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Aprendiendo

Jorge Luis Borges

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre


sostener una
mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no
significa acostarse
y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a
aprender que los besos no son contratos, y los regalos no son
promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza
alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus
caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado
inseguro para planes, y los futuros tienen una forma de caerse en
la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es
demasiado, hasta el calor quema. Así que uno planta su propio
jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien
le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno
aprende y aprende, y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te
ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás
volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que solo quien es
capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te
das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por
acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no
deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son
contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se
verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendes
que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir
lastimando a quien heriste, durante toda su vida. Con el tiempo
aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo
de almas grandes. Con el tiempo aprendes que si has herido a tu
amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá
a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz
con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con
el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con una
persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o
desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas
humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. Con el
tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque
el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a
que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor
no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en
ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los
que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer
estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir
perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas,
decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún
sentido. Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo.
JUANA BUSCA LA FELICIDAD (CUENTO)

MARIA PAULA VIEDA PERDOMO

SILVIO CALLE CADAVID


HOLA….SOY JUANA CAROLINA XIMENA IZAGUIRRE CALDERON

Lo de Juana carolina….nació fruto de un arrebato e inspiración


de mi madre, uno de esos poquísimos momentos que la
acompañó la paz, la alegría, hasta de pronto la ilusión cuando
aún en la niñez, sin desearlo, sin pretenderlo, mucho menos
imaginarlo, su vientre comenzó a expandirse cual globo flotando
al aire.
Lo de Izaguirre surgió un día, quizá como aquellos en los cuales
acertamos los 17 dígitos para ganar el baloto
Convirtiéndonos en nuevos millonarios.
Efectivamente, ese era el apellido de mi padrastro, y si de
agradecer se tratara, esto sería lo único rescatable, tan hermoso
apelativo, al punto que han llegado a preguntarme.
-¿Su padre era extranjero?
Lo de Calderón lógicamente viene del ser por quien profeso un
amor tan inmenso, tan hermoso, tan sublime como no creó
pueda existir otro sobre la faz de la tierra; una mujer…bueno
después tendré tiempo para contarles muchas, muchísimas
hermosas, tristes, hasta increíbles anécdotas.
De mi padre…que les dijera…es que…eh…
La verdad, ni mi madre lo conoció…pero también de él (porque
existió) les hablaré, bueno, no propiamente de él, pero les diré,
casi nada, muy pocas cosas, en fin algo intentaré decirles.
De mis abuelos, bueno, mi madre los amaba profundamente cual
se adoran las cosas sagradas en la vida; aunque según ella,
dieron lo que podían dar en un mundo tan cerrado, tan precario,
tan en tinieblas, quiérase o no, influyeron en mi destino pues
legaron lo más sublime de los hombres…LOS VALORES.
De mis hermanos no les puedo hablar, soy hija única, a pesar, en
varias ocasiones logré ilusionarme, pues mi madre estuvo a punto
de dar a luz pero…Dios, el destino, la naturaleza no lo
permitieron.
No soy oriunda de la ciudad, sin embargo varios de mis
hermanos,(yo les digo así, porque tener al menos uno, es lo que
más anhelé en mi niñez) pudieron haber sido citadinos, de todas
formas hoy vivo y amo la capital.
¿Cómo llegué a esta selva de cemento?
Es mi madre quien en su memoria lo tiene adherido como el
musgo a la tierra
Lo ha narrado tantas veces, cuantas insolente, sin poderlo evitar
vuelvo a preguntar por mi padre, entonces, cada vez debajo de
la frente 2 mares encrespándose emergen el líquido salado
desalojando de lo más hondo del corazón tan amargo mineral.
Una mañana, cual algo presintiera el corazón, la vida habría de
marcar el coyuntural hecho, si alguien pudiese lograr borrarlo de
mi mente…le daría toda mi riqueza.
Aún en el lecho, tus abuelos descansaban del mas agitado día
de cuantos hubiesen vivido, un arrasador vendaval los obligó a
conciliar el sueño (del que jamás habrían de despertar), muy
entrada la noche, el reloj acababa de golpear cuatro veces;
entonces…la puerta se abrió bruscamente…los disparos
traspasaron las paredes de bahareque construidas 300 años antes
por generaciones olvidadas, ellos…mis padres (lo supe días
después) yacían acribillados.
Mi madre volvió a preguntarme, tal como lo hacía alrededor de
diez años a partir del momento que creo tener uso de razón.
¿Quieres saber lo sucedido conmigo aquel fatídico instante?
Aún el cielo no mudaba el traje negro, todo incluida la mente
