CUADERNOS HISPANOAMERICANOS DE PSICOLOGÍA, Vol. 7 No.

2, 109 - 118

RESERVA NEUROCOGNOSCITIVA Y MODELO DE COMPENSACIÓN

DELDESARROLLO:DOSCONCEPTOSENTRELAZADOS

María Ximena lvíejía-Brando' y Cecilia Uribe-Valdivieso!

Universidad de Palermo, Argentina

Resumen

La reserva cognoscitiva es un concepto originado desde las neurociencias cognoscitivas, en los

últimos 30 ai'íos. Puede definirse como la forma en que algunas condiciones anatómicas y
funcionales cerebrales protegen contra el daño cerebral funcional. El modelo ele
compensación del desarrollo proviene ele la perspectiva del ciclo vital como opción para
abordar el desarrollo; puede definirse como un proceso de sustitución para dar respuestas
adaptativas ante las pérdidas y la declinación. A pesar ele que estos conceptos provienen ele
campos diferentes de la psicología, el objetivo ele este artículo es mostrar la for:ma en que
pueden entrelazarse para dar origen a una perspectiva diferente sobre el proceso ele
envejecimiento normal y patológico. Es, además, una invitación para abrir espacios de
comunicación transclisciplinaria que permitan ahond ar en el conocimiento del
comportamiento humano.

Palabras clave: neurociencias cognoscitivas, reserva cognoscitiva , perspectiva del ciclo vital ,
compensación del desarrollo .

Abstract

Cognitive reserve is a concept whose origin is cognitive neuroscience. lt can be clefined as the
way through which brain anatomic and functional conditions protect us of suffering brain
damage. The compensation development model comes from the perspective oflife cycle asan
option to approach clevelopment. lt can be clefined as a substitution process which is useful to
give adaptive answers to confront declination and lose. Although these concepts come from
clifferent areas ofpsychology, the purpose ofthis article is sho.wing how such concepts can be
joined in order to create a new perspective about aging, both typical and pathological.
Moreover, this ai1icle pretends to open interdisciplinary spaces which allow us to enhance the
knowledge about human behavior.

Key words: Cognitive neuroscience, cognitive reserve, life cycle perspective, clevelopment
compensation.

