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1.

Contexto de producción

Albert Camus es un escritor y filósofo existencialista francés, ganador del Premio


Nobel en el año 1957. Hijo de colonos franceses, nació en Argelia. Su familia fue tocada
por el horror de la Primera Guerra Mundial, en donde su padre muere luego de luchar en
Marne. A pesar de una vida de depravación, logra terminar la escuela y estudia a nivel
universitario Filosofía. Fue parte de la Resistencia contra el nazismo y periodista en el
diario Combate. Durante parte de su vida fue militante del Partido Comunista. No obstante,
fue expulsado de éste luego de la publicación de “El hombre rebelde” debido a
discrepancias ideológicas, al mantenerse cercano a los movimientos anarquistas; lo que le
valió un antagonismo con Jean-Paul Sartre, destacado escritor existencialista de la época y
parte del movimiento marxista. Finalmente, y con su filosofía del absurdo, aboga por la
eliminación de toda ideología.

El extranjero es su primera novela, publicada en el año 1942 y notablemente


influenciada por la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Su pensamiento filosófico y los
motivos de sus novelas muestran una desesperanza y desilusión. En este libro, Camus
realiza una reflexión sobre el absurdo y la indiferencia ante la muerte, comenzando con la
clásica y célebre fase: “Hoy ha muerto mamá. O quizás ayer. No lo sé” (Camus, 2009, p.
16). Respecto de este punto, es importante mencionar el libro “El mito de Sísifo” en donde
Camus plantea los fundamentos de su filosofía: El absurdo, el profundo reconocimiento de
la no importancia e intrascendencia del ser humano que es arrastrado por el destino, tal
como el esfuerzo inútil de Sísifo que carga toda su vida la piedra al subir la montaña. No
obstante, supera el nihilismo en su filosofía mediante los valores de la libertad y la justifica.
Sísifo escapa del absurdo al imaginarse feliz en su castigo. La escritura de Camus es parte
de la resistencia debido a que mediante ella puede producir libertad. En la época la censura
negaba la libertad de poder escribir sobre estas temáticas. No obstante, mediante el gesto
literario de simbolizar la realidad lucha contra la tiranía ideológica y mantiene la
posibilidad de actuar sobre su vida.
En la misma época se publican importantes libros que cuestionan el estatuto de la
realidad y la conciencia humana, como La náusea de Jean Paul Sartre, Viaje al final de la
noche y La metamorfosis de Franz Kafka.
2. Análisis:

En general, El extranjero narra la historia del señor Meursault quien se enfrenta de


diversas maneras a la muerte. El libro relata la muerte de su madre y el asesinato que
Meursault comete. Circunstancia repulsiva que, no obstante, él vive con apatía.

Los principales personajes del libro son:

a) Mersault: Protagonista y narrador del libro. Conocedor de que la vida no mantiene


propósito y que se nace para morir. Por consiguiente, descansa en el conocimiento
del absurdo. Reiteradamente Mersault expresa que las cosas no mantienen
importancia: “Tuve deseos de fumar. Pero dudé, porque no sabía si podía hacerlo
delante de mamá. Reflexioné. No tenía importancia alguna” (Camus, 2009, p. 14).
Se muestra como un ser insensible, mediocre, conformista y sin ambiciones.
Comete un asesinato sin razón aparente, por lo que se nota que tampoco se adhiere
al orden moral de la sociedad.
b) Marie Cardona: Amante de Meursault. Era mecanógrafa en la oficina de Merseault.
Es una mujer feliz, común y corriente. A pesar de la extrañeza de éste, desea casarse
con él y lo apoya durante el juicio.
c) Raymond Sintes: Vecino de Meursault. Se expresa que golpea y abusa a su amante,
por lo que entra en conflicto con su hermano, un árabe. Mantiene una personalidad
opuesta a Meursault al mostrarse que las emociones influencian su conducta.

