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1. Historia: Jesús celebra por última vez la Pascua Judía, instituye la Nueva Pascua y se despide de sus
discípulos.
3. Nuestra Actitud: Compartir esta despedida como verdaderos discípulos y amigos de Jesucristo. Velar
junto a él.
5. PREPARAR:
1) Equipo Litúrgico: -Presidente
-12 hombres que representen a los apóstoles en el lavatorio de los pies, y
participen en la Santa Comunión.
-Lectores:
*1ª. Lectura
*Salmo responsorial
*2ª. Lectura
*Evangelio (el Presidente)
-Colectores
-Cantores
-recepcionistas (arreglo iglesia y monumento)
-grupos de adoradores al Santísimo.
2) Altar adornado de flores
4) Campanas y campanillas para tocar en el momento del Gloria. ‘‘Matraca’’ de madera para sustituir las
campanas.
5) Puede agasajarse a los ‘‘apóstoles’’ y a los pobres con pan y vino u otra comida dulce, pero fuera de
la celebración litúrgica para no simular el sacrificio eucarístico, sin distraerse de la adoración al Smo.
6) Lugar destacado para los 12 apóstoles: hombres representativos que estén preparados para la
comunión.
CELEBRACIÓN
TEMA: HABIENDO AMADO A LOS SUYOS, LOS AMO HASTA EL EXTREMO
1.- MONICIÓN
Hermanos: en una tarde como esta, Jesús, nuestro Salvador, reunió a sus discípulos en el Cenáculo, para
despedirse de ellos y entrar en su pasión dolorosa. Quiso mostrarles su amor hasta el extremo y se
quedó en su Eucaristía, en sus sacerdotes y en todos los hermanos a quienes debemos amar como él nos
ha amado.
Por esto nos reunimos en asamblea fraterna, y, aunque no tenemos un sacerdote que celebre la Santa
Misa, el Papa, el Señor Obispo y nuestro Párroco han querido que nos reunamos para recordar esa
despedida y comer también la Santa Comunión que nos ha enviado ya consagrada, para alimentar esta
comunidad de discípulos de Cristo. Asistamos con grande fe, participemos con emoción en las oraciones,
en el canto y en la Comunión del Cuerpo de Cristo, si nos hemos reconciliado ya con Dios por medio del
sacramento de la Penitencia.
OREMOS… Señor Dios nuestro, nos has convocado esta tarde para celebrar aquella misma memorable
Cena en que tu Hijo, antes de entregarse a la muerte, confió a su iglesia e banquete de su amor, el
Sacrificio nuevo de la alianza eterna; te pedimos que la celebración de estos santos misterios nos lleve a
alcanzar plenitud de amor y de vida. Por J.C.N.S
A/ AMEN.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Éxodo 12, 1-8. 11-14.
Lo guardaran hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolara al
atardecer. Tomaran la sangre y rociaran las dos jambas y el dintel de la puerta de la casa donde vayan a
comer el cordero. Esa noche comerán la carne, asada a fuego; comerán panes sin levadura y hierbas
amargas. Comerán así: con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano, y a toda
prisa.
Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los
hombres hasta los ganados, castigare a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor. La sangre les servirá de
señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo ante vosotros, y no
habrá entre ustedes plaga exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto.
Este día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor, de generación en
generación celebrarán esta festividad, como institución perpetua’’
Palabra de Dios.
Hermanos: “Yo recibí del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a
ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: Esto es mi
cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía’’.
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: ‘’Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi
sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él’’.
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este Cádiz proclaman la muerte del Señor,
hasta que vuelva’’
PALABRA DE DIOS.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 1-15.
‘‘Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al
Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
En el trascurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de
simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había salido de Dios y a dios volvía, se
levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego, echó agua en una jofaina y
se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: ‘‘Señor, ¿me vas a lavar tú a mis los pies?’’ Jesús le replicó: ‘‘Lo
que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde’’. Pedro le dijo: Tú no me
lavarás los pies jamás’’. Jesús le contestó: ‘’Si no te lavo, no tendrás parte conmigo’’. Entonces le dijo
Simón Pedro: ‘’En ese caso Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza’’. Jesús le dijo: ‘‘El
que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están
limpios, aunque no todos’’. Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: ‘No todos están limpios’.
Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: ‘‘¿Comprenden
lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.
Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes, también ustedes lo
hagan’’
6. REFLEXIÓN:
LAVATORIO DE PIES
MONICIÓN: Hermanos: Y ahora, Siguiendo el Mandamiento de Cristo de amarnos como Él mismo nos ha
amado, realicemos el signo que realizó en la última cena y que nos mandó hacerlo también nosotros,
con estas palabras: ‘‘Si yo, el Maestro y Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los
pies unos y otros: les he dado ejemplo, para que los que yo he hecho con ustedes, ustedes también lo
hagan’’.
El que preside se ciñe con una toalla y con la ayuda de otra persona, con una lavacara y una jarra de
agua, va lavando y besando los pies a las doce personas que representan a los apóstoles. Procúrese que
este acto sea visible para todos. Se entona mientras tanto un canto propicio.
ORACIÓN DE LA COMUNIDAD
Hermanos: Agradecidos con nuestro Maestro y Salvador, que, siendo Dios, se hizo hombre y se humilló
hasta lavar los pies de sus discípulos, para enseñarnos amar a nuestro prójimo, digamos con fervor a
nuestro Padre del cielo:
-Por la Iglesia universal, para que a todos los hombres predique el amor a Dios y a los hermanos,
digamos:
-Por todos los seguidores de Cristo, para que vivamos el mandato del amor fraterno hasta dar la vida,
digamos:
-Por sacerdotes, religiosas y apóstoles seglares, para que sean ejemplo de humildad y amor a los más
necesitados, digamos:
-Por esta comunidad, para que fortalecida por el cuerpo de Cristo, lo acompañe por el dolor y la muerte
hasta la resurrección, digamos:
(Intenciones libres).
OREMOS: Padre de bondad, escucha las plegarias de tu pueblo, y concédenos seguir las huellas de tu
Hijo, que nos amó hasta darnos su vida en dolorosa pasión. Por J.C.N.S.
A/. AMEN.
LITURGIA DE LA COMUNIÓN
ORACIÓN DEL SEÑOR.
