proporción de fibra alimentaria
de 85 g/kg, mientras que en el pan blanco la pro-
porción es de 25 g/kg. Sin embargo, la aparien-
cia, textura y el gusto limitan la apetencia por
Capítulo 3 193
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
estos productos. La alfa-celulosa purificada,
preparada a partir de pulpa de madera, contiene
prácticamente un 100% de fibra. Este material
puede ser utilizado en la fabricación de pan con
un alto contenido en fibra, tres o cuatro veces
superior al pan común.
Hay otros muchos ingredientes que han sido
incorporados en formulaciones experimentales en
el pan, tales son la vaina de guisante, el salvado
de maíz, de lino y de avena y las cáscaras de la
semillla de girasol. Estas últimas han dado resul-
tados de textura desfavorables, mientras que los
derivados del guisante y de maíz permiten la
fabricación de panes de calidad, con un contenido
total en fibras de 150 a 210 g/kg de peso seco.
Por otra parte, la fibra obtenida a partir de la
remolacha y de la cáscara de arroz son ejemplos
de materiales que podrían ser convertidos en
fuente de fibra gracias a la tecnología alimenta-
ria. De igual forma la incorporación de fibras de
maíz o avena a los cereales para el desayuno
eleva el contenido de fibra alimentaria en los
mismos, de 2-3 g por ración, a 9 g por ración
(Fernández-Gil et al., 1992).
En este sentido también juegan un papel muy
importante los sustitutos de los macronutrien-
tes, que se configuran como un grupo de nuevos
ingredientes que ofrecen un inmenso potencial
para la producción de alimentos bajos en calo-
rías, hoy día necesarios en la sociedad actual con
una población, en la que más del 30% de las per-
sonas son obesas (Finley y Leveille, 1997).
Para reducir el contenido energético de un
alimento, los sustitutos ideales de los macronu-
trientes son el agua y el aire, como ya se ha
dicho. Sin embargo, éstos no son capaces de
proporcionar determinados atributos importan-
tes en los alimentos, como son el sabor, aroma,
untuosidad, etc., haciéndose necesaria la utiliza-
ción de otros productos. Los sustitutos de los
macronutrientes son ingredientes que se añaden
a los alimentos, en lugar de los macronutrientes
normales, para conseguir efectos específicos,
como puede ser reducir su contenido calórico,
reducción del riesgo de aparición de caries den-
194 Capítulo 3
tal, etc. Los sustitutos de macronutrientes más
frecuentes son los que reemplazan a los car-
bohidratos o a las grasas. Los primeros pueden
sustituir a almidones o azúcares, haciéndose
necesario, en ambos casos, la utilización de
ingredientes que aporten volumen.
Debido a la alta densidad calórica de la
grasa, sus sustitutos ofrecen posibles beneficios
en cuanto a la reducción de energía. Existen tres
tipos de sustitutos para la grasa: 1) miméticos,
que suelen ser proteínas o carbohidratos capaces
de proporcionar algunas características mastica-
torias de la grasa cuando se hidratan; 2) sustitu-
tos de la grasa que reemplazan esencialmente
a la grasa gramo a gramo, aunque con una can-
tidad de calorías significativamente inferior; y
3) grasas de bajas calorías, triglicéridos verda-
deros que aportan menos de 38 kJ/g (9 kcal/g)
(Finley y Leveille, 1997).
La sustitución de azúcares, carbohidratos
complejos o grasas requiere tomar en considera-
ción los beneficios para el producto y para el
consumidor. Muchos de los sustitutos permiten
a los fabricantes manufacturar alimentos con
menos calorías, pero de características organo-
lépticas similares a los productos originales.
Como para cualquier ingrediente nuevo, se hace
necesaria la consideración entre la relación ries-
go y beneficio de la sustitución. Así, en el desa-
rrollo de nuevos alimentos o componentes ali-
mentarios, es esencial la realización de pruebas
adecuadas que demuestren la efectividad y
garanticen que no aumentan el riesgo para el
consumidor.
Respecto a los sustitutos de carbohidratos,
su utilización pretende reducir las calorías del
producto alimenticio sin pérdida de la calidad
gustativa del mismo (sabor dulce). Ello puede
conseguirse sustituyendo el carbohidrato edul-
corante habitual, la sacarosa, por un carbohidra-
to de sabor similar pero de menor densidad caló-
rica, o sustituyendo el carbohidrato por un
edulcorante intenso más un ingrediente que
aporte volumen. Esto último se hace necesario
en alimentos sólidos, en los que el azúcar supo-
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

ne parte considerable del volumen final, mien-
tras que en productos líquidos, como la fase que
aporta el volumen es el agua, resulta relativa-
mente simple la sustitución.
Los ingredientes de volumen pueden ser car-
bohidratos bajos en calorías procedentes de la
celulosa o de los alcoholes de azúcares (polio-
les). Los polioles o alcoholes de azúcares de car-
bohidratos simples son los análogos hidrogena-
dos de los azúcares simples, y con fines
industriales se preparan mediante hidrogenación
catalítica de los azúcares precursores.
En general, la biodisponibilidad de los alco-
holes de azúcares experimenta una espectacular
reducción en la parte superior del aparato gas-
trointestinal, en comparación con la biodisponi-
bilidad de los azúcares de procedencia.
La absorción de los alcoholes monoméricos
oscila entre el 0 y 50%, siendo el destino del
material absorbido muy distinto, ya que la pro-
porción metabolizada es variable. Los alcoholes
diméricos tienen índices de digestibilidad y de
absorción que dependen de las de sus componen-
tes monoméricos.
Todos los alcoholes de azúcares fermentan
en el colon, siendo convertidos, por acción de
las bacterias colónicas, en ácidos grasos de
cadena corta (acético, propiónico y butírico)
cuando el alcohol llega al intestino grueso. Estos
ácidos grasos, o bien son absorbidos y utilizados
por la mucosa intestinal, o bien alcanzan el híga-
do a través del sistema porta para su uso en el
metabolismo energético normal.
En la Tabla 3.6 figuran ejemplos de polioles
comercializados, los cuales se utilizan, princi-
palmente, en gomas de mascar, caramelos duros
y revestimiento de caramelos (Finley y Leveille,
1997).
Además de los polioles, entre los ingredien-
tes de volumen de bajo peso molecular se
encuentran sustitutos de los carbohidratos, los
fructo-oligosácaridos y la polidextrosa. Los
fructo-oligosácaridos están, de forma natural
en la cebolla, espárragos, trigo, centeno y triti-
cale (híbrido de trigo y centeno), pudiéndose
preparar enzimáticamente a partir de la sacaro-
sa o de la inulina mediante la fructosil furoni-
dasa. La polidextrosa es el producto de la poli-

Tabla 3.6. Estructura, valor energético, poder edulcorante y metabolismo de los alcoholes de azúcar

VALOR DULZURA EN
COMPUESTO TIPO ENERGÉTICO RELACIÓN CON ABSORCIÓN METABOLISMO
(kJ/g) LA SACAROSA

MANITOL Monomérico 6,69-7,6 0,50 Aproximadamente 25% Despreciable

SORBITOL Monomérico 7,53-13,81 0,70 Aproximadamente 50% Hasta 85% del absorbido

XILITOL Monomérico 510,05 0,90 25% 100% del absorbido

ERITRITOL Monomérico 0-1,67 0,65 Ninguna Despreciable

ISOMALTOSA Dimérico 8,37 0,60 Hasta 20% *

LACTITOL Dimérico 8,37 o menos 0,40 Despreciable Despreciable

MALTITOL Dimérico 11,72-14,65 0,75 Hasta 40% *

HIDROLIZADOS
HIDROGENADOS Oligoméricos 11,72-13,39 0,75 Incompleta *
DE ALMIDÓN
(*)
Se metabolizan, aunque no se conoce exactamente en qué medida.

Capítulo 3 195
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
merización térmica de glucosa, sorbitol y ácido
cítrico.
El valor calórico, es decir, la disponibilidad
de los alcoholes de azúcar se calcula por una
amplia variedad de métodos (Voedingsraad,
1987; Bar, 1990). Con fines de regulación, la
Administración de Alimentos y Medicamentos
de los Estados Unidos (FDA) permite los
siguientes valores energéticos: 2,6 kcal/g para el
sorbitol, 3 kcal/g para los hidrolizados de almi-
dón, 2,4 kcal/g para el xilitol y 2 kcal/g para el
isomalt. La Directiva 90/496/CEE, de 24 de sep-
tiembre de 1990, sobre Etiquetado Nutricional,
asigna un valor de 2,4 kcal/g (10 kJ/g) a todos
los polioles.
En general, los alcoholes de azúcares tienen
menor poder potencial para producir caries den-
tal que la sacarosa y la glucosa, por presentar
mayor resistencia a la fermentación por la
microflora oral y producir menos placa.
Entre los efectos adversos de los polioles se
encuentra el efecto laxante que, a determinadas
dosis, son capaces de producir algunos de estos
productos, tales como el sorbitol (25-50 g/día),
debido a la lenta absorción del producto en el
aparato gastrointestinal. El Anexo IV del RD
1334/1999, de 31 de julio, establece que el eti-
quetado de aquellos productos alimenticios a los
que se hayan incorporado polioles en una pro-
porción superior al 10%, deberá contener la
siguiente indicación obligatoria: «Un consumo
excesivo puede tener efectos laxantes».
Estos efectos también se han descrito para
los fructo-oligosacáridos y la polidextrosa. Así,
los productos alimenticios que contengan más
de 15 g por ración de polidextrosa deberán
hacerlo constar en su etiquetado (Finley y
Leveille, 1997). El hombre sólo metaboliza par-
cialmente la polidextrosa que, a diferencia de
los alcoholes de azúcares y de los fructo-oligo-
sácaridos, tampoco es fermentada por la micro-
flora colónica. Allingham, 1982, revisó los datos
sobre la polidextrosa y comunicó que, con nive-
les de ingestión normales, su tolerancia es
buena, siendo el umbral medio para sus efectos
196 Capítulo 3
laxantes de 90 g/día. Igual que sucede con otros
ingredientes mal absorbidos que fermentan en
el colon, el consumo de fructo-oligosacáridos
puede dar lugar a flatulencia y malestar.
Rusmessen et al., 1990, comunicaron molestias
gastrointestinales menores en personas que con-
sumían hasta 50 g/día, mientras que otros auto-
res, como Hidaka y Eida, 1988, han publicado
síntomas moderados incluso con consumos de
sólo 15 g/día.
Otros ingredientes de volumen de bajo con-
tenido calórico son los carbohidratos comple-
jos, a menudo clasificados como fibras alimen-
tarias. Los materiales que cumplen estos
criterios son la celulosa, las hemicelulosas, las
pectinas, las resinas, los mucílagos y las ligni-
nas. A diferencia de los ingredientes de volu-
men de bajo peso molecular, estos productos
son mezclas muy complejas de polímeros de
carbohidratos. Debido a su complejidad, su
definición química es a menudo imprecisa. La
existencia en la naturaleza de estos materiales
los convierte en alternativas atractivas como
ingredientes de volumen.
En la Tabla 3.7 se reflejan los efectos gas-
trointestinales de los carbohidratos complejos
utilizados como ingredientes de volumen.
Asimismo, en la Tabla 3.8 se resumen la natura-
leza química, las fuentes y las aplicaciones de
algunos de estos carbohidratos poliméricos.
(Finley y Leveille, 1997).
Como se puede observar, los hidratos de car-
bono complejos ocasionan un retraso del vacia-
miento gástrico, lo que produce sensación de
saciedad, a la vez que ejercen un papel hipoco-
lesterolemiante. Aproximadamente el 70% de
los carbohidratos complejos son fermentados en
el colon, en mayor o menor proporción, dando
lugar a ácidos grasos de cadena corta, entre los
cuales se produce ácido butírico que ejerce un
papel antiproliferativo que, junto con la reduc-
ción del tiempo del tránsito que originan estos
productos, desarrollan un papel protector frente
al cáncer de colon. Por otra parte, como conse-
cuencia de la fermentación y, dependiendo de la
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

Tabla 3. 7. Efectos gastrointestinales de los carbohidratos complejos utilizados como ingredientes de volumen
INGREDIENTES
EFECTOS
Salvado Inulina y
Goma guar Pectina Celulosa
de trigo oligofructosa
Fermentación Abundante Abundante Limitada o nula Parcial Abundante

Vaciado gástrico Retraso Dudoso retraso Dudoso retraso 0 Dudoso

Colesterolemia Descenso Descenso 0 0 Descenso

Absorción de glucosa Tolerancia aplanada Retraso 0 Dudosa Tolerancia aplanada

Lípidos y colesterol hepáticos Dudoso Descenso 0 0 Dudoso

Tabla 3.8. Carácterísticas de los carbohidratos complejos utilizados como ingredientes de volumen

POLISACÁRIDO COMPOSICIÓN PROPIEDADES FUENTE APLICACIONES

Agarosa Enlaces `-D-galactosa y Gelificación, Rodoficeas Productos horneados,

3,6-anhidro-`-1-galactosa (1-3) emulsificación, pastelería, productos
estabilización lácteos, postres, análogos
de la carne.

Alginato Ácidos `-(1-4)-D-manurónico y Gelificación, Rodoficeas Productos horneados,

_-(1-4)-L-gulurónico emulsiones, pastelería, productos
espesante, lácteos, postres,
unión de agua estabilización de
la espuma de cerveza,
productos dietéticos,
alimentos manufacturados,
aliños de ensalada

Carragaen Polímeros sulfatados con Gelificación, Rodoficeas Productos horneados,

_-D-galactosa y complejos lácteos, cárnicos, postres,
3,6-anhidro-D-galactosa con proteínas, mermeladas y confituras
espesante

Celulosa Polímeros de `-(1-4)-D-glucosa Masa Casi todas Productos horneados

las plantas

Galactomananos, Eje `-(1-4)-D-manosa con Estabilizante, Cyanopsis Helados, alimentos

goma guar, ramas de _-(1-6)-D-galactosa espesante etragonolobus congelados, aliños de
goma algarrobo (guar) ensalada, salsas
Ceratonia siliqua
(algarrobo)

D-Glucanos `-(1-4)-D-glucosa y Mejora actividad Cebada y avena Forma parte del salvado
`-(1-3)-D-glucosa intestinal. Reduce de los cereales
colesterol sérico

Pectina Ácido _-(1-4)-galacturónico y Gelificante, Frutas y verduras Productos lácteos,

ácido parcialmente esterificado espesante bebidas, mermeladas
y confituras

Polidextrosa D-glucosa, sorbitol y ácido cítrico Humectante, Sintético Productos horneados,

espesante, bebidas
sustituto del azúcar

Capítulo 3 197
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
vía, se libera energía en cantidad variable, exis-
tiendo un factor de conversión de energía de
azúcares simples a ácidos grasos cuyo valor es
de 0,7 (Livesey, 1990).
Otros ingredientes utilizados en la tecnolo-
gía de los «light» son los sustitutos de la grasa,
cuya finalidad consiste en reducir las calorías
aportadas por este nutriente, sin afectar a la
calidad organoléptica del alimento. Así, estos
productos han de cumplir una serie de funcio-
nes, tales como ser capaces de proporcionar
lubricación, sabor, cremosidad y sensación en
la boca, todas ellas características inherentes
de las grasas.
Como ya se ha comentado, existen tres cate-
gorías de productos utilizados para reemplazar a
las grasas: miméticos, sustitutos y grasas de bajo
contenido calórico (Finley y Leveille, 1997).
Los miméticos de las grasas son materiales
que sustituyen el volumen, cuerpo y la sensa-
ción en la boca que proporcionan las grasas,
pero que no aportan calorías en la misma pro-
porción que éstas. Los miméticos típicos son
almidón, celulosa, pectina, proteínas, coloides
hidrófilos, dextrinas y polidextrosa. Los basa-
dos en celulosa, algas y resinas son acalóricos,
mientras que los basados en almidón y proteínas
aportan 16,7 kJ/g (4 kcal/g). Su uso suele limi-
tarse a productos con un alto grado de hidrata-
ción, como postres y alimentos para untar, y no
son aplicables a los fritos.
Las grasas bajas en calorías son estructural-
mente triglicéridos de cadena larga, corta o
media, según los casos, capaces de aportar menos
de 37,7 kJ/g (9 kcal/g). Entre los productos
comercializados como grasas bajas en calorías se
encuentran, el Caprenin y el Salatrim. Caprenin
es una grasa de bajas calorías con propiedades
similares a las de la manteca de cacao, y diseña-
da, específicamente, como sustituto de la mante-
ca de cacao en repostería. Salatrim se emplea en
productos horneados, pastelería, productos lác-
teos y de untar.
Los sustitutos de las grasas son físicamente
similares a éstas y a los aceites y, teóricamente,
198 Capítulo 3
pueden reemplazar a las grasas en los alimentos
en una relación de 1:1 en cuanto a peso. En
general, son termoestables y aportan de 0 a 12,6
kJ/g (0-3 kcal/g).
El poliéster de la sacarosa (Olestra) es una
mezcla de hexa, hepta y octa ésteres de sacaro-
sa con ácidos grasos, lo que permite una gran
diversidad funcional que abarca grasas líqui-
das, plásticas o duras, dando lugar a compues-
tos prácticamente indistinguibles de las grasas
vegetales normales en cuanto a sabor, viscosi-
dad, estabilidad al calor, funcionalidad y aspec-
to. Prácticamente no se digieren, reduciendo,
por tanto la absorción de vitaminas liposolu-
bles. En enero de 1996, la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó
Olestra para su uso en aperitivos y galletas
saladas. Los productos que llevan este produc-
to deben llevar una advertencia sobre la posibi-
lidad de aparición de molestias gastrointestina-
les (Finley y Leveille, 1997).
Existe otra familia de grasas no calóricas que
es la integrada por ésteres de glicerina propoxi-
lada esterificada (GPE), fabricados con grasas
naturales en las que se introducen unidades de
óxido de propileno 1-4 entre la glicerina y los
ácidos grasos. Sus propiedades físicas oscilan
entre las de los aceites y las grasas sólidas,
pasando por las de las grasas plásticas. Al igual
que Olestra, este tipo de grasa no son significa-
tivamente digeridas ni fermentadas en el apara-
to digestivo, siendo sus beneficios y riesgos
potenciales similares.
Otro sustituto de la grasa es el basado en
ésteres de policarboxilato, de los que el princi-
pal representante es el trialcoxitricarballilato
(TACTA). Sus usos propuestos abarcan la adi-
ción a mayonesas y margarinas. Al igual que
los demás sustitutos de la grasa no calóricos,
no es digerible y es probable que actúe como
disolvente orgánico en el aparato gastrointesti-
nal.
Otra familia de sustitutos de las grasas es la
del éster carboxicarboxilato, cuya funcionalidad
oscila entre la del aceite y la grasa sólida, sien-
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
do su valor calórico variable, entre 4,2 y 12,6
kJ/g (1 a 3 kcal/g), dependiendo de la composi-
ción en alcoholes y ácidos grasos.
Todos estos sustitutos de macronutrientes,
para que sean autorizados han de superar prue-
bas de inocuidad que se realizan en animales,
así como estudios clínicos. Dependiendo de la
naturaleza del macronutriente, y con vistas a su
aprobación por la FDA, existen dos posibilida-
des: una es una solicitud completa de aditivo ali-
mentario, en la que esencialmente han de cum-
plirse todos los requisitos Reedbook y, otra,
cuando los sustitutos de macronutrientes repre-
sentan cambios menos radicales en relación a
los alimentos normales, lo que se denomina soli-
citud de ingredientes GRAS (Finley y Leveille,
1997).
La normativa principal para las pruebas de
inocuidad de nuevos ingredientes o aditivos
alimentarios son el Reedbook o el nuevo
Reedbook revisado (FDA, 1982). En esta
publicación de la FDA se describen los estu-
dios toxicológicos tradicionales que se deben
realizar, incluidos los genéticos, toxicológicos
y ensayos con animales, con el fin de estable-
cer si existe o no un nivel de efecto observado
Tabla 3.9. Sustitutivos de las grasas
SUSTITUTIVOS DE
COMPOSICIÓN
LAS GRASAS
PROTEICOS Mezclas de proteínas de huevo y
proteína fraccionada de lactosuero
SUCROÉSTERES Ésteres de azúcares con ácidos
grasos
ALMIDONES Se obtiene por cristalización del
CRISTALINOS almidón que se encuentra en
estado amorfo
PECTINAS Son fracciones de las pectinas
contenidas en frutas y hortalizas,
separadas por medios físicos
o un nivel de efecto adverso no observado,
pudiéndose utilizar, a continuación estos nive-
les para calcular una ingesta diaria aceptable
(IDA) basada en la integración de datos de ino-
cuidad y de las exposiciones estimadas (Finley
y Leveille, 1997).
Con independencia de la clasificación seña-
lada anteriormente para los sustitutos de las gra-
sas (miméticos, sustitutos y grasas de bajo con-
tenido calórico), Ballester, 1995, diferencia los
siguientes grupos: productos proteicos, sucro-
ésteres, almidones cristalinos y pectinas, cuyas
principales características se reflejan en la
Tabla 3.9.
Una de las principales aplicaciones de estos
sustitutivos de las grasas es su utilización en la
industria láctea para la obtención de productos
lácteos desnatados y semidesnatados, lo cual
según Ballester, 1995, constituye motivo de
reflexión, en base a lo establecido en el apartado
2 del artículo 2 del Reglamento (CEE) n.o
1898/87 del Consejo, de 2 de julio de 1987, rela-
tivo a la protección de la denominación de la
leche y de los productos lácteos en el momento
de su comercialización, así como el artículo 2
del «Código de Principios referentes a la Leche
VALOR
CARACTERÍSTICAS
ENERGÉTICO
No toleran bien el calor, por lo que no se 4 kcal/g
aconseja su uso en productos tratados
térmicamente
Son insolubles en agua, y su fuerte efecto 0 kcal/g
lubricante puede producir evacuación
intestinal excesiva
Ha de homogeneizarse a presiones de 300 0 kcal/g
kg/cm2. El calor lo devuelve al estado
amorfo
Son análogos a la fibra que carecen de 1 kcal/g
lignina. No son digeribles y favorecen el
tracto intestinal sin lubricar.
Son resistentes al calor
Capítulo 3 199
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
y los productos lácteos» del Comité del Códex
sobre la leche y los productos lácteos.
En ambos documentos se expresa lo que se
entiende por productos lácteos: «los productos
derivados exclusivamente de la leche, pudiendo
añadirse las sustancias necesarias para su fabri-
cación, siempre que dichas sustancias no se uti-
licen con objeto de reemplazar enteramente o en
parte, cualquiera de los constituyentes de la
leche». A la vista del contenido de este texto, se
deduce, como conclusión, que los productos lác-
teos «light» a los que se han añadido «sustituti-
vos de las grasas» han perdido su condición de
productos lácteos, ya que estos sustitutos no son
sustancias necesarias para la fabricación de esos
productos y además, como su propio nombre
indica, sustituyen la grasa láctea. De esta forma,
los nuevos productos obtenidos no podrán incluir
en su denominación los nombres de los produc-
tos lácteos a los que imiten, no sólo en cumpli-
miento del citado Reglamento (CEE) n.o
1898/87, sino también de la Norma General de
Etiquetado.
Para finalizar este apartado, nos ha parecido
importante incluir el criterio que algunos exper-
tos mantienen sobre el término «light». Algunos
autores no son partidarios de la utilización del
término «light», como, «designación genérica»,
empleada para calificar a un alimento como
«ligero», «aligerado» o «hipocalórico» (Barros,
1989; Barros, 1995 a; Correra, 1995).
Barros, 1995 a, considera que ello es una
manipulación mercantil que aprovecha la inge-
nuidad y deseo del consumidor de encontrar
productos alimenticios que contribuyan a pro-
porcionar una vida cada vez más saludable.
Todo ello, sin entrar a discutir el que ese térmi-
no sea correcto, desde el punto de vista lingüís-
tico, en nuestro idioma.
Los productos a los que pretende calificar
este término pueden seguir existiendo en el
mercado, pero con designaciones y denomina-
ciones correctas, ya establecidas, con expresio-
nes complementarias clarificadoras, como, por
ejemplo: café descafeinado, queso magro, mer-
200 Capítulo 3
melada baja en calorías, aceite hipocalórico,
bebidas refrescantes de cola sin azúcar, salchi-
chas cocidas con bajo contenido en grasas, sal,
etc. Para este autor, la designación «light»
puede considerarse como un divertimento mer-
cantil y publicitario, que aprovecha una tenden-
cia cultural marcada por la moda establecida en
el mundo entero, de basar la publicidad de ali-
mentos en la ilusión, credibilidad ingenua y
falta de formación e información del consumi-
dor, para designar a una nueva fórmula de un
producto genuino claramente definido, pero que
no supone ninguna ventaja para el consumidor,
ni desde el punto de vista nutricional, ni técni-
co, ni económico.
Para Correra, 1995, la problemática jurídica
de la versión «ligera» de alimentos y bebidas ha
de contemplarse en función de que se trate de un
alimento «corriente», o bien de un alimento con
«denominación legal de venta». En base al con-
tenido del artículo 8 del RD 1334/1999, de 31
de julio, modificado por RD 238/2000, de 18 de
febrero, los productos alimenticios aligerados,
deberán indicar en su etiquetado, bien junto a la
denominación de venta, o en la lista de ingre-
dientes, la cantidad del ingrediente cuya propor-
ción se haya visto reducida respecto al alimento
corriente, como consecuencia de que esta cir-
cunstancia se haya destacado en la denomina-
ción de venta del producto, o en su etiquetado, o
porque dicho ingrediente sea esencial para defi-
nir al producto en cuestión. En este sentido, este
autor señala que la valoración de «esencialidad»
del ingrediente (que se ha venido manteniendo
en la normativa reguladora del etiquetado vigen-
te en cada momento), es bastante subjetiva, ya
que corresponde al fabricante/envasador, sin
dejar de tener en cuenta las valoraciones tradi-
cionales del mercado, y las expectativas más
comunes en el consumidor de cara a un alimen-
to que, en su versión «normal», se identifique
con la misma «denominación de venta».
En el caso de los productos con «denomina-
ción legal de venta», es decir, aquellos en los
que la cantidad de ingrediente utilizado está
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
«legalmente» establecida mediante una norma
legal, la actual normativa sobre etiquetado (al
igual que la vigente con anterioridad a ésta) con-
templa, como excepción, la necesidad de su
indicación, siempre que así conste en las dispo-
siciones comunitarias que lo regulen. En este
sentido, hay que señalar que el empleo de la
«denominación legal de venta» supone también
una declaración de porcentaje siempre que esté
perfectamente definido y no se establezcan lími-
tes, en cuyo caso sí debería constar en el etique-
tado la cantidad exacta del ingrediente en cues-
tión (Correra, 1995).
Alimentos para diabéticos
La diabetes es una de las enfermedades más fre-
cuentes en la actualidad. Su prevalencia en
Estados Unidos y en Europa occidental es del 2
al 3% de la población, si bien existe una clara
tendencia al aumento debido a la obesidad,
sedentarismo, consumo de azúcares simples y,
naturalmente, al envejecimiento de la población
(Cervera et al., 1998).
En España, con una población en torno a los
cuarenta millones de personas, se estima que
puede haber alrededor de dos millones de diabé-
ticos diagnosticados, correspondiendo aproxi-
madamente de un 10 a un 15% al tipo 1. La pre-
valencia estimada de diabéticos en nuestra
Comunidad es del 3,2%, de los cuales, el 0,8%
son tratados con insulina, un 1,1% con hipoglu-
cemiantes orales y un 1,3% sólo con dieta. El
número de diabéticos diagnosticados en Madrid
es de 160.000, a los que habría que añadir un 30-
50% sin diagnosticar (Murillo, 2000).
La diabetes se caracteriza por un déficit,
absoluto o relativo, de secreción de insulina sin-
tetizada por las células beta de los islotes de
Langerhans del páncreas en forma de precursor,
la proinsulina, que al ser liberada en la sangre se
descompone en insulina y péptido C.
La insulina es la hormona anabolizante por
excelencia y ejerce un efecto hipoglucemiante.
Su función primordial es favorecer la incorpora-
ción de glucosa a las diferentes células donde
ésta es utilizada como fuente de energía (mús-
culo, hígado y tejido adiposo). También inter-
viene en la formación de glucógeno, estimula la
lipogénesis y la síntesis proteica. Es secretada
en ayunas a un ritmo de 0,5 U por hora, secre-
ción que aumenta cuando aumenta la glucemia
(cifra normal de glucemia en ayunas 0,60 a 1,10
g/l (Cervera et al., 1998).
La clasificación que se ha utilizado desde el
año 1979, establecida por la Asociación
Americana de Diabetes (ADA), y más tarde
refrendada por la Organización Mundial de la
Salud (OMS), ha sido modificada recientemen-
te por un Comité de Expertos, que incluía repre-
sentantes de la OMS, quienes, bajo los auspi-
cios de la Asociación Americana de la Diabetes
(ADA), han trabajado con el fin de unificar cri-
terios de clasificación y diagnóstico de la diabe-
tes, revisando los datos existentes en la literatu-
ra desde 1979. Ello ha dado lugar a una serie de
resultados y recomendaciones publicadas en
1997, en el Congreso de la ADA en Boston.
La clasificación actual de la diabetes melli-
tus, en base a las fuentes bibliográficas consul-
tadas, queda reflejada en la Tabla 3.10 (OMS,
1985; Cervera et al., 1998; Argente y Muñoz,
1999).
A continuación, de forma resumida, pasamos
a comentar algunos de los principales aspectos
relacionados con los distintos tipos de diabetes.
Diabetes tipo 1
Se caracteriza por la destrucción de las células
beta con déficit absoluto de la insulina. Se sub-
divide en autoinmune, que es la más frecuente
(afecta al 10% de los pacientes diabéticos en los
países occidentales), y la idiopática, cuya causa
es desconocida (se da preferentemente en suje-
tos de origen africano y asiático).
Los niños y adolescentes afectados por este
tipo de diabetes suelen desarrollar cetoacidosis;
Capítulo 3 201
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Tabla 3.10. Clasificación actual de la diabetes mellitus
Diabetes mellitus tipo 1
• Subtipo 1 A («origen autoinmune»).
• Subtipo 1 B («diabetes idiopática»).
Diabetes mellitus tipo 2
Otros tipos específicos de diabetes
• Con anomalías genéticas de la célula `.
• Con alteraciones genéticas en la acción de la insulina.
• Por enfermedades del páncreas exocrino.
• Secundaria a endocrinopatías.
• Inducida por drogas o agentes químicos.
• Secundaria a infecciones.
• Formas poco frecuentes de diabetes inmunomediadas.
• Otros síndromes genéticos a veces asociados con
diabetes.
Diabetes gestacional
Alteración de la tolerancia a la glucosa
Alteración de la glucosa en ayunas
en cambio, los adultos pueden presentar hiper-
glucemias moderadas, que pueden derivar en
hiperglucemias muy altas y cetoacidosis, si se da
la presencia de infecciones o estrés (Cervera et
al., 1998; Argente y Muñoz, 1999).
Diabetes tipo 2
Se discuten fundamentalmente dos procesos
en este tipo de diabetes: por un lado, la insuli-
norresistencia a nivel de las células diana del
tejido muscular, graso e hígado y, por otro, el
fallo de la celula beta pancreática, que a fin de
compensar esa resistencia, intenta aumentar la
secreción insulínica, lo cual no es posible. Ello
da como resultado: aumento de la producción
de glucosa por parte del hígado e incapacidad
de la insulina para inhibirlo; deficiente pro-
ducción de insulina por el páncreas y actua-
ción defectuosa de los tejidos periféricos
(músculos) para consumir esa glucosa, es
decir, inmunorresistencia por alteraciones a
nivel de los receptores de los tejidos periféri-
cos, lo que conduce a una situación de hiper-
glucemia.
202 Capítulo 3
Es el tipo más frecuente de diabetes y una de
las alteraciones endocrinas más comunes, de
forma que afecta hasta un 7% de la población de
EE.UU.
Suele aparecer después de los cuarenta años,
y es frecuente en personas obesas, confiriendo la
obesidad algún grado de resistencia a la insuli-
na. Con la edad y la vida sedentaria se incre-
menta el riesgo, y tiene un componente heredi-
tario muy marcado.
Tanto en la diabetes tipo 1 como la diabetes
tipo 2, es muy importante su control dietético
y/o farmacológico, a fin de evitar o retrasar la
aparición de complicaciones, que pueden traer
graves consecuencias para la salud de quienes
padecen dicha enfermedad (Cervera et al., 1998;
Argente y Muñoz, 1999).
Otros tipos específicos de diabetes
Engloban diferentes situaciones, como defectos
genéticos de las células beta, o enfermedades
del páncreas exocrino, diabetes inducida por
medicamentos, o endocrinopatías, tal como apa-
rece reflejado en la Tabla 3.10.
Diabetes gestacional
La incidencia es de un 2-3% de los casos, pro-
duciéndose, especialmente, en embarazadas
mayores, obesas o con antecedentes de diabe-
tes. Se asocia con un aumento de la morbilidad
perinatal e incremento de pérdidas de fetos via-
bles.
Se debe a una elevación de la glucemia pro-
ducida por la hormona placentaria. Suele poner-
se de manifiesto alrededor de las seis o más
semanas anteriores al parto, recuperándose la
normalidad después del mismo. En estas cir-
cunstancias, es necesario practicar la curva de
glucemia para confirmar su diagnóstico y, en
caso afirmativo, instaurar un tratamiento adecua-
do. Un 60% de las mujeres con antecedentes de
diabetes gestacional desarrollan diabetes en los
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
15 años siguientes al parto (Cervera et al., 1998;
Argente y Muñoz, 1999).
Alteración de la glucemia en ayunas
Se trata de pacientes con cifras de glucemia en
ayunas anormales (entre 110 y 125 mg/dl).
Alteración de la tolerancia a la glucosa
Son personas con cifras de glucemia normales
pero que, frente a una sobrecarga de glucosa, la
glucemia oscila entre 140 mg y 199 mg después
de 2 horas de la ingestión de glucosa (Cervera
et al., 1998).
En ausencia de embarazo, ninguna de estas
dos alteraciones son entidades clínicas por sí mis-
mas, sino factores de riesgo de futura diabetes y
enfermedad cardiovascular. Pueden considerarse
como estadíos intermedios en cualquiera de los
tipos de diabetes definidos anteriormente
(Argente y Muñoz, 1999).
El Comité de Expertos, además de actualizar
la clasificación, modificó los criterios diagnósti-
cos de la diabetes, considerando que la concen-
tración plasmática de glucosa en ayunas igual o
superior a 126 mg/dl (7 mmol/l), al menos en
dos determinaciones, corresponde ya a una dia-
betes, considerándose normales valores iguales
o inferiores a 110 mg (6,1 mmol/l).
Las manifestaciones clínicas típicas en la dia-
betes son: poliuria, polidipsia, polifagia, astenia
y adelgazamiento. Debido a la falta total o par-
cial de la insulina, se produce una elevación de la
glucemia que, cuando supera los 1,80 g/l (dintel
renal para la glucosa), se elimina por orina (glu-
cosuria), acompañada de gran cantidad de agua,
a fin de evitar la alta osmolaridad producida por
la hiperglucemia. Como consecuencia de ello, se
produce un mecanismo de reacción para evitar la
deshidratación, apareciendo polidipsia o aumen-
to de la sed. Por otra parte, al existir falta de insu-
lina, la glucosa no se aprovecha adecuadamente,
y para compensar esta falta de energía, aumenta
la necesidad de comer (polifagia). Junto a la pér-
dida de líquido provocada por la glucosuria hay
también una pérdida importante de electrolitos
que contribuye a la astenia. Todo ello ocasiona el
adelgazamiento de la persona que, si no se trata
adecuadamente, puede llegar a sufrir cetoacido-
sis y coma diabético.
Sin embargo, esta sintomatología clásica de la
diabetes, no siempre está presente, sobre todo en
la diabetes tipo 2, en la que la elevación de la glu-
cemia, a menudo, no es excesiva, por lo que no
aparecen dichos síntomas. En la diabetes tipo 1 es
mucho más frecuente que aparezca este cuadro
clínico (95% de los casos), sobre todo en niños
(Cervera et al., 1998; Argente y Muñoz, 1999).
Entre las complicaciones agudas de la diabe-
tes se encuentran la cetoacidosis y la hipogluce-
mia grave.
Cuando un diabético se descompensa, es
decir, tiene una hiperglucemia exagerada con la
consiguiente glucosuria, debe tratarse adecuada-
mente, ya que si no es así, puede evolucionar
hacia la cetoacidosis. El organismo, al no dispo-
ner de glucosa, obtiene la energía a partir del glu-
cógeno hepático y muscular, de la combustión
de las reservas lipídicas, con aparición de cuer-
pos cetónicos, y de la descomposición de proteí-
nas para la formación de glucosa en el hígado,
que hará aumentar aún más la glucemia.
Además, al aumentar los niveles de cuerpos
cetónicos en sangre, se altera el equilibrio acido-
básico, de forma que si no se compensa, se puede
llegar a producir obnubilación y coma diabético.
La hipoglucemia consiste en una disminu-
ción de los niveles de glucosa en sangre por
debajo de los valores normales. Puede deberse a
una sobredosis de insulina o antidiabéticos ora-
les, errores en la dieta, exceso de actividad físi-
ca sin haber tomado un suplemento de glúcidos,
o sin haber reducido la insulina o bien haber
padecido vómitos o diarreas abundantes.
Cuando se produce una hipoglucemia se ponen
en marcha una serie de mecanismos de compen-
sación a cargo de hormonas hiperglucemiantes
(adrenalina, glucagón, cortisona y hormona del
crecimiento). Si estos mecanismos no son sufi-
Capítulo 3 203
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
cientes, y no se inicia un tratamiento adecuado,
el enfermo puede sufrir trastornos graves e irre-
versibles, siendo el cerebro el órgano más afec-
tado. Así, cuando la hipoglucemia es grave, se
puede llegar a producir obnubilación, convul-
siones y trastornos de conciencia.
Entre las complicaciones crónicas de la dia-
betes están las microangiopatías, macroangio-
patías y neuropatías. Las microangiopatías son
alteraciones que afectan a pequeños vasos.
Ejemplo de ello es la retinopatía diabética, que
puede llegar a provocar ceguera, así como la
nefropatía diabética, responsable de la insufi-
ciencia renal.
Las macroangiopatías afectan a los grandes
vasos. Son lesiones de las arterias (arterioscle-
rosis), sobre todo a nivel de las extremidades
inferiores, que pueden llegar, incluso, a originar
la denominada «gangrena del diabético», si
bien, en la actualidad, debido al mejor control de
la diabetes y, particularmente, de los pies, se
encuentra en descenso.
Otro tipo de complicación crónica en el dia-
bético son las neuropatías, consistentes en alte-
raciones de los nervios sensitivos, motores o sis-
tema vegetativo.
El medio más adecuado para prevenir estas
complicaciones es un correcto control y trata-
miento de la diabetes que debe estar basado en
(Cervera et al., 1998):
1. Normalización de la glucemia.
2. Prevención de las complicaciones.
3. Adaptación psicológica del paciente.
La glucemia se controla mediante una dieta
adecuada, realización de ejercicio físico y admi-
nistración de insulina, en su caso, o del trata-
miento farmacológico que corresponda.
La prevención de complicaciones agudas y
crónicas se basa en el mantenimiento de una
glucemia normal. Para conseguir una buena
adaptación psicológica del paciente, es funda-
mental que éste sepa controlarse adecuadamen-
te, para lo cual es absolutamente necesario que
204 Capítulo 3
conozca muy bien su enfermedad. Este autocon-
trol lleva implícito:
• La autoadministración de insulina y auto-
rregulación de la dosis, en función de los
niveles de glucosa en sangre y orina.
• Conocimiento amplio de su alimentación y
de lo que es el equilibrio alimentario. En
este sentido es muy importante que el dia-
bético conozca el contenido glucídico de
los alimentos para, en caso necesario,
poder cambiar unos por otros.
• Conocimiento de la sintomatología de la
hiperglucemia y de la hipoglucemia, así
como su tratamiento y prevención.
• Necesidad de tener presente una serie de
cuidados especiales en situaciones diversas
(viajes, ejercicio, cuidado de los pies, etc.).
La base fundamental del tratamiento de la
diabetes es el tratamiento dietético, tanto en la
diabetes tipo 1, junto con la insulina y ejercicio
físico, como en la diabetes tipo 2, en la que algu-
nas veces se requiere la administración de hipo-
glucemiantes orales, sobre todo en pacientes obe-
sos (Cervera et al., 1998; Argente y Muñoz,
1999). Este hecho ha sido demostrado en el estu-
dio «Diabetes Control and Complications Trial»
(DCCT) realizado por The Diabetes Control and
Complications Trial Research Group, 1993.
El tratamiento dietético de la diabetes ha sufri-
do grandes cambios desde el descubrimiento de
la insulina, por Banting y Best, en el año 1921.
Así, de las dietas con una severa restricción de
glúcidos se ha pasado a la dieta libre (Lestraded),
o a dietas con un aporte glucídico prácticamente
normal, recomendándose, a veces, un aporte de
glúcidos de absorción lenta muy superior al de la
dieta normal equilibrada. En este sentido, la
Asociación Americana de Diabetes (ADA), en
1971, definió las bases actuales de la alimenta-
ción del paciente diabético tipo 1, señalando que
no era adecuado restringir el aporte de hidratos de
carbono, dado que éstos, en alta proporción, no
producen un incremento de las necesidades de
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

Tabla 3.11. Comparación de la alimentación del diabético respecto al adulto sano (Cervera et al., 1998)

NUTRIENTES ADULTO SANO (según actividad física) ADULTO DIABÉTICO (según actividad física)

Glúcidos 55-60% de la energía 50-55% de la energía (con supresión de azúcares sencillos)

Proteínas 12-15% de la energía 15% de la energía (preferentemente de origen vegetal)

Grasas 30-35% de la energía 30-35% (evitar exceso de ácidos grasos saturados)

Vitaminas y Sus necesidades fisiológicas quedan cubiertas mediante una alimentación variada,
minerales tanto en individuos normales como diabéticos.

Agua La necesidad diaria se estima en 2-2,5 litros. El diabético debe aumentar la cantidad en caso de
que exista descompensación.

