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Como el niple tiene un diámetro menor, para soportar esfuerzos de flexión debe
tener un material más resistente que el del electrodo. Por esta razón se utiliza un
menor tamaño de grano de coque de petróleo. Esto hace que su coeficiente de
expansión térmica (CET) sea diferente. Bajo las condiciones térmicas severas
prevalecientes en el horno, esta diferencia en CET da lugar a tensiones térmicas
excesivas que pueden implicar agrietamiento, desgaste lateral y consumo
excesivo en la junta [18]. La unión macho-hembra que se ha usado antes del
desarrollo de los niples, tenía el problema de la baja resistencia del macho. Para
procurar un diseño que superara este problema se hizo una modelización de las
tensiones, basada en elementos finitos. Sobre el diseño obtenido se hicieron
luego modificaciones no basadas en la modelización: paso de rosca de 12,7 mm
en lugar de 6,35 mm utilizado en los niples, para una rosca con mayor resistencia
y menos rotaciones del electrodo durante el ajuste; la junta se arma con el macho
hacia arriba, a la inversa del armado estándar. Este sistema encuentra aplicación
en los hornos con electrodos de gran diámetro como los de corriente continua y
algunos de corriente alterna de ultra alta potencia. El sistema se denomina
comercialmente Apollo (Figura 9).
Figura 9 Unión macho-hembra implementada en 2004 para electrodos de gran
diámetro [20]
Plantas que han utilizado este electrodo han informado mejoras en el consumo
específico, y la necesidad de cambios en el manipuleo de los electrodos,
incluyendo los robots [20]. El sistema presenta interés para los hornos con
electrodos de tamaño grande.
APLICACIÓN
La reducción del consumo específico de los electrodos durante el último decenio
se debe mayormente a graduales cambios tecnológicos en las acerías con
aumento de productividad de los hornos. Se pueden citar los siguientes factores,
que se gestaron a lo largo de años y gradualmente continuaron en su
implementación en la década pasada [4]:
- Incremento en la utilización de energía química reduciendo la energía
eléctrica.
- Uso de lanzas supersónicas que permiten mantener la puerta del horno
cerrada. –
- Cambio de transformadores de mayor potencia aumentando la
productividad del horno.
- Cambio de transformador permitiendo operar con arcos más largos y
reducción de la corriente de fase.
- Mejoras en el control y mantenimiento de la escoria espumosa.
- Mejoras en la programación automática del arco y repetitividad de la
colada en general.
- Instalaciones que operan con sistemas de carga continua y
precalentamiento de chatarra.
- Carga metálica caliente (hierro esponja o arrabio líquido).
- Mejoras en el control de la refrigeración lateral de las columnas.
- Utilización de carga única o menor número de cargas, con mejor
preparación de la chatarra.
En los párrafos que siguen se detallan cuatro aspectos en los que recientemente
se han producido avances: la refrigeración, el uso de alta tensión y baja corriente,
el revestimiento superficial, los sistemas de regulación y el monitoreo continuo
del consumo. El objetivo de la refrigeración de los electrodos es disminuir el
consumo lateral que ocurre por oxidación del carbono en la superficie del
electrodo al rojo. La más reciente fórmula propuesta para el consumo lateral es
[21]:
CL = 0,11(O2/t) + 0,16J0 + 3,02/(Lox/L) – 4,42
Donde CL es el consumo lateral, en kg/ m2 h; O2/t es el oxígeno inyectado
mediante lanza o quemadores, en Nm3 /t; J0 es la densidad de corriente en
A/cm2 ; Lox es la longitud de electrodo sometida a la oxidación y L es la longitud
de la columna por debajo del soporte (Figura 10).
Figura 10 Parámetro para definir el caudal de agua de refrigeración de
electrodos, Lox/L · Lox/L alto caudal < Lox/L bajo caudal [21]
de agua [22]
El sistema consiste de una cámara en una posición fija, un panel con luces
halógenas para calibración, un PLC (controlador lógico programable), un sensor
láser de altura, un programa de análisis de imágenes y una PC. La cámara se
dispara automáticamente en función de la posición del electrodo; las
coordenadas X e Y de la punta del electrodo se transmiten al PLC, que registra
la medición de altura del sensor láser y calcula la longitud del electrodo y su
cambio respecto a la situación anterior (por ejemplo, después de la fusión de
cada cesta). Para el operador del horno, se presenta en una pantalla el valor del
consumo de grafito y las dos últimas imágenes registradas, con una indicación
de si es necesario ajustar la longitud. En un segundo paso, las imágenes se
transfieren a una PC, que las almacena y hace un análisis de las imágenes (ver
ejemplos en Figura 16).
Figura 16 Imágenes obtenidas mediante la cámara. Arriba: Grietas cerca de la
punta y caída de la punta cerca del niple; abajo: Distribución de temperaturas en
función de la luminosidad [1]