COMUNIÓN SACRAMENTAL
CANTOS DE COMUNIÓN:
Cantemos al amor de los amores
Que hermoso es acercarnos al altar
DIOS DE AMORES
RITOS DE CONCLUSIÓN
19.- MONICIÓN
ORACIÓN FINAL
OREMOS: Concédenos, Dios todopoderoso, que la Cena de tu Hijo, que nos alimenta en el tiempo, llegue
a saciarnos un día en la eternidad de tu Reino. Por J.C.N.S. A/. AMEN.
21.- BENDICION Y ENVIO
Pequeña procesión dentro de la Iglesia para conducir el Smo. Sacramento al sagrario del Monumento.
Acompañar con cirios encendidos al menos los acólitos y las personas que fueron lavados los pies. Tocar
la ‘‘matraca’’, y no la campanilla.
VIERNES SANTO
CELEBRACIÓN DE LA MUERTE DE JESUCRISTO, NUESTRO DIVINO SALVADOR.
INDICACIONES PASTORALES:
1. Historia: Jesús es llevado a los tribunales, condenado a muerte, arrastrado al Calvario, muerto en la
Cruz y sepultado.
2. Sentido Profundo: La muerte del Salvador que nos da vida. La Cruz y la Sangre, precio de nuestra
Salvación.
Aceptar y unir nuestra futura muerte corporal a la muerte de Jesucristo, como camino de nuestra
salvación y gloria, por los que amamos y por el mundo. Nuestro dolor y nuestra muerte parte del dolor y
muerte de Cristo.
5. PREPARAR:
1) Equipo Litúrgico: -Presidente
-Lectores:
*1ª. Lectura
*Salmo responsorial
*Evangelio Pasión: + Jesucristo (el Presidente)
Narrador (otro lector) N.
Pueblo (otro lector) P.
-Colectores
-Cantores
-recepcionistas para preparar el altar vacío
2) Un crucifijo: Suficientemente grande para la adoración, cubierto con un paño morado o rojo para
descubrirlo poco a poco.
4) Mantel de altar: corporal, agua, purificador y dos cirios que se encenderán en el momento de la
comunión. El altar hasta tanto estará totalmente desnudo y los cirios apagados.
CELEBRACIÓN
TEMA: CRISTO MURIÓ PARA QUE VIVAMOS PARA ÉL
1.- MONICIÓN. -
Buenas tardes a todos. Hermanos: La Cena del Señor, que celebramos ayer, culmina hoy en la Pasión de
Jesucristo y en su muerte en la Cruz. La cruz es signo de muerte, de sufrimiento, del amor que se
entrega, pero es también anticipo de la victoria de la resurrección sobre la muerte y el mal.
Para nuestro vivir y nuestro morir es importante que entendamos hoy la Pasión y la Muerte de
Jesucristo.
El Viernes Santo fue necesario entonces y es necesario ahora. Solo la vida que se entrega por amor en el
servicio a los demás, está llamada a resucitar.
2. POSTRACIÓN. - Todos nos inclinamos, rostro en tierra, de rodillas ante la presencia de Dios, y ante el
misterio de la vida y la muerte que se nos va a revelar.
3. ORACIÓN. - Señor, Dios nuestro, Jesucristo, tu Hijo, al derramar su sangre por nosotros, se adentró en
su misterio pascual; recuerda, pues, que tu ternura y tu misericordia son eternas, santifica a tus hijos y
protégelos siempre. Por Jesucristo Nuestro Señor. R:/ Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
Él fue traspasado por nuestros crímenes
“He aquí mi siervo prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en alto. Muchos se
horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante, que no tenía ya aspecto de hombre; pero
muchos pueblos se llenaron de asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca
se habían imaginado.
¿Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? ¿A quién se le revelará el poder del Señor? Creció
en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto.
No tenía gracia ni belleza. No vimos en el ningún aspecto atrayente; despreciado y rechazado por los
hombres, varón de dólares, habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada,
despreciado y desestimado.
El soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo tuvimos por leproso,
herido por Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. El
soportó el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados.
Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargo sobre él, todos
nuestros crímenes. Cuando lo maltrataban, se humillaba y no habría la boca, como un cordero llevado a
degollar; como oveja ante el esquilador, enmudecía y no habría la boca.
Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó de su suerte? Lo arrancaron de la
tierra de los vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los
malhechores a la hora de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en su boca.
El señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, vera a sus
descendientes, prolongara sus años y por medio de él prosperaran los designios del señor. Por las fatigas
de su alma, verá la luz y se saciara; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los
crímenes de ellos.
Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, ya que indefenso se
entregó a la muerte y fue contado entre los malhechores, cuando tomo sobre si las culpas de todos e
intercedió por los pecadores”
PALABRA DE DIOS
Del Salmo 30
Aprendió a obedecer y se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que obedecen.
Hermanos: “Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo.
Mantengámonos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea
capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas
pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos, por tanto, con plena confianza al trono de la
gracia a recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
Precisamente por eso, Cristo, durante su mortal, ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y
lágrimas, a aquel podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era su Hijo,
aprendió a obedecer padecimiento, y llegado a su perfección, convirtió en la causa de la salvación eterna
para todos los que obedecen”
PALABRA DE DIOS.
Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de Cruz. Por
eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está, sobre todo Nombre.
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
8.- EVANGELIO
PASIÓN DE NUESTRA SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN JUAN 18, 1-19, 42.
N. “En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un
huerto, y también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos.
Entonces Judas tomó un batallón de soldado y guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos y entró
en el huerto con linternas, antorchas y armas.
Jesús, sabiendo todo lo que iba a suceder, se adelantó y les dijo: + “¿a quién buscan?” N Le contestaron:
P “A Jesús al Nazareno”. N Les dijo Jesús: + “Yo Soy”. N Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al
decirles “Yo Soy”, retrocedieron y cayeron a tierra. Jesús les volvió a preguntar: “¿a quién buscan?” N
“Ellos dijeron: “A Jesús, el nazareno”. N “Jesús contestó: + Les dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen
que estos se vayan”. N Así se cumplió lo que Jesús había dicho: + “No he perdido a ninguno de los que
me diste”.
N Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió a un criado del sumo sacerdote y le
cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro: + “Mete la espada en
la vaina. ¿No soy a beber el cáliz que me ha dado mi Padre?”