Fibra Debe estar contenida en la alimentación por disminuir la velocidad de absorción de los glúcidos.

insulina, sino que incluso producen una disminu- sujetos con Diabetes tipo 2, que permiten man-
ción de los requerimientos de la misma tener el peso estable del paciente son:
(Delahanty y Halford, 1993).
• Calorías totales. Las necesarias para man-
La dieta del diabético persigue, como objeti-
tener el peso ideal.
vos fundamentales, conseguir un buen estado
• Hidratos de carbono: 40-60% del valor
nutricional, contribuir al control de la glucemia
calórico total.
y alcanzar el normopeso, sobre todo en pacien-
• Proteínas: 15-20% del valor calórico total
tes obesos, que son aproximadamente el 80% de
(0,8-1 g/kg). Aumentar la ingesta en ancia-
los diabéticos tipo 2. En la diabetes tipo 2 del
obeso, se asocian, con frecuencia hipertrigliceri-
demia, hipercolesterolemia, y en muchos casos
hipertensión, lo que se denomina «síndrome X», Tabla 3.12. Recomendaciones nutricionales emitidas por
haciéndose imprescindible el seguimiento de la Asociación Americana de Diabetes (ADA)
para sujetos con diabetes tipo 2 (Delahanty y
una dieta adecuada, lo cual, además, contribuirá Halford, 1993)
a prevenir la aparición de complicaciones, tanto
agudas como crónicas. La dieta del paciente dia- Energía • Adecuada para mantener peso y
bético debe ser equilibrada, variada y aportar talla normales.
todos los nutrientes esenciales, siendo necesario Grasas • 30% de la energía total.
individualizar el plan nutricional de cada • Ácidos grasos saturados <10%.
paciente de acuerdo con su sexo, edad, nivel • Ácidos grasos poliinsaturados <10%.
• Colesterol total <30 mg/día.
socioeconómico, actividad física y costumbres
alimentarias (Cervera et al., 1998; Argente y Proteínas • 10-20% de la energía total
Muñoz, 1999). Carbohidratos • 50-55% de la energía total.
La alimentación del diabético, respecto al • Preferible alimentos ricos en fibra y
individuo normal, conjuntamente con las reco- con bajo índice glucémico.
mendaciones nutricionales, se expresan en las Fibra • 20-35% g/día
Tablas 3.11 y 3.12.
Las recomendaciones dietéticas de la Vitaminas y • Semejante a la población general.
minerales • Sin riesgo alto, individualizar.
Asociación Americana de Diabetes para los

Capítulo 3 205
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
nos (1-1,2 g/kg). Disminuir en la nefropa-
tía incipiente (0,6-0,8 g/kg).
• Grasas: 30-40% del valor calórico total.
Saturada < 10% del valor calórico total.
Poliinsaturada < 10% del valor calórico
total. Monoinsaturada hasta un 20%.
• Colesterol < 300 mg/día.
• Fibra: 20-40 g/día.
• Sodio: 1.000 mg/ 1.000 calorías. No pasar
de 3000 mg/día, debiendo disminuir la
ingesta si existe hipertensión arterial.
Con carácter general, en cuanto al aporte glu-
cídico, se recomienda que éste sea igual o lige-
ramente inferior al de la alimentación normal.
Se debe restringir el consumo de azúcares sim-
ples o de absorción rápida, siendo de elección
los azúcares complejos, féculas fundamental-
mente. Así, los almidones (cereales, patatas,
legumbres, etc.), deben proporcionar la mayor
parte de la ración glucídica. Los glúcidos proce-
dentes de la leche y de la fruta son de absorción
rápida, por lo que no deben superar el 15% de la
ración glucídica (Cervera et al., 1998).
Hollenbeckk et al., 1986, aconsejan, en el
caso de la diabetes tipo 1, que el 60% del total
de los hidratos de carbono procedan de féculas
complejas y el 40% restante sean monosacári-
dos y disacáridos, incluyendo la lactosa de la
leche, la fructosa de la fruta y de algunos vege-
tales. Se permite un aporte muy limitado de
sacarosa junto a comidas complejas. El consu-
mo de sacarosa (azúcar) en pequeñas cantidades
está permitido por el Consejo de Nutrición de la
Asociación Americana de Diabetes (American
Diabetes Association, 1990). Parece ser que la
presencia de pequeñas cantidades de sacarosa en
la dieta del paciente con diabetes tipo 1 y 2 no
provoca un incremento exagerado de la gluce-
mia postprandial ni de la concentración de insu-
lina, por lo que puede utilizarse en sustitución de
otros hidratos de carbono (Argente y Muñoz,
1999).
Para conocer la cantidad de alimento capaz
de aportar los hidratos de carbono necesarios se
206 Capítulo 3
utilizan las denominadas «raciones». Una ración
de un alimento es el peso del mismo cuyo con-
tenido en hidratos de carbono es de 10 gramos,
lo que permite su intercambio. Atendiendo al
contenido en hidratos de carbono, los alimentos
se clasifican en tres categorías: alimentos per-
mitidos libremente, alimentos que no deben
ingerirse y alimentos racionados, los cuales que-
dan recogidos en tablas de equivalencia existen-
tes al efecto. Sin embargo, este sistema de racio-
nes no contempla ciertos matices que son
fundamentales en relación a la absorción y asi-
milación de los distintos carbohidratos conteni-
dos en los alimentos. Con la intención de paliar
estas limitaciones y complementar este sistema
se introdujo el concepto de «índice glucémico»
(Argente y Muñoz, 1999).
El «índice glucémico» es la capacidad que
tiene un alimento de aumentar la glucemia, es
decir, la rapidez con que un hidrato de carbono
se digiere, absorbe y llega a la sangre. En la
velocidad de absorción de los glúcidos influ-
yen diferentes factores, tales como su estructu-
ra (simples o complejos), contenido en proteí-
nas y grasas administradas conjuntamente
(enlentecen dicha absorción), así como el trata-
miento culinario al que el alimento es someti-
do. De esta forma, cantidades iguales de glúci-
dos contenidos en diferentes alimentos, tienen
respuestas hiperglucémicas distintas. En este
sentido, y con el fin de unificar criterios en la
educación dietética de los pacientes diabéticos,
se han propuesto diferentes tablas de equiva-
lencia de alimentos, a las que ya se ha hecho
referencia, que pueden consultarse en el libro
guía de la Comisión Nacional de Educación
Diabetológica, 1988.
El aporte proteico del diabético debe ser
similar al del adulto sano (12-15% del valor
calórico total), manteniendo un equilibrio entre
proteínas animales y vegetales. Dentro de las
primeras, se aconseja el consumo de carnes
magras, pollo sin piel y leche descremada, a fin
de evitar una sobrecarga de grasas saturadas y
colesterol. No se aconseja un consumo excesivo
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
de proteínas, por favorecer la microalbuminuria
y el deterioro de la función renal. Asimismo, se
recomienda el consumo de los pescados blancos
y, especialmente, de los grasos, por su contenido
en ácidos grasos poliinsaturados de cadena
larga, con efectos beneficiosos en la prevención
de las enfermedades cardiovasculares (Cervera
et al., 1998; Argente y Muñoz, 1999).
En el diabético es fundamental el control de
la ingesta de grasas, para evitar la aparición de
obesidad y prevenir la aparición de complica-
ciones vasculares. Se recomienda una disminu-
ción del aporte de ácidos grasos saturados y de
colesterol (lácteos completos, carnes grasas,
embutidos, etc), y un aumento de los ácidos gra-
sos poliinsaturados, contenidos en los aceites de
oliva, semillas y pescado azul, por su contenido
en ácidos grasos t-3. La relación entre ácidos
grasos insaturados y ácidos grasos saturados
debe ser aproximadamente de 2.
Las necesidades de vitaminas y minerales
en el diabético son las mismas que en el indi-
Tabla 3.13. Aspectos relacionados con algunos de los micronutrientes implicados en la diabetes (Argente y Muñoz, 1999)
MICRONUTRIENTES PAPEL POTENCIAL EN DIABETES
Cromo Cofactor de la insulina
Zinc Secreción y acción de la insulina
Magnesio Oxidación y transporte de la glucosa
Selenio Antioxidante
Hierro Menor
`-carotenos Antioxidantes
Vitamina C Antioxidante
Vitamina E Antioxidante
Vitamina B1 Metabolismo de los carbohidratos
Vitamina B6 Metabolismo de los carbohidratos
viduo normal. Hay que tener presente que una
dieta equilibrada contiene todas las vitaminas
y oligoelementos necesarios, salvo en los pri-
meros años de vida (Argente y Muñoz, 1999).
Por tanto, sólo deberán aportarse suplementos
de vitaminas y minerales en determinados
casos como: dietas de adelgazamiento de
menos de 1.000 kcal/día; presencia de otras
patologías (anemia perniciosa); periodo de
cetoacidosis diabética (déficit de magnesio);
descontrol de la enfermedad, lo que implica un
aumento de la eliminación por orina de vitami-
nas del complejo B (vitamina B1 y B6), y alte-
ración del metabolismo del calcio (deficiencia
de vitamina D).
Estudios epidemiológicos y clínicos en per-
sonas no diabéticas, asocian niveles altos de
antioxidantes (vitamina C, E, ` carotenos) con
disminución del riesgo de padecer enfermedad
cardiovascular.
En la Tabla 3.13 aparecen reflejados algunos
aspectos relacionados con los principales micro-
SUPLEMENTOS DIETÉTICOS
Sin efectos, salvo deficiencia (20 μg)
Sin efectos
• Mal control
• Cetoacidosis diabética
• Dosis no establecida
18 mg
Tóxicos
6-15 mg
250-500 mg
200-800 UI
• No recomendado
• En neuropatía: 50 mg
• No recomendado
• En neuropatía: 50 mg
Capítulo 3 207
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
nutrientes potencialmente implicados en la dia-
betes.
El aporte hídrico debe ser normal, excepto en
el caso de que se dé poliuria, que habrá que repo-
ner la pérdidas de agua. Por otro lado, el consumo
de fibra en el diabético debe ser abundante, por
ejercer un efecto beneficioso sobre los lípidos
sanguíneos, con disminución del colesterol, y dis-
minución en la velocidad de absorción de los glú-
cidos contenidos en los alimentos.
Si bien las bases de la dieta deben ser iguales
en cualquier tipo de diabetes, ya sea tratada con
insulina, hipoglucemiantes orales o únicamente
dieta, hay ciertos aspectos que son diferentes y
que deben tenerse en cuenta:
a) Diabetes tratada con insulina. En estos
enfermos el consumo de glúcidos debe ser
siempre igual, y la distribución de los mis-
mos durante el día debe ser fija, con el fin
de que no se produzcan accidentes de
hiperglucemias e hipoglucemias. Además,
es necesario que la alimentación esté muy
fraccionada a lo largo del día en varias
tomas, y con unos porcentajes determina-
dos, para que no se produzcan picos de
glucemia demasiado altos.
b) Diabetes tratada con antidiabéticos ora-
les. Estos enfermos deben tener también
Tabla 3.14. Diferencias entre la dieta del diabético obeso y la del diabético insulinodependiente (Cervera et al., 1998)
ESTRATEGIA
DIETÉTICA
Reducción calórica.
Incremento del número de comidas diarias
Regularidad del aporte calórico e ingestión de glúcidos,
proteínas y grasa día a día.
Regularidad del porcentaje de glúcidos, proteínas y
grasas en cada comida día a día
Regularidad en el horario
Ingestión extra de alimentos con ocasión de realizar
ejercicio físico
208 Capítulo 3
una pauta fija, aunque no es fundamental
que la distribución de glúcidos durante el
día sea constante.
c) Diabetes tratada con dieta exclusivamen-
te. Corresponde, en gran parte, a la diabe-
tes del obeso y deberán aplicarse dietas
fijas, no siendo indispensable la distribu-
ción de glúcidos de forma constante.
En la Tabla 3.14 aparecen reflejadas las prin-
cipales diferencias entre la dieta del diabético
obeso y la del diabético insulinodependiente.
También existe otro aspecto que incide en la
dieta del diabético, que es el ejercicio físico,
faceta que se debe tener en cuenta. Como ya se
ha comentado con anterioridad, el ejercicio físi-
co forma parte del tratamiento de la diabetes,
siendo recomendable que se realice de forma
regular y adecuado a cada paciente. Ahora bien,
cuando el diabético realiza un ejercicio suple-
mentario, es decir, no previsto en el tratamiento,
debe adoptar ciertas medidas para evitar un acci-
dente hipoglucémico. Estas se traducen en un
suplemento glucídico al iniciar el ejercicio, que
se repetirá las veces que sean necesarias si este
es de larga duración. Si el ejercicio es modera-
do, puede ser adecuado un suplemento de 10-15
g de glúcidos de absorción lenta, por hora, com-
binados con un alimento proteico. Si el ejercicio
DIABÉTICOS OBESOS DIABÉTICOS INSULINO-
NO INSULINO-DEPENDIENTES DEPENDIENTES NO OBESOS
SÍ NO
Generalmente NO SÍ
NO fundamental MUY IMPORTANTE
(Se restringirá el aporte calórico)
NO fundamental IMPORTANTE
NO fundamental MUY IMPORTANTE
NO necesario usualmente IMPRESCINDIBLE
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
es intenso, la cantidad de glúcidos a administrar
puede ser de 20-30 g/hora, en este caso de absor-
ción rápida. En cualquier caso, al finalizar la
actividad física resulta recomendable tomar
otro suplemento para hacer frente al efecto
hipoglucemiante, que continúa algunas horas
después del ejercicio físico. Otra medida a
adoptar puede ser reducir la dosis de insulina en
la proporción que determine el médico.
Productos dietéticos para diabéticos
El consumo de productos dietéticos no es impres-
cindible en la dieta del diabético, dado que pue-
den seguir una alimentación perfectamente sana y
variada, basada en alimentos naturales, sin nece-
sidad de recurrir a estos preparados que, econó-
micamente son menos asequibles que los alimen-
tos de consumo ordinario y, además, desde el
punto de vista organoléptico, en ocasiones, no
siempre son comparables a aquéllos. En general,
en el mercado existe una amplia gama de produc-
tos dietéticos destinados a los diabéticos. Se trata
de productos que deben contener una cantidad de
glúcidos asimilables inferior al 50% de la que
contienen los alimentos corrientes de la misma
naturaleza (Cervera et al., 1998).
Respecto al pan, productos de panadería,
bollería, pastas alimenticias, mezclas de harina
ya preparadas y otros alimentos farináceos, la
legislación establece una reducción, como míni-
mo, de un 23% en comparación con los alimen-
tos corrientes, expresados en sustancia seca. Por
otra parte, las limitaciones del contenido en glú-
cidos, que establece dicha legislación (RD
2685/1976, de 16 de octubre, art. 18), se hacen
extensivas a los siguientes productos:
• Para mermeladas, compotas, dulces, jale-
as, néctares, zumos de frutas y otras con-
servas de frutas, menos de un 8% m/m de
azúcares, distintos de los edulcorantes
naturales, sustitutivos del azúcar autoriza-
dos al efecto.
• Para otros alimentos, se hace necesaria la
reducción del 50%, como mínimo, en com-
paración con los alimentos corrientes,
expresado en sustancia seca.
En la elaboración de alimentos dietéticos
para diabéticos juegan un papel importante los
edulcorantes artificiales, que pueden ser nutriti-
vos, como la fructosa y el sorbitol, y no nutriti-
vos como la sacarina, los ciclamatos y el aspar-
tamo (Argente y Muñoz, 1999).
La fructosa es un monosacárido que se
encuentra fundamentalmente en las frutas y la
miel. Una vez metabolizada, se transforma en
glucosa, precisando insulina para su metaboliza-
ción. Su absorción es relativamente lenta. En los
pacientes diabéticos, que no se encuentran
correctamente tratados con insulina, la fructosa
acumulada como glucógeno se libera más rápida-
mente, desaconsejando su empleo en los mismos.
A largo plazo, puede incrementar la hiperlipemia.
El sorbitol es el azúcar del alcohol. En el
momento actual no se encuentra disponible para
su empleo en el hogar. Al igual que la fructosa,
aporta 4 kilocalorías por gramo, es de absorción
lenta y tiene poder osmótico. Puede provocar
dolor abdominal y diarrea cuando se ingiere en
grandes cantidades. El sorbitol se metaboliza
rápidamente a fructosa en el hígado y su meta-
bolismo es independiente de la insulina. Su
empleo está contraindicado en la diabetes mal
controlada (con déficit severo de insulina). La
fructosa y el sorbitol pueden ser empleados en
cantidades limitadas dentro de un plan de comi-
das correctamente equilibrado.
La sacarina no aporta calorías. Es un edulco-
rante de 300 a 500 veces más potente que la
sacarosa. A las dosis habituales no tiene efectos
carcinogenéticos.
El aspartamo, aunque aporta 4 kilocalorías
por cada gramo, se engloba dentro de los no
nutritivos ya que, debido a que posee un alto
poder edulcorante, se precisan cantidades muy
pequeñas. Es 200 veces más edulcorante que la
sacarosa. Al contener fenilalanina, su uso está
Capítulo 3 209
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
contraindicado en casos de fenilcetonuria. Su
empleo debe restringirse en mujeres embaraza-
das y en niños muy pequeños.
Atendiendo a los criterios establecidos por el
Comité de Nutrición de la Academia Americana
de Pediatría, 1988, el aspartamo es el edulco-
rante de elección.
Para Cervera et al., 1998, los edulcorantes
sintéticos a base de sacarina, ciclamatos y aspar-
tamo, utilizados moderadamente, no ofrecen
ningún peligro, si bien no los aconsejan durante
el embarazo. A este respecto, Argente y Muñoz,
1999, no recomiendan el empleo de ciclamatos.
En cualquier caso, el consumo de todos los
preparados dietéticos para diabéticos debe ser
rigurosamente controlado, ya que contienen glú-
cidos asimilables que deben ser cuantificados en
la dieta.
Ciertos autores desaconsejan la utilización de
alimentos especiales para diabéticos por su alto
contenido en grasa saturada y gran poder energéti-
co (Toeller, 1992; Argente y Muñoz, 1999).
LEGISLACIÓN
Legislación general aplicable a
los alimentos para regímenes
nutricionales específicos
Los alimentos para regímenes nutricionales espe-
cíficos están sujetos a la legislación general apli-
cable a todos productos dietéticos, a la cual se ha
hecho referencia en el apartado de Legislación
del Capítulo 2 (página 126) de este libro, siendo
exclusivamente los productos alimenticios desti-
nados a ser utilizados en dietas de bajo valor
energético para reducción de peso, los que pose-
en normativa específica.
A este respecto, en relación a los productos
alimenticios destinados a enfermos celíacos, el
RD 1426/1988, de 25 de noviembre, que modifi-
ca el RD 2685/1976, de 16 de octubre, establece
que en su etiquetado podrá consignarse la expre-
210 Capítulo 3
sión «alimento sin gluten», como información
complementaria. El RD 1444/2000, de 31 de
julio, modifica el contenido del Anexo incluido
en el RD 1809/1991, de 13 de diciembre, que-
dando excluidos los «alimentos sin gluten» de la
necesidad de ser regulados por normativa especí-
fica, señalando que el término «ausencia de glu-
ten» será objeto de una regulación posterior.
En relación a los alimentos destinados a las
personas afectadas de perturbaciones en el meta-
bolismo de los glúcidos (diabéticos), siguen que-
dando englobados en el Anexo del RD 1444/2000,
de 31 de julio, por ser objeto de regulación espe-
cífica, si bien hasta el momento actual el desarro-
llo de dicha normativa no se ha producido.
Legislación específica aplicable
a los productos alimenticios
destinados a ser utilizados en
dietas de bajo valor energético
para reducción de peso
a) Definición
Los productos alimenticios destinados a ser uti-
lizados en dietas de bajo valor energético para
reducción de peso son aquellos de formulación
especial que, utilizados de acuerdo con las ins-
trucciones del fabricante, sustituyen total o par-
cialmente la dieta diaria. Estos productos se
dividen en dos categorías:
• Productos destinados a sustituir la dieta
diaria completa.
• Productos destinados a sustituir una o
varias comidas de la dieta diaria.
b) Criterios de composición
en nutrientes
En base a lo establecido en el Anexo I del RD
1430/1997, de 15 de septiembre, los alimentos
para dietas de bajo valor energético han de cum-
plir los requisitos de composición, que se resu-
men en la Tabla 3.15.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

Tabla 3.15. Alimentos para dietas de bajo valor energético. Requisitos de composición

DENOMINACIÓN VITAMINAS
ENERGÍA PROTEÍNAS GRASAS FIBRA
DE VENTA Y MINERALES

«Sustitutivos dieta Entre: 25-50% del No > 30% del Entre 100% de las
completa» 3.360 kJ (800 kcal) y valor energético valor energético. 10-30 g cantidades reflejadas
5.040 kJ (1.200 kcal) Mínimo 4,5 g de por ración en el Cuadro I del
por ración diaria. ácido linoleico diaria. RD 1430/1997
(glicéridos)

«Sustitutivos de una Entre: 840 kJ (200 kcal) No superior No > 30% del 100% de las
o varias comidas» y 1.680 kJ (400 kcal) a 125 g. valor energético. cantidades reflejadas
(1) Mínimo 1 g de — en el Cuadro II del
ácido linoleico RD 1430/1997
(glicéridos)

(1) Estos valores se refieren al contenido proteico cuyo índice químico sea igual al de la proteína de referencia, que es aquella cuyo contenido
en aminoácidos esenciales ha sido establecido por la OMS, 1985, tal y como se recoge en el Anexo II del RD 1430/1997, de 15 de septiembre. En
caso de que el índice químico sea inferior al 100% de la proteína de referencia, los niveles mínimos de proteínas del producto se han de aumentar de
forma que el índice químico sea como mínimo del 80% y como máximo del 100%.

lo establecido en el RD 930/1992, de 17 de julio.

c) Requisitos del etiquetado
Con carácter general, el etiquetado de los ali-
mentos para dietas de bajo valor energético para
reducción de peso, deberá cumplir lo dispuesto
en el RD 1334/ 1999, de 31 de julio, además de
Con carácter específico, han de cumplir en
materia de etiquetado los requisitos establecidos
en el artículo 4 del RD 1430/1997, de 15 de sep-
tiembre. Todos ellos aparecen reflejados en las
Tablas 3.16 y 3.18.

Tabla 3. 16. Productos alimenticios destinados a ser utilizados en dietas de bajo valor energético para reducción de peso.
Información obligatoria del etiquetado general

DENOMINACIÓN FECHA CONDICIONES MODO

CANTIDAD CANTIDAD OTRAS
DE INGREDIENTES DURACIÓN ESPECIALES DE LOTE EMPRESA ORIGEN
INGREDIENTES NETA MENCIONES
VENTA MÍNIMA CONSERVACIÓN EMPLEO

«Sustitutivo de kg o g Nombre o
la dieta (P. sólidos) razón social
completa para l, cl o ml y domicilio
control de peso» (P. líquidos) del fabricante
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) o envasador o (8) (9)
de un vendedor
establecido
dentro de la UE.
(6) (9)
«Sustitutivo de kg o g Nombre o
una comida para (P. sólidos) razón social
control de peso» l, cl o ml y domicilio
(1) (2) (3) (P. líquidos) (4) (5) (7) del fabricante (8)
o envasador o
de un vendedor
establecido
dentro de la UE.

Capítulo 3 211
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
(1) • Estos productos se comercializarán bajo
alguna de las dos denominaciones de venta
señaladas en la normativa que les es de
aplicación (RD 1430/1997, de 15 de sep-
tiembre), a las cuales se hace referencia en
la Tabla 3.16.
• En el caso de los productos alimenticios
procedentes de un Estado miembro de la
UE, se permite la utilización del nombre
con el que el producto se fabrique y
comercialice en éste, que podrá acompa-
ñarse de cuantas indicaciones descripti-
vas sean necesarias a fin de garantizar la
información del consumidor. No podrá
utilizarse tal denominación de venta
cuando el producto designado sea total-
mente diferente en cuanto a composición
y fabricación.
(2) • Irá precedida del título «Ingredientes» o
de una leyenda similar.
• Su indicación no es obligatoria en el caso
de los productos constituidos por un sólo
ingrediente, siempre que el nombre de éste
coincida con el de la denominación de
venta, o que la denominación de venta per-
mita determinar la naturaleza real del pro-
ducto.
• Estará constituida por la mención de
todos los ingredientes en orden decre-
ciente de sus masas incorporados en el
momento de la fabricación del producto.
• Los ingredientes se designarán por su nom-
bre específico, que podrá ser sustituido por
el de la categoría a la que pertenecen en los
casos que establece la legislación (Anexo I
RD 1334/1999, de 31 de julio).
• Los aditivos alimentarios, que pertenezcan
a una de las categorías enumeradas en el
Anexo II del RD 1334/1999, de 31 de
julio, se designarán por el nombre de la
categoría a la que pertenecen seguido de su
nombre específico o de su número CE.
• En el caso del «almidón» y del «almidón
modificado» designados en el Anexo I y II,
respectivamente, es obligatorio indicar el
212 Capítulo 3
origen vegetal específico, cuando dichos
ingredientes puedan contener gluten.
• Los aromas se han de designar en base a
lo establecido en el Anexo III del RD
1334/1999, de 31 de julio.
(3) • Es obligatorio indicar la cantidad de un
ingrediente o categoría de ingredientes
cuando su nombre figure en la denomina-
ción de venta, se destaque mediante pala-
bras o imágenes en el etiquetado del pro-
ducto, y/o sea esencial para diferenciarlo
de otros con los que se pudiera confundir.
• Tal indicación ha de expresarse en por-
centaje, pudiendo figurar en la denomi-
nación de venta o en la lista de ingre-
dientes.
• No se hace obligatorio indicar la canti-
dad de ingredientes en el caso de que las
menciones «edulcorante(s)», o «azú-
car(es) y edulcorante(s)», así como las
relativas a la incorporación de vitaminas
y minerales, acompañen a la denomina-
ción de venta, siempre que las primeras
figuren con arreglo a lo establecido en el
Anexo IV de la Norma de etiquetado, y
con respecto a las segundas, dichas sus-
tancias figuren en el etiquetado de pro-
piedades nutritivas.
(4) • «Consumir preferentemente antes del: día
y mes», para productos cuya duración sea
inferior a 3 meses.
• «Consumir preferentemente antes del fin
de: mes y año», para productos cuya
duración sea superior a 3 meses y no
exceda de 18 meses.
• «Consumir preferentemente antes del fin
de: año», para productos cuya duración
exceda de los 18 meses.
En el caso de productos microbiológicamen-
te muy perecederos, se indicará la fecha de
caducidad expresada así: «Fecha de caducidad:
día, mes y eventualmente año».
(5) • Se indicarán las condiciones especiales
de conservación en los casos necesarios.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

(6) • Se especificarán las instrucciones para la
correcta utilización del producto, así
como una indicación relativa a la impor-
tancia de ajustarse a dichas instrucciones,
en los casos necesarios.
(7) • Cuando la fecha de duración mínima o la
fecha de caducidad figure en el etiqueta-
do, el producto podrá no ir acompañado
de la indicación del lote, siempre que
dicha fecha tenga, por lo menos, el día y
el mes indicados claramente y en orden.
(8) • Los productos originarios o procedentes
de los Estados miembros de la Comunidad
Económica Europea deberán indicar el ori-
gen o procedencia, solamente, en los casos
en que su omisión pudiera inducir a error
al consumidor sobre el origen o proceden-
cia real del producto alimenticio.
• Los productos originarios de países no
pertenecientes a la Comunidad Económica
Europea deberán indicar el lugar de origen
o procedencia, sin perjuicio de lo dispues-
to en los Tratados o Convenios internacio-
nales sobre la materia que resulten de apli-
cación en España.
(9) • Las que se recogen en el Anexo IV del
RD 1334/1999, de 31 de julio (Tabla
3.17).

Tabla 3.17. Anexo IV del RD 1334/1999, de 31 de julio

TIPO DE CATEGORÍA DE PRODUCTOS ALIMENTICIOS INDICACIONES

Productos alimenticios de duración prolongada gracias a «Envasado en atmósfera protectora»

la utilización de gases de envasado autorizados

Productos alimenticios que contienen uno o varios «Con edulcorante(s)»

edulcorantes autorizados Esta mención acompañará a la denominación de venta

Productos alimenticios que contienen a la vez uno «Con azúcar(es) y edulcorante(s)».

o varios azúcar(es) añadidos y uno o varios Esta mención acompañará a la denominación de venta
edulcorante(s) autorizados

Productos alimenticios que contienen aspartamo «Contiene una fuente de fenilalanina»

Productos alimenticios a los que se han incorporado polioles «Un consumo excesivo puede tener efectos laxantes»
en una proporción superior al 10 %

Tabla 3.18. Productos alimenticios destinados a ser utilizados en dietas de bajo valor energético para reducción
de peso. Información obligatoria del etiquetado nutricional

DENOMINACIÓN DE VENTA INFORMACIÓN NUTRICIONAL OTRAS INDICACIONES

«Sustitutivos de la dieta completa • Valor energético: kJ y kcal (5)

para control de peso» • Contenido de proteínas, hidratos de carbono y grasas (1) (6)
• Cantidad media de vitaminas y minerales (2) (7)
(8)
(10)
(11)

«Sustitutivos de una comida • Valor energético: kJ y kcal (5)

para control de peso» • Contenido de proteínas, hidratos de carbono y grasas (1) (6)
• Cantidad media de vitaminas y minerales (3), (4) (9)
(10)

Capítulo 3 213
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

(1) Tanto el valor energético como el contenido debe necesariamente completarse con el
de proteínas, hidratos de carbono y grasas, consumo de otros alimetos.
se han de expresar, numéricamente por una (10) El etiquetado, la presentación y la publici-
cantidad determinada del producto, tal dad de estos productos no contendrán nin-
como se proponga para su consumo. guna referencia al ritmo o a la magnitud de
(2) Se consignará la cantidad media de cada la pérdida de peso a que puede llevar su
mineral y de cada vitamina de las relaciona- consumo, ni a la disminución de la sensa-
das en la Tabla 3.19, que figuran en el ción de hambre ni al aumento de la sensa-
Anexo I del RD 1430/1997, de 15 de sep- ción de saciedad.
tiembre, expresada numéricamente por una
cantidad determinada del producto tal como (11) En aquellos casos en los que el producto
se proponga para su consumo. esté formado por varias unidades, estas se
(3) Se consignará la cantidad media de cada presentarán en un único envase para su
mineral y de cada vitamina de las relaciona- venta.
das en la Tabla 3.19, que figuran en el Tabla 3.19. Contenido de vitaminas y minerales que
Anexo I del RD 1430/1997, de 15 de sep- figura en el Anexo I del RD 1430/1997, de
tiembre, expresada numéricamente por una 15 de septiembre
cantidad determinada del producto tal como CONTENIDO EN PRODUCTOS PRODUCTOS
se propone para su consumo. VITAMINAS Y SUSTITUTIVOS DE SUSTITUTIVOS DE UNA
MINERALES LA DIETA DIARIA O VARIAS COMIDAS
(4) Además, se expresará la información
sobre estas vitaminas y minerales, en por- Vitamina A (μg RE) 700 210
centaje de las cantidades diarias recomen- Vitamina D (μg) 5 1,5
dadas (CDR) que para cada uno de ellos se Vitamina E (mg-TE) 10 3
expresan en el Anexo del RD 930/1992, Vitamina C (mg) 45 13,5
de 17 de julio (Tabla 3.20). Tiamina (mg) 1,1 0,33
(5) Se hará mención expresa de que el pro- Riboflavina (mg) 1,6 0,48
ducto puede tener un efecto laxante cuan- Niacina (mg-NE) 18 5,4
do, consumido, de acuerdo con las instruc- Vitamina B6 (mg) 1,5 0,45
ciones del fabricante, proporcione una
Folato (μg) 200 60
ingesta diaria de polioles superior a 20
Vitamina B12 (μg) 1,4 0,42
gramos.
Biotina (μg) 15 4,5
(6) Se hará mención expresa de la importancia
de mantener una adecuada ingesta diaria Ácido pantoténico (mg) 3 0,9

de líquidos. Calcio (mg) 700 210

(7) Se hará mención expresa de que el pro- Fósforo (mg) 550 165
ducto proporciona cantidades adecuadas Potasio (mg 3100 500
de todos los nutrientes esenciales para un Hierro (mg) 16 4.8
día. Zinc (mg) 9,5 2,85
(8) Se hará mención expresa de que el produc- Cobre (mg) 1,1 0,33
to no debe consumirse durante más de tres Yodo (μg) 130 39
semanas sin consejo médico. Selenio (μg) 55 16,5
(9) Se hará mención expresa de que dichos Sodio (mg) 575 172,5
productos únicamente sirven para el fin al Magnesio (mg) 150 45
que se destinan, como parte de una dieta
Manganeso (mg) 1 0,3
de bajo valor energético, y que esta dieta

214 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

Tabla 3.20. Vitaminas y sales minerales que pueden

declararse y sus cantidades diarias • Productos alimenticios destinados a ser
recomendadas (CDR). Anexo RD 930/1992, utilizados en dietas de bajo valor energéti-
de 17 de julio. co para reducción de peso.
• Alimentos para diabéticos.
CONTENIDO EN VITAMINAS CANTIDADES DIARIAS
Y MINERALES RECOMENDADAS (CDR)
Se trata de un grupo muy variado de produc-
Vitamina A ( μg RE) 800 tos demandados en la actualidad por determina-
Vitamina D (μg) 5
dos colectivos especiales, que han de satisfacer
Vitamina E (mg-TE) 10
las necesidades nutricionales específicas de los
mismos.
Vitamina C (mg) 60
Tiamina (mg) 1,4
Riboflavina (mg) 1,6
Material
Niacina (mg-NE) 18
Vitamina B6 (mg) 2 La distribución y número de productos
Folato (μg) 200 incluidos dentro de este grupo aparecen refleja-
Vitamina B12 (μg) 1 dos en el Figura 3.2. Como se puede comprobar,
Biotina (mg) 0,15 el número total de productos sometidos a estu-
Acido pantoténico (mg) 6
dio asciende a 58, de los cuales, 17 correspon-
Calcio (mg) 800
den a alimentos sin gluten, 26 a alimentos sin
azúcar y 15 a preparados para control de peso.
Fósforo (mg) 800
Como paso previo a la realización del mues-
Hierro (mg) 14
treo, se ha efectuado un barrido de mercado, con
Magnesio (mg) 300
el fin de conocer la naturaleza de estos prepara-
Zinc (mg) 15 dos y las posibles variedades comerciales según
Yodo (μg) 150 las diferentes marcas, al objeto de poder efec-
tuar un estudio comparativo entre ellas.
Por regla general, para decidir lo que consti-
tuye una cantidad significativa se considera un Productos Alimentos
15% de la cantidad recomendada especificada en navideños sin gluten
este anexo y suministrada por 100 g o 100 ml, o sin azúcar 17
26
por envase, si éste contiene una única porción.

EVALUACIÓN DE SU
ETIQUETADO Y VALORACIÓN
NUTRICIONAL

Siguiendo la clasificación que establece la Productos

normativa vigente, dentro del Grupo 3 de nues- para control
TOTAL 58 de peso
tro estudio, se incluyen los alimentos utilizados 15
para regímenes nutricionales específicos, entre
los cuales podemos diferenciar: Figura 3.2. Distribución y número de productos perte-
necientes al Grupo 3. Alimentos para regímenes nutricionales
• Alimentos sin gluten. específicos.

Capítulo 3 215
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Respecto a los alimentos denominados «sin
gluten», hemos podido comprobar que la mayo-
ría están elaborados fundamentalmente con
cereales, constituyendo un grupo de preparados
muy variado. Así, podemos encontrar diferentes
clases de pan y panes especiales, pastas alimen-
ticias, bases para pizzas, y productos de bollería
y galletería. También existen platos preparados
congelados, los cuales no se han incluido en
nuestro estudio dado que únicamente se encon-
tró una marca comercial.
De entre los productos comercializados con
la mención «sin azúcar», principalmente dirigi-
dos a la población diabética, se han selecciona-
do, por coincidir la etapa en que se ha realizado
el muestreo con las navidades, productos típica-
mente navideños que se venden bajo esa deno-
minación, y que gozan de una buena aceptación
por parte de los consumidores. Entre ellos,
hemos podido encontrar turrones diversos,
mazapanes y polvorones.
Finalmente, dentro de los productos alimen-
ticios destinados a ser utilizados en dietas de
bajo valor energético para reducción de peso, se
ha observado que la práctica totalidad de los
existentes en el mercado se destinan a la sustitu-
ción de una o varias comidas, habiéndose
encontrado tan sólo uno que podía ser utilizado
indistintamente, para la sustitución de una comi-
da, o de la dieta diaria completa.
La presentación de estos alimentos es muy
variada, existiendo barritas, batidos, sándwiches
que se ha optado por las siglas CP dada las dis-
tintas variedades de presentación que incluye
este grupo.
La nomenclatura y numeración empleada
para los distintos productos se muestra seguida-
mente en la Tabla 3.21.
Al igual que en el resto de grupos de alimen-
tos sometidos a estudio, el muestreo se realizó
durante los meses de noviembre y diciembre del
año 2000, y enero y febrero del año 2001,
habiéndose efectuado en oficinas de farmacia,
grandes superficies, herbolarios, establecimien-
tos de parafarmacia y de alimentación ecológica.
Metodología
La metodología utilizada para la valoración
del etiquetado y evaluación nutricional de los
productos pertenecientes al Grupo 3 es la misma
que la empleada para los dos grupos anteriores.
Para la recogida de los datos consignados en
el etiquetado de los alimentos «sin gluten» y
«sin azúcar», dado que no tienen una normativa
específica, se han utilizado las mismas fichas
generales comunes a todos los productos dietéti-
Tabla 3.21. Nomenclatura y numeración de los productos
dietéticos del Grupo 3
PRODUCTO
TIPO DE
NUMERACIÓN
PRODUCTO

y natillas. Lo más habitual es que una misma Alimentos Pan y derivados SG1-SG10
marca comercial oferte al consumidor sus pro- «Sin gluten» Galletas y bollos SG11-SG17
ductos en varias formas de presentación, a fin de
que elija la que mejor se adapte a sus apetencias Turrones diversos T1-T13
personales. Productos navideños
Mazapanes MZ1-MZ4
La nomenclatura de las muestras, para la «Sin azúcar»
valoración nutricional de las mismas, de igual Polvorones PV1-PV9
forma que en los grupos anteriores, se ha reali- Barritas CP1-CP6
zado atendiendo a las primeras iniciales de su
Batidos CP7-CP11
denominación de venta, que hemos considerado Productos para
identificaban mejor al producto de referencia, «Control de peso» Sandwiches CP12-CP13
seguido del número de muestra correlativo, a
Natillas CP14-CP15
excepción de los alimentos para control de peso,

216 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
cos, elaboradas en base al contenido de la nor-
mativa general existente en esta materia (RD
1334 /1999, de 31 de julio y, RD 930 / 1992, de
17 de julio), y del RD 1809/1991, de 13 diciem-
bre. Estas son las Fichas 2.1a y 2.1b, que apare-
cen en las páginas 135-136 (Capítulo 2).
Para los «productos alimenticios destinados a
ser utilizados en dietas de bajo valor energético
para reducción de peso», dado que vienen regu-
lados específicamente por el RD 1430/1997, de
15 de septiembre, se han elaborado las Fichas
3.1a y 3.1b, basadas en el cumplimiento de los
requisitos y menciones que expresamente se
recogen en su normativa, fichas que se adjuntan
al final de este apartado.
Una vez cumplimentadas las fichas corres-
pondientes a cada producto, se ha procedido a la
transcripción de los datos, expresados por 100 g
o 100 ml, a hojas tipo Excel. Ello ha tenido por
objeto valorar el grado de cumplimentación de
cada uno de los datos que constituyen el etique-
tado general y nutricional, y calcular el conteni-
do en energía y nutrientes aportados por una
ración que se ha considerado al día para cada
producto, así como determinar el porcentaje de
cantidad diaria recomendada (CDR) cubierta
por esos aportes. Para lograr estos objetivos se
ha utilizado, al igual que en los grupos anterio-
res, el programa informático SAS versión 8.0
para Windows.
Para llevar a cabo la evaluación nutricional
de estos alimentos, siguiendo la misma línea que
en los grupos anteriores, se ha tomado como
referencia las Ingestas recomendadas de energía
y nutrientes para la población española del
CSIC, 1994. El grupo de población selecciona-
do es el de varones y hembras de edades com-
prendidas entre 20 y 40 años, por ser, bajo nues-
tro punto de vista, el colectivo que presenta los
requerimientos nutricionales más estandariza-
dos, al haber terminado el periodo de crecimien-
to y no haberse iniciado la decrepitud, además
de ser uno de los que más demandan el consumo
de productos «sin azúcar» y para «control de
peso». Para las vitaminas y minerales no inclui-
dos en las tablas del CSIC se han considerado
las Raciones dietéticas recomendadas del
National Research Council (NRC, 1991).
Capítulo 3 217
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

FICHA 3.1a.
DIETAS DE BAJO VALOR ENERGÉTICO PARA CONTROL DE PESO. ETIQUETADO GENERAL ESPECÍFICO

Grupo ...........................................................................................................................................................................
Tipo de producto ............................................................................................................................................................
Marca comercial ............................................................................................................................................................
Denominación venta .......................................................................................................................................................
Establecimiento ............................................................................................................. Fecha .....................................

Sí No
1. Denominación de venta ........................................................................................................... † †
2. Ingredientes ............................................................................................................................ † †
3. Indicación cuantitativa de ingredientes ..................................................................................... † †
4. Cantidad neta ......................................................................................................................... † †
5. Marcado de fechas ................................................................................................................. † †
6. Condiciones especiales de conservación ................................................................................... † †
7. Mención «preparado en atmósfera protectora».......................................................................... † †
8. Instrucciones para la correcta preparación (en su caso) .............................................................. † †
9. Advertencias sobre la importancia de ajustarse a dichas instrucciones ......................................... † †
10. Lote......................................................................................................................................... † †
11. Identificación de la empresa .................................................................................................... † †
12. Origen ................................................................................................................................... † †
13. Mención del efecto laxante si la ingesta diaria de polioles supera los 20 mg ............................... † †
14. Mención de la importancia de mantener una adecuada ingesta diaria de líquidos ....................... † †
15. Mención de que el producto proporciona todos los nutrientes esenciales para un día (Sust. dieta
completa) ............................................................................................................................... † †
16. Mención de que el producto no debe consumirse durante más de tres semanas sin consejo
médico (Sust. dieta completa) ................................................................................................... † †
17. Mención de que el producto debe consumirse como parte de una dieta de bajo valor energético,
la cual debe complementarse necesariamente con el consumo de otros alimentos (Sust. de una o
más comidas) ......................................................................................................................... † †
18. Todas las indicaciones aparecen en castellano ........................................................................... † †
15. Figuran en el mismo campo visual: Denominación de venta, cantidad neta y marcado de fechas .. † †

Observaciones:

218 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

FICHA 3.1b.
DIETAS DE BAJO VALOR ENERGÉTICO PARA CONTROL DE PESO. ETIQUETADO NUTRICIONAL ESPECÍFICO

Grupo ..............................................................................................................................................................................
Tipo de producto...............................................................................................................................................................
Marca comercial...............................................................................................................................................................
Denominación venta..........................................................................................................................................................
Establecimiento ......................................................................................... Fecha ............................ PVP .......................

Sí No %CDR

I. INFORMACIÓN NUTRICIONAL:

1. Energía disponible (kJ y kcal ) .................................................................................................. † † †

2. Contenido en hidratos de carbono (numérica/100 ml) .............................................................. † † †
3. Contenido en proteínas (numérica/100 ml) .............................................................................. † † †
4. Contenido en grasa (numérica/100 ml) .................................................................................... † † †
5. Cantidad media minerales (numérica/100 ml)...........................................................................
Sodio (mg): ............................................................................................................................ † † †
Potasio (mg) ........................................................................................................................... † † †
Cloro (mg) .............................................................................................................................. † † †
*Calcio (mg) ........................................................................................................................... † † †
*Fósforo (mg) .......................................................................................................................... † † †
*Magnesio (mg) ...................................................................................................................... † † †
Manganeso (mg) ..................................................................................................................... † † †
*Hierro (mg) ........................................................................................................................... † † †
*Zinc (mg) .............................................................................................................................. † † †
Cobre (mg) ............................................................................................................................. † † †
*Yodo (μg) .............................................................................................................................. † † †
*Selenio (μg) .......................................................................................................................... † † †
6. Cantidad media vitaminas (numérica/100 ml): .........................................................................
*A (μg) ................................................................................................................................... † † †
*D (μg) ................................................................................................................................... † † †
E (mg) .................................................................................................................................... † † †
*B1 (tiamina) (mg) ................................................................................................................... † † †
*B2 (riboflavina) (mg) ............................................................................................................... † † †
*B3 (niacina) (mg) .................................................................................................................... † † †
*B6 (piridoxina) (mg) ............................................................................................................... † † †
*B12 (cianocobalamina) (μg) .................................................................................................... † † †
Biotina (μg) ............................................................................................................................ † † †
*Ácido pantoténico (mg) .......................................................................................................... † † †
*Ácido fólico o folato (μg) ....................................................................................................... † † †
*C (mg) .................................................................................................................................. † † †

Observaciones:

(*) Consta el porcentaje de CDR según los valores de referencia incluidos en el Anexo del RD 930/1992, de 17 de julio.

Capítulo 3 219
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Resultados El grado de cumplimentación de los requi-

De la misma forma que en los dos grupos
anteriores, los resultados correspondientes al
estudio de los alimentos dietéticos pertenecien-
tes al Grupo 3, se presentan en dos bloques cla-
ramente diferenciados. El primero, recoge los
resultados de la valoración del etiquetado
general y nutricional de estos preparados, y el
segundo la evaluación nutricional de los mis-
mos.
Los datos referentes a la valoración del eti-
quetado se reflejan en un total de cuatro figuras
y cuatro tablas. Las primeras muestran los resul-
tados del etiquetado general, y las segundas las
correspondientes al etiquetado nutricional.
sitos obligatorios del etiquetado general de
estos productos aparece representado en las
Figuras 3.3 a 3.6. Dichos requisitos se consig-
nan en la leyenda expuesta en la parte inferior
de cada figura. El orden establecido ha sido el
siguiente:
• Figura 3.3. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 3. Valoración del etique-
tado general.
• Figura 3.4. Alimentos sin gluten. Valoración
del etiquetado general.
• Figura 3.5. Productos navideños sin azú-
car. Valoración del etiquetado general.
• Figura 3.6. Alimentos para control de peso.
Valoración del etiquetado general.

