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Titulo original: Seventy-Eight Degrees of Wisdom. A Book of Tarot.
Part II: The Minor Arcana and Readings
Editor original: The Aquarian Press Limited
Traducci6n: Marta I. Guastavino
lntroducci6n 7
El mazo Rider
7
s6lo en su version original, sino en ediciones piratas, en
mazos «nuevos» apenas modificados, en varies tamanos
diferentes publicados solamente por Rider, en ilustraciones
para novelas, libros de psicologfa, historietas y programas
de televisi6n. La sorprendente popularidad de este Tarot
esoterico en particular, con preferencia a centenares de
otros mazos, tanto tradicionales como modemos, se deriva
en gran parte de un aspecto de los naipes que el propio
Waite apenas si parece haber advertido: los dibujos de Pa
mela Colman Smith, que revolucionaron los Arcanos Me
nores.
En la apologfa que hizo de su mazo, Waite se esforz6
por defender ciertos cambios que introdujo en el diseno y
en la numeraci6n de las cartas en los Arcanos Mayores. Sin
embargo, quienes se acercan por primera vez al Tarot, en
su mayorfa, al comparar el mazo Rider (figura de la p. 7,
centre) con el mazo mas tradicional de! Tarot de Marsella,
por ejemplo (figura de la p. 7, izquierda), tendran que poner
mucha atenci6n para poder observar la mayor parte de tales
cambios. Por el contrario, en los Arcanos Menores veran
inmediatarnente la diferencia. En todos los mazos disefia
dos antes de! Rider, las cartas que van de los numeros 1 al
10 de los cuatro palos llevan dibujos geometricos que inclu:
yen el numero correspondiente de espadas, bastos, oros o
copas. En esto se parecen a sus descendientes, los habitua
les naipes de juego. En la mayor parte de los mazos, estos
disenos son simples y repetitivos. Como una excepci6n se
destaca entre ellos el trabajadfsimo mazo Crowley (figura
de la p. 7, derecha). El mazo Waite-Smith, sin embargo,
lleva una ilustraci6n en cada naipe.
Preocupado principalmente por los Arcanos Mayores,
mas esotericos, Waite no cay6 aparentemente en la cuenta
de c6mo esta rica diversidad de escenas podfa cautivar al
espectador com(m que buscaba tener una experiencia del
Tarot. En cierto sentido, la novedad misma de las cartas
aumenta su encanto. Allf donde los Arcanos Mayores nos
sorprenden al mismo tiempo con la antigiledad y con· 1a
complejidad de su simbolismo, los Menores, al no respon-
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der a una tradici6n pict6rica, se nos aparecen como escenas
tomadas directamente de la vida o, en algunos casos, de
la fantasfa.
El hecho de que Smith las dibujara en un estilo seudo
medieval no parece molestar a la mayorfa de las personas,
pues la sensaci6n de vivacidad !es parece mas importante.
Casi todos los Arcanos Mayores nos muestran una figura de
pie o sentada; solo el Loco y el Mundo se mueven. Es mas,
danzan. Pero en los Arcanos Menores, todas las escenas
muestran algo que esta sucediendo, como si fuera un foto
grama tornado de una pelfcula.
El contraste no es accidental. Los Arcanos Mayores re
presentan mas bien fuerzas arquetfpicas que personas rea
les. El Loco y el danzarfn del Mundo se mueven porque
solo ellos encarnan plenamente tales principios. Pero los
Arcanos Menores muestran aspectos de la vida ta! como
realmente la vive la gente. En los cuatro palos, y mas espe
cialmente en las combinaciones que las cartas forman cuan
do las disponemos para una consulta, encontramos un pa
norama de la experiencia que nos da una penetraci6n cons
tantemente renovada de las maravillas de la naturaleza
humana y de este mundo magico.
Debido precisamente a que nos muestra la vida corrien
te y no un sistema formal, el mazo Rider no interesa a mu
chos ocultistas. Mientras que muchas barajas posteriores
han copiado, con mas o menos variaciones, el mazo Rider,
hay otras -incluyendo las que podrfamos caracterizar
como «mas serias», como el mazo de Crowley o el BOTA
(Builders of the Adytum o Constructores del Santuario)
que han vuelto a los antiguos disenos para los Arcanos Me
nores. Ello se debe a que a sus creadores el Tarot, ya sea
como instrumento o en cuanto fuerza viviente, Jes intere
saba como un sistema de organizaci6n y estructuraci6n de
practicas esotericas. Para ellos, el Tarot constitufa un vfnculo
vital con los sistemas mfsticos.
El mas importante de estos vfnculos es el que conecta
los cuatro palos con los cuatro mundos que describe la Ca
bala. Los cabalistas consideran que el universo existe en
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cuatro fases, de las cuales la mas pr6xima a nosotros (y la
mas alejada de la union directa con Oios) es el mundo ma
terial, llamado Assiyah, el «Mundo de la Acci6n». Para mejor
entenderlos, los te6sofos medievales describieron cada
mundo como encamado en un Arbo! de la Vida, un dia
grama de la ley c6smica. Ahora bien, la estructura del Arbo!
no cambia en los diferentes mundos. Cada arbol contiene
diez sephiroth, o arquetipos de la emanaci6n. (En el D�ez
de Pentaculos se encontrara el diseno mas com(m del Ar
bo!.) Y aquf, por cierto, interviene el Tarot. Como cada uno
de los cuatro palos contiene diez cartas numeradas de uno
a diez, podemos colocar las cartas sobre las sephiroth para
tener asf una ayuda concreta en la meditacion. Y como las
sephiroth representan fuerzas arquetfpicas, la mayor parte
de los ocultistas prefieren diserios abstractos para simboli
zarlas. Para ellos, una escena en la que se ven personas que
hacen algo -tres mujeres bailando o un grupo de mucha
chos que pelean- solo sirve para apartar la atenci6n del
simbolismo etemo.
Algunos ocultistas van au.n mas lejos: creen que los dise
rios geometricos de las cartas son portadores de un poder
psfquico que !es es propio, y que, mirando en profundidad
esos disenos en sus colores especiales, podemos producir
en el cerebra ciertos ef ectos bien definidos.
Muchas personas sin especial inclinaci6n hacia el esote
rismo seguiran prefiriendo los antiguos mazos a cualquiera
de las interpretaciones modemas, incluso a las geometricas.
Para ellas, el sentido de una tradici6n, con significados que
han ido enriqueciendose durante siglos, lleva consigo un
poder que ninguna edici6n revisada puede igualar. En las
lecturas, se remiten a las antiguas formulas, y para ellas las
escenas detalladas de! mazo Rider constituyen una distrac
ci6n. Con frecuencia, los lectores con mas poderes psfqui
cos se valen de las cartas antiguas, ya que encuentran que
el propio caracter abstracto de los naipes numerados Jes
ayuda a activar la facultad clarividente.
Sin embargo, para la mayorfa de nosotros los diserios
repetitivos limitan muchfsimo el desarrollo de la intuici6n
10
que puede generarse ya sea exclusivamente en el estudio
de las cartas o usandolas en tiradas y consultas. Una vez
que hemos memorizado las formulas relacionadas con cada
naipe, se nos hace diffcil ir mas alla. En este libro he inten
tado crear lo que yo llamo un Tarot «humanista», derivado
no solamente de las verdades esotericas, sino tambien de
las intuiciones de la modema psicologfa postjunguiana, para
dar asf una imagen mas completa de quienes somos, como
actuamos y cuales son las fuerzas que nos configuran y nos
dirigen. En una vision ta! de! Tarot, el objetivo no son los
significados fijos, sino mas bien un metodo mediante el cual
cada persona pueda obtener una mayor penetracion en la
vida. Por mas que el analisis de cada carta provenga en
parte de su uso en las lecturas, con los significados que
corresponden a la posici6n normal y a la invertida, lo que
ta! analisis revelara principalmente es la forma en que esa
carta enriquece nuestro conocimiento de la experiencia
human a.
Como el mazo Rider presenta escenas tan vfvidas, las
formulas o comentarios referentes a cada carta sirven sola
mente como puntos de partida. Podemos meditar sobre las
propias imagenes y sobre la forma en que se combinan con
las otras que las rodean. En cierto sentido, entre estas figu
ras y la imaginacion (y la experiencia) de cada persona se
establece algo asf como una sociedad. En todas las lecturas,
lo mismo que en cada meditacion o reflexion, podemos ver
en cada carta una experiencia nueva. Asf como las barajas
mas esotericas funcionan mejor para las disciplinas ocultis
tas, y las mas antiguas para decir la buenaventura, el mazo
Rider es el indicado para quienes usamos las cartas princi
palmente para tomar conciencia de nosotros mismos y de!
mundo que nos rodea.
Las imagenes de Smith ejercen su atractivo sobre la
gente por efecto de su accion, equiparable a la de una histo
rieta. Nos fascinan a lo largo de! tiempo gracias a la realidad
de los significados que contienen. Se pregunta uno como
hizo su trabajo Pamela Smith. Por lo que sabemos, fue
creando sus imagenes sin apoyarse en tradicion alguna. En
11
mi libro sobre los Arcanos Mayores exprese la opini6n de que
probablemente Waite no especific6 estos disefios con la
misma claridad con que lo hizo para los naipes Mayores.
En su libro no hay referencia alguna a sus orfgenes, y tam
poco defiende el cambio radical introducido, ta! como de
fendi6 los cambios existentes en los Arcanos Mayores. Sus
interpretaciones, ademas, no utilizan de manera importante
las nuevas imagenes. Aunque describe brevemente cada
una de ellas, sus explicaciones son por lo com(m f6rmulas y
frases hechas («deseo, voluntad, determinaci6n, proyecto»),
que no difieren sustancialmente de los significados que se
!es atribuye en los mazos anteriores.
Algunos autores han afirmado (aunque yo no he encon
trado ninguna prueba de ello en los escritos de! propio
Waite) que Smith dibuj6 las figuras como si fueran cuatro
libros de historietas, uno para cada palo. La calidad de! palo
determinaba el caracter de! relato, en el cual los naipes que
representan figuras cortesanas constitufan una familia, y las
restantes cartas, numeradas de! 1 al 10, eran las cosas que
!es suce.dfan. El llamado Tarot marroquf, basado con mucha
fidelidad en el mazo Rider, se ajusta a este sistema. Pero
esta explicaci6n de las imagenes por la historieta configura
una petici6n de principio. Lo importante sigue siendo la
relaci6n de la imagen con el significado.
Sospecho que Waite dio a Smith las f6rmulas que el
querfa ver ilustradas y quiza consult6 con ella c6mo serfa la
imagen, y que despues la condici6n de artista de Smith pre
valeci6, operando en ocasiones con el simbolismo superfi
cial, en tanto que otras veces su funcionamiento trascendfa
el nivel de la opci6n consciente. Las formulas de Waite se
derivan de diversas fuentes. El propio Waite habla en oca
siones de significados contradictorios, como si hubiera con
sultado a diferentes adivinos. Su disposici6n de las cartas
cortesanas tambien muestra la influencia de la Orden de!
Alba Dorada, una sociedad secreta de magos-mfsticos a la
cual pertenecieron en su momento tanto Waite y Smith
como Crawley y Paul Foster Case, el disefiador de! mazo
SOTA
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En muchos casos, naturalmente, las imagenes son muy
simples y se relacionan directamente con los significados
que debfan ilustrar. El Cuatro de Pentaculos, por ejemplo,
muestra la imagen de un avaro, de alguien que se «aferra» a
la «seguridad de las posesiones». Pero cabe preguntarse si
es coincidencia o deliberaci6n que esos cuatro pentaculos
cubran la coronilla, el coraz6n y la garganta, y las plantas de
los pies, todo lo cual sugiere interpretaciones mas profun
das que la simple avaricia. Y en muchos casos, la imagen
toca algo que hay dentro de nosotros y que trasciende el
significado oficialmente relacionado con ella. Fijemonos en
el Seis de Espadas: se supone que es «un viaje por agua». El
silencio onfrico y la tristeza implfcita en la imagen sugieren
el mftico viaje de las almas a traves de! rfo Estigio.
No es mi intenci6n presentar a Waite como desabrido ni
como insensible a las imagenes de su propio mazo. Hay
ocasiones en que sus comentarios, especialmente los refe
rentes a las figuras, llevan nuestro entendimiento mas alla
de la simple lista de significados. En el Seis de Espadas ob
serva que «la carga es ligera», y esto, unido al comentario
de Eden Gray, quien sefiala que «las espadas no hunden la
barca», nos lleva a la contemplaci6n de la imagen de un
viaje espiritual o emocional, en el cual cargamos con nues
tros recuerdos y pesares. En el Dos de Varas, Waite pro
pone dos significados opuestos, y despues dice que la ima
gen «da una clave» para resolverlos. En otras ocasiones, sin
embargo, el significado propuesto contradice a la imagen,
como en el Dos de Espadas, donde se nos dice que una
poderosa imagen de aislamiento y defensa representa la
«amistad».
Desde que apareci6 la baraja Rider, algunos otros dise
nadores de Tarots intentaron incluir una escena en cada
carta. Casi todos han rendido tribute a las imagenes de Pa
mela Smith, algunos aproximandosele en forma muy estre
cha, mientras que otros transformaban imaginativamente
las ilustraciones de! mazo Rider. No hay nada que los obli
gue a usar esas imagenes, que no estan revestidas de la
autoridad de una antigua tradici6n, como los Arcanos Ma-
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yores. Su autoridad se deriva de un logro creativo. No se
sabe por que, estas figuras, burdamente dibujadas, torpes,
con frecuencia fuera de toda proporci6n o perspectiva, ba
sadas en unas ideas sentimentales de la Edad Media, han
guiado a millares de personas a una comprensi6n nueva,
no solo de las cartas, sino de sf mismas. De un solo trazo,
Pamela Smith cre6 una tradici6n nueva.
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En el Tarot, como en la magia, los cuatro emblemas re
presentan el mundo mismo y la naturaleza humana, al mis
mo tiempo que el acto de la creaci6n (tanto la creaci6n de
cosas especfficas como la creaci6n continua de la evolu
ci6n). Que ocupen un lugar sobre la mesa de! Mago signi
fica que este -o esta- ha alcanzado el senorfo de! mundo
ffsico. En un sentido, ta! sefiorfo alude a los poderes reales
sobre la naturaleza que muchas personas buscan en la ma
gia. Quienes usan el Tarot como disciplina esoterica sostie
nen a veces que la meditaci6n y el ritual con los Arcanos
Menores daran al adepto el control de las fuerzas de la na
turaleza. En su novela The Greater Trumps [Los triunfos
mayores], basada en el Tarot, Charles Williams lleva esta
idea a un extremo dramatico cuando el heroe genera un
huracan sacudiendo, juntas, todas las cartas asociadas con
el viento. En terminos psicol6gicos, el dominio o «senorfo»
sobre los Arcanos Menores significa haber llegado a com
prender, en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea,
todas aquellas experiencias y fuerzas que aparecen repre
sentadas en las cartas. Un «senor» es una persona que tiene
control sobre su vida, que es duefia -o duefio- de sf
misma.
Un objetivo ta! es mucho mas diffcil de alcanzar de lo
que mucha gente podrfa pensar. Significa saber realmente
quienes somos, tanto en los niveles inconscientes como en
los conscientes. Significa saber por que actuamos como lo
hacemos, conocer nuestros verdaderos deseos en vez de
las nebulosas ideas que la mayorfa de las personas tienen
de sus objetivos en la vida. Significa advertir las conexiones
entre experiencias cuyo vfnculo se nos aparece como mera
mente aleatorio. El Tarot puede, por lo menos, ayudarnos a
incrementar el entendimiento que tenemos de todas estas
cosas. Y el punto a que cada persona llegue depende, entre
otras cosas, de la relaci6n que establezca con las cartas.
El numero cuatro ha figurado en forma muy destacada
en los intentos humanos por entender la existencia. Como
nuestro cuerpo nos sugiere este numero (el frente y la es
palda, los !ados derecho e izquierdo), tendemos a organizar
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nuestras percepciones del mundo, siempre cambiante, cla
sificando las cosas en cuatro. La vision del afio como for
mado por cuatro estaciones proviene tambien de los dos
solsticios y de los dos equinoccios. (Las culturas que no tie·
nen conocimientos astron6micos suelen dividir el ano en
las dos estaciones basicas, verano e invierno, o tambien a
veces en tres estaciones.)
El zodfaco contiene doce constelaciones, tres veces cua
tro; por ende, encontramos los signos de la astrologfa divi
didos en cuatro grupos de tres. Un signo «fijo» en cada gru
po nos da los cuatro «puntos fuertes» del cielo. Son los cua
tro que vemos representados en los Arcanos Mayores, en
las cartas del Mundo y de la Rueda de la Fortuna, como las
cuatro figuras que aparecen en los cuatro angulos de los
naipes. (La forma misma de las cartas, y para el caso la
mayorfa de las viviendas occidentales, clan testimonio de
nuestra tendencia a lo cuadrilateral. En la antigiledad, los
chinos jugaban con naipes circulares.) Las cuatro criaturas
simbolizan el zodfaco, pero se derivan de forma mas directa
de la vision de Ezequiel en el Antiguo Testamento, repetida
posteriormente en la Revelaci6n.
De los cuatro simbolismos, los dos que se refieren mas
directamente a los Arcanos Menores son los cuatro elemen
tos de la alquimia medieval y las cuatro letras de! nombre
de Dios en hebreo, el Tetragramaton. Nuestro moderno
concepto de los elementos atomicos se deriva de una idea
mas temprana (que se origin6 en la antigua Grecia), seg(m
la cual todas las cosas en la naturaleza se han formado a
partir de cuatro constituyentes basicos: fuego, agua, aire y
tierra. Y no solamente encontramos esta idea en Europa,
sino tambien en culturas tan diversas como las aut6ctonas
de China y de America del Norte. Los elementos cambian
(>n ocasiones; a veces, los numeros cambian tambien de
cuatro a cinco, agregando el «eter» o Espfritu a los cuatro
<'lementos de la naturaleza (de la misma manera que mu
<'hns culturas agregan el «centro» como una quinta direc
d6n). El concepto basico, sin embargo, sigue siendo el
111bmo: que todo puede ser reducido a sus partes basicas,
I <,
que el mundo combina esas cualidades fundamentales de
infinitas maneras.
En la actualidad llevamos mucho mas lejos esa idea;
reducimos toda la materia a partfculas subat6micas (dejan
do totalmente de lado la idea de Espfritu, a no ser en ciertas
teorfas rarificadas de la ffsica contemporanea) y considera
mos desdefiosamente los «elementos» medievales como
combinaciones qufmicas muy complejas. Sin embargo, es
tamos muy equivocados si pensamos que el antiguo sis·
tema ya no puede ensenarnos nada. Pues algo que caracte
riza a la antigua vision -y, de hecho, a las visiones de casi
todas las culturas previas a la nuestra occidental y modema
es la no-separaci6n entre teorfas y valores de orden ffsico,
espiritual, moral y psicol6gico. Para nosotros, el significado
espiritual de! elemento helio, digamos por poner un ejem
plo, es mf nimo, cuando no simplemente inexistente. Para
los pensadores medievales, el elemento Fuego sugerfa una
vasta gama de asociaciones. Evidentemente, serfa un error
rechazar los grandes logros cognoscitivos de lo que llama
mos la ciencia moderna, pero tampoco deberfamos recha
zar las intuiciones de epocas anteriores.
En el Tarot, los cuatro elementos se presentan como
Fuego-Varas (Bastos), Agua-Copas, Aire-Espadas y Tierra
Pentaculos (Oros). Los diferentes autores suelen dar varia
ciones de este ordenamiento, de las cuales la mas frecuente
es intercambiar Varas y Pentaculos, sobre la base de que las
varas crecen de la tierra y las monedas se funden sobre el
fuego. Debido a las asociaciones mas amplias del fuego y
de la tierra, yo prefiero mantener el ordenamiento mas co
mun. El fuego no es simplemente una herramienta del
hombre, sino una gran fuerza de la naturaleza, que se mues·
tra de la manera mas poderosa en el sol que hace brotar las
varas del suelo. La tierra no solo representa el suelo, sino
que.es, tradicionalmente, todo el universo material, de! cual
los Oros no representan mas que una pequefia parte, y los
Pentaculos una mucho mayor.
Si deseamos ver el mundo en funcion del numero cinco
en vez de! cuatro, incluyendo el Espfritu como centro, en-
17
tonces los, Arcanos Mayores representan el quinto ele
mento, el Eter. El hecho de que lo situemos aparte de los
cuatro elementos Menores simboliza la intuici6n de que, de
alguna manera, el Espfritu existe en un nivel diferente de!
nivel del mundo ordinario. Al mismo tiempo, el hecho de
que para las lecturas los mezclemos todos nos ayuda a ver
que, en realidad, el Espfritu y la totalidad de los elementos
de Ip materia operan constantemente juntos. Trabajar con
el Tarot nos ayuda a entender las formas dinamicas en que
el Espfritu confiere significado y unidad al mundo material.
Un verdadero entendimiento de esta relaci6n' tanto en teo-
,
na como en la practica, constituye un gran paso en el avan-
ce hacia ese «senorfo» a que antes hicimos referenda.
Muches lectores conoceran la simbologfa de los cuatro
elementos por la astrologfa, con sus cuatro «triplicidades»:
e� F�ego (Aries, L;o �agit�rio), el Agua (Cancer, Escorpio,
. '.
P1 sc1s), el �re (Gemm1s, Libra, Acuario) y la Tierra (Tauro,
.
Virgo, Capncornio). Tambien la psicologfa junguiana utiliza
los cuatro elementos, relacionandolos con maneras basicas
de vivenciar el mundo. El Fuego representa la Intuici6n el
Agua el Sentimiento, el Aire el Pensamiento, y la Tierr� la
,
Sensacion.
En la astrologf a y en el pensamiento junguiano, Jos ele
mentos representan tipos y caracterfsticas. En el Tarot ve
mos estos tipos reflejados en las cartas cortesanas. Los pales,
como totalidad, muestran mas bien actividades y cualidades
de la vida que rasgos de la psicologfa individual. Dicho de
otra manera, que si en una lectura dominan las Varas no
dii:_em�s que la persona tiene un caracter «fogoso», sino
mas b1en que en ese memento esta pasando por muchas
experiencias de Fuego. Si estudiamos los cuatro pales por
separado, �s precisamente para aprender que es lo que que
re�os decir al hablar de experiencias de Fuego, Agua, Aire
o Tierra. Y en las lecturas los estudiamos juntos para apren
der de que manera la vida abarca y combina, en la realidad,
todos los elementos.
A manera de breve resumen, las Varas/Fuego represen
tan la acci6n, el movimiento, el optimismo, la aventura, la
18
lucha, los negocios -en el sentido de la actividad comercial
antes que en el de las mercancfas-, los comienzos. Las
Copas/Agua representan la reflexion, las experiencias tran
quilas, el amor, la amistad, el jubilo, la fantasfa, la pasividad.
Las Espadas/Aire representan el conflicto, las emociones
colericas o alteradas, la tristeza, pero tambien la actividad
mental, la prudencia, el uso del intelecto para entender la
verdad. Los Pentaculos/Tierra representan la naturaleza el
dinero, el trabajo, las actividades rutinarias, las relacio�es
estables, los negocios en el sentido de las cosas que se hacen
y se venden. Ademas, porque los Pentaculos son signos
magicos, representan lo magico de la naturaleza y lo mara
villoso de la vida ordinaria, lo que no siempre se percibe,
pero que con frecuencia esta oculto bajo la superficie.
Si comparamos el Tarot con otro conocido sistema sim
b6lico, las Varas y las Espadas representan situaciones
«yang» o «activas», en tanto que las Copas y los Pentaculos
representan las que son «yin» o «pasivas». Tambien pode
mos sustituir, con referencia a los Arcanos Mayores, el yang
por el Mago y el yin por la Suma Sacerdotisa. Sea cual fuere
la terminologfa, estas distinciones se aclaran en virtud del
simbolismo de las imagenes. Tanto las varas como las espa
das se utilizan para golpear; las copas, por otra parte, cum
plen su funci6n recibiendo y conteniendo el agua, y a su vez
los pentaculos, ya sea en cuanto signos magicos o en cuan
to dinero, pueden influir sobre el mundo sin moverse ffsica
mente. De modo similar, el fuego y el aire estan en constan
te movimiento, mientras que el agua y la tierra tienden mas
a la inercia.
Un poco de reflexion, acompanada de un vistazo a las
figuras, nos hara ver c6mo estas categorfas separadas se
mezclan efectivamente en la realidad. Tanto las Varas como
los Pentaculos tienen que ver con Jos negocios, pero tanto
las Varas como las Espadas indican conflicto. Copas y Varas
tienden a las experiencias felices y positivas, en tanto que
Pentaculos y Espadas suelen representar los aspectos mas
diffciles de la vida. Al mismo tiempo, Copas y Espadas abar
can la gama general de las emociones, en tanto que Pen-
19
taculos y Varas hacen referenda a las actividades mas ffsi
cas. Antes que mostrar separaciones rfgidas, las cartas tien
den a formar combinaciones y a la difuminacion de todas las
distinciones.
En la primera parte exprese que el estudio de las lectu
ras de! Tarot nos ensefia, por encima de todo, que ninguna
cualidad es buena ni mala, a no ser dentro de! contexto de
una situacion real. De las lecturas aprendemos tambien que
ninguna situacion, cualidad ni caracterfstica personal existe
en forma aislada, sino solamente en combinacion con otras.
En una lectura atendemos primero a las cartas individuales
en sus posiciones individuales, pero entendemos lo que la
lectura nos dice cuando vemos de que manera las cartas se
fusionan para formar un disefio completo. De modo similar,
estudiamos individualmente las cartas, pero solo las enten
demos plenamente cuando las vemos en funcionamiento.
Los diferentes elementos no solo representan experien
cias diferentes, sino tambien diferentes maneras de encarar
la vida. Una razon para estudiar los palos como totalidad es
que asf se ven las ventajas y los problemas que plantea cada
enfoque. Para cada palo, veremos un «problema» y un «Ca
mino hacia el Espfritu». A modo de ejemplo, el problema
para las Copas es la pasividad, el Camino hacia el Espfritu
es el amor. Por mediaci6n de las diferentes imagenes vemos
como las experiencias relacionadas con las Copas hacen
aflorar estas cualidades.
Al disponer las cartas he seguido el ejemplo de Waite,
descendiendo desde el Rey hasta el As, en vez de! procedi
miento contrario. Ya que los reyes (como sfmbolos tradicio
nales antes que como realidad polftica) tienen la responsa
bilidad de! mantenimiento de la sociedad, y puesto que el
rey da una imagen de madurez, cada uno de los cuatro
Reyes simboliza la version mas estable y sociable de su palo.
Los Ases, por su parte, significan unidad y perf eccion. Por lo
tanto, los Ases representan los elementos en su forma mas
pura. El As de Varas representa al Fuego como tal, y todo lo
que este significa, mientras que las otras trece cartas de
Varas muestran algun ejemplo especffico de! Fuego, ya sea
20
en una situacion (cartas 2-10) o como un tipo de personali
dad (las cartas cortesanas).
En el mazo Rider vemos cada As sostenido por una mano
que sale de una nube. Este sfmbolo, que se ve tambien en
otros mazos, nos muestra que cada elemento es capaz de
conducirnos al misterio espiritual. Nos ensefia tambien que
toda experiencia es un don, proveniente de una fuente que
no podemos conocer conscientemente, a menos que reali
cemos el profundo viaje espiritual que nos mostraron los
Arcanos Mayores. Por esta razon he puesto fin a cada palo
con el As.
El Tetragramaton
21
cuando aplicamos el nombre de Dios a los elementos esta
mos completando el significado de sus diferencias simb6-
licas.
El proceso se desarrolla de la siguiente manera: Yod, o
el Fuego, simboliza el comienzo de cualquier empresa, la
primera chispa creativa, la energfa necesaria para arrancar.
En terminos mfticos, Yod indica que la chispa divina emer
ge de! Dios incognoscible. En terminos psicol6gicos, repre
senta el impulso a empezar algun proyecto especffico o una
nueva forma de vida. La primera letra Heh -Agua- sim
boliza el comienzo real, cuando la chispa es «recibida» den
tro de un modelo. Mfticamente, esto se refiere al Fuego de
Dios que toca las «Aguas de lo profundo», es decir, el caos
existente antes de que Dios comenzara a reordenar el uni
verso. Psicol6gicamente, entendemos que nuestros planes
y esperanzas seran vagos e informes hasta que la energfa
de! fuego los penetre y nos ponga, efectivamente, a hacer
algo. Al mismo tiempo, la energfa inquieta de las Varas no
puede beneficiarnos a menos que le demos un prop6sito
definido.
La tercera letra, Vau, conectada con el Aire, simboliza el
desarrollo de! plan, el movimiento dirigido y con sentido
que hace que todo cobre forma. En su significado sagrado,
es el estadio de la creaci6n en que Dios dio al mundo su
forma fundamental. El aire representa el intelecto, y psico-
16gicamente Vau indica el proceso mental de pasar desde
un prop6sito a un verdadero plan que lleve a la realizaci6n
del proyecto.
Finalmente, la segunda letra Heh -Tierra- representa
la creaci6n terminada, la cosa misma. En terminos religio
sos significa la materia, el universo ffsico, aquello que Dios
cre6 por mediaci6n de! proceso de las otras letras. En termi
nos humanos, significa la consumaci6n de! objetivo.
Tomemos el ejemplo de un poema, que no se puede ini
ciar sin un impulso hacia la poesfa y sin el deseo de expre
sar algo. Al mismo tiempo, un deseo tal no va a ninguna
parte a menos que podamos escoger un tema determinado.
En cierto sentido
. ' el tema «recibe» el impulso de escribir.
22
Aun asf, el poema jamas se realizara a menos que trabaje
mos sobre el, valiendonos de! intelecto y escribiendo varios
borradores para resolver los problemas que plantean las
imagenes, el ritmo, etc. Finalmente, el proceso acaba cuando
podemos tener ante los ojos el poema terminado y darselo
a leer a otros. Un poco de reflexion nos demostrara que la
misma evoluci6n se da respecto de cualquier acci6n, ya sea
construir una casa, fabricar vino o hacer el �mor.
Es obvio que el ultimo elemento, Tierra, esta un tanto
aparte de los otros. El matematico y ocultista P. D. Ous
pensky ha expresado esta relaci6n en el diagrama siguiente:
AIRE
24
creencia ocultista en que la contemplacion de ciertos dise
fios geometricos tiene efectos sobre el cerebro. De modo
similar, la union meditativa con determinadas cartas de los
cuatro palos nos aportara experiencias que van mas alla de
los significados especfficos de los naipes.
Son estas las cartas que yo llamo Portales, debido a la
forma en que nos abren una senda que va desde el mundo
ordinario al nivel interior de las experiencias arquetfpicas.
Cada palo posee por lo menos uno de estos naipes, y donde
hay mas es en los Pentaculos. T odas ellas comparten ciertas
caracterfsticas: significados complejos y con frecuencia con
tradictorios, y una Extrafieza mftica que ninguna interpreta
ci6n alegorica puede penetrar de! todo. Al escoger ciertas
cartas para que desempefien esta funcion no intento dar a
entender que otras no puedan hacerlo, sino solamente que
segun mi experiencia estas cartas, en particular, actuan de
esa manera.
En ocasiones, la Extrafieza de un Portal se hallara en la
superficie, pero en otros naipes solo se pone de manifiesto
despues de haber analizado intelectualmente la carta. Estos
ultimos casos demuestran algo muy importante, a saber,
que las percepciones externas e internas no se oponen entre
sf, sino que mas bien se refuerzan. La mejor manera de
aproximarse a una carta Portal es empezar por el conoci
miento de los significados literates y simbolicos de! naipe.
Cuando los hayamos recorrido hasta donde ellos puedan
llevarnos, llegaremos a la senda de la Extrafieza que per
mite trascenderlos.
El Tarot demuestra muchas cosas, algunas de ellas muy
inesperadas. Estas cosas emergen mediante la interpreta
ci6n de las imagenes de sus naipes, nuestra union con
dichas imagenes en la meditacion, y tambien mediante la
vision de las combinaciones que se forman en las lecturas.
Si se las toma por separado, las cartas de los Arcanos Me
nores nos presentan un vasto panorama de las experiencias
humanas. Juntas, y en union con las arquetfpicas cartas
Mayores, nos conducen a un conocimiento cada vez mas
amplio de la cambiante maravilla que es la vida.
25
LOS ARCANOS MENORES
1
Las Varas
29
mediante la meditaci6n y el ejercicio, hacen que se eleve la
kundalini, o fuerza espiritual, experimentan este ascenso
como un gran calor que sube por la columna vertebral.Y en
el mundo entero, los chamanes demuestran su poder espiri
tual convirtiendose en senores de! fuego, danzando entre
las llamas o llevando brasas ardientes en la boca.
El fuego representa la esencia vital de la vida, que anima
nuestro cuerpo. Sin el nos convertimo� en cadaveres. El
famoso fresco de la Creaci6n, de Miguel Angel, nos muestra
una chispa que pasa del dedo de Dios al de Adan. Para des
cribir los cambios qufmicos que sufre la comida en el est6-
mago decimos que el cuerpo «quema combustible». El fuego
simboliza la energfa misma de la existencia. Porque se eleva,
tendiendo constantemente hacia lo alto, el fuego repre
senta el optimismo, la confianza, la esperanza. Para dar a
los seres humanos un toque de inmortalidad e inmunizarlos
ante las amenazas de aniquilaci6n de Zeus, Prometeo dio a
los hombres el fuego.
Como los Arcanos Menores se ocupan principalmente
de la variante externa de la experiencia, las Varas tienden a
ensenar c6mo se muestra el fuego interior en la vida ordi
naria. Ademas de! conocimiento especffico que de el se ob
tiene, un estudio de los Arcanos Menores demuestra c6mo
la experiencia terrenal se deriva de una base espiritual.
Las Varas, pues, representan antes que nada el movi
miento. Ya sea que pierdan o que ganen, las Varas estan en
una pugna constante, no tanto a causa de problemas u ob
jetivos reales, sino por simple amor al conflicto, a la ocasi6n
de usar toda esa energf a. En cuestiones de negocios, las
Varas representan el comercio y la competencia; en amor
simbolizan el romance, la declaraci6n amorosa, el acto de
conquista de un enamorado, antes que la propia emoci6n
amorosa. Las Varas nos inducen a encarar la vida activa
mente y con ilusi6n.
Cuando el exito de las Varas es demasiado, como suce
de con el Rey o con la figura de! naipe Dos, puede adue
narse de ellas la melancolfa, porque las recompensas del
exito pueden inmovilizarlas. En otros momentos, como con
30
el Nueve o el Diez, hacen que el habito de pelear o de asu
mir todos los problemas las ciegue para otras alternativas
mas pacfficas.
Sin embargo, la influencia de las Varas nos muestra sobre
todo gente que gana sus batallas. Mediante las Varas en
contramos el Camino hacia el Espfritu en el movimiento, la
acci6n, el vivir por el gozo de vivir. Encuentran su expresi6n
mas poderosa en el Cuatro, al salir danzando de la ciudad
amurallada para celebrar el poder vivificante del Sol.
Y sin embargo, con toda esa energfa vitalizadora que se
expresa en el poder del Sol para extraer, literalmente, la
vida de la tierra, el fuego tambien destruye. Si no se la con
trola y se la dirige, esa energfa calcina el mundo. Por eso
vemos que todas las cartas cortesanas de \(aras estan, de pie
o sentadas, en un desierto. A pesar de su optimismo y de su
avidez, las Varas necesitan la influencia suavizante de las
Copas, porque sin agua, el sol de! verano no aporta mas
que sequfa. De las Copas proviene, pues, un sentido de pi:o
fundidad, asf como la capacidad de sentir y no solo de ac
tuar. De las Espadas obtenemos un sentimiento de planifica
ci6n y direcci6n para toda la energfa. De las Espadas pro
viene tambien una conciencia del dolor y de! sufrimiento,
que equilibra el optimismo de las Varas y su espfritu de con
quista. Y de los Pentaculos nos viene un sentimiento de
estar arraigados en el mundo real, una capacidad de disfru
tar de la vida y no solamente de triunfar sobre ella.
31
Figura 1
El Rey
32
de que se pueda decir de alguien «Es la Reina de Varas»,
creyendo que asf se resume la vida de la persona. Alguien
puede pasar durante un mes por una fase de Reina de Es
padas, y al mes siguiente convertirse en un Caballero de
Copas, o bien tener simultaneamente ambas vivencias en
diferentes aspectos de su vida.
Un rey es un gobernante, responsable de! bienestar de
la sociedad. En el mazo Rider los cuatro Reyes llevan deba
jo de la corona lo que Waite llama uncap of maintenance*.
Tradicionalmente, al rey le corresponde la responsabilidad
de! mantenimiento [maintenance] de su pueblo. Por consi
guiente, todos los Reyes representan al mismo tiempo el
exito (porque el rey, finalmente, es supremo) y la responsa
bilidad social.
El Rey de Varas expresa estas cualidades en los termi
nos que le marca su palo. Indica una persona de mentali
dad fuerte, capaz de dominar a otros mediante su fuerza de
voluntad. Su poder se deriva de una s6lida fe en su propia
justicia. El sabe la verdad; sabe que su metodo es el mejor, y
considera simplemente natural que los demas lo sigan.
Al mismo tiempo, muestra la energfa de las Varas con
trolada y convertida en proyectos utiles o en carreras a largo
plazo. La naturaleza aventurera de las Varas puede hacer
que un persona asf se sienta inc6moda en este papel. El
Rey se inclina hacia adelante en su trono, como si quisiera
levantarse de un salto para correr en busca de experien
cias nuevas.
Es sincere por naturaleza, ya que no ve raz6n para men
tir ni valor en las mentiras. Es positivo y optimista por la
misma raz6n; la energfa de las Varas arde con tanta fuerza
en el que no entiende por que nadie habrfa de expresar
actitudes negativas.
Una personalidad tan fuerte puede mostrar tendencia a
la intolerancia; es incapaz de entender la debilidad o la de
sesperaci6n, porque son cosas de las que el mismo no ha
*Gorro que solfa usarse como sfmbolo de dignidad oficial o alto rango.
(N. de la T.)
33
tenido experiencia. Este !ado impaciente del Rey podrfa de
finirse con el lema: «Si yo puedo, tu tambien.» En cierta
ocasi6n, en una lectura, vi una expresi6n muy justa de lo
que se solfa Hamar «la brecha generacional»: el Rey de Varas
y el Loco, ambos llenos de energfa, y sin embargo, uno de
ellos es la esencia de la responsabilidad, y el otro la pura
imagen de! instinto y de la libertad.
Dos sfmbolos dominan la carta: el le6n, emblema de
Leo, y la salamandra, un lagarto legendario del que se crefa
que viyfa en el fuego. Los dos representan lo terrenal y lo
espiritual, ya que mientras que Leo indica los rasgos de per
sonalidad que pertenecen al Fuego, la salamandra era uno
de los sf mbolos favoritos de los alquimistas. En su mejor
aspecto, el Rey es el senor de! Fuego creativo. Con su sen
tido de! compromiso social, lo ha domesticado y puesto a
nuestro servicio. Observese que las salamandras que ador
nan el manto se muerden la cola. El cf rculo cerrado significa
madurez y completamiento. Comparese esta imagen con la
t(mica del Caballero, donde la boca de las salamandras no
Jes llega a la cola.
Invertida
Cuando invertimos una carta alteramos en algun sentido su
significado principal, como si el impacto original se hubiese
bloqueado o vuelto a canalizar, o en algunos casos, como si
hubiera sido liberado. Algunos comentaristas del Tarot pre
fieren hacer caso omiso de los significados invertidos, y es
verdad que en la meditaci6n o en la actividad creativa con
sideramos generalmente todas las cartas como si estuvieran
en posici6n normal. Pero para las consultas o el estudio, los
significados invertidos duplican con creces los significados
posibles en el rnazo. Al mostrarnos el naipe desde un angulo
diferente, nos clan una comprensi6n mas amplia de lo que
este realmente significa.
En una lectura, si una carta cortesana se refiere a una
persona especffica (por su tipo ffsico, digamos, mas bien
que por las cualidades de] naipe), al aparecer invertida indica
que esa persona esta perturbada o bloqueada, o quiza que
34
tiene una influencia negativa sobre el sujeto. Por otra parte,
si consideramos las cualidades de la carta, cuando esta in
vertida muestra dichas cualidades alteradas.
En posici6n normal, el Rey nos muestra a alguien pode
roso e imponente, que sin embargo suele ser intolerante
con las debilidades ajenas. Si esta invertida, la carta nos
muestra ese fuego natural despues de que ha tropezado
con obstaculos e inconvenientes que podrfan haber asus
tado o volcado hacia el cinismo a una persona menos ener
gica. Pero como el es el Rey de Varas, no pierde su fuerza
sino que la atempera, muestra mas comprensi6n hacia los
otros y, al mismo tiempo, se endurece en su actitud hacia la
vida, que ya no se le aparece como una contienda tan fa.di.
Aquf es muy adecuada la formula de Waite:. «Bueno pero
severo, austero a la vez que tolerante.»
Figura 2
La Reina
35
poco inacci6n, sino que el elemento se ha traducido en sen·
timiento y comprensi6n.
Repitamos que no hay por que aplicar estas cualidades
solamente a las mujeres. Si en una lectura vemos que la
Reina identifica a una persona s6lo por el tipo ffsico, enton·
ces naturalmente la Reina significa una mujer. Pero si de
seamos aplicar las cualidades simb6licas a alguien, enton·
ces cualquiera de las cartas cortesanas puede representar
una mujer o un hombre. Y aparte de las lecturas, la Reina
de Varas representa una apreciaci6n determinada de la
vida.
En contraste con la ansiedad y la impaciencia de! Rey, la
Reina ocupa su trono como si estuviera plantada en el. Su
corona esta en flor, el vestido es de! color del sol. Entre
todas las Reinas, ella es la t'.inica que esta sentada con las
piemas separadas, como signo de la energfa sexual. Mues·
tra una apreciaci6n de la vida muy propia del Fuego, ca.Iida
y apasionada, muy s6lidamente puesta en el mundo. Como
el Rey, es sincera y directa; para ella no tienen sentido el
engafio ni la mala fe. Mas sensible que el Rey, se permite
amar la vida y al pr6jimo, y considera que el control y la
dominaci6n no tienen mas valor que el cinismo.
