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DIFERENTES CLASES DE AYUNO CRISTIANO

Según las Sagradas Escrituras, hay varios tipos de ayuno cristiano, el profeta
Daniel, tomo la
decisión de no tomar ningún tipo de carne, vino, ni manjares delicados en Daniel 10:2,
aquí se trata
de un ayuno parcial.
Gracias a este ayuno parcial de 21 días el profeta Daniel tuvo la revelación y la visita
del Arcángel
Gabriel el cual le reconfortó y le dio la profecía para los últimos tiempos.

Este ayuno parcial, también lo utilizan algunos predicadores y evangelistas, para


afrontar campañas
de evangelismo. Ellos solo toman zumos de frutas cada varias horas y así pueden
afrontar los días
previos y de campaña para poder tener mayor comunión, orando y leyendo la palabra
de Dios. De
esta manera ellos pueden tener la energía suficiente para ministrar pero privando a la
carne y
poniéndola en servidumbre.

También para las personas que tienen dificultad de poder ayunar completamente, ya
sea por razones
de trabajo o por fuerza de voluntad propiamente, con este tipo de ayuno pueden tener
la comunión,
para poder clamar a Dios y pedir las fuerzas necesarias de hacer ayunos completos.
Cabe aclarar que este tipo de ayuno no se tiene que convertir en una muletilla para
substituir el
verdadero ayuno que es el total. Pues es que practicaban los siervos de Dios en las
Sagradas
Escrituras. Pero es un principio para poder acometer mayores retos.
¿Como ayunar? ¿Cuantas clases de ayuno hay? ¿Como tengo que orar cuando
ayuno?. Estas son algunas preguntas que se suele hacer el cristiano. En esta sección
hablaremos sobre los diferentes tipos de ayuno bíblicos que aparecen en la Biblia, el
poder del ayuno cristiano y la oración combinados y como deberá actuar para que
su ayuno sea reconocido y aceptado por Dios.
Cuando uno realiza un ayuno de varios días, tiene que tener en cuenta que es mejor
tomar agua, a no ser que Dios te haga una petición expresa, pues
sin su ayuda es poco prudente no tomar agua.
Si nos fijamos en las escrituras en Mateo 4:1-2

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el
diablo. Y después de haber ayunado 40 días y 40 noches, tuvo
hambre”.

También en Marcos 1:13 dice lo siguiente, que los ángeles en el desierto le


servían, (podemos suponer que se trataría de agua, pues lo más normal, es
que hiciera mención antes que tenía sed antes que hambre, y no hace mención sin
embargo a esto en las escrituras).
En el momento que los cristianos entienden que se puede realizar el ayuno tomando
agua, se siente liberados y con la posibilidad de contemplar más
días de ayuno, de tal manera pueden obtener mayores victorias al estar dirigidos por
la inspiración del Espíritu Santo.
Cuando uno realiza el ayuno no es conveniente tomar agua muy fría pues podría
afectar al estómago.
En la Palabra de Dios nos indica que según la ley había un día específico para realizar
ayuno, este
era el día decimo del mes séptimo, en el cual todo el pueblo de Israel se afligía delante
del Señor y
ofrecían ofrenda grata delante de Jehová. En este día nadie trabajaba y era completo
día de reposo y
dedicado y de reconciliación con Dios. El horario que hacían era desde las seis de la
tarde del día
noveno a las 6 de la tarde del día decimo, que es cuando se pone el sol en el estado
de Israel.

Qué bueno sería que todas las iglesias, practicaran este tipo de ayuno para buscar a
Dios, toda la
congregación en unidad, desde el pastor hasta el último de la iglesia, quebrantando y
clamando
rostro en tierra, como un solo hombre, igual que el pueblo de Israel clamaba a una.
Los cambios que se producirían en las iglesias, se transformarían y el Señor obraría
de manera
poderosa.
En el libro de Jueces 20:26 encontramos lo siguiente

“ Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la


casa de Dios; y
lloraron, y se sentaron allí en presencia de Jehová, y ayunaron aquel día hasta la
noche; y
ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová “.
Podemos encontrar en el libro de Joel 2:15:

“Tocad trompeta en Sión proclamad ayuno , convocad asamblea. Es ayuno de


toda la congregación, y en la palabra añade: Reunid al pueblo,
santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que
maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.“

En el versículo 17 añade que en el ayuno, el pueblo ha de estar entre el altar y la


entrada, que lloren sacerdotes, ministros de Dios, para así interceder a
Jehová y que les perdone de pecado.

