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Los ensayos de investigación clínica y

usted: preguntas y respuestas

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¿Qué es un ensayo clínico?


Los ensayos clínicos, a veces también llamados estudios clínicos, forman parte de la
investigación clínica y son el centro de todos los avances médicos. Los ensayos clínicos
investigan nuevas maneras de prevenir, detectar o tratar enfermedades. Los tratamientos
podrían ser medicamentos nuevos o combinaciones nuevas de medicamentos, nuevos
aparatos o procedimientos quirúrgicos, o nuevas maneras de usar los tratamientos
existentes. El objetivo de los ensayos clínicos es determinar si un nuevo examen o
tratamiento funciona y si es seguro. Los ensayos clínicos también pueden ver otros aspectos
del cuidado de la salud, tales como mejorar la calidad de vida de las personas con
enfermedades crónicas.

¿Quiénes participan en los ensayos clínicos?


Hay tipos diferentes de personas que participan en los ensayos clínicos. Algunas personas
son sanas, mientras que otras tienen alguna enfermedad. Un voluntario sano es una
persona sin problemas importantes de salud que se conozcan, que participa en la
investigación clínica para probar un nuevo medicamento, aparato o intervención. Los
procedimientos de investigación en los que participan los voluntarios sanos están diseñados
para desarrollar nuevos conocimientos y no para dar un beneficio directo a los participantes
del ensayo.

Un paciente voluntario tiene un problema de salud conocido y participa en la


investigación para encontrar mejores maneras de comprender, diagnosticar, tratar o curar
esa enfermedad o problema de salud. Los procedimientos de investigación con pacientes
voluntarios ayudan a tener nuevos conocimientos. Estos procedimientos pueden o no
beneficiar a los participantes en el ensayo.

Es posible que los pacientes voluntarios participen en ensayos similares a los ensayos en
que participan voluntarios sanos. Estos ensayos pueden incluir medicamentos, aparatos o
intervenciones diseñadas para prevenir, tratar o curar una enfermedad. Aunque estos
ensayos pueden dar un beneficio directo a los pacientes voluntarios, el objetivo principal es
mostrar, por medios científicos, los efectos y las limitaciones del tratamiento experimental.
Por lo tanto, algunos pacientes sirven como controles, es decir, no toman el medicamento
del ensayo o lo toman en una dosis apenas lo suficientemente alta como para que se detecte
su presencia pero no para tratar la enfermedad o trastorno. Los beneficios de un ensayo
pueden ser indirectos para los voluntarios, pero pueden servir para ayudar a otros.

Las personas participan en los ensayos clínicos por varias razones. Los voluntarios sanos
dicen que participan para ayudar a otros y contribuir al avance de la ciencia. Los
participantes con una enfermedad o trastorno también participan para ayudar a otros, pero
además existe la posibilidad de que reciban un tratamiento nuevo y tengan el cuidado y la
atención adicional del personal del ensayo clínico. Los ensayos clínicos ofrecen esperanza
para muchas personas y una oportunidad para ayudar a los investigadores a encontrar
mejores tratamientos para otros en el futuro.

Todos los ensayos clínicos tienen pautas o reglas sobre quiénes pueden participar. Estas
pautas se llaman criterios de inclusión y de exclusión. Los factores que le permiten que
alguien participe en un ensayo clínico son los “criterios de inclusión”. Los factores que
excluyen, es decir, que no permiten que alguien participe, son los “criterios de exclusión”.
Estos criterios se basan en factores como la edad, sexo, el tipo y la etapa de la enfermedad,
el historial de tratamientos, y otros criterios médicos. Antes de poder participar en un
ensayo, el voluntario debe ver si cumple con los requisitos del mismo. Algunos ensayos de
investigación buscan participantes con la enfermedad o trastorno que estudiarán en el
ensayo, mientras que otros buscan voluntarios sanos. Ciertos ensayos necesitan ambos.

Los criterios de inclusión y de exclusión no se usan para rechazar a las personas de


manera personal sino para identificar a los participantes adecuados y mantenerlos seguros
así como para ayudar a cerciorar que los investigadores puedan encontrar la información
nueva que necesitan.
¿Cuáles son los beneficios y los riesgos de un ensayo
clínico?
Los ensayos clínicos, al igual que la atención médica de rutina y las actividades de la vida
diaria, tienen algunos riesgos. Al comparar los riesgos de la investigación, hay dos factores
importantes que se deben considerar:

1. La posibilidad de que sufra algún daño, y


2. La gravedad del daño que podría resultar de participar en el ensayo.

La mayoría de los ensayos clínicos tienen el riesgo de molestias leves, que duran sólo un
tiempo corto. Sin embargo, algunos participantes en los ensayos pueden tener
complicaciones que requieran atención médica. En casos raros, los participantes han sido
heridos de gravedad o han muerto a causa de las complicaciones que resultaron de su
participación en los ensayos de tratamientos experimentales. El documento de
consentimiento informado describe en detalle los riesgos específicos asociados con un
protocolo de investigación. A los participantes se les pide que lean y firmen este documento
antes de participar en la investigación. Además, un miembro del equipo de investigación les
explica a los interesados los principales riesgos de participar en un ensayo y contestará
cualquier pregunta que tengan sobre el ensayo. Antes de decidirse a participar, considere
cuidadosamente los posibles riesgos y beneficios.

Benficios potenciales
Los ensayos clínicos que están bien diseñados y bien ejecutados ofrecen el mejor enfoque
para que los participantes:

 Tengan un papel activo en el cuidado de su salud


 Obtengan acceso a nuevos tratamientos de investigación antes de que estén ampliamente
disponibles
 Reciban atención médica regular y cuidadosa de un equipo de investigación que incluye a
médicos y otros profesionales de la salud
 Ayuden a los demás al contribuir a la investigación médica

Riesgos potenciales
Entre los riesgos de participar en los ensayos clínicos están los siguientes:

 Puede haber efectos secundarios desagradables, graves o incluso mortales debido al


tratamiento experimental.
 El ensayo puede requerir más tiempo y atención que el tratamiento estándar, incluyendo
visitas al sitio del ensayo, mayor cantidad de análisis de sangre, tratamientos adicionales,
hospitalizaciones o puede incluir dosis complejas de medicamentos.
Si decido participar en un ensayo clínico, ¿cómo se
protegerá mi seguridad?
Pautas éticas
El objetivo de la investigación clínica es desarrollar conocimientos que mejoren la salud de
las personas o aumenten la comprensión de la biología humana. Las personas que
participan en la investigación clínica hacen que esto sea posible. Para descubrir si un
medicamento nuevo es seguro o eficaz es necesario probarlo en pacientes voluntarios. Al
poner en riesgo a unas personas para el bien de los demás, la investigación clínica podría
aprovecharse de los pacientes voluntarios. El propósito de las pautas éticas es proteger a los
pacientes voluntarios y preservar la integridad de la ciencia. Las pautas éticas que se
utilizan hoy son principalmente en respuesta a abusos en las investigaciones en el pasado.

Consentimento informado
El consentimiento informado es el proceso en el que el posible participante aprende sobre
los datos más importantes del ensayo clínico antes de decidir si participará. El proceso de
dar a los participantes información continúa durante todo el ensayo. Para ayudar a que una
persona decida si participará o no, los miembros del equipo de investigación le explican los
detalles del ensayo. El equipo de investigación le da un documento de consentimiento
informado, que incluye los detalles sobre el ensayo, como su objeto, la duración, los
procedimientos requeridos, y con quién comunicarse para fines diversos. El documento de
consentimiento informado también explica los posibles riesgos y beneficios. Si el
participante decide inscribirse en el ensayo clínico, deberá firmar el consentimiento
informado. Este documento de consentimiento informado no es un contrato. Los
voluntarios tienen la libertad de salir del ensayo en cualquier momento.

Revisión por la Junta Institucional de Revisión


La mayoría pero no todos los ensayos clínicos en los Estados Unidos son aprobados y
supervisados por una Junta Institucional de Revisión (IRB, por sus siglas en inglés) para
garantizar que los riesgos sean mínimos y que valgan la pena por los posibles beneficios
que se pueden lograr. La IRB es un comité independiente formado por médicos,
estadísticos, y miembros de la comunidad que aseguran que los ensayos clínicos sean éticos
y que los derechos de los participantes estén protegidos. Los posibles participantes de una
investigación deberían preguntar al patrocinador o al coordinador de esa investigación si ha
sido revisada por una IRB.