N El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron a Jesús, lo ataron y lo llevaron
primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás era el que había dado
a los judíos este concejo: P “Conviene que muera un solo hombre por el Pueblo”.
N Simón Pedro y otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y
entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta.
Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, hablo con la portera e hizo entrar a Pedro: P “¿No
eres también uno de los discípulos de ese hombre?” N Él dijo: P “No lo soy”. N Los criados y los guardias
habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie
calentándose.
El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contesto: + “Yo he
hablado abiertamente al mundo y he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se
reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los
que me han oído, sobre lo que los he hablado. Ellos saben lo que he dicho”.
N Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada a Jesús diciéndole: P “¿Así contestas al sumo
sacerdote?” N Jesús respondió + “Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero si he
hablado como se debe, ¿Por qué me pegas?” N Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo
sacerdote.
Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era muy de mañana y ellos no entraron en el palacio para
no incurrir en impureza y poder así comer la cena de Pascua.
Salió entonces Pilato a donde estaban ellos y les dijo: P “¿De qué me acusan a este hombre?” N Le
contestaron: P “si este no fuera un malhechor no te lo hubiéramos traído”. N Pilato los dijo: P “pues
llévenselo y júzguenlo según su ley”. N Los judíos le respondieron: P “No estamos autorizados para dar
muerte a nadie”. N Así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicado de qué muerte iba a morir.
Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo: P “¿Eres tú el rey de los judíos?” N Jesús le
contestó: + “¿Eso preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?” N Pilato respondió: “¿Acaso soy yo
judío?” Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?” N Jesús
contestó: + “Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían
luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí” N Pilato le dijo: P
“¿Conque tú eres rey?” N Jesús le contestó: + “Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser
testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”. N Pilato le dijo: P “¿Y qué es la
verdad?”.
N Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo: P “No encuentro en él ninguna culpa.
Entre ustedes es costumbre que por Pascua ponga en libertad a un preso. ¿Quieren que les suelte al rey
de los judíos?” N Pero todos ellos gritaron: P “¡No, a ése no! ¡A Barrabas!” N (El tal Barrabás era un
bandido).
Entonces Pilato tomó a Jesús y los mandó azotar. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la
pusieron en la cabeza, le echaron encima un manto color púrpura, y acercándose a él, le decían: P “¡Viva
el rey de los judíos!”, N y le daban de bofetadas.
Pilato salió otra vez afuera y les dijo: P “Aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna
culpa” N Salió, pues Jesús, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato dijo: P “Aquí
está el hombre”. N Gritaron: P “¡Crucifícalo crucifícalo!” Pilato les dijo: P “Llévenselo ustedes y
crucifíquenlo, porque yo no encuentro culpa en él”. N Los judíos le contestaron: P “Nosotros tenemos
una ley y según esa ley tiene que morir, porque sea declarado Hijo de Dios.”
N Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más, y entrado otra vez en el pretorio, dijo a Jesús: P
“¿De dónde eres tú?” N Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces: “¿A mí no me hablas?” ¿No
sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?” N Jesús le contestó + “no
tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha
entregado a ti tiene un pecado mayor”.
N Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban: P “¡Si sueltas a ese, no eres
amigo del Cesar!” N Al oír estas palabras, Pilato sacó a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que
llaman “el Enlosado” (en hebreo Gábbata). Era el día de la preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y
dijo Pilato a los judíos: P “Aquí tienen a su rey”. N Ellos gritaron: P “¡Fuera, fuera! ¡Crucifícalo!” N Pilato
les dijo: P “¿A su rey voy a crucificar?” N Contestaron los sumos sacerdotes: P “No tenemos más rey que
el César” N Entonces se lo entregó para que lo crucificaran.
Crucificaron a Jesús y con él a otros dos
Tomaron a Jesús y él, cargando con la cruz, se dirigió hacia el sitio llamado “la Calavera” (que en hebreo
se dice Gólgota), donde lo crucificaron, y con él a otros dos, uno de cada lado, y en medio Jesús. Pilato
mandó escribir un letrero y ponerlo, encima de la cruz: en él estaba escrito: ‘Jesús el nazareno, el rey de
los judíos’. Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y
estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato: P
“No escribas: ‘El rey de los judíos’, sino: ‘Este he dicho: Soy rey de los judíos’ N Pilato les contestó: P “Lo
escrito, escrito está”.
Se repartieron mi ropa
N Cuando crucificaron a Jesús los soldados cogieron su ropa e hicieron cuatro partes, una para cada
soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida de toda una pieza de arriba abajo. Por
eso se dijeron: P “no la rasguemos, sino echemos suertes para ver a quien le toca”. N Así se cumplió lo
que dice la escritura: se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi túnica. Y eso hicieron los soldados.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre María la de Cleofás, y María
magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: + “Mujer
ahí está tu hijo” N Luego dijo al discípulo: + “Ahí está tu madre”. N Y desde entonces el discípulo se la
llevó a vivir con él.
Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la escritura
dijo: + “tengo sed”. N Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron una esponja empapada
en vinagre a una caña de hisopo y se acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo + “todo está
cumplido”, N e inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
N Entonces, los judíos, como era el día de la preparación de la Pascua, para que los cuerpos de los
ajusticiados no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne, pidieron
a Pilato que es quebraran las piernas y los quitaran de la cruz. Fueron los soldados, le quebraron las
piernas a uno y luego al otro de los que habían sido crucificados con él. Pero al llegar a Jesús, viendo que
ya había muerto, no lo quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con
una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que
también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura: No le quebraran
ningún hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Miraran al que traspasaron.
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero oculto por miedo a los judíos, pidió
a Pilato que lo dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo.
Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mezcla de,
mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con esos aromas, según se acostumbra enterrar
entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo,
donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la preparación de la
Pascua y el sepulcro estaba cerca, allí pusieron a Jesús.
9.- REFLEXIÓN:
Hermanos: Unidos a Jesucristo, clavados en la Cruz con él, justamente con su sangre preciosa,
presentemos al Padre, nuestras oraciones por todos los miembros de la iglesia y por el mundo entero.
Oremos primero en silencio por cada intención y luego, ratificando la oración, con fervor digamos:
Presidente: Oremos, amadísimos hermanos, por la Santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda la
paz, la unidad y la protección en toda la tierra, y nos conceda una vida serena, para alabar a Dios Padre
todopoderoso. Oremos al Señor.