1
Ps icóloga, especialista en Psicología de la Salud de la Universidad El Bosque. E-mail: rnxrnejia@gmail.com
' Psicóloga , especialista en Psicología <le la Salud ele la Universidad El Bosque. E-mail: ceciliauribe@ gmail.com
 María Xim ena Mejía -Erando, Cecilia Uribe-Valdivieso
Neurociencias cognoscitivas y psicología del
desarrollo: orígenes de los conceptos
Una de las ventajas ofrecidas por la psicología
está en la posibilidad de contar con una variada
ga ma de perspectivas y conocimientos que
pu eden ser utilizados en las diferentes áreas de
trabajo dentro de la disciplina. Sin embargo, es
frecuente encontrar que los conocimientos
aplicados a un área quedan de uso exclusivo de
ésta y se mantienen independientes de otros
campos, en donde podrían aplicarse de múltiples
formas. La meta de este trabajo es mostrar la
forma en que dos conceptos de la psicología, que
provienen de áreas diferentes como son las
neurociencias cognoscitivas y la psicología del
desarrollo, pueden convertirse en términos que
se entrelazan para crear nuevos puntos de
encuentro y espacios para generar propuestas de
trabajo que permitan a la psicología continuar
con su crecimiento disciplinar y profesional.
Estos conceptos son: reserva cognoscitiva, uno
de los nuevos planteamientos de las
neurociencias, y compensación, que nace al
interior de la perspectiva del ciclo vital, en la
psicología del desarrollo.
A continuación se explicarán brevemente
estos conceptos.
El término neurociencias cognoscitivas es
relativamente nuevo, en comparación con las
preguntas sobre el funcionamiento cerebral, las
cual es se remontan al periodo clásico . Dicho
término fue introducido , en la década de los 70,
por los doctores Michael Gazzaniga y George
Mill er para denominar una asignatura en la que
buscaban enseñar las bases ncurales de la
cognición humana (Mejía-Brando, en prensa) .
Ahora bien, el hecho de que este concepto se
haya acuñado hace casi 40 años no significa que
las inquietudes alrededor del funcionamiento
ce rebral y la conducta humana hubieran
e mpezado en ese momento.
; Algunas d e las ideas e inquietudes
relacionadas con la in.teracción entre el cerebro y
e l comportamiento han sido trabajadas desde
tiempos antiguos por diferentes personajes. En
un principio, los filósofos se preocuparon
bastante por estudiar el centro del
comportami ento y desarrollaron diferentes
explicaciones y ubicaciones anatómicas para
dicha relación, las cuales incluyeron el corazón
y los vasos sanguíneos, entre otros. Pero,
posteriormente, la atención se centró en el
cerebro, y el interés de los filósofos se centró en
localizar cie1ias funciones mentales, así como lo
planteó Hipócrates. Para este pensador, este
órgano era el centro del raciocinio ya que se
encontraba en la cabeza, mientras que los ojos y
los oídos eran concebidos como las "ventanas
del alma" (Álvarez, Gonzalez, Trápaga y
O1iega, 2005).
Los primeros estudios sobre la relación del
compmiarniento con el cerebro estuvieron
orientados hacia una mirada "patologizante", a
partir de la cual se buscaba comprender lo qu e
ocurría con el cerebro cuando se presentaban
· síntomas que hoy corresponden a patologías
corno la epilepsia, los trastornos lingüísticos
(estudiados por Hipócrates) y el trauma
craneoencefálico ( examinado por Galeno)
(Mejía-Brando, en prensa).
Algunos autores consideran que dichos
acercamientos no hacen paiie de la historia
directa de las neurociencias (Herrera-Pino,
Rarnon, Dieguez, Iturri y Álvarez-Delvenne,
2005) y que pueden entenderse mejor como
antecedentes de las diferentes ramas del estudio
del cuerpo humano y su comportamiento.
Dichos autores asumen que fueron
investigadores como Gall, Flourens, Galton y
Broca, quienes plantearon los cimientos de las
neurociencias , con sus trabajos sobre el
localizacionisrno, el holismo, la evaluación
neuropsicológica y la afernia (hoy, afasia),
respectivamente .
En la actualidad , el estudio de las
neurociencias cognoscitivas puede ser
considerado un campo interdisciplinario y
complejo, donde se procura superar el dualismo
mente-cuerpo y se entiende el cerebró como un
sistema dinámico organizado, en el cual se
Cuadernos Hispanoamericanos d e Psicología
RESERVA NEUROCOGNOSCITIVA Y MODELO DE COMPENSACIÓN DEL DESARROLLO: DOS CONCEPTOS ENTRELAZADOS
identifican las bases neurales de la conducta
(Escera, 2004). Dentro ele este campo se abren
espacios para que diferentes áreas del
conocimiento participen y aporten, desde sus
propias perspectivas, al estudio del
funcionamiento cerebral (Puentes-Rozo, 1999).
Esto da cabida a cuestionamientos novedosos
sobre el papel que juega la interacción del
cerebro con otros sistemas dentro o fuera del
organismo (como el sistema inmune o el sistema
familiar).
Mientras el área ele las neurociencias se estaba
desarrollando y estableciendo, en la psicología
se fortalecía un campo del conocimiento sobre el
comportamiento humano , denominado
psicología del desarrollo. Los antecedentes de
dicho campo se remontan a los primeros
momentos de la aparición de la psicología
misma . Algunos de los precursores de esta área
son Freud, Hall y Tetens (Baltes et al., 1998),
quienes consideraron que el desarrollo llegaba
hasta una determinada etapa ele la vida.
Específicamente, Freud se centró en el estudio
del desarrollo psicosexual ele los individuos,
mientras que Hall lo hizo en los cambios que se
presentaban en la adolescencia, si bien ambos
consideraron que ésta era la etapa final de las
transiciones en el desarrollo . Por su parte,
Tetens , tomando en cuenta la historia del análisis
que se realizó en el estudio de la psicología del
desarrollo en Alemania, propuso que el proceso
de desarrollo se daba a lo largo de toda la vida;
sin embargo, no pudo demostrar de forma
empírica dicha afirmación, ya que su propuesta
