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a) Contexto histórico...................................................................................................... 10
b) Carta de Londres. Aspectos a considerar de su Protocolo ..................................... 10
c) Procesos de Nüremberg ............................................................................................. 14
d) Críticas a Nüremberg ............................................................................................. 18
e) Codificación de los Principios de Nüremberg ........................................................... 19
a) Contexto..................................................................................................................... 22
b) Procedimiento ........................................................................................................ 23
c) Diferencias con Nüremberg: responsabilidad estatal vs individual ........................... 24
d) Críticas ................................................................................................................... 26
a) Contexto..................................................................................................................... 43
b) Creación del tribunal .............................................................................................. 44
c) Naturaleza jurídica y características del Tribunal Especial. ...................................... 45
a) Contexto..................................................................................................................... 57
b) Labor de la Comisión de Derechos Humanos........................................................ 58
c) Creación del Panel Internacional ............................................................................... 58
d) Naturaleza jurídica y características de los Paneles Especiales ............................. 59
e) Problema .................................................................................................................... 62
Esta determinación de poner fin a las violaciones masivas de los Derechos humanos se
refleja también en el desarrollo progresivo del Derecho penal internacional. En este sentido,
el Estatuto de la CPI ha contribuido a una codificación más precisa del mismo, entendido
éste como el conjunto de todas las normas jurídicas internacionales de naturaleza penal que
a una determinada conducta (el delito internacional) imponen consecuencias jurídicas
reservadas característicamente al Derecho penal y que son aplicables como tales
directamente.
El objetivo del Derecho penal internacional es acabar con la impunidad sometiendo a los
autores de dichos delitos a la justicia penal. Se trata de una combinación de principios
penales e internacionales, cuyos principios de la responsabilidad individual y del reproche
de una determinada conducta proceden del Derecho penal; mientras que las clásicas figuras
penales (de Nüremberg), en su calidad de normas internacionales, son atribuibles
formalmente al Derecho internacional, de tal forma que la conducta queda sometida a una
penalidad autónoma de Derecho internacional (principio de la responsabilidad penal directa
del individuo según el Derecho internacional)
Los tipos penales que se consideran internacionales, con referencia a las normas que los
tipifican, deben analizarse desde su vigencia cronológico-territorial, que es distinta entre los
delitos. Ello hace que, para determinar qué instrumento es aplicable a un caso determinado,
se debe analizar cuál de ellos tiene vigencia en el territorio y el tiempo implicados. Pues en
Derecho Penal Internacional la aplicación del Derecho Consuetudinario tendría un interés
meramente teórico, dado que sería antijurídico juzgar y condenar a una persona sólo con los
fundamentos de este tipo de normas.
El crimen de agresión no cuenta con una tipificación a esta escala y se tiende a considerarlo
dentro de los crímenes contra la paz (Estatuto de Nüremberg, art. 6.a, “Crímenes contra la
paz”). Distinto es el caso de la responsabilidad internacional de los Estados por la comisión
de un acto de agresión fundamentado en el derecho consuetudinario, lo que sería lícito, pero
no lo sería invocar esa norma consuetudinaria para procesar a una persona.
Características
Una de las características principales de los crímenes internacionales es que deben ser
cometidos por un grupo de personas (y, como también hemos mencionado, contra otro
grupo de personas), que nosotros llamamos “grupo activo”. El hecho de que una persona,
en forma aislada e individual, por motivos meramente personales cometa una de las
conductas subyacentes de cualquiera de los tipos penales internacionales, excluye la
existencia de un crimen internacional porque para que se presente éste es imprescindible
que la parte activa sea plural, y que haya al menos un nexo de conexión entre los móviles
que impulsan a las personas a cometer los hechos, porque tampoco estaríamos frente a un
crimen internacional si varias personas cometen los hechos, pero sin tener conocimiento de
que otras también lo están haciendo ni compartir sus móviles. Así, tenemos como ejemplos
que en el Estatuto de Nüremberg, la parte activa de los crímenes tipificados eran las
autoridades del partido Nacional Socialista (Nazi) en Alemania; en el Estatuto del TPIY,
cualquiera de las etnias implicadas: Serbios, Bosnios, Croatas o Musulmanes; en el Estatuto
del TPIR, los hutus contra los tutsies; en el resto de los instrumentos que contienen
tipificaciones en general, el grupo activo se puede extraer de cada tipificación.
• El tipo penal de los crímenes de guerra, como el mismo nombre lo indica, requiere
un conflicto armado con dos o más grupos enemistados, siendo cada uno de estos
grupos (o varios individuos del grupo) el hipotético grupo activo. Aunque el autor
de un crimen de guerra no sea militar y no esté actuando como tal contra el bando
enemigo, se requiere el conocimiento de esa situación bélica, de la calidad de
enemigo de la víctima e incluso, de la calidad de ésta de persona o bien protegido.
• Para los Crímenes de Lesa Humanidad, el tipo requiere un ataque generalizado y
sistemático. Si bien no se especifica que sea un grupo de personas, la generalidad y
sistematicidad del ataque dan idea de plan o confabulación.
• El crimen de genocidio no requiere acuerdo o plan por un grupo de personas
(aunque tampoco lo excluye). Sin embargo, es muy difícil pensar en una persona
aislada que quiera, por sí sola, “destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional,
étnico, racial o religioso” (Art. 2 de la Convención contra el Genocidio). A nuestro
entender será necesario que, como mínimo, se difunda públicamente la comisión de
actos genocidas por una o más personas, en cuyo caso el conocimiento y el hecho de
compartir las razones de esos actos genocidas actuarán como nexo entre todas las
personas que, asumiendo la intención genocida, dirijan sus actos a la comisión de
ese crimen.
Debido a esa característica de hecho grupal que tienen los crímenes internacionales y a esta
necesidad de que la responsabilidad sea amplia, los instrumentos de Derecho Penal
Internacional contienen disposiciones que atribuyen responsabilidad, además del autor
material, a los cómplices, instigadores, conspiradores, los organizadores de los hechos, a
quienes se asocien para cometerlos y a quienes den órdenes en tal sentido. La Convención
sobre Imprescriptibilidad, extiende sus previsiones incluso a “los representantes de la
autoridad del Estado que toleren su perpetración” (art. 2 in fine).
PRIMERA PARTE. TRIBUNALES
MILITARES INTERNACIONALES
Los procesos de Nüremberg y Tokio sentaron un mito histórico al someter a juicio en la
llamada era moderna, a criminales de guerra que eran líderes de los estados agresores,
aseguraron la individualización de las acusaciones sanciones a personas concretas evitando
que la responsabilidad recayese en los pueblos alemán y japonés; contribuyen a rehabilitar
legalmente las víctimas del holocausto; y establecían por primera vez tribunales
multinacionales para aplicar el derecho internacional.
El Reino Unido cambió su punto de vista contrario a la creación de una corte internacional
después que Churchill fuera derrotado en las elecciones de julio de 1945. Francia era
demasiado débil para oponerse al punto de vista americano y británico, mientras la URSS
consentía en la creación de una corte internacional a cambio de la promesa que las reglas de
procedimiento garantizaría el control sobre las evidencias presentadas.
1 Bert V.A. Röling, «Crimes against Peace», en: R. Bernhardt (ed.), Encyclopedia of Public International Law, vol. 1 (Amsterdam:
Elsevier, 1992), p. 874.
b) UNWCC
Durante la Segunda Guerra Mundial, algunos académicos como Sheldon G. Glueck, Georg
Schwarzenberger y Hermann Mannheim consideraron el juicio de los jefes de la Alemania
Nazi como ilegales. Pero, sus argumentos no convencieron a la Comisión de las Naciones
Unidas para Crímenes de Guerra (UNWCC, United Nations War Crimes Commission),
creada el 20 de octubre de 1943 por EEUU, Gran Bretaña y otros 15 gobiernos aliados, con
la tarea de formular los crímenes por los cuales los vencidos debían ser procesados y
castigados, investigar y registrar evidencia de crímenes de guerra e identificar a los
individuos responsables.
La UNWCC redactó una lista de sólo crímenes de guerra convencionales. Inicialmente, esta
Comisión usó la lista de ofensas proyectadas en la Comisión de Responsabilidades de la
Conferencia de Paz de París de 1919, donde se incluía la “desnacionalización”, así como el
asesinato y maltrato de civiles. Como resultado surgió un Proyecto de Convención para el
Establecimiento de un Tribunal de Crímenes de Guerra de las Naciones Unidas.
a) Contexto histórico
Durante el transcurso de la guerra, los líderes aliados Délano Roosevelt, Winston Churchill
y Joseph Stalin, emitieron en 1942 una proclama en la cual anunciaban que terminado el
conflicto, todos aquellos jefes o líderes del militarismo de las naciones que conformaban el
Eje, serían juzgados por sus delitos. Esto fue ratificado durante las conferencias de Teherán
(1943), Yalta (1945) y Postdam (1946).
En los primeros años de la Segunda Guerra Mundial sólo se habían considerado juzgar
crímenes de guerra convencionales. Estos fueron los que estaban presentes en la
Declaración de Churchill y Roosevelt (25 de octubre de 1941), en la Declaración del
Palacio de St. James (Declaración Inter-Aliada sobre el Castigo de los Crímenes de Guerra,
13 de enero de 1942), y en la Declaración de Moscú sobre Atrocidades (30 de octubre de
1943).
También, se declaró que los «principales criminales de guerra cuyos delitos no tienen un
lugar geográfico particular» serían castigados bajo una decisión conjunta de los gobiernos
Aliados.
Fue Stalin, quien con ocasión del 26to aniversario de la Revolución Bolchevique, el 7 de
noviembre de 1943, solemnemente declaró «que todos los criminales fascistas que son
responsables por esta guerra» serían juzgados y castigados. Esta idea fue desarrollada en el
tratado de A.N. Trainin, La responsabilidad criminal de los hitlerianos (Moscú, 1944).
Por ello, aun cuando el Tribunal tendría su sede permanente oficialmente en Berlín,
el proceso se llevó a cabo en Nüremberg, y estuvo revestido de autoridad no sólo por el
Acuerdo de Londres, sino también por la llamada Ley número 10 (promulgada por el
Consejo Aliado en Berlín, el 20 de diciembre de 1945).
Tras largas discusiones, dicha idea se concretó el 8 de agosto de 1945, tres meses
antes de terminar la guerra, entre el lanzamiento de la bomba atómica de Hiroshima y la de
Nagasaki y garantizada la firma de la rendición alemana en Reims y Berlín (7 y 9 de mayo),
en Londres, en una reunión en que participaron representantes de Gran Bretaña, la Unión
Soviética, Estados Unidos y Francia para firmar un acuerdo para la formación de un
tribunal militar internacional que juzgara a los criminales más connotados de la guerra, la
Carta del Tribunal Militar Internacional (TMIN) o Estatuto de Londres, como anexo al
Acuerdo de Londres.
La Conferencia de Londres se celebró a puerta cerrada, sin que los demás países aliados
tuvieran acceso a ella; el Acuerdo de Londres, fue un acuerdo ejecutivo, no sometido a
ratificación de ningún parlamento. Al firmar el acuerdo las potencias aliadas actuaron en
nombre de todas las Naciones Unidas, pero todos los Estados miembros de la Organización
podían adherirse al Acuerdo y así lo hicieron posteriormente dieciocho Estados que
manifestaron su adhesión al tratado y al Estatuto.
El acuerdo fue diseñado por Jackson y otros expertos legales sobresalientes de Gran
Bretaña, Francia, y la URSS bajo el título de “Acuerdo de Londres sobre el Proceso y
Castigo de los Mayores Criminales de Guerra del Eje Europeo” del 8 de agosto de 1945
(que incluye como Anexo el Estatuto del TMI o Carta o Estatuto de Londres). Anexo iba el
Estatuto del Tribunal Militar Internacional, que tenía competencia para “el rápido y justo
enjuiciamiento y castigo de los mayores criminales de guerra del Eje europeo” (art. 1 del
Estatuto) que no tenían una localización geográfica precisa (art. 1 del Acuerdo de Londres).
Este Estatuto es válido también para Tokio.
El Estatuto constituyó el Derecho aplicable por el Tribunal que juzgó a la cúpula del
régimen nazi, como así también la base para el enjuiciamiento de los criminales de guerra
de lejano oriente, y de los criminales llamados “menores” que fueron juzgados por
Tribunales nacionales –tal como preveía la declaración de Moscú y el art. 4 del Acuerdo de
Londres de 1945-, o por Tribunales militares de ocupación – art. 6 del Acuerdo de Londres
de 1945-, al estar las disposiciones legales aplicables en todos los casos inspiradas en el
Estatuto de Nüremberg y conteniendo disposiciones similares.
1. Crímenes contra la paz2: o sea, planear, preparar, iniciar o amenazar con una
guerra de agresión, o una guerra que viole tratados, acuerdos o seguridades
internacionales, o la participación en un simple plan o conspiración para
lograr cualquiera de los antes mencionados.