También en el versículo 21, dice que Jehová hará grandes cosas y el 23: Y hará
descender lluvia. En estos versículos hemos de apreciar que el llamado
era para toda la congregación, incluyendo niños, niños de pecho y recién casados.
Esto es cuando la iglesia se propone de todo corazón para ninguno
se pierda, sino que todos van a una.

Si toda la iglesia se dispusiera en su corazón y buscase de esta manera al Señor,


desaparecería toda tibieza y mediocridad de y veríamos al Espíritu
Santo obrar de forma poderosa en todos los ámbitos de la iglesia.

Ya va siendo hora que las iglesias practiquemos este tipo de ayuno y así limpiaríamos
muchísimas raíces de pecado, las cuales están tan impregnadas
en nuestro ser que es necesario ayuno y oración para que el Señor pueda obrar y
arrancar todas nuestras iniquidades.

Si la iglesia se pusiese a orar desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde, todos
unidos en el templo orando y quebrantados en espíritu y en
verdad, veríamos las maravillas de Dios obrando poderosamente en nuestras iglesias.
Por poner un ejemplo, si cada uno de nosotros en lugar de estar delante del televisor
durante tantas horas, o leyendo libros de literatura del mundo, o
practicando deporte que como dice el apóstol Pablo a Timoteo: el ejercicio corporal
para poco aprovecha. Lo dedicáramos a buscar al Señor, y a
colocarlo en primer lugar en nuestras vidas, esto se convertiría en un avivamiento en
nuestras vidas, por consiguiente en un avivamiento en nuestras
familias, iglesias, barrios, ciudades, regiones y por último nuestra nación.

Me gustaría aclarar, que no estoy diciendo que no se pueda hacer lo antes


mencionado, pero si que hemos de examinarnos interiormente, si realmente
estamos poniendo al Señor en primer lugar en nuestras vidas. Como dice el apóstol
Pablo:

"Todo me es lícito, pero no todo me conviene; todo me es lícito, pero no todo me


edifica."

Por último decir del ayuno de congregación es la manera de actuar tal como está la
sociedad a día de hoy, el como Dios quiere que se vuelvan las
iglesias.
Para poder ayunar lo ideal sería poder estar dedicado a la oración y lectura de la
palabra, no obstante, hay muchas personas que les gustaría poder
realizar ayunos de más días, o con más frecuencia, la única manera es hacerlo en
días de trabajo. De todas maneras podemos hacer lo siguiente.
Antes de comenzar la jornada nos dispondremos unas horas antes para buscar en
oración, si la jornada laboral es partida, también se puede en el
momento que los compañeros comen, uno ha de buscar el lugar para poder orar, y por
último cuando se termina la jornada de trabajo, es un buen
momento para buscar a Dios, pues después de todo el día la carne está en
servidumbre y nuestro espíritu está en posición de liderazgo. De esta
manera es posible ayunar trabajando, también durante la propia jornada uno está en
comunión con el Señor, teniendo siempre presente el objetivo por el
cual ayunamos.

Estamos en los tiempos postreros, la mies es mucha y pocos los obreros, yo les animo
a que dispongan su corazón y busquen primero el reino de Dios
y su justicia, pidan al Espíritu Santo que les dirija en los motivos para ayunar y de esta
manera obtendrán grandes victorias, que Dios les bendiga.
No se olviden de visitar nuestra sección de mujeres cristianas que le será de gran
bendición para su vida.

Pregunta: "Ayuno Cristiano - ¿Qué dice la Biblia?"

