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EL PARADIGMA CRÍTICO EN LA
CONSTRUCCIÓN DEL
CONOCIMIENTO EDUCATIVO:
INVESTIGACIÓN CUALITATIVA,
DISCURSO Y LENGUAJE
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I.S.B.N. 13 16 – 8231
4
A José Amador Sánchez Carreño, a su agraciada
esposa Fanny, a sus lindas hijas Mariela y Fanny
José, y a sus bellas nietecitas. Hermosa familia
que comparten nuestros sueños, esperanzas y
utopías por la gratificación de vida e infinita
existencia. Nuestra gratitud eterna por vuestra
solidaridad, bondad y amistad.
5
INDICE
Pág
LIMINARIS…………………………………………………8
PREÁMBULO………………………………………………28
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………… 40
CAPITULO I
EL PARADIGMA EMERGENTE:
CAPITULO II
PARADIGMAS Y FRONTERA DISCIPLINAR:
CAPITULO III
EL DISCURSO EDUCATIVO:
CAPITULO IV
Los principales paradigmas psicopedagógicos y sus
implicaciones en la investigación educativa………………….. 148
CAPITULO V
COMPLEJIDAD PEDAGÓGICA: La Comunicación, Clave para
interpretar la investigación…………………………………………….. 183
CAPITULO VI
FRONTERAS DISCIPLINARES:
Señas de Identidad y Paradigmas de la Investigación
Educativa…………………………………………………………………………. 210
6
CAPITULO VII
PARADIGMAS EDUCATIVOS:
Cambios en el Saber y Rituales de Poder………………………… 255
CAPITULO VIII
LA CONSTRUCCIÓN INVESTIGATIVA EN EDUCACIÓN; UNA
INTERPRETACIÓN TEÓRICA, METODOLÓGICA Y
HERMENÉUTICA.
Refundar la escuela: Un imperativo ético en el siglo XXI… 315
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………… 344
7
LIMINARIS
Asumimos con humildad intelectual el
compromiso de comentar críticamente otro libro del
Sociólogo y Educador Ronald Lárez. En esta
oportunidad el abordaje es de importancia esencial
porque se trata de una temática que se discute
permanentemente en nuestros espacios académicos. Se
trata de explicar las implicaciones epistemológicas,
ontológicas, metodológicas y gnoseológicas acerca de la
investigación cualitativa en educación y su vinculación
dialéctica con el Discurso, el Lenguaje y la
Comunicación. En sí misma la investigación educativa
está explicando, nos está dando una alta lección de un
suceso, de un acontecimiento, de una experiencia
histórico-social, y además está dejando un cuadro, un
testimonio, una crónica, un chispazo, un reflejo; a
veces fugaz, a veces mucho más transcendente, de lo
que está sucediendo en una época determinada. En la
medida en que el sujeto investigador es más auténtico,
más riguroso, más innovador, expresa su procedencia
etnosocial, su propio género, su propia condición
política, ideológica, religiosa o no. En esa medida,
queda un reflejo de la persona que está viviendo una
8
etapa, una vida, un reto, una aspiración en un lugar
definido.
En este proceso investigativo, se viven
momentos difíciles, de dudas, angustias e
incertidumbres. Es parte de la vocación ontológica del
ser. Son reacomodos, silencios, aperturas que nos
marcan en la discursividad. En la narrativa de Ronald
Lárez se aprecia un discurso tenue, sensitivo, pero
preciso y muy bien argumentado. Siempre su discurso
es una exaltación de su subjetividad y siempre
matizado por la sinceridad de la palabra. Por ello su
escritura trasluce un compromiso con la temática que
aborda. La escritura se va haciendo luz porque está
sumergida de un continuo rehacerse. En la narrativa
que construye se percibe una autenticidad del yo, que
trasciende demarcaciones. Nos invita a descubrir una
pluralidad de perspectivas donde florece una infinita
plenitud. A veces nos hallamos ante una niebla de
palabras y gestos. El autor deja intencionalmente que
se abra la palabra ante las categorías luminosas que
explora. Son importantes sus reflexiones, para
continuar el reto que asume con entusiasmo,
ejecutando las argumentaciones de todos los tiempos.
Tiempo para caminar seguro por el sendero
9
epistemológico y metodológico. Tiempo que se desliza
con pasos ligeros para captar los ejes categoriales que
caracterizan a la investigación. Tiempo para tener
siempre una respuesta a las interrogantes que se
plantean,
Decía un poeta inglés que Dios nos dio una
memoria para que tuviéramos rosas en el
invierno. En cierta forma estas rosas representan el
fondo teórico, tras cuyos argumentos se permite el
autor transcender el imperativo investigativo en la
perspectiva ética, estética y política. El autor hace gala
de una discursividad como espacio donde se produzca
el intercambio simbólico de los sujetos investigadores
con la sociedad, con la comunidad, con el espacio
educativo, donde se puedan explorar los niveles de
conflictividad social, y los resultados de la investigación
puedan revelar la primacía de las diferencias entre las
subjetividades de la convivencia comunitaria. El libro
está constituido por ocho capítulos que expresan una
unidad teórico-conceptual:
El primer capítulo titulado: El Paradigma
Emergente: incesante búsqueda y expansión de
una experiencia de vida vinculada a la
Investigación Educativa. Los paradigmas
10
contemporáneos permiten explorar los horizontes para
la configuración de nuevas alternativas en el plano
pedagógico. Los paradigmas críticos en la educación
actual permiten explorar otras vías, otros horizontes
para la configuración de nuevas alternativas en el plano
educacional. La investigación acción, el método
hermenéutico crítico, el método etnográfico, el
paradigma socio-crítico, el paradigma fenomenológico
interpretativo, son posturas importantes de considerar
en el reto que nos plantea el nuevo milenio. El autor
le concede una importancia fundamental al diálogo
creador como eje dinamizador del capítulo y pone
especial énfasis en discutir los diversos enfoques y
posturas en cuanto a la pertinencia de las teorías
educativas contemporáneas y de los paradigmas que
emergen en el actual escenario educativo. El paradigma
como proceso, es algo que acontece en el mundo
histórico-cultural. Y, en este sentido adquiere la forma
de un quehacer intencionalmente dirigido, y
sistemáticamente organizado, mediante una estructura
epistemológica que le sirve de soporte. El paradigma
emergente se inserta en la escuela para develar su
expresión como el referente que retrata el espíritu y la
cultura de una época. Para Ronald Lárez es preciso
11
definir al paradigma como el proceso donde alcanzan
plena vigencia los valores más altos de la vida
intelectual en la trama de relaciones que suscita la
convivencia humana. Es justamente el paradigma
emergente así entendido, donde su inserción permite
explicar cómo se conserva y produce la ciencia y la
tecnología, donde se cultiva el juicio estético y la
inteligencia, esto es, donde se mantienen y preservan
los valores y, asimismo constituye el ambiente
intelectual del disentimiento y la confrontación de ideas
donde sancionan paradigmas cognoscitivos y
valorativos.
El segundo capítulo aborda lo relativo a:
Paradigmas y Frontera Disciplinar: Sociología del
Lenguaje, Renovación y Discurso Investigativo.
En una perspectiva histórica se puede afirmar que el
lenguaje en general ha contribuido de una manera
diversa en su naturaleza y variable en su intensidad
tanto al modo de producción del conocimiento, como a
la configuración de las relaciones de poder. Al mismo
tiempo, se puede sostener que esta conexión ha sido su
principal determinante estructural, ésta es la mayor
fuerza condicionante que ha influido en la organización
institucional, en la forma del saber y los contenidos de
12
los discursos investigativos. Ronald Lárez construye un
espacio escritural, que es un campo abierto a las
disonancias con los autores que se refieren en el
contenido del libro. Así como también los niveles de
consonancias con los autores con quienes se comparten
sus argumentaciones y reflexiones. Demuestra
congruencia comunicativa, lo que se puede evidenciar
por la manera magistral como articula los enlaces,
nexos, posiciones, que producen una carga significativa
en una compleja asociación de ideas. El lenguaje ilustra
una incertidumbre, pero también una confianza para
potenciar un mundo de plenitud y de concordia. Apela a
una narrativa cuya fortaleza apuesta vivir en los
pliegues y en las tentativas de sentido como respuesta
enclavada en una subjetividad. Lárez señala que la
concepción del lenguaje como reinvención, como
experiencia históricamente singular, es el producto de
procesos socioculturales diferenciados. El lenguaje es
para el autor irremplazable, no solamente como opción
epistemológica, sino también como una opción ético-
política. Ronald Lárez es contundente cuando señala:
Es esencial interpelar lo que estamos
construyendo, escribiendo, reseñando;
referido al mundo de los signos, lenguajes y
palabras. A través del lenguaje y el discurso
13
pedagógico la realidad social, la realidad
educativa inevitablemente se construye. La
visión del lenguaje como reinvención, como
experiencia históricamente singular, es el
producto de procesos culturales bien
identificados.
17
Las teorías psicopedagógicas sitúan a la
investigación en la necesidad de asumir la racionalidad
comunicativa lo cual implicaría una ruptura con el
paradigma positivista. El ejercicio de la crítica, implica
asumir el ideal del sujeto investigador con la
contraposición de los resultados. Conformar un cuerpo
de teorías, configurar el entramado metodológico son
acciones que se deben ejecutar desde la plataforma del
ejercicio investigativo.
En el quinto capítulo se establece una
dialéctica articulación:“Complejidad Pedagógica:
La Comunicación Clave para Interpretar la
Investigación Educativa”. El autor plantea nuevas
formas de reinvención de sentidos a través de un
proceso de comunicación horizontal, que da la
bienvenida a un mundo de relacionamiento, de
integración e interacción que involucre a los actores del
proceso formativo para que puedan reinventar sus
utopías y esperanzas atravesadas por lo afectivo, lo
emocional y lo sensitivo. El autor examina
integralmente la problemática de la complejidad
pedagógica, como fenómeno que expresa un conjunto
de relaciones sociales intersectoriales, que la
caracterizan además como un elemento esencial y
18
fundamental, tanto por su amplitud operacional como
por su heterogeneidad en el campo educativo. De
acuerdo a lo que expresa el autor este capítulo tiene el
propósito de establecer una relación dialéctica entre
complejidad pedagógica y comunicación desde una
perspectiva holística y transdisciplinaria. En la
actualidad se están generando nuevos esquemas
paradigmáticos que afectan e impactan los procesos y
principios que orientan la investigación educativa en la
sociedad contemporánea.
El autor deja entrever que los sujetos
investigadores tendrán que asumir posiciones
conceptuales en cuanto a: 1.-Una visión de mundo
complejo, heterogéneo y altamente creciente. 2.-Una
visión de sociedad transdisciplinaria. 3.- Una visión de
la formación de un educador comprometido con los
procesos de transformación. 4.-Generar un diálogo
interactivo para configurar la intervención de los
actores en el proceso investigativo. En este sentido nos
interpela el autor cuando enfatiza:
La relación existente entre dialéctica y
comunicación está dada por los procesos que
dentro de ella se generen, apoyándose en la
medida que en la acción comunicativa
intervengan todos los actores del proceso
19
didáctico, de manera conjunta en ese proceso
reflexivo sobre el acontecer de los
interactuantes, que incidan en la
transformación de su modo de vida tanto en
el aula como en las interrelaciones docentes-
alumnos-comunidad y viceversa.
24
diferentes visiones y elecciones
paradigmáticas.
27
Y de todas maneras, lo que conocía del
caballo universal procedía de la huella que era
universal.
Umberto Eco. El nombre de rosa.
PREÁMBULO
31
rígidos. Con la trama de sentido se pudo expresar la
perspectiva de la pluralidad, contingencia, lo inédito, la
diferencia, lo efímero, y se puso atención a lo
inmediato, ahora hay lugar para la distención, la
despreocupación o el placer. Pero también se advierte
la pérdida de ideales que movilicen a la acción.
Debiéramos pensar ahora en la restitución de
márgenes de sentido: en la necesidad de
instaurar espacios de vínculo interpersonal,
campo para el soliloquio y el pensamiento,
posibilidad de ligar diferentes experiencias.
(Follari, 1977, p. 43).
39
Ni la bestia ni Dios se plantean problemas. La
una porque no piensa y el otro por ser
omnisciente. Pero para nosotros, mortales
humanos, es la vida laberinto y duda, porque nos
encontramos a media agua: partimos de un saber
que en buena parte es ignorancia.
Rodolfo de Roux. Elogio de la incertidumbre.
Bogotá, 1986.
INTRODUCCIÓN
Una mirada a lo que acontece en la articulación
sociedad-escuela-ser humano nos incita a desarrollar
conceptualmente lo referido al paradigma crítico y sus
aportes en la construcción de la investigación
cualitativa, articulándola a las categorías del discurso,
el lenguaje y la comunicación. Es proporcionar el
espacio discursivo que permita decantar los elementos
que configuran los núcleos relativos a la emergencia de
nuevas identidades, sensibilidades, imaginarios
colectivos, que parecen activados desde matrices de
acercamiento diferenciados en la manera en que cada
uno concibe, representa, considera y valora los
intersticios de la madeja socioeducativa. Se trata de
asumir el proceso educativo como una totalidad
dinámica, dialéctica, que incluye al ser social con sus
manifestaciones culturales, estéticas, políticas. Un
40
nuevo discurso pedagógico en este sentido, necesitará
tanto la revisión de los contenidos curriculares de una
escuela que tendrá que dedicarse a la diferenciación y
autodeterminación cultural, como a la búsqueda y
establecimiento de formas comunicacionales y recursos
pedagógicos propios del contexto donde se habrá de
realizar la labor.
Desde la escuela (contra toda neutralidad
institucional o intencionalidad reproductora) la
búsqueda de espacios para la socio-
construcción de la justicia social, la
solidaridad humana y ecológica, se vincula
con el aprovechamiento crítico-creativo de la
diversidad cultural que nos acontece,
exigiendo una pedagogía cuyo corte reflexivo
sea un acto de conocimiento sobre la
potencialidad de otras claves, otras
mediaciones políticas y culturales. Un corte
reflexivo que rehabilite al discurso pedagógico
en su capacidad de decir-nos algo, de
potenciar la subjetividad en la expresión
crítica de “un decir Otro de la vida”, de lo
humano, del mundo y de la escuela. (Azocar,
2014, p.5).
43
puede ser entonces, analizada como una categoría
especialmente sensible a las conflictividades y
segmentaciones sociales y económicas. La investigación
puede contribuir a armar una posible genealogía de las
políticas educativas, de los modos de representación,
de las mediaciones sociopolíticas que se expresan como
ejes categoriales en los procesos educacionales. La
investigación en educación insta a la interpretación y a
la deconstrucción de la práctica pedagógica sobre las
representaciones ideológicas impulsadas desde una
concepción de estado. Las políticas educativas,
referidas a las reformas del sistema educacional, han
producido cambios importantes y estructurales en la
direccionalidad de las organizaciones, en las prácticas
de los sujetos pedagógicos, en los procesos de
socialización y legitimación del espacio escolar. En el
actual escenario educativo la investigación nos convoca
a interpelar el discurso pedagógico, no sólo para la
problematización de los procesos, sino también para
examinar la orientación de las políticas educativas.
Lo entretejido y denso de la investigación en
educación, obliga a una lectura otra, para permitir
armar los hilos sueltos y huellas que se desatan y
reanudan en la conflictividad social. La pasión por el
44
sentido de la educación, hace asequible para el sujeto
investigador la construcción y reconstrucción del tejido
de sus reflexiones y argumentaciones. Debe apelar a
unos dispositivos otros, para una composición y
reconfiguración de su construcción investigativa.
45
Frente a un pensamiento de la simplicidad que
reduce, fragmenta y constriñe el conocimiento, aparece
una expresión de un pensamiento reflexivo, divergente,
que indaga, construye, innova, escudriña, para
transcender, asumiendo un compromiso político que
permite una producción intelectual, fluyente y saturada
de energía creativa, en una añoranza de transformar el
mundo social, a la sociedad, a la localidad, al espacio
escolar.
Un mundo de personas y de cosas que están
en relación esencial conmigo y que constituyen
mi mundo. Es el mundo de la existencia
concreta precientífica donde el hombre se
instala, actúa, construye proyectos y se realiza
como científico, como político, como creyente.
Es el mundo de la experiencia cotidiana donde
el yo que filosofa posee una existencia
consciente y en el que se inscriben las ciencias
y los científicos (Gadamer, Verdad y Método,
1991, pp. 21-28-39, Citado por Restrepo, S/F,
p. 8).
50
se pueda establecer la validez o no de los instrumentos
transformar.
Esta nueva sensibilidad se revela también, a su
manera, como ya señalamos, en diferentes
orientaciones del pensamiento actual, como la
teoría crítica, la condición postmoderna, la
postestructuralista y la desconstruccionista, o
la tendencia a la desmetaforización del
discurso, a un uso mayor y más frecuente de
la hermenéutica y de la dialéctica, e
igualmente en varias orientaciones
metodológicas, como las metodologías
cualitativas, la etnometodología, el
interaccionismo simbólico, la teoría de las
representaciones sociales, el pensamiento
sociocéntrico, etc., y vendría a significar el
estado de la cultura después de las
transformaciones que han afectado a las reglas
del juego de la ciencia, de la literatura y de las
artes que han imperado durante la llamada
"modernidad", es decir, durante los tres
últimos siglos. (Martínez Migueléz, 2006, p.
125).
54
voluntaria que repercuten en sus autores,
concretamente en sus pensamientos, habla, afectos y
acciones. En su constitución como sujetos educativos,
en esta comprensión del texto, se supone la existencia
de una relación epistemológica en la cual los sujetos
son capaces de pensar, de sentir, de entender, de tener
un punto de vista sobre el mundo de la vida, y
desarrollan una praxis intencional, voluntaria y
consciente. El investigador se asume en una
dialogicidad; es decir, el texto inspira una pedagogía de
encuentros ínter-subjetivos, por cuanto su lectura es un
espacio de interacciones verbales y sociales en el que
están presentes múltiples intereses, valores y
necesidades en el momento de adquisición y
reconstrucción del acervo cultural colectivo e individual.
La construcción de la investigación en educación,
asumiría la intersubjetividad que significa que se está
en posesión de un conocimiento abierto a todos los
procesos que le permite a un sujeto conocer un objeto.
A un conocimiento así caracterizado le corresponde en
palabras de Edgar Morín “resucitar al sujeto al que
habían pura y simplemente negado, cometiendo así el
peor de los errores subjetivos”.
55
La formación del investigador en educación,
implica interrogar a la organización educativa sobre sus
prácticas más allá de lo meramente técnico-operativo.
El investigador intenta producir la reelaboración de
teorías sobre los procesos formativos, y sus relaciones
con la socialización, transmisión y reproducción
cultural, sus vinculaciones con el poder y su
participación en la constitución de subjetividades; es
decir, son cambios estructurales referidos a la
comprensión del mundo de la vida, de la enseñanza y
del conocimiento.
Lo cierto es que, desde esta perspectiva, el
conocimiento se elabora y enseña obedeciendo
a la estructura disciplinar, legitimando una
incompleta aprehensión de la realidad, el
enclaustramiento y la fragmentación del saber.
El predominio de las categorías capacitar,
instruir, transmitir favorecen una práctica
pedagógica concebida como una manera
simple de presentar algunos conocimientos
divorciados de su contexto real, pero que
benefi cian los intereses y privilegios
establecidos. (Sánchez Carreño y Pérez, 2011,
p. 148).
56
mutaciones que la atraviesan, arriesgarnos a una
hermenéutica de los sujetos que soportan unas
relaciones de poder, saber y donde esos sujetos se
constituyen en seres humanos que viven, piensan,
preguntan, leen y escriben. Una nueva racionalidad
investigativa supone una nueva estrategia para
reconstruir y resignificar la realidad social y educativa.
La construcción investigativa desde la perspectiva
cualitativa reinventa argucias estéticas como tamiz
para reconstruir el contexto histórico-social de sus
reflexiones, que se tematizan en tres momentos: el
primero la contextualización del objeto de estudio;
segundo es la definición de los ejes categoriales y el
tercer momento, es dilucidar la triangulación entre la
epistemología, la gnoseología y la metodología. Es
preciso inquirir entonces, ¿Sobre qué fundamentación
se soportan las discontinuidades con el nivel de
construcción teórica, articulada a la simbolización
axiológica y secuencia epistemológica de su
construcción doctoral?. Mancoksky (2009) sobre este
importante aspecto manifiesta:
Ahora bien, existe un punto de partida
indiscutible e insoslayable de todo aquel que
se propone investigar, más allá de su
pertenencia disciplinar y de su recorte de
57
objeto. La investigación nace a partir del
reconocimiento de un no-saber: una
explicación insuficiente que no alcanza ni
satisface, una descripción que se des-conoce,
una comprensión de sentidos que se buscan o
deben ser repensados. Toda investigación
genuina se define como tal, a partir de una
puesta en pregunta de un saber preexistente.