2. Crímenes de guerra, o sea, la violación de las leyes y/o costumbres de la
guerra. Tales violaciones deben incluir, pero no estar limitadas a. asesinato,
2 Estatuto del TMI, art. 6 (pár. a), anexo al Acuerdo para la Persecución y Castigo de los Mayores Criminales de Guerra
del Eje Europeo (Acuerdo de Londres, 1945). a) Delitos contra la paz; A saber, planear, preparar, iniciar o hacer una
guerra de agresión que viole tratados, acuerdos o garantías internacionales o participar en un plan común o
conspiración para la perpetración de cualquiera de los actos indicados. Esto tiene relación con el artículo 2o. de la Ley
núm. 10 del Consejo de Control de Alemania, promulgada el 20 de diciembre de 1945, en el cual se concebía a la
agresión como: a) Delitos contra la paz: Iniciar invasiones de otros países y guerras de agresión en violación de leyes y
tratados internacionales, lo que incluye, entre otras cosas, planear, preparar, iniciar o hacer una guerra de agresión o
una guerra que viole tratados, acuerdos o garantías internacionales o participar en un plan común o conspiración para
la perpetración de cualquiera de los actos indicados.
maltrato o deportación para trabajo esclavizado o para cualquier otro
propósito de población civil de o en territorios ocupados, asesinato o
maltrato de prisioneros de guerra o personas en el mar, ciudades, pueblos y
aldeas, o devastación no justificada con fines militares.
3. Crímenes contra la humanidad, o sea, asesinato, extermino, esclavización,
deportación y otros actos inhumanos, cometidos contra cualquier población
civil, antes o durante la guerra, o persecuciones por motivos políticos,
raciales o religiosos, al ejecutar o en conexión con cualquier otro crimen
dentro de la jurisdicción del tribunal, en violación o no de leyes locales en el
país donde sean perpetrados.
1. El complot nazi.
2. La pertenencia a las Schutzstaffel (o SS)3.
3. El delito de opinión.
El 20 de diciembre de 1945, las potencias aliadas promulgaron la Ley No. 10 del Consejo
del Control Aliado (Control Council Law nº10), una especie de versión modificada del
Estatuto de Londres, en la cual se eliminó el nexo de los crímenes cometidos a una guerra,
dejando claro que el tribunal sería competente para conocer de los crímenes contra paz,
crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad. Con respecto a estos últimos,
estaban contenidos en el artículo II, párrafo 1:
3 Las SS fueron una organización militar y de seguridad del Partido Nacionalsocialista Alemán de los
Trabajadores (NSDAP) en Alemania. La Waffen-SS, el ala militar de la SS, en contraste con la Allgemeine-SS, el ala
política, no evolucionó como un segundo Ejército alemán dentro de la Wehrmacht, que operaba junto al ejército regular
alemán, el Heer. A los miembros de las Waffen-SS se les consideraba soldados extraordinarios. Sin embargo, éstos
aplicaban una notable brutalidad contra civiles apresados y prisioneros de guerra.
Los Estatutos del Tribunal, basándose en un cuerpo bien establecido de derecho
internacional, la costumbre y la convención, dio definiciones específicas de los crímenes
contra la paz, incluida la conducta que contemplaba la "planificación, preparación,
iniciación y realización de una guerra de agresión... o la participación en un plan común o
conspiración para la realización de cualquiera de los anteriores "(los cargos 1 y 2 de la
acusación).
c) Procesos de Nüremberg
El 18 de octubre de 1945 se fijó la acusación de los 22 principales altos mandos
nazis, que incluía líderes del partido nazi, líderes militares y civiles, y 7 organizaciones que
formaban parte del Gobierno nazi. El juicio comenzó el 20 de noviembre de 1945.
El tribunal estaba compuesto por cuatro miembros que representaban a cada uno de los
Estados signatarios del Acuerdo de Londres, y tenía competencia para “enjuiciar y castigar
En lo que se refiere al conocimiento del carácter criminal de los actos reprochados, es clara
la acusación del fiscal Robert H. Jackson ante el Tribunal Militar Internacional de
Nüremberg en la audiencia del 21 de noviembre de 1945, al referirse al fundamento
jurídico del proceso. Según Jackson:
"Los acusados tenían (…) pleno conocimiento del carácter criminal de sus actos, y por eso
se esforzaron por disimular sus infracciones. Se probará que los acusados Keitel y Jodl
fueron informados por consejeros jurídicos oficiales que las órdenes sobre la marca a
fuego de los prisioneros soviéticos, el encadenamiento de prisioneros de guerra ingleses y
la ejecución de miembros de comandos prisioneros, constituían netas violaciones del
Derecho Internacional. No obstante, esas órdenes fueron ejecutadas (…)".
"El cuarto cargo está basado en los crímenes de lesa humanidad, entre los cuales se
incluye sobre todo los asesinatos masivos, a sangre fría, de innumerables seres humanos.
¿Puede sorprender a los acusados que el asesinato sea tratado como un crimen?"
El fiscal afirmó:
"Puede decirse que ésta es una nueva ley, que no fue promulgada válidamente antes de la
comisión de los actos que sanciona, y que esta declaración de la ley los ha tomado por
sorpresa. No puedo negar, por supuesto, que estos hombres están sorprendidos de que esto
sea la ley; están sorprendidos de que exista una cosa tal como la ley."
"Cualquier recurso a la guerra-a cualquier tipo de guerra-es un recurso a los medios que
son inherentemente criminales. Guerra, inevitablemente, es un curso de asesinatos, asaltos,
privaciones de la libertad, destrucción de la propiedad. Una guerra honestamente
defensiva es por supuesto legal y salva de la criminalidad a los que la conducen. Pero los
actos inherentemente criminales no pueden ser defendidos mostrando que aquellos que los
cometieron estaban inmiscuidos en una guerra, cuando la guerra por sí misma es
ilegal. Las muy mínima consecuencia legal que los tratados imponen al hacer guerras de
agresión ilegales, es despojar a aquellos que las incitan o patrocinan de cada defensa que
la ley pudiera dar, y dejar a los promotores sujetos al juicio por los principios usualmente
aceptados de la ley penal".
La sentencia del Tribunal Internacional Militar fue dictada a comienzos de octubre de 1946
en el juicio principal. De los acusados, 12 fueron condenados a morir ahorcados, tres fueron
condenados a cadena perpetua, cuatro fueron condenados a penas de prisión de entre diez y
veinte años, y tres, fueron absueltos. Los condenados a muerte fueron ejecutados el 16 de
octubre de 1946, suicidándose uno de ellos en la cárcel poco antes de la hora prevista para
5 Durante el proceso se reconstruyeron sucesos como el incendio del Reichstag, la Noche de los Cristales Rotos,
la anexión de Austria, los Sudetes, la invasión de Checoslovaquia, la de Polonia, la operación Barbarroja, la invasión
soviética, las técnicas de despoblación, las ejecuciones masivas, las prácticas médicas contra enfermos y deficientes, los
campos de concentración y exterminio -destinados sobre todo a la eliminación cruel y despiadada de la población judía-.
También se proyectaron imágenes en diapositivas y películas y testimonios escalofriantes de algunas víctimas.
6 Sobre el problema de la definición de criminales ver el Tomo XXII 310 [354]; véase también el Tomo XXII
129-135 [148-155] y sobre las organizaciones ver el Tomo XXII 240 [272-273]. Whitlock Porter, Carlos, Not Guilty at
Nuremberg (No culpable en el juicio de Nüremberg. Los Argumentos de la Defensa) Revised by and © Carlos Porter
1996
su ejecución. De las 7 organizaciones acusadas, 4 fueron declaradas organizaciones
criminales.
Posteriormente, bajo la ley del Control Aliado nº10, se celebraron 12 juicios adicionales
conocidos como “Subsecuentes Procedimientos de Nüremberg”, que fueron celebrados por
tribunales militares estadounidenses entre 1946 y 1949. En ellos se enjuiciaron los crímenes
cometidos en cada una de las cuatro zonas de la Alemania ocupada. Hubo 185 acusados, 30
sentencias condenatorias a muerte, 120 condenas a prisión, 1 condena in absentia y 35
absoluciones. Cada uno de los 12 procesos se concentraba en un grupo de autores, así
fueron acusados representantes de la profesión médica, de la administración de justicia, de
las fuerzas armadas, de la economía y de la industria, como también dirigentes del Estado y
del Partido Nacionalsocialista.
d) Críticas a Nüremberg
Sobre la competencia ratione loci, en Nüremberg se dio por supuesto que el tribunal
tenía competencia para juzgar las violaciones cometidas en territorio alemán o en cualquier
país ocupado por el régimen nazi. En el curso del proceso, se propusieron dos tesis para
suplir esta deficiencia jurídica: una que intentó excluir las responsabilidades individuales,
porque los actos eran cometidos en nombre del Estado, frente a la que sostuvo que la
responsabilidad individual de los dirigentes y la del propio pueblo alemán. Se pretendía que
fueran juzgados por un tribunal alemán, como ley territorial y ley nacional de los acusados.
Pero no podía ejercer esta ley como territorial porque los hechos imputados carecían de
localización geográfica precisa ni tampoco como nacional porque estaba, ella misma, como
acusada, por no hablar de los hechos que ocurrieron fuera del territorio alemán.
Pese a las críticas que puede merecer dicho proceso histórico, Nüremberg presentó,
asimismo, efectos favorables. La novedad consiste en que, por primera vez, se trató la
responsabilidad individual y delegada en cuanto a los puntos anteriores pero incluyendo,
pese a que no estaban expresamente definidos antes de ello, los crímenes contra la
humanidad. La constitución de un tribunal militar internacional para el juzgamiento de
crímenes de guerra se presentó, entonces, como la justicia de los vencedores y posibilitó la
violación de muchos principios jurídicos y garantías de investigación y juzgamiento
procesal tan caros a la tradición legal occidental. En efecto, en el Reglamento para la
constitución del Tribunal Militar de Nüremberg se consideró sujetos a la jurisdicción del
Tribunal y generadores de responsabilidad individual, los crímenes contra la paz, los
crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad.
- Principio I: Cualquier persona que cometa actos que constituyan un crimen bajo las
leyes internacionales será responsable y por consiguiente sujeto a castigo.
- Principio II: El hecho de que las leyes internas no impongan castigo por un acto que
constituya un crimen bajo las leyes internacionales no exime a la persona que
cometió el acto de su responsabilidad bajo las leyes internacionales.
- Principio III: El hecho de que una persona que ha cometido un acto que constituye
un crimen bajo las leyes internacionales sea Jefe del Estado o un oficial responsable
del Gobierno no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales.
- Principio IV: El hecho de que una persona actúe bajo las ordenes de su Gobierno o
de un superior no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales,
siempre que se demuestre que tenía posibilidad de actuar de otra forma.
- Principio V: Cualquier persona acusada de un crimen bajo las leyes internacionales
tiene el derecho de un juicio justo ante la ley.
- Principio Vl: Los crímenes que se enumeran a partir de aquí son castigables como
crímenes bajo las leyes internacionales:
o Crímenes contra la paz: La planificación, preparación, iniciación o
comienzo de una guerra de agresión, o una guerra que viole los tratados
internacionales, acuerdos o promesas; La participación en un plan común o
conspiración para el cumplimiento de cualquiera de los actos mencionados
en (i).
o Crímenes de Guerra: Las violaciones de las leyes o costumbres de la guerra
que incluyen, pero no están limitadas a, asesinato, trato inhumano o
deportación como esclavos o para cualquier otro propósito de la población
civil de un territorio ocupado, asesinato o trato inhumano a prisioneros de
guerra, a personas sobre el mar, asesinato de rehenes, pillaje de la propiedad
pública o privada, destrucción injustificada de ciudades, pueblos o villas, o
la devastación no justificada por la necesidad militar.
o Crímenes contra la humanidad: Asesinato, exterminio, esclavitud,
deportación y cualquier otro acto inhumano contra la población civil, o
persecución por motivos religiosos, raciales o políticos, cuando dichos actos
o persecuciones se hacen en conexión con cualquier crimen contra la paz o
en cualquier crimen de guerra.
- Principio VII: La complicidad en la comisión de un crimen contra la paz, un crimen
de guerra o un crimen contra la humanidad tal y como fueron expuestos en los
Principios VI, es un crimen bajo las leyes internacionales.
Los principios anteriores son la base del DPI y a lo largo de su desarrollo se han ampliado,
modificado y complementado con otros principios, pero incluso instrumentos
internacionales tan complejos como el Estatuto parten de esta base, establecida hace 60
años. Los Principios de las Leyes Internacionales fueron reconocidos en La Carta del
Tribunal de Nüremberg y la Sentencia del Tribunal. El Estatuto y la sentencia de
Nüremberg son derecho vigente de conformidad con la Resolución 95 (I) de la Asamblea
General de la ONU de 11 de diciembre de 1946, que confirmó los principios de derecho
internacional reconocidos en ambos documentos y así lo ratificó la Convención sobre la
imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad de 1968
[art. 1 (a)]. Adoptado por la Comisión de Leyes Internacionales de las Naciones Unidas,
1950.