La novela se ambienta en África, entre Marengo y Argelia. Comienza en Argelia. No


obstante, Mersault se entera de la muerte de su madre, por lo que viaja al hogar de anciano
en donde ella se mantenía. El hecho no remece emociones en el joven, quien puede dormir
mientras va camino al acilo y quien comienza no recordando efectivamente cuándo ocurrió
el suceso. En su regreso a Argelia, se dirige a la playa en donde se encuentra con Marie,
quienes comienzan un amorío. Una tarde luego del trabajo, se encuentra con Raymond
Sintes, su vecino con quien cena y le cuenta la golpiza que le brindó a su amante luego de
descubrir una infidelidad. Sintes sigue su venganza y le pide a Mersault que le escriba una
carta de amor para hacerla volver. Posteriormente, Marie visita a Mersault, ella le pregunta
si la ama y él le responde que realmente no tiene importancia. No obstante, Marie,
posteriormente, le pide matrimonio y Mersault le responde que si es que ella quiere pueden
casarse. Marie, Mersault y Raymond van a la playa, en donde se topan con el árabe
hermano de la amante de Sintes, en donde se desata una pelea en donde éste último es
apuñalado. Mersault vuelve hacia la playa luego, en donde le dispara al árabe. Finalmente,
Mersault debe participar en un juicio, en donde la apatía de éste se vuelve explícita. No
muestra mantener señales de culpa. Éste es sentenciado como culpable, debido a que su
apatía es una amenaza social, siendo condenado a muerte. Las últimas palabras del libro
muestran a Meursault feliz: “Comprendía que había sido feliz y que lo era todavía”
(Camus, 2009, p. 120).

Dentro de las funciones de la literatura en el plano de la expresión la obra es parte del


género narrativo, en el ámbito del contenido su temática es referida al absurdismo, posee
una función crítica, utiliza un lenguaje culto y es parte del periodo histórico superrealista, al
presentar una temática profundamente psicológica, apartándose de la tradición positivista y
realista de la literatura. Por consiguiente, se muestra una realidad inabarcable, ilógica y
absurda, teñida por el relato en primera persona y la vivencia subjetiva del tiempo de
Mersault mediante el uso de la analepsis, ambas características que se pueden visualizar en
el siguiente párrafo: “Tomé el autobús a las dos. Hacía mucho calor … Dormí casi todo el
trayecto. Y cuando desperté, estaba apoyado contra un militar que me sonrió y me preguntó
si venía de lejos. Dije “sí” para no tener que hablar más” (Camus, 2009, p. 9-10), debido a
que en el relato el yo es predominante y el recuerdo de la experiencia.

3. Interpretación

Meursault es un personaje que se interpreta como amoral, presentándose como “señor


Anticristo”: “Esta última caracterización nos muestra a un persona ajeno a toda moral,
remordimiento o conmiseración” (Sánchez, 2015, p. 81). Vive de lleno en el absurdo, en
cuanto su vida gira en torno a la costumbre, a la rutina del trabajo, a encontrar la felicidad
en cosas muy comunes como dormir y tomar café, a su insensibilidad y reacción inesperada
en cuanto a la muerte de su madre y a la clara dificultad de tomarle el peso a los
acontecimientos de su vida, como la ausencia irremediable de su madre, porque la inercia
hace que esa falta no cambie en lo absoluto su vida: “Ninguna decisión que tome el
protagonista tiene sentido, una vez que se considera la historia como una representación
más del absurdo teórico de Camus” (Sánchez, 2015, p. 81). A lo largo del libro, podemos
ver como la consciencia en cuanto a su vida y la forma de llevar ésta a cabo lo mantienen
en constante reflexión sobre este absurdo en el que se encuentra sumido: “Durante los
primeros días que estuvo en el asilo lloraba a menudo. Pero era por la fuerza de la
costumbre. Al cabo de unos meses habría llorado si se la hubiera retirado del asilo. Siempre
por la fuerza de la costumbre. Un poco por eso en el último año casi no fui a verla”
(Camus, 2009, p. 11). Vemos como la costumbre guía la vida de Meursault, de tal forma
que el mismo no entrega a su vida más sentido que la tradición y la inercia de la vida y ante
la vida.

