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Antídotos

Un antídoto es una sustancia química cuya función es contrarrestar los efectos de


un veneno, toxina o químico. Estos ejercen su acción de modo directo sobre la estructura
química del tóxico, y nunca sobre el receptor, son capaces de inactivar al tóxico, o al menos
impedir los efectos indeseables de los compuestos tóxicos.1
Los antídotos más comunes son los creados por el hombre, mediante la síntesis de otras
sustancias químicas. En ocasiones, el mismo veneno o toxina (especialmente en el caso del
veneno de vipéridos) sirve como base para la síntesis y elaboración de estos antídotos

Mecanismo de acción[editar]
Los antídotos tienen diferente forma de actuar porque reaccionan químicamente con los
sistemas biológicos y aumentan la capacidad del paciente para bioinactivar el tóxico:2

 Por destrucción o transformación química de la estructura tóxica: tenemos reacciones


de neutralización, en las cuales los tóxicos de carácter ácido son neutralizados con
bicarbonato sódico, hidróxido de calcio, magnesio o aluminio y jabones; y los tóxicos de
carácter básico son neutralizados con ácido acético o cítrico, o bien limón o vinagre; otra
reacción es la de oxidación, donde podemos encontrar al permanganato potásico que
actúa oxidando a los alcaloides en el tubo digestivo evitando la acción del tóxico o sobre la
morfina o el fósforo; la reacción de reducción trata de reducir al tóxico evitando su
absorción, un ejemplo es el sulfato de cobre que reduce al fósforo; también tenemos
la hidrólisis, aunque esta se usa muy poco, se han desarrollado anticuerpos
monoclonales que son capaces de romper la estructura de la cocaína.

 Por bloqueo del xenobiótico tóxico: a través de la dilución del tóxico, disminuyendo así su
concentración y por tanto sus efectos, como pueden ser los cáusticos, el alcohol, los
insecticidas, los medicamentos y las drogas;3 y por adsorción, esto produce que el tóxico
se adhiera a la superficie del antídoto, el más usado es el carbón activo, que adhiere a los
alcaloides, considerado el antídoto universal; también pueden absorberse, de forma que
los tóxicos quedan incluidos en el interior del antídoto, por ejemplo el agua albuminosa de
clara de huevo que absorbe metales; el método de precipitación se trata de la unión del
antídoto al tóxico produciendo la precipitación de ambos, y por tanto la no absorción del
tóxico en el organismo, como el sacarato cálcico para destruir el ácido oxálico o el fenol e
hidróxido férrico para los compuestos arseniales, o como la rongalita que es una sustancia
capaz de formar precipitado con los compuestos de mercurio o bismuto.

 Por combinación con el tóxico, pero sin formar precipitado: tales efectos se pueden
conseguir mediante el uso de las más variadas sustancias como los antiácidos, como
leche y agua jabonosa; antialcalinos, como agua boricada; o bicarbonato amónico como
antídoto del formol.

 La quelación es el tratamiento de elección en una intoxicación aguda o crónica por


metales: los quelantes son moléculas de alto peso molecular, atóxicas y fácilmente
eliminables por orina, que atrapan el metal, quedando este en el centro de la estructura
del quelante. Aunque los quelantes pueden producir depleción de algunos metales con
interés fisiológico o dar reacciones de hipersensibilidad, por lo que hay que tenerlo en
cuenta a la hora de administrarlos. Algunos ejemplos son: etilen-diaminotetracético
(EDTA), ácido penténico (DPTA), dimercaptosuccinico (DMS), dimercaptopropanolol
(BAL), penicilamina y dexferrosamina.
 Por transformación de la estructura química del tóxico en un producto menos tóxico a
través de reacciones que se producen en el organismo: es el ejemplo del cianuro,
compuesto muy tóxico, para ello podemos utilizar EDTA de cobalto, que se une al cianuro
originando cobaltotiocianuro, que ya no es tóxico; añadiendo vitamina B12, formándose
cianocobalamina, compuesto no tóxico; o a través de los nitritos, que oxidan el hierro 2 a
hierro 3 de la hemoglobina, dando metahemoglobina (hierro 3), así se facilita la unión del
cianuro al hierro 3, evitando que se una a su enzima diana y produzca su acción tóxica
(cianometahemoglobinemia).
Hay diversos mecanismos de acción, por ejemplo la atropina (anticolinérgico y
antimuscarínico) se utiliza para antagonizar farmacológicamente en el receptor los insecticidas
organofosforados que producen efectos colinérgicos y muscarínicos letales.
Como no se disponen de antagonistas y antídotos que puedan tener carácter universal, es
decir, que sirvan para todos los casos, conviene que en su defecto se aplique la metodología y
el agente químico más apropiado para cada caso particular.
El mejor antídoto conocido es el carbón activo, que se presenta en forma de polvo constituido
por pequeñísimas esferas que ofrecen una gran superficie con cargas eléctricas capaces de
retener por adsorción a la mayor diversidad de sustancias químicas, pero es poco efectivo con
los ácidos y las bases fuertes, sales metálicas, alcoholes, disolventes, cianuros y sustancias
de absorción rápida; su capacidad de unión es muy superior al de las resinas. Se administra
por vía oral, y después conviene extraerlo, mediante vómito o lavado gástrico.