Respuesta: La Escritura no ordena que los cristianos ayunen. No es algo que Dios
requiera o demande de los cristianos. Al mismo tiempo, la Biblia presenta el ayuno
como algo que es bueno, beneficioso y esperado. El libro de Hechos registra el ayuno
de creyentes antes de hacer decisiones importantes (Hechos 13:4; 14:23). El ayuno
con frecuencia va ligado a la oración (Lucas 2:37; 5:33). Creemos casi siempre que el
objetivo del ayuno es la falta de alimento. En cambio, el propósito del ayuno debe ser
quitar tus ojos de las cosas de este mundo y concentrarte en Dios. El ayuno es una
manera de demostrar a Dios, y a ti mismo, que tomas en serio tu relación con Él. El
ayuno te ayuda a obtener una nueva perspectiva y una renovada confianza hacia
Dios.
Aunque en la Escritura casi siempre el ayuno es la abstención de alimentos, existen
otras maneras de ayunar. Cualquier cosa que puedas ceder temporalmente con el fin
de concentrarte más en Dios, puede ser considerado como un ayuno (1 Corintios 7:1-
5). El ayuno debe estar limitado a un tiempo determinado, especialmente cuando el
ayuno es de comida. Los largos períodos de tiempo sin comer son dañinos para el
cuerpo. La intención del ayuno no es castigar al cuerpo, sino el enfocarse en Dios. El
ayuno tampoco debe ser considerado como un “método de dieta”. No ayunes para
perder peso, sino para ganar una relación más profunda con Dios. Sí, todos pueden
ayunar. Algunos pudieran no estar en condiciones para el ayuno alimenticio (por
ejemplo los diabéticos), pero todos pueden abstenerse temporalmente de algo para
concentrarse en Dios.

Al apartar nuestros ojos de las cosas de este mundo, podremos enfocarnos más en
Cristo. El ayuno no es una forma de lograr que Dios haga lo que deseamos. El ayuno
nos cambia a nosotros, no a Dios. El ayuno no es una manera de aparecer más
espirituales que otros. El ayuno es para hacerse en un espíritu de humildad y una
actitud gozosa. Mateo 6:16-18 declara, “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los
hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan;
de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu
cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre
que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

EL AYUNO

Dios instituyó el ayuno por primera vez en el día de la Expiación, el décimo


día del séptimo mes. Esté día, los israelitas tenían el mandamiento de
"afligir el alma" o hacer morir de hambre el alma.

Ayunar significa empobrecer el alma, rehusar su subsistencia por medio de


abstenerse de alimento. El ayuno en las escrituras descansa sobre la
verdadera auto-humillación y penitencia. El ayuno es el método de Dios
para subyugar el alma carnal bajo la soberanía de Su Espíritu. El ayuno es
un acto de expresar y demostrar pena por el pecado, es una expresión
externa de la pena y dolor interno por el pecado.

El abstenernos del pan de cada día es la forma en que le demostramos a


Dios de que estamos conscientes de que no merecemos nada, ni siquiera
recibir el pan cotidiano, mucho menos cualquier otra cosa, entonces Él nos
ayudará a humillar nuestra naturaleza carnal debajo de su mano sublime y
poderosa.

1. Preparación para el ayuno

La preparación para el ayuno incluye dos aspectos: preparación interna y


externa.1. Preparación interna para el ayuno: El ser guiados por el Espíritu
Santo de Dios es la preparación adecuada para ayunar. Nuestro ayuno será
hecho a través de la energía y la voluntad de la carne , a menos que sea el
Espíritu de Dios quien lo esté guiando y motivando.

"Y JESUS, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por
el Espíritu al desierto Por cuarenta días, y el diablo lo puso a prueba.
No comió nada durante esos días, así que después sintió hambre."
Lucas 4:1-2

La gente que ayuna a través de su propio esfuerzo, siente un gran espíritu


de orgullo por lo que han hecho, y algunas viven engañadas pensando que
pueden comprar algo de Dios.

El ayuno no nos hace más valiosos, ni compromete a Dios con nosotros en


ninguna forma. Si el ayuno es entendido y practicado en la forma correcta,
va a obrar humildad en el corazón.

2. Preparación externa para el ayuno: El Señor Jesús en el sermón del


monte, nos revela cuatro detalles a cerca de la preparación externa para el
ayuno.