16
15
14
13 61,11
12 86,21
11 89,66
Datos obligatorios

10 94,83
9 96,55
8
7 55,17
6 85,19
5
4
3 98,28
28,21
2
1 93,10
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
% Respuesta

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Empresa 13. Atmósfera protectora

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Origen 14. Edulcorantes
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Castellano 15. Azúcares y edulcorantes
4. Cantidad neta 8. Lote 12. Mismo campo visual 14. Fuente fenilalanina

Figura 3.3. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Valoración global del etiquetado general.

220 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

100
94,12
90 94,12
76,47
80
64,71
70
% Respuesta

60
50,00
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Empresa 13. Atmósfera protectora

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Origen
3. Cuantificación de ingredientes 7. Uso 11. Castellano
4. Cantidad neta 8. Lote 12. Mismo campo visual

Figura 3.4. Alimentos sin gluten. Valoración del etiquetado general.

100 96,15
92,31 92,31 92,31
90
80
72,00
70
% Respuesta

60
50
40
30
19,23
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

Datos obligatorios

1. Denominación de venta 5. Marcado de fechas 9. Origen 13. Fuente fenilalanina

2. Lista de ingredientes 6. Conservación 10. Castellano
3. Cuantificación de ingredientes 7. Lote 11. Mismo campo visual
4. Cantidad neta 8. Empresa 12. Edulcorantes

Figura 3.5. Productos navideños sin azúcar. Valoración del etiquetado general.

Capítulo 3 221
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

100
86,66 92,31 93,33 93,33
90
83,33
80
73,33
70
% Respuesta

60
50,00
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19

Datos obligatorios

1. Denominación de venta 7. Uso 13. Mismo campo visual 19. Ha de formar parte de
2. Lista de ingredientes 8. Advertencia riesgos 14. Atmósfera protectora una dieta hipocalórica
3. Cuantificación de ingredientes 9. Lote 15. Edulcorantes que debe ser comple-
4. Cantidad neta 10. Empresa 16. Azúcares y edulcorantes mentada con otros ali-
5. Marcado de fechas 11. Origen 17. Fuente fenilalanina mentos
6. Conservación 12. Castellano 18. Ingestión líquidos nece-
saria

Figura 3.6. Alimentos para control de peso. Valoración del etiquetado general.

La valoración del etiquetado nutricional se que, en base a la normativa de aplicación en

incluye en las Tablas 3.22 a 3.25, en las que se cada caso, han de figurar en el mismo. El orden
recoge el porcentaje de cumplimentación relati- de presentación es el siguiente:
vo a las características generales, en cuanto a la
forma de presentación del etiquetado nutricio- • Tabla 3.22. Productos dietéticos pertene-
nal, y a la consignación de los distintos datos cientes al Grupo 3. Valoración del etiqueta-

Tabla 3.22. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a características generales

SE DECLARA DISEÑO MODALIDADES INFORMACIÓN PARÁMETROS PARÁMETROS

FIGURA
TIPO DE ALGUNA ETIQUETADO SEGÚN NORMATIVA EXPRESADOS EXPRESADOS
ETIQUETADO
PRODUCTO PROPIEDAD CORRECTO CORRECTAMENTE CORRECTAMENTE
NUTRICIONAL
NUTRITIVA Grupo 1 Grupo 2 (100 g o 100 ml) (ración)

Alimentación
100 17,65 94,11 76,47 23,53 88,23 64,70
sin gluten

Productos
navideños 80,77 100 92,31 0,00 100 92,31 23,08
sin azúcar

Control peso 100 100 93,33 20,00 80,00 86,67 86,67

222 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

Tabla 3.23. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a enegía y determinados nutrientes

(1) PARÁMETROS PRODUCTOS NAVIDEÑOS SIN AZÚCAR ALIMENTOS SIN GLUTEN CONTROL PESO

Energía (kJ) – 92,31 100

Energía (kcal) – 100 100

o
GRUPO 1. Proteínas (g) – 100 100

Carbohidratos (g) – 100 100

Grasa (g) – 100 100

Energía (kJ) 100 100 100

Energía (kcal) 100 100 100

Proteínas (g) 100 100 100

Carbohidratos (g) 100 100 100

Azúcares (g) 76,19 75,00 84,62

Polialcoholes (g) 4,76 0,00 7,69

o
GRUPO 2. Almidón (g) 4,76 0,00 0,00

Grasa (g) 100 100 100

Ácidos grasos
66,67 100 84,62
saturados (g)

Ácidos grasos
19,05 0,00 23,08
monoinsaturados (g)

Ácidos grasos
19,05 0,00 38,46
poliinsaturados (g)

Colesterol (mg) 14,29 0,00 0,00

Fibra (g) 80,95 100 92,31

Sodio (g) 76,19 75,00 84,62

(1) Parámetros que deben figurar en cada grupo en base a lo establecido en el RD 930/1992, de 17 de julio.

do nutricional. Porcentaje de cumplimenta- • Tabla 3.24. Productos dietéticos pertene-

ción en cuanto a características generales.
• Tabla 3.23. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 3. Valoración del etiqueta-
do nutricional. Porcentaje de cumplimenta-
ción en cuanto a energía y determinados
nutrientes.
cientes al Grupo 3. Valoración del etiqueta-
do nutricional. Porcentaje de cumplimenta-
ción en cuanto a minerales y vitaminas
liposolubles.
• Tabla 3.25. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 3. Valoración del etiqueta-

Capítulo 3 223
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 3.24. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimiento en cuanto a minerales y vitaminas liposolubles

Calcio Fósforo Yodo Zinc Hierro Magnesio A D E

PRODUCTO
% % % % % % % % %
(mg) (mg) (μg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (mg)
CDR CDR CDR CDR CDR CDR CDR CDR CDR

Alimentos
5,88 0,00 * * * * * * 5,88 5,88 * * * * * * * *
sin gluten

Productos
navideños 4,76 0,00 * * * * * * 4,76 0,00 * * 4,76 0,00 * * * *
sin azúcar

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Alimentos Sodio** Potasio** Cobre** Magnesio** Selenio**

control de (mg) (mg) (mg) (mg) (μg)
peso
86,67 100 93,33 100 93,33

(*) No forman parte de la composición de estos productos, no declarándose su contenido en el etiquetado.

(**) Porcentaje de cumplimentación en cuanto a otros minerales obligatorios en el etiquetado de alimentos para control de peso.

Tabla 3.25. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimiento en cuanto a minerales y vitaminas hidrosolubles.

B1 B2 B3 B6 B12 B9 B8 B5 C
PRODUCTO
% % % % % % % % %
(mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (μg) (mg) (mg)
CDR CDR CDR CDR CDR CDR CDR CDR CDR

Alimentos
* * 5,88 5,88 5,88 5,88 5,88 * * 5,88 5,88 * * * * * * *
sin gluten

Productos
navideños * * * * * * * * * * * * * * * * 3,85 0,00
sin azúcar

Alimentos
control de 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
peso

(*) No forman parte de la composición de estos productos, no declarándose su contenido en el etiquetado.

do nutricional. Porcentaje de cumplimenta- Asimismo, en la Tabla 3.31 se ha incluido el

ción en cuanto a vitaminas hidrosolubles. aporte de minerales según ración estimada en los
preparados destinados a control de peso, y en la
Los resultados relativos a la valoración Tabla 3.32 el correspondiente a las vitaminas
nutricional de estos productos se reflejan en un para estos mismos preparados.
total de siete tablas y cuatro figuras. Las Tablas
3.26 a 3.31 recogen el aporte de energía y deter- • Tabla 3.26. Alimentos sin gluten: pan y
minados nutrientes, según una ración estimada derivados. Aporte de energía y determina-
para cada producto. dos nutrientes según ración diaria estimada.

224 Capítulo 3
 Tabla 3.26. Alimentos sin gluten: pan y derivados. Aporte de energía y determinados nutrientes según ración diaria estimada*.

Carbo- Monoin- Poliinsa-

Gramos Energía Energía Proteínas Azúcares Grasa Saturados Zinc Fibra Sodio

ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

MUESTRAS hidratos saturados turados
(*) (kJ) (kcal) (g) (g) (g) (g) (mg) (g) (g)
(g) (g) (g)

SG1 30 420,00 100,50 3,00 21,6 – 0,18 – – – – – –

SG2 100 1056,00 251,00 5,80 43,9 – 5,80 – – – – – –

SG3 100 1067,00 252,00 3,50 50,19 – 4,18 – – – – – –

SG4 100 927,00 219,00 3,00 49,5 4,50 1,00 0,50 – – – 1,00 0,50

SG5 100 1210,00 288,00 6,00 57,00 – 4,00 – – – – – –

SG6 100 965,00 227,00 0,90 55,00 – 0,40 – – – – –

SG7 100 – 190,00 3,67 43,62 – 0,14 – – – – –

SG8 160 1830,40 433,60 9,23 79,69 – 8,62 – – – – –

SG9 160 1694,40 404,80 2,91 92,97 – 2,43 – – – – –

SG10 160 1579,20 376,16 7,52 68,96 – 7,68 – – – – –

–±m
x 1701,33±406,06 404,85±107,75 6,55±2,61 80,54±21,23 6,25±3,21

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

Capítulo 3
225
226
Capítulo 3

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 3.27. Alimentos sin gluten: galletas y bollos. Aporte de energía y determinados nutrientes según ración diaria estimada (50 g)

Carbo- Monoin- Poliinsa-

Energía Energía Proteínas Azúcares Grasa Saturados Colesterol Fibra Sodio
MUESTRAS hidratos saturados turados
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (g) (mg) (g) (g)
(g) (g) (g)

SG11 916,00 217,50 3,60 36,15 – 6,50 – – – – – –

SG12 969,50 230,50 1,25 40,00 10,50 7,25 3,00 – – – 0,50 0,15

SG13 957,90 228,30 2,10 32,70 – 9,90 1,80 – – – 2,65 –

SG14 674,50 160,65 3,75 31,50 – 2,15 – – – – –

SG15 1066,00 255,00 1,70 31,55 9,25 13,55 3,30 – – – 2,20 0,15

SG16 1096,00 262,00 1,80 33,30 – 13,50 – – – – – –

SG17 1168,80 279,36 5,52 36,72 – 37,76 – – – – – –

–±m
x 978,39±160,47 233,33±38,68 2,82±1,53 34,56±3,17 9,87±0,60 12,94±11,66 2,70±0,79 1,78±1,13 0,15±0,00

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
• Tabla 3.27. Alimentos sin gluten: galletas
y bollos. Aporte de energía y determina-
dos nutrientes según ración diaria estima-
da (50 g).
• Tabla 3.28. Productos navideños sin azú-
car: turrones diversos. Aporte de energía y
determinados nutrientes según ración dia-
ria estimada (30 g).
• Tabla 3.29. Productos navideños sin azú-
car: mazapanes y polvorones. Aporte de
energía y determinados nutrientes según
ración diaria estimada (30 g).
• Tabla 3.30. Productos para control de peso.
Aporte de energía y determinados nutrien-
tes según ración diaria estimada (cantidad
que sustituye a una comida).
• Tabla 3.31. Productos para control de peso.
Aporte de minerales según ración diaria
estimada (cantidad que sustituye a una
comida).
• Tabla 3.32. Productos para control de peso.
Aporte de vitaminas según ración diaria
estimada (cantidad que sustituye a una
comida).
• Tabla 3.33. Productos para control de peso.
Estudio comparativo de los datos obteni-
dos con las especificaciones que marca la
normativa para estos productos.
En las Figuras 3.7 a 3.10 se representan los
porcentajes de cantidad diaria recomendada
(CDR) cubiertos por una ración media estimada
Capítulo 3 227
228

Tabla 3.28. Productos navideños sin azúcar: turrones diversos. Aporte de energía y determinados nutrientes según ración diaria estimada (30 g)
Capítulo 3

Carbo- Monoin- Poliinsa-

Energía Energía Proteínas Azúcares Grasa Saturados Colesterol Fibra Sodio
MUESTRAS hidratos saturados turados
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (g) (mg) (g) (g)
(g) (g) (g)

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

T1 613,50 147,00 4,20 12,30 – 9,00 0,60 6,60 1,80 0,30 0,90 0,00

T2 679,80 163,20 4,65 10,20 10,20 11,55 0,93 8,01 2,52 – 1,62 0,00

T3 699,00 167,70 4,50 12,00 12,00 11,31 1,11 – – 0,00 0,75 0,03

T4 684,00 164,10 4,80 10,29 8,58 11,55 1,05 – – – 2,57 0,01

T5 576,00 138,30 3,66 9,51 – 9,90 – – – – – –

T6 678,60 163,20 3,36 10,05 9,87 12,18 5,70 – – – 3,27 0,00

T7 667,50 162,00 3,15 11,55 11,55 11,43 5,43 4,95 1,05 – 2,40 0,01

T8 668,10 163,80 3,69 13,05 11,82 10,77 4,41 – – – 1,62 0,05

T9 622,80 150,30 3,06 12,72 2,10 11,58 – – – 1,92

T10 596,10 142,20 3,60 16,05 16,05 7,08 0,63 4,89 1,56 – 1,35 0,00

T11 646,80 154,80 4,05 13,11 13,11 9,60 0,96 – – – 0,39 0,00

T12 646,80 154,80 4,05 13,11 13,11 9,60 0,96 – – – 0,39 0,00

T13 687,60 164,70 4,80 14,10 7,50 9,90 0,69 – – – 2,55 0,00

–±m
x 651,28±38,47 156,62±9,55 3,97±0,60 12,16±1,85 10,54±3,65 10,42±1,41 2,04±2,04 6,11±1,49 1,73±0,61 0,15±0,21 1,64±0,93 0,01±0,01

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

 Tabla 3.29. Productos navideños sin azúcar: mazapanes y polvorones. Aporte de energía y determinados nutrientes según ración diaria estimada (30 g)

Carbo- Monoin- Poliinsa-

Energía Energía Proteínas Azúcares Grasa Saturados Colesterol Fibra Sodio

ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

MUESTRAS hidratos saturados turados
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (g) (mg) (g) (g)
(g) (g) (g)

MZ1 604,20 144,30 3,60 16,20 15,00 7,20 2,10 – – – 0,42 0,00

MZ2 593,40 131,10 3,30 14,31 14,31 7,95 0,72 – – – 1,65 0,00

MZ3 678,30 162,60 3,23 14,43 – 10,21 – – – – – 0,01

–±m
x 625,30±46,22 146,00±16,62 3,8±0,19 14,98±1,06 14,66±0,49 8,46±1,57 1,41±0,98 1,04±0,87 0,01±0,00

PV1 623,10 148,50 2,10 20,70 5,40 6,00 – – – – 0,42 0,01

PV2 639,30 152,70 1,47 19,02 5,10 7,92 – – – – 0,42 0,05

PV3 625,80 150,00 2,22 15,99 – 8,55 – – – 0,00

PV4 654,00 156,00 2,38 9,06 – 17,32 – – – – – 0,00

PV5 589,50 141,00 1,50 13,50 12,75 9,00 3,00 – – 0,00 1,50 0,00

–±m
x 626,34±23,98 149,64±5,61 1,94±0,42 15,65±4,61 7,75±4,33 9,76±4,38 0,79±0,62 0,02±0,03
Capítulo 3

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

229
 Tabla 3.30. Productos para control de peso. Aporte de energía y determinados nutrientes según ración diaria estimada (cantidad de producto que sustituye a
230

una comida)

Carbo- Monoin- Poliinsa-

Gramos Energía Energía Proteínas Azúcares Grasa Saturados Colesterol Fibra
Productos Muestras hidratos saturados turados
(*) (kJ) (kcal) (g) (g) (g) (g) (mg) (g)
(g) (g) (g)
Capítulo 3

CP1 80 1273,60 301,60 20,00 34,00 34,00 9,60 6,20 – – – 4,80

CP2 70 1274,00 302,40 18,97 34,02 16,80 10,08 3,64 – – – 2,50

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

CP3 62 989,52 235,60 15,50 26,85 20,46 7,50 3,72 1,9 1,1 – 3,20

BARRITAS CP4 70 1274,00 302,40 18,97 34,02 9,17 10,08 3,64 – – – 2,52

CP5 88 1508,32 360,80 23,76 38,72 – 12,32 – – – – –

CP6 90 1462,50 348,30 19,44 37,62 – 13,50 – – – – 11,25

–±m
x 1066,78±557,10 258,62±32,75 19,44±2,64 34,29±4,15 20,11±10,39 10,51±2,12 4,30±1,27 4,58±3,70

CP7 70 947,80 224,00 18,62 33,18 23,38 1,82 0,42 – 1,20 – 7,40

CP8 400** 1304,00 308,00 20,00 48,00 44,00 4,00 0,80 – – – 4,00

CP9 60 891,16 210,79 21,68 22,54 22,54 3,77 2,02 0,46 1,28 – 2,31
BATIDOS
CP10 40 637,60 150,00 17,32 15,00 – 2,32 – – – – –

CP11 30 549,90 131,10 6,24 13,11 7,89 5,97 3,93 – – – 1,90

–±m
x 866,09±296,33 204,78±69,80 16,77±6,11 26,37±14,44 24,45±14,84 3,58±1,63 1,79±1,58 1,24±0,06 3,90±2,50

CP12 60 1054,20 250,80 15,66 28,20 8,52 8,34 2,88 – – – 2,40

SÁNDWICH CP13 60 1054,20 250,80 15,66 28,20 8,52 8,34 2,88 – – – 2,40

–±m
x 1054,20±0,00 250,80±0,00 15,66±0,00 28,20±0,00 8,52±0,00 8,34±0,00 2,88±0,00 2,40±0,00

CP14 50 846,76 201,17 16,80 18,71 18,71 6,57 4,74 0,47 1,34 – 0,00

NATILLAS CP15 40 637,60 150,00 17,32 15,00 – 2,32 – – – – –

–±m
x 742,18±147,90 175,59±36,18 17,06±0,97 16,86±2,62 4,45±3,01

(*) Cantidad estipulada según indicaciones del fabricante.

(**) Cantidad de producto que sustituye una comida expresada en ml.
(–) No se consigna en el etiquetado del producto.
 Tabla 3.31. Productos para control de peso. Aporte de minerales según ración diaria estimada (cantidad de producto que sustituye a una comida)

Gramos Sodio Potasio Calcio Fósforo Hierro Zinc Yodo Selenio Magnesio Manganeso
Productos Muestras
(*) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (mg) (mg)

CP1 80 200,00 444,48 389,60 268,00 5,04 3,12 43,36 18,40 57,60 0,32

CP2 70 175,00 499,80 265,30 275,80 4,83 4,97 48,37 17,22 93,10 0,30

CP3 62 217,00 620,00 210,80 235,60 8,06 6,20 39,99 19,84 62,00 0,56

BARRITAS CP4 70 175,00 499,80 265,30 275,80 4,80 5,00 48,37 17,22 93,10 0,30

ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

CP5 88 172,92 500,00 209,99 162,01 5,00 2,80 40,00 16,39 44,99 0,30

CP6 90 220,50 628,20 320,40 211,50 6,30 3,60 50,04 21,06 56,70 0,36

–±m
x 193,40±22,05 532,05±74,51 276,90±45,26 238,12±45,26 5,67±1,30 4,28±1,32 45,02±4,49 18,36±1,79 67,92±20,30 0,36±0,10

CP7 70 210,00 520,10 499,80 420,00 5,60 3,16 43,40 18,41 45,99 0,34

CP8 400** 400,00 500,00 210,00 164,80 4,80 2,85 39,00 16,48 45,20 0,32

CP9 60 372,00 526,20 374,00 292,00 4,90 3,03 39,10 20,00 104,20 0,30
BATIDOS
CP10 40 _ 668,00 300,00 268,00 6,00 5,00 50,00 25,00 116,00 1,00

CP11 30 132,00 281,40 86,40 112,50 5,07 2,34 30,30 12,45 25,20 0,36

–±m
x 278,50±128,66 499,14±138,83 294,04±157,28 251,46±119,52 5,27±0,51 3,28±1,01 40,36±7,19 18,47±4,61 67,32±40,15 0,46±0,30

CP12 60 360,00 499,80 301,20 317,40 4,80 4,56 46,80 16,80 91,20 0,31

SÁNDWICH CP13 60 360,00 499,80 301,20 317,40 4,81 4,57 46,80 16,80 91,20 0,31

–±m
x 360,00±0,00 499,80±0,00 301,20±0,00 317,40±0,00 4,80±0,00 4,56±0,00 46,80±0,00 16,80±0,00 91,20±0,00 0,31±0,00
Capítulo 3

CP14 50 310,00 564,50 477,87 386,50 4,80 2,85 41,20 16,50 60,00 0,30

NATILLAS CP15 40 _ 668,00 560,00 480,00 6,00 5,00 50,00 29,00 120,00 1,00

–±m
x 616,25±73,19 518,94±58,07 433,25±66,11 5,40±0,85 3,93±1,52 45,60±6,22 22,75±8,84 90,00±42,43 0,65±0,49

(*) Cantidad estipulada según indicaciones del fabricante.

231

(**) Cantidad de producto que sustituye una comida expresada en ml.

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.
 Tabla 3.32. Productos para control de peso. Aporte de vitaminas según ración diaria estimada (cantidad de producto que sustituye a una comida).
232

Gramos A D E B1 B2 B3 B5 B6 B8 B9 B12 C
Productos Muestras
(*) (μg) (μg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (μg) (μg) (μg) (mg)
Capítulo 3

CP1 80 233,36 1,60 3,36 0,32 0,56 6,00 0,96 0,48 4,80 66,56 0,46 14,96

CP2 70 278,60 1,75 3,15 0,46 0,55 6,16 2,03 0,67 44,80 68,60 0,42 18,83

CP3 62 217,00 1,55 3,10 0,37 0,74 5,89 1,43 0,56 4,96 62,00 0,99 19,84

LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

BARRITAS CP4 70 278,60 1,74 3,15 0,46 0,55 6,16 2,00 0,67 44,94 68,60 0,42 18,83

CP5 88 420,00 3,00 5,99 0,66 0,96 10,80 1,80 0,91 8,99 120,00 0,84 27,00

CP6 90 269,10 1,80 3,60 0,36 0,63 6,30 1,08 0,54 5,67 74,70 0,54 17,10

–±m
x 282,78±71,86 1,91±0,54 3,73±1,13 0,44±0,12 0,66±0,16 6,88±1,92 1,55±0,46 0,64±0,15 19,03±20,08 76,74±21,58 0,61±0,43 19,43±4,09

CP7 70 233,38 1,61 3,34 0,36 0,54 6,00 1,00 0,50 4,97 66,57 0,46 15,00

CP8 400** 210,00 1,52 3,00 0,33 0,48 5,40 1,20 0,45 4,52 60,00 0,44 13,52

CP9 60 242,97 1,77 3,49 0,43 0,62 6,76 1,14 0,48 30,00 79,21 1,11 18,21
BATIDOS
CP10 40 332,00 1,67 4,00 0,53 0,67 6,00 2,67 0,67 68,00 133,20 1,00 25,00

CP11 30 234,30 1,59 4,14 0,52 0,26 4,89 0,54 0,38 27,00 60,90 0,25 12,66

–±m
x 250,53±47,16 1,63±0,09 3,59±0,47 0,43±0,09 0,51±0,16 5,81±0,70 1,31±0,80 0,49±0,11 26,90±25,89 79,98±30,72 0,60±0,38 16,88±5,01

CP12 60 284,40 1,68 3,42 0,44 0,52 6,12 2,04 0,66 48,60 67,80 0,42 21,36

SÁNDWICH CP13 60 284,40 1,68 3,42 0,44 0,52 6,12 2,04 0,65 48,60 67,80 0,42 21,36

–±m
x 280,40±0,00 1,68±0,00 3,42±0,00 0,44±0,00 0,52±0,00 6,12±0,00 2,04±0,00 0,65±0,00 48,60± 67,80±0,00 0,42±0,02 21,36±0,00

CP14 50 210,00 1,50 3,00 0,33 0,48 5,40 0,90 0,45 20,00 60,00 0,42 13,50

NATILLAS CP15 40 332,00 1,67 4,00 0,53 0,67 6,00 2,67 0,67 68,00 133,20 1,00 25,00

–±m
x 271,00±86,27 1,58±0,12 3,50±0,71 0,43±0,13 0,57±0,42 5,70±0,42 1,78±1,25 0,56±0,15 44,00±33,94 96,60±51,76 0,71±0,41 19,25±8,13

(*) Cantidad estipulada según indicaciones del fabricante.

(**) Cantidad de producto que sustituye una comida expresada en ml.
(–) No se consigna en el etiquetado del producto.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

Tabla 3.33. Productos para control de peso. Estudio comparativo de los datos obtenidos con la especificaciones
que marca la normativa para estos productos

Resultados (–x ± DEM)

PARÁMETROS
Valores de referencia* Barritas Batidos Sanwiches Natillas
Energía 200-400 kcal/comida 258,62±54,19 204,78±31,22 250,80±0,00 175,59±36,18

Proteínas 25-50 % kcal del producto 19,44±1,08 16,77±2,73 15,66±0,00 17,06±0,26

No > 30 % (kcal) 10,51±0,87 3,58±0,73 8,34±0,00 4,45±2,13

Grasa
Mín. 1 g ác. linoleico – – – –

Sodio (mg) 172,50 193,40±9,00 278,50±57,54 360,00±0,00 210

Potasio (mg) 500,00 532,05±30,42 499,14±62,09 499,80±62,09 616,25±51,75

Calcio (mg) 210,00 276,90±28,11 294,04±70,34 301,20±0,00 518,94±41,,07

Fósforo (mg) 165,00 238,12±18,48 251,46±53,45 317,40±0,00 433,25±46,75

Magnesio (mg) 45,00 67,92±8,29 67,32±17,96 91,20±0,00 90,00±30,00

Manganeso (mg) 0,30 0,36±0,04 0,46±0,13 0,31±0,00 0,65±0,35

Hierro (mg) 4,80 5,67±0,53 5,27±0,23 4,81±0,00 5,40±0,60

Zinc (mg) 2,85 4,28±0,54 3,28±0,45 4,57±0,00 3,93±1,08

Cobre (mg) 0,33 0,34±0,01 0,45±0,10 0,33±0,00 0,59±0,25

Yodo (μg) 39,00 45,02±1,83 40,36±3,22 46,80±0,00 45,60±4,40

Selenio (μg) 16,50 18,36±0,73 18,47±2,06 16,80±0,00 22,75±6,25

A (μg) 210,00 282,78±29,34 250,53±21,09 280,40±0,00 271,00±61,00

D (μg) 1,50 1,91±0,22 1,63±0,04 1,68±0,00 1,58±0,08

E (mg) 3,00 3,73±0,46 3,59±0,21 3,24±0,00 3,50±0,50

B1 (mg) 0,33 0,44±0,05 0,43±0,04 0,44±0,00 0,43±0,10

B2 (mg) 0,48 0,66±0,07 0,51±0,07 0,52±0,00 0,57±0,09

B3 (mg) 5,40 6,88±0,78 5,81±0,31 6,12±0,00 5,70±0,30

B5 (mg) 0,90 1,55±0,19 1,31±0,36 2,04±0,00 1,78±0,88

B6 (mg) 0,45 0,64±0,06 0,49±0,05 0,65±0,00 0,56±0,11

B8 (μg) 4,50 19,03±8,20 26,90±11,58 48,60±0,00 44,00±24,00

B9 (μg) 60,00 76,74±8,81 79,98±13,74 67,80±0,00 96,60±36,60

B12 (μg) 0,42 0,61±0,10 0,65±0,17 0,42±0,00 0,71±0,29

C (mg) 13,50 19,43±1,67 16,88±5,01 19,25±0,00 19,25±5,75

(*) Cantidad mínima de vitaminas y minerales que han de aportar los productos sustitutivos de una o varias comidas para control de peso en base al
RD 1430/1997, de 15 de septiembre.

Capítulo 3 233
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

al día para cada una de las formas de presenta- ración estimada/día (cantidad de producto
ción de los productos para control de peso. El que sustituye a una comida).
orden seguido ha sido: • Figura 3.9. Productos para control de peso
(sandwiches). Porcentaje de cantidad dia-
• Figura 3.7. Productos para control de peso ria recomendada (CDR) para varones y
(barritas). Porcentaje de cantidad diaria hembras entre 20 y 40 años cubierta por
recomendada (CDR) para varones y hem- una ración estimada/día (cantidad de pro-
bras entre 20 y 40 años cubierta por una ducto que sustituye a una comida).
ración estimada/día (cantidad de producto • Figura 3.10. Productos para control de
que sustituye a una comida). peso (natillas). Porcentaje de cantidad dia-
• Figura 3.8. Productos para control de peso ria recomendada (CDR) para varones y
(batidos). Porcentaje de cantidad diaria hembras entre 20 y 40 años cubierta por
recomendada (CDR) para varones y hem- una ración estimada/día (cantidad de pro-
bras entre 20 y 40 años cubierta por una ducto que sustituye a una comida).

60 56,72

47,41 48,88
50 47,14
45,90

40,93 40,00 38,37 38,20

40 36,00 36,61
34,61 32,16 36,67
34,42 35,56 35,34
31,51 32,38 Varones
29,76 30,57 31,08
28,54
% 30 28,27 Hembras

20,58
19,00
20
13,41
10,31
10

0
Zn g)

g)
)
)
C )
g)
g)

)
g)

M g)

g)
g)

g)
Fe )

g)
g)
l)

Ca g)

cg
cg
cg
cg
g
ca

(m
(m
m
(m

(m

m
m

m
(m

(m
(m
s(

(m
(m
(m
m
(k

6 (
3 (
1 (

2 (
na

I(

9 (

E
P

g
a

D
A
B
B
B

B
eí

12
B
í
rg

B
ot
e

Pr
En

Minerales Vitaminas

Figura 3.7. Productos para control de peso (barritas). Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hem-
bras entre 20 y 40 años cubierta por una ración estimada/día (cantidad que sustituye a una comida).

234 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

60
52,73

50 47,77

40,91 39,99
38,73
40 36,75 36,69 36,42
35,83
32,60
31,06 31,43 30,62
32,50 31,31 Varones
29,30 29,91
% 28,33 29,05 28,13
30 28,83 27,22
Hembras
25,95
21,83 20,40
19,23
20

8,90
10 6,83

g)
)
)
C )
g)
g)

)
I( )

M g)

g)
Fe )

g)

g)
g)
l)

Ca g)

Zn )

g)

cg
cg
cg
cg
g
g

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ca

(m
(m
m
(m

(m

m
(m

(m

m
(m
s(

(m
(m
(m
m
m
(k

6 (
3 (
2 (
1 (
na

9 (

E
P

g
a

D
A
B
B
B
B
eí

12
B
gí

B
ot
er

Pr
En

Minerales Vitaminas

Figura 3.8. Productos para control de peso (batidos). Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hem-
bras entre 20 y 40 años cubierta por una ración estimada/día (cantidad de producto que sustituye a una comida).

50 48,06 48,88

45 42,55
40,90 40,62
39,67
38,20
40 37,65 37,14
36,11
36,66 35,60 35,05
33,90
35 33,43 33,00
30,42 30,60
29,00 29,70
30 27,64 28,88
28,04
28,50
Varones
26,06
% 25 Hembras
21,00
20
15
10,98
10 8,36
5
0
Zn g)

g)
)
)
C )
g)
g)

g)

)
M g)

g)
Fe )

g)

g)

g)
g)
)

Ca g)

cg
cg
cg
cg
g
al

(m
(m
(m

m
(m

m
(m

(m

m
(m
(
c

(m
(m
(m
m
s
(k

6 (
3 (
1 (

2 (
na

I(

9 (

E
P

g
a

D
A
B
B

B
B
eí

12
B
gí

B
ot
er

Pr
En

Minerales Vitaminas

Figura 3.9. Productos para control de peso (sándwich). Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hem-
bras entre 20 y 40 años cubierta por una ración estimada/día (cantidad de producto que sustituye a una comida).

Capítulo 3 235
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

70
64,86

60 54,15 54,00

48,30
50 47,77

41,61 41,45
40,71
38,00
40 35,33 35,00 35,50 Varones
32,57 33.87
% 31,55
30,00 31,66 31,11 32,08 31,60 Hembras
29,16
28,90
30 26,17
27,27
25,71
27,10

20

10 5,85 7,72

g)
Zn g)

)
)
C )
g)
I( )

g)

)
M g)

g)
Fe )

g)

g)
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Minerales Vitaminas

Figura 3.10. Control de peso (natillas). Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras entre 20 y
40 años cubierta por una ración estimada/día (cantidad de producto que sustituye a una comida).

Finalmente, en las Figuras 3.11, 3.12 y 3.13, mente para productos navideños sin azúcar, ali-
aparece representado el perfil calórico, respectiva- mentos sin gluten y alimentos para control de peso.

ALIMENTOS SIN GLUTEN

Grasa
Proteínas 11% Grasa
7% 40%

Carbohidratos Carbohidratos
92% Proteínas 55%
Pan y derivados 5% Galletas y bollos

Grasa
Proteínas 13%
14%

Carbohidratos
Pizzas 73%

Figura 3.11. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Porcentaje de kilocalorías aportadas por las proteínas, grasa y
carbohidratos.

236 Capítulo 3
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

PRODUCTOS NAVIDEÑOS SIN AZÚCAR

Carbohidratos Carbohidratos
29% 29%

Grasa Grasa Proteínas

Proteínas 5%
61% 10% 66%
Turrones Polvorones

Carbohidratos
39%

Grasa
52% Proteínas
Mazapanes 9%

Figura 3.12. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Porcentaje de kilocalorías aportadas por las proteínas, grasa y car-
bohidratos.

PRODUCTOS PARA CONTROL DE PESO

Grasa Carbohidratos Grasa Carbohidratos

31% 43% 23% 37%

Proteínas Proteínas
26% 40%
Barritas Natillas

Grasa Carbohidratos
Grasa
31% 43%
16%

Proteínas Carbohidratos
Proteínas
34% 50%
26%
Batidos Sándwiches

Figura 3.13. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3. Porcentaje de kilocalorías aportadas por las proteínas, grasa y
carbohidratos.

Capítulo 3 237
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Discusión
Al igual que en los grupos anteriores, en este
Grupo 3, dedicado al estudio de los alimentos
utilizados para regímenes nutricionales específi-
cos, la discusión de los resultados obtenidos se
presenta distribuida en cuatro apartados:
• Valoración del etiquetado general.
• Valoración del etiquetado nutricional.
• Evaluación nutricional.
• Consideraciones finales.
Valoración del etiquetado general
Comenzamos la discusión realizando una
valoración global del etiquetado general (Figu-
ra 3.3). Como se puede observar, en esta figura
aparece representado el grado de cumplimiento
que, con respecto a los datos obligatorios del eti-
quetado general, presentan todos los productos
alimenticios que integran este tercer grupo obje-
to de estudio.
Como se puede observar, en el 100% de los
productos estudiados se consigna la lista de ingre-
dientes, marcado de fechas, modo de empleo y
lote o indicación, en el marcado de fechas, de
forma clara y en orden, del día y mes. Además, en
aquellos preparados en cuya composición inter-
vienen, edulcorantes, edulcorantes y azúcares, o
figura el aspartamo como edulcorante, se señalan
correctamente las menciones correspondientes:
«con edulcorantes», «con azúcares y edulcoran-
tes», y «contiene una fuente de fenilalanina», res-
pectivamente.
No sucede así respecto a la denominación de
venta y cuantificación de ingredientes, que se
consignan correctamente en el 93,10% y
28,21% de los casos, respectivamente. La canti-
dad neta figura en el 98,28%, los datos de iden-
tificación de la empresa se reseñan, de forma
completa, en el 96,55%, y en un 94,83% se
especifica correctamente su origen. Todas las
indicaciones aparecen en castellano en el
89,66%, figurando, en el mismo campo visual,
238 Capítulo 3
la denominación de venta, la cantidad neta y el
marcado de fechas en un porcentaje alto, un
86,21%.
Cabe reseñar, no como deficiencia, sino
como un dato a valorar positivamente, que el
61,11% de estos alimentos mencionan en su eti-
queta que están envasados en atmósfera protec-
tora, como consecuencia de haber utilizado para
ese fin gases de envasado autorizados. Las con-
diciones de conservación se adjuntan en el
85,19% de estos preparados, y el modo de
empleo en el 55,17% de los mismos.
En la Figura 3.4, se recoge el etiquetado
general de los alimentos sin gluten. Según se
observa, la totalidad de los mismos se presentan
envasados en atmósfera protectora, y se comer-
cializan indicando, junto a la denominación de
venta, el objetivo nutricional al que se destinan.
En este sentido, en estos productos aparecen dis-
tintas menciones: «sin gluten», «apto para dietas
sin gluten», «apto para celíacos», recogiendo
algunos de ellos la especificación de que el
producto cumple las normas del Códex
Alimentarius para alimentos sin gluten. De
todas estas indicaciones la más frecuente es la
primera.
En su etiquetado figura, en el 100% de los
casos, la lista de ingredientes, el marcado de
fechas, las condiciones de conservación, el
modo de empleo, lote y datos de identificación
de la empresa elaboradora, envasadora o vende-
dora.
Las principales deficiencias se observan en
la cuantificación de ingredientes, que sólo se
indica en el 50% de los alimentos sin gluten, a
pesar de que destacan la presencia de algún
ingrediente, bien junto a la denominación de
venta o en cualquier otro lugar de su etiquetado.
La cantidad neta se reseña en un 94,12%, al
igual que el origen. Todas las puntualizaciones
obligatorias del etiquetado aparecen en castella-
no en un 76,47% de los productos, y figuran, en
el mismo campo visual, la denominación de
venta, cantidad neta y marcado de fechas en el
64,71% de los mismos.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
En la Figura 3.5 se representa la valoración
del etiquetado general de los productos navide-
ños sin azúcar, productos destinados fundamen-
talmente para la población diabética, aunque
también es muy frecuente que los consuman
personas con sobrepeso. Se comprueba que en
el 100% del conjunto muestral se consigna la
denominación de venta, lista de ingredientes,
cantidad neta, marcado de fechas, lote y las
menciones «con edulcorantes» y, en el caso de
que contenga el producto aspartamo, la especi-
ficación «contiene una fuente de fenilalanina».
No ocurre así respecto a la cuantificación de
aquellos ingredientes cuyo nombre destaca en el
etiquetado del producto junto a la denominación
de venta o son esenciales para definirlo. Ello
sucede, tanto en el caso de las diferentes varie-
dades de los turrones diversos (en función de los
sabores), como para las distintas calidades de
mazapanes (en función de la cantidad de almen-
dra).
Las condiciones de conservación se reseñan
en un 72% de estos dulces. Los datos de identi-
ficación de la empresa se señalan correctamente
en un 92,31%, así como su origen, en igual por-
centaje. Todas las indicaciones aparecen en cas-
tellano en un 96,15%, mostrando, en el mismo
campo visual, la denominación de venta, canti-
dad neta y marcado de fechas, en un 92,31%.
Estos productos se comercializan haciendo
referencia a alguna de las siguientes menciones
que acompañan a su denominación de venta:
• Una mención relativa a que en su elabora-
ción se ha utilizado fructosa, en lugar de
sacarosa.
• «Sin azúcar», Sin azúcar añadido» o «Sin
azúcar añadido (sacarosa)».
• «Apto para dietas sin azúcar».
• «Tolerado por diabéticos».
De todas ellas, la segunda es la más frecuen-
te.
Otros alimentos que forman parte de este ter-
cer grupo seleccionado en nuestro muestreo son
los alimentos para control de peso, cuya valora-
ción de su etiquetado general se refleja en la
Figura 3.6. En la leyenda que aparece en la parte
inferior de la figura se recogen todas las puntuali-
zaciones obligatorias del etiquetado, incluyéndose
varias menciones específicas para este grupo.
En cuanto a la denominación de venta, de la
totalidad de productos sometidos a estudio, el
86,66% se comercializan utilizando la denomina-
ción de venta que establece la legislación: «susti-
tutivo de una comida para control de peso». En el
resto (que corresponde a dos marcas comerciales
con dos formas de presentación diferentes, núme-
ros CP6 y CP12), se hace referencia a su utiliza-
ción en situaciones de sobrepeso y obesidad.
También hemos observado que en todos estos ali-
mentos se indica la cantidad de producto que sus-
tituye una comida.
En el 100% aparece la lista de ingredientes,
cantidad neta, marcado de fechas, forma de uti-
lización del producto, lote, identificación com-
pleta de la empresa, el origen de los mismos, y
presentación, en el mismo campo visual, de la
denominación de venta, cantidad neta y marca-
do de fechas.
En un alto porcentaje (83,33%), se especifica
que el producto ha sido envasado en atmósfera
protectora, así como las condiciones de conser-
vación del mismo (92,31%).
Las principales deficiencias se acusan en la
indicación cuantitativa de ingredientes en aque-
llos casos en los que es necesario incluir esta
puntualización, que sólo se adjunta en el 50% de
los preparados.
En todos estos alimentos se adjunta la forma
de utilización, y en un 93,33% se advierte la
importancia que tiene ajustarse a tal recomenda-
ción.
Todos los datos del etiquetado figuran en
castellano en el 93,33%, y siempre que son
necesarias se consignan las menciones relativas
a la indicación de «edulcorantes», «azúcares y
edulcorantes», etc.
Existen unas menciones obligatorias especí-
ficas para estos productos, que son las siguien-
tes:
Capítulo 3 239
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
• Mención relativa a la importancia de man-
tener una adecuada ingesta de líquidos,
que se da en el 100% de los mismos.
• Mención expresa de que el producto úni-
camente sirve para el fin al que se destina
(sustitución de una comida), como parte de
una dieta de bajo valor energético, y que
ésta debe necesariamente complementarse
con el consumo de otros alimentos. Esta
mención se incluye en el 73,33% de las
muestras estudiadas.
Valoración del etiquetado nutricional
Antes de pasar a comentar los resultados
obtenidos en la valoración del etiquetado nutri-
cional de los productos que integran este Gru-
po 3, queremos aclarar que los alimentos sin
gluten y alimentos sin azúcar, dado que no tie-
nen una normativa específica, se han de ajustar,
a lo que en esta materia establecen, el RD
1809/1991, de 13 de diciembre y el RD
930/1992, de 17 de julio. Por tanto, se han de
tener en cuenta los mismos criterios que, a este
respecto, se han aplicado para la valoración del
etiquetado nutricional de los productos pertene-
cientes al Grupo 2, y que han quedado plasma-
dos en el apartado de Legislación del Capítulo 2
(página 126) de este libro. Por el contrario, los
alimentos para control de peso, han de cumplir
las especificaciones establecidas para los mis-
mos en la normativa que los regula (RD
1430/1997, de 15 de septiembre).
Una vez hechas estas consideraciones, inicia-
mos la discusión refiriéndonos a la Tabla 3.22,
relativa a la valoración del etiquetado nutricional
de estos productos, en cuanto a características
generales. De los 58 productos que integran el
conjunto muestral, 54 presentan etiquetado nutri-
cional, lo que representa un 93,10%, mientras que
los cuatro restantes, que corresponden a produc-
tos navideños sin azúcar, carecen del mismo.
El 100% de los alimentos sin gluten mues-
tran etiquetado nutricional, aunque en tan sólo el
240 Capítulo 3
17,65% de los mismos se hace declaración de
alguna propiedad nutritiva relacionada con el
contenido en colesterol, vitaminas y minerales,
azúcares, fibra y/o grasa.
De los 17 productos que integran este sub-
grupo, 13 (76,47%), presentan su etiquetado
nutricional conforme a la modalidad 1.a que
establece el citado RD 930/1992, de 17 de julio,
y 4 (23,53%), conforme a la modalidad 2.a, sien-
do el diseño correcto en cuanto a su presenta-
ción (alineado o en tabla), y al orden de los
nutrientes, en un 94,11% de los mismos. Los
parámetros se expresan correctamente, por 100
gramos o 100 mililitros, en sus unidades corres-
pondientes, en un 88,23%, consignándose el
contenido en energía y macronutrientes, para
una cantidad propuesta para el consumo, en el
supuesto de que el producto se presente así, en
un 64,70%.
Los productos navideños sin azúcar se
comercializan, en su totalidad, haciendo refe-
rencia a la carencia de azúcares añadidos en su
composición, destacando en algunos, además,
su bajo contenido energético o de colesterol. El
80,77% de los mismos posee etiquetado nutri-
cional, respondiendo todos ellos a la modalidad
2.a. Su diseño es correcto en un 92,31% de estos
dulces, correspondiendo los incumplimientos a
la presentación de los datos en un orden inade-
cuado conforme a lo que la normativa establece.
Los parámetros se consignan en las unidades
requeridas, por 100 gramos de producto, en un
92,31% de los casos, expresándose dichos con-
tenidos por una ración propuesta para el consu-
mo, en un 23,08%.
Respecto a los alimentos para control de
peso, el 100% adjunta etiquetado nutricional,
haciéndose en todos ellos declaración de algu-
na propiedad nutritiva (bajo contenido energé-
tico, contenido en vitaminas y minerales, etc.).
En el 80% de estos preparados aparece su eti-
quetado nutricional conforme a la modalidad
2.a, y el 20% restante a la modalidad 1.a. El
diseño es correcto en un 93,33%, expresándo-
se los parámetros en las unidades correspon-
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
dientes, tanto por 100 gramos o 100 mililitros
de producto, como por una ración propuesta
para el consumo (cantidad de producto que
sustituye una comida), de forma correcta en un
86,67%.
La Tabla 3.23 se refiere al porcentaje de
cumplimentación relativo a la energía y nutrien-
tes englobados dentro de las modalidades 1.a y
2.a del etiquetado nutricional, para todos los pro-
ductos pertenecientes a este Grupo 3, destacán-
dose lo siguiente:
• La mayoría de los alimentos sin gluten
(76,47%) se ajustan a la modalidad 1.a del eti-
quetado nutricional, siendo el índice de cumpli-
miento bastante elevado. En el 100% de los
productos sometidos a estudio se consigna el
contenido de cada uno de los macronutrientes,
por 100 gramos, y de energía en kilocalorías,
mientras que la energía en kilojulios se realiza
en el 92,31% de los casos.
Referente a los productos que se ajustan a la
modalidad 2.a del etiquetado nutricional, el
cumplimiento en cuanto a energía, en kilojulios
y kilocalorías, así como con respecto a los
macronutrientes, ácidos grasos saturados y fibra
es del 100%. Los azúcares se especifican en el
75% de los productos, mientras que los polial-
coholes y almidón no figuran en nigún caso, al
igual que los ácidos grasos mono y poliinsatura-
dos y colesterol. El sodio se incluye en el 75%
de los mismos.
• En relación a los productos navideños sin
azúcar, dado que todos se comercializan con
indicación de esta característica, lo que supone
una especificación de una propiedad nutritiva, es
obligatorio que figure, junto al dato de carbohi-
dratos totales, la indicación de azúcares, polial-
coholes y almidón, en cumplimiento de lo esta-
blecido en la Norma de etiquetado sobre
propiedades nutritivas. A este respecto, se com-
prueba que los azúcares se consignan en un
76,19% de los productos, mientras que los
polialcoholes y almidón aparecen tan sólo en un
4,76% de los mismos.
Por otra parte, al hacer referencia en la eti-
queta de algunos de estos alimentos al contenido
en colesterol y/o a determinados tipos de ácidos
grasos, también es obligatorio especificar, ade-
más de la cantidad de grasa total, la correspon-
diente a los ácidos grasos saturados, monoinsa-
turados, poliinsaturados y colesterol.
Si bien, la cantidad de grasa, al igual que el
resto de los macronutrientes, y la energía, en
kilojulios y kilocalorías, se consigna en el 100%
de los alimentos sometidos a estudio, no ocurre
así con los ácidos grasos saturados, que se decla-
ran en un 66,67%, los mono y poliinsaturados en
un 19,05%, y el colesterol en un 14,29%.
Por último, queremos indicar que la fibra se
puntualiza en el 80,95% de los productos, y el
sodio en un 76,19%.
• Los productos destinados a control de
peso, que poseen su etiquetado según la moda-
lidad 1.a, muestran un grado de cumplimen-
tación, respecto a todos los parámetros, del
100%.
En cuanto a los que se presentan según la
modalidad 2.a, el 100% de cumplimiento se
observa para la energía, en kilojulios y kilocalo-
rías, y macronutrientes, mientras que los azúca-
res, ácidos grasos saturados y sodio aparecen en
un 84,62%, polialcoholes en un 7,69%, ácidos
grasos monoinsaturados, en un 23,08%, poliin-
saturados en un 38,46%, y fibra en un 92,31%.
El almidón y colesterol no se incluyen en ningún
caso.
Las Tablas 3.24 y 3.25 muestran la valora-
ción del etiquetado nutricional respecto al por-
centaje de cumplimentación de minerales y vita-
minas lipo e hidrosolubles respectivamente, de
todo el conjunto muestral de este Grupo 3. Se
observa que:
• En los alimentos sin gluten, las cantidades
de vitaminas y minerales se adjuntan tan sólo en
Capítulo 3 241
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
el etiquetado de tres productos. El contenido en
calcio, hierro y vitaminas B2, B3, B6 y B9 se
expresa en el 5,88% de los productos, y la CDR
figura en igual porcentaje para el hierro y vita-
minas B2, B3, B6 y B9, no especificándose en
ninguno el calcio.
• De los 21 productos navideños sin azúcar
que llevan etiquetado nutricional, tan sólo en
uno de ellos se consigna voluntariamente, sin
hacer mención expresa al enriquecimiento en
micronutrientes, el valor de calcio, hierro, y
vitaminas A y C, lo que supone un 4,76%, mien-
tras que el correspondiente porcentaje de canti-
dad diaria recomendada (CDR) no se incluye en
nigún caso.
• Los productos alimenticios destinados a
control de peso son los que presentan un
mayor grado de cumplimentación respecto a
los siguientes minerales y vitaminas: calcio,
fósforo, yodo, hierro, magnesio, vitamina A,
D, E, B1, B2, B3, B6, B12, B9, B8, B5 y C. Para
estos micronutrientes, el cumplimiento es del
100%, tanto en lo que respecta a la indicación
de su contenido, como de las correspondientes
CDR.
Como puede observarse en la Tabla 3.24,
referente a otros minerales, cuya especificacio-
nes son obligatorias en base a la normativa espe-
cífica de aplicación a estos productos, el grado
de cumplimiento es del 100% para el potasio y
manganeso, mientras que para el sodio es del
86,67%, y para el cobre y selenio del 93,33%,
no requiriéndose para ninguno de ellos la indi-
cación de la CDR.
Evaluación nutricional
Siguiendo la misma línea de trabajo que en
los grupos anteriores, como complemento a la
valoración del etiquetado de los productos
encuadrados dentro de este Grupo 3, y teniendo
como base los datos que integran la información
nutricional, hemos considerado de gran interés,
por la repercusión que ello tiene para la salud
242 Capítulo 3
del consumidor, realizar una valoración de dicha
información, habida cuenta de la importancia
que tiene efectuar una ingesta adecuada de
nutrientes, máxime cuando se trata de colectivos
especiales (celíacos, diabéticos y obesos), que
han de estar sometidos a regímenes nutriciona-
les específicos.
Para ello, se ha determinado el contenido
en energía y nutrientes que aporta una ración
media al día que se ha estimado como más
conveniente, (teniendo siempre en cuenta las
especificaciones de los fabricantes de estos
preparados), con el fin de comprobar en qué
medida cubre las cantidades diarias recomen-
dadas.
El cálculo de la ración estimada es variable
en función del tipo de alimento. Así, dentro de
los preparados sin gluten, se han diferenciado,
panes y derivados, por un lado, y galletas y
bollos, por otro. Para los panes sin gluten, se ha
considerado como ración media, 100 gramos
diarios; para las pastas alimenticias, 30 gramos;
y para las pizzas individuales, 160 gramos (el
contenido neto del envase). Para galletas y
bollos, se ha establecido, en general, 50 g a
excepción de la muestra n.o SG15, que corres-
ponde a un bollo relleno de chocolate cuyo peso
unitario es, de 80 g.
En cuanto a los productos navideños sin azú-
car, se ha estimado la misma ración media para
los diferentes productos que integran este tipo
de alimentos (turrones diversos, mazapanes y
polvorones), que se cifra en 30 gramos, por
constituir éste el peso aproximado que presenta
una unidad de cada uno de ellos.
Finalmente, en los productos para control de
peso, se ha tomado como ración media la canti-
dad de producto que, según las recomendacio-
nes del fabricante, sustituye una comida, y que
es variable dependiendo del tipo de preparado y
la forma de presentación del mismo.
Al igual que en los Grupos 1 y 2 ya tratados
en apartados anteriores, la valoración nutricional
de estos alimentos se ha hecho teniendo en cuen-
ta las Ingestas diarias recomendadas de energía
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS

y nutrientes para la población española (CSIC, especiales sin gluten (n.os SG2 a SG7), a una de
1994) y las Raciones Dietéticas Recomendadas pasta alimenticia (n.o SG1), y a tres muestras
(National Research Council, 1991), que se reco- distintas de bases para pizzas (n.os SG8, SG9 y
gen en la Tabla 2.24 (Capítulo 2). SG10).
Asimismo, se han tenido en consideración Se observa una gran variabilidad de datos
los objetivos nutricionales para la población entre las diversas muestras en cuanto a su com-
española (Aranceta et al., 1995), a fin de deter- posición, hecho lógico ya que se trata de pro-
minar en qué grado la distribución de nutrientes ductos que, si bien su ingrediente básico es la
de estos productos dietéticos se ajusta a los harina de distintos cereales, tales como, maíz,
patrones de referencia (Tabla 3.34). soja, etc., también incluyen otra serie de compo-
Una vez realizadas estas matizaciones, ini- nentes que difieren según las distintas marcas,
ciamos la discusión de los resultados relativos a entre otros, grasas vegetales.
la evaluación nutricional de los alimentos sin Estos alimentos se caracterizan por tener un
gluten. elevado contenido en carbohidratos, mientras
En la Tabla 3.26 aparece reflejada la cantidad que el aporte de proteínas y grasa es bastante
de energía y nutrientes que aporta una ración más reducido y similar en la mayoría de los
estimada para los panes y derivados sin gluten. casos. El valor medio de carbohidratos es, de
Esta información se ajusta a la modalidad 2.a del 80,54 ± 21,23 g/ración estimada, mientras que
etiquetado nutricional, y los datos consignados el de proteínas es, de 6,55 ± 2,61 g/ración esti-
se refieren a seis muestras diferentes de panes mada, y el de grasa de 6,25 ± 3,21 g/ración
estimada. Como consecuencia de estos datos,
el contenido energético de estos productos es
Tabla 3.34. Objetivos nutricionales para la población bastante elevado (404,85 ± 107,95 kcal/ración
española. Guías nutricionales para la estimada), constituyendo el 13,49% de las
población española (1995) recomendaciones aplicables al colectivo de
varones entre 20 y 40 años, y el 17,64% si se
OBJETIVOS
PARÁMETROS NUTRICIONALES PARA
consideran los requerimientos para hembras de
LA POBLACIÓN ESPAÑOLA esa misma edad.
Estos resultados quedan contrastados en la
Proteína* 10-13
Figura 3.11, relativa a la contribución calórica
Lípidos* de los diferentes macronutrientes, en la que apa-
* Grasa total 30-35 recen diferenciados: pan y derivados, bases de
* Grasa monoinsaturada 15-20 pizzas, y galletas y bollos. En cuanto a los dos
* Grasa poliinsaturada 7-8 primeros, hemos de señalar que la distribución
* Grasa saturada 7-8
no es equilibrada según los objetivos nutriciona-
* Colesterol (mg) (1) < 100
les, por existir un exceso de carbohidratos (92%
Hidratos de carbono* y 73%, respectivamente), en detrimento de las
* Total 55-60 proteínas (7% y 14%, respectivamente), y grasas
* Simples < 10 (11% y 13%, respectivamente). En tan sólo un
* Complejos > 50
producto, que es el correspondiente a la marca
Fibra alimentaria (g/día) > 25 SG4, se consigna la cantidad de azúcares y áci-
dos grasos saturados. El contenido en azúcares
Sal (g/día) <6 simples es correcto, por constituir aproximada-
(*) Expresado en % de la energía total.
mente el 10% del total de carbohidratos, no ocu-
(1) Se puede aceptar 300 mg/día para adultos de ambos sexos. rriendo lo mismo con los ácidos grasos satura-

Capítulo 3 243
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
dos, que constituyen, aproximadamente, el 50%
del total de la grasa.
Por otra parte, hemos de señalar que la
cuantificación de vitaminas no se refleja en
ninguno de los panes y derivados sin gluten
objeto de estudio, mientras que el aporte de
minerales (excluido el sodio), sólo se mencio-
na en la muestra n.os SG4, consignándose un
valor de calcio igual a 380 mg/100 g de pro-
ducto, lo que supone el 47,50% de la CDR para
este elemento.
En la Tabla 3.27 se recoge, de forma indivi-
dualizada, el aporte de energía y macronutrien-
tes, por ración estimada, para las galletas y
bollos sin gluten. Según se observa en la misma,
hay bastante homogeneidad de resultados en
cuanto a energía y carbohidratos, no ocurriendo
lo mismo en relación al valor de proteínas y gra-
sas.
En estos productos hay un predominio de
carbohidratos (34,56 ± 3,17 g/ración estimada),
seguido de la grasa (12,94 ± 11,60 g/ración esti-
mada) y, finalmente, de las proteínas (2,82 ±
1,53 g/ración estimada). Por tanto, tienen un
aporte calórico de proteínas y de carbohidratos
inferior al de los panes y derivados sin gluten,
siendo el de grasas mayor. Según se comprueba
en la Figura 3.12, relativa al perfil calórico, cabe
destacar que, aunque los carbohidratos están
dentro de los límites adecuados (55%), no ocu-
rre lo mismo con la grasa, que es excesiva
(40%) y las proteínas, que están escasas (5%).
Sólo hay dos marcas, n.os SG12 y SG15, en
las que se incluye el contenido de azúcares y
ácidos grasos saturados, y en la marca n.o SG13
únicamente los ácidos grasos saturados. En las
dos primeras, el valor de azúcares simples es
muy elevado, excediéndose en más del doble de
lo que marcan los objetivos nutricionales. En
cuanto a los ácidos grasos saturados se superan
los valores de referencia en la marca n.o SG12,
mientras que en las n.os SG13 y SG15 las cifras
son aceptables.
En tan sólo dos muestras se adjunta la cuan-
tificación de vitaminas y minerales, n.os SG11 y
244 Capítulo 3
SG15. En la primera, únicamente se señala la
cantidad de vitamina B9, de 50 μg, lo que cons-
tituye el 25% de las CDR para esta vitamina,
mientras que en la segunda se muestra el con-
tenido en hierro (4,7 mg), y vitaminas B1
(0,4 mg), B2 (0,7 mg); B3 (8,7 mg) y B6 (0,55 mg);
en ningún caso se sobrepasan las recomendacio-
nes nutricionales de estos micronutrientes para
la ración estimada.
En cuanto al contenido en fibra, su valor
medio se cifra en 1,78 + 1,13 g/ración estimada,
existiendo una gran dispersión de datos al res-
pecto. Por el contrario, el sodio, con un valor
medio de 0,15 ± 0 ± 0 g/ración estimada, pre-
senta una total homogeneidad de resultados en
las dos muestras que lo declaran, con valores
que están muy alejados de los objetivos nutri-
cionales de referencia, siendo poco significati-
vos cuantitativamente.
Referente a los productos navideños sin azú-
car, en la Tabla 3.28 se recoge el aporte de ener-
gía y macronutrientes para una ración estimada
de los turrones diversos sin azúcar, mientras que
en la Tabla 3.29, se consignan estos mismos
datos para una ración estimada de mazapanes y
polvorones sin azúcar.
Como puede comprobarse, en los turrones no
se advierten variaciones significativas en el con-
tenido de energía y macronutrientes en las dife-
rentes muestras sometidas a estudio, obtenién-
dose unas desviaciones estándar muy pequeñas.
El valor medio calórico es de 156,62 ± 9,55
kcal/ración estimada; el de hidratos de carbono
de 12,16 ± 1,85 g/ración estimada; el de proteí-
nas de 3,97 ± 0,60 g/ración estimada, y el de
grasa de 10,42 ± 1,41 g/ración estimada. De
estos datos se deduce que los turrones diversos
sin azúcar, pese a su denominación, poseen un
contenido elevado en hidratos de carbono y
grasa, y una menor tasa de proteínas.
A este respecto, hemos de destacar, como
puede comprobarse en la Figura 3.12, que exis-
te un desequilibrio en el aporte de nutrientes y
en la distribución calórica correspondiente,
observándose un exceso de grasa (61%), pues
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
se duplica la cantidad recomendada según los
objetivos nutricionales; para los carbohidratos
hay un déficit (29%), mientras que el contenido
proteico está dentro de los límites correctos
(10%). Esta distribución calórica se debe a la
composición de estos productos, ya que están
elaborados fundamentalmente con almendra y
fructosa, y adicionados o no, según las diferen-
tes variedades de otros ingredientes como, clara
o yema de huevo, cacao, leche en polvo, etc.
Según aparece en la Tabla 3.28, el contenido
en azúcares simples es muy elevado en todas las
muestras sometidas a estudio, ya que constitu-
yen la práctica totalidad de los carbohidratos,
sobrepasando en todas el 10% recomendable.
No ocurre lo mismo respecto al valor de ácidos
grasos saturados que, en general, es aceptable,
salvo en las muestras n.os T6,T7 y T8, que cons-
tituyen prácticamente el 50% de la grasa total.
Asimismo, en aquellas muestras en las que se
consignan los ácidos grasos mono y poliinsatu-
rados (n.os T1, T2, T7 y T10), el valor de éstos es
aceptable, en base a los objetivos nutricionales,
pues los primeros suponen aproximadamente la
mitad del porcentaje total de grasa, y los segun-
dos la cuarta parte de la misma. Respecto a estas
cuatro muestras, cabe destacar que en las n.os T1,
T2, T10 hay un predominio de ácidos grasos
monoinsaturados y de poliinsaturados, frente a
saturados, presentando una distribución correcta
de los mismos. Por el contrario, en la muestra
número T7 casi el 50% de la grasa la integran
los ácidos grasos saturados, lo cual nutricional-
mente es incorrecto.
Referente a la fibra, existe una gran disper-
sión de datos entre las diferentes muestras, lo
que hace que la desviación estándar sea muy
elevada con respecto a la media (1,64 ± 0,93
g/ración estimada), situación que no se produce
para el sodio, cuyo contenido prácticamente es
nulo, 0,01 ± 0,01 g/ración estimada.
En la Tabla 3.29 se presentan los datos rela-
tivos al mazapán sin azúcar y polvorones.
Respecto al primero, hemos comprobado que la
almendra y la fructosa son los dos ingredientes
básicos de su composición, pudiendo llevar,
además, algún antioxidante y esencias. En estos
dos tipos de productos la almendra se encuentra
en mayor proporción que en el turrón, ya que es
el ingrediente fundamental, lo que justifica que
el contenido en carbohidratos sea superior al de
los turrones y el de grasa inferior, al no llevar
otros componentes que le puedan proporcionar
este nutriente.
En la elaboración de los polvorones intervie-
nen variados ingredientes, tales como, almendra,
chocolate, grasa vegetal, fructosa, coco, esencias
variadas, etc. Ello hace que la composición de
estos dulces sea heterogénea en función de la
formulación de los mismos, y que el aporte de
grasa, en general, sea superior y, por el contrario,
el de proteínas y carbohidratos inferior.
Se comprueba que el contenido en energía,
carbohidratos, proteínas y grasa, es bastante
similar entre las diferentes marcas de mazapanes
sin azúcar analizadas, aunque con pequeñas
variaciones. El aporte calórico de estos dulces
oscila entre un máximo de 162,60 kcal/ración
estimada, y un mínimo de 131,10 kcal/ ración
estimada, con un valor calórico medio de 146 ±
15,82 kcal/ración estimada.
La cantidad de proteínas es prácticamente
coincidente en las tres marcas, con una media de
3,38 ± 0,19 g/ración estimada, así como el de car-
bohidratos, presentando las muestras n.os MZ2 y
MZ3, respectivamente, cifras de 14,31 g y 14,43
g, y algo superior la n.o MZ1, de 16,20 g. En cuan-
to a la grasa, la muestra n.o MZ3 tiene un conteni-
do superior a las otras dos, con una media de 8,46
± 1,57 g/ración estimada
En la Figura 3.12 se comprueba que la distri-
bución calórica de estos dulces no se ajusta a las
recomendaciones, ya que si bien las proteínas
contribuyen en un 9% al aporte calórico, aproxi-
mándose a los objetivos nutricionales, los car-
bohidratos lo hacen en un 39%, encontrándose
deficitarios, y la grasa en un 52%, siendo su
aporte excesivo.
Solamente en las muestras n.os MZ1 y MZ2
se efectúa declaración del contenido en ácidos
Capítulo 3 245
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
grasos saturados, el cual es excesivo en el pri-
mer caso (2,10 g/ración estimada), con respecto
al aporte total de grasa (7,20 g/ración estimada)
por sobrepasar los objetivos fijados al respecto,
mientras que en la muestra n.o MZ2, la cantidad
de saturados (0,72 g/ración estimada) cumple
dichos objetivos, con respecto a la totalidad de
la grasa (7,95 g/ración estimada).
Los azúcares simples se declaran en las
muestras n.os MZ1 (15 g/ración estimada) y
MZ2 (14,31 g/ración estimada), constituyendo
en ambas la práctica totalidad de los carbohidra-
tos. Los datos obtenidos para la fibra son muy
dispersos y poco significativos con respecto a
los objetivos nutricionales. De la misma forma,
el contenido en sodio es prácticamente nulo.
En cuanto a los polvorones, según se observa
en la Tabla 3.29, aunque existen variaciones
según las diferentes marcas analizadas, en gene-
ral, el valor medio en carbohidratos (15,65 ±
4,61 g/ración estimada), es ligeramente superior
al de los mazapanes, las proteínas son ligera-
mente inferiores (1,94 ± 0,42 g/ración estima-
da), y la cifra de grasas algo superior (9,76 ±
4,38 g/ración estimada). Estos datos se contras-
tan en la Figura 3.12, en la que se representa el
perfil calórico de estos dulces y la contribución
de los distintos macronutrientes al aporte ener-
gético total de los mismos, detectando un repar-
to inadecuado de calorías, por presentar un apor-
te excesivo de grasa (66%), y deficitario de
carbohidratos (29%) y proteínas (5%).
Referente a la cantidad de azúcares simples,
sólo se declara en las muestras n.os PV1, PV2 y
PV5, encontrándose en exceso en todas ellas,
ya que superan el 10% de las kilocalorías tota-
les aconsejadas, siendo especialmente elevado
el aporte de la muestra n.o PV5 (12,75 g/ración
estimada), por constituir la práctica totalidad
de los hidratos de carbono (13,50 g/ración esti-
mada).
La cifra de ácidos grasos saturados única-
mente figura en la muestra n.o PV5, siendo tam-
bién excesiva (3 g/ración estimada), al constituir
la tercera parte del contenido total de grasa (9
246 Capítulo 3
g/ración estimada), superando los límites mar-
cados por los valores de referencia.
En general, la cantidad de fibra y sodio de los
polvorones es poco significativa, así como la de
los otros dulces anteriormente comentados.
Por último, señalamos que en el etiquetado
de los polvorones sin azúcar, al igual que en el
de los mazapanes, no se efectúa declaración
alguna relativa al contenido en vitaminas y
minerales.
En la Tabla 3.30 se recoge el aporte de ener-
gía y nutrientes en relación a las diferentes for-
mas de presentación de los productos destinados
a control de peso, según ración estimada, que es
la que, siguiendo las indicaciones del fabricante,
sustituye una comida.
Con respecto a las barritas, se observa que el
contenido calórico, proteico y de carbohidratos,
es bastante similar entre las diferentes marcas
comerciales, existiendo una gran homogeneidad
de resultados al respecto. El aporte medio caló-
rico de las barritas se cifra en 258,62 ± 132,75
kcal/ración estimada, oscilando entre un máxi-
mo de 360,80 kcal y un mínimo de 235,60 kcal;
el valor medio de proteínas es de 19,44 ± 2,64
g/ración estimada, variando entre un máximo de
23,76 g y un mínimo de 15,50 g; y la media
de hidratos de carbono es de 34,20 ± 4,15
g/ración estimada, con un máximo de 38,72 g y
un mínimo de 26,85 g.
Para la grasa se observan pequeñas desvia-
ciones con respecto al valor medio, de 10,51 ±
2,12 g/ración estimada, en las muestras n.os CP1
y CP3. Por otro lado, el aporte de ácidos grasos
saturados en las cuatro muestras en que se con-
signan es alto, dado que la cantidad oscila entre
un 35 y un 60% de la cantidad total de grasa.
Además, en el caso concreto de la muestra
número CP3, que es la única en la que se decla-
ran los valores de los tres tipos de ácidos grasos,
se aprecia un claro desequilibrio entre ellos, exis-
tiendo un exceso de saturados, que representan
casi el 50% de las calorías aportadas por las gra-
sas, mientras que los monoinsaturados constitu-
yen el 25,33%, y los poliinsaturados el 14,66%.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
El contenido en azúcares se declara en cuatro
de los seis preparados para control de peso que
integran el conjunto muestral, comprobándose
que las cifras en las muestras n.os CP1 y CP3 son
excesivas, ya que en ambas constituyen la casi
totalidad de los carbohidratos; en la muestra
número CP2, alcanzan casi el 50%, y en la n.o
CP4, el 27%.
Asimismo destaca, con respecto al resto, la
cantidad de fibra alimentaria de la muestra
número CP6, de 11,25 g/ración estimada (cubre
el 37,50% de los objetivos aconsejados), frente a
la media que se cifra en 4,58 ± 3,70 g/ración esti-
mada.
En la Figura 3.13 se observa que la distribu-
ción calórica en las barritas para control de peso
no se ajusta a las pautas nutricionales fijadas,
presentando un exceso de proteínas (26%) y un
déficit de carbohidratos (43%), mientras que las
grasas constituyen el 31% de las kilocalorías
totales, porcentaje que está equilibrado respecto
a las recomendaciones.
En cuanto a los batidos, tal y como se puede
observar en la Tabla 3.30, hay una mayor dis-
persión de resultados para la energía y el conte-
nido en macronutrientes entre las diferentes
muestras. El aporte calórico varía entre un máxi-
mo de 308,00 kcal/ración estimada, y un míni-
mo de 131,10 kcal/ración estimada, y los car-
bohidratos también muestran oscilaciones, entre
un máximo de 48 g/ración estimada y un míni-
mo de 13,10 g/ración estimada. Las proteínas,
por ración estimada, también presentan varia-
ciones, con un valor medio de 16,77 ± 6,11 g, y
un rango de cifras, entre 21,68 g y 6,24 g.
El aporte de grasa en estos preparados tam-
bién es heterogéneo entre las diferentes marcas,
con una media de 3,58 + 1,63 g/ración estimada.
Solamente se declaran los ácidos grasos satura-
dos en las muestras n.os CP7, CP8, CP9 y CP11,
encontrándose en la proporción adecuada en las
dos primeras, mientras que las n.os CP9 y CP11
superan el 50% de la totalidad de las grasas.
Asimismo, en una única muestra, n.o CP 9, se
especifican los distintos tipos de ácidos grasos,
observándose una relación incorrecta en los mis-
mos en base a los objetivos nutricionales, ya que
hay exceso de ácidos grasos saturados en detri-
mento de los monoinsaturados.
En general, el valor de azúcares simples en
las muestras que lo declaran (n.os CP7, CP8, CP9
y CP11), es elevado, pues oscila entre el 60 y
100% del total de carbohidratos.
La distribución calórica en los batidos, como
puede observarse en la Figura 3.13 es inadecua-
da, ya que si bien los carbohidratos (50%) se
ajustan a los objetivos nutricionales, hay un
déficit en la grasa (16%) y un exceso en las pro-
teínas (34%).
En cuanto a los productos para control de
peso que se comercializan en forma de sánd-
wich, hemos podido comprobar que aunque per-
tenecen a marcas comerciales totalmente dife-
rentes, curiosamente presentan exactamente el
mismo contenido en todos los nutrientes, datos
que se adjuntan en la Tabla 3.30.
Cabe destacar que las cifras de azúcares sim-
ples son inadecuadas (8,52 g/ración estimada),
ya que constituyen más del 10% del aporte caló-
rico total de los carbohidratos (28,20 g/ración
estimada), cifrándose la fibra en 2,40 g/ración
estimada.
Sin embargo, la cantidad de ácidos grasos
saturados (2,88 g/ración estimada), sí se encuen-
tra muy próxima a los límites que consideran los
objetivos nutricionales (7-8% de las calorías
procedentes de las grasas). En estos preparados
no se incluyen las cifras de ácidos grasos mono
y poliinsaturados.
La distribución calórica en sandwiches nue-
vamente, al igual que en los otros alimentos para
control de peso, se muestra desequilibrada, ya
que aportan un exceso de proteínas (26%) y un
déficit de hidratos de carbono (43%), mientras
que el porcentaje de grasa es adecuado (31%).
Otros alimentos seleccionados dentro de este
grupo para el control de peso son las natillas.
Por los datos consignados en sus etiquetas, son
las que tienen un aporte energético inferior al
resto de los subgrupos ya tratados, con un valor
Capítulo 3 247
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
medio de 175,59 ± 36,18 kcal/ ración estimada.
Ello se debe a que el contenido en hidratos de
carbono es también inferior, con una media de
16,86 ± 2,62 g/ración estimada, mientras que el
de proteínas y grasas es bastante similar al
encontrado en los otros productos.
Según se observa en la Figura 3.13, la distri-
bución calórica en las natillas está totalmente
desajustada, con un exceso de proteínas (40%),
déficit de hidratos de carbono (37%), y un por-
centaje de grasa deficitario (23%).
Tan sólo en la muestra n.o CP14 se especifi-
can las cifras de los diferentes tipos de ácidos
grasos, que son totalmente incorrectas, sobre
todo en la relación de saturados y monoinsatu-
rados. En lo que respecta a los azúcares simples,
este dato únicamente se especifica en la muestra
número CP14, comprobándose que es totalmen-
te inadecuado ya que constituye el 100% de los
carbohidratos totales.
Como resumen, podemos decir que todos los
productos para control de peso son hiperprotei-
cos. Este elevado contenido en proteínas se debe
a que en la composición de todos ellos intervie-
nen: leche en polvo y concentrado de proteínas
lácteas, además de otros ingredientes variables,
según el tipo de preparado. En cuanto a los edul-
corantes, hemos comprobado que utilizan dis-
tintos tipos, aunque los más frecuentes son, sor-
bitol, aspartamo y/o fructooligosacáridos.
Referente a los minerales, en la Tabla 3.31,
figuran los datos para la ración que se ha esta-
blecido en estos alimentos para control de peso.
Comparativamente, son las barritas las que pre-
sentan un contenido medio en sodio menor
(193,40 ± 22,05 mg/ración estimada), que el
resto de los preparados que integran este tipo de
alimentos, correspondiendo el valor más eleva-
do a los sandwiches (360 ± 0,00 mg/ración esti-
mada), mientras que los batidos adquieren una
situación intermedia.
Con carácter individual, merece destacar el
valor de sodio de las muestras n.os CP8, CP9,
CP12 y CP13, que es especialmente elevado en
la primera (400 mg/ración estimada), ya que
248 Capítulo 3
constituye el 80% de los requerimientos míni-
mos establecidos para este mineral.
La cifra media de potasio es bastante similar
en las barritas (532,05 ± 74,51 mg/ración esti-
mada), batidos (499,14 ± 138,83 mg/ración es-
timada) y sandwiches (499,80 ± 0,00 mg/ración
estimada). Por el contrario, el valor de potasio
en las natillas es aún más elevado (616,25 ±
73,19 mg/ración estimada), al igual que el calcio
y el fósforo, lo cual puede ser atribuido a que en
la composición de las natillas, como ya se ha
comentado, interviene fundamentalmente la
leche, que es un alimento rico en estos minera-
les.
Cabe destacar, a nivel particular, el alto con-
tenido en potasio que, con respecto al resto, pre-
sentan las muestras n.os CP3, CP6, CP10 y
CP15, que cubre aproximadamente el 35% de
los requerimientos mínimos. En cuanto al cal-
cio, destacan las cifras de las muestras n.os CP7
(499,80 mg/ración estimada), y CP15 (560
mg/ración estimada), por constituir, respectiva-
mente, el 62,47% y el 70% de las CDR para este
mineral. El máximo de fósforo corresponde a la
muestra n.o CP15 (480 mg/ración estimada), que
representa el 60% de las recomendaciones.
Asimismo, los aportes medios de hierro, zinc
y yodo, por ración estimada, son muy similares
en las cuatro formas de presentación de estos
alimentos, distribuyéndose de la siguiente
manera:
Barritas Batidos Sandwiches Natillas
Hierro (mg) 5,67 ± 1,30 5,27 ± 0,51 4,81 ± 0,00 5,40 ± 0,85
Zinc (mg) 4,28 ± 1,32 3,28 ± 1,01 4,57 ± 0,00 3,93 ± 1,52
Yodo (µg) 45,02 ± 1,79 40,36 ± 7,19 46,80 ± 0,00 45,60 ± 6,22
En cuanto al selenio, el valor más alto apa-
rece en las natillas (22,75 ± 8,84 μg/ración esti-
mada), y el menor en los sandwiches (16,80 ±
0,00 μg/ración estimada), correspondiendo el
máximo a la muestra n.o CP15 (29 μg/ración
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
estimada), que llega a cubrir el 41,42% de las
recomendaciones, para varones entre 20 y 40
años, y el 52,72%, para hembras.
La mayor proporción de magnesio, por
ración estimada, se observa en los sandwiches y
en las natillas, siendo en ambos prácticamente
idéntica, 91,20 ± 0,00 mg y 90 ± 42,43 mg, lo
cual puede explicarse por la presencia de queso
y leche, respectivamente, en estos productos. El
aporte en manganeso es bastante reducido,
teniendo poca repercusión en los requerimien-
tos para este mineral, que varían entre 2 y 5
mg/día.
También se han considerado las vitaminas de
estos preparados, datos que se incluyen en la
Tabla 3.32 según ración estimada. Como puede
apreciarse, las cifras de vitamina A son muy
similares en las cuatro formas de presentación
de estos productos, si bien merece resaltar el
enriquecimiento de la muestra n.o CP5 (420 μg),
que cubre el 42% de la CDR, para varones y el
52,50% de la CDR, para hembras. Referente a la
vitamina D, los valores más altos corresponden
a las barritas (1,91 ± 0,54 μg/ración estimada), y
los más bajos a las natillas (1,58 ± 0,12
μg/ración estimada. A este respecto, destaca el
contenido de esta vitamina en la muestra n.o
CP5, de 3 μg, que constituye el 60% de la CDR,
para ambos sexos. En cuanto a la vitamina E,
sobresalen los valores de las muestras n.os CP5,
CP10, CP11 y CP15, que llegan a cubrir hasta el
49,99% de la CDR, tanto para hombres como
para mujeres.
Para las vitaminas hidrosolubles B1 y B2, se
observa una gran homogeneidad de resultados,
siendo sus contenidos muy similares en los cuatro
tipos de productos estudiados, llegando a cubrir
aproximadamente el 37% de las CDR para estas
vitaminas. Referente a la vitamina B3, el máximo
lo presenta la muestra n.o CP5 (10,80 mg), que
llega al 54% y 72% de la CDR, según se apliquen
los requerimientos para varones entre 20 y 40
años, o para hembras de la misma edad.
En las muestras nos CP10 y CP15 se alcanzan
las cifras más altas de vitamina B5, de 2,67
mg/ración estimada, encontrándose dentro de
los valores de referencia del CSIC, 1994, para
esta vitamina (4-7 mg). Para la vitamina B6, las
cantidades en las diferentes muestras están tam-
bién dentro de las recomendaciones, no obser-
vándose grandes variaciones entre las mismas.
No sucede lo mismo con la vitamina B8, que
muestra una gran heterogeneidad de datos.
Destaca el aporte de esta vitamina en las mues-
tras n.os CP2, CP4, CP9, CP10, CP12, CP13 y
CP15, aunque en ninguna se superan las reco-
mendaciones que al efecto establece el National
Research Council, 1991, y que se cifran entre
30 y 100 μg.
Mayor homogeneidad de resultados se
encuentra en la B9, sobresaliendo especialmente
las muestras n.os CP5 (120 μg), CP10 Y CP15
(133,20 μg), que cubren aproximadamente el
60-67% de las recomendaciones. En relación a
la vitamina B12, hay cierta dispersión de datos,
alcanzando valores de 1,11 μg, las muestras
números CP9 y CP15.
Por último, referente a la vitamina C, los
valores más elevados se encuentran en los sand-
wiches (21,36 ± 0,00 mg/ración estimada), y los
más reducidos en los batidos (16,88 ± 5,01
mg/ración estimada), mostrándose el contenido
más alto, de 27 mg/ración estimada, en la mues-
tra n.o CP5, que representa el 45% de la CDR.
Como resumen, podemos decir que el aporte
de vitaminas y minerales en los alimentos para
control de peso, considerados sustitutivos de una
comida, es bastante aceptable, ya que normal-
mente no se supera el 50% de las CDR, lo cual,
bajo nuestro punto de vista, constituye una
referencia adecuada, habida cuenta de que la
dieta de las personas que toman estos preparados
se complementa siempre con otras fuentes nutri-
cionales, existiendo un margen que creemos con-
siderable.
Si tenemos en cuenta los requerimientos que
establece la normativa para productos sustituti-
vos de una o varias comidas de la dieta diaria, en
cuanto al aporte de minerales, éste debe ser,
como mínimo, el 100 por 100 de las cantidades
Capítulo 3 249
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
que se recogen en el Anexo I (Cuadro II) del RD
1430 /1997, de 15 de septiembre, y que se refle-
jan en la Tabla 3.20, de este capítulo.
A este respecto, según se observa en la
Tabla 3.33, estos requerimientos se cumplen
para las barritas en relación a todos los mine-
rales, excepto para el potasio y fósforo, en las
muestras n os CP1 Y CP5, respectivamente,
cuyos valores son algo inferiores. Para los
batidos, también se cumplen esos requeri-
mientos en todos las muestras, excepto en la
n.o CP11 para el sodio, potasio, calcio, fósforo,
hierro, yodo, selenio y magnesio, cuyos apor-
tes son deficitarios. En los sandwiches y nati-
llas se satisfacen todos los requerimientos de
minerales.
Referente a las vitaminas, también se han
comparado los datos obtenidos con los requeri-
mientos que establece la normativa para este
tipo de productos, que deben ser, como mínimo,
el 100 por 100 de las cantidades que se recogen
en el Anexo I (Cuadro II) del RD 1430 /1997,
de 15 de septiembre, y que también se reflejan
en la Tabla 3.20, a la que ya se ha hecho refe-
rencia. Como se observa en la Tabla 3.33, estos
requerimientos se cumplen para las barritas,
sandwiches, natillas y batidos en todas las vita-
minas que declaran, a excepción de la muestra
n.o CP11, que es deficitaria en vitaminas B2, B3,
B5, B6, B8 y B12.
Comprobamos, pues, que la normativa de
los productos para control de peso, al igual que
ocurría en los alimentos infantiles, establece
valores mínimos de vitaminas y minerales,
pero no máximos. A nuestro juicio, sí se debe-
ría marcar el máximo, ya que si bien nosotros
no hemos detectado valores elevados en nin-
gún caso, sería conveniente considerar este
dato de cara a la prevención de posibles riesgos
innecesarios para el consumidor, debidos a una
excesiva suplementación en estos micronu-
trientes.
En este estudio, además de reflejar el aporte
en nutrientes de los productos que integran el
Grupo 3, se han considerado sus correspondien-
250 Capítulo 3
tes CDR mediante una representación gráfica.
Ello sólo se ha realizado para el subgrupo de ali-
mentos destinados a control de peso, ya que para
los alimentos sin gluten y sin azúcar, al no con-
signarse en el etiquetado el contenido en vitami-
nas y minerales (salvo en algún caso aislado), y
no poder establecer valores medios, no se ha
podido proceder a su representación.
Las Figuras 3.7, 3.8, 3.9 y 3.10, reflejan res-
pectivamente, los porcentajes de CDR relativos
a la energía, proteínas, minerales y vitaminas,
en relación a barritas, batidos, sandwiches y
natillas para control de peso. En la primera, se
observa que la cantidad de proteínas, minerales
y vitaminas de las barritas para control de peso,
no supera el 50% de las correspondientes CDR,
tanto si se consideran los requerimientos para
las hembras, como para los varones, de edades
comprendidas entre 20 y 40 años, salvo en el
caso del hierro, con respecto a los requerimien-
tos de los varones, que alcanza el 56,72% de la
CDR.
En la Figura 3.8, se comprueba que los
batidos presentan una similitud con las barritas
para todos los minerales y vitaminas, al igual
que ocurre con los sandwiches, representados
en la Figura 3.9. Por el contrario, las natillas
difieren respecto al contenido en calcio
(Figura 3.10), que supera el 60% de la CDR, y
de fósforo, con un porcentaje superior al 50%
de la CDR.
Concluimos este apartado resumiendo que,
comparativamente, estos productos poseen un
aporte calórico reducido, ya que la energía cons-
tituye aproximadamente el 10% de las CDR
para la población adulta, ajustándose en todos
los casos a los límites que marca la legislación
(200-400 kcal/comida). El valor proteico está en
torno al 30-40% de la CDR, cumpliendo tam-
bién los requisitos de la normativa (25-50% de
las kcal del producto), y en cuanto a vitaminas y
minerales, se aprecia una similitud en barritas,
batidos y sandwiches, existiendo mayor varia-
ción en las natillas debido a las características
inherentes de su composición.
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
Consideraciones finales
A) En cuanto a la valoración del etiquetado
Las principales deficiencias encontradas en el
etiquetado general de los productos dietéticos del
Grupo 3 se observan en:
• Cuantificación de ingredientes, que se
incumple en los tres subgrupos, en el 50%
de los alimentos sin gluten y de los ali-
mentos para control de peso, así como en
el 80,77% de los productos navideños sin
azúcar. Así, no cuantifican correctamente
aquellos ingredientes que acompañan a la
denominación de venta, destacan en su eti-
quetado o que son esenciales para su elec-
ción.
• La cantidad neta se especifica en el 100%
de los alimentos para control de peso y de
los productos navideños sin azúcar, no
advirtiéndose en el 5,88% de los alimentos
sin gluten.
• Los datos de identificación de la empresa
(nombre o razón social, y domicilio), no se
consignan correctamente en el 7,69% de
los productos navideños sin azúcar.
Tabla 3.35. Deficiencias encontradas en el etiquetado general de los productos incluidos en el Grupo 3
ALIMENTOS
DEFICIENCIAS
SIN GLUTEN
Denominación de venta
Cuantificación de ingredientes
Origen
Cantidad neta
Datos identificación de empresa
Todas las indicaciones en castellano
Mismo campo visual: denominación
de venta, marcado de fechas y cantidad neta
(*) Deficiencia no detectada en este tipo de productos.
• El origen de los productos no queda sufi-
cientemente clarificado en el 5,88% de los
alimentos sin gluten, y en el 7,69% de
los dulces navideños sin azúcar.
• En todos los subgrupos, no figuran en cas-
tellano todos los datos que constituyen la
información obligatoria del etiquetado,
siendo el subgrupo de los alimentos sin
gluten el que presenta, de forma más acu-
sada, esta deficiencia (23,53%), seguido de
los productos para control de peso
(6,67%), y de los productos navideños sin
azúcar (3,85%).
• El 35,29% de los alimentos sin gluten, y en
el 7,69% de los productos navideños sin
azúcar, no aparecen, en el mismo campo
visual, la denominación de venta, cantidad
neta y marcado de fechas o indicación del
lugar en que éste aparece.
• El 61,11% de los preparados incluidos en el
Grupo 3 se presentan envasados en atmós-
fera protectora, con el fin de garantizar la
conservación y calidad de los mismos. En el
55,17% se especifica la forma de utiliza-
ción, (exceptuándose los productos navide-
ños sin azúcar en los que no figura este
PRODUCTOS PRODUCTOS NAVIDEÑOS
CONTROL DE PESO SIN AZÚCAR
* SÍ *
SÍ SÍ SÍ
SÍ * SÍ
SÍ * *
* * SÍ
SÍ SÍ SÍ
SÍ * SÍ
Capítulo 3 251
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
dato), y en el 85,19% la forma de conserva-
ción de los mismos. Estas tres puntualiza-
ciones se comentan con carácter informati-
vo, no siendo considerada su ausencia como
incumplimiento, al quedar reconocida, en la
propia normativa, que su indicación se ha
de efectuar sólo en los casos necesarios.
En la Tabla 3.35 se recogen, a modo de resu-
men, las principales deficiencias detectadas en
este Grupo 3, en cada uno de los subgrupos que
lo constituyen.
Referente al etiquetado nutricional de los
productos dietéticos pertenecientes al Grupo 3,
destacamos:
• El 100% de los alimentos sin gluten y de
los productos para control de peso presentan
etiquetado nutricional, descendiendo este
porcentaje en los dulces navideños sin azú-
car hasta un 80,77%. En los tres subgrupos
su diseño es correcto en una alta proporción
(entre el 92,31 y 94,11%).
• En el 100% de los productos navideños sin
azúcar y en el 80% de los preparados para
control de peso, el etiquetado nutricional
se expresa conforme a la modalidad 2.a,
mientras que en los alimentos sin gluten, el
76,47% responde a la modalidad 1.a,
expresándose, de forma correcta, en cuan-
to a unidades se refiere, por cien gramos o
cien mililitros de producto, en un porcen-
taje elevado (entre el 86,67% y 92,31%).
• El subgrupo que indica en mayor medida
las unidades por ración, es el de los pro-
ductos para control de peso (86,67%),
seguido de alimentos sin gluten (64,70%)
y, en último lugar, los productos navideños
sin azúcar (23,08%).
• Referente a la modalidad 1.a del etiquetado
nutricional, son los alimentos destinados
B) En cuanto a la valoración nutricional de estos
para control de peso los que cumplen el
100% de todos los requisitos, así como los
alimentos sin gluten, excepto en la especi-
ficación de la energía en kilojulios, que se
consigna en el 92,31%.
252 Capítulo 3
• Respecto a la modalidad 2.a, en los tres sub-
grupos se cumple al 100% la consignación
de la energía, en kilojulios y kilocalorías,
así como de macronutrientes en sus corres-
pondientes unidades, por 100 gramos o 100
mililitros de producto. Para el resto de los
nutrientes, el subgrupo de los productos
para control de peso es el que muestra
mayor grado de cumplimentación, seguido
del correspondiente a los dulces navideños
sin azúcar y de los alimentos sin gluten.
• Independientemente de la modalidad en
que presenten el etiquetado, en general, los
porcentajes de cumplimiento para los dis-
tintos nutrientes son mayores en los prepa-
rados para control de peso, lo cual se expli-
ca por la existencia de una normativa
específica que los regula. El subgrupo con
menor índice de cumplimentación es el de
los alimentos sin gluten, ya que no se con-
signa en ninguno la cantidad de polialcoho-
les, almidón, ácidos mono y poliinsatura-
dos y colesterol. Respecto a la fibra y sodio
su especificación es bastante elevada en los
tres subgrupos (entre el 75 y el 100%).
• En cuanto a las vitaminas y minerales y sus
correspondientes CDR, el grupo donde se
especifican en un 100% es en el de los pre-
parados para control de peso, debido, como
ya hemos comentado, a la existencia de una
normativa con carácter específico que los
ampara. Tanto en el grupo de los alimentos
sin gluten como en el de los productos navi-
deños sin azúcar, se consignan estos micro-
nutrientes en un porcentaje bajo, si bien en
los primeros, en general, se acompañan de
la correspondiente indicación de la CDR,
dato que no figura en los dulces navideños.
productos dietéticos:
• Con carácter general:
— La evaluación nutricional de estos pro-
ductos ha tenido por objeto determi-
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
nar, a partir de la información recogida
en el etiquetado, expresada por 100 g o
100 ml, el contenido en energía y
nutrientes para una ración que se ha
estimado más adecuada para cada tipo
de preparado.
— En todos ellos se ha calculado en qué
medida cubren los requerimientos de
energía y nutrientes, tomando como
referencia las Ingestas diarias reco-
mendadas de energía y nutrientes para
la población española del CSIC, 1994,
para el colectivo de varones y hembras
de edades comprendidas entre 20 y 40
años, así como las Raciones dietéticas
recomendadas del National Research
Council, 1991, para aquellos paráme-
tros no incluidos en las tablas del CSIC,
y los Objetivos nutricionales para la
población española, de Aranceta et al.,
1995.
— Se ha determinado el perfil calórico de
estos productos al objeto de comprobar
si la contribución de los distintos
macronutrientes al aporte energético
del alimento es equilibrada o no.
— Finalmente, en los productos destina-
dos a control de peso, dado que poseen
una normativa específica, se ha con-
trastado el cumplimiento de la misma
en lo que a criterios de composición de
los diferentes nutrientes se refiere. A
este respecto, destacamos que dicha
normativa establece únicamente requi-
sitos mínimos de vitaminas y minera-
les, comprobándose que todos los pre-
parados sometidos a estudio cumplen lo
legislado.
• Con carácter particular:
— En relación a los alimentos sin gluten, y
en lo que respecta a productos de pana-
dería y pizzas, los carbohidratos son los
nutrientes mayoritarios de su composi-
ción (80,54 ± 21,23 g/ración estimada),
como cabía esperar, siendo el contenido
en proteínas y grasa bajo y muy similar:
de 6,55 ± 2,61 y 6,25 ± 3,21 g/ración
estimada, respectivamente. Estos datos
conducen a que la distribución calórica
en ambos preparados se muestre dese-
quilibrada, estando los carbohidratos en
exceso (82% y 73%, respectivamente),
en detrimento de las proteínas (7% y
14%, respectivamente), y grasa (11% y
13%, respectivamente).
— Solamente hay una muestra, SG4, en la
que se declara el contenido en azúca-
res, 4,50 g/ración estimada, y ácidos
grasos saturados, 0,50 g/ración estima-
da. Con relación a los primeros, hay
que señalar que se encuentran en una
proporción adecuada al constituir el
10% del contenido total de carbohidra-
tos (49,50 g/ración estimada), mientras
que los segundos representan el 50% de
la totalidad de la grasa (1 g/ración esti-
mada), lo cual no se ajusta a los objeti-
vos nutricionales.
— La cantidad de vitaminas no se consig-
na en ninguna muestra, y en cuanto a
los minerales, sólo figura el calcio en la
muestra n.o SG4 (380 mg), cantidad
que cubre el 47,50% de las CDR.
— Una composición diferente se aprecia en
las galletas y productos de bollería, con
una menor cantidad de carbohidratos de
34,56 ± 3,17 g/ración estimada, y valo-
res de grasa y de proteínas de 12,94 ±
11,60 g y 2,82 ± 1,53 g, respectivamen-
te por ración estimada. Por tanto, el
aporte calórico es apropiado para los
carbohidratos (55%), mientras que, por
el contrario, el de grasa es excesivo
(40%), y el de proteínas deficitario (5%).
— El contenido en azúcares únicamente se
especifica en dos muestras, n.os SG12 y
SG15, siendo elevado en ambas con
respecto a las recomendaciones, 10%
del aporte total de carbohidratos.
Capítulo 3 253
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
— Los ácidos grasos saturados se declaran
en las muestras n.os SG12, SG13 y SG15,
observándose que no están equilibrados
con las recomendaciones en la primera,
mientras que en las números SG13 y
SG15, sus valores (1,80 y 3,30 g/ración
estimada, respectivamente), son acepta-
bles en relación a la cantidad total de
grasa (9,90 y 13,55 g/ración estimada,
respectivamente).
— Las cifras de vitaminas y minerales figu-
ran en las muestras n.os SG11 y SG15. En
la primera, el contenido de vitamina B9 es
de 50 μg, lo que constituye el 25% de
CDR. En la segunda muestra se incluye el
valor de hierro (4,7 mg), y vitaminas B1
(0,4 mg), B2 (0,7 mg), B3 (8,7 mg) y B6
(0,55 mg), no sobrepasando en ningún
caso las recomendaciones nutricionales.
— En todos estos alimentos el aporte de fibra
y sodio es poco significativo, respecto a
las recomendaciones que fijan los objeti-
vos nutricionales.
— Referente a los productos navideños sin
azúcar, y en concreto los turrones, los
datos obtenidos en su composición son
bastante homogéneos entre las diferentes
muestras. En todos hay un predominio de
hidratos de carbono (12,16 + 1,85
g/ración estimada), y grasa (10,42 + 1,41
g/ración estimada), encontrándose las
proteínas en menor proporción (3,97 +
0,60 g/ración estimada). La distribución
calórica que presentan estos productos
pone de manifiesto un exceso de grasa
(61%) y un déficit de carbohidratos
(29%), mientras que las proteínas están en
un porcentaje correcto (10%).
— El contenido en azúcares simples que
muestran los turrones sin azúcar es muy
elevado en todos los casos, pese a su deno-
minación de venta, superando el 10% del
total de carbohidratos, llegando a consti-
tuir la práctica totalidad de los mismos en
muchas de las muestras estudiadas.
254 Capítulo 3
— El contenido en ácidos grasos saturados
es aceptable en la mayoría de las mues-
tras, excepto en las n.os T6, T7 y T8, por
constituir prácticamente el 50% de la
grasa total.
— Solamente en 4 muestras, n.os T1, T2, T7
y T10, se consigna la proporción de áci-
dos grasos saturados, mono y polinsatura-
dos, que es adecuada en todas ellas, a
excepción de la T7, por presentar un valor
de saturados elevado, de casi el 50% con
respecto a la grasa total.
— Los mazapanes sin azúcar tienen una
composición en nutrientes que dista poco
de la observada en los turrones. La distri-
bución calórica de los mismos también
está desequilibrada, ya que la grasa está
en exceso (52%) y, por el contrario, los
carbohidratos (39%), están bajos, así
como las proteínas, que contribuyen al
9% de las calorías totales.
— El aporte de azúcares simples en estos pro-
ductos es excesivo, algo que nuevamente
nos llama la atención en función de su
denominación de venta, ya que constituyen
entre el 92,59 y el 100% de los hidratos de
carbono totales.
— De las dos muestras que declaran la canti-
dad de ácidos grasos saturados, en la n.o
MZ2 se encuentran en proporción adecua-
da, mientras que en la otra muestra, n.o
MZ1 están en exceso, por sobrepasar el 7-
8% del total de la grasa.
— Los polvorones sin azúcar muestran un
contenido en hidratos de carbono y grasa
similar al de mazapanes y turrones, y una
cantidad menor de proteínas. Esto queda
contrastado en su perfil calórico, obser-
vando un exceso muy elevado de grasa
(66%), un escaso contenido en carbohi-
dratos (29%), y un déficit de proteínas
(5%).
— Los valores de azúcares simples nueva-
mente son altos en todas las muestras en
las que se consignan, paradójicamente
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
denominadas «sin azúcar», ya que supe-
ran el 10% de los carbohidratos totales,
resaltando especialmente la muestra n.o
PV5 por constituir el 94,44%.
— En todos estos productos navideños sin
azúcar, la cantidad de fibra, en general, es
muy reducida, correspondiendo el valor
más alto a un turrón, muestra n.o T6 (3,27
g/ración estimada), que constituye aproxi-
madamente el 10% de los objetivos nutri-
cionales para este nutriente.
— El aporte de sodio es prácticamente nulo
en todas las muestras en que se consigna
este dato, y en ninguna aparece señalado el
contenido en vitaminas y otros minerales.
— En cuanto a los productos para control de
peso, se han considerado las cuatro formas
de presentación más habituales en que se
ofertan al consumidor: barritas, batidos,
sandwiches y natillas. El contenido calóri-
co de estos productos, por ración estima-
da, es similar en las tres primeras y menor
en la última; el valor más alto corresponde
a las barritas, con un aporte calórico
medio de 258,62 ± 132,75 kcal, y el menor
a las natillas, con una media de 175,59 ±
36,18 kcal.
— Este valor calórico queda contrastado,
lógicamente, en la composición en
nutrientes de estos preparados, ya que si
bien existen pocas diferencias entre los
mismos, destacan las barritas en las que
predominan los hidratos de carbono
(34,20 ± 4,15 g), seguidos de las proteínas
(19,44 ± 2,64 g), y grasa (10,51 ± 2,12 g).
— Se trata de productos hiperproteicos en
sus diferentes formas de presentación.
Ello es debido a que en su composición
intervienen leche en polvo y concentrado
de proteínas lácteas, adicionadas de otros
componentes más o menos variables,
entre los que puede figurar el arroz. En
cuanto a los edulcorantes, los que habi-
tualmente se utilizan son el sorbitol,
aspartamo y fructooligosacáridos.
— El contenido de azúcares simples de estos
productos es, en general, alto. En las
barritas se supera en todas las muestras el
10% recomendable, llegando incluso en
alguna muestra (n.o CP1), hasta el 100%
de los hidratos de carbono totales. En los
batidos, sandwiches y natillas se aprecia
algo similar, destacando especialmente
las cifras de azúcares de las muestras n.os
CP8, CP9 y CP14, por constituir la prác-
tica totalidad de los carbohidratos.
— Referente a la cantidad de ácidos grasos,
solamente se adjuntan los saturados en la
mayoría de estos preparados, presentán-
dose en exceso en todos ellos, a excep-
ción de las muestras n.os CP7 y CP8.
— La declaración de los distintos tipos de
ácidos grasos, únicamente se efectúa en
tres muestras, n.os CP3, CP9, CP14, detec-
tándose una relación desequilibrada, con
un déficit de ácidos grasos mono y polin-
saturados y una cantidad excesiva de
saturados.
— El aporte de fibra de estos productos es
muy variable, oscilando entre un máximo,
de 11,25 g/ración estimada en la muestra
número CP6, hasta la ausencia de este
nutriente en la muestra n.o CP14.
— El contenido en minerales de las barritas
para control de peso no excede, en nin-
gún caso, las CDR, observándose bastan-
te homogeneidad de resultados entre las
distintas muestras. Los porcentajes de
CDR que cubren los valores medios de
minerales, por ración estimada, para el
colectivo considerado, adultos entre 20-
40 años, son los siguientes:
• Sodio, 38,68% de la CDR.
• Potasio, 26,60% de la CDR.
• Calcio, 34,61% de la CDR.
• Fósforo, 29,76% de la CDR.
• Hierro, 56,72% de la CDR, para varones
y 31,50% para hembras.
• Zinc, 28,54% de la CDR.
Capítulo 3 255
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
• Yodo, 32,16% de la CDR.
• Selenio, 26,22% de la CDR.
• Magnesio, 19,40% de la CDR, para varo-
nes y 20,58% para hembras.
• Manganeso, 17,83% de la CDR.
— Referente a las vitaminas, las barritas pre-
sentan:
• Un contenido en vitamina A que varía
entre un valor máximo de 420
μg/ración estimada, y un mínimo de
217 μg/ ración estimada, no alcanzán-
dose en ningún caso el 100% de las
recomendaciones.
• En cuanto a la vitamina D, el valor
máximo, de 3 μg/ración estimada, se
presenta en la muestra n.o CP3, y el
mínimo en la no CP1, con 1,55
μg/ración estimada.
• Los valores observados para la vitami-
na E no superan las CDR, con un máxi-
mo de 5,99 mg/ración estimada
(49,91% de la CDR).
• Las CDR cubiertas por las vitaminas
del grupo B oscilan, entre el 48,81% de
la B1, para hembras, y el 30,57% de la
vitamina B12, para ambos sexos.
• Por último, la vitamina C en las barritas
cubre el 32,38% de la CDR.
— Los batidos muestran una gran dispersión
de resultados en relación al sodio, potasio,
calcio, fósforo y magnesio, con unos
valores medios, por ración estimada, de:
• Sodio, 278,50 ± 128,66 mg.
• Potasio, 499,14 ± 138,83 mg.
• Calcio, 294,04 ± 157,28 mg.
• Fósforo, 251,46 ± 119,52 mg.
• Magnesio, 67,32 ± 40,15 mg.
— En cuanto a la riqueza vitamínica de estos
preparados, se observa:
• Los contenidos de vitamina A en los
batidos varían entre un máximo de
256 Capítulo 3
332,30 μg en la muestra n.o CP10, y un
mínimo de 210 μg en la n.o CP8.
• Las cantidades de vitaminas D, E y C
cubren, respectivamente, el 32,60%,
29,91% y 28,13% de las CDR para
ambos sexos.
• Respecto a las hidrosolubles, los valo-
res de vitaminas del grupo B son bas-
tante similares a los de las barritas,
especialmente las vitaminas B1, B9 y
B12, cubriendo entre el 47,77% y el
32,50% de las CDR.
— Referente a los sandwiches, las dos marcas
comerciales que han sido objeto de estu-
dio, pese a proceder de distintos fabrican-
tes, presentan la misma composición en
vitaminas y minerales. Los valores medios
de calcio, fósforo, zinc y magnesio, 301,20
+ 0,00; 317,40 + 0,00; 4,56 + 0,00 y 91,20
+ 0,00, mg/ración estimada, respectiva-
mente, son superiores a los hallados, para
esos minerales, en barritas y batidos; sin
embargo, el contenido en hierro es inferior
(4,80 mg/ración estimada).
— En estos productos, las vitaminas del grupo
B, así como las liposolubles, A, D y E, se
presentan en cantidad similar a la observa-
da en barritas y batidos, aunque más pare-
cidas a estos últimos, a excepción de la B12
que muestra un valor inferior.
— Las natillas, en comparación con las otras
tres formas de presentación ya comenta-
das, presentan cifras superiores, por
ración estimada, de potasio, calcio, fósfo-
ro, y vitaminas B9 y B12, cubriendo, res-
pectivamente, el 30,81%, 64,86%,
54,15%, 48,3% y 35,5% de las CDR en
cada caso. Ello puede deberse a que en la
composición de estos preparados inter-
viene la leche como alimento básico, lo
que justifica el mayor enriquecimiento en
estos micronutrientes.
— En resumen, podemos considerar que en
los alimentos para control de peso, el
 ALIMENTOS PARA REGÍMENES NUTRICIONALES ESPECÍFICOS
aporte de vitaminas y minerales es bas-
tante aceptable en sus diferentes formas
de presentación, ya que normalmente no
supera el 50%, porcentaje que puede ser
complementado, y con suficiente margen,
por el resto de los alimentos que confor-
man la dieta diaria de las personas que
habitualmente toman estos preparados.
— Finalmente, cabe destacar que en estos
preparados no se superan las recomenda-
ciones nutricionales establecidas para vita-
minas y minerales, cumpliéndose los
requerimientos mínimos que, en cada
caso, marca la normativa específica. Bajo
nuestro punto de vista, pensamos que
debería ser complementada e incluir valo-
res máximos, ya que en caso de una suple-
mentación excesiva por parte del fabrican-
te, hecho que nosotros no hemos detectado
en ningún caso, o bien un abuso excesivo
de estos preparados por parte del consu-
midor, podría suponer algún riesgo en la
salud de aquellas personas que habitual-
mente toman estos preparados dietéticos.
Capítulo 3 257
 ALIMENTOS CONSIDERADOS
4 TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS
PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

