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Si bien esto tiene ciertos matices que hay que tener en cuenta, el marxismo ha
influenciado de una manera notable generaciones enteras de políticos e
intelectuales que denuncian las consecuencias negativas del capitalismo y bogan
por una sociedad sin clases.
2. ¿Qué es la alienación?
Según Marx, el hombre se encuentra «alienado», es decir, se encuentra
reducido en su humanidad y unicidad a un ser que sólo cuenta como fuerza de
trabajo. El trabajador no cuenta con los medios de producción y se ve obligado a
trabajar para subsistir, necesita inevitablemente de la burguesía para su existencia.
Materialismo: Marx destaca que han sabido tomar la realidad como fuente
de la verdad y no con conceptos filosóficos abstractos. Sin embargo, falla al
tomar al sujeto como pasivo frente al devenir histórico.
Neohegelianos: Su error es el inverso puesto que entienden la realidad
como un movimiento dialéctico, pero sólo tratan con conceptos abstractos,
en palabras de Marx: «oponen frases contra otras frases».
3. El marxismo económico
La obra El Capital fue la más emblemática escrita por Karl Marx.
Muchos autores creen que cuando Marx escribe «El capital» encuentra su madurez
intelectual. Más allá de esta posición discutible, no se puede negar que El capital
es la obra más emblemática de este autor.
4. La plusvalía
El concepto de plusvalía hace referencia al proceso básico del cual el
capitalista extrae su ganancia. El proceso consiste en que el burgués contrata
un obrero y le paga un salario (que alcanza para su subsistencia básica), pero no
se le paga por la cantidad de riqueza que produce, sino por horas de trabajo.
Este excedente no remunerado es lo que se conoce como plusvalía, que es
apropiado por la burguesía para ser reinvertido en el proceso
productivo. Debido a esta contradicción interna entre burgueses y proletariados,
sumado a la capacidad finita de acumulación, es una obligación de la clase
obrera tomar el control de la sociedad mediante la abolición de la propiedad
privada, entendida como el origen de todas las desigualdades.
Esto llevaría a una dictadura del proletariado en el Estado, para luego ser
disuelto. Esto es uno de los puntos más debatidos por el marxismo, ya que cuando
llegó al poder en la URSS o en Cuba, el Estado no sólo no se disolvió, sino que
tomó proporciones descomunales.
Este último tiempo distintos intelectuales han rescatado la teoría marxista como
herramienta crítica más que como política revolucionaria debido a las
recurrentes crisis del sistema capitalista.
Una de las ideas más importantes que se encuentra presente en toda la teoría
marxista es que el modelo de producción no sólo se limita al aspecto
económico, sino que el modo de producción determina la forma que tomará la
conciencia en un determinado momento.
Fuente: https://concepto.de/marxismo/#ixzz67x6FoGLm
Índice
Marx tuvo grandes influencias filosóficas, la de Feuerbach, que le aportó y afirmó su visión
materialista de la historia, y la de Hegel, que inspiró a Marx para la aplicación de la dialéctica
al materialismo. Aunque para su trabajo de disertación doctoral eligió la comparación de dos
grandes filósofos materialistas de la antigua Grecia, Demócrito y Epicuro, Marx ya había
hecho suyo el método hegeliano, su dialéctica. Ya en 1842 había elaborado su Crítica de la
filosofía del derecho de Hegel desde un punto de vista materialista. Pero a principios de la
década de 1840, otra gran influencia filosófica hizo efecto en Marx, la de Feuerbach,
especialmente con su obra La esencia del cristianismo. Tanto Marx como Engels abrazaron la
crítica materialista de Feuerbach al sistema hegeliano, aunque con algunas reservas. Según
Marx, el materialismo feuerbachiano era inconsecuente en algunos aspectos, por ello lo llama
«contemplativo». Es en las Tesis sobre Feuerbach (Marx, 1845) y La ideología alemana (Marx
y Engels, 1846) donde Marx y Engels ajustan sus cuentas con sus influencias filosóficas y
establecen las premisas para la concepción materialista de la historia.
Si en el idealismo de Hegel la historia era un devenir de continuas contradicciones que
expresaban el autodesarrollo de la Idea Absoluta, en Marx son el desarrollo de las fuerzas
productivas y de las relaciones de producción las que determinan el curso del desarrollo socio-
histórico. Para los idealistas el motor de la historia era el desarrollo de las ideas. Marx expone
la base material de esas ideas y encuentra el hilo conductor del devenir histórico.
Karl Marx.
La economía marxista[editar]
Artículo principal: Economía marxista
Adam Smith
David Ricardo
Los economistas burgueses criticados por Marx.