El Tribunal Penal Militar Internacional para el
Lejano Oriente (IMTFE)
Una vez terminada la guerra en Asia, el 15 de agosto de 1945, el ejército de los Estados
Unidos ocupó la totalidad de Japón y gran parte de las antiguas colonias asiáticas de este
país. La idea del IMTFE surgió el 26 de julio de 1945, cuando los aliados anunciaron en la
Declaración de Potsdam su intención de proceder a la detención de los (presuntos)
criminales de guerra japoneses y juzgarles por la práctica de crímenes contra la paz,
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Desde ese momento se inició la
persecución y detención de los altos miembros del Estado y Ejército nipón. En paralelo con
el Juicio de Nüremberg, se constituyó un Tribunal Penal Militar Internacional para el
Lejano Oriente, con el fin de juzgar a los imputados de los crímenes recogidos en el
Estatuto o Carta de Londres del 8 de agosto de 1945.
a) Contexto
Si en el caso de Nüremberg hubo un debate que hemos indicado previamente, con respecto
a Japón, las actitudes fueron diferentes. Los EEUU quería principalmente un proceso de las
personas responsables por erigir el «ataque traicionero» contra Pearl Harbor. Pero, desde
que los procesos de Nüremberg estaban desarrollándose, hubiera aparecido una negación de
los principios del tribunal si los líderes japoneses no hubieran sido juzgados por crímenes
contra la paz. Los procesos de Nüremberg obligaron la realización del proceso de Tokio,
aunque el medio ambiente asiático no era ideal para demostrar la criminalidad de la
agresión. La guerra japonesa fue vista por muchos asiáticos como una guerra de liberación,
una guerra para expulsar a las potencias coloniales occidentales que habían obtenido su
posición dominante por guerras agresivas exitosas.
El Tribunal estuvo compuesto por un panel de jueces elegidos entre los países victoriosos
de la guerra. Estos países fueron: los Estados Unidos, la URSS, Gran Bretaña, Francia, los
Países Bajos, China, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, India y las Filipinas. El Tribunal se
constituyó por primera vez el 3 de agosto de 1946 en Tokio, y fue disuelto después de
cumplir su labor el 12 de noviembre de 1948. Este proceso se aplicó sólo a la jerarquía
residente en Japón mismo, ya que se realizaron juicios ad-hoc en diferentes lugares de Asia
contra individuos particulares (miembros del Ejército y la Administración japonesa, por lo
general).
La fiscalía del Tribunal estuvo dirigida por el estadounidense Joseph Keenan, y contó con
fiscales de todos los países que nombraron jueces en el Tribunal.
Durante mucho tiempo fue polémica la exclusión del Tribunal del Emperador Hirohito,
siendo que fue la cabeza visible del imperio en toda su expresión, y otorgó con su
consentimiento tácito o efectivo, de legalidad en los crímenes cometidos por sus
conciudadanos. De los acusados originalmente, murieron de causa natural durante el juicio
el ex-canciller Yosuke Matsuoka y el almirante Osami Nagano. Okawa Shumei sufrió un
colapso nervioso durante el juicio y no fue inculpado. A diferencia de los Juicios de
Nüremberg, el TIPLE no absolvió a ninguno de los acusados.
¿Cuáles fueron los delitos por los que se juzgó a los acusados?
7 Lo del canibalismo no es broma. Entre los procesos en los cuales esta acusación pretende haber sido "probada"
se hallan, entre otros, U.S. vs. Tachibana Yochio and 13 others, Mariana Islands, 2-15 agosto de 1946; Commonwealth of
Australia, V. Tazaki Takehiko, Wewak, 30 noviembre de 1945; Commonwealth of Australia vs. Tomiyasu Tisato,
Rabaul, 2 abril de 1946; y el más complicado de todos los procesos de crímenes de guerra, el International Military
Tribunal for the Far East (IMTFE), [Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente] supervisado personalmente
por Douglas MacArthur, que comenzó en el mes de mayo de 1946 y que duró hasta diciembre de 1948. Véase The Tokyo
Judgement, vol. 1, pp. 409-410, University of Amsterdam Press, 1977, pp. 49.674-5 del registro literal mimeografiado.
El Estatuto de dicho Tribunal fue redactado solamente por los norteamericanos y era muy
similar al Estatuto de Nüremberg en cuanto a la definición de los crímenes a enjuiciar
enumerados en su art. 5, siendo ellos los crímenes contra la paz, crímenes de guerra y
crímenes contra la humanidad. Sin embargo el Estatuto de Tokio incorpora una serie de
adaptaciones que respondían al deseo de atender a las críticas que ya se habían dirigido al
anterior texto y, sobre todo, a la necesidad de tener más en cuenta al conjunto de los países
aliados.
Por ejemplo, a diferencia del Estatuto de Nüremberg, el Estatuto de Tokio definía a los
crímenes contra la paz haciendo referencia a “una guerra declarada o no declarada de
agresión”. La diferencia en la definición de los crímenes contra la paz contenida en los dos
estatutos puede deberse a que la Alemania nazi inició y llevó a cabo diversas guerras de
agresión sin declaraciones de guerra. La Comisión de Crímenes de Guerra de las Naciones
Unidas concluyó que las diferencias en la definición que figuraba en los dos estatutos eran
puramente verbales y que no afectaban a la sustancia del derecho que rige la jurisdicción
del Tribunal para el Lejano Oriente, respecto de los crímenes contra la paz en comparación
con el Estatuto de Nuremberg.
La organización del Tribunal de Tokio era diferente ya que a pesar de que los Estados
Unidos eran prácticamente la única potencia que ocupaba militarmente Japón, en el
banquillo de los jueces estaban representados los once Estados frente a los que Japón había
declarado la capitulación42, y si en Nüremberg sólo hubo jueces europeos y
norteamericanos, en Tokio los hubo también asiáticos. Además, a diferencia del Tribunal
de Nüremberg, el presidente, los miembros del Tribunal y el procurador general eran
nombrados por el Comandante Supremo, y la sentencia dictada debía ser confirmada por él.
Había un solo fiscal norteamericano asistido por 10 fiscales adjuntos.
El Tribunal juzgó a 28 miembros de la cúpula del Gobierno japonés entre los que no se
encontraba el Emperador del Japón. Las sentencias que dictó el Tribunal entre el 4 y el 12
de noviembre de 1948 se aprobaron por mayoría de votos y siguieron de cerca el
razonamiento del Tribunal de Nüremberg, rechazando los argumentos de la defensa por los
mismos motivos que el de Nüremberg. Todos los acusados fueron considerados culpables.
Se dictaron siete penas de muerte, pero la mayor parte de los acusados fueron condenados a
cadena perpetua. El general Mc Arthur consintió en transmitir las apelaciones de dos de los
condenados al Tribunal Supremo de los Estados Unidos, pero este declinó su competencia
al no ser el Tribunal de Tokio un Tribunal de los Estados Unidos43. Tal como sucedió con
el enjuiciamiento de los crímenes cometidos en el curso de la guerra en Europa, junto a este
Tribunal actuaron paralelamente otro tipo de Tribunales de carácter militar, de ocupación y
nacionales que juzgaron casos menores.
Para Estados Unidos y para MacArthur, el veredicto sin embargo no fue lo que
esperaba. A diferencia de lo que pasaría en Alemania, en Japón el veredicto distinguió
entre responsabilidad individual y estatal. La idea del juicio fue sancionar a Japón mediante
una penalización militarista, no en una completa humillación como fue en el caso de
Alemania. Pero el enfoque concentrado en la culpa individual y no colectiva también
socavó uno de los objetivos del proceso: que el pueblo japonés reconociera y asumiera su
responsabilidad por lo ocurrido durante la guerra, idea que fue planteada por Henry
Stimson. La responsabilidad del Estado fue menor a la que tuvo que asumir Alemania:
disolver el ejército o redactar la nueva Constitución de Japón (incluyendo el Artículo IX,
que explícitamente renunciaba a perpetuidad a la guerra) o una “limpieza” de simpatizantes
japoneses con la guerra, que afecto a 200 mil militares, líderes gubernamentales y
empresariales y todos aquellos que hubieran participado activamente en el militarismo. Si
bien esta purga fue mucho menor que la que ocurrió en Alemania, afectó a uno de cada
cuatro ejecutivos del mundo empresarial, lo que, al igual que ocurrió en el caso alemán,
debilitó el esfuerzo de reconstrucción, debido a la falta de personal calificado para hacer
que el país funcionara. MacArthur tenía la esperanza de reformar el estado japonés desde su
base logrando una reforma agraria, económica y social. No pudo hacerlo, porque para ello
tenía que acabar con la figura del emperador y ya vimos, no había el menor indicio de que
los japoneses quisieran colaborarle. Luego la Guerra Fría y la Revolución China de Mao se
encargaron para que Estados Unidos abandonara la idea de reformas y se pasó a la
colaboración.
d) Críticas
Se ha criticado a este tribunal por varias razones. Las más importantes son:
- Unilateralismo: Sólo fueron juzgados los crímenes cometidos por los países del Eje,
no así en situaciones como el bombardeo atómico en Hiroshima y Nagasaki y el
bombardeo aéreo sobre Tokio, descritos como crímenes contra la humanidad o el
ataque soviético que pudo configurar un atentado contra la paz.
- Hirohito: El emperador nunca fue juzgado en razón del ejercicio de la jefatura del
Estado, y al contrario, se le otorgó inmunidad.
Se les llama “ad hoc” porque fueron creados en virtud del Capítulo VII de la Carta de las
Naciones Unidas para juzgar un número indeterminado de casos relacionados con hechos
concretos.
Es preciso señalar que el Consejo se sintió autorizado para crear por vía de autoridad y
como si fuese un órgano legislativo el mencionado tribunal, al entender que la situación de
la antigua Yugoslavia constituía una amenaza a la paz y seguridad internacionales, lo que le
permitió actuar dentro del marco del Capítulo VII de la Carta.
El Consejo de Seguridad adopta una serie de resoluciones, que derivan en la creación del
Tribunal:
c) Procedimiento
La norma del Estatuto del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia es la que las penas
impuestas por el Tribunal se limitarán a las de prisión. Para fijar la duración de la pena, el
Tribunal se guiará por la práctica general relativa a las sentencias de prisión aplicadas por
los tribunales de la ex Yugoslavia (artículo 24 (1) del Estatuto). Una norma similar contiene
el Estatuto del Tribunal Internacional para Ruanda, con referencia a los tribunales de
Ruanda (artículo 23 (1) del Estatuto).
Otra norma es que los crímenes deberían figurar explícitamente, pues no está en absoluto
claro cuáles son los crímenes contra la humanidad. Por esa razón en el artículo 5 del
Estatuto del Tribunal Internacional para Yugoslavia, se incluyeron explícitamente varios
crímenes: asesinato, exterminio, esclavitud, deportación, encarcelamiento, tortura,
violación, persecución por motivos políticos, raciales o religiosos y otros actos inhumanos.
Una clara indicación de los bienes jurídicos protegidos por la represión del crimen de lesa
humanidad ha sido dada por el Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia en su decisión
del caso Endemovic:
"Los crímenes de lesa humanidad son serios actos de violencia que dañan a los seres
humanos al golpear lo más esencial para ellos: su vida, su libertad, su bienestar físico, su
salud y/o su dignidad. Son actos inhumanos que por su extensión y gravedad van más allá
de los límites de lo tolerable para la comunidad internacional, la que debe necesariamente
exigir su castigo. Pero los crímenes de lesa humanidad también trascienden al individuo,
porque cuando el individuo es agredido, se ataca y se niega a la humanidad toda. Por eso
lo que caracteriza esencialmente al crimen de lesa humanidad es el concepto de la
humanidad como víctima".
d) Paneles especiales para Kosovo
Al finalizar la guerra de Kosovo –desarrollada entre el 24 de marzo y el 10 de junio
de 1999, y que enfrentó a Yugoslavia con las fuerzas de la OTAN- se creó por resolución
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas estableció una Administración
Transitoria (UNMIK).
Ante la falta de una infraestructura judicial operativa, la UNMIK previó dos tipos de
Paneles Especiales conformados por tres jueces (uno extranjero y dos nacionales), similares
a los establecidos en Timor Oriental. Reglamentos 1999/24 y 2001/9 de la UNMIK
Lo que sucede con estos Paneles es que el carácter prevalente del Corte Penal
Internacional para la Ex Yugoslavia se ocupe de los crímenes más masivos en Kosovo, en
los que se acusa a dirigentes políticos. Además, sólo se ocupa de la protección y promoción
de los Derechos humanos, y no cuenta con un tribunal, un panel o una sala fijos, sino que se
incorporan magistrados internacionales al sistema judicial nacional para abocarse a cada
caso particular
La Resolución 955 (1994), manifiesta la preocupación por los informes que indicaban que
en Ruanda se había cometido genocidio y otras violaciones sistemáticas, generalizadas y
manifiestas del Derecho internacional humanitario, y determinaba que dicha situación
constituía una amenaza para la paz y seguridad internacionales, por lo tanto, el Consejo de
Seguridad establece un Tribunal internacional con el exclusivo propósito de enjuiciar a los
responsables de genocidio y otras graves violaciones de esa naturaleza cometidas en el
territorio de Ruanda, y en el territorio de Estados vecinos, cometidos por ciudadanos
ruandeses, entre el 1 de enero de 1994 y el 31 de diciembre de 1994, y con ese fin, aprueba
el Estatuto del Tribunal.
