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INTRODUCCIÓN

Los sonidos son vibraciones. Vibraciones que generamos con nuestras cuerdas vocales,
con instrumentos musicales, o que se producen cuando los objetos se mueven o chocan entre
sí, y que somos capaces de recibir con nuestros oídos e interpretar con el cerebro. Estas
vibraciones aprovechan el aire para viajar de nuestra boca a los oídos de quienes nos
escuchan. Pero, ¿cómo lo hacen? “El sonido es una sensación audible, originada por las
fluctuaciones alternadas de la presión en el aire, que son causadas por la propagación de una
onda sonora”, (Taibo. L. 2007)

El entorno que nos rodea no está vacío. En el aire hay millones de partículas: el oxígeno
que respiramos, el dióxido de carbono que expulsamos, y tantas otras. Todas esas partículas
que flotan en el aire se mueven con las vibraciones que emitimos al hablar y son el vehículo
para que las palabras viajen de un lado a otro. Al igual que los aviones se “apoyan” en el aire
aprovechando las corrientes, las palabras se van apoyando en las partículas que hay en el aíre
para viajar de un lado a otro.

Cuando se edita una secuencia de sonidos, es importante regular su volumen para


controlar cómo se funden entre sí: cuando se pasa de un sonido a a un sonido B, se suele bajar
el volumen del sonido a mientras se sube el volumen del sonido B.

En la edición de sonido también existen los planos sonoros cuando se mezclan varias
pistas de audios y se quiere que unos sobresalgan sobre otros. Por ejemplo, pensemos en un
reportaje de radio: mientras escuchamos una conversación entre dos personas (sonido en
Primer Plano) podemos apreciar el sonido de una estación de tren de fondo (sonido en
segundo Plano). Para lograr ese efecto, el volumen de la conversación estará más alto que el
volumen de la estación.

Por ello es importante conocer las diferentes cualidades del sonido, para aplicarlos durante la
edición de un audio en un programa digital, y así obtener un audio de calidad de acuerdo a
nuestras preferencias.
CAPITULO I
AMPLITUD DE SONIDO
1. CONCEPTO:

El sonido se mueve a través del aire en forma de ondas, la amplitud es la distancia


entre el punto más alto y el más bajo de una onda. La amplitud del sonido es la intensidad,
lo que comúnmente llamamos "el volumen". Es lo que hace que lo escuchemos en nuestros
oídos más fuerte o más suave. Si trabajásemos en una estación de radio o con editores de
sonido digitales diríamos más o menos amplitud en lugar de bajar o subir el volumen.
“Aparte de una frecuencia determinada, todos los sonidos, incluyendo los del habla
humana, tienen una amplitud determinada, que depende del grado de energía de la
vibración. Pues bien, el fenómeno físico de la amplitud corresponde el fenómeno psicológico
del volumen, que es como el tono, un fenómeno relativo. Si dos sonidos no tienen la misma
amplitud, el que tiene mayor amplitud se percibe como más alto que el otro, y el otro como
más bajo” (Jorge M. Guitar, 2004, Sonido y Sentido; pág. 17)

El oscilograma nos permite interpretar fácilmente un parámetro del sonido vinculado a la


fuerza o intensidad del mismo: la amplitud. La amplitud se define como el máximo valor que
alcanza una oscilación en un ciclo. La amplitud se denomina también valor de pico o valor pico. -
En el Grafico 1, vemos la misma forma de onda con dos amplitudes diferentes.

Gráfico 1. Dos ondas con igual frecuencia y forma de onda, pero con diferente amplitud. (a)
Pequeña amplitud. (b) Gran amplitud.
Recuerda que la frecuencia es la cantidad de ciclos u ondas completas que se repiten
en un determinado tiempo. Gráficamente, los ciclos los medimos en forma horizontal. En
cambio, si nos fijamos en el tamaño vertical de la onda, desde la cresta al valle, tendremos
su amplitud.

- GRAFICO 2: Mayor amplitud, es sinónimo de un sonido más fuerte, es decir, de


un mayor volumen.

Lógicamente, estas medidas se hacen sobre el papel. En la práctica, para subir el volumen,
movemos un botón y así escuchamos más alto la canción mientras enojamos al vecindario.

Ya dijimos que las vibraciones que produce un sonido van moviendo las partículas que hay en
la atmosfera. Éstas, a su vez, mueven nuestro tímpano y así escuchamos sonidos. Cuanto más
grandes son estas ondas o vibraciones, mayor será la presión que se ejerce sobre las partículas
y más fuerte la presión sonora que llega a nuestro tímpano. Por lo tanto, escucharemos el
sonido con mayor volumen, con más intensidad.

- GRAFICO 3: Ondas con la misma frecuencia, pero diferente amplitud.


2. LOS DECIBELOS EN LA AMPLITUD O VOLUMEN DE SONIDO

El volumen es algo subjetivo. Mientras para ti, la música no suena tan fuerte, para los
vecinos resulta ensordecedora. Por eso, el volumen es sólo una percepción de lo más o menos
fuerte que es un sonido.

Para medir los niveles de una manera más objetiva y concreta usamos una unidad
llamada decibelio. Su sigla es dB. El decibelio es una medida de comparación de niveles: el
mínimo que escuchamos como humanos (0dB) y el nivel que queremos medir.

Para poder medir la presión sonora y la energía asociada a los sonidos, y poder establecer
relaciones útiles y comparaciones válidas, los científicos usan al decibel (dB). Este ofrece una
escala de magnitudes relativas que facilita medir los niveles de presión sonora. Básicamente,
es importante recordar que, a mayor cantidad de decibeles, hay más presión sonora y
energía presente.

El oído humano es capaz de percibir sonidos correspondientes a niveles de presión sonora


superiores a 0 dB. Según el DHHS (del inglés, Department of Health and Human Services) de
los EE. UU, cuando un sonido se ubica entre los 120 y los 140 dB, las personas se exponen a lo
que los expertos denominan “umbral
del dolor”. Es decir que, por encima de
dichos valores, el sonido se vuelve tan
intenso que comienza a provocarnos
sufrimiento. Incluso, si lo supera en
mucho, puede causar daños físicos
permanentes, como la rotura del
tímpano.
GRAFICO 4: Como puedes observar
en la tabla, el aumento de decibelios no
es lineal. El decibelio es una unidad
logarítmica porque nuestros oídos
escuchan de esa manera.
BIBLIOGRAFIA:

- ALMEIDA, Favio y ROMERO, Fabián. Música y Sonido por computador. CODE, Quito,
2003.
- CEBRIÁN HERREROS, Mariano. Información radiofónica. Mediación técnica, tratamiento
y programación. Síntesis, Madrid, 1994.
- CEBRIÁN, José Luis. La Red. Suma de Letras, Madrid, 2002.

Conclusión:
- La intensidad es el volumen (amplitud) del sonido, la cualidad que nos permite distinguir entre
sonidos fuertes y suaves. Fuerte como la sirena de una ambulancia y suave como un susurro.
Esta intensidad mide en nivel de presión sonora en (dB), esta presión es la que ejerce la onda
de sonido sobre las partículas del medio por el que se propaga.

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