La economía política es esencial para esta visión, y Marx se basó en los economistas políticos
más conocidos de su época, los economistas políticos clásicos británicos, para posteriormente
criticar su forma de pensar. La economía política, que es anterior a la división que se hizo en
el siglo XX de las dos disciplinas, trata las relaciones sociales y las relaciones económicas
considerándolas entrelazadas. Esta teoría de la explotación la desarrolló en El capital,
investigación dialéctica de las formas que adoptan las relaciones de valor.
En su labor política y periodística, Marx y Engels comprendieron que el estudio de la
economía era vital para conocer a fondo el devenir social. Fue Marx quien se dedicó
principalmente al estudio de la economía política una vez que se mudó a Londres. Marx se
basó en los economistas más conocidos de su época, los británicos, para recuperar de ellos lo
que servía para explicar la realidad económica y para superar críticamente sus errores.
Vale aclarar que la economía política de entonces trataba las relaciones sociales y las
relaciones económicas considerándolas entrelazadas. En el siglo XX esta disciplina se dividió
en dos.
Marx siguió principalmente a Adam Smith y a David Ricardo al afirmar que el origen de la
riqueza era el trabajo y el origen de la ganancia capitalista era el plustrabajo no retribuido a los
trabajadores en sus salarios. Aunque ya había escrito algunos textos sobre economía política
(Trabajo asalariado y capital4 de 1849, Contribución a la Crítica de la Economía Política4 de
1859, Salario, precio y ganancia4 de 1865) su obra cumbre al respecto es El capital.
El capital ocupa tres volúmenes, de los cuales sólo el primero (cuya primera edición es de
1867) estaba terminado a la muerte de Marx. En este primer volumen, y particularmente en su
primer capítulo (Transformación de la mercancía en dinero), se encuentra el núcleo del
análisis marxista del modo de producción capitalista. Marx empieza desde la «célula» de la
economía moderna, la mercancía. Empieza por describirla como unidad dialéctica de valor de
uso y valor de cambio. A partir del análisis del valor de cambio, Marx expone su teoría del
valor, donde encontramos que el valor de las mercancías depende del tiempo de trabajo
socialmente necesario para producirlas. El valor de cambio, esto es, la proporción en que una
mercancía se intercambia con otra, no es más que la forma en que aparece el valor de las
mercancías, el tiempo de trabajo humano abstracto que tienen en común. Luego Marx nos va
guiando a través de las distintas formas de valor, desde el trueque directo y ocasional hasta el
comercio frecuente de mercancías y la determinación de una mercancía como equivalente de
todas las demás (dinero).
Así como un biólogo utiliza el microscopio para analizar un organismo, Marx utiliza la
abstracción para llegar a la esencia de los fenómenos y hallar las leyes fundamentales de su
movimiento. Luego desanda ese camino, incorporando paulatinamente nuevo estrato sobre
nuevo estrato de determinación concreta y proyectando los efectos de dicho estrato en un
intento por llegar, finalmente, a una explicación integral de las relaciones concretas de la
sociedad capitalista cotidiana. En el estilo y la redacción tiene un peso extraordinario la
herencia de Hegel.
La crítica de Marx a Smith, Ricardo y al resto de los economistas burgueses reside en que sus
análisis económicos son ahistórico (y por lo tanto, necesariamente idealista), puesto que
toman a la mercancía, el dinero, el comercio y el capital como propiedades naturales innatas
de la sociedad humana, y no como relaciones sociales productos de un devenir histórico y, por
lo tanto, transitorias. Junto con la teoría del valor, la ley general de la acumulación capitalista,
y la ley de la baja tendencial de la tasa de ganancia, son otros elementos importantes de
la economía marxista[cita requerida].
Análisis de clases[editar]
Los marxistas consideran que la sociedad capitalista se divide en clases sociales, de las que
toman en consideración principalmente dos:
La clase trabajadora o proletariado: Marx definió a esta clase como «los individuos que
venden su mano de obra y no poseen los medios de producción», a quienes consideraba
responsables de crear la riqueza de una sociedad (edificios, puentes y mobiliario, por
ejemplo, son construidos físicamente por miembros de esta clase; también los servicios
son prestados por asalariados).
La burguesía: quienes «poseen los medios de producción» y emplean al proletariado.
Constituyen la clase mercantil por excelencia: su riqueza proviene de la
administración intelectual de los negocios. Se apropian del excedente económico de toda
la sociedad por el mecanismo de la plusvalía, capaz de confiscar de forma no coercitiva
(mercantil, racional) el valor trabajo, pilar de todo valor y riqueza.
