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Teoría extra: Acidez 

A) Aceite de transformadores
El aceite aislante es uno de los componentes esenciales para el correcto funcionamiento de los transformadores.
Este aceite es de origen mineral, se obtiene de un derivado secundario del petróleo compuesto por hidrocarburos
nafténicos (50 a 60%), isoparafínicos (45 a 55%) y aromáticos (4 a 7%).
La mayoría de los aceites dieléctricos están basados en aceites minerales sin aditivos, y solo en caso de aplicaciones
severas se emplean aceites con aditivos, como inhibidor de oxidación, el más comúnmente utilizado es DBPC
(Di-Butil Para-cresol).
La ASTM (American Society of Testing and Materials) clasifica los aceites mediante la norma ASTM D-3487
como aceites:
-Tipo 1: Son aceites para equipos eléctricos donde se requiere una resistencia normal a la oxidación, se
conocen como aceites no inhibidos, solo contienen hasta 0.08% en peso de aditivo antioxidante.
-Tipo 2: Son aceites para equipos eléctricos con aplicaciones donde la resistencia a la oxidación debe ser
mayor, son aceites inhibidos que tienen 0.3% en peso de inhibidor oxidante.
Este aceite tiene como función: Proveer rigidez dieléctrica a la aislación del transformador, proveer una eficiente
refrigeración, proteger de las reacciones químicas a la unión bobinado y núcleo, y prevenir la formación de barros.
Apenas es introducido el aceite en el transformador, comienza la degradación del mismo. Existe el aceite
contaminado y el deteriorado. El aceite contaminado contiene humedad u otras sustancias ajenas que no son
producto de la oxidación del aceite; por otra parte, él aceite deteriorado se le dice al aceite que contiene los propios
efectos de oxidación.
La ASTM establece que la oxidación del aceite resulta de un proceso que comienza con la combinación de O2 con
impurezas inestables de hidrocarburos bajo el efecto catalizador de otros materiales del transformador. Cuando un
aceite se encuentra inapropiado para seguir funcionando y tiene al menos el 80% de los hidrocarburos originales, se
puede volver a utilizar siempre y cuando se eliminen por completo los productos de la oxidación.
Al igual que en otras aplicaciones, este aceite está sometido a diversas condiciones de operación y expuestos a la
presencia de otros elementos que conllevan al deterioro de sus propiedades. Cuando las propiedades del aceite
cambian no puede cumplir con alguna de las funciones anteriormente mencionadas, por lo tanto, se reducen las
expectativas de vida del transformador.
El proceso de oxidación depende, entre otros, de los siguientes factores:
- La naturaleza o composición del aceite
- La cantidad de oxígeno disponible para la reacción de oxidación
- La presencia del agua y otros catalizadores de oxidación, como por ejemplo partes
de cobre
- El nivel de temperatura al cual es sometido el aceite durante el servicio
El aceite es parte del sistema de aislación del transformador, como tal es la parte esencial del mismo. Es decir, el
transformador falla cuando falla la aislación. Por lo tanto, al ser una parte fundamental de la vida del transformador,
requiere ser analizado todos los años.
Según la ASTM, hay 55 test para realizar en un aceite, pero los análisis que permiten detectar fallas incipientes
antes de que estas se tornen incontrolables y produzcan daños en el transformador, son solo 10 y sirven para
monitorear el estado del aceite de un transformador en servicio:
1- Contenido de humedad
2- Rigidez eléctrica
3- Índice o número de neutralización o acidez
4- Tensión interfacial
5- Tangente delta o factor de potencia
6- Sedimentos
7- Contenido de gases
8- Azufre corrosivo
9- Peso especifico
10- Color
La aislación del bobinado de los transformadores en baño de aceite está compuesta por papel y aceite. El papel
seco, libre de gases e inmerso en aceite es uno de los mejores componentes para la aislación física de este tipo de
transformadores. Sin embargo, es muy vulnerable a la degradación química por la presencia de humedad, oxígeno y
calor por su componente principal, la celulosa. Esta descomposición química afecta gravemente la rigidez
dieléctrica y mecánica del papel.
Siempre hay presencia de humedad que queda durante el montaje del transformador, del mismo papel utilizado y el
aceite que se le agrega. La humedad afecta principalmente la rigidez eléctrica, por lo tanto, estos dos análisis están
relacionados.