En cuanto a cómo la consciencia entrega el sufrimiento a los hechos podemos ver como
Meursault, al enfrentarse a el juicio por haber matado a un árabe, no siente de inmediato la
culpabilidad del crimen y menos toma consciencia de lo que esto significa, el verse
enfrentado a la ley por haber cometido un crimen. En última instancia, podemos ver como
Mersault en este extranjerismo en el que vive en su propio mundo, alejado de las leyes
morales, sociales y religiosas de su entorno. No comprende en reiteradas ocasiones algunas
conductas de los demás y no se da cuenta como las suyas también son incomprendidas por
los demás. Es así como, no se da cuenta lo imprudente que es que mientras se vela a su
madre otra persona le hable de cómo se descomponen los cuerpos más rápidamente a causa
del calor de otras ciudades, y como es fuera de lugar que él se interese por ese tema en un
momento tan inapropiado. O como se da cuenta que no está en sintonía en cuanto a su
culpabilidad al asesinar a un hombre, acto que constituye un crimen y por lo tanto lo deja
bajo los efectos de la ley: “El Procurador … declaró que yo no tenía nada que hacer en una
sociedad cuyas reglas más esenciales desconocía y que no podía invocar al corazón humano
cuyas reacciones elementales ignoraba” (Camus, 2009, p. 101). No obstante, cualquier
condena no genera en él sufrimiento debido a que cualquier cosa es nimia ante la muerte:
“Para él, el criminal sentenciado, todos son culpables y todos serán juzgados algún día, tal
vez por otro jurado, tal vez por el mismo, sin importar el crimen; todos padecerán el mismo
trágico destino” (Sánchez, 2015, p. 90).
4. Comentario crítico

Para realizar este comentario crítico, entenderemos “El extranjero” de Camus desde
su propia ensayística, tomando como base “El mito de Sísifo” para poder articular una
explicación plausible de la novela y coherente a los planteamientos del propio autor.

Tanto como “El extranjero” como “El mito de Sísifo” forman parte del ciclo de la
negación y del absurdo escrito por Camus, en conjunto con otras obras como “El
malentendido” y “Calígula”, caracterizados por la indagación sobre:

“El destino del hombre que se encuentra tanto en comunión como en oposición con

el mundo que lo rodea. El hombre es mortal, el mundo es eterno, a partir de la toma

de consciencia de esta situación el hombre comienza a rebelarse contra su destino y

desea, desesperadamente, encontrarle un sentido al mundo. Este ciclo se encuentra

inscripto en el contexto de la segunda guerra mundial, de ahí que aparezca

inmortalizada la angustia colectiva universal” (Laurence, 2011, p. 2).

En “El mito de Sísifo”, Camus refiere que la característica esencial de la vida es el


absurdo, debido al final inminente que mantendrá, la muerte, es que nada tendría
importancia. Sísifo desafió a los dioses y frente a esto recibió como condena cargar una
roca a lo más alto de una montaña por siempre y para que al final cuando esta llegara a la
cima cayera hasta la base, por lo que lo haría una y otra vez. De esta forma, su condena es
una metáfora del absurdo de la vida, la repetición del día a día, trabajo que empeora cuando
se mantiene conciencia de ello.
Al tener consciencia de la muerte es que todo pierde importancia, incluso la ética y
la moral. En palabras del propio Camus, tal como es citado por:

“A nosotros no nos corresponde juzgar a esos hombres: otros ya lo han hecho; ni

compadecerlos: sería pueril. Aquí se trataba de describir ese destino singular y

definitivo por el cual a algunos hombres se los tacha de la humanidad. Y quizás el

hecho de ser inapelabre vuelve horroroso ese destino” (Blondeau, Web, p. 3).

El personaje principal de El extranjero, Mersault es similar a Sísifo debido a que


ambos no poseen sentido por la vida y ambos viven en lo absurdo. Mersault es un
extranjero en su propio pueblo por tener este conocimiento que le permite no sentir ni
pensar como lo realiza una persona corriente. Debido a que la muerte llegará en algún
punto y que el castigo es el mismo para todos, es que para Mersault que las crisis
normativas de la vida (como la muerte, el matrimonio) no mantienen importancia. El
resultado es el mismo: la muerte. Fatal destino del que no se puede escapar. Por
consiguiente, tanto asesino como asesinado son lo mismo y es por ello que Mersault puede
descansar afablemente sin sentir culpa por lo cometido ni sintiendo miedo por su condena.
Finalmente, la condena es la misma para todos.

Bibliografía

Camus, A. (2009). El extranjero. Editorial Planeta: Barcelona.


Camus, A (1999). El mito de Sísifo. Editorial Losada: Buenos Aires.
Laurence, M. (2011). Albert Camus y su noción de absurdo: Un análisis de Calígula.
Espéculo, 1-7.
Villalvazo, O. (2015). El extranjero de Camus: algo más que el absurdo. Sincronía, 68(1),
74-92.
Blondeau, T. (2019). Albert Camus 1937-1947: de la crisálida a la mariposa. Recuperado
de http://camuslatinoamerica.org/wp-content/uploads/2015/09/DE-LA-
CRIS%C3%81LIDA-A-LA-MARIPOSA-traducci%C3%B3n.pdf

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