Existen otras clases que integran aspectos de las dos principales, o que estando asociadas a
alguna, manifiestan nuevos rasgos propios particulares.
El lumpenproletariado: los que viven en pobreza extrema y no pueden hallar trabajo con
regularidad. Abarca desde la amplia masa de indigentes desocupados y/o con trabajos
precarios, hasta sectores en extremo marginales como las prostitutas y los soldados del
crimen organizado, etc.
La pequeña burguesía: forma parte del pueblo trabajador, pero en menor o mayor medida
su trabajo crea capital y encuentra en él su sostén, aunque en niveles de acumulación
siempre muy inferiores al de la gran burguesía. Este capital genera los más diversos
segmentos sociales, según sea principalmente intelectual (profesionales), o mercantil
(pequeños comerciantes), o inmobiliario (pequeños y medianos campesinos, rentistas
urbanos) o financiero (pequeños especuladores) o directamente industrial (pequeños
empresarios).
El marxismo y la religión[editar]
El marxismo ha sido tradicionalmente opuesto a todas las religiones. Marx escribió al respecto
que "«el fundamento de la crítica irreligiosa es: el ser humano hace la religión; la religión no
hace al hombre» y la frase cuyo final se haría célebre:
La miseria religiosa es, por una parte la expresión de la miseria real y, por la otra, la protesta contra la
miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, así
como es el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo.5
La referencia al opio ha prestado a una interpretación vulgar ya que este no es –como suele
suponerse– un estupefaciente ni tampoco un alucinógeno, sino un narcótico analgésico. Este
equívoco del lector contemporáneo ha derivado en una confusión frecuente respecto de la
sentencia marxista, según la cual parecería que Marx despreciaba la religión. 6 La cita
completa revela el porqué de la referencia a un opiáceo: jamás pretende que la religión se
considere una forma de degradación intelectual ni tampoco una mera ilusión generada por las
clases dominantes (interpretación no marxista que suprimiría la idea que este tenía de la
ideología, esto es, la ilusión de universalidad dentro de cada clase), sino que la religión sea,
por el contrario, el anestésico necesario de la sociedad entera frente a la alienación social y de
las clases oprimidas frente a sus condiciones materiales de existencia.
En Marx, la crítica de la religión no es una defensa del ateísmo, sino la crítica de la sociedad
que hace necesaria a la religión. La supresión de estas condiciones y la realización plena de la
comunión humana se desvincula de la condición biológica, proyectándose «al cielo» como
intervención divina en una parusía futura, particularmente en el especial caso del
cristianismo,7 en vez de construirse políticamente mediante la abolición de la propiedad
privada y la división del trabajo. El fundamento filosófico del rechazo marxista de la religión ha
estado vinculado al desarrollo del materialismo dialéctico por parte de Engels y Lenin.
En cualquier caso, ha habido diversos teóricos que consideran que ser marxista y religioso es
compatible. Dentro de ellos se puede señalar al irlandés James Connolly y a diversos autores
dentro de la teología de la liberación como Camilo Torres y Leonardo Boff. Pero la crítica
teórica hacia cualquier religión se basa en que ésta es concebida como el resultado de la
producción de la superestructura de la sociedad, es decir, de la fabricación de
ideas ideológicas que se hace una sociedad sobre sus propios modos de producción
económicos. Así, la religión siempre es una concepción de ideas políticas que tienden a
reafirmar la estructura económica existente. Los textos marxistas donde se puede encontrar
información sobre la concepción marxista de la religión son: La ideología alemana de Marx y
Engels, y La filosofía como arma de la revolución de Louis Althusser. Marx describe a la
religión como un ente alienador, el cual le pone como meta alcanzar a Dios, situación
imposible para un humano pues Dios es la esencia humana deificada, es decir: la humanidad
le ha dado sus mejores características a Dios. La religión haría conformista al hombre y lo
obligaría a no luchar en este mundo, pues este es solo un preludio del verdadero. La síntesis
cristiano-marxista de los teólogos de la liberación replica que el marxismo no implica este
aserto y que, de ser así, también las clases dominantes impregnadas de espíritu religioso
serían conformistas respecto de su existencia material e incluso serían pasivas frente a un
conflicto con otras clases sociales. Para estos, en cambio, la religión –y en particular la
cristiana– siempre exige una lucha en este mundo en función de una comunidad religiosa: sea
con o sin clases dependiendo de cómo se la entienda políticamente. Debe recordarse que
para el catolicismo la resurrección es el regreso al edén en la tierra y que, aunque dependa de
Dios, ningún esfuerzo individual tendría sentido si estuviera coronado por una muerte sin
retorno (incluso si la realización plena de la humanidad pudiera hacerse sólo socialmente y no
biológicamente como en la resurrección cristiana), ya que la salvación de cada hombre de
acuerdo a su esfuerzo dentro del alienado mundo presente sólo puede ser asegurado con la
eternidad y la participación en el mundo venidero. Esto es igualmente cierto tanto para el
ideario de autorrealización personal de la derecha cristiana (calvinista o al menos reconciliada
con la burguesía), como para la lucha de clases de la izquierda cristiana (marxista o no), como
para las originarias posiciones ascéticas y apolíticas del cristianismo primitivo. Estas últimas
en particular dieron forma estamental a la dicotomía interna entre la vida económica y la
religiosa del occidente medieval extramundano y a su peculiaridad histórica de fusión entre
«sociedad civil» y «sociedad política» descrita con atención por Marx en su obra Sobre la
cuestión judía, cuya visión llegaría, junto con la opuesta de Nietzsche, a Max Weber, y que
entroncaría en el debate marxista-weberiano sobre la influencia económica de la religión.