"Cuando ustedes ayunen no pongan cara triste, como los hipócritas,


que aparentan tristeza para que la gente vea que están ayunando. Les
aseguro que con eso ya tienen su premio. Tu cuando ayunes, lávate
la cara y arreglate bien, para que la gente no note que estás ayunando.
Solamente lo notará tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que
está en lo secreto te dará tu recompensa Mateo 6:16-18

a. Ungir la cabeza: Por razón natural, mucha gente piensa que es su


estómago el que va a causarles el mayor problema durante un ayuno, pero
esto no es verdad. El verdadero problema es la cabeza o la mente. Tan
pronto como empezamos a sentir el descenso físico que viene con el ayuno,
nuestro razonamiento carnal nos da cientos de razones por las cuales no
debemos ayunar.

Sólo con el poder y la unción del Espíritu Santo sobre nuestra cabeza
podemos tener una mente decidida para ayunar.

b. Lavarse: Esto es el aseo y limpieza del cuerpo, ya que durante el ayuno


muchos desechos y toxinas salen de nuestro cuerpo a través de la piel, para
ser eliminadas.

c. No aparentar que ayunamos: Debemos presentar una apariencia feliz,


para que los demás no se den cuenta de nuestro ayuno.

d. Ayunar en secreto: Aunque algunas veces la iglesia ayuna de manera


colectiva, el mundo exterior no debe enterarse, ya que la iglesia como un
sólo cuerpo debe estar ayunando en secreto. Evidentemente este principio
también se aplica a nuestro ayuno personal.

2. Propósito del ayuno

La verdad a cerca del propósito de Dios para que ayunemos, lo


encontramos nuevamente en una estatura de verdad de cuatro puntos.

1. Ayunar para la mortificación de la carne.

La mortificación de nuestra carne corrupta es el primer y más grande de los


propósitos de Dios cuando nos lleva a un tiempo de ayuno. La palabra
mortificar significa matar, destruir, castigar, humillar, controlar. Dios nos
guía a ayunar porque sabe que esta es la forma de humillar la carne y traerla
bajo el control del hombre espiritual.

Hay espíritus y actitudes en nosotros que no pueden salir de otra manera,


el ayuno tiene tremendo poder de mortificación sobre la carne y va a romper
muchas de sus concupiscencias. Solamente cuando estamos reducidos a
tal estado de miseria inútil, podremos realmente evaluarnos a nosotros
mismos.

Tenemos que ayunar si queremos alcanzar la madurez espiritual en


Jesucristo, y tener la capacidad de ayudar a otros, como en el caso del
lunático que fue llevado a los discípulos.

"Mas este linaje no sale sino por oración y ayuno" Mateo 17:21

La Biblia nos da otras muchas referencias de cómo el ayuno mortifica la


carne, y como Dios responde a la humillación de aquel que ayuna como
muestra exterior del arrepentimiento interno (Joel 2:12, 1° Reyes 21:27-29,
1° Samuel 7:4-6, Jueces capítulo 19 y 20 en especial del 26 al 28)

2. Ayunar para incrementar el poder en la oración.

El segundo propósito de Dios para guiarnos a ayunar es el de incrementar


el poder de nuestro espíritu en la oración. Cuando nuestra oración esta
acompañada del ayuno esta tiene una intensidad de poder que no tiene por
si sola. La oración y el ayuno tocan a Dios en una manera muy especial. Un
ejemplo de esto lo encontramos en Jonás.

"Y los hombres de Nínive creyeron á Dios, y pregonaron ayuno, y


vistiéronse de sacos desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos.
Y llegó el negocio hasta el rey de Nínive, y levantóse de su silla, y echó
de sí su vestido, y cubrióse de saco, y se sentó sobre ceniza. E hizo
pregonar y anunciar en Nínive, por mandado del rey y de sus grandes,
diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa
alguna, no se les dé alimento, ni beban agua: Y que se cubran de saco
los hombres y los animales, y clamen á Dios fuertemente: y
conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en sus
manos. ¿Quién sabe si se volverá y arrepentirá Dios, y se apartará del
furor de su ira, y no pereceremos? Y vió Dios lo que hicieron, que se
convirtieron de su mal camino: y arrepintióse del mal que había dicho
les había de hacer, y no lo hizo"Jonás 3:5-10

El poder de la oración humilde que adquirieron los habitantes de Nínive al


vestirse de saco, de sentarse sobre cenizas, y de sus ayunos fue
suficientemente grande para cambiar el parecer de Dios y evitar que Nínive
fuera destruida en esta ocasión. Dios vió sus forma de humillación y pesar
por sus pecados, y vió a las bestias añadiendo dolor y aflicción por sus
dueños. Dios vió la proclamación del rey, la autoridad real, demandando
que las ganancias adquiridas mediante la rapiña y la violencia fueran
restaurados. Dios vió las obras que acompañaron a sus ayunos y oraciones
como prueba de su arrepentimiento interior.