El Consejo de Seguridad había recibido previamente una petición del Gobierno de Ruanda,
en la que declaraba que un Tribunal similar al ya existente para la ex Yugoslavia podría
contribuir a promover la paz y la reconciliación entre las partes aún en conflicto y evitar
elementos desestabilizadores. No obstante, no sólo el Gobierno de Ruanda pidió al Consejo
de Seguridad la constitución del Tribunal, sino que como miembro no permanente del
Consejo, participó en las deliberaciones relativas al Estatuto del TPIR. Sin embargo, a pesar
de la iniciativa ruandesa para la instauración del Tribunal, la Resolución 955 (1994) se
adoptó con un solo voto en contra, y el mismo fue el voto ruandés, motivado por cuestiones
como la ausencia de la pena de muerte o la competencia temporal del Tribunal, ya que el
gobierno pretendía que la misma abarcara desde 1991 cuando se produjeron varios
asesinatos que podrían considerarse como preparatorios del genocidio de 1994.
Más tarde, en la Resolución 977 (1995) de 22 de febrero de 1995, el Consejo decide que la
sede del Tribunal sería la ciudad de Arusha (República Unida de Tanzania), aunque en
Kigali (Ruanda) funciona una oficina o delegación del Tribunal vinculada a la sede.
8"Ex-Leader in Rwanda Admits to Geno-cide: Hutu Premier Pleads before UN Tribunal," Washington Post, 2 de mayo,
1998, p. A1.
Las personas procesadas bajo el sistema judicial de Ruanda no son principalmente los
cabecillas del genocidio. Estos están siendo procesados en Arusha, Tanzania, por una
Corte Penal Internacional de las Naciones Unidas para Ruanda. El Tribunal de las
Naciones Unidas debe aún obtener una condena. Y las Naciones Unidas se opone a la pena
de muerte. Esto significa que aquellos que planificaron e incitaron el genocidio pasarán
algunos años en las cárceles de Europa si son condenados, mientras que otros criminales
menores tendrán la pena de muerte. Esto no parece ser justicia para muchos ruandeses. 9
Los artículos citados establecen en forma directa la responsabilidad penal individual de las
personas que hayan planeado, instigado, ordenado la comisión o colaborado en ella, o
hayan sido autores materiales de los crímenes tipificados en cada uno de los Estatutos.
Dado que esas tipificaciones se refieren a actos cometidos en circunstancias concretas de
tiempo y lugar, este principio no es general sino que se refiere a un número de casos
limitado por esas circunstancias. Por ello su redacción remite a los delitos tipificados en
esos Estatutos.
Competencia
9 Pamela Bone, "The Roar of the Crowd and the Pitiless Pursuit of Justice," The Age, 7 de mayo, 1998, p. 17.
para “los hechos de genocidio y las violaciones graves al Derecho Internacional
Humanitario”.
Como sus nombres lo indican, estos tribunales se crearon sólo para juzgar los que se
consideren delitos contra el derecho internacional, no teniendo jurisdicción sobre hechos
comunes o de derecho penal interno.
Los crímenes sobre los cuales estos tribunales pueden ejercer su competencia son:
1. Genocidio: Este crimen está tipificado en el Art. 4 del Estatuto para el TPIY y en el
Art. 2 del Estatuto para el TPIR. Ambos artículos cuentan con tres incisos de los
cuales: El inc. 1º declara que la tipificación siguiente es sólo a los fines de la
competencia del Tribunal; y los incs. 2º y 3º, son una copia exacta de los arts. 2 y 3
respectivamente, de la Convención contra el Genocidio por lo cual nos remitimos a
esa sección de este trabajo.
2. Crímenes de Lesa Humanidad: La tipificación de estos crímenes puede dividirse
en dos secciones, una cláusula introductoria que contiene dos condiciones generales
que deben encontrarse presentes para que los hechos puedan ser calificados de
crímenes contra la humanidad, y una enumeración de las conductas subyacentes. La
cláusula introductoria es distinta en cada uno de los Estatutos, mientras que la
enumeración de conductas subyacentes es idéntica; por ello, transcribiremos por
separado las primeras y en forma conjunta la segunda.
i. Estatuto del TPIY, Art. 5: “Crímenes contra la humanidad. El Tribunal
Internacional tendrá competencia para enjuiciar a las personas
responsables de los siguientes crímenes cometidos durante un conflicto
armado, ya sea de carácter internacional o interno y dirigidos contra
cualquier población civil...”
ii. Estatuto del TPIR, Art. 3: “El Tribunal Internacional para Ruanda tendrá
competencia para enjuiciar a los presuntos responsables de los crímenes
que se señalan a continuación, cuando hayan sido cometidos como parte
de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil por
razones de nacionalidad o por razones políticas, étnicas, raciales o
religiosas...” (El subrayado en negrita es nuestro, para marcar las
diferencias entre ambos artículos).
a) Homicidio intencional;
b) Exterminio;
c) Esclavitud;
d) Deportación;
e) Encarcelamiento;
f) Tortura;
g) Violación;
h) Persecución por motivos políticos, raciales o religiosos;
La diferencia en las cláusulas introductorias se debe a la adaptación de cada
Estatuto al conflicto concreto para el cual se redactó.
En ambos casos, los ataques deben ir dirigidos contra una población civil.
Responsabilidad penal
• Improcedencia del cargo oficial, ya sea político, civil o militar como causal de
eximente ni de atenuación de la pena;
• El superior tendrá responsabilidad penal en los hechos cometidos por sus
subordinados, siempre que haya tenido conocimiento de ellos o si había razones
para saberlo y no adoptó las medidas necesarias para evitarlos o para sancionar a
los inferiores. Esta norma se nos presenta como un desarrollo del elemento que
incorpora la Convención sobre Imprescriptibilidad: Responsabilidad de las
autoridades que toleren la perpetración de crímenes contra el Derecho
Internacional.
Ambos estatutos enuncian la prohibición de la doble persecución o non bis in idem, que
está expresado en el art. 10 del Estatuto para el TPIY y el 9 del Estatuto para el TPIR,
ambos idénticos entre sí y con tres incisos que formulan esta garantía con algunas
diferencias respecto a como la conocemos en Derecho Penal interno, ya que en estos casos
el principio debe desdoblarse entre dos niveles jurisdiccionales, el interno y el
internacional.
O sea, ninguna persona que haya sido juzgada por el respectivo Tribunal Internacional por
violaciones graves del DIH podrá ser juzgada nuevamente por un tribunal nacional.
En estos casos, se garantiza al acusado que, ante el caso de una nueva condena, se
descontará el tiempo que haya transcurrido en prisión en virtud de la anterior.
Esto permite un nuevo juicio es de recta justicia, ya que estamos frente a crímenes que en la
mayoría de los casos están al menos consentidos por el gobierno de un estado; entonces es
lógico que si se deja la justicia en manos del sistema interno de un Estado, éste intentará
preservar la impunidad de los responsables. Eso es lo que autoriza al Tribunal Internacional
a abrir un nuevo proceso, ya que éste se considera más independiente e imparcial que uno
interno.
Lo que está prohibido, a tenor de los incisos tercero de estos artículos, es la doble pena.
Cuando en sede internacional se revoque la sentencia interna y se aplique otra condena al
acusado, se tendrá en cuenta el período de tiempo en que éste ya haya estado privado de la
libertad en virtud de la condena anterior. Lo contrario sería, como advertimos al principio
de este párrafo, cumplir, por un hecho, una condena mayor a la que impone la sentencia
válida (la internacional, ya que la interna habría quedado revocada).
Apelación
Imprescriptibilidad
Los Estatutos para los Tribunales Penales Internacionales para la Ex Yugoslavia y para
Ruanda, en sus arts. 24 y 23 respectivamente, establecen que las Salas de Primera Instancia
sólo podrán imponer penas privativas de la libertad, basándose en las actuaciones
jurisdiccionales previas de los tribunales nacionales del estado sobre el cual actúen y
teniendo en cuenta factores tales como la gravedad del delito y las circunstancias
personales del condenado. También podrán secuestrar los elementos adquiridos por medio
de conductas ilícitas y reintegrarlos a sus legítimos propietarios.
Estas son las únicas reglas relativas a las penas que contienen los Estatutos ya que, a
diferencia de lo que ocurre en el derecho penal interno, la tipificación sólo describe la
conducta a ser sancionada pero no atribuye ninguna clase ni medida de pena para la misma.
De la jurisprudencia emanada hasta el presente de ambos tribunales, podemos extraer que,
ante iguales tipos penales, el TPIR ha aplicado penas más severas que las del TPIY.
Estos Estatutos no hacen mención del principio de autonomía ni de supremacía del Derecho
Internacional tal como lo hemos visto en instrumentos anteriores. Pero el art. 9 del TPIY y
el art. 8 del TPIR, a pesar de que establecen la “Jurisdicción concurrente” de los Tribunales
Internacionales con respecto a los nacionales, en sus inc. 2 establecen la primacía del
Tribunal Internacional, que podrá en cualquier momento solicitar al tribunal nacional su
inhibición, ante lo cual éste deberá obedecer. En este caso, se trata ya no de la supremacía
del Derecho Internacional por sobre el interno, sino de un Tribunal Internacional por sobre
uno interno.
TERCERA PARTE. TRIBUNALES
HIBRIDOS O
INTERNACIONALIZADOS
Los llamados “Tribunales internacionalizados” o “híbridos” (aunque el grado de
“internacionalidad” puede variar considerablemente entre unos y otros), son de naturaleza
mixta tanto a nivel del personal, internacional y nacional, como respecto al derecho
aplicable. Y al igual que el TPIY y el TPIR, pero a diferencia de la Corte Penal
Internacional, son creados para hacer frente a situaciones concretas, por un período de
tiempo determinado, y son el resultado de una conjunción de factores muy diversos de
origen político e histórico.
Una de las principales diferencias con los tribunales ad hoc es que forman parte de la
estructura judicial del país en que funcionan sin ser per se órganos subsidiarios de las
Naciones Unidas. Además la competencia es concurrente pero con prevalencia respecto de
los Tribunales nacionales.
Otra diferencia es que los Tribunales para la exYugoslavia y para Ruanda tienen un
funcionamiento lento y costoso, costo que recae en Naciones Unidas. Esto motivó la
necesidad de arbitrar mecanismos diferentes que pudieran hacer frente a estas situaciones
de forma más eficaz, hasta la puesta en funcionamiento de la Corte Penal Internacional. Los
híbridos son financiados tanto por donaciones internacionales como por los mismos países
donde funcionan, además de por Naciones Unidas
a) Contexto
La República de Sierra Leona, estuvo bajo dominio británico hasta 1960, año de su
descolonización y en el que empezaron a germinar los conflictos que desembocaron en una
de las guerras civiles más largas y crueles del siglo XX. A partir de 1971, año en que el país
rompe definitivamente todos los lazos con Gran Bretaña, se suceden una serie de golpes de
estado y enfrentamientos entre partidos políticos, hasta que en marzo de 1991, combatientes
del Frente Revolucionario Unido (FRU) inician una guerra desde la parte este del país,
cerca de la frontera con Liberia, para derrocar al Gobierno militar de partido único del
Congreso de Todo el Pueblo. El gobierno democrático fue derrocado por el Consejo
Revolucionario de las Fuerzas Armadas que suspendió la Constitución y prohibió los
partidos políticos. El golpe fue condenado por la comunidad internacional, la
Commonwealth expulsa a Sierra Leona, la Organización para la Unidad Africana (OUA)
condena expresamente el golpe y el Consejo de Seguridad de la ONU impone sanciones a
Sierra Leona. Tras varios años en los que los ataques del FRU no cesaron, se intenta la paz
entre el gobierno y el FRU con el Acuerdo de Abidján (Costa de Marfil, 30 de noviembre
de 1996), pero el acuerdo fracasó a causa de un golpe de estado militar en mayo de 199788,
fecha a partir de la cual se recrudecen aún más las hostilidades y la violencia en Freetown,
capital de Sierra Leona, así como en el resto del país.
A pesar de que un mes más tarde la Junta militar fue expulsada del poder por la ECOMOG
(Grupo de Observadores Militares) de la CEDEDAO (Comunidad Económica de los
Estados de África Occidental), el restablecimiento del régimen democrático no supuso el
fin de las hostilidades ya que el FRU no cesaba en sus operaciones militares, dejando un
rastro de incendios, destrucción y violencia extrema contra la población civil, a la que
sometieron a toda clase de tropelías como amputaciones, mutilaciones, y violaciones, que
dejaron como saldo entre 5.000 y 6.000 personas muertas y una gran cantidad de viviendas
destrozadas.