Un gato negro vigila el trono. En el folklore cristiano, el
Diablo dio a una bruja un gato negro para que la salvaguar
dara de ataques. Aquf, el significado es menos melodrama
tico. A veces, si una persona ama la vida, parece que el
mundo le respondiera, protegiendola de dafios y proporcio
nandole experiencias jubilosas. No somos capaces de enten
der c6mo sucede ta! cosa sin alcanzar el complejo conoci
miento interior del universe que simbolizan las ultimas car·
tas de los Arcanos Mayores. Sin embargo, es algo que puede
suceder, y el gato negro nos muestra esta respuesta de la
naturaleza a alguien que se aproxima a ella inundado de
fogoso jubilo.
lnvertida
Como sucedfa con el Rey, cuando la Reina aparece inver·
tida muestra la reacci6n de una persona asf ante la contra-
36
riedad y el dolor. La naturaleza basicamente buena y las
actitudes positivas de la Reina, lo mismo que su energfa, la
vuelven inapreciable en situaciones de crisis o desastre. Po
demos ver en ella el tipo de persona que se hace cargo de
llevar una casa cuando sus habitantes pasan por un memen
to de crisis, y que al mismo tiempo les ofrece consejo, ayuda
y apoyo emocional, todo ello como fruto de un impulso
natural y no de un sentimiento del deber.
Al mismo tiempo, esta naturaleza bondadosa exige que
la vida le responda de manera positiva. Demasiados desas
tres o una oposici6n demasiado encamizada de la vida (y el
punto debil de estas personas puede ser la tendencia a con
siderar que la vida es «injusta») suelen hacer que aflore una
vena peligrosa: la persona puede amargarse, empezar a
mentir, ser infiel o ponerse celosa.
Figura 3
El Caballero
37
de cada elemento. Al mismo tiempo, los Caballeros carecen
de la seguridad y la estabilidad de los Reyes y las Reinas.
Porque el Fuego mismo simboliza el movimiento el Ca
ballero de Varas muestra esta cualidad en forma e;trema.
Dicho con palabras de algunos comentaristas, es «Fuego de
Fuego» o «Fu ego exaltado». Representa la ansiedad, la ac
ci6n, el movimiento por el movimiento mismo, la aventura y
los viajes. Sin alguna influencia que la ate a la tierra, toda
esta excitaci6n puede disiparse mientras el Caballero intenta
volar en todas las direcciones a la vez. En conjunci6n con
un sentimiento de finalidad y con la ayuda de alguna in
fluencia de Aire en la planificaci6n, el Caballero de Varas
puede proporcionar la energfa y la confianza en sf mismo
necesarias para un logro importante.
Observese que las salamandras de su tunica no se muer
den la cola, lo que simboliza una acci6n incompleta, planes
que no llegan a cobrar forma. En contraste con el Rey, el
Caballero no ha hecho mas que iniciar sus aventuras.
lnvertida
Imaginemonos al joven Caballero. A diferencia del guerrero
experimentado, el joven busca el combate a la menor opor
tunidad, porque necesita demostrar -y demostrarse- su
· coraje y su fuerza. Y sin embargo, es facil desmontarlo de su
caballo. Al no haberse puesto a(m a prueba, toda esa ansia
esta tenida de cierta fragilidad. La oposici6n lo confunde, e
incluso es causa de que sus grandes proyectos se desplo
m�n estrepitosamente en torno de el. Como espera que
todo caiga ante el, es probable que se encuentre basica
mente en desarmonfa con las personas o las situaciones
que lo rodean. Sus acciones se ven interrumpidas a medida
que se encuentra con que su naturaleza basicamente buena
no concuerda con las personas y las situaciones. En una lec
tura, por lo tanto, el Caballero invertido es sfmbolo de con
fusion, proyectos que se desvfan, colapso y desarmonfa.
38
Figura 4
El Paje
39
lnvertida
Mas calmo que el Caballero, al Paje los problemas no lo
sacuden tanto, pero sf lo sumen en la confusi6n y la indeci
sion. Su ansia por comenzar tropieza con complejidades,
cuando no con una oposici6n directa que lo deja asustado
e incapaz de expresarse. Como sus cualidades basicas son
la simplicidad y la fidelidad (observese que muchas de las
salamandras de su traje estan cerradas, lo que no significa
proyectos terminados como en el caso del Rey, sino mas
bien una simple integridad del ser), cuando esta indeciso
puede mostrarse inestable y debil. La persona a quien apunte
esta carta necesita ya sea alejarse de la complejidad o bien
alcanzar la madurez suficiente para enfrentarse con ella. La
indecision continuada no puede conducir mas que a un
mayor debilitamiento de la resoluci6n y de la confianza en
sf mismo.
Figura 5
El Diez
40
de Ia falta de prop6sito y de plan, pero tambien de! placer
secreto que las Varas obtienen de cualquier contienda.
El Diez nos muestra, superficialmente, la imagen de una
persona cargada y oprimida por la vida, y especialmente
por la responsabilidad. La avidez propia de las Varas la ha
llevado a complicarse en tantas situaciones que ahora, pa
rad6jicamente, esa misma energfa esta aplastada por los
compromisos y los problemas. El hombre quiere ser libre de
viajar, de buscar la aventura y compromisos nuevos, pero
en cambio se encuentra, como el joven universitario de un
barrio periferico, atrapado en una red de responsabilidades
interminables -financieras, familiares, laborales- que el
mismo se ha creado. Y no es que lo haya planeado; todo
eso creci6 en torno de el.
Vemos aquf el gran problema de las Varas. La energfa
del Fuego actua sin pensar, aborda problemas nuevos sim
plemente porque estos la estimulan. Pero esas situaciones y
responsabilidades no desaparecen cuando la persona se
aburre de ellas y quiere pasar a algo nuevo. Se mantienen, y
son capaces de anegar el fuego que pareci6 conquistarlas.
En las situaciones emocionales, la carta nos muestra a la
persona que carga con todo el peso de una relaci6n. Hom
bre o mujer, y sean cuales fueren los problemas, los conflic
tos y la insatisfacci6n, es ella quien intenta suavizarlos. Con
la espalda inclinada, se esf uerza por mantener en marcha la
relaci6n, en tanto que probablemente, la(s) otra(s) perso
na(s) ni reconoce(n) siquiera lo que esta pasando.
Tanto en las situaciones practicas como en las emocio
nales, la persona ha asumido sobre sf la carga. Es ella -o
el- quien ha creado la situaci6n, y es necesario que se de
cuenta de que todavfa son posibles otras formas de abor
darla. En situaciones asf, es probable que las cargas no sean
de! todo reales, o por lo menos que se las pueda evitar; de
hecho, pueden servir como excusa para no hacer nada real
mente constructivo, como podrfa ser apartarse de una si·
tuaci6n negativa.
41
Invertida
Como muchas cartas, esta tiene mas de un significado posi
ble, especialmente cuando esta invertida. En una lectura es
P?sible determinar parcialmente el significado mas apro
p1ado (aunque a veces puede ser valido mas de uno, como
en el caso de una opci6n) por mediaci6n de las otras cartas
yen parte tambien mediante una intuici6n que solo pued�
desarrollarse con la practica. En el estudio, esta diversidad
de significados demuestra el hecho de que una situaci6n
puede cambiar de multiples maneras.
En el caso mas simple, el Diez de Varas invertido indica
que las cargas se han incrementado en numero yen peso,
hasta ta! punto que pueden aplastar, ya sea ffsica o emocio
nalmente, a la persona. Al mismo tiempo, el naipe puede
significar que la persona se ha liberado de las cargas (quiza
porque se le habfan hecho excesivas para soportarlas). A
partir de aquf, la situaci6n vuelve a ramificarse. El o la con
sultante, tarroja los palos porque se ha dado cuenta de que
puede usar para mejor fin la energfa? tO solamente se re
bela contra las responsabilidades, sin hacer en realidad nada
constructivo? Una mujer a quien una vez le hice una lectura
describi6 la situaci6n como cuesti6n de tirar los palos hacia
adelante o hacia atras. Si los tiramos hacia atras, intentamos
seguir una direcci6n nueva; tirarlos hacia adelante, en cam
bio, significa que volveremos a recogerlos y seguiremos
avanzando penosamente por el mismo camino.
42
Figura 6
El Nueve
43
Invertida
Nuevamente, alternativas. En primer lugar, la defensa falla.
Los obstaculos y los problemas crecen demasiado para que
el, con su fuerza, pueda mantenerlos a raya. Existe, sin em
bargo, otro significado: ir en busca de un enfoque diferente.
No debemos dar por sentado que la carta nos aconseja
siempre que abandonemos la lucha. Abandonar la actitud
defensiva significa correr un gran riesgo, porque, Lque su
cede si los problemas que hemos mantenido a distancia
durante tanto tiempo se precipitan sobre nosotros? El con
texto lo es todo, y en ocasiones el contexto exige esos horn
bros poderosos y esos ojos penetrantes. Y sin embargo, ob
servese cuanta energf a desperdicia la persona en el simple
hecho de mantenerse tensa y dispuesta para el combate. En
consultas especfficas, las verdaderas implicaciones de este
naipe solo pueden aclararse viendo como se combina con
las otras cartas.
Figura 7
El Ocho
44
imagen de un viaje que toca a su fin, o de cosas que se com
pletan. Cuando el Fuego encuentra su objetivo, los proyec
tos y las situaciones llegan a un final satisfactorio. Las Varas
han llegado a tierra. Por consiguiente, la imagen de esta
carta implica la adicion de Pentaculos como fundamento de
la energfa de las Varas.
Con disposicion romantica, Waite las llama «flechas de
amor». Podemos verlo especialmente con un significado de
acci6n que se emprende en un contexto amoroso o de se
duccion, o de declaraciones formuladas y aceptadas.
Invertida
Si esta dada vuelta, la imagen pasa a ser de continuidad, de
una situaci6n en que nada finaliza, especialmente cuando
se desea un final. Una situacion o actitud que simplemente
se mantiene sin que se aviste conclusion alguna. Si no se
puede evitar una situacion asf, entonces es bueno recono
cerla y aceptarla, en vez de permitir que nos cause frustra
ci6n o decepcion. Por otra parte, hay ocasiones en que no
sotros mismos podemos producir esa calidad «de estar en el
aire», esperando que una situacion siga sin resolverse. Una
de las posiciones mas importantes en una lectura es la que
se llama «Esperanzas y Temores»; con mucha frecuencia,
resulta ser una profecfa que se autorrealiza.
Las flechas de amor, cuando estan invertidas, se con
vierten en flechas de discusi6n y de celos. Los celos pueden
provenir de la incertidumbre y de la confusion, tanto en
nuestros sentimientos como en los de la otra persona.
45
Figura 8
El Siete
lnvertida
Tai como lo sugiere la imagen, la persona esta usando la
excitaci6n del conflicto para superar la incertidumbre y la
depresi6n. La carta invertida indica estar sumido en la an
siedad, la indecision, la confusion. En la posici6n normal,
46
expresaba no tanto que el sujeto tuviera el control de su
vida como que consegufa «mantenerse a flote» sobre ella.
En la posici6n invertida, ya no puede seguir postergando
las contradicciones. Por encima de todo, la carta previene
contra la indecision, y sugiere que, si la persona puede dar a
la acci6n un rumbo definido, la natural confianza en sf
mismo de las Varas volvera a superar las ansiedades y los
problemas extemos.
Figura 9
El Seis
47
victoria. El optimismo produce, precisamente, el exito que
espera y desea.
Con frecuencia, aunque no siempre por cierto, se re
quiere solamente una autentica fe en nosotros mismos para
encontrar la energfa necesaria para realizar lo que quere
mos. Es mas, es esa fe lo que ha de inspirar a nuestros se
guidores. El Seis (de cualquier palo) tiene que ver con la
comuI)icaci6n y los clones. Aquf, las Varas otorgan a la gen
te que las rodea la fe que el Fuego tiene en la vida.
lnvertida
El verdadero optimismo crea la victoria. El falso optimismo,
que encubre nuestras dudas con la fanfarronerfa o el autoen
gano, conduce al miedo y a la debilidad. La actitud que
muestra la carta cuando esta en posici6n normal no puede
ser fingida, porque cuando el optimismo no funciona se
convierte en su opuesto: en derrotismo, en la sensaci6n de
que los enemigos nos abrumaran, o de que la vida -o una
persona determinada- habra de traicionarnos de alguna
manera. Esta actitud se convierte con demasiada frecuencia
en una prof ecfa que se autorrealiza, porque la sospecha
puede inducir a la traici6n.
48
Figura 10
El Cinco
. Invertida
En posici6n normal, la incitante competici6n lleva implfcito
un sentimiento de las reglas y del juego limpio, porque sin
acuerdos cono.cidos se vuelve imposible hacer de la pugna
un juego. Invertido, el naipe indica que se abandonan las
reglas, que de hecho la batalla ha asumido un caracter mas
grave y peligroso. El sentimiento de! juego se convierte en
amargura o desilusi6n en la medida en que los participan-
49
tes tratan efectivamente de hacerse dano unos a otros. La
actitud de! Fuego, especialmente cuando no se ve fortale
cida por la comprensi6n y la prudencia de las Espadas, exi
ge que la vida responda positivamente y que no muestre su
aspecto mas cruel. El Cinco de Varas invertido vuelve a
traer a la memoria aquello de «el fuego se ha extinguido».
El Cuatro
. 50
Salen de una ciudad amurallada en busca de la enra
mada abierta, 0 dicho de otra manera, SU espfrltu y SU CO•
raje los llevan de una actitud defenslva a otra de apertura.
Podemos contraponer esta Imagen a la de la Torre {figura
1 lb). Las dos figuras del Arcano Mayor estan vestidas de
manera muy similar (incluso en lo que se refiere a las tuni·
cas azul y roja) a las dos que aparecen en el Cuatro · de
Varas. En sus significados menos esotericos, la Torre mues
tra la explosion que resulta cuando la gente deja que una
situaci6n represiva o desdichada se mantenga hasta alcan·
zar un nivel intolerable. En el Cuatro de Varas, el optlmismo
y el amor a la libertad llevan al pueblo, unido, a salir de su
ciudad amurallada antes de que esta se !es convierta en una
prisi6n como la Torre.
Invertida
Waite dice que esta carta no cambia aunque este al reves. El
jubilo es tan poderoso que no se lo puede bloquear. Pero
igualmente podrfamos afiadir que el Cuatro invertido segu·
ramente indica, como el Sol en los Arcanos Mayores, que la
felicidad en el ambiente no es tan obvia. Como sucede con
la familia de! Diez de Pentaculos, es probable que las perso
nas que este naipe simboliza necesiten aprender a apreciar
lo que tienen. Existe otra posibilidad: que la felicidad en el
medio que rodea a la persona sea fuerte, pero no ortodoxa,
por lo menos en relaci6n con las actitudes y expectativas de
otras personas.
51
Figura 12
El Tres
52
hacer las paces con sus recuerdos, que son como barcos
que atraviesan un ancho rfo para despues salir al mar. El sol
poniente, sfmbolo de satisfacci6n, ilumina el rfo -que sim·
boliza la vida emocional de una persona- con una ca.Iida
luz dorada.
En el Tres de Varas vemos la primera de las cartas Por·
tales (el palo de Varas, con su enfasis puesto en la acci6n,
contiene menos de estas cartas «intimistas» que cualquiera
de los otros). Metaffsicamente, el mar siempre ha suscitado
en los seres humanos la sensaci6n de la vastedad y de! mis·
terio <lei universe, mientras que los rfos simbolizan la expe·
riencia de! ego al disolverse en ese inmenso Mar. Los bar·
cos representan aquella parte de nosotros que se aventura
en la experiencia profunda, en tanto que el hombre expresa
la importancia de haber echado rafces en la realidad ordi
naria antes de intentar ningun tipo de viaje metaffsico. Esta
explicaci6n esquematica no nos da mas que una debil som
bra intelectual de los verdaderos significados de! naipe. Un
significado que aflora en la experiencia de unirnos con la
imagen hasta que las naves nos lleven a los ambitos desco
nocidos de! sf mismo, de! ser interior. Significativamente, es
la adici6n de! Agua y la Tierra -en la forma de! mar y de la
roca- lo que encamina las imagenes hacia el maximo po·
tencial de! Fuego. Pero, pese a ello, la cualidad especial de
este Portal -la de la exploraci6n de lo desconocido- per
tenece al Fuego.
lnvertida
Varies significados reflejan la compleja naturaleza de la car·
ta en posici6n invertida. Por una parte, puede aludir al fra
caso de cualquier «exploraci6n» o proyecto (ya sea practice
o emocional), debido a «tormentas», esto es, a problemas
mayores de lo que habf amos previsto o esperado. Pero ad e
mas puede significar llegar a interesarnos en nuestro medio
despues de un perfodo de distanciamiento y reflexion, pues
la imagen en posici6n normal transmite cierta sensaci6n de
aislamiento. Finalmente, puede indicar que a uno le pertur·
ban los recuerdos.
53
lI.
Figura 13
El Dos
54
Invertida
Aquí encontramos una de las mejores formulaciones de
Waite: «Sorpresa, maravilla, encantamiento, turbación y
miedo.» Todos estos términos describen a alguien que de
un salto se precipita directamente en la experiencia nueva.
Cuando dejamos atrás las situaciones seguras y los éxitos
pasados para adentrarnos en lo desconocido, liberamos
tanta emoción y energía que no podemos evitar ni la mara
villa ni el encantamiento ni tampoco el miedo que a ambos
acompaña. El naipe habla muy especialmente a las perso
nas que han vivido durante largo tiempo en alguna situa
ción desagradable o insatisfactoria, y que finalmente deci
den hacer un cambio en forma imprevista.
Figura 14
El As
55
mos causarlas ni producirlas por medios normales; nos lle
gan como manos que salieran de las nubes. Sólo llegando a
los supremos estados de conciencia que nos muestran las
últimas cartas de los Arcanos Mayores podemos entender
las fuentes de esas irrupciones de energía elemental, pero
en las situaciones ordinarias basta con que sepamos experi
mentarlas y apreciarlas.
En los inicios de una situación, ninguna carta podría se
ñalar mejor comienzo. El As da disposición favorable y fuer·
za. Al mismo tiempo, es una carta que enseña humildad,
porque nos recuerda que en última instancia no hemos he
cho nada, moralmente, para merecer el optimismo y la so
breabundancia de energía que a veces nos permiten supe
rar a los demás.
Invertida
Un As invertido implica en cierto modo el fracaso de esa
experiencia primaria. Esto puede significar simplemente que
la situación se vuelve en contra de nosotros o bien, espe
cialmente con las Varas y las Espadas, que se nos hace im·
posible aferramos a esa fuerza y usarla de manera benéfica.
Por consiguiente, el As de Varas invertido puede significar
el caos, cosas que se desmoronan, ya sea porque simple
mente todo ha salido así o porque nosotros lo hemos echa
do a perder con demasiada energía mal dirigida. Esto puede
suceder en un nivel práctico, por exceso de actividad, por
comenzar demasiadas cosas nuevas sin consolidar los lo
gros pasados; en el emocional, por haberse confiado excesi
vamente en la amistad o simplemente por ser despótico; o,
finalmente, en el sexual, por la negativa a dominar un ape
tito sexual demasiado fogoso.
Waite incluyó una lectura mucho más suave para el As
de Varas invertido: «Alegría que se nubla.» Entonces, este
naipe se vuelve como el Cuatro o el Sol; la maravilla y la
felicidad existen aun cuando nosotros no podamos, o no
queramos, verlas ante nosotros.
56
2
Las Copas
57
una generosa mezcla de estos dos primitivos opuestos.
Esta paradoja llevó a los alquimistas y a otros estudiosos
a describir la transformación -que no es simplemente un
cambio, sino una evolución súbita de un estado fragmenta
rio a uno integrado- como una unificación del Fuego y el
Agua, que se muestra en la imagen del hermafrodita (en la
sociedad tradicional, con su identificación estricta del sexo
y del papel sexual, ¿qué símbolo de los opuestos podía
haber, más poderoso que el hombre y la mujer?) y, más sim
bólicamente, en la estrella de seis puntas. En esta antigua
imagen (muy anterior a su uso moderno como emblema del
judaísmo), el triángulo de Fuego, que apunta hacia arriba,
se une al triángulo de Agua, en equilibrio sobre el vértice,
para formar una imagen de la vida que se extiende en todas
direcciones· a partir de un centro unificado.
Como el agua en un río cambia constantemente, y sin
embargo el río mantiene siempre su carácter básico, los ríos
simbolizan el ser verdadero que se mantiene constante por
debajo de todos los cambios externos en la vida de una per
sona. Así, en tanto que el Fuego simboliza lo que hacemos,
el Agua representa lo que somos.
Todos los ríos van a dar a la mar. Por más que nuestro
ego insista en nuestra separación del resto de los vivientes,
nuestros instintos -el lado de Agua que todos tenemos
nos recuerdan nuestra armonía con el universo. La cultura
occidental ha puesto el acento en la idea del individuo como
algo único y separado del mundo. El Tarot no niega el ca
rácter peculiar del individuo -más bien insiste en él, subra
yando estrictamente la intransferibilidad de las lecturas
pero describe en cambio al individuo como una combina�
ción de elementos (una carta astrológica, con sus doce sig
nos y sus doce casas, nos enseña la misma lección). Y uno
de esos elementos sigue siendo la conexión básica de la
persona con el resto de la vida.
El palo de Copas muestra una experiencia íntima que
fluye en vez de definir, que se abre en vez de restringir. Las
Copas representan el amor y la imaginación, el júbilo y la
paz, un sentimiento de armonía y de maravilla. Nos mues-
58
tran que el amor es la Vía hacia el Espíritu; tanto el amor
que damos a los demás como el que recibimos de ellos, y de
la vida misma en sus momentos más felices.
En las ocasiones en que la vida exige acción, ya sea
emocional o física, las Copas representan el problema de la
pasividad. Todos los intentos de hacer algo, o de resolver
algún problema complicado, se disuelven en la vaguedad y
la apatía, o se quedan en sueños vacíos. Las Varas confie
ren energía a las Copas, las Espadas definen y orientan esa
energía emocional, ayudándole a entender las cosas (aun
que una tormenta de Aire agitará la disposición pacífica del
Agua), mientras que los Pentáculos vuelven a llevar las fan
tasías al nivel de los proyectos reales.
Figura 15
El Rey
59
ha tenido que disciplinarse hasta el punto de llegar a supri
mir sus sueños. El pez, símbolo de la creatividad, le cuelga
del cuello, pero no es más que un ornamento artificial. El
Rey ha orientado sus poderes creativos en busca de logros
socialmente responsables. Waite lo describe como un hom
bre «de negocios, de derecho, de religión». En cierto sen
tido, el Rey ha vencido a su palo; pero el agua necesita fluir,
no estar confinada.
Detrás de su trono, un pez vivo se eleva de un salto
entre las olas, señalando que la imaginación creativa se
mantiene viva aun cuando la hayamos relegado al último
rincón. De modo similar, su trono flota sobre el mar vivien
te, y sin embargo, el Rey no toca el agua (compárese con la
Reina, figura 16), lo que indica que su éxito se deriva en
última instancia de la creatividad, por más que él haya con
figurado su vida de tal manera que lo separe de, su propia
imaginación, juguetona y poética.
En su alcance extremo, la imagen hace pensar en alguien
que ha embalsado sus emociones y su imaginación. Mues
tra también, con más moderación, a una persona que ex
presa esas cualidades, pero no hace de ellas el centro de su
vida. La responsabilidad está antes que la expresión de sí
mismo.
El Rey no está mirando su copa; la sostiene de la misma
manera que sostiene el cetro, símbolo de su poder. Algunos
comentaristas ven en este Rey a una persona de emociones
perturbadas, incluso colérica y violenta, que habitualmente
suprime estos sentimientos hasta el punto de no tener con
ciencia de ellos, y que mantiene siempre un exterior calmo.
Esta interpretación proviene de la idea de que los reyes
representan el Aire y, consiguientemente, el Rey de Copas
es Aire de Agua, las emociones perturbadas del Aire cubier
tas por la influencia benigna del Agua.
En algunos contextos, especialmente artísticos, el Rey
asume un significado muy diferente. Como es el líder de su
palo, es capaz de simbolizar el éxito, el logro, la maestría y
la madurez en el trabajo artístico.
60
Invertida
Más complejo, y probablemente más perturbado que el Rey
de Varas, el Rey de Copas invertido tiende a la deshonesti
dad. Cuando está en posición normal, usa su creatividad
para su trabajo; invertido, orienta sus talentos al vicio o a la
corrupción. Los estafadores también se valen de la creativi
dad para progresar en su carrera, pero no diríamos de ellos
que son «responsables».
La carta puesta del revés puede significar que las emo
ciones violentas del Aire emergen de su calma exterior, de
bido quizás a la presión de los acontecimientos externos.
Visto desde un ángulo romántico, el Rey de Copas inver
tido puede apuntar a un amante -en ocasiones una mujer,
pero con más frecuencia un hombre- deshonesto y do
minante.
Finalmente, en relación con las artes el naipe invertido
puede sugerir que el logro de un artista ha resultado ser
insignificante, o que una persona no ha madurado todavía
y no tiene tras de sí una obra significativa. En una lectura,
este significado final se destacaría enérgicamente si la carta
apareciera en relación con ciertos Pentáculos invertidos,
tales como el Ocho o el Tres.
fi 1
Figura 16
La Reina
62
Waite describe la copa que la Reina tiene en la mano
como creada por ella misma. Es (independientemente de
lo que podamos pensar de su estilo) la más elaborada de
todas las Copas, y simboliza el logro obtenido mediante el
uso de la imaginación. Obsérvese que tiene forma de igle
sia. Hasta la edad moderna (y todavía hoy, en las culturas
más arcaicas), todas las formas del arte expresaban y glorifi
caban la experiencia espiritual. La Reina mira con fija inten
sidad la copa, mostrando el poder de la voluntad que dirige
y modela la fuerza creativa, sin suprimirla. Al mismo tiem
po, su mirada sugiere que la persona creativa deriva su ins
piración para la actividad futura de sus logros pasados.
Compárese la fiereza de su mirada con el aire soñoliento
del Caballero o con las nebulosas fantasías del Siete.
El poder de la voluntad por sí solo no llegará a unir la
imaginación y la acción. Únicamente el amor puede dar sig
nificado a las acciones de la Reina y realizar sus objetivos.
Estos objetivos no son simplemente creativos en el sentido
extricto del arte, sino en el otro, más amplio, de hacer algo
íntegro y vivo a partir de las oportunidades y de los elemen
tos que nos da la vida. Y pueden incluir metas emocionales,
especialmente la familia, porque si el Rey simboliza la socie
dad, la Reina -tanto para los hombres como para las mu
jeres- simboliza la familia.
Lo que es más importante es que en ella se unen con
ciencia y sentimiento. Sabe lo que quiere y dará los pasos
necesarios para conseguirlo. Y sin embargo, actúa siempre
teniendo en cuenta el amor.
Waite habla de «inteligencia amante y de ahí el don de
la visión», palabras que sugieren que una visión tan jubilosa
de la vida sólo puede llegamos como un don, pero el amor
puede abrimos a la recepción de ese don y permitirnos re
conocer su existencia. Con la inteligencia unida al amor
devolvemos el regalo, adueñándonos de la visión para hacer
con ella algo real y perdurable.
63
Invertida
En posición invertida, la Reina de Copas rompe esa unidad
de visión y acción. Vemos a una persona poderosa y con
ambiciones, que sin embargo es peligrosa porque no se
puede confiar en ella. El amor se ha perdido, y con él el
compromiso con valores más elevados que el propio éxito.
Si la persona se aparta un poco más del equilibrio, puede
llegar a la deshonestidad, e incluso a la depravación, por
que sus fuerzas creativas están lanzadas fuera de control.
El Caballero
65
parece a la Muerte {figura 17b), símbolo de transformación.
Si no se ve tironeado por la responsabilidad o el deseo, si va
en pos de una visión auténtica en vez de tratar de eludir los
compromisos externos, entonces el Caballero puede pene
trar muy profundamente dentro de sí mismo, convirtiendo
la energía que le es propia en una exploración de su propio
mundo interior.
Invertida
De diversas maneras vemos que el Caballero reacciona fren
te a las exigencias en aumento del mundo que lo rodea.
Ello puede significar simplemente que se anima a la acción,
o bien que sigue sus deseos más físicos. También puede
aludir a que una persona pasiva se ve empujada a la acción
o a un compromiso, y que eso no le agrada. Aun sin resis
tirse exteriormente, la persona puede rechazar esas exigen
cias. El resultado puede ser una muralla que se alza entre el
Caballero y las personas que le están haciendo asumir sus
responsabilidades. Esta actitud puede dar como resultado
una tendencia hipócrita o manipuladora y, en ocasiones,
mentiras y jugarretas.
66
Figura 18
El Paje
Invertida
En la posición normal hemos visto a una persona que de
jaba burbujear ante sí su imaginación. Como el personaje
no hace nada con ellas, sus fantasías no le traen problemas.
67
Pero si intenta actuar en función de ellas, pueden condu
cirle al error. Invertida, por tanto, la carta significa seguir
nuestras inclinaciones, actuar sin pensar o permitir que
nuestros deseos inmediatos nos seduzcan, especialmente si
van en contra de nuestro sentido común. Vemos el Paje
invertido cada vez que compramos algo que no necesita
mos y que, en realidad, ni siquiera queremos; lo vemos
cuando hacemos promesas que no podemos cumplir o asu
mimos compromisos que en realidad no significan nada.
En otras situaciones, si el Paje se refiere a una evolución
psíquica o a verdaderas visiones, cuando aparece invertido
nos muestra a una persona perturbada por ese tipo de vi
siones. Es probable que mucha gente, en nuestro mundo
racionalizado, se asuste ante el surgimiento súbito de talen
tos psíquicos -aun cuando hayan sido deliberadamente
buscados mediante un entrenamiento-. El Paje invertido
refleja ese miedo y nos recuerda que debemos calmarnos y
mirar tranquilamente el pez que se asoma de la copa que
somos nosotros mismos. En relación con Pentáculos, el
naipe indica la necesidad de que el consultante se afirme en
la realidad exterior para que no se vea arrastrado por sus
fantasías o visiones.
68
Figura 19
El Diez
69
valiosas de una situación. Este significado se relaciona es
pecialmente con las lecturas en que el Diez de Copas apa
rece en contraste con el Diez de Pentáculos.
Invertida
Hay aquí dos variantes básicas. Primero, toda la emoción se
vuelve contra sí misma. Alguna situación muy cargada, por
lo común de orden romántico o doméstico, se ha descami
nado y produce sentimientos violentos, de cólera o engaño.
En la práctica, el Diez invertido puede significar simple
mente que una persona no reconoce o no aprecia la felici
dad que la vida le ofrece.
Figura 20
El Nueve
70
nismo ante esta carta, quizá porque desea verse a sí misma
más allá de la superficialidad. En ocasiones, especialmente
después de haber pasado por problemas o por un período
prolongado de trabajo duro, nada puede venirnos mejor
que simplemente pasarlo bien.
Invertida
Por una vez, el significado de la carta invertida representa
una mayor toma de conciencia o, para decirlo con la fór
mula de Waite, «verdad, lealtad, libertad». En relación con
lo que significa la carta en posición normal, estas palabras
implican un rechazo de los valores superficiales, pero se
refieren también a situaciones muy enmarañadas u opresi
vas, en las que, siguiendo empeñosamente el hilo de la ver
dad, o manteniéndonos leales a nosotros mismos -o a los
demás, o a un propósito-, podemos alcanzar la victoria y
la liberación.
El Ocho
71
comienza (o termina) una serie de cinco cartas que se ocu
pan del problema que tiene el Agua con la acción. En esta
carta vemos a alguien que da la espalda a una doble hilera
de Copas, todas de pie, que simbolizan una situación que
no sólo ha sido fuente de felicidad, sino que sigue siéndolo
efectivamente. En contraste con el Cinco, todas las Copas
están en pie; ninguna ha sido volcada. Y sin embargo, la
persona sabe que ha llegado el momento de irse. La ima- ·
gen sugiere uno de los verdaderos usos del instinto del
Agua: la capacidad de percibir cuándo algo se ha termi
nado, cuándo es el momento de irnos, sin esperar a que
todo se seque o se desmorone a nuestro alrededor.
Vemos que la persona va trepando una colina, hacia un
terreno más elevado; ello implica pasar de una situación
menos significativa a otra que lo es más. Obsérvese la seme
janza de la persona con el Ermitaño (figura 21 b). Para lle
gar a alcanzar las alturas de la sabiduría del Ermitaño, debe
mos empezar por dejar a nuestras espaldas las cosas ordi
narias de la vida.
El Ermitaño nos recuerda que la imagen de la tierra no
significa necesariamente acción o compromiso en el sen
tido ordinario, sino que puede sugerir casi lo opuesto: es
decir, un retraimiento de la actividad externa para buscar
una mayor conciencia de sí mismo. Al principio, parece que
la escena tuviera lugar de noche; pero cuando miramos
mejor, vemos que en realidad representa un eclipse, en que
la luna pasa a través del sol. Una fase de la luna, esto es, un
período de percepción interior, ha prevalecido sobre la acti
vidad dirigida desde afuera. Al unir la imaginería lunar a
una escena de movimiento, la carta nos enseña que cultivar
un sentimiento más profundo de sí mismo es también una
acción. Recuérdese que el Ermitaño, al invertir la polaridad
sexual de la Suma Sacerdotisa (véase el libro sobre los Arca
nos Mayores), combina la acción y la intuición en un pro
grama preciso de conocimiento de sí.
Ya sea que interpretemos la figura en el sentido de que
se aleja del mundo o de que se acerca a la acción, la carta
simboliza el abandono de una situación estable. En su nivel
72
más profundo, esta carta actúa como un Portal, similar en
ciertos sentidos al Tres de Varas. Ambas elaboran la imagen
de un viaje hacia lo desconocido, pero mientras que la carta
de Fuego es atraída hacia el Agua, la carta de Agua es
�traída hacia el Aire. El Tres de Varas descompone el ego y
libera el espíritu de investigación, mientras que el Ocho de
Copas avanza desde la vaguedad del Agua hacia el conoci
miento específico de los principios abstractos, simbolizado
por el ascenso a la montaña del Ermitaño.
Invertida
En ocasiones, el Ocho invertido indica simplemente la ne
gación de la imagen básica de la carta: una negativa a aban
donar alguna situación, una determinación a aferrarnos
aun cuando en lo profundo de nosotros mismos sepamos
que hemos recibido todo lo que podíamos recibir de ella.
Tal descripción caracteriza a muchas relaciones.
Generalmente, sin embargo, la carta invertida mantiene
su cualidad de percepción y de respuesta correcta. Significa
que el momento de partir no ha llegado, que la situación
seguirá brindándonos júbilo y teniendo sentido.
Una última posibilidad: la timidez, el abandonar una si
tuación porque a la persona le falta valor para proseguir en
ella y sacarle todo el partido posible. Mucha gente hace de
esta actitud una pauta en su vida; inician relaciones, traba
jos, proyectos, etc., y después huyen de ellos, ya sea cuando
surgen dificultades o cuando llega el momento de un com
promiso auténtico.
73
Figura 22
El Siete
Invertida
Esta carta, invertida, significa una determinación a hacer
algo con los sueños. No significa rechazar las fantasías, sino
más bien hacer algo con ellas.
74
Figura 23
El Seis
75
podría ser un miembro de la familia, un estudiante o un
amigo.
Invertida
Como el Siete, el Seis invertido indica un movimiento hacia
la acción. Específicamente, alude a mirar más bien hacia el
futuro que hacia el pasado. Las dos cartas invertidas son
muy similares; la'diferencia es que el Seis muestra una acti
tud, en tanto que el Siete indica pasos que se dan efectiva
mente.
En otras ocasiones, según cuál sea el significado en posi
ción normal, el Seis invertido indica recuerdos perturbados
(compárese con el Tres de Varas invertido), o un senti
miento de alienación frente al pasado. También puede
mostrar el colapso de una relación basada en que una de
las personas proteja o enseñe a la(s) otra(s).
Figura 24
El Cinco
76
dida. La imagen representa sufrimiento, pero también acep
tación. Tres copas yacen derramadas, pero dos permane
cen en pie, aun cuando por el momento la figura se concen
tre sobre las otras tres. En las lecturas he visto con frecuen
cia que esta carta se vincula ya sea con el Tres de Copas en
cuanto felicidad o esperanza que ha fracasado, o si no, con
el Tres de Espadas; las dos copas que siguen en pie han
sido referidas con frecuencia al Dos de Copas, es decir, el
apoyo recibido de un amante o un amigo.
La mujer (o el hombre; el carácter andrógino de la figura
indica que el dolor unifica los sexos) está de pie, rígida, en
vuelta en un manto negro, el color del duelo. Necesita acep
tar que alguna felicidad se ha desvanecido de pronto, que
un golpe la ha derramado. Todavía no puede darse cuenta
de que algo queda, porque primero tiene que entender y
aceptar la pérdida. Se pregunta uno si no ha volcado ella
misma las copas, ya sea por temeridad o porque eran hasta
tal punto parte de StJ vida que ya no las percibía. En el sen
tido de toma de conciencia, la carta se relaciona con la Jus
ticia, emblema de la verdad y de la aceptación de la respon
sabilidad. En la postura y la vestimenta, recuerda al Ermi
taño, que se envuelve en la capa de la sabiduría para que lo
sostenga en su empresa de mirar dentro de sí en busca de
una visión de su vida, la visión que aceptará en la Justicia.
El río representa el fluir del dolor, pero el puente simbo
liza la conciencia y la determinación. Conduce del pasado
(la pérdida) al futuro (el nuevo comienzo). Cuando haya
aceptado su pérdida, la figura podrá volverse, recoger las
dos copas restantes y atravesar el puente en dirección a la
casa, símbolo de estabilidad y continuidad.
Con su profunda evocación de la nostalgia y el dolor, la
carta constituye otro Portal, que nos aporta ese sentimiento
de pérdida y separación espiritual que en el mundo entero
ha dado origen a los mitos de una caída o un exilio del
Paraíso.
77
Invertida
El significado básico de la carta puede cambiar de tres ma
neras distintas cuándo aparece invertida. Primero, puede
significar que no se acepta la pérdida, y como consecuencia
de ello, implica falsos proyectos o errores. Segundo, puede
indicar apoyo proveniente de otros, amistad, ocupaciones e
intereses nuevos después de algún acontecimiento triste o
inquietante. Y finalmente, puede acentuar la conciencia de
lo que sigue siendo importante y permanente frente al do
lor. En este sentido, la mujer se vuelve de las tres copas a las
dos. Aquí las dos copas simbolizan la base sólida de la vida
de una persona; se mantienen en pie porque no son tan
fáciles de derribar. Y la conciencia de ello indica que las tres
copas caídas simbolizan algo menos importante de lo que
pudo parecer inicialmente, en el momento de su destruc
ción.
Figura 25
El Cuatro
78
haya nada por lo cual valga la pena levantarse, nada que
valga la pena hacer, nada digno de ser examinado.
Las tres copas simbolizan la experiencia pasada de la
persona. Aburrido por lo que la vida le ha dado, el joven no
reconoce las oportunidades nuevas que le ofrece la cuarta
copa. El parecido entre esa copa y el As hace pensar que las
nuevas posibilidades pueden conducir a la felicidad y la
satisfacción. La carta apunta a veces a la apatía resultante
de un ambiente opaco y nada estimulante.
Invertida
También aquí la inversión del naipe nos saca de nosotros
mismos, nos despierta para el mundo y sus posibilidades.
Se nos ofrecen cosas, relaciones e ideas nuevas. Y, lo que
es más importante, la carta invertida muestra entusiasmo y
el aprovechamiento de oportunidades.
Figura 26
El Tres
79
partir la maravilla de la vida. Como si hubiéramos pasado la
crisis de la acción, las tres cartas finales en su totalidad, de
acuerdo con sus números, rebosan felicidad. Aquí vemos a
las mujeres celebrando, como en una cosecha. O bien ha
terminado una crisis, o el trabajo ha producido buenos re
sultados.
Las tres mujeres están de tal manera entrelazadas que
se hace difícil decir de quién es cada brazo. Tanto en los
buenos momentos como en los malos, la carta muestra un
compartir la experiencia.
Invertida
También aquí se presentan varios significados. Antes que
nada, la carta en esta posición puede mostrar la pérdida de
algo que daba felicidad. Con mucha frecuencia indica que
lo esperado no se ha producido. Puede significar también el
fracaso de una amistad y la desilusión de descubrir que los
amigos no nos han apoyado cuando los necesitábamos, o la
dispersión de un grupo de amigos.
Otro significado muestra una corrupción del original. En
vez de una celebración compartida de los gozos de la vida,
encontramos lo que Waite, curiosamente, llama «exceso en
el goce físico y en los placeres de los sentidos». Es obvio
que con ello quería decir que se ignoraban los valores más
profundos. Vale la pena observar, sin embargo, que a la
mayoría de las personas esta frase, especialmente en cuan
to predicción, no les parece en modo alguno displacentera.
80
(a) (b) (e)
Figura 27
El Dos
81
En el triunfo vemos el Ángel, símbolo de la supercon
ciencia. En el Dos de Copas vemos el león alado por en
cima del caduceo de Hermes, símbolo de curación y sabidu
ría. En ambos casos, la carta muestra cómo dos personas, al
unir sus distintas cualidades y capacidades por mediación
del amor, producen en sus vidas algo que trasciende lo que
cualquiera de las dos habría logrado sola. El león simboliza
la sexualidad, las alas el Espíritu. El amor engrandece el sig
nificado del impulso sexual que nos acerca a él.
· En el libro sobre los Arcanos Mayores vimos cómo la
carta de los Enamorados puede servir como un diagrama
de la unificación del sí mismo. De una manera similar pode
mos entender el Dos de Copas. En tanto que el hombre
simboliza la acción y el movimiento, la mujer simboliza la
emoción, la sensibilidad y una apreciación de la experien
cia. Al unir estas dos cualidades, damos valor a nuestra
vida.
Obsérvese la semejanza del hombre con el Loco. En una
lectura en que salieron juntas ambas cartas, la consultante
era una artista que quería saber qué dirección debía seguir
su obra. Le preocupaba especialmente investigar si su arte
provenía de un auténtico centro en su vida, o si era un mero
ejercicio intelectual. Ahora bien, otros naipes indicaban que
la consultante había alcanzado un nivel de dominio técnico
de lo que venía haciendo, en tanto que el Loco, como resul
tado, la mostraba dando el salto a un territorio nuevo. Pero
el Dos de Copas mostró que encontraría el éxito si vincu
laba sus indagaciones y su capacidad técnica con el funda
mento espiritual simbolizado por la mujer.