¿Qué debo preguntar antes de decidir si quiero


participar en un ensayo clínico?
Si le ofrecen participar en un ensayo clínico, no dude en hacer cualquier pregunta o
mencionar cualquier duda que tenga sobre el ensayo en cualquier momento. Las siguientes
sugerencias le pueden dar algunas ideas del tipo de preguntas que puede hacer, además de
cualquier otra que usted tenga.

El ensayo

 ¿Cuál es el propósito del ensayo?


 ¿Por qué los investigadores creen que el método puede ser eficaz?
 ¿Quién financiará el ensayo?
 ¿Quién ha revisado y aprobado el ensayo?
 ¿Cómo se comprueban los resultados del ensayo y la seguridad de los participantes?
 ¿Cuánto tiempo durará el ensayo?
 ¿Cuáles serán mis responsabilidades si participo?

Posibles riesgos y beneficios

 ¿Cuáles son mis posibles beneficios a corto plazo?


 ¿Cuáles son mis posibles beneficios a largo plazo?
 ¿Cuáles son mis riesgos a corto plazo, como, por ejemplo, efectos secundarios?
 ¿Cuáles son mis posibles riesgos a largo plazo?
 ¿Qué otras opciones tienen las personas con mi enfermedad?
 ¿Cómo se comparan los posibles riesgos y beneficios de este ensayo con esas opciones?

Participación y cuidados

 ¿Qué tipo de tratamientos, procedimientos o pruebas me harán durante el ensayo?


 ¿Dolerá? Si es así, ¿por cuánto tiempo?
 ¿Cómo se comparan las pruebas del ensayo con las que me harían fuera del ensayo?
 ¿Podré tomar mis medicamentos regulares durante mi participación en el ensayo clínico?
 ¿Dónde recibiré mi atención médica?
 ¿Quién estará a cargo de mi cuidado?

Asuntos personales

 ¿Cómo puede este ensayo afectar mi vida diaria si participo en él?


 ¿Puedo hablar con otras personas que están participando en el ensayo?

Preguntas sobre el costo

 ¿Tendré que pagar por algo durante el ensayo como, por ejemplo, las pruebas o los
medicamentos del ensayo?
 Si es así, ¿alrededor de cuánto serán los costos?
 ¿Qué cosas probablemente me cubriría mi seguro médico?
 ¿Quién me puede ayudar a responder cualquier pregunta de mi compañía de seguro médico
o plan de salud?
 ¿Habrá gastos de viaje o de cuidado de niños que tengo que tener en cuenta mientras estoy
en el ensayo?
Consejos sobre cómo hacer preguntas a su médico sobre los ensayos
clínicos

 Piense en llevar a un familiar o amigo para que le apoye y le ayude a hacer preguntas o a
que grabe las respuestas.
 Planee con anticipación lo que va a preguntar, pero no dude en hacer cualquier pregunta
nueva que se le ocurra mientras esté allí.
 Anote sus preguntas de antemano para que le sea más fácil acordarse de todas.
 Anote las respuestas, para que después pueda revisarlas en cualquier momento.
 Pregunte si puede llevar una grabadora para grabar lo que se dice (incluso si anota las
respuestas).

¿Dónde puedo encontrar un ensayo clínico sobre la


salud mental?
En los Estados Unidos y en otras partes del mundo
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), la agencia de
investigación médica de la nación, lleva a cabo ensayos de investigación clínica para
muchas enfermedades y trastornos, incluyendo una variedad de trastornos mentales.

Para buscar ensayos sobre otras enfermedades y trastornos, puede visitar el sitio web en
inglés de ClinicalTrials.gov. Esta base de datos de ensayos clínicos tiene información sobre
los ensayos apoyados por el gobierno federal y por entidades privadas, que se realizan en
los Estados Unidos y en otras partes del mundo. Contiene un registro donde se pueden
realizar búsquedas y que le dará un listado de ensayos que cumplen con los criterios que
usted ingresó. ClinicalTrials.gov ofrece información sobre el propósito del ensayo clínico,
quién podrá participar, dónde lo están realizando y los números de teléfono donde llamar
para obtener más detalles. Esta información debe usarse junto con los consejos que le den
sus proveedores de atención médica.

En el centro clínico de los NIH localizado en Bethesda, Maryland


El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) es la principal
agencia federal para las investigaciones sobre los trastornos mentales. El NIMH es uno de
27 institutos y centros que forman parte de los NIH.

Los investigadores del NIMH realizan un gran número de estudios de investigación con
pacientes y voluntarios sanos. Los ensayos se llevan a cabo en el Centro Clínico de los
NIH, un hospital dedicado a la investigación de la más alta calidad, que está situado en
Bethesda, Maryland, cerca de Washington, DC. Algunos ensayos inscriben a participantes
de manera local, otros a nivel regional o nacional. Puede encontrar los requisitos para
participar en el ensayo para los participantes adultos, niños y voluntarios sanos, así como
información adicional en los sitios webs en inglés del NIMH Join A
Study o www.nimh.nih.gov (en este último, ingrese “Join a Study” en la casilla de
búsquedas).
Si usted cumple con los requisitos para participar en un ensayo, se le hará una evaluación
médica relacionada con ese estudio, se le ofrecerá tratamiento y, en algunos casos, hasta se
le proporcionará el transporte a los NIH, sin costo alguno para usted ni para su plan de
salud.

Después de encontrar un ensayo clínico, ¿cuál es el


siguiente paso?
Una vez que encuentre un ensayo clínico que le interese, comuníquese con el coordinador
de ese estudio o ensayo. Generalmente, puede encontrar su información de contacto en la
descripción del ensayo. El siguiente paso es una cita de evaluación médica para determinar
si usted cumple con los requisitos para participar. En esta cita también tendrá la
oportunidad de hacer sus preguntas sobre el ensayo.

Avísele a su médico que usted está pensando participar en un ensayo clínico. Es posible que
quiera hablar sobre su salud con el equipo de investigación para asegurarse de que el
ensayo sea seguro para usted y para coordinar con ellos su atención médica mientras usted
participa en el ensayo.

Esta información llega a usted gracias a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

Para más información


Sitios web de los NIH sobre los ensayos clínicos y usted
Para ayudarle a entender qué significa participar en un ensayo clínico, los NIH tienen
información básica en el Internet sobre los ensayos clínicos. Esto incluye información sobre
los beneficios y los riesgos, quién es responsable de los costos de la investigación, y cómo
se protege su seguridad. También hay recursos de promoción y educación para
profesionales de la salud, los pacientes y sus familias. Visite los siguientes sitios web de los
NIH sobre los ensayos clínicos:

http://salud.nih.gov/investigacion-clinica/ (español) y http://www.nih.gov/health-


information/nih-clinical-research-trials-you (inglés).

Comuníquese con nosotros


Si tiene preguntas sobre la salud mental, desea pedir copias de las publicaciones o quiere
saber más sobre las investigaciones, políticas y prioridades del NIMH, por favor
comuníquese con un especialista en información en el Centro de Recursos de Información
del NIMH usando la información de contacto que se indica a continuación:

Teléfonos
1-866-615-6464 (llamada gratis dentro de los Estados Unidos)
1-301-443-8431 (teléfono TTY para personas con problemas auditivos)
1-866-415-8051 (teléfono TTY gratuito dentro de los Estados Unidos)
Tenemos especialistas en información bilingües (español e inglés)
De lunes a viernes
De 8:30 a.m. a 5:00 p.m. hora del este de los EE.UU.

Fax y correo electrónico


Fax: 1-301-443-4279
Correo electrónico: nimhinfo@nih.gov
Puede escribirnos en español o en inglés

Correo
Instituto Nacional de la Salud Mental
Oficina de Política Científica, Planificación y Comunicaciones
División de Redacción Científica, Prensa y Difusión
6001 Executive Boulevard, Room 6200, MSC 9663
Bethesda, MD 20892-9663

Para pedir publicaciones gratis en español o inglés o para recibir alertas por correo
electrónico vaya a http://www.nimh.nih.gov (inglés). Para ver nuestras publicaciones en
español, vaya a http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/index.shtml (español)

Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos


Institutos Nacionales de la Salud
Instituto Nacional de la Salud Mental

Publicación de NIH Núm. SP 16-4379


Traducida en febrero del 2016

Introducción. La epilepsia postraumática representa un 4% de la


prevalencia de la enfermedad y es una de las secuelas más difíciles de
prevenir. Se han descrito factores de riesgo que pueden predecir la
aparición de las crisis.