ciones especiales de digestión con ayuda de sus

PARTE GENERAL propias enzimas. De este modo se consigue un
fraccionamiento de sus proteínas que da lugar a
elementos más simples como son los aminoáci-
Alimentos considerados dos y péptidos, obteniendo una sustancia rica en
tradicionalmente como aminoácidos esenciales (triptófano, metionina e
específicos para regímenes histidina), vitaminas (complejo B) y minerales
(fósforo y azufre).
dietéticos
Una visión más exacta sobre los elementos
activos en la levadura se deduce al observar la
Bajo este epígrafe se engloba un amplio y varia-
Tabla 4.1 en la que se refleja la composición por
do grupo de alimentos especiales muy deman-
100 gramos de levadura de cerveza (Schneider,
dados por la sociedad actual preocupada por una
1985).
alimentación natural y equilibrada. Podemos
La levadura de cerveza ha sido utilizada
diferenciar los siguientes productos:
desde tiempos antiguos, así Hipócrates, ya cono-
• Levaduras.
• Germen de trigo. Tabla 4.1. Composición por 100 gramos de levadura
• Polen, jalea real. de cerveza.
• Alimentos no refinados (cereales y harinas
integrales, azúcar moreno, etc.). VITAMINAS Y MATERIAS AMINO-
mg g
VITAMÍNICAS ÁCIDOS
• Aceites y grasas con alto contenido en áci-
dos grasos esenciales. Arginina 4,3
Tiamina (vitamina B1) 8-15 Cistina 1,0
Piridoxina (vitamina B6) 3-10 Histidina 2,8
Levaduras Biotina 2-7,5 Isoleucina 5,9
Colina 0,1-1,2 Leucina 7,4
Dentro de este grupo destacamos la levadura de Inositol 80-160 Lisina 7,5
Lactoflavina (vitamina B2) 3,5-8 Metionina 2,7
cerveza por ser el preparado más demandado Nicotinamida 30-80 Fenilalanina 8,1
por un amplio sector de la población. Ácido pantoténico 12-25 Treonina 5,5
La levadura de cerveza es una sustancia pre- Ácido fólico (vitamina B9) 0,05-0,13 Triptófano 1,3
Ácido p-aminobenzoico 0,03-0,55 Tirosina 3,6
digerida y de fácil asimilación constituida por Valina 5,0
células autolisadas, es decir, sometidas a condi-

Capítulo 4 259
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
cía el valor y empleo de la levadura. A ella se
atribuye un efecto beneficioso en la diabetes, por
su acción estimulante de la insulina a través de
las vitaminas del complejo B. Por otra parte, la
lactoflavina (vitamina B2) es la encargada de
producir el efecto similar al de la insulina, ya que
las inyecciones intravenosas de lactoflavina
reducen en los diabéticos el nivel de azúcar en
sangre.
Un elemento natural presente en elevada pro-
porción en la levadura es la biotina, cuya caren-
cia en la alimentación se relaciona con una pro-
ducción excesiva de sebo, lo que permite pensar
en sus efectos beneficiosos sobre la piel.
Se atribuye a la levadura de cerveza efectos
beneficiosos en la regulación metabólica, enfer-
medades que transcurren con síntomas gastroin-
testinales, trastornos hormonales, dolencias car-
díacas y circulatorias, diabetes, obesidad,
estados carenciales de vitaminas, especialmente
en el embarazo, anemias, neuralgias, mal fun-
cionamiento de los órganos linfáticos, etc.
(Schneider, 1985).
Existen diversas formas de presentación:
polvo, copos o comprimidos, entre otras. Se des-
tina a personas que realizan una actividad física
o intelectual muy intensa.
Germen de trigo
El germen de trigo se obtiene como producto
natural inalterado, mediante la molienda del
trigo puro. Los gérmenes de trigo son minúscu-
los depósitos naturales de vitaminas, con eleva-
do contenido en las del grupo B y en vitamina E.
Contienen además vitamina K, provitamina A y
D, aminoácidos de gran valor biológico, ácidos
grasos no saturados, minerales en combinación
orgánica de fácil absorción, entre ellos fosfatos
al 50% y además magnesio, manganeso, cobal-
to y cobre, como oligoelementos.
El análisis de este alimento pone de mani-
fiesto la siguiente composición (Schneider,
1985):
260 Capítulo 4
• 30% de proteínas.
• 38% de azúcares y almidón.
• 9% de aceite de germen.
• 5,5% de minerales.
En cuanto a elementos activos destaca, por
su concentración elevada, la presencia de algu-
nas vitaminas, tales como la B1, B2, B3 y, desde
luego, la vitamina E.
La composición porcentual del germen de
trigo se muestra en la Tabla 4.2 (Schneider,
1985).
Tabla 4.2. Germen de trigo. Composición porcentual
VITAMINAS mg/100g
B1 1,6
B2 0,7
B3 4,4
E 45,5
Además de estas vitaminas, existen en menor
proporción otras, como la B6, B8, ácido para-ami-
nobenzoico, ácido fólico y numerosas enzimas y
auxonas, que son materias para el crecimiento,
multiplicación celular y regeneración de los orga-
nismos celulares, de gran interés en la actualidad.
La presencia en el germen de trigo de las
vitaminas B1 y E hace que este alimento sea
esencial como complemento en el tratamiento
de la diabetes, por activar el metabolismo de los
azúcares y provocar una disminución en los
niveles de los mismos. Cabe destacar, especial-
mente, la presencia de vitamina E, lo que le con-
fiere propiedades antioxidantes, siendo útil en la
prevención de enfermedades cardiovasculares,
musculares o nerviosas.
Polen y jalea real
El polen es el gameto masculino de las flores
que por medio del viento o los insectos es
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

transportado al pistilo femenino. Este proceso se La composición porcentual de este alimento

denomina polinización, y la abeja es el insec-
to que mayoritariamente participa en el mis-
mo.
La forma fundamental del grano es esferoi-
dal, y su coloración aunque variable, dependien-
do de la especie de procedencia, es predominan-
temente amarilla. Respecto a su composición
química, aunque todavía no se conoce con exac-
titud, se sabe que su componente principal son
los carbohidratos (50%). También se han detec-
tado sustancias pépticas, calosa, enzimas y pro-
teínas. A estas últimas, como tales o en forma de
glucoproteínas, se atribuye la causa de aparición
de alergias en determinadas personas. Asimismo,
el polen contiene grasa, minerales y vitaminas,
nutrientes todos ellos, que ayudan a mantener la
energía del organismo y estimular las funciones
vitales (Pamies, 1994).
aparece reflejada en la Figura 4.1. En ella cabe
destacar la presencia de vitaminas hidrosolu-
bles, como son las pertenecientes al complejo B,
y la vitamina C. En cuanto a las liposolubles se
da la presencia de las vitaminas A, D y E.
Respecto a las primeras, destaca el contenido
en vitamina C (8,33 ± 1,84 mg/100 g), siendo el
de vitaminas B1 y B2, inferior a 1 mg/100 g, con
valores medios, de 0,31 ± 0,11 mg/100 g y 0,30
± 0,08 mg/100 g, respectivamente. Como puede
observarse, según pone de manifiesto la desvia-
ción estándar, la variabilidad de resultados es
grande, lo cual puede atribuirse al procesado del
polen, concretamente al tiempo y temperatura
de secado, lo cual hace modificar el contenido
en micronutrientes (Orzáez et al., 2000).
Otros constituyentes del polen son los ele-
mentos minerales y oligoelementos que lo inte-

• Flavonoides Cuerpos Humedad

• Pigmentos (trazas) inderminados 6 g% AMINOÁCIDOS:
• Enzimas (trazas) 20 g% Proteínas • Ácido aspártico
• Rutimna (0,02 g %) 25 g% • Ácido glutámico
• Factor de • Arginina
crecimiento (trazas) • Alanina
• Vitaminas (0,02 g %) Otros • Asparagina
- Provitamina A: 5-9 mg 18,5 g% • Cistina
- B1 o Tiamina: 9,2 mg % • Histidina
- B2 o Riboflavina: 18,5 ug • Isoleucina
- B3 o ác. Pantoténico: 200 ug • Leucina
- B5 o ác. Nicotínico: 50 ug • Lisina
- B6 o Piridoxina: 5 ug • Triptófano
- B7 o Inositol: (trazas) • Valina
- B8 o Biotina: (trazas) Cenizas • Serina
- B9 o ác. Fólico: (5 ug) 5 g% • Glicina
- B12: (trazas) • Hidroxiprolina
- C: (7 mg)
Lípidos Glúcidos • Prolina
- D: (trazas) 40 g% • Beta alanina
- E: (trazas 4,5 g% • Glutamina

MICROELEMENTOS (mg/100 g) MACROELEMENTOS (mg/100 g)

5 400 385,25
4,01 350
4 3,66
300
3 250
2,49
200
2 150
1 0,89 100 56,28 58,25 43,43
50
0 0
COBRE HIERRO MANGANESO ZINC SODIO POTASIO CALCIO MAGNESIO

Figura 4.1. Composición porcentual del polen.

Capítulo 4 261
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

AMINOÁCIDOS (mg/100 g):

• Prolina (850)
• Serina (200)
Sustancias • Ácido glutámico (200)
Azúcares • Ácido aspártico (150)
Lípidos indeterminadas
reductores totales 3 g% • Valina (90)
6 g%
16,5 g% Proteínas • Treonina+glicina (50)
Vitaminas 12 g% • Alanina (50)
1,84 g% Cenizas • Arginina
5 g% • Cistina
• Histidina
• B1 o Tiamina: 1,25 ug/g • Hidroxiprolina
• B2 o Riboflavina: 7 ug/g • Isoleucina
• B3 o ác. Pantoténico: 195 ug/g • Lisina
• B5 o ác. Nicotínico: trazas • Metionina
• B6 o Piridoxina: 8 ug/g • Fenilalanina
• B7 o Inositol: 125 ug/g • Tirosina
• B8 o Biotina: 3 ug/g • Triptófano
• B9 o ác. fólico: 0,35 ug/g • Beta alanina
• C: trazas • Glutamina
• D: trazas Humedad
• Taurina

MACROELEMENTOS (mg/100 g) MICROELEMENTOS (mg/100 g)

8
600 550 8
500 7
6
400
5
300 4 3
3 2,5
200
60 70 2 0,7
100 30 1
0 0
SODIO POTASIO CALCIO MAGNESIO COBRE HIERRO MANGANESO ZINC

Figura 4.2. Composición porcentual de la jalea real.

gran (calcio, fósforo, cloro, cobre, hierro, mag-
nesio, manganeso, silicio, azufre y potasio),
indispensables en muchas reacciones del meta-
bolismo celular. Pero no menos importante es el
contenido en aminoácidos y ciertas enzimas,
como amilasa, invertasa y algunas fosfatasas,
consideradas como sustancias con determinadas
propiedades antibióticas activas frente a salmo-
nelas y colibacilos.
Existen otros constituyentes como una sus-
tancia que acelera el crecimiento y rutina, tam-
bién presente en el germen de trigo, de la que se
ha comprobado que aumenta la resistencia capi-
lar, por lo que contribuye a aliviar el problema
de las venas prevaricosas (Pamies, 1994).
Como consecuencia de todo ello, el polen es
un alimento utilizado en numerosas situaciones.
Así, ejerce una acción beneficiosa sobre el apa-
rato digestivo, produciendo aumento del apetito
y una regularización de orden funcional.
También actúa sobre el sistema nervioso, consi-
guiendo una estimulación que provoca un efec-
to euforizante y de reequilibrio anímico, aumen-
tando la capacidad intelectual.
El polen constituye una fuente importante de
elementos que son fundamentales para la resti-
tución de organismos debilitados, elevando el
tono y la energía vital. Así, es de gran utilidad en
casos de fatiga, anemia, pérdida de apetito y
depresión, entre otros.

262 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
La jalea real es una sustancia biológica secre-
tada por las glándulas faríngeas de las abejas
obreras jóvenes, destinadas a la alimentación de
todas las larvas de la colonia. Su consistencia es
lechosa, con un olor picante y un sabor amargo.
Su composición es variable, pero como pro-
medio suele tener:
• 60-70% de agua.
• 14-20% de proteínas, ricas en aminoácidos
tanto en estado libre como combinado: ala-
nina, arginina, ácido aspártico, ácido glutá-
mico, cistina, glicococola, leucina, isoleu-
cina, lisina, fenilalanina, metionina,
prolina, serina, taurina, treonina, tirosina y
valina.
• 10-14% de hidratos de carbono, principal-
mente glucosa, fructosa, sacarosa y en
pequeñas cantidades maltosa y melibiosa.
• 2-6% de lípidos.
Se ha detectado la presencia de otras sustan-
cias como el ácido graso 10-hidroxidecenoico,
con propiedades antibacterianas y antifúngicas,
cuya actividad depende del tiempo y temperatu-
ra de conservación del producto, por lo que es
recomendable el consumo de jalea lo más fresca
posible. También contiene acetilcolina (1 mg/g)
y una sustancia hormonal gonadotrópica.
Además, contiene un gran número de vita-
minas, minerales y oligoelementos, que apare-
cen detallados en la Figura 4.2.
Esta composición hace que la jalea real esté
considerada como un alimento totalmente ino-
cuo, nutricionalmente muy completo, con
demostrados efectos beneficiosos tanto en per-
sonas sanas como en determinadas situaciones
carenciales.
La jalea real se utiliza como tonificante, esti-
mulante y euforizante, proporcionando sensa-
ción de bienestar. Está especialmente indicada en
aquellas situaciones carenciales provocadas por
una dieta insuficiente (personas de edad avanza-
da, niños, estados de convalecencia, anorexia
etc.), fatiga, ligeras depresiones, estrés, necesi-
dad de incrementar el rendimiento físico, inte-
lectual e incluso sexual (Pamies, 1994). También
se le atribuyen propiedades beneficiosas sobre la
piel al estimular el metabolismo celular, norma-
lizar la secreción sebácea y mejorar su elastici-
dad, tonicidad e hidratación. Por ello, es útil en
determinadas afecciones cutáneas como el lupus
eritematoso o procesos seborreicos.
Alimentos no refinados
Los alimentos no refinados se diferencian de los
alimentos de referencia por su especial proceso
de elaboración, en el que no se eliminan las
capas exteriores del grano, que son las que con-
tienen fibra y los micronutrientes.
Debido a los efectos beneficiosos de la fibra,
a los que ya se ha hecho referencia anteriormen-
te, estos alimentos pueden ser útiles para perso-
nas que padezcan estreñimiento, obesidad, dia-
betes, hipercolesterolemia, etc.
Entre ellos cabe citar los cereales y harinas
integrales, azúcar moreno, arroz integral, etc.
La harina de trigo integral se obtiene de la
molienda del grano completo, de modo que, por
no haber sido eliminadas las partes externas del
grano, cosa que si ocurre en las refinadas, tiene
mayor contenido en vitaminas, minerales y fibra
alimentaria. Forma parte de la composición de
las pastas integrales (fideos, macarrones, etc.),
así como de los productos de panadería y bolle-
ría integral.
El arroz integral es un producto natural obte-
nido por descascarillado mecánico del arroz de
cáscara corriente, sin que se haya sometido al
pulido necesario para eliminar la cutícula oscura
que existe bajo la cascarilla que la envuelve. Es
en esta cutícula donde se encuentran todas las
vitaminas, especialmente las del grupo B, y mine-
rales, pero, para conseguir una mayor aceptación
comercial, se elimina completamente por pulido,
obteniendo, así, el arroz blanco tradicional.
El azúcar moreno se obtiene por cristaliza-
ción del jarabe de caña. Contiene minerales y
principios activos procedentes de la caña de azú-
Capítulo 4 263
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
car, que no se alteran en el proceso de concen-
tración y que suelen ser utilizados durante la cla-
rificación y blanqueo de azúcar.
Aceites y grasa con alto contenido
en ácidos grasos esenciales
Se trata de productos a base de aceites de semi-
llas de diversas plantas, ricos en ácidos grasos
poliinsaturados, obtenidos mediante un proceso
de extracción en frío, para que no se altere la
calidad de su contenido. En general, vienen
siendo indicados en situaciones de estrés, activi-
dades físicas, intelectuales y disfunciones hepá-
ticas, entre otras.
Cabe destacar los siguientes aceites:
• Aceite de borraja. Se extrae de las semi-
llas de una planta perteneciente a la fami-
lia de las borraginaceas. Es fuente de
ácido a-linoleico, sintetizado en el orga-
nismo a partir de un ácido graso esencial
que es el linoleico.
• Aceite de onagra. Se extrae de la semilla
de la planta Oenothera biennis. Posee alto
contenido en ácidos grasos esenciales con
efectos beneficiosos en la prevención del
envejecimiento de la piel, así como en los
trastornos menstruales.
• Concentrados de aceites de pescado. Se
trata de mezclas constituidas por lípidos
procedentes de diversas especies de pesca-
dos marino (bacalao, salmón, etc), en los
que se da un predominio de los ácidos de la
serie omega-3, eicosapentanoico y docosa-
hexanoico, los cuales son los precursores
de las prostaglandinas de la serie omega 3.
LEGISLACIÓN
Los alimentos considerados tradicionalmente
como específicos para regímenes dietéticos no
disponen de una regulación específica, por lo que
están sujetos a la normativa general aplicable a
264 Capítulo 4
todos los productos dietéticos, a la cual se ha
hecho referencia en el apartado de Legislación
del Capítulo 2 (pág. 126) de este libro.
EVALUACIÓN DE SU ETIQUETADO
Y VALORACION NUTRICIONAL
Siguiendo la clasificación que establece la
legislación aplicable a los productos dietéticos,
dentro del Grupo 4 de nuestro estudio, hemos
incluido los denominados alimentos especiales,
considerados tradicionalmente como específicos
para regímenes dietéticos, que son: levaduras,
germen de trigo, polen, jalea real, alimentos no
refinados (cereales y harinas integrales, azúcar
moreno, etc.), y aceites y grasas con alto conte-
nido en ácidos grasos esenciales. Se trata de una
serie de preparados muy demandados por el
consumidor actual, cada vez más preocupado
por una alimentación más natural y saludable,
basada en productos sanos y funcionales.
Material
La distribución y número de productos que han
sido objeto de estudio, dentro de este Grupo 4,
aparecen reflejados en la Figura 4.3 que se
adjunta al final de este apartado.
El estudio de estos productos ha ido precedido,
como en los grupos anteriores, de un barrido de
mercado, que ha tenido por objeto conocer las dife-
rentes gamas y tipos de productos que existen den-
tro de cada subgrupo en el comercio, así como las
distintas formas de presentación de los mismos.
Hemos comprobado que, en general, no hay
un número grande de marcas, habiéndose
encontrado ocho tipos diferentes de levadura de
cerveza, cinco de germen de trigo, y dos prepa-
rados comerciales que combinan ambos produc-
tos. La levadura de cerveza se vende como un
producto rico en vitaminas y proteínas, distribu-
yéndose en forma de polvo y en comprimidos o
cápsulas, mientras que el germen de trigo se pre-
senta en forma de polvo.
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
Productos Levadura
integrales TOTAL 76 y germen
21 de trigo
15
Aceites Polen
Jalea real
esenciales 15 15
10
Figura 4.3. Distribución y número de productos pertene-
cientes al Grupo 4. Alimentos considerados tradicionalmente
como específicos para regímenes dietéticos.
Respecto a los aceites esenciales, se han
sometido a estudio diez marcas distintas de acei-
tes de diferente origen (germen de trigo, borraja,
salmón, hígado de bacalao, lípidos marinos y
onagra). Todos ellos se comercializan como ali-
mentos complementarios, con alto contenido en
ácidos grasos esenciales, pudiendo contener, ade-
más, vitamina E. Estos preparados se expenden,
generalmente, en forma de cápsulas o perlas.
Dentro de los productos integrales, se han
incluido alimentos de diversa naturaleza, tales
como, azúcar moreno de caña, pasta alimenticia
integral, arroz integral, harina integral, así como
otros productos en cuya denominación de venta
se incluye esta mención, un turrón integral y una
barrita energética integral.
La jalea real es un producto apícola que tam-
bién forma parte de este Grupo, se distribuye
bajo dos formas fundamentalmente, líquida
(ampollas) y liofilizada (cápsulas). Se comercia-
liza haciendo referencia a su alto contenido en
ácidos grasos esenciales docosahexaenoico
(DHA) y eicosapentanoico (EPA), estando, a
veces, enriquecida en vitamina C. Es frecuente
que se incluya una información relativa a su
excelente valor nutritivo y energético, además
de su riqueza en vitaminas, minerales y oligo-
elementos.
El polen, como ya se ha comentado en la
Parte General de este Capítulo, es el producto de
secreción de los órganos masculinos de las plan-
tas encargado de fecundar los órganos femeni-
nos. Se comercializa en estado natural, en forma
de pequeñas bolitas de colores diversos, entre
amarillo y marrón claro, variedad de colorido
que se corresponde con la variedad de flores que
representa. En la actualidad, el polen goza de una
gran aceptación por parte de un número elevado
de consumidores, que lo toman habitualmente
como complemento alimenticio, por su partici-
pación en el mantenimiento de la salud, debido a
su acción preventiva y de protección frente a dis-
tintas enfermedades. El número de marcas que se
han sometido a estudio ha sido de 15.
Para poder identificar las diferentes mues-
tras objeto de estudio, al igual que en los grupos
anteriores, se ha adoptado una nomenclatura
basada en la utilización de la/s inicial/es prime-
ra/s de la denominación de venta de estos pre-
parados en el mercado, para facilitar su identifi-
cación, seguida de una numeración correlativa.
La nomenclatura y numeración de los produc-
tos incluidos en el Grupo 4 se recoge en la
Tabla 4.3.
El muestreo ha sido realizado durante el
mismo periodo de tiempo que el resto de los
grupos, y efectuado en los mismos estableci-
mientos.
Metodología
El método de trabajo utilizado ha consistido en
transcribir los datos consignados en el etiqueta-
do de los productos a las fichas que se han ela-
borado al efecto, en base a lo establecido en el
RD 1334/1999, de 31 de julio, RD 930/1992, de
17 de julio y RD 1809/1991, de 13 de diciembre,
que son comunes a todos los productos dietéti-
cos que no están sujetos al cumplimiento de la
normativa específica. Las Fichas son las mismas
que figuran en el Capítulo 2 de este libro, 2.1a y
2.1b, (págs. 135 y 136) y se refieren, respectiva-
Capítulo 4 265
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 4.3. Nomenclatura y numeración de los productos igual que en los grupos anteriores, las Ingestas
dietéticos del Grupo 4 recomendadas de energía y nutrientes para la
población española del CSIC, 1994, y las
NUMERA-
PRODUCTOS TIPO DE PRODUCTO
CIÓN
Raciones dietéticas recomendadas del National
Research Council, 1991. En ambos casos, se han
Levadura de cerveza L1-L8 considerado los valores correspondientes al colec-
Levadura
y Germen de trigo G1-G5 tivo de personas, de ambos sexos, de edades com-
germen de trigo prendidas entre 20 y 40 años, como ya se ha dicho.
Levadura y germen LG1-LG2

Aceites esenciales ACE1-

–
ACE10
Azúcar de caña AZ1-AZ4
Cereales y derivados CER1-CER6
Productos integrales
Pasta alimenticia PA1-PA9
Varios V1-V2
Pólenes POL1-
–
POL15
Líquida JR1-JR11
Jalea real
Liofilizada JR12-JR15
mente, al etiquetado general y nutricional de los
productos dietéticos.
Como en los grupos anteriores, todos estos
datos, expresados por 100 g o 100 ml de produc-
to, se han transcrito a hojas de cálculo tipo Excel
a fin de tratarlos estadísticamente, mediante la
utilización del programa informático SAS ver-
sión 8.0 para Windows. De esta forma, se ha
podido evaluar el grado de cumplimiento de la
información que constituye el etiquetado general
y nutricional, así como el aspecto nutricional de
estos preparados dietéticos. Con esta finalidad se
han calculado los aportes de energía y nutrientes
por una ración que se ha considerado como
la más adecuada para cada producto, así como la
medida en que esta ración cubre los requeri-
mientos nutricionales de hombres y mujeres
entre 20 y 40 años, población considerada debi-
do a que este grupo es el que mayoritariamente
demanda este tipo de alimentos especiales.
Los valores de referencia utilizados para la rea-
lización de la valoración nutricional, han sido, al
Resultados
Los resultados correspondientes al estudio de
los productos dietéticos pertenecientes al Grupo
4, se presentan en dos bloques diferenciados: el
primero, recoge toda la informción correspon-
diente a la valoración del etiquetado general y
nutricional de estos productos, y el segundo, la
evaluación nutricional de los mismos.
Los resultados correspondientes a la valora-
ción del etiquetado se resumen en un total de
seis figuras y cuatro tablas. Las primeras mues-
tran los resultados del etiquetado general, y las
segundas recogen los relativos al etiquetado
nutricional.
En las Figuras 4.4 a 4.9 aparece representado
el porcentaje de cumplimentación de los requi-
sitos obligatorios del etiquetado general de estos
productos, los cuales se consignan en la leyenda
adjunta a cada figura. El orden establecido ha
sido el siguiente:
• Figura 4.4. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 4. Valoración del etique-
tado general.
• Figura 4.5. Levadura de cerveza y germen
de trigo. Valoración del etiquetado general.
• Figura 4.6. Aceites esenciales. Valoración
del etiquetado general.
• Figura 4.7. Productos integrales. Valoración
del etiquetado general.
• Figura 4.8. Polen. Valoración del etiqueta-
do general.
• Figura 4.9. Jalea real. Valoración del eti-
quetado general.

