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domingo, 23 de julio de 2017

Todavía crees que con la Estabilidad-Flujo Marshall se puede realmentepredecir el


desempeño de una Mezcla Asfáltica
Una de las consultas más recurrentes que tenemos en nuestra labor diaria es si hay
que moverse de la metodología de diseño de mezcla asfáltica tradicional, Marshall
(ASTM D 6927), por la metodología más fundamental que ofrece la tecnología de
pavimentos actual, el Superpave o, en español, Pavimentos Asfálticos de
Desempeño Superior. El tema, como lo hemos indicado en muchos casos, no es
simplemente cambiar por cambiar, por moda o por estar siempre con lo moderno,
acá la discusión es técnica, y con argumentos fundamentales de ingeniería de
materiales para pavimentos.

Este comentario no pretende dar detalles de cómo se ejecuta el ensayo, o terciar


en sus resultados, sino dar un panorama general de sus limitaciones comparado
con los fenómenos de daño mecánico en laboratorio a que está sometido un
pavimento.

Una breve reseña. El método Marshall, desarrollado en los años 30s y mejorado
en los 40´s, se convirtió en una forma muy práctica, sencilla y portable, para diseñar
mezclas asfálticas, basado en el mazo Marshall, de fácil uso, fuera manual o de
manera automatizada, y su método de falla, que brinda dos parámetros, la
Estabilidad y el flujo plástico. En general, el método resulta muy bien para obtener
probetas repetibles en cuanto a sus propiedades físicas, y la metodología de falla
ha sido probada como repetible y reproducible. El equipo para determinar los
valores de Estabilidad y Flujo Marshall se muestra a continuación.

Figura 1. Estabilómetro Marshall


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Figura 2. Muelas para Falla Marshall.

El ensayo es muy sencillo. Consiste en la aplicación de una carga constante sobre


una probeta mediante unas muelas metálicas que le transmiten la carga de forma
más o menos diametral. El equipo tiene aditamentos para medir la deformación
vertical asociada a la carga, medida sobre la muela superior. La temperatura de
ensayo es de 60 C. Precisamente, este modo de falla, no tiene que ver
absultamente nada, con los distintos estados de esfuerzo a que se ve sometido un
pavimento in situ y no se asemeja a condiciones típicas de fatiga o deformación
permanente. Tampoco, se puede usar para determinar la rigidez (módulo elástico)
del material, o sea, es un ensayo, básicamente, empírico.

Un resultado de ensayo típico se muestra en la siguiente figura:


Figura 3. Gráfico de Estabilidad-Flujo Marshall

De la figura anterior, se pueden definir los parámetros de Estabilidad-Flujo Marshall:

Estabilidad: Punto de máxima carga

Flujo: Deformación del especimen al punto de máxima carga.

Históricamente, se buscaba que las mezclas asfálticas tuvieran un mínimo valor de


Estabilidad, y un flujo entre dos valores de modo que la mezcla no fuera muy rígida
ni muy flexible. La estabilidad está más asociada con la resistencia al corte del
material.

Las deficiencias del método, que se empezaron a cuestionar desde los 70´s, fueron
precisamente, esas iniciales ventajes. Primeramente, el método de compactación
por impacto, generado por el mazo, empezó a dar problemas para mezclas
asfálticas con agregados de mayor tamaño, aún cuando se usaba el molde de
mayor tamaño, también se empezó a criticar que el proceso de compactación en
campo, realizado por la maquinaria, es totalmente diferente, corresponde más bien
a un amasado, y cuando se empezaron a usar asfaltos modificados, el proceso de
compactación fallaba por las temperaturas de compactación, que luego debieron
ser modificadas. El otro aspecto que empezó a cuestionarse, era la veracidad del
parámetro de estabilidad/flujo Marshall, como un verdadero predictor de
desempeño.

Así las cosas, tampoco lograr una adecuada volumetría de la mezcla asfáltica puede
garantizar un adecuado desempeño de la mezcla. Por esto, el diseño moderno de
materiales para pavimentos requiere de otros ensayos ensayos, los ensayos de
desempeño!

En Costa Rica, recuerdo varios años en que hubo una gran polémica acerca de, en
qué punto de la gráfica de estabilidad flujo, se debían medir dichos parámetros. Esta
situación, desde mi óptica, generó la aceptación de mezclas altamemente
deformables, a pesar de que los valores de flujo plástico reportados estaban dentro
de rangos aceptables, para mezclas estables volumétricamente. Esto, porque
algunas veces las curvas presentaban comportamientos extraños. Podría colocar
acá alguna de las gráficas que generaban confusión, pero debido a que no creo en
la efectividad del método, no me parece conveniente terciar sobre él.

Desde mi óptica, y luego de estudiar por años ensayos fundamentales para


medir propiedades de materiales para pavimentos, un error de concepto
grave que se escuchaba en aquella época era decir que la parte lineal de la
curva de estabilidad - flujo, correspondía a un comportamiento elástico. De
ninguna manera!!!! No puede haber elasticidad en una probeta cuyo
mecanismo de falla implica deformación irrecuperable (permanente) que es el
caso del método de falla Marshall.
Sin embargo, el tema principal, es la escasa correlación -no digo nula para no herir
susceptibilidades- entre los resultados de los parámetros Marshall, y resultados de
ensayos de desempeño a escala de laboratorio, o mejor aún, el desempeño real de
mezclas en sitio. Acá, hay que reconocer que mucho del desempeño de una mezcla
asfáltica depende del patrón e idoneidad del proceso de compactación en sitio,
puesto que se sabe que los valores especificados para mezclas en campo, 4,0% de
vacíos en laboratorio y 7,0% de vacíos en sitio, producen mezclas que pueden tener
un desempeño aceptable, mayormente por su impermeabilidad.

Por lo tanto, el principal problema del ensayo Marshall no es que sea un ensayo
empírico, sino que no correlaciona bien con propiedades fundamentales de los
materiales. Esto es, que un flujo muy alto, fuera de especificación no
necesariamente va a verse reflejado en altas deformaciones plásticas en sitio, o en
el caso contrario, agrietamientos severos. Una estabilidad alta tampoco garantiza
una adecuada resistencia al corte de la mezcla asfáltica. Por esto, fue que se buscó
un método mas competente para preparar los especímenes de ensayo y la
volumetría, el Superpave, y se desarrollaron una serie de ensayos de desempeño,
para, precisamente, predecir el comportamiento de la mezcla ante estos fenónemos.

Posteriormente, voy a comentar acerca de como el uso de ensayos de desempeño


como el módulo dinámico, de fatiga, de eformación permamente y de baja
temperatura, están revolucionando el diseño de mezclas asfálticas y la predicción
de su desempeño.

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