3. Ayunar para la revelación de la Palabra de Dios.


El tercer propósito que Dios tiene para guiarnos al ayuno es que Él pueda
revelarnos más de Su Palabra. Cuando estamos intrigados por alguna
porción de la palabra de Dios debemos ayunar por la misma, y tarde o
temprano Dios hará brillar Su poderosa luz sobre aquella porción y hará que
la verdad se levante en revelación de su estatura y esplendor.

El Señor es el mismo ayer hoy y por siempre, por tanto podemos esperar
que siga actuando con los mismos principios, a continuación se describe
como Yahvé dio la Palabra profética al pueblo a través de Jeremías, a cerca
de lo que sucedería sino se arrepentía; esto sucedió cuado el pueblo ayuno.

Daniel es otro ejemplo de la revelación de la Palabra por el ayuno:

"En el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los


libros el número de los años, del cual habló Yahvé al profeta Jeremías,
que había de concluir la asolación de Jerusalén en setenta años. Y
volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, en
ayuno, y cilicio, y ceniza. Y oré á Yahvé mi Dios, y confesé, y dije:
Ahora Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto
y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos"
Daniel 9:2-4

Después de clamar y ayunar por la revelación de que sucedería con su


pueblo, Daniel experimento la revelación por boca del ángel Gabriel:

"Mientras yo oraba, Gabriel, que se me había aparecido antes en la


visión, vino volando a donde yo estaba. Era casi hora de ofrecer a Dios
el sacrificio de la tarde. Y me dijo: Daniel, he venido ahora para hacerte
entender estas cosas. En cuanto comenzaste a orar Dios te respondió.
Yo he venido para darte su respuesta, porque Dios te quiere mucho.
Ahora pon atención para que entiendas lo que verás. "Daniel 9:21-23

El ayuno humilla el alma; es una forma de afligirnos a nosotros mismos ante


Dios. No hay ninguna razón para tener miedo de ir al lugar bajo, porque
podemos confiar en las leyes espirituales de Dios. Dios se ha obligado a Si
Mismo a levantar a aquellos que se humillan ante Él.

4. Ayunar para hallar reposo (físico, mental y espiritual).

El cuarto propósito de Dios para guiarnos al ayuno, es darnos completo


descanso para el cuerpo, el alma , el espíritu, el corazón y la voluntad. Este
tipo de ayuno está ilustrado por el ayuno hecho por Israel en el Día de la
Expiación:

"Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, á los diez
del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural
ni el extranjero que peregrina entre vosotros: Porque en este día se os
reconciliará para limpiaros; y seréis limpios de todos vuestros
pecados delante de Yahvé. Sábado de reposo es para vosotros, y
afligiréis vuestras almas, por estatuto perpetuo. Y hará la
reconciliación el sacerdote que fuere ungido, y cuya mano hubiere
sido llena para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las
vestimentas de lino, las vestiduras sagradas: Y expiará el santuario
santo, y el tabernáculo del testimonio; expiará también el altar, y á los
sacerdotes, y á todo el pueblo de la congregación. Y esto tendréis por
estatuto perpetuo, para expiar á los hijos de Israel de todos sus
pecados una vez en el año. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó"
Levítico16:29-34

La palabra afligir en hebreo significa castigar y derribar a golpes. El ayuno


trae aflicción porque hace desfallecer de hambre al espíritu vital del alma
del hombre; la empobrece al negarle el alimento que necesita para su
existencia. El abstenerse de comida es un procedimiento doloroso para el
alma La oración y el ayuno en el Día de Expiación daban a Israel un
nacimiento nuevo y fresco el divino descanso y en la gracia del
Todopoderoso.