Caso clínico. Varón de 7 años que sufre un traumatismo


craneoencefálico (TCE) grave que requiere ingreso en la unidad de
cuidados intensivos (UCI). En el estudio de neuroimagen se observan
numerosos focos contusivos con predominio en el hemisferio izquierdo y
sangre en III y IV ventrículo y asta frontal de ventrículo lateral izquierdo.
El paciente tiene importantes secuelas del TCE: hemiplejía espástica
derecha y hemiparesia con hipertonía en el lado izquierdo, junto a
ceguera completa de ambos ojos por atrofia papilar bilateral. Se
realizaron EEG seriados donde se observó desde un registro con
períodos alternantes de grafoelementos hipervoltados sobre un trazado
de muy bajo voltaje, hasta una actividad continua de bajos voltajes y
frecuencias lentas. No presentó grafoelementos con morfología aguda.
No obstante, dicho paciente al año y medio del TCE sufre la primera
crisis parcial identificándose en el EEG un foco epileptógeno en
hemisferio izquierdo. A los dos años del traumatismo ha sufrido siete
crisis. No había recibido tratamiento antiepiléptico tras el traumatismo.

Conclusiones. Presentamos un caso de epilepsia secundaria a un TCE


que sufre su primera crisis al año y medio tras el traumatismo. Teniendo
en cuenta los factores de riesgo, se plantea si el tratamiento profiláctico
antiepiléptico podría haber resultado beneficioso.

