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El Bogotazo: Principal detonante y sus repercusiones en la

capital colombiana.
Introducción

En Colombia, un evento que marcó definitivamente su historia fue el ocurrido


el 9 de abril de 1948 en Bogotá, día del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán. Se
trataba de un político que ganó el apoyo popular gracias a sus proyectos de
ley en materia social y laboral; un hombre que aspiraba a la presidencia de
un país dividido no sólo social sino políticamente, y cuya muerte desató el
desorden total por las calles de la capital. Dicha anarquía se esparció por
todo el territorio, y en todos lados hubo saqueos, muertes, vandalismo y
confusión. En resumen, el caos absoluto. Estos hechos se conocen hoy en
día como el Bogotazo, un evento que partió en dos la historia de un país.

Para abordar este tema, se tendrán en cuenta ciertos aspectos de las


ideas y vida política del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, el asesinato del
mismo, un breve recuento de lo sucedido en la ciudad de Bogotá después y,
finalmente, cómo terminó todo. Es substancial realzar que el tema de la
muerte de Gaitán sigue despertando en los colombianos mucha controversia,
no sólo por la forma tan ambigua en la cual terminó su indagación, sino que
también por la relevancia que este reclama en la historia del país, es esa la
razón fundamental del interés que este trabajo despierta al igual que de la
importancia que constituye.

Desarrollo

Jorge Eliecer Gaitán – nacido en 1898 – como miembro del Partido


Liberal, en su adultez fue conocido por combatir la oligarquía, aun en su
propio partido, y de tratar de redimir tanto la política de la burocracia como la
del clientelismo. Planteó también “la necesidad de democratizar la tierra,
hacer obligatorio el voto, estimular la educación pública; darle cultura e
higiene al pueblo, promover el ahorro popular, financiar a los pequeños
empresarios y reconocer la igualdad de derechos a la mujer” (Semana, 2008,
párr. 7 ). En vida, Gaitán también desempeñó el papel de alcalde de Bogotá
en 1936, de ministro de educación en 1940 y ministro de trabajo en 1944, de
congresista en diversos períodos desde 1929 hasta 1948 y, últimamente, da
candidato del Partido Liberal a la Presidencia de la República para el período
de 1946 a 1950, elección que se le creía asegurada (Cabrera, 2013)

La necesidad del pueblo por un dirigente que tomase en cuenta sus


opiniones y necesidades hizo de Gaitán el líder perfecto. En esa época de
particular violencia nacional, el caudillo liberal significó un foco de esperanza
para aquellos quienes esperaban un futuro mejor, con oportunidades y
calidad de vida que Gaitán, con su poder de oratoria, supo ofrecerles. Fue la
carente importancia que tanto liberales como conservadores le daba a la
gente, que esta no tuvo más remedio que confiar y depositar toda su ilusión
en el único líder político que parecía buscar lo mejor para la mayoría popular
y no para la minoría oligarca.

Sin embargo, toda aquella esperanza se vio destruida cuando “los tres
balazos que acabaron con su vida, al mediodía del 9 de abril de 1948,
cambiaron el rumbo del país” (Semana, 2008. párr. 9). Su supuesto asesino,
un joven llamado Juan Roa Sierra, fue perseguido por aquellos que se
encontraban cerca, que habían sido testigos de la tragedia, y que daban la
noticia de la muerte del líder político a gritos. Rápidamente, atraídos por los
alaridos, una multitud se congrego y le dio caza a Roa Sierra, a quien
golpearon “hasta dejarlo sin vida, para luego arrastrarlo por toda la carrera
séptima hasta el Palacio de San Carlos, donde dejaron su cuerpo destrozado,
sin vida y desnudo” (Cabrera, 2013).

Gaitán murió después, en la clínica central, y la noticia de su muerte


se difundió a todo el país. La turba que se había congregado frente a la
clínica marchó a Palacio, contra el presidente conservador Mariano Ospina
Pérez y su partido, a quienes se le acusaban como autores intelectuales del
asesinato del jefe del liberalismo (Serpa, s/f). De ese momento en adelante
se produjo una ola de violencia sin precedentes, los civiles se armaron con
fusiles, revólveres, machetes y pistolas, y se enfrentaron, cegados por el
dolor y la rabia, a los militares y policías que trataban de controlar a la
multitud enardecida que había salido a recorrer las calles incendiando y
saqueando todo a su paso (Cabrera, 2013).

Descontentos y encolerizados, el pueblo descargó toda su furia en su


propia ciudad y el gobierno colombiano falló en controlar aquello que había
ido creciendo entre la gente y este había decidido ignorar. La falta de
preparación le llevo a tomar medidas drásticas que terminaron con el
genocidio de miles de ciudadanos. Sin embargo, el pueblo colombiano
fracasó de igual manera al dejarse llevar por el furor del momento y atacar sin
ninguna motivación política real más que la de destruir todo a su paso y
tomarse el poder por la fuerza.

“El saldo de la revuelta fue de varios cientos de muertos y heridos.”


(Cabrera, 2013, párr. 16). El Bogotazo terminó con cifras de más de 3.000
muertos, de daños materiales correspondientes a los incendios y posterior
derrumbe de 142 construcciones que incluían hoteles, iglesias y casas
particulares en el centro de la cuidad al igual que múltiples saqueos (Cabrera,
2013).

Conclusión

El Bogotazo y sus consecuencias, son algo que recaen tanto en


aquellos que participaron en la destrucción de la ciudad como del gobierno
que fue incapaz de impedirlo. La falta de preparación, de un líder, de un
objetivo verdadero, fue aquello que llevo a los colombianos a fracasar en
cualquiera de las cosas que se proponían; ya fuese tomarse el poder, acabar
con el partido conservador e inclusive vengar a Gaitán. Por el contrario, lo
único logrado fue la anarquía absoluta. Por otro lado, se demostró como el
gobierno colombiano alimento un odio popular por tanto tiempo, que la
muerte de un solo hombre – símbolo de esperanza – fue detonante suficiente
para desencadenar algo absolutamente espontaneo que acabó con media
cuidad y dejo cientos de muertos.

Referencias
Cabrera, A. (2013). El “bogotazo” del 9 de abril del 48, tras el asesinato del
líder liberal Jorge Eliecer Gaitán. Recuperado de:
http://www.radiosantafe.com/2013/04/09/el-bogotazo-del-9-de-abril-del-48-
tras-el-asesinato-del-lider-liberal-jorge-eliecer-gaitan/

Semana (Abril, 2008) 9 caras del 9 de abril. Revista Semana. Recuperado de:
http://www.semana.com/nacion/articulo/caras-del-abril/91979-3

Serpa, j. (s/f). Asesinado Jorge Eliecer Gaitan. Recuperado de:


http://www.colombialink.com/01_INDEX/index_historia/07_otros_hechos_hist
oricos/0250_asesinado_gaitan.html

Bibliografía

Cabrera, A. (2013). El “bogotazo” del 9 de abril del 48, tras el asesinato del
líder liberal Jorge Eliecer Gaitán. Recuperado de:
http://www.radiosantafe.com/2013/04/09/el-bogotazo-del-9-de-abril-del-48-
tras-el-asesinato-del-lider-liberal-jorge-eliecer-gaitan/

Semana (Abril, 2008) 9 caras del 9 de abril. Revista Semana. Recuperado de:
http://www.semana.com/nacion/articulo/caras-del-abril/91979-3

Serpa, j. (s/f). Asesinado Jorge Eliecer Gaitan. Recuperado de:


http://www.colombialink.com/01_INDEX/index_historia/07_otros_hechos_hist
oricos/0250_asesinado_gaitan.html

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