3. Poder del ayuno

Tenemos un verdadero poder con Dios cuando ayunamos si estamos


siguiendo Sus mandamientos. Sin embargo debemos recordar que nuestra
experiencia del ayuno no tendrá el poder espiritual que Dios intenta darnos,
a menos que estemos bien fundados en la preparación apropiada, la cual
incluye el hecho de ser guiados por el Espíritu Santo.

Antes de estudiar cual es poder o galardón del ayuno, necesitamos saber


cual es el ayuno correcto y el incorrecto.

1. El ayuno con el motivo incorrecto (No aceptable ante Dios).

Es posible ayunar con un motivo incorrecto, de manera que es conveniente


examinar lo que Dios tuvo que decir sobre el ayuno erróneamente motivado
de Israel.

En lugar de ser guiado por el Espíritu Santo de Dios, el ayuno de Israel


había sido motivado por los deseos del orgullo carnal. Dios quien nunca
hace acusaciones falsas porque Su omnisciencia discierne los motivos del
corazón, acuso a Israel de estar ayunando para obtener placer, para
contención, para debates y para herir.

a. Ayunar para obtener placer: La razón por la que a Dios le desagradaban


los ayunos de Israel, era que en lugar de ayunar para mortificar su carne,
ayunaban porque estaban enamorados del placer de los bienes materiales.
Aunque los israelitas exteriormente cumplían con el rito del ayuno y
aparentemente estaban afligiendo sus almas, realmente estaban llenando
sus ayunos con los placeres de sus propios pensamientos y voluntades de
cómo obtener mayores bienes materiales.

"Y sin embargo, dicen: ¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué
sacrificarnos si él no se da cuenta? El día de ayuno lo dedican ustedes
a hacer negocios y a explotar a sus trabajadores; el día de ayuno lo
pasan en contiendas y debates y golpean con maldad. Un día de ayuno
así, no puede lograr que yo escuche sus oraciones."Isaías 58:3,4

Nosotros también estamos tentados a llenar nuestros ayunos con


actividades placenteras para que el tiempo se vaya más rápido. Sufrimos
menos durante un ayuno si nuestras mentes y cuerpos están ocupados con
otras cosas, como ir de compras o dar un paseo.
b. Ayunar para contención: La segunda razón para el desagrado de Dios
por los ayunos de Israel, fue que en lugar de ayunar para incrementar su
poder de oración con Dios, estaban motivados por un espíritu de contienda.

"He aquí que para contiendas y debates ayunáis..."Isaías 58:4

La palabra contienda en hebreo significa una competencia, contención,


controversia, regañar, quejarse, sacudir, estar peleado, reprender. Algunas
veces también nosotros deseamos recibir conocimiento y dones
espirituales del Señor Jesucristo, no porque queramos ser como Él en Su
naturaleza humilde, sino porque queremos el poder de la exaltación que
dan este conocimiento y dones sobre la gente.

c. Ayunar para debates: La tercera razón para el desagrado de Dios sobre


los ayunos de Israel era que, en lugar de desear una mayor revelación de
la Palabra de Dios a fin de poder obedecerla personalmente, estaban
motivados por el deseo de obtener más conocimiento en la Palabra a fin de
usarla para fortalecer su poder de debate.

d. Ayunar para herir: La cuarta razón por la que a Dios le desagradó el


ayuno de Israel fue que en lugar de ayunar para encontrar descanso físico,
mental y espiritual, estaban motivados por el deseo de herir a otros con el
puño de la iniquidad a fin de obtener bienes materiales.

Israel estaba ayunando solo en el sentido externo; estaban afligiendo sus


almas en lugar de permitir que fuera el Señor quien lo hiciera. Inclinaban
sus cabezas exteriormente como si estuvieran sintiendo una profunda
tristeza, pero interiormente no había verdadera humildad ni arrepentimiento
en su corazón.

"¿Creen que el ayuno que me agrada consiste en afligirse, en agachar


la cabeza como un junco y en acostarse con ásperas ropas sobre
ceniza, eso es lo que llaman ayuno y día agradable al Señor?" Isaías
58:5

Hay quienes utilizan el capítulo 58 de Isaías para tratar de probar que no es


necesario el ayuno, y todo lo que logran probar es su falta de entendimiento
acerca de lo que el Señor estaba reprobando en Israel en esta ocasión.
Dios estaba corrigiendo los motivos del ayuno, y no el ayuno en sí. De
hecho, Dios no se detiene ahí, sino que una vez revelado los motivos
erróneos del ayuno de los israelitas, prosiguió revelando cual es el ayuno
correctamente motivado.