En su versión más ortodoxa, la interpretación marxista de la religión sería la de una forma
de alienación cuya consecuencia para el hombre sería perder sus virtudes para adjudicárselas
a un inventado ser supremo. Según Karl Marx, esto es lo que ocurriría en particular con la
religión monoteísta: el hombre toma toda virtud que posee y toda idealización metafísica
posible, y se la atañe a un ser supremo de su propia creación, devaluándose a sí mismo y
dedicando su ser y propio destino a su voluntad y una trascendencia irreal posibilitada por su
existencia.
Para Marx, las clases sociales son parte la realidad social. Las luchas de estas clases
sociales, señalan el cambio social como un fenómeno duradero. Estas clases son el resultado
de un mecanismo de división del trabajo, que se desarrolló al mismo tiempo que la
privatización de los medios de producción. Las clases sociales surgen cuando la
diferenciación de las tareas y las funciones dejan de ser cosa del azar para convertirse en una
herencia. Hay una tendencia hacia la polarización entre las dos clases más antagónicas entre
sí. Este antagonismo es la base de toda transformación que afecte al funcionamiento de la
organización social y que modifique el curso de la historia. Para Marx, el proceso de
producción capitalista crea dos posiciones: la de los explotadores (empresarios) y los
explotados (trabajadores). Los comportamientos individualistas y colectivos se explican a
través de estas posiciones en la reproducción de un sistema. El conflicto de clase es un rasgo
cultural de la sociedad. Estos conflictos son el motor de los grandes cambios sociales. Marx se
interesa por los cambios endógenos, es decir, aquellos que nacen del funcionamiento de la
sociedad.
La lucha de clases[editar]
Artículo principal: Lucha de clases
Para Karl Marx y Friedrich Engels, "La historia de todas las sociedades humanas hasta
nuestros días es la historia de la lucha de clases” 9 (aunque sea en una nota posterior Engels
califica esta afirmación).10
La posición del individuo en las relaciones de producción (trabajador o explotador) es según
él, es el elemento que permite la definición de la clase. Marx considera que, para que no haya
una clase social, debe haber una conciencia de clase: la conciencia de tener un lugar común
en la sociedad. Marx señaló que no basta con que muchos hombres estén del lado de un solo
plan económico para que se forme el espíritu de clase. Según Marx, los personajes principales
en la lucha de clases son, en la época capitalista, la burguesía y el proletariado. El comunismo
constituye para él, el estado de la sociedad sin divisiones de clase y por lo tanto, es una
sociedad sin lucha de clases.
Según el análisis marxista, la clase social dominante organiza la sociedad mediante la
protección de sus mejores privilegios.
Para ello, se instaura el Estado, instrumento político de dominación: “policía y ejército
responsable de mantener la seguridad y el orden público, el orden “burgués”. Marx también
habla de "la ideología dominante". En cualquier sociedad, hay ideas, creencias y valores que
dominan la vida social y cultural. Estas ideas dominantes son producidas por la clase
dominante, es decir, la burguesía. Por lo tanto, estas ideas expresan la opinión de estas
clases, es decir, la justifican y se esfuerzan en perpetuarse. Estas ideas penetran la mente, y
a menudo funcionan como una visión del mundo en contra de sus intereses reales. Karl Marx
no "inventó" el concepto de la lucha de clases. En realidad, la lucha de clases se ha teorizado
mucho antes que él, por historiadores de la restauración, como François Guizot y Augustin
Thierry.