Primeros auxilios psicológicos e intervención en crisis desde el Trabajo Social Juana María Rabelo
Maldonado Diplomada en Trabajo Social, Trabajadora Social Ayuntamiento de Málaga Resumen
Cada vez, con mayor frecuencia, los Trabajadores Sociales, en el ejercicio de nuestra profesión,
nos encontramos expuestos a situaciones de mayor complejidad social, a las que debemos dar
respuesta desde nuestra disciplina. La sociedad, dinámica y cambiante, nos abre nuevos
horizontes pero, de igual manera, también nos exige una mayor preparación y formación para dar
respuesta a las necesidades de la persona desde una perspectiva bio-psico-social; comprendiendo
al ser humano como una totalidad de diversidades que conforman a la persona como única y con
unas necesidades propias, inherentes a su propia persona y heterogéneas. Este hecho, nos obliga
a ir más allá en nuestras intervenciones, abarcando aspectos y realidades cada vez más diversas y
variadas; profundizando, al mismo tiempo, en la diversidad de las emociones y relaciones
humanas. Palabras Claves Primeros auxilios psicológicos, intervención en crisis, emergencias,
factores predisponentes, comunicación, proceso de duelo. JUANA MARÍA RABELO MALDONADO
[122] Documentos de Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 1.-
Introducción Atendiendo a la complejidad de los seres humanos que somos, las demandas sociales
son cada vez más complejas y, por tanto, demandan atenciones de mayor especialización técnica.
Por este motivo, las necesidades adquieren diferentes matices y, prioritariamente, las necesidades
de carácter emocional están demandando cada día mayor atención por parte de los profesionales
de Trabajo Social. Esta es una necesidad que no podemos dejar sin atender ya que las “lesiones
psicológicas” producidas por la multitud de situaciones de crisis a las que deben hacer frente las
personas en la cotidianidad de su vida (enfermedades, accidentes, divorcios, desahucios judiciales,
pérdida de seres queridos, depresión, soledad, pérdida de autonomía personal, siniestros, vivencia
de situaciones traumáticas o de violencia, pérdidas materiales, de estatus económico, etc.)
suceden con frecuencia en la población a la que atendemos; afectando emocionalmente a las
familias y paralizándolas en su acción. De otro lado, la dilución de los sistemas tradicionales de
apoyo, que están perdiendo su efectividad, unido a los rápidos proces Documentos de Trabajo
Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 [123] PRIMEROS AUXILIOS
PISOLÓGICOS E INTERVENCIÓN EN CRISIS DESDE EL TRABAJO SOCIAL 2.- Presentación del tema. La
Intervención en crisis Siguiendo a Caplan y a Erikson, las crisis son entendidas como “una
respuesta de disrupción en la homeostasis psicológica del individuo, en la que fallan los
mecanismos de afrontamiento habituales tendentes a reinstaurar dicha homeostasis, lo cual va
acompañado de todo un conjunto de consecuencias conductuales, emocionales, cognitivas y
biológicas en la persona”. 1 Silvia Bleichmar entiende por crisis “la repercusión psicológica de
complejas situaciones vitales, la forma en que estas son vividas por la persona, a partir de
múltiples y muy variados factores histórico-coyunturales: su inscripción económico-social, familiar,
su propia historicidad, sus vicisitudes como sujeto psíquico (fundamentalmente inconscientes),
etcétera”.2 De otro lado, “una crisis es una combinación de situaciones de riesgo en la vida de una
persona que coinciden con su desorganización psicológica y necesidad de ayuda. La crisis
representa el peligro de una mayor vulnerabilidad al trastorno mental como la oportunidad para el
desarrollo de la persona. La crisis es una experiencia que siempre está presente en la vida de los
seres humanos”3 . Durante la vivencia de una crisis, la persona pierde de forma transitoria o
definitiva una serie de aportes con los que ha contado; encontrando comprometida su estabilidad.
Estos aportes pueden tener diferentes dimensionalidades, pudiendo ser tanto físicos (alojamiento,
economía, alimentación, salud, autonomía, etc.) como psicosociales (de relación con los otros,
seguridad, pertenencia, confianza, etc.) así como de otra índole, que pueden afectar a su salud
mental. 4 Dicho esto, la persona puede encontrarse en muchas situaciones de emergencia “la
intervención psicológica en crisis se orienta hacia la expresión de los sentimientos y experiencias
internas de la persona que se relacionan con el evento o eventos que provocaron el desajuste,
facilita la elaboración del duelo ante la pérdida, en ocasiones de bienes materiales, pero en otros
casos ante la irreparable pérdida de un ser querido”. 5 La intervención en crisis consiste en “un
tratamiento intensivo que requiere la habilidad para la creación de un clima óptimo de
comunicación que facilite: (a) la libertad de expresión por parte de la persona en crisis, (b) la
aceptación de la persona y de su situación, (c) la expresión de la capacidad para escuchar de
manera empática, (d) la búsqueda de soluciones realistas, y (e) la expresión natural de afecto y
cercanía. Se trata de propiciar una situación de seguridad psicológica que permita la exploración
de los eventos críticos en un contexto de realidad.6 3.- Desarrollo de los aspectos del tema 3.1.-
Los primeros auxilios psicológicos Los PAP (primeros Auxilios Psicológicos): concepto,
características y objetivos. Caracte1 Lorente Gironella, F. Asistencia Psicológica a Víctimas,
Psicología para bomberos y profesionales de las emergencias. Arán Ediciones, Madrid, 2008, p. 39
2 Bleichmar, S, “et al”. Intervención en crisis, ¿encuadre o dispositivo analítico? Serie comentarios
Psicoanalíticos 2., 3ª Ed., Editorial Brujas, Córdoba-Argentina, 2005, p. 36. 3 Gómez Del Campo
Estrada, J.F. Intervención en las crisis: Manual para el entrenamiento. Departamento de Psicología.
Plaza y Valdés Editores, Mexico, 1994. P. 10. 4 Lorente Gironella, F. Op. Cit., p. 39 5 Gómez Del
Campo Estrada, J.F. Op. Cit., pp. 10-11. 6 Ibid, p. 11. JUANA MARÍA RABELO MALDONADO [124]
Documentos de Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 rísticas de los
PAP:7 - Son intervenciones de primera instancia. - Son inmediatas y de corta duración. - Están
dirigidas a cualquier persona impactada por un incidente crítico. - Su objetivo principal es
proporcionar apoyo, reducir el peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos
de ayuda. - Los PAP los proporciona cualquier persona suficientemente entrenada y formada. - Se
proporcionan principalmente en el mismo lugar del suceso. El objetivo de nuestra intervención es
“ayudar a la persona a aceptar lo sucedido, expresar sentimientos, facilitar que busque soluciones
y apoyo social, ayudar a que recupere el nivel de funcionamiento que tenía antes del incidente y
prevenir la aparición de consecuencias negativas para su salud mental”.8 Los objetivos que
persiguen los PAP son, según Gómez-Mascaraque y Corral Torres, los siguientes:9 - Proporcionar
apoyo, facilitando que la persona se sienta escuchada y comprendida, facilitando la expresión de
sentimientos y la ventilación de emociones negativas como el miedo, la tristeza, la angustia o el
enfado. - Reducir la mortalidad: al entender que el suceso estresor puede generar situaciones
violentas como agresiones a otras personas o a sí mismo; actuando en consecuencia para evitarlo
(desarrollar su red de apoyo informal, favorecer su ingreso hospitalario, etc.) - Ser el nexo de
unión con recursos de ayuda, proporcionándole información sobre los recursos necesario y
brindándole orientación sobre qué hacer y cómo hacerlo. “La búsqueda de apoyo social será
fundamental para toda persona que haya vivido un suceso crítico, sin embargo, debemos prestar
especial atención ante grupos específicos como niños, ancianos y discapacitados”.10 3.2.-
Regulación jurídica de nuestra actuación profesional ante situaciones de crisis En este sentido, los
Trabajadores Sociales tenemos mucho que aportar, y más teniendo en cuenta las funciones
generales de nuestra profesión, clarificadas y reconocidas en nuestro Código Deontológico, que
expresa, en su artículo segundo, lo siguiente11: Los trabajadores sociales se ocupan de planificar,
proyectar, calcular, aplicar, evaluar y modificar los servicios y políticas sociales para los grupos y
comunidades. Actúan en 7 Gómez-Mascaraque Pérez, F.J. y Corral Torres, E. Apoyo psicológico en
situaciones de emergencia Técnico en Emergencias Sanitarias, 7. Avalado por la Sociedad Española
de Medicina de Urgencias y Emergencias y por la Sociedad Española de Medicina de Catástrofes
(SEMECA). Aran Ediciones S.L., Madrid, 2009, pp. 72-73. 8 Ibid, p. 74 9 Loc. Cit. 10 Ibid, p. 78. 11
Asamblea General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales,
aprobado en su sesión extraordinaria de 29 de mayo de 1999, art. 2, p. 3.
http://www.cgtrabajosocial.es/index.php?option=com_content&task=view&id=317&Itemid=16.
Consultado en octubre de 2010. Documentos de Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN
Electrónico 2173-8246 [125] PRIMEROS AUXILIOS PISOLÓGICOS E INTERVENCIÓN EN CRISIS DESDE
EL TRABAJO SOCIAL muchos sectores funcionales utilizando diversos enfoques metodológicos,
trabajan en un amplio marco de ámbitos organizativos y proporcionan recursos y prestaciones a
diversos sectores de la población a nivel microsocial, social intermedio y macrosocial. De ello se
desprende: Información, Investigación, Prevención, Asistencia, Promoción, Mediación,
Planificación, Dirección, Evaluación, Supervisión y Docencia. También en su artículo 8º, donde se
explicita que “Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad de dedicar sus conocimientos y
técnicas, de forma objetiva y disciplinada, a ayudar a los individuos, grupos, comunidades y
sociedades en su desarrollo y en la resolución de los conflictos personales y/o sociales y sus
consecuencias”.12 De otro lado, y atendiendo a la definición de Trabajo Social adoptada por la
Asamblea de la FITS en Montreal en julio de 2000, se entiende por esta lo siguiente: La profesión
de trabajo social promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas
y el fortalecimiento y la liberación del pueblo para incrementar el bienestar. Mediante la
utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social
interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los
Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el trabajo social.13 “(…) Su misión
es la de facilitar que todas las personas desarrollen plenamente sus potencialidades, enriquezcan
sus vidas y la prevención de las disfunciones. El trabajo social profesional está enfocado a la
solución de problemas y al cambio”.14 En cuanto al desarrollo de su teoría, se expresa lo
siguiente; El trabajo social basa su metodología en un cuerpo sistemático de conocimientos
sustentados en la experiencia y derivados tanto de la investigación y evaluación de la práctica,
incluidos los contextos locales e indigenos. Reconoce la complejidad de las interacciones entre los
seres humanos y su entorno así como la posibilidad de que, por un lado, las personas se vean
afectadas por las múltiples presiones que recaen sobre ellas y por otro lado, la posibilidad de las
mismas de cambiar dichas presiones incluidos los factores biopsicosociales. La profesión de
trabajo social recurre a teorías acerca del desarrollo y comportamientos humanos así de los
sistemas sociales, para analizar las situaciones complejas y facilitar los cambios personales,
organizativos, sociales y culturales.15 Por último, hace mención a su práctica: El trabajo social se
enfrenta a las fronteras, desigualdades e injusticias que existen en la sociedad. Responde a las
crisis y emergencias así como a los problemas personales y sociales del día a día. Utiliza distintos
conocimientos, técnicas y actividades consecuentes con su centro de atención holístico en las
personas, por un lado y en sus entornos por otro. Las intervenciones de trabajo social abarcan
desde los procesos psicosociales focalizados a nivel individual, hasta el compromiso con la política,
la planificación y el desarrollo sociales. Estos incluyen el asesoramiento, el trabajo social 12 Ibid,
art. 8, p, 4. 13 FITS, Definición de Trabajo Social, Aprobada por la Asamblea de la FITS, Montréal,
Canada, en Julio de 2000, http://www.ifsw.org/ p38000377.html. Consultado en octubre de 2010.
14 Ibid. 15 Ibid. JUANA MARÍA RABELO MALDONADO [126] Documentos de Trabajo Social · nº47 ·
ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 de casos, el trabajo social con gr Documentos de
Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 [127] PRIMEROS AUXILIOS
PISOLÓGICOS E INTERVENCIÓN EN CRISIS DESDE EL TRABAJO SOCIAL • Estancia en prisión • Etc.
No hay que olvidar que los menores, constituyen un colectivo de especial vulnerabilidad y que las
situaciones traumáticas o de crisis que pudieran afectarles van a tener una mayor repercusión en
estos, que si de un adulto se tratara. Para valorar estas dimensiones, resulta necesario pensar en
la persona como en el ser bio-psico-social que es, teniendo en cuenta su trayectoria e historia de
vida, sus vivencias y experiencias traumáticas anteriores; que pueden sumarse ya de por sí, a esos
factores predisponentes mencionados anteriormente. Estas situaciones de crisis, a menudo han
podido tener en la persona consecuencias tanto físicas como psíquicas, que el Trabajador Social
deberá tener en cuenta a la hora de implementar su intervención. 3.4.- La formación que deben
tenerlos profesionales para trabajar en crisis y emergencias sociales El desarrollo de actitudes y
habilidades para facilitar la comunicación y la expresión de sentimientos va a resultar clave si
nuestra actuación persigue el alivio del sufrimiento humano, a través de nuestra intervención
profesional. En muchas ocasiones, lo que necesita la persona puede no consistir en la obtención
de recurso sino, por el contrario, en una necesidad que va más allá de todo eso; lo que nos está
expresando es una demanda de tipo emocional donde poder desahogarse y sentirse escuchada y
aliviada. Además, esta actuación es fundamental para reducir el impacto de estas situaciones de
“crisis” sobre la vida y la salud emocional de las personas y familias. Identificar estas situaciones
de crisis va a resultar fundamental como estrategia preventiva de mayores desarreglos y va a
posibilitar la canalización de todas esas emociones negativas que están paralizando a la persona y
que pueden posicionarla en una situación grave riesgo social. El papel de Trabajador Social ante
situaciones de crisis, en el desempeño de la relación de ayuda y a través de la implementación de
primeros auxilios psicológicos, va a dar respuesta a las necesidades emocionales de esa persona;
ayudándola a clarificar las posibilidades que tiene y a ventilar sentimientos angustiantes. Ojo, no
se trata de iniciar con la persona una sesión de psicoterapia. Igualmente, tampoco se trata de un
intrusismo profesional; simplemente consiste en permitir que las emociones afloren a través de la
comunicación, con el simple objetivo de proporcionar alivio a través de la descarga y la
exteriorización de las emociones, en una interacción de ser humano a ser humano para, a partir de
ahí iniciar una intervención profesional dirigida al desarrollo y la estimulación, acompañando y
asesorando en las posibilidades de acción, dejando que tome sus propias decisiones; y no dejar
que quede atrapada en una situación paralizante de crisis. Tras esta actuación, algunos
necesitarán ayuda profesional, otros saldrán adelante pero con algunas secuelas psicológicas y
otros habrán activado sus mecanismos de resiliencia para, a pesar del dolor sufrido, salir
fortalecidos del suceso. Reviste especial importancia tener en cuenta que “la psicología de
urgencia resuelve JUANA MARÍA RABELO MALDONADO [128] Documentos de Trabajo Social · nº47
· ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 situaciones para las que nadie se encuentra
capacitado por las experiencias previas y una adecuada preparación emocional”17. Por este
motivo, la formación resulta clave. El no dejar nada a la improvisación y saber actuar en todo
momento desde una perspectiva empática, sin presionar ni emitir juicios de valor, sin hacer falsas
promesas pero ayudando a establecer objetivos claros, proporcionando a la persona alternativas
de acción; se va a convertir en una función profesional de especial significación. “Para prestar
ayuda, quien lo haga debe conocer algo más que las técnicas reposadas y amables de la terapia
tradicional, de la búsqueda de las causas en el pasado y de apelar a la razón; la psicología de
urgencia y la capacidad para resolver de manera adecuada las manifestaciones de la interacción
violenta, son habilidad para las que la mayoría de nosotros, sin importar el grado de nuestra
experiencia clínica, no está bien preparada”.18 Esto recobra su mayor importancia en tanto que
nos va a permitir “resolver estas manifestaciones concretas en el momento presente”19. Estas
manifestaciones pueden tratarse de conductas violentas o fuertemente estresantes o
angustiantes. Muchas personas están expuestas a situaciones de violencia emocional y psicológica
de forma frecuente, las familias con las que trabajamos no son ninguna excepción. Así como a
otras situaciones traumáticas. 3.5.- La concreción del trabajo a realizar Para centrarnos en el
abordaje de este campo, procedería dar contestación a la siguiente pregunta: ¿Cómo se afronta
este tipo de intervención? Lo primero sería la clarificación de unos objetivos al respecto. En
relación a esto, lo que se pretende con la implementación de Primeros Auxilios Psicológicos y
Emocionales es “auxiliar a la persona para que en lo inmediato afronte la crisis, pudiendo
restablecer el control sobre sus sentimientos para enfrentar la realidad y establecer contacto con
la situación”.20 Esto va a ser actuación trascendental para el Trabajador Social, en tanto que va a
posibilitar la conexión de la persona con su vida; orientándola en lo necesario para que retome en
contacto. “Nos referimos a la ayuda e inmediata intervención que se les ofrece ante la urgencia a
víctimas y personas afectadas, empleando diferentes estrategias para así ofrecer la mejor
contención posible”, “esto se realiza ante estados de crisis, al estar saturados los mecanismos de
adaptación de la persona que está atravesando una situación que desconoce y la cual dificulta de
alguna manera su curso de vida. Esta incapacidad de adaptación es una peligrosa situación, ya que
se ve elevado el nivel de estrés, desencadenándose cambios extremos en la impulsividad y la
excitación, ante los cuales los mecanismos de defensa no funciona, al igual que los mecanismos de
adaptación, los cuales se verán disminuidos 17 Sullivan Everstine, D., Everstine, L. Personas en
crisis: Intervenciones Terapéuticas Estratégicas. Trad. Rodriguez, J.I., Moreno Manzur, G. Ed. Pax
México, México, 2007, p. 10. 18 Ibid, p. 11 19 Loc. Cit. 20 Nuñez, D.O. Primeros auxilios
psicológicos y emocionales. Material de uso para bomberos voluntarios ante situaciones
operativas de : emergencias, crisis, pánico y catástrofes. Edit. Dunken, argentina, 2005, pp. 8.
Documentos de Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 [129]
PRIMEROS AUXILIOS PISOLÓGICOS E INTERVENCIÓN EN CRISIS DESDE EL TRABAJO SOCIAL
precipitadamente”.21 El Trabajador Social debe ser consciente de ello y no perder de vista ni las
emociones, ni los sentimientos de la persona que atraviesa por una situación de crisis. Por tanto,
las intervenciones que se realicen, tenderán al restablecimiento del equilibrio emocional y
perseguirán los objetivos de: “Brindar protección y seguridad, así como también aliviar
inmediatamente, o a corto plazo, síntomas de estrés, previniendo de este modo la aparición de
futuras reacciones”22. El proporcionar apoyo a la persona en el mismo momento que lo requiere
permite aliviar su sobrecarga emocional y posibilita el desahogo de la ansiedad. Esta actuación
añade un elevado valor a la intervención. La actuación a desarrollar y que comprendería el ámbito
de los primeros auxilios psicológicos y emocionales, según Núñez, son los siguientes:23 •
Protección: Donde lo prioritario es proporcionar seguridad y resguardo a la persona. Para ello, el
Trabajadores Sociales gestionarán los recursos que consideren necesarios y harán uso de las
técnicas necesarias, tales como la derivación de las personas a los servicios oportunos (centro de
acogida). • Contacto: Donde se deberá promover el contacto tanto emocional, como físico. En
relación a este último tipo de contacto, aclarar que este no se llevará a cabo en situaciones que
resulten contraproducentes (como es el caso de las agresiones sexuales) o cuando nuestro
interlocutor sea de un sexo diferente al nuestro (para que no dé lugar a malas interpretaciones).
En todo momento, el profesional debe mostrarse receptivo a las necesidades. • Aceptar sin juzgar
los sentimientos: El objetivo es tranquilizar a la persona, por lo que se deberá evitar hablar de
culpables o realizar juicios de valor. • Aceptar nuestras limitaciones y la imposibilidad de resolver
todo en el momento: Esto es imprescindible para poder actuar de forma responsable. • Evaluar las
capacidades de la persona o grupo: Determinando sus facultades (orientación temporo-espacial,
estado emocional, procesamiento de lo ocurrido, etc.) para poder anticiparnos a sus necesidades.
Lo importante es la detección de las preocupaciones de la persona y ayudarla en la resolución de
las mismas (facilitarle el contacto con las personas que precise, darle la información necesaria,
etc.). • Brindar opciones: La persona ante esta situación es incapaz de decidir, por lo que se la
deberá ayudar en la elaboración de una lista de alternativas o soluciones posibles. • Acciones
concretas y estimulantes: Estableciendo objetivos e incitación a la acción. • Ofrecer información:
sobre todos los recursos sociales disponibles. • Seguimiento: Imprescindible para valorar la
evolución de la persona y su situación. 21 Ibid, p. 9. 22 Ibid, p. 10. 23 Ibid., pp. 13-16. JUANA
MARÍA RABELO MALDONADO [130] Documentos de Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN
Electrónico 2173-8246 3.6.- El manejo de la comunicación Estas estrategias son importantes tanto
para los receptores de nuestra intervención como para la propia seguridad del profesional en el
desempeño de su trabajo. En más ocasiones de las deseables, el Trabajador Social tiene que
enfrentarse con personas extremadamente agitadas o enfadadas, afectadas por un fuerte estrés,
que sufren violencia familiar, que padecen enfermedad mental o, incluso, con personas que
amenazan con suicidarse.24 Por todo ello, la forma en la que nos comunicamos reviste especial
importancia, ya que no solo hablan las palabras, sino los gestos, la entonación, el ritmo,
vocabulario, y las posturas que adoptamos, entre otras. Mantener una actitud serena, no
manifestar temor, evitar las negaciones y las confrontaciones así como permitir a la persona
expresarse, nos va a posibilitar que esta disminuya los sentimientos negativos hacia nosotros, así
como una apertura a la comunicación. De otro lado, hay que tener en cuenta que “los desacuerdos
de contexto surgen con referencia a la manera como una persona percibe mal a la otra durante
una conversación, o la manera como una ha interpretado mal lo que dice la otra.”25 Esta
distorsión puede venir dada por factores culturales, diferentes percepciones del mundo, sistema
de valores distintos o bien, que provenga de un ambiente socioeconómico diferente o grupo
étnico. La función principal es “comprender la visión del mundo de la persona en crisis”.26 Ambos
autores citan a Watzlawick, (1964, p.4), para dejar constancia de que “el mensaje enviado no es,
necesariamente, el mensaje recibido”, “solo porque una persona haya dicho algo, esto no significa
que la otra haya entendido lo dicho”.27 Las personas perciben en función de sus sentimientos,
valores, creencias, por lo que las mismas palabras no tendrán los mismos efectos, ni la misma
significación en todas las personas. Por ese motivo hay que asegurarse que el mensaje llega y que
no lo hace distorsionado. Para ello, el Trabajador Social, deberá tener ciertas habilidades para
establecer la comunicación más adecuada con la persona que tiene delante. Definimos empatía
como la capacidad de sintonizar afectivamente con la otra persona. No significa estar de acuerdo
con lo que la persona esté sintiendo, sino aceptar y respetar los sentimientos, y reconocer que
puede tener razones para sentirse o actuar de ese modo”28. “El estilo de comunicación asertivo
hace que la persona se encuentra bien consigo misma y con los demás, por lo que debemos de
observar las habilidades que conlleva este estilo de comunicación, interiorizarlas y utilizarlas en
nuestra vida diaria”.29 24 Sullivan Everstine, D., Everstine, L. Op. Cit., p. 39. 25 Ibid., p. 40. 26 Ibid.,
p. 41. 27 Ibid., p. 42. 28 Gómez-Mascaraque Pérez, F.J. y Corral Torres, E. Op. Cit., p. 114 29 Ibid.,
p. 115. Documentos de Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 [131]
PRIMEROS AUXILIOS PISOLÓGICOS E INTERVENCIÓN EN CRISIS DESDE EL TRABAJO SOCIAL 3.7.- La
importancia de atender al proceso de duelo “Se denomina duelo a la reacción conductual
(pensamiento, emoción y acción) que se produce tras la muerte de un ser querido y otra pérdida
significativa (ruptura de pareja, perdida de trabajo, etc.) Se trata de un proceso que permite al
individuo adaptarse a la pérdida”.30 En el proceso de duelo aparecen sentimientos de enfado,
culpa, tristeza, incredulidad, confusión, alucinaciones, así como trastornos del sueño y la
alimentación, asilamiento social y otras conductas desordenadas.31 Poseer estrategias y
habilidades para la ayuda ante situaciones especiales como el duelo (tener capacidad de escuchar,
saber comunicar malas noticias o saber manejarse en la interacción con personas agresivas, o con
diferentes colectivos: menores, ancianos, enfermos mentales, personas en situación de
dependencia personal, etc.), teniendo, además, en cuenta las emociones de los afectados por
estas situaciones de crisis o en situación de riesgo social debido a ellas, así como saber reconocer
los sentimientos y las reacciones normales de las personas afectadas, conocer los elementos que
acompañan a un proceso traumático, conocer las manifestaciones del estrés ante un proceso de
estas características, es primordial para que no fracase nuestra intervención y podamos
restablecer una recuperación. En otras palabras, hay que estar “despiertos” ante este tipo de
señales. Cualquier situación de crisis o emergencia, puede desencadenar una situación de riesgo
social añadida, sobredimensionando la afectación de las personas víctimas de la misma. Por
último, hacer mención a las tareas que debe cumplir una persona para terminar el proceso de
duelo, siendo estas las siguientes:32 1) Aceptar la realidad de la perdida 2) Trabajar las emociones
y el dolor por la perdida 3) Adaptarse al medio en el que el fallecido está ausente 4) Recolocar
emocionalmente al fallecido y continuar con la propia vida. 4.- Conclusiones y aportaciones
innovadoras La importancia de la prevención del sufrimiento humano, desde los aportes de
nuestra disciplina y desde nuestro ámbito de intervención, va a resultar fundamental en todas
aquellas situaciones de afectación en las que la persona, por sí misma, no es capaz de “ver”. La
función profesional va a consistir, en este tipo de situaciones, en proporcionar alternativas de
actuación realistas, alentando y proporcionando opciones para que la persona retome
nuevamente las riendas de su vida. La intervención en crisis consiste en dar un valioso apoyo que
va a amortiguar los efectos negativos del padecimiento de una situación de crisis o de emergencia
social; en donde la persona necesita del apoyo y del soporte para hacer frente a la nueva
situación, sin que 30 Ibid., p. 90. 31 Loc. Cit. 32 Loc. Cit. JUANA MARÍA RABELO MALDONADO [132]
Documentos de Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 se cronifique
su situación y se estanque en la inmovilidad. Estas situaciones hacen que, desde nuestra profesión,
nos encontremos obligados a atender, además, otro tipo de necesidades, las de carácter
emocional; y que nos encontremos sensibilizados para la prevención del daño psicológico. La
importancia de atender a las personas cuando sufren, resulta imprescindible en tanto que atenúa
las consecuencias que se derivan de este estado y previene situaciones de mayor agravamiento.
Tener en cuenta la multidimensionalidad de las necesidades, sin olvidar aquellas de carácter
emocional, deben constituir un pilar básico de nuestra intervención, y tener un desarrollo directo
en nuestra práctica. Actuaciones como ayudar a la calma, no juzgar, motivar, mostrar
comprensión, hacer que se sienta escuchado, no forzar, no prometer cosas que no se vayan a
poder cumplir, ser honestos, mostrar afecto, tener empatía, comunicar sin herir, etc., van a ser
estrategias de intervención clave en muchos momentos de nuestro quehacer profesional e incluso
se van a configurar como una demanda explícita por parte de las personas a las que ayudamos
desde nuestra profesión. Esta actuación, para el Trabajador Social, no es gratuita. Esta requiere de
una consciente preparación en determinadas estrategias que comprendan tanto la adquisición de
adecuadas habilidades sociales, como otras destrezas en cuanto a crecimiento personal,
inteligencia emocional, afrontamiento del estrés, resolución de conflictos, técnicas de relajación,
autocontrol emocional, comportamiento asertivo, buena predisposición para el trabajo en equipo,
prevención del desgaste, etc. Por este motivo, reviste especial importancia cuidarnos por dentro y
dotarnos de estrategias que nos permitan dar este tipo de ayuda. 5.- Bibliografía - Asamblea
General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales, aprobado en
su sesión extraordinaria de 29 de mayo de 1999.
http://www.cgtrabajosocial.es/index.php?option=com_content&task=view&id=317&Item id=16.
Consultado en octubre de 2010. - Bleichmar, S, “et al”. Intervención en crisis, ¿encuadre o
dispositivo analítico? Serie comentarios Psicoanalíticos 2., 3ª Ed., Editorial Brujas, Córdoba-
Argentina, 2005, 186 pp. - FITS, Definición de Trabajo Social, Aprobada por la Asamblea de la FITS,
Montréal, Canada, en Julio de 2000, http://www.ifsw.org/p38000377.html. Consultado en octubre
de 2010. - Gómez Del Campo Estrada, J.F. Intervención en las crisis: Manual para el
entrenamiento. Departamento de Psicología. Plaza y Valdés Editores, México, 1994. 74 pp. -
Gómez-Mascaraque Pérez, F.J. y Corral Torres, E. Apoyo psicológico en situaciones de emergencia
Técnico en Emergencias Sanitarias, 7. Avalado por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias
y Emergencias y por la Sociedad Española de Medicina de Catástrofes (SEMECA). Aran Ediciones
S.L., Madrid, 2009, 164 pp. - Lorente Gironella, F. Asistencia Psicológica a Víctimas, Psicología para
bomberos y profesionales de las emergencias. Arán Ediciones, Madrid, 2008. 185 pp. - Núñez, D.O.
Primeros auxilios psicológicos y emocionales. Material de uso para bombe- Documentos de
Trabajo Social · nº47 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 [133] PRIMEROS AUXILIOS
PISOLÓGICOS E INTERVENCIÓN EN CRISIS DESDE EL TRABAJO SOCIAL ros voluntarios ante
situaciones operativas de: emergencias, crisis, pánico y catástrofes. Edit. Dunken, argentina, 2005,
84 pp. - Sullivan Everstine, D., Everstine, L. Personas en crisis: Intervenciones Terapéuticas
Estratégicas. Trad. Rodriguez, J.I., Moreno Manzur, G. Ed. Pax México, México, 2007. 308 pp.