266 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

13 3,94
12 86,84
11 96,05
10
9 98,68
% Respuesta

8
7 97,77
6 94,00
5 98,68
4
3 33,33
2
1 98,68
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 4. Cantidad neta 7. Uso 10. Origen 13. Atmósfera protectora
2. Lista de ingredientes 5. Marcado de fechas 8. Lote 11. Castellano
3. Cuantificación de ingredientes 6. Conservación 9. Empresa 12. Mismo campo visual

Figura 4.4. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 4. Valoración del etiquetado general.

100
88,89
90
80 73,33
70,00
70
% Respuesta

60
50
40 25,00
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 4. Cantidad neta 7. Uso 10. Origen

2. Lista de ingredientes 5. Marcado de fechas 8. Lote 11. Castellano
3. Cuantificación de ingredientes 6. Conservación 9. Empresa 12. Mismo campo visual

Figura 4.5. Levadura de cerveza y germen de trigo. Valoración del etiquetado general.

Capítulo 4 267
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

100
90,00
90
80
70
% Respuesta

60
50
40
20,00
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 4. Cantidad neta 7. Uso 10. Origen

2. Ingredientes 5. Marcado de fechas 8. Lote 11. Castellano
3. Cuantificación de ingredientes 6. Conservación 9. Empresa 12. Mismo campo visual

Figura 4.6. Aceites esenciales. Valoración del etiquetado general.

95,24 95,24 95,24

100
85,71
90
80 76,19
66,67
70
% Respuesta

60
50
40
30
14,28
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 4. Cantidad neta 7. Uso 10. Origen 13. Atmósfera protectora
2. Lista de ingredientes 5. Marcado de fechas 8. Lote 11. Castellano
3. Cuantificación de ingredientes 6. Conservación 9. Empresa 12. Mismo campo visual

Figura 4.7. Productos integrales. Valoración del etiquetado general.

268 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

100
90
80
70
% Respuesta

60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 4. Cantidad neta 7. Uso 10. Origen

2. Lista de ingredientes 5. Marcado de fechas 8. Lote 11. Castellano
3. Cuantificación de ingredientes 6. Conservación 9. Empresa 12. Mismo campo visual

Figura 4.8. Polen. Valoración del etiquetado general.

100
90
80
70
% Respuesta

60
50
40
30,00
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Datos obligatorios

1. Denominación de venta 4. Cantidad neta 7. Uso 10. Origen

2. Ingredientes 5. Marcado de fechas 8. Lote 11. Castellano
3. Cuantificación de ingredientes 6. Conservación 9. Empresa 12. Mismo campo visual

Figura 4.9. Jalea real. Valoración del etiquetado general.

Capítulo 4 269
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Las Tablas 4.4 a 4.7, se refieren a la evalua-
ción del etiquetado nutricional, en cuanto a
diversas características generales relacionadas
con la forma de presentación del mismo, y a la
consignación de los datos obligatorios que, en
base a la normativa, deben figurar. El orden
establecido es el siguiente:
Los resultados relativos a la valoración
nutricional de los productos pertenecientes al
Grupo 4, se reflejan en un total de seis tablas y
cuatro figuras. Las Tablas 4.8 a 4.13, recogen el
aporte de energía y nutrientes según una ración
media que se ha estimado para cada producto,
de la siguiente manera:

• Tabla 4.4. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 4. Valoración del etique-
tado nutricional. Porcentaje de cumpli-
mentación en cuanto a características
generales.
• Tabla 4.5. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 4. Valoración del etique-
tado nutricional. Porcentaje de cumpli-
mentación en cuanto a energía y
determinados nutrientes.
• Tabla 4.6. Productos dietéticos pertene-
cientes al Grupo 4. Valoración del etique-
tado nutricional. Porcentaje de cumpli-
mentación en cuanto a minerales y
vitaminas liposolubles.
• Tabla 4.7. Productos dietéticos pertenecien-
tes al Grupo 4. Valoración del etiquetado
nutricional. Porcentaje de cumplimentación
en cuanto a vitaminas hidrosolubles.
• Tabla 4.8. Levadura de cerveza y germen
de trigo. Aporte de energía, macronutrien-
tes y vitaminas según ración diaria estima-
da (10 g).
• Tabla 4.9. Aceites esenciales. Aporte de
energía y determinados nutrientes según
ración diaria estimada (3 g).
• Tabla 4.10. Productos integrales. Aporte de
energía y determinados nutrientes según
ración diaria estimada.
• Tabla 4.11. Polen. Aporte de energía,
macronutrientes y fibra según ración diaria
estimada (20 g).
• Tabla 4.12. Polen. Aporte de minerales
y vitaminas según ración diaria estimada
(20 g).
• Tabla 4.13. Jalea real. Aporte de energía y
macronutrientes según ración diaria esti-
mada (1 g).

Tabla 4.4. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 4. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a características generales

FIGURA SE DECLARA DISEÑO MODALIDADES DE PARÁMETROS PARÁMETROS

PRODUCTO ETIQUETADO ALGUNA ETIQUETADO INFORMACIÓN SEGÚN EXPRESADOS EXPRESADOS
NUTRICIONAL PROPIEDAD CORRECTO NORMATIVA CORRECTAMENTE CORRECTAMENTE
NUTRITIVA (100 g o 100 ml) (ración)
Grupo 1 Grupo 2
LEVADURA
GERMEN 73,33 33,33 86,67 81,82 18,18 60,00 40,00
TRIGO

ACEITES
90,00 100 60,00 33,33 66,67 70,00 90,00
ESENCIALES

POLEN 53,33 20,00 73,33 62,50 37,50 73,33 46,67

JALEA REAL 80,00 46,67 60,00 100 0,00 53,33 33,33

PRODUCTOS
47,62 14,29 100 50,00 50,00 95,24 42,86
INTEGRALES

270 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

Tabla 4.5. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 4. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a energía y determinados nutrientes

LEVADURA ACEITES PRODUCTOS JALEA

(1) PARÁMETROS POLEN
GERMEN TRIGO ESENCIALES INTEGRALES REAL

Energía (kJ) 60,00 33,33 80,00 20,00 41,67

Energía (kcal) 100 100 100 60,00 91,67

o
GRUPO 1. Proteínas (g) 100 100 100 100 100

Carbohidratos (g) 100 33,33 100 100 100

Grasa (g) 100 100 100 100 91,67

Energía (kJ) 100 66,67 100 100 –

Energía (kcal) 100 100 100 100 –

Proteinas (g) 100 100 100 100 –

Carbohidratos (g) 100 100 100 100 –

Azúcares (g) 50,00 0,00 60,00 0,00 –

Polialcoholes (g) 0,00 0,00 0,00 0,00 –

o
GRUPO 2. Almidón (g) 0,00 0,00 0,00 0,00 –

Grasa (g) 100 100 100 100 –

Ácidos grasos saturados (g) 100 16,67 60,00 0,00 –

Ácidos grasos monoinsaturados (g) 50,00 16,67 0,00 0,00 –

Ácidos grasos poliinsaturados (g) 50,00 50,00 0,00 0,00 –

Colesterol (mg) 0,00 0,00 0,00 0,00 –

Fibra (g) 50,00 0,00 100 100 –

Sodio (g) 50,00 0,00 40,00 100 –

(1) Parámetros que deben figurar en cada grupo en base a lo establecido en el RD 930/1992, de 17 de julio.

Capítulo 4 271
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 4.6. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 4. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a minerales y vitaminas liposolubles

CALCIO FÓSFORO YODO ZINC HIERRO MAGNESIO A D E

PRODUCTOS
mg % CDR mg % CDR µg % CDR mg % CDR mg % CDR mg % CDR µg % CDR µg % CDR mg % CDR

LEVADURA
GERMEN – – 100 100 – – 100 100 100 100 100 100 – – – – 33,33 33,3
TRIGO

ACEITES
– – – – – – – – – – – – – – – – 33,33 0,00
ESENCIALES

PRODUCTOS
– – – – – – – – 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
INTEGRALES

POLEN – – – – – – 100 100 100 100 100 100 – – – – – –

JALEA REAL – – – – – – – – – – – – – – – – – –

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

Tabla 4.7. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 4. Valoración del etiquetado nutricional.
Porcentaje de cumplimentación en cuanto a minerales y vitaminas hidrosolubles

B1 B2 B3 B6 B12 B9 B8 B5 C

PRODUCTOS
mg % CDR mg % CDR mg % CDR mg % CDR µg % CDR µg % CDR µg % CDR mg % CDR mg % CDR

LEVADURA
GERMEN 100 50,00 100 50,00 100 50,00 – – – – 100 0,00 100 0,00 100 0,00 – –
TRIGO

ACEITES
– – – – – – – – – – – – – – – – – –
ESENCIALES

PRODUCTOS
100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
INTEGRALES

POLEN 100 100 100 100 100 100 – – – – – – – – – – 100 100

JALEA REAL – – – – – – – – – – – – – – – – 100 0,00

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

272 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

Tabla 4.8. Levadura de cerveza y germen de trigo. Aporte de energía, macronutrientes y vitaminas según ración diaria
estimada (10 g)

CARBOHI-
ENERGÍA ENERGÍA PROTEÍNAS GRASA B1 B2 B3 E
PRODUCTO MARCAS DRATOS
(kJ) (kcal) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (mg)
(g)

L1 173,36 40,92 4,51 4,73 0,44 – – – –

L2 167,42 39,49 3,85 5,28 0,33 1,32 0,44 4,07 –

L3 – 45,43 4,84 3,64 1,29 – – – 10

L4 – – – – – – – – –
LEVADURA
DE L5 168,08 39,60 3,67 5,50 0,33 0,39 0,33 4,95 –
CERVEZA
L6 – – – – – – – – –

L7 – 34,65 2,64 5,28 0,33 – – – –

L8 – 44,00 4,40 5,50 0,55 – – – –

x– ±m 169,62±3,26 40,68±3,81 3,99±0,79 4,99±0,72 0,54±0,31 0,85±0,66 0,39±0,08 4,51±0,62

G1 143,90 34,10 3,60 2,80 0,95 – – – 1,00

G2 147,20 35,00 3,58 2,64 1,12 – – – –

GERMEN G3 156,00 37,30 4,80 2,60 0,85 – – – –

DE TRIGO
G4 – – – – – – – – –

G5 – – – – – – – –

x– ±m 149,03±6,25 35,47±1,65 3,99±0,70 2,68±0,11 0,97±0,14

LG1 – 50,35 2,59 3,94 2,92 – – – –

LEVADURA
Y GERMEN LG2 150,04 35,97 3,63 4,02 0,61 – – – –

x– ±m 150,04±0,00 43,16±10,17 3,11±0,74 3,98±0,05 1,76±1,63

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

Capítulo 4 273
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 4.9. Aceites esenciales. Aporte de energía y determinados nutrientes según ración diaria estimada (3 g).

SATURA- MONOINSA- POLIINSA-

ENERGÍA ENERGÍA CARBOHIDRATOS PROTEÍNAS GRASA VITAMINA E
MUESTRAS DOS TURADOS TURADOS
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (mg)
(g) (g) (g)

ACE1 – 24,33 0,00 0,41 2,52 – – 0,42 –

ACE2 102,27 24,45 0,00 0,40 2,54 – – 0,76 –

ACE3 101,97 24,36 0,00 0,41 2,53 – – – –

ACE4 – 24,36 0,00 0,41 2,53 – – – –

ACE5 91,98 22,02 0,25 0,59 2,11 – – – –

ACE6 – 24,33 – 0,41 2,52 – – – –

ACE7 111,00 27,00 0,00 0,00 3,00 0,93 0,70 1,37 –

ACE8 – – – – – – – – –

ACE9 94,68 22,65 0,26 0,72 2,05 – – – 42,60

ACE10 91,62 21,90 0,24 0,51 2,10 – – – 58,82

x– ±m 98,92±7,56 23,93±1,57 0,09±0,13 0,43±0,20 2,43±0,30 0,85±0,48 50,71±11,47

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

Tabla 4.10. Productos integrales. Aporte de energía y determinados nutrientes según ración diaria estimada*

PRODUCTO GRAMOS ENERGÍA ENERGÍA CARBOHIDRATOS PROTEÍNAS GRASA FIBRA B1 B2 B6 E

MARCAS
INTEGRALES (*) (kJ) (kcal) (g) (g) (g) (g) (mg) (mg) (mg) (mg)

AZ1 10 165,30 38,90 9,65 0,07 0,00 – – – – –

AZÚCAR AZ2 10 – 38,00 9,50 0,00 0,00 – – – – –

DE CAÑA
AZ3 10 165,00 39,48 9,83 0,04 0,00 – – – – –

x– ±m 165,15±0,21 38,79±0,75 9,66±0,17 0,04±0,04 0,00±0,00

PA1 30 477,90 108,90 21,30 3,90 0,90 4,50 0,42 0,30 0,42 1,80

PASTA PA2 30 432,90 102,00 20,25 3,90 0,60 1,80 – – – –

ALIMENTICIA
PA3 30 420,00 102,00 22,20 3,75 0,21 – – – – –

PA4 30 462,90 109,20 21,06 3,63 1,17 0,36 – – – –

x– ±m 448,43±26,63 105,53±4,07 21,20±0,80 3,80±0,13 0,72±0,41 2,22±2,10

V1 30 683,55 162,05 15,58 3,33 9,63 4,73 0,60 0,67 0,80 2,10
VARIOS
V2 30 687,60 164,70 12,00 4,50 11,10 0,75 – – – –

x– ±m 685,58±2,86 163,38±1,87 13,79±2,53 3,91±0,83 10,36±1,04 2,28±2,10

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

274 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

Tabla 4.11. Polen. Aporte de energía, macronutrientes y fibra según ración diaria estimada (20 g)

ENERGÍA ENERGÍA CARBOHIDRATOS PROTEÍNAS GRASA FIBRA

MUESTRAS
(kJ) (kcal) (g) (g) (g) (g)

POL1 335,30 80,60 12,26 4,17 1,66 –

POL2 – – 9,64 2,94 1,70 –

POL3 – 73,40 12,44 3,28 1,50 –

POL4 – 51,60 7,00 5,00 1,00 –

POL5 258,40 55,20 7,00 3,20 1,40 1,00

POL6 258,40 53,40 7,00 3,20 1,40 1,00

POL7 258,40 53,40 7,00 3,20 1,40 1,00

POL8 – – 13,20 3,40 1,44 –

x– ±m 277,62±38,45 61,27±12,45 9,44±2,80 3,55±0,69 1,44±0,21 1,00±0,00

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

Tabla 4.12. Polen. Aporte de minerales y vitaminas según ración diaria estimada (20 g)

SODIO MAGNESIO HIERRO ZINC B1 B2 B3 C

MUESTRAS
(mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg) (mg)

POL1 – – – – – – – –

POL2 – – – – – – – –

POL3 – – – – – – – –

POL4 – – – – – – – –

POL5 20,00 9,40 0,86 0,96 0,16 0,10 1,26 5,60

POL6 20,00 9,40 0,86 0,96 0,16 0,10 0,18 5,60

POL7 20,00 9,40 0,86 0,96 0,16 0,10 0,18 5,60

POL8 – – – – – – – –

x– ±m 20,00±0,00 9,40±0,00 0,86±0,00 0,96±0,00 0,16±0,00 0,10±0,00 0,54±0,00 5,60±0,00

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

Capítulo 4 275
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 4.13. Jalea real. Aporte de energía y marcronutrientes según ración diaria estimada (1 g)

FORMA DE ENERGÍA ENERGÍA CARBOHIDRATOS PROTEÍNAS GRASA

MARCAS
PRESENTACIÓN (kJ) (kcal) (g) (g) (g)

JR1 – 0,98 0,23 0,01 0,73

JR2 – 1,34 0,11 0,02 0,00

JR3 – – – – –

JR4 – – – – –

JR5 – – 0,66 0,01 0,00

LÍQUIDA JR6 – – – – –

JR7 – 1,25 0,14 0,13 0,02

JR8 6,45 1,54 0,13 0,13 0,07

JR9 – 1,06 0,12 0,13 –

JR10 – 1,08 0,26 0,01 0,00

JR11 5,74 1,35 0,32 0,02 0,00

x– tm 6,09±0,50 1,23±0,20 0,25±0,18 0,06±0,06 0,12±0,27

JR12 17,18 4,13 0,57 0,34 0,04

JR13 17,89 4,30 0,53 0,29 0,12

LIOFILIZADA JR14 16,63 3,98 0,46 0,36 0,08

JR15 – 6,10 0,37 0,13 0,46

x– tm 17,26±0,63 4,14±0,16 0,49±0,26 0,32±0,15 0,10±0,03

(–) No se consigna en el etiquetado del producto.

276 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

También se adjuntan las Figuras 4.10 a 4.13,
en las que se representan los porcentajes de can-
tidad diaria recomendada (CDR), cubiertos por
una ración media estimada al día para cada uno
de los productos que integran este Grupo 4. El
orden seguido ha sido:
• Figura 4.10. Levadura de cerveza.
Porcentaje de cantidad diaria recomendada
(CDR) para varones y hembras entre 20 y
40 años cubierta por una ración estima-
da/día (10 g).
• Figura 4.11. Aceites esenciales. Porcentaje
de cantidad diaria recomendada (CDR)
para varones y hembras entre 20 y 40 años
cubierta por una ración estimada/día (3 g).
• Figura 4.12. Productos integrales. Porcentaje
de cantidad diaria recomendada (CDR) para
varones y hembras entre 20 y 40 años cubier-
ta por una ración estimada/día (30 g).
• Figura 4.13. Polen. Porcentaje de cantidad
diaria recomendada (CDR) para varones y
hembras entre 20 y 40 años cubierta por
una ración estimada/día (20 g).

100
94,44

90
80
70,83
70
60
Varones
% 50 Hembras

40
27,85 30,66
30
21,66 22,55
20
8,01 10,48
10 1,34 1,73
0
l)

g)

g)

g)

g)
ca

s(

(m

(m

(m
(k

na
ía

3
B

B
eí
rg

ot
e

Pr
En

Vitaminas

Figura 4.10. Levadura de cerveza. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras entre 20 y 40
años cubierta por una ración estimada/día (10 g).

Capítulo 4 277
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

450
422,58 422,58
400
350
300 Varones
% 250 Hembras

200
150
100
50 0,80 1,04 0,79 1,04

0
l)

g)

g)
ca

(m
as
(k

E
n
ía

eí

a
g

ot

in
er

Pr

m
En

ta
Vi
Figura 4.11. Aceites esenciales. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras entre 20 y 40 años
cubierta por una ración estimada/día (3 g).

60 56,67

50
42,50
38,12
40
34,64 33,83 Varones
% 26,94 Hembras
30

20 16,25 16,25

10
3,20 4,18 4,76 6,27

0
l)

g)

g)

g)

g)
(g
ca

(m

(m

(m

(m
s
(k

na

E
a

6
B

B
eí
gí

ot
er

Pr
En

Vitaminas

Figura 4.12. Productos integrales. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras entre 20 y 40
años cubierta por una ración estimada/día (30 g).

278 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

18 17,78

16
13,33
14
12 Varones
% 10 8,60 9,33
8,60 Hembras
7,14
8 6,57 6,40
5,55
6 4,78
2,84 3,60
4 2,66 2,68 2,70
2,04
2
0

g)
g)

g)
g)
l)

g)

g)

g)
(g
ca

(m
(m

(m
(m
(m

(m

(m
a
(k

ín

C
Fe

Zn

3
2
1
ía

B
B
B
M
te
g

o
er

Pr
En

Minerales Vitaminas

Figura 4.13. Polen. Porcentaje de cantidad diaria recomendada (CDR) para varones y hembras entre 20 y 40 años cubierta
por una ración estimada/día (20 g).

Finalmente, en las Figuras 4.14 y 4.15 apare- productos que han sido objeto de estudio dentro
ce representado el perfil calórico de los distintos de este cuarto Grupo.

Capítulo 4 279
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

LEVADURA Y GERMEN DE TRIGO

Grasa Grasa
12% 25%
Carbohidratos Carbohidratos
38% 44%

Proteínas
Proteínas
50%
31%
Levadura de cerveza Germen de trigo

Grasa
36% Carbohidratos
27%

Proteínas
37%
Levadura y germen

ACEITES ESENCIALES PÓLENES

Carbohidratos
1% Proteínas Grasa
7% 21%

Carbohidratos
Proteínas 56%
Grasa 23%
92%

Figura 4.14. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 4. Porcentaje de kilocalorías aportadas por las proteínas, grasa y
carbohidratos.

280 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS

PRODUCTOS INTEGRALES

Grasa Proteínas Grasa

0% 0% 6%
Proteínas
15%

Carbohidratos
Carbohidratos 79%
100%
Azúcar de caña integral Pasta integral

Carbohidratos
32%

Grasa
58% Proteínas
10%
Varios

JALEA REAL

Grasa
Carbohidratos 22% Carbohidratos
Grasa
42% 46%
47%

Proteínas
32%
Proteínas
11%
Líquida Liofilizada

Figura 4.15. Productos dietéticos pertenecientes al Grupo 4. Porcentaje de kilocalorías aportadas por las proteínas, grasa y
carbohidratos.

Capítulo 4 281
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Discusión
Siguiendo la misma línea que en los grupos
anteriores, la discusión de los resultados obteni-
dos en relación a estos preparados, alimentos
considerados tradicionalmente como específicos
para regímenes dietéticos, se presenta en cuatro
apartados:
• Valoración del etiquetado general.
• Valoración del etiquetado nutricional.
• Evaluación nutricional.
• Consideraciones finales.
Valoración del etiquetado general
Comenzamos este apartado comentando la
Figura 4.4, que se refiere a la valoración del eti-
quetado general de la totalidad del conjunto
muestral que integra este cuarto Grupo. En ella
aparece representado el porcentaje de cumpli-
mentación de los datos consignados en el eti-
quetado general, obligatorios para este tipo de
preparados, y que se adjuntan en la leyenda de la
parte inferior de la figura.
Como puede observarse, el grado de cumpli-
mentación es del 100% en el caso de las siguien-
tes indicaciones: lista de ingredientes, cantidad
neta, indicación del lote (o, en su caso, indica-
ción del día y mes de forma clara y en orden, en
el marcado de fechas), y especificación del ori-
gen.
Por otra parte, cabe destacar que el 94% de
estos productos recogen en su etiquetado las
condiciones de conservación, y el 97,77% la
forma de empleo, declarando que han sido enva-
sados en atmósfera protectora, tan sólo el 3,94%
de los mismos.
Las principales desviaciones encontradas se
refieren a: la indicación de la denominación de
venta, que no figura en el 1,32%; la cuantifica-
ción de ingredientes, que sólo se consigna en el
33,33%; el marcado de fechas y los datos de
identificación de la empresa fabricante, envasa-
282 Capítulo 4
dora o vendedora, que figuran en 98,68%; la
presentación de todas las indicaciones obligato-
rias del etiquetado en castellano, que se da en un
alto porcentaje, un 96,05% y la existencia, en el
mismo campo visual, de la denominación de
venta, marcado de fechas y cantidad neta que
aparece también en un número elevado de pre-
parados, en un 86,84%.
Seguidamente, pasamos a comentar el grado
de cumplimiento de la normativa, de forma par-
ticular, para los distintos alimentos pertenecien-
tes a este extenso Grupo 4. Comenzamos con el
etiquetado general de la levadura y germen de
trigo. Cabe destacar que el 25% de estos prepa-
rados realizan correctamente la cuantificación
de aquellos ingredientes cuyo nombre destaca
en el etiquetado de los mismos, como pueden
ser los ácidos grasos esenciales, determinadas
vitaminas, como la vitamina C en el caso de las
levaduras, o la vitamina E en el caso del germen
de trigo, o ciertos minerales en ambos casos
(Figura 4.5).
Por otra parte, sólo el 73,33% de estos pro-
ductos presentan, en el mismo campo visual, la
denominación de venta, el marcado de fechas y
la cantidad neta. También cabe señalar que en el
70% de las muestras se indican las condiciones
de conservación, y en el 88,89% la forma de
empleo, indicaciones que, a nuestro juicio, y
para este tipo de productos, deberían figurar
siempre por ser de gran interés para el consumi-
dor.
En la Figura 4.6 se refleja la valoración del
etiquetado general para los aceites esenciales.
En general, el grado de cumplimentación es
muy elevado, pues el 100% de los productos
consignan en su etiquetado: la denominación de
venta, lista de ingredientes, cantidad neta, mar-
cado de fechas, condiciones de conservación,
condiciones de empleo, indicación del lote,
datos de identificación de la empresa, origen y
presencia en castellano de todos los datos que
integran la información obligatoria. Sin embar-
go, sólo el 20% de los productos cuantifica el
contenido en ácidos grasos esenciales: a-linolei-
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
co (GLA), docosahexaenoico (DHA) y eicosa-
pentanoico (EPA), a los que se refieren de forma
destacada en su etiquetado, y el 10% de los mis-
mos no presentan en el mismo campo visual, la
denominación de venta, el marcado de fechas y
la cantidad neta.
En la Figura 4.7 se recoge la valoración del
etiquetado general de los productos integrales.
El 95,24% indica la denominación de venta y el
marcado de fechas. Todos presentan lista de
ingredientes y especifican el contenido neto,
condiciones de conservación, modo de empleo,
lote y origen. Como productos integrales que
son, hemos considerado esencial que se declare
y cuantifique su contenido en fibra, además de
cualquier otro ingrediente que destaque en sus
etiquetas, hecho que se lleva a la práctica en el
66,67% de estos preparados.
Los datos de identificación de la empresa se
reseñan, de forma completa, en el 95,24%.
Todas las indicaciones que constituyen los datos
obligatorios del etiquetado se consignan en cas-
tellano en el 85,71%, apareciendo, en el mismo
campo visual, la denominación de venta, el mar-
cado de fechas y la cantidad neta, en el 76,19%.
Sólo el 14,28% de los productos incluye la men-
ción de que se han envasado en atmósfera pro-
tectora.
En la Figura 4.8 se refleja la valoración del
etiquetado general de las distintas muestras de
pólenes. Tenemos que señalar que constituyen el
subgrupo que mayor grado de cumplimentación
presentan en relación a su etiquetado general, ya
que el 100% de las muestras recogen en sus eti-
quetas todos los datos que constituyen la infor-
mación obligatoria, la cual aparece en la leyen-
da adjunta a la figura.
Por último, en la Figura 4.9, se refleja la valo-
ración del etiquetado general relativa a distintas
muestras de jalea real. El grado de cumplimen-
tación de este subgrupo también es muy elevado,
ya que se cumple al 100% en estos productos de
la colmena, si bien el único dato que presenta
desviación es el relativo a la cuantificación de
aquellos ingredientes que destacan en su etique-
tado, que son frecuentemente los ácidos grasos
poliinsaturados y la vitamina C, que únicamente
se lleva a efecto en el 30% de los casos.
Valoración del etiquetado nutricional
Comenzamos este apartado comentando la
Tabla 4.4 que se refiere a la valoración del eti-
quetado nutricional de los productos que consti-
tuyen el Grupo 4, en cuanto al porcentaje de
cumplimiento de las características generales
señaladas. Según se observa en la misma:
• No todos los productos incluidos en este
grupo presentan etiquetado nutricional. De
los 76 que integran el conjunto muestral,
sólo 49 lo incluyen: en las levaduras, el
73,33%; en los aceites, el 90%; en los
pólenes, el 53,33%; en las jaleas reales, el
80%, y en los productos integrales, el
47,62%.
• Su diseño es adecuado, en cuanto a forma
de presentación de la información y orden
correcto, en aproximadamente un 60% de
los aceites esenciales y jalea real, 86,67%
de las levaduras y germen de trigo, 73,33%
de los pólenes, y en el 100% de los pro-
ductos integrales.
• Salvo en el caso de los aceites esenciales,
son pocos los preparados en los que se
hace mención expresa en su etiquetado de
alguna propiedad nutritiva, siendo la más
frecuente el enriquecimiento en vitaminas
y minerales, o el contenido en ácidos gra-
sos esenciales.
• La mayor parte de estos productos dietéti-
cos (64,47%), presentan su etiquetado
nutricional según la modalidad del gru-
po 1.o, mientras que el 35,53% restante lo
hace según la modalidad del grupo 2.o.
• En cuanto a las características generales
del mismo, cabe destacar, como deficien-
cia significativa, la expresión incorrecta de
los datos, por no utilizar adecuadamente
las unidades, no referirlas correctamente-
Capítulo 4 283
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
mente por 100 gramos o 100 mililitros de
producto, y/o por una cantidad propuesta
para el consumo. El subgrupo que presen-
ta mayor grado de cumplimiento en la
expresión de los datos en las unidades
correctas, por 100 gramos o 100 mililitros
de producto, es el de los alimentos integra-
les (95,24%), y el que menos, la jalea real
(53,33%), oscilando el resto entre el 60 y
70%. La expresión de los datos relativos a
energía y macronutrientes por una cantidad
propuesta para el consumo, se da en mayor
proporción en el caso de los aceites (90%),
mientras que en el resto gira alrededor del
40%.
De los datos que aparecen reflejados en la
Tabla 4.5, se deduce que, respecto a la modali-
dad 1.a del etiquetado nutricional, ninguno de
los preparados cumplen todos los requisitos al
100%. De todos ellos, las levaduras y el germen
de trigo, por un lado, y los productos integrales,
por otro, son los que registran mayores porcen-
tajes de cumplimentación, presentando como
único incumplimiento la expresión de la energía
en kilojulios, dato que no figura en el 40% de los
productos, en el primer caso y en el 20% en el
segundo.
Respecto a los aceites, se produce esta
misma deficiencia en mayor cuantía (66,67%),
no consignándose tampoco el contenido en
carbohidratos (66,67%). En los pólenes, no se
expresa la energía en kilojulios en el 80%, ni
en kilocalorías en el 40% de los mismos. Estas
mismas deficiencias se observan en la jalea
real en menor proporción (58,83% y 8,33%,
respectivamente), además de no indicarse el
contenido en grasa en un 8,33% de las mues-
tras.
Respecto a la modalidad 2.a, como ya se ha
comentado anteriormente, ninguna de las mues-
tras de jalea real expresa el etiquetado nutricio-
nal en base a la misma, observándose el 100%
de cumplimiento respecto a la indicación de la
energía, en kilojulios y kilocalorías, y macronu-
284 Capítulo 4
trientes en las levaduras y germen de trigo, pro-
ductos integrales y pólenes. En los aceites esen-
ciales, también se cumplen estos requisitos al
100%, salvo en lo relativo a la expresión de la
energía, en kilojulios, que sólo se da en un
66,67% de los casos.
Referente al resto de las indicaciones obliga-
torias que necesariamente deben figurar en esta
modalidad del etiquetado nutricional, el subgru-
po que presenta un mayor grado de adecuación a
la normativa es el constituido por las levaduras y
germen de trigo, por efectuarse declaración del
contenido en azúcares en el 50% de los produc-
tos, si bien los polialcoholes y almidón no se
consignan en ningún caso. En relación a los dis-
tintos tipos de ácidos grasos, los saturados figu-
ran en el 100% de estos alimentos, los mono y
poliinsaturados en el 50% y el colesterol no se
consigna en ninguno.
En el subgrupo constituido por los aceites
esenciales se declara el contenido en ácidos gra-
sos saturados y monoinsaturados en el 16,67%
de los casos, los ácidos grasos poliinsaturados
en el 50%, mientras que los azúcares simples y
otros carbohidratos no se consignan en ningún
preparado, aunque su contenido prácticamente
es cero, como era de esperar en estos aceites, al
igual que sucede con el colesterol, la fibra y el
sodio.
Los productos integrales declaran el conteni-
do en azúcares en el 60% de los mismos, no
indicando en ningún caso la cantidad de polial-
coholes y almidón. En cuanto a los ácidos gra-
sos y colesterol, sólo se incluyen los saturados
en el 60% de estos preparados.
En las distintas muestras de polen no se espe-
cifica el contenido en azúcares, polialcoholes y
almidón, ni tampoco el de ácidos grasos satura-
dos, mono y poliinsaturados y colesterol. Por el
contrario, el sodio y la fibra se adjuntan en todos
los productos.
La fibra y el sodio se declaran en el 50% de
las levaduras y germen de trigo, así como en el
100% y 40%, respectivamente, de los productos
integrales en los que aparece el etiquetado nutri-
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
cional en la modalidad 2.a, no consignándose en
ninguno de los aceites esenciales estudiados.
En las Tablas 4.6 y 4.7, se refleja la valora-
ción del etiquetado nutricional respecto a la
cumplimentación de minerales y vitaminas lipo-
solubles declaradas en el primer caso, y vitami-
nas hidrosolubles en el segundo.
Según se observa en la Tabla 4.6, el grado
de adecuación a la normativa de las levaduras y
germen de trigo sobre el etiquetado nutricional
es del 100%, no sólo en lo que respecta a la
indicación del mineral correspondiente en los
casos en que su consignación es obligatoria,
sino también a la especificación del correspon-
diente porcentaje de CDR. No sucede igual en
relación a la declaración de la vitamina E y su
correspondiente porcentaje de CDR, que sólo
constan en el 33,33% de las muestras en las
que su indicación es obligatoria, por aparecer
esta vitamina destacada en el etiquetado del
producto.
Según se deduce de la Tabla 4.7, en las leva-
duras y germen de trigo, las vitaminas hidroso-
lubles B1, B2, B3, B5, B8 y B9, se consignan en el
100% de los productos en los que su indicación
es obligatoria por destacar su presencia en el eti-
quetado, mientras que el porcentaje de CDR en
las tres primeras aparece reflejado únicamente
en el 50%, en las tres últimas no se consigna en
ningún caso.
Los aceites esenciales sólo mencionan la
cantidad en vitamina E en el 33,33% de estos
aceites en que se hace mención expresa de su
aporte, mientras que en ningún caso se refleja el
porcentaje de la CDR correspondiente.
En cuanto a los productos integrales, hemos
de señalar, a la vista de las Tablas 4.6 y 4.7, que
en todas las muestras se incluye el valor de hie-
rro, magnesio, vitaminas liposolubles (A, D, E),
así como de las hidrosolubles (B1, B2, B3, B5, B6,
B8, B9, B12 y C), reflejándose, igualmente, el
correspondiente porcentaje de CDR para todos
estos micronutrientes.
Esta misma situación se observa en los póle-
nes, figurando el contenido de vitaminas y
minerales en el 100% de las firmas comerciales
analizadas en las que su indicación es necesaria,
así como los correspondientes porcentajes de
CDR.
En el etiquetado de las distintas muestras de
jalea real, es relativamente frecuente encontrar
referencias a que el producto constituye una
fuente natural de vitaminas y minerales, sin que
ello aparezca en un lugar destacado en el
mismo. Tan sólo el contenido en vitamina C se
consigna en el 100% de las jaleas en las que se
destaca expresamente, hecho que no ocurre res-
pecto al correspondiente porcentaje de CDR.
Evaluación nutricional
Siguiendo la misma línea de trabajo que en los
grupos anteriores, se ha considerado interesante
analizar y valorar nutricionalmente la informa-
ción recogida en las etiquetas de los productos
dietéticos encuadrados dentro de este Grupo 4,
con el fin de conocer su composición en
nutrientes, y determinar la posible incidencia
que sobre la salud puede tener la ingesta de
estos alimentos, muy demandados por el consu-
midor actual, que movido por su interés hacia
una dieta saludable y equilibrada, recurre a ellos
como fuente natural de sustancias beneficiosas
para su salud.
Para lograr este objetivo, se ha determinado
el contenido en nutrientes para una ración esti-
mada en cada caso, la cual se ha calculado
teniendo en cuenta, fundamentalmente, las reco-
mendaciones de empleo del fabricante para cada
producto.
Para la levadura y el germen de trigo, se ha
considerado como ración media estimada, la de
10 gramos al día. Para los aceites esenciales, 3
gramos; productos integrales: azúcar de caña, 10
gramos, y pastas alimenticias y varios, 30 gra-
mos, para los pólenes, 20 gramos y jalea real, 1
gramo.
Los aportes de nutrientes por ración estima-
da se han valorado tomando como referencia las
Capítulo 4 285
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
Ingestas diarias recomendadas de energía y
nutrientes para la población española (CSIC,
1994) y las Raciones Dietéticas Recomendadas
(National Research Council, 1991), que se
recogen en la Tabla 2.24 que figura en la pági-
na 162 de este libro. Asimismo, se han tenido en
cuenta los Objetivos nutricionales para la
población española (Aranceta et al., 1995), con
el fin de evaluar en qué medida estos prepara-
dos dietéticos, ampliamente consumidos por un
importante sector de la población, se adecuan a
los mismos, aunque somos conscientes de que
dichos objetivos están planteados prioritaria-
mente a dietas completas, y no a alimentos en
particular.
Una vez realizadas estas matizaciones, ini-
ciamos la discusión de los resultados relativos a
la evaluación nutricional de las levaduras y ger-
men de trigo.
En la Tabla 4.8 aparece reflejado el aporte de
energía, macronutrientes y vitaminas, por ración
estimada, que presentan las diferentes muestras
de levadura de cerveza y germen de trigo.
Podemos observar que la levadura de cerveza es
un producto con un contenido calórico reducido,
cuyo valor medio es de 40,68 + 3,81 kcal/ración
media estimada. En su composición predomi-
nan, fundamentalmente, las proteínas (4,99 +
0,72 g/ración media estimada), seguidas de los
hidratos de carbono (3,99 + 0,79 g/ración media
estimada) y de la grasa (0,54 + 0,31 g/ración
media estimada).
Estos datos suponen que la distribución caló-
rica de los macronutrientes no sea equilibrada
(Figura 4.14), pues la contribución de las prote-
ínas (50%) al contenido calórico total excede
mucho de las recomendaciones nutricionales
(10-15% de las calorías totales), mientras que
en relación a los carbohidratos (38%) y grasa
(12%), no se alcanzan las recomendaciones del
50-60% de las calorías totales, en el primer caso,
y del 30-35%, en el segundo.
Referente al germen de trigo, cabe destacar
que no hay grandes diferencias en la composi-
ción de las distintas muestras analizadas.
286 Capítulo 4
Comparativamente, el germen de trigo es más
pobre en proteínas que la levadura de cerveza,
siendo su valor medio de 2,68 + 0,11 g/ración
media estimada, y más rico en grasa, pues su
contenido medio es de 0,97 + 0,14 g/ración
media estimada, no existiendo prácticamente
diferencias en cuanto a los hidratos de carbono
(3,99 + 0,70 g/ración media estimada). Estos
datos se corroboran en la Figura 4.14, donde se
representa la contribución calórica de los macro-
nutrientes a la energía total, comprobándose que
no es equilibrada, pues los carbohidratos contri-
buyen aproximadamente en un 44% a las kilo-
calorías totales, las proteínas lo hacen en un
31%, y la grasa en un 25%.
Solamente en la muestra n.o G1 se declara el
contenido en ácidos grasos saturados, mono y
poliinsaturados, que es respectivamente de 0,17
g, 0,13 g y 0,62 g. Si comparamos estos datos
con los objetivos nutricionales, observamos el
incumplimiento de los mismos, ya que la grasa
total en esta muestra no se distribuye adecuada-
mente entre los tres parámetros citados, obser-
vándose un déficit de saturados y monoinsatu-
rados y, por el contrario, un exceso de
poliinsaturados. La muestra n.o G2 especifica el
contenido en ácidos grasos saturados exclusiva-
mente, que es de 0,30 g, valor que cumple las
recomendaciones por constituir el 7-8% de las
kilocalorías aportadas por las grasas.
Las mezclas de levadura y germen de trigo
presentan un perfil calórico también desequili-
brado, detectándose una excesiva contribución
por parte de las proteínas (37%), y deficitaria
por parte de los hidratos de carbono (27%),
mientras que la grasa se ajusta a las recomenda-
ciones nutricionales (36%). En este sentido,
cabe destacar que estas mezclas de levadura y
germen muestran un contenido calórico ligera-
mente superior que las presentaciones indivi-
duales de estos productos, pues su valor energé-
tico medio es de 43,16 + 10,17 g/ración media
estimada, frente al valor calórico de las levadu-
ras y germen de trigo, que es de 40,68 + 3,81 y
35,47 + 1,65, respectivamente. La cantidad de
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
carbohidratos y proteínas es menor (3,11 + 0,74
g/ración media estimada y 3,98 + 0,05 g/ración
media estimada, respectivamente), mientras que
el de grasa es superior (1,76 + 1,63 g/ración
media estimada).
Las vitaminas que más frecuentemente se
declaran en las levaduras son la B1, B2 y B3,
seguidas de las vitaminas B5, B8 y B9. Las pri-
meras se consignan en sólo dos marcas, n.os L2 y
L5, y las segundas sólo en una, n.o L5. El conte-
nido de vitaminas B2 y B3 en las diferentes
muestras es bastante homogéneo (0,39 + 0,08 y
4,51 + 0,62 mg/ración media estimada, respecti-
vamente), no excediendo en ningún caso las
recomendaciones nutricionales para ambos
sexos. Sólo cabe mencionar en la marca n.o L2
su elevado contenido en vitamina B1, que exce-
de del 100% de las CDR, tanto en el caso de los
varones de edades entre 20 y 40 años, como de
las hembras; en el caso de los requerimientos de
los varones cubre un 110% de la CDR, y en el de
las hembras, supone un aporte del 146,67% de la
CDR.
Los valores de las vitaminas hidrosolubles
B5, B8 y B9 que presenta la muestra nº L5, tam-
poco exceden de las recomendaciones para nin-
guna de ellas, mientras que la cantidad de vita-
mina E de la muestra n.o L3 (10 mg), está muy
próximo a las recomendaciones para ambos
sexos, de 12 mg/día, cubriendo el 83,33% de la
CDR.
El contenido en minerales sólo se especifica
en el etiquetado de la muestra n.o L2, para el fós-
foro, zinc, hierro y magnesio, siendo el aporte
de los mismos, por ración estimada, de 130 mg,
0,5 mg, 0,7 mg y 20 mg, respectivamente, valo-
res que son insignificantes respecto a las canti-
dades diarias recomendadas.
En la Figura 4.10, aparecen representados
para la levadura de cerveza los porcentajes de
cantidad diaria recomendada para varones y
hembras entre 20 y 40 años cubierta por una
ración estimada al día (10 g). En ella se observa
que el porcentaje de CDR de las vitaminas B2 y
B3 oscila entre el 20 y 30%, aproximadamente,
mientras que el contenido de vitamina B1 alcan-
za casi el 70% para varones, y supera el 90%
para hembras.
En la Tabla 4.9, se recoge el aporte de ener-
gía, macronutrientes y vitaminas, por ración
estimada, para los aceites esenciales. Se observa
que el contenido en carbohidratos es muy
pequeño, oscilando, desde un valor máximo de
0,26 g/ración media estimada, en la muestra
número ACE9, hasta la ausencia de estos
nutrientes en la mayoría de los aceites sometidos
a estudio. En cuanto al contenido en proteínas,
no existen grandes variaciones entre las diferen-
tes muestras, con un valor medio, de 0,43 + 0,20
g/ración media estimada.
El nutriente que se encuentra en mayor can-
tidad, como era de esperar, son las grasas, exis-
tiendo una gran homogeneidad de resultados
entre los distintos aceites que integran el con-
junto muestral, oscilando entre un máximo, de 3
g (muestra n.o ACE7), y un mínimo, de 2,05 g
(muestra n.o ACE9), con una cifra media de 2,43
+ 0,30 g/ración media estimada. Solamente en la
muestra n.o ACE7 se especifica el contenido en
ácidos saturados, mono y poliinsaturados, que
es, respectivamente, de 0,93 g, 0,70 g y 1,37 g,
valores que se encuentran alejados de los objeti-
vos nutricionales por no constituir, respectiva-
mente, el 7-8%, 15% y 7-8% de las kilocalorías
aportadas por las grasas. En las muestras núme-
ros ACE1 y ACE2 sólo se consigna el contenido
en ácidos grasos poliinsaturados, que es de 0,42
y 0,76 g/ración estimada, respectivamente, valo-
res que si se pueden considerar como acepta-
bles, por estar muy próximos a las recomenda-
ciones nutricionales.
En los aceites esenciales, lo más destacable es
el contenido en vitamina E, que es la única vita-
mina que se declara en estos productos. En las
muestras n.os ACE9 y ACE10 la cantidad es muy
significativa respecto a la correspondiente canti-
dad diaria recomendada (CDR) para este micro-
nutriente, ya que se alcanzan los valores, de
42,60 y 58,82 mg/ración media estimada, lo que
constituye, respectivamente, el 355% y el
Capítulo 4 287
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
490,16% de la CDR, cantidades que, a nuestro
juicio, pudieran ocasionar graves riesgos para los
consumidores que toman regularmente estos
aceites, habida cuenta de que se trata de una vita-
mina liposoluble de difícil elimación. Esta
misma situación se observa en la Figura 4.11,
donde se representa el porcentaje de cantidad
diaria recomendada (CDR) cubierta por una
ración estimada propuesta por el fabricante (3 g).
En la Figura 4.14 se observa que el aporte
calórico de estos productos se debe fundamen-
talmente a su componente mayoritario que es la
grasa (92%), mientras que las proteínas contri-
buyen en un 7%, y los carbohidratos tan sólo en
un 1%.
La Tabla 4.10 se refiere al aporte de energía,
macronutrientes y vitaminas de los productos
integrales según ración estimada, que varía en
función del tipo de producto, y que se ha esta-
blecido en base a las recomendaciones propues-
tas por el fabricante, como ya se ha comentado.
Según se observa, el azúcar moreno de caña es
un producto eminentemente energético (38,97 +
0,75 kcal/ración media estimada), constituido
fundamentalmente por carbohidratos (sacarosa)
(9,66 + 0,17 g/ración media estimada), siendo
prácticamente nulo el aporte de proteínas y
grasa, tal y como puede comprobarse en la
Figura 4.15. Tan sólo en la muestra n.o AZ1 se
consigna el contenido de un mineral, el calcio,
cuyo valor es de 18 mg/ración media estimada,
valor insignificante respecto a la cantidad diaria
recomendada para el mismo, que es de 800 mg,
para ambos sexos.
Referente a las pastas alimenticias, tal y
como se puede observar en la Tabla 4.10, existe
una gran homogeneidad de datos entre las dife-
rentes muestras en relación al contenido energé-
tico y de macronutrientes. Se trata de alimentos
con un valor calórico medio de 105,53 + 4,07
kcal/ración estimada, en los que predominan los
hidratos de carbono (21,20 + 0,80 g/ración esti-
mada), lo que es evidente dada la composición
de los mismos, seguidos de las proteínas (3,80 +
0,13 g/ración estimada) y las grasas (0,72 + 0,41
288 Capítulo 4
g/ración estimada). Esta misma situación se
observa en la Figura 4.15 en la que aparece
representado el perfil calórico de estos produc-
tos, comprobándose que los carbohidratos con-
tribuyen al 79% de las kilocalorías totales,
mientras que las proteínas lo hacen en un 15%,
y la grasa en un 6%.
Solamente en tres muestras (n.os PA1, PA2 y
PA4) se incluye la cantidad de fibra, existiendo
una gran dispersión de datos, con un intervalo
de cifras amplio, entre un máximo de 4,50
g/ración estimada, y un mínimo de 0,36 g/ración
estimada, siendo el valor medio de 2,22 + 2,10
g/ración estimada.
Tan sólo en la muestra n.o PA1 se señala la
proporción en diversas vitaminas y minerales.
El aporte de vitaminas por ración estimada, es el
siguiente:
• Vitamina B1, 0,42 mg, (35% CDR, varones
y 46,66% CDR, hembras).
• Vitamina B2, 0,30 mg, (16,66% CDR,
varones y 21,42% CDR, hembras).
• Vitamina B6, 0,42 mg, (23,33% CDR,
varones y 26,25% CDR, hembras).
• Vitamina B9, 36 μg, (18% de la CDR, para
ambos sexos).
• Vitamina E, 1,8 mg, (15% de la CDR, para
ambos sexos).
También en esta misma muestra, n.o PA1, se
incluye el aporte en elementos minerales, que es
de 6 mg de sodio, 30 mg de magnesio y 1,05 mg
de hierro, contenidos poco significativos respec-
to a los requerimientos mínimos para el sodio,
de 500 mg, y las cantidades diarias recomenda-
das para el magnesio, de 350 mg y 330 mg, para
varones y hembras, respectivamente, y para el
hierro, de 10 y 18 mg, también para varones y
hembras, respectivamente.
Finalmente, en la Tabla 4.10 aparece refleja-
do el aporte de energía y macronutrientes de un
subgrupo de alimentos integrales que hemos
denominado «varios» y que incluye una barrita
integral y un turrón integral. Como puede obser-
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
varse, el aporte calórico es muy similar en
ambos productos, siendo el valor medio de
163,38 + 1,87 kcal/ración estimada. Se trata de
alimentos en los que también predomina el con-
tenido en hidratos de carbono, con un valor
medio de 13,97 + 2,53 g/ración estimada, segui-
do de la grasa, 10,36 + 1,04 g/ración estimada, y
de las proteínas 3,91 + 0,83 g/ración estimada.
En la Figura 4.15 aparece la distribución calóri-
ca de estos productos, que es muy descompen-
sada en cuanto a grasa, pues contribuyen al 58%
de las kilocalorías totales, así como en hidratos
de carbono, que contribuyen al 32% de las mis-
mas, siendo más adecuada en cuanto a proteínas
(10%).
En la muestra n.o V1, barrita integral, se espe-
cifica el contenido en ácidos grasos saturados, de
5,39 g/ración estimada, contenido que, respecto
al aporte total de grasa (9,63 g/ración estimada),
es bastante superior al valor que establecen los
objetivos nutricionales, y que se cifran entre el 7-
8% de las kilocalorías aportadas por las grasas.
El aporte de fibra presenta una gran variabi-
lidad en ambos preparados, mostrando un máxi-
mo de 4,73 g/ración estimada, la barrita integral,
y el mínimo de 0,75 g/ración estimada, el turrón
también integral, coincidiendo totalmente
el valor medio de fibra en estos productos con el
hallado para la pasta alimenticia integral (2,22 +
2,10 g/ración estimada), que representa el 7,4%
del aporte de fibra que fijan los objetivos nutri-
cionales para la población española.
Respecto a las vitaminas, destacamos los
valores que, por ración estimada, presenta la
barrita integral, así como sus correpondientes
porcentajes de CDR:
• Vitamina B1, 0,60 mg, (50% CDR, varones
y 66,65% CDR, hembras).
• Vitamina B2, 0,70 mg, (38,87% CDR,
varones y 49,98% CDR, hembras).
• Vitamina B6, 0,80 mg, (44,44% CDR,
varones y 50% CDR, hembras).
• Vitamina B12, 0,40 μg, (20% para ambos
sexos).
• Vitamina C, 21 mg, (35,33% para ambos
sexos).
• Vitamina A, 280 μg, (28% CDR, varones y
35,00% CDR, hembras).
• Vitamina D, 1,8 μg, (36% para ambos
sexos).
• Vitamina E, 2 mg, (16,66% para ambos
sexos).
En la Figura 4.12 aparece representado el
porcentaje de CDR cubierta por una ración
media estimada/día para los productos integra-
les. Los valores obtenidos son:
• Vitamina B1, 42,5% CDR, varones y
56,67% CDR, hembras.
• Vitamina B2, 26,94% CDR, varones y
34,64% CDR, hembras.
• Vitamina B6, 33,88% CDR, varones y
38,12% CDR, hembras.
• Vitamina E, 16,25% CDR, para ambos
sexos.
Vemos que ninguna vitamina supera el 50%
de la CDR, excepto la B1 para hembras. Por el
contrario, la que se encuentra en menor propor-
ción, es la vitamina E para ambos sexos.
En la Tabla 4.11 aparece reflejada la cantidad
de energía, macronutrientes y fibra, que aporta
una ración estimada de polen, referida a cada
una de las ocho marcas en las que se consigna el
etiquetado nutricional. Como puede observarse,
el polen es un producto en cuya composición
predominan los carbohidratos, con un valor
medio de 9,44 + 2,80 g/ración estimada, las pro-
teínas presentan un contenido medio de 3,55 +
0,69 g/ración estimada, y son las grasas las que
se encuentran en menor proporción (1,44 + 0,21
g/ración estimada).
Resaltamos que existen cuatro marcas de
pólenes (n.os POL4 a POL7), cuyo contenido en
carbohidratos es el mismo (7 g/ración estima-
da), mientras que en el resto existen determina-
das variaciones, aunque no son muy significati-
vas. La misma situación ocurre para las
Capítulo 4 289
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
proteínas y grasa en las muestras n.os POL5,
POL6 y POL7, existiendo mayores desviacio-
nes con respecto al resto de las muestras.
En la Figura 4.14. se refleja el perfil calórico
de estos productos. Como puede observarse, no
existe una distribución calórica adecuada entre
los diferentes macronutrientes, ya que si bien los
carbohidratos contribuyen en un 56% al aporte
calórico total, cumpliendo los objetivos nutri-
cionales, no sucede lo mismo con las proteínas,
que lo hacen en un 23%, y las grasas que contri-
buyen en un 21%.
En cuanto a la fibra, existe una gran homo-
geneidad de resultados, pues en las tres muestras
(n.os POL5, POL6 y POL7) en cuyo etiquetado
se declara el contenido, el valor coincide (1
g/ración estimada).
De las 15 muestras de polen que integran el
conjunto muestral, en tan sólo 3 muestras
(números POL5, POL6 y POL7), se señala el
contenido en vitaminas y minerales, aparecien-
do los datos reflejados en la Tabla 4.12. A este
respecto, cabe señalar la coincidencia de todos
los valores consignados en las tres muestras
citadas, lo que se justifica por el hecho de que la
industria elaboradora es la misma, si bien los
productos corresponden a diferentes marcas
comerciales. Los aportes medios de sodio, mag-
nesio, hierro y zinc que se han calculado para la
ración que habitualmente toman los consumido-
res de este producto de la colmena son, respec-
tivamente, de 20 + 0 mg, 9,40 + 0 mg, 0,86 + 0
mg y 0,96 + 0 mg.
Asimismo, los contenidos medios de vitami-
nas son: B1, 0,16 + 0 mg; B2, 0,10 + 0 mg; B3,
0,54 + 0 mg y C, 5,60 + 0 mg. Estas cifras son
bastante reducidas, teniendo un escaso signifi-
cado respecto a las cantidades diarias recomen-
dadas para dichos nutrientes.
Todos estos resultados se corroboran en la
Figura 4.13, donde se observa que el aporte
calórico cubre el 2,04% (varones) y 2,66%
(hembras) de las CDR, y las proteínas, el 6,57%
y el 8,60% de las CDR, según se apliquen los
requerimientos para varones o hembras, respec-
290 Capítulo 4
tivamente. El hierro aporta, aproximadamente,
el 8,60% de los requerimientos en el caso de los
varones y el 4,77% en el caso de las hembras. El
zinc alcanza el 6,40% de las CDR, para ambos
sexos, mientras que el magnesio el 2,68% (varo-
nes) y 2,84% (hembras).
De las vitaminas, la que supone un aporte
mayor es la B1, que alcanza, aproximadamente,
el 13,33% de las recomendaciones en los varo-
nes, y el 17,77%, en el caso de las hembras. La
vitamina B2 aporta el 5,55% de la CDR, para
varones y el 7,14%, para hembras, la B3 cubre
entre el 2,70 y 3,60% según el sexo, masculino
o femenino, y la vitamina C, el 9,33% en ambos
sexos.
En la Tabla 4.13 aparece el aporte de energía
y macronutrientes que proporciona una ración
estimada de jalea real. La ración media al día
que se ha estimado, en base a las recomendacio-
nes del fabricante, es de 1 gramo, con indepen-
dencia de que se comercialice en forma líquida o
liofilizada. A la vista de los datos que aparecen
reflejados en dicha tabla, se observa que la jalea
líquida tiene menor poder energético que la lio-
filizada y, como consecuencia, menor concen-
tración en carbohidratos, proteínas y grasa, lo
cual puede explicarse por su mayor contenido en
agua, mientras que en la liofilizada, se ha elimi-
nado la humedad y el producto está más con-
centrado.
En cualquier caso, es poco significativo el
aporte en energía, que es de 1,23 + 0,20
kcal/ración estimada, para la jalea líquida y de
4,14 + 0,16 kcal/ración estimada, para la liofili-
zada. El aporte medio de hidratos de carbono es
de 0,25 + 0,06 g/ración estimada, para la jalea
líquida y de 0,49 + 0,16 g/ración estimada, para
la liofilizada. En cuanto al contenido en proteí-
nas y grasa, en la jalea líquida es de 0,06 + 0,06
g/ración estimada y 0,12 + 0,27 g/ración estima-
da, respectivamente, mientras que en la liofili-
zada es de 0,32 + 0,15 g/ración estimada y 0,10
+ 0,06 g/ración estimada, respectivamente.
En la Figura 4.15 aparece representada la
distribución calórica tanto de la jalea líquida
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
como de la liofilizada. En la primera, se observa
una contribución a las kilocalorías totales por
parte de los carbohidratos del 42%, por parte de
la grasa, de un 47%, y de las proteínas, de un
11%. De estos datos se deduce un reparto bas-
tante desequilibrado, quedando excluidas las
proteínas, que sí están dentro de los objetivos
nutricionales. En el caso de la jalea liofilizada se
acusa de forma más marcada este desequilibrio,
siendo la contribución a la energía total, por
parte de los carbohidratos del 46%, de las prote-
ínas, un 32% y de la grasa, un 22%.
Solamente en la muestra n.o JR1 se consigan
el contenido en vitamina C, que es de 6
mg/ración estimada, el cual cubre aproximada-
mente el 10% de la CDR. En el resto de las
muestras, si bien el etiquetado hace referencia a
las bondades del producto por constituir una
fuente natural de vitaminas y minerales, no se
recoge la cuantificación de estos micronutrien-
tes.
Consideraciones finales
Del estudio llevado a cabo en relación a los ali-
mentos especiales considerados tradicional-
mente de régimen, que se incluyen en este
Grupo 4, hemos extraido las siguientes consi-
deraciones:
A) En relación al etiquetado
• La valoración del etiquetado general de
todos los productos que integran este
Grupo, pone de manifiesto que el grado de
incumpliento, respecto a la Norma general
de etiquetado, presentación y publicidad
de los productos alimenticios, no es muy
elevado, presentándose las deficiencias
más significativas en cuanto a la cuantifi-
cación de ingredientes, marcado de fechas,
datos de identificación de la empresa, ine-
xistencia en castellano de todos los datos
que integran la información obligatoria, así
como la carencia, en el mismo campo
visual, de la denominación de venta, el
marcado de fechas y la cantidad neta.
• De todos los subgrupos sometidos a estu-
dio, el que tiene un mayor grado de ade-
cuación a la normativa de etiquetado es el
del polen, observándose un grado de cum-
plimentación del 100% en todos los requi-
sitos que integran la información obligato-
ria.
• El subgrupo de la jalea real sólo presenta
un tipo de deficiencia, que es la relativa a
la cuantificación de ingredientes, que se
observa en el 70% de las muestras estudia-
das.
• En los subgrupos constituidos por la leva-
dura de cerveza y germen de trigo, así
como en los aceites esenciales, se obser-
van incumplimientos en relación a la cuan-
tificación de ingredientes (75% y 80%,
respectivamente) e indicación, en el
mismo campo visual, de la denominación
de venta, marcado de fechas y contenido
neto (26,67% y 10%, respectivamente).
• El subgrupo de los productos integrales es
el que posee un mayor número de incum-
plimientos, lo cual puede atribuirse a que
es el más numeroso y variado, incluyendo
gran número de preparados importados,
que han sido fabricados fuera de nuestro
país, lo que justifica un menor grado de
adecuación a la normativa.
• A la vista de los resultados obtenidos, se ha
elaborado el Tabla 4.14, en la que, de
forma resumida, se recogen las deficien-
cias más significativas observadas en el
etiquetado general del Grupo 4, quedando
excluido el polen por no haberse detecta-
do, como ya se ha comentado, ninguna
deficiencia.
• En lo que a la valoración del etiquetado
nutricional se refiere, cabe señalar que
existe un alto número de productos que no
presentan este tipo de etiquetado. Así, del
Capítulo 4 291
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Tabla 4.14. Porcentaje de deficiencias encontradas en el etiquetado general de los productos incluidos en el Grupo 4