Nada del orden de la certeza y de la
confirmación da lugar al proceso de
producción de saber nuevo. Por eso, la
investigación se define como transgresora.
Esta afirmación fundamenta la complejidad
del oficio de investigador ya que, por un lado,
tensiona el pensamiento transgresor y por
otro, el pensamiento riguroso y metódico. (p.
5).
61
Un paradigma es un sistema teórico
dominante en la ciencia en cada período de su
historia, que organiza y dirige la investigación Un
paradigma es un sistema teórico dominante en la
ciencia en cada período de su historia, que
organiza y dirige la investigacióncientífica en una
cierta dirección, de igual forma permite el
surgimiento de ciertas hipótesis e inhibe el
desarrollo de otras, así como centra la atención
de quién investiga en determinados aspectos del
tema de estudio o problema y oscurece otros.
Alicia Guardián-Fernández
El Paradigma Cualitativo en la Investigación
Socioeducativa
CAPÍTULO I
EL PARADIGMA EMERGENTE: INCESANTE
BÚSQUEDA Y EXPANSIÓN DE UNA EXPERIENCIA
DE VIDA VINCULADA A LA INVESTIGACIÓN
EDUCATIVA.
En este texto nos planteamos confrontar una
discusión profunda sobre los enfoques y posturas que
caracterizan el acontecer filosófico, político, sociológico
y educativo en el clima cultural contemporáneo y su
relación con los nuevos paradigmas en el ámbito
pedagógico. Creemos que para resignificar el territorio
discursivo de la construcción investigativa tenemos que
considerar la concepción de sociedad y el ciudadano
que perfilamos. Es indispensable atender la soberanía
62
cognitiva del sujeto investigador con la carga de los
valores y las costumbres como parte de su identidad
sociopolítica.
Thomas Kuhn considera a los
paradigmas "como realizaciones científicas
universalmente reconocidas que, durante
cierto tiempo, proporcionan modelos de
problemas y soluciones a una comunidad
científica" Las realizaciones científicas a que
hace relación Kuhn nos llevan a valorar los
grandes descubrimientos, teorías, inventos,
que traen consigo nuevas formas de hacer ver
el mundo. La teoría geocéntrica hizo ver por
mucho tiempo que la tierra era el centro del
universo, pero investigaciones posteriores
dieron cuenta que la tierra no era el centro ni
siquiera del sistema solar, sino que la tierra
era un planeta más de este sistema, en el
cual el sol era su centro, Esto llevó a que se
hagan grandes descubrimientos de la órbita
elíptica de los planetas, entre otros
descubrimientos. (Ramírez Eras, 2001, p. 1).
63
educando; es necesario aplicarlo también a todo el
entorno institucional que lo soporta ya que de lo
contrario podría darse el peligro de contradecir
institucionalmente lo que se pretende lograr. Toda
institución educa, el paradigma está al servicio de la
gestión total y no sólo la del conocimiento. La
capacidad científica para la producción del conocimiento
se ha reducido fundamentalmente a un problema de
legitimar la mundialización de la economía de mercado
y la manifestación de esta situación es la dicotomía de
saber/poder. El desarrollo científico y tecnológico se
convirtió en un fin en sí mismo, y ese en este terreno
en donde hoy se disfrutan las supremacías. La
investigación educativa examinada en su contexto
global está interconectada con los diferentes sectores
de la vida social de quienes recibe influencias
significativas y además sus componentes están
interactuando en un proceso dialéctico. Esta premisa
operacional se fundamenta en la Ley de acción
recíproca y de la conexión universal, según la cual la
dialéctica considera la naturaleza y la sociedad como un
todo articulado y único, corno un conglomerado de
objetos y fenómenos ligados y vinculados unos a otros,
que dependen unos de otros y se condicionan entre sí.
64
Y si ya nos situamos, en este comienzo
del siglo XXI, unos de los rasgos más
distintivos de la época que nos toca vivir es
que, en efecto, ciertos paradigmas ya no
sirven para pensar, ciertos paradigmas que
nos acompañaron durante largas décadas,
siglos incluso, ya no están en condiciones de
pensar el mundo, ya no sirven para explicar el
mundo, para guiar nuestras conductas en el
mundo en que estamos. Entonces, yo diría un
tanto eclécticamente que si bien es cierto que
no podemos pensar sin supuestos, no
podemos vivir sin supuestos (los supuestos
nos acompañan siempre), hay muchos de
ellos, convertidos en fuertes paradigmas de la
civilización, que están hoy en decadencia,
hechos añicos, en crisis. Y por allí comienza,
justamente, esta reflexiones (Lanz, 2004.
P.24).
65
de su debate y del encuentro para la conformación de
una postura insurgente específica.
Un paradigma cónsono con los avances
epistemológicos de las últimas décadas,
consciente de que no se puede proceder con
la ilusión del realismo ingenuo o un prejuicio
ontológico, pues no es cierto que “los hechos
hablen por si mismos”; que surja con la
conciencia de que no es posible obviar el
obstáculo epistemológico de la subjetividad (y
menos aun en las ciencias humanas, donde
entra como su objeto especifico), con la
conciencia de la imposibilidad de una
neutralidad valorativa, de la ilogicidad del
postulado metodológico, de las paradojas de
un proceder acrítico e irreflexivo, y del
progreso destructor de la unidimensionalidad.
(Martínez Miguélez, 1996. p.19)
72
como simples datos o, para utilizar la expresión de
Emile Durkheim, como cosas divisibles, separables,
mecanizables e incluso manejables. No obstante, si
bien hoy todavía es incipiente el debate sobre la
objetividad y pertinencia de estos métodos empleados
en las ciencias sociales, cada vez toman más fuerza los
movimientos en pro de una opción “más humana” que
reconozca el pletórico potencial que guarda eso que
algunos reconocen vacío, irracional y carente de
utilidad científica: las relaciones sociales y el “mar de
subjetividad” que les sustenta. (Oliveros p. 20 Citado
en Aravena y otros, 2006. p. 17).
74
fundamento y núcleo central de todo conocimiento. Su
lenguaje se impone como la ideología de la clase
dominante donde el ser humano se reduce a su
condición de soporte y sustento de estructuras, roles y
funciones.
“Las sociedades contradictorias, y sin
embargo, determinable; racional e irracional a
un tiempo; es sistema y es ruptura, naturaleza
ciega y mediación por la conciencia. A ello
debe inclinarse el proceder todo de la
Sociología. De lo contrario, incurre, llevada de
un celo purista contra la contradicción, en la
más funesta de todas: en la contradicción
entre su estructura y la de su objeto”.
(Adorno, citado por Aravena y otros, 2006, p.
17).
76
exactamente en el uso de números en el primer caso y
en el no uso de estos en el segundo. Las diferencias de
tipo epistemológico y técnico, que es posible identificar
en esas dos maneras de encarar la investigación
devienen más bien de dos elementos básicos: el tipo de
intencionalidad y el tipo de realidad que uno y otro
enfoque investigativo pretenden abordar. En cuanto a
la intencionalidad, precisemos que los enfoques de
corte cuantitativo se centran en la explicación y la
predicción de una realidad considerada en sus aspectos
más universales y vista desde una perspectiva externa
(objetiva), mientras que los de orden cualitativo se
centran en la comprensión de una realidad considerada
desde sus aspectos particulares como fruto de un
proceso histórico de construcción y vista a partir de la
lógica y el sentir de sus protagonistas, es decir desde
una perspectiva interna subjetiva. (Pérez, 2001).
Foucault es enfático cuando expresa que todo
conocimiento empírico, siempre y cuando concierna al
hombre, vale como posible campo filosófico en el que
debe descubrirse el fundamento del conocimiento, la
definición de sus límites y, por último, la verdad de
toda verdad. (p.332).
77
Con relación a lo cualitativo, se podría
señalar que al renegar de la metodología
cuantitativa asumiendo que lo cualitativo
representa la única alternativa capaz de
estudiar el fenómeno en toda su riqueza y
profundidad, se caería en la ingenuidad de
pretender condenar a las ciencias sociales a la
formulación de proposiciones acotadas que
nunca podrían plantearse y verificarse en un
contexto más extenso y universal. Este caso,
se podría homologar al siguiente ejemplo: es
como captar las características fundamentales
de ciertos peces en el océano pacífico
mediante una caña de pescar manejada
desde una playa. (Aravena y otros 2006, p.
18)
89
la autocrítica, que es la única garantía de los
individuos para fundar espacios de
transformación social, espacios para la
participación popular, para construir discursos
críticos, sólidos, políticos y públicos, de hacer
el intento de liberarnos (Nietzsche, 2000, p.
27). Por lo cual, en este devenir
sociohistórico, el sujeto contemporáneo está
trazando líneas de proyectos socio-políticos.
Todos estos elementos y momentos son
puntos donde el espacio simbólico de la
información se entreteje como un ámbito de
capital social y cultural para la transformación
de la realidad inmediata”. (Rendón y García,
2012. p.9).
90
narrativa, capaz de generar interconexiones
conceptuales, metodológicas, axiológicas, sensoriales y
emotivas. Esta producción escritural siempre irresuelta
e inconclusa debe expresar una sensibilidad generosa
que refiera el reencantamiento del vivir
intencionalmente abierto a las confluencias que se
anidan al interior de una trama de sentido y de
relaciones humanas
91
quienes compartimos sus reflexiones. El sujeto-
investigador debe demostrar congruencia comunicativa,
donde se puedan evidenciar los enlaces, articulaciones,
nexos, que producen una carga significativa en una
compleja asociación de ideas. Las argumentaciones que
se expresan, vinculan las nuevas sensibilidades y
senderos discursivos con la construcción del imaginario
social y pedagógico. Es importante tomar en
consideración la investigación cualitativa. En este
sentido Rodríguez (1997) expresa:
92
contradictoria determinará la densidad del abordaje
epistémico para apropiarse y reapropiarse de las
narrativas, de la diáspora y saberes populares,
mediados por los sentidos de pertenencia, inteligibilidad
y reconocimiento cultural. Esta caracterización será
interpretada por el investigador desde diferentes
visiones y elecciones paradigmáticas. Al respecto
Martínez (1998) señala:
93
contradictorias. Los sujetos que construyen su historia
conviven en un sistema social que los constituye y les
atribuye determinados rasgos, identidades,
legitimidades y sociabilidades que se van expresando a
través de dispositivos de poder y entre pulsiones de
resistencia y cotidianidad de vida.
Aparte de las dificultades presentes en las
investigaciones de otros tipos, la cualitativa
tiene desafíos adicionales ante sí. La
investigación cualitativa en las ciencias
humanas indaga en la condición humana. Eso
significa que construye conocimiento mientras
acoge al tiempo que evita caer en
reduccionismos; la complejidad, la
ambigüedad, la flexibilidad, la singularidad y
la pluralidad, lo contingente, lo histórico, lo
contradictorio y lo afectivo, entre otras
condiciones propias de la subjetividad del ser
humano y de su carácter social. (Avila, 2002,
p. 11).
95
Es importante considerar desde la perspectiva
epistemológica cuatro conjuntos, o redes semióticas
que caracterizan el discurso de la investigación
educativa. Primera red semiótica; los
entrecruzamientos dialécticos entre los campos
teóricos, los ejes categoriales y los horizontes de la
investigación. La escritura debe resaltar la hibridación
de sentidos, que se logra cuando se proyectan los
límites textuales, con la re-semantización de los de los
signos, lenguajes y códigos. Segunda; la expresión de
la heterogeneidad del lenguaje que destaca por las
preferencias del sujeto investigador por determinados
contextos y problemáticas pedagógicas, por la
intencionalidad metodológica, por sus indagaciones
epistemológicas, por los enfoques gnoseológicos, con
su intento de resignificar la teoría que sustenta la
temática en su anclaje epistémico, la narración de la
dimensión histórica y deleite encuentro con la
dimensión estética que discurre en una poética, que es
expresión de la confluencia de los planos narrativos,
dando apariencia de un sólo núcleo de sentido, visible e
integral. Tercera; corresponde a la re-conceptualización
de los símbolos y atributos de la construcción
investigativa. La investigación educativa debe tener una
96
arquitectura simétrica que se configura desde la
yuxtaposición textual y que permite un acercamiento
con las complejidades que recrean la problematicidad
educativa. Esta problemática educativa está asociada a
demarcaciones teóricas, a nexos de subordinación, a la
diversidad de imaginarios y racionalidades donde la
semiosis demanda una consistencia lingüística del
discurso. Cuarta red semiótica; la praxis del poder, es
un aspecto esencial que debe estar referida en la
construcción de la investigación. Por ello es necesario
hacer un triple deslinde. El primero; referido a la
apropiación de conocimientos, de la información del
otro, y la reapropiación de la obra del otro. La
apropiación es el acto mediante el cual el sujeto-
investigador sustenta en la experiencia de los otros
(autores que consulta), para expresar sus ideas,
argumentaciones y reflexiones. Segundo; la praxis del
poder se refiere a la confrontación de racionalidades. A
la racionalidad moderna, versus racionalidad
postmoderna. La racionalidad dominante, hegemónica,
frente a la racionalidad de resistencia, contra-
hegemónica. Tercero; la praxis del poder, vinculada al
posicionamiento del ser, su nivel de transcendencia, su
angustia, su perenne insatisfacción y la búsqueda
97
incesante de un espacio que propicie la pulsión de su
otredad, que posibilite el dinamismo de su conciencia y
su identidad como sujeto cultural.
98
algunos ejemplos: para el médico, el paciente
es su objeto de investigación, mientras que la
enfermedad es el problema; para un
sociólogo, las ideas de una comunidad
constituyen su problema, es tanto que la
comunidad es su objeto; para un economista
la rentabilidad puede ser su problema,
mientras que el producto es el objeto.
(Herrera, 2000, p. 2).
101
recupere la plena libertad de la escritura investigativa
para que fluya sin sumisión, imposición y sujeción.
9.- El objeto de estudio está permeado por las
turbulencias emotivas, que algunas veces interfieren
con la serenidad necesaria para la reflexión teórica. La
sensibilidad, la intuición, la ilusión, la poesía, se
constituyen en disposiciones trascendentes del ser
humano y se expresan como disposiciones para
explorar la dimensión gnoseológica, que caracteriza el
abordaje de una problemática que nos involucra y está
precedida por una profunda reflexión crítica.
10.- El objeto de estudio está marcado por la
subjetividad, que deja traslucir una rebeldía como
metonimias de un sentimiento reconfigurado por la
imposición de enfoques y esquemas demasiados
formales, que no dejan captar en toda su expresión la
realidad estudiada. Por ello es imperativo un discurso
inevitablemente libre y que comience a salirse de los
moldes y ataduras absolutistas, fijas e inmutables.
11.- El objeto de estudio está imbuido de la
intersubjetividad del sujeto investigador y su
cosmovisión se aloja en los intersticios de la memoria
del poder y del poder de la memoria, que establecen un
diálogo fecundo.
102
12.- Los aciertos en el desarrollo discursivo del
objeto de estudio será posible, en la medida en que
expliciten las estrategias metodológicas y
epistemológicas, que se refieren a las nociones
categoriales, a los conceptos, a los repertorios textuales
y la fundamentación en el campo de la filosofía, la
sociología, la antropología y la pedagogía.
13.- En el objeto de estudio, el sujeto investigador
está dotado de un capital simbólico que le permite
delimitar el contexto, el espacio, el territorio donde se
explicita la temática de su investigación. Este
posicionamiento permite el desarrollo de las
estrategias, los lenguajes, los matices y las inflexiones
para construir las interrogantes que posibilitan la
orientación del discurso de la investigación.
14.- En el objeto de estudio confluyen y se
dilucidan los campos teóricos del pensamiento social,
cultural, pedagógico. Todo el paisaje de saberes buscan
su inserción creadora, en el juego de identidades que
evocan la historicidad y pone en evidencia el nivel de
compromiso del sujeto investigador.
Hemos significado la relevancia e importancia del
objeto de investigación. Lo hemos caracterizado sin
alterar las relaciones de saber-poder. Los otros
103
aspectos singulares de la investigación se despejan, se
desplazan y asumen sus espacios de confrontación y de
nuevas subjetividades, con otra dinámica de flujo y
reflujo de los espacios de producción de procesos
investigativos. Admitamos que el objeto de estudio es
una categoría de abstracción, cambiante, mutable,
dinámica, que se sustenta en una fragilidad conceptual.
El nivel de conciencia política impone identificar los
rasgos y contornos de un discurso de resistencia para
afrontar las actuales circunstancias de crisis. La
heterogeneidad, la interculturalidad, la diversidad
cultural son los aspectos singulares de una nueva
configuración discursiva de representación de una
pedagogía crítica, alternativa e insurgente que toma
cuerpo para cimentarse al interior de la conflictividad
del espacio escolar. El objeto de estudio se conforma e
instituye en un proceso que amalgama una
confrontación discursiva, que interpreta lo insólito y lo
diverso del fenómeno educacional. Está delante de
nuestros rostros múltiples, con sustratos de sentido y
dinámicas re-significadoras de la experiencia de vida. El
sujeto investigador está inmerso en sus circunstancias
intelectuales, siempre a merced de otros hilos que
orientan y direccionan la trama, para que interprete el
104
reto que significa comprender desde una perspectiva
hermenéutica, lo coyuntural, lo contingente, lo inédito
de una realidad contextual que se trasmuta. Por ello es
explicable que la ontología del ser humano que
construye su proceso investigativo, oscila en una
tensión dualista de desesperación y la esperanza, la
angustia y la redención, el desencanto y el optimismo.
Las promesas de un nuevo amanecer ronda la
distancia, que permite refundar la ansiedad del existir.
Las aceras del mundo reclaman vuestra presencia.
Todo consiste en no dejarse sorprender por sí mismo y
en no permitir la huida. Es tiempo de enfrentar la
alteridad y erigirse como el artífice de la construcción
investigativa, que se constituya en centro de
significados unívocos.
La Investigación Cualitativa, permite el
reconocimiento de lo típicamente ontológico y
genuinamente formativo y apuesta por la capacidad de
emocionarnos, de construir el mundo y el conocimiento
a partir de los lazos afectivos que nos impactan. El
mundo planetario nos está exigiendo una postura ética
con relación a nuestra responsabilidad social.
105
En todo caso, la obra de Bourdieu y sus
conceptos se han constituido hoy como fuentes
principales para el análisis sociológico de los
discursos y las funciones sociales del lenguaje,
así como de la jerarquía de actos comunicativos y
sus efectos concretos y cambiantes sobre la
estructura social
CAPÍTULO II
PARADIGMAS Y FRONTERA DISCIPLINAR:
Sociología del Lenguaje, Renovación y Discurso
Investigativo.
Entre el conjunto de experiencias decisivas de las
que nutre la construcción investigativa, están los
desafíos que nos sugiere la sociología del lenguaje. No
es inverosímil imaginar que las cadenas de vivencias
que nos concede el lenguaje, la clara conciencia de la
narrativa investigativa, la paradójica condición del
lector que reinventa diversas maneras de interpretar
las producciones textuales; impulsa al sujeto
investigador a explorar y construir nuevas formas de
apropiación y reapropiación de dispositivos híbridos,
flexibles y de apertura que representan la realidad
106
educativa y el abordaje epistémico que debe privilegiar
al lenguaje, la subjetividad y la alteridad.
La sociología del lenguaje permite captar lo más
significativos recuerdos y afectos, la estructura psíquica
en su totalidad, la identidad que deja constancia de su
lucidez, el posicionamiento político adosado a la libertad
de la producción intelectual. Cómo disciplina permite
una rearticulación político-textual de los ejes
categoriales en sintonía con la cualificación del objeto
de estudio.