P/. Oremos también por nuestro Santo Padre, el Papa…, para que Dios, nuestro Señor, le conceda vida y
seguridad, y le conserve en su Santa Iglesia, ya que eligió dentro del orden episcopal para regir todo el
pueblo santo de Dios. Oremos al Señor:
P/. Oremos también por nuestro Obispo…, por todos los obispos, por nuestros sacerdotes, religiosas(os),
por nuestros animadores de comunidades cristianas y grupos de apostolado, para que, ayudados por la
gracia divina, sirvan a la Iglesia con fidelidad. Oremos al Señor: …
P/. Oremos también por los que se preparan al bautismo: para que Dios, nuestro Señor, abra sus
corazones y sus mentes a su amor; y, al recibir el perdón de todos los pecados por el Bautismo de
regeneración, se incorporen a Jesucristo, nuestro Señor: Oremos al Señor…
P/. Oremos también por todos los hermanos que creen en Cristo: para que, a cuantos buscan en sus
obras la verdad, Dios nuestro Señor los reúna y proteja en su única Iglesia: Oremos al Señor…
P/. Oremos también por los judíos, que fueron los primeros en recibir la Palabra de Dios, para que el
mismo Dios les conceda caminar en el amor de su nombre y en la felicidad de su alianza: Oremos al
Señor…
P/. Oremos también por los gobernantes de todas las naciones, para que Dios nuestro Señor, según su
divina voluntad, dirija sus pensamientos y decisiones hacia una auténtica paz y libertad para todos.
Oremos al Señor…
P/. Oremos: también, hermanos, para que Dios nuestro Padre, purifique al mundo de todo error, cure las
enfermedades, aleje el hambre, las catástrofes, abra las cárceles, libere a los hombres de toda esclavitud,
conceda el retorno a los ausentes, buen viaje a los caminantes, salud a los enfermos y salvación a los
moribundos. Oremos…
P/. Presentamos ahora, a la comunidad cristiana, la Santa Cruz, signo de nuestra fe y fuente de nuestra
salvación para adorarla con amor.
Se descubre poco a poco la Santa Cruz, en tres etapas y en cada una el presidente dice o canta elevando
cada vez el tono de la voz.
Se acercarán todos ordenadamente a venerar la cruz. Ofrecen también su ofrenda para el cuidado y
apostolado de la Iglesia en los Santos lugares de Palestina.
CANTOS: VICTORIA, TU REINARAS
PURIFICA MI ALMA
SALVE DOLOROSA
VOY A REFERIR
A/. SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, ¡TEN PIEDAD DE NSOTROS!
Se cubre el altar con un mantel blanco. Se coloca el corporal, un purificador y un poco de Agua, y se
encienden dos cirios. Enseguida se trae la Santa Reserva. Todos se ponen de Rodillas adorando unos
momentos el Santísimo Sacramento sin canto, luego se ponen en Pie.
P/. Hermanos: Vamos ahora a unirnos a la muerte salvadora de Jesucristo por la Santa Comunión de su
cuerpo y de su Sangre, inmolados en la cruz. También unimos a la muerte de Cristo, nuestra muerte, que
sucederá en el momento que Dios disponga. Pero la aceptamos con amor, como parte de la muerte de la
salvación, de nuestros seres queridos y todo el mundo. Por eso decimos son los mismos sentimientos de
Cristo en su pasión y en su muerte:
P/. Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días; para que ayudados por tu
misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos
la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
P/. Señor Jesucristo, la comunión que vamos hacer con tu Cuerpo, sin mérito de nuestra parte, no sea
para nosotros un motivo de juicio ni de condenación; concédenos bondadoso que sirva para defensa de
nuestra alma y de nuestro cuerpo y sea para nosotros un remedio de salvación.
A/. SEÑOR, NO SOY DIGNO, DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARA PARA
SANARME.
Se distribuye la Comunión en silencio y sin canto alguno. Recogimiento profundo para unirse a la muerte
salvadora de Jesucristo y aceptar el camino pascual para llegar al Padre en la gloria.
13.- ORACIÓN FINAL:
P/. OREMOS: Dios todopoderoso y eterno, que nos redimiste con la gloriosa pasión y muerte de Cristo;
conserva en nosotros la obra de tu gracia, y que nuestra participación en este misterio consagre nuestra
vida a tu servicio. Por Jesucristo Nuestro Señor. A/. AMEN.
14.- BENDICIÓN:
P/. Te rogamos, Señor, descienda tu bendición abundante sobre nosotros, que hemos celebrado la
muerte de tu Hijo, en la esperanza de su resurrección: concédenos tu perdón y tu consuelo, aumenta en
nosotros la fe, y asegura nuestra redención eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. A/. AMEN.
Se retiran todos en silencio, se apagan los cirios y se deja de nuevo desnudo el altar.
VIGILIA PASCUAL
SÁBADO SANTO EN LA NOCHE
1. Historia: Jesucristo como lo había anunciado, después de haber muerto verdaderamente, resucita
verdaderamente, deja vacío el sepulcro y se manifiesta a sus amigos.
2. Sentido Profundo: La resurrección de Cristo, esperada por los siglos, llega por fin. Cristo vence a la
muerte y al pecado. Cristo el primero de los resucitados en la humanidad redimida.
3. Nuestra Actitud:
Aceptar y unir nuestra futura muerte corporal a la muerte de Jesucristo, como camino de nuestra
salvación y gloria, por los que amamos y por el mundo. Nuestro dolor y nuestra muerte parte del dolor y
muerte de Cristo.
5. PREPARAR:
1) Equipo Litúrgico: -Presidente
- 12 discípulos con cirios
-Lectores:
*para 4 lecturas y responsorios
*para carta de San Pablo
*Evangelio – Presidente
-Cantores
-recepcionistas para preparar el altar adornado abundantemente con flores en
señal de alegría de la Resurrección, agua, fogata fuera de la Iglesia, cirios para
todos, luces, campanas.
2) Utensilios: - Leña o carbón para el fuego nuevo.
- Bandeja para agua bendita cerca del ambón, adornada con flores.
- Cirio grande para bendecirse
- Pedestal para el cirio cerca del ambón adornado con flores.
- Cirios pequeños para todos los asistentes.
- Biblias y libros de cantos.
- Campanas para el Gloria.