DEFICIENCIAS COMUNES LEVADURA Y ACEITES PRODUCTOS JALEA REAL

PORCENTAJE DEFICIENCIAS
GRUPO 4 GERMEN DE TRIGO ESENCIALES INTEGRALES

Denominación de venta 1,32 * * 4,76 *

Cuantificación de ingredientes 66,67 75,00 80,00 33,33 70,00

Marcado de fechas 1,32 * * 4,76 *

Identificación de la empresa 1,32 * * 4,76 *

Datos obligatorios del 3,95 * * 14,29 *

etiquetado en castellano

Mismo campo visual:

denominación de venta,
13,16 26,67 10,00 23,81 *
contenido neto y marcado
de fechas

(*) Deficiencia no observada en este tipo de productos

total de productos incluidos en el Grupo 4, • De los cinco subgrupos que constituyen la

que son 76, sólo 49 lo reseñan. La mayor
parte de ellos responden a la modalidad 1.a
(34 productos), y el resto (15 productos) a
la modalidad 2.a. Ello viene condicionado,
en parte, por la propia naturaleza de estos
alimentos, ya que tan sólo en los aceites
esenciales y en los productos integrales, se
hace obligatoria la modalidad 2.a del eti-
quetado nutricional, por cuanto es obliga-
toria la declaración de los distintos tipos de
ácidos grasos, en los primeros, y de fibra,
en los segundos. En el resto, la propiedad
nutritiva que se destaca con mayor fre-
cuencia es el contenido en vitaminas, que
es independiente de una u otra modalidad
de etiquetado nutricional.
• La deficiencia más significativa en cuanto
al diseño, se refiere al orden incorrecto de
los parámetros, que se observa fundamen-
talmente en aceites y productos integrales,
siendo también digno de mención la utili-
zación incorrecta de unidades, tanto cuan-
do se expresan por 100 gramos o 100 mili-
litros de producto, como cuando se
expresan por ración propuesta para el con-
sumo.
muestra objeto de estudio, los que presen-
tan mayor grado de cumplimentación, en
lo que a la modalidad 1.a del etiquetado
nutricional se refiere, son las levaduras y
germen, así como productos integrales,
seguidos de polen y aceites y, finalmente,
la jalea real.
• Respecto a la modalidad 2.a del etiquetado,
es el subgrupo de las levaduras y germen
de trigo, el que acusa mayor grado de cum-
plimiento en relación a todos los datos que
han de figurar en base a esta modalidad, le
siguen los productos integrales, los aceites
esenciales y, finalmente, los pólenes.
• En las levaduras y germen de trigo así
como en los productos integrales, se decla-
ran exclusivamente, dentro de los carbohi-
dratos, los azúcares (50% y 60%, respecti-
vamente), no haciéndose referencia, en
ningún caso, al contenido en polialcoholes
y almidón.
• En cuanto a los distintos tipos de ácidos
grasos, en las levaduras y germen de trigo,
aceites esenciales y productos integrales,
se reseña con frecuencia la cantidad de en
ácidos grasos saturados (100%, 16,67% y

292 Capítulo 4
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
60%, respectivamente), figurando en
menor proporción el aporte de ácidos gra-
sos monoinsaturados (50%, 16,67% y 0%,
respectivamente), y de ácidos grasos
poliinsaturados (50%, 50% y cero por
ciento, respectivamente).
• El colesterol no se especifica en el etique-
tado de ninguno de los productos que cons-
tituyen el conjunto muestral. Por el contra-
rio, la fibra y el sodio sí se especifican en
proporción variable, según los distintos
subgrupos.
• Es curioso destacar que en todos los sub-
grupos aparecen aquellos datos que en el
consumidor producen un impacto positivo,
como puede ser, la presencia de ácidos gra-
sos mono y poliinsaturados o la fibra,
mientras que el colesterol, del que existe
mala prensa, no se consigna en ningún
caso.
• En todos estos alimentos, pese a comercia-
lizarse indicando su riqueza natural en
vitaminas y minerales, no es frecuente que
se especifique su contenido en estos micro-
nutrientes. En la Tabla 4.15 se indican las
deficiencias encontradas en los diferentes
productos incluidos en el Grupo 4, en
cuanto a la indicación del contenido en
vitaminas y minerales, y/o de su respectiva
cantidad diaria recomenda (CDR). Se
excluye el polen por presentar un grado de
cumplimiento del 100%.
Tabla 4.15. Deficiencias encontradas en el etiquetado nutricional de los productos incluidos en el Grupo 4
DEFICIENCIAS
GERMEN DE TRIGO
Cuantificación de minerales
Cuantificación de vitaminas
% CDR minerales
% CDR vitaminas Vitaminas E, B1, B2, B3, B5, B8 y B9
(*) Deficiencia no observada en este tipo de producto.
B) En cuanto a la valoración nutricional
• Como en los grupos anteriores, la valora-
ción nutricional de los productos que
integran este Grupo 4, ha tenido como
finalidad:
— Conocer su composición en nutrientes.
— Determinar si la contribución de los dis-
tintos macronutrientes al aporte calórico
total del producto es adecuada, y con-
forme a las recomendaciones nutricio-
nales.
— Comprobar en qué medida se cubren las
cantidades diarias recomendadas de
vitaminas y minerales.
• Para ello, a partir de la información nutri-
cional contenida en el etiquetado del pro-
ducto, expresada por 100 g o 100 ml, se ha
calculado el contenido energético, así
como el aporte de macronutrientes, vitami-
nas y minerales, para una ración media que
se ha estimado en cada producto, en base a
las recomendaciones de empleo del fabri-
cante. La ración estimada para levaduras y
germen de trigo es de 10 g; para aceites
esenciales, 3 g; para productos integrales:
azúcar de caña, 10 g, pasta alimenticia y
varios, 30 g; para pólenes, 20 g, y para
jalea real, 1 g.
• La valoración de los datos se ha hecho
tomando como referencia las Ingestas dia-
LEVADURA
ACEITES ESENCIALES JALEA REAL
* * *
Vitamina E Vitamina E *
* * *
Vitamina E Vitamina C
Capítulo 4 293
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
rias recomendadas de energía y nutrientes
para la población española (CSIC, 1994)
y las Raciones Dietéticas Recomendadas
(National Research Council, 1991).
Asimismo, se han tenido en cuenta los
Objetivos nutricionales para la población
española, para observar, en qué medida,
todos estos preparados dietéticos contribu-
yen a los mismos.
• No existen grandes diferencias en cuanto a
la composición en nutrientes entre las dis-
tintas muestras de levadura de cerveza,
germen de trigo y la mezcla de ambos. Así,
el aporte calórico medio en las primeras es
de 40,68 + 3,81 kcal/ración estimada, en
las segundas, de 35,47 + 1,65 kcal/ración
estimada, y en las terceras, de 43,16 +
10,17 kcal/ración estimada.
• Algo similar ocurre en el contenido medio
en hidratos de carbono que es, por ración
estimada, respectivamente, de 3,99 + 0,79
g, 3,99 + 0,70 g estimada y 3,11 + 0,74 g.
Mayores diferencias se dan entre los tres
tipos de alimentos en relación a proteínas y
grasa; las levaduras tienen un valor medio
de proteínas (4,99 + 0,72 g/ración estima-
da), superior al encontrado en el germen
de trigo (2,68 + 0,11 g/ración estimada), y
en las mezclas de ambos (3,98 + 0,05
g/ración estimada). El valor medio de
grasa, por ración, es de 0,54 + 0,31 g, en
las levaduras, de 0,97 + 0,14 g, en el ger-
men de trigo, y de 1,76 + 1,63 g, en las
mezclas de ambos.
• El perfil calórico de estos productos es el
siguiente:
— En las levaduras: grasa (12%), carbohi-
dratos (38%) y proteínas (50%).
— En el germen de trigo: grasa (25%),
carbohidratos (44%) y proteínas
(31%).
— En las mezclas de ambos: grasa (36%),
carbohidratos (27%) y proteínas
(37%).
294 Capítulo 4
Estos datos ponen de manifiesto una situa-
ción de desequilibrio en todos ellos.
• Tan sólo en la muestra n.o G1 se declara el
contenido en ácidos grasos saturados,
mono y poliinsaturados, que es, respecti-
vamente, de 0,17 g, 0,13 g y 0,62 g, obser-
vándose un claro incumplimiento de los
mismos con respecto a las recomendacio-
nes nutricionales, ya que la grasa total en
esta muestra (0,95 g/ración estimada) no
se distribuye adecuadamente entre los tres
parámetros citados existiendo un claro
desequilibrio, por haber un déficit de áci-
dos grasos saturados y monoinsaturados, y
por el contrario, un exceso de poliinsatura-
dos.
• En la muestra n.o G2 se indica el contenido
en ácidos grasos saturados exclusivamen-
te, que es de 0,30 g, valor que se encuentra
dentro de las cifras consideradas adecua-
das dentro de los objetivos nutricionales,
ya que constituye entre un 7 y 8% de las
kilocalorías aportadas por la grasa en ese
producto.
• Las vitaminas se consignan en tres mues-
tras de levadura (n.os L2, L3 y L5), y en
una de gérmen de trigo (n.o G1). En las
muestras números L2 y L5, se declaran las
vitaminas B1, B2 y B3, en la n.o L5, además,
se consignan las vitaminas B5, B8 y B9, y
en la muestra n.o L3 se especifica el conte-
nido en vitamina E. En ningún caso se
exceden las recomendaciones nutriciona-
les para estas vitaminas, a excepción de la
muestra n.o L2, que presenta un valor ele-
vado en vitamina B1 (1,32 mg), excedien-
do del 100% de las CDR, para ambos
sexos (110% de CDR, para varones, y
146,67%, para hembras).
• También cabe destacar el contenido en
vitamina E que presenta la muestra n.o L3
10 mg, por estar muy próximo a las reco-
mendaciones para ambos sexos, de 12
mg/día, cubriendo el 83,33% de la CDR.
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
• En cuanto al contenido en minerales, sólo
se especifica el fósforo, zinc, hierro y mag-
nesio en la muestra n.o L2. El aporte de los
mismos, por ración estimada es, respecti-
vamente, de 130 mg, 0,5 mg, 0,7 mg y 20
mg. Para ninguno de ellos se alcanza la
cantidad diaria recomendada, siendo su
contenido poco significativo respecto a las
correspondientes CDR para el colectivo
seleccionado, varones y hembras entre 20
y 40 años.
• Referente a los aceites esenciales, se obser-
va una gran homogeneidad de resultados
entre las diferentes muestras, en lo que a la
composición en nutrientes se refiere. En
este tipo de preparados se presenta un pre-
dominio de grasa, con un valor medio de
2,43 + 0,30 g/ración estimada, frente a los
hidratos de carbono (0,09 + 0,13 g/ración
estimada), y las proteínas (0,43 + 0,20
g/ración estimada). Por tanto, en el perfil
calórico la mayor contribución es de la
grasa, en un 92%, mientras que las proteí-
nas aportan el 7% de la energía total, y los
carbohidratos tan sólo un 1%.
• En la muestra n.o ACE7 se especifica el
valor de ácidos saturados, mono y poliin-
saturados, que es de 0,93 g, 0,70 g y 1,37
g, respectivamente, cifras que no se ajustan
a las recomendaciones nutricionales por no
encontrarse en la proporción adecuada con
respecto a la grasa total de la muestra, que
es de 3 g. En las muestras n.os ACE1 y
ACE2 sólo se especifica el contenido en
ácidos grasos poliinsaturados, que es de
0,42 y 0,76 g/ración estimada, respectiva-
mente, valores que pueden considerarse
como aceptables, por estar próximos a los
objetivos nutricionales.
• En cuanto a las vitaminas, la única que se
declara en las muestras n.os ACE9 y
ACE10 es la vitamina E. El contenido por
ración es, respectivamente, de 42,60 y
58,82 mg, alcanzándose el 355% de la
CDR, en la primera, y el 490,16% de la
CDR, en la segunda. A nuestro juicio, no
debería permitirse una suplementación tan
elevada de vitaminas, dado que pueden
entrañar un riesgo para el consumidor,
especialmente cuando se trata de vitaminas
liposolubles como la E, por lo que debería
ser objeto de regulación normativa.
• El subgrupo de los productos integrales
está constituido por una serie de prepara-
dos de naturaleza variada, lo que se pone
de manifiesto en la composición de los
mismos. Hemos diferenciado tres subgru-
pos: azúcar de caña, pasta alimenticia y
varios (barrita y turrón integral).
• Hemos comprobado que existe una gran
homogeneidad de resultados en las distin-
tas muestras de azúcar de caña. En este
producto predominan los carbohidratos
(9,66 + 0,17 g/ración estimada), mientras
que carecen de grasa y el contenido en pro-
teínas es muy reducido, de 0,04 + 0,04
g/ración estimada. Esta misma composi-
ción se visualiza al determinar la contribu-
ción de los distintos macronutrientes al
aporte calórico del alimento, observando
que la totalidad de las kilocalorías proce-
den de los carbohidratos.
• Solamente en la muestra n.o AZ1 se decla-
ran las cifras de calcio, que es de 18
mg/ración estimada, cantidad muy poco
significativa respecto a la CDR que se cifra
en 800 mg, para ambos sexos.
• Referente a la pasta alimenticia integral, se
observa un predominio de hidratos de car-
bono (21,20 + 0,80 g/ración estimada), lo
cual es lógico, dada su composición, segui-
do de las proteínas (3,80 + 0,13 g/ración
estimada), y de las grasas (0,72 + 0,41
g/ración estimada). Por ello, en el perfil
calórico de estos productos se comprueba
que los carbohidratos contribuyen al 79%
de las kilocalorías totales, mientras que la
contribución de las proteínas y grasa es
muy inferior, de un 15% y 6% respectiva-
mente.
Capítulo 4 295
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
• Pese a ser productos integrales, en los cua-
les el aporte de fibra es esencial, tan sólo
en tres muestras (n.os PA1, PA2 y PA4) se
señala su contenido, observando una gran
dispersión entre los datos obtenidos, que
oscilan, por ración, entre un máximo de
4,50 g, y un mínimo de 0,36 g, siendo el
valor medio de 2,22 + 2,10 g.
• Solamente hay una muestra (número PA1)
en la que se consigna el contenido en vita-
minas y minerales; respecto a las primeras,
se reseñan las vitaminas B1, B2, B6, B9 y E,
y referente a los minerales, sodio, magne-
sio y hierro. Para las vitaminas, se obser-
van cantidades moderadas, destacando la
vitamina B1 que llega a cubrir el 35% de la
CDR, para varones, y el 46,66% de la
CDR, para hembras.
• En esta misma muestra n.o PA1, los valores
reseñados de minerales también son poco
significativos respecto a los requerimien-
tos mínimos para el sodio (500 mg), y las
cantidades diarias recomendadas para el
magnesio (350 mg y 330 mg, para varones
y hembras, respectivamente), y para el hie-
rro (10 y 18 mg, para varones y hembras,
respectivamente).
• Los productos integrales englobados bajo
la denominación de «varios» presentan un
contenido energético medio por ración
estimada de 163,38 + 1,87 g, de hidratos
de carbono, de 13,97 + 2,53 g, de grasa
10,36 + 1,04 g, y de proteínas 3,91 + 0,83
g. El perfil calórico, por tanto está muy
descompensado, contribuyendo la grasa
al 58% de las kilocalorías totales, los
hidratos de carbono al 32%, y las proteí-
nas al 10%.
• Solamente en una muestra, n.o V1, se espe-
cifica el contenido en ácido grasos satura-
dos, 5,39 g/ración estimada, dato que no
cumple los objetivos nutricionales por
superar el 7-8% de las kilocalorías aporta-
das por la totalidad de la grasa (9,63
g/ración estimada).
296 Capítulo 4
• La cantidad de fibra en las muestras n.os V1
y V2, es muy dispersa, siendo de 4,73
g/ración estimada, en la muestra n.o V1, y
de 0,75 g/ración estimada, en la muestra
número V2. El valor medio (2,22 + 2,10
g/ración estimada), coincide totalmente
con el obtenido para la pasta alimenticia
integral, el cual representa el 7,4% del
aporte de fibra que fijan los objetivos
nutricionales.
• En la muestra n.o V1, barrita integral, se
declaran las vitaminas, B1, B2, B6, B12 y C
dentro de las hidrosolubles, y las vitaminas
A, D y E dentro de las liposolubles, cuyos
contenidos representan entre un 17% de la
CDR, en el caso de la vitamina E, y un
50% de la CDR, para la vitamina B1, para
el colectivo considerado, adultos entre 20
y 40 años.
• En cuanto al polen, cabe destacar que se
trata de un alimento cuyo valor energético
se debe, fundamentalmente, a los carbohi-
dratos, seguido de las proteínas y de la
grasa. El valor calórico medio por ración
es de 61,27 + 12,45 kcal, el contenido
medio de carbohidratos es de 9,44 + 2,80
g, las proteínas presentan una media, de
3,55 + 0,69 g/ración estimada y las grasas,
de 1,44 + 0,21 g.
• Estos datos inducen a que en el perfil
calórico del polen los carbohidratos sean
los más representativos, contribuyendo
al 56% de las kilocalorías totales, segui-
dos de las proteínas que lo hacen en un
23% y las grasas en un 21%, de lo que se
deduce que únicamente los primeros
cumplen las recomendaciones (50-60%
del aporte energético total), mientras que
las proteínas y grasa se apartan de las
mismas.
• El contenido de fibra sólo se especifica en
el etiquetado de tres muestras (n.os POL5,
POL6 y POL7), observándose una total
homogeneidad de resultados (1 g/ración
estimada). Este valor de fibra es poco sig-
 ALIMENTOS CONSIDERADOS TRADICIONALMENTE COMO ESPECÍFICOS PARA REGÍMENES DIETÉTICOS
nificativo si tomamos como referencia los
30 g/día que marcan los objetivos nutricio-
nales.
• En cuanto a las vitaminas y los minerales,
de las 15 muestras de polen sometidas a
estudio, sólo se declaran, en el etiquetado
de tres muestras, n.os POL5, POL6 y
POL7, pólenes que, si bien, se comerciali-
zan respondiendo a distintas marcas
comerciales, la industria elaboradora es la
misma, lo que justifica el hecho de que
coincidan todos los datos consignados en
el etiquetado. Los contenidos de estos
micronutrientes para la ración que se ha
considerado, son bastante reducidos,
teniendo un escaso significado respecto a
las cantidades diarias recomendadas, tal y
como se muestra seguidamente:
— Hierro, 8,60% CDR, varones y 4,78%
CDR, hembras.
— Zinc, 6,40% CDR, para ambos sexos.
— Magnesio, 2,68% CDR, varones y
2,84% CDR, hembras.
— Vitamina B1, 13,33% CDR, varones y
17,77% CDR, hembras.
— Vitamina B2, 5,56% CDR, varones y
7,14% CDR, hembras.
— Vitamina B3, 2,70% CDR, varones y
3,60% CDR, hembras.
— Vitamina C, 9,33% CDR, para ambos
sexos.
• La jalea real se comercializa en dos formas
de presentación: líquida y liofilizada. A la
vista de los datos obtenidos, podemos afir-
mar que la jalea líquida tiene menor poder
energético (1,23 + 0,20 kcal/ración estima-
da), que la liofilizada (4,14 + 0,16
kcal/ración estimada), dado que presenta
un menor contenido en carbohidratos, pro-
teínas y grasa, lo cual puede atribuirse a su
mayor concentración de agua.
• En este producto apícola predominan los
hidratos de carbono, en menor proporción
se encuentran las proteínas, mientras que la
grasa es escasa.
• En la jalea real líquida, los carbohidratos
contribuyen, aproximadamente, en un 42%
a la energía total del producto, las grasas
en un 47% y las proteínas en un 11%, sien-
do éste el único macronutriente que cum-
ple las recomendaciones nutricionales.
• Por el contrario, en la jalea liofilizada, se
observa una situación diferente, ya que los
carbohidratos contribuyen al 46% de la
energía, encontrándose muy próximos a los
objetivos nutricionales (50-60%), las gra-
sas en un 22%, no alcanzando el porcenta-
je adecuado (30-35%) y las proteínas lo
hacen en un 32%, lo que supone un exceso
al aporte calórico total del alimento.
• En cuanto a la indicación de vitaminas y
minerales, tan sólo en una muestra (mues-
tra n.o JR1) se especifica el contenido en
vitamina C, que aparece junto a la denomi-
nación de venta, en un lugar destacado,
siendo el aporte de 6 mg/ración estimada,
lo que constituye el 10% de la CDR.
• Bajo nuestro punto de vista, la declaración
de vitaminas y minerales que se realiza en
estos alimentos especiales, considerados
tradicionalmente de régimen, es escasa e
insuficiente. La información complemen-
taria que se le ofrece al consumidor en la
etiqueta del producto haciendo referencia a
las propiedades nutricionales de los mis-
mos, como fuente natural de vitaminas y
minerales, debería acompañarse de la
cuantificación de estos micronutrientes, al
objeto de proporcionarle una información
más útil y adecuada.
• En los productos en cuyo etiquetado apa-
recen reflejados los porcentaje de cantidad
diaria recomendada (CDR) para los distin-
tos minerales y vitaminas, éstos responden
a los valores de referencia recogidos en el
Anexo del RD 930/1992, de 17 de julio.
Como ya se ha comentado para los alimen-
tos pertenecientes a los Grupos 1, 2 y 3,
Capítulo 4 297
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

estudiados en los Capítulos 1, 2 y 3 de este cionales de los distintos colectivos pobla-

libro, esta infomación no es suficientemen-
te precisa, al no diferenciar edad ni sexo.
Por ello, debería ser objeto de revisión y
regularización, al objeto de adecuarla, lo
máximo posible, a las necesidades nutri-
cionales, teniendo siempre presente que
estos preparados deben estar dirigidos a
suplementar los aportes de nutrientes, en
caso de las situaciones y/o patologías que
se han planteado en este trabajo.