Con la mención del lenguaje
traspasamos un umbral en el desarrollo de la
comunicación social. En efecto, el lenguaje
separa los sistemas de comunicación social
naturales de los históricos. Es un umbral de
considerable importancia, aunque, en un
sentido metafórico, pueda decirse que la
historia misma ha salido de la naturaleza, sin
que, al mismo tiempo, haya dejado de formar
parte de ella. O, dicho de otra manera, los
sistemas de comunicación social son
productos de la selección natural, y las
lenguas, en tanto principales elementos de la
comunicación social humana, son
incuestionablemente el resultado de procesos
evolutivos”. (Luckmann, 1984. pp. 11-12).
110
emociones y deseos por medio de un sistema de
símbolos, ante todo auditivos, producido de
manera deliberada" (Sapir, 1966, p, 14).
El lenguaje es ante todo una actividad humana
de carácter social. El habla es una función adquirida,
cultural, histórica. El uso comunicativo en contextos
diversos permite el desarrollo del pensamiento, el
acceso al conocimiento, posibilitando nuevas
experiencias de aprendizaje fundamento de la
conciencia personal. El lenguaje es un constituyente
expresivo acerca de lo fértil de las relaciones con la
pedagogía, en su consideración filosófica y
antropológica. Hay que comenzar a remover, tensar,
cuestionar los fundamentos de la racionalidad
dominante para que el sujeto investigador se apropie
de las formas epistemológicas en la construcción de sus
ejes categoriales y pueda replantearse los horizontes de
su construcción investigativa.
En la construcción investigativa tenemos que
cuidar las precisiones conceptuales, las
argumentaciones convincentes y debidamente
sustentadas. El lenguaje debe expresar consistencia y
coherencia. La sociología del lenguaje restituye
múltiples experiencias individuales y colectivas que
111
permiten construir un discurso entremezclando,
entrejuntando y re-tramando la articulación de los
tiempos: pasado, presente y porvenir. Es fundamental
construir el discurso investigativa tomando en cuenta
las tres siguientes puntualizaciones: La primera,
considerar que la construcción investigativa conjuga
códigos y lenguajes pertenecientes a mundos diversos:
el mundo social, el mundo cultural, y el mundo
pedagógico. Corresponde al sujeto investigador la
construcción textual, que se tematiza con referencias
que dialogan con las sensibilidades y percepciones, con
representaciones socioculturales, con la
problematización educativa y con las conexiones
conceptuales y metodológicas. El sujeto investigador
fija en la dialéctica su sustento epistemológico, con que
construir sus horizontes de investigación en una
relación hermenéutica/perceptual/ crítica del discurso.
El lenguaje es un hecho, un acontecimiento, una
categoría de análisis profundamente compleja y tiene
una significación porque está asociado al desarrollo del
pensamiento humano y la conciencia social. Las
lenguas son producto de la construcción social de la
realidad. Como producto social e histórico constituye un
112
importante factor de producción social. Es importante
asumir su caracterización:
1.-Se definen en su expresión lingüística como la
que propician la interacción social y los actos
comunicativos-
2.-Están calzadas por la espontaneidad, la
subjetividad y la interculturalidad intersubjetiva.
3.-Las lenguas y su diversidad funcional
(fonológica, morfológica, semántica, sintáctica), se
reconocen en el proceso de socialización. El proceso
comunicativo está condicionado por la estructura
socioeconómica derivando en una desigualdad social
que obstaculiza las posibilidades que el sujeto pueda
tener acceso a las tecnología de la información y la
comunicación.
La fragmentación de la información, su sesgo y
la carencia de sentido crítico ha abierto vacíos que la
tecnología por sí misma no puede subsanar. El espacio
escolar está en constante ebullición por la continua
movilidad de la información, la generación exponencial
del conocimiento, y la introducción de las tecnologías
de la información y la comunicación que han impactado
profundamente a los procesos educacionales.
113
El sujeto investigador debe reseñar y explicar el
mundo pedagógico desde un lenguaje preciso,
coherente, diáfano, dialéctico; como núcleo siempre
irresuelto de vivencias entretejidas. La construcción
investigativa se constituye en un “eterno borrador”, un
boceto de argumentos cuyas tentativas de sentido se
formalizan en una aventura escritural como escorzo
explicativo que vertebra nuestras idealizaciones en
gesto de interrogar e interpelar el mundo complejo y
heterogéneo de la educación. Segunda, los discursos
sociales muestran la riqueza lingüística que aflora con
la relación de articulación de la lengua con el contexto
social. Se apuesta por políticas pluralistas, democracia
cultural, enriquecimiento de la educación y la
interculturalidad. El universalismo y los particularismos
coexisten para realzar la diversidad y podrían conducir
a que emerja una conciencia ética y estética. La
sociología del lenguaje se ocupa del espectro total de
temas relacionados con la organización social y su
comportamiento sociolingüístico, las actitudes
lingüísticas y la reacción explícita hacia la lengua y los
usuarios. La construcción investigativa tiene que
representar la posibilidad lingüística de formalizar las
rupturas, para que el sujeto investigador no naufrague
114
en el dislocamiento del lenguaje. La escritura debe
postular de modo pertinaz, un significado soportado por
un lenguaje innovador, que apertura las nociones de
encuentros, de democratización de los espacios del
diálogo creador, del ejercicio de la libertad narrativa
para conformar un paisaje de sentido viable para
figurar futuro y esparcimiento de utopías.
El sujeto investigador deviene así en un sujeto
activo, pensante, observador. Que medita y atisba los
movimientos de contextualización de lo múltiple y lo
diverso. Las dimensiones de los ejes categoriales
tienen presencia en la temática, objeto de
investigación. Es una singularidad gnoseológica que
debe recrearse a objeto de resignificar la teoría
educativa. La simbolización humanizada acaricia la
fantasía de reescribir la más interesante y novedosa
investigación educativa, porque todo debe aparecer en
una búsqueda de enlazar la totalidad: la sugestión de la
vida con la dimensión teórica y con los momentos
epistemológicos y metodológicos, reactivados con una
conciencia investigativa.
La consideración de la diversidad cultural como
centro de interés es también punto de partida para
recrear la reflexión sobre nuestros repertorios
115
lingüísticos. Los seres humanos somos seres simbólicos
y nuestros procesos de aprendizaje están condicionados
por los modos y maneras como se expresan los
conocimientos que poseemos con distintos sustentos de
representación y cargas semánticas significativas.
Tercera, bajo una mirada holística, integradora y
global, se puede señalar que a la concepción del
lenguaje le es inherente una genealogía de poder. La
categoría lenguaje se complejiza y pasa a ser una
construcción constituida de experiencia de vida, a una
concepción de análisis crítico de las diferencias
discursivas y las prácticas culturales cotidianas donde
los seres humanos recrean sus vivencias y sus historias
de vida individuales y colectivas. El lenguaje y su nivel
de problematización está estrechamente articulada a la
lógica del desarrollo cultural, a la influencia consciente
de la sociedad, a los cambios que se entretejen y se
hibridan para la construcción de narrativas como
pulsiones para recorrer la historia de los sujetos
implicados en un discurso social que refiere el arsenal
teórico y metodológico que refieren sus posturas
investigativas.
En una sociedad posmodernizada donde la
complejidad creciente se traduce en lenguajes
116
mutuamente inconmensurables y en una
globalidad cada más múltiple y fragmentada,
la ordenación conceptual de la totalidad
aparece problemática (Follari, 1997, p. 24).
117
La diversidad y la interculturalidad construyen,
reconocen y asignan atributos al lenguaje y también
construyen su diferenciación a partir de la historia, la
antropología y la sociología. El lenguaje en nuestra
cultura representa la condición dual de raíces muy
arraigadas en el imaginario, en las creencias, valores,
concepciones, prácticas y relaciones marcadas por
relaciones de poder. Follari (1997), en este sentido
expresa lo siguiente:
El poder no discute, ejerce su acción. La
política no es sólo discurrir sobre los fines o los
medios, sino que es también operación,
pragmática. Desde este punto de vista, no
vamos a retar al poder sólo con buenos
argumentos: hay que tener ocasión de
hacerlos carne en la opinión pública, y esto se
consigue con medios económicos, publicitarios
y políticos que no dependen de la propia
capacidad para discutir racionalmente. (p. 31).
118
dominante, que implica lo fragmentario, lo mecanicista,
lo excesivamente formal y funcional.
Esta perspectiva es opuesta a la concepción
positivista ya que defiende la unión del
investigador y lo investigado y realizado el
trabajo en forma sistemática a través de un
método flexible y ecológico, orientado a los
valores. Implica un talente democrático, es
imprecindible una implicación grupal y que la
toma de decisiones se realice de manera
conjunta entre quienes han participado en esta
investigación, orientando estas decisiones a la
transformación del medio social desde una
visión crítica. (Moraño Nieto, 2010, p. 4)
121
imaginación creadora, su fantasía mítica y sus
sedimentaciones cognoscitivas.
El ser humano que se asume como investigador
construye su lenguaje como eslabón necesario en el
devenir de sí mismo y de su compresión del mundo. Es
impostergable plantearnos las siguientes interrogantes:
¿Qué tan lejos las formas complejas de la categoría
lenguaje, han dejado marcas en el acto de comunicar el
discurso investigativo?. ¿El carácter de intensidad
escritural que asumen las narrativas en el proceso de
interacción social se resignifican en sus horizontes
investigativos?. ¿Los sujetos que investigan la
problematización de la realidad educativa, sustentan
sus reflexiones en la cultura, la historia, el lenguaje;
aspectos a los cuales se le asignan atributos
categoriales?. ¿Su discursividad identifica las
implicaciones del proceso de globalización educativa, y
desarrolla estrategias para explicar las actuales
circunstancias de la crisis social, cultural y pedagógica?.
¿Su construcción investigativa toma en cuenta la
sociabilidad de los actores educacionales, que regula
todo aquello que en un contexto desempeña funciones
de comunicación de acuerdo a un código establecido?.
122
Subjetividad, Identidad y Sentido de la Vida.
Fertilidad en la Construcción Investigativa.
Es importante reconocer la impronta de la
subjetividad, identidad y sentido de la vida para que
emerja la construcción investigativa donde se
reproducen nuestras biografías personales, entretejidas
a las nociones y exigencias, concepciones y exigencias
académicas. La construcción de la investigación
educativa en su compleja trama de significaciones
educativas delata las sensibilidades, percepciones y
pulsaciones entre los íntimos pliegues de nuestras
representaciones que circulan en la cotidianidad social.
El análisis de la temática de estudio debe responder a
las siguientes puntualizaciones:
1.-Análisis riguroso que debe trascender la
experiencia humana. Considerar el devenir sociocultural
que está enraizado a unas relaciones de dominación,
vinculadas a la naturaleza histórica, antropológica, y
sociológica de los sujetos, que participan en la
construcción del tejido epistémico.
2.-Construir las formaciones discursivas que
atiendan a los procesos de socialización y legitimación
de los espacios educativos, superando las fijaciones
123
conceptuales dicotómicas de reconocernos en el mundo
experiencial de la vida.
3.-Desarrollar plenamente la capacidad heurística
para expresar la imaginación, la ensoñación, la
reflexión, la creatividad, y la crítica, para resistir el
discurso social dominante.
4.-La construcción investigativa apertura la
expresión plena de los ejes categoriales que se
entrelazan como parte del proceso de configuración del
conocimiento. En la medida en que se profundiza la
temática de estudio, se van percibiendo las
experiencias profesionales, el imperativo de la ética del
investigador, la simbolización de todos los aspectos de
la vida, y en conjunto las ideas, las prácticas y
representaciones culturales, sociales, y pedagógicas
que dan sentido a la subjetividad.
5.-La construcción investigativa se constituye en
un constructo cultural, social, político, educativo que
media y traspasa las maneras de sentir, pensar,
valorar, mirar y estar en el contexto histórico-social.
6.-La construcción investigativa se expresa como
ensayo pletórico de signos. Signos que parten en busca
de ejes categoriales de significación. Hay que intimar
con acuerdos de inteligibilidad, que permita desplegar
124
el poder de las palabras, que desbordan
semióticamente al mundo pedagógico.
7.-La construcción investigativa debe organizar un
dispositivo, que a pesar del universo de contrastes,
contradicciones sociales y educativas, procuraremos
subrayar las secuencias, conexiones y continuidades
que nos acercan al corpus teórico y epistemológico.
8.-El sujeto investigador debe desarrollar un
ejercicio hermenéutico en constante búsqueda de la
diversidad conceptual, epistemológica y metodológica.
Es prioritario instituir los mecanismos para reconocer la
heterogeneidad como constituyente de su objeto de
estudio.
9.-El sujeto investigador debe realzar la mixtura
integrativa y procreativa de categorías, que introducen
ingredientes a partir de los cuales se superan las
disociaciones personales.
10.-La construcción investigativa es una sinfonía
de sentidos que se integran, articulan y vinculan a un
movimiento dialéctico de ruptura con el horizonte
figurativo de la modernidad, que como proyecto
entrañaría una oferta textual de incomunicabilidad que
puede ser examinada críticamente para explicar su
inevitable disolución.
125
11.-El sujeto investigador debe asumir una mirada
abarcadora de sentido, sorteando los obstáculos para
poner en evidencia la intervención de la subjetividad.
Se apropia y reapropia de la realidad educativa, con sus
ritmos, coloridos e intensidad epistémica, como
metonimias irrebatibles de un nuevo sentimiento
reconfigurado de potencia gratificadora de la vida.
12.-La construcción investigativa y su narratividad
educativa no se explica por un monismo
epistemológico. Sería importante y necesario explicarla
desde una cohabitación asimétrica y conflictiva de la
diversidad de enfoques epistemológicos.
13.-En una lectura atenta a la producción
intelectual, debemos develar las claves conceptuales,
que explican la dimensión teórica. Las claves
categoriales, que son las que explican la unidad y
coherencia del texto, Las claves gnoseológicas que
explican la elaboración de las teorías que fundamentan
el discurso, Las claves epistemológicas que señalan
el recorrido investigativo que enlaza la producción
textual. Las claves metodológicas que sugieren la
hermenéutica de los horizontes de la postura
investigativa. Las claves axiológicas que dan cuenta
de los valores que funcionan como mediadores que
126
formalizan la significación de la problematización
educacional.
14.-Debemos convertirnos en los hacedores de la
construcción investigativa porque representa nuestro
desafío intelectual. Significa aprehender las riendas de
la propia vida. Es un proceso largo, complejo, difícil, ya
que nos convoca a batallar y salir airoso. Es una
oportunidad de difundir nuestras concepciones
educativas para que se conviertan en cimientes de una
sociabilidad en este siglo XXI.
15.-La construcción investigativa en sí misma
representa una conflictividad para quién la construye,
porque está enraizada a la exquisitez del mundo social,
cultural, ideológico y político del sujeto investigador.
Complejiza nuestra vida social y profesional. Nos exige
desde la dialéctica de lo humano, que se patentice en
su culminación y posterior difusión de sus resultados.
16.-La construcción investigativa constituye un
texto donde se producen unas lecturas de las prácticas
discursivas del autor(a). Además de representar una
sólida sustentación de su andamiaje histórico, su
andamiaje epistemológico, axiológico, gnoseológico y
metodológico. Todo ello, avivados por la entremezcla
127
de la dimensión cognitiva, afectiva, volitiva, simbólica y
creativa.
17.-La construcción investigativa representa el
referente pedagógico, a partir del cual se define y
evalúa el posicionamiento del investigador. En este
marco de significaciones se traspasan tiempos,
espacios, intimidades, relaciones y prácticas que
permiten organizar nuestros deseos, aspiraciones,
desafíos y retos en relación consigo mismo y con el
otro.
18.-La construcción investigativa es un amasijo
socio-cultural-pedagógico. Es también un
acontecimiento de la vida cercana a la dialéctica y a la
complejidad. Cercana a una fuerza innata que impulsa
a construir, configurar, investigar y relacionar. Cercana
a nuestras vivencias, vitalidad y entusiasmo por la vida.
19.-Es fundamental asumir una perspectiva
filosófica, sociológica y antropológica que nos permita
un ejercicio crítico de la constitución de subjetividades,
para explicar el develamiento de ciertos mitos,
confusión, apuestas y cambios. La construcción
investigativa se reconstruye, se modifica, se
transforma, a partir de las significaciones que le son
128
inherentes como parte de la experiencia de vida que
nos define, identifica y relaciona con el mundo.
20.-La reflexión hermenéutica se constituye en el
sustento del discurso. El sujeto investigador lo podrá
afrontar como desafío en un presente de instantaneidad
vivida, donde afloran las metáforas, las metonimias, la
red de textualidades y los diálogos que contribuyen a
que la investigación tenga los niveles de trascendencia
y proyección institucional.
Después de estas veinte claves que ilustran la
complejidad de la construcción investigativa, es
necesario formularse las siguientes interrogantes:
¿Estamos en presencia de una dimensión teórica que se
vincula con la praxis cultural, entre los mecanismos de
una racionalidad comunicativa e intersubjetiva?. ¿En
qué medida sus miedos, temores e inseguridades
representan obstáculos epistemológicos que tienen
implicaciones en el abordaje de su construcción
investigativa?. ¿Cómo evalúa las significaciones de
saberes, los textos, la problematización educativa, los
valores, las construcciones subjetivas en la contribución
para el avance en la profundización de su objeto de
estudio?. ¿A partir de que categorías de análisis y
perspectivas inter-disciplinarias, ha entrado usted en
129
una nueva fase de reflexión y ejercicio hermenéutico
para intentar construir y reconstruir un discurso
posible, mientras nos soñamos plenamente libres?.
¿Está suficientemente motivado, entusiasmado y
dispuesto a recorrer el largo camino que les conducirá a
concluir su investigación. Usted tiene a su favor las
experiencias de vida, las vivencias académicas y
pedagógicas, la formación en investigación, un nivel
muy profundo de las lecturas de los autores vinculados
a su temática de estudio, la calidez humana de sus
compañeros de estudios. Todo ello contribuirá a que la
construcción investigativa se convierta en una utopía
posible?.
Desde el punto de vista de la demanda
cultural, las discusiones actuales parecen
orientar hacia el hecho de que la nueva
sociedad requiere un replanteo de la
formación de la identidad del individuo y de
las naciones, lo cual tiene consecuencias muy
directas, por ejemplo, sobre los contenidos de
la enseñanza, o sobre los rituales frente a los
símbolos patrios, por no agregar también,
sobre la misma idea de “patria‟. En paralelo,
se subraya la importancia de formar
ciudadanos con capacidad para enfrentar la
incertidumbre. (Aguerrondo, 1999, p. 6).
130
La construcción paradigmática, intenta remover
los obstáculos epistemológicos que desde la ideología
dominante y las prácticas educativas tradicionales han
descontextualizado la noción de la Educación.
Pensamos la escuela del siglo XXI desde la perspectiva
ontológica que engloba un concepto intelectualmente
atractivo que puede ser explicado a través de un
enfoque dialéctico porque es evidente que reclama la
concurrencia de aspectos que precisan de ponderadas
reflexiones: poder, historia, mitos, ritos, prácticas
políticas, complejidad, subjetividad,
transdisciplinariedad, etc.
Desde la perspectiva de los estilos de lenguajes,
el discurso del sujeto investigador tiene que asumir
estilos gramaticales más valorativos, congruentes,
concisos y complejos que enuncien los ejes discursivos,
los campos teóricos y los horizontes de investigación,
con nuevas dimensiones de coherencia discursiva y
rigor lógico para reinventar novedosas maneras de
concebir el mundo y de hacer sentir y entender
nuestra singularidad con carga de sentido, capaz de
hurgar en los espacios más recónditos de los rituales
del saber y el poder.
131
Poder y saber se articulan por cierto en el
discurso. Y por esa misma razón, es preciso
concebir el discurso como una serie de
fragmentos discontinuos cuya función táctica no
es uniforme ni estable. Más precisamente, no hay
que imaginar un universo del discurso dividido
entre el discurso aceptado y el discurso excluido o
entre el discurso dominante y el discurso
dominado, sino como una multiplicidad de
elementos discursivos que pueden actuar en
estrategias diferentes.
CAPÍTULO III
EL DISCURSO EDUCATIVO: EXPRESIÓN
ESTÉTICA-REPRESENTACIONAL EN EL PROCESO
INVESTIGATIVO.
La acogida que tiene el discurso educativo viene
dada por los modelos teóricos que se abordan y
confrontan, por la consistencia epistemológica, por la
solidez gnoseológica, por la pluralidad de visiones
estéticas, por la heterogeneidad lingüística, por la
visibilidad de zonas de escisión, clausuras,
emplazamientos, por sus esclarecedoras
argumentaciones y sus puntualizaciones éticas. Cada
acción investigativa propende a ser entonces una
exploración incesante de rupturas, ausencias,
132
reacomodos, atesorados por un movimiento dialéctico
infinito. Por ello de cara a la razón técnico-instrumental
se plantearía superar este sometimiento a través de la
puesta en práctica del paradigma de la complejidad. El
proceso investigativo contiene una heterogeneidad que
le es inherente. Sus modalidades discursivas,
escriturales, están permeadas por representaciones
gramaticalizadas que deben cimentar un diálogo
interdisciplinario de saberes, trasvasado por un
discurso descentrado y una polifonía de géneros. La
discursividad abre franjas para reconocer un estatuto
de unos imaginarios otros, de unos saberes otros, de
unas prácticas investigativas otras. El lenguaje le
permite al sujeto investigador acceder a la apropiación
de los procesos sociales.
Si partimos de la utilización comunicativa de
saber proposicional en actos de habla,
estamos tomando una predecisión a favor de
un concepto de racionalidad más amplio que
enlaza con la vieja idea de logos. (Habermas,
1987, vol I, p.27).
134
interpretar un mundo planetario cuyos cismas han sido
tan hondos y profundos que impactan los procesos
sociales y fundamentalmente los procesos educativos.
La función vital del discurso educativo es coadyuvar a
construir la educación del siglo XXI.
Ser-hombre vendría a significar, por tanto,
tener lenguaje y tener mundo donde ese
“tener” significa algo bien diferente de
“disponer de” o “dominar”. Y esa condición
fundamental implicaría a su vez el ser-unos-
con-otros como determinante del ser-hombre.
Como se indicaba en el pasaje que acabo de
citar, el lenguaje que nos sustenta es en cada
caso la lengua propia, aquella que
aprendemos a hablar y, al hacerlo, ganamos
la familiaridad con lo que nos sale al paso.
Nuestro tener mundo se realiza como
pertenencia a una comunidad vital articulada
por un lenguaje común. (Mesa, 2010, p. 2).
139
El discurso desde esta perspectiva pedagógica
encuentra su total concreción en una sociedad donde se
produzca la acción simultánea de educarse y
sensibilizarse, generando propuestas que trasciendan
más allá del espacio escolar para procurar a través de
la sensibilidad, una conciencia social que procure la
organización de movimientos sociales autogestionarios,
en sintonía con la felicidad, la justicia y la equidad.
La estética, como sustento representacional del
discurso está vinculada al arte que está orientado a
desarrollar y posibilitar en el individuo el sentido de la
plenitud humana, de gratificación de los sentidos y la
vida misma. La poética es, en esencia, una
problematización y un hacer individual y colectivo que
implica involucrarse creativamente en las
transformaciones de su entorno, en el proceso de
cambio social para forjar un aprendizaje
cualitativamente diferente, abierto a la totalidad de la
experiencia cultural. El discurso se expresa como el
simbolismo de la vida en el arte de educar.
141
En definitiva, cada texto, en cuanto género
discursivo, ha de ser considerado según estos
dos puntos de vista que no pueden separarse:
como una práctica discursiva propia de una
determinada esfera de actividad social y como
una construcción verbal con unas
características que reflejan el tipo de
intercambio que se lleva a cabo. (Zajas, 2012,
p. 66).
145
discurso educativo, en el cual no se reproduzcan las
modalidades, fenómenos y representaciones que son
irreductibles a una rigurosa visión disciplinaria. En este
sentido el discurso debe referir las tramas de tejidos
articulados donde lo global y lo local aparecen
expresando la circulación de los saberes.
El discurso pedagógico constituye un dispositivo
para recrear el conocimiento y su mundo social. La
personalidad del investigador con su narrativa rebasa
los marcos estrechos de su mundo privado, ya que se
integra totalmente al mundo objetivo de la civilización,
olvidándose de sí mismo, para compartir y vivir la
magnitud real de sus tareas y responsabilidades
sociales. Con esta acción articuladora, el ser
investigador se proyecta social y educativamente y
tienden a desaparecer las fronteras entre el mundo
objetivo y el mundo subjetivo; con su acto de
compenetración e integración el individuo se olvida de
sí mismo pero se encuentra así con otra dimensión y
significación. La construcción del discurso exige un
aprendizaje y el conocimiento de ciertas reglas. Debe
saber lo que significan los signos, las notas, los
códigos, lo transcendente, el sentido de la frase, la
argumentación: que son aspectos esenciales en la
146
configuración del texto escrito. El discurso es expresión
directa de la voluntad del investigador. En este sentido
ejerce una influencia sobre las actitudes, los
sentimientos, las percepciones y las emociones. El
discurso pedagógico hace referencia a una
representación subjetiva de la realidad con sus
mutaciones político-representacionales, lo cual
implicaría una lectura de lo social, de lo cultural y de lo
educativo.
147
El principio pedagógico es que durante los
primeros doce años de vida debe dársele al niño
la oportunidad de conocer los rudimentos de
muchas disciplinas. Cuando a un chico se le priva
de estímulos y se le confina a un aprendizaje
limitado, se vuelve gris y pierde gran parte de su
entusiasmo por la vida.
Carlos Cuauhtémoc Sánchez Inteligencias y
Multidisciplinas.
CAPITULO IV
148
Dentro de esta perspectiva debe canalizar
esfuerzos para concretar mecanismos formales
que marginen cualquier nivel de coloniaje y
dependencia. Sólo dentro de tal propósito se
podrán revitalizar las ideas de un desarrollo
integral y de la formación de una disposición
abierta hacia las transformaciones sociales.
(Guédez, 1975, p. 11)
154
De acuerdo a esto Burton (1981) citado por
Dorrego (1993) refiere que estas teorías conductuales
tienen una marcada incidencia en la planificación del
proceso enseñanza-aprendizaje y el diseño de la
instrucción de manera general, sostiene que esto:
Requiere establecer metas y objetivos
medibles (evaluación de necesidades y
análisis de metas); descomponer los objetivos
terminales (análisis de tareas); ordenar las
metas de manera que reflejen cómo el
modelaje hacia un objetivo final, o si está en
efecto un programa conjuntivo o encadenado
(secuencia de la instrucción); considerar que
los estímulos deseados sean presentados;
prever las consecuencias
(retroalimentación...) (p. 17).
161
Las aportaciones de la psicología genético-
cognitiva son hoy en día imprescindibles para
comprender la complejidad del aprendizaje humano en
el contexto educativo en general y en el proceso
investigativo de manera particular. Se destacan en este
sentido el constructivismo de Piaget, el aprendizaje
significativo de Ausubel, el aprendizaje en libertad de
Rogers y el aprendizaje por descubrimiento de Bruner.
El aprendizaje significativo: Este tipo de
aprendizaje se opone al aprendizaje mecánico,
repetitivo, memorístico. Ocurre este aprendizaje
cuando las nuevas informaciones se enlazan con las
existentes en la estructura cognoscitiva del que
aprende. Al respecto Lejter (1990) explica que:
Ausubel ve el almacenamiento en el cerebro
humano como un proceso altamente
organizado en el cual se forma una jerarquía
conceptual, donde los elementos más
específicos del conocimiento se anclan a
conocimientos generales. La estructura
cognoscitiva es, entonces, una estructura
jerárquica de conceptos, producto de la
experiencia del individuo (p. 12).
163
almacenado por el alumno no puede ser aprendida, ni
retenida, ésta pierde significación para él.
Se distinguen tres dimensiones para que ocurra
un aprendizaje significativo: lógica, cognitiva y afectiva.
La planificación del proceso enseñanza-aprendizaje se
orienta por la planificación de dos actividades
esenciales: En primera instancia se debe conocer la
estructura ideativa y mental del alumno, y la
disposición positiva-afectiva que involucra lo
motivacional, emocional y actitudinal hacia la
adquisición de nuevos conocimientos, por lo cual se
deben tomar previsiones para estimular el aumento de
éstos. En segunda instancia, el docente que maneje
esta teoría debe presentar un material didáctico
altamente significativo, que pueda estimular la
interrelación entre las experiencias del alumno y los
nuevos conceptos dados. Su papel de acuerdo a
Marmolejo (1997), es el de:
Un facilitador del aprendizaje, quien
establece y estructura los contenidos del
material a ser aprendido, los cuales son
organizados técnicamente para lograr la
efectividad del aprendizaje con un mínimo
tiempo y esfuerzo por parte del aprendiz.
Igualmente hace énfasis en la necesidad de
evaluar los objetivos, métodos y materiales y
164
su relación con los resultados del aprendizaje,
lo que permitirá introducir o no
modificaciones en el currículum. (pp. 24-25).
165
Tengo un concepto negativo de la enseñanza.
¿Por qué? Creo que hace todas las preguntas
equivocadas. Cuando pensamos en enseñar,
surge la pregunta de qué enseñaremos. ¿Qué
necesita saber una persona desde nuestro
superior punto de vista? Me pregunto si en
este mundo moderno tenemos el derecho de
presumir que somos sabios sobre el futuro y
que la juventud es tonta (...). La enseñanza y
la transmisión de conocimientos tiene sentido
en un mundo estático. Por esa razón ha sido
una actividad incuestionable durante siglos.
Pero el hombre moderno vive en un ambiente
de cambio continuo. Estoy seguro que la física
que se enseña hoy a los estudiantes habrá
sido superada en una década... La química, la
biología, la genética y la sociología están en
un proceso tal que cualquier afirmación casi
con seguridad habrá sido modificada en el
momento en que el estudiante se halle en
condiciones de aplicarla... (Rogers, 1975, pp.
89-90).
167
1. Autenticidad en el facilitador del
aprendizaje: Cuando el facilitador es una persona
auténtica, obra según es y traba una relación con el
estudiante sin presentar máscaras o fachadas, su labor
será proclive a alcanzar una mayor eficiencia. Esto
significa que tiene conciencia de sus experiencias, que
es capaz de vivirlas y de comunicarlas si resulta
adecuado. Significa que va al encuentro del alumno de
una manera directa y personal, estableciendo una
relación de persona a persona. Significa que es él
mismo, que no se niega.
2. Aprecio, aceptación, confianza: Existe otra
actitud característica de los que tienen éxito en la
facilitación del aprendizaje. Hemoa observado esta
actitud; sin embargo, es muy difícil darle un nombre,
por eso utilizaré varios. Pienso que significa apreciar al
alumno, pero no de una manera posesiva. Significa la
aceptación del otro individuo como una persona
independiente, con derechos propios. Es la creencia
básica de que la otra persona es digna de confianza o
cualquier otro nombre, esa actitud se manifiesta en una
cantidad de formas. El facilitador que adopta esa
actitud podrá aceptar totalmente el miedo y las
vacilaciones con que el alumno enfrenta un nuevo
168
problema, como también la satisfacción del alumno por
sus progresos.
3. Comprensión empática: Cuando el maestro
tiene la capacidad de comprender desde adentro las
reacciones del estudiante, cuando tiene una percepción
sensible de cómo se presenta el proceso de aprendizaje
en el alumno, entonces podrá facilitar un aprendizaje
significativo. Esa actitud de ponerse en el lugar del
otro, de ver el mundo desde el punto de vista del
estudiante es casi inaudita en el aula tradicional, donde
es posible escuchar miles de interacciones sin encontrar
un sólo ejemplo de comunicación clara, sensible y
empática. Pero, cuando esto ocurre, tiene un efecto de
total liberación (Rogers, 1975. pp. 91-96).
Señala que sólo se podrán lograr estas tres
actitudes y se llegará a ser un facilitador del
aprendizaje si se tiene una profunda confianza en el ser
humano y sus potencialidades. Cuando se crea, aunque
sea en menor escala, un clima de autenticidad,
apreciación y empatía en la clase; cuando se confía en
las tendencias constructivas del individuo y del grupo,
entonces se descubre que se ha iniciado una revolución
educacional. El resultado es un aprendizaje
cualitativamente diferente, con un ritmo distinto, con
169
un grado mayor de penetración. Sus vivencias
negativas, positivas, confusas pasan a formar parte de
la experiencia del aula. El aprendizaje se vuelve vital.
Cada estudiante, a veces con placer y otras con
resistencia, se convierte, a su modo, en un ser que
aprende y cambia constantemente.
Esta concepción Rogeriana cambió en algunos
docentes su concepción tradicional del proceso
didáctico, por uno más humanista, centrado más en el
estudiante que en el profesor, el cual se transforma en
un facilitador de los procesos de aprendizaje. Por ello
debe: 1) Poner en práctica en sus relaciones
interpersonales con el alumno un clima de libertad; el
cual puede lograrlo con la práctica de las actitudes
personales que así lo permitan y construir la libertad en
clase de acuerdo a su propio estilo y la libre interacción
con sus estudiantes. 2) Ensayar métodos para que el
alumno pueda percibir el clima de libertad en el aula,
tales como: Construir conocimientos sobre problemas
percibidos como reales y que sean significativos para el
alumno; proporcionar toda la clase de recursos para
que el aprendizaje sea vivencial y adecuado a las
necesidades del estudiante; poner en práctica la
modalidad de contratos de aprendizaje, lo cual permite
170
al alumno fijarse un objetivo y planificar lo que desea
hacer; estructurar grupos de estudio bajo la concepción
de la dinámica de grupo, respetando los individuos que
así no lo desean; promover las condiciones
investigativas en el alumno; practicar ejercicios
vivenciales como un recurso que permita al alumno
simular situaciones de la vida real, considerando la
indagación de información y la toma de decisiones; y la
autoevaluación, estimulando la responsabilidad del
alumno en decidir los criterios que le resultan más
importantes ser evaluados, así como la asignación de
las calificaciones. (Vásquez de Lárez, 2002, p. 76).
El aprendizaje por descubrimiento:
Esta concepción teórica se la atribuye a Jerome
Bruner, quien sugiere que una enseñanza efectiva
surgirá solamente de la comprensión del proceso de
aprendizaje y el estudiante participa activamente en un
ambiente propicio de aprendizaje por descubrimiento
orientado por el docente quien facilita los medios
necesarios para que el alumno vaya al encuentro del
conocimiento. La aplicabilidad de esta teoría de Bruner
al proceso didáctico involucra aspectos fundamentales,
como son:
171
1. Un aspecto motivacional que explica qué
experiencias desarrollan predisposición para el
aprendizaje.
2. Un aspecto estructural: es la organización
teórica de los conocimientos en una forma óptima que
pueda ser comprendido por los alumnos de acuerdo a
su nivel o capacidad de entendimiento.
3. Un aspecto de secuencia: aplicación de
criterios de organización de un contenido determinado
que permita la eficaz apreciación de la estructura.
4. Un aspecto de refuerzo: recompensas y
castigos han de ser especificados y programados en el
intento fundamental de pasar de recompensas
inmediatas y extrínsecas a recompensas diferidas e
intrínsecas tan pronto como sea posible. (Bugelski,
1974, pp. 360-361).
El punto de vista de la Psicología Genético-
Dialéctica, se desarrolla a partir de los principios
psicológicos del materialismo dialéctico de la escuela
soviética. La producción teórica en este sentido ha
incidido notablemente en el campo de la didáctica, con
sus aportes en el aprendizaje y el desarrollo cognitivo
del alumno, explicados por la escuela soviética desde
una concepción histórica y dialéctica. Los aportes
172
significativos de Lev Vygotsky, en oposición a Jean
Piaget, afirman que al desarrollo sigue el aprendizaje.
Es precisamente esta concepción la que lo diferencia de
la teoría genética del desarrollo.
Para la psicología dialéctica, la concepción
piagetiana de los estadíos es más bien una
descripción que una explicación del desarrollo
(...). Lo verdaderamente definitivo es como
cada individuo atravesó dichas etapas, que
construyó en ellas, que actividades realizó,
etc. (Gimeno, 1996, p. 50).
173
histórica. Para este psicólogo soviético todo tipo de
aprendizaje que el niño realiza en la escuela tiene
siempre una historia previa. Al iniciarse en una nueva
área de conocimiento previamente ya estos niños han
tenido alguna experiencia relacionada con estos nuevos
conocimientos impartidos por el docente.
Según esta psicología genético-dialéctica, el
desarrollo humano es un proceso mediante el cual el
individuo se apropia de la cultura históricamente
desarrollada como resultado de su actividad. Esta
apropiación se produce por dos situaciones
fundamentales: 1) La actividad y 2) la orientación:
Es en la actividad que el niño se vincula con
los objetos del mundo que lo rodea y en la
que asimila no sólo el contenido de la
experiencia cultural, sino también los medios
del pensamiento, los procedimientos y las
formas de comportamiento cultural, sin
embargo el éxito de la actividad depende de
la calidad de la orientación recibida, sin la
cual los objetos estarán despojados de su
función social. Es gracias a la orientación que
el niño descubre que la cuchara, el juguete, el
creyón tienen un uso determinado, y que es
necesario desarrollar ciertas habilidades para
utilizarlas exitosamente (García, 1997, p. 21).
179
Además, es también una estrategia útil para
aprender a aprender permitiendo al alumno amplificar
su capacidad de aprendizaje en cualquier área de
conocimiento. Dentro de la Programación
Neurolingüística se aplica «el Aprendizaje Dinámico»
que según Dilts (1997):
Utiliza los principios de modelado y los
instrumentos de la Programación
Neurolingüística (PNL), para desarrollar las
habilidades naturales de aprendizaje mediante
la percepción consciente, la exploración y el
descubrimiento. Uno de los presupuestos
fundamentales es que cuando se «aprende» se
utiliza el cerebro y otras partes del sistema
nervioso, y eso pareciera que es más
complicado de lo que parece. (p. 20).
180
este se produce; va a estar relacionado con creencias,
valores, identidad personal, autoestima y con el
contorno. Este último a la vez que puede ser un
estímulo y un apoyo para el aprendizaje, también
puede ser perjudicial, en el caso de las limitaciones
ambientales y físicas en un aula que dificultan la
interacción docente-alumno. El entorno lo relacionan
con el «donde» y el «cuando» del aprendizaje, con
prácticas autoestimuladas y autodirigidas que
representan el «cómo» del aprendizaje. Es en este
último nivel donde se aplica la esencia teórica-práctica
del Aprendizaje Dinámico; comprende el desarrollo de
habilidades personales y aplicación de estrategias que
se necesitan para aprender nuevos comportamientos, lo
cual responde al “qué” del aprendizaje. Según Dilts
(1997):
Las estrategias del Aprendizaje Dinámico
también abordan la función de las «relaciones»
en el proceso de aprendizaje. En este marco,
La P.N.L. es quizás el único modelo psicológico
que ha elaborado una tecnología en torno al
proceso del «cómo». «Cómo» comunicar,
establecer y desarrollar relaciones con el
entorno sociocultural”.(p, 18). Sergio Tobón
en el texto ¿Cómo Formar Ciudadanos Éticos”
expresa:”Todos los seres humanos tenemos
un proyecto de vida, pero no todos tenemos
181
un proyecto ético de vida sólido. Para
conseguirlo, necesitamos de la participación de
la familia, la sociedad y las instituciones
educativas. (p. 26).
CAPÍTULO V
COMPLEJIDAD PEDAGÓGICA: LA
COMUNICACIÓN CLAVE PARA INTERPRETAR LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.
Actualmente se viene imponiendo la revisión
progresiva del concepto de la comunicación, con la
finalidad de insertarlo en las tendencias
contemporáneas del proceso educativo. A a la
comunicación se le asigna su papel decisivo en la
contribución para la transformación de las estructuras
formales y organizacionales del sistema educativo .El
umbral del nuevo siglo está imponiendo un concepto de
complejidad pedagógica incorporado conceptual y
funcionalmente al proceso de cambios socioculturales,
que asegura la superación de problemas
socioeconómicos y la formación de un hombre integral
183
con permanente actitud crítica. Para atender tal
imperativo se hace necesario una comunicación
consustanciada con nuevos ideales y con una profunda
fe en la posibilidad del hombre para crear e innovar en
función del acontecer constante dentro del mundo de la
ciencia y la tecnología, pero también dentro del
complejo social donde le toque actuar.