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS

PRIMEROS AUXILIOS
PSICOLÓGICOS

Amalia Osorio Vigil

Desarrollo Humano Integral Ágape. Puebla, México

Resumen

Una crisis es un estado temporal de trastorno, que se caracteriza por una desorganización
reflejada en una incapacidad para enfrentar la situación adversa que se está viviendo, manejar
adecuadamente las emociones, enfocar el pensamiento y la conducta en resolver el problema.
Las crisis traen consigo distintos síntomas como: sentimientos de cansancio, agotamiento,
desamparo, tristeza, inadecuación, confusión, ansiedad, angustia, frustración, enojo, rabia,
cólera; además de síntomas físicos como llanto, sudoración, palpitación, temblor. La
intervención en crisis es la estrategia que se aplica en el momento de una crisis, su objetivo es
que la persona se recupere de este estado de trastorno y recupere la funcionalidad para poder
afrontar el evento a nivel emocional, conductual y racional. La intervención en crisis se divide
en: 1) Intervención en 1ª instancia: consiste en dar los primeros auxilios psicológicos y
restablecer el enfrentamiento inmediato ante la crisis que se está viviendo. 2) Intervención en
2ª instancia: consiste en brindar a las personas que lo requieren un proceso psicoterapéutico
dirigido a ayudar a translaborar los sucesos traumáticos. Los primeros auxilios psicológicos se
dan durante los primeros minutos y horas, después de la crisis, proporcionan apoyo, reducen el
peligro, brindan herramientas de afrontamiento y conectan a la persona en crisis con los
recursos de ayuda. La meta de los primeros auxilios psicológicos es restablecer el
enfrentamiento inmediato, ya que la persona se siente incapaz de enfrentar lo que está viviendo,
debido a un colapso en sus habilidades de afrontamiento. Es necesario auxiliarlo para que dé
pasos concretos hacia el enfrentamiento de la crisis. Los primeros auxilios psicológicos que
se aplican en los momentos de crisis son: 1. Realizar el contacto psicológico. 2. Examinación
de las dimensiones del problema. 3. Analizar posibles soluciones. 4. Asistir en la ejecución de
acción concreta. 5. Seguimiento.