298 Capítulo 4
 CONCLUSIONES
Del estudio llevado a cabo sobre los produc-
tos dietéticos se deducen las siguientes conclu-
siones:
A) RESPECTO A LA VALORACIÓN
DEL ETIQUETADO GENERAL
1. Dentro de todo el conjunto muestral, es
en los Grupos 2 y 4 en los que se obser-
van las deficiencias más numerosas y sig-
nificativas.
2. Las deficiencias comunes en los cuatro
grupos sometidos a estudio son las relati-
vas a:
— Cuantificación de ingredientes.
— Presencia de todos los datos que inte-
gran la información obligatoria en cas-
tellano.
— Exitencia en el mismo campo visual
de: denominación de venta, cantidad
neta y marcado de fechas.
— Además, en los Grupos 2 y 4 cabe desta-
car los incumplimientos con respecto al
origen o procedencia de los productos, y
constancia de los todos datos de identifi-
cación de la empresa fabricante, envasa-
dora o elaboradora de los mismos.
3. De todas ellas, es la cuantificación de los
ingredientes que acompañan a la denomi-
nación de venta, destacan en el etiquetado
del producto o son esenciales para su
elección por parte del consumidor, la que
se presenta de forma más acusada, detec-
tándose:
— Dentro del Grupo 1, en el 50% de las
leches para lactantes, tarritos y platos
preparados; 18,75% de las leches de
continuación y 42,86% de las papillas
de cereales.
— Dentro del Grupo 2, en el 54,55% de
los suplementos alimenticios; 60% de
las barritas energéticas y 25% de las
bebidas para deportistas.
— Dentro del Grupo 3, en el 50% de los
alimentos sin gluten; 80,77% de los
dulces navideños sin azúcar y 50% de
los preparados para control de peso.
— Dentro del Grupo 4, en el 75% de las
levaduras y germen de trigo; 80% de
los aceites esenciales; 33, 33% de los
productos integrales y 70% de la jalea
real.
4. Le sigue en importancia la inexistencia,
en castellano, de todos los datos que inte-
gran la información obligatoria del eti-
quetado, que se observa:
— Dentro del Grupo 1, en el 15,00% de
los tarritos infantiles.
Conclusiones 299
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
— Dentro del Grupo 2, en el 30% de las
bebidas para deportistas y 7,69% de
los suplementos alimenticios.
— Dentro del Grupo 3, en el 23,53% de
los alimentos sin gluten; 6,67% de los
alimentos para control de peso y en el
3,85% de los productos navideños sin
azúcar.
— Dentro del Grupo 4, en el 14,29% de
los productos integrales.
5. La presentación de la información obliga-
toria que constituye el etiquetado no es
adecuada, por no figurar en el mismo
campo visual las especificaciones relati-
vas a: denominación de venta, cantidad
neta y marcado de fechas, en los siguien-
tes preparados:
— Dentro del Grupo 1, en el 42,86% de
las leches para lactantes y 18,75% de
las leches de continuación.
— Dentro del Grupo 2, en el 30,69% de
los suplementos alimenticios y 10% de
las bebidas para deportistas.
— Dentro del Grupo 3, en el 35,29% de
los alimentos sin gluten y 7,69% de los
productos navideños sin azúcar.
— Dentro del Grupo 4, en el 26,67% de
las levaduras y germen de trigo, 10%
de los aceites esenciales y 23,81% de
los productos integrales.
6. Además, los datos de identificación de la
empresa son inadecuados:
— Dentro del Grupo 2, en el 10% de las
bebidas para deportistas, observándose
asimismo la inexistencia de la especi-
ficación del origen en un 10%.
— Dentro del Grupo 3, en el 7,69% de los
productos navideños sin azúcar.
— Dentro del Grupo 4, en el 4,76% de los
productos integrales.
7. De forma particular cabe destacar en las
papillas de cereales la ausencia de la
300 Conclusiones
indicación del gluten en el caso de que se
destinen a niños de edad inferior a seis
meses, lo cual sucede en el 13,33% de las
mismas.
B) RESPECTO A LA VALORACIÓN
DEL ETIQUETADO NUTRICIONAL
8. Se ha podido constatar la existencia de
etiquetado nutricional, requisito impres-
cindible para los productos dietéticos, en
la totalidad de los pertenecientes al
Grupo 1 y 2, así como en el 93,59% de
los del Grupo 3 y 68,85% de los del
Grupo 4.
9. Los datos obtenidos ponen de manifies-
to una clara diferencia entre los produc-
tos que están regulados por una normati-
va específica (alimentos para lactantes y
niños de corta edad y los alimentos que
se utilizan para control de peso), y los
que, por el contrario, se han de acoger a
la normativa general en esta materia. En
general, en los primeros se observa un
mayor grado de adecuación a la norma-
tiva que los regula, tanto en lo referente
a la consignación de la energía, como a
los distintos nutrientes.
Así, en el 100% de los alimentos infan-
tiles y los preparados de control de peso,
se consigna la energía y macronutrien-
tes, y en un elevado porcentaje todos los
micronutrientes obligatorios. No obstan-
te, hemos podido detectar, en ambos
grupos, la existencia de desviaciones en
la declaración de selenio, cobre y sodio,
así como de ciertas vitaminas (E, D y C),
en los productos infantiles.
10. Respecto a los preparados que no tienen
normativa específica, se observa que el
diseño es correcto en cuanto a la forma
de presentación, enumeración de nu-
trientes en el orden correcto y expresión
de los datos en las unidades adecuadas
 CONCLUSIONES
por 100 g o 100 ml, en la mayoría de los
preparados, detectándose los principales
incumplimientos en los suplementos ali-
menticios, jalea real, aceites esenciales,
levaduras y germen de trigo.
11. La mayor parte de los productos se ajus-
tan a la modalidad del grupo 1.o de la
normativa, presentando un alto grado de
cumplimentación en relación a la indica-
ción de la energía, expresada en kiloju-
lios y kilocalorías, y macronutrientes
(80-100%). Las principales desviaciones
en este sentido se dan en el Grupo 4.
12. En cuanto a los dietéticos que declaran
el etiquetado nutricional conforme al
grupo 2.o, las indicaciones de la energía
y macronutrientes se presentan de forma
generalizada, consignándose en menor
proporción los azúcares, ácidos grasos
saturados, fibra y sodio, mientras que las
declaraciones correspondientes a polial-
coholes, almidón, ácidos grasos mono y
poliinsaturados, y colesterol, figuran en
muy pocos casos. En este sentido:
— Dentro del Grupo 2, son los suple-
mentos alimenticios los que presen-
tan más desviaciones, seguidos de las
bebidas para deportistas y las barritas
energéticas.
— Dentro del Grupo 3, el subgrupo
constituido por los productos navide-
ños «sin azúcar» es el que muestra
mayor grado de cumplimentación de
los distintos parámetros, y el que
menos el de los alimentos sin gluten.
— Dentro del Grupo 4, las levaduras y
germen de trigo muestran el mayor
grado de cumplimentación, seguido
de los aceites esenciales, alimentos
integrales y polen.
13. Por norma general, hemos detectado una
mayor consignación para aquellos
nutrientes que provocan un impacto
positivo en el consumidor, como son los
ácidos grasos mono y poliinsaturados
y/o la fibra, mientras que el colesterol se
declara en escasas ocasiones. Ello, pen-
samos que constituye un procedimiento
que emplean los fabricantes para atraer
al consumidor hacia la compra de sus
productos.
14. En cuanto a las indicaciones de vitami-
nas y minerales, si bien su declaración en
los casos obligatorios se efectúa con
grandes variaciones entre los distintos
grupos, lo más significativo es que la
indicación del correspondiente porcenta-
je de CDR es poco frecuente. Esta con-
signación es nula para la mayoría de las
vitaminas y minerales declarados en los
suplementos alimenticios (Grupo 2) y
productos navideños sin azúcar (Grupo
3), siendo el Grupo 4 el que en mayor
cuantía se especifica este dato.
C) RESPECTO A LA VALORACIÓN
NUTRICIONAL
15. Revisada la composición de estos pro-
ductos, se ha determinado si la contribu-
ción de los distintos macronutrientes al
aporte calórico total es equilibrada.
Asimismo, también se ha analizado el
contenido, por ración estimada, de vita-
minas y minerales que presentan todos
estos dietéticos, valorando su adecua-
ción a los requerimientos nutricionales,
así como a los valores de referencia que
establece la legislación, en su caso.
16. El perfil calórico de los alimentos perte-
necientes al Grupo 1 no es equilibrado
en ningún caso, presentando un exceso
de grasa, un déficit de carbohidratos y
aporte correcto de proteínas en las leches
para lactantes y de continuación. Una
situación similar, aunque con una rela-
ción inversa, se da en las papillas y
galletas infantiles, existiendo un exceso
Conclusiones 301
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
de hidratos de carbono y un déficit de
grasa. Los tarritos y platos preparados
son hiperproteicos, mostrando, en gene-
ral, un déficit de carbohidratos, mientras
que la grasa está en proporción adecua-
da. En la composición de los tarritos de
fruta hay un exceso de hidratos de car-
bono, como consecuencia de su particu-
lar naturaleza.
17. Respecto a los alimentos pertenecientes
al Grupo 2, de los tres productos someti-
dos a estudio, es el de las barritas ener-
géticas el que se adapta mejor a los obje-
tivos nutricionales en la proporción de
carbohidratos (52%), grasa (37%) y pro-
teínas (11%). Por el contrario, tanto en
los suplementos como en las bebidas, la
contribución de los distintos macronu-
trientes al aporte calórico total es dese-
quilibrada.
18. En relación a los productos del Grupo 3,
en los alimentos sin gluten, se observa
un predominio de los carbohidratos, que
excede de los requerimientos nutriciona-
les en el pan y derivados y pizzas, mien-
tras que la proporción de grasa y proteí-
nas se encuentra totalmente desajustada.
En los productos navideños «sin azúcar»
destaca el alto contenido en grasa, en
detrimento de los hidratos de carbono,
aunque la proporción de proteínas es
adecuada en turrones y mazapanes.
Respecto a estos últimos, se ha compro-
bado que los azúcares sencillos constitu-
yen la mayor parte de los carbohidratos
en un número considerable de muestras.
19. Referente a los alimentos para control de
peso, hemos de señalar que ninguna
de las formas de presentación estudiadas
cumple los objetivos nutricionales en
cuanto a la contribución de los distintos
macronutrientes al aporte calórico total
del producto, encontrándose la grasa en
proporción adecuada en las barritas y
sandwiches, siendo deficitaria en batidos
302 Conclusiones
y natillas. Además, los carbohidratos
sólo están en la proporción correcta en
los batidos, presentándose, en general,
un exceso de proteínas.
20. Respecto a los productos pertenecientes
al Grupo 4, cabe destacar que ninguno
cumple la proporción de equilibrio rela-
tiva al perfil calórico del mismo.
Destaca la contribución calórica de las
proteínas en las levaduras de cerveza,
germen de trigo y combinación de
ambos. En los aceites esenciales predo-
mina la grasa (92%), y en el polen las
proteínas, encontrándose los hidratos de
carbono en proporción correcta, mien-
tras que la grasa es deficitaria.
21. Desde el punto de vista nutricional lo
más destacable es el alto contenido en
vitaminas y minerales con respecto a los
porcentajes de CDR, que se detecta en
mucho de los productos sometidos a
estudio, tal y como se observa a conti-
nuación:
— Dentro de los preparados infantiles,
destaca en las leches para lactantes el
aporte de yodo (201,22%), vitamina B12
(566,67%) y vitamina K (824,01%),
por exceder considerablemente de las
CDR, lo que pudiera llegar a entrañar
riesgos para la salud, habida cuenta de
la falta de madurez y fragilidad del
colectivo al que se destinan.
— De la misma forma, en las leches de
continuación, se produce una hiperdo-
sificación de yodo (216,25%) y vitami-
nas B2 (213,33%), B12 (726,66%), y K
(509,60%).
— En las papillas de cereales, sobresalen
las vitaminas B12 (186,67%) y la K
(199,22%), mientras que las galletas
tienen un contenido elevado de hierro
(114,29%).
— En los tarritos de carne y pescado el
aporte de sodio es muy elevado
 CONCLUSIONES
(107%), siendo especialmente llama-
tivo en los platos preparados
(220,50%). Tambien es digno de
mención la cantidad de vitamina C
existente en los tarritos de fruta
(106,40%).
22. El aporte de vitaminas y minerales
observado en los productos incluidos
dentro del Grupo 2 es, globalmente, bas-
tante más reducido que en los alimentos
infantiles. Destaca el porcentaje de vita-
mina C (65,07%), D (52,60%) y B6 que
presentan los suplementos en polvo
(50%, para varones y 56,25%, para hem-
bras). Los suplementos en forma de
comprimidos presentan un contenido en
vitaminas A, E, B1, B2, B3, B5, B6 y C,
superior al de los suplementos en polvo,
que está muy próximo e incluso supera
el 100% de las CDR, para el caso de las
vitaminas hidrosolubles. De entre ellas,
cabe destacar el aporte de la vitamina B5
(156,36%).
— La cantidad de vitaminas y minerales
en las barritas energéticas es poco
significativa, oscilando entre un 20-
40% de la CDR.
— En el etiquetado de las bebidas para
deportistas se consignan predomi-
nantemente los minerales frente a las
vitaminas, si bien se encuentran en
una proporción reducida, ya que
nutricionalmente constituyen entre el
1,40 y el 18,66% de las CDR. En
cuanto a las vitaminas, destaca el
aporte de vitamina B6 que supera el
100% de la CDR, constituyendo el
141,11% de la CDR, para el colectivo
de varones seleccionado, y el
158,75% de la CDR, para el de las
hembras.
— En relación a estos últimos hemos
podido comprobar la presencia de
determinadas sustancias ergogénicas,
como cafeína, taurina, etc., no encon-
trándose, en la actualidad, regulada
su adición a estos productos.
23. Dentro de los productos pertenecientes
al Grupo 3, en los alimentos sin gluten
no se consigna el aporte de vitaminas, y
tan sólo en una muestra se incluye el
contenido en calcio (47,50% de la
CDR), observándose una situación simi-
lar en los productos navideños «sin azú-
car».
— No sucede lo mismo con los alimen-
tos para control de peso, en los que se
declaran todos los minerales y vita-
minas que exige la normativa de apli-
cación. El valor de estos micronu-
trientes es bastante aceptable, ya que,
en general, no se supera el 50% de
las CDR, lo que a nuestro juicio es
adecuado, habida cuenta de que estos
productos van destinados a cubrir
una o varias comidas, debiéndose
complementar la dieta diaria con
otras fuentes alimenticias.
24. La indicación de vitaminas y minerales en
los productos que integran el Grupo 4 no
es muy generalizada, observándose en un
número de muestras más bien reducido.
No obstante, cabe reseñar el alto conteni-
do en vitamina B1 que se observa en el
subgrupo constituido por las levaduras y
germen de trigo, próximo al 100% de la
CDR, cuando se tienen en cuenta los
requerimientos de las mujeres con edades
comprendidas entre 20 y 40 años. En los
aceites esenciales destaca el aporte de
vitamina E por ración diaria estimada, que
cubre el 422,58% de la CDR. Finalmente,
los contenidos en vitaminas y minerales
del polen son poco significativos, pues
oscilan entre un 2,7 a 18% de las CDR.
Conclusiones 303
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS
25. En los productos infantiles y los de con-
trol de peso, ya que disponen de norma-
tiva específica que establece valores de
referencia a tener en cuenta en los crite-
rios de composición de los mismos, se
ha procedido a comparar los datos obte-
nidos con dichos valores, tanto en lo
relativo a la cuantificación de los micro-
nutrientes, como en lo que respecta al %
de CDR. En este sentido queremos pun-
tualizar que los fabricantes cumplen con
los requisitos que fija la normativa en la
mayor parte de los casos, habiendo
observado que:
— Esta no siempre fija contenidos
máximos para todas las vitaminas y
minerales, expresando estos requeri-
mientos por 100 kcal, comprobándo-
se que no están equilibrados con los
verdaderos requerimientos calóri-
cos/día del niño.
— Los % de CDR que figuran en las eti-
quetas están calculados en base a los
valores de referencia que estipula la
legislación, que son comunes para
todos los productos, sin hacer distin-
304 Conclusiones
ción en cuanto a edad y/o sexo del
colectivo al que se destinan.
Como reflexión final queremos manifestar
que estos preparados los consideramos adecua-
dos para aquellas situaciones en las que verda-
deramente se requiera una suplementación por
distintos motivos, dando así cumplimiento al
objetivo nutricional para el que se diseñan.
Ahora bien, es necesario encontrar un aporte
de nutrientes, especialmente de vitaminas y
minerales, que a la vez de ser eficaz sea seguro,
es decir, que no suponga efectos perjudiciales
para la salud de los consumidores. Por ello:
Queremos hacer una llamada de atención en
relación a la normativa vigente, ya que considera-
mos que se deberían marcar contenidos máximos
para todas las vitaminas y minerales, adecuando
esos valores a los verdaderos requerimientos de
los distintos grupos de población. Asimismo, tam-
bién creemos conveniente la revisión de los valo-
res de referencia que estipula la legislación, para
establecer las correspondientes CDR dado que no
están equilibradas con los requerimientos nutri-
cionales, no diferenciando edad y/o sexo.
 ANEXO

o
Etiqueta n. 1: LECHE PARA LACTANTES

Análisis tipo por: 100 g 100 ml (13%)

Valor energético ............................ Kcal .......................................... 527 ................................................... 68,5

................................................ KJ ............................................. 2202 ................................................... 286
Proteínas ...................................... g .............................................. 12,4 ................................................ 1,6
Hidratos de carbono...................... g .............................................. 52,7 ................................................ 6,8
Grasas ......................................... g .............................................. 29,6 ................................................ 3,8
Sales minerales ............................. g ..............................................
Humedad ..................................... g ..............................................
Aminoácidos
L-Cistina ....................................... mg ............................................
L-Tirosina...................................... mg ............................................
L-Triptófano................................... mg ............................................
Taurina ......................................... mg ............................................
Minerales
Calcio .......................................... mg ............................................
Fósforo ......................................... mg ............................................
Calcio/Fósforo.............................. mg ............................................
Magnesio ..................................... mg ............................................
Hierro .......................................... mg ............................................
Yodo ............................................ mcg ..........................................
Zinc.............................................. mg ............................................
Cobre........................................... mcg ..........................................
Manganeso .................................. mcg ..........................................
Sodio ........................................... mg ............................................
Potasio ......................................... mg ............................................
Cloro............................................ mg ............................................
Selenio ......................................... mcg ..........................................
Vitaminas
A (retinol) ..................................... mcg ..........................................
D3 (colecalciferol) ......................... mcg ..........................................
K1................................................ mcg ..........................................
E (d-a-tocoferol ............................. mg ............................................
C ................................................. mg ............................................
B1 ................................................. mcg ..........................................
B2 ................................................. mcg ..........................................
B6 ................................................. mcg ..........................................
B12 ............................................... mcg ..........................................
Niacina ........................................ mg ............................................
Acido fólico .................................. mcg ..........................................
Acido pantoténico ......................... mg ............................................
Biotina.......................................... mcg ..........................................
Inositol.......................................... mcg ..........................................
2,6 ................................................ 0,34
2,7 ................................................ –
250 ................................................... 32,5
700 ................................................... 91
220 ................................................... 28,6
32 ................................................... 4,2
390 ................................................... 50,7
200 ................................................... 26
1,95 .............................................. 1,95
57 ................................................... 7,4
6,6 ................................................ 0,86
30 ................................................... 3,9
3,6 ................................................ 0,47
400 ................................................... 52
60 ................................................... 7,9
150 ................................................... 9,5
500 .................................................. 65
390 ................................................... 50,7
11 ................................................... 1,43
450 ................................................... 58
9 ................................................... 1,17
29,5 ................................................ 3,83
4,5 ................................................ 0,58
125 ................................................... 16,2
410 ................................................... 53,3
450 ................................................... 58,5
300 ................................................... 39
0,8 ................................................ 0,1
5 ................................................... 0,65
30 ................................................... 3,9
2,5 ................................................ 0,32
10 ................................................... 1,3
30 ................................................... 3,0

Anexo 305
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 2: LECHE PARA LACTANTES

Análisis tipo por: 100 g 100 ml

Valor energético ........................... Kcal .......................................... 510 ................................................... 67

................................................ KJ ............................................. 2134 ................................................... 282
Proteínas ...................................... g .............................................. 12,4 ................................................ 1,5
Hidratos de carbono ..................... g .............................................. 52,7 ................................................ 7,7
Grasas ......................................... g .............................................. 29,6 ................................................ 3,4

Nucleótidos
Colina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51,53 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6,7
Inositol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26,15 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,4
Carnitina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8,46 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,1

Minerales
Calcio .......................................... mg ............................................ 323,07 .............................................. 42
Fósforo ........................................ mg ............................................ 161,53 .............................................. 21
Magnesio ..................................... mg ............................................ 35,38 .............................................. 4,6
Hierro .......................................... mg ............................................ 6,15 .............................................. 0,8
Yodo ............................................ mcg .......................................... 76,92 .............................................. 10
Zinc ............................................. mg ............................................ 3,84 .............................................. 0,5
Cobre .......................................... mcg .......................................... 307,69 .............................................. 40
Sodio ........................................... mg ............................................ 150 ................................................... 9,5
Potasio ......................................... mg ............................................ 500 .................................................. 65
Cloro ........................................... mg ............................................ 390 ................................................... 50,7

Vitaminas
A (retinol) ..................................... mcg ..........................................
D3 (colecalciferol) .......................... mcg ..........................................
K1 ................................................ mcg ..........................................
E (d-a-tocoferol ............................. mg ............................................
C ................................................. mg ............................................
B1 ................................................ mcg ..........................................
B2 ................................................. mcg ..........................................
B3 ................................................ mg.............................................
B6 ................................................ mcg ..........................................
B12 ............................................... mcg ..........................................
Niacina ....................................... mg ............................................
Acido fólico ................................. mcg ..........................................
Acido pantoténico ........................ mg ............................................
Biotina ......................................... mcg ..........................................
523 ................................................... 68
7,69 .............................................. 1
52,30 .............................................. 6,8
7,69 .............................................. 1
52,30 .............................................. 6,8
523 ................................................... 68
784,61 .............................................. 102
5,38 ............................................. 0,7
523 ................................................... 68
0,8 ................................................ 0,1
5 ................................................... 0,65
30 ................................................... 10,1
2,5 ................................................ 0,32
2,3 ................................................ 1,5

306 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 3: LECHE DE CONTINUACIÓN

Análisis tipo por: 100 g 100 ml (13%) % VR

Valor energético . . . . . . . . . . Kcal . . . . . . . . . . . 478 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68,5

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . KJ . . . . . . . . . . . . . 2204 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 286
Proteínas . . . . . . . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . 15,04 . . . . . . . . . . . . . . . . 2,11
Hidratos de carbono . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . 57,1 . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,99
Grasas . . . . . . . . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . 21 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,94
Sales minerales . . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . 3,45 . . . . . . . . . . . . . . . . 0,48
Humedad . . . . . . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . 3,4 . . . . . . . . . . . . . . . . . –

Minerales
Calcio . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 525 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73,5 . . . . . . . . . . . . . 18,4
Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 425 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59,5
Calcio/Fósforo . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 1,2 . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,2
Magnesio . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 57 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,4
Hierro . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 6,6 . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,86 . . . . . . . . . . . . 15
Yodo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 30 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4,2
Zinc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 3,6 . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,47
Cobre . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 100 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Manganeso . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 60 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,9
Sodio . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 200 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Potasio . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 650 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Cloro . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 455 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63,7

Vitaminas
A(retinol) . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 450 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
D3(colecalciferol) . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 9 .................. 1,17
K1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 29,5 . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,83
E(d-a-tocoferol . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 4,5 . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,58
C . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 125 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16,2
B1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 410 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53,3
B2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 450 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58,5
B6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 300 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
B12 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 0,8 . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,1
Niacina . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 5 .................. 0,65
Acidofólico . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 30 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,9
Acidopantoténico . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . 2,5 . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,32
Biotina . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 10 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,3
Inositol . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . 30 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,0

Anexo 307
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 4: LECHE DE CONTINUACIÓN

Análisis tipo por: 100 g 100 ml

Valor energético . . . . . . . . . . . . . Kcal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74.0

KJ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2009 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311
Proteínas . . . . . . . . . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13,3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,1
Hidratos de carbono . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58,2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,0
Grasas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21,4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,3

Minerales
Calcio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 560 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 400 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Magnesio . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,0
Hierro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,2
Yodo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80,0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12,4
Zinc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,8 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,6
Cobre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,47 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,07
Manganeso . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,06 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,01
Sodio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . g . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,22 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,03
Potasio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 740 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Cloro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 460 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

Vitaminas
A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 400 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
D3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6,70 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,0
K1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20,0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,0
E . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4....................... 0,56
C . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,0
B1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,05
B2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,16
B6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,05
B12 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,2
Niacina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4,7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,7
Acido fólico . . . . . . . . . . . . . . . . mcg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68,0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11,0
Acido pantoténico . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,4
Biotina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,008 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,001

308 Anexo
 ANEXO

Dosificación: Leche para lactantes (etiqueta n.o 1)

DOSIFICACIÓN. TABLA ORIENTATIVA

Cantidades por biberón/toma

Edad N.o biberones
Medidas Agua hervida diarios*
(4,3 g) (ml)

1.a/2.a semana 3 90 6

3.a/4.a semana 4 120 6

5.a/6.a semana 5 150 6

7.a/9.a semana 6 180 5

er
3. mes 7 210 5

4.o mes y siguientes 8 240 5*

(*) Dependiendo de la cantidad de alimentos complementarios que reciba. Pueden sustituirse por biberones de este producto
o
a partir del 5. mes.

Dosificación: Leches para lactantes (etiqueta n.o 2)

AGUA HERVIDA N.o MEDIDAS

EDAD N.o TOMAS/DÍA
(ml) (4,4 g)

1.a y 2.a semanas 90 3 6

3.a y 4.a semanas 120 4 6

A partir de 1 mes 150 5 5

A partir de 2 mese 180 6 5

A partir de 3 mese 210 7 5*

(*) A partir de esta edad se suele recomendar la introducción paulatina de otros alimentos.

Anexo 309
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

Dosificación: Leche de continuación (etiqueta n.o 3)

DOSIFICACIÓN. TABLA ORIENTATIVA

Cantidades por biberón/toma

Edad N.o biberones
Medidas Agua hervida diarios*
(4,3 g) (ml)

5.o mes 8 240 6

6.o mes 8 240 4

7.o-12.o mes 8 240 4-3

2.o año 10 240 2

3.er año 10 240 2

(*) Según la alimentación complementaria. Es aconsejable administrar un mínimo de 1/2 litro hasta cumplir los 3 años.

Dosificación: Leches de continuación (etiqueta n.o 4)

AGUA HERVIDA N.o MEDIDAS

EDAD N.o TOMAS/DÍA
(ml) (4,4 g)

A partir de 4 meses 210 7 5

A partir de 5 meses 240 8 5

(*) Según la alimentación complementaria. Es aconsejable administrar un mínimo de 1/2 litro diario hasta cumplir los 3 años.

310 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 5: Papillas de cereales

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Análisis medio por 100 g Análisis medio por ración*

391 304 kcal

Valor energético
1635 1272 kJ
Proteínas 6,3 6,4 g
Hidratos de carbono 86 50 g
Grasas 2,4 8,7 g
Sodio 0,014 0,072 g
Calcio 165 246 g

Fósforo 190 195 mg

Vitamina A (ER) 420 314 μg

Vitamina D3 7,5 7,0 μg

Vitamina E (_-et) 5,0 3,7 mg

Vitamina K1 25 21 μg

Vitamina B1 0,60 0,37 mg

Vitamina B6 0,36 0,22 mg
Vitamina C 30 34 g
Niacina (EN) 5,0 3,7 mg
Ácido pantoténico 2,5 1,6 mg
Ácido fólico 50 42 μg

Biotina 12,5 9,6 μg

(*) Reconstituida con 240 ml de leche de continuación.

DOSIFICACIÓN

EDAD PAPILLA LECHE

Meses Cucharadas soperas* ml

5-6 5-6 180

6-7 6-7 210
7 o más 7-8 240

(*) Una cucharada equivale aproximadamente a 7 g.

Anexo 311
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 6: Papillas de cereales

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Valores medios por 100 g:

kJ 1593
Valor energético
kcal 375
Proteínas g 8,9
Hidratos de carbono: g 82,2
de los cuales: azúcares g 36,7
Grasas: g 1,2
de las cuales: saturadas g 0,2
Fibra alimentaria g 2,8
Elementos minerales
Sodio g 0,006
Calcio m 160 (40 %)*
Hierro mg 14,5 (242 %)*
Cobre μg 180 (45 %)*
Vitaminas
Vitamina A μg 210 (53 %)*
Vitamina D μg 6,3 (63 %)*
Vitamina E mg 5,0
Vitamina C mg 65 (260 %)*
Tiamina mg 0,5 (100 %)*
Niacin mg 8 (89 %)*
Vitamina B6 mg 0,2 (29 %)*
Ácido fólico μg 19 (19 %)*
Biotina mg 0,037

(*) Valores de referencia para el etiquetado nutricional.

INSTRUCCIONES DE EMPLEO

• Poner un plato 150-180 ml de leche tibia.

• Añadir 25-30 g de producto, aproximadamente 4-5 cucharadas soperas.
• Remover con una cuchara o tenedor.

312 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 7: Tarritos infantiles

TARRITO DE CARNE

Información nutricional por 100 g:

ENERGÍA HIDRATOS DE PROTEÍNAS GRASA SODIO

kJ CARBONO (g) (g) (mg)
(kcal) (g)

300
7 4,6 2,9 115
(72)

TARRITO DE PESCADO

Información nutricional por 100 g:

ENERGÍA HIDRATOS DE PROTEÍNAS GRASA SODIO

kJ CARBONO (g) (g) (mg)
(kcal) (g)

300
8,2 3,6 2,7 110
(71)

TARRITO DE FRUTA

Información nutricional por 100 g:

ENERGÍA HIDRATOS DE PROTEÍNAS GRASA SODIO

kJ CARBONO (g) (g) (mg)
(kcal) (g)

300
8,2 3,6 2,7 110
(71)

Anexo 313
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 8: Complemento alimenticio con vitaminas A, C, E y Selenio

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Análisis medio por 100 g

• Valor energético. 150 kcal (635 kJ)

• Proteínas. 1 g
• Hidratos de carbono. 34,6 g
• Grasas. 0,8 g

VITAMINAS Y MINERALES

Por 100 g Por comprimido % CDR/comprimido

Vitamina A 32.000 mcg 800 mcg 100

Vitamina C 4.800 mg 120 mg 120

Vitamina E 400 mg 10 mg 100

Selenio 1.880 mcg 47 mcg –

Modo de empleo

Disolver un comprimido en un vaso de agua.

Tomar un comprimido al día.

314 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 9: Complemento alimenticio con lecitina, germen de trigo, levadura de cerveza, polen, algas Kelp y vitamina C

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Análisis medio por 100 g

• Valor energético. 425 kcal (178,7 kJ)

• Proteínas. 18,7 g
• Hidratos de carbono. 53,8 g
• Grasas. 15,0 g

INGREDIENTES

Germen de trigo (28,5%), fructosa, levadura de cerveza (12,6%),

polen en polvo (12,6%), lecitina (12,6%), maltodextrina, algas marinas (4,2),
naranja en polvo, antioxidante, vitamina C (0,2 %).

Vitamina C
(Por 100 g de polvo) 200 mg

INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR

Con tres cucharadas soperas del producto al día se cubre

aproximadamente el 100% de las CDR de vitaminas C.

Anexo 315
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 10: Alimento complementario para deportistas con sales minerales. No carbonatado (bebida para deportista)

Enriquecido con (mg por 100 ml)

Sodio 22
Potasio 2,2
Calcio 0,8
Fósforo 1
Cloruros 24

Por 100 ml: Valor energético 111 kJ (26 kcal)

Hidratos de carbono 6,3 g

Grasas 0,0 g
Proteínas 0,0 g

o
Etiqueta n. 11: Bebida energética. Con taurina. Revitaliza cuerpo y mente

INFORMACIÓN NUTRICIONAL (c/100 ml)

Energía 192 kJ (45 kcal). Proteínas, 0 g. Hidratos de carbono, 11,3 g.

Grasas, 0 g. Niacina, 8 mg (44%*). Ácido pantoténico, 2 mg (33 %).
Vitamina B 6 , 2 mg (100 %). Riboflavina, 0,6 mg (38 %).
Vitamina B12, 2 μg (200 %).

(*) Porcentaje de cantidad diaria recomendada.

Contenido neto del envase: 250 ml.

316 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 12: Barras energéticas. Ricas en hidratos de carbono, germen de trigo, vitaminas B1, E.
Fuente natural de magnesio y fósforo

COMPOSICIÓN ANALÍTICA

Por % CDR* Por 1 barra % CDR* por

100 g por 100 g de 25 g 1 barra de 25 g

kcal 411 103

Valor energético
kJ 1.728 435

Proteínas g 7 1,8

Hidratos de carbono g 62 15,5

De los cuales azúcares g 55 13,8

Grasas g 15 3,8

De las cuales saturadas g 1,5 0,4

Fibra alimentaria g 3,5 0,9

Sodio g 0,15 0,04

Magnesio mg 75 25 18,8 6

Fósforo mg 190 24 47,5 6

Vitamina E mg 8 80 2 20

Vitamina B1 mg 1 71 0,25 18

(*) CDR: Cantidad diaria recomendada.

Anexo 317
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 13: Barras energéticas. Alimento dietético para deportistas. Frutas mediterráneas con hierro y vitaminas B1,
B2, B6 y C

ANÁLISIS MEDIO

Por % CDR* Por 1 barra % CDR* por

100 g por 100 g de 25 g 1 barra de 30 g

kcal 421,5 126,5

Valor energético
kJ 1.777 533

Proteínas g 7,5 2,3

Hidratos de carbono g 72,0 21,6

Grasas g 11,5 3,4

Sodio g 0,1 0,03

Magnesio mg 70,0 23 21,0 7

Hierro g 10,0 71 3,00 21

Vitamina B1 mg 1,2 86 0,36 26

Vitamina B2 mg 1,1 69 0,33 21
Vitamina B6 mg 1,6 80 0,48 24
Vitamina C mg 18,5 31 5,55 9

(*) CDR: Cantidad diaria recomendada.

318 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 14: Turrón sin azúcar añadido

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Por
100 g

Valor energético kcal 474

kJ 1987

Proteínas g 12

• Hidratos de carbono g 53,5

De los cuales azúcares: g 53,5

– De los cuales fructosa g 50,5

• Grasas g 15

De las cuales:
– Saturadas g 2,1
– Monoinsaturadas g 16,3
– Poliinsaturadas g 5,2

Fibra alimentaria g 4,5

Sodio g 0,01

o
Etiqueta n. 15: Mazapán sin azúcar (con fructosa)

ANÁLISIS NUTRICIONAL MEDIO Por

100 g

Valor energético (kcal/kJ) 542/2.261

Proteínas g 10,79

Hidratos de carbono g 48,13

Grasas g 34,05

Anexo 319
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 16: Pan apto para dietas sin gluten. Enriquecido con calcio

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Por Por 4 rebanadas de

100 g consumo diario

kcal 219 234

Valor energético
kJ 927 989

Proteínas g 3 3

Hidratos de carbono: g 49,5 53

De los cuales, azúcares g 4,5 5

Grasas: g 1 1

De las cuales, ácidos

grasos saturados g 0,5 0,5

Fibra alimentaria g 1 1

Sodio g 0,5 0,5

Calcio mg 380 405 51% CDR

o
Etiqueta n. 17: Galletas sin gluten

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Por Por galletas

100 g

kcal 219 41
Valor energético
kJ 927 174

Proteínas g 7,2 0,7

Hidratos de carbono g 72,3 6,8

Grasas g 13 1,2
Ácido fólico mcg 100 9,5

100 g de galletas aportan el 50% de las CDR de ácido fólico.

320 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 18: Sustituto de una comida para control de peso (barrita). Información nutricional

Valor energético Por barrita Por 100 g

kcal 151 377
kJ 637 1.592
Principios inmediatos Por barrita Por 100 g
Proteínas g 9,7 24,3
Hidratos de carbono g 17,8 44,5
• De los cuales:
- Azúcares g 16,4 41
Grasas g 4,0 10
• De las cuales:
- Saturadas g 3,4 8,5
- Poliinsaturadas g 0,58 1,5
Fibra alimentaria g 2,8 7
Sodio g 0,1 0,2
Minerales Por barrita % CDR* Por 100 g % CDR*
Calcio mg 170 21,2 425 53,1
Fósforo mg 110 13,75 275 34,4
Magnesio mg 25 8,3 62 20,8
Hierro mg 3,61 25,8 9,0 64,5
Yodo μg 21,7 14,5 54,2 36,1
Zinc mg 1,56 10,5 3,9 10,5
Potasio mg 258 – 645 –
Manganeso mg 0,17 – 0,4 –
Cobre mg 0,18 – 0,4 –
Selenio μg 9,2 – 23,0 –
Vitaminas Por barrita % CDR* Por 100 g % CDR*
Vitamina A μg 116,7 14,6 291,7 36,5
Vitamina D μg 0,8 16,0 0,2 40,0
Vitamina E mg 1,67 16,7 4,2 42,0
Vitamina C mg 7,50 12,5 18,7 31,2
Vitamina B1 mg 0,18 12,9 0,4 28,6
Vitamina B2 mg 0,27 16,9 0,7 43,7
Niacina mg 3,00 16,7 7,5 41,7
Vitamina B6 mg 0,25 12,5 0,6 30,0
Ácido fólico μg 3,33 16,7 83,2 41,6
Vitamina B12 μg 0,23 23,0 0,6 57,0
Biotina mg 0,0025 1,7 0,006 4,0
Ácido pantoténico mg 0,50 8,3 1,2 20,0

(*) CDR: Cantidad diaria recomendada.

2 barritas sustituyen una comida.

Anexo 321
 LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR EN LOS PRODUCTOS DIETÉTICOS

o
Etiqueta n. 19: Sustituto de una comida para control de peso (batido). Información nutricional

Valor energético Por barrita Por 100 g

kcal 112 320
kJ 474 1354
Principios inmediatos Por batido Por 100 g
Proteínas g 9,3 26,4
Hidratos de carbono g 16,6 47,4
• De los cuales:
- Azúcares g 11,7 33,4
Grasas g 0,9 2,6
• De las cuales:
- Saturadas g 0,2 0,6
- Poliinsaturadas g 0,6 1,7
Fibra alimentaria g 3,7 10,6
Sodio g 0,09 0,3
Minerales Por batido % CDR* Por 100 g % CDR*
Calcio mg 250 31,2 714 89,3
Fósforo mg 210 26,3 600 75,0
Magnesio mg 23 7,7 65,7 21,9
Hierro mg 2,8 20,0 8,0 57,1
Yodo μg 21,7 14,5 62,0 41,3
Zinc mg 1,58 10,5 4,51 30,1
Potasio mg 260 – 743 –
Manganeso mg 0,17 – 0,49 –
Cobre mg 0,18 – 0,51 –
Selenio μg 9,2 – 23,0 –
Vitaminas Por batido % CDR* Por 100 g % CDR*
Vitamina A μg 116,7 14,6 333,4 41,7
Vitamina D μg 0,8 16,0 2,3 45,7
Vitamina E mg 1,67 16,7 4,77 47,7
Vitamina C mg 7,50 12,5 21,43 35,7
Vitamina B1 mg 0,18 12,9 0,51 36,7
Vitamina B2 mg 0,27 16,9 0,77 48,2
Niacina mg 3,00 16,7 8,57 47,6
Vitamina B6 mg 0,25 12,5 0,71 35,7
Ácido fólico μg 3,33 16,7 95,1 47,6
Vitamina B12 μg 0,23 23,0 0,66 65,7
Biotina mg 0,0025 1,7 0,0071 4,8
Ácido pantoténico mg 0,50 8,3 1,43 23,8

(*) CDR: Cantidad diaria recomendada.

2 batidos sustituyen una comida.

322 Anexo
 ANEXO

o
Etiqueta n. 20: Polen de flores

COMPOSICIÓN
Polen de flores 100 %
PRINCIPIOS INMEDIATOS
• Humedad. 10,1 %
• Proteínas. 14,21 %
• H. Carbono. 68,11 %
• Grasas. 5,97 %
• Cenizas. 1,62 %

V. Energético 383 kcal/100 g o 1.601 kJ/100 g

MODO DE EMPLEO
• Se aconseja tomar en ayunas, sólo, con agua, leche, zumo de frutas, yogurt, etc.
• Se recomienda tomar polen durante 4 o 6 semanas y dejar de ingerirlo por un período igual. Este ciclo se irá repitiendo.

o
Etiqueta n. 21: Jalea real líquida (ampollas bebibles)

PRINCIPIOS INMEDIATOS
• Proteínas. 1,01 %
• H. Carbono. 22,82 %
• Grasas 0,52 %
• Humedad. 75,36 %
• Cenizas. 0,30 %

V. Energético 100 kcal. 419 kJ

MODO DE EMPLEO
• Se aconseja tomar una ampolla (1g de jalea real) al día, preferiblemente en ayunas.

o
Etiqueta n. 22: Aceite de borraja (cápsulas)

ANÁLISIS NUTRICIONAL
Por 100 g Por 2-4 cápsulas

• Proteínas. 14,21 g 128 mg-256 mg

• Glúcidos. 0,0 g 0 mg-0 mg
• Lípidos. 84,1 g 798 mg-1596 mg
• Ácido linoleico. 14,1 g 134 mg-268 mg
Aporte calórico 811 kcal/100g-3,9 kcal/cápsula
MODO DE EMPLEO

Se aconseja tomar una ampolla (1g de jalea real) al día, preferiblemente en ayunas.

Anexo 323
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Directiva 93/102/CE de la Comisión, de 16 de
noviembre de 1993 (DO n.o L 291 de 25.11.1993),
por la que se modifica la Directiva 79/112/CEE
del Consejo, relativa a la aproximación de las
legislaciones de los Estados miembros en materia
de etiquetado, presentación y publicidad de los
productos alimenticios destinados al consumidor
final.
Directiva 96/4/CE de la Comisión, de 16 de febrero
de 1996 (DO n.o L 49 de 28.02.1996), por la que
se modifica la Directiva 91/321/CEE, de 14 de
mayo, relativa a los preparados para lactantes y
preparados de continuación.
Directiva 96/8/CE de la Comisión de 26 de febrero
de 1996 (DO n.o L 55 de 06.03.1996), relativa a
los alimentos destinados a ser utilizados en dietas
de bajo valor energético para reducción de peso.
Directiva 96/21/CE del Consejo, de 29 de marzo de
1996 (DO n.o L 88 de 05.04.1996), por la que se
modifica la Directiva 94/54/CE de la Comisión,
relativa a la indicación en el etiquetado de deter-
minados productos alimenticios de otras mencio-
nes obligatorias distintas de las previstas en la
Directiva 79/112/CEE.
Directiva 96/84/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 19 de noviembre de 1996 (DO nº L
48 de 19.02.1996), por la que se modifica la
Directiva 89/398/CEE del Consejo, de 3 de mayo
de 1989 (DO n.o L 186 de 30.06.1989), relativa a
la aproximación de las legislaciones de los
Estados miembros sobre los productos destinados
a una alimentación especial.
Directiva 97/4/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 27 de enero de 1997 (DO n.o L 43 de
14.02.1997), por la que se modifica la Directiva
79/112/CEE del Consejo, relativa a la aproxima-
ción de las legislaciones de los Estados miembros
en materia de etiquetado, presentación y publici-
dad de los productos alimenticios destinados al
consumidor final.
Directiva 98/36/CE de la Comisión, de 2 de junio de
1998 (DO n.o L 167 de 12.06.1998), por la que se
modifica la Directiva 96/5/CE, de 16 de febrero
relativa a los alimentos a base de cereales y ali-
mentos infantiles para lactantes y niños de corta
edad.
Directiva 1999/10/CE de la Comisión, de 8 de marzo
de 1999 (DO n.o L 69 de 16.03.1999), por la que
se establecen excepciones a las disposiciones del
artículo 9 de la Directiva 79/112/CEE del
Consejo.
Directiva 1999/39/CE de la Comisión, de 6 de mayo
de 1999 (DO n.o L 124 de 18.05.1999), por la que
se modifica la Directiva 96/5/CE, de 16 de febre-
ro, relativa a los alimentos a base de cereales y
alimentos infantiles para lactantes y niños de
corta edad.
Directiva 99/41/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 7 de junio, (DO n.o L 172 de
08.07.1999) modifica la Directiva 89/398/CEE
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Presidencia (BOE núm. 173, de 21 de julio de
1999), por la que se actualizan los anexos del
Real Decreto 490/1998, de 27 de marzo, por el
que se aprueba la Reglamentación Técnico-
Sanitaria específica de los alimentos elaborados a
base de cereales y alimentos infantiles para lac-
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por el que se modifica la Reglamentación
Técnico-Sanitaria para la elaboración, circu-
lación y comercio de preparados alimenticios
para regímenes dietéticos y/o especiales, apro-
bado por Real Decreto 2685/1976, de 16 de
octubre.
Real Decreto 2058/1982, de 19 de enero (R 1982,
2253 y 2781), de la Presidencia de Gobierno
(B.O.E núm. 207, de 30 de agosto de 1982), por
el que se aprueba la Norma general de etiquetado,
presentación y publicidad de los productos ali-
menticios envasados.
Real Decreto 1424/1982, de 18 de junio (RCL 1982,
1700 y ApNDL 11218 nota), de Presidencia de
Gobierno (B.O.E núm. 154, de 29 de junio de
1982), por el que se modifica la Reglamentación
Técnico-Sanitaria para la elaboración, circulación
y comercio de preparados alimenticios para regí-
menes dietéticos y/o especiales, aprobado por
Real Decreto 2685/1976, de 16 de octubre.
Real Decreto 3140/1982, de 12 de noviembre, de
Presidencia de Gobierno (BOE núm. 282, de 24
de noviembre), por el que se modifican algunos
artículos de la Reglamentación Técnico-Sanitaria
para la elaboración, circulación y comercio de
preparados alimenticios para regímenes dietéti-
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Cortes y de la Secretaría del Gobierno (BOE núm.
268, de 8 de noviembre de 1986), por el que se
modifican algunos artículos de la Reglamentación
Técnico-Sanitaria para la elaboración, circulación
y comercio de preparados alimenticios para regí-
menes dietéticos y/o especiales, aprobado por Real
Decreto 2685/1976, de 16 de octubre.
Real Decreto 1426/1988, de 25 de noviembre (RCL
1988, 2398), del Ministerio de Relaciones con las
Cortes y de la Secretaría del Gobierno (B.O.E
núm. 288, de 1 de diciembre de 1988), por el que
se modifica la Reglamentación Técnico-Sanitaria
para la elaboración, circulación y comercio de
preparados para regímenes dietéticos y/o especia-
les en lo que se refiere al etiquetado y publicidad
de los mismos y a la venta de los productos desti-
nados a los enfermos celíacos.
Real Decreto 1111/1991, de 12 de julio, del
Ministerio de Relaciones con las Cortes y de la
Secretaría del Gobierno (BOE núm. 170, de 17 de
julio de 1991), por el que se modifica la
Reglamentación Técnico-Sanitaria de los aditivos
alimentarios, aprobada por el Real Decreto
3177/1983, de 16 de noviembre, (R 1983, 2830 y
R 1984, 419) de Presidencia de Gobierno (BOE,
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Ministerio de Relaciones con las Cortes y de la
Secretaría del Gobierno (BOE núm. 308, de 25 de
diciembre de 1991), por el que se regula las men-
ciones o marcas que permiten identificar el lote al
que pertenece un producto alimenticio.
Real Decreto 1809/1991, de 13 de diciembre (RCL
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Cortes y de la Secretaría del Gobierno (BOE
núm. 308, de 25 de diciembre de 1991), por el
que se modifica la Reglamentación Técnico-
Sanitaria para la elaboración, circulación y
comercio de preparados para regímenes dietéti-
cos y/o especiales, aprobada por Real Decreto
2685/1976, de 16 de octubre.
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los preparados para lactantes y preparados de
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publicidad de los productos alimenticios, aproba-
da por el Real Decreto 1334/1999, de 31 de julio
del Ministerio de la Presidencia (BOE núm. 202,
de 24 de agosto de 1999).
Real Decreto 1091/2000, de 9 de junio del Ministerio
de Sanidad y Consumo (BOE núm. 139, de 10 de
junio de 2000), por el que se aprueba la
Reglamentación Técnico-Sanitaria específica de
los alimentos dietéticos destinados a usos médi-
cos especiales.
Real Decreto 1444/2000, de 31 de julio del
Ministerio de la Presidencia (BOE núm. 183, de 1
de agosto de 2000), por el que se modifica la
Reglamentación Técnico-Sanitaria para la elabo-
ración, circulación y comercio de preparados para
regímenes dietéticos y/o especiales, aprobada por
Real Decreto 2685/1976, de 16 de octubre.
Real Decreto 1445/2000, de 31 de julio del
Ministerio de la Presidencia (BOE núm. 183, de 1
de agosto de 2000), por el que se modifica el Real
Decreto 490/1998, de 27 de marzo del Ministerio
de la Presidencia (BOE núm. 83, de 7 de abril de
1998), por el que se aprueba la Reglamentación
Técnico-Sanitaria específica de los alimentos ela-
borados a base de cereales y alimentos infantiles
para lactantes y niños de corta edad.
Real Decreto 1446/2000, de 31 de julio del Ministerio
de la Presidencia (BOE núm. 183, de 1 de agosto
de 2000), por el que se modifica el Real Decreto
72/1998, de 23 de enero del Ministerio de la
Presidencia (BOE núm. 30, de 4 de febrero de
1998), por el que se aprueba la Reglamentación
Técnico-Sanitaria específica de los preparados
para lactantes y preparados de continuación.
Real Decreto 142/2002, de 1 de febrero, del
Ministerio de Sanidad y Consumo (BOE núm.
44, de 20 de febrero de 2002), por el que se
aprueba la lista positiva de aditivos distintos de
colorantes y edulcorantes para su uso en la ela-
boración de productos alimenticios, así como
sus condiciones de utilización.
Reglamento (CE) n.o 258/1997 del Parlamento
Europeo y del Consejo (DO n.o L 43 de
14.02.1997), de 27 de enero de 1997, sobre nue-
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