Invertida
De diferentes maneras, la carta invertida muestra el desmo
ronamiento de los ideales que simboliza cuando está en
posición normal. Puede aludir a una relación amorosa o de
amistad que de alguna manera se ha agriado, especial
mente debido a celos y pérdida de confianza. Puede signifi
car, simplemente, el final de una relación. Según cuáles
sean las cartas que la rodean, el Dos de Copas puede refe-
82
rirse a una relación que se encuentra en peligro debido a
presiones internas o externas. Otra posibilidad es un enca
prichamiento en el que las personas fingen, para los otros y
para sí mismas, que la relación amorosa tiene más impor·
tanela de la que en realidad alcanza. En una vena similar, la
carta invertida puede apuntar a personas que actúan como
si estuvieran viviendo una auténtica relación amorosa, aun
que en realidad, para una de ellas -o para las dos-, no
tiene importancia.
Si consideramos que la carta significa el sí mismo, en
tonces al salir invertida indica una escisión entre lo que ha
cemos y lo que sentimos, entre la acción y la emoción.
Figura 28
El As
83
La imagen de Smith, con la paloma y la hostia, muestra
específicamente el Santo Graal, del que se decía que conte
nía la presencia física del Espíritu Santo tal como opera en
el mundo. En las versiones más sutiles de la leyenda del rey
Arturo, no era realmente la caballería -esto es, una estruc
tura moral- lo que mantenía unido el glorioso reino de
Arturo, sino más bien la presencia secreta del Santo Graal
oculto en la tierra. Cuando el Graal desapareció (porque los
caballeros de Arturo no supieron acercársele con un talante
espiritual), el reino se desintegró. La alegoría nos cuenta
que el mundo funciona principalmente no por sus leyes, su
orden moral y sus estructuras sociales, sino más bien por la
base espiritual que da significado a todas estas cosas y las
protege de la corrupción. Cuando consideramos la existen
cia como algo que está destinado a ser conquistado (la for
ma en que los caballeros de Arturo fueron en pos del Graal),
no alcanzamos más que el caos. Las Copas -el Agua
simbolizan la receptividad. Al amor, y en última instancia a
la vida, no se lo puede atrapar, sino solamente aceptarlo.
Invertida
El As invertido siempre trae perturbación. Aquí vemos infe
licidad, violencia, destrucción; es decir, las condiciones mis
mas representadas en la leyenda del rey Arturo cuando el
Graal abandonó el reino. La carta invertida puede indicar
simplemente que los tiempos se han vuelto contra nosotros
y que no nos queda más que aceptar que la vida trae tanto
problemas como júbilo. La carta puesta del revés puede
indicar también que nosotros mismos ocasionamos nuestra
desdicha al no reconocer lo que nos ofrece la vida, o bien al
reaccionar violentamente cuando lo que necesitamos es
calma.
84
3
Las Espadas
85
Las Espadas pertenecen al elemento de Aire, el viento,
al que se considera con frecuencia el más próximo al Éter o
Espíritu. La palabra «espíritu» se relaciona directamente
con la palabra «aliento», y en hebreo la misma palabra quie
re decir «espíritu» y «viento». Así como el aire está en cons
tante movimiento, la mente no descansa jamás, se retuerce
y gira, a veces con violencia, otras con calma, pero siempre
en movimiento. Cualquiera que haya intentado meditar sa
brá la persistencia con que se mueve la mente.
Relacionado con las Espadas está el problema de «pen
sar sin fundamento», o lo que podríamos llamar «complejo
de Hamlet». La mente ve tantos aspectos en una situación,
tantas posibilidades, que se le hace imposible entenderla y
más aún actuar en ella. Dado que nuestra cultura ha insis
tido siempre sobre la racionalidad, muchas personas ven
hoy el pensamiento, en general, como la causa de todos los
problemas de la vida. Con sólo que pudiéramos dejar de
pensar, nos dicen, todo funcionaría perfectamente. Pero
aun si eso fuese posible, nos advierte el Tarot, no nos bene
ficiaría en absoluto. No superamos el problema de un ele
mento proscribiéndolo o reemplazándolo por otra cosa, sino
más bien combinándolo con otros elementos. El hecho es
que cuanto más confundidos estamos más necesidad tene
mos de nuestra mente, porque ninguna otra cosa puede
distinguir la verdad. Sin embargo, necesitamos también
combinar el Aire con el Agua, es decir, la emoción con la
receptividad. Precisamos combinarlo con el Éter, con el Es
pfritu: con los valores profundos arraigados en la verdad
espiritual/psicológica, que vemos encarnados en los Arca
nos Mayores. Entonces el problema del Aire se transforma
en el Camino, la sabiduría.
El problema más obvio que nos muestran las Espadas es
el del sufrimiento, el dolor, la cólera: el lado tormentoso del
Aire. Son cosas que no podemos superar ignorándolas, pero
podemos añadir a las Espadas el optimismo de las Varas, y
usar los Pentáculos para evadirnos de nuestras emociones
mediante un compromiso con el trabajo, la naturaleza y el
mundo exterior.
86
(a) {b) (e)
Figura 29 ,
El Rey
En cuanto sostén de la estructura social, el Rey representa
la autoridad, el poder y el juicio. Se adueña de la energía
mental del Aire y la usa para sostener y gobernar el mundo
con la agudeza de su mente y la fuerza de su personalidad.
Su corona es amarilla, del color de la energía mental, en
tanto que el manto es púrpura, el color de la sabiduría. El
tocado que le cubre la cabeza, una especie de caperuza, es
rojo, el color de la acción. El intelecto del Rey no existe por
sí solo, sino más bien por lo que puede hacer, en cuanto
87
instrumento de autoridad. De modo similar, su espada -a
diferencia de la de la Reina de Espadas o la de la Justicia
no apunta directamente hacia arriba, hacia la pura sabidu
ría, sino que se inclina ligeramente hacia la derecha, el lado
de la acción. La exigencia de actuar según sus juicios tiende
a desvirtuar el poder del juicio mismo, un hecho que pode
mos observar si comparamos la situación de un observador
teórico de la política con la de alguien que gobierna un
país.
Además, el énfasis en un «realismo» de intención social
puede estrechar su punto de vista, llevándolo a un materia
lismo muy limitado. Podemos ver al Rey de Espadas en el
hombre -o en la mujer- que se enorgullece de tener un
fuerte sentido común que no le deja tiempo para «tonterías
místicas». Estas personas ignoran generalmente hasta qué
punto su pensamiento depende, más que de la observación
de la vida, de preconceptos y prejuicios.
Obsérvese la semejanza de la figura con la del Empera
dor. Podemos decir que el Rey es el representante del Em
perador en el mundo real. En tanto que el triunfo encarna
el arquetipo del orden, el derecho y la sociedad, el Rey de
Espadas mantiene estos principios en la práctica.
Dos pájaros, el emblema animal de las cartas cortesanas
de Espadas, pasan volando por detrás del trono. El pájaro
simboliza la capacidad de la mente para llevarnos hacia el
elevado aire de la sabiduría, lejos de la pasión fogosa, de las
emociones acuosas y de la terrestre corrupción material. El
número dos, por otra parte, simboliza la opción, la tensión
constante entre el pensamiento abstracto y la acción que es
menester emprender en el mundo.
Pero si los pájaros simbolizan la capacidad de la mente
para volar por encima del mundo, representan también el
alejamiento que puede producir una actitud semejante.
Obsérvese que parece que el trono del Rey estuviera en las
nubes. Como el Rey de Varas, el de Espadas puede tender
a la arrogancia, ya que el poder de su mente y de su volun
tad lo colocan por encima de las personas que lo rodean,
por lo general más confundidas. En términos sociales, la
88
imagen sugiere la tendencia de gobernantes y mandatarios
a divorciar sus juicios de las necesidades reales de la pobla
ción. En términos más personales, vemos a este Rey remoto
en aquellos hombres o mujeres que son ásperos y fríos en
su tendencia a juzgar. Cuando aparece como marido o
amante, el Rey de Espadas indica con frecuencia una per
sona dominante o controladora.
En su mejor sentido, el Rey de Espadas evoca la Justicia,
la carta que en los Arcanos Mayores está directamente de
bajo del Emperador. Cuando se conecta con este triunfo, el
Rey representa la justicia social, las leyes prudentes, y sobre
todo un compromiso con la honestidad intelectual, y la ne
cesidad de poner en práctica el conocimiento. Al igual que
la Justicia, y en esto es la única entre todas las cartas corte
sanas, nos clava directamente la mirada, como un maestro
de sabiduría que nos obliga a reconocer y defender la ver
dad.
Invertida
En posición normal, el Rey marcha por una estrecha línea
entre el intelecto comprometido y el poder por el poder
mismo. Invertido, tiende a caer hacia el lado negativo de
esa línea. Es la autoridad corrompida, la fuerza usada para
sus propios fines de poder y de dominio.
En las lecturas debemos tener siempre en cuenta esta
imaginería en toda su fuerza. El Rey invertido (o cualquier
carta cortesana invertida) puede aludir simplemente a al
guna persona en dificultades. En relación con la Reina o el
Caballero, puede aludir a una relación difícil o a falta de
madurez (véanse, en la sección sobre lecturas, las relacio
nes entre las cartas cortesanas del mismo palo). Cuando
sale aisladamente, sin embargo, simboliza la arrogancia de
una mente poderosa vuelta sobre sí misma y que reconoce
solamente su propio deseo de control.
89
Figura 30
La Reina
90
sexos, ya que ni el sufrimiento ni el coraje son exclusivos de
ninguno de ellos.
Invertida
La Reina invertida puede indicar una insistencia excesiva
en el dolor, alguien que hace que la vida parezca mucho
peor de lo que es, sin hacer caso de las cosas buenas que
hay a su alrededor. Puede también indicar una mentalidad
fuerte que se ha vuelto mala, especialmente como reacción
ante el dolor o las presiones provenientes de personas o
situaciones desagradables. En ocasiones, la Reina repre
senta una persona tan enérgica que no sólo espera, sino
que exige que cuantos la rodean -e incluso la vida misma
hagan lo que ella quiere.
. Cuando la gente se le opone, la Reina se vuelve malé
vola, intolerante, fanática y, como el Rey, usa sus actitudes
para imponer su personalidad a las gentes que la rodean.
Ya sea que represente un exceso de dolor o de egoísmo, ha
perdido el compromiso con la verdad que caracteriza a este
naipe en posición normal.
91
Figura 31
El Caballero
92
Invertida
Como sucedía con el Rey y la Reina, sus debilidades le ga
nan. Es extravagante, descuidado, excesivo. Su carga se
convierte en una carrera desaforada, una respuesta errónea
a una situación que requiere un enfoque más tranquilo y
más cuidadoso.
Figura 32
El Paje
Una carta mucho más leve que las otras Espadas cortesa
nas, el Paje representa un acercamiento a los problemas
muy diferente al del Caballero (obsérvese que, en tanto que
el Rey y la Reina insisten en la sabiduría, las dos cartas «más
jóvenes» tienen que ver en forma más inmediata con la cua
lidad de conflicto propia de las Espadas). En vez de atacar
los, el Paje cree que es suficiente con ponerse por encima
de ellos, para encontrarse en un nivel más alto. En vez de
resolver los conflictos o de enfrentar la oposición, el Paje se
distancia de todo ello.
Si la situación es tal que requiere ser encarada con dis
plicencia, entonces la actitud desapegada del Paje es muy
beneficiosa. Pero si está en juego un problema más difícil,
93
entonces la actitud del Paje se hace difícil de mantener.
Exige «vigilancia», por decirlo a la manera de Waite, asegu
rarse.de que la gente o las situaciones no se nos aproximen
demasiado. Gran parte de la energía del Paje se le va en
mirar por encima del hombro. Como estudiante ya un poco
mayor, Hamlet encamaba la actitud de observación e ironía
del Paje. Su situación, sin embargo, requería la manera
agresiva de encararla del Caballero.
Debido a esta calidad de desapego, el Paje puede en
ocasiones complacerse en espiar a otras personas -ya sea
en forma literal o figurada-, como una actitud hacia la vida.
Dicho de otra manera, es probable que considere la vida
humana como una especie de espectáculo curioso en el
cual espera no participar.
Invertida
Aquí vemos el efecto de la actitud distante del Paje en una
situación que requiere más fuerza. La vigilancia se con
vierte en paranoia; parece que todos fueran enemigos. Lo
que empezó como un sentimiento de «Yo estoy por encima
de todo esto, no necesito preocuparme por ello», se con
vierte en una obsesión con los problemas y en una aparente
incapacidad de hacer nada para resolverlos. Esos senti
mientos de debilidad son endémicos en las Espadas, que
necesitan de las Varas para tener coraje y optimismo.
94
Figura 33
El Diez
Invertida
Si damos vuelta el naipe, podemos imaginar que las espa
das se desprenden de la espalda y caen. Waite describe esta
posición como un éxito y una ventaja, aunque no perma-
95
nentes. Estas ideas sugieren que cuando una situación cam
bia, es probable que los problemas desaparezcan momen
táneamente. Sin embargo, la persona debe ahora sacar par
tido de este alivio introduciendo en su situación un cambio
real -ya sea mental o práctico, según la necesidad- de
modo que las cosas no vuelvan a estar como estaban. La
carta guarda relación con el Diez. de Varas invertido, donde
veíamos el peligro de volver a recoger los palos una vez que
la situación se ha calmado.
Figura 34
El Nueve
96
tido. El dibujo de la colcha muestra rosas, símbolo de la
pasión, alternadas con los signos del zodíaco. En su sentido
más profundo, el naipe alude a una mente que toma sobre
sí todos los sufrimientos del mundo, el Lamed Vav (Hom
bre Justo) de la leyenda judía.
¿Podemos ver alguna salida a un dolor tan terrible? Tan
to Buda como Cristo vieron en el mundo un lugar de sufri
miento interminable, y sin embargo ambos dijeron también
que la tragedia no es más que una verdad a medias, que el
universo visto en su totalidad nos brinda júbilo y paz. Y
Nietzsche habló de abrazar la existencia en forma tan com
pleta, con sinceridad tan total y extática, que estemos ale-
. gremente dispuestos a repetir, interminablemente, cada
momento de nuestras vidas, a pesar del sufrimiento.
Invertida
Para el Nueve invertido, Waite ofrece una de sus fórmulas
más sugerentes: «Aprisionamiento, sospecha, duda, miedo
razonable y vergüenza. » Estas palabras configuran un esta
do de ánimo, o más bien una progresión de estados, que se
da cuando la gente se retira dentro de sí para huir de algún
problema que no se atreve a enfrentar.
Lo mismo que con la carta en posición normal, el naipe
invertido alude a nuestra reacción ante algo exterior a no
sotros, pero aquí ese algo es la opresión antes que la trage
dia. La expresión clave es «miedo razonable», que puede
referirse, por ejemplo, a la opresión política, como la de las
minorías raciales o sexuales, o a la opresión social, al senti
miento de ser un chivo emisario por razones de apariencia,
idioma o lo que fuere; o, simplemente, a la opresión perso
nal de una familia o un cónyuge dominante. Lo importante
es que el problema es real, pero como no podemos abor
darlo directamente tendemos a refugiarnos en nosotros
mismos, reprimiendo nuestra cólera y nuestro resentimiento.
La cólera vuelta sobre sí misma se convierte en depre
sión, y ésta en sospecha. La persona de quien se rieron
cuando era niña porque tenía la nariz grande cree que to
dos la miran. El negro cree que cualquier observación a su
97
trabajo es un menosprecio racial. Y la sospecha conduce
fácilmente a que uno dude y se avergüence de sí mismo.
Con frecuencia ni siquiera sirve de ayuda, por lo menos no
del todo, saber racionalmente que no hay razón para sentir
nos avergonzados, que en realidad la vergüenza deberían
sentirla los que nos han oprimido o ridiculizado. A menos
que la persona oprimida e insegura de sí se decida a actuar,
expresando su enojo, e introduzca en su vida cambios rea
les, la vergüenza profundamente reprimida no desapare
cerá.
Figura 35
El Ocho
98
La clave de esta carta está en la venda que le cubre los
ojos, y que simboliza la confusión, las ideas opresivas, el ais
lamiento respecto de otras personas que estén en situacio
nes similares; lo que los liberacionistas políticos llaman
«mistificación», esto es, mantener sojuzgada a la gente no
por la fuerza directa, sino enseñándole a creer en su propio
desvalimiento. Dentro de esta forma notable que tiene el
Tarot de resumir una situación compleja, el naipe casi po
dría representar un diagrama de la condición de los opri
midos.
En un nivel muy diferente, el Ocho de Espadas actúa
como un Portal que se abre hacia una forma especial de
conciencia. Al identificarnos con ella llegamos a percibir
nuestra propia condición de ignorancia, algo que muchas
personas reconocen intelectualmente (paradoja de parado
jas}, pero que en realidad no aceptan. Sin la iluminación,, o
lo que algunos sufíes y otros ascetas llaman «evolución
consciente», jamás podremos conocernos realmente a no
sotros mismos ni al mundo; jamás podremos decir: «Esta es
la verdad; así es como son realmente las cosas.» El recono
cimiento de la ignorancia es el primer paso hacia el verda
dero conocimiento y, con frecuencia, el más difícil de dar.
Invertida
La libertad comienza cuando nos arrancamos la venda de
los ojos, cuando vemos con claridad cómo hemos llegado a
la situación en que estamos, cualquiera que ésta sea, qué
hemos hecho nosotros, qué han hecho los otros (en particu
lar, aquellos que nos han inmovilizado, pero también otros
en situaciones similares}, y qué podemos hacer ahora. El
Ocho invertido significa, en general, liberación de alguna
situación opresiva; principalmente, se refiere al primer paso
de una liberación tal, es decir, a ver las cosas con la mayor
claridad posible.
99
Figura 36
El Siete
Invertida
El aislamiento completa un giro hasta convertirse en comu
nicación, en particular en la búsqueda de consejo sobre lo
100
que hemos de hacer con nuestros problemas. Por más va
liosas que puedan ser las orientaciones específicas, igual
mente importante es la disposición de la persona a escu
char y a buscar ayuda. La carta puede referirse algunas
veces al acto de encontrar ayuda, como cuando se consulta
con un intérprete, un terapeuta, o simplemente con amigos.
Como siempre, el valor de la imagen depende del con
texto. Allí donde se requiere confianza en sí mismo, el Siete
de Espadas invertido puede apuntar a una dependencia
excesiva de otras personas, de quienes esperamos que nos
digan qué debemos hacer. Cuando la carta invertida apa
rece en oposición con el Loco o con el Colgado, debemos
atender a las otras cartas para determinar qué proceder
-la independencia o la búsqueda de consejo- producirá
los mejores resultados.
Figura 37
El Seis
Una imagen extraña y poderosa, esta carta es, más que nin
guna otra, la que ejemplifica cómo las ilustraciones de Pa
mela Smith van más allá de las fórmulas de Arthur Waite.
The Píctorial Key [La clave gráfica] dice «viaje por agua,
101
ruta, camino, medio». Pero la imagen de una balsa crepus
cular que transporta figuras ocultas a una isla boscosa su
giere un viaje más espiritual; en el mito, Carente transpor
taba a los muertos a través de la laguna Estigia. Un gran
silencio llena esta carta, un silencio como el de los cuadros
de Salvador Dalí.
Generalmente, esta carta no significa muerte, aunque
puede indicar duelo; tampoco muestra transformación, en
el sentido.en que la muestra la Muerte en los Arcanos Ma
yores. Representa más bien un pasaje tranquilo por una
época difícil. Waite dice: «La carga es ligera», y Eden Gray
escribe: «Las espadas no hunden el bote». Aunque cargue
mos con nuestros problemas, nos hemos adaptado a ellos:
no nos hundirán ni nos aplastarán. En un nivel simple, el
naipe significa funcionar en alguna situación difícil sin abor
dar los problemas. Puede referirse a un problema inme
diato o a una situación que se ha prolongado durante años.
Si miramos más profundamente vemos la imagen de un
dolor -del cual el duelo es un ejemplo, pero no el único
que una persona ha padecido durante tanto tiempo que ya
no la hace sufrir, sino que se ha convertido en parte de
su vida.
Hay otro significado, menos perturbador: el de un pasa
je tranquilo, ya sea físico (ciertamente, no hay que olvidar el
significado literal de un viaje} o espiritual, una época de
transición fácil. Obsérvese la pértiga negra del botero. El
negro indica potencialidad; allí donde no ha sucedido nada
decisivo, todas las cosas siguen siendo posibles. Si nos man
tenemos calmos, no desperdiciaremos ni energía ni opor
tunidades.
El Seis de Espadas es un Portal. Si lo miramos con áni
mo sensible y después nos introducimos en la imagen, pro
ducirá primero un efecto tranquilizador sobre la mente, y
después, lentamente, un sentimiento de movilización del
sí mismo.
102
Invertida
En un sentido, el equilibrio y la paz se perturban; el pasaje
ya no es sereno, porque el agua, símbolo de la emoción,
resulta removida. Así, la carta invertida puede sugerir un
viaje tormentoso, física o espiritualmente. Puede referirse
también a la idea de que cuando intentamos atacar un pro
blema que viene de lejos, especialmente uno aceptado por
el consenso común de los interesados, agitamos la situa
ción. Digamos, por ejemplo, que una situación insatisfacto
ria u opresiva puede prolongarse tranquilamente durante
años, mientras uno de los miembros no decida hacer algo al
respecto. Tratar de retirar las espadas de la barca puede ser
causa de que ésta se hunda, ya que, después de todo, las
espadas están tapando agujeros.
En otro sentido, el Seis invertido puede mostrar comuni
cación, recordándonos que en su posición normal las per
sonas mantienen su compostura sin mirarse ni hablarse en
tre ellas. Si las espadas simbolizan recuerdos desdichados,
contra los cuales el silencio es una defensa, entonces la co
municación puede ser dolorosa. También puede dar co
mienzo a la curación.
103
Figura 38
El Cinco
Una de las cartas mas diff ciles, y una de las razones por las
cuales algunas personas encuentran demasiado negativo el
mazo Rider. Y sin embargo, refleja una situaci6n real que la
mayorfa de nosotros tiene que vivir en alg(m momento.
Todos los Cincos muestran conflicto o perdida, y las
Espadas llevan esta idea al extremo de la derrota. En oca
siones, el significado de! naipe se concentrara en la figura
grande <lei triunfador, que aparece en primer piano. Pero
mas com(m es que nos identifiquemos con las dos figuras
vueltas de espaldas, que han perdido alguna batalla, y aho
ra el mundo entero Jes pesa: el agua inquieta, el cielo turbu
lento. Un sentimiento de humillaci6n y de debilidad acom
pafia a su derrota.
La imagen de un enemigo puede referirse a una per
sona real, a una situaci6n general o a un fntimo sentimiento
de inadaptci6n. Una . ez hice una lectura para dos personas
que habfan sufrido a manos de un jefe perturbado y venga
tivo, y que querfan saber si debfan llevarlo ante los tribuna
les. Decidieron no hacerlo cuando el Cinco de Espadas in
dic6 que perderfan el juicio, como pas6 efectivamente a
otras dos personas que sf lo demandaron.
104
lnvertida
La cualidad dolorosa se mantiene, aunque el acento puede
estar puesto en otra parte. Asf como el naipe en posici6n
normal indica el momento de la derrota, la posici6n inver
tida se extiende al sentimiento de desesperaci6n que viene
despues. Es un estado diffcil de superar, aunque otras in
fluencias, especialmente las simbolizadas por las Varas,
pueden ser una ayuda.
Las Espadas clan una vision mas pesimista que ninguna
carta de los Arcanos Mayores. Tomados aisladamente, nin
guno de los palos Menores puede mostrar el verdadero
equilibrio de la vida; descomponen la experiencia en partes
y, consiguientemente, la deforman y exageran. Un exceso
de cartas de Espadas necesita, mas que cualquier otro palo,
del equilibrio de experiencias y actitudes provenientes de
los otros palos.
Figura 39
El Cuatro
105
retraimiento. A veces, la gente reacciona ante las dificulta
des aislandose, ocultandose literalmente en su casa, o sim
plemente atenuando sus reacciones emocionales para re
fugiarse dentro de sf misma. Esta carta aparecio una vez en
una lectura para un hombre acostumbrado a tratar energi
camente a todos los que le rodeaban. La carta le hizo ver
que cuando su agresividad fracasaba, o cuando la mascara
de seguridad se le hacfa demasiado pesada, se ocultaba de!
mundo antes que mostrar otro aspecto de sf mismo o de
intentar colaborar con los demas.
Sin embargo, si el proposito no es ocultarse, sino recu
perar fuerzas, el retraimiento tambien puede conducir a la
curaci6n. El naipe puede significar que se evita una pelea
hasta que haya mas posibilidades de ganarla. De modo si
milar, al retirarse durante un tiempo despues de haber reci
bido una profunda herida, una persona se concede la posi
bilidad de recuperarse.
Observese que el caballero yace en una iglesia, y que el
ventanal muestra a Cristo dando su bendicion curativa a un
suplicante. La imagen evoca al Rey Pescador de la leyenda
de! Graal, cuya herida ffsica reflejaba la dolencia espiritual
de! reino, y recuerda tambien a la Bella Durmiente. Ambas
figuras necesitaban que un extrafio las despertara. El Rey
siguio enfermo hasta que Galahad le trajo la bendicion de!
Graal, y la princesa, sfmbolo de! miedo neur6tico a la vida,
durmio hasta que el prfncipe, no permitiendo que la mara
fia de espinas lo detuviera (el neurotico se vale de la fuerza
de su personalidad para erigir barreras contra las demas
personas), la despert6 por medio de la vitalidad de la ener
gfa sexual (con un beso en la version de Disney, con el con
tacto sexual en los cuentos populares). El retraimiento, aun
cuando su proposito sea la recuperacion, puede aislar a una
persona de! mundo, creando una especie de hechizo que
solo una energfa exterior es capaz de romper.
lnvertida
Si aparece invertida, la carta senala un retorno al mundo.
Que esto se produzca de manera tranquila o espectacular
106
depende de la situacion. A veces, la carta se refiere a la pru
dencia, como si el caballero saliera cuidadosamente de su
santuario. En otras ocasiones, el Cuatro invertido puede
representar a otras personas que perciben la muralla e irrum
pen a traves de ella: el prfncipe que viene en. busca de la
Bella Durmiente.
Figura 40
El Tres
107
pues de una muerte en mi familia, el Tres de Espadas sali6
cruzado por el Tres de Copas. Primera pense que eso signi
ficaba contraponer la alegrfa y la amistad al dolor. Dos car
tas del mismo numero, sin embargo, significan con frecuen
cia una transformaci6n. Y la carta que cruza a la primera
suele emerger de ella de alguna manera. Al profundizar en
la lectura, vi que las dos se relacionaban, no se oponfan. La
aceptaci6n y el amor pueden convertir el dolor en un re
cuerdo gozoso, en un abrazar la vida.
Invertida
El proceso curativo se bloquea cuando nos negamos a la
aceptaci6n. Si algo en la vida se nos aparece como dema
siado doloroso, es probable que lo apartemos, que intente
mos no pensar en ello y que evitemos todo lo que nos lo
recuerde. Tai actitud hace que el dolor permanezca siem
pre en nosotros, y en realidad incrementa su poder. Waite
escribe: «alienaci6n mental ... desorden, confusion». Una
lectura que hice para una mujer mostr6 en ella un gran
potencial para evolucionar en muchos terrenos, y sin em
bargo el resultado aparecfa muy mediocre y debil. En la
posici6n de fondo estaba el Tres de Espadas invertido. Y
ella habfa hablado antes de c6mo. no habfa conseguido
jamas superar la muerte de su padre.
108
(a) Figura 41 (b)
El Dos
109
rfgido. Parad6jicamente, el intento de frenar la emocion
vuelve mas emotiva a la persona, en cuanto no piensa ni
actua a partir de su centro, sino desde el pecho constrefiido,
y en vez de ver el mundo, ve su propia imagen por detras de
la venda que le cubre los ojos.
Comparese el Dos de Espadas con la Suma Sacerdotisa,
el numero 2 de los Arcanos Mayores. Ambas figuras estan
sentadas en posturas similares, pero mientras que la Sacer
dotisa aparece relajada, la tension envuelva a la mujer de!
Dos de Espadas. Un velo separa a la Sacerdotisa de las
aguas de! inconsciente, oculto tras ella; a la mujer de los
ojos vendados ning(m velo la protege de! Iago desapacible
de sus emociones. Y sin embargo, ese estanque superficial
no es la misma agua que hay detras de la Sacerdotisa.
· El peso de las espadas puede facilmente desequilibrar a
la mujer y hacerla caer en las aguas agitadas. Al hacer que
nos concentremos en las emociones, una actitud defensiva
nos hace mas propensos a los estallidos, la c6lera y la his
teria.
lnvertida
El equilibrio se ha perdido... o ha sido abandonado. 0 bien
la persona sucumbe ante la gente o los problemas que aco
san sus defensas, o renuncia a la venda, ya sea para ver la
verdad o para comunicarse. Esta ultima experiencia puede
ser muy intensa, e incluso desgarradora para la persona, si
no recibe ayuda de! exterior.
110
Figura 42
El As
111
cuencia, sin embargo, las emociones son exageradas y ego
tistas, o se complacen excesivamente en sf mismas. Pero
tampoco el intelecto solo aporta un verdadero conoci
miento. Tanto la verdad como la conciencia de ella deben
provenir de un nivel mas profundo de la experiencia y los
valores espirituales. Por eso la mano viene de las nubes,
conduciendonos de nuevo al Espfritu.
El simbolismo de la verdad es igualmente valido para las
experiencias mundanas. En situaciones tales que nos hacen
sentir confundidos, oprimidos o emocionalmente perturba
dos, la mente puede traspasar las brumas y desatar los nu
dos para damos una clara comprensi6n de los hechos rea
les. El As expresa la verdad en su forma mas valiosa. En
otro nivel, la carta significa simplemente la fuerza emocio
nal, tanto el amor como el odio en sus formas extremas.
Observese la tension del puno. Las emociones tambien son
un don que nos permite experimentar intensamente la vida,
pero siempre son diffciles de contener, y mas diffciles a(m
de dirigir.
Invertida
La tension del pufio falla y da cabida a delirios, ideas y sen
timientos confuses, emociones avasalladoras. Los senti
mientos mas violentos dominan a los benevolos. Sin tener
un claro sentido de la realidad, la mente puede ser presa de
los errores creados por la emoci6n. Los problemas se exa
geran; todo, incluso las atracciones, parece mas importante
de lo que en realidad es. En situaciones asf, el As de Espa
das invertido nos dice que nos dominemos e intentemos
hallar un sentido equilibrado de la realidad.
112
4
Los Pentaculos
113
ciones espirituales, debemos iniciar y terminar esos viajes
aqu(... o, si no, perdemos en el proceso.
Un famoso cuento cabalfstico ilustra esta necesidad de
un «fundamento». Mediante el estudio y la meditaci6n, cua
tro rabinos entraron en el Parafso. El rabino Ben Azai al
canz6 un extasis tal que inmediatamente cay6 muerto. El
rabino Ben Zoma, abrumado por la intensidad de la expe
riencia, se volvi6 loco. El rabino Ben Abuysh tuvo una vi
sion de algo que parecfan dos dioses, en contradicci6n con
el dogma basico de! monotefsmo, y se convirti6 en ap6stata.
S6lo el rabino Akiba entr6 pacfficamente en el Parafso y en
paz sali6 de el. El cuento se puede explicar en funci6n de!
simbolismo de! Tarot. El rabino Ben Azai fue demasiado
lejos en la direcci6n de! Fuego, y se calcin6. El rabino Ben
Zoma dej6 que sus emociones (Agua) prevalecieran sobre
la raz6n. El rabino Ben Abuysh, abrumado por la energfa de
las Espadas, tom6 demasiado al pie de la letra lo que vio y
lo que habfa lefdo en las Escrituras. El rabino Akiba, al ser
capaz de equilibrar los otros elementos en la Tierra, enten
dio su experiencia ta! como debfa entenderla.
En su forma inicial de Oros, los Pentaculos representa
ban principalmente el materialismo, en el estrecho sentido
de! dinero y el trabajo. En el mazo Rider siguen viendose
estas importantes cualidades, y de hecho los Pentaculos
clan expresion al problema de llegar a interesamos tanto
por estas cosas que nos olvidemos de todo lo demas: lo
contrario, en cierto sentido, de lo que le sucedio al rabino
Akiba. El mazo Rider, sin embargo, afiade al cuarto palo la
dimension, mas vasta, de la naturaleza. No solo echamos
rafces en nuestro trabajo, sino en el amor por el mundo que
nos rodea.
En cuanto signo magico, los Pentaculos simbolizan la
«magia» de la creacion ordinaria. Tornado en sus terminos
mas simples, esto significa la belleza de la naturaleza, el
jubilo de un trabajo satisfactorio. Pero el simbolismo es por
tador de un significado mas profundo, que se insinua en la
historia de! rabino Akiba. El mfstico o el mago no funda
menta simplemente el sf mismo de manera negativa, usan-
114
do el mundo como opuesto de la experiencia espiritual. Mas
bien -porque es portador de una realidad mas firme que la
de los otros elementos, porque no conduce tan facilmente a
la confusion, la concepci6n erronea o el abuso- el mundo
natural nos abre el camino a nuevas experiencias mfsticas.
El mismo caracter terrenal de la vida cotidiana asegura,
en virtud de una especie de ley de reciprocidad, que tales
cosas posean una «magia» mayor que las atracciones mas
inmediatas de los otros elementos. Es esta una paradoja
que no podemos entender inmediatamente; necesitamos
sopesarla y experimentarla. Hay dos hechos, ambos refe
rentes a los Pentaculos/Tierra, que apuntan a su verdadero
valor. Primero, al estudiar las cartas de los lfderes religiosos
antiguos y modemos, el astrologo Ronnie Dreyer ha descu
bierto que entre ellos predominan los signos de Tierra. Se
gundo, el palo de Pentaculos contiene mas cartas Portales
que ninguno de los otros.
El Rey
115
misma de! hombre que triunfa en los negocios o en su pro
fesi6n. La despreocupaci6n con que esta sentado en su trono
y el afecto con que mira a su pentaculo -que es aquf el
sfm�olo de su capacidad y de sus logros- muestran que
esta satisfecho con la vida. Es generoso, e incluso valiente,
aunque no especialmente dado a la aventura. El rol de Rey
no lo frustra, como frustra al Rey de Varas y al de Copas.
Quizas en una etapa anterior de su vida y de su carrera
pueda haber sufrido por obra de la impaciencia o de la
duda. Ahora, su exito ha justificado su vida, y le permite
relajarse y disfrutar de ella.
Disfrutar de la vida significa tambien estar pr6ximo a la
naturaleza. Aunque en el fondo se eleva su castillo -sfmbo
lo del lugar dominante que ocupa en la sociedad-, el esta
sentado en su jardfn, con flores en la corona y el manto
decorado con uvas, sfmbolo de la dulzura de la vida. Incluso
las hojas y las flores clan la impresi6n de fundirse con el
manto, asf como el agua se mezclaba con el vestido de la
Reina de Copas. Para el, la vida es buena, y tiene la inten
ci6n de disfrutarla.
Hubo una vez que en una lectura el Loco sali6 cruzado
por el Rey de Pentaculos (las dos cartas se parecen mucho
en su combinaci6n de colores). La conjunci6n forma un
buen ejemplo de lo que yo llamo tiempo vertical y tiempo
horizontal, esto es, los mundos interior y exterior. El Rey
simboliza la actividad ordinaria, los logros, la posici6n social,
el exito, mientras que el Loco representa la libertad espiri
tual interior que permite a una persona disfrutar de tales
cosas y edificar sobre ellas sin verse atrapada en una estre
cha visi6n materialista. Considerense dos personas con el
mismo mundo exterior: ambas triunfadoras, respetadas,
adineradas. Y sin embargo, interiormente una de ellas puede
estar tensa, frustrada o temerosa, en tanto que la otra no ha
perdido su jubilo ni su paz.
Si vemos en el Loco el comienzo de los Arcanos Mayo
res, y al Rey de Pentaculos como la carta final de los Meno
res, entonces los dos estan en los extremos opuestos de!
Tarot. Pero esta polaridad solo es valida si vemos las cartas
116"
alineadas. Si las imaginamos en cfrculo, entonces el Loco y
el Rey de Pentaculos Hegan a unirse.
Invertida
El Rey esta destinado al exito. lnvertido, tiene una connota
ci6n de fracaso, o simplemente de mediocridad. La falta de
realizaci6n genera insatisfacci6n, sentimientos de debilidad,
y duda. Si lo tomamos de otra manera, podemos ver que el
Rey invertido simboliza la corrupci6n de la idea de! exito, la
imagen de un hombre o de una mujer que recurre a cual
quier medio para conseguir sus objetivos.
Si describimos al Rey de Pentaculos como alguien que
necesita una conexi6n vital con la naturaleza (y, pese a los
supuestos contemporaneos, no todos la necesitan), el Rey
en posici6n invertida representa el estado de un ser ampu
tado de ese fluir rejuvenecedor. El resultado de la ruptura
es insatisfacci6n, debilidad e incluso peligro psfquico.
La Reina
117
po. Mientras que el Rey simplemente mira su Pentaculo,
ella lo sostiene con ambas manos, plenamente consciente
de la magia de la naturaleza y de la fuerza que obtiene de
ella. Mas que cualquier otra de las cartas Menores, esta re
presenta el amor por el mundo y la unidad con el. El conejo
que aparece en el angulo inferior derecho no solo repre
senta la fertilidad sexual, sino tambien la fructificacion espi
ritual de una vida que ha encontrado su propio ritmo en el
mundo que la rodea.
Sus cualidades, lo mismo que el simbolismo sexual, la
relacionan con la patrona de los Pentaculos, la Emperatriz.
Al mismo tiempo, en cuanto figura Menor, es portadora de
un atributo que falta en el triunfo arquetfpico de la pasion:
la conciencia de sf. La Reina se conoce y cree en sf misma, y
en la magia de su vida. En las lecturas, esta cualidad de con
fiar en sf misma es, con frecuencia, la mas importante.
Si el Rey estaba junto al Loco, la Reina combina con el
Mago. Como el, lleva una t(mica roja sobre una camisa
blanca; los dos estan rodeados de hojas y flores; un cielo
amarillo vierte su luz sobre ambos. Asf como el Mago mani
pula las fuerzas ocultas en el mundo, la Reina de Pentacu
los se une con 'dichas fuerzas, permitiendoles que a traves
de ella fluyan al interior de su vida cotidiana.
lnvertida
En las lecturas, la Reina en posici6n invertida puede sig
nificar que, en alguna situacion especffica, el consultante no
conffa en sf mismo. De modo mas general, se refiere a debi
lidad psfquica, porque separar a la Reina de su conexi6n
vital con la tierra produce, mas aun que en el caso de! Rey,
nerviosidad y confusion. Se genera asf miedo e incluso fo.
bia, desconfianza de los otros y especialmente de sf misma,
lo cual la lleva a dudar de sus capacidades y de su valor
como persona. Esta separaci6n significa algo mas que estar ·
aislada de las plantas y de los animales. Alude mas bien a
una perdida de! ritmo diario en la vida, a una insatisfacci6n
con la totalidad de! medio, y a una incapacidad de apreciar
lo que este tiene para ofrecer.
118
En una lectura, la Reina invertida no solo sefiala estas
caracterfsticas en el sujeto, sino que sugiere un doble reme
dio. Primero, un refuerzo de la confianza; la persona ha de
insistir en sus logros y buenas cualidades, y puede hacerlo
mediante la meditaci6n sobre la Reina en posici6n normal.
Segundo, un arraigo de las emociones en las cosas natura
les, en los placeres comunes, en un trabajo satisfactorio.
Figura 45
El Caballero
119
el significado de su fuerza en la vida. Al dedicarse a cuestio
nes puramente practicas, se ha aislado de las cosas mas
profundas ?e la Tierra.
lnvertida
A veces, el naipe en posici6n invertida significa un desper
tar de esas otras formas de conciencia, pero mas frecuente
es que muestre un fracaso -o una exageraci6n- de las vir
tudes mas evidentes del Caballero. Su firmeza se intensifica
hasta convertirse en inercia, su tesonera responsabilidad
cede el paso a la ociosidad. Una personalidad apacible, si
va demasiado lejos, se debilita y se deprime, especialmente
si su placidez encubrfa un deseo reprimido de aventura o
de progreso.
El Caballero de Pentaculos, invertido, puede ocasional
mente indicar una crisis. Si una persona ha dedicado su
vida a un trabajo o a otra actividad externa similar, y se ve
despojada de ese significado -por un despido o una jubila
ci6n, por ejemplo-, es probable que el desaliento y la de
presi6n la abrumen. Otro ejemplo serfa una mujer que haya
dedicado su vida a sus hijos, y que se encuentre ahora con
que han crecido y se han alejado de ella.
Aunque es ciertamente raro que significados tan extre
mes se den en lecturas reales, no por eso dejan de estar
implfcitos en la paradoja basica de este naipe: profunda
mente enraizado en la magia que lo sustenta, pero sin tener
conciencia de ella, el Caballero se identifica con sus funcio
nes. Necesita descubrir la verdadera fuente de su fuerza,
dentro de sf mismo y en la vida.
120
Figura 46
El Paje
lnvertida
Una vez mas el Paje aparece como lo contrario de! Caba
llero. En realidad, los dos se reparten las dobles cualidades
de los Pentaculos: el espfritu practice y la magia. Asf como
el Caballero, sin su trabajo, se desalienta y cae en la inercia,
121
el Paje, sin su sentido de! esfuerzo, se entrega a la extrava
gancia y la disipaci6n, lo que Waite llama la «prodigalidad».
En ocasiones, ·sin embargo, la carta puede significar simple
mente que uno se relaja despues de una tarea diffcil, como
un estudiante despues de los examenes.
Figura 47
El Diez
122
la mujer estan mirando en sentido contrario, aunque la
mujer dirige una mirada ansiosa al hombre, por encima de!
hombre. El nino se cuelga nerviosamente de su madre, pero
aparta la vista. Y ninguno de ellos adl{ierte al anciano que
esta mas alla de la arcada.
Aunque la carta expresa una escena mundana, esta cu·
bierta de signos magicos. Los diez pentaculos forman el
Arbo! cabalfstico de la Vida, que no aparece en ninguna
otra parte en el mazo. Observese tambien la varita magica
apoyada en la arcada, que no aparece tampoco en ninguna
otra carta Menor. Tambien la arcada muestra, en relieve,
una balanza en equilibrio (justamente por encima de la ca
beza de! anciano). Ahora bien, la balanza representa la Jus
ticia, y ademas, las fuerzas sutiles que impiden que el mun
do cotidiano se desintegre en el caos. Al hablar de «fuerzas
sutiles» no me refiero solo a las llamada !eyes «ocultas»,
como la de polaridad, ni a la ley de las correspondencias
(como es arriba, asf es abajo). La expresi6n se aplica ade
mas a las formas de operar generalmente mas aceptadas de
la naturaleza, como la gravedad o el electromagnetismo. No
porque los aprendamos en la escuela debemos considerar
menos maravillosos esos fen6menos. El hecho es que no
damos importancia al universo simplemente porque fun
dona tan bien.