3) cirio Pascual: Preparar con tiempo con el dibujo establecido
I. LITURGIA DE LA LUZ
1. MONICIÓN
En un lugar adecuado fuera de la iglesia, se enciende un fuego. El celebrante saluda al pueblo y
explica brevemente el sentido de la Vigilia nocturna, con estas palabras
P/. Hermanos: En esta noche santa, en que Nuestro Señor Jesucristo ha pasado de la muerte
a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por el mundo, a que se reúnan para
velar en oración. Si recordamos así la Pascual de Señor, oyendo su palabra y celebrando sus
misterios. Podremos esperar tener parte en su triunfo sobre la muerte y vivir siempre con Él.
Bendigamos los signos de Cristo, Luz del mundo. Luz de Luz, que amanece para la salvación
del mundo, el fuego nuevo y el cirio pascual.
4. PROCESIÓN DE LA LUZ
P./ Cristo, luz del mundo, en la marcha de los siglos, se comunica primero a sus profetas y
discípulos y por ellos a toda la humanidad redimida. Expresemos esta comunicación de la luz de
Cristo esta entrada al templo.
A la entrada del templo levanta el cirio pascual encendido y lo presenta a todos
cantando:
P./ LA LUZ DE CRISTO
A./ DEMOS GRACIAS A DIOS (No enciende aún otro cirio)
A mediados de la nave central, en toco más alto y levantando el cirio en medio de las tinieblas
canta:
P./ LA LUZ DE CRISTO
A./ DEMOS GRACIAS A DIOS (enciende los cirios a los 12 discípulos que ingresan con él)
Cerca del altar, en tono aún más alto y levantando el cirio y de cara al pueblo, canta
nuevamente.
P./ LA LUZ DE CRISTO
A./ DEMOS GRACIAS A DIOS (los 12 discípulos se dispersan por el templo y encienden las
luces de todos los presentes)
5. EL PREGÓN DE LA PASCUA
Colocado el Cirio Pascual en su pedestal e en el centro, frente al altar, el presidente con pausa y
solemnidad recita o canta el anuncio solemne de la Pascua. Puede también proclamar entre dos
personas con voz potente, alternando las estrofas.
Ésta es la noche
en que sacaste de Egipto
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.
Ésta es la noche
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.
Ésta es la noche
en que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo
son arrancados de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos.
Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?
Ésta es la noche
de la que estaba escrito:
«Será la noche clara como el día,
la noche iluminada por mí gozo.»
PRIMERA LECTURA
En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe; sobre la faz del Abismo, la
tiniebla.
Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Que exista la luz. Y la luz existió. Y vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de la
tiniebla:
llamó Dios a la luz «Día»; a la tiniebla «Noche».
—Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero—
Y dijo Dios: Que exista una bóveda entre las aguas, que separe aguas de aguas. E hizo Dios una bóveda y
separó las aguas de debajo de la bóveda de las aguas de encima de la bóveda.
Y así fue. Y llamó Dios a la bóveda «Cielo».
—Pasó una tarde, pasó una mañana: el día segundo—
Y dijo Dios: Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo sitio, y que aparezcan los continentes.
Y así fue. Y llamó Dios a los continentes «Tierra». y a la masa de las aguas la llamó «Mar». Y vio Dios que
era bueno.
Y dijo Dios: Verdee la tierra hierba verde, que engendre semilla y árboles frutales que den fruto según su
especie,
y que lleven semilla sobre la tierra.
Y así fue. La tierra brotó hierba verde que engendraba semilla según su especie, y árboles que daban
fruto y llevaban semilla según su especie.
Y vio Dios que era bueno.
—Pasó una tarde, pasó una mañana: el día tercero—
Y dijo Dios: Que existan lumbreras en la bóveda del cielo,
para separar el día de la noche, para señalar las fiestas, los días y los años; y sirvan de lumbreras en la
bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra.
Y así fue. E hizo Dios dos lumbreras grandes:
la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche; y las estrellas.
Y las puso Dios en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra; para regir el día y la noche, para
separar la luz de la tiniebla.
Y vio Dios que era bueno.
—Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto—
Y dijo Dios: Pululen las aguas un pulular de vivientes,
y pájaros vuelen sobre la tierra frente a la bóveda del cielo.
Y creó Dios los cetáceos y los vivientes que se deslizan y que el agua hace pulular según sus especies,
y las aves aladas según sus especies. Y vio Dios que era bueno.
Y Dios los bendijo diciendo: Creced, multiplicaos, llenad las aguas del mar; que las aves se multipliquen
en la tierra.
—Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto—
Y dijo Dios:
Produzca la tierra vivientes según sus especies:
animales domésticos, reptiles y fieras según sus especies. Y así fue.
E hizo Dios las fieras según sus especies, los animales domésticos según sus especies y los reptiles según
sus especies.
Y vio Dios que era bueno.]
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza;
que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo: Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla;
dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra.
Y dijo Dios: Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra;
y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la
tierra, a todas las aves del cielo,
a todos los reptiles de la tierra —a todo ser que respira— la hierba verde les servirá de alimento.
Y así fue.
Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno.
—Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto—
Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos.
Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el día séptimo de todo
el trabajo que había hecho. Palabra de Dios.
P./ OREMOS: Dios todopoderoso y eterno, admirable siempre en todas tus obras; que tus redimidos
comprendan la creación del mundo en el comienzo de los siglos como obra de mayor grandeza hasta
sacrificio pascual Cristo en la plenitud de los tiempos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SEGUNDA LECTURA
Lectura del Libro del Génesis 22, 1-18.
Aquí me tienes. Dios le dijo: Toma a tu querido hijo único, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo
allí en sacrificio en uno de los montes que yo te indicaré.
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a
su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar
a su hijo;
Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo: “¡Abrahán, Abrahán!” Él contestó: “Aquí me tienes”. El
ángel le ordenó: “No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios,
porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo”. Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado
por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.
El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: «Juro por mí mismo —oráculo del Señor—:
por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus
descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán
las puertas de ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia,
porque me has obedecido.» Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 15, 5 y 8. 9-10. 11
P./ OREMOS: Oh Dios, Padre supremo de los creyentes, que multiplicas sobre la tierra los hijos de tu
promesa con la gracia de la adopción y, por el misterio pascual, hiciste de tu siervo Abrahán el padre de
todas las naciones, como lo habías prometido. concede a tu pueblo responder dignamente a la gracia de
tu llamada. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
TERCERA LECTURA
Lectura del Libro del Éxodo 14, 15-30.