El número de neutralización indica el grado de acidez del aceite debido a la oxidación de este. Los ácidos orgánicos
deterioran el sistema de aislación y pueden producir oxidación del hierro en presencia de humedad. Por lo que un
incremento de este valor indica un incremento del deterioro del aceite. Si no es tratado a tiempo puede originar
barros que se adhieren a la aislación del bobinado. Este parámetro se mantiene controlado con el inhibidor de
oxidación. El valor límite máximo para todos los aceites es de 0.05 mg KOH/g
Existen 3 métodos para determinar este número:
- D-974: Un método de laboratorio, consiste en una titulación para neutralizar con
KOH y con un indicador hasta obtener el color deseado. Se calcula los mg de KOH
necesarios por gramo de muestra.
- D-1534: Es de campo, similar al anterior.
- D-664: Se utiliza un instrumento que grafica la tensión entre 2 electrodos sumergidos en la misma
muestra, en función de la cantidad de KOH agregada a la muestra.
El punto de inflexión indica los mg de KOH/g de aceite.
Los inhibidores artificiales de oxidación mantienen la acidez del aceite a un nivel más bajo que los aceites sin
inhibidor. Cuando se agota el aditivo antioxidante en el aceite inhibido la reacción de oxidación se acelera
drásticamente, haciendo una diferencia considerable con él que no contiene aditivo antioxidante. El control
requerido sobre el nivel de acidez de un aceite dieléctrico inhibido en su periodo final de servicio, es muy exigente
debido al cambio radical en el comportamiento oxidativo, lo cual podría formar una cantidad excesiva de lodos que
pueden causar fallas en su funcionamiento.
El ensayo que mide la tensión interfacial indica un “nivel” de degradación del aceite, ya que es muy sensible a la
presencia de productos degradados del mismo. Cuanto mayor es la presencia de contaminantes provenientes de la
de degradación del aceite, menor es la tensión interfacial.
La medición de los sedimentos estima la capacidad del aceite de formar polímeros (lodos). Son sustancias
resinosas, parcialmente conductivas, higroscópicas y aislantes del calor, que pueden ser depositados entre el
bobinado y también en otros lugares. Esta medición da una idea de la degradación del aceite y de los posibles daños
que puede causar al equipo.
Otro aspecto importante para analizar es el contenido de gases, los análisis anteriores se utilizan para determinar el
estado de este como parte del sistema de aislación del transformador. En este ensayo se detecta anormalidades de
tipo térmico y eléctrico en el transformador mediante el análisis de gases disueltos en el aceite.
La generación de gases durante el funcionamiento normal existe, pero a un ritmo muy lento. Por el contrario,
cuando existe alguna falla debido al recalentamiento general, puntos calientes, descargas parciales anormales o
arcos por fallas en contactos, la generación de gases combustibles aumenta drásticamente. Los gases se identifican
mediante una cromatografía gaseosa y se miden en ppm.
En el aceite hay unos 2871 hidrocarburos líquidos, y solamente hay 9 gases claves para la detección de fallas, 6 de
estos gases son combustibles. La formación de estos gases se da por el esfuerzo sufrido por los materiales orgánicos
de la aislación. La presencia y cantidad de los gases revelan el tipo y grado de la anormalidad responsable de la
generación de gas.
Realizando los ensayos adecuados al transformador y manteniendo el aceite en buenas condiciones mediante los
análisis anuales, los transformadores pueden llegar a tener una vida útil de 50 años aproximadamente.
OBJETIVO
La prueba de acidez se utiliza para estimar el valor ácido total del líquido aislante del transformador. A medida que
los valores de ácido aumentan (generalmente debido a la oxidación del aceite), la calidad aislante del aceite
disminuye. En general, los subproductos ácidos producen una pérdida dieléctrica aumentada, una mayor
corrosividad y pueden causar dificultades térmicas atribuibles a componentes insolubles denominados "lodo".
Los ácidos en el aceite se originan en productos de descomposición/oxidación del aceite. Los ácidos también
pueden provenir de fuentes externas como contaminación atmosférica.
Estos ácidos orgánicos son perjudiciales para el sistema de aislamiento y pueden inducir la corrosión dentro del
transformador cuando hay agua presente.
Un aumento en la acidez es una indicación de la tasa de deterioro del aceite con SLUDGE como el subproducto
inevitable de un ácido que se descuida.
Nunca se debe permitir que la acidez del aceite en un transformador exceda de 0,25 mg KOH/g de aceite. Este es el
NÚMERO DE ÁCIDO CRÍTICO y el deterioro aumenta rápidamente cuando este nivel es superior.

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