Mas aun que las otras imagenes, el anciano evoca la
magia. Se asemeja a la imagen, presente en todas las cultu
ras, de! dios o de! angel que viene, disfrazado de mendigo o
de viajero, a visitar a una familia, y que tras haber puesto a
prueba sus virtudes de hospitalidad y generosidad, !es deja
un regale magico. En el caso de Abraham y Sara, los ange
les Jes dieron un hijo, Isaac. En muches relates de este tipo,
s6lo los perros reconocen al visitante (asf como en otros
cuentos los perros son los Cmicos que huyen de! Diablo
cuando este se aparece disfrazado). Dado que no han se
pultado sus instintos en el esceptico racionalismo humane,
los perros son capaces de sentir la llamada de lo maravi·
lloso.
Ahora bien, la mayorfa de estos relatos insisten en la
123
chaqueta remendada de! visitante) porque se los habfa
dado la diosa Atenea. Ulises volvfa de! mundo fantastico al
domestico; destruy6 el mal que encontr6 en su casa y resta
bleci6 el orden moral. Sin embargo, antes tuvo que pasar
por la vivencia de lo que habfa mas alla, donde tambien el
Diez de Pentaculos nos lleva.
Invertida
Si el sentimiento de estar aburrido de la vida va en aumen
to, puede llevarnos a correr riesgos, especialmente financie
ros o emocionales. En ocasiones, segun cuales sean los con
textos o los resultados previstos, los riesgos se justifican; por
ejemplo, el Loco junto al Diez de Pentaculos invitarfa al
juego. Otras veces, los riesgos no provienen tanto de la ne
cesidad como de la impaciencia con lo que ya tenemos.
Esta situaci6n se agudiza cuando el Diez de Pentaculos
aparece con el Diez de Copas.
El paralelismo con Ulises se acentua mas cuando la car
ta sale invertida. La mayorfa de los problemas de aquel
heroe se derivaron de una vena de temeridad que lo lle
vaba a cometer actos de osadfa precisamente en los peores
momentos. La necesidad de jugarselo todo estaba en con
tradicci6n con sus cualidades basicas de cautela, habilidad y
prevision. Y sin embargo, la insensatez mantenfa el equili
brio. Sin ella, Ulises no habrfa visto el mundo mas alla de!
hogar y de la familia a los cuales finalmente regres6.
125
(a) Figura 48 (b)
El Nueve
126
y ver que hemos hecho lo que debfamos. Significa tambien
la capacidad de saber allf donde los otros s61o pueden con
jeturar. El Nueve de Pentaculos representa el emblema de
esta cualidad, el verdadero sello de la persona evolucio
nada (un tema que se profundizara al final de Ia secci6n
sobre lecturas); por consiguiente, el estudio y la meditaci6n
sobre esta carta nos ayudaran a conseguir esa certidumbre.
Hemos visto que los Nueves muestran compromises y
opciones, un tema que aparece tambien en los Pentaculos.
La mujer esta sola en su jardfn. Para lograr lo que tiene, ha
tenido que renunciar a la companfa habitual. En las lectu
ras, este simbolismo no significa que la carta aconseje inevi
tablemente renunciar a una relaci6n, pero sf que exhorta a
confiar en sf mismo y a refugiarse en una cierta soledad
para perseguir los objetivos.
La imagen de la figura 48b, ligeramente diferente de la
versi6n oficial de! mazo Rider (figura 48a), proviene de una
edici6n norteamericana de hace varies anos. En este Nueve
de Pentaculos una sombra oscurece el rostro de la mujer y
las uvas que hay al !ado derecho de la carta. Es evidente
que la figura se aparta del sol. El simbolismo sugiere un
sacrificio. Para hacer de su vida lo que ella quiere, esta mu
jer ha tenido que renunciar no solamente a la companfa,
sino tambien a cosas tales como la espontaneidad, las dis
tracciones y la temeridad. Si el sacrificio nos parece dema
siado grande, quizas eso signifique que no valoramos lo
suficiente las gratificaciones que proporciona el cultivo de sf
mismo.
La imagen de! ave lleva mas lejos estas ideas. Cazador
por todo Jo alto, el halc6n simboliza el intelecto, la imagina
ci6n, el espfritu. La caperuza, sin embargo, lo somete a su
senora, es decir, a la voluntad consciente. Por consiguiente,
aunque a primera vista el naipe signifique exito, con un
conocimiento mas fntimo este significado primario pasa a
ser el de disciplina. Y la entrada por el Portal de esta carta
nos ayudara a alcanzar el jubilo de la verdadera disciplina,
la que no mutila, sino que eleva.
127
lnvertida
Las cualidades de la carta quedan negadas o trastocadas:
de ello se derivan falta de disciplina y fracaso; proyectos
que se emprenden y despues se abandonan; una incapaci
dad de canalizar la energfa y orientarla hacia fines utiles. En
esta posici9n, la carta puede significar que no sabemos lo
que queremos o lo que es realmente importante para noso
tros. La falta de conocimiento de sf mismo genera irrespon
sabilidad y perfidia, tanto hacia los otros como hacia noso
tros mismos.
Figura 49
El Ocho
128
piensa mas que en el resultado final. Muchos artistas y escri
tores han dado testimonio de este hecho, advirtiendo a los
esperanzados que si solo quieren enriquecerse o llegar a
ser famosos, jamas lo conseguiran. Tiene que importamos
el trabajo mismo.
Por eso vemos al aprendiz perdido en su tarea. Y sin
embargo, el trabajo necesita tambien tener alguna relaci6n
con el mundo exterior. Por mas que sigamos nuestras pro
pias normas y nuestros instintos, o que busquemos nues
tro propio desarrollo, el trabajo que hagamos carecera de
signi!icado si no sirve a la comunidad. Por consiguiente,
.
detras de su t1enda -aunque a la distancia- se alza una
ciudad, con un camino amarillo (el amarillo representa la
acci6n mental) que permite ir de la ciudad al taller y vice
versa.
lnvertida
Cuando sale invertida, la carta sugiere principalmente im
paciencia y las situaciones que de ella resultan: frustraci6n,
ambiciones no cumplidas, envidia o celos. Estas cosas pue
den provenir de la actitud que lleva a fijarse solamente en el
exito y no en el trabajo que lo consigue. Tambien pueden
originarse en un trabajo insatisfactorio, es decir, una activi
dad o carrera que no requiere habilidad ni compromise per
sonal alguno, ni da motives de orgullo.
129
Figura 50
El Siete
lnvertida
Para muchos, un trabajo significativo es algo inaccesible. En
general, el Siete invertido apunta a una insatisfacci6n que
lo impregna todo, a esa sensaci6n de estar atrapado que
nos producen los trabajos o los compromisos insatisfacto
rios. Ademas, el Siete invertido puede significar cualquier
insatisfacci6n o ansiedad especffica, en particular prove
niente de alg(m proyecto que no marcha bien.
130
Figura 51
El Seis
131
A veces la jerarqufa no indica una persona, sino mas
bien una situaci6n -de fndole emocional, econ6mica o lo
que sea- que domina a una persona o a un grupo. Es pro
bable que Jes de muy poco, pero lo suficiente para impedir·
Jes que busquen otra cosa. Esto puede suceder con un tra
bajo que da beneficios materiales, pero escasa satisfacci6n
o poca probabilidad de progresar; o con una relacion en
que las personas son desdichadas, pero se sienten c6mo
das; o con una situaci6n polftica en que la gente reconoce
que esta oprimida, pero no quiere poner en peligro la poca
seguridad que tiene.
La carta tiene una relaci6n (deformada) con todas aque
llas de los Arcanos Mayores (el Hierofante, los Enamorados,
el Diablo y otras) en que alguna fuerza reune o reconcilia
los opuestos de la vida. Aquf nada se reconcilia verdadera
mente, pero la situaci6n se mantiene equilibrada y en mar·
cha.
Hasta ahora, los significados subrayan a los dos mendi·
gos, pero, i,que hay del donante? Aunque muestra genero
sidad, el equilibrio de la balanza indica que no da esponta
neamente, sino que calcula que es lo que cree poder permi·
tirse. Dicho de otra manera: da lo que no echara de menos.
Emocionalmente, esto simboliza a una persona que se rela
ciona con verdadera facilidad con las otras, y sin embargo,
siempre contiene sus sentimientos mas profundos.
Como ya dijimos, la relaci6n se genera por ambas par
tes. Muchas personas no aceptan de los demas mas que
«clones» limitados. Es probable que una demostraci6n de
afecto muy intensa, por ejemplo, las averguence o las asus
te. Lo mismo puede ser valido para quienes se ofenden por
la «caridad» e incluyen en esa categorfa cualquier ofreci·
miento de ayuda. Por lo tanto, el Seis de Pentaculos puede
indicar que se da a la gente lo que esta es capaz de re
cibir.
He subrayado estas palabras porque implican algo que
va mas alla de su significado literal. Inconscientemente, la
mayorfa de las personas calculan lo que clan de acuerdo
con lo que los demas esperan de ellas; asf evitan sentirse
132
inc6modas o hacer que los demas se sientan inc6modos.
Por otra parte, para poder conscientemente dar a la gente
lo que necesita y puede usar (y no lo que tal vez cree que
rer), uno debe haber alcanzado un alto grado de conoci
miento de sf mismo y de la psicologfa humana en general.
Son realmente pocas las personas que alcanzan este nivel
al dar; muchos creen percibir lo que el otro necesita cuando
en realidad estan proyectando sobre esa persona sus pro·
pias exigencias y sus miedos. En cuanto fuente de informa
ci6n mas objetiva, el Tarot puede ayudarnos a entender
nuestras propias necesidades o las de los demas. Debido a
estos significados, el Seis de Pentaculos se relaciona con el
Nueve en el contexto de aquella carta como emblema de
la certidumbre.
La idea de dar a la gente lo que es capaz de recibir tiene
tambien un significado religioso. Tanto los mfsticos como
los esoteristas suelen decir que la verdad oculta en el seno
de una religion determinada puede ser casi lo opuesto de lo
que esa religion parece decir en la superficie. Por ejemplo,
mientras que quiza la doctrina nos ensene a controlar nues
tros deseos con pensamientos piadosos, tal vez el ocultista
intente hacer aflorar sus necesidades mas ocultas para tra·
bajar con ellas. Esta escisi6n existe porque la mayorfa de las
personas no solo son incapaces de toda forma de trato con
las ensefianzas religioso-psicol6gicas en su forma no suavi
zada, sino que no estan dispuestas a intentarlo siquiera. E
incluso muchas de las que lo intentan, encuentran que la
verdad Jes es imposible de asimilar. Recuerdese al rabino
Ben Abuysh, que perdi6 la fe cuando le pareci6 ver dos
Dioses.
Idries Shah nos cuenta la fabula de dos hombres que lle
gan a una tribu sumamente temerosa de las sandf as, a las
que consideraban demonios. El primer viajero intenta de-
cirles la verdad, y lo lapidan por hereje. El segundo acepta
su ortodoxia, se gana la confianza de la gente y lentamente
va educandola. Como este relato, el Seis de Pentaculos in
dica la forma en que la religi6n, lo mismo que las ensefian·
zas esotericas, nos da lo que somos capaces de recibir.
133
Waite, al describir esta carta, dice «una persona con aspecto
de mercader»; no un mercader, .sino una persona «con as
pecto» de serlo. Y Nietzsche, en As( hablaba Zaratustra,
hace que un ermitano diga a Zaratustra: «Si quieres acer
carte a ellos, no Jes des mas que una limosna, y deja que te
la pidan.» Si Jes das mas, nadie te escuchara.
Sin embargo, Lquien es esta persona con «aspecto» de
mercader? LEs simplemente un maestro o representa una
doctrina religiosa o psicol6gica? La balanza sugiere algo
mas: la Justicia, que representa la verdad, no s6lo en cuanto
«informaci6n correcta», sino como fuerza viviente que man
tiene unido al universe y lo equilibra. En el Diez de Penta
culos vimos esta fuerza representada por el anciano en la
arcada; aquf se nos aparece como el mercader. La vida nos
da lo que necesitamos, lo que podemos usar. Especial
mente cuando nos colocamos en posici6n de recibir.
La gente que trabaja con meditaci6n o con el Tarot, o
con disciplinas similares (lo mismo que quienes hacen un
trabajo artfstico), observan. con frecuencia un fen6meno cu
rioso. Parece como si la vida conspirase para darles lo nece
sario para ayudarles en su camino. No es que Jes de un
empuj6n, pero sf apenas un empujoncito en el memento
precise. He aquf un ejemplo. En la epoca en que estaba tra
bajando con estos significados de! Seis de Pentaculos, me
hice a mf misma una lectura de Tarot, en la que el Seis sali6
cruzando al Caballero de Copas. Lo entendf en el sentido
de que serfa beneficioso para mf mantener una disposici6n
anfmica meditativa. Ahora bien, esto sucedi6 algunos meses
despues de la muerte de mi madre, y mientras visitaba a mi
padre empece a usar una mezuzah (una especie de amu
leto judfo) de mi madre. La mezuzah llevaba una inscrip
ci6n con el nombre Shaddai, en el que reconocf uno de los
nombres de Dios, aunque no sabfa que significaba. Dos o
tres dfas despues de la lectura asistf con mi padre en una
sinagoga a los oficios de! Sabado (algo que yo no habrfa
hecho por mi cuenta). Por el camino vi el nombre Shaddai
en una joya expuesta en un escaparate y mencione mi cu
riosidad respecto de su significado.
134
Cuando mire el pasaje de la Biblia correspondiente a la
lectura de ese dfa, descubrf una nota que explicaba el signi
ficado de Shaddai. Traducida como «Todopoderoso», la pa
labra proviene de una rafz hebrea que significa «subyugar»,
pero se relaciona tambien con una palabra arabe que quiere
decir «benevolencia, donaci6n de regales». El libro no solo
respondi6 a mi pregunta inmediata, sino que me dio una
mayor comprensi6n de! Seis de Pentaculos. El «mercadeP>
simboliza la fuerza de la vida, que no solo nos da lo que
necesitamos y podemos recibir, sino que tambien puede
subyugarnos (aunque ordinariamente no lo haga si no lo
deseamos) con el milagro espiritual. Y toda esa compren
si6n intuitiva (que, por haberla experimentado, significaba
mas para mf de lo que habrfa significado intelectualmente,
como idea), la habfa alcanzado yo poniendome literalmente
en posici6n de recibir, es decir, yendo con mi padre a la
sinagoga.
El Seis de Pentaculos nos ensena que el valor de estu
diar el Tarot u otras disciplinas no reside simplemente en el
conocimiento especffico que de ello se obtiene, sino tam
bien en la disposici6n de animo que se crea por el acto de
hacerlo. El trabajo mismo nos cambia. Mediante el meca
nismo de las cartas Portales podemos cultivar consciente y
deliberadamente esos cambios. Al contemplar las figuras y
unirnos a ellas nos permitimos recibir sus clones.
Invertida
Los significados posibles se relacionan con los de la carta
en posici6n normal. Indican falta de generosidad y egofsmo
cuando lo que se espera es compartir. En ocasiones, esto se
refiere a una situaci6n en que la persona esta en una posi
ci6n de superioridad. Entonces, el (o la) donante es capaz
de dar con mayor libertad, sin calcular lo que puede o no
permitirse, sino compartiendo realmente. Otras veces, la
carta sen.ala el resentimiento de las personas que reciben la
caridad, o su contrapartida, la piedad.
Con frecuencia, el Seis invertido indica que alguna si
tuaci6n estable, pero basicamente desigual o insatisfactoria,
135
se ha roto. Que esto de o no origen a otra mas libre o mas
equilibrada dependera de diversos factores, entre los cuales
no es el menos importante el deseo y el valor de los partici
pantes para seguir adelante con un proceso que ha sido ini
ciado por ellos mismos o por algun agente exterior.
Finalmente; como es natural, la carta en esta posici6n
significa no estar en posici6n de recibir, ya sea porque nos
aislamos espiritualmente o porque dejamos pasar alguna
oportunidad practica, quizas a causa de nuestra arrogancia
o nuestra desconfianza de los motives ajenos.
El Cinco
136
vese que los personajes, aunque encorvados y tullidos, so
breviven. Esta carta puede indicar amor, especialmente el
de dos personas que se mantienen unidas en una mala si
tuaci6n. Puede darse el caso de que las penurias se hayan
convertido en uno de los principales factores que las man
tienen juntas, de modo que el alivio de sus problemas mate
riales puede poner a prueba su unidad; tambien es proba
ble que las personas crean que eso puede suceder, y que
por eso teman al cambio.
Observese que las figuras pasan delante de una iglesia.
Pues bien, como lugar de asilo, la iglesia representa des
canso y alivio ante la tormenta. Las dos personas, sin em
bargo, no la ven. Los seres humanos pueden acostumbrarse
a cualquier cosa, y cuando esto sucede, es frecuente que no
vean las oportunidades de cambiar, y que se resistan incluso
a poner termino a sus problemas. Si comparamos estas per
sonas con los mendigos arrodillados de! naipe Seis, vemos
que el Cinco representa el orgullo y la independencia, lleva
dos en ocasiones al punto de la estupidez ante un autentico
ofrecimiento de ayuda.
Al examinar mas atentamente la carta podemos descu
brir otros significados alternatives, y hasta opuestos. La ima
gen no muestra ninguna puerta de la iglesia. Como sucede
hoy con muchas iglesias que cierran sus puertas cuando no
hay oficios religiosos, parece que esta hubiera dejado fuera
a la gente. El asilo no ha servido de nada. Vemos aquf ante
todo un comentario sobre la religion moderna, a la que mu
ches acusan de haber fracasado en la tarea de consolar y
curar las almas perturbadas de los fieles. En un nivel mas
simple, en muchos pafses las iglesias se han enriquecido a
expensas de! pueblo. Aquf tambien cabe comparar el Cinco
con el Seis. Allf, el mercader puede simbolizar la iglesia se
cular moderna, que da la asistencia material que puede (o
que quiere), en tanto que de las necesidades espirituales de
la gente nadie se ocupa.
Podemos decir que el parrafo anterior nos ofrece una
interpretaci6n «sociol6gica» de la iglesia sin puerta. Si, en
cambio, ponemos el acento en las personas, tendremos una
137
vision psicologica. A veces podemos encontrarnos en una
situacion en que las fuerzas externas -las instituciones so
ciales, Ia familia, los amigos, etc.- no pueden ayudarnos, y
debemos enfrentarnos solos con el problema.
Podemos extender esta idea a una interpretacion «ma
gica» u ocultista. En el libro sobre los Arcanos Mayores ana
lice como el mago -o maga-, al embarcarse en un curso
de evolucion personal, se enfrenta con la Iglesia estable
cida, que tradicionalmente actua de intermediaria entre los
seres humanos y Dios. La opcion puede traer consecuen
cias tanto practicas como polfticas. Si el mago tropieza con
fuerzas psfquicas peligrosas, entonces Ia religion tradicional
no puede (por no hablar de que no quiera) ayudarle a ven
cerlas. Comparese el Cinco de Pentaculos con el Hiero
fante, el numero 5 de los Arcanos Mayores. Allf (figura 52b},
dos suplicantes se someten a una doctrina que Ios orienta
en todas las situaciones. Aquf (figura 52a), las personas han
rechazado esas doctrinas, o simplemente han descubierto
que no venfan al caso.
lnvertida
El significado que da Waite es «caos, desorden, ruina, con
fusion». Esto sugiere que las cosas ta! como se las vefa en la
posicion normal se han desbaratado. Las personas ya no
sobreviven. Por mas que la situacion inmediata pueda pare
cer mucho peor, a veces conduce a una mejora. Cuando la
gente se acostumbra al sufrimiento, es probable que un co
lapso la libere. El que ahora puedan o no consfruir algo mas
positivo depende parcialmente de ellas mismas, y parcial
mente de Ia influencia y de las oportunidades que las ro
deen.
138
Figura 53
El Cuatro
139
la vida, por mas centrados en nosotros mismos que procu
remos estar.
En ciertas situaciones, el Cuatro, considerado general
mente como una «carta problema», puede ser muy apro
piado. Cuando la vida se ha desintegrado en el caos, el
Cuatro indica la creaci6n de una estructura, ya sea por me
diaci6n de las cosas materiales u orientando hacia adentro
la energfa mental y emocional. La carta sigue siendo una
imagen del egofsmo, pero a veces el egofsmo puede ser
precisamente lo que se necesita. Generalmente, la gente
que medita con el aura, al termino de cada meditaci6n
cumple con el ritual de «sellar» el aura en los puntos de los
chakras. Esta practica impide a la vez las filtraciones de su
propia energfa, y que el sf mismo se vea anegado por in
fluencias externas.
Finalmente, en un nivel muy profundo, el Cuatro de
Pentaculos simboliza la forma en que la mente humana es
tructura y confiere significado al caos de! universo material.
Esta idea no contradice el concepto de fuerzas que equili
bran la naturaleza, tal como las describen el Diez y el Seis.
Mas bien lo complementa, al mostrar que la gente no solo
percibe aquellas fuerzas, sino que de hecho las ayuda a fun
cionar. El que los seres humanos existamos en el universo
como creadores y no como meros observadores pasivos
constituye uno de los puntos de encuentro entre las ense
nanzas mfstico-esotericas y la ffsica contemporanea.
Invertida
Aquf la energfa se libera. El acto puede significar generosi
dad y libertad -si la posici6n normal indica avaricia o en
cierro dentro de nosotros mismos-, pero tambien puede
representar la incapacidad de establecer un lazo que man
tenga unida nuestra vida y la estructure. Una vez mas, re
cordemos que en cada situaci6n concreta el significado de
pende de otras influencias.
140
Figura 54
El Tres
141
significados no se excluyen redprocamente. Como obser
vamos antes, el trabajo manual, hecho a conciencia y con
animo comprometido, puede ser el vehfculo de la evoluci6n
de} sf mismo.
Parte de! significado de esta carta reside en el hecho de
que un simbolismo tal de la evoluci6n psfquica haya de
darse en el ambito mundane de los Pentaculos, y no en las
imagenes, con frecuencia mas ex6ticas, de los otros pales.
Invertida
Mediocridad: el trabajo, ffsico o espiritual, va mal, con fre
cuencia debido a ociosidad o debilidad. En ocasiones �I
significado se extiende a una situaci6n general en la �ue
poco sucede: las cosas contim'.ian, ya sea empeorando 0
mejorando, siempre al mismo paso lento.
:u:
Figura 55
El Dos
142
fica hacer malabarismos con la vida misma, manteniendolo
todo en el aire al mismo tiempo. Pero mas simplemente,
expresa la idea de disfrutar de la vida, pasandolo bien, de
manera similar a como la muestra el Nueve de Copas, aun·
que mas ligera: aquf vemos una danza antes que una fiesta.
Como tantos Pentaculos, la carta implica que hay una
magia oculta en sus placeres ordinarios. El juglar sostiene
sus emblemas magicos dentro de un lazo o cinta que forma
el signo de infinite, el mismo que aparece por encima de la
cabeza del Mago, y de la mujer en la Fuerza. Hay gente que
cree que el desarrollo espiritual se produce s6lo en memen
tos de seriedad. Pero el placer y la diversion tambien pue
den ensefiarnos mucho, siempre y cuando Jes prestemos
atenci6n.
lnvertida
Aquf el juego se vuelve forzado: Waite dice «disfrute simu
lado». Enfrentados con alg(m problema que no queremos
enfrentar, o con la presi6n social que nos exige no armar
por ello un alboroto, es posible que finjamos, tanto ante
nosotros mismos como ante los demas, que nos tomamos
todo a la ligera. Pero lo mas probable es que fracasemos en
este acto de malabarismo.
143
Figura 56
El As
145
LAS LECTURAS
5
Introducci6n a la adivinaci6n
por el Tarot
149
naipes sigue siendo tan fuerte que en algunos pafses las
mujeres que se dedican a leer profesionalmente acostum
bran a llevar pai'iuelos multicolores, faldas con volantes y
pendientes de oro (y los hombres, pantalones bombachos,
chalecos de brocado y un solo pendiente), y adoptan nom
bres como «Madame Sosostris» para satisfacer al publico.
Es probable que la larga asociacion de las lecturas de!
Tarot con puestas en escena baratas explique, por lo menos
en parte, el desprecio o la falta de interes que muchos estu
diosos de! Tarot han mostrado hacia la adivinacion. En
cuanto ven en el Tarot un diagrama y un instrumento de la
evolucion consciente, los ocultistas y quienes se interesan
por el esoterismo rechazan automaticamente el uso de las
cartas como anuncio de «extranjeros altos y morenos» o de
herencias misteriosas. Y sin embargo, al ver unicamente los
abusos, y no las posibilidades mas profundas que ofrecen
las lecturas, son esos mismos ocultistas quienes limitan el
verdadero valor de! Tarot.
He aquf el comentario de Arthur Edward Waite sobre la
adivinacion, en su libro The Pictorial Key to the Tarot [La
clave grafica de! Tarot]: «La asignacion de un aspecto adivi
natorio a estas cartas es la historia de una prolongada im
pertinencia.» Esto nos conduce a una interesante paradoja.
Porque desdei'iaban el aspecto adivinatorio, Waite y otros
que pensaban como el extendieron el abuso de las lecturas.
La forma despectiva en que escribieron sobre el tema ha
fijado en la mente de muchas personas la imagen de inten
tos triviales de predecir el futuro. En cuanto a la mera cues
tion de por que escribieron sobre el tema, solo podemos
conjeturar que ellos o sus editores supusieron que el pu
blico esperaba este enfoque. Despues de todo, incluso hoy
a la mayorfa de las personas que toman un libro sobre el
Tarot Jes interesan mas los mensajes misteriosos que nada
que tenga que ver con el logro de una transformacion psf
quica. Por cierto que los libros sobre Tarot que mejor se
venden dan las formulas mas simples para los significados
de las cartas; y al mismo tiempo, prometen la totalidad del
conocimiento.
150
Mas importante que dilucidar por que se molestaron en
escribir sobre el tema es el simple hecho de que pocos es
pecialistas en esoterismo hayan intentado disipar la imagen
trivial de la adivinacion. Esta indiferencia se ha extendido
incluso a la totalidad de los Arcanos Menores. Como las
cartas Menores van asociadas con las lecturas, muchos libros
serios sobre el Tarot las tratan muy a la ligera, si es que las
tratan (el comentario de Waite se aplicaba solamente a los
Arcanos Mayores). El libro de Paul Foster Case sobre el
Tarot solo da las formulas mas escuetas en una especie de
apendice al final. Otros libros no tratan mas que las cartas
Mayores. La obra de Crowley The Book of Toth [El libro de
Tot] es practicamente el unico de los estudios esotericos
modemos que profundiza en el significado de los Arcanos
Menores, relacionandolos con un complicado sistema as
trologico.
En cuanto a los metodos para hacer las lecturas, los es
tudios esotericos mas importantes no nos han dado mas
que una pobrfsima informacion, consistente en unas pocas
«tiradas» o disei'ios para disponer las cartas, con unas for
mulas a modo de explicacion de las diferentes posiciones.
En esto tambien, la excepcion es Crowley, quien presenta
un sistema complicado de lecturas, mediadas por un «reloj»
astrologico.
El impacto de la psicologfa profunda y de la astrologfa
humanista ha llevado a muchos autores contemporaneos a
buscar un uso mas serio de la adivinacion. Desdichada
mente, al tratar las lecturas de manera tan displicente, los
primeros autores crearon una tradicion formada por formu
las de las cuales a los modemos Jes ha resultado diffcil des
prenderse. Asf, nos seguimos encontrando el mismo tipo de
explicaciones para los Arcanos Menores, en el estilo de
«Todo no se ha perdido todavfa; aun puede haber buena
suerte» (Douglas); y con las mismas descripciones breves de
las tiradas, con explicaciones del tipo de «el mejor resultado
posible» para las posiciones. En la lfnea iniciada por Crow
ley y otros, varios libros contemporaneos han intentado
ampliar el significado de los naipes vinculandolos no sola-
151
mente con la astrologfa y la Cabala, sino con el I Ching, la
psicologfa junguiana, el tantrismo e incluso con las mitolo
gfas de America Central. Establecer estas vinculaciones
ayuda al entendimiento, especialmente a las personas con
un conocimiento previo del otro sistema (serfa interesante
ver un libro, digamos, sobre psicologfa de la gestalt que ex
plique su tema en funci6n de la correspondencia con el
Tarot, y no a la inversa). Aun asf, en cualquier estudio cui
dadoso de! Tarot se ha de seguir poniendo el enfasis en las
cartas mismas, y en el uso que !es cabe en la meditaci6n y
en las lecturas. En esta secci6n de! libro esperamos dar una
idea de lo complejo y profundamente instructive que puede
ser el Tarot en cuanto instrumento adivinatorio.
El sentido com(m
Mucha gente dice que las lecturas de! Tarot «le dan miedo».
A lo que aluden con eso es, primero, a la incomodidad de
que algo pueda dejar al descubierto sus experiencias, al
mismo tiempo que sus miedos y esperanzas mas fntimos; y
en segundo lugar, a que un mazo de cartas pueda hacer ta!
cosa. Esas personas suelen acercarse inicialmente al Tarot
como si fuera un juego, especialmente si es un amigo o un
pariente quien echa las cartas, y no tienen que pagar por la
lectura. Entonces barajan los naipes con una sonrisa for
zada, porque se sienten tontos; el lector hace la tirada, ta!
vez buscando los significados en un libro, y 1lega lo incref
ble: ahf aparece el trabajo nuevo, o el amante infiel o -si el
lector lo encara con un poco mas de sutileza- el miedo a la
enfermedad o una dolorosa rebeli6n contra uno u otro de
los padres.
-Esto lo estas sacando de lo que ya sabes de mf -di
cen, o si no-: Eso ya lo sabfas con mirarme, Lno? En rea
lidad, no es que lo hayas visto en las cartas.
Y entonces, a la vez siguiente que alguien Jes habla de
tirar las cartas, se rfen y contestan que no, gracias, que a
e11os esas cosas les dan miedo.
152
La verdad es que el future le da miedo a mucha gente
que no espera que le suceda nada bueno. Se conforman
con que las cosas sigan igual, en un equilibrio de dolor y
felicidad con una gran dosis de aburrimiento y frustraci6n y
un nivel mfnimo de desdicha; pero incluso una estabilidad
asf se Jes aparece como improbable. A los ojos de la mayo
rfa, las cosas no pueden menos que empeorar; y lo mas pro
bable es que empeoren.
Las lecturas del Tarot nos ensefian muchas cosas mas
alla de la informaci6n determinada que obtenemos de ellas.
Una de esas cosas es el predominio de! pesimismo. Si todas
las cartas de una persona salen positivas, radiantes de pro
mesas de felicidad, la persona dira probablemente:
-LAh, sf? Pues lo creere cuando lo vea.
Pero si una sola carta expresa una insinuaci6n de difi
cultades o de enfermedad, la respuesta se convierte en:
-Oh, si yo ya lo sabfa. Y ahora, Lque voy a hacer?
Con una actitud tal, imagfnese el lector c6mo crece el
miedo, y quizas el resentimiento, cuando la temida informa-
ci6n Jes 1lega a partir de un mazo de naipes.
Hay tambien otro aspecto en esta cuesti6n de aceptar
las cartas. La gente que va a hacerse leer el Tarot, con fre
cuencia tiene la actitud de querer que le «muestren» algo.
Como consideran que la adivinaci6n es algo «magico» (aun
que en realidad no sepan lo que eso significa), quieren que
el lector Jes demuestre que tiene poderes magicos. Para
ellos, el valor de la lectura reside en la precision con que
armonice con lo que e1los ya saben de su vida, con el agre
gado, naturalmente, de un pelfn de informaci6 nueva. Para
asegurarse de que el lector -o la lectora- es «honesto», le
ocultan de su vida todo lo posible. Recuerdo una mujer que
vino a pedirme consejo por cuestiones de trabajo. Durante
toda la lectura me mir6 (o mir6 las cartas) con aire inexpre
sivo, sin darme indicaci6n alguna de si lo que yo le decfa
lenfa algun sentido para e1la. Despues, sin embargo, repas6
una por una las cartas, explicandome c6mo se relacionaban
directamente con su experiencia del memento.
En otra ocasi6n yo habfa prometido a una amiga que le
153
harfa una lectura en Arbo! de la Vida (vease p. 208) como
regalo por su vigesimo primer cumpleai'ios. Cuando le con
to a alguien en el despacho que se iba a hacer leer las car
tas, la mujer le aconsej6, alarmada:
-Oh, pero no debes hacer eso. No sabes las cosas que
hace esa gente. Se van al ayuntamiento y al registro civil
para averiguar todos tus datos, cuando naciste, donde vi
ves...
Mi amiga no le dijo que yo ya sabfa todas esas cosas.
A esas personas no parece ocurrfrseles que cuando pier
den su tiempo y su dinero es cuando solo han aprendido
cosas que ya sabfan, junto con una marai'ia de hechos nue
vos. Parece que se olvidaran de que no han pedido la entre
vista para poner a prueba al lector, sino para buscar. con
sejo. Cuanto mas podrfa haber aprendido la mujer sobre su
carrera, si me hubiera dado oportunidad de profundizar en
las relaciones entre las cartas, en vez de limitarse a verificar
hasta que punto me aproximaba yo a los hechos.
Detras de! miedo y de! escepticismo se oculta el mismo
problema: las cartas de! Tarot ofenden al «sentido comu.n»,
es decir, a la imagen de! mundo que tenemos en com(m y
que es, generalmente, la que nos ensei'ia la sociedad. A esa
imagen la consideramos «cientffica», aunque solo en el es
tricto sentido historico de esa palabra, en cuanto significa la
vision propagada por los cientfficos oficialmente reconoci
dos (lo que excluye, por ejemplo, a los astr6logos y los yo
guis) desde el siglo XVII. Ironicamente, las propias ciencias
naturales, y en especial la ffsica, se estan apartando de la
idea de un universo estrictamente mecanicista. Sin embar
go, el retraso cultural asegura que la mayorfa de las gentes
sigan pensando en la ciencia en terminos de! siglo XIX.
Es decir que la vision «con sentido comu.n» de! mundo
que se genero en una cultura -la europea- ha predomi
nado durante no mas de unos doscientos o trescientos
ai'ios, y ha empezado ya a desvanecerse. Es imposible negar
los logros alcanzados por esta vision, sean cuales fueren sus
inconvenientes. La mayor parte de las personas que denun
cian la ciencia no pueden ofrecer nada en reemplazo de
154
ella, a no ser la nostalgia de un pasado visto a traves de los
ojos de! romanticismo, pero que jamas existio. El peligro
que actualmente representa la humanidad para la natura
leza da un ironico testimonio de la medida en que la raza
humana ha conseguido superar las grandes amenazas -el
hambre, las fieras, la enfermedad, etc.- que, en su momen
to, represento para ella la naturaleza. Pero aceptar los lo
gros de la ciencia no nos obliga a proscribir todas las demas
contribuciones al conocimiento humano.
La ciencia occidental modema se inicio como un movi
miento conscientemente ideologico, que se oponfa en forma
deliberada a la vision religiosa de! mundo de su epoca. Los
primeros en practicarla y en teorizar sobre ella, como Fran
cis Bacon, se consideraban revolucionarios que proponfan
una relacion totalmente nueva con la naturaleza, una rela
cion que irfa mas alla de ensanchar y enriquecer el conoci
miento. La ciencia, predicaban, crearfa un mundo nuevo.
Incluso hoy, en cuanto institucion, la ciencia conserva un
caracter dogmatico y evangelico. La fama y la popularidad
de Immanuel Velikovsky se derivaron, en parte al menos,
de! histerismo con que lo atacaron los cientfficos (que en
Holanda, la tierra de la tolerancia, intentaron conseguir que
el gobiemo prohibiera los libros de Velikovsky). Y recuer
dese tambien la organizacion formada recientemente por
Carl Sagan, Isaac Asimov y otros con el fin de atacar la
popularidad de la astrologfa.
Lo interesante es que al mismo tiempo que la reputa
cion de la ciencia tradicional pasa por momentos diff ciles,
su vision del mundo sigue, en terminos generales, sin ser
cuestionada. Con cierta justificacion y cierta confusion, la
gente culpa a los cientfficos por las diversas amenazas que
pesan sobre la vida en la tierra. Y sin embargo, el «sentido
comu.n» sigue aludiendo al mundo creado por la ciencia de
los siglos xvm y XIX: ta! es el poder de! condicionamiento.
GComo podemos caracterizar, pues, este sentido «co
mu.n» (compartido, ordinario)? Pues porque insiste, princi
palmente, en que entre acontecimientos, objetos o pautas
no puede existir mas que una sola forma de relacion, que es
155
la de causa ffsica directa. Si empujo algo, se cae. Eso tiene
sentido. lTiene sentido que si pienso en algo, se caiga? lO
que se caiga un edificio si golpeo una maqueta?
La persona «con sentido comun» dice que no, que si las
cosas suceden asf eso es coincidencia, palabra que significa
que dos o mas cosas tienen una relaci6n en el tiempo; han
coincidido, pero no tienen ninguna otra relaci6n. La causa
lidad sigue estando limitada a la acci6n ffsica observable.
Pero la ciencia, incluso en su perfodo mas mecanicista,
durante los dos ultimos siglos, tuvo que ampliar este con
cepto a lfmites dudosos para poder explicar el mundo ob
servable. La Tierra y los otros planetas se mueven alrededor
del sol. Esto es un hecho demostrable. Podemos calcular las
relaciones matematicas de estos cuerpos en movimiento
hasta tal punto que descubramos otros cuerpos nuevos gra
cias a un movimiento irregular de los ya conocidos (Nep
tune y Plut6n fueron descubiertos de esta manera). Pero los
hechos no explican c6mo sucede esto. No hay manos gi
gantescas que empujen a la Tierra ni tiren de ella para ha
cerla girar alrededor del sol. Sin embargo, la regularidad del
movimiento no nos permite que lo llamemos coincidencia.
Por ende, los cientfficos se inventaron conceptos tales como
los de «Ieyes naturales» y «campos de fuerza». A la misma
persona que nos dice que «no tiene sentido» que alguien
derribe una silla con el pensamiento le parecera perfecta·
mente sensate que la «gravedad» haga que la tierra gire
alrededor del sol.
lQue decir, pues, del antiguo punto de vista, el de la
«correspondencia», para el cual la relaci6n entre objetos y
acontecimientos es de similitud? Para el «tiene sentido» que,
empujando un modelo en escala, alguien pueda derribar
una silla. Y tiene sentido que la posici6n de los planetas en
el memento del nacimiento haya de influir sobre la perso
nalidad.
De hecho, en la actualidad coexisten ambos puntos de
vista, aunque el que afirma la correspondencia sigue siendo
el menos respetable. Ciertas plantas se asemejan a 6rganos
humanos. Hay personas (especialmente los sanadores alter·
156
natives o de la «nueva era») que afirman que tiene sentido
que tales plantas ayuden a mantener sanos los 6rganos que
se Jes parecen. Otras personas diran que lo que tiene sen
tido es que las dos cosas no tengan nada ver una con otra.
El «sentido» de los dos grupos no tiene nada en comun.
A pesar de esta «no·comunidad», los dos puntos de vista
se superponen a veces. La gente que desea justificar la as
trologfa a los ojos de la mayorfa suele invocar la «ley» de la
gravedad para explicar las influencias astrol6gicas, pese al
hecho de que el tipo de influencia que se atribuye a cada
planeta depende en gran medida de las asociaciones mito-
16gicas que las antiguas civilizaciones asignaron a cada uno
de ellos.
Supongamos que aceptamos el antiguo sentido com(m;
lnos ayuda eso a aceptar el hecho observable de que las
lecturas del Tarot reflejen con precision la vida de una per·
sona? De hecho, las interpretamos de acuerdo con el con
cepto de correspondencias: la pauta de las cartas barajadas
refleja la pauta de los acontecimientos. Sin embargo, para
muchos que creen firmemente en el sentido de la astrolo·
gfa, el Tarot sigue siendo ofensivo. Los planetas forman una
pauta fija y especffica en el momenta del nacimiento, una
pauta determinada retrospectivamente por el memento de
la creaci6n, cuando la gravedad los coloc6 en sus 6rbitas
predecibles. Pero en los naipes barajados no existe tal de·
terminaci6n. Ademas, los planetas son seres poderosos, que
se mueven trabajosamente por el cielo, y las cartas parecen
tan triviales que se pregunta uno c6mo podemos aceptarlas.
Para muchas personas, la autoridad de la astrologfa se
deriva de la vastedad del cosmos y, en ultima instancia, de
Dios. Tiene «sentido» que algo tan pequeifo como un ser
humano haya de recibir su personalidad de los vastos movi·
mientos de los planetas. Y por mas que la gente pueda
avergonzarse de decirlo, sabemos quien empez6 poniendo
en movimiento las estrellas y los planetas. Pero a los naipes
los barajan gentes como nosotros. Y si vuelven a barajarlos,
el disefiQ que obtienen es diferente. Entonces, lc6mo es
posible atribuirles ningun significado serio?
157
Tras esta ultima pregunta se oculta un supuesto muy
importante: que solamente las pautas fijas son reales. El
hecho es que la vision de! mundo basada en la idea de
correspondencia puede mostrar igual tendencia a adoptar
actitudes mecanicistas que la que se ·basa en la idea de ley
natural. Ambas clan por supuestas sin fundamentarlas la
cuestion de Dios o la de las causas primeras. Asf como nin
guna de las dos explica c6mo llego a existir el mecanismo
-las !eyes naturales o las pautas de! zodfaco-, tampoco
ninguna exige realmente que nos preocupemos por ello.
Dios ya puede haberlo puesto todo en movimiento, pero
ahora el mecanismo funciona solo. Aunque un buen astr6-
logo se vale de su intuicion para interpretar un horo?copo,
la carta puede levantarla cualquiera que tenga cierto en
trenamiento.
El Tarot, en cambio, es mas bien dinamico que determi
nista. Ninguna regla fija rige la forma en que una persona
ha de barajar las cartas, y siempre es posible volver a bara
jarlas. (Yo he llegado a hacer hasta seis lecturas para una
pregunta, y cada vez obtuve basicamente la misma res
puesta, aunque con variaciones importantes, pero muchas
de las cartas volvfan a aparecer en cada una de ellas. La
observacion de que algo funciona, de todas maneras, no
explica c6mo funciona.)
En la decada de los afios treinta, Carl Jung y Wolfgang
Pauli decidieron estudiar las «coincidencias significativas».
Jung se intereso en el tema a partir de la astrologfa y de los
experimentos con el I Ching, que lo asustaron de modo
muy semejante a como el Tarot asusta a la mayorfa de las
personas. Pauli abordo el tema desde una participacion
mucho mas personal, ya que parecfa perseguido por las
coincidencias como por un perro fie! y con frecuencia torpe.