La UNAMSIL ha sido una de las operaciones de las Naciones Unidas que ha obtenido más
éxito, habiéndose desplegado inmediatamente después del brutal conflicto civil que produjo
como saldo unos 75.000 muertos y muchos más mutilados. Las Naciones Unidas
desarmaron unos 72.500 combatientes, de los cuales 20.000 eran niños-soldado, y
orientaron un proceso de paz hacia la creación de un nuevo gobierno nacional supervisando
elecciones democráticas y reasentando a miles de refugiados.
En este caso, Naciones Unidas no lo creó por instancias del Consejo de Seguridad, sino a
petición del mismo gobierno de Sierra Leona, a través de una carta de 12 de junio de 2000
redactada por su presidente, Ahmad T. Kabbah – antiguo funcionario de las Naciones
Unidas -, dirigida al Secretario General, en la que pide asistencia para enjuiciar a los
miembros superiores del FRU por los crímenes contra el pueblo de Sierra Leona y por
haber tomado como rehenes a contingentes de mantenimiento de paz de la ONU. Por ello,
el Secretario General adopta una serie de medidas en respuesta a dicha solicitud que figuran
en el quinto informe dirigido al Consejo de Seguridad de 31 de julio de 2000.
En la Resolución 1315 (2000), el Consejo de Seguridad efectúa una serie de
recomendaciones respecto de la competencia material y personal del futuro Tribunal, y
hace hincapié en la importancia de que el mismo vele por la imparcialidad, independencia y
credibilidad del proceso, en particular en lo que respecta a la condición de los jueces y los
fiscales, por lo que pide al Secretario General que envíe un equipo de expertos y presente
un informe al Consejo de Seguridad sobre la aplicación de esta resolución y el
establecimiento del Tribunal especial.
El hecho de haber sido constituido mediante un acuerdo bilateral, supone que sólo vincula a
ambas partes (las Naciones Unidas y Sierra Leona), y no es oponible a terceros Estados.
Además, al no ser un Tribunal nacional creado por una ley interna, ni un Tribunal
internacional stricto sensu, para que pueda desplegar todos sus efectos a nivel interno es
necesario que Sierra Leona lo incorpore a su legislación interna de conformidad con sus
disposiciones constitucionales.
El Tribunal Especial tiene jurisdicción concurrente con los Tribunales de Sierra Leona y
primacía respecto de éstos (art. 8 ETESL), por lo que puede presentar en cualquier etapa
del procedimiento a cualquier Tribunal nacional de Sierra Leona una petición de inhibitoria
de jurisdicción. Sin embargo, el Tribunal Especial tiene primacía sobre los Tribunales
nacionales de Sierra Leona pero no sobre los Tribunales de terceros Estados, por lo que
también carece de facultades para pedir la entrega de un acusado de un tercer estado y
obligar a sus autoridades a atender dicha petición, tal como sucedió cuando dictó una orden
internacional contra el ex presidente de Liberia, Charles Taylor. Sin embargo, el art. 10 del
Acuerdo entre la ONU y el Gobierno Sierraleonés prevé que el Tribunal pueda celebrar
acuerdos con terceros Estados para el ejercicio de sus funciones y para su funcionamiento.
Está compuesto por tres órganos: las Salas, la Fiscalía, y la Secretaría (art. 11 del Estatuto).
Las Salas de Primera Instancia y de Apelaciones, estarán integradas por un número de
magistrados independientes no inferior a ocho ni superior a once. Tres magistrados
formarán parte de la Sala de Primera Instancia y cinco constituirán la Sala de Apelaciones
(art. 12 del Estatuto). Los fiscales e investigadores, con experiencia en crímenes
relacionados con el género y en justicia de menores (art. 15 del Estatuto), son los
encargados de la investigación y el enjuiciamiento de las personas sobre las cuales recaiga
la mayor responsabilidad por las infracciones de Derecho internacional humanitario y por
los crímenes tipificados en la legislación de Sierra Leona. Cuenta con la asistencia de un
fiscal adjunto sierraleonés y de los demás funcionarios internacionales y de Sierra Leona.
En cuanto a las normas procesales aplicables serán las del Corte Penal Internacional para
Ruanda que estén vigentes a la fecha del establecimiento del Tribunal Especial, las que
serán aplicables mutatis mutandis, a la sustanciación de los procesos ante el mismo. Los
magistrados del Tribunal Especial podrán por unanimidad enmendar o adoptar otras reglas
cuando las aplicables no resuelvan una situación concreta o no lo hagan adecuadamente. A
tales efectos podrán orientarse en la Ley de Procedimiento Penal de Sierra Leona de 1965
(art. 14 del Estatuto).
Otra característica del mismo, es que al no estar dentro del sistema de las Naciones Unidas
o de cualquier otra organización internacional, su presupuesto depende de contribuciones
voluntarias de la comunidad internacional.
El art. 1 del Estatuto establece la competencia espacial del Tribunal, determinando que el
mismo juzgará las infracciones graves del Derecho internacional humanitario y el Derecho
de Sierra Leona cometidas en el territorio de ese país.
Si bien de hecho la guerra civil de Sierra Leona comenzó el 23 de marzo de 1991, cuando
las fuerzas del Frente Revolucionario Unido (FRU) entraron al país desde Liberia y
emprendieron una rebelión para derrocar al gobierno, las partes concluyeron en la elección
del 30 de noviembre de 1996, fecha de la concertación del Acuerdo de Paz de Abidján,
como fecha de comienzo de la competencia del Tribunal Especial (art. 1 del Estatuto)
Dicha fecha ofrecía la ventaja de situar el conflicto de Sierra Leona en perspectiva, sin
ampliar innecesariamente la competencia del Tribunal, dando lugar a que los delitos más
graves cometidos por todas las partes y los grupos armados quedasen sujetos a esa
competencia.
El Tribunal tiene competencia por razón de la materia tanto respecto de los crímenes
previstos en el Derecho internacional humanitario, como también respecto de los previstos
en la legislación de Sierra Leona, comprendiendo los asesinatos en masa, ejecuciones
extrajudiciales, mutilaciones generalizadas, la violencia sexual contra las niñas y mujeres,
la esclavitud sexual, el secuestro de miles de niños y adultos, los trabajos forzados y el
reclutamiento forzado para grupos armados, el saqueo y el incendio de grandes poblaciones
urbanas y aldeas.
Los crímenes sobre los que tiene competencia el Tribunal Especial se dividen en dos
grupos: los que son de derecho internacional y los contemplados en la ley de Sierra Leona,
cuando se considerara que una situación o un aspecto concreto no estaba regulado en el
Derecho internacional o lo estaba de manera inadecuada. Por lo tanto, el Derecho interno de
Sierra Leona aparece como subsidiario, llenando las lagunas que pudiera dejar el Derecho
internacional.
• El art. 4 del Estatuto contiene otras infracciones graves del Derecho internacional
humanitario que, con arreglo al Estatuto de la Corte Penal Internacional, se
reconocen como crímenes de guerra. Dentro de estas infracciones se incluyen: los
ataques contra la población civil en cuanto a tal, o contra civiles que no participan
directamente en las hostilidades; los ataques contra personal, instalaciones,
materiales, unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de
paz o de asistencia humanitaria, siempre que tenga derecho a la protección otorgada
a civiles u objetos civiles con arreglo al Derecho internacional de los conflictos
armados. El delito tipificado en el art. 4 b) del Estatuto del Tribunal Especial
entraña la individualización de un grupo concreto que es objeto de ataques dentro
del grupo de civiles, sujeto a una protección general, dado que su misión
humanitaria o de mantenimiento de la paz requiere una protección especial. Sin
embargo no se considera un delito más grave que los ataques a civiles en
circunstancias similares y por consiguiente, no lleva aparejada una pena mayor.
Los Delitos tipificados con arreglo al Derecho de Sierra Leona son los malos tratos a niñas
con arreglo a la Ley de prevención de la crueldad contra la infancia, de 1926; y los
relacionados con la destrucción indiscriminada de bienes, particularmente el incendio
provocado, de conformidad con la Ley de daños dolosos, de 1861.
Con respecto al crimen de genocidio, debido a la falta de pruebas de que las grandes
matanzas en masa ocurridas en Sierra Leona hayan sido perpetradas contra un grupo étnico,
racial o religioso identificado con intención de aniquilarlo como tal, el Consejo de
Seguridad no incluyó el crimen de genocidio en su recomendación y el Secretario General
tampoco consideró apropiado incluirlo en la lista de los crímenes internacionales sobre los
cuales tiene competencia el Tribunal Especial.
El art. 1 del Estatuto del Tribunal establece que el mismo está facultado para someter a
juicio a quienes les quepa “la más grande responsabilidad” por las infracciones graves del
Derecho internacional humanitario y el Derecho de Sierra Leona. Aunque la expresión
abarca ciertamente los dirigentes políticos o militares, también puede considerarse que les
cabe “la más grande responsabilidad” a otras personas que ejercían autoridad a niveles
jerárquicos inferiores, teniendo en cuenta la gravedad del delito o su comisión en masa. El
Secretario General aclara que esta expresión no ha de considerarse un baremo o un límite
mínimo, sino una orientación para que el Fiscal adopte una estrategia de acusación y
decisiones de procesamiento en determinados casos.
El dilema moral se plantea con los menores entre 15 y 18 años de edad (solían nombrarse
“generales de brigada” a niños de 11 años), puesto que la gravedad de los delitos cometidos
permitiría que estuvieran sujetos a la competencia del Tribunal y quedarían incluidos por la
expresión “personas a las que cabe la mayor responsabilidad”. La cuestión se plantea
porque los niños utilizados como combatientes eran inicialmente secuestrados, reclutados
por la fuerza, sometidos a abusos sexuales y a todas las formas de esclavitud y adiestrados
(frecuentemente bajo la influencia de las drogas) para matar, mutilar e incendiar. Esto daba
a la situación planteada unas características específicas que no podían ser ignoradas y que
había que solucionar.
Finalmente, el art. 7 del Estatuto, intentando equilibrar la cuestión, excluye a los menores
de 15 años de la competencia del Tribunal y establece un régimen especial para los
menores comprendidos entre 15 y 18 años al momento de la comisión del delito. Por ello,
en el art. 7 y en el resto del articulado del Estatuto, se plasman normas reconocidas
internacionalmente en materia de administración de justicia de menores y garantías de que
los delincuentes menores de edad serán tratados con dignidad y sentido de su valía,
teniendo en cuenta su edad, la conveniencia de promover su rehabilitación y reinserción en
la sociedad y de que asuman un papel constructivo en ella.
Asimismo se establece que al procesar delincuentes menores de edad el Fiscal velará por no
poner en peligro el programa de rehabilitación de los menores y por recurrir a los
mecanismos alternativos para la verdad y la reconciliación que existan. Del mismo modo,
los Magistrados, al fallar la causa en la que se encuentre un delincuente juvenil no podrán
imponer la pena de privación de libertad, sino que deberán decretar alguna medida de
protección y reinserción para el menor dentro de las medidas de carácter correctivo y
educativo enumeradas en el párrafo 2 del art. 7.
En los párrafos 2 y 3 del mismo art. 1, se prevé que el Tribunal tenga competencia para
juzgar las infracciones cometidas por el personal de las fuerzas de mantenimiento de paz y
personal conexo presente en Sierra Leona, previa autorización del Consejo de Seguridad,
cuando el Estado de envío no esté dispuesto a realizar una investigación, o a incoar un
juicio, o verdaderamente no pueda hacerlo. Ello implica que el Tribunal tiene competencia
subsidiaria respecto de los crímenes cometidos por los soldados y el personal asociado a las
misiones de mantenimiento de paz, teniendo el Estado de envío primacía sobre la
jurisdicción del Tribunal Especial. En todo caso, al ser previamente necesaria la
autorización del Consejo de Seguridad, se exige al Fiscal demostrar la incapacidad de
enjuiciamiento del Estado de envío, colocándolo en una situación muy delicada frente al
mismo.
Además, tal como sucede con otros Tribunales Internacionales ad hoc, el Tribunal Especial
establece la irrelevancia del cargo oficial del acusado, cuestión que no lo exime de la
responsabilidad penal ni constituye motivo para la reducción de la pena. Tampoco la
obediencia debida es exonerante de responsabilidad, pero puede tenerse en cuenta para
reducir la pena si el Tribunal considera que es necesario en interés de la justicia. También
se prevé la responsabilidad del superior jerárquico, que no queda exonerado de
responsabilidad por los actos cometidos por sus subordinados cuando hubiese sabido o
hubiese tenido motivos para saber que el subordinado estaba por cometer esos actos, o los
había cometido y no hubiese tomado las medias que fuesen necesarias para prevenirlos o
castigarlos.
A partir de 1993, las Naciones Unidas, solicitan el enjuiciamiento de los crímenes de guerra
cometidos por los altos dirigentes de los Jemeres Rojos.