P./ OREMOS: Oh Dios, que has iluminado los prodigios de los tiempos antiguos con la luz del Nuevo
Testamento: el mar Rojo fue imagen de la fuente bautismal, y el pueblo liberado de la esclavitud imagen
de la familia cristiana; concede que todos los pueblos, elevados por su fe a la dignidad de pueblo
elegido, se regeneren por la participación de tu Espíritu. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
CUARTA LECTURA
Lectura del Profeta Ezequiel 36, 16-28.
P./ OREMOS: Oh Dios, que para celebrar el misterio pascual nos instruyes con las enseñanzas de los dos
Testamentos; concédenos penetrar en los designios de tu amor, para que, en los dones que hemos
recibido, percibamos la esperanza de los bienes futuros. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Se canta GLORIA A DIOS EN EL CIELO, se tocan las campanas y campanillas y se encienden todas las
luces del Templo.
QUINTA LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 3-11.
Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el
bautismo fuimos sepultados con El en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.
Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una
resurrección como la suya. Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo,
quedando destruida nuestra personalidad de pecadores y nosotros libres de la esclavitud del pecado;
porque el que muere ha quedado absuelto del pecado.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El; pues sabemos que Cristo,
una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre Él.
Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios.
Lo mismo vosotros consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor Nuestro.
Palabra de Dios.
17. EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 16, 1-8
En aquel tiempo María Magdalena, María la de Santiago y Salomé, compraron aromas para ir a
embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se
decían unas a otras:
- «¿Quién nos correrá la piedra a la entrada del sepulcro?» Al mirar vieron que la piedra estaba corrida,
y eso que era muy grande.
Entraron en el sepulcro y vieron un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y se asustaron.
Él les dijo: «No os asustéis ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado.
Mirad el sitio donde lo pusieron Ahora id a decir a sus discípulos y a Pedro: Él va por delante de vosotros
a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo.»
Salieron corriendo del sepulcro, temblando de espanto. Y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían.
PALABRA DEL SEÑOR.
18. REFLEXIÓN
1. ¿En qué forma recibieron el anuncio de la resurrección las santas mujeres?
2. ¿En qué consiste la resurrección de Jesucristo?
3. ¿Qué dones nos trae la resurrección del Salvador?
4. ¿Cómo compartimos hoy los dones de la resurrección?
Señor y Padre nuestro, en esta noche en que celebramos la maravilla de nuestra creación y la maravilla
más grande aún de nuestra redención, dígnate bendecir esta agua. Tú la has creado para dar a la tierra
su fecundidad y para dar a nuestro cuerpo frescura y limpieza. Tú has hecho de ella también el
instrumento de tu misericordia; por ella has libertado a tu pueblo de la esclavitud y has apagado su sed
en el desierto; por ella los profetas han anunciado la nueva alianza que tu querías sellar con todos los
hombres; por ella que Jesús santificó en el Jordán, tú has renovado nuestra naturaleza pecadora en el
baño del nuevo nacimiento. Que esta agua, una vez más nos haga revivir y nos haga participar de la
alegría de nuestros hermanos que han sido bautizados en esta Pascua. Por Jesucristo nuestro Señor.
CONCLUSIÓN
Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos hizo nacer de nuevo por el agua y el
Espíritu Santo, y que nos concedió la remisión de los pecados, nos guarde en su gracia en el mismo
Jesucristo nuestro Señor, para la vida eterna. Amén
Se rocía al pueblo con el agua bendita, mientras se entona un canto bautismal. Cuando concluye la
aspersión, se hace la Oración universal.
Para que la Iglesia – que hoy vuelve a cantar el Aleluya Pascual – sea luz y salvación de todos los pueblos.
OREMOS AL SEÑOR R./
Para que los pueblos sumergidos en las tinieblas de la miseria y la opresión, reciban la Luz y la Fuerza de
Cristo resucitado OREMOS AL SEÑOR R./
Para que todos los que sin sentirse cristianos trabajan por un mundo mejor encuentren Luz y fortaleza
en Jesús resucitado. OREMOS AL SEÑOR R./
Para que todos los que sufren encuentren en Cristo resucitado la esperanza para seguir luchando.
OREMOS AL SEÑOR R./
Para que todos nosotros honremos esta Pascua dando testimonio de vivir una vida nueva. OREMOS AL
SEÑOR R./
“Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado
de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. Oh buen Jesús, óyeme. Dentro de tus llagas,
escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi
muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.”
Por la señal, de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y redentor mío; por ser Vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
I ESTACIÓN
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos…
Entonces Pilato dejo libre a Barrabas, en cambio, a Jesús lo hizo azotar y lo entrego para que fuese
crucificado. PALABRA DEL SEÑOR
Reflexión:
Jesús esta ante el tribunal. El juez es un cobarde, el juicio es una farsa. Se le acusa de un gran crimen de
querer librar a sus hermanos los hombres, de buscar un nuevo orden de verdad y justicia.
La calla y soporta porque sabe que con su pasión y muerte va alcanzamos la verdadera libertad.
Señor, que no aprenda a luchar por mis hermanos y a dar la vida por ellos, que yo sepa soportar contigo
la injusticia y unir mis sufrimientos a los tuyos para salvación de todos
II ESTACIÓN
JESÚS TOMA LA CRUZ SOBRE SUS HOMBROS
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos…
Ellos se apoderaron de Jesús, el mismo llevaba la cruz a cuestas y salió a un lugar llamado la
calavera que en hebreo se dice Gólgota. PALABRA DEL SEÑOR
Reflexión:
La sentencia ha sido dictada: Jesús debe morir como un criminal clavado en la cruz. Y el
mismo debe cargar su cruz
Jesús se adelanta y abraza, con decisión y libertad, el madero de la cruz, porque sabe que
su muerte nos ha de liberar. Muchos hombres son condenados por las estructuras de
pecado a cargar toda la vida con su ignorancia, su desnutrición y su miseria y son millones…
Señor, que no cargue sobre los hombros de mis hermanos la cruz de la injustica, que sepa
yo abrazar con entusiasmo la cruz de mi responsabilidad y de mi compromiso en la lucha
por la verdadera liberación de todo pecad y sus consecuencias
III ESTACIÓN
Reflexión:
Ha soportado muchos azotes, bofetadas, salivazos. Esta solo, no puede más y cae bajo el
peso de la cruz
Es el joven que anda desesperadamente buscando trabajo, es el padre de familia que no
halla quien le preste para curar a su hijo el minero que murió al derrumbarse el tiro de la
mina el campesino que cayo intoxicado por el fumigante, la madre que no puede, más con
su miseria y se derrumba dado gritos. Los miserables caldos, atropellados, humillados en un
mundo de injusticia.