Palabras claves: intervención, crisis, primeros auxilios psicológicos, afrontamiento,


restablecimiento.

Abstract

A crisis is a temporary state of disorder, which is characterized by a disorganization reflected in


an inability to cope with the adverse situation that he/she is living, to properly handle emotions,
helping the thinking and behavior in resolving the problem. Crises bring various symptoms such
as: feelings of fatigue, exhaustion, helplessness, sadness, inadequacy, confusion, anxiety,
anguish, frustration, anger, rage, cholera; in addition to physical symptoms such as crying,
sweating, palpitation and tremor. Crisis intervention is the strategy that is being applied at the
time of a crisis. It´s objective is that the person recovers from this state of disorder and retrieves
the functionality to be able to tackle the event to a better emotional level, behavior and
reasoning. The crisis intervention is divided into: 1) Intervention in 1st instance: consists in
giving the psychological first aid and reset the confrontation to the situation immediately before
the crisis began. 2) Intervention in 2nd instance: consists in offering to the people a
psychotherapeutic process aimed at helping process traumatic events. The psychological first
aid is given during the first minutes and hours after the crisis, provide support, reduce the danger,
provide tools for coping and connect to the person in crisis with the help resources. The goal of
the psychological first aid is to restore the confrontation immediately, since the person feels
unable to confront what is living, due to a collapse in their coping skills. It is necessary to help
him to take concrete steps toward confrontation of the crisis. The psychological first aid that
apply in moments of crisis are: 1. Perform the psychological contact. 2. Examination of the
dimensions of the problem. 3. Discuss possible solutions. 4. Assist in the implementation of
concrete action. 5. Follow-up

Key words: intervention, crisis, psychological first aid, coping, restoration

Primeros auxilios psicológicos

Los seres humanos a lo largo de su vida se enfrentan a distintas crisis. Slaikeu (1996)
describe la crisis como “un estado temporal de trastorno y desorganización,
caracterizado principalmente por la incapacidad del individuo para abordar situaciones
particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el
potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo”.
Se pueden distinguir dos tipos de crisis principalmente (Slaikeu, 1996):

 Circunstanciales

 De desarrollo

Las primeras se refieren a aquellos sucesos cuyo rasgo más sobresaliente es que se
relacionan con algún factor ambiental, como pueden ser la muerte de alguien querido,
una inundación o un incendio.

Las crisis relacionadas con el desarrollo se refieren a aquellas tareas que se deben
cumplir en la transición de una etapa de la vida a otra, que están implicadas en el
proceso de desarrollo mismo de cualquier persona.

Las situaciones de crisis dependen de la forma como cada individuo las perciba, las
interprete, las afronte y les dé un significado, esto influirá en la conceptualización que
se haga de la crisis, la cual repercutirá en la forma de ver el mundo de la persona a
partir de dicha situación.

Existen otros factores que interactúan como son las experiencias anteriores, los valores,
las estrategias de afrontamiento, las creencias, las redes de apoyo, la capacidad de
resiliencia, entre otros (Datilio y Freeman, 2000). Lo cierto es que ante una crisis hay
personas que despliegan estos recursos y las afrontan, y otras van a requerir apoyo del
exterior.

Halpern (1973) hace una descripción de aquellos síntomas que aparecen más
frecuentemente en las personas que atraviesan por una crisis:

 Sentimientos de cansancio y agotamiento

 Sentimientos de desamparo

 Sentimientos de inadecuación

 Sentimientos de confusión

 Síntomas físicos

 Sentimientos de ansiedad

 Desorganización del funcionamiento en sus relaciones laborales

 Desorganización del funcionamiento en sus relaciones familiares

 Desorganización del funcionamiento en sus relaciones sociales


 Desorganización en sus actividades sociales

Si las crisis no se afrontan correctamente y en un tiempo oportuno, se corre el riesgo


que la persona que experimentó dicho evento pueda padecer graves problemas
psicológicos (García, 2003).

Es por tanto, muy importante la intervención temprana ante las crisis, para esto se han
desarrollado técnicas que permiten ayudar a las personas –que no las afrontaron
adecuadamente– en corto tiempo y en forma eficaz a salir adelante y que esta
experiencia no le genere en el futuro un problema más grave, así han surgido por
ejemplo la psicoterapia breve para crisis, la intervención en crisis y los primeros auxilios
psicológicos, como la primera etapa de intervención dentro de una crisis.

Intervención en crisis

La intervención en crisis es la estrategia que se aplica en el momento de una


desorganización grave, resultado de una crisis de cualquier índole que no se haya
podido afrontar de manera eficiente.

El objetivo es ayudar a la persona a recuperar el nivel de funcionamiento que tenía


antes de la crisis, la restauración del equilibrio emocional y una mejora en cuanto a su
conceptualización de lo sucedido para apoyar en la activación de los recursos de
afrontamiento que se requiere.

Esta intervención se brinda de acuerdo al momento en el que se encuentre la persona


luego de la emergencia, la intervención en crisis puede darse en primera y en segunda
instancia; las diferencias entre una y otra consisten en el tiempo que se requiere, quién
la está brindando, en dónde, el procedimiento y las metas propuestas en el momento
de la intervención (Slaikeu, 2000).

Diferentes profesionales de la salud mental pueden intervenir en la atención en crisis,


por ejemplo, los psicólogos, psicoterapeutas, tanatólogos, psiquiatras, enfermeros,
paramédicos, brigadistas y demás personal capacitado para hacerle frente a
situaciones de emergencia.

La intervención en crisis como se mencionó anteriormente, se divide en:

 Intervención en 1ª instancia que consiste en dar los primeros auxilios


psicológicos y restablecer el enfrentamiento inmediato ante la crisis que se
está viviendo.
 Intervención en 2ª instancia que consiste en brindar a las personas que lo
requieren un proceso psicoterapéutico dirigido a ayudar a translaborar los
sucesos traumáticos, es decir a integrarlos de manera adecuada a la trama de
la vida, sin impacto traumático.

Primeros auxilios psicológicos

Es la intervención psicológica en el momento de crisis, entendiéndose como una ayuda


breve e inmediata de apoyo a la persona para restablecer su estabilidad personal a
nivel emocional, físico, cognitivo y conductual (social).

Las intervenciones de primera instancia por lo general son cortas y la ayuda es brindada
por cualquier persona de la comunidad que esté presente en el momento que surge la
necesidad en cualquier emergencia, esta ayuda puede ser brindada por policías,
enfermeras, cajeros en los bancos, padres y maestros, entre otros. Esta intervención
es llevada a cabo generalmente en el lugar donde se desarrolló la emergencia, o en el
lugar a donde las personas han sido trasladadas inmediatamente después de esta,
como son los hospitales, la escuela, el hogar, la calle o ambientes de trabajo (Slaikeu,
2000).

Se pretende que en los distintos espacios, ya sea educativos, empresariales,


gubernamentales, del sector salud, las personas se formen para brindar estos primeros
auxilios psicológicos de una manera más profesional y efectiva, se propone la creación
de brigadas de intervención en crisis que tengan herramientas concretas para brindar
a las personas que lo requieran.

La meta de los primeros auxilios psicológicos es que la persona salga del shock y active
sus recursos para recuperar su capacidad de afrontamiento. El objetivo es auxiliar a la
persona a dar pasos concretos hacia el afrontamiento de la crisis, lo cual incluye la
conceptualización del hecho, la clarificación de los pensamientos, el manejo adecuado
de las emociones y sentimientos, el control de la subjetividad, de la fantasía catastrófica,
de la sensación de amenaza y comenzar así el proceso de solución del problema.

Existen tres aspectos o subtemas de los primeros auxilios psicológicos que dan
dirección a la actitud del asistente (Slaikeu, 2000):

 Proporcionar apoyo

 Reducir la mortalidad

 Proporcionar el enlace con las fuentes de asistencia


Proporcionar apoyo es el primero, y se basa en la premisa de que es mejor para las
personas no estar solas, en los eventos de crisis, estresantes o traumáticos. De manera
concreta, ello significa permitir a la gente hablar para crear un vínculo de presencia,
calidez, empatía y escucha que permita aterrizar las ideas y proporcionar una atmósfera
en la que el temor, la ira, la ansiedad y otras emociones puedan expresarse libremente.