El 11 de abril de 2002, Camboya ratificaba el Estatuto de Roma por el que se crea la Corte
Penal Internacional.
Una vez más, el 17 de junio de 1999, el Gobierno camboyano solicitó a la ONU el envío de
un grupo de expertos, no para la creación de un Tribunal internacional, sino para que les
ayude a redactar una legislación en la que se estableciera un Tribunal nacional especial para
enjuiciar a los acusados de los crímenes internaciones más graves cometidos durante el
período del Khmer Rouge, entre 1975 y 1979. A tal efecto se reanudaron las negociaciones
durante dos años y medio, hasta que en febrero de 2002, el Secretario General concluyó que
las mismas no podían proseguir.
Otra de las cuestiones sobre la que pone énfasis, es la garantía de que las Salas ejerzan
jurisdicción de conformidad con las normas internacionales de justicia, equidad y debidas
garantías procesales; y que los jueces y fiscales posean las cualidades de imparcialidad,
independencia y credibilidad del proceso.
Además el mismo Acuerdo dispone que tendrá fuerza de ley en Camboya una vez que haya
sido ratificado (art. 31). Por lo tanto Camboya está obligada a velar por que su legislación
nacional sea conforme con el Acuerdo, y en caso de que no fuera así de enmendar su
legislación en ese sentido. Camboya sólo podría enmendar su legislación interna de modo
que fuera compatible con lo dispuesto en el Acuerdo, que por lo tanto cumpliría la función
esencial de ofrecer garantías, vinculantes en Derecho internacional, de que las Salas
Especiales tendrían la estructura y la organización que en él se estipulan y que funcionarían
y ejercerían sus facultades con arreglo a los procedimientos que en él se establecen.
En cuanto a la naturaleza jurídica de las Salas Especiales, las mismas son creadas en virtud
de la legislación nacional de Camboya y por lo tanto son Tribunales nacionales de
Camboya, integrados en la estructura judicial de ese país.
Además, las Salas tienen competencia exclusiva para juzgar los crímenes que caen dentro
de su jurisdicción.
Todos ellos tienen composición “mixta”, es decir que están compuestos por funcionarios y
magistrados camboyanos, y funcionarios y magistrados internacionales, pero la Sala de
Primera Instancia, la Sala de la Corte Suprema, y la Sala de Cuestiones Preliminares tienen
mayoría de magistrados camboyanos123. En este sentido, se diferencia del Tribunal
Especial para Sierra Leona en el que los magistrados internacionales son elegidos
directamente por el Secretario General, porque en las Salas de Camboya los jueces
internacionales son nombrados por el Consejo Superior de la Magistratura a propuesta del
Secretario General.
En cuanto a las normas procesales, los fiscales, los jueces de instrucción y las Salas
Especiales aplicarán los procedimientos ordinarios establecidos en la legislación de
Camboya. Sin embargo, en el caso de una materia no regulada específicamente o que
hubiera dudas sobre su interpretación o aplicación, podrá acudirse en busca de orientación a
las normas procesales de carácter internacional (art. 12.1 Acuerdo ONU-Camboya).
Las Salas Especiales son competentes para entender sobre los crímenes enumerados en el
Capítulo II de la Ley nacional de Camboya de 10 de agosto de 2001 sobre el
establecimiento de las Salas Especiales para el procesamiento de los crímenes cometidos en
el período de la Kampuchea Democrática, tal como fue aprobada y modificada por el
Parlamento camboyano con arreglo a su Constitución (art. 2 del Acuerdo ONU-Camboya).
Luego, el art. 9 del Acuerdo ONU-Camboya enumera los crímenes de su competencia,
punibles con arreglo al Derecho internacional, haciendo remisión a instrumentos
internacionales, entre ellos: el genocidio según se define en la Convención para la
prevención y la sanción del delito de genocidio de 1948; los crímenes de lesa humanidad
según se definen en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 1998; y las
infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949.
También figuran los siguientes crímenes de Derecho común, tipificados en el Código penal
de 1956, tales como: el homicidio, la tortura y la persecución religiosa.
El Código penal de 1956 establecía un plazo de prescripción de 10 años para los delitos
comunes, pero el art. 3, párrafo 2 de la ley camboyana de 2001 amplió dicho plazo por
treinta años más, por lo que los crímenes de Derecho común perpetrados en los años de los
Khmers Rouges prescriben entre 2015 y 2019.
La competencia de las Salas Especiales se limitará a los crímenes cometidos por los más
altos dirigentes de la Kampuchea Democrática y aquellos a quienes incumba la mayor
responsabilidad por los crímenes de la competencia ratione materiae y ratione temporis de
las Salas (art. 2 de la Ley sobre el establecimiento de las Salas Especiales y arts. 1, 5.3, y
6.3 del Acuerdo ONU-Camboya).
c) Críticas
La credibilidad de esta nueva jurisdicción está puesta en duda. La comunidad internacional
y diversas ONGs han señalado la precariedad y las deficiencias del sistema judicial
camboyano. La independencia y competencia de los magistrados, como las constantes
violaciones de normas de Derechos humanos figuran entre las preocupaciones más
importantes.
Ello porque se consideró que ampliar las persecuciones hubiera creado instabilidad política
y un movimiento de pánico en el seno de la sociedad camboyana, ya que durante el régimen
de Pol Pot era difícil distinguir, en los niveles más bajos, las víctimas de los miembros
activos del partido.
Hay que remarcar que durante la negociación, las Naciones Unidas dejaron “una puerta de
salida” que pone término a la cooperación, para el caso de que las Salas Especiales no
funcionaran de acuerdo a lo establecido. Así el art. 28 dispone que si el Gobierno Real de
Camboya modifica la estructura u organización de las Salas Especiales o las hace funcionar
de manera no conforme a lo dispuesto en el presente Acuerdo, las Naciones Unidas se
reservan el derecho a poner término a la asistencia financiera o de otra índole.
A pesar de ello, con la creación de las Salas Especiales en el seno de los tribunales
camboyanos para juzgar a los altos mandos del régimen de la Kampuchea Democrática,
Camboya tiene la oportunidad de única de romper con el círculo vicioso de la impunidad.
En 2007 han sido detenidos varios altos mandos, que aún quedaban con vida, y que
ocupaban puestos de responsabilidad en aquella época, tales como el Jefe de Estado de la
entonces República Democrática de Kampuchea o el viceprimer ministro y titular de
Exteriores, que han sido acusados de “crímenes de guerra y contra la humanidad”. Las
Salas Especiales han acelerado los procesos para el 2008, debido a la edad de los antiguos
dirigentes, para que la muerte no los libere de la justicia, tal como sucedió con Pol Pot o su
lugarteniente.
Paneles Especiales de Dili para Timor Leste.
Se conoce de esta manera a una de las sedes de tribunales que se constituyeron en Timor
Leste (o Timor Oriental)
Dili es una de las ciudades de esa isla, y es en ella que se estableció el Tribunal de Distrito
con competencia exclusiva sobre los “delitos graves” tales como el genocidio, crímenes de
guerra, crímenes contra la humanidad, asesinato, delitos sexuales y tortura (Sección 10.1,
Reglamento UNTAET 2000/11). Además para el ejercicio de dicha tarea, el mismo artículo
establecía que se crearían Paneles de expertos, dentro del Tribunal de Distrito de Dili, y
que, además, dichos Paneles no excluían la jurisdicción de un futuro Tribunal Internacional
para Timor Oriental con competencia sobre dichos delitos 10.
La jurisdicción exclusiva significaba que los Paneles Especiales del Tribunal de Distrito de
Dili eran los únicos con competencia para juzgar dichos delitos considerados graves, siendo
incompetente cualquier otro Tribunal de Distrito que quisiera entender en los mismos. Esta
es la diferencia que existe con los otros Tribunales que juzgan delitos contra el Derecho
humanitario; a excepción de las Salas Especiales de Camboya que también tienen
jurisdicción exclusiva; ya que la mayoría de dichos Tribunales ad hoc tienen jurisdicción
concurrente con los Tribunales nacionales pero con primacía en cuanto a éstos una vez que
el Tribunal internacional se ha adjudicado el caso, y con la Corte Penal Internacional ya que
esta última tiene un sistema de jurisdicción alternativa con los Tribunales nacionales,
basada en el principio de complementariedad.
Por ello, los Paneles Especiales del Tribunal de Distrito de Dili estaban compuestos por dos
jueces internacionales y un juez timorés. Asimismo, los Paneles Especiales de la Corte de
Apelación de Dili, también estaban compuestos por dos jueces internacionales y uno
timorés salvo en caso de especial importancia o gravedad en los que se crearía un Grupo de
10 Con posterioridad, la UNTAET emitió el Reglamento 2000/15, de 6 de junio de 20001, por la que se
establecían los Paneles Especiales con jurisdicción exclusiva sobre los “delitos graves”, dentro del Tribunal
de Distrito de Dili y de la Corte de Apelación de Dili, compuestos tanto por jueces timoreses e internacionales
nombrados de conformidad por el Reglamento 1999/3137 de la UNTAET. En relación con dichos crímenes,
el Reglamento estableció que los Paneles Especiales podían solicitar la inhibitoria de cualquier otro Panel o
Tribunal de Timor Oriental, que tuviera un caso pendiente (Sección 1.4).
Además, siguiendo la Resolución 1272 (1999), la UNTAET estableció la Dependencia de Delitos Graves
subordinada por ley a la Oficina del Fiscal General. Dicho órgano fue una unidad de élite de investigadores de
la Policía Internacional durante la Misión de Naciones Unidas en Timor Oriental, encargada de investigar los
asesinatos en masa y traslados forzosos, además de los asesinatos, secuestros, torturas y otros delitos contra la
humanidad cometidos en Timor Leste entre el 1° de enero y el 25 de octubre de 1999, y entablar los procesos
judiciales relativos a dichos crímenes.
5 jueces, tres de los cuales serían internacionales y dos timoreses (Sección 22.1 y 22.1,
Reglamento UNTAET 2000/15).
a) Contexto
Los portugueses llegaron a la isla de Timor en 1512 y durante cuatro siglos usaron el
territorio para fines exclusivamente comerciales. En 1960 la Asamblea General de la ONU
incluyó a Timor Oriental en la lista de territorios no autónomos, ya que hasta ese momento
era administrado por Portugal. En 1974 estalla la guerra civil entre los que están a favor de
la independencia y los que quieren la integración con Indonesia. Portugal se retira ya que es
incapaz de controlar el territorio, entonces Indonesia lo ocupa militarmente y lo convierte
en su 27ª provincia. Naciones Unidas nunca reconoce esta integración, y tanto la Asamblea
General como el Consejo de Seguridad solicitan la retirada de Indonesia.
Las condiciones exigidas por las Naciones Unidas no se cumplieron y se pudo constatar que
a partir del anuncio de mayor autonomía por parte del Gobierno de Indonesia, la milicia
comenzó a intimidar y amenazar a la población. Milicia, grupos paramilitares y miembros
del ejército de Indonesia atacaron a la población civil antes y después del referéndum; en
este marco se constataron desplazamientos masivos de civiles hacia Timor Oeste, provincia
de Indonesia. Se cree que unas mil cuatrocientas personas, partidarias de la independencia,
fueron asesinadas, y un número no determinado de ciudadanos fue víctima de otras
violaciones de Derechos humanos; más de un cuarto de millón de personas fueron
desplazadas hasta Indonesia y la infraestructura y las propiedades fueron saqueadas y
destruidas.
Ante la campaña de violencia, saqueo e incendios por todo el territorio, la ONU decide
crear una fuerza internacional para intervenir en la región (Resolución 1236, 1246, 1262, y
sobre todo 1264, y 1272 en donde se exige que los responsables de las violaciones graves
de los Derechos humanos, sean obligados a comparecer ante la justicia. Posteriormente, en
las Resoluciones 1319 (2000), 1338 (2001), 1410 (2002), 1543 (2004) y 1599 (2005)132
reiteraría dicha exigencia). En septiembre de 1999, el Consejo de Seguridad creó una fuerza
multinacional para restablecer el orden, y un mes más tarde las Naciones Unidas asumieron
la administración transitoria de Timor Este y Oriental (UNTAET, Resolución 1272), con
mandato para ejercer la autoridad ejecutiva y legislativa, incluida la administración de
justicia, la seguridad, establecer una efectiva administración en el territorio y de reforzar la
capacidad de autogobierno y las condiciones de desarrollo de la comunidad timorense.
Estos Paneles Especiales están conformados por una mayoría de jueces extranjeros.
Durante el año 2002, estos Paneles Especiales dictaron sentencias en 12 casos de muerte y
dictaron la primera condena por crímenes contra la humanidad de muerte, deportación,
tortura y persecución.
En esta sentencia, el Panel Especial aplicó los Elementos de los Crímenes del Estatuto de
Roma y la jurisprudencia internacional de los Tribunales Especiales para Ruanda y la Ex
Yugoslavia.