Señor cerca de mi están los caldos, los torturados, los humillados, no permitas que yo
descargue mi injusticia sobre ellos, enséñame a levantarme y enséñame a saber ayudar a
mis hermanos caldos a levantarme de su postración.
IV ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 2,
Será puesto como una señal que muchos rechazaran, y a ti misma una espada te
atravesara el alma. PALABRA DEL SEÑOR.
Reflexión:
María es la más amorosa de las madres. Ha pasado el tiempo de tribunal en tribunal
llorando inconsolablemente, le quitan el hijo único, se lo arrebatan para clavarlo en una
cruz, como a un vil criminal. Y ahora camino al calvario, tu madre y el hijo se encuentran, el
dolor se hace insoportable, la mirada es una espada que penetra hasta el alma
Cuantas madres en Latinoamérica ven a los jóvenes hijos apararse del hogar. Los branceros
que van en busca de trabajo a los países ricos, para ser apresados o muertos, los que
tienen que ir a protagonizar una guerra absurda, o los jóvenes campesinos que
desaparecen, víctimas de la represión y la barbarie en toda américa
V ESTACIÓN
SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
DEL EVANGELIO SEGÚN SAN 23,26
Cuando lo llevaban echaron mano de un cierto simón de Cirene que volvía del campo y
le cargaron la cruz de Jesús para que la llevara detrás de él. PALABRA DEL SEÑOR.
Reflexión:
Jesús se quedó solo, sintió el amargo peso de la soledad. Todos los amigos lo han
abandonado, los enemigos se han reunido para atormentarlo, es un extraño para todos y a
nadie lo merece un poco de compasión. A un hombre que venia del campo lo tiene que
forzar a ayudarle con la cruz y lo hace obligado, de mala gana y por poco tiempo.
El pobre, el enfermo, el ignorante, están solos. Hay empresarios, hay sanatorios, hay
escuelas. ¡Hay tanta gente! Pero él está solo con el peso enrome de su miseria y ni siquiera
los mismos de su clase lo ayudan, parece un apestado del todos huyen, y él está solo con la
enorme cruz de su miseria, si acaso lo ayudan es por lastima y por poco tiempo
Señor, yo que acuda en ayuda a mis hermanos, los más pequeños y humildes, que sepa
comprender mi vida con ellos y que no solo les muestre lastima, sino que comparta como tú
lo hiciste, su miseria
VI ESTACIÓN
LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
Reflexión:
Atormentado por el peso insoportable de la cruz, por la sed que lo tortura y la sociedad que
lo angustia, todo su cuerpo como una llama, toda su alma un enorme dolor, sin embargo
Jesús no se deja llevar por la desesperación, conserva la delicadeza y la atención para esa
mujer del pueblo que le enjuga su rostro y le devuelve su faz divina en el lienzo de la
delicadeza femenina
Jesús nos dijo: todo lo que hagan por su hermano pequeñito por mí lo hacen. En el rostro
del pobre, del ignorante, del forastero, del humilde peón o de la pobre sirvienta, se esconde
el rostro de cristo en el que brilla la gloria del padre
Señor, enséñame a acercarme a los más pequeños y humillados de la tierra como sagrado
respeto, enséñame a descubrir en ellos su rostro con sagrado respeto. Enséñame a
descubrir en ellos el rostro divino y así amarlos y servirlos, luchando por su verdadera
liberación
VII ESTACIÓN
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
Lectura del libro del profeta Isaías 53,4
Eran nuestras dolencias las que el llevaba, eran nuestros dolores los que le pesaban y
nosotros lo creíamos azotado por Dios, castigado y humillado. PALABRA DE DIOS
Reflexión:
Nadie quiere ayudar a Jesús. ¿Dónde están los ciegos que recobraron la vista, los paralíticos
que tomaron su camilla y se fueron gozosos a su casa alabando a dios? ¿Dónde están los
amigos que gritaban vivas y hosannas hace apenas unos días al hijo de David? ¿No está ni
uno solo de los hambrientos alimentado en el desierto para ayudar a Jesús en esta segunda
caída?
Por toda Latinoamérica, están caídos los obreros, los campesinos, los indígenas, los más
pobres de los pobres los que extraen el oro de las mimas, los que cultivan el maíz y el café,
los que funden el hierro y refinan el petróleo, los que producen la riqueza del continente y
ellos caen en la enfermedad, la vejez y el abandono y no hay quien les ayude en su diaria
caída.
Señor, que no me haga sordo ni ciego ante la miseria de mis hermanos, sino que
abandonando mi seguridad y mi comodidad venga yo en su ayuda
VIII ESTACIÓN
JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 23,27
IX ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
Fue tratado como culpable a causa de nuestras rebeldías y aplastado por nuestros
pecados, se ha negado a si mismo hasta la muerte y ha sido contado entre los
pecadores. PALABRA DEL SEÑOR
Reflexión:
Otra vez caído, Jesús da con su rostro en la tierra. No hay palabras capaces de expresar
este dolor y esta humillación contemplamos esta terrible escena: el hijo de Dios, la gloria
del Padre, caído por tierra, derrotado, mordiendo el polvo, aplastado bajo el peso de la cruz.
El, que con el Padre y el Espíritu Santo es un solo Dios, Dios de Dios, luz de luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, caído rostro en tierra, contemplemos, adoremos reverentes.
Jóvenes arrojados al vicio y al pecado, drogadictos, y alcohólicos carne de prostíbulo y
carroña de prisión, vulgaridad y angustia cayeron bajo el peso de la injustica y la maldad,
consumidores del gran mercado del vicio, aplastados por una soledad indiferente que los
manipula y desprecia.
