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2 opinión
Contrato de trabajo
como contrato realidad
E l Derecho del Trabajo se sus-
tenta en el carácter tuitivo de
sus normas, de tal manera
que se debe proteger al traba-
jador en su relación de parte débil res-
pecto del empleador, quien es el titular
de los medios de producción.
El empleador, por su parte, preten-
de reducir sus costos laborales, lo que
lo lleva a celebrar contratos que pre-
tenden ocultar la realidad respecto de
la prestación de servicios de una per-
sona, esto genera la necesidad de crear
herramientas jurídicas que facilitarán
la labor del juez o tribunal especializa-
FOTO: RUNAHR.COM
do en el Derecho del Trabajo para que
imparta justicia laboral.
Para el Derecho del Trabajo no es
integralmente relevante lo que estable-
ce el contrato escrito, sino lo que esta-
blece la realidad, de tal manera que una
relación civil puede ocultar una relación
laboral, por lo que esta última debe de
prevalecer por sustentarse en el princi-
pio protector del Derecho Laboral.
CONTRATO Y REALIDAD
El contrato es el acuerdo de dos o más
partes para crear, regular, modificar o
extinguir una relación jurídica patrimo-
nial (artículo 1351, Código Civil, Perú),
mientras que la realidad es aquello que
realmente existe y se desarrolla, contie-
ne en sí misma su propia esencia y sus
propias leyes (Rosental y Iudin, Diccio-
nario Filosófico), por lo tanto, cuando se
indica “contrato-realidad” nos referimos
a la concordancia entre el acuerdo de las
partes con la realidad, en el entendido
de que lo regulado por el contrato se
sustenta en el principio de buena fe.
Naturalmente, en principio, todo
contrato se sustenta en la realidad que
regula, hacer lo contrario puede deri-
var en fraude o simulación.
El principio de autonomía de la
voluntad que sustenta la relación civil
entre los particulares se concreta en la
firma de un contrato, este principio no
resulta de una aplicación a la relación
laboral donde la firma de un contrato
no necesariamente garantiza el respeto
de los derechos laborales.
TEORÍA DEL CONTRATO REALIDAD
En materia laboral, la teoría del con-
trato-realidad consiste en la prevalen-
cia del hecho al acto jurídico, lo que no
reduce el valor del contrato escrito, sin
Publicum et laboris
Basta que existan dos presupuestos de la relación
laboral para que se generen los derechos y deberes
laborales. Si existe un trabajo personal, pago de remuneración
y subordinación al empleador existe una relación
laboral y, por lo tanto, un contrato de trabajo.
embargo, lo restringe. Es decir que por
esta teoría se contrapone la realidad
de la prestación del trabajo en detri-
mento de un acuerdo abstracto de
voluntad; la prevalencia de la realidad
del trabajo sobre las disposiciones
contractuales formales, no sobre las
normas de protección.
Conforme a esta teoría, el contrato
de trabajo es un contrato-realidad por-
que su existencia está íntimamente
vinculada a la realidad de la prestación
de servicios en lo cotidiano.
CONTRATO DE TRABAJO
En el ordenamiento laboral se estable-
ce que, en toda prestación personal de
servicios remunerados y subordinados,
se presume la existencia de un contrato
de trabajo a plazo indeterminado (artí-
culo 4, DS 003-97-TR, Perú), esto signi-
fica que si en la realidad se da una pres-
tación de servicios remunerado bajo
subordinación, estamos ante un contra-
to de trabajo, aunque tengo una deno-
minación y regulación formal diferente.
Para esta conclusión, partimos de
indicar que el Derecho del Trabajo
posee una legislación imperativa, es
La Paz, MARTES 10 de diciembre de 2019
decir que los actos practicados con el
objetivo de desvirtuar, impedir o defrau-
dar la aplicación de la ley laboral son
nulos de pleno derecho, por esta razón,
el contrato de trabajo es un contrato
realidad, en efecto, la relación laboral
emerge de los hechos, no precisando de
ninguna formalidad esencial, como, por
ejemplo, un contrato escrito.
Basta que existan los presupuestos
que caracterizan la relación laboral
para que se generen los derechos y
deberes laborales. De esta manera, si
existe un trabajo personal, pago de
remuneración y subordinación al
empleador existe una relación laboral
y, por lo tanto, un contrato de trabajo.
A veces el contrato formal es diver-
gente de la realidad, por ejemplo, un tra-
bajador es admitido para realizar una
función permanente en la empresa, su
trabajo es personal, con pago de remu-
neración y subordinado al empleador,
sin embargo, por escrito las partes esta-
blecen que el contrato es uno civil de
locación de servicios. En este caso el
contrato formal pretende impedir la apli-
cación de la legislación laboral, pero,
por la fuerza imperativa de la norma, es
José María Pacori Cari*
nulo, existiendo un contrato realidad de
trabajo establecido entre las partes.
PRIMACÍA DE LA REALIDAD
El contrato de trabajo genera una rela-
ción laboral, por lo tanto, mientras el
contrato de trabajo es el origen de la
relación laboral, esta es el desarrollo
de la relación existente entre el emple-
ador y el trabajador. No es lo mismo el
contrato de trabajo y la relación labo-
ral, de esta manera, cuando hablamos
de contrato-realidad nos referimos al
contrato de trabajo, mientras que cuan-
do hablamos de la primacía de la reali-
dad esta no solo se limita al contrato de
trabajo, sino que se extiende durante
toda la relación laboral.
El principio de la primacía de la rea-
lidad significa superponer lo que acon-
tece en el plano real en detrimento del
plano formal persistiendo en todo el
desarrollo de la relación laboral, mien-
tras que el principio del contrato reali-
dad cautela que el contrato formal no
esté por encima del contrato de trabajo.
¿FORMALIDAD?
En el Derecho del Trabajo la forma no
puede prevalecer sobre lo material.
Habrá contrato de trabajo tanto en la
hipótesis en que el mismo sea celebra-
do formalmente, por escrito o verbal-
mente, como en el caso en que no haya
celebración formal, pero si resulten
probadas las características del con-
trato de trabajo como son: prestación
personal de servicios, remuneración y
subordinación. Para el Derecho del
Trabajo importa la realidad de los
hechos en detrimento de la forma.
De esta manera, el contrato reali-
dad se aplica a ambos contratantes, en
obediencia del principio de contrato
realidad que privilegia la situación de
hecho en detrimento del ajuste formal,
cuando ambos no coinciden; por su
parte, el principio de primacía de la
realidad solo favorece al trabajador
más no al empleador por cuanto se
deriva del principio protector.
En conclusión, se denomina al con-
trato de trabajo contrato-realidad porque
no existe en el acuerdo abstracto de
voluntades, sino en la realidad de la pres-
tación del servicio, así, la relación de tra-
bajo se origina en la prestación de los
servicios y no en el acuerdo abstracto de
voluntades firmado en un documento.