poseído estaba de oscuridad; uno de los homicidas se
acercó…me perdí en el horizonte de la vida, inconsciente no
sentí más…
A partir de tan traumático momento, lejos de aquel sitio, el
vientre comenzó a crecer, a expandirse….allí estabas
tú…constituías la inocente ambivalencia del miedo y la ilusión,
nadabas en el océano de la gestación, constituías la razón de mi
vivir.
-Madre… ¿Qué sentiste al saber, golpeaba tu vientre un nuevo
ser?
-Antes debo decirte; desde tan cruel mañana, cuando
dos…o…tres seres inocentes fallecieron…jamás regrese al
lúgubre sitio donde trascurrieron los años de mi niñez, porque
adolescencia, nunca tuve.-
-Dices, dos o tres…es que estaba allí alguien más…
-Sí, tenía, o tengo un hermano, no lo sé, la historia posterior a la
masacre nadie ha podido narrarla completamente, tan solo me
dijeron, los cadáveres de mis padres fueron enterrados en aquel
pueblo cercano, su nombre, Arcadio, por aquel entonces ya era
todo un hombre, a sus diecisiete años, bueno, tampoco tuvo
adolescencia y, casi ni siquiera niñez; mis padres como absorbidos
por la indiferencia, quizá producto de su ignorancia, se vieron
obligados a forzarlo al trabajo; a pesar de su juventud sostenía el
hogar.
-Hija, si…los latidos de un nuevo corazón poblaban mi ser y una
mescla de sentimientos encontrados el mío lo hacían palpitar con
ritmo acelerado, aún sentía el atractivo por el juego, las
muñecas…no estaba preparada, pero hay momentos en los
cuales la realidad obliga desviar caminos, aplazar sueños,
emprender aventuras con rutas desconocidas.
Hoy a la distancia, a pesar del amor que te profeso, siendo lo más
valioso en mi vida, nunca desearía, vivieras algo similar, tus
sueños, tus anhelos pueden verse truncados.
No puedo negarlo…un intenso frio, un estremecedor frio, un
incandescente frio recorrió las fibras internas de mi cuerpo, al
igual que él, mi alma, mi pensamiento, mi mente, tiritaba
absorbida en el abismo de la desesperación; aunque no en la
misma medida que la primera vez con la cual mi madre
desahogabase de tan crueles recuerdos, fui invadida por la más
profunda, la más aguda de las depresiones; un nudo atravesó la
garganta, sentí profundas ganas de morir, vacía la existencia,
envuelta en aquel manto, perdía su esencia, perdía su encanto.
Los años posteriores estuvieron impresos de un sin sentido, de una
falencia, de un vacío.
Todas las noches antes de conciliar el sueño por mi mente
atravesaban como reviviendo el pasado, aquellos tormentosos
recuerdos, aunque narrados, no experimentados, formaban
parte de mi mundo.
Una noche…
Una muy oscura noche…
El cielo lanzaba gemidos luminosos, la lluvia caía a borbollones,
estaba en mi lecho como huyendo del más voraz frio, sin darme
cuenta, sin advertirlo fui absorbida por el sueño más largo y
hermoso de cuantos la memoria pueda recordar…me perdí en el
horizonte, sentí suspirar, un azul intenso atraía mi ser, de pronto
el más deslumbrante, enmudecedor paisaje que mis ojos hayan
podido vislumbrar, apareció a la vista….aquel azul reverdeció,
jardines hermosos de mil colores poblaron la existencia, mi voz se
apagó.
Entonces…
Un ángel…
Un hermoso ángel…
Con tono Melodioso habló al oído.
Hola Juana…has llegado al mundo de la FELICIDAD…
Sentí en el cuerpo un nuevo amanecer, despojabase del miedo,
la incertidumbre cual si hubiese vuelto a nacer.
Decidida, acercándome a tan hermoso ángel…pregunté.
-¿Es cierto, es este el mundo de la FELICIDAD?
-Si…contestó el ángel, prepárate para viajar
Volví a preguntar… ¿Dónde está la FELICIDAD?
-Tú debes encontrarla, a eso has venido. -Balbució el ángel. Pero
no temas viajaré contigo con amor.
Efectivamente, a partir de tan hermoso y placentero momento,
aquel tierno, frágil, fragante ángel flotaba en el aire, condújome
por los caminos de la vida.
Te puedo llamar bello ángel, le dije.
Oh sí, es el más encantador de los apelativos.
Este- dijo- es el camino de la naturaleza, el que recrea los
sentidos, el que provee del sustento, el que imprime color a la
existencia.
Como nunca lo había hecho, observé el paisaje, algo maravilloso,
algo sublime; contemplé ríos, montañas, fauna y flora, sentí
imprimían magia a la existencia y por un momento pensé ¿podría
haber felicidad sin el preciado regalo llamado naturaleza.
Ah sí, en la naturaleza está la felicidad bello ángel.
Espera –dijo.
Ingresaremos por el otro camino, el camino del amor, que nos
proporciona sensibilidad, engrandece el verdadero valor.
Entonces el paisaje natural aparecía acompañado por seres
increíblemente hermosos, cordiales, afables, todo era armonía,
todo era paz, sumergido estaba en la más feliz convivencia,
donde los valores afloran, donde los humanos aprenden a vivir
como hermanos; llegué a desear nunca salir de aquella sociedad
do nunca existe la maldad.
En los valores que imprimen sentido a la existencia, está la
felicidad –dije a bello ángel.
Viajaremos por otro sendero, el del conocimiento y la cultura con
su interior forma de hermosura.
Entonces 8000 años de conocimiento, creatividad, pensamiento,
tecnología, arte, literatura aparecieron mágicamente a mi vista,
sentí, la vida cobraba valor.
Ah ya sé grité emocionada; en la cultura está la felicidad.
Bello ángel frunció el ceño y dijo…
Espera, falta algo emocionante…
El camino ahora está en viajar.
En segundos pude disfrutar del placer que proporciona estar en
los lugares más hermosos del planeta, tanto en el legado del
apasionante pasado, como en aquellos donde sin cesar, cuerpo
y mente podemos descansar.
Al fin sé dónde está la felicidad.
¿Dónde?, preguntó bello ángel.
En la belleza de la naturaleza.
En el conocimiento avivando el pensamiento.
En el amor brindando su calor.
En los valores despejando los temores.
En la cultura resaltando la hermosura.
En la pasión nacida del corazón.
En la dulzura incitando a la ternura.
En el cariño que despierta un niño.
En el conocer engrandecedor de nuestro ser.

En la ciencia que madura la conciencia.


En una fragante flor, símbolo de amor.
Bello ángel -como burlándose, riendo a carcajadas, dijo sin temor.
Perdona la risa…hermosa poetisa.
Recuerda Juana “las cosas te permiten disfrutar la vida, pero ante
todo la vida te permite disfrutar las cosas”
Y nunca olvides…
“La felicidad no está fuera de ti, depende de tus pensamientos”
-JUANA, JUANA, JUANA…
La voz de mi madre, interrumpió tan mágico sueño, -si pudiera lo
volvería a vivir mil veces.
Podría afirmar, regresé del mundo de la FELICIDAD.
-recuerda-hoy es tu primer día de clase.
Me sentía renovada, no solo interiormente, mis compañeros
parecían notar en mí algo distinto, el curso no había cambiado,
todos estábamos allí excepto una niña quien retraída
permanecía en silencio.
Me dirigí hacia ella preguntándole.
-Hola, bienvenida a nuestro colegio, cómo te llamas.
-Gracias-contesto-…soy Karla Ximena.
-Mira qué curioso…yo también soy Juana Carolina Ximena.
Asistimos a la primera clase del año, el profesor de ética ya nos
había acompañado en sociales; de mediana estatura, espeso
bigote, ojos negros, cabello rubio, demostraba una desenfrenada
pasión por la historia, la literatura, la filosofía y en general el
conocimiento.

-Podrían definir la felicidad –dijo.


Es algo alojado tan solo está en nuestro interior contesté
Desde aquel primer día de clase Karla sería mi mejor amiga,
compartíamos nuestros secretos, nos identificábamos en muchos
aspectos, veía en ella la hermana que nunca tuve.
Sería justo allí, en clase de ética y valores, hablando de la
felicidad cuando el profesor pasa la lista, el apellido Calderón se
repetía…mágica coincidencia, compartíamos algo más; aquel
día el maestro nos propuso un escrito para la siguiente clase, se
trataba de un ensayo acerca de la felicidad.

Cuán difícil tarea, como definir la esencia, la razón de nuestro


existir; infinidad de preguntas llegaron a la mente. Decidí
apoyarme en los filósofos, al fin y al cabo todos ellos de una u otra
forma al interpretar la vida están sintetizando la felicidad.

La felicidad no existe en la vida. Sólo existen momentos felices.


La felicidad no es hacer lo que te gusta sino que te guste lo que
haces.
Aprende a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y conocerás
la felicidad.
La felicidad, como cualquier sentimiento, es química interna, si te
acostumbras a esa sustancia, el cuerpo te la pedirá
frecuentemente.
La felicidad no consiste en obtener lo que deseas, sino en saber
apreciar lo que ya tienes.
La felicidad es aquello que te alegra el corazón y te alimenta el
alma.
La felicidad y el arco iris no se ven nunca sobre la propia casa,
sólo sobre la de los demás.
La felicidad no es un estado que se alcanza, es un camino que se
recorre.
Qué es felicidad... y tú me lo preguntas; pásale a un niño una
pelota y sabrás que es felicidad...
La felicidad no es el destino, sino la forma de viajar...
La base fundamental de la felicidad es la ingenuidad.
Si todos quisieran ser felices, lo lograrían, pero esto ya es muy
difícil, porque todos creen que los demás son más felices que
ellos.
La felicidad es un trayecto, no un destino, así que, trabaja como si
no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran hecho
daño y baila como si nadie te estuviera mirando.
La felicidad es la capacidad de darse al mundo, de ver un
milagro en cada amanecer, de mirar las cosas con gratitud...

La fórmula de la felicidad es: tener algo q hacer, algo q esperar y


alguien a quien amar!!!
No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.
Feliz es aquel que sabe apreciar las simplicidades que le rodean.
Te deseo la suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo; el
suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida
parezcan más grandes; suficiente dolor para mantenerte
humano; la suficiente lluvia para que aprecies la salida del sol...

La felicidad es como una fugaz mariposa, cuando más la


persigues, más se aleja de ti, pero si la esperas pacientemente,
puede llegar a posarse sobre ti.
Mi mundo mágicamente cambiaba, aprendí…no son las
circunstancias determinantes de mi vida, es la vida determinante
de las circunstancias…
Que mágico sueño… como las cosas importantes vine a
comprenderlas días después.
Asistíamos a la primera clase de biología, ingresamos al salón del
maestro, nos habló de las leyes mendelianas, debíamos
organizarnos en parejas, Karla y yo nos hicimos juntas, pidió,
explicáramos nuestras características físicas.

Cual si el destino nos uniese en más que una gran amistad, los
rasgos eran semejantes: cabello rubio ensortijado, ojos negros,
pómulos salientes, pecas, labios pequeños, pestañas largas.

Al llegar a casa afanosamente conté a mi madre.


-Vivo los más felices días de la vida…he comprendido.

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes


golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con
pequeñas cosas que ocurren todos los días

Muy temprano aún, antes de ingresar al mundo del


conocimiento, Karla lanzó el balón tan, tan alto que al
descender, como emitiendo un gemido, un presentimiento,
explotó contra el suelo (quizá debido a algo afilado como suele
aparecer en el camino de la existencia).
No nos quedó más remedio…sentarnos a dialogar.

Me has hablado mucho del ser más amado en tu vida….

Pero…como se llama tu padre –preguntó Karla.

Un estremecedor frio tocó hasta las últimas fibras, deseaba no ser


yo; a pesar del tiempo transcurrido, era justa la pregunta que
interrumpía la paz.
Murió antes de mi nacimiento, mentí.

Y tu padre pregunté afanosamente como desviando el tema.

Su nombre es Arcadio, labora en una fábrica contestó Karla.

Por primera vez le pregunté por su progenitor, de su madre,


mucho me había hablado.

Y tus abuelos. –volví a preguntar.


-fueron asesinados vilmente hace 10 años.

El pánico más espantoso absorbió mi existencia, enmudecida,


pálida, y con voz cortada le dije.

Los míos también murieron asesinados.

Entonces Karla, poseedora de la inteligencia y valores más


cimentados que hasta hoy pueda conocer, sucumbió en oleadas
de llanto.
No pude resistir, llame a mi madre, y, como aquella vez, debajo
de la frente dos mares en olas encrespándose emergieron el
líquido salado como como desalojando de lo más hondo del
corazón tan amargo mineral…

Pero esta vez no lloraba de tristeza…


Por sus negros ojos resbalaron cataratas dulces, cataratas de
felicidad.

Fin
EL

ESCLAVISMO
Un viaje por las primeras
civilizaciones
Silvio calle cadavid
Un grupo de niños y su maestro abordan el tren de la
imaginación que los conduce por los rieles de un lejano pasado,
uno de los más aventajados estudiantes describe el recorrido
narrando lo que el maestro considera más significativo, al igual
que los interrogantes planteados por los viajeros.
Después de observar los MODOS DE PRODUCCIÓN en el antiguo
continente desde una cumbre muy alta, se disponen a visitar el
ESCLAVISMO y recorrer la historia de EGIPTO, MESOPOTAMIA,
CHINA, INDIA, GRECIA Y ROMA; para luego desembocar en las
culturas del nuevo continente MAYAS, INCAS, AZTECA Y
MUISCAS se logra en este recorrido integrar no solo los 8.000 años
de historia sino también la geografía: política, económica,
humana; el uso que del paisaje se hace y los factores que influyen
en la interacción con la naturaleza; se pretende integrar además
otros aspectos inherentes al ser humano, lo biológico, lo
lingüístico, lo político, lo económico, el pensamiento lógico
matemático etc.
Y ante todo lo AXIOLÓGICO; el legado cultural de la edad
antigua será sustento de los valores resaltados y servirá para
alcanzar la identidad que nos proporciona la historia. ¨COMO
QUIEN HA PERDIDO LA MEMORIA, ES TODO AQUEL QUE NO
CONOCE LA HISTORIA SILVIO CALLE CADAV

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