Las investigaciones de ambos no llegaron en realidad
mucho mas alla de la etapa de proclamar que tales coinci
dencias existen, y que tras ellas debe de haber alguna espe
cie de principio subyacente. Los autores afiadieron, sin em
bargo, una palabra nueva a los lenguajes de! mundo: sin
cronicidad. Los acontecimientos son sincr6nicos cuando no
158
los conecta ninguna causa observable y, sin embargo, existe
entre ellos un significado. Por ejemplo, si necesitamos con
sultar cierto libro inhallable, y sin tener noticia de tal necesi
dad alguien se nos aparece en casa con un ejemplar de!
libro, a esta conjunci6n la llamamos sincronica.
Con frecuencia, la gente usa la palabra «sincronicidad»
a la manera de un conjuro contra las dificultades filos6ficas
planteadas por los acontecimientos que no tienen causa
aparente. Cuando sucede algo aparentemente imposible,
decimos: «Es la sincronicidad», y esquivamos asf el agravio
al sentido comun. Jung y Pauli, por supuesto, vefan algo
mas que eso en el termino. Estaban tratando de sugerir la
posibilidad de que un «principio acausal» conectase los
acontecimientos de manera tan segura como los principios
causales de las leyes naturales. Dicho de otra manera, que
si reunimos informaciones en forma aleatoria y libre de las
conexiones causales de la direcci6n consciente, entonces la
sincronicidad acausal las vinculara de manera significativa.
Lo importante aquf es observar que el principio de sincroni
cidad solo puede actuar en un terreno previamente despe
jado de la influencia de! principio causal. 0, con otras pala
bras: para dar al principio ocasion de que funcione se nece
slta un metodo cualquiera de producir pautas aleatorias,
que tanto puede ser barajar naipes como arrojar monedas.
En cierto sentido, la adivinaci6n se deriva realmente de
una vision de! mundo mas antigua a(m que la de las corres
pondencias. Una vision que llamamos «arcaica», y en la que
Oios o los dioses estan presentes en cada momento, to
mando parte activa en el destino y en el funcionamiento del
universo. En un mundo asf, nada sucede obedeciendo a
ninguna ley, sino mas bien porque Dios decide hacer que
suceda. Para esta concepcion no es la gravedad, sino la
Gran Madre, lo que hace que la primavera siga al invierno.
E igualmente podrfa hacer que no fuera asf.
Para los pueblos que partfan de este punto de vista, la
comunicaci6n con los dioses no solo era posible, sino nece
saria. No solamente querfan mantener felices a los dioses, o
por lo menos evitar su colera, sino que era Cttil tener alguna
159
idea de que era lo que estos se proponfan. Aquellas gentes
que no confiaban en que las !eyes naturales pudieran pre
decir ni en los movimientos mensurables de los planetas,
tenfan que preguntar y pedir.
Podfan comunicarse con los dioses de dos maneras. Pri
mero, era (y es) posible entrar en trance y visitar a los dioses
en sus retiros celestiales, ta! como han hecho siempre los
grandes chamanes. Mas facil -y menos peligroso- era
dejar que los dioses hablaran en c6digo, es decir, mediante
la adivinaci6n, valiendose de los dados, las entran.as de los
animales, el vuelo de los pajaros, los tallos de aquilea o
las cartas.
Pero, <,por que estas pautas obtenidas al azar han de
configurar el discurso de Dios? Lo mismo que con la sincro
nicidad, la respuesta es porque son aleatorias, porque ofen
den a nuestro racional sentido comun; saltan por encima de
la manera ordinaria, momentanea, que tiene la gente de
experimentar la vida. Como los suenos, se aventuran fuera
de! lenguaje, aherrojado por la 16gica, de la humanidad
consciente. Y al salirse asf de el, lo trascienden.
Para esta vision arcaica, Dios esta presente en todas las
cosas y en todos los acontecimientos. Dios esta continua
mente hablandonos. Pero nuestra percepci6n limitada nos
impide percibir esta comunicaci6n. Y esta bien que esta
limitaci6n exista. Como !es ensen6 la experiencia a los tres
rabinos que entraron con el rabino Akiba en el Parafso, el
discurso de Dios nos avasalla, nos ciega. La verdad, como
vimos en la primera parte de este libro, es que el velo de!
ego no s6lo existe como una limitaci6n embarazosa, sino
como algo que misericordiosamente nos separa y nos salva
de! verdadero poder de! universo. El prop6sito de! trabajo
esoterico no es simplemente retirar el velo, sino mas bien
entrenar al sf mismo para que sepa hacer el uso adecuado
de! cegador relampago que es la palabra de Dios. Si pese a
todo queremos, en cuanto personas normales, obtener al
guna informaci6n proveniente de Dios -es decir, de mas
alla de nuestras propias y limitadas percepciones- necesi
tamos una manera de ver de! otro !ado de las anteojeras
160
que nos afslan de! mundo de la Verdad. Necesitamos pro
ducir' la sincronicidad.
Cualquier artificio que produzca una pauta «aleatoria»
servira a esta funci6n. Es posible que todos los trebejos que
la gente usa para los juegos de azar hayan servido origina
riamente para la adivinaci6n, y por la misma raz6n. Los
dados, los naipes, las ruletas que giran, todos pasan a traves
de! control que la mente consciente puede ejercer sobre
el resultado.
Identificar algunas de las antiguas rafces de! Tarot (y no
estoy sugiriendo que el Tarot como ta! se remonte a los
tiempos antiguos, sino que sf lo hacen los conceptos subya
centes en su funcionamiento) no basta para explicarlo a las
mentes modernas. Sin embargo, ciertos aspectos de la vi
sion arcaica de! mundo han comenzado a reaparecer, ata
viados· adecuadamente con la moderna terminologfa de la
ffsica y de la psicologfa profunda, y ya no con el lenguaje
mitol6gico que habla de dioses y diosas. Y uno de esos ter
minos es «sincronicidad».
La moderna teorfa de los quanta sugiere que, en el nivel
mas basico, la existencia no sigue ninguna regla o ley deter
minada. Las partfculas interactuan al azar, y lo que observa
mos como !eyes naturales son de hecho agregados de pro
babilidad que clan la apariencia de determinismo, de ma
nera semejante a como una moneda arrojada al aire el nu
mero suficiente de veces dara como resultado un numero
parejo de caras y cruces, de modo tal que alguien podrfa
pensar que una «ley» de! equilibrio requerfa una distribu
ci6n pareja. (De hecho, mucha gente cree que la «ley de!
promedio» puede regir el resultado de algun aconteci
miento en particular -«Ya has fallado tantas veces que por
la ley del promedio esta vez tiene que salirte bien»-, cuan
do lo que sen.ala la probabilidad es precisamente lo opues
to, es decir, la imposibilidad de predecir acontecimientos
especfficos.)
Al mismo tiempo que la ffsica va carcomiendo el uni
verso de las !eyes fijas, tambien la psicologfa moderna. (o
por lo menos algunas de sus ramas) ha empezado a tener
161
en cuenta las teorfas no-racionales de! conocimiento. Allf
donde los pueblos arcaicos hablaban de los «otros mun
dos» o de la «tierra de los dioses», hoy en dfa hablamos del
«inconsciente». Los terminos cambian, pero la vivencia que
designan es la misma: un ambito del ser donde no existe el
tiempo y donde el conocimiento no se limita a las imagenes
que nos transmiten los sentidos. Y los metodos usados para
«contactar con el inconsciente» no han cambiado desde los
que se empleaban hace miles de afios para hablar con los
dioses: son los suenos, el trance (<lei cual la libre asociaci6n
freudiana es una especie de versi6n menor), el arrojar mo
nedas.
Asf llegamos a la noci6n de que el Tarot funciona preci
samente porque no tiene sentido. La informaci6n existe, y
nuestro inconsciente ya la conoce. Lo que necesitamos es
algo que actue como un puente para llevarla a la percep
ci6n consciente.
Como ya senalamos, alcanzar este nivel de conexi6n,
esta sincronicidad del sentido no-comun, no depende del
sistema que usemos. El Tarot, el I Ching, los dados, las hojas
de te, todo sirve en realidad a la misma funci6n; todos pro
ducen informaci6n aleatoria. Quizas en el futuro aparezcan
formas mas «modernas» de producir pautas aleatorias. La
mas «pura» podrfa ser un sistema de adivinaci6n basado en
los movimientos y en los saltos energeticos de las partfculas
subat6micas, porque es en este nivel, el mas basico, donde
podemos ver la implicaci6n mas importante de la sincroni
cidad: que la existencia no sigue !eyes deterministas rfgidas
en las cuales todos los acontecimientos se deriven de cau
sas fijas. Y sin embargo, al mismo tiempo los acontecimien
tos tienen significado. 0 mejor dicho: el significado emerge
de los acontecimientos. De todos los precipitados y subitos
torbellinos de partfculas emerge la materia s6lida. De las
acciones y experiencias separadas que forman la vida de
una persona emerge una personalidad. Del acto de mezclar
las cartas de! Tarot emerge una toma de conciencia.
Si cualquier artilugio puede proporcionar un signifi
cado, lpor que el Tarot? La respuesta es que cualquier sis-
162
tema nos <lira algo, pero la cualidad de ese algo depende de
los valores que contenga el sistema. El Tarot contiene una
filosoffa, un esquema de c6mo evoluciona la conciencia
humana, y un vasto compendia de la experiencia del horn·
bre. Al barajar las cartas establecemos un interjuego de
todos esos valores.
Podrfamos objetar que al asignar una filosoffa a las car
tas se destruye su objetividad en la funci6n predictiva de
acontecimientos. Los valores y las interpretaciones del horn•
bre se han inmiscuido en un sistema que, eso aparte, es
puro. Creo que una idea asf proviene de un malentendldo
respecto de lo que es «objetividad». El Tarot es objetivo
porque no se contamina con la decision consciente, pero
no es imparcial. Por el contrario, tiende a impulsarnos en
ciertas direcciones: hacia el optimismo, la espiritualidad, la
creencia en la necesidad y en el valor del cambio...
Los significados para las cartas que este libro ofrece dejan
amplio margen a la interpretaci6n del lector; mas aun, la
exigen. Y esto se debe a que la lectora o el lector experi·
mentado aporta a su trabajo mucho mas que un conoci
miento detallado de los naipes y de sus significados tradi·
cionales. No menos importante es su sensibilidad, con res·
pecto a las imagenes y a la persona que, nerviosa y emocio
nada, esta ahf mirando fijamente las cartas. Un buen lector
no se limita simplemente a repetir los significados fijos tra
dicionales, sino que mas bien encuentra interpretaciones y
significados nuevos que ensanchan esas pautas.
En tanto que algunas personas desean una lectura obje
tiva y desconffan de la interpretaci6n, otras sostienen que
un lector no debe usar ningun significado definido, sino tra
bajar siempre a partir de lo que el o ella «siente» que son las
imagenes en ese momento. Sin embargo, esta actitud limi
tara al lector a la reducida variedad de sus propias percep
ciones, que provendran siempre, parcialmente al menos, de
sus propias experiencias y de su condicionamiento cultural.
Muy pocas personas han alcanzado un nivel de conciencia
en el cual puedan escapar de! prejuicio de su propia histo
ria. A la mayorfa de nosotros, las emociones nos nublan la
163
intuici6n. El subconsciente cierra el paso al inconsciente.
(En la pagina 192 hay una nota donde se aclara la diferen
cia entre «inconsciente» y «subconsciente» .)
A un lector que conffa en los sentimientos se lo puede
apartar de la verdad tanto como encaminarlo hacia ella.
Pero hay otra raz6n por la que debemos trabajar con los
significados tradicionales pertenecientes a las imagenes. Si
no usamos la sabidurfa que otros han incorporado a las car
tas, estamos privandonos de su experiencia y de su conoci
miento. El entrenamiento para la lectura reside en parte en
el simple estudio de las cartas, pero tambien depende de ir
cultivando un sentimiento personal de ellas mediante la
practica, la meditaci6n y el trabajo creative.
Las lecturas de! Tarot nos ensenan muchas cosas. Una
de las mas valiosas es ese necesario equilibria de lo subje
tivo y lo objetivo, de la acci6n y la intuici6n. Recientemente,
la ciencia experimental ha «descubierto» que las dos mita
des de! cerebro no desempenan la misma funci6n; el hemis
ferio izquierdo (que rige el !ado derecho del cuerpo) se
ocupa de las actividades racionales y lineales, en tanto que
el hemisferio derecho (que rige el !ado izquierdo de! cuerpo)
se encarga de las actividades intuitivas y creativas. (Aparen
temente, los zurdos funcionan en el sentido inverse, y en
ellos el !ado derecho del cuerpo se ocupa de la intuici6n y el
izquierdo de la racionalidad.) Este «descubrimiento» trae a
la memoria la discusi6n sobre si fue Col6n, Leif Ericson o
san Brendan quien descubri6 America. Asf como los indios
llevaban miles de anos viviendo allf, los practicantes del
esoterismo conocfan desde hacfa siglos la escisi6n de! ce
rebro.
Cuando una persona ha mezclado las cartas del Tarot,
el lector, si es diestro, las toma con la mano izquierda y las
dispone con la derccha. Lo hacemos asf para dar un poco
mas de enfosis a la necesaria combinaci6n de intuici6n y
conocimiento consciente. La mano izquierda ayuda a cana
lizar la sensibilidad, pero damos vuelta las cartas con la de
recha porque queremos que el cerebro racional explique de
manera intuitiva el diseno.
164
En mi libro sobre los Arcanos Mayores senale que las
lecturas participan tanto del principio del Mago como de!
de la Suma Sacerdotisa, de la conciencia y de la intuici6n.
Podemos ir mas alla y decir que hacer lecturas del Tarot
ayuda a alcanzar el equilibrio y la unidad de estos principios
en sus estados practices de voluntad y de apertura. Cada
vez que hacemos una lectura afirmamos nuestra voluntad
para imponer significado a las pautas disenadas por el caos.
El acto no solamente hace pensar en el Mago (el nu.mere 1),
sino tambien en la Rueda de la Fortuna (el numero 10).
Esta ultima carta ofrece una vision de! mundo en el tiempo
(recuerdese la version de Wirth, en que la Rueda descansa
en una barca -la conciencia- que flota sobre el mar de la
existencia). Sin embargo, el significado impuesto por la con
ciencia s6lo alcanza verdadero valor si nos abrimos a las
imagenes y al influjo que estas ejercen sobre nosotros. Por
consiguiente, las lecturas del Tarot sugieren la Suma Sacer
dotisa (numero 2), pero tambien el Colgado (nu.mere 12),
imagen de una conexi6n tan fntima con la vida que deja
mos de vernos como algo separado de ella o que se le opo
ne. Y la carta que relaciona los triunfos 10 y 12 puede tam
bien representar el emblema mismo de las lecturas del Tarot:
la Justicia, con su balanza eternamente equilibrada, no por
una cuidadosa ponderaci6n de los opuestos -tanto de in
tuici6n por tanto de conocimiento objetivo-, sino por un
vivo compromise con la verdad.
165
6
Los tipos de lecturas
166
para que la persona que mezcla pueda concentrarse en la
imagen y evitar que la atenci6n se disperse. Segundo, para
que el mazo se reduzca entonces a setenta y siete, que es
siete, el numero de la voluntad, multiplicado por once, el
numero de! equilibrio.
Algunos autores sugieren que en todas las lecturas se
use el Loco para representar al consultante. Con frecuencia
los lectores escogen alguna otra carta Mayor, segun sus fa
voritas. Yo generalmente no apruebo esta practica, porque
las cartas Mayores simbolizan fuerzas arquetfpicas, en tanto
que el sujeto es una persona viva que existe en un tiempo y
en un lugar especfficos. Ademas, sacar un triunfo del mazo
hace desaparecer la probabilidad de que esa carta aparezca
en algun memento de la lectura.
La mayor parte de los lectores prefieren usar alguna de
las cartas cortesanas para representar al consultante. Tradi
cionalmente, los Pajes han representado ninos (hay quien
ve en la perdida de la virginidad la frontera entre la nifiez y
la edad adulta), los Caballeros hombres j6venes, las Reinas
mujeres y los Reyes hombres mayores. y mas maduros.
Quienes han lefdo la Clave grafica de Waite recordaran
su desconcertante equiparaci6n de los Caballeros con hom
bres mayores de cuarenta anos, y los Reyes con hombres
mas j6venes. Este sistema proviene de! Tarot Cabalfstico
de! Alba Dorada, en cuyo mazo los Caballeros representan
el Fuego, y el Fuego, tal como cabfa esperar de una orden
de magos, se encuentra a la cabeza de los palos. Por consi
guiente, los Caballeros de! Alba Dorada representan hom
bres maduros. Pero el mazo de! Alba Dorada (como el Tarot
de Crowley) no contiene Reyes, ni Pajes, para el caso; cons
ta de Caballero, Reina, Principe y Princesa. Es coherente
que un Prfncipe represente a un hombre menor que un
Caballero, pero no lo es que lo haga un Rey, y la mayorfa de
los lectores no se ajustan en este punto a las instrucciones
<le Waite, aun cuando usen su mazo.
El sistema tradicional contiene un sfmbolo para un hom
bre joven, pero ninguno para una mujer joven. Como las
mujeres no pasan de la nifiez a la plena madurez en forma
167
mas brusca que los hombres, a mf me resulta util hacer que
los Caballeros, como los Pajes, representen a los dos sexos.
De hecho, como los Reyes y las Reinas simbolizan valores
diferentes y distintas maneras de enfocar la vida, tambien
ellos pueden representar tanto a un consultante var6n como
a una mujer. Una ex alumna i:nfa, una psicoterapeuta que .se
vale de! Tarot como aproximaci6n a los problemas de sus
clientes, sigue esta practica. A menos que vea una clara
indicaci6n en contrario, yo escojo generalmente a una Reina
para representar a una mujer, y a un Rey para un hombre.
Recuerclo, sin embargo, a un hombre que me impresion6
fuertemente como la Reina de Espadas, con su gran senti
miento de tristeza. Cuando le ensefie la carta y se la des
cribf, se mostr6 totalmente de acuerdo.
Una vez que el lector y el cliente se han puesto de
acuerdo sobre la figura, deben escoger el palo. Esto lo hace
generalmente el lector, siguiendo uno de los metodos si
guientes. El primero es el color. Las Varas -o en todo caso,
el palo que representa el Fuego- representan personas
rubias o pelirrojas, las Copas gente de pelo y ojos castano
claro, las Espadas pelo y ojos castafio oscuro, los Pentacu
los pelo y ojos negros. No hace falta pensar mucho para ver
las desventajas de este sistema. Ademas de ser general
mente arbitrario, convierte a la mayorfa de los chinos en
Pentaculos, a la mayorfa de los suecos en Varas, y asf su
cesivamente.
Un sistema mas objetivo se vale de los signos astrol6gi
cos. Tai como ya se dijo, los cuatro elementos significan sig
nos zodiacales, ademas de los palos de! Tarot. La mayorfa
de las personas conocen su signo solar, y si no, el lector
puede determinarlo facilmente preguntando la fecha de!
cumpleafios. Por cierto que la mayorfa de los astr6logos
dicen que el signo solar no es mas que una duodecima par
te de la carta de una persona, y es probable que otro ele
mento domine.
En mi trabajo me resulta util estimular el interes de! su
jeto dejando que sea el -o ella- quien escoja el palo. Des
pues de haber decidido yo el nivel (Reina, Rey, Caballero o
168
Paje), retiro de! mazo los cuatro naipes adecuados y los
coloco delante de la persona. Si esta conoce en parte el
simbolismo de! Tarot, le pido que no tenga en cuenta los
atributos formales y escoja basandose simplemente en su
reacci6n ante las imagenes.
Por lo comun no interpretamos esta carta, que llama
mos el «Significador». Representa a la persona en su totali
dad, antes que ningun aspecto relacionado c9n esa carta.
En algunas situaciones, no obstante, la elecci6n adquiere
importancia. Supongamos que una mujer casada elija para
representarse a sf misma a la Reina de Copas; si el Rey de
Copas aparece en la lectura, es probable que represente al
marido, o mas exactamente -puesto que la lectura con
templa la situaci6n desde el punto de vista de! consultante-,
la influencia que el marido ejerce sobre ella. Si el marido
tiende a ser inmaduro o a depender de la mujer, entonces
es posible que aparezca el Caballero en vez de! Rey.
Otras cartas de! mismo palo tambien pueden represen
tar al sujeto y no a otra persona. Si el sujeto elige para
representarse al Rey de Varas, entonces la aparici6n de la
Reina puede indicar el asomarse de un aspecto mas «feme
nino», de apreciaci6n y receptividad. Si el consultante es un
Caballero, entonces la aparici6n de! Rey o de la Reina pue
de representar inmadurez o regresi6n, o una actitud mas
juvenil.
En estos casos podemos hablar de cambios «verticales»,
es decir, que se mueven hacia arriba y hacia abajo por el
mismo palo. Los cambios «horizontales» estan constituidos
por la aparici6n de una o mas cartas de! mismo nivel, pero
de diferentes palos. Si la persona ha escogido la Reina de
Espadas, la aparici6n en la lectura de la Reina de Copas
puede indicar un cambio en ella. Estas «transmutaciones»,
que asf las llamo, suelen ser portadoras de gran significado.
La cuesti6n de c6mo interpretar las cartas cortesanas
-si como alguien mas o como un aspecto de! sujeto- no
deja de ser, para la mayorfa, uno de los elementos mas cliff
dies en el memento de leer el Tarot. Generalmente, hace
fi\lta experiencia y una intensa sensibilidad hacia las cartas
169
para que le ayuden a uno a dar la interpretaci6n correcta, e
incluso los lectores con mucha practica se encontraran con
frecuencia frente a alternativas desconcertantes.
Despues de la elecci6n de! Significador se procede a
mezclar las cartas. Si la persona no viene a hacer una pre
gunta determinada, le indico que haga un vado mental y se
concentre en sus manos, o simplemente en el Significador.
Si la lectura se refiere a una cuesti6n especffica, le pido que
se concentre en ella, e incluso que la formule en voz alta
para grabarla mas firmemente en la mente.
El metodo con el cual se baraje no tiene importancia,
siempre y cuando se lo haga a conciencia; es menester que
algunas cartas sean puestas de! reves para permitir la apari
ci6n de significados invertidos. Un metodo qtie suelo reco
mendar consiste en extender las cartas sobre la mesa o el
suelo (muchos lectores hacen siempre sus lecturas sobre el
panuelo de seda que usan para envolver el mazo), y des
pues, con ambas manos, desparramarlas todas sin orden ni
concierto, como un nino que juega en el barro. Despues le
digo a la persona que vuelva a reunir los naipes. Ademas de
ser muy completo, este metodo encarna un valioso simbo
lismo. Cualquier lectura de! Tarot representa una pauta
personal que emerge de! caos de las combinaciones posi
bles. lncluso si no leemos mas que diez cartas, el mazo todo
lleva la impronta de la persona que lo mezcl6 por ultima
vez. Al desparramar el mazo, lo devolvemos al caos; cuan
do volvemos a juntarlo, esta configurado por la nueva
pauta.
Una vez mezcladas las cartas, el sujeto debe separarlas
en tres pilas, de la siguiente manera. Con la mano izquierda,
saca una pila de la parte superior de! mazo y la coloca a la
izquierda; despues, de esa pila vuelve a quitar otra y la co
loca a la izquierda.
Ahora interviene el lector, y tambien en este punto hay
desacuerdo sobre la forma de volver a componer el mazo.
Hay quienes simplemente levantan la pila de la derecha
con la mano izquierda, la colocan sobre la de! medio, y des
pues ponen estas dos pilas sobre la de la izquierda. Otros
170
suspenden la mano izquierda a unos centfmetros por enci
ma de cada pila hasta que !es parece percibir una emana
ci6n ca.Iida de una de ellas, y la colocan entonces sobre las
otras dos.
De cualquier manera que sea, cuando se ha vuelto a for
mar el mazo, el lector empieza, valiendose de la mano dere
cha, a dar vuelta las cartas y a colocarlas en la tirada o dis
posici6n que haya decidido seguir. De ellas hay centenares,
y de las tres que se presentan aquf, una es invenci6n mfa, en
tanto que las otras dos son variaciones sobre temas tradi
cionales. Cualquier libro sobre el Tarot seguramente ofre
cera al lector otras disposiciones.
La Cruz Celta
La cruz pequefia
De cualquier manera que se tire. la Cruz Celta, las dos pri
meras cartas forman con la primera de todas -el Signifi
cador- una cruz pequena. La carta Cubierta se coloca di
rectamente encima del Significador, y la segunda se atra
viesa horizontalmente encima de ella.
171
Ahora bien, generalmente la carta Cubierta representa
alguna influencia basica sobre el sujeto, una situaci6n gene
ral o punto de partida para la lectura. La segunda, que
siempre se lee en posici6n normal, sin tener en cuenta c6mo
haya salido del mazo, representa en los sistemas tradiciona
les una «influencia opositora», que va en contra de la pri
mera. En la practica, es posible que la carta Oposici6n cons
tituya una segunda influencia que refuerce la primera.
Por ejemplo, supongamos que la carta Cubierta fuese el
Loco, que indica la condici6n de seguir los instintos a des
pecho de lo que pudiera parecer una conducta mas sen
sata. Si el Loco estuviera cruzado por la T emplanza, podrfa
mos hablar de oposici6n, ya que la Templanza se refiere
generalmente a cautela. Pero si el que lo cruza es el Caba
llero de Varas, las dos cartas tenderfan a reforzarse redpro
camente, y de hecho serfa posible que los naipes restantes
sefialaran la necesidad de una influencia mas apaciguadora
para equilibrar tanta ansiedad.
En mi trabajo he llegado a considerar de una manera
ligeramente diferente las dos primeras cartas, a las que no
llamo Cubierta y Oposici6n, sino Centro y Cruce. Respecto
de su significado, las llamo los aspectos «interior» y «exte
rior»; o, en ocasiones, las considero como el tiempo «verti
cal» y «horizontal» o, simplemente, como «ser» y «hacer».
La carta Centro muestra alguna cualidad basica de la per·
sona, o bien la situaci6n de la persona. La carta Cruce mues
tra de que manera afecta esa cualidad a la persona, o c6mo
se traduce en acci6n. Dicho de otro modo: la primera mues·
tra que es la persona, la segunda c6mo actua.
Considerese el ejemplo ilustrado en la figura 57. El Loco
indicarfa una persona con una tendencia a correr el albur, a
seguir el instinto. Si la T emplanza lo cruza, eso significarfa
que, cuando se trata de actuar, la persona tiende a una acti·
tud mas cuidadosa, en la que la energfa instintiva se com·
bina con consideraciones mas practicas.
172
Figura 57
173
del tiempo «vertical» en los hechos horizontales de su pro
pia existencia ffsica. En muchas otras culturas, la imagen de
una cruz simboliza las cuatro direcciones horizontales a lo
largo de la superficie terrestre, en tanto que el centro, el
lugar de encuentro de las cuatro, sugiere la direcci6n esen
cialmente vertical del centro. La cruz, por consiguiente, sim
boliza tambien al propio Tarot: los cuatro brazos son los
cuatro palos, y el centro los Arcanos Mayores.
En funci6n de las lecturas, el simbolismo de la cruz puede
ensenar de que manera la sustancia, o sea el ser interior de
una persona, puede fundirse con la forma en que esta actua
en el mundo. Vale la pena repetir aquf el ejemplo original
que me sugiri6 el simbolismo del tiempo cruzado. Fue una
lectura hecha para un hombre inseguro sobre la direcci6n
de su vida. En ese momenta tocaba a su fin una antigua
relaci6n amorosa, y su carrera como cantante profesional
no se habfa concretado. La lectura se inici6 con la Suma
Sacerdotisa, cruzada por el Hierofante. Ahora bien, estos
dos naipes, a los que en ocasiones se llama la Papisa y el
Papa, representan a primera vista valores contradictorios.
La Suma Sacerdotisa es la imagen del instinto, el misterio,
la inmovilidad, en tanto que el Hierofante, como predicador
de una doctrina por la cual la gente puede regir su vida,
representa la ortodoxia, la conducta planificada, la claridad.
Consiguientemente, parecfa que los dos simbolizaran enfo
ques incompatibles de la vida. Pero cuanto mas miraba yo
ambas figuras, con su imaginerfa religiosa, mas tendfa a
pensar en conjunciones y no en opuestos. Casi parecfa que
los dos prescribieran una manera de hacer frente a la vida.
La Suma Sacerdotisa indicaba que, dentro de sf, ese hom
bre llevaba cualidades de instinto y entendimiento que quiza
no pudieran aflorar nunca por completo, pero que podfan
dar sustancia a su vida. El Hierofante, por su parte, mos
traba que en su vida diaria el consultante necesitaba un
plan de acci6n mas racional; necesitaba organizarse y tomar
decisiones definidas para lograr lo que querfa. Pero esos
planes y esa actitud practica funcionarfan mejor si estaban
respaldados por sus propios instintos y por su conciencia
174
fntima que apoyandose en ideas convencionales acerca de
los fines y los comportamientos adecuados. Cuando intente
explicarle c6mo podfan complementarse esas cualidades, el
hombre me dijo de pronto c6mo se vefa a sf mismo en una
oposici6n constante, oscilando entre dos polos, cediendo
primero a sus deseos -o, simplemente, a su pasividad
para despues pasar al otro extremo, a una acci6n ortodoxa
mente dirigida, como podfa ser buscarse un trabajo «res
ponsable», en vez de insistir en su vocaci6n de cantante.
Parte de la misi6n que me cupo en la lectura fue ensenarle
c6mo podfan colaborar esas cualidades.
Figura 58
175
La Base
Despues de la cruz pequena, el lector dispone la carta si
guiente directamente debajo del Centro. Esta posici6n re
presenta la Base de la lectura, es decir una situaci6n o su
ceso -generalmente, aunque no siempre, perteneciente al
pasado- que ha ayudado a crear la situaci6n actual. Dada
la forma en que estamos configurados por nuestro pasado,
hay veces que esta carta explica y relaciona entre sf a todas
las otras. En una ocasi6n hice a una mujer una lectura signi
ficativa sobre las dificultades que tenfa para relacionarse
con su marido; el Emperador en la posici6n de Base indi
caba que la relaci6n de la consultante con su padre segufa
a(m dominando su sexualidad inconsciente, y le impedfa
resolver sus problemas presentes.
Generalmente, la Base no muestra un tema tan amplio,
pero con frecuencia indica efectivamente una situaci6n pre
via, en especial si existe una relaci6n con el numero o el
palo de una de las dos primeras cartas. Considerense estas
tres cartas: el Mago cruzado por el Cinco de Copas, y de
bajo de ellas el Cinco de Espadas (figura 58). El Mago, en
cuanto representa lo que es la persona, muestra una perso
nalidad fuerte, sumamente creativa y dinamica. El Cinco de
Copas, sin embargo, indica que la persona esta en ese me
mento preocupada por alguna perdida, de modo que esa
personalidad poderosa esta amortiguada. Si lo expresamos
en funci6n de las imagenes, dirfamos que el Mago ha recu
bierto su deslumbrante vestimenta roja y blanca con una
capa negra. El Cinco de Espadas, sin embargo, muestra que
la perdida se inici6 como una derrota humillante y dolo
rosa. Esta derrota es lo que ha oscurecido el fuego del
Mago. Pero el paso de Espadas a Copas muestra que se ha
iniciado ya un proceso de renovaci6n. La persona puede
empezar a ver que la situaci6n es m@tivo de pesar y no de
vergiienza. Lo que hace posible este movimiento son las
cualidades del Mago, actualmente ocultas, pero todavfa ac
tivas en la vida de la persona.
176
El Pasado Reciente
La carta siguiente se coloca a la izquierda de la cruz pe
quefia, y lleva el tftulo de Pasado Reciente. El nombre, en
realidad, no es adecuado, porque la diferencia entre esta
posici6n y la Base no reside tanto en la dimension temporal
como en su influencia sobre la persona. El Pasado Reciente
se refiere a hechos o situaciones que afectan al sujeto, pero
que han perdido importancia o la estan perdiendo. Gene
ralmente, se refiere en efecto a sucesos recientes, pero hay
veces que puede aludir a alguna cosa que se remonta a
mucho tiempo o tuvo gran importancia. En el ejemplo que
citamos, de la mujer cuyo padre la afectaba con tat intensi
dad, si el Emperador hubiera aparecido en el Pasado Re
ciente y no en la Base, habrfa indicado que el bloqueo es
taba diluyendose en su vida, y que ya no la afectarfa tanto
en el futuro.
El Desenlace Posible
La carta siguiente va directamente encima de la cruz pe·
quena. Hay quienes Haman a esta posici6n el Mejor Desen
lace Posible. Sin embargo, con cierta practica se ve que este
tftulo optimista peca de limitado. Si aquf aparece, ponga
mos por caso, el Nueve de Espadas, mal se lo puede llamar
el «mejor» resultado. Por eso, como muchos otros, yo de
signo simplemente a esta posici6n como el Desenlace Posi
ble. Ahora bien, como a la carta final la llamamos el Desen
lace, es probable que haya quien se desconcierte ante los
dos terminos. Por «posible» entendemos, en primer lugar,
una tendencia mas general que puede resultar de las in·
fluencias que nos muestra la lectura, pero que por el mo
mento sigue siendo vaga y que quiza nunca llegue a reali
zarse. Significa simplemente que la persona marcha en esa
direcci6n.
A veces la relaci6n entre el Desenlace Posible y el De
senlace inciuye causa y efecto. El Desenlace Posible puede
resultar del Desenlace. A modo de ejemplo, supongamos
que el Desenlace muestra el Ocho de Pentaculos, y el De
senlace Posible muestra el Tres. El Ocho indica que la per-
177
sona pasara por un perfodo de trabajo duro y de diffcil
aprendizaje. El Tres indica que es probable que ese esfuer
zo produzca el resultado deseado: una gran habilidad y el
exito.
En ocasiones el Desenlace Posible indica un resultado
mas tentativo que el Desenlace. He aquf un ejemplo, to
rnado de una lectura que hice hace varios anos para una
mujer que se habfa presentado a solicitar un trabajo, y que
rfa saber que probabilidades tenfa de conseguirlo. La carta
de! Desenlace indicaba demoras e incertidumbre, pero el
Desenlace Posible anunciaba el exito. Cuando la mt.ijer fue
a informarse, le dijeron que habfan tornado a otra persona,
pero la habfan puesto a ella en lista de espera. Varios dfas
despues, la llamaron para decirle que la otra persona habfa
cambiado de parecer, y que querfan contratarla a ella. Lo
posible se habfa realizado.
Hay otra manera de comparar el Desenlace Posible con
el Desenlace, en especial si los dos, en vez de complemen
tarse, como en los ejemplos citados, se contradicen, o si
muestran una relaci6n directa, como puede ser el mismo
palo o el mismo numero. En estas situaciones, leo el Desen
lace Posible como algo que podrfa haber pasado, pero que
no sucedera. En ese caso, hay que estudiar las otras cartas
para hallar la raz6n de que haya de producirse, en cambio,
el Desenlace.
Supongamos que en la posici6n de! Desenlace Posible
salga la Estrella, indicando que la persona puede terminar
sintiendose muy libre, llena de esperanzas, abierta a la vida.
Supongamos ademas que entonces sale el Diablo como
Des en lace efectivo, indicando sumisi6n a una situaci6n
opresiva. GQue es lo que ha fallado? Si, por ejemplo, tuvie
ramos el Nueve de Espadas en la posici6n de la Base, eso
nos darfa un indicio, porque dirfa que la persona lleva den
tro de sf un sentimiento de vergilenza y de humillaci6n que
proviene de debilidades y miedos de! pasado, y que el «apri·
sionamiento» simbolizado en el Nueve le impide realizar las
potencialidades de la Estrella.
Estos ejemplos nos ayudaran a ver que el verdadero sig·
178
nificado de una lectura de! Tarot no se deriva de las cartas
especfficas, sino de las configuraciones que estas forman
al unirse.
El Futuro Inmediato
El ultimo brazo de la Cruz se situa a la derecha del motivo
central. Colocado en oposici6n al Pasado Reciente, lleva la
designaci6n de Futuro Inmediato, y muestra alguna situa
ci6n que la persona tendra que enfrentar pronto. No alcan
za la misma dimensi6n de totalidad que el Desenlace, sino
que mas bien constituye otra influencia, en este caso la de
los acontecimientos. Si una situaci6n se inici� de cierta
manera, pero termina de otra muy diferente, entonces la
raz6n puede estar en que el Futuro Inmediato introduce
una situaci6n o una persona nueva, que cambia la direc
ci6n. Por otra parte, si el Desenlace es muy diferente, en
cuanto a su caracter, del Futuro Inmediato, esto podrfa indi
car que la situaci6n venidera no tendra efectos perdurables.
Por ejemplo, si aparece el Cinco de Varas en el Futuro In·
mediato, y el Tres de Copas en el Desenlace, eso puede
indicar que la persona pasara por un perfodo de conflicto
con sus amigos, pero que ese conflicto no durara mucho, y
dejara lugar a la cooperaci6n y a vfnculos mas estrechos.
Con frecuencia una informaci6n asf puede ayudar mucho a
una persona, en cuanto le asegura que la situaci6n no du·
rara. Y si se diera el caso opuesto (es decir, una situaci6n
feliz que dejara paso a una desdichada), el lector puede
esperar simplemente que la persona pueda usar bien la in·
formaci6n. Las malas noticias son siempre mas diffciles de
dar que las buenas.
Despues de haber formado la Cruz, el lector da vuelta
las cuatro ultimas cartas, que va disponiendo de abajo hacia
arriba, a la derecha de la Cruz. El diseno final es el siguiente:
179
DODD
D
D
180
El Consultante
La carta inferior del Baculo representa al Consultante, y no
se refiere a la persona en su totalidad, sino a alguna forma
en que ella contribuye a la situaci6n. lQue actitudes mues
tra el sujeto? lQue es lo que esta haciendo, que pueda afec
tar a la situaci6n que describen las otras cartas? Suponga
mos que en una lectura que se inici6 con el Dos de Copas,
en la posici6n de! Consultante aparece el Dos de Espadas.
Esto harfa pensar que al sujeto se le hace diffcil abrirse a la
nueva relaci6n indicada por la primera carta. Su comporta
miento tenso, e incluso hostii, afecta en gran medida a la
situaci6n general. El Desenlace indica el resultado del con
flicto.
El Ambiente
Asf como el sujeto afecta a la lectura, la afectan tambien las
personas y las situaciones generales en que aquel se en
cuentra. A la octava carta la llamamos el Ambiente o la
influencia de los «otros». Si una carta cortesana aparece en
esta posici6n, senalara generalmente una persona que in
fluye sobre el sujeto. De no ser asf, la carta puede mostrar
ya sea el efecto de una persona importante o de una situa
ci6n mas general. Con frecuencia, indicara si el ambiente
favorece u obstruye la, direcci6n en que se encamina el su-
""j!to. Por ejemplo, en una lectura referida al trabajo, el Cinco
d,e Varas invertido en la posici6n de! Ambiente sugerirfa
4ue una atm6sfera de hostilidad, fraude y traici6n competi
tiva esta haciendo desagradable ese trabajo.
En ocasiones, el Ambiente indica mas bien al propio
consultante que a otras personas. Muestra de que manera
reacciona el sujeto frente a su medio. En una lectura que
hice hace alg(m tiempo, el Cuatro de Espadas en el Am
biente revel6 el habito de la persona de retraerse ante cual
quier conflicto con quienes la rodeaban.
181
llamamos Esperanzas y Temores, porque muestra de que
manera afectan las actitudes que la persona tiene hacia el
futuro a la forma en que llegan a resolverse las cosas. Es fre
cuente que esta carta domine, o poco menos, la lectura,
especialmente si el Desenlace es muy diferente de! Desen
lace Posible e indica que lo que parece probable, final
mente no sucedera. La influencia que se expresa en esta
carta puede actuar en favor o en contra de la persona. Su
pongamos que la lectura se refiere a una relaci6n amorosa,
y que la mayorfa de las cartas tienden al exito, con el Dos de
Copas como Desenlace Posible. Sin embargo, el Desenlace
muestra a los Enamorados en posici6n invertida, un claro
signo de que la relaci6n anda ma!. Si la carta de Esperanzas
y Temores era el Tres de Espadas, senalarfa en el consul
tante un miedo al sufrimiento que le ha impedido asumir el
compromise emocional necesario. Otras veces, una carta
muy positiva en esta posici6n, tal como pueden ser la Estre
lla o el Seis de Varas (ambas cartas significan esperanza),
indicarfa que la actitud de la persona puede condicionar ,.
el exito.
Hay ocasiones en que esta posici6n y la de la Base o el
Consultante colaboran muy estrechamente, y entonces la
Base explica los orfgenes de las actitudes <lei sujeto hacia el
futuro. Por ejemplo, si en la posici6n de Esperanzas y Te
mores apareciera el Dos de Copas invertido, y el R)cho de
Espadas fuera la Base, esto indicarfa que un trasfondo de
celos provoca una actitud muy negativa para la cd'R�
ci6n de la relaci6n.
Observese en este ultimo ejemplo que el Dos de Copas
invertido podrfa representar un temor, pero tambien podrfa
representar una esperanza. Llamamos a esta posici6n Espe
ranzas y Temores, en vez de darle el nombre mas habitual
de Esperanzas o Temores. La terminologfa escogida refleja
el hecho de que con frecuencia ambos van juntos (algo que
me senal6 por primera vez mi alumna-terapeuta). En situa
ciones de trab.ajo es frecuente que la gente desee y tema
simultaneamente el exito, en tanto que en las relaciones
personales son muchos los que temen al amor que buscan,
182
o los que -a medias conscientemente- albergan la espe
ranza de ser rechazados. La dualidad de Esperanzas y Te
mores se muestra en su forma mas energica en aquellas
cartas que se refieren al cambio, o bien cuando de situacio
nes encerradas y sofocantes se sale hacia otras mas abier
tas.
La Muerte, el Ocho de Copas, el Dos de Espadas inver
tido y el Cuatro de Espadas se refieren todas a estos temas
de la libertad y el cambio. Algunas otras son el Diablo inver
tido, el Ocho de Espadas y la Estrella. Muy frecuentemente,
si el sujeto y el lector examinan juntos la actitud <lei primero
de ellos hacia una de estas imagenes en la posici6n de Es
peranzas y Temores, se revela una ambivalencia. El encie
rro es mas seguro que la libertad. Como el componente
desagradable -el miedo al amor (o al exito), o la esperanza
<lei rechazo (o <lei fracaso)- se mantiene con frecuencia
oculto para los deseos conscientes, el descubrimiento de
esta ambivalencia puede ayudar al sujeto a crear lo que el
-o ella- realmente quiere.