Por ello, la comunicación como clave en la
investigación educativa debe desarrollar la capacidad
epistémica, que signifique interpretar y desarrollar con
sensibilidad social y ética, los procesos de cambio en su
entorno local, regional y nacional. La comunicación
debe orientarse a desarrollar y posibilitar en el
individuo el sentido de la pertinencia social. El hombre
como sujeto y actor de su realidad sociohistórica debe
conquistar su escenario a favor del cambio educativo,
de la conservación y desarrollo de los recursos
naturales en el contexto de la responsabilidad de
incrementar su nivel de aspiraciones y de redefinir su
capacidad creativa.
La complejidad pedagógica articulada con la
comunicación en el contexto de la racionalidad
sociocultural y científica emergente debe constituirse en
un factor dinamizador de una nueva conciencia social,
184
que implique para el individuo una postura que ha de
coincidir con las necesidades y perspectivas de la
realidad socio-cultural en constante desarrollo y con las
tareas que la transformación social le ha de plantear.
La comunicación en el umbral de este nuevo siglo debe
promover su espacio de reflexión, concebido como la
perspectiva de construir un sólido soporte pedagógico
para dar respuestas a las implicaciones políticas del
quehacer educativo, a la vez que contribuya en forma
decisiva a develar las condiciones de desigualdad y
diferencia escolar.
Como respuesta a la práctica capitalista de la
educación
El acto de enseñar es una actividad multifacética,
donde una adecuada preparación didáctica ayuda al
profesor en su acción docente. Asimismo, se considera
de manera general, que el desarrollo de habilidades,
en el aula, se corresponden con el manejo teórico y
práctico de situaciones relacionadas con la
comunicación e interacción en el aula, con la aplicación
de técnicas de motivación que reduzcan ambientes
negativos por ambientes positivos; con acciones
motivacionales desde la perspectiva del docente; el
manejo del liderazgo y el poder en el aula, conferido
185
por su saber y la posición que ocupan como docentes
dentro de una institución educativa.
En consecuencia, la investigación será el
elemento que va a permitir conocer la realidad
para conectarla con las necesidades cognitivas
de los estudiantes, ya no como simple
referencia a un “contenido programático”, sino
como una alternativa donde lo real formará lo
vital del proceso de enseñanza y aprendizaje.
(Sánchez Carreño. 2010, p. 150).
187
La interrelación entre el Proceso
Investigativo y Estrategias Comunicativas en el
aula
El desarrollo de las capacidades para la
comunicación sustantiva y humana se logra mediante el
diálogo, la argumentación, el juego de la negociación,
el análisis y la solución de problemas que propicia el
rescate del sentido de la vida al conferirle un sentido de
propósito a las acciones que se emprenden en función
de mejorar las condiciones del entorno. La
comunicación tiene sentido en el ámbito de lo social,
trasciende la subjetividad al promover el desarrollo del
lenguaje. Se potencia su fuerza creadora que, en este
marco, puede interpretarse como la producción de
nuevos conocimientos. Asimismo, exige que el discurso
sea lógico, útil, lo cual rescata y valoriza el entorno por
mediación del discurso crítico en respaldo a la conquista
de los ideales de integración social, racionalidad.
Revalorizar la autonomía y libertad implicaría asumir
los retos y desafíos de la complejidad en esta
contemporaneidad. La función comunicadora del
docente trasciende el aula para convertirse en
acompañamiento reflexivo generador de nuevas
188
interrogantes cuyo horizonte convoque los valores de
investigación, producción y desarrollo social.
Aguirre interpretando a Bourdieu, sostiene que
se podría decir que la comunicación social para
ser abordada como escenario de la
investigación empírica, y bajo la necesidad de
lograr una lectura adecuada de la realidad,
tendría que incluir el análisis de la relación
entre las posiciones sociales (concepto
relacional), las disposiciones (los habitus) y las
tomas de posición de los agentes sociales que
integran un espacio social dado (Bourdieu,
1988, p,29).
194
la sinergia y de interdependencia. Se
revaloriza el rol del docente (p. 338).
195
del diseño de instrucción y de cada uno de sus
elementos, siendo uno de sus representantes
principales: Szczurek (1989), según este autor:
«el diseño de la estrategia instruccional es un
proceso más complejo que la decisión sobre lo que
comúnmente se llama «método» de enseñanza o de
enseñanza-aprendizaje» (p. 14).
Las estrategias metodológicas constituyen un
conjunto de acciones que pone en práctica el docente
en el aula de clases, permitiendo el desarrollo del
aprendizaje. Si las estrategias facilitan el proceso
enseñanza-aprendizaje, éstas pueden ser definidas
como un plan para lograr los objetivos del aprendizaje.
Para esto el docente domina ciertas técnicas o
habilidades de enseñanza. Según Smith (citado en
Cooper, 1993), un docente bien entrenado está
preparado en las siguientes áreas:
1.-Dominio del conocimiento teórico acerca de las
teorías de aprendizaje y la conducta humana.
2.-Determinar las actitudes que promueven el
aprendizaje.
3.-Conocimiento de la materia que se va a
enseñar.
196
4.-Repertorio de técnicas de enseñanza que
facilite el aprendizaje de los alumnos.
De manera general las investigaciones
pedagógicas de acuerdo a lo planteado por Ruiz (1992),
han determinado tres estrategias de enseñanza dentro
de la formación del sujeto:
La Directa: sistemática o activa, donde el
docente prevé las actividades mediante un
programa estructurado con anterioridad. Las
características sobresalientes en esta teoría son:
la influencia directa del docente sobre los
estudiantes, uso del método deductivo,
realimentación genérica y evaluación
predominantemente sumativa.
La Cooperativa: ayuda a mejorar de
manera significativa los logros académicos, así
como a desarrollar habilidades sociales e
investigativas, aplica evaluación diagnóstica
formativa. Lo que la distingue de otras
actividades son los objetivos grupales, la
responsabilidad individual, iguales oportunidades
de éxito y el uso del método inductivo.
La Individualizada: su propósito es el
cumplimiento de tareas específicas de
aprendizaje, a través de tutoría, instrucción
programada, autoaprendizaje, desarrollo de
programas y materiales para el aprendizaje
independiente, donde los estudiantes avanzan a
su propio ritmo. (p. 16. El subrayado es nuestro)
De manera particular al centrarse estas ideas en
una situación de instrucción en el aula, se pueden
197
establecer como componentes fundamentales de ese
proceso: elemento directrices, estudiantes, docentes,
medios y otros recursos, evaluación y estrategias. La
estrategia instruccional, Según Szczurek (1989)
“constituye el «cómo» del proceso instruccional, es un
conjunto de acciones deliberadas y arreglos
organizacionales para llevar a cabo la situación de
enseñanza-aprendizaje. Comprende: técnicas
instruccionales, actividades, organización de la
secuencia, organización de grupos, del tiempo y el
ambiente”. (p. 19).
Durán y otros (1996), reconocen la existencia de
estrategias motivacionales que permitan crear un
ambiente propicio para el aprendizaje, donde la función
del docente se define como un orientador y motivador
de actitudes que estimulen la capacidad del alumno
para aprender.
El sujeto que se involucra en un proceso
investigativo desarrolla un conocimiento global y
aplicación de las últimas tendencias en relación a los
enfoques investigativos; lo que conduce a una
actualización permanente en diferentes áreas del
conocimiento. En el aula el profesional de la docencia
debe combinar estrategias de comunicación que
198
permitan estimular el hemisferio cerebral izquierdo
(lógico), así como el derecho (artístico); es decir, donde
se combina la lógica con la creatividad, el orden con la
lúdica, la razón con la música. Implica incursionar en
teorías relacionadas con: Programación Neurolingüística
(O’Connor, 1994). Superaprendizaje (Ostrander, 1992),
uso del Cerebro Tri-uno (Austin de Beauport, 1994), El
Arte de Enseñar con Todo el Cerebro (Heller, 1995),
Didáctica Centrada en Proceso (García, 1992).
Estas últimas corrientes dentro del proceso
investigativo refieren que el énfasis dentro del proceso
educativo está centrado en dar información y en
contenidos, desconociéndose o no dándole importancia
al papel esencial de la actividad del individuo que
aprende, en la construcción del conocimiento. El papel
del docente, en lo que respecta a la enseñanza, es el de
Mediador de Aprendizaje.
Un mediador de aprendizaje según García
(1992) citando a Feuerstein (1980):
Cualquier persona que se interpone entre el
organismo, que es sujeto de mediación y el
mundo de estímulos que le rodea e interacción
con él, con la intención deliberada de producir
cambios en su estructura cognoscitiva. (p. 7).
199
Luzardo (1991), informa sus experiencias en el
campo educativo con respecto al Aprendizaje Acelerado
o superaprendizaje, donde se utiliza la música para
estimular las frecuencias Alfa del cerebro; actividad
ideal para un mayor aprendizaje y relajación.
Investigadores en esta área se dieron cuenta que un
tipo concreto de música (La Barroco) produce un efecto
psicofísico y crea un estado de mente alerta y cuerpo
relajado; se atenúan los ritmos corporales y los lleva a
niveles de mayor eficacia. El relajamiento provocado
por la música aporta beneficios para la salud,
eliminando la fatiga, la tensión y estimulando el
bienestar físico y social; se produce una situación de
cuerpo relajado y mente alerta. Las aplicaciones de
esta teoría a nivel de Educación Superior y Básica,
combinada con el uso de la Teoría del Cerebro Triuno,
lograron según Luzardo (1991),
Incrementar el rendimiento académico de los
alumnos: Los elementos utilizados fueron:
formación de los maestros en esta teoría;
introducción de la música con el fin de
disminuir el stress, la angustia; aplicación de
técnicas de relajación; ambientación del aula
combinando colores y formas (p. C-4).
Bolívar (1995) señala: “los docentes se han
preocupado más por saber cómo enseñar que por
200
el cómo aprenden sus alumnos. Las tendencias
pedagógicas buscan cada día más entender cómo
cada individuo procesa la información recibida”(p.
C-1).
Las estrategias y el modelo de comunicación
en Programación Neurolingüística
La Programación Neurolingüística (O’Connor,
1994), como modelo de comunicación, busca describir
y sistematizar el lenguaje verbal y no verbal de las
personas, y cómo utilizar sus propios recursos en una
forma óptima. Se sostiene en esta tendencia que con el
lenguaje, que se origina en el cerebro, se afecta al que
lo emite y al mismo tiempo influye en quienes se
encuentran a su alrededor; es por ello que se necesita
a un docente que esté dispuesto también a asumir un
nuevo paradigma de aprendizaje que pueda diseñar
estrategias a partir de la exploración de procesos
experienciales, basándose en el enfoque teórico de la
Programación Neurolingüística (P.N.L.), la cual se
concibe como:
Un modelo que mediante su uso se
intenta describir, explorar, sistematizar los
aspectos verbales y no verbales de la
interacción humana y que contribuyen de
alguna forma a producir el cambio en la
201
acción personal y profesional con incidencia
en su contexto. En este enfoque la conducta
se concibe como el resultado de complejos
procesamientos neurofisiológicos de la
información percibida por los órganos
sensoriales, procesamientos que son
representados, ordenados y sistematizados en
modelos y estrategias, a través de sistemas
de representación del lenguaje. Tales
sistemas tienen componentes que posibilitan
acceder en la experiencia de las personas y
que pueden ser intencionalmente organizados
(programados) para alcanzar ciertos
propósitos específicos (Losada, S/F, p. 15).
209
Tienes dos maneras de leer tu vida. Como si
todo fuera un milagro, o como si todo lo es.
Albert Einstein.
CAPÍTULO VI
FRONTERAS DISCIPLINARES: SEÑAS DE
IDENTIDAD Y PARADIGMAS DE LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.
El abordaje de la construcción investigativa,
requiere del investigador mucho sosiego, tranquilidad
espiritual y paz consigo mismo. Nos asalta
permanentemente un sentimiento de encontrarnos a
veces, con un asomo vago, impreciso e indefinible de
nuestras reflexiones sobre la manera de construir
nuestras ideas y argumentaciones que refieran la
significación de la temática de investigación. Pero ello
es fundamentalmente necesario, para re-encuadrar los
tropiezos iniciales. Debemos asumirnos irreverentes,
soñadores, obstinados y animarnos para escribir
nuestra investigación como unos compases rítmicos
simétricamente flexibles. La construcción investigativa
es una sinfonía de una prístina narrativa,
entremezclada con palabras y gestos imborrables; con
invitación a trillar imaginerías. Escribir líneas con
infinito tanteo que le dé savia y textura a un
210
compendio de nuestros ahogos y a nuestra vocación de
expresar un anagrama de narrativa tierna, cargada de
intrepidez, de reconocida irreverencia, en clave de
galantería, entrañable y conversacional.
Construir una investigación educativa es
descifrar una trama desigual, contingente,
heterogénea, contradictoria e inédita. Es descifrar el
mundo educativo que hibrida tiempos, identidades,
idiosincrasias. Es descifrar unos ejes categoriales que
se entretejen con lo profundamente heterogéneo de
unos sujetos que dialogan, conflictiva y desigualmente
en un mismo contexto histórico-social. La
heterogeneidad es inherente a la investigación
educacional, porque en ésta, se forja una hermenéutica
de las complejidades y una racionalidad hegemónica
que intenta imponer una convivencia de
homogeneidades.
La sociología y la construcción de la
investigación educativa como imperativo ético y
estético.
Debemos transitar un horizonte hacia el rescate
de una nueva discursividad que sentimos como una
opción emergente en este mundo complejo e incierto.
La sociología responde a las inquietudes que aluden a la
211
necesidad de reivindicar y recuperar el discurso de las
pluralidades culturales incrustadas en contextos
históricos-sociales irresueltos y fluctuantes. La
sociología está planteándose nuevas posibilidades de
leer la realidad social, para tensar la legibilidad que la
ubique más allá de los horizontes estéticos-
hermenéuticos en boga. Se ha insistido que la
sociología debe asumir el imperativo categórico de
dialogicidad como enunciación de remozamiento y
profundización en la investigación de las nuevas
realidades en donde se involucra el sujeto
contemporáneo. Vendrell (2012), manifiesta:
212
La sociología intenta buscar explicaciones a la
disociación social, haciendo parte de una mayor
búsqueda donde se integra la antropología, la historia y
la psicología. La disociación social se quebranta y
fragmenta por las rupturas y discontinuidades de un
orden establecido mutante, inasible, catastrófico. Una
emancipación en este sentido supondría la adopción de
un conocimiento, una voluntad y una acción como
límite moralizador. Vendrell (2008), expresa:
213
La construcción investigativa debe mirar con
atención las nuevas grafías y códigos
representacionales de formas culturales y sociales,
aunado a la presencia de una ciudadanía planetaria,
con pleno derecho de expresión y acción. Estamos en
presencia de una realidad que experimenta sensaciones
envolventes y enervantes; que sugieren las tendencias
de un mundo desolado espiritualmente, sacudido por el
anonimato, el individualismo y el aturdimiento que
prefiguran la nueva sociabilidad del siglo XXI.
219
La construcción investigativa es una innovación
epistemológica-escritural permeada por una profusa
constelación de voces e historias múltiples. Por
consiguiente se hace necesario historiar el conocimiento
fundante de nuestra exploración investigativa.
El concepto de interés del conocimiento nos
muestra la relación que existe entre Teoría
del Conocimiento y Teoría de la Sociedad;
ambas teorías se necesitan una a la otra para
su conformación. La Teoría del Conocimiento
es al mismo tiempo una Teoría de la
Sociedad, porque los intereses por el
conocimiento sólo pueden fundamentarse
desde una teoría social que conciba la historia
como un proceso en donde el ser humano se
autoconstituye y genera esos conocimientos
en ese mismo proceso. La Teoría de la
Sociedad, por su parte, necesita de la Teoría
del Conocimiento, porque el desarrollo
histórico de la sociedad sólo puede
comprenderse a partir de los conocimientos
generados por ella en las dimensiones
técnicas y sociales.(Alvarado y García, 2008.
p. 7).
220
historia, subvierten los cuerpos, nutren la subjetividad.
Guichot Reina (2006), con relación a la significación de
la historia expresa:
Los procesos educativos se han ido ajustando
a los cambios experimentado por la
Humanidad y pueden ser analizados en su
evolución. Si bien la educación, concebida en
sentido general como proceso de desarrollo
del hombre desde sí mismo y desde los otros,
es un fenómeno histórico porque desde los
orígenes humanos se constituyó como
proceso necesario para el sujeto, es, a su vez,
un fenómeno de carácter histórico propio por
cuanto la variabilidad respecto a su
funcionalidad, a sus fines, ha determinado, en
ocasiones, el propio desarrollo de la historia
del hombre. Ésta es la razón de la
importancia del conocimiento del pasado y del
uso y consideración que a través del tiempo
se ha tenido de tal acontecimiento, ésta es la
importancia, pues, del estudio de la Historia
de la Educación. (p. 16 ).
224
Al reconocer el contacto y la significación de la
interculturalidad se le otorga sentido al saber
antropológico y a la práctica investigativa etnográfica.
La investigación educativa tiene que estar imbricada
con un nivel profundo de teorización, para poder
establecer una articulación dialéctica, entre las formas
concretas de los fenómenos educativos y el nivel de
abstracción lógica que da muestra el sujeto
investigador desde su racionalidad intersubjetiva. La
investigación es una construcción categorial que
vehicula teoría y realidad, para captar la
conceptualización del fenómeno pedagógico como
totalidad. El estudio antropológico como compromiso
investigativo está orientado a descifrar los paisajes de
sentido en esta contemporaneidad, donde lo importante
son los sujetos con sus angustias, sus desafíos y retos.
La localidad con sus vivencias y experiencias colectivas.
La cotidianidad como expresión de pluralidades,
convivencia cultural e interculturalidad. Y además se
debe privilegiar la articulación y conexión de los modos
y estilos de vida con las manifestaciones y prácticas
individuales y colectivas.
Igualmente un ejercicio y tarea antropología se
explicaría desde tres vertientes. La primera, permitiría
225
la interpretación y comprensión de la heterogeneidad y
diversidad de racionalidades: el conocimiento de una
trama axiológica, lenguajes inéditos, sensibilidades
culturales y prácticas sociales. Segundo, es importante
evitar la explicación educativa, desde la antropología
bajo parámetros rígidos y etiquetas simplificadoras que
impiden la comprensión de esta disciplina. Es esencial
cuestionar y desmontar la concepción etnicista, que
contrapone individuo y grupo, estructura y sujeto,
cultura y procesos educativos, lo individual y lo
compartido, lo público y lo privado. Tercero, reconocer
que la diversidad que supone la confluencia de culturas,
procesos de cambios, e hibridación de géneros, no
están al margen de los dispositivos de poder, recreados
por sujetos sociales que la protagonizan, reproducen
los conflictos, los procesos de exclusión y asimilación.
Desde la antropología se considera que la cultura
compleja, cambiante, contingente, integrada y a veces
contradictoria es un atributo, muy poco comparable con
la visión de jerarquización de humanidad y progreso
universal que defendió e impuso el concepto ilustrado
de civilización. Es importante inquirir: ¿Cómo configura
la constitución de imaginarios y la difusión de
incertidumbres, valores, saberes, identidades; desde
226
una perspectiva antropológica que dinamiza la
viabilidad de la construcción investigativa? ¿De qué
manera la antropología da cuenta de la producción
textual, con el posicionamiento de la riqueza cultural de
nuestras comunidades? ¿Cómo se instalarían las
categorías de análisis, en este espacio social que lo
define la aldea planetaria, sin vigorizar el espacio local
en donde se construyen relaciones de acercamiento
mucho más vitales, estrechas, con y entre los
ciudadanos?. ¿Cómo vincula la antropología con las
subjetividades y la praxis cultural de cara a un paisaje
cada vez más unipolar?.
La Lingüística: El lenguaje como matriz del
pensamiento
230
La eficacia social del lenguaje radica en gran
medida en la función valorativa y enjuiciadora
del discurso, que en condiciones apropiadas
permite influir sobre las más diversas
audiencias, incidir sobre las coyunturas y
modificar las relaciones sociales. (Mena
Ledezma, 1999, p. 9).
231
El lenguaje humano tiene una variada gama
de facetas, las cuales han tratado de ponerse
en evidencia en las distintas interpretaciones
que de él hacemos. Si miramos el lado del
sujeto hablante daremos relevancia a la
expresión. De ahí nace una visión poética y
hermenéutica del lenguaje. En cambio, si nos
detenemos en el efecto que la palabra tiene
en quién la recibe, tendremos la retórica y la
comprensión del lenguaje desde ella, como
ocurre con los sofistas y en toda la
Antigüedad justo hasta San Agustin. Si se
destaca el lenguaje referido a la idea, al
pensamiento, entonces tenemos el lenguaje
como representación. Si tenemos en cuenta,
desde la subjetividad, sus necesidades,
tendremos el lenguaje como expresión la
necesidad. (Rojas Osorio, 2006, p. 9).