2. El ayuno correctamente motivado (Aceptable ante Dios).

Debemos ayunar para agradar al Señor si queremos tener poder en Él, y


que nuestras voces sean oídas en lo alto. Nuestros motivos deben ser
correctos. A continuación veremos cuales son estos motivos:

"El ayuno que a mi me agrada consiste en esto: en que rompas las


cadenas de la injusticia y que desates los nudos que aprietan el yugo;
en que dejes libres a los oprimidos y acabes al fin con toda tiranía; en
que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre
sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a
tus semejantes" Isaías 58:6-7

a. Desatar las ligaduras de impiedad y compartir el pan con el


hambriento: Las cadenas de injusticia son las ataduras del amor egoísta
por el placer. Esto es una verdadera esclavitud porque las ligaduras del
amor por el placer nos atan a todo lo que es egoísta, hasta llegar a la
exclusión del interés por Dios y por los demás. Al buscar nuestra propia
satisfacción, nos olvidamos de las necesidades de otros seres humanos en
derredor nuestro. Evidentemente el compartir el pan se refiere tanto al lado
natural como en el espiritual.

Tan solo una palabra hablada con la sinceridad del corazón tiene poder
para levantar a una persona del abatimiento que causan la soledad y el
desaliento. Aún después de que esa persona se ha retirado, ese pan sigue
sosteniéndola y fortaleciéndola.

b. Deshacer los nudos que aprietan el yugo y recibir al pobre en tu


casa: Nuestra propia contienda es una carga bastante pesada, pero tener
que cargar con el espíritu de contención de otros, es casi más de lo que el
alma puede soportar. En tanto que el espíritu contencioso nos siga
empujando para contender en la obtención de superioridad y
reconocimiento personal no pondremos atención ni al pobre ni al
necesitado.

La pobreza no esta limitada al ámbito físico y de hecho la peor clase de


pobreza es la espiritual. Aunque comparando con lo que deberíamos tener
en Dios, todos somos espiritualmente pobres, sin embargo, hay quienes
son todavía más pobres que nosotros. Pero que triste es ver al pueblo de
Dios cargando con el espíritu de contención que los mantiene luchando
continuamente por obtener más exaltación, más y mayores bendiciones,
mayor bien, en lugar de compartir su sustancia con los pobres.

c. Dejar ir libres a los quebrantados y cubrir a los desnudos: El ser más


quebrantado y oprimido que conocemos es el hombre espiritual dentro de
nosotros, y no hay nada que oprima más y quebrante más que el espíritu
de debate que estaba motivando el ayuno de Israel. Debemos liberar al
quebrantado hombre espiritual y dejarlo salir libre. Hacemos esto
mortificando al hombre carnal, que lucha y codicia contra el hombre
espiritual. Dado que nuestro hombre espiritual y nuestro hombre carnal
comparten el mismo cuerpo físico, la carne tiene acceso mental a la Palabra
de Dios revelada cuando esta llega a nuestro hombre espiritual. En lugar
de utilizar la Palabra de Dios para cubrir y vestir a los demás con la verdad,
el espíritu de debate usa el conocimiento para descubrir y exponer la
desnudez espiritual de otros.

d. Romper todo yugo y no escondernos de nuestra propia carne: Este


motivo es todo un contraste con la orgullosa voluntad de Israel, que los llevó
a ayunar para herir con el puño inicuamente.

El orgullo es un yugo poderoso, que nos impulsa a herir a otros con el puño
de la iniquidad. También hace que nos escondamos de nuestra propia
carne, y que tercamente rehusemos reconocer la realidad de la presencia
del orgullo en sus muchas formas de maldad. Dios manda romper el yugo
del orgullo, y la manera de lograrlo es mediante el ayuno sincero y la
mortificación de la carne.