La contribución fundamental de Marx en este concepto, en relación a estos historiadores, es
haber demostrado que la lucha de clases no se extingue en la Revolución Francesa, sino que
se prolonga en oposición burguesía/trabajadores en la de era capitalista. Así, al final de la
lucha de clases se llegaría a una clase única, una vez extinguidas las clases sociales en el
comunismo.
Partidos, movimientos y gobiernos inspirados en el
marxismo[editar]
Véase también: Categoría:Organizaciones comunistas
Austromarxismo
Comunismo de izquierda
Freudomarxismo
Luxemburguismo
Maoísmo
Movimiento autónomo
Marxismo-leninismo
Marxismo libertario
Marxismo occidental
Posmarxismo
Trotskismo
Situacionismo
Críticas al marxismo[editar]
Artículo principal: Críticas al marxismo
Véase también[editar]
Portal:Socialismo. Contenido relacionado con Socialismo.
Portal:Marxismo. Contenido relacionado con Marxismo.
Comunismo
Filosofía marxista soviética
Izquierda judía
Marxología
Economía marxista
Carta sobre el socialismo
Referencias[editar]
1. ↑ Álvarez Chillida, Gonzalo (2002). El antisemitismo en España: la imagen del judío, 1812-
2002. Madrid: Marcial Pons, ediciones de Historia, S.A. p. 173. ISBN 8495379449.
2. ↑ El manifiesto comunista
3. ↑ El Manifiesto Comunista
4. ↑ Saltar a:a b c d Marx, Karl (1859). Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía
Política. Consultado el 21 de octubre de 2018.
5. ↑ Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, 1843
6. ↑ Hitchens, Christopher (2016). Los derechos del hombre de Thomas Paine. Barcelona: Ed.
Debate. p. 166. ISBN 978-8483067918.
7. ↑ Sobre la cuestión judía, 1844
8. ↑ https://web.archive.org/web/20110302112045/http://p2tpe.e-monsite.com/rubrique,l-
alienation-des-travailleurs,139551.html
9. ↑ Manifiesto del partido comunista, K. Marx et F. Engels, 1848
10. ↑ Engels dice que esta fórmula se limita a "la historia escrita". Y agrega: "En 1847, la historia de
la organización social que precedió a toda la historia escrita, la prehistoria, era casi
desconocido”. (Nota de Engels en el Manifiesto Comunista 1888).
11. ↑ «"Darwin, Marx y las dedicatorias de El capital». Archivado desde el original el 29 de julio de
2014. Consultado el 16 de enero de 2012.
12. ↑ "Lecture XXXV: A Philosophy of Life", Sigmund Freud, New Introductory Lectures on Psycho-
analysis, Hogarth Press, 1933, last lecture.
13. ↑ "Weber y Marx", Gianfranco Poggi, Weber, Alianza Editorial, 2006, cap. 3, § 5, pp. 64-67
14. ↑ "Censorship", Karl Marx, On Freedom of the Press, May 15th 1842, Rheinische Zeitung No.
135
15. ↑ "Dialectic Interdependence of End and Means", Leon Trotsky, Their Morals and Ours, June
1938, The New International, Vol.IV No.6, pp.163-173
16. ↑ V. K. Dmitriev, 1974 (1898), Economic Essays on Value, Competition and Utility. Cambridge:
Cambridge Univ. Press
17. ↑ "Value and Price in the Marxian System", Ladislaus von Bortkiewicz, 1952 (1906–
1907), International Economic Papers 2, 5–60; Ladislaus von Bortkiewicz, 1984 (1907),
Philadelphia: Orion Editions.
18. ↑ "A Temporal Single-system Interpretation of Marx's Value Theory", Andrew Kliman y Ted
McGlone
19. ↑ Eugen von Böhm-Bawerk, Karl Marx and the Close of His System, T.F. Unwin, 1898
20. ↑ Todd Bucholz, New Ideas from Dead Economists, New York: A Plume Book, 1998, pp. 166-
167.
21. ↑ "Anarquismo, marxismo y esperanzas para el futuro", Noam Chomsky
22. ↑ "La crítica de Habermas a Marx"
Archivado el 20 de junio de 2015 en la Wayback Machine. Cristian Guillen,
23. ↑ "Hannah Arendt (1906—1975)", Majid Yar, Internet Encyclopedia of Philosophy, Lancaster
University, United Kingdom
24. ↑ "Sobre la crítica de Kelsen al marxismo"
Archivado el 14 de febrero de 2012 en la Wayback Machine., Juan Ruiz Manero, Doxa:
Cuadernos de filosofía del derecho, ISSN 0214-8676, Nº 3, 1986, art. 14