Ver c6mo funciona reiteradamente esta dualidad en su
cesivas lecturas ensena al lector algunos hechos basicos re
ferentes al condicionamiento. El subconsciente -el mate
rial reprimido al cual podrfamos considerar el estrato infe
rior de! ego (y volvemos a remitir a la nota de la pagina
192)- es basicamente conservador, e incluso reaccionario.
No solo se resiste a cualquier cambio, sea este deseable o
desagradable, sino que tambien prefiere manejarse en todas
las situaciones de la misma manera que se manej6 en situa
ciones Similares de! pasado. Para muchas personas, cada
amigo o amante nuevo se convierte en el escenario para la
repetici6n de la historia con mama y papa. Encaramos cada
problema o cada tarea nueva tal como aprendimos a hacer
lo de pequenos. No importa si aquella forma de hacerlo nos
condujo al exito; eso cuenta menos que la seguridad de
tener una pauta fija para aferrarnos a ella. El subconsciente
empieza por atender a la seguridad, antes de tener eh cuen
ta otras consideraciones. Y la seguridad se obtiene median
te la repetici6n.
183
Ahora bien, este mecanismo oculto de repetici6n de las
pautas pasadas tiene un intrfnseco valor de supervivencia.
Cuando se plantean problemas nuevos, podemos manejar
los porque automaticamente el subconsciente los compara
con los problemas anteriores, y despues los adjudica a la
respuesta ya confeccionada. A menos que la persona desee
embarcarse en un programa deliberado de crecimiento per
sonal (como el que se disefia en los Arcanos Mayores), este
sistema funcionara bastante bien, y es probable que no sea
necesario entremeterse con el. Sin embargo, si la persona
se encuentra con que sus relaciones amorosas naufragan
una y otra vez en el mar de la amargura y de los celos, o si
se queda en repetidas ocasiones sin trabajo, harfa bien en
examinar la forma en que el subconsciente insiste en dispo
ner situaciones nuevas que reiteran los modelos del pasa
do. Una manera de, por lo menos, iniciar una investigaci6n
tal pueden ser las lecturas del Tarot, con su enfasis en la
experiencia pasada y en que es realmente lo que espera
mos y lo que tememos.
El Desenlace
Viene, finalmente, el Desenlace. Esta carta reune y sintetiza
todas las otras. Mas aun, las equilibra y muestra que influen
cias son las mas fuertes, y de que manera colaboran en la
producci6n del resultado. En ocasiones, el Desenlace ...sera
un acontecimiento. Entonces, la cuesti6n importan¢ es
c6mo se produjo, y no solamente en que consiste. Si._ el
sujeto lo considera un acontecimiento desagradable, pued'e---....__
mirar las otras cartas para ver que influencias trabajan en
esa direcci6n, con la esperanza de poder modificar la situa
ci6n. Si el Desenlace se le aparece como deseable, una ob
servaci6n similar puede ayudarle a fortalecer aquellas in
fluencias, ya marcadas, que puedan tender a ese resultado.
La Cruz Celta, como cualquier otra disposici6n, consiste
en un numero fijo de cartas. Si el lector y el sujeto encuen
tran que la respuesta es ambivalente, pueden dar vuelta
algunas cartas mas, sin ajustarse a una pauta fija, o bien
hacer una nueva lectura. Cuando saco mas cartas, general-
184
mente procuro no pasar de cinco (pidiendo a veces al su
jeto que escoja el numero), aunque hay veces que la lectura
inicial me ha servido de base para dar vuelta la mayor parte
del mazo. Por lo comun al lector principiante se le hace mas
diffcil interpretar cartas sacadas al azar, y por consiguiente
evita usarlas.
En· algunos casos podemos hacer lecturas ulteriores para
obtener mas informaci6n sobre una carta especffica en la
primera lectura. Podrfamos tener que preguntar algo sobre
una persona a la que se hace referenda en la posici6n del
Futuro Inmediato. En esta situaci6n, algunos lectores usan
la carta en cuesti6n como Significador para la lectura si
guiente. Asf como el Significador original ayud6 a la per
sona a concentrarse en sf misma, la nueva carta le ayuda a
concentrarse en la pregunta que ahora se formula.
185
Figura 60
Ejemplo de lectura de una Cruz Ce/ta
186
Empece dando a la consultante una intepretaci6n gene
ral. Ella estaba pasando por una epoca de transicion en la
cual muchas pautas y modelos antiguos iban agonizando.
El efecto de todo ello era no solo euforia, sino tambien miedo.
La tristeza se originaba en la comprension de lo que habfa
perdido, como tambien el el hecho de que habfa crecido y
cortado los vfnculos con su ninez. La situaci6n no se resol
verfa con demasiada rapidez, y existfa incluso la probabili
dad de que evolucionara ma!, en especial si la consultante
se dejaba asustar por el Futuro Inmediato, que indicaba
estancamiento, y adoptaba una actitud muy negativa. Sin
embargo, las personas que la rodeaban le brindaban muchf
simo apoyo, pero en ultima instancia era ella quien debfa
hallar la solucion.
Claro que todo aquello era muy general. Despues pasa
mos a estudiar las cartas una por una. La que cubrfa al Sig·
nificador -el Tres de Varas- indicaba en primer lugar sus
logros inmediatos, y no solo haberse graduado en Derecho,
sino haber obtenido matrfcula de honor. Porque mientras
hablaba�os de lo que habfa hecho, la mujer me cont6
c6mo, antes de haber ido a la facultad de derecho, nunca se
habfa tornado muy en serio su vida ni sus propias capacida
des. Ahora habfa alcanzado un punto en el que no s6lo
tenfa conciencia de su propia fuerza y de su inteligencia,
sino que el hecho de haber logrado terminar su carrera de
manera brillante le habfa dado una base so Iida para buscar
trabajo en el futuro. Ya antes de que profundizaramos en
estos hechos, lo que ellos significaban se hacfa patente en la
imagen de! hombre de pie sobre el acantilado, mientras en
vfa sus barcos a explorar nuevas tierras.
Pero el Tres de Varas tiene tambien otro significado,
muy adecuado a esta lectura. Implica una actitud contem
plativa mientras una persona pasa revista a sus recuerdos.
De hecho, esa mirada retrospectiva sobre su vida provenfa
de la sensaci6n de realizacion. Las cosas logradas hacfan
que la consultante cobrara conciencia de que su antigua
vida se habfa acabado. Al mismo tiempo, los barcos que se
aventuran en aguas desconocidas simbolizaban su situa-
187
ci6n de no saber realmente que harfa a continuaci6n, ni
siquiera que forma habrfa de tomar su vida en el futuro.
La imagen de realizaci6n y de exploraci6n estaba vincu
lada con otros aspectos de la vida de la mujer, y no sola
mente con la carrera. La consultante habfa iniciado recien
temente una psicoterapia, y se habfa incorporado ademas a
un grupo de apoyo, llamado «el cfrculo de curaci6n». Estas
dos actividades incrementaban la sensaci6n de novedad y
de cosa desconocida, pues, aunque le dieran confianza y fe
en sf misma, tambien le dificultaban el empefio de seguir
aferrandose a las antiguas pautas.
Ahora bien, el Caballero de Copas estaba cruzando el
Tres de Varas, y aquf el segundo naipe aparecfa en gran
medida como una consecuencia de! primero, porque el Ca
ballero de Copas significa interes por uno mismo, mirar ha
cia adentro. Juntas, las dos cartas decfan que en el centro
de su vida, en aquel memento, la mujer estaba contem
plando el pasado, pensando en lo que f- a sido su vida y
esperando el futuro. Pero, de todos I�Caballeros, el de
Copas es el menos relacionado con la acci6n; cuando se
trataba de dar pasos practices, la consultante se sentfa
muy indecisa.
Debajo de la cruz pequena apareci6 la Muerte, la pri
mera carta Mayor. La Muerte subrayaba la experiencia de
ver c6mo se extingufa el pasado. Durante toda su vida, la
mujer habfa mantenido ciertas pautas, ciertas formas de re
lacionarse con el mundo, con las otras personas, consigo
misma. Ahora, en virtud de sus logros, esas antiguas formas
ya no le servfan. Casi sin aviso previo, se encontraba aislada
de los modelos seguros, sin tener mucha idea de c6mo en
frentar el futuro. Estas pautas se aclararon mas al conside
rar los naipes que representaban a la Consultante y el De
senlace, pero en ese memento, lo importante era, simple
mente, ver que lo viejo -fuera cual fuese la forma que hu
biera adoptado- se habfa extinguido.
Observese el parecido de! Caballero de Copas con la
Muerte. Como el triunfo se encontraba en la Base -el ptt
sado-, y la carta Menor en el presente, podemos decir que
188
el Caballero era una evoluci6n practica a partir del arque
tipo de la Muerte. Es decir, que en lo profundo ella experi
mentaba la perdida de su vida anterior, pero en la superficie
se encontraba falta de confianza, tanto en el nivel emocio
nal como en el practice, sobre c6mo debfa actuar en ese
memento.
El Pasado Reciente provenfa directamente de la Base, y
demuestra c6mo las dos posiciones pueden existir casi en el
mismo marco temporal. Oicho de otra manera, que la Base
no apareci6 primero para despues ceder el paso al Pasado
Reciente, sino que, como la cruz pequefia, el Pasado Re
ciente provenfa de la pauta general que se mostraba en la
Base. Ahora bien, el Nueve de Espadas indica dolor, sufri
miento. En ocasiones, puede ser sfmbolo de duelo. En este
caso, podemos entender lo de! «duelo» como una metafora.
La persona por quien la consultante estaba de duelo era
ella misma, porque ya hemos visto en la Base que algo ha
bfa «muerto», algo que no era dafiino sino que, simple
mente, habfa perdido significado. Sin embargo, el hecho de
que su vida lo hubiera superado no impedfa que la consul
tante echara de menos ese algo: su antigua forma, segura y
c6moda, de tratar con el mundo. Tampoco la carta sugiere
que en realidad echara de menos su manera de ser anterior
porque temfa a la vida. La tristeza era aquf mas autentica y,
de hecho, coexistfa con el ju.bile y la emoci6n, no menos
reales, que yo habfa percibido ya antes de la lectura.
Las cuatro primeras cartas han insistido sobre su vida
interior; las dos siguientes muestran la capacidad de! Tarot
para indicar tendencias y acontecimientos, y en particular
para hacer una advertencia. Primero, el Desenlace Posible.
El Cinco de Espadas invertido indica una derrota que pro
duce vergilenza y humillaci6n. Su presencia aquf mostraba
que, pese a todo lo que la mujer ya habfa conseguido, toda
vfa sus esfuerzos podfan quedar en nada. Ahora bien, a
veces la carta de! Desenlace contradice obviamente al De
senlace Posible, sefialando que, por alguna raz6n, la posibi
lidad no se convertira en realidad. Aquf, la relaci6n era mas
sutil. El Ermitano era un buen indicador de que la consul-
189
tante no perderfa lo que habfa ganado, pero no garantizaba
nada. La mostraba como bien encaminada, pero sefialaba
que aun no habfa llegado, por lo menos en el sentido prac
tice. Por ende, el Cinco de Espadas segufa siendo una posi
bilidad, y el Tarot advertfa a la mujer que hiciera todo lo
posible -recurrir al apoyo de sus amigos, no ceder a sus
miedos, especialmente durante los perfodos de estanca
miento- para evitar ese resultado.
El Mundo invertido representa el no-movimiento, la falta
.
de exito y la incapacidad de organizar las cosas. Como el
Futuro Inmediato, indicaba que su vida seguirfa siendo ines
table durante algun tiempo, sin que avanzara mucho en su
carrera ni en otros sentidos. Vemos, por ende, que ese nue
vo ser que se mostraba como posible podfa resultar derro
tado si no llegaba a alcanzar resultados practices. El hecho
de que el Tarot hubiera advertido a la consultante de ese
perfodo de estancamiento podfa ayudarle a superarlo, lo
mismo que el hecho de saber que se trataba s6lo del Futuro
Inmediato y no de! Desenlace.
Despues de la Cruz viene el Baculo. La primera de las
cuatro cartas, el Seis de Copas invertido, estaba en la posi
ci6n de la Consultante. Y aquf encontramos una indicaci6n
mas clara de que era lo que se habfa extinguido. El naipe,
cuando esta en posici6n normal, muestra una nifia en un
jardfn, con una figura de mayor tamafio que le hace un
regalo. lmplica protecci6n y seguridad, y alude al nifio cuyos
padres se ocupan de todas sus necesidades. Aquf, sin em
bargo, la carta aparecfa invertida. Junto con las otras cartas,
especialmente la Muerte y el Ermitano, la Imagen daba a
entender que la consultante habfa abandonado aquella for
ma de vida aislada y protegida. Al analizar esta carta se vio
con claridad que en realidad la mujer habfa pasado casi
toda su vida con los padres, que la trataban como su «hi
jita», y que les habfa permitido esa actitud por la seguridad
que representaba para ella. Y ni siquiera en ese memento,
seg(m me explic6, sus padres -y especialmente el padre
podfan aceptar que la hija habfa crecido, y que debfa tomar
sus propias decisiones y correr sus propios riesgos. Y a ella
190
misma, naturalmente, el cambio se le habfa hecho diffcil de
aceptar. Ir a la facultad de derecho habfa sido el primer
paso, antes de! cual ella nunca se habfa tornado a sf misma
con la seriedad suficiente para hacer algo importante. Al
mismo tiempo, la universidad habfa sido otro «jardfn», es
decir, una situaci6n en la que no tenfa que tomar decision
alguna, sino que se limitaba a seguir una pauta estricta que
le imponfan desde afuera. Cuando le lleg6 el memento de
examinarse, se asust6, y la verdad era que acudi6 a un tera
peuta para que le ayudase a aprobar. Y la terapia la ayud6,
pero hizo ademas otras cosas: le hizo ver que ya no era una
nifia que podfa dejar que otros decidiesen por ella. De esa
perdida provenf a la tristeza.
La carta siguiente era, en algunos sentidos, la mas im
portante, como tambien la mas sencilla de interpretar de
toda la lectura. El Tres de Copas en la posici6n de! Ambien
te indicaba gran apoyo de sus amigos, y representaba en
particular al «cfrculo de curaci6n» y al terapeuta. Su impor
tancia residfa en el hecho de que mostraba hasta que punto
podfa contar con el apoyo exento de toda crftica de aque
llas personas, un apoyo especialmente importante ante la
posibilidad de verse derrotada por un perfodo de estanca
miento. El Tres de Copas no muestra, en modo alguno,
apoyo en el sentido de caridad ni de sacrificio de sf. Las tres
mujeres esta� bailando juntas. La gente que rodeaba a la
consultante fa fortalecfa, simplemente, por estar con ella,
por compartir sus experiencias y dejarse, a su vez, apoyar
por ella. Observese tambien el contraste entre el Tres y el
Seis. Aquf las mujeres son todas iguales; el naipe no trans
mite ninguna sensaci6n de protecci6n ni de mimos.
El Tres de Copas tenfa una conexi6n «horizontal» con el
Tres de Varas en el Centro. Algunas de las influencias basi
cas en esa imagen -la figura firmemente plantada en lo
alto de la colina- se derivaban de! apoyo que le brindaba
el medio. Aun cuando la mirada retrospectiva sobre su vida
y la exploraci6n de posibilidades nuevas fueran actividades
esencialmente solitarias, la consultante podfa extraer fuer
zas y valor de la gente que la rodeaba.
191
En la posici6n de Esperanzas y Temores estaba una de
las imagenes que mas miedo inspiran en el Tarot: la Torre,
que significa destrucci6n, derrumbe, experiencia dolorosa.
Es evidente que representaba el temor de la mujer de que,
sin saber c6mo, todo lo que habfa logrado se dispersara. Un
miedo que podfa facilmente convertirse en una profecfa,
que podfa autorrealizarse, conduciendo al Cinco de Espa
das invertido, en especial si un exito inmediato no venfa a
tranquilizar y animar a la consultante.
El miedo exagerado remitfa al Seis de Copas y al hecho
de que el naipe apareciera invertido. Bien podfa la consul
tante haber renunciado a una actitud infantil en que se sen
tfa protegida; bien podfa haber estado considerando su vida
con emocionada expectativa; en ella segufa habiendo una
parte que pensaba: «LC6mo puedo hacer algo asf? Ahora
estoy sola. Ya nadie me protege, y tengo que tomar mis
propias decisiones.» Y de aquf se pasa a: «No puedo hacer
esto. No tengo fuerzas para tanto, todo se me va a desmo
ronar.» Cuando surgiera oposici6n o demora, el miedo po
drfa aduenarse de ella, haciendo que la situaci6n se pare
ciera al presentido desastre, y entonces el pensamiento a
medias consciente podrfa ser: «LVeis? Si yo sabfa que no
podfa hacerlo. LPor que habre renunciado a aquella protec
ci6n?» Durante la lectura analizamos la posibilidad de que
la Torre representara tambien una esperanza subcons
ciente. El subconsciente, un 6rgano a la vez muy conserva
dor y muy estupido,* se negara con frecuencia a aceptar la
192
perdida de una situaci6n que considera segura. No importa
que la persona sepa, conscientemente incluso, que jamas
podra regresar a la protecci6n parental. El subconsciente
no acepta la realidad, y facilmente puede convencerse de
que el fracaso de los planes actuales tendra por resultado
un retorno a aquella seguridad.
Tomar conciencia de esas actitudes ocultas es un paso
muy importante para llegar a superarlas, porque el sub
consciente depende en gran medida del ocultamiento; ello
es evidente si pensamos en las veces que hemos abrigado
alguna angustia secreta, solo para descubrir, cuando la ex
presamos en voz alta, que la banalidad misma de la idea
basta para hacer que se nos borre de la mente. Una lectura
del Tarot puede actuar de esta manera en cuanto identifica
el material oculto y nos hace ver sus posibles consecuen
cias: en este caso, el Cinco de Espadas.
En la posici6n del Desenlace aparecfa el Ermitano. Lo
primero que hay que observar respecto de esta carta es que
no anuncia exito ni fracaso. En contraste con el Tres de
Varas y el Cinco de Espadas, no indica probables conse
cuencias practicas, sino que apunta en cambio a aquellas
cualidades de la propia consultante que nos mostraran, a su
vez, de que manera enfrentaba la nueva situaci6n.
El significado mas obvio del Ermitano se deriva de su
nombre y de su imagen basica. En este caso mostraba a la
consultante enfrentando la vida sola. Ahora bien, esto no
querfa decir que perdiera o rechazara el apoyo proveniente
de su medio. En todo caso, indicaba la necesidad de valerse
de tal apoyo todo lo posible. Porque el Ermitano sen.alaba
que, por mas que otros pudieran ayudarle, ella debfa tomar
sola las decisiones. Como la figura en el Tres de Varas, el
Ermitano esta solo, de pie en lo alto de su montana.
La soledad de! Ermitano, sin embargo, no existe como
ciente, por otra parte, nos equilibra y nos brinda apoyo al unirnos con la
gran fuente de vida que trasciende nuestro ser individual. En los Arcanos
Mayores, el Colgado nos ofrece una poderosa imagen de esta conexi6n
vital.
193
un fin en sf. En los Arcanos Mayores simboliza el acto de
distanciar la conciencia del mundo y de los acontecimientos
externos para considerar su significado. Y por cierto que la
idea de significado se adecua perfectamente bien a esta lec
tura en particular. Tener el Ermitano como Desenlace signi
ficaba que los miedos, las demoras y las posibles derrotas
no importaban tanto en realidad ... una vez que la consul
tante aceptara su situaci6n. Es mas, el Ermitano simboli
zaba directamente la psicoterapia.
Al mismo tiempo, apuntaba tambien al exito de su acep
tacion de la nueva vida, porque en su aspecto mas arquetf
pico esta carta significa sabidurfa, verdadero conocimiento
del alma, obtenido mediante el retire y la introspecci6n. La
montana de! Ermitano, lo mismo que el arbol del Colgado,
representa la conexi6n de la mente consciente con la sabi
durfa y la energfa vital del inconsciente.
En cuanto Desenlace, por lo tanto, el Ermitano indicaba
que la mujer llegarfa a entender y a aceptar los cambios que
ella misma, a medias conscientemente, habfa introducido
en su vida. El simbolismo de la montana relacionaba la ul
tima carta con la primera, el Tres de Varas. La relaci6n, a su
vez, senalaba el exito, tanto emocional como practice.
Finalmente, el Ermitano, que significa tambien madu
rez, mediante su conciencia, llevaba adelante el proceso
que se habfa iniciado en el Seis de Copas invertido, el des
mantelamiento de la dependencia infantil. Mostraba a la
consultante que la situaci6n se resolverfa cuando ella resol
viera su vacilaci6n y sus miedos. A la larga, la montana de!
Ermitano no representaba en modo alguno el aislamiento,
sino simplemente una cualidad que la mujer, entonces, ape
nas estaba empezando a hacer consciente: la seguridad en
sf misma, la confianza en su propia capacidad y en sus
juicios.
Como el Desenlace mostraba mas bien una conjetura
que un resultado, decidf dar vuelta una carta mas para tener
una indicaci6n de c6mo podrfan finalmente concretarse los
acontecimientos. La carta fue otro tres, el Tres de Pentacu
los. Como indicadora de logro y de maestrfa, mostraba el
194
exito a largo plazo que se vefa demorado en el Future ln
mediato.
195
inicial. Claro que eso .se puede hacer en cualquier lectura,
pero no en posiciones definidas. La estructura de! Cicio de!
Trabajo, como Barno a esta tirada, permite que el lector
repita varias veces las posiciones originales. El efecto es
permitir que se pueda considerar la situaci6n desde diferen
tes angulos.
La tercera innovaci6n se refiere a que las cartas se leen
combinadas. Hay muchas tiradas (aunque por cierto no
todas, y un ejemplo es la disposici6n en Arbo! de la Vida,
que estudiaremos luego) en las que se leen las cartas indivi
dualmente, aunque intentemos combinar sus significados
como en la Cruz. En el Cicio de! Trabajo, sin embargo, las
posiciones incluyen la idea de combinaciones. Los lectores
que conozcan mi libro sobre los Arcanos Mayores recorda
ran que mi interpretaci6n divide los triunfos, una vez puesto
aparte el Loco, en tres lfneas de siete cartas cada una; en
esta division, cada lfnea representa una etapa de evoluci6n
diferente. Quizas el lector recuerde tambien que cada lfnea
se descompone ademas en tres partes. Las dos primeras
cartas significan el punto de partida de la lfnea, los arqueti
pos o cualidades basicas que la persona debe usar para ir
pasando por las experiencias que muestra esa lfnea. Las
tres cartas de! medio representan el trabajo principal de la
lfnea, lo que la persona debe aprender o superar. Y las dos
ultimas cartas nos ensenan· el resultado. Asf, por ejemplo,
en la primera lfnea el Mago y la Suma Sacerdotisa indican
los arquetipos basicos de la vida; la Emperatriz, el Empera
dor y el Hierofante muestran los diferentes aspectos de!
mundo exterior que hemos de enfrentar cuando crecemos,
y los Enamorados y el Carro simbolizan el desarrollo y el
triunfo de! individuo. El Cicio de! Trabajo se aduena, adap
tandola, de esta estructura tripartita.
196
la disposici6n anterior, acentuando quizas algo mas, en este
caso, que la carta que cruza al Centro es un desenlace o
desarrollo de la primera.
Despues de la cruz pequena, el lector da vuelta siete car
tas y las dispone en hilera debajo de! Significador, y no alre
dedor de este, colocando la carta de! medio debajo del Sig
nificador y de] Cruce (figura 61 ).
Esta If nea forma el ciclo basico, y la lectura puede limi
tarse a estas nueve cartas. Sin embargo, si despues de haber
interpretado esta lfnea el lector y el consultante desean mas
informaci6n, o simplemente ver las cosas desde otro an
gulo, el lector da vuelta una segunda lfnea de siete cartas
directamente debajo de la primera, y asf sucesivamente
hasta que el significado se aclare.
En cada lfnea, las dos primeras cartas forman el punto
de partida. Sus significados especfficos se derivan de la Cruz
Celta; la primera es la Experiencia Pasada, que se interpreta
casi como la carta Base en la disposici6n anterior. La se
gunda representa las Expectativas, la actitud de la persona
hacia el future. En la practica, interpretamos esta carta de
man era muy semejante a la posici6n de Esperanzas y Te
mores en la Cruz Celta. Las dos cartas, juntas, muestran lo
que ha sucedido y lo que la persona espera, teme o simple
mente cree que sucedera.
Las tres cartas siguientes se apartan mas decididamente
de la Cruz Cetta. Muestran lo que yo llamo el Trabajo, es
decir situaciones, influencias o actitudes que la persona
puede usar o debe superar. En la Cruz, las posiciones repre
sentan pautas bastante fijas. Las cosas son como son. En el
Cicio, las cartas indican posibilidades, e incluso oportunida
des. Es un sistema que insiste en la forma en que la persona
crea la situaci6n, y en c6mo puede cambiarla.
Cuando empece a practicar esta forma de lectura asigne
un significado a cada posici6n. La carta de] centre represen
taba al Consultante, la que estaba a la izquierda a los Otros,
y la de la derecha los Acontecimientos. No tarde en descu
brir que era mejor no asignar a ninguna una cualidad espe
cffica, sino mas bien interpretarlas en conjunto, simple-
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mente como aquello con que la persona tiene que trabajar
en la situaci6n de que se trata, una combinaci6n de posibili
dades. Al mi-smo tiempo, vale la pena tener presentes las
tres designaciones, porque cualquiera de ellas puede ser
util para delimitar el significado en determinadas lecturas.
Tratare ahora de dar un ejemplo de las tres como com
binaci6n. Supongamos que el tema de una lectura es ese
antiguo motivo favorito: un nuevo idilio. Una mujer ha co
nocido a alguien que le gusta, pero no sabe que es lo que el
hombre en cuesti6n siente por ella, ni si ella debe hacer
algo con sus sentimientos. En la lectura, la secci6n del Tra
bajo muestra el Cinco de Varas, el Ermitano en posici6n
invertida y el Dos de Copas (figura 62).
Es evidente que el Dos de Copas indica que el hombre
siente por ella algo similar, lo mismo que sucederfa en la
Cruz Celta. Pero aquf, ademas, la carta aconseja a la mujer
que hable con el hombre de sus sentimientos. Sugiere tam
bien que es mucho lo que ella tiene que ganar estando con
esa persona, y que la relaci6n amorosa, independiente
mente de lo que dure, afectara intensamente su vida.
Figura 62
199
mente como aquello con que la persona tiene que trabajar
en la situaci6n de que se trata, una combinaci6n de posibili
dades. Al mi-smo tiempo, vale la pena tener presentes las
tres designaciones, porque cualquiera de ellas puede ser
util para delimitar el significado en determinadas lecturas.
Tratare ahora de dar un ejemplo de las tres como com
binaci6n. Supongamos que el tema de una lectura es ese
antiguo motivo favorito: un nuevo idilio. Una mujer ha co
nocido a alguien que le gusta, pero no sabe que es lo que el
hombre en cuesti6n siente por ella, ni si ella debe hacer
algo con sus sentimientos. En la lectura, la secci6n del Tra
bajo muestra el Cinco de Varas, el Ermitano en posici6n
invertida y el Dos de Copas (figura 62).
Es evidente que el Dos de Copas indica que el hombre
siente por ella algo similar, lo mismo que sucederfa en la
Cruz Celta. Pero aquf, ademas, la carta aconseja a la mujer
que hable con el hombre de sus sentimientos. Sugiere tam
bien que es mucho lo que ella tiene que ganar estando con
esa persona, y que la relaci6n amorosa, independiente
mente de lo que dure, afectara intensamente su vida.
Figura 62
199
El Ermitano refuerza estas ideas. Aquf, su posici6n in
vertida no significa inmadurez, sino mas bien la idea de que
no es este el momenta para la soledad. En cambio, como
mas ganara la mujer es comprometiendose en la relaci6n.
El Cinco de Varas, sin embargo, senala que la situaci6n in
cluye un conflicto. Como este naipe aparece en posici6n
normal, no indica amargura, ni siquiera una perturbaci6n
grave que la mujer deba tratar de evitar. Muestra, en cam
bio, una cualidad vivificante en la pelea de los personajes,
algo que los exalta en vez de agotar sus fuerzas. Y como
todo esto ocurre en la secci6n de! Trabajo, implica que ella
debe, antes que empenarse en evitar el conflicto usar la
energfa que por mediaci6n de el se libera.
Que el Ermitano aparezca entre las dos cartas indica
quiza que la mujer se ha pasado algun tiempo apartada del
trato con otras personas, y que ahora desea (o necesita)
regresar al mundo. Por una parte, puede usar su nueva rela
cion para que la ayude a salir de sf misma. Por otra, se en
contrara con que el contacto con otras personas es motivo
de disputas y competencia, y que debe aprender no solo a
aceptar esas cosas, sino a usarlas.
Observese que las tres cartas no se limitan a mostrar lo
que es, sino que senalan direcciones y potencialidades, co
sas con las que hay que trabajar. Consideremos ahora dos
posibles puntos de partida para esta lectura imaginaria, y
las diferentes maneras en que modifican las cartas de! Tra
bajo. Ante todo, consideremos el significado si las dos pri
meras cartas fuesen el Cinco de Copas y el Tres de Copas,
ambas relacionadas por la imagen de las tres copas. La pri
mera de las cartas, en la posicion de la Experiencia Pasada,
indica la perdida de algo -muy probablemente el final de
una relacion amorosa- y constituye el antecedente de!
Ermitano. Por lo tanto, la Experiencia Pasada nos dice que
la etapa de! Ermitano se produjo como reaccion ante un
acontecimiento, pero es una reacci6n que ahora la mujer
puede dejar detras de sf. El Tres refuerza esas ideas de un
nuevo compromiso, y muestra una actitud muy optimista,
que le permitira superar los conflictos que se planteen.
200
Supongamos en cambio que el punto de partida hubie
ran sido Espadas, y espedficamente el Ocho, seguido por el
Cuatro. El Ocho indica una historia de represion, aisla
miento y confusion, en tanto que el Cuatro hace pensar que
esa situaci6n pasada ha dejado cicatrices a la consultante,
ya que al estar en la posici6n de las Expectativas muestra
un deseo de esconderse del mundo y de evitar comprome
terse con otras personas. Al mismo tiempo, el Cuatro repre
senta el temor -o la creencia- de tener que pasar la vida
sola, sin que nadie irrumpa en la iglesia cerrada para des
pertarla de su sueno y devolverla al mundo.
Con un punto de partida asf, las cartas de! Trabajo indi
can una oportunidad importante para la persona, dicien
dole que esa relaci6n podrfa sacarla de su solitaria condi
cion de Ermitano. Ha llegado el momento de salir, y si ha
cerlo significa conflictos y discusi6n, es menester aceptarlos,
e incluso usarlos para comprometerse mas con la vida.
Las dos ultimas posiciones en la Ifnea vuelven a destacar
la idea de combinaci6n. En cuanto Desenlace y Resultado,
van mas alla del uso unico que la Cruz Celta hace del De
senlace como resumen de la lectura. El Desenlace indica
c6mo evolucionaran probablemente las cosas. Por su parte,
el Resultado indica la reacci6n de la persona ante tal evolu
ci6n o el, efecto que esta tendra sobre la vida de la persona.
Este efecto puede ser tanto una experiencia como una acti
tud. Por ejemplo, puede indicar un acontecimiento o una
modificaci6n ulterior que se produce a causa del Desen
lace. El Cinco de Copas seguido por el Ocho de Copas sig
nifica que la persona pierde algo, o que algo termina mal, y
como resultado de ello, la persona decide abandonar la em
presa, irse a otra parte o iniciar una nueva fase en la vida.
0 bien la carta que esta en la posici6n del Resultado
puede mostrar el efecto que tiene psicol6gicamente el De
senlace. Un ejemplo clasico es la Torre seguida por la Estre
lla, lo que indica que una explosion en la vida de la persona
conducira a una liberaci6n de esperanza y energfa. Este
ejemplo ilustra tambien la gran importancia potencial que
tiene el no ver solamente el Desenlace, sino tambien lo que
201
viene tras el. Si una lectura solo mostrase la Torre y no,
como resultado de ella, la Estrella, dejarfa al consultante
con un sentimiento de devastaci6n.
Es muy frecuente que la primera lfnea de una imagen
tan fuerte que la persona ya no necesite mas informaci6n,
pero hay otras veces en que, tras haberla lefdo, se queda un
poco confundida, o simplemente desea ver la sitµaci6n des
de un punto de vista diferente. En un caso asf, el lector
puede disponer otra lfnea de cartas directamente debajo de
la primera. Las posiciones siguen siendo las mismas, y las
siete cartas siguen estando relacionadas con la cruz peque
fia originaria, que deline6 la situaci6n basica. Y sin embar
go, como empezamos desde un punto de partida distinto, la
lfnea nos permite ver la situaci6n de diferente manera.
Ademas de la nueva informaci6n obtenida, este metodo
ayuda a resolver una cuesti6n que plantean muchas perso
nas respecto de las lecturas de! Tarot: «Si volviera a hacerlo,
saldrfan cartas diferentes, de modo que Lc6mo es posible
que estas que han salido signifiquen realmente algo?» La
respuesta es que las nuevas cartas nos permitiran ver la
misma situaci6n desde un punto de vista distinto.
Es muy frecuente, cuando un lector lee una Cruz Celta y
despues vuelve a mezclar los naipes para hacer una nueva
lectura, que en ella aparezcan muchas de las mismas cartas
u otras de significado similar. En un par de lecturas que hice
para un matrimonio (separadas por otra, hecha para una
persona diferente), seis de las diez cartas fueron las mismas,
y la carta del Ambiente, en la lectura de la mujer, era la
misma que se us6 como Significador para el marido. El Ci
cio del Trabajo, como de hecho excluye la posibilidad de
que vuelvan a aparecer las mismas cartas, tiende mas a
mostrar diferentes aspectos de la situaci6n.
A veces, la segunda lfnea sera casi un espejo de la pri
mera, lo que indica que la situaci6n esta tan encaminada en
ese sentido que a la persona no le sera facil cambiarla. Otras
veces, el Desenlace-Resultado mostrara una alternativa para
la primera If nea, y entonces el lector debera estar atento a
los puntos de partida y a las cartas del Trabajo.
202
Ejemplo de una lectura
Una vez hice una consulta para una mujer que tenfa un
amante celoso. En teorfa, ninguno de los dos esperaba que
el otro fuese mon6gamo, pero la mujer sabfa que si ella iba
con alguien mas -y habfa aparecido alguien mas- su
amante se alterarfa. Querfa que la aconsejara sobre lo que
debfa hacer, e hicimos la. lectura con el Cicio del Trabajo
(figura 63a).
Antes de la lectura comente con la consultante que en
situaciones asf es frecuente que aparezca el Tres de Copas,
en posici6n normal si las cosas van bien, e invertido en el
caso contrario. La tirada se inici6 con el Tres de Copas in
vertido; cruzado por el As de Copas. La combinaci6n mos
traba que, pese a los celos y las discusiones, la consultante
podfa obtener gran felicidad de la situaci6n si consegufa
resolverla en forma adecuada. La primera lfnea se iniciaba
en forma muy positiva con el As de Pentaculos como la
Experiencia Pasada, y el Sol como una Expectativa suma
mente optimista para el futuro. Ahora bien, el As de Penta
culos, ademas de mostrar felicidad y placer, transmite tam
bien un clima de seguridad, de una situaci6n protegida y
aislada. Durante algun tiempo, la mujer y su amante no se
habfan relacionado mucho con otras personas, constru
yendo en cambio, como lo muestra el simbolismo del As, un
recoleto «jardfn» emocional en torno de ellos (estaban, de
hecho, viviendo en una remota casa en la campifia galesa).
El Sol muestra a un nifio que sale a caballo de un jardfn.
La mujer esperaba ahora tener mayor libertad para aventu
rarse en experiencias mas abiertas. Y como el As de Penta
culos se habfa convertido en el memento de la consulta en
el As de Copas, por lo menos como posibilidad, las cartas
mostraban que la consultante habfa comenzado a aflojarse
y a dejar fluir sus emociones sin tener en consideraci6n la
seguridad.
El Trabajo acentuaba aun mas la sugerencia de libertad.
La Estrella, la Torre y el Mundo, todas cartas de la ultima
lfnea, mostraban en primer lugar la potencia de la situaci6n.
En el centro, la Torre simbolizaba las tormentosas batallas y
203
Ejemplo de una lectura
Una vez hice una consulta para una mujer que tenfa un
amante celoso. En teorfa, ninguno de los dos esperaba que
el otro fuese mon6gamo, pero la mujer sabfa que si ella iba
con alguien mas -y habfa aparecido alguien mas- su
amante se alterarfa. Querfa que la aconsejara sobre lo que
debfa hacer, e hicimos la. lectura con el Cicio del Trabajo
(figura 63a).
Antes de la lectura comente con la consultante que en
situaciones asf es frecuente que aparezca el Tres de Copas,
en posici6n normal si las cosas van bien, e invertido en el
caso contrario. La tirada se inici6 con el Tres de Copas in
vertido; cruzado por el As de Copas. La combinaci6n mos
traba que, pese a los celos y las discusiones, la consultante
podfa obtener gran felicidad de la situaci6n si consegufa
resolverla en forma adecuada. La primera lfnea se iniciaba
en forma muy positiva con el As de Pentaculos como la
Experiencia Pasada, y el Sol como una Expectativa suma
mente optimista para el futuro. Ahora bien, el As de Penta
culos, ademas de mostrar felicidad y placer, transmite tam
bien un clima de seguridad, de una situaci6n protegida y
aislada. Durante algun tiempo, la mujer y su amante no se
habfan relacionado mucho con otras personas, constru
yendo en cambio, como lo muestra el simbolismo del As, un
recoleto «jardfn» emocional en torno de ellos (estaban, de
hecho, viviendo en una remota casa en la campifia galesa).
El Sol muestra a un nifio que sale a caballo de un jardfn.
La mujer esperaba ahora tener mayor libertad para aventu
rarse en experiencias mas abiertas. Y como el As de Penta
culos se habfa convertido en el memento de la consulta en
el As de Copas, por lo menos como posibilidad, las cartas
mostraban que la consultante habfa comenzado a aflojarse
y a dejar fluir sus emociones sin tener en consideraci6n la
seguridad.
El Trabajo acentuaba aun mas la sugerencia de libertad.
La Estrella, la Torre y el Mundo, todas cartas de la ultima
lfnea, mostraban en primer lugar la potencia de la situaci6n.
En el centro, la Torre simbolizaba las tormentosas batallas y
203
204
las emociones abrumadoras puestas en juego. Sugerfa tam
bien el peligro de que la seguridad de su relaci6n quedara
deshecha por los rayos de los celos y de! resentimiento.
Ahora bien, en este caso particular la Estrella no indicaba
una liberaci6n que se alcanza despues de la Torre, como
habrfa sido en el caso de estar al final de la lfnea. Mas bien,
advertfa a la consultante que necesitarfa optimismo y una
actitud sumamente abierta en lo referente a sus propios
deseos y emociones. El Mundo indicaba tambien opti
mismo, e implicaba la posibilidad de combinar los objetivos
opuestos, a la vez una relaci6n estable y la libertad.
Y sin embargo, pese a todas esas influencias positivas,
las cartas finales parecfan muy poco promisorias. El Ocho
de Espadas seguido por el Diablo daba a entender que la
consultante harfa un intento de liberarse de las cualidades
sofocantes de su situaci6n. El Resultado, sin embargo, mos
traba que probablemente no lo conseguirfa. La feliz y c6-
moda seguridad del As de Pentaculos se habfa convertido
en una represi6n diab6lica, en virtud de la cual ella y su pri
mer amante estaban encadenados a una situaci6n que nin
guno de los dos querfa realmente.
En procura de obtener otro punto de vista -y ademas,
de entender que era lo que habfa ido mal en la primera
lfnea-, dispusimos una segunda hilera de naipes (figura
63b).
Esta lfnea empez6 de manera mas sobria. En la Expe
riencia Pasada aparecfa el Siete de Espadas, indicador de
intentos no muy entusiastas de salir del encierro de su vida.
Ello implicaba que anteriormente la consultante nunca ha
bfa planteado con firmeza la cuesti6n ni se habfa enfren·
tado con los problemas reales que esta implicaba. Esta carta
sola apuntaba a las razones por las cuales el Diablo conse
gufa hacerse valer: la mujer jamas habfa intentado resolver
que era lo que debfa hacer; nunca se habfa enfrentado con
su amante ni con los problemas que existfan entre ellos.
La segunda carta llevaba mas lejos esta idea. La Justicia
no s6lo mostraba la esperanza de que todos fueran mas
bien «justos» antes que represores o egofstas, sino tambien
205
un deseo de verlo todo con claridad y de enfrentar su pro
pia verdad, es decir, lo que el/a habfa hecho con su vida y,
ademas, las reacciones de los otros. Con una actitud mucho
mas dura e implacable que la de! Sol, la Justicia simboli
zaba un compromiso con la realidad, con la creaci6n de un
verdadero futuro para sf misma. Observese que el Sol nos
presenta un nifio, libre y sin responsabilidades: el opuesto
de la Justicia.
El Trabajo en esta lfnea -el Nueve de Copas, el Cuatro
de Pentaculos, la Rueda invertida- continuaba el tema de!
realismo. El Nueve de Copas mostraba la necesidad de
equilibrar la presi6n emocional con alg(m placer ligero. Por
otra parte, la Rueda invertida indicaba la capacidad de
abrirse paso entre las confusiones en juego. Mostraba igual
mente la necesidad de controlar la situaci6n, de negarse a
permitir que la Rueda de los acontecimientos se aduefiara
de ella, llevandola allf donde acertara a rodar. La Justicia se
convertfa entonces no en una mera esperanza, sino en el
camino principal para apartarse de la pasividad y la subje
tividad.
De las tres cartas del medio, el Cuatro de Pentaculos
result6 ser la mas interesante, especialmente al compararia
con la Torre, situada encima. Allf donde el triunfo habfa
mostrado a la consultante desintegrandose bajo el impacto
de los intensos sentimientos ajenos, el Cuatro de Pentacu
los la mostraba autoprotegiendose. La mostraba aferran
dose a sus propias necesidades, a su propia comprensi6n
de la situaci6n, a pesar de la presi6n que sobre ella ejercfan
sus dos amantes. Las dos cartas que rodean a la central le
indicaban dos maneras de hacerlo; primero, disfrutando, y
valiendose de ese placer para mantenerse fntegra, y en se
gundo lugar, entendiendo lo que habfa sucedido, y por que
habfa sucedido. La Rueda invertida a la derecha indicaba la
necesidad -y la oportunidad- de poner efectivamente en
juego su esperanza de Justicia, es decir, de esforzarse por
entender el verdadero significado de todos los cambios que
estaban ocurriendo en su vida.
Mientras analizabamos estas dos lfneas, la mujer dijo
206
207
que le daba la impresi6n de que la primera era lo que debe
rfa querer, y la segunda lo que realmente querfa. La gente
que la rodeaba hablaba tanto de «libertad» y de relaciones
abiertas sin consecuencias dolorosas que ella se sentfa pre
sionada para desear ese tipo de comportamiento «solar».
Pero en realidad, le importaba mucho mas la Justicia, la
verdad. El resultado de! punto de partida de la segunda
lfnea, mas aspero y realista, mostraba el sentido de lo que
decfa la consultante. En la posici6n de! Desenlace estaba
la Reina de Varas, con el Seis de Varas como Resultado. La
Reina indicaba que, al considerar antes la Justicia que un
Sol excesivamente optimista, la mujer encontrarfa la alegrfa
y el sentido de su propia fuerza. Llegarfa a depender mas
de sf misma que de la situaci6n externa, y de ello obtendrfa
la confianza y la fe de! Seis, un optimismo capaz de arras
trar consigo a otras personas.
El Arbol de la Vida
208
0
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En la meditaci6n con los Arcanos Mayores usamos prin
cipalmente las veintid6s posiciones o vfas entre las diferen
tes sephiroth (las diez posiciones). En adivinaci6n usamos
las propias sephiroth, adaptando sus connotaciones y nom
bres clasicos para que puedan servir como posiciones en
una tirada, similares a la Base, el Consultante, etc., de una
Cruz Celta, pero de alcance mucho mas amplio. Las des
cripciones y los tftulos cabalfsticos son necesariamente abs
tractos; contienen una descripci6n mfstica de la creaci6n y
de la estructura de! universo, e igualmente un camino hacia
un mayor c�nocimiento de Dios. Por eso quienes, como yo,
usamos el Arbo! de la Vida para practicar la lectura del
Tarot, hemos escogido significados mas terrenale�.
(a) (b)
209
El diagrama (a) destaca. los niveles de conciencia. El
triangulo superior es el que se mantiene mas proximo a
Dios, de quien emano el punto original de luz para crear la
primera sephirah. A medida que la luz de la creacion via
jaba a traves de los diferentes triangulos, se diluyo -e in
cluso hay quienes dicen que se corrompio- cada vez mas,
hasta que en la ultima y solitaria sephirah quedo contenida
dentro del mundo ffsico de came, rocas y agua. (Por ci·erto
que una descripcion tan breve desfigura enormemente la
filosoffa cabalfstica, y si la cloy aquf es solo para dar cierta
vision del fundamento de la lectura que sigue el Arbo! de
la Vida.)
El concepto de un descenso de la luz se usa en adivina
cion de la siguiente manera: como lo que queremos es des
cribir la vida de una persona, consideramos que cada trian
gulo es un aspecto de esa persona, usando un sistema tri
partito similar a las tres lfneas de los Arcanos Mayores. El
triangulo superior significa la existencia espiritual de la per
sona, y apunta hacia arriba, sefialando el potencial mas ele
vado de! sujeto. El de! medio apunta hacia abajo, hacia la
manifestacion, y representa las maneras que tiene la per
sona de enfrentarse con el mundo exterior y los asuntos
practices de la vida. El triangulo inferior vuelve a apuntar
hacia abajo, pero esta vez hacia los ambitos secretos de! sf
mismo. Representa los impulses inconscientes y la energfa
imaginativa. Tambien podemos referirnos a los triangulos
como superconsciente, consciente e inconsciente.
La posicion inferior, situada aparte, no representa una
cualidad personal, como las otras, sino el mundo exterior
donde vive la persona. Podemos considerarla similar al
Ambiente en la Cruz Celta, pero en un nivel mucho mas
amplio.
El diagrama (b) se deriva de la idea de polaridad o de
fuerzas 9puestas. En la Cabala, los !ados derecho e izquier
do de! Arbo! significan la forma en que Dios dirige la exis
tencia. El pilar derecho, el de la Gracia, tiende a la expan
sion. Sus cualidades abren y ensanchan. El pilar izquierdo,
llamado de la Severidad, tiende a la contraccion, acen-
210
tuando las cualidades que limitan. Uno de ellos da, el otro
quita, y asf contribuyen a la conservacion de la energfa.
Pero si solo existieran estas dos fuerzas, el universo oscilarfa
descontroladamente entre ambas, expandiendose y contra
yendose sin pausa. Por eso el pilar de! medio representa la
Reconciliacion, una mezcla y armonizacion de los dos prin
cipios. Observese que la ultima sephirah, que simboliza la
existencia ffsica, cae en el pilar de! media. En el mundo
material, los elementos arquetfpicos se funden en una for
ma estable.
La imagen de las tres columnas aparece en forma me
nos abstracta en la version que da el mazo Rider (lo mismo
que en varias otras) de la Suma Sacerdotisa. El pilar oscuro
representa la Severidad, el claro significa la Gracia. La Suma
Sacerdotisa cumple la funcion de la Reconciliacion, equili
brando en su perfecta inmovilidad los opuestos de! yin y
el yang.
Asf como necesitamos una version «practica» de los trian
gulos, nuestro proposito requiere tambien una interpreta·
cion mas directa de los tres pilares. Por consiguiente, usa·
mos una pauta recurrente para cada triangulo. La posicion
de la izquierda tiende hacia los problemas que se originan
en ese nivel, la de la derecha presenta los beneficios o una
direccion positiva. La posicion de! media describe la cuali·
dad misma, en la que las oposiciones se confunden. Estas
distinciones se aclararan cuando consideremos individual
mente las sephiroth.
Algo mas hay que decir sobre la estructura. Los cabalis
tas dibujan el camino recorrido por la luz de la creacion
como un zigzag, al que a veces se hace referenda al hablar
de! rayo de Dios. Un zigzag que comienza mas alla de la pri
mera sephirah (porque la verdadera esencia de Dios sigue
siendo incognoscible y trasrr.mdente), y cuyo recorrido es
este:
211
En la meditaci6n usamos esta imagen principalmente
para ayudamos a ascender a traves de las sephiroth hacia
la union con aquel aspecto de Dios que experimentamos en
el extasis mfstico. Dicho de otra manera, a traves de la me
ditaci6n desandamos el camino de! rayo, como si estuviera
mos desenmarafiando el universo para llegar a su fuente. El
rayo que se abate sobre la Torre en los Arcanos Mayores
simboliza esta luz de la iluminaci6n.
Otra forma de meditaci6n, que se combina con la magia
ceremonial, intenta seguir hacia abajo el camino del rayo, o
mas bien, atraerlo sobre la persona. Este uso de los princi
pios cabalfsticos para la magia, llamado la «Cabala Prac
tica», basa buena parte de su operaci6n en la idea de que el
ritual y la meditaci6n adecuados pueden atraer sobre el
mago un relampago no solo de comprensi6n, sino tambien
de gran poder. A quien sigue estas practicas ocultas se le
advierte que no ha de buscar ese poder para su ventaja per
sonal, sino solamente con fines que sirvan a la comunidad.
(Estas advertencias en contra de posibles abusos le clan a
uno a veces la impresi6n de ser similares a las advertencias
que aparecen en los libros pornograficos: «Este material es
exclusivamente para uso medico».)
La tirada
En adivinaci6n seguimos el recorrido del rayo de manera
mucho mas mundana, como metodo para disponer las car-
212
tas. Para hacer una lectura seg(m el Arbo! de la Vida, se
saca primero el Significador como en los otros metodos, y
se lo coloca en lo alto de la superficie de lectura (como es
obvio, para disponer setenta y ocho cartas se necesita mu·
cho espacio}. Cuando el sujeto ha mezclado y cortado el
mazo, el lector dispone las cartas boca abajo, asf:
1
3 2
5 4
6
8 7
9
10
El Significador permanece expuesto por encima de la
lectura. Cuando ya estan dispuestas las diez primeras car
tas, el lector dispone sobre ellas otras diez, y asf sucesiva
mente, hasta que en cada lugar haya una pila de siete car·
tas. Ahora bien, al haber sacado el Significador, en el mazo
quedan setenta y siete cartas, once veces siete. Por ende, al
lector le quedaran siete cartas extra. Muchos cabalistas ha
blan de una undecima sephirah «invisible», a la que se co
noce como Daath, o Conocimiento. Generalmente, los ca
balistas colocan esta sephirah extra en el pilar del medio,
entre las sephiroth primera y sexta, es decir, entre el trian
gulo superior y el de! medio. En las lecturas del Tarot la
situamos al costado, o bien en la pa rte inferior, y la leemos
despues de todas las otras. El hecho de que no la vayamos
disponiendo ordenadamente con las otras cartas, sino que
simplemente usemos para ella las siete cartas «sobrantes»,
subraya su peculiaridad. La pila de Daath no pertenece a
ninguna de las areas generales de influencia, y algunos lee
tores piensan que se refiere al futuro inmediato.
213
Cuando empece a hacer lecturas basadas en el Arbo! de
la Vida, usaba la pila Daath como un comentario general,
·una informaci6n adicional que se aplicaba a la totalidad de
la lectura. Desde entonces le he encontrado un significado
mas especffico, que es el de Transformaci6n.
En mi libro sobre los Arcanos Mayores describf la idea,
derivada tanto de la Cabala como de la moderna mecanica
cuantica, de que un cambio no se produce como una altera
ci6n gradual, sino como un salto de un estado a otro. Pode
mos ir aproximandonos a los cambios con anos de prepa
raci6n gradual, pero el cambio real y efectivo se da como un
salto a traves de un abismo. Dejamos de ser una cosa y nos
convertimos en otra. En esos momentos de transformacion
podemos, en ocasiones, percibir la Nada esencial que sub
yace en toda existencia fija. Hay quienes describen a Daath
como aquel aspecto que percibe esta verdad del abismo.
Otros apuntan que Daath relaciona la Sabidurfa (sephi
rah 2) y el Entendimiento (sephirah 3) por mediaci6n de
sus cualidades de conciencia y reflexion. De hecho, «Daath»
significa «Conocimiento».
Sin perder de vista estos significados, descubrf que era
un valioso recurso usar la pila Daath como una descripcion
de los medios por obra de los cuales cambia una persona.
Relacionada con la totalidad de la lectura, esta sephirah
destaca las conexiones que establece una persona entre los
diferentes niveles. Las diferentes sephfroth/posiciones tien
den a mostrar distintos niveles y condiciones del ser. La pila
Daath nos ayuda a ver de que manera nos movemos entre
ellos. Por eso le he dado el nombre de Transformaci6n.
214
1 Kether o la Corona - La suprema evoluci6n espiritual
Con esto aludimos a las cualidades mejores y mas autenti
cas de la persona, y a los caminos por los cuales esta llega a
tales niveles. La Corona no siempre mostrara cualidades
muy positivas o jubilosas. Algunas personas alcanzan lo
mejor de su evoluci6n mediante la lucha o la tristeza. Re
cuerdo una lectura en que la Torre ocupaba el centro de la
lfnea Kether, con la Estrella a dos cartas de distancia. Al
consultante se le hacfa muy diffcil evolucionar de manera
estable. Tendfa siempre a pasar por ciclos de tension, explo
sion y liberaci6n, un tema que resonaba durante toda la lec
tura, hasta el final, en que el Diablo aparecfa en el centro de
su Ifnea Daath.
2 Hokmah o la Sabidurfa
La segunda sephirah, Hokmah o la Sabidurfa, representa la
Inteligencia Creativa, las formas en que la persona avanza
hacia el objetivo de la Evolucion Suprema. Relacionada ge
neralmente con la If nea de la Corona, esta sephirah destaca
mas bien el proceso de la evoluci6n que su resultado. Por
ejemplo, si el Sol aparece en la lfnea de la Corona, lo inter
pretaremos como jubilo y libertad, apreciados por sf mis
mos. Si apareciera en la Inteligencia Creativa, pensarfamos
en aquellas cualidades como medios para alcanzar cual
quier cosa que hubieramos visto en la Corona. Como la pri
mera lfnea, la Inteligencia Creativa tambien puede incluir
cartas diffciles o desagradables, como representaci6n de lo
que la persona usa para crecer.
Cuando aparecen tales cartas, es importante considerar
las no solamente en relaci6n con su funci6n -para ver c6mo
la persona puede usarlas de manera creativa-, sino tam
bien en relaci6n con las otras cartas de la lfnea. Por ejem
plo, supongamos que el Nueve de Varas apareciera en
Hokmah. El lector insistirfa primero en la fuerza y la deter
minacion, mas que en la rigidez inherente al naipe. Pero
supongamos que en la misma lfnea apareciera tambien el
Cuatro de Varas; entonces, hay que ver el Nueve como par
te de un ciclo de defensa y apertura, en que ambas se ayu-
clan y fortalecen recfprocamente. Y como aparecen en la
segunda lfnea de) triangulo de) Espfritu, pensarfamos en
ellas no simplemente como un ciclo que repite una y otra
vez la misma experiencia, sino como una espiral que con
duce a las imagenes, sean las que fueren, que aparecfan
en Kether.
Se ha de tener en cuenta que, obviamente, la lectura de)
Arbo) de la Vida exige mucha experiencia con las cartas y
con la adivinaci6n para obtener resultados adecuados. El
lector no solo debe interpretar siete cartas para cada posi
ci6n, sino que cada posici6n debe relacionarse con las otras.
3 Binah o el Entendimiento
El triangulo se completa con Binah, el Entendimiento. En la
Cabala, la diferencia entre Sabidurfa y Entendimiento se
refiere principalmente a la forma en que el alma contempla
a Dios y se autocontempla. En la experiencia, mas terrenal,
de una lectura, podemos considerar como Entendimiento
aquellas experiencias que frenan nuestra evoluci6n, es de
cir, las Penas y las Cargas. Aquf, las cartas muestran las limi-
. · taciones de la persona, y esta vez es necesario adaptar las
imagenes mas positivas a los terminos de la lfnea. Al mismo
tiempo, el tftulo original, el Entendimiento, nos lleva a con
siderar la forma en que pueden ser superadas estas limi
taciones.
El triangulo de! medio representa los aspectos mas co
rrientes de la vida, y aquf comenzamos con los dos !ados y
terminamos en el medio.
4 Gevurah o el Juicio
En la posici6n opuesta a los Logros Terrenales se encuentra
Gevurah, o el Juicio, que representa las Dificultades. Estas
pueden incluir cualquier cosa, desde problemas de dinero a
soledad. En una lectura, la Reina de Espadas en esta Ifnea
me indic6 que la consultante era viuda.
5 Hesed o la Misericordia
La quinta sephirah representa los Logros Terrenales, lo cual
216
significa aquello que la persona ha de alcanzar en la vida en
los dominios de) trabajo, el hogar, el dinero, los amigos, etc.
Por lo com(m, la Jfnea acentuara factores de exito antes que
de fracaso. Tambien puede indicar las maneras en que los
Logros T errenales afectan al caracter de la persona. Los
tres triangulos forman un disefio Cmico, un hecho que por lo
comun se pone cada vez mas de manifiesto a medida que
se avanza en la lectura y las relaciones se muestran con mas
fuerza. Por lo tanto, sera frecuente que las preocupaciones
trivial es de los Logros Terrenales reflejen la conciencia es
piritual de la Fuerza Creativa que esta por encima de esta
posici6n. Muchas veces, la comprensi6n de las posiciones
inferiores en el Arbo) sera la clave que permita volver atras
e interpretar las supertores.
6 Tifereth o la Belleza
La punta de! triangulo representa a Tifereth, la Belleza. En
las lecturas, me valgo de esta posici6n para indicar la Salud.
Usar el Tarot para diagnosticar problemas ffsicos especffi
cos puede ser una operaci6n muy engafiosa, aunque hay
sugerencias para hacerlo, relacionando por lo general las
cartas con aspectos astrol6gicos o con otros sistemas. Se
gun mi experiencia, es mejor obtener de la Ifnea un cuadro
mas general, que no tenga en cuenta solamente el estado
ffsico, sino tambien la salud emocional y espiritual.
Una recomendaci6n: observese cuales son los elemen
tos que dominan. La abundancia de Varas sugiere buena
salud general durante toda la vida de la persona, aunque,
naturalmente, naipes como el Diez o el Nueve de Varas, lo
mismo que cuando las cartas de este palo aparecen inverti
das, pueden indicar lo opuesto. Las Copas y Espadas tien
den a revelar la condici6n emocional y espiritual de la per
sona, en tanto que los Pentaculos suelen sefialar una salud
mas debil, o la necesidad de ocuparse mas del cuerpo. El
Cinco, por ejemplo, serfa una clara advertencia. Un predo
minio de Arcanos Mayores en la lfnea es mas diffcil de inter
pretar, y su significado depende de las cartas que aparez
can. La Fuerza, naturalmente, indicarfa buena salud en ge-
217
neral, la Templanza una enfermedad evitada mediante pre
cauciones, en tanto que el Diablo podrfa significar malestar
o hipocondrfa. A veces, una (mica carta Mayor puede sim
bolizar alguna situaci6n especial que ha aparecido o apare
cera en la vida de la persona. Las secuencias temporales en
esta Ifnea, y en el Arbo I en su totalidad, son un problema
diffcil, especialmente para el lector principiante.
El tercer triangulo tiene que ver con el inconsciente, y en
particular con las pulsiones imaginativas y sexuales. En el
volumen sobre los Arcanos Mayores consideramos la idea
de que el superconsciente, o energfa y conciencia espiritual,
consista en el inconsciente, transformado y vuelto cons
ciente. A este respecto, es frecuente que el Arbo) muestre
conexiones muy fuertes entre los triangulos superior e infe
rior, en tanto que el nivel medio -las experiencias cons
cientes de la persona- forma un vfnculo entre los dos.
Aµtes describf al subconsciente como el !ado reprimido
de! ego, distinto del inconsciente, que es la energfa vital de
la persona. Ninguno de estos triangulos aborda especffica
mente este sentido de! subconsciente. Este material mante
nido en secreto puede aparecer en cambio a Io largo de
toda la lectura, dejando al descubierto problemas, agresivi
dad o deseos insatisfechos. Lamentablemente, la amplitud
de! tema no me permite dar ejemplos detallados. (Y me dis
culp? por caer en algo que se asemeja a las oscuras insinua
ciones que encuentra uno a menudo en los libros de ocul
tismo: «Aquf no puedo decir ya mas sobre el tema.») S6lo
quiero senalar que podemos ver el funcionamiento de! sub
consciente en las contradicciones aparentes, por ejemplo,
del Dos de Espadas, que aparece como un bloqueo en la
lfnea de la Fuerza Creativa.
7 Netzach o la Eternidad
La septima sephirah, Netzach, significa la Eternidad. En este
sistema, la he usado como representaci6n de la Disciplina,
las formas en que la persona puede poner en funciona
miento su imaginaci6n. Al decir «disciplina» no me refiero
al tipo de reglas estrictas que normalmente evoca la pala-
218
bra, sino a la direcci6n y al entrenamiento deliberados que
simboliza el halc6n encapuchado de! Nueve de Pentaculos.
Bajo una disciplina ta!, el poder creativo no resulta confi
nado ni se debilita, sino que, estimulado, se libera. Ello ocurre
porque el beneficio que rinde a nuestra vida esta cualidad
de! inconsciente se incrementa mas cuanto mas la dirigi·
mos. Esto es algo que saben bien la mayorfa de los artistas y
las personas que han trabajado seriamente en ocultismo.
La mayorfa de las personas que no trabajan deliberada
mente con la energfa inconsciente se encuentran con que
permanece simplemente latente. Es posible que lleven una
vida que parezca mon6tona, o que se consideren personas
carentes de toda creatividad. En algunos casos, sin embar
go, el inconsciente es tan fuerte que puede hacer irrupci6n
por sf solo, provocando el caos o incluso la locura. Recuer
do una lectura (no era un Arbo) de la Vida) que hice a un
hombre que habfa pasado por un colapso nervioso grave
despues de una serie de intensas experiencias psfquicas. En
la lectura apareci6 el Nueve de Pentaculos, pero tambien el
Ermitano, como indicaci6n de que un maestro capaz podrfa
canalizar la energfa que tan dolorosamente habfa irrum
pido en su vida. La disciplina, en el mejor de los sentidos,
representa el proceso de elevar el inconsciente y transfor
marlo en energfa creativa.
Como la mayor parte de las personas no se sienten mo
vidas, ni menos aun impulsadas, a trabajar en el dominio de
lo «psfquico» o del ocultismo, generalmente encontramos
preocupaciones mas corrientes reflejadas en esta posici6n,
posici6n que puede referirse, aunque no necesariamente, al
trabajo artfstico. Para algunas personas, el inconsciente se
expresa en una carrera, o en la creaci6n de un hogar acoge
dor y calido para su familia. Lo importante en esta lfnea es
que muestre la formaci6n o el trabajo necesarios para que
la persona haga a Igo con potencial creativo. Si en esta If nea
aparecen cartas bloqueadas, como el Ocho de Espadas, eso
puede ser muy significativo para toda la lectura, ya que una
parte muy importante de nuestra vida depende de la libera·
ci6n de la energfa inconsciente.
219
8 Hod o la Reverberaci6n
Del otro !ado de! triangulo encontramos Ia octava sephirah,
la Reverberaci6n. El tftulo adivinatorio para esta lfnea -Amor
y Sensualidad- hace generalmente que el consultante se
ponga alerta y escuche con gran atenci6n. Esta lfnea mues
tra el impulso sexual de! individuo y la forma en que sus
necesidades funcionan en la practica, es decir, lo que quiere
y lo que obtiene. Seg(m las personas, esta lfnea puede ser
tambien la clave para todas las otras, aunque tal vez no con
tanta frecuencia como cabrfa esperar.
Observese que la posici6n de! Amor y la Sensualidad se
encuentra en el !ado restrictivo de! Arbo!, en tanto que la
Disciplina aparece del !ado de la expansi6n. Esta construc
ci6n refleja el hecho de que con frecuencia nuestros impul
sos sexuales nos dominan, haciendonos hacer cosas que de
otra manera evitarfamos, o impidiendonos la liberaraci6n
de potencialidades pertenecientes a otros campos. La Disci
plina, por otra parte, se vale de la energfa imaginativa,
orientandola en la direcci6n de la transformaci6n hacia lo
espiritual. Es dable que las cartas sexuales no aparezcan en
la posici6n de Amor y Sensualidad, sino en la de Disciplina,
lo que sugiere que la persona evoluciona por mediaci6n de!
amor, ta! como lo simboliza el angel que se eleva entre el
hombre y la mujer en los Enamorados. Para personas asf, el
amor es tanto una disciplina como una tentaci6n o una
debilidad.
Debo afiadir que la aparid6n del Amor y la Sensualidad
en el lado de la Restricci6n no exige que la interpretemos
como un problema. Si las cartas muestran satisfacci6n y
libertad, entonces es ciertamente ese el sentido en que de
bemos interpretarlas.
9 Yesod o el Fundamento
La novena sephirah, Yesod o el Fundamento, representa la
Imaginaci6n, que de muchas maneras constituye el auten
tico fundamento de! sf mismo. Para la mayorfa de las perso
nas, que no se plantean programas de autocrecimiento, el
inconsciente jamas llega a hacerse consciente. No por eso
220
deja de ser la fuente y la fuerza impulsora de la personali
dad. Tenemos un atisbo de esta energfa en actividades tales
como los suenos, las fantasfas, los deseos... dicho de otra
manera, lo que habitualmente llamamos la imaginaci6n.
Pero al llamar lmaginaci6n a la lfnea del Fundamento, de
hecho aludimos a mucho mas que esas manifestaciones. El
termino representa aquf la energfa misma, enroscada por
debajo de la personalidad consciente, que envfa sus deste
llos hacia el mundo exterior. Los naipes que salen en esta
li'nea revelan la configuraci6n y el animo del inconsciente
de la persona. Con frecuencia se relacionan muy directa
mente con la lfnea de la Evoluci6n Suprema, situada por
encima de ellos.
10 Malkuth o el Reino
Debajo de la Imaginaci6n se encuentra Malkuth, o el Reino,
es decir, el mundo que rodea a la persona. Aqui' vemos las
influencias externas, las otras personas, las situaciones per
sonales tanto como las sociales y polfticas. Generalmente,
por cierto, las indicaciones de estas fuerzas exteriores apa
recen en el curso de toda la lectura. En una lectura que
hice, el Emperador -representante de! marido dominante
de la mujer- apareci6 en el centro miS!J10 de la lfnea de la
Salud, es decir, en el centro exacto de! Arbo!. Sin embargo,
la ultima lfnea destaca las influencias externas y demuestra,
ademas, el efecto de estas sobre el sujeto. Podemos consi
derar esta posici6n como similar al Ambiente en la Cruz
Celta, pero mucho mas expandida.
Daath
Finalmente llegamos a Daath. Aunque la dejamos aparte
de! Arbo! al sacar las cartas, muchos lectores preferir�n si
tuarla debajo de Malkuth, con lo que se obtiene un Arbo!
simetrico que, al mismo tiempo, demuestra graficamente
c6mo hay conexiones subyacentes en todas las posiciones.
A veces, estas cartas haran clara referencia a una situa
ci6n determinada que aparece arriba, en uno de los tres
triangulos. Generalmente, a las cartas que salen en la posi-
ci6n de. Daath no Jes asignamos una funci6n especffica,
como lo hacemos con las otras lfneas. Como el Loco en los
Arcanos Mayores, Daath se mueve entre todas ellas, unien
do entre sf las cosas, ayudando a que la pauta general se
aclare mas en la mente de! lector y de! sujeto.
223
7
Como usar las
lecturas del Tarot
4
mienza con el proceso de hacerte tu propio libro. C6mprate
un buen cuaderno y ve anotando en el tus descripciones,
asf como los sentimientos y las vivencias que te movilice
cada carta. Puedes hacerlo con palabras, imagenes, diagra
mas o cualquier medio que signifique algo para ti. En el
mismo cuaderno -o en otro- resume las lecturas que
hagas y lo que hayas aprendido de ellas. Si alguna lectura te
ensena algo nuevo, referente a alguna carta, a alguna com
binaci6n de ellas o a todo el mazo, an6talo tambien.
No des por sentado que sabes lo que ya has aprendido.
Todos tenemos ciertos prejuicios, y con el correr de! tiempo
tendemos a recordar algunos significados y a olvidar otros.
Con frecuencia, parece que una carta no tuviera sentido
porque, llevados por el habito, insistimos en interpretarla de
determinada manera, cuando otro significado que quizas
hemos olvidado aclararfa inmediatamente el mensaje. Por
lo tanto, de cuando en cuando, incluso cuando ya creas que
conoces de memoria todas las cartas, vuelve a pasar revista
a tus notas y tus libros. Te quedaras sorprendido ante lo
mucho que sigues aprendiendo.
Llevar un cuaderno de notas sirve tambien a otro fin. Tai
como ya dijimos, las lecturas de! Tarot nos ayudan a alcan
zar el equilibrio entre la intuici6n y la acci6n, entre la Suma
Sacerdotisa y el Mago. Tomar notas es una manera practica
de lograrlo, porque en ella se combinan nuestras propias
impresiones con las ideas que hemos aprendido en los li
bros. Y hacer tu propio libro es especialmente importante si
eres de esas personas que creen en lo que aprenden de un
libro o de un maestro. El lector eres tu, y en cualquier situa
ci6n las cartas estaran frente a ti y frente a nadie mas. Sin la
capacidad de responder instintivamente a las imagenes,
jamas seras capaz de escoger entre las interpretaciones po
sibles, y mucho menos de encontrar un significado nuevo
que sea precisamente el que requiere esa lectura.
Todos poseemos la capacidad de responder intuitiva
mente, pero -como cualquier otra facultad- este tipo de
percepci6n nos exige que la cultivemos. Y para eso tambien
sirve un cuaderno. Ademas de recopilar algo permanente a
225
lo que podemos remitirnos mas adelante, el hecho mismo
de ponerlas por escrito da mas consistencia a las ideas. 0
bien puede ser que encuentres que las ideas originarias van
ampliandose porque, al escribirlas, se te ocurren cosas
nuevas.
Tambien puedes ejercitar la intuici6n dedicando tiempo
a las imagenes, mirandolas, mezclandolas, combinando re
lates con ellas, y sobre todo olviddndote de lo que se su
pone que significan. Olvfdate del simbolismo cuando pres
tas atenci6n a los colores, las formas, el tacto y el peso de
las cartas.
A medida que el lector se va hacienda mas competente,
las lecturas se vuelven mas valiosas. El principal elemento
que obtenemos de una lectura es informaci6n, pero la infor
maci6n puede ser de diferentes tipos. A las personas capa
ces de percibir las tendencias ocultas que van configurando
toda nuestra vida, el Tarot puede ensen.arles que forma es
pecial van asumiendo esas tendencias en un memento dado.
A otras, las lecturas pueden mostrarles los resultados pro
bables de determinada situaci6n o decision. Buscar un tra
bajo nuevo, iniciar una relaci6n amorosa, escribir una no
vela, son todas actividades terrenales, aparentemente muy
alejadas de las preocupaciones mfsticas de los Arcanos Ma
yores. Sin embargo, son estas las cosas que la mayorfa de
las personas buscan en las lecturas de! Tarot; y de hecho,
son tambi�n las maneras en que verdaderamente crece
mos, porque son las formas en que nos comprometemos
con la vida, y constituyen la realidad que emerge de las ten
dencias espirituales subyacentes. Una lectura puede ayu
darnos a examinar las posibles consecuencias de tales ac
ciones y decisiones.
Las lecturas de! Tarot pueden, por ende, dames infor
maci6n. Pero actuar de manera acorde con esa informa
ci6n, especialmente si va en contra de nuestros deseos, sigue
siendo muy diffcil.
Podemos recurrir a innumerables subterfugios para ne
gar la validez de las lecturas del Tarot. Podemos decirnos,
por ejemplo, que no es mas que un mazo de naipes. Pero
226
incluso quienes no hacen de lado tan facilmente las predic
ciones de! Tarot pueden pensar: «Ahora que ya se lo que
dice, puedo tomar mis medidas para asegurarme de que las
cosas no salgan asf. » Por la epoca en que empezaba yo a
usar los naipes de Tarot, hice una consulta sobre algo que
querfa hacer, aunque reconocfa que era peligroso. Las car
tas indicaron un desastre, precisando ademas muy clara
mente la forma que este asumitfa. «Bueno, ahora que ya he
visto cuales son los peligros -me dije-, puedo hacer lo ne
cesario para evitarlos. » Seguf adelante con lo que me pro
ponfa, y la situaci6n result6, hasta el ultimo detalle, ta! como
lo habfan predicho las cartas. Como evidentemente yo no
habfa aprendido la lecci6n, volvf a tirarmelas, no con la es
peranza de que me dijeran la verdad, sino en busca de algun
mensaje tranquilizador. Por aquel entonces estaba usando
un libro de significados, y cuando busque el de la carta que
estaba en la posici6n de la Base, el texto me dio como inter
pretaci6n: «Has dejado de seguir un buen consejo. »
El problema que se plantea al tomar una decision ba
sada en una lectura del Tarot es que nunca sabemos c6mo
habrfan sido las cosas en caso de haber actuado de otra ma
nera. Supongamos que una estudiante piensa en dejar l�
universidad y las cartas le sefialan inequfvocamente que no
debe hacerlo. Si la consultante sigue el consejo, jamas sabra
que podrfa haber sucedido si, en cambio, hubiera obrado
segun sus deseos. Claro que todo el sentido de la lectura re
side en que efectivamente nos dice lo que habrfa sucedido.
Pero siempre podemos preguntamos: «<,Y si no hubiera sido
cierto?» Una predicci6n, especialmente si proviene de un
mazo de naipes, jamas puede transmitir el mismo impacto
que una experiencia real. La curiosidad, por sf sola, puede
llevarnos a hacer cosas desastrosas.
Hace falta valor para superar la curiosidad y el deseo.
Hace algunos an.cs lef que el poeta Allen Ginsberg y una
mujer que era su amante estaban pensando en tener un
nino. Hicieron una lectura, no recuerdo si con el Tarot o
con el I Ching, y como recibieron una predicci6n negativa,
renunciaron a la idea. No se hasta que punto deseaban
227
realmente tener un hijo, pero recuerdo que me admir6 su
fuerza para resistirse al deseo. En una ocasi6n, no fui a una
conferencia que me parecfa valiosa, porque las cartas me
anunciaron consecuencias desagradables. Reconocfa que,
por lo menos en relaci6n con lo que yo podfa haber apor
tado a la situaci6n, lo que las cartas indicaban era verdad.
Pero, aun asf, se me hizo diffcil hacer caso de la predicci6n y •
no seguir adelante con el proyecto.
Podemos inventarnos unas excusas verdaderamente
maravillosas para evitar la flagrante verdad de una lectura.
Si las cartas nos merecen demasiado respeto para declarar
simplemente que lo que dicen es un disparate, con frecuen
cia buscaremos ciertas «falsas» imagenes para no dar cre
dito a la lectura. tNo parece acaso que la carta de! Desen
lace no tiene nada que ver con la situaci6n? En vez de inter
pretarla a la luz de las otras, preferimos rechazar la lectura
en su totalidad.
Algunos libros aconsejan que jamas se haga uno sus
propias lecturas, para no caer en la falta de objetividad. Du
rante largo tiempo, una amiga y yo nos lefamos las cartas
una a otra, porque ninguna de las dos estaba demasiado se
gura de ser capaz de interpretar objetivamente sus propias
tiradas. Y cuando yo empece a hacer mis propias lecturas,
todavfa se me hacfa diffcil no caer en diversas trampas men
tales para esquivar las imagenes desagradables. Mi treta fa
vorita funcionaba de la siguiente manera: no podfa ignorar
las cartas que no me gustaban, o simplemente declarar que
mentfan o exageraban, porque me habrfa parecido dema
siado burdo. Entonces, buscaba en la lectura alguna imagen
muy positiva, como podfa ser el As de Copas, y me decfa:
«Esto no puede ser verdad, de semejante foll6n no puede
salir nada bueno. » Y entonces, sobre la base de que si esa
carta no tenfa sentido ninguna de las demas podfa tenerlo,
restaba importancia a toda la lectura. Otra treta a la que re
currfa era echar las cartas en forma muy despreocupada, de
modo que si aparecfa algo malo podfa decirme: «Bueno,
esta tirada en realidad no vale, no la estaba hacienda en
serio. » Solo pude empezar a hacer mis propias lecturas
228
cuando empece a tratarlas de la misma manera que trataba
una lectura para un tercero: a mezclar cuidadosamente las
cartas, a trabajar con las imagenes, a tratar de sacar alguna
orientaci6n respecto a lo que tenfa que hacer (o no hacer).
Una lectura no siempre dara un sf o un no inequfvoco
en respuesta a una pregunta. Puede, simplemente, mostrar
una compleja trama de tendencias e influencias. En ocasio
nes, la lectura no implica una elecci6n, debido a una situa
ci6n existente que no es facil de evitar. Entonces hay image
nes y significados especfficos que adquieren gran importan
cia. El Tarot puede ayudamos a precisar cuales son los ele
mentos importantes en la situaci6n, aquellos sobre los cuales
es preciso trabajar mas para cambiar o producir el desen
lace predicho.
La gente puede usar la idea de «Ahora que se lo que
dice ya puedo hacer algo al respecto» como excusa para
obrar seg(m sus deseos. Sin embargo, lo dicho sigue siendo
valido. Quiza tengamos una actitud muy pesimista, o un
miedo exagerado, o una esperanza irrazonable. Reconocer
estas cosas nos ayuda a ·tener una perspectiva mas clara.
Tai vez nuestra experiencia pasada rija nuestro comporta
miento o confunda lo que esperamos de] futuro. Saber
conscientemente todo esto puede ser el primer paso para
superarlo. Tambien puede ser que las cartas nos muestren
los celos o el animo vengativo de alguna persona, y enton
ces podremos hacer lo necesario para liberarnos de su in
fluencia. 0, si las cartas nos muestran el amor y el apoyo de
alguien, sabremos que podemos confiar en esa persona.
Todas estas cosas exigen algun tipo de respuesta que las
vuelva reales. No podemos esperar valemos de la amistad
de alguien, si nosotros mismos no nos abrimos a esa amis
tad. Siempre que sea posible, el lector debe tratar de indi
car al sujeto los pasos definidos que este ultimo puede dar
para sacar mejor partido de la informaci6n. Si el lector no
puede recomendar una lfnea de acci6n concreta, debe
entonces senalar el ambito en el cual tiene que trabajar el
sujeto.
Por encima de todo, el lector debe aprender a sacar de
229
la lectura una pauta coherente. Con frecuencia, los lectores
principiantes se aprenden las cartas y avanzan hasta el pun
to en que tienen la habilidad necesaria para interpretar cada
imagen en su posici6n especffica. Al final de la lectura, el su
jeto se encuentra ante una marana de puntos dif erentes y
sin ninguna idea clara de c6mo se ensambla todo eso. Un
buen lector es capaz de resumir en unas pocas oraciones lo
que expresa la lectura. Yo, generalmente, intento hacerlo
tanto al comienzo como al final de la lectura, para imprimir
en la mente de! sujeto los puntos mas importantes. El Am
biente, tes un apoyo o un obstaculo? Las Expectativas de la
persona, da ayudan o le hacen dano? tEl Desenlace apor
tara un Resultado valioso? El sujeto necesita que estas cues
tiones le sean respondidas, no solamente en toda su com
plejidad, sino tambien de una manera tan simple como sea
posible. tY c6mo se deriva una cosa de otra? tDe que ma
nera colabora el pasado en la formaci6n de! futuro? tQue
es lo que la persona aporta a la situaci6n global?
Junto con la coherencia existe la necesidad de un enfo
que positivo. No es suficiente con pintar las cosas como
son. La persona quiere saber que tiene y que no tiene que
hacer. Si las cartas muestran algo bueno, el sujeto todavfa
necesita saber c6mo ayudar a que eso suceda. Y si lo que
muestran es un desastre, el lector debe decirlo, pero tam
bien puede decir que es -si hay algo- lo que puede hacer
la persona. tQue es lo que produce ese Desenlace desagra
dable? tNo se pueden alterar o evitar esas influencias?
tC6mo se las puede contrarrestar, o por lo menos amorti
guar? tQue elementos hay que muestren otras posibilida
des? tPodemos esperar que en la situaci6n se origine algo
bueno? Si el Desenlace se genera en alguna lfnea de acci6n
determinada, tdebe abandonarla la persona? Cuando ha
cemos una lectura de Tarot para alguien, asumimos la res
ponsabilidad de tratar de orientar a esa persona en una di
recci6n positiva.
Mas alla de las sugerencias especfficas de hacer esto
antes que lo otro, se encuentra un campo mas vasto de ac
ci6n posible, derivado de las maneras en que se equilibran
230
entre sf los palos. En la introducci6n a cada palo considera
mos sus problemas y la forma en que podfamos «afiadir»
otros palos/elementos. En la practica, esta adici6n es con
frecuencia diffcil de lograr, porque significa alterar la pauta
que se mostr6 en la lectura misma. Sin embargo, por esta
misma raz6n vale la pena intentarla en situaciones en que
la lectura muestra un callej6n sin salida si la persona se
queda con los elementos dados.
La forma mas directa de hacer intervenir una influencia
exterior es valerse de simples sugerencias. Si la lectura in
dica la necesidad de la influencia cimentadora de los Pen
taculos, el sujeto puede tratar de hacer cosas de tipo ffsico,
como pueden ser deportes o jardinerfa, o de prestar mas
atenci6n a actividades mas terrenales, tales como el trabajo,
. el estudio o las labores de la casa. Si la lectura muestra una
necesidad de las cualidades acuosas de las Copas, entonces
el lector pude enfatizar los suefios y las fantasfas de! sujeto,
y puede sugerir actividades como la meditaci6n o el dibujo.
Una persona puede satisfacer una necesidad de Varas vol
viendose ffsicamente mas activa, compitiendo con otras
personas o empezando proyectos nuevos. Y la necesidad
de Espadas requiere que la situaci6n de! sujeto sea abor
dada de manera sensata y cuidadosamente sopesada. Lo
importante de estas recomendaciones es que pueden ir mas
alla de la lectura. Se ocupan tanto de las cartas que no apa
recen como de las que sf lo hacen. Por consiguiente, los lee
tores principiantes deben usar cuidadosamente este me
todo, para no dar por sentado demasiado conocimiento y
control de su parte.
La meditacion
231
genes mismas. Para la gente que conoce bien las cartas, o
que tiene cierta experiencia con la meditaci6n, se hace posi
ble trabajar directamente con las imagenes para ayudar a la
concreci6n de los efectos asociados con ese naipe. No hay
nada de impreciso ni de misterioso en este proceso. Exige
tanto concentraci6n como sentimiento instintivo, y no reem
plaza los pasos practicos, aunque ayuda a que se vuelvan
mas accesibles. Si en una lectura aparece la Fuerza como
algo necesario para nuestra vida, tpor que no dejar que la
carta misma nos ayude a darnosla?
Ademas de la meditaci6n como tal, yo suelo recomen
dar a la gente que lleve consigo una carta determinada, y
que trate de mantenerse consciente de que la tiene consigo,
sacandola de cuando en cuando para mirarla y conside
rando su significado. Esa conciencia constante tambien
ayuda a mantener en foco la totalidad de la lectura.
La meditaci6n tambien puede ayudarnos a introducir
nuevas influencias desde fuera de la lectura. Supongamos
que la Estrella no aparezca en la lectura, pero que nosotros,
como lectores, creamos que deberfa estar presente. Dicho
de otra manera, nos parece que el arquetipo de la Estrella
simboliza exactamente aquellas cualidades que necesita la
persona. Entonces podemos mostrarle la carta, y hablar con
ella de las ideas asociadas con la imagen. Sin embargo, vale
mas darle la posibilidad de una vivencia directa de la carta.
El metodp es, brevemente, el que sigue. Empezamos
por llevar al sujeto a un estado meditativo, ayudandolo a
que se relaje, a que respire profundamente, y a liberar asf
todos los pensamientos y las tensiones que obstruyen su
conciencia. Cuando el sujeto ha alcanzado este nivel (que
con cierta experiencia podremos percibir), empezamos a
ofrecerle sugerencias que lo lleven a adentrarse en la carta.
Las sugerencias pueden ser una descripci6n de la carta
para montar la escena (con la Emperatriz, por ejemplo:
«Estas en un jardfn Ueno de flores, a traves del cual corre un
rfo. Hay una mujer reclinada en un divan... ») o, mas simple
mente, imagenes basicas como el sol, el agua, el viento, que
pertenezcan a las cualidades arquetfpicas de! naipe.
232
Por lo comun, lo mejor es que esas sugerencias iniciales
sean tan simples como sea posible. Al describir la carta, no
debemos tratar de incluir todos los detalles. Es mejor dejar
que el sujeto cree sus propias impresiones, mientras el lee
tor se limita a funcionar como un gufa que lo anima a con
tinuar.
Podemos mantener la experiencia en este nivel basico, o
bien llevarla mas lejos, haciendo sugerencias mas comple
jas o empezando a hacer preguntas («Que ves?», «tQue
esta haciendo la persona?», «tPuedes ofr algo?»), de ma
nera que el consultante empiece a fantasear mas alla de
nuestras directivas. A veces, la meditaci6n permite que la
persona tenga una vivencia nueva y diferente de los ele
mentos arquetfpicos. En otras ocasiones, las cosas pueden
ir aun mas lejos; las imagenes se transformaran, liberando
algun contenido de especial intensidad dentro de la per
sona. Varias veces, despues de haber dirigido una medita
ci6n en grupo, trabajando con una clase, alguien ha venido
a decirme que la meditaci6n le habfa permitido resolver
algun problema o bloqueo emocional que arrastraba desde
hacfa tiempo. Estos aparentes descubrimientos, como es
natural, se originaban en las personas mismas, que ya esta
ban preparadas -y lo habfan estado durante cierto tiempo
para pasar de su estado presente a otro nivel, pero no po
dfan decidirse a dar el salto. La meditaci6n Jes permitfa ha
cerlo sin que se dieran cuenta hasta que ya habfa suce
dido.
La meditaci6n tambien puede ayudar al sujeto a enten
der en forma mas profunda y mas personal una carta deter
minada. Cierta vez hice una meditaci6n con una consul
tante para quien el Emperador constitufa una imagen re
mota, casi aterradora, y en todo caso nada atractiva. Em
pece por montarle la escena: la estrecha imagen de un de
sierto de piedra que daba sobre una vasta llanura donde se
amontonaban los subditos del Emperador. Cuando le pedf
que describiera a esas gentes, la mujer las vio a todas enca
puchadas -es decir, sin cara- e inclinadas, ocupadas en
tareas que las hacfan parecer robots. La expresi6n cruel y
233
colerica de\ Emperador hada que la gente no se atreviera a
mirarlo. El pueblo simbolizaba a la mujer y su mala disposi
ci6n a aventurarse mas profundamente en el naipe.
Entonces le dije que hiciera precisamente eso, no limi
tarse a mirar al Emperador, sino encaminarse directamente
hacia el. Cuando la consultante actu6 esa fantasfa, sucedi6
algo extrai'io. El desp6tico Emperador se convirti6 en una
especie de tftere inofensivo, en tanto que por detras de el se
elevaba algo asf como un gran fantasma o figura espiritual,
hermosa y benevola. La reacci6n de miedo y aversi6n ante
la estructura social que simboliza el Emperador habfa ce
dido el paso a un sentimiento de la estructura espiritual
subyacente en el universo.
Esta experiencia no s6lo dio un sentido mucho mas am
plio de la significaci6n profunda de\ Emperador a la consu/
tante, sino que tuvo el mismo efecto para mf. Con ella pude
ir mas alla de la imagen de! Emperador en cuanto sociedad
y llegar al significado mas oculto de la carta en cuanto sim
boliza al propio cosmos. Cada vez que proponemos a al
guien una meditaci6n, nosotros mismos participamos en
ella.
Al mismo tiempo, s6lo podemos guiar a otras personas
en este tipo de ejercicios despues de haber tenido nosotros
cierta experiencia con ellos. Quien sea un principiante en
meditaci6n debe darse cuenta, sobre todo, de que se trata
de una actividad que tiende a funcionar mejor cuanto mas
se la practica. Si nunca se ha intentado meditar, puede ser
que produzca un poderoso efecto la primera vez, pero lo
mas probable, sin embargo, es que resulte diffcil concen
trarse, o simplemente que uno se encuentre ffsicamente in
c6modo al tratar de estar sentado sin moverse. Hay que se
guir intentandolo, y si es posible, recurrir a un maestro que
nos ensei'ie los elementos basicos de la respiraci6n y de
la postura.
No es mi intenci6n recomendar ninguna tecnica esped
fica para alcanzar un estado meditativo. Sobre el tema abun
dan los libros y las clases, y muchas personas se encontra
ran con que necesitan ensayar un poco hasta encontrar el
234
metodo que mejor responda a sus necesidades. Aunque la
mayor parte de estas tecnicas se pueden adecuar para tra
bajar con el Tarot, las mas facilmente adaptables son aque
llas que ponen en juego la visualizaci6n (a diferencia de las
que se apoyan en salmodiar [un mantra o una melodfa] o
en lograr un completo vado mental).
Son muy diferentes los metodos usados para iricorporar
las cartas a la meditaci6n. Algunas personas empiezan con
los ojos cerrados, y no miran el naipe mientras no han al
canzado cierto estado; otras hacen lo contrario: comienzan
mirando atentamente la carta hasta alcanzar cierta unidad
con ella, y despues cierran los ojos y dejan que a partir de
ahf sigan fluyendo las imagenes. Otras sostienen la carta
frente a ellas con el brazo extendido y la van acercando len
tamente hacia el plexo solar, para «incorporarla al aura».
De cualquier manera que se comience, recomiendo al
lector que trabaje con las imagenes y los sentimientos que
le movilice la carta, y no con el simbolismo que haya apren
dido a asociar con ella, que procure dejarse afectar por la
imagen, permitir que sus reacciones afloren a la superficie y
dejar luego que se alejen' de el antes de que lleguen a blo
quear experiencias ulteriores. A veces, para mf ha sido una
ayuda mirar la carta sin enfocar los ojos, de modo que los
sfmbolos y las formas concretas se disuelvan en colores y
figuras.
En otras ocasiones, especialmente cuando doy un tema
de meditaci6n a alguien, prefiero ignorar la imagen y suge
rir alguna escena asociada con ella. Por ejemplo, con el
Loco, en vez de ese personaje especffico con su vestimenta
multicolor, suelo usar una imagen mas simple, la de la cima
de una montafia iluminada por el sol. Es mas importante
conseguir que el sujeto (o uno mismo) se situe en la escena
que ajustarse exactamente a la carta.
Tambien el movimiento o la postura puede ayudar en la
evocaci6n de ciertas cartas. Para el Mago, esta la posibilidad
de ponerse de pie -o de sentarse- con un brazo levan
tado «hacia el cielo» y el otro apuntando a la tierra.
Hay veces que la meditaci6n no ira mas alla de una toma
235
de contacto con el naipe, o de! descubrimiento de nuevas
ideas sobre la carta y sobre uno mismo. Otras, nos encon
traremos «adentrandonos» en la carta, es decir, encontran
donos a nosotros mismos dentro de la imagen, participando
activamente en alguna situaci6n con los personajes de la fi
gura. Esto puede suceder de una forma tal que nos arrebate
y nos encontremos con todo nuestro ser puesto all(, y no
aqu{. Pero lo mas probable es que lo vivenciemos como una
fantasfa que transcurre delante de nosotros, sin que perda
mos la conciencia de nosotros mismos sentados en el suelo
o reclinados en la cama. De cualquiera de las dos maneras,
son vivencias intensas que se hace diffcil expresar con pala
bras. Encarnan un significado a la vez personal y arquetf
pico, ya que mientras que las cartas nos presentan image
nes de un significado muy profundo, lo que nosotros haga
mos con tales imagenes resulta de nuestras propias necesi
dades y experiencias.
Varias personas, entre ellas P. D. Ouspensky y Joseph
d'Agostino, han intentado poner por escrito sus meditacio
nes con el Tarot para que sirvan como ejemplo o gufa. En
mi opinion, esas descripciones no transmiten realmente la
vivencia de la carta que cobra vida, de! practicante que se
convierte en parte de la imagen. Cada persona experimenta
cosas diferentes en esos momentos. Por ejemplo, con la
Fuerza podrfa ser que te encontraras corriendo con el le6n,
o que te vieras envuelto por el cha! floreado de la mujer, o
que te convirtieras en la mujer o en el le6n; incluso, como
me sucedi6 una vez, podrfa pasar que la mujer soltara al
le6n para que este te saltase encima, clavandote las garras
y mordiendote.
Puedo ofrecer algunas sugerencias mas. Si no hay una
imagen determinada que te atraiga para trabajar con ella,
puedes hacer una lectura, o simplemente ir recorriendo el
mazo hasta que una carta te «atrape» y te encuentres den
tro de ella. Entonces ponla delante de ti y comienza una
meditaci6n normal. Toma conciencia de la imagen, dejando
de !ado cualquier idea previa que puedas tener sobre ella.
Puedes tener los ojos cerrados o abiertos; eso depende de
236
lo que sea mejor para ti; la mayor parte de las personas en
cuentran que prefieren tener los ojos cerrados, por lo menos
cuando la fantasfa se inicia. Procura ver y sentir que tu
mismo estas allf, en ese lugar, con esas personas y esos
animales.
Como ya dijimos, si estas hacienda hacer una medita
ci6n a otra persona debes darle sugerencias que le permi
tan entregarse a la imagen. Tambien es posible que des
pues de experimentar un poco quieras usar tu mismo tales
sugerencias. Para trabajar con el Colgado, yo recurro con
frecuencia a la imagen de ir trepando por un arbol grande,
deteniendome a distintas alturas para mirar hacia la tierra y
el mar que van quedando por debajo de mf, y al cielo y las
estrellas que hay arriba. Tambien puedes simplemente que
rer una descripci6n de la carta, que puedas escuchar con
los ojos cerrados. Si quieres trabajar con este tipo de gufas,
podrfa resultarte util grabar antes una cinta, para que tu
mente consciente no tenga que estar ocupada recordando
que viene luego. Procura hacer la grabaci6n de modo que
queden suficientes espacios de silencio para permitirte reac
cionar. Tambien podrfas incluir en Ia cinta el comienzo de la
meditaci6n, es decir, las instrucciones para la relajaci6n, para
respirar profundamente, etc., o bien dejar simplemente un
prolongado silencio inicial. De cualquiera de las dos mane
ras, la mayorfa de las personas prefieren poner en marcha
la grabaci6n al comienzo y dejar que lleguen las instruccio
nes sin tener que tomar una decisi6n consciente. Por su
puesto, puedes usar una y otra vez la misma cinta, prepa
rando pies [como se dice en teatro], para las diferentes car
tas. 0 tambien puedes hacer una grabaci6n general, con las
instrucciones para relajarte, entrar en contacto y unirte con
el naipe, y asf sucesivarnente.
Lo mas importante es procurar no dirigir ni controlar lo
que vaya surgiendo. Esto es valido tanto para guiar las me
1
237
do. Lo mismo que sucede en otras situaciones, la experien
cia es la mejor gufa. Tanto si trabajas solo como si lo haces
con otros, procura no anticipar tus vivencias, y no temerles.
La mayorfa de las personas no tienen suficiente respeto por
su imaginaci6n; creen que pueden entender cualquier cosa
que ella les muestre. Si ven de pronto imagenes de mons
truos o demonios, o de muerte, creen que eso significa algo
terrible que viene desde su propio interior, algo con lo que
no quieren enfrentarse. Pero la imaginaci6n es mucho mas
sutil que ellas, y funciona a su manera, de acuerdo con sus
propias reglas. Es frecuente que lo que en un primer mo
mento pareci6 inquietante se convierta luego en motivo de
inspiraci6n. Jung llamaba a la imaginaci6n «el 6rgano del
inconsciente». Si se la deja que se aduefie de nuestra ca
beza, nos llevara allf donde a la mente consciente no se le
hahrfa ocurrido ir. .. o no se habrfa atrevido.
Todo esto es valido especialmente para las cartas Porta
les, lo mismo que para los Arcanos Mayores, cuya silenciosa
cualidad de Extrafieza nos lleva mucho mas alla de los sig
nificados literales que se asocian con ellos. Al mismo tiem
po, como representan efectivamente ciertas cualidades,
pueden tambien ayudarnos a lograr esas cualidades. Si es
util que uno lleve consigo una carta, lo es mas aun llevar un
Arcano Mayor o un Portal. Son imagenes poderosas que
tienen un efecto propio. El acto de mirar el Nueve de Penta
culos y dejarse penetrar por el le ayuda a uno a crearse una
disciplina, asf como llevar el Seis de Pentaculos o la Suma
Sacerdotisa, y mirarlos, ayuda a enfocar la conciencia de
manera receptiva.
La creaci6n de un «mandala»
238
«mandala», una pauta o disefio formado por varias cartas,
entre las cuales es posible incluir no solamente las de la lec
tura, sino otras cuyas cualidades refuercen la direcci6n de
las orientaciones que esta ofrece. Este acto de afiadir deli
beradamente naipes que no son parte de la lectura vuelve a
extender el equilibrio entre consciente e inconsciente. La
lectura se ha adentrado en los dominios inconscientes del
conocimiento para presentar una imagen de la situaci6n tal
como existe ahora. Por mediaci6n de! mandala, y de la in
troducci6n de nuevas cartas sacadas deliberadamente del
mazo, podemos extender o transformar la situaci6n.
He aquf un ejemplo de un mandala en el que no fue ne
cesario sacar mas cartas, porque la propia lectura nos ofre
ci6 todas las imagenes que necesitabamos. El siguiente Ci
c:lo del Trabajo (figura 64) hacfa referenda a una mujer que
se sentfa aislada de la gente que la rodeaba, a pesar de
tener algunas amistades aparentemente buenas.
La Cruz ejemplificaba perfectamente la situaci6n: el Dos
de Pentaculos cruzado por el Seis de Espadas mostraba su
situaci6n central de fingir que disfrutaba de la vida y de sus
relaciones con otras personas (el Dos de Pentaculos), con lo
que daba la sensaci6n de funcionar bien («las espadas no
hunden el bote»), en tanto que mantenfa su incapacidad
para relacionarse con la gente que la rodeaba. Como la
mujer de! bote, permanecfa silenciosamente envuelta en
su sudario.
Brevemente, interprete las otras cartas de la siguiente
manera: el Ermitano invertido en la posici6n de la Expe
riencia Pasada mostraba la realidad de las amistades. Al
mismo tiempo, la comparaci6n de] Ermitano con la Suma
Sacerdotisa, que apareci6 al final, sugerfa que la consul
tante no habfa aprendido a usar creativamente su senti
miento de soledad, a desarrollar su individualidad. El Ocho
de Espadas invertido en la posici6n de las Expectativas
mostraba un deseo de entenderse a sf misma y de entender
la situaci6n, para asf poder liberarse de esta. Reflejaba tam
bien el !ado polftico de! problema, ya que buena parte del
aislamiento de la mujer provenfa de que era miembro de un
239
Figura 64
Ejemplo de una lectura de/ Cicio de/ Trabajo
240
grupo minoritario, cuyas experiencias ninguno de sus ami
gos compartfa. En cierto nivel, se encontraba sola. Pero, en
vez de apreciar su propia peculiaridad entre la gente que la
rodeaba, la consultante se empenaba en ocultar sus propias
experiencias en su intento de armonizar con esa gente.
Las tres cartas en la posici6n de! Trabajo eran el Rey de
Varas invertido, la Muerte invertida y el Diez de Pentaculos
invertido. El hecho de que hasta ese momento hubieran sa
lido todas las cartas invertidas, y sin embargo varias de ellas
-como el Ocho de Espadas invertido- sugiriesen una lec
tura positiva, mostraba la necesidad de cambio. El Rey des
cribfa una actitud que la consultante debfa tomar hacia sf
misma y hacia los demas: decidida, y sin embargo, tolerante
con la confusion y la debilidad. La Muerte invertida, en
cuanto inercia, indicaba el peligro de no hacer nada. La ne
cesidad de ponerla en posici6n normal qued6 subrayada
cuando la comparamos con el Seis de Espadas, situado por
encima de ella. Esa carta nos muestra un viaje cuyo modelo
es el viaje de las almas muertas. Para liberarse de! bote de!
aislamiento, de! sentimiento de estar viva a medias, la con
sultante tendrfa que completar su viaje «muriendose», es
decir, renunciando a esa personalidad que se habfa acos
tumbrado a las relaciones superficiales y al aislamiento fn
timo. El Diez de Pentaculos invertido indicaba que para
conseguirlo tendrfa que poner sobre el tapete la seguridad
de su situaci6n presente, y forzar a sus amistades, c6modas
pero limitadas, a alcanzar niveles de mayor intensidad.
El As de Espadas, en la posici6n de! Desenlace, mos
traba tanto la actitud fuerte como la mentalidad aguda y
perceptiva que la consultante necesitarfa -y encontrarfa
para movilizar su situaci6n. El Resultado de ese Desenlace,
el Ocho de Varas, indicaba el exito en la empresa. La carta
es portadora de sugerencias de amor y amistad. Simboliza
un viaje -el viaje espiritual, que se hace por agua- que va
llegando a su fin. Y en forma mas directa, significa que la re
presi6n de! Ocho de Espadas se transforma en energfa
positiva.
Entonces <limos vuelta cinco cartas mas, disponiendolas
241
en una pauta de tres por debajo de las cartas del Trabajo, y
despues una y una debajo del Centro. (No habfa ninguna
raz6n especial para proceder asf en vez de disponer otra
If nea; fue simplemente una opci6n intuitiva, y al seguirla se
comprob6 que valfa la pena.) Las tres cartas sugirieron nue
vas actitudes y maneras de encarar la situaci6n. Primero, la
Rueda de la Fortuna invertida indicaba los cambios que
querfa hacer la consultante. La posici6n invertida sugerfa
dificultades, y reforzaba el elemento de riesgo implfcito en
el Diez de Pentaculos (recuerdese que la Rueda es tambien
10). El Cuatro de Pentaculos aparecfa debajo de la Muerte
invertida. Implicaba a la vez la idea de liberar energfa y la de
mantener una estructura en su vida, al tiempo que la con
sultante cuestionaba el modelo de sus amistades. La tercera
carta continuaba con este significado. Al salir debajo del
Diez de Pentaculos invertido, el Diez de Copas insistfa en
que, al mismo tiempo que corrfa esos riesgos, la mujer de
bfa seguir teniendo conciencia del amor autentico que sen
tfan por ella sus amigos. Se referfa tambien a la idea de que
no debfa dudar de la persona con quien convivfa, porque
en esa relaci6n recibfa un apoyo total, y a ese don debfa res
ponder con su confianza.
La Suma Sacerdotisa indicaba que, en cierto sentido, la
mujer seguirfa estando sola, ya que todavfa la gente que la
rodeaba no compartirfa su formaci6n ni sus experiencias. El
silencio de la Suma Sacerdotisa, sin embargo, no es el silen
cio del Seis de Espadas. Aunque silenciosa hacia los otros,
en la Suma Sacerdotisa se adivina una intensa comunica
ci6n interior, una aceptaci6n y un conocimiento de! sf mismo,
de esa parte de su ser que una persona no puede expresar a
los demas en terminos racionales y concretos. La carta se
dirigfa especialmente a la mujer, que era poeta y habfa es
crito recientemente un poema en que se valfa de la meta
fora de un lenguaje privado para expresar, precisamente,
esa idea de un conocimiento profundo que no es accesible
mas que para el propio sujeto.
Debajo de la Suma Sacerdotisa sali6 la Emperatriz, el
otro aspecto de! arquetipo femenino. Tai como explico en
242
mi libro sobre los Arcanos Mayores, las dos cartas se com
plementan, porque la Emperatriz significa un apasionado
compromiso con la vida y la amistad, no como oposici6n a
la percepci6n interior de la Suma Sacerdotisa, sino como
resultado de ella. Desde una posici6n de aceptaci6n de sf
misma, la mujer podrfa entregarse abiertamente a las perso
nas que la rodeaban.
Tras una lectura tan poderosa, la mujer quiso seguir tra
bajando con las imagenes. Construimos entonces un man
dala (figura 65) para la meditaci6n y el estudio. Empezamos
con la Muerte como el centre, ya que la transformaci6n se
gufa siendo la clave. Debajo de la Muerte venfa la Suma Sa
cerdotisa a la izquierda, lo que aludfa al hecho de que la co
rnunicaci6n interior debe ser parte de! proceso para que la
Muerte produzca verdaderos resultados. El As de Espadas a
la derecha representaba la agudeza mental. Y arriba estaba
la Emperatriz, para asegurar la deseada nueva manera de
relacionarse con el mundo exterior.
Acto seguido, colocamos cartas en los cuatro angulos,
en torno de la estructura, empezando por el Seis de Espa
das y el Ocho de Varas en la parte inferior, a la izquierda y a
la derecha. Las cartas mostraban el viaje y su anticipado
final. Para los angulos superiores usamos el Ocho de Espa
das invertido y el Rey de Varas invertido: la acci6n que se
deseaba realizar y la actitud que se necesitaba para produ
cirla. Finalmente, como «patas» del mandala colocamos el
Diez de Copas debajo del Ocho de Varas, y el Diez de Pen
taculos invertido debajo del Seis de Espadas. Las imagenes
quedaron entonces como se puede ver en la pagina si
guiente:
243
Figura 65
Ejemplo de un mandala
244
Si tienes un mazo de naipes del Tarot Rider, col6calos
rnmo en el diagrama (figura 65) y mfralos un rato. Observa
que para la meditaci6n puedes concentrarte en una carta,
como podrfa ser la Muerte en el centro, o bien dejar que la
lot:alidad de la estructura se instale en la mente, quiza mo
vlendo un poco las imagenes. Como el mandala contiene
lodos los elementos, con los triunfos en el medio, la mujer
podfa mantener el equilibrio asimilando la imagen.
Si estudias cuidadosamente una disposici6n, empiezan
r1 aparecer relaciones nuevas entre las cartas. El Ocho de
Espadas y el Ocho de Varas forman evidentemente una pa
rnja, lo mismo que el Diez de Copas y el Diez de Pentaculos
lnvertido. Tambien el Ocho de Varas y el Rey de Varas in
vertido nos daran nuevos significados al considerarlos jun
los, lo mismo que el Ocho de Espadas invertido y el Seis de
Espadas. Como hemos vuelto a distribuir la lectura en un
clisefio geometrico, podemos trazar lfneas, triangulos, etc.,
que constantemente nos descubren ideas y pautas nuevas.
En cierto sentido, el mandala crea lecturas nuevas para las
mismas imagenes.
Para construir un diseffo de esta clase, escoge las cartas
rnas importantes de la lectura y ve trabajando desde el cen-
1 ro hacia afuera, tratando de construir la imagen en forma
organica. Coloca las cartas que se necesiten como apoyo en
la base, y las que simbolicen objetivos en la parte alta. No
dudes en introducir cartas que no hayan aparecido en la lec-
1 ura original si sientes que hay una fuerte necesidad de las
cualidades que ellas representan. Si ves que se necesita la
Templanza, por ejemplo, col6cala debajo del centro; o si la
lectura muestra un deficit en el cultivo de la fuerza de vo
luntad y de la disciplina, podrfas disponer por encima de!
mandala, a modo de objetivo, el Carro junto al Nueve de
Pentaculos. De esa forma te haces cargo de la lectura y la
abres, de manera que te permita incluir lo que tu intuici6n
te dice que necesita el consultante.
245
8
Lo que aprendemos
de las lecturas del Tarot
246
hacemos. Supongamos que una persona se enferme cada
vez que se aproxima un dfa de fiesta o unas vacaciones. Eso
puede prolongarse durante anos sin que ella establezca la
relaci6n y vea todas esas dolencias como una treta sub
consciente con que intenta evitar algun problema o alg(m
temor asociado con las vacaciones. Una lectura de Tarot
puede hac�r que tome conciencia de ese problema... y hace
que el lector tome conciencia de un ejemplo mas de manio
bras inconscientes. Precisamente, la practica de leer el Tarot
nos ayudara a descubrir esas tretas de! comportamiento,
tanto en nosotros mismos como en los demas.
Una vez que empezamos a prestar atenci6n a lo que ha
cemos y a lo que sucede como resultado, advertimos toda
clase de cosas, y no solamente en las lecturas, sino tambien
en la vida diaria; pautas de c6lera y confianza, de esperanza
y miedo; la forma en que nuestra reacci6n ante diversas si
tuaciones puede provenir de nuestro propio interior antes
que de la situaci6n misma. Nos volvemos mas conscientes
de la forma en que nos manejamos con el trabajo y con los
amigos, de nuestras tendencias a desplazar la responsabili
dad, ya sea alejandola de nosotros («No es justo» o «Mira lo
que me hiciste») o atrayendola sobre nosotros («Es todo
culpa mfa»). Observaremos, por ejemplo, que con frecuen
cia decir «Es todo culpa mfa» no es mas que una treta para
no tener que ver lo que realmente hemos hecho. Al conver
tirlo en una situaci6n de todo o nada, hacemos que sea facil
�vitar una autentica evaluaci6n de la situaci6n.
Prestar atenci6n hace que sea un poco mas diffcil depri
mirse o manipular a otras personas. A medida que observe
mos las sutiles razones por las cuales la gente llora o se en
fada o acusa a los demas, sabremos por lo menos un poco
sobre nosotros mismos cuando hacemos esas cosas.
Las lecturas de! Tarot hacen que tomemos conciencia
de la maravillosa variedad de la naturaleza humana. A me
dida que las mismas cartas aparecen en interminables com
blnaciones diferentes, se nos hace claro que la gente siem
pre puede producir algo nuevo. Al mismo tiempo, la nove
dcid se superpondra siempre a las pautas subyacentes. Me-·
247
diante las lecturas aprendemos, en general, las formas en
que el pasado afecta a las personas, las formas en que sus
esperanzas y sus miedos ayudan a crear el futuro. Pero lo
que siernpre nos sorprendera son tanto las situadones pa·
sadas como las expectativas futuras especfficas.
Tambien aquf aprendemos el habito de prestar aten
ci6n, porque si empezamos a interpretar automaticamente
las cartas sobre la base de libros autorizados o de lecturas
anteriores, perdemos de vista la verdad, y las lecturas se
vuelven superficiales y confusas. Llevemos un registro de
lecturas pasadas, claro que sf, pero no simplemente para
usarlo en busca de ejemplos para el trabajo futuro; puede,
en carnbio, ayudarnos a tener presentes la variedad y la no
vedad constante del comportamiento hurnano.
Observese que, como cuando crea un equilibrio, el Tarot
no se limita simplernente a ayudarnos a prestar atenci6n:
nos obliga a que lo hagamos, si queremos que nuestras lec
turas den buenos resultados. Las lecturas de! Tarot actuan
como una especie de programa de ejercicios psfquicos que
refuerzan los musculos perceptivos.
Lo que la gente hace con la informaci6n que obtiene de
las lecturas de! Tarot puede ensefiarnos algunas lecciones
importantes sobre el libre albedrfo. Muchas personas consi
deran que la cuesti6n de! libre albedrfo es una cuesti6n ab
soluta; o bien hacemos elecciones constantes, o actuamos
de acuerdo con el destine. Para plantearlo en un contexto
mas moderno, <,hacemos lo que hacemos como una elec·
ci6n deliberada de ese memento, o como resultado de toda
una vida (o de muchas vidas) de condidonamiento?
Desde el punto de vista de! Tarot, esto se convierte en
una cuesti6n practica. Si en cualquier memento actuo libre
mente, <,c6mo es posible que las cartas puedan predecir lo
que hare? <,Que significado puede tener la lectura si mi
elecci6n sigue estando totalmente abierta hasta el mo
mento en que hago algo? <,O es que algun poder me obliga
a actuar de la rnanera que han predicho las cartas?
Estos problemas se resuelven si renunciamos a enfocar
la cuesti6n de manera absoluta, viendolo todo en funci6n
248
de blanco o negro. Entonces diremos que podemos retener
siempre el libre albedrfo, pero que raras veces lo usamos.
Nuestro condicionamiento, nuestra experiencia pasada, y
sobre todo nuestra ignorancia de todas estas cosas, tienden
a encaminarnos en ciertas direcciones. La lectura refleja
estas influencias y nos muestra cual es su resultado posible.
Las cartas no obligan a que la situaci6n tenga determinada
salida. Simplemente, reflejan la manera en que se combi
nan las influencias en la vida real. Cuando llega el momenta
de actuar, podemos tomar una decision diferente, y sin em
bargo, no lo hacernos. Una y otra vez en la vida, con poco
conocimiento consciente, renunciamos a nuestra libertad
de elecci6n, dejamos que sean nuestros condicionamientos
y nuestra historia los que nos muevan. Lo hacemos, en
parte, por ignorancia, y en parte por dejadez. Es mucho mas
f acil seguir un condicionamiento que actuar basandose en
decisiones verdaderamente conscientes.
Cuando yo «deje de seguir un buen consejo», cuando
me dije: «Ahora que ya hice la lectura, puedo asegurarme
de que esas cosas malas no me sucedan», cuando seguf
adelante con mi proyecto original y di margen a que se
plantearan los problemas anunciados, demostre que no es
taba usando mi libre albedrfo; lo evitaba al mismo tiempo
que aparentaba estar actuando en funci6n de el. Este tipo
de cosas se repiten una y otra vez, y el acto de hacer lectu
ras de! Tarot nos muestra en forma muy vfvida las multiples
maneras en que la gente niega su libertad. Y esta relaci6n
entre libertad y condicionamiento es una de las formas de
conocimiento mas valiosas que nos aporta el Tarot.
El Tarot nos ensena ademas la importante lecci6n del
contexto. Por mas valiosa que nos parezca una cualidad
considerada en forma abstracta, en realidad nos afecta uni·
camente en el contexto de otras influencias. Las lecturas
nos lo demuestran en forma practica, como en el caso de la
mujer que buscaba c6mo hacer frente a los celos de su
amante. Un naipe al que habitualmente se considera posi·
tivo, como el Sol, tendfa en realidad a un ma! resultado,
porque al estar esperando el Sol la consultante no se en·
249
frentaba con las exigencias de la situaci6n, y dejaba que las
ideas de los otros se impusieran a lo que ella querfa.
Junto con el contexto aprendemos las formas en que se
equilibran entre sf los elementos de la vida. Ante todo,
vemos c6mo los palos y las cartas especfficas se combinan
para formar una situaci6n unificada, en la cual ningun palo
es mejor ni peor que ninguno de los otros. A menudo, los
astrologos se encuentran con que los clientes esperan que
ciertos signos dominen en su carta, y se muestran decepcio
nados e incluso avergonzados si aparecen otros.
De modo similar, algunas personas que saben un poco
de Tarot se sentiran reconfortadas si en una lectura predo
minan las Varas o las Copas, se asustaran si hay muchas Es
padas, y la encontraran trivial e incluso insultante si el pre
dominio es de los Pentaculos. Algunos aceptaran sola
mente una lectura que tenga muchos Arcanos Mayores,
porque solo !es parecen importantes los triunfos, con sus
implicaciones de poder y de conciencia espiritual.
Pero incluso los Arcanos Mayores no constituyen mas
que un elemento que carece de sentido sin los otros. Los
estudiamos aisladamente para precisar su sabidurfa y su
poderosa descripci6n de la existencia, pero en la practica,
para entender el mundo hay que mezclar lo espiritual con
lo mundano, lo feliz con lo triste, el amor con la c6lera.
Las cartas nos ensenan aun otro equilibrio, uno que se
insinua en la balanza de la Justicia. lC6mo se relaciona el
pasado con las posibilidades futuras? i,C6mo combinamos
los efectos de nuestra propia decision con las influencias
de! mundo exterior? lQue queremos decir cuando afirma
mos asumir la responsabilidad de nuestra propia vida? i,Sig
nifica eso que creamos o controlamos todo lo que nos su
cede? Tai como en el caso de! libre albedrfo, a muchas per
sonas Jes gusta pensar en la responsabilidad en un sentido
absoluto. 0 bien el mundo nos configura por entero, o tene
mos un control total de nuestras vidas. Las lecturas de! Tarot
nos hacen dar cuenta cabal de que la situaci6n de una per
sona en cualquier momento dado se deriva de una combi
nacion de todas estas circunstancias. Asf como algui_en de
250
muy baja estatura no puede esperar convertirse en jugador
profesional de baloncesto, tampoco debe considerar que
loda su vida estara dominada por su estatura.
Aquellos que aceptan esta idea en teorfa bien pueden
preguntar: lQue es lo que pesa mas, la situacion o la res
ponsabilidad personal? i,Cual es la que realmente controla
al individuo? Pero las lecturas del Tarot nos demuestran
que poco sentido tienen esta pregunta y otras similares. En
algunas lecturas, la posicion de! Consultante y la de Espe
ranzas y Temores predominan claramente. En otras, los fac
tores determinantes resultan ser la Base o el Ambiente; todo
esto depende de la persona y de la situaci6n.
Las lecturas de! Tarot nos ayudan a cultivar la confianza
en nuestras propias percepciones. En parte, esto se debe al
conocimiento obtenido, y en parte a la necesidad de hacer
opciones y atenerse a ellas. i,Cual de los significados de un
naipe es valido para un caso determinado? Una carta corte
sana, lhace referenda al sujeto, a alguna otra persona o a
un principio abstracto, como el Rey de Espadas que simbo
liza la ley y la autoridad, o la Reina de Copas que repre
senta la creatividad? A medida que vamos haciendo mas
lecturas, nos encontramos con que nos sensibilizamos mas
para las respuestas a estas cuestiones y a otras similares.
Como resultado, la confianza en nuestro entendimiento y
nuestra intuici6n va en aumento.
Otra cuesti6n es que perfodo abarca una lectura. Con la
Cruz Celta o el Cicio de! Trabajo, la respuesta puede incluir
desde unos pocos dfas a algunos anos, no solamente hacia
el futuro, sino tambien hacia el pasado. A veces, para un
adulto, la lectura puede extenderse hacia atras hasta la in
fancia. Tambien el Arbo! de la Vida, por mas que general
mente de una vision global de la vida, en ocasiones puede
referirse a un perfodo mas breve, si la persona esta pasando
por una epoca de cambio intenso.
Los diferentes perfodos que abarcan las lecturas, espe
cialmente las mas breves, dependen de dos elementos. Pri
mero, de la situaci6n de la persona y de la pregunta que for
mule. Algunas cuestiones, tales como asuntos practicos o
251
jurfdicos y ciertas situaciones emocionales, pueden dar como
resultado una respuesta que se concreta en cuesti6n de
pocos dfas. Con otras -la resoluci6n de conflictos emocio
nales, las relaciones profundas, la evoluci6n espiritual o ar
tfstica- puede ser necesario mas tiempo hasta que la lec
tura se concrete, lo cual no significa que hayan de pasar
anos sin que las lecturas «se cumplan». Aquf no estamos
hablando de predicciones, sino de! desarrollo de pautas que
se despliegan lentamente a medida que pasa el tiempo.
En segundo lugar, estan los diferentes niveles que puede
tocar el consultante mientras mezcla las cartas. A veces,
este evoca situaciones superficiales que no duran mas que
muy breve tiempo; otras, la persona puede barajar el mazo
y, no se sabe por que, llegar al centro mismo de la experien
cia. E incluso, en este caso, puede ser que la lectura muestre
en toda su profundidad el pasado o que refleje el potencial
de evoluci6n personal futura.
Tambien puede ser que el nivel alcanzado no dependa
en absoluto de la actitud de la persona que mezcla las car
tas. Pero, generalmente, esta actitud tiene su importancia.
Lo mas probable es que alguien que ve una lectura como
una broma o un juego condicione una lectura superficial; la
persona que considera en profundidad una pregunta, que
mezcla cuidadosamente los naipes e intenta percibir el mo
menta exacto para detenerse y cortar el mazo obtendra, ge
neralmente, una lectura mas o menos significativa. Sin em
bargo, hay veces en que ni siquiera una tesitura tan cuida
dosa conseguira profundizar por debajo de los aconteci
mientos mas superficiales <lei futuro inmediato, mientras
que en otras ocasiones, con la mas desaprensiva de las
mezclas, el consultante se encontrara repentinamente en
frentado con una poderosa imagen de su vida entera. Para
el lector, momentos asf son fuente de interes y emoci6n.
Incluso es dable que la pregunta misma no tenga impor
tancia. A veces alguien pregunta c6mo va su trabajo, y re
cibe una respuesta referente a su nueva relaci6n amorosa...
especialmente si esa cuesti6n le ocupa mas espacio mental
que Ia efectivamente formulada. 0, como sucedi6 en el caso
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de la mujer que descubri6 que su sexualidad estaba blo
queada por sus conflictos con el padre, la lectura puede res
ponder aportando material de algun otro sector.
GC6mo sabemos, pues, que es lo que nos dice la lectura?
Algunas cosas se hacen obvias ya al ver las imagenes de los
naipes. Si preguntamos por trabajo, y nos aparecen los Ena
morados y el Dos de Copas, es probable que la lectura no
se refiera al trabajo, sino al amor. Como lector principiante,
sin embargo, no puedes contar con que descubriras todas
las sutilezas. Solo la experiencia te ayudara a abrirte paso
hasta el coraz6n mismo de! laberinto. A medida que sigas
con las le�turas, iras percibiendo estas cosas. Y la intensifi
caci6n perceptual se hara extensiva a otras partes de tu vida.
A veces, sean cuales fueren nuestra experiencia y la
agudeza de nuestra intuici6n, cometeremos errores. Podrfa
suceder que considerasemos simb6licamente a los Enamo
rados, cuando estan anunciando una relaci6n amorosa con
una persona a quien el consultante no ha conocido todavfa.
En realidad, de esta incapacidad de saber exactamente que
es lo que significan las cartas podemos aprender una lec
ci6n muy valiosa: podemos tomar conciencia de la lgnoran
cia. Y si he escrito la palabra con mayuscula es para subra
yar su cualidad esencial. En tanto que la mayor parte de!
conocimiento que vamos reuniendo en la vida es, en reali
dad, muy superficial y externo, la Ignorancia esta en la base
misma de nuestra existencia. Ante todo, somos ignorantes
de la verdadera naturaleza de las cosas. Lo que sabemos
de! mundo esta sujeto a la limitaci6n de nuestros 6rganos
sensoriales. Para que veamos las palabras que hay en esta
pagina, es menester que se refleje en ella la luz que han de
recibir nuestros ojos. Entonces, el nervio 6ptico transmite
los impulses al cerebro, que los convierte en otros y los dis
pone en pautas significativas que nuestra conciencia en
tiende como un lenguaje. Pero no podemos conocer direc
tamente, en el sentido de fundimos con algo que esta ahf
fuera. Solo podemos convertir el universe en impulsos,
pautas, sfmbolos.
De modo similar, porque existimos en forma ffsica, de-
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bemos ir planteando y resolviendo nuestra vida dentro de
los lfmites del tiempo. Esto significa, entre otras cosas, que
no podemos realizar todos nuestros potenciales, porque
siempre debemos optar por hacer una cosa y no otra, den
tro de los pocos afios de que disponemos. Una persona que
tenga capacidad para ser tanto bailarfn como hombre de
negocios tendra que escoger entre lo uno y lo otro. Y, sea
lo que fuere lo que elija, tendra que trabajar muchos afios
antes de llegar efectivamente a su objetivo. El tiempo signi
fica tambien que muchas veces no podemos saber las con
secuencias de nuestras acciones, por la sencilla razon de
que por lo menos algunas de ellas tal vez no se hagan evi
dentes hasta muchos anos despues. A veces, las consecuen
cias de nuestras acciones no se nos aparecen a nosotros,
sino a otras personas. Algo que hacemos en cierto lugar
puede afectar a personas que viviran allf mucho despues de
que nos hayamos mudado, o incluso de que hayamos muer·
to. En la forma mas simple: el tiempo significa que las cosas
deben suceder antes de que podamos conocerlas.
La meditacion con el Ocho de Espadas como Portal
puede incrementar nuestra conciencia de la lgnorancia. Las
lecturas del Tarot -y los errores que cometemos al tratar
de interpretarlas- pueden demostrar en forma mas directa
la Ignorancia. Una lectura llega, de hecho, mas alla del tiem
po, destacando la autentica pauta que incluye el pasado y el
futuro. El disefio aleatorio de los naipes nos lleva a saltar
por encima de las limitaciones de la conciencia. Y sin em
bargo, esa conciencia limitada es la que debe interpretar la
lectura. Experimentamos a la vez el verdadero estado del
universo, en el cual todas las cosas existen juntas, y nuestro
propio conocimiento de el, sumamente esclavizado al tiempo.
Experimentamos a la vez la verdad y la ignorancia.
El otro lado de la Ignorancia es la Certidumbre, el es
tado de conocimiento de la realidad, y no de las impresio
nes y los sfmbolos que nuestra limitada conciencia se forma
de ella. Mucha gente considera que el extasis, la unidad con
la luz de Dios, es el objetivo supremo de! mfstico o del ocul
tista. Pero, como lo demuestran los Arcanos Mayores del
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Tarot, el relampago del extasis no es mas que un paso a lo
largo del camino. La meta es la Certidumbre, el estado de
conocimiento allf donde antes solo podfamos conjeturar.
2,Cual es la verdadera causa de cualquier accion ais
lada? 2,Cuales seran sus consecuencias, no solo para la per
sona que ha actuado, sino para otras, tanto conocidas como
desconocidas? Las pocas personas que han alcanzado la
Certidumbre pueden ver las causas y consecuencias en el
seno de la accion misma. Los demas solo podemos hacer
conjeturas, tanto respecto de esto como de mil cosas mas.
Seguimos siendo Ignorantes.
Pero aun cuando no podamos acertar con la verdadera
interpretacion de una lectura del Tarot, la lectura, como ta!,
trasciende ese estado lgnorante y sometido al tiempo. La
lectura, independientemente del lector, es vehfculo de Cer
tidumbre. Y si trabajamos lo suficiente con las cartas, com
parando nuestras interpretaciones con los acontecimientos
subsiguientes, entregandonos cada vez mas a las imagenes,
cultivando nuestra intuicion, entonces a veces podemos lie
gar a experiencias de Certidumbre, de conocimiento del
verdadero significado de algo. Y si bien tales experiencias
tienen su propio valor, como mas nos sirven es dandonos
un sentido de la orientacion. Nos ayudan a percibir que es
lo que queremos lograr.
Finalmente, la practica de las lecturas del Tarot nos en
sena a(m algo mas. Como no son neutrales en su actitud
hacia la vida, como encarnan ciertos puntos de vista y cier
tas creencias y renuncian a otros, los naipes nos cambian.
Con el tiempo -siempre con el tiempo- empezamos a ver
el equilibrio de las cosas, la armonfa estable en el seno de!
constante fluir y cambiar de la vida. T omamos conciencia
de lo Extrafio que esta siempre a la espera mas alla de
nuestra experiencia ordinaria, aprendemos a reconocer los
clones que hemos recibido de la existencia, y nuestra propia
responsabilidad de entenderlos y de usarlos. Y por encima
de todo, empezamos a captar la verdad que el Tarot trata
tie transmitirnos: el universo esta vivo, y lo que podemos
saber de nosotros mismos podemos saberlo de todo.
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