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UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE

SEDE QUETZALTENANGO.
PROGRAMA DOCTORAL
DOCTORADO EN CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES.

Luis Alberto Fernández Ramírez.


Carne: 1901020002

Seminario: Fundamentos de la Libertad II.


Tutor: Walter Hillermann.
Trabajo Final
Noviembre, 2,019
LA SEPARACIÓN DE PODERES
DENTRO DEL ESTADO DE
DERECHO, COMO GARANTÍA DE
LA LIBERTAD INDIVIDUAL.
I. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO.

El concepto de Estado de Derecho, es una alusión que muchas personas en


distintos países utilizan como un modelo es Estado ideal, al cual deberían
aspirar los países del mundo contemporáneo. Este tipo de Estado se caracteriza
porque no reina o gobierna la voluntad antojadiza, subjetiva y caprichosa de los
sujetos que ostentan el poder en determinado momento, {ya que dicho sea de
paso en este modelo de Estado no existen los gobernantes mayésticos o ad
perpetuam.}

Analizando superficialmente dicho concepto, es fácil determinar que se


trata de una organización de tipo político y jurídico denominada “Estado” donde
impera el “Derecho” y se rige por éste. Sin embargo en una visión mucho más
profunda puede advertirse cierta complejidad al tratar de definir lo que es el
Estado, dificultad que se agrava exponencialmente el tratar de definir lo que
debe entenderse por Derecho –tarea muchísimo más compleja- y desde un inicio
poder distinguir entre lo que es el Estado de Derecho* y lo que comprende el
Estado de Legalidad.

En torno a dicho concepto (Ossorio, 1982), apunta:


En su definición existen profundas divergencias. Para algunos autores, todo Estado lo
es de Derecho, puesto que se rige por normas jurídicas, cualquiera que sea su
procedencia o la autoridad de que dimanen; con tal que tenga la posibilidad de hacer
cumplir sus determinaciones dentro del orden interno. En consecuencia, el concepto sería
aplicable lo mismo a un gobierno democrático y constitucional que a uno autocrático y
tiránico. Sin embargo, la mejor doctrina es absolutamente contraria a esta tesis,
por entender que el Derecho no puede estar representado por la voluntad de una
persona o de una minoría que se impone a la mayoría; y, en ese sentido, sólo es
Derecho la norma emanada de la soberanía popular en uso de su Poder

*
Para profundizar respecto a éste punto y sobre todo acerca de la distinción entre Derecho y Legislación,
consultar: Hayek, en Derecho Legislación y Libertad, volumen I: Normas y Orden.
Constituyente. De ahí que Estado de Derecho equivalga a Estado constitucional (v.) con el
contenido dado a esa idea.

El Estado de Derecho es aquel en que los tres Poderes del Gobierno,


interdependientes y coordinados, representan, conforme a la conocida frase de
Lincoln, el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. A este respecto dice
Sánchez Viamonte: “Los tres Poderes o ramas del gobierno –pertenecientes a un tronco
común- nacen del pueblo en forma más o menos directa. Los tres actúan, pues, su nombre,
bajo el imperio de las normas constitucionales. El gobierno es la colaboración y
concurrencia de los tres, identificados a través de la norma jurídica, que fundamenta y
caracteriza al Estado de Derecho”. (El resaltado y subrayado es propio.)

La definición anterior además de dar alguna pauta inicial para distinguir el


Estado de Derecho y el Estado de Legalidad, aporta un elemento sumamente
importante (aunque no el único) para identificar y reconocer a un Estado de
Derecho. Esto es la separación de poderes –técnicamente de funciones-, es decir
un sistema de gobierno de tipo republicano (contrario al monárquico) en donde
las funciones y actividades que el gobierno realiza, se dividen entre los órganos
e instituciones que estructuralmente conforman el mismo.

El objetivo del presente ensayo es analizar y comentar cómo se estructura


la separación de poderes en Guatemala a través de la división de Organismos
que establece la parte orgánica de la Constitución Política de la República de
Guatemala; así como la importancia que este modelo tiene para garantizar la
libertad individual.

II. ANÁLISIS TEÓRICO.

(Hayek, 1960), en torno al tema de la separación de poderes como elemento


o característica del Estado de Derecho, desarrollado en el capítulo 14 de su
famosa obra “Los Fundamentos de la Libertad”, señaló:
Esta parte de la doctrina de la separación de poderes debe ser considerada como
integrante del Estado de Derecho. Las leyes no pueden elaborarse teniendo en el
pensamiento casos concretos; tampoco los casos particulares pueden decidirse a la luz de
nada que no sea una norma general, aun cuando no haya sido explícitamente formulada y,
en su consecuencia, necesite ser descubierta. Ello exige jueces independientes y ajenos
a los transitorios objetivos de la acción del poder público. Lo fundamental es que
ambas funciones se desarrollen separadamente por cuerpos coordinados antes de que pueda
determinarse si la coacción ha de utilizarse en un caso concreto…

El Estado de Derecho requiere que el objetivo en su acción coactiva esté ligado por normas
que prescriban no solamente cuándo y cómo puede usar la coacción, sino también de qué
manera ha de hacerlo. La única forma de establecer las necesarias garantías al
efecto consiste en someter cualquier acción de la índole aludida a la revisión
judicial. (El resaltado y subrayado es propio.)