233
Los saberes, conocimientos, categorías que
dominan el estatuto doctoral, se ha constituido por las
imposiciones de una lógica de la dominación social y
por un discurso cientificista que ha desdibujado los
alcances sociales de la construcción investigativa.
Tradicionalmente ésta ha sido permeada por una lógica
de poder, una lógica de la dominación que reproduce el
orden social y que ha utilizado la razón técnica en la
explicación y fundamentación de los procesos
educativos. En la construcción investigativa se han
ejercido los dispositivos de poder abiertamente, pero
ese poder ha comenzada a agrietarse y han emergido
ciertas fuerzas de cambio social, transformaciones
estructurales, y el sujeto investigador ha desarrollado
ampliamente su capacidad heurística.
La ciencia política ha sido también sometida a
los rigores de la racionalidad dominante. En la
contemporaneidad retorna con un vigor renovado para
explicar el surgimiento de los nudos críticos que se
expresan en la realidad social y la realidad educativa.
La representación de la política puede ser entonces,
analizada como una categoría especialmente sensible a
las conflictividades y segmentaciones sociales y
económicas. La política puede contribuir a armar una
234
posible genealogía de las políticas educativas, de los
modos de representación, de las mediaciones
sociopolíticas que se expresan como ejes categoriales
en la temática de estudio. La política insta a la
interpretación y a la deconstrucción de la práctica
pedagógica sobre las representaciones ideológicas
impulsadas desde una concepción de estado. Las
políticas educativas, referidas a las reformas del
sistema educacional, han producido cambios
importantes y estructurales en la direccionalidad de las
organizaciones, en las prácticas de los sujetos
pedagógicos, en los procesos de socialización y
legitimación del espacio escolar. El actual escenario
educativo nos convoca a interpelar el discurso
pedagógico, no sólo para la problematización de los
procesos, sino también para examinar la orientación de
las políticas educativas.
Lo entretejido y denso de la política obliga a una
lectura otra, para permitir armar los hilos sueltos y
huellas que se desatan y reanudan en la conflictividad
social. La pasión por el sentido de la política hace
asequible para el sujeto investigador, la construcción y
reconstrucción del tejido de sus reflexiones y
argumentaciones. Debe apelar a unos dispositivos
235
otros, para una composición y reconfiguración de su
construcción investigativa.
Frente a aquello que nos eriza la piel, aparece
una expresión de un pensamiento reflexivo, divergente,
que indaga, construye, innova, escudriña, para
transcender, asumiendo un compromiso político que
permita la producción intelectual, fluyente y saturada
de energía creativa, en una añoranza de transformar el
mundo social, a la sociedad, a la localidad, al espacio
escolar. Debemos apostar por el advenimiento de una
conciencia ética y política fluyendo en y hacia una
relación dialéctica, que permita descubrir la potencia de
una construcción doctoral, dotada de infinitas formas
de racionalidad comunicativa emergente, que se anuda
en una interrelación entre conciencia, transformación
sociocultural, un estado de igualdad y armonía del ser
humano con todo cuanto existe. La tesis doctoral tiene
que proyectarse en un nivel de acercamiento categorial
como emblema, por lograr transmitir la esperanza del
reencuentro con el otro, de las posibilidades no
truncadas, de una emancipación que supere la sumisión
a las pautas inflexibles y a una liberación del ejercicio
político, en la mayoría de los casos, en estado de
dislocación.
236
Las prácticas políticas han tenido siempre un
andamiaje histórico-social, en el devenir
socioeconómico, que tienden a movilizarse y
desplazarse según se han ido produciendo los cambios
estructurales y funcionales de la sociedad. El concepto
de política se complejiza y se reconfigura como una
construcción constitutiva de experiencia social y de las
prácticas culturales de la cotidianidad de vida. Agudelo
y Álvarez (2008) manifiestan que:
El conocimiento del proceso de las
políticas es un enfoque más positivo que
busca describir y explicar mediante
preposiciones causales, empíricas y
sistemáticas la manera como el gobierno
adopta e implementa políticas públicas,
permitiendo explicar tal como sucede el
proceso. Por el contrario, aunque no es
excluyente y está fundamentado en la misma
rigurosidad científica, el conocimiento en el
proceso de las políticas busca la articulación
de diversos saberes: ciencias sociales,
ciencias de la decisión y gestión y ciencias
naturales; las cuales, desde sus específicos
acervos teóricos y metodológicos, pueden
abonar para incrementar la racionalidad de la
construcción, el examen, la selección, la
orientación o el desarrollo de alternativas
políticas. (p. 102).
237
El ejercicio hermenéutico de interpretación de
los cauces políticos, plantea tres ejes importantes de
visibilidad: Primero, el concepto amerita ubicarnos en la
dinámica socio-histórica para la comprensión de su
proceso genealógico. La política como categoría para
explorar y transformar las relaciones en la vida
cotidiana de la cultura, la educación y la economía,
requiere de una resignificación metodológica que se
oriente a la cristalización de un proyecto utópico de
nación. Segundo, la política desarrolla en el ser humano
la capacidad de resistencia y contribuye a que el sujeto
investigador escudriñe lo que acontece en relación a su
temática de estudio; y de esta manera se aviva la
conciencia; y si hiciéramos ataduras con las líneas de
los horizontes de la construcción doctoral, este nivel de
conciencia se agita, se remueve, despierta, cargada de
sentido para confluir en imperativos de emancipación,
justicia, y equidad social. Tercero, los hacedores de las
tesis doctorales se constituyen en nuevos actores,
nuevos sujetos, que desde los inicios de sus estudios
doctorales adquieren una inédita relevancia. Con la
sabiduría que van adquiriendo pueden reinventar y
presentar al colectivo social, nuevas maneras de hacer
política.
238
En esta perspectiva pueden sugerir novedosas
condiciones y desafíos a la gobernabilidad. Podrían
plantearse las siguientes interrogantes: ¿Bajo cuales
mecanismos y estrategias didácticas se configura el
aprendizaje de la resistencia civil cuando se vulnera el
estado de derecho?. ¿Cómo redimensionamos el
sentido etimológico del poder en manos del pueblo?.
¿De qué manera se pueden desarrollar mecanismos de
contra-hegemonía, como posibilidad de desplazamiento
de los sectores hegemónicos?. ¿Cuáles son los
mecanismos más idóneos para construir paisajes de
sentido, de tolerancia, de sensaciones de logro social,
cultural, económico y pedagógico?. ¿Cómo re-encantar
al mundo social, al mundo cultural, al mundo
pedagógico, cuyas certezas se derrumban?. ¿De qué
forma podemos hacer una lectura de las múltiples
voces que pretenden sintonizar su preocupación,
apelando a la fibra humanitaria, social y comunitaria?.
La andragogía: fascinaciones cargadas de
encuentros y des-encuentros que resuenan como
disyuntiva ética de la política educativa.
Otra disciplina que se vincula con la construcción
investigativa es la andragogía, como posibilidad de
interpretar y reconocer la significación del adulto en
239
situación de aprendizaje. La ciencia andragógica
permite situar al sujeto investigador en la
direccionalidad de comprender y examinar el nivel de
contextualización, donde se articulan, el ser adulto,
cosmovisión de vida y sensibilidad ética. Alcalá (1998),
señala que:
240
Igualmente podemos ejercitar el pensar, para la
interpretar tres momentos cruciales. El primero, para
enfocar la relación dialéctica entre la andragogía, la
pedagogía y la ética. Desde esta perspectiva de
triangulación es importante investigar el carácter
propositivo del adulto en su condición de sujeto
andragógico, que privilegia en su proceso formativo el
diálogo con el otro y los otros, interrelacionando
experiencias de vida, prácticas culturales,
representaciones sociales y vivencias personales. La
pedagogía, que permite reflexionar sobre la
constitución de subjetividades en la construcción del
sujeto pedagógico, como una tendencia sustantiva
hacia la apertura, la comprensión, la interpretación, el
cambio y la transformación. La ética es una categoría
de análisis que tiene su inserción en una realidad
educativa compleja, por ello se concibe la práctica
educativa como un proceso de comunicación y reflexión
compartida de producción de conocimiento a partir del
cual se abre una perspectiva de análisis para repensar
los procesos andragógicos. Ello permite afrontar la
incertidumbre de una determinada época con menor
ansiedad y complementariamente facilita la producción
intelectual signada por el goce de la aventura del
241
conocimiento, el disfrute de la belleza del saber y las
posibilidades de su autodesarrollo creador. Segundo, el
sujeto investigador debe asumir las dimensiones
ontológicas, epistemológicas, y metodológicas de la
ciencia andragógica. En la dimensión ontológica se
interpreta y se proyecta el mundo educativo, como una
construcción subjetiva, intersubjetiva, intercultural y
lingüística. En la dimensión epistemológica la
andragogía, profundiza sobre la horizontalidad, el
diálogo creador y la perspectiva axiológica, que
constituyen ejes categoriales en la construcción del
conocimiento. En la dimensión metodológica descubre
lo que acontece en el espacio del aprendizaje de los
adultos, cuyos significados, se construyen por los
referentes culturales, la historia y el lenguaje. Tercero,
considerar que la andragogía es la vía que puede
conducir a la maduración espiritual completa del ser
humano, de la razón, de la emoción, de los sentidos, de
la moral, del gusto, y de la sensibilidad. La andragogía
es una fuerza sensorial para vivir y gratificarse con el
empuje impresionante de mirar con optimismo la
realidad del mundo que nos cobija. Ésta demanda de
marcos teóricos y categorías analíticas más allá de
cualidades descriptivas y narrativas. Por ello es
242
sumamente importante recuperar el enfoque
antropológico, sociológico, filosófico histórico, político,
andragógico, psicológico y económico como disciplinas
importantes que contribuyen a solidificar la fuerza
teórica de la construcción doctoral.
A partir de la ciencia andragógica, se construyó
un imaginario colectivo que explica nuestras
representaciones sociales, referentes culturales, las
fuerzas del cuerpo y la mente, el intercambio transitivo.
Todas estas categorías descritas de manera tangencial
anuncian como impostergables el devenir histórico-
social. En el proyecto andragógico late siempre el
germen de la utopía como medio de transcendencia. La
andragogía, reivindicó la trascendencia del ser, el
sentido de lo humano, la solidaridad del hombre y la
mujer en esta contemporaneidad donde socializamos
nuestra otredad y alteridad. Se percibe que deja a un
lado a los sujetos sociológicamente abstractos, para dar
paso a un individuo subjetivamente concreto, con sus
mitos, ritos, desafíos y retos en la cotidianidad de la
vida.
La psicología: matrices de acercamiento que
tematizan los nuevos imaginarios simbólicos.
243
Al iniciar un abordaje para explicar el aporte de
la psicología en la reconfiguración de la construcción
investigativa, es necesario enfatizar que la naturaleza
humana, tiene la posibilidad inmanente de construir su
propia historia. La vida humana posee en sí misma, la
expresión de auto-creación, con capacidad para
direccionar su propio desarrollo. La psicología individual
cognitiva ha tratado de explicar el estudio del sujeto
dentro de una polaridad reduccionista, mecanicista,
parcelada; lo cual empobrece la polisemia y la
pluralidad del concepto. El proceso de desarrollo
psicológico individual está en conexión con los procesos
socioculturales y los procesos educacionales.
El conocimiento de los diferentes paradigmas
en psicología de la educación que “bañan” la
práctica educativa y docente, potencia no sólo
el conocimiento, sino también el
reconocimiento y la reflexión respecto de los
tipos de tratos que entre los actores de la
educación se convocan según cada paradigma
en particular (Estrada Morales, 2011, p. 61)..
246
de la inteligibilidad intrínseca del ser, desde una
perspectiva de totalidad.
Es necesario construir los flujos de apegos y
afectos para que aflore en el sujeto investigador, su
prosa irreverente, entrañable y de una sabiduría, como
llamarada refulgente. La construcción investigativa es
un despliegue de ideas, conceptos, enfoques y nociones
que siempre se están hilvanando y reconstruyendo, con
la incorporación de la palabra y de la experiencia social
y educativa. Abriendo la imaginación creadora de este
tiempo, podemos plantearnos las siguientes
interrogantes: ¿De qué manera la comprensibilidad de
una utopía posible, es decir, la construcción
investigativa, está permitiendo desde la psicología que
se desplieguen los rostros individuales y colectivos?.
¿De qué forma la psicología desentrañaría el hilo para
redimir el desencanto, la desesperanza, la ansiedad y la
angustia que agobia con furor a nuestros doctorandos?.
¿ Cómo incorporar en la narrativa doctoral el proyecto,
hecho palabra poética para transcender el abismo de
mundo violento, autoritario y restrictivo?.
La economía: ejercicio de construcción del
capital y su voraz avidez de apropiarse de un
capital cultural colectivo.
247
La Economía establece los niveles de
correspondencia entre los modelos de acumulación y
los modelos educativos, y las respectivas consecuencias
en el replanteamiento de las tendencias estructurales
provenientes de los cambios en la organización de la
producción y del trabajo. La inserción estructural del
sistema educativo ha variado con el tiempo, debido
fundamentalmente a las transformaciones que se han
operado en las fuerzas productivas y de las relaciones
de clases y de poder en la sociedad. En el sistema
educativo se expresa un carácter dual de las relaciones
ideológicas, ya que a través de la educación se produce
una auto-perpetuación del bloque histórico por medio
de la concentración del saber y de la competencia
profesional en manos de los sectores hegemónicos, y
un espacio donde tienen lugar la crítica y el debate, por
cierto condicionado por la función coercitiva del Estado.
La estructura social determina la conciencia. La
visión de la realidad que se produce dentro de una
situación social e histórica constituye la ideología. Esta
ideología cumple una función práctica: contribuye a
reforzar y perpetuar la posición de la clase dominante,
de la misma clase que la ha producido y la ha impuesto
a la colectividad. En este sentido, la educación En este
248
análisis es importante destacar la significación de la
economía política. La economía política burguesa tiene
una fe ciega en el mercado, porque en éste reside la
fuente de su racionalidad y su basamento fundamental
es la propiedad privada de los medios de producción.
Es cierto que Marx, desarrollando la medula
racional y más científica de la teoría
económica clásica, había dejado en su obra
económica una fuente teórica y sobre todo
metodológica importante de la cual nutrirse
para criticar a estos economistas, que
negando a la teoría del Valor-trabajo, se
concentraban en la vertiente vulgar
subyacente en Smith y sobre todo en Ricardo.
Pero otros fenómenos más bien políticos
impedirían que esa crítica, ya en los albores
del imperialismo, se realizara con todo el rigor
con que Marx lo hubiera hecho. (Morales
Domínguez, 2004. p. 167-168).
250
como valor de cambio, es decir como mercancía. De la
mano de la economía de la educación entendida como
inversión productiva, se comenzó a analizar el gasto
público para el sector educativo y a ponderar las
formas de comportamiento económico de las
instituciones educativas: estudios de costos,
rendimiento por alumnos, gasto corriente, presupuesto,
fuente de financiamiento. Todo ello, sustentada en la
racionalidad instrumental con la propuesta del capital
humano. La economía de la educación emerge de la
ciencia económica con predominio de la matematización
de las variables macroeconómicas que influyen en el
hecho educativo y se sustenta en un paradigma único
simplificador que asume la neutralidad valorativa y se
aleja del sujeto pedagógico que produce, crea,
investiga y sufre los rigores del sistema capitalista. La
industria requiere técnicas cada vez más complejas, y
de alto nivel de exigencias. La tecnología exige la
aplicación de la ciencia y ambas no pueden crecer ni
difundirse sino mediante la educación. El conocimiento
se convierte en mercancía y en fuerza productiva
directa.
251
La educación, la economía y la cultura
comienzan a ser objetos de análisis en el
marco de las relaciones de poder. Podríamos
hablar aquí del acontecimiento de pensar la
Economía de la Educación de la mano de una
Economía política con impronta
latinoamericana. Ella se presenta en un arco
que se dibuja especialmente en América latina
con el surgimiento de la Teoría de la
Dependencia y el acontecimiento fundacional
de la CEPAL hasta la permanencia de
intelectuales críticos que abrevan en la teoría
marxista y cuyos desarrollos explican formas
de comportamiento económico de nuestros
días (Cardoso, F; Faleto, E: 2003 citado por
Fabián Vitareli, 2009. p. 2).
252
privatización. Las reformas educativas impulsadas por
las nuevas formas del capitalismo dependiente, actúan
preferentemente sobre aquellas áreas que sirven
primordialmente a las necesidades de las empresas
transnacionales y a las estrategias de convertir el
sistema educativo en una parte subordinada e
integrada al supra-sistema hemisférico. Segundo, las
relaciones entre la educación y el mercado de trabajo
son complejas, y exige la cooperación de los agentes
educativos y económicos para encontrar soluciones
interdisciplinarias a uno de los problemas medulares del
siglo XXI, es decir, el trabajo considerado como
derecho humano básico. La economía de la educación
se ocupa de las implicaciones económicas de los
procesos educacionales. Se define como una ciencia
social económica aplicada y, como todo saber científico
describe y sistematiza, los aspectos y los efectos de la
educación analizando su valor económico como factor
de desarrollo social. Tercero, la utilización de ciertas
categorías de la teoría del materialismo dialéctico
contribuye a configurar un nuevo espacio dentro de las
perspectivas de la ciencia económica y pudiera arrojar
luces para el abordaje de problemas que van más allá
del pensamiento positivista-funcional. Concretamente
253
asumimos las posibilidades de esta teoría, para el
estudio del espacio educativo, para la constitución de
una nueva episteme, que logre recuperar el extraviado
sentido de totalidad. Podríamos plantearnos algunas
interrogantes: ¿De qué manera su construcción
investigativa considera a la ciencia económica como
posibilidad de esclarecer aspectos esenciales y
sustantivos del sistema educativo?¿Los ejes
categoriales de su construcción teórica encuentran en
la ciencia económica alguna explicación que fortalecería
los horizontes de su investigación?
254
Para comprender los fenómenos sociales
presentes en nuestros días es necesario cambiar
las perspectivas: ya no de criticar, explicar, sino
comprender y admitir. Sin detenerse mucho en
esto, más allá de las representaciones filosóficas
y políticas cuya saturación es evidente. Hay que
abocarse fenomenológicamente a presentar lo
que es. Sugerir la materia prima de este enigma
que es el mal. No por un esteticismo de mal
gusto, sino para captar en su totalidad los
fenómenos que ocupan el primer plano del
escenario social.
CAPÍTULO VII
255
producían. Desde el surgimiento de los procesos
investigativos el paradigma no ha escapado, como
conceptualización y categoría de análisis a los influjos
de las corrientes ideológicas presentes en cada
momento de la historia. Lo más novedoso a nuestro
entender es precisamente que los paradigmas se
definen con niveles de espacialidad de saberes que
traspasan y transgreden los propios límites del
conocimiento y el poder.
Es dentro de dicho contexto que empiezan a
surgir nuevos campos para abordar los fenómenos
sociales y educativos, que constituyen escenarios más
allá de las disciplinas, lo cual ha contribuido a
cuestionar la división tradicional de! conocimiento, y
estableciendo una ruptura con la tradición de!
conocimiento occidental. Se asoman nuevas
concepciones y visiones que trascienden los referentes
tradicionales. Los paradigmas tienen que construirse
desde el entendimiento y comprensión de los circuitos
del conocimiento que entrelazan las perspectivas del
devenir, sus modos de interacción, y sus traducciones
desde una apertura educativa que reconducirá nuevos
enfoques en la cartografía epistémica por-venir.
256
Es fundamental reconocer que el proceso
investigativo alude a un contexto de hibridación de
heterogeneidades. El sujeto investigador va a pulsarse
en el espesor de las prácticas culturales, de los modos
de vida, de los estilos de convivencia, de las
representaciones sociales. Esta fisonomía social
ambigua, dinámica, cambiante, contingente y
contradictoria determinará la densidad del abordaje
epistémico para apropiarse y reapropiarse de las
narrativas, de la diáspora y saberes populares,
mediados por los sentidos de pertenencia, inteligibilidad
y reconocimiento cultural. Esta caracterización será
interpretada por el investigador desde diferentes
visiones y elecciones paradigmáticas.