3. El galardón de poder.

"Entonces brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy


pronto. Tu rectitud irá delante de ti y mi gloria te seguirá." Isaías 58:8

a. Luz: La luz es el primer galardón de Dios para un ayuno hecho de manera


aceptable. Todos queremos y necesitamos luz, tanto natural como
espiritualmente. No podemos orar correctamente sin la luz de humildad de
la Palabra revelada de Dios.

b. Sanar: El apóstol Juan escribió en su tercera epístola diciendo "Amado,


yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así
como tu alma está en prosperidad" (3° Juan 1:2) La salud física no es la
única clase de salud. A veces por ejemplo nos vemos afligidos por un
corazón desmayado; o por una voluntad difícil que quiere darse por vencida
y dejar de servir a Dios; o es tal vez una mente enferma que nos hace
imposible el pensar con claridad.

c. Rectitud: Este grado particular de justicia proviene de dar limosnas, que


proceden de lo ha sido ahorrado cuando ayunamos, porque al ayunar no
necesitamos comprar comida.

d. Gloria: Además de darnos luz, salud (tanto interna como externa), y un


poderoso escudo protector de justicia que va delante de nosotros, Dios nos
promete una gloriosa protección para la retaguardia o las espaldas. La
gloria protectora para nuestra retaguardia proviene de la gloria de la propia
espalda de Dios. Moisés tuvo el privilegio de contemplar esta porción de la
gloria del Señor, y su intensidad hizo que la misma piel de su rostro brillara
irradiando rayos de luz, o cuernos de luz, causando temor y respeto
reverencial en los corazones de la gente.

4. Ejemplo de personas que ayunaron

1. Moisés.

Moisés ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches en cuatro ocasiones


diferentes. La primera vez fue por los primeros mandamientos (Éxodo
24:18). Aunque esta cita no menciona que Moisés ayunó mientras esta en
el monte con el Señor, el libro de Deuteronomio muestra claramente que él
se abstuvo tanto de pan como de agua. Hay una diferencia entre un ayuno
y un ayuno con sed; durante un ayuno nos abstenemos de probar
alimentos, pero en un ayuno con sed nos abstenemos también de tomar
agua. (1° Corintios 4:11). A menos que el Señor nos este hablando y
dirigiendo claramente para ayunar con sed, no es prudente dejar de beber
agua por más de tres días.

La segunda vez que Moisés ayunó por cuarenta días y noches fue cuando
estuvo intercediendo ante Dios a causa de la idolatría de Israel, cuando
hicieron el becerro de oro.

2. Elías.
"Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido: y he aquí luego
un ángel que le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he
aquí á su cabecera una torta cocida sobre las brasas, y una jarra de
agua: y comió y bebió y se volvió á dormir. Y volviendo el ángel de
Yahvé la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come porque si
no el viaje sería demasiado largo para ti, Elías de levantó pues, y comió
y bebió; y aquella comida le dio fuerzas para caminar cuarenta días y
cuarenta noches, hasta llegar a Horeb, el monte de Dios."1° Reyes
19:5-8

Cuando sentimos que ya no podemos ir más adelante, es tiempo para


ayunar del alimento natural, y empezar a alimentarnos del pan de santidad
de Dios. El cual impartirá nueva vida y fuerza a nuestro hombre espiritual.

3. Jesús.

"Luego el Espíritu llevó a Jesús l desierto, para que el diablo lo pusiera


a prueba, estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin comer y
después sintió hambre" Mateo 4:1-2

Aunque Jesús era el Hijo Unigénito de Dios, quien vino de la eternidad para
cumplir la voluntad de Su Padre, Él ayunó antes de salir a ministrar.

No importa cuantos dones o crecimiento espiritual tengamos, debemos


sujetarnos al mandamiento del Señor, y mortificar nuestra carne.

Tenemos que ayunar para estar listos para el regreso de nuestro Esposo
celestial. Este es el tiempo de la preparación.

Ciertamente muchas otras personas en la Biblia ayunaron, pero baste estos


ejemplos para enseñarnos la importancia del ayuno en nuestro crecimiento
espiritual.

Puedes ayunar desde tres horas o mas hasta varios días. según lo que el
Padre Celestial indique para tu cuerpo.

También puedes hacer abstinencia de carnes rojas, o de determinado


alimento que te agrade y sea un sacrificio para ti verlo y no poder ingerirlo.

Todo sacrificio de la carne ofrecido a Dios es digno del Padre.

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