A lo que cabe agregar la crítica realizada por W.S. Holdsworih, citado por
(Hayek, 1960),† quien indica:
Hoy en día, el imperio de la ley constituye un principio tan valioso como lo haya sido
siempre. Significa que los tribunales pueden examinar si los poderes de los
funcionarios y organismos oficiales encargados del gobierno se han excedido en
su misión o realizado actos abusivos y si los derechos del ciudadano están
determinados de acuerdo con las leyes promulgadas o sin promulgar. (El resaltado
y subrayado es propio.)

Nótese la idea recurrente que se expresa en los pasajes transcritos en el


presente apartado por parte de los autores citados, que fácilmente puede ser
resumida con el siguiente argumento: Los jueces tienen el deber <cuando
son requeridos ya que nos les es válido actuar oficiosamente> de
evaluar las actividades realizadas y disposiciones emitidas por el
Órgano que administra al país (Organismo Ejecutivo), así como las
leyes que promulga, modifica o incluso deroga el Órgano legitimado
para tal efecto (Organismo Legislativo) y no dotarlos de validez e

Ver cita 470 en página 482.
incluso anularlos en el evento que tales actos o decisiones sean
contrarias a las normas generales promulgadas o no (verdadero
Derecho), sobre todo en la medida que dichas actividades,
disposiciones o leyes ejerzan algún grado de coacción sobre los
individuos, bien en su vida, bien en su propiedad.

De esta noción eminentemente teórica, corresponde en el siguiente


apartado hacer una contextualización al caso de Guatemala y sobre todo
verificar si la división de poderes –técnicamente de funciones- que regula la
Constitución Política de la República de Guatemala, permite realmente
realizar un recíproco control y limitación de poderes entre los mismos (que es la
finalidad básica de dicha división como característica del Estado de Derecho),
sobre todo por parte del Órgano Judicial, que es al que Hayek se refiere al
exponer tal idea.

III. CONTEXTUALIZACIÓN A LA REALIDAD


GUATEMALTECA Y DEBATE.

La Constitución Política de la República de Guatemala (Asamblea Nacional


Constituyente., 1985), en torno a la división de poderes –técnicamente
funciones- regula:
ARTICULO 140. Estado de Guatemala. Guatemala es un Estado libre, independiente y
soberano, organizado para garantizar a sus habitantes el goce de sus derechos y de sus
libertades. Su sistema de Gobierno es republicano, democrático y representativo.

ARTICULO 141. Soberanía. La soberanía radica en el pueblo quien la delega, para su


ejercicio, en los Organismos Legislativo, Ejecutivo y Judicial. La subordinación entre los
mismos, es prohibida.
De lo anterior se desprende que:
 La organización de los Organismos del Gobierno –división de funciones-
se realiza con la finalidad de garantizar (no de otorgar) a las personas el
goce de sus derechos y libertades.

 Que dicha organización se realiza a través de la instauración de tres


Organismos de Gobierno, cada uno con funciones propias y específicas.

 Que dichos Organismos de Gobierno gozan de plena independencia e


igualdad jerárquica entre sí, ya que la subordinación entre ellos está
prohibida. (Esta posición igualitaria es lo que permite su mutua
fiscalización y control –Teoría de Frenos y Contrapesos.)

Al menos esto es el “deber ser” o elemento deontológico; sin embargo, quien


escribe desde un inicio afirma que: Esto en la realidad no se cumple, sobre
todo si se habla del Organismo Judicial respecto a los otros dos Organismos de
Gobierno (tema que Hayek aborda.) Al contrario el Organismo Judicial de
Guatemala como institución es dependiente y está subordinado en mucho a los
otros dos Organismos de Gobierno –Ejecutivo y Judicial-, lo cual hace
totalmente imposible que la independencia judicial bien personal o
institucional sea realmente efectiva en la práctica.

Para sustentar lo anterior, y objetivizar la opinión vertida, basta considerar


las circunstancias siguientes‡:

1) Nombramiento de magistrados: Los funcionarios de más alto rango


del Organismo Judicial son nombrados por el Congreso de la República de
Guatemala. Lo cual implica que cualquiera que quiera ser magistrado debe


Para ampliar respecto al tema, consultar: Fernández, Luis. “Retos de la Independencia Judicial.” Artículo a
publicar en la Revista del “Consejo de la Carrera Judicial”, Organismo Judicial. Guatemala.
congraciarse con los integrantes del Congreso (y previamente con los
integrantes de las Comisiones de Postulación), para poder aspirar a dichos
cargos. Lo cual ha sido insistentemente atacado por la “politización” que se
ha hecho de la justicia y la consecuente manipulación de las decisiones que
se toman, especialmente cuando hay intereses de personajes políticos de por
medio.