“Los partidarios de hacer estas distinciones
hablan de dos paradigmas científicos, el
positivismo basado en la obtención del
conocimiento a través del análisis estadístico
de los datos por medio de experimentos
descriptivos y comparativos. Por la otra parte
el paradigma hermenéutico, que basa la
obtención del conocimiento en un proceso
interpretativo para comprender la realidad,
generando un círculo hermenéutico”. (Del
Canto, 2012).
257
El paradigma positivista despliega una profunda
racionalidad formal que sacrifica un pensamiento libre
por la puesta en práctica de una racionalidad
instrumental donde la voluntad y la libertad no
cuentan. El sujeto es reducido a la razón misma,
imponiendo la despersonalización, y el desgarramiento
de la vida
Karl Popper, crítico del círculo de Viena, fue
quien empezó a brindarle atención a la
problemática de las Ciencias Sociales. El
racionalismo crítico de Popper arremetió
contra el positivismo lógico del círculo de
Viena. Para él, la pretensión de verificar
empíricamente todo enunciado científico
conducía a la muerte de la ciencia. No
podemos utilizar la verificación sino la
falsificación: Si se encuentra algún caso que
contradiga nuestra hipótesis, esta quedará
falsificada. Según Popper, la ciencia pasa a
ser un saber hipotético deja de ser un saber
absolutamente seguro. El saber deja de ser
inductivo para ser deductivo. (Guardián-
Fernández, 2007, p. 45).
258
determinado por el conocimiento previo del todo,
mientras que nuestro conocimiento del todo es
corregido continuamente y profundizado por el
crecimiento de nuestro conocimiento de los
componentes. (Martínez, p.113, citado por Del Canto,
2012).
259
Aparte de las dificultades presentes en
las investigaciones de otros tipos, la
cualitativa tiene desafíos adicionales ante sí.
La investigación cualitativa en las ciencias
humanas indaga en la condición humana. Eso
significa que construye conocimiento mientras
acoge -al tiempo que evita caer en
reduccionismos- la complejidad, la
ambigüedad, la flexibilidad, la singularidad y
la pluralidad, lo contingente, lo histórico, lo
contradictorio y lo afectivo, entre otras
condiciones propias de la subjetividad del ser
humano y de su carácter social. Tales
condiciones son características del objeto de
estudio y reflejo del enfoque cualitativo, a la
vez que son valores cultivados durante la
investigación. Lo son porque en buena medida
la riqueza de la investigación cualitativa
depende de la bondad con la que hemos
captado y descrito dichas condiciones en la
búsqueda de los significados (Avila, 2002, p.
11).
269
Toda definición y caracterización de la
actividad científica, como forma particular de
conocimiento, supone una imagen, una teoría
de la ciencia, una epistemología que trata de
explicar la naturaleza, la diversidad, los
orígenes y las limitaciones del conocimiento
científico. El significado de una ciencia, de una
teoría, de un método, de una investigación,
no se comprende si no se esclarece el fondo
epistemológico sobre el cual se sustenta; el
conocimiento científico no tiene fundamento
en sí mismo, depende de otro discurso que lo
legitima. (Damiani, 1997, p. 27).
271
interiorizada con sus respectivos referentes éticos-
políticos que permita la reivindicación de la memoria
histórica de los sujetos pedagógicos, de su identidad y
saberes colectivos.
c) La educación debe situarse en el centro del
debate y discusión en el clima cultural contemporáneo,
para articular las voces filosóficas, sociológicas y
antropológicas que permitan a través de un análisis
deconstructivo presentar la plataforma conceptual de la
transcendencia del ser, del mundo pedagógico, de la
cultura del lenguaje; para implicarse en la búsqueda de
la identidad y la emancipación.
d) La vertiente básicamente instrumental,
racionalista y reduccionista cuyo sustento es la ciencia
positivista insiste en la neutralidad del sujeto
investigador. Por ello al aceptarse la complejidad del
fenómeno educativo, y por tanto del fenómeno social,
se afirma que la acción pedagógica no puede ser
estudiada, analizada, interpretada o aprehendida por
un solo enfoque paradigmático.
e) Frente a los reduccionismos, característica del
paradigma de la modernidad, se plantea como un
imperativo ético la constitución de un nuevo paradigma
alternativo más amplio, diverso e incluyente que
272
permita incluir a los sujetos pedagógicos como
productores de su historia biográfica y personal, de
prácticas, de significados.
El horizonte de la fenomenología y su signo
categorial la devela como un eje discursivo complejo.
Constituye una referencia para que el investigador en
educación pueda explorar y representar el mundo
educativo, que se constituye como un entramado donde
es necesario interrogar e interpelar el origen y el
sentido de la dominación pedagógica. Al interior del
espacio escolar se produce un cuestionamiento a los
paradigmas que rigen el modo científico de pensar el
mundo. La investigación educativa tendrá sentido si se
incorpora en su trama, en su tejido educativo
aprensible y sujetable un saber mosaico hecho de
objetos móviles y fronteras difusas, que permita
exorcizar los obstáculos epistemológicos y acercar a la
realidad educativa las expectativas de los sujetos
investigadores. El compromiso es mayor y más intenso;
la implicación, más elevada; los procesos de
participación están claros; las formas, estructuras y
canales de acción también; el mundo se comprende y
como investigadores somos capaces de interpretar
unitaria y globalmente la realidad dándole un sentido
273
comprensivo a la misma., estableciendo un puente
entre el investigador, el objeto de estudio, la sociedad y
la realidad educativa.
El método fenomenológico es muy general y no
constituye propiamente un procedimiento detallado, por
tanto corresponde a cada estudio, según el objeto
abordado, diseñar su propia manera de acercarse al
objeto de su estudio (Polkinghorne, 1989: 44; citado
por Creswell, 1998 p.54).
Pues bien, el método que surge de la
fenomenología, en el resumen de Creswell
(1998: 54 – 55), que por cierto es bastante
sucinto respecto a las otras tradiciones, consta
de los siguientes pasos generales:
1. El investigador explicita las perspectivas
filosóficas de su aproximación, orientadas a
percibir la manera como la gente interpreta un
fenómeno (concepto de epokhé).
2. El investigador se hace preguntas que le
permitan explorar el significado de la
experiencia para quienes la viven.
3. Se reúnen datos de quienes han
experimentado el fenómeno en el proceso de
investigación (el instrumento preferido es la
entrevista en profundidad).
4. Los protocolos originales se dividen en
declaraciones o afirmaciones horizontales.
Después, las unidades son transformadas en
núcleos de significados expresadas en
conceptos psicológicos y fenomenológicos.
274
Finalmente, estas transformaciones son
agrupadas para hacer una descripción general
de la experiencia, la descripción textural sobre
lo que se ha experimentado y la descripción
estructural de cómo fue experimentado.
(Creswwell, 1998. pp. 54-55).
275
y social para descubrir, alcanzar y merecer un
activismo político. La cotidianidad de vida deviene así
en oxígeno vital para existir en los pliegues de la
localidad, de la comunidad, de la región, de la nación.
Todo ello delinea unas claves hermenéuticas para
interpretar la praxis social con su trabazón y
contradicciones: contrastes, divergencias, disonancias
de historias, educación, militancia, género, clase
social, poder, intereses. El abordaje de la complejidad
educativa desde la perspectiva de la teoría crítica,
asume una dimensión del conocimiento de lo humano,
considerando las singularidades, identidades,
subjetividades, experiencias, diversidades,
intersubjetividades de los sujetos que participan en la
dinámica educativa.
276
contexto histórico-social”. (Frankenberg, 2011,
p. 68).
277
orientación acerca de cómo superar los auto-
entendimientos distorsionados.
4. La teoría educativa debe preocuparse de
identificar aquellos aspectos del orden social
existente que frustran la persecución de fines
racionales, y debe poder ofrecer explicaciones
teóricas mediante las cuales los enseñantes vean
cómo eliminar o superar tales aspectos. 5. La
teoría educativa es práctica, en el sentido de que
la cuestión de su consideración educacional va a
quedar determinada por la manera en que se
relacione con la práctica. (p. 164).
279
comunidades críticas, no para obtener información, sino
para lograr en ellas procesos de experiencia y
transformación, desde la praxis y hacia la praxis. Las
técnicas son variadas, predominando apoyos
instrumentales de algunas técnicas de dinámica de
grupos, análisis textuales de contenido, teatro-foro (A.
Boal), etc., no encontrándose incompatibilidad en una
eventual utilización de técnicas cuantitativas, lo que sí
cuestionaría, a nuestro juicio, su adscripción simple o
no-dialéctica al paradigma cualitativo. (Castillo
Rocubert, S/F, p. 5)
284
donde se pregunta el investigador qué significan en
realidad esos resultados.
La problemática que caracteriza el enfoque de
la investigación reflexiva falla al no examinar
la naturaleza de su propia ideología y
consecuentemente no ha sido capaz de
plantear preguntas fundamentales acerca de la
naturaleza de la relación entre el Estado y la
escuela, los mecanismos de dominación
ideológica y estructural en las escuelas, y
cómo la relación entre la ideología, la clase y
la cultura de las escuelas sirve para reproducir
las disposiciones institucionales del statu quo.
(Giroux, 1992, p.240).
287
del propósito de cada estudio y de cada momento de
este.
288
El paradigma dialectico materialista sustentado
en la economía política marxista, tiene su fundamento
en la propiedad social-colectiva de los medios de
producción. La economía política fundada por Carlos
Marx fundamenta en su obra “El Capital”, una
teorización integral, holística, global, porque se trata de
una teoría de la historia, de la política, y
complementariamente de la sociología.
Este paradigma asume las siguientes
características:
1.-Forma superior de reflejo de la realidad
2.-Incluye elementos de reflejo sensorial de
carácter práctico-valorativo que actúan como su
fundamento
3.-Se forma sobre la base de procesos útiles en el
intercambio del hombre con la realidad.
El paradigma dialéctico materialista expresa la
forma de aprenhensión teórico-cognitivo y práctico-
valorativo de la realidad. Constituye un proceso
complejo y contradictorio a través del cual se produce
el reflejo activo y creador en el pensamiento del ser
humano en el transcurso de la práctica histórico-social.
Para este paradigma la práctica es un proceso que sirve
a toda relación humana y se constituye como eslabón
289
esencial que vincula la triangulación del pensar-el ser-lo
material que expresa una relación concreta sujeto-
objeto.
La Investigación Acción: Un paradigma que
se inserta en los imaginarios colectivos para
avanzar en la transformación social
La vitalidad que ha cobrado en la última década
la inserción de la investigación acción en la diagnóstico
y exploración de estrategias de desarrollo local y
regional ha permitido revalidar y reconocer la
relevancia, que caracterizaron las metodologías
participativas desde principios de la década del 60, en
tanto éstas han mostrado su viabilidad y factibilidad en
descubrir y entender el conocimiento y el saber
sociocultural local, como claves para la sustentabilidad
de los proyectos de investigación acción participativa,
así como para fortalecer el empoderamiento de los
sectores marginados social, política y económicamente,
asegurando así su validación como sujetos de derechos
y actores de su desarrollo. Contreras (2002) expresa lo
siguiente:
Como toda idea y concepto, el tratamiento que
se ha hecho de la Investigación Participativa
se ha ido reconfigurando según las
transformaciones contextuales en que se
290
insertan quienes las sustentan. No obstante,
se han mantenido tres elementos que le son
centrales: a) el ser una metodología para el
cambio; b) el fomentar la participación y
autodeterminación da las personas que la
utilizan, y c) ser la expresión de la relación
dialéctica entre conocimiento y acción. (p. 10).
295
cómo se comporta el orden mismo, más allá de sus
probables limitaciones. (Lárez, 2014, pp. 264 y 265).
La etnometodología, debe estar permeada por
una fuerza semiótica del lenguaje, que fluye para
descubrir la dimensión de lo vivido, así como sus
múltiples determinaciones, interrelaciones e
interdependencias. Debemos asumir con profundidad
una obsesión por el abordaje epistémico, en este
mundo contemporáneo complejo, heterogéneo, difuso y
descentrado, en el cual, se podría restituir la propia
viscosidad de su dialéctica. Debemos apostar para que
aflore el pensamiento crítico, divergente, complejo. Un
pensamiento que operaría, en razón de los nuevos
dispositivos de representación. La representación en
Deleuze remite a una virtualidad frente a la actualidad
de ese algo que es, que preexiste en el mundo.
Debemos asumir las complejidades por medio de la
cual, la historia, la antropología, la sociología, la
sensibilidad, la filosofía; re-significan las
heterogeneidades culturales, las narrativas en su
interacción con la gente, y las formas de memoria
social. Debemos iniciar la configuración de una
memoria del presente, desde la que urge reflexionar las
condiciones de posibilidad que concurran, como ejes
296
categoriales en la pedagogía de este nuevo milenio. Es
ineludible y necesario comenzar a historiar los
intersticios otros, de la cotidianidad social, desde las
textualidades, precisamente desde cuyo espesor se
configura la micro-historia de la escuela, de la
universidad, de la comunidad, de la nación.
Lo propio de la etnometodología es,
entonces, la búsqueda de la comprensión de
cómo los miembros de un grupo social
construyen y estructuran su vida cotidiana.
Ello implica partir del supuesto de que la vida
social es creada por quienes la viven, por lo
que lo importante es comprender las formas a
través de las cuales se produce y se
construye la vida social y donde lo
fundamental es la comprensión de los
mecanismos a través de los cuales los actores
sociales asignan sentido a las actividades de
su diario vivir de manera que éstas se ajusten
a los modos socialmente aceptables. (
Aravena y otros, 2006, p. 48).
303
sociales pp. 142-152?). Pereira de Queiroz (1991)
manifiesta: “
El relato de un narrador sobre su
existencia a través del tiempo, intentando
reconstituir los acontecimientos que vivió y
transmitir la experiencia que adquirió.
Narrativa linear e individual de los
acontecimientos que él considera
significativos, a través de la cual se delinean
las relaciones con los miembros de su grupo,
de su profesión, de su clase social, de su
sociedad global, que cabe al investigador
mostrar. De esa forma, el interés de ese
último está en captar algo que trasciende el
carácter individual de lo que es transmitido y
que se inserta en las colectividades a que el
narrador pertenece” (p. 6).
305
reconocer elementos vinculantes que vislumbran nudos
problemáticos que orienten las ideas para construir una
propuesta de praxis colectiva. En este espacio
considera necesario problematizar la noción de saber y
rituales de poder, al denotar extrañamiento de la praxis
social como realidad intrínseca del colectivo y a partir
de allí, apuntar una propuesta para la cualificación de
este proceso investigativo.
La Triangulación como vía para la
combinación de metodologías cualitativas.
La Triangulación es una expresión estética, cuya
genealogía tiene su sustento en un sujeto investigador,
que asume la innovación, la creatividad y la
imaginación para cruzar las fuentes de información, los
actores del proceso investigativo, los campos teóricos y
los métodos. La radicalidad y profundidad de este
hecho viene dada por la complejidad de la investigación
cualitativa que informa sobre la lógica rupturista con el
reduccionismo y fragmentación del paradigma
positivista, y se acerca a una reactualización que ejerce
el rostro fundacional de lo nuevo. Para ello se cruzan y
entrelazan los ejes discursivos plurales, contradictorios
y de diferentes modalidades.
306
A la hora de definir “triangulación”, Jick (1979)
la considera como la combinación de metodologías para
el estudio de un mismo fenómeno, mientras que
Bouchard (1976) reconoce que la triangulación propicia
que se incremente la rigurosidad del resultado
obtenido. Al hilo de lo considerado por los autores
anteriores, Kemmis (1983) expone que la triangulación
se basa en un control cruzado entre diferentes fuentes
de información. Más recientemente, García y Berganza
han definido la triangulación cómo la “utilización de
diversos tipos de métodos, perspectivas o datos en una
misma investigación” (García y Berganza, 2005, p. 34)
La triangulación metodológica se contextualizó
inicialmente como una estrategia para validar los
resultados obtenidos con los métodos individuales. Sin
embargo, el enfoque ha ido cambiando, tal y como se
ha puesto de manifiesto en el párrafo anterior, hacia un
enriquecimiento adicional y un perfeccionamiento del
conocimiento y hacia la transgresión de los limitados
potenciales epistemológicos del método individual.
(Gómez y Medina, 2010, p. 294). Afirma Mariño:
Otra ventaja que proporciona la triangulación
metodológica es la posibilidad de aproximación entre
diferentes disciplinas. En la medida en que se produzca
307
una evaluación de los pros y contras de cada una de las
fuentes de datos, teorías y técnicas que articulan la
investigación, será más probable que las aportaciones
de diferentes campos de conocimiento encajen.
(Mariño, 2006, p. 129).
Bisquerra (S/F) menciona 4 tipos de triangulación,
los cuales pueden también ser combinados:
a) Triangulación de datos: se recolectan los
datos desde diversas fuentes de información para su
contrastación, considerando las dimensiones: temporal
(se recogen los datos de distintos momentos o fases
para revisar la constancia de los resultados), espacial
(se comparan datos recogidos en diferentes lugares
para confirmar los resultados) y personal (se recurre a
distintos sujetos para comprobar el sostenimiento y
validez de los datos).
b) Triangulación de investigadores o de
analistas: se emplean varias personas en el registro y
análisis de los datos para cotejar sus interpretaciones y
valoraciones.
c) Triangulación metodológica: se aplican
distintos métodos y técnicas de investigación para
evidenciar y constatar semejanzas y diferencias entre
308
los datos e informaciones. Distintos instrumentos sirven
para ratificar las conclusiones o valoraciones.
d) Triangulación múltiple: se combinan diversos
tipos y niveles de triangulación. (p. 11).
Guillén Correas. (S/F) expresa: “En los últimos
años, el auge en la utilización de metodologías
cualitativas en distintos ámbitos, principalmente el
educativo, junto a las progresivas exigencias de rigor
metodológico que éstas conllevan, amparadas por una
voluntad, a veces convertida en necesidad, de paliar
supuestos sesgos de perspectiva y de escasa
sistematización que pueden suscitar ese tipo de
metodologías, ha convertido la triangulación en una
herramienta indispensable para dotar de credibilidad a
las investigaciones pertenecientes al amplio dominio de
la metodología cualitativa” (p. 265).
La triangulación se constituye como una
estrategia expedita para contribuir a la comprensión de
los enlaces que entretejen un conjunto de criterios y
posiciones que se conectan en los procesos
investigativos. Entender la circulación de campos
teóricos desde la interdisciplinariedad, permite una
conexión para rastrear la amplia gama de flujos y
reflujos dentro de la complejidad investigativa y podría
309
conducir a cimentar las relaciones institucionales para
tener una visión de totalidad e integral del fenómeno
que se estudia.
Arias Alpizar (2009) es enfática cuando señala:
Una revolución en lo epistemológico-metodológico
podría finalmente generar una revolución en los
aspectos organizacionales de la academia.
1. Lo interdisciplinar no puede ser asumido sin una
previa y profunda discusión sobre sus propósitos y
alcances, y especialmente sobre sus métodos; de lo
contrario se pueden asumir posiciones epistemológicas
ingenuas que pretenden superar lo disciplinar
suprimiéndolo en vez de integrarlo en una visión
holística. Lo disciplinar y lo interdisciplinar son
complementarios y no excluyentes entre sí.
2. Para adoptar lo interdisciplinar es necesario un
cambio de paradigma en lasciencias de modo que se
integre lo complejo a partir de lo disciplinar, teniendo
como eje central la rigurosidad y transparencia del
método (o mejor: métodos).
3. El cambio de paradigma hacia lo interdisciplinar
puede tener un apoyo en el discurso de los científicos,
investigadores y teóricos, pero no operará si no se
instaura en las prácticas generalizadas de los propios
310
investigadores y alcanza aceptación en la comunidad
científica.
4. Para que lo interdisciplinar supere su dimensión
discursiva y se remonte hasta su dimensión práctica, se
requiere de una estrategia metodológica que puede ser
alcanzada por medio de la triangulación.
5. La triangulación, como estrategia de
investigación en ciencias sociales, es más que un
proceso de validación convergente pues supone un
continuum que recoge una visión holística del objeto de
estudio.