Reducir la mortalidad, se dirige a la salvación de vidas, bajo el lema “primero lo


supervivencia” y la prevención del daño físico durante la crisis. Es frecuente, que
algunas crisis conduzcan al daño físico (como golpear a los hijos o al cónyuge) o aun a
la muerte (suicidio, homicidio). Una submeta determinante para los primeros auxilios
psicológicos es, entonces, tomar medidas para hacer mínimas las posibilidades
destructivas y desactivar la situación.

Por último, proporcionar el enlace con las fuentes de asistencia, esta submeta se
vincula directamente con la definición de la crisis vital como un período en el que los
suministros y recursos personales se han agotado (Miller e Iscoe, 1963). Antes que
tratar de resolver el problema completo de manera inmediata, el asistente fija con
precisión las necesidades fundamentales y entonces realiza una remisión adecuada a
algún otro asistente o agencia. Algunas veces está remisión será para orientación
individual de tipo (de terapia para crisis) breve. Otras veces será para asistencia legal
o auxilio de parte de una agencia de servicio social.

Una vez revisados estos tres aspectos de manera general, es importante concretizar
cuáles son los primeros auxilios psicológicos que se aplican en los momentos de crisis
(Slaikeu, 2000), ya que la aplicación de estos, le permitirá a la persona afrontar de
manera eficiente y eficaz la situación de emergencia, que de otra manera lo hubiera
dejado paralizado o inutilizado.

Primeros auxilios psicológicos

1. Realizar el contacto psicológico

2. Examinar las dimensiones del problema

3. Analizar las posibles soluciones

4. Asistir en la ejecución de una acción concreta

5. Darle seguimiento
Realizar el contacto físico

Significa escuchar totalmente a la persona, con toda la carga afectiva, emocional y


conductual que esto conlleva, lo mismo los hechos que los sentimientos y/o las
emociones; sin juicio y sin reclamo… y la utilización paralela de lineamientos reflexivos,
y frases de conexión y empatía para que la persona sepa que de manera real
escuchamos lo que ha dicho. La tarea primaria del asistente es escuchar cómo el cliente
visualiza la situación y se comunica y al mismo tiempo la persona al escucharse va
poniendo los pies sobre la tierra, conceptualizando lo sucedido y por tanto al tenerlo en
sus “manos” ya lo puede manejar.

Crow (1977) identifica el sentimiento de los concominantes afectivos usuales de la crisis


como ansiedad, ira o depresión, aunados a estos la angustia, el pánico, el shock y la
negación.

El contacto psicológico no siempre se hace solo mediante comunicaciones verbales.


Algunas veces el contacto físico, no verbal, es más efectivo para crear realmente un
vínculo de confianza y seguridad; por ejemplo, tocar o abrazar a una persona que está
muy perturbada, mirarla directamente a los ojos, tomarla de las manos, asegurarle que
ya no está sola, que está acompañada y que están juntos en esto. En algunas
situaciones, por supuesto, el tocar a la persona es inadecuado o no será bien recibido
por ella y puede disminuir la interacción terapéutica. Los brigadistas necesitan ser
sensibles y observar fenomenológicamente para descubrir cómo percibirá dicha
persona semejante contacto y si es realmente su necesidad en ese momento.

Examinar las dimensiones del problema

El segundo componente de los primeros auxilios psicológicos implica la evaluación de


las dimensiones o parámetros del problema. La indagación se enfoca en tres áreas:
pasado inmediato, presente y futuro inmediato. El pasado inmediato se refiere a los
acontecimientos que condujeron al estado de crisis, en especial al incidente específico
que desató, disparó o precipitó la crisis.

La indagación acerca de la situación presente implica las preguntas de “quién, qué,


cuándo, dónde, cómo”, de un reportero investigador. Necesitamos hallar quién está
implicado, qué pasó, cuándo, dónde y demás, esto con el objetivo de actuar en
consecuencia o de planear una intervención más profunda si se requiere.

La atención se pone tanto en las fortalezas como en las debilidades durante el período
de crisis. Si existe cualquier indicio de daño físico (para la persona o alguien más), se
realiza una evaluación de la mortalidad del mismo. Por último, ¿cuáles son las
probables dificultades para la persona y su familia?

El objetivo principal de este segundo aspecto de los primeros auxilios psicológicos es


trabajar hacia un orden jerárquico de las necesidades de la persona dentro de dos
categorías (Slaikeu, 2000):

 Conflictos que necesitan manejarse de manera inmediata

 Conflictos que pueden dejarse para después

En la confusión y desorganización del estado de crisis, las personas con frecuencia


tratan de lidiar con todos al mismo tiempo. Un papel importante del asistente es,
entonces, auxiliar con este proceso de ajuste, discriminación y selección de lo que se
requiere manejar inmediatamente.

Analizar las posibles soluciones

El tercer componente implica la identificación de un rango de soluciones alternativas


tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para
después. El asistente adopta este enfoque paso a paso, al preguntar primero acerca de
qué se ha intentado ya, qué no ha funcionado, para entonces llevar a la persona en
crisis a generar alternativas, seguido por lo que el asistente añade como otras
posibilidades, más analizadas y estructuradas.

Se analizan las alternativas, las ganancias y pérdidas, los pros y contras de cada
solución. Después aquellos son sintetizados y jerarquizados de modo adecuado a las
necesidades inmediatas y postergables. Una cuestión importante es analizar los
obstáculos para la ejecución de un plan en particular.

Asistir en la ejecución de una acción concreta

Después del análisis hecho, implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción
concreta para manejar la crisis y afontarla. El objetivo es dar un siguiente paso, el mejor
que se pueda dada la situación.

Es importante recordar que la persona tiene que hacer lo más que sea capaz de hacer
por él/ella mismo/a. Solo cuando las circunstancias deterioran severamente la
capacidad de un paciente para actuar, un consejero, brigadista o asistente toma un
papel activo, y aun entonces, esto se hace de manera gradual.
Por lo tanto, se contemplan dos escenarios que dependerán de la gravedad del suceso
y de la capacidad de afrontamiento que demuestre la persona en ese momento: 1) una
actitud facilitadora, que favorece el afrontamiento de la persona por ella misma y 2) una
actitud directiva donde el afrontamiento se hace más guiado y acompañado.

Darle seguimiento

El último componente de los primeros auxilios psicológicos implica el extraer


información y establecer un procedimiento que permita el seguimiento para verificar el
proceso. La principal actividad del asistente aquí es especificar un procedimiento para
que él y el paciente estén en contacto en un tiempo posterior. El seguimiento puede
suceder mediante un encuentro cara a cara, o por teléfono.

El objetivo del seguimiento es completar el circuito de retroalimentación, o determinar


si se lograron o no las metas de los primeros auxilios psicológicos. Además, el
seguimiento facilita otros pasos hacia la resolución de la crisis y si es necesario se
conecta a la persona con un experto en segunda instancia.

Intervención en segunda instancia

Una vez pasada la crisis, si se detecta que la persona que la sufrió, está
experimentando secuelas, como estrés post-traumático, trastorno de estrés post-
traumático, ataques de pánico, manías o fobias, pensamiento catastrófico u obsesivo,
se recomienda canalizarlo a una intervención de segunda instancia, la cual tiene una
duración más larga y puede ser de semanas e incluso meses, esta intervención es
llevada a cabo por personas especializadas del área de la salud, como psicólogos,
tanatólogos, psicoterapeutas o psiquiatras.

Esta terapia es realizada en centros especializados, como clínicas, centros de salud


mental, instancias gubernamentales y consultorios públicos o privados entre otros, el
objetivo principal, es resolver la crisis, superar el incidente, integrarlo a la trama de la
vida de la persona y fortalecer las habilidades y herramientas de afrontamiento de la
persona para encarar el presente inmediato y el futuro (Escobar, 2003).

Se encamina por tanto a la resolución de la crisis, a asistir a la persona a que exprese


sus sentimientos y los vaya aprendiendo a manejar, a que adquiera dominio
cognoscitivo sobre la situación y actúe de manera asertiva en la vida, de forma que el
incidente se integre a su historia de manera más natural y objetiva. El efecto que se
desea para el individuo es que emerja listo y mejor equipado para encarar el futuro.
En conclusión se puede decir que toda persona a lo largo de su vida puede vivir alguna
situación de crisis y que si no la afronta de manera acertada requerirá una intervención
en crisis para que se reestablezca su nivel de funcionamiento y es a través de los
primeros auxilios psicológicos que se logra esto, por tanto, es innegable que
proporcionar esta ayuda a las personas en crisis, les permitirá afrontar de mejor manera
los eventos vividos e integrarlos de manera funcional a la trama de su vida… y llevar a
cabo esto, es algo que vale la pena y que todo ser humano merece recibir.

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