2) Presupuesto del Organismo Judicial: Este es aprobado por el


Congreso de la República y posteriormente distribuido por el Ministerio de
Finanzas Públicas (parte del Organismo Ejecutivo), lo que evidencia que
fácilmente puede controlarse al Organismo Judicial a través de la reducción
o retención de su sistema financiero, lo que le hace dependiente de los otros
Organismos y en muchas ocasiones incluso ha sido utilizado como un medio
de presión a cambio de decisiones judiciales en determinado sentido.

3) Antejuicio: Cuando se presenta una denuncia penal en contra de algún


magistrado de la Corte Suprema de Justicia, se inicia un procedimiento de
antejuicio {por el derecho que estos gozan}, el cual es conocido por el
Congreso de la República, lo que implica que los Diputados que integran el
mismo, deciden la situación jurídica de dichos Magistrados e incluso su
continuidad en el cargo.

4) Otros: Todo lo relativo al nombramiento de jueces (sistema de ingreso),


ascensos y traslados, sistema disciplinario y de evaluación de los mismos, se
constituyen en mecanismos que a lo interno del Organismo Judicial, pueden
ser utilizados para limitar y hacer ineficaz la independencia judicial de cada
juez o magistrado, buscando con ello presionarle de modo directo o indirecto
para dictar resoluciones en determinado sentido.
Todo lo anterior, es sumamente relevante en los términos que Hayek
establece en la obra analizada, toda vez que la independencia judicial nunca
debe ser entendida como un privilegio del funcionario judicial, todo lo contrario,
la independencia judicial es un derecho de las personas al acceder a una
judicatura (independiente e imparcial), precisamente para que la misma sea
capaz de evaluar si las entidades del Gobierno han actuado con apego a
Derecho o por el contrario sus actos o decisiones abusan del mismo en
detrimento de los justiciables.

Dicho de modo muy simple: La independencia judicial es un derecho


de las personas para que se les defienda y restituyan sus derechos
ante los actos arbitrarios del Gobierno, es decir, la función
jurisdiccional libre e independiente sirve para limitar los poderes
gubernamentales.

Por ello es que es indispensable que los jueces sean independientes


–en lo personal y en lo institucional- de los restantes Órganos del
Gobierno para que estén en posición de ejercer dicha función (defensa
de las libertades individuales) y no respondan de modo alguno a los
objetivos concretos y transitorios de los restantes Organismos del
Gobierno.

En virtud de lo anterior es que se recalca: en Guatemala hoy por hoy es


ilusorio todavía hablar de independencia judicial –pues estamos lejos de
alcanzar a plenitud la misma-, aspecto este que coloca serias dudas de que
realmente estemos dentro de un Estado de Derecho.

IV. CONCLUSIONES.
- La división de funciones que realiza el aparato de gobierno dentro de un
Estado de Derecho, a través de la denominada “Separación de Poderes”,
permite evitar modelos de Gobiernos Totalitarios (contrarios al modelo liberal),
es decir, modelos de Estado donde el poder y las funciones del gobierno se
concentren en una sola persona o entidad.

- Para que en un Estado posea una real división de poderes o de funciones


(característica identificativa del Estado de Derecho), no basta solamente la
existencia de distintos Organismos de Gobierno; es necesario además que
dichos Organismos sean capaces de ejercer control y limitación de los restantes
Organismos, es decir, que entre ellos recíprocamente se limiten, lo que se en
doctrina se denomina como la “Teoría de Frenos y Contrapesos.”

- En cuanto al control al que (Hayek, 1960) se refiere, que principalmente


realiza el Órgano de tipo jurisdiccional respecto a las otras funciones de
Gobierno (Administrativa y Legislativa); resulta indispensable que
previamente se garantice una real y efectiva independencia judicial –tanto
personal como institucional- respecto a los otros Organismos de Gobierno, para
que el mismo sea realmente efectivo. Situación que en Guatemala aún estamos
lejos de conseguir, muestra de ello el estado actual del Sistema de Justicia§,
máxime si se le compara con los estándares internacionalmente fijados.

V. REFERENCIAS.

Asamblea Nacional Constituyente. (1985). Constitución Política de la República de Guatemala.


Guatemala.: Cultural Guatemalteca.
Hayek, F. A. (1960). Los Fundamentos de la Libertad. Union Editorial.
Ossorio, M. (1982). Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Buenos Airez: Heliasta.

§
Sin elección de Cortes (Suprema de Justicia y de Apelaciones).

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