Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Anthony Morris
Esta mañana vamos a ver que tener la actitud correcta hacia la disciplina nos
mantiene cerca de Jehová. Metiéndonos un poco en contexto, el versículo de hoy
menciona una ocasión en la que Jehová corrigió a su pueblo hasta el grado
debido. Les estaba hablando de cuando regresaran a su tierra. Y les aseguró que
no los iba a exterminar ni abandonar, lo que nos muestra que él quería que
siguieran teniendo su amistad. Hoy en día recibimos disciplina de varias maneras.
Puede ser a través de nuestro estudio personal de la Biblia. Me alegré mucho esta
mañana (bueno, no sé cuándo empezó, creo que anoche) cuando vi que en JW
Library ya se pueden añadir notas, yo ya he puesto algunas. Esas notas, o ideas
que apuntemos, van a ser como una disciplina de Jehová que queda entre él y
nosotros. Es bueno y sabio dejar que Jehová nos discipline de esa manera, evita
que nos alejemos de él. Puede ser algo que leamos en alguna publicación, algo
que escuchemos en una reunión, una asamblea, algo que veamos en nuestro
canal por Internet... Jehová puede usar varios medios, muchísimas formas, de
disciplinarnos. Y tenemos que recordar que lo hace para que sigamos cerca de él.
El problema es que no es fácil aceptar la disciplina, requiere humildad. La actitud
correcta hacia la disciplina se explica en Proverbios, capítulo 3. Ahí hallamos la
base bíblica que describe la actitud que debemos tener para seguir cerca de
Jehová. Vayamos a los versículos 11 y 12 del capítulo 3 de Proverbios: “La
disciplina de Jehová, oh hijo mío, no rechaces; y no aborrezcas su censura,
porque Jehová censura al que ama, aun como lo hace un padre a un hijo en quien
se complace”. ¿Cómo podría uno rechazar la disciplina de Jehová? Bueno,
imagínate que te tienen que dar un consejo, y los superintendentes o los ancianos
se sientan contigo. Cuando llega ese momento, hay quien enseguida se enoja,
empieza a justificarse o piensa que tienen algo en contra suya. Pero Jehová le
dice a esa persona: “No lo rechaces”. Si los hermanos usan la Biblia y las
ADORACIÓN MATUTINA
razón!]. Aquello me había salido del corazón”. Reconoció que se había vuelto
adicta, y dejó de ver esos programas. Escribió: “Si todos los lectores se tomaran a
pecho el consejo del artículo sobre los seriales de televisión, se sentirían
liberados, pues ya tenemos bastante con nuestros propios problemas”. Como
vemos, la hermana tenía la actitud correcta hacia la disciplina, lo que la ayudó a
seguir cerca de Jehová. Otra lectora, después de dar las gracias por el artículo,
escribió: “Me di cuenta de que tenía adicción a las telenovelas y tenía que hacer
algo al respecto. Temía que afectara mi amistad con Jehová. ¿Cómo podía ser
amiga de aquellos personajes y, al mismo tiempo, amiga de Jehová? Tomé
medidas drásticas de inmediato, era la única manera, pero no fue nada fácil”.
¿Qué hizo para dejar la adicción? Tuvo que desenchufar el televisor. Salía a
trabajar al jardín, llamaba a alguien..., lo que fuera con tal de ocupar su mente en
otra cosa y no sentarse a ver aquellas telenovelas. Estudiaba la Biblia —eso te
acerca a Jehová—, se preparaba para las reuniones y realizaba otras actividades
espirituales. Al final reconoció: “¡Me siento mucho mejor! Ya hace dos años
[bueno, eso en el momento en que ella escribió] desde que vi por última vez a
aquellos ‘amigos’. La verdad es que a veces quisiera saber cómo les va, pero
lucho contra eso. Quizás otras personas que todavía no han vencido esa adicción
ahora puedan hacerlo”. Y añadió: “Gracias a Jehová y a los hermanos por
habernos hecho ver que las telenovelas no sirven para nada”. Por último, otra
lectora dijo: “Me puse a llorar al leer los artículos, porque me di cuenta de que mi
corazón ya no era completo para con Jehová. Le prometí a Dios que dejaría de ser
esclava de las telenovelas y le pedí que me ayudara a salir de casa el día que
pusieran la que yo veía. Dos días después, me invitaron a ir a un curso bíblico que
era el mismo día y a la misma hora que daban la telenovela. Acepté encantada.
[Y fíjense en esto:] Ahora me siento más cerca de Jehová, mi amistad con él es
más estrecha. Jehová es muy bueno al disciplinarnos a través de su Palabra”.
Está claro que esta hermana tenía la actitud correcta. Para concluir, vayamos a
Hebreos, capítulo 12. Valoramos los comentarios tan sinceros de aquellas
hermanas y el consejo, que todavía nos beneficia. Los verdaderos cristianos
tenemos que evitar cualquier entretenimiento que nos corrompa en sentido
ADORACIÓN MATUTINA
espiritual. En Hebreos, capítulo 12 y versículo 11, dice: “Es cierto que ninguna
disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo,
después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber,
justicia”. Como vemos, la disciplina duele, pero el fruto que produce hace que
valga la pena tener la actitud correcta y aceptarla con humildad. Así
permaneceremos cerca de nuestro querido Padre, Jehová.