6. La escisión que se ha producido entre la
investigación cuantitativa e investigación cualitativa
podría superarse recurriendo a la triangulación como
una dimensión de lo interdisciplinar.
7. La triangulación podría conducir, en el ámbito
institucional, a un mayor acercamiento y colaboración
entre unidades académicas generalmente distanciadas
por el paradigma disyuntivo de la especialización. (pp.
135-136)
El desarrollo de procedimientos autóctonos en
cada campo disciplinar está aún lejos de ser tipificado
desde una estructura lineal y estándar que marque
tendencias y destaque patrones, pues existen tantas
311
modalidades de triangulación como desarrollos y
necesidades de uso haya reconocido el ser humano en
la historia de su existencia en los diferentes ámbitos
gremiales, prácticas profesionales, tecnológicas y
científicas. (Sabiolo y otros, 2006, p 14).
La fortaleza de la triangulación, en los procesos
de investigación y en la aceptación de los resultados,
está dada por la manera contextualizada de tratar el
tema en estudio. La interpretación no tiene una sola vía
para análisis y capta las diversidades aun de los
fenómenos complejos, superándose así la forzada
simplicidad a que pueden inducir configuraciones
metodológicas unitarias. La triangulación provee un
complejo sistema de interpretación del que no es ajeno
el mismo investigador y muestra la consistencia y
lógica que se desprende de cada uno de los pasos y de
cada uno de los sectores de donde provienen los datos,
las conjeturas y los resultados. De este modo, el hablar
de triangulación -y más aún el recurrir en una
investigación a los procesos de triangulación- no es una
cuestión que pueda resolverse con la enunciación de
una frase. Requiere de conocimiento, de tiempo y de
recursos para implementarla y luego de gran agudeza
para interpretar los resultados en las variadas y a veces
312
contradictorias maneras en que se presentan. (Donolo,
2009, p. 3).
La triangulación es el punto donde convergen y
se tensan la postura del sujeto investigador cuando
jerarquiza los procesos de triangular teorías, métodos,
datos o investigadores. Se trata de darles voz y
visibilidad a las subjetividades, que intervienen en la
triangulación, donde operan ejercicios intertextuales
que grafican los nuevos universos problemáticos que
interrogan e interpelan los resultados obtenidos en este
proceso.
La triangulación en el proceso investigativo del
siglo XXI, debe estar permeada por una fuerza
semiótica del lenguaje, que fluye para descubrir la
dimensión de lo vivido, así como sus múltiples
determinaciones, interrelaciones e interdependencias.
Debemos asumir con profundidad una obsesión por el
abordaje epistémico, en este mundo contemporáneo
complejo, heterogéneo, difuso y descentrado, en el
cual, se podría restituir la propia viscosidad de su
dialéctica. Debemos apostar para que aflore el
pensamiento crítico, divergente, complejo. Un
pensamiento que operaría, en razón de los nuevos
dispositivos de representación. La representación de la
313
triangulación remite a una virtualidad frente a la
actualidad de ese algo que es, que preexiste en el
mundo. Debemos asumir las complejidades por medio
de la cual, la historia, la antropología, la sociología, la
sensibilidad, la filosofía; re-significan las
heterogeneidades culturales, las narrativas en su
interacción con la gente, y las formas de memoria
social. Debemos iniciar la configuración de una
memoria del presente, desde la que urge reflexionar las
condiciones de posibilidad que concurran, como ejes
categoriales en la pedagogía de este nuevo milenio.
314
Si se tiene en cuenta el hecho de que
vivencias de toda especie (entre las cuales
también están las vivencias de la intuición
externa cuyos objetos se denominan, a su vez,
apariciones externas) pueden volverse objeto de
intuiciones reflexivas, internas, entonces todas
las vivencias en la unidad de vivencia de un Yo
[deben] denominarse “fenomenos”: es entonces
la fenomenología aquella teoría (Lehre) de las
vivencias en general, incluidos todos los datos
atestables con evidencia en vivencias no solo
reales (reellen), sino también intencionales.
Edmund Husserl.
(Investigaciones Lógicas. 1920).
CAPÍTULO VIII
LA CONSTRUCCIÓN INVESTIGATIVA EN
EDUCACIÓN: UNA INTERPRETACIÓN TEÓRICA,
METODOLÓGICA Y HERMENÉUTICA.
Refundar la escuela: Un imperativo ético en
el siglo XXI.
La escuela del Siglo XXI, debe asumir nuevas
racionalidades discursivas que permita un cierto clima
constructivo donde se renuevan conceptos, entran a
funcionar otros. Se expresaría una nueva sensibilidad
crítica para retomar el camino del debate teórico. Otras
miradas pueden reconocer otros problemas. La nueva
315
conceptualización que alternaría con la modernidad
como categoría, se configuraría en el diálogo, en el
debate, en la confrontación de ideas y en una
interpretación transdisciplinaria de lo que acontece en
el actual clima cultural contemporáneo.
La re-conceptualización de la escuela apostaría
por un diálogo de saberes, es decir, saberes que se
democratizan e interactúan como sustrato del cambio
organizacional. La Escuela en esta contemporaneidad
hoy, tiene que vivir nuevas pulsaciones sensoriales que
conduzcan a todos los arrebatos placenteros. Los
senderos del éxtasis no son los mismos caminos de la
lógica. Por ello, la noción de escuela y con ello sus
racionalidades discursivas deben estar teñidas de la
dimensión de lo imaginario, del plano de las
construcciones de la deseabilidad, del terreno de los
sueños y aspiraciones que le dan sentido a la ilusión
utópica.
Multiplicidad de tiempos, interrelaciones y
espacios trastocan nuestra subjetividad y las
formas de apropiación de lo real. La cultura se nos
descubre tensionada por condiciones existenciales
y prácticas de vida que reconfiguran los escenarios
sociales de producción simbólica y material. Las
migraciones del saber científico-técnico en un
mundo globalizado, la transnacionalización
316
mercadeable del capital y la impronta tecnológica,
inciden con fuerza en los modos de organización
del conocimiento y la subjetividad. (Azocar, 2002,
p. 21).
322
Los criterios epistemológicos son esencialmente
medulares en la construcción investigativa. La
perspectiva epistemológica supone: “afirmarnos en la
idea de que el saber mismo contribuye a una
mayor profundización de lo que somos “y que” la
visión de realidad, plantea un saber que no se
agota en su verdad” (Zemelman, 1992, p. 165).
324
con la historia, con las nuevas sociabilidades, que
permitirían resignificar, las argumentaciones
discursivas.
325
se entrecruzan dimensiones que plantean dilemas y
situaciones que es importante develar. La inserción de
este concepto en el discurso educativo cobró su
máxima presencia cuando se articuló dialécticamente a
la necesaria igualdad de oportunidades en el acceso al
sistema escolar y su relación sustantiva con la
proyección histórico-social. En el ámbito escolar se
producen procesos culturales de mediación específicos
(Edwards y Mercer, 1988; Pérez Gómez, 1991), por lo
que no es procedente, hablar del valor del lenguaje de
la gramática, del latín o de la física en abstracto sino,
de lo que son en un contexto político. Galindo (2010),
autor de una tesis doctoral sobre Freire, al referirse a la
significación de la revolución cultural expresa:
Es ella la que le da el tenor suficiente a la vida
auténtica y la que permite que la teoría
educativa que propone Freire, se convierta en
un verdadero instrumento que produzca una
verdadera “revolución cultural”, aspiración
ésta que subyace, que se hace latente a lo
largo y ancho del pensamiento del maestro.
(p. 49).
328
teleología, una metafísica, una escatología o
incluso un mesianismo clásico, no por eso creo
menos que hay decisión o gesto ético-político
sin lo que yo llamo un “sí” a la emancipación.
(p. 51)
329
interpretada por el investigador desde diferentes
visiones y elecciones paradigmáticas.
331
genealógicos, sociocríticos, históricos, interpretativos,
etnometodológicos, los cual nos orienta a: La
construcción de la investigación educativa exige una
indagación, una exploración, una búsqueda de las
nuevas posibilidades que la constituyen y proyectándola
la podría ubicar más allá de los horizontes estético-
hermenéuticos. Es importante que el sujeto
investigador escudriñe en el desborde semiótico del
contexto postmoderno. Implica realizar un rastreo
histórico que permita reconfigurar las secuencias,
conexiones y continuidades que las acercan. El ejercicio
investigativo debe indagar lo diverso, lo múltiple, lo
dimensional, las diferencias a través de mecanismos
que actúan e instituyen lo heterogéneo.
La construcción investigativa debe reconocerse
como una unidad en la diversidad, donde nada está
escindida del resto. Cada una, es y se integra a un
cambio, organizando la coherencia que debe existir
entre los campos teóricos, los ejes categoriales y los
horizontes investigativos. La tesis doctoral se
constituye en una rigurosa y consistente argumentación
representacional de la realidad educativa, configurada
como perfomance rizomática de nuevas formas de
332
comprender e interpretar la trama del tejido social, que
devela la investigación educativa.
Ubicar la construcción investigativa en la
dinámica histórico-social permite apreciar, como han
evolucionado las distintas visiones paradigmáticas y los
mapas categoriales que sirven de sustento para
investigar, problematizar e investigar las relaciones
cotidianas de la cultura, la política, la sociología, la
antropología, la historia, la lingüística, la educación; y
así posibilitar los cambios sustantivos en el imaginario
socio-simbólico.
La construcción de la investigación educativa
está requiriendo de la expresión de nuevas pulsiones,
de nuevos desafíos, de retos que permita renovar las
visiones paradigmáticas para superar la centralidad en
la producción textual de la modernidad. El sujeto
investigador debe ser consecuente con un re-
posicionamiento signado por la visibilidad de
posibilidades gnoseológicas, epistemológicas y
metodológicas. Recrear la temática de estudio impone
un acercamiento a los elementos disímiles, al registro
de matices, a la comprensión de prácticas culturales, y
de la interpretación de las discontinuidades sociales.
333
La intersubjetividad de quién construye la
investigación se asume como organizador(a), del
recorrido intelectual que hay que transitar para
construir la historicidad que emerge en una dialéctica
de confrontación paradigmática. El sujeto investigador
se activa como sujeto pensante y actuante en una
postmodernidad que permea el mundo social, cultural y
educativo. Es necesario plantearse algunas
interrogantes ¿Desde cuándo, se ha iniciado el ejercicio
hermenéutico para comprender e interpretar las claves
que definen el corpus teórico de vuestra construcción
de la investigación y cuando concluye con las
modalidades explícitas que definen lo que usted
investiga? ¿ Cuál es su dedicación y disposición para
construir y elaborar la singular complejidad de su
objeto de estudio en un contexto controversial y, sobre
todo, precipitadamente globalizado.? ¿ Se ha planteado
como ambicionar, seguir y/o leer, el trayecto que
marcan las varias aproximaciones axiológicas,
epistemológicas y ontológicas vinculadas a su temática
de investigación?. La construcción de la investigación
educativa, debe estar permeada por una fuerza
semiótica del lenguaje, que fluye para descubrir la
334
dimensión de lo vivido, así como sus múltiples
determinaciones, interrelaciones e interdependencias.
El sujeto investigador debe asumir con
profundidad una obsesión por el abordaje epistémico,
en este mundo contemporáneo complejo, heterogéneo,
difuso y descentrado, en el cual, se podría restituir la
propia viscosidad de su dialéctica. Debemos apostar
para que aflore el pensamiento crítico, divergente,
complejo. Un pensamiento que operaría en razón de los
nuevos dispositivos de representación. La
representación en Deleuze remite a una virtualidad
frente a la actualidad de ese algo que es, que preexiste
en el mundo. Debemos asumir las complejidades por
medio de la cual, la historia, la antropología, la
sociología, la linguística, la filosofía; resignifican las
heterogeneidades culturales, las narrativas en su
interacción con la gente, y las formas de memoria
social. Debemos iniciar la configuración de una
memoria del presente, desde la que urge reflexionar las
condiciones de posibilidad que concurran como ejes
categoriales en la construcción de la investigación. Es
ineludible y necesario comenzar a historiar los
intersticios otros, de la cotidianidad social, desde las
textualidades, precisamente desde cuyo espesor se
335
configura la micro-historia de la escuela, de la
universidad, de la comunidad, de la nación.
Repensar la complejidad de la investigación
educativa: Un desafío.
La construcción de la investigación educativa,
implica re-significar una teoría educativa, lo cual deriva
en la cualificación de las prácticas educativas, pero al
mismo tiempo cualificar sus prácticas sociales,
articulando su accionar con el entorno socio-cultural.
Para aproximar ideas alternativas conducentes a
potenciar cualitativamente la actividad del sujeto
investigador en la elevación de su calidad de su proceso
investigativo; es indispensable el conocimiento de la
realidad, de la praxis social, la relación dialéctica con el
espacio natural que la condiciona y dinamiza, de los
problemas que confrontan y de sus necesidades. De
hecho, en esta primera aproximación sentimos que
existe una profusa bibliografía sobre la temática que
abordan, lo que nos obliga a reconocer la ausencia de
limitaciones para la construcción de la investigación
educativa ajustada a la realidad social y, basarnos para
ello en experiencias conceptuales construidas y
repensadas durante el proceso de nuestra formación
como investigadores. Este intento de configuración de
336
una plataforma metodológica obedece a incentivar el
espíritu crítico de los investigadores, a nivel de esta
compleja contemporaneidad
1. Como profesor de los cursos de posgrado en
diferentes universidades de Latinoamérica y Europa,
nos obliga a una profunda reflexión que deviene en un
tratamiento de la realidad con un carácter más teórico.
De allí que se hallan definido momentos discursivos
dentro de este ejercicio epistemológico, cuyo hilo
conductor se sustenta en la revalorización de la óptica
de la subjetividad, de la construcción teórica, a partir
del reconocimiento de su accionar, su pensar y su
sentir.
2.-Ese reconocimiento, consideramos que
actualmente es importante e ineludible, para aspirar la
consolidación de un espacio político de praxis
consciente para la transformación educativa, que
trascienda el activismo, la demagogia, el reformismo
coyuntural y permita el ejercicio comprometido y
responsable, basado en rupturas y nuevas
construcciones de sus propias prácticas de vida. Sin
embargo, nos atrevimos, de manera osada, a perfilar
ideas que responden a una cosmovisión nutrida con el
intercambio y la relación con otros grupos sociales en
337
su cotidianidad, así como de nuestras propias prácticas
y su reflexión.
3. En este sentido, iniciamos con una reflexión
epistemológica sobre la noción de la categoría
construcción investigativa en educación, donde
intentamos develar la concepción filosófica, sociológica,
política y epistemológica que se concreta en formas
discursivas y praxis, desde un abordaje metodológico
que se empeña en acercar al investigador al debate
necesario, en el actual clima cultural contemporáneo..
1. Partiendo de estas reflexiones intentamos presentar
una relación dialéctica entre el objeto de estudio que se
aborda para la construcción de la investigación
educativa y la reconstrucción de las informaciones y de
la documentación que se dispone, como aproximación
de una caracterización de los procesos educativos. A
partir de la relación de sus praxis dentro del espacio
social, cultural y pedagógico, intentamos reconocer
elementos vinculantes que vislumbran nudos
problemáticos que orientan las ideas para construir una
propuesta comprometida con la praxis colectiva.
2. En este espacio consideramos necesario
problematizar la noción de construcción investigativa, al
denotar extrañamiento de la praxis social como realidad
338
intrínseca de la realidad educativa y a partir de allí,
apuntar una propuesta para la cualificación colectiva.
3.-La intencionalidad de la construcción de la
investigación para configurar un verdadero re-
encuentro humano, se lograría a través de un diálogo
profundo y fecundo. La conjunción de saberes, y
experiencias posibles se logra con escuchar-nos, para
reconocer la problematización del mundo y de la vida.
4.-La elaboración de la investigación, no puede
entenderse, sin ser ubicada dentro de un contexto de
significación sociocultural, e histórico, sometido a las
contingencias, contradicciones, circunstancias
inestables y estructuralmente cambiantes. Todo ello
contribuye a la conflictividad que está instalada en
nuestra cosmovisión, interiorizada en nuestra mente,
significada en el lenguaje, interpretada en la
experiencia de vida, que configuran la intricada trama
de la contemporaneidad.
5.- En la construcción investigativa es importante situar
la significación de la revisión teórica de los autores
vinculados a la temática de estudio. En otras palabras,
la exploración de la literatura, se constituye en un
referente conceptual que sirve de guía indicativa y
provisional para apoyar la construcción de la
339
investigación educativa. En consecuencia, la lectura
correspondiente es de naturaleza crítica y selectiva,
donde el investigador extrae sus propias conclusiones y
mantiene la atención sobre los aspectos que resultan
atinentes y pertinentes al tópico de la investigación
planteada y a los hallazgos realizados durante el
proceso.
6.-El propósito del arqueo de la literatura en la
investigación educativa es ir depurando
conceptualmente las categorías de análisis que van
aflorando al realizar la interpretación de la información
generada y recogida en el transcurso del proceso de
investigación, es decir, se constituye en un medio para
informar teórica y conceptualmente las categoría
discursivas emergidas de los datos obtenidos
directamente por el investigador, y no para crear
categorías previas a dicho proceso de investigación.
7.-En la construcción investigativa se presenta una
irrupción de posibilidades, de problemas y preguntas
que indudablemente deben formar parte de la reflexión
que se formula el sujeto investigador. Esta idea sirve
para preguntar de entrada ¿cuáles son los dispositivos
con los que nuestra contemporaneidad está
estructurando la idea de sujeto investigador? ¿Cómo los
340
sujetos investigadores (en este clima cultural
cambiante, inestable, incierto), están re-significando la
multiplicidad de complejidades y relaciones que vivimos
y practicamos? Y en ese conjunto heterogéneo ¿ qué
papel ocupa el sujeto investigador en nuestra práctica
investigativa?.
El soporte, el sustento de esta investigación
cualitativa en educación es la epistemología. La
epistemología constituye una estrategia para el
investigador porque le permite sistematizar los
conocimientos, experiencias sociales y experiencias
educativas para construir el lenguaje y el imaginario
que le permita pensar lo educativo. Lo epistemológico
implicaría analizar los criterios de cientificidad que
operan desde la “educación tradicional”, desde “la
educación bancaria” y que han configurado una práctica
educativa negadora de la historia, la política y la
dignidad del ser humano. En el ensayo se deslindan las
categorías, conceptos y perspectivas (libertad,
emancipación, conciencia, diálogo). La epistemología se
convierte en una categoría importante para el análisis
de cualquier realidad educativa, e igualmente se
expresa como proposición normativa que define el
deber ser. Los saberes de la construcción investigativa
341
se constituyen en las opciones de sentido. Este
conjunto de polaridades entre la educación tradicional y
la educación liberadora establece supuestos y miradas
específicas en el conocimiento de los otros.
La investigación cualitativa en educación debe
asumir una lógica de sentido, porque casi siempre
estamos dando giros inesperados cuando construimos
la trama que entrelazan a los campos teóricos, los ejes
discursivos y los horizontes epistemológicos. El
encadenamientos de ejes temáticos se entretejen en la
semblanza intersubjetiva que configura el sujeto
investigador cuando interpela el desarrollo categorial.
Desde esta dialéctica de confrontación el sujeto se
asume apertrechado de dispositivos para reconocerse y
reinventarse a sí mismo. En esta postmodernidad que
permea el mundo de la vida debemos construir un
discurso donde emerja una construcción doctoral
innovadora, novedosa, original y pertinente. Una
construcción investigativa que represente un mundo
más justo, más vivible, más humano y más luminoso
como metonimia del destino que nos espera a los
habitantes de esta aldea planetaria. Que nos presente
claves que prescriban la necesidad insoslayable, de que
entre todos, podamos reconstruir un mundo, cuya
342
realidad se modifique algún día en un ejercicio
placentero para lograr la felicidad del ser humano. Una
construcción investigativa que asuma una interpelación
desafiante, en la búsqueda de una instigación al
diálogo. Que represente una invitación al
pronunciamiento, al re-encuentro, a la implicación,
“mediante un meditado compromiso con la consciente
actividad diaria de luchar por un conjunto más justo de
relaciones económicas, políticas y culturales”. (Apple,
2001, p.106).
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La Edición de este libro, fue impresa en los
Talleres Gráficos del Gobierno del Estado de Chihuahua,
en el mes de Noviembre de 2015.
Chihuahua, Chih. Méx.
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