Señor, por tu santa muerte, enséñame a reconocerte e hombres dominado por el pecado
X ESTACIÓN
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
Se repartieron su ropa en cuatro partes iguales, una para cada soldado. En cuento a la túnica de
Jesús, que era sin costura, de una sola pieza, decidieron: no la rompamos, más bien echémosla a
la suerte, a ver de quien será. PALABRA DEL SEÑOR
Reflexión:
Todos lo han abandonado y ahora lo desnudan públicamente. Blanco de las burlas de la
soldadesca y de la chusma, Jesús ve pisoteada su dignidad, y aquel cuerpo que adoran los
ángeles es expuesto ante la villanía y la barbarie de sus enemigos.
Todo hombre es sagrado. El cuerpo de todo hombre merece sagrado respeto, ha sido
creado a imagen y semejanza de Dios y por la gracia es templo vivo del espíritu santo, y el
cuerpo de los hombres latinoamericanos se ve reducido por la anemia y la enfermedad. La
injusticia desnuda al hombre de toda dignidad lo convierte en víctima de toda ignominia.
Señor, que, así como adoramos tu cuerpo sagrado en la eucaristía, así seamos capaces de
venerar tu cuerpo santo en el cuerpo de todo ser humano y sepamos cubrir su desnudez
luchando por la verdad y a justicia
XI ESTACIÓN
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos…
Junto con Jesús llevaban también a dos malhechores para ejecutarlos. Cuando llegaron al lugar
llamado de la calavera, le crucificaron a él y a los malhechores uno a su derecha y otro a su
izquierda. PALABRA DEL SEÑOR
Reflexión:
Lo que ahora sucede es terrible: Jesús es clavado en la cruz ¿Qué crimen tan grande ha
cometido este hombre que en forma es castigado? Dio la vista a los ciegos, pan a los
hambrientos, vida a los muertos y ahora, con crueldad increíble clavan su cuerpo en la cruz
de la ignominia y es el cristo, el ungido de Dios. Y allí está solo, abandonado, privado de
toda libertad. Son miles y millones de hombres y mujeres en Latinoamérica que están
siendo clavados en la cruz de la impotencia, indígenas tratando como ciudadanos de
segunda clase, campesinos huyendo de la persecución y a muerte, y otros cayendo bajo las
balas de potencias extranjeras, pobres hombres torturados en las prisiones de su tierra por
luchar por la libertad de su pueblo. ¡Cristo de nuevo crucificado!
Señor, que nunca sea yo cómplice de la injustica, que nunca colabore a crucificar a mis
hermanos sostenidos las estructuras
XII ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
Al medio día se ocultó si así y todo el país quedo en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y Jesús
grito muy fuerte: padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y al decir estas palabras, expiro.
PALABRA DEL SEÑOR
Reflexión:
Y desde lo alto de la cruz ve el señor a todos los que lo rodean. Todos se han convertido en
sus enemigos: allí están lo piadosos fariseos y los sabios escribas, los pecadores venidos de
galilea y los mercaderes del templo. Todos se han conjugado contra
He aquí el misterio de amor. El hijo de Dios muere por los hombres. Y ya podemos decir:
para que fuéramos libres, él nos libró. Ya está pagada nuestra deuda ¡somos libres,
tenemos derecho a la libertad!
A diario el suelo de Latinoamérica se cubre de cadáveres de la sangre y el dolor de los
inocentes, pero ahora sabemos que tanto dolor no es inútil, está unido al dolor de Jesús. Y
un día renacerá de la misma cruz, la vida, la libertad para todos los pueblos, para todos los
hombres.
Señor, que yo sepa morir a mis enemigos y a mi comodidad, que sepa asumir mi
compromiso de lucha por la libertad de todos los hombres, que sea capaz de seguir tu
ejemplo de dar hasta la vida para que todos tengamos vida y libertad.
XIII ESTACIÓN
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
José, del pueblo de Arimatea, se presentó a Pilato y le pidió la autorización para retirar
el cuerpo de Jesús y Pilato se la concedió. Vino y retiro el cuerpo de Jesús. PALABRA
DEL SEÑOR
Reflexión:
Era la flor de la humanidad y está muerto. Es el hijo más amable y está muerto; es el hijo
de Dios y está muerto; era su hijo; su único hijo. María tiene a su hijo Jesús, desgarrado y
muerto en sus brazos. Puede levantarse y gritar entre lágrimas “¡oh, ustedes que pasan por
el camino, miren y vean si hay dolor semejante a mi dolor!”.
Y las madres de los niños latinoamericanos que mueren víctimas de la desnutrición y las
madres de los niños que cada año mueren de hambre y las madres de los jóvenes que día a
día son acribillados en Centroamérica y las madres que llevan años preguntando por sus
hijos desaparecidos, las madres ven morir a sus jóvenes hijos víctimas de la drogadicción o
el alcoholismo, las madres que lloran y sufren, las dolorosas madres latinoamericanas.
Señor, compadécete de las madres solas, de las madres huérfanas, de las madres
atribuladas, de todas las madres del mundo.
XIV ESTACIÓN
JESÚS ES SEPULTADO
/ Te adoramos, cristo, y te bendecimos…
José y Nicodemo, pues, tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas empapadas en
aquel perfume, según acostumbraban hacer los judíos para enterrar a sus muertos. En el lugar
/ donde crucificaron a Jesús había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, donde todavía no se
había depositado a nadie. Allí pusieron el cuerpo de Jesús, porque el sepulcro estaba cerca y
porque ya iba a empezar el sábado de los judíos. PALABRA DEL SEÑOR
Reflexión:
Todo ha terminado. El redentor ha concluido su obra. Ahora solo reina el silencio. La tarea
ha sido cumplida Jesús descansa, ha cumplido hasta el final su labor, los enemigos vuelven
satisfechos creyendo que han vencido. Los amigos regresan a Jerusalén recordando las
palabras del maestro: ¡Al tercer día resucitare!, la noche parece eterna, pero ya se anuncia
la primera luz del día de la victoria gloriosa.
Señor, que en la lucha diaria al lado del pueblo no nos dejemos amedrentar por el brillo del
poder o del dinero, que seamos capaces de esperar contra toda esperanza, firmes a tu
palabra; se sepamos responder al mal con el bien y así nos alcances la gracia de ver pronto
nacer el día de la verdad y de la paz para todos los pueblos de América Latina.
ORACIÓN FINAL