• Dili,
• Baucau,
• Suai
• Oecusse
Se nombraron nueve jueces para el tribunal de Dili, nueve para el de Baucau, un juez para
el tribunal de Oecussi y cuatro jueces para el tribunal de Suai. Además de un Fiscal
General, un Fiscal General Adjunto, cinco fiscales en el tribunal de Dili, tres en el tribunal
de Baucau, uno en el tribunal de Oecussi y dos en el tribunal de Suai, y nueve defensores
públicos para todo Timor Oriental.
Los Tribunales de Distrito tenían competencia material para juzgar sobre todas las materias
en calidad de Tribunales de primera instancia (art. 6 del Reglamento 2000/11), y se
diferencian entre sí en cuanto a su competencia territorial.
En cuanto a la competencia temporal de los Paneles Especiales, los delitos graves debían
haber sido cometidos entre el 1 de enero y el 25 de octubre de 1999 (Sección 10.2,
Reglamento UNTAET 2000/11, y Sección 2.3 Reglamento UNTAET 2000/15).
o asesinato;
o exterminio;
o esclavitud;
o deportación;
o encarcelación;
o tortura;
o violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo o esterilización
forzada, y cualquier otra forma de violencia sexual;
o persecución fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos,
culturales o religiosos;
o desaparición forzada de personas;
o el crimen de apartheid,
o y otros actos inhumanos.
Además de los crímenes enumerados, los Paneles Especiales de Dili tienen competencia
para juzgar otros crímenes como la tortura, el asesinato o los delitos sexuales. La Sección 7
del Reglamento UNTAET 2000/15 define al crimen de tortura como cualquier acto que
cause dolor o sufrimiento grave, tanto físico como mental, a una persona que el acusado
tenga bajo su custodia o control. Sin embargo no se entenderá por tortura el dolor o los
sufrimientos que se deriven únicamente de las sanciones lícitas o que sean consecuencia
normal o fortuita de ella.
e) Problema
Concluidos los procesos judiciales, el Gobierno de Timor Leste ha seguido adelante en su
labor para enjuiciar a los acusados por la Dependencia de Delitos Graves que aún no han
sido juzgados, continuando con el modelo de tribunal de los Paneles Especiales. Hasta el
momento se han detenido varios sospechosos y varios antiguos milicianos están en prisión
preventiva a la espera de juicio. Asimismo, en lo que constituye el primer juicio luego de la
conclusión del proceso relativo a los delitos graves, se inició el proceso contra un antiguo
miliciano acusado de crímenes de lesa humanidad, ante un tribunal formado por dos jueces
internacionales y un juez timorés.
Los resultados de los Paneles Especiales de los Tribunales de Distrito no han sido buenos,
prevaleció la incertidumbre jurídica y la inestabilidad, triunfando la impunidad. Se ha
investigado y enjuiciado dos quintas partes de los más de 1.339 asesinatos registrados en
1999. El problema es que la gran mayoría de los acusados por delitos graves permanecen
fuera del país.
El Tribunal Especial para el Líbano
Mandato y competencia
Inicio
Rasgos principales
Ley aplicable:
El Tribunal Especial aplica la ley nacional, ya que el Estatuto dispone que serán de
aplicación las disposiciones del Código Penal del Líbano relativas al enjuiciamiento y
castigo de los actos de terrorismo y los crímenes y delitos contra la vida y la integridad
personal, entre otros.
El Tribunal aplicará el derecho penal libanés sin perjuicio de la exclusión de penas como
las de muerte y trabajos forzados, que pueden aplicarse en otras circunstancias según la ley
libanesa. El Tribunal Especial está facultado para imponer penas de privación de libertad o
de cadena perpetua. Las penas se cumplirán en el Estado designado por el Presidente del
Tribunal Especial de entre una lista de Estados que hayan manifestado estar dispuestos a
aceptar a personas condenadas por el Tribunal.
Carácter internacional:
El carácter internacional del Tribunal Especial para el Líbano se hizo constar expresamente
en la petición que el Gobierno del Líbano cursó al Secretario General de las Naciones
Unidas para que estableciera un tribunal encargado de enjuiciar a los responsables del
atentado de 14 de febrero de 2005. También se incluyó de forma expresa en el mandato que
el Consejo de Seguridad otorgó al Secretario General en su resolución 1664 (2006) para
que negociara un acuerdo con el Gobierno del Líbano destinado a establecer un tribunal de
carácter internacional. Las Naciones Unidas y el Gobierno del Líbano acordaron que el
tribunal tendría una composición mixta, con la participación de magistrados libaneses e
internacionales y un fiscal internacional. Las normas de justicia del Tribunal, incluidas las
garantías procesales, se basarán en las más altas normas internacionales de justicia penal
que se aplican en los demás tribunales internacionales.
El Estatuto del Tribunal Especial incluye varias garantías para proteger su independencia.
Establece un proceso transparente y riguroso para el nombramiento de los funcionarios del
Tribunal, en particular los magistrados y el fiscal, y contempla que las Salas estarán
integradas por magistrados libaneses y magistrados internacionales. El nombramiento de
una mayoría de magistrados internacionales, un fiscal internacional y un secretario tiene
por objeto garantizar la independencia, objetividad e imparcialidad de las actuaciones
judiciales del Tribunal Especial. Además, para asegurar la imparcialidad en beneficio del
acusado, el Estatuto incluye disposiciones destinadas a proteger sus derechos, incluido el
establecimiento de una Oficina de Defensa que desempeñará sus funciones con
independencia. El Estatuto también incluye disposiciones que garantizan el derecho de las
víctimas a presentar sus opiniones y observaciones cuando el Tribunal lo considere
oportuno. Por otra parte, para garantizar la eficiencia del Tribunal, el Estatuto incluye
disposiciones que reconocen facultades ampliadas al Tribunal para adoptar medidas
encaminadas a acelerar las actuaciones y evitar cualquier trámite que pueda causar
dilaciones indebidas. Por consideraciones de justicia y equidad, así como de seguridad y
eficiencia administrativa, el Tribunal Especial tendrá su sede fuera del Líbano, en la zona
urbana de La Haya (Países Bajos).
El 51% de los gastos del Tribunal Especial se sufraga con cargo a contribuciones
voluntarias de los Estados, mientras que el Gobierno de la República Libanesa corre con el
49% de los gastos.
Entrada en funcionamiento:
Inicio
El Tribunal Especial está integrado por cuatro órganos: las Salas, el Fiscal, la Secretaría y
la Oficina de Defensa.
Las Salas:
Las Salas están constituidas por un Juez de Instrucción internacional, una Sala de Primera
Instancia (tres magistrados: uno libanés y dos internacionales), una Sala de Apelaciones
(cinco magistrados: dos libaneses y tres internacionales) y dos magistrados suplentes (uno
libanés y otro internacional). Un único magistrado internacional actúa como Juez de
Instrucción. El Juez de Instrucción examina y confirma las acusaciones y también puede
dictar órdenes de detención o traslado y cualesquiera otras resoluciones que puedan ser
necesarias para la práctica de las investigaciones y la preparación de un juicio justo y sin
dilaciones.
Todos los magistrados deben ser personas de alta consideración moral, imparcialidad e
integridad con amplia experiencia judicial.
El Secretario General designa a los magistrados previa consulta con el Gobierno del Líbano
y por recomendación de un comité de selección que está integrado por dos magistrados, que
formen o hayan formado parte de un tribunal internacional, y un representante del
Secretario General.
Los magistrados libaneses (cuatro*) son designados por el Secretario General a partir de
una lista de 12 personas presentada por el Gobierno de la República Libanesa a propuesta
del Consejo Superior de la Magistratura del Líbano.
Los magistrados internacionales (siete*) son designados por el Secretario General sobre la
base de las candidaturas presentadas por los Estados Miembros y por personas
competentes.
Los magistrados son designados por un período de tres años y pueden ser reelegidos para
un nuevo período.
El Fiscal:
El Fiscal es designado por el Secretario General, previa consulta con el Gobierno y por
recomendación de un comité de selección que está integrado por dos magistrados, que
formen o hayan formado parte de un tribunal internacional, y un representante del
Secretario General. El Fiscal es designado por un período de tres años y puede ser reelegido
para un nuevo período.
El Fiscal y el Fiscal Adjunto deben gozar de alta consideración moral y tener el más alto
nivel de competencia y amplia experiencia en la realización de investigaciones y la
sustanciación de causas penales.
La Secretaría:
Bajo la autoridad del Presidente del Tribunal Especial, la Secretaría está encargada de la
administración del Tribunal y de prestarle servicios.
La Oficina de Defensa:
Una Oficina de Defensa de carácter independiente está encargada de proteger los derechos
de defensa, redactar la lista de posibles letrados defensores y facilitar apoyo y asistencia a
los letrados defensores y a quienes tengan derecho a recibir asistencia jurídica. El Jefe de la
Oficina de Defensa es nombrado por el Secretario General, en consulta con el Presidente
del Tribunal Especial.
• Carta Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos: Establece los
derechos humanos y de los pueblos en el ámbito africano (Nairobi [Kenia], 27 de
octubre de 1981).
• Carta de las Naciones Unidas: Tratado creador de este organismo (San Francisco
[EE.UU.], 25 de abril de 1945.
• Convención Americana de los Derechos Humanos (Convención de Costa Rica):
Establece los derechos fundamentales para el ámbito americano (San José de Costa
Rica, 22 de noviembre de 1969).
• Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes: A.G.,1984
• Convención contra todas las formas de Discriminación contra la Mujer:
A.G.,1979.
• Convención contra todas las formas de Discriminación Racial: A.G., 1966.
• Convención Europea para la protección de los Derechos Humanos y las
Libertades Fundamentales: Establece los derechos fundamentales para el ámbito
europeo (Roma, 4 de noviembre de 1950).
• Convenciones de Ginebra de 1949: Codifican el Derecho Internacional
Humanitario.
• Convención para la prevención y castigo del crimen de Apartheid: A.G., 30 de
noviembre de 1973.
• Convención para la prevención y el castigo del Delito de Genocidio: A.G., 8 de
diciembre de 1948.
• Convenio sobre la Imprescriptibilidad de los Delitos de Guerra y de Lesa
Humanidad: A.G., 1968.
• Convención sobre la Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el
Personal Asociado: A. G., Resolución 49/59, de 1994.
• Convención sobre los Derechos del Niño: A.G., 1989.
• Convenio de Ginebra para el Mejoramiento de la suerte de los Militares
Heridos en los Ejércitos en Campaña (Ginebra, 1864).
• Convenio de Tokio sobre infracciones y otros actos cometidos a bordo de
aeronaves: 14 de septiembre de 1963.
• Convenio de La Haya para la represión del apoderamiento ilícito de aeronaves:
16 de diciembre de 1970.
• Convenio de Montreal para la represión de los actos ilícitos contra la seguridad
de la aviación civil: 23 de septiembre de 1973.
• Convenios de La Haya de 1899: Comprenden: Convenio para la reglamentación de
las leyes y costumbres de la guerra terrestre y Convenio para la reglamentación
pacífica de los conflictos internacionales (La Haya, 1899)
• Convenios de La Haya de 1907: De contenido similar a los anteriores (La Haya,
1907).
• Declaración de Moscú: 30 de octubre de 1943.
• Declaración de San Petersburgo de 1868 con el objeto de prohibir el uso de
determinados proyectiles en tiempo de guerra: 11 de diciembre de 1868.
• Declaración Universal de los Derechos del Hombre: Res. Nº 127 A (iii) de la
A.G., 10 de diciembre de 1948.
• Elementos de los crímenes: Texto adoptado por la Asamblea de los Estados Parte
de la CPI el 9 de septiembre de 2002, durante su 1ª sesión en Nueva York, del 3 al
10 de septiembre de 2002 (Documentos Oficiales ICC-ASP/1/3).
• Estatuto del Tribunal de Nüremberg: Forma parte de los Tratados de Londres.
• Estatuto para el Corte Penal Internacional para la ex Yugoslavia: Resolución
Nº 827 del Consejo de Seguridad, de 25 de mayo de 1993: Dicta el Estatuto para el
Corte Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.
• Estatuto de la Corte Penal Internacional, Roma, 17 de julio de 1998,
enmendado mediante actas de rectificación del 10 de noviembre de 1998, 12 de
julio de 1999, 30 de noviembre de 1999, 8 de mayo de 2000, 17 de enero de 2001 y
16 de enero de 2002, documento de la ONU A/CONF.183/9 (en lo sucesivo,
“Estatuto de la CPI”).
• Estatuto del Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente: Proclama
Especial del Comandante Supremo de las Potencias Aliadas, 1946.
• Pacto Briand-Kellog: Intentaba eliminar el recurso a la guerra por parte de los
Estados. Paris, 27 de agosto de 1928.
• Pacto de la Sociedad de las Naciones: Está incluido en los Tratados de Versalles.
• Pacto sobre Derechos Civiles y Políticos: Firmado en consecuencia y como
concreción y reglamentación de la Declaración Universal de Derechos del Hombre.
A.G., 16 de diciembre de 1966.
• Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales: Firmado en
consecuencia y como concreción y reglamentación de la Declaración Universal de
Derechos del Hombre. A.G., 16 de diciembre de 1966.
• Principios de Nüremberg: Principios Derecho Internacional reconocidos por el
Estatuto y por las Sentencias del Tribunal de Nüremberg, redactados y comentados
por la Comisión de Derecho Internacional de la Asamblea General de la O.N.U.
(1950).
• Protocolos Adicionales a las Convenciones de Ginebra de 1949: Completan y
amplían las Convenciones mencionadas (Ginebra, 1977).
• Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la
Humanidad: Aprobado por la Asamblea General en 1996.
• Reglas de Procedimiento y Prueba: Texto adoptado por la Asamblea de los
Estados Parte de la CPI, el 9 de septiembre de 2002 durante su 1ª sesión en Nueva
York, del 3 al 10 de septiembre de 2002 (Documentos oficiales: ICC-ASP1/3).
• Resolución 96 (I) de la Asamblea General de la ONU: Declara el genocidio como
delito de Derecho Internacional. A.G., 1946.
• Resolución Nº 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU: “Declaración de
concesión de independencia a los países y pueblos coloniales” (1960).
• Salas Especiales para Camboya: “Ley sobre el establecimiento de las Salas
Especiales en los tribunales de Camboya”, (NS/RKM/0801/12), promulgada el 10
de agosto de 2002, modificada el 27 de octubre de 2004 (NS/RKM/1004/006) (“Ley
sobre el establecimiento de las Salas Especiales”); Acuerdo entre las Naciones
Unidas y el Gobierno Real de Camboya relativo al procesamiento, con arreglo al
derecho de Camboya, de los crímenes cometidos durante el periodo de la
Kampuchea Democrática, 6 de junio de 2003 ( “Acuerdo ONU-Camboya”). En
virtud del art. 2 del Acuerdo, éste se aplica en Camboya a través de la Ley sobre el
Establecimiento de las Salas Especiales, tal como fuera aprobada y modificada.
• Salas Especiales para Timor-Leste: Reglamento n.º 2000/15 de la UNTAET
(Administración transitoria de las Naciones Unidas en Timor Oriental) sobre el
establecimiento de salas con jurisdicción exclusiva sobre delitos graves,
UNTAET/REG/2000/15, 6 de junio de 2000, ( “Reglamento de las Salas Especiales
de Delitos Graves”), Reglamento de la UNTAET n.º 2000/11 sobre la organización
de los tribunales en Timor-Leste, 6 de marzo de 2000, UNTAET/REG/2000/11
(Reglamento 2000/11 de la UNTAET”)
• Tratados de Londres: Ponen fin a la segunda guerra mundial, e incluyen el
Estatuto del Tribunal de Nüremberg (Londres, 1945).
• Tribunal Especial para Sierra Leona: Acuerdo entre las Naciones Unidas y el
Gobierno de Sierra Leona sobre el Establecimiento de un Tribunal Especial para
Sierra Leona, 16 de enero de 2002, en el Informe de la misión de planificación
sobre el establecimiento del Tribunal Especial para Sierra Leona, transmitido por el
Secretario General al Presidente del Consejo de Seguridad mediante nota fechada 6
de marzo de 2002, documento de la ONU S/2002/246 ( “Acuerdo ONU-Sierra
Leona”); Estatuto del Tribunal Especial para Sierra Leona, 16 de enero de 2002
(“Estatuto del Tribunal Especial para Sierra Leona”).
CUADROS COMPARATIVOS
Comparación Corte Penal, Tribunal de Ruanda y Tribunal de Yugoslavia
Disposición CPI TPIR TPIY
Instrumento Constituyente Estatuto de Roma de la Corte El Estatuto del Tribunal El Estatuto del Tribunal
Penal Internacional. 17 de junio Internacional de Rwanda; Internacional; adoptado el 25
de 1998 adoptado el 8 de noviembre de de mayo de 1993
1994
Entidad Fundadora Conferencia Diplomática de El Consejo de Seguridad de El Consejo de Seguridad de
Plenipotenciarios de la ONU ONU, que actúa de conforme ONU, que actúa de conforme
con Capítulo 7 de la Carta de con Capítulo 7 de la Carta de
ONU ONU
Sede La Haya Arusha, la República Unida de La Haya (Art. 31)
Tanzania (Resolución 977 del
CS, 22 de febrero de 1995)
Permanente Sí No No
Jurisdicción – Dimensiones Sólo jurisdicción futura; no Limitadas a actos que Limitada a actos que ocurrieron
Temporales retroactiva. Sólo se puede tratar ocurrieron entre el 1 de enero después de 1991 (Art. 1)
de actos que ocurrieron después de 1994 al 31 de diciembre de
de julio de 2002 (Art. 11, 24, 1994 (Art. 1, 7)
126)
Jurisdicción – Dimensiones No se aplicarán a un conflicto o Limitadas a actos cometidos en Limitadas a actos que
Geográficas a una región específica. el territorio de Rwanda y a ocurrieron en el territorio de ex
Algunos límites sobre la ciudadanos ruandeses Yugoslavia (Art. 1)
jurisdicción explicados (Art. responsables de actos ocurridos
12) en territorios vecinos (Art. 1, 7)
Jurisdicción- Ofensas Limitados a genocidio, Limitados a genocidio, Limitados a incumplimientos
crímenes de lesa humanidad, crímenes contra la humanidad, de las Convenciones de
crímenes de guerra, como y a violaciones del Artículo 3 Ginebra de 1949, violaciones
definidos (Art. 5-8) en las convenciones de Ginebra de las leyes o de las costumbres
y del Protocolo Adicional II de Guerra, genocidio, y
Cada delito está definido (Art. crímenes contra la humanidad;
2-4) Cada delito está definido (Art.
2-5)
Jurisdicción- Exclusividad La jurisdicción es La jurisdicción coincide con las La jurisdicción coincide con las
complementaria a la cortes nacionales, pero la TPIR cortes nacionales, pero la TPIY
jurisdicción penal nacional. tiene primacía sobre las cortes tiene primacía sobre las cortes
CPI no puede juzgar en un caso nacionales, y puede pedir que nacionales, y puede pedir que
que está siendo o que ha sido las cortes nacionales que las cortes nacionales estén en
auténticamente investigado o defieran su competencia (Art. deferencia a su competencia
procesado a nivel nacional 8) (Art. 9)
(Art. 1, 17)
Estructura General Cuatro organismos: La Tres órganos: las Cámaras Tres órganos: las Cámaras
Presidencia, Salas de (consta: tres cámaras de juicio (consta de tres cámaras de
Cuestiones Preliminares, de y una cámara de apelaciones), juicio y una cámara de
Juicio, Apelaciones; El Fiscal; el Fiscal, y la Secretaría (Art. apelaciones), el
y la Secretaria (Art. 34); 10) Fiscal, y la Secretaría (que
sirve las Cámaras y el Fiscal
(Art. 11)
Procedimiento Generales del Procedimientos Detallados se Los mismos que los de la CPI, Los mismos como los de la
Juicio establecen por el Estatuto pero menos detallados (Art. 20, CPI, pero menos detallados
(Parte 6, Art. 62-76) y RPE, RPE) (Art. 21, RPE)
que están públicamente
disponibles. Los
procedimientos ponen en
práctica requisitos que son
comparables con las debidas
garantías procesales en las
primeras 10 enmiendas a la
Constitución de los EUA.
Excepto: En la presunción de
inocencia, el derecho a un
abogado, el derecho al silencio,
el derecho al interrogatorio, y
el privilegio contra la auto
incriminación
Imposición de la Pena de No; la pena máxima es la No, la pena máxima es la No, la pena máxima es la
Muerte cadena perpetua prisión (Art. 23) cadena perpetua (Art. 24)
Derecho a Apelar Sí; Razones: errores de Sí; Razones – errores de hecho Sí; Razones – errores de hecho
procedimiento, errores de o de derecho (Art. 24, 25) o de derecho (Art. 25, 26)
hecho o de derecho, otras
situaciones que afecte la
imparcialidad o la fiabilidad de
procedimientos o decisiones
(Parte 8, Art. 81-85)
Papel del Consejo de El CS puede remitir casos a la El TPIR fue establecido por el El mismo que el de la TPIR
Seguridad Corte (Art. 13(b)); puede pedirCS. El CS estableció (Las Resoluciones del CS del
que la Fiscalía de la CPI difiera
parámetros para su TPIY)
la Investigación (Art. 16) jurisdicción: actúa como
mecanismo para asegurar
conformidad en estados que se
nieguen a cooperar; Crea un
fondo de jueces permanentes y
no permanentes para un juicio
son elegidos.
(Resoluciones del CS del
TPIR)
Procedimientos de Referencia Los casos son remitidos al El Fiscal puede iniciar Los mismos que los del TPIR
Fiscal por los Estados (Art. investigaciones ex oficio o (Art. 18)
13(a), 14), el CS (Art. 13(b)), o sobre la base de información de
el Fiscal inicia la Investigación cualquier fuente, incluso
(Art. 13(c), 15) gobiernos, órganos de ONU, OI
y ONG (Art. 17)
Obligación a Cooperar Provisiones extensas sobre la Los Estados deben cooperar La misma que la del TPIR (Art.
cooperación internacional y la con la investigación y a la 29)
asistencia judicial entre condena de personas acusadas,
autoridades nacionales y la no hay elaboración real de esta
Corte (Parte 9, Art. 86-102) obligación (Art. 28)
Financiación Gastos encargados por Estados Gastos encargados por el Los gastos son del presupuesto
que han ratificado el Estatuto presupuesto regular de ONU regular de las ONU (Art. 32)
de Roma (Parte 12, Art. 113- (Art. 30)
118)
Enmienda del Instrumente Después de solamente siete Enmendada por el CS de ONU Enmendada por el CS de ONU
Constituyente años después de la entrada en de conforme con sus en conforme con sus
vigor del Estatuto (Art. 123) procedimientos de votación procedimientos de votación
Art. = Artículo;
CPI =Corte Penal Internacional;
TPIR = Tribunal Penal Internacional de Ruanda,
TPIY = Tribunal Penal Internacional de Ex – Yugoslavia;
RPE = Reglas para Procedimiento y Evidencias;
CS=Consejo de Seguridad;
ONU = Naciones Unidas
Comparación Tribunales híbridos
Instrumento Constituyente Acuerdo entre la ONU y el Ley sobre el establecimiento de Reglamento 2000/15 de la
Gobierno de Sierra Leona, 16 de las Salas Especiales en los UNTAET, 6 de
enero de 2002 tribunales de Camboya (NS/ junio de 2002; Reglamento
RKM/080/12), promulgada el 2000/11 de la UNTAET, 6 de
10 de agosto de 2002, marzo de 2000;
modificada el 27 de octubre de
2004;
Entidad Fundadora ONU y el Gobierno de Sierra acuerdo entre la ONU y el resolución 1272 del Consejo de
Leona Gobierno de Camboya, firmado Seguridad, 25 de octubre de
el 6 de junio de 2003 1999
Sede Freetown, Sierra Leona Phnom Penh, Camboya Dili, Timor- Leste
Permanente No No No
Derecho aplicable Derecho Derecho penal Leyes de Timor-
humanitario / camboyano Leste / derecho
derecho / derecho internacional,
de Sierra Leona humanitario y incluso el
consuetudinario humanitario
/ convenios
internacionales
reconocidos por
Camboya
Audiencias Públicas Públicas Públicas
Carga de la prueba Culpable más No estipulado No estipulado
allá de toda duda
razonable
Juicios in absentia No estipulado No estipulado En principio,
no es posible,
pero se permiten
excepciones
Pena más severa Prisión por Prisión perpetua Prisión por un
determinado plazo no superior
número de años a 25 años
Competencia temporal Desde el 30 de 17 de abril de 1 de enero de
noviembre 1975 – 6 de 1999 – 25 de
de 1996 enero de 1979 octubre de 1999
Competencia física Los principales Dirigentes Competencia
responsables superiores y universal
de violaciones principales
graves del derecho responsables
internacional de los crímenes
humanitario cometidos en
Kampuchea
Democrática
Competencia territorial Territorio de Sierra Territorio de Competencia
Leona Camboya universal
dirigentes
superiores y
principales
responsables
de los crímenes
cometidos en
Kampuchea
Democrática)
Competencia en razón de Crímenes de Guerra Genocidio Genocidio
materia Crímenes de lesa Humanidad Crímenes de Guerra Crímenes de Guerra
Crímenes tipificados en la Crímenes de lesa Humanidad Crímenes de lesa Humanidad
legislación de Sierra Leona Crímenes definidos por la Otros crímenes: asesinato,
ley camboyana que crea las delitos sexuales y tortura
Salas Especiales
Competencia Competencia Competencia exclusiva Competencia exclusiva
concurrente concurrente;
respecto de prevalecen las
los tribunales decisiones del
nacionales Tribunal Especial
para Sierra Leona
Comisión de Sí No Sí
la Verdad y la
Reconciliación
en paralelo