Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
SIGUIENTE →
SALUD
¿Por qué el estrés te hace engordar?
SALUD
Fascitis plantar: La condición más común de dolor en el talón
SALUD
El olor de tu pareja te ayuda a reducir el nivel de estrés
Al haber quedado probado que la risa disminuye el dolor, hace que los
tratamientos médicos tengan mejor efecto y mejoran el ánimo de los pacientes,
cada vez son más los hospitales que se sirven de esta terapia.
Sea cual sea el método que se utilice, ha quedado demostrado que funciona.
Beneficios de la risoterapia
Es un shock de buena salud: además de ayudarnos a ejercitar los músculos
del estómago, genera un importante desgaste energético, con lo que propicia
un excelente descanso nocturno. Si estamos en tratamiento médico, este
tendrá mayor y más rápido efecto.
Un futuro mejor: muchas veces ocurre que vemos a los problemas diez
veces más graves de lo que son. Un estado de ánimo decaído, producto de una
escasa actividad cerebral química, es suficiente para que el futuro se vea
negro. Si eres del grupo escéptico de personas, solo te pedimos que pruebes
una sesión de risoterapia y que al salir pienses en ese problema que tanto te
angustiaba. Verás como ahora se ve mucho más inofensivo.
Share
***
Todo indica que Ribeyro asumió muy en serio, y sin aparentes conflictos, su
supuesto destino como hombre de leyes. Cursó los estudios de Derecho en la
Pontificia Universidad Católica, de cuyas aulas egresa en 1952. Había tenido
entre sus compañeros de estudios a otros intelectuales en ciernes, como Pablo
Macera, Luis Felipe Angell de Lama (Sofocleto), los poetas Leopoldo Chiariarse
y Carlos Germán Belli y el literato Alberto Escobar.[5] En general, Ribeyro
obtuvo altas calificaciones, hecho que apunta hacia el genuino interés con que
siguió la carrera. Sin embargo, la inquietud literaria se mantenía latente y viva,
como se observa de numerosos pasajes de su diario personal, así como de las
entrevistas que concedió.[6]
Por un lado, durante sus años como alumno de leyes, Ribeyro se acerca a los
círculos de estudiantes de Letras de la Universidad de San Marcos. Un hecho
más significativo son las dudas que albergaba acerca de su propia aptitud como
forense: «Ser abogado ¿para qué? No tengo dotes de jurista —anotará en su
diario personal—, soy falto de iniciativa, no sé discernir y sufro de una ausencia
absoluta de verba».[7] César Delgado Barreto, compañero de estudios en la
Universidad Católica, recordaría, a su vez: «cumplía sus obligaciones como
estudiante, pero su preocupación siempre fue la literatura, sobre todo los
cuentos».[8]
Pero una desconfianza más honda hacia la dura realidad del ejercicio del Derecho
en el Perú pareció contribuir a la decisión. En una entrevista concedida a Lorena
Ausejo un año antes de su deceso, Ribeyro declara acerca del Derecho en sí y
sobre la praxis concreta:
Y prosigue: