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Trabajo de Fundamento de Teoría de la Investigación.

PORQUE CALLAN LAS MUJERES


Elvia Romero de Campillo.

Profesor Eugenio Calderón


Corporación Regional De La Costa IAFIC.
Programa De Derecho
Nocturno 3-A

Cartagena – Bolívar.
Septiembre 2018.
INTRODUCCION

En el trabajo que a continuación se presenta, se desarrolla y reflexiona sobre el tema de la


violencia contra la mujer y porque callan ellas. Para su estudio y análisis se comenzó por
indagar acerca de las diversas denominaciones y definiciones que ha adquirido este
constructo según la perspectiva de que se trate: psicológica, social, jurídica, médico forense
y feminista, entre otras. Subsiguientemente, se describe en qué consiste tal violencia, cómo
se exterioriza, cuál es su incidencia y cuáles son las características del maltratador, para
finalmente, detallar lo que ocurre en la personalidad de la mujer víctima de esta violencia,
para que, aun cuando el maltrato sea reiterado, no abandone o denuncie a su agresor. Sirva
pues este trabajo exploratorio, como humilde contribución para erradicar de forma definitiva
este flagelo que atropella la dignidad de la mujer como ser humano vulnerando su derecho
de vivir una vida libre de violencia y en igualdad de género. Un minuto de silencio por todas
las mujeres, maltratadas, Pero…ni un minuto más. En Búsqueda de una Denominación:
Violencia Doméstica, Maltrato a la Mujer, Violencia de Género… El fenómeno específico
de la violencia contra las mujeres versa sobre una problemática inserta en una realidad
histórica caracterizada tradicionalmente, por un marco de desigualdades y discriminación de
género como parte de un ordenamiento socio-cultural que asigna los roles y derechos según
el sexo. (Condición orgánica que diferencia al varón de la hembra), situándolos en posiciones
jerárquicas que confieren un valor superlativo a los atributos masculinos.

El título de estas letras representa el impacto de un síntoma mundial, por lo cual es pertinente
introducir el tema con la siguiente pregunta: ¿Hasta cuándo el patriarcado impedirá que las
mujeres rompan el silencio de la violencia basada en género? Pues la agresión que se ha dado
históricamente ha mantenido su arraigo debido a que se ha naturalizado con paradigmas
como: “Le pegó por jodona” “Ella se lo buscó” “La violaron por matrona” “Si ella no lo
hubiera provocado cuando estaba borracho, habría evitado que le pegara” “Mujer que no jode
es macho”.
Es decir, las mujeres víctimas de violencia generalmente toman la ruta del silencio, que lleva
a crear un círculo peligroso sin retorno a la estabilidad, porque socialmente se tiene la
costumbre de culpar a las víctimas y justificar a quienes violentan.
En este sentido, la opresión de la mujer tiene en común un pasado, una tradición, a veces una
religión o una cultura. La historia informa que las mujeres no se situaban auténticamente
como sujetos, sino como un objeto contenido en un universo masculino. Los dos sexos no
han compartido el mundo en igualdad; y todavía hoy, aunque la situación ha ido
evolucionando, la mujer tropieza con marcadas desventajas.
Hombres y mujeres constituyen dos realidades distintas; los primeros han disfrutado
situaciones más ventajosas a lo largo de la historia, salarios más elevados, tienen más
oportunidades en la industria y en la política.
En consecuencia, la respuesta al título planteado tiene una naturaleza multifactorial y/o
policausal; no puede enmarcarse en una sola visión, pero sí es preciso plantear un criterio
que se considera imperante en las realidades socioculturales de nuestra región.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Históricamente las mujeres han sido un grupo discriminado y han soportado la marginación
y la violencia tanto física como psíquica, lo cual nos indica la permanencia de unos valores
y mecanismos y subvalores el papel de las mujeres e incluso la estigmatizan convirtiéndola
en objeto de violencia. Unos de los tantos matices que encierra la violencia contra las mujeres
es la violencia de género la cual ha sido reconocida por organismos Nacionales e
Internacionales como una problemática social de Derechos Humanos y con múltiples
consecuencias, la cual debe ser alimentada por los estados, gobiernos y sociedades en
general.

Partiendo de un plan sexual inicial, la denominación específica de violencia de genero


obedece al hecho de que es precisamente el sexo de la persona lo que actúa como factor de
vulnerabilidad para tener un mayor grado de exposición a una forma específica de violencia,
lo cual quiere decir que podemos hablar de violencia de genero tanto en el hombre como en
la mujer, sin embargo cabe resaltar que la población femenina es más expuesta o concebible
a sufrir la violencia de genero

Precisamente las mujeres no denuncian los abusos porque se sienten que no hay interés real
ni una voluntad política para acabar con la violencia machistas, ni programa de prevención,
soporte y apoyo a las mujeres en situación de violencia; o por el deterioro psíquico causado
por el maltrato continuando o miedo al agresor, a que no les crean o al proceso judicial

La Corte Constitucional mediante sentencia T 453 de 2005 ha reconocido y exigido el


cumplimiento de los derechos de las victimas haciendo especial énfasis en las víctimas de
delitos sexuales y a su derecho a la verdad, justicia y reparación.
OBJETIVO GENERAL

Concientizar y dar a conocer a las mujeres de nuestra universidad, sobre las posibles
consecuencias que causa el callar la violencia en la mujer, y como puede repercutir en su
integridad

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Dar a conocer de los derechos primordiales que tiene como persona y como mujer.

 Dar a conocer cuáles son las instituciones y normas que brindan ayuda ante la
problemática

 Darle a conocer las causas que pueden generar la violencia a la mujer


PORQUE CALLAN LAS MUJERES

Las mujeres callamos, más de lo que debiéramos. Sabemos esperar el momento, pero a veces
nunca llega. Nuestra opinión cuenta, si algo hemos de decir, no callemos más. Somos
valiosas, tenemos opiniones, usemos nuestro derecho a decir lo que sentimos. Por los hijos,
por la familia… y especialmente por nosotras mismas: Hay que dejar de hacerlo. Las abuelas
se callaron la boca en su momento. Las madres también lo hicieron, y las hijas lo repiten. Las
mujeres tienden a cerrar la boca, a tragarse el sufrimiento, a evitar que algo indigno salga a
la luz. Callan para no lastimar a inocentes, para no castigar a los hijos, para no desilusionar
a los más débiles. Callan por vergüenza. Por miedo al rechazo. Por creer que no merecen
hacerse escuchar. Callan por miedo. Por temor a ser olvidadas, recluidas, abandonadas.
Callan secretos que se llevan a la tumba, callan infidelidades, callan adicciones de los
hombres del clan, callan violencia, resentimiento, odio, rencor. Callan amores imposibles.
Callan soledades. Callan y construyen sobre esos silencios, muros indestructibles; estructuras
orgullosas, fuertes, emprendedoras que salen adelante, que sacan a sus hijos. Y si por un
instante, nos detenemos a pensar Qué pasa por dentro de ellas Cuando callamos, lo único que
no sale a la superficie es el hecho de decir las palabras; porque lo escondido emerge
SIEMPRE en calidad de síntoma. Callar enferma. Agota. Intoxica. Crees que los demás valen
más que tú Callar es una forma de castigarse a una misma, porque inconscientemente creemos
que merecemos eso que está sucediendo; porque no somos lo suficiente, porque fallamos,
porque sentimos culpa. Callar y hacer de cuenta que nada pasa, es una fantasía. Una falacia
que trae consecuencias terribles en tu vida y en la de tus seres cercanos. Porque no te das
cuenta que lo que eliges evadir se manifiesta siempre como destino, como una burla de la
vida, que te pone una y otra vez el mismo escenario para que confrontes lo que tanto resistes.
Es cultural callarse. Es muy propio de lo femenino. No obstante, podemos cambiar esa
creencia, esa cárcel interna que nos hace creer que las mujeres “podemos con todo” debemos
comenzar a liberarnos y dejar de callarnos: Acepta que tienes derecho a decir lo que sientes
AHORA Y SIEMPRE. No importa lo que haya sucedido en el pasado, HOY PUEDES
ELEGIR CAMBIAR TU VIDA. Decir lo que sucede en ti, le permite a los demás conocerte.
Expresa tus emociones sin buscar racionalizarlas, si está enojada, vive el enojo, si estás triste,
vive la tristeza. Eres humana. Tus hijos saben todo lo que ocurre en el seno familiar, no
pretendas disimular, hazlos partícipes de la realidad, no les crees una nube rosa, porque es
una información falsa que luego te reclamarán. Amas a tus hijos, es cierto, pero para seguir
ocupándote de ellos es necesario que estés sana, por tanto, toma decisiones que liberen la
carga que traes. Perdónate por tus elecciones o errores, recuerda que no comienzas los
proyectos con el deseo que lastimarte ni lastimar, la vida es una escuela de aprendizaje,
cuando puedas observar esto, las lecciones serán menos dolorosas.

Actualmente aún hay mujeres que callan, el silencio es como un detector erróneo que anuncia
que si calla las cosas están mejor, esto por supuesto que no debería suceder, en su lugar ellas
deberían defenderse de cualquier circunstancia, aunque para ello tenga que llegar hasta un
juicio.

Porque callan las mujeres víctimas de acoso sexual

Para la Psicóloga y sexóloga Flavia Dos Santos esto se debe a que todo lo relacionado con el
acoso y la violencia sexual es un tema muy complicado para las mujeres, pues según la
especialista” estamos en una sociedad machista en la que de alguna u otra forma siempre han
incluido que la mujer es la que provoca el abuso y es la culpable. Si miramos desde la historia
de Adán y Eva, fue la mujer quien cometió el pecado”

Es inevitable frente algún caso de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas
preguntarse porque las persona no paro esos golpes, porque no acudió en busca de ayuda,
porque no denuncio.

Toda esas preguntas más fáciles de asimilar cuando a quien se le cuestiona no tiene mayores
problemas, se siente querido por los suyos, pero más difícil es responder cuando es una mujer
maltratada, dominada, atemorizada y con la autoestima en el suelo. En el mayor de los casos,
la respuesta es miedo.

Diez Razones por lo que una mujer permanece en relación violenta

Para las mujeres una promesa de su pareja que cambiaría da lugar para continuar con El. Sin
embargo, continua golpeándome”. Quizás esta frase sea reconocida por muchos, como parte
del círculo de la violencia intrafamiliar, en la que el hombre agrede verbal y físicamente,
luego se arrepiente, promete que cambiará y la mujer tiene la esperanza que lo hará, pero
pocas veces sucede.

“Las mujeres golpeadas se quedan porque les gusta” es solo un cuento, totalmente falso, y
así lo explica la psicóloga Patricia Tejeda, quien dice que a ningún ser humano le gusta
sentirse ultrajado u humillado con golpes que atenten contra su vida.

Y luego se preguntan por qué las mujeres no denuncian. ¿Que por qué las mujeres no
denuncian la violencia? Por la falta de recursos institucionales, porque no existe un interés
real ni una verdadera voluntad política para acabar con las violencias machistas, ni programas
de prevención, soporte y apoyo a las mujeres en situación de violencia; no denuncian por
vergüenza; por el deterioro psíquico causado por el maltrato continuado; por miedo: miedo
al agresor, miedo a no ser creídas, miedo al proceso judicial; porque no quieren perjudicar al
agresor, porque sólo quieren vivir tranquilas.

Las mujeres no denuncian porque el sistema penal no es neutro, porque el género no se ha


incorporado a la interpretación y aplicación de las leyes y éstas van muy por detrás de las
expectativas creadas. Las mujeres no denuncian porque en muchas ocasiones la respuesta
penal a las violencias machistas se vuelve contra ellas, porque las ideas culturales
dominantes, las reacciones y las resistencias del sistema patriarcal siguen difundiendo
antiguos mitos y estereotipos, como el de las denuncias falsas que, a pesar los continuos
desmentidos de diferentes estudios e
Informes judiciales, generalizan las sospechas sobre las mujeres.
Las mujeres no denuncian por las enormes dificultades existentes para acreditar la violencia
cuando no hay hematomas ni contusiones; por las deficiencias de la investigación judicial sin
lesiones físicas recientes. Las mujeres tienen sobrados motivos para resistirse a denunciar la
violencia sufrida y en muchas ocasiones, en una proporción alarmante, renuncian a mantener
la acusación.
Las mujeres no denuncian porque muchos agresores utilizan las contradenuncias o denuncias
cruzadas para que se retiren o archiven las causas penales contra ellos; es tan fácil como que
el hombre que ha sido denunciado como agresor por su pareja, denuncia a su vez supuestas
agresiones de la mujer, aunque sean meramente defensivas, como arañazos o rasguños. En
esta estrategia de defensa de los maltratadores y de criminalización de las mujeres, éstas son
siempre sospechosas y casi siempre condenadas; la estratagema les da resultados, el sistema
acaba imponiendo su propia lógica y apenas se habla de estas denuncias falsas; la estrategia
de la contradenuncia pasa desapercibida pese a la paradoja de que de los juzgados de
violencia contra la mujer puedan derivarse acusaciones y condenas contra mujeres que sufren
violencia.
“Existen muchos elementos por los cuales una mujer decide permanecer en una relación a
pesar de la violencia. Muchos pensarían que no puede haber una razón tan poderosa que la
esclavice a una relación dañina. Sin embargo, es un error”, afirma la doctora quien labora en
el Ministerio de la Mujer y que nos citó diez razones que explican este tipo de decisiones:

1. La esperanza. La creencia de que algún día el agresor cambiará lleva a


muchas mujeres maltratadas por su pareja a perdonar y creer en su conyugue. La
doctora explica que el perdón se otorga con esperanza en que el episodio de violencia
no se repetirá.

2. Poca autoestima. Cuando la estima propia de una mujer es más bajo de lo normal,
sus pensamientos son encaminados al fracaso, con temores que harán que permanezca
en una relación violentada. En muchas ocasiones piensan en salir pero luego,
agresiones verbales en las cuales su pareja les dice que son inferiores, provocan que
esos planes de salida den marcha atrás.

3. La dependencia económica. Cuando la mujer está atada económicamente al


hombre, y no tiene una persona de confianza o un familiar que las ayude, suele
permanecer en una relación de violencia. A esto se suma la falta de preparación
educativa y que algunas no tienen un trabajo que les permita sostener a sus hijos en
caso de desligarse de su pareja.

4. El miedo al qué dirán. Son muchas las mujeres que continúan en una relación de
violencia porque tienen mucho tiempo casadas con ese hombre y temen que dirán sus
familias, vecinos y amigos si se separan. Esto también incide en el silencio y el miedo
a denunciarlo ante las autoridades. También está el factor de la vergüenza.

5. Desconocimiento de sus derechos. La doctora Tejeda reconoce que es una pena que
en pleno siglo 21 existan muchas mujeres que desconozcan sus propios derechos
frente a los hombres y que se dejen pisotear por estos. Indica que por este
desconocimiento cuando están en una relación de violencia piensan que nadie las
puede ayudar, desconociendo incluso que existen muchas instituciones que protegen
a la mujer en caso de abuso intrafamiliar.

6. Los hijos. Los hijos son unas de las principales causas por la que la mujer decide
quedarse en una relación de violencia, ya que se esfuerzan en preservar la unión de
su familia para que sus hijos se críen junto a su padre.

7. Presión psicológica. ¨Si me dejas te juro que me mato”, es solo una muestra de las
amenazas verbales que reciben las mujeres bajo abusos intrafamiliares que retrasa el
avance de estas hacia la puerta de salida de una relación dañina. La doctora explica
que algunas manifiestan tristeza y creen que sus parejas se suicidarán si hay una
separación, pero que solo es una presión psicológica que ejerce el hombre sobre la
mujer para no ser abandonados Como consecuencia, la mujer puede experimentar
depresión, miedo, ansiedad, aislamiento, pasividad, tristeza, sentimientos de culpa,
baja autoestima, trastornos del sueño, presión alta, gastritis, agresividad, impotencia
e inseguridad.

8. Inseguridad. El miedo es una causa que identifica la mujer abusada. Teme por su
vida y por la de sus hijos y demás familiares.

9. Apego emocional. Una mujer se ata emocionalmente al hombre cuando piensa que
no encontrará otro mejor o que no es suficientemente mujer para emprender una
nueva vida con otra pareja.

10. Creencias religiosas. Algunas mujeres no rompen el lazo con el hombre agresor
porque creen que Dios es el responsable de colocarlas en ese punto y solo el puede
sacarlas de esa situación. Muchas siguen una religión, se casaron por la iglesia, se
topan con el maltrato por parte del hombre que juro amarla y respetarla para toda la
vida y no encuentran una salida a esa situación. Entonces se resignan a esperar que
Dios cambie su situación.

Pero hay que romper estas 10 ataduras ya que una mujer que no salga de una relación de
violencia puede perder la vida y vivir es una razón muy poderosa para romper este ciclo.
Recomendaciones. En este sentido, Tejeda recomienda que en primera instancia que la
mujer recurra a recibir ayuda psicológica, consejos que la hagan recuperar su autoestima,
luego que la mujer se refugie en un lugar donde el hombre no pueda encontrarla. En este
orden explica que el Ministerio de la Mujer cuenta con casas de acogidas que les permiten
refugiarse de sus agresores junto a sus hijos, en caso de tenerlos.

Por ultimo la mujer necesita aprender un oficio o trabajo que le permita sostenerse
económicamente aparte de distraerse mentalmente para olvidar los daños sufridos y
comenzar nueva vez la vida digna que se merece.

En conformidad con lo anterior, actualmente en Colombia se cuenta (entre otras Leyes) con:

 La Ley 1142 de 2007, que excluye del listado de delitos querellables a la violencia
intrafamiliar, aumentándose la pena de prisión de cuatro a ocho años, con lo cual dejó
de ser “desistidle”, conciliable”, y “excarcelable”.
 La Ley 1257 de 2008, que constituye la Ley marco sobre la no violencia contra las
mujeres y que da cumplimiento a la penalización de la violencia intrafamiliar.

 La Ley 1542 de 2012 que ratifica que la violencia intrafamiliar es un delito, que
cualquier ciudadano puede instaurar denuncia (no solo la victima) y que afirma su
carácter no querellables.

Con base en los anteriores desarrollos normativos se han formulado en Colombia la Política
Publica de equidad de género y el plan integral de no violencia contra la mujer.
CONCLUCION

Podemos concluir que el principal motivo para no denunciar se encuentra fundamentalmente


en el interior de la propia mujer, en el miedo visceral que las atenaza. No es sólo miedo al
maltratador, es miedo incluso a los demás, al qué dirán, a perder a sus hijos, a no saber cómo
sobrevivir cuando se acabe la relación el miedo en su más pura esencia.

De otra parte podemos decir que las mujeres no denuncian por vergüenza, por el deterioro
psíquico causado por el maltrato continuado, por miedo, miedo al agresor, miedo a no ser
creídas, miedo al proceso judicial; porque no quieren perjudicar al agresor, porque solo
quieren vivir tranquilas.

El trabajo es cualitativo. Se ha realizado tras entrevistar a diez víctimas de violencia de


género que no han interpuesto denuncia. La investigación se ha completado con datos de
revistas y periódicos
Bibliografía

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21251999000300011
https://ideas.repec.org/p/col/000089/002331.html
https://www.elheraldo.co/noticias/salud/violencia-intrafamiliar-110842
https://www.semana.com/noticias/violencia-intrafamiliar/103812

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