Tipos de antídotos[editar]
La indicación para el uso de antídotos se hará de acuerdo con algunos principios:
especificidad de acción frente a un tóxico, estado clínico y/o analítico toxicológico y valoración
del riesgo/beneficio, ya que algunos poseen toxicidad intrínseca. La precocidad en su
utilización continúa siendo un factor condicionante de eficacia y de ahí el interés de su empleo
en asistencia pre-hospitalaria: 4

 Adrenalina: su uso se limita al shock anafiláctico por picadura.


 Atropina: en intoxicación por insecticidas organofosforados o carbamatos si aparecen
síntomas muscarínicos como miosis, visión borrosa o sudoración.
 Corticoides: antídoto en shock anafiláctico o edema glótico tras picadura de abeja o
mosquito o una ingesta caústica grave.
 Diazepam: anticonvulsivante en intoxicaciones con crisis generalizadas, a excepción del
cuadro convulsivo por una sobredosis de isoniacida.
 Etanol: antídoto de uso únicamente hospitalario en intoxicación por metanol o etilenglicol.
Requiere una vía central o, si el paciente está consciente, la ingesta de una bebida
alcohólica de 50 cc.
 Fenitoína: indicado como anticonvulsionante en cuadros convulsivos prolongados si
existe ineficacia con benzodiacepinas.
 Flumazenilo: antídoto reanimador en el coma producido por benzodiacepinas con utilidad
en la etapa diagnóstica.
 Sueroterapia: medicación inespecífica (Ringer, fisiológico, expansores...) útil, a veces, en
atención urgente, para empezar a corregir la hipotensión arterial, muy frecuente en
toxicología clínica y que obedece a factores diversos: hipovolemia (falta de ingesta,
sudoración, vómitos, diarrea), resistencias periféricas disminuidas, efectos inotrópicos
negativos.
 Glucosa hipertónica: en sobredosis por insulina o sustancias hipoglucemiantes, para
ayudar a recuperar la concentración de glucosa normal en el organismo.
 N-Acetilcisteína: antídoto hospitalario para la intoxicación por paracetamol.
 Lidocaína: indicada en intoxicación por cardiotóxicos.
 Bicarbonato sódico 1 molar: uso alcalinizante en intoxicaciones por salicilatos y
barbitúricos. El bicarbonato/carbónico es el principal tampón extracelular.
 Hidroxicobalamina: necesario lo más precoz posible en intoxicación por cianuro o
inhalación de cianhídrico con sintomatología grave, coadyuvado a las medidas de
reanimación cardio-pulmonar y a la oxigenoterapia al 100%.
 Piridoxina: en intoxicación aguda por isoniacida.
 Naloxona: antídoto de acción competitiva específica a nivel de receptores opiáceos, que
revierte el paro respiratorio y el coma inducido por heroína, codeína, morfina, metadona y
otros opiáceos sintéticos.
 Sales de Calcio (cloruro o gluconato cálcico): usado en hipocalcemia clínica.
 Oxígeno: en intoxicación por monóxido de carbono (CO) e intoxicaciones con hipoxemia
derivadas por tóxicos depresores del SNC, broncoaspiración
Mecanismos de eliminación

Antibacterianos
Los medicamentos antibacterianos derivan de bacterias o de hongos, o se sintetizan de
novo. Estrictamente, la palabra "antibiótico" se aplica sólo a los antimicrobianos derivados
de bacterias u hongos, aunque a menudo se la usa como sinónimo de medicamento
antibacteriano

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