fue demasiado temprana en el estudio ele la
psicología (Baltes, Linclenberger y Straudinger,
1998).
En una época más reciente, en Estados
Unidos, y aunándose a los planteamientos
freudianos , aunque con una mirada alternativa,
Erick Erickson propuso que el desarrollo de los
individuos se logra en la medida en que cada
sujeto atraviesa y supera 8 crisis vitales que van
apareciendo a lo largo de la vida, incluyendo la
adultez y la vejez. Por su parte, en Suiza, Jean
Piaget hacía su propuesta sobre la génesis del
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conocimiento, lo que lo llevó a estudiar el
desarrollo cognoscitivo en la infancia y a afirmar
que éste alcanzaba su máximo nivel en la
adolescencia y que, a partir de allí , el
funcionamiento se mantenía estable.
Escindidas de las investigaciones y teorías
sobre el intelecto, se presentaron nuevas
propuestas sobre el desarrollo, que pretendían
dar cuenta ele las relaciones afectivas que
marcaban la vida de las personas. Una de las más
relevantes en esta área es la teoría del desarrollo
vincular o del apego, la cual fue formulada por
John Bowlby y profundizada por Mary
Ainsw01ih. Esta teoría permite comprender
cómo el comportamiento de los adultos que
cuidan a los niños hace que estos desarrollen
formas diferentes de interacción con el mundo
social y físico, incidiendo también en el
desarrollo afectivo y cognoscitivo posterior del
individuo (Feeney, 1999).
Pai·alelamente a esta propuesta , pero
retomando los planeamientos de Tetens,
Neugarten asume que los cambios que se
presentan dentro del proceso de desarrollo
ocurren en función del contexto y en la
interacción que se da entre el sujeto y su medio
resaltando, como Bowlby, la importancia de un
medio rico en estímulos, para que las personas
puedan desarrollar y optimizar las capacidades
con las que nacieron. Los planteamientos de esta
autora se enmarcan, así, dentro de la perspectiva
desde la cual se aborda el desarrollo humano
actualmente , denominándose "l~fe-span
perspective ", término que ha sido traducido al
español como Perspectiva del Ciclo Vital
(PCV). No obstante, existen muchas dudas
acerca de la correcta utilización del término
ciclo, para denominar un proceso que no es
circular, sino que podría describirse como en
forma de espiral.
La PCV propone que el individuo se
desarrolla en función del medio en el cual vive,
pues éste posibilita o limita las capacidades
biológicas con las que se nace . Claro está que no
se puede perder de vista el hecho de que la
persona puede decidir en la infancia, la niñez y la
1w
 María Ximena Mejía-Erando, Cecilia Uribe-Valdivieso
adolescencia, con ayuda de sus cuidadores, y en
la adultez, de forma autónoma, cómo afrontar
las situaciones de pérdidas y ganancias que se
presentan corno hechos cotidianos de la vida
(Baltes et al. , 1998).
Con relación a la vejez, la PCV considera que
el desarrollo y el envejecimiento son procesos
paralelos, multidirnensionales (diferentes
cambios en diferentes áreas , sistemas o
dimens"iones) , multidireccionales (ele
crecimiento, mantenimiento , resiliencia y
declinación) y cuyo estudio debe tener en
cuenta la naturaleza equifinal de sus cambios
(Baltes et al. ,, 1999); es decir, la posibilidad de
que se llegue a un mismo punto a partir ele
diferentes rutas. En los últimos años, ha tornado
fuerza esta mirada pues sustenta, teórica e
investigativamente, la idea del ser humano
como complejo y constantemente cambiante,
integrador de diferentes sistemas y generador de
múltiples opciones de vicia. Esto permite
observar que las diferencias entre las personas
no están ligadas únicamente a su composición
genética y biológica, sino a la multiplicidad
generada a paiiir de la relación, integración y
sinergia que pueden existir entre las diferentes
dimensiones de la vida humana.
Reserva cognoscitiva y compensación del
desarrollo: definiciones
Proveniente de las neurociencias, y como
antecesor del término reserva cog11oscitiva,
aparece clul'ante la década de los afios 50 el
concepto de reserva cerebral, el cual se define
como la disposición del sistema nervioso para
afrontar los cambios adaptativos del medio
(Dennis, Spiegler y Hetherlngton, 2000). Este
concepto hace referencia a características
propias del cerebro, tales como el tamaño, el
número de neuronas y la cantidad de sinapsis
que favorecen la compensación del encéfalo
ante diferentes patologías del sistema nervioso
central (SNC). El término que nos ocupa fue
analizado por diferentes autores ; dentro de ellos,
cabe destacar a Birren (1959; citado en
1
1 Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología
Rodríguez-Alvarez y Sánchez-Rodríguez,
2004), quien identificó cambios diferenciales en
los individuos y concluyó que algunas personas
presentaban un envejecimiento más saludable,
en comparación con otras; sin embargo, no son
muy claras las razones por las que esta situación
se presentaba.
A paiiir de estos hallazgos, Satz ( 1993)
propuso el concepto de capacidad de reserva
cerebral como un constructo hipotético que
permitiría explicar la forma en que las
condiciones anatómicas y funcionales del
cerebro protegerían a algunos individuos contra
el daño cerebral :funcional, posponiendo la
sintomatología secundaria a ciertas patologías
del SNC.
Aunque estos conceptos son bastante claros
para la explicación de las diferencias
individuales ante patologías neurológicas, las
variables de tipo i11edioambiental quedaron por
fuera de dicha explicación, situación que no es
congruente con la realidad, ya que el cerebro
siempre se encuentra en interacción con las
diferentes condiciones educativas, culturales y
sociales de los individuos. Por esta razón es que
aparece el concepto de reserva cognoscitiva,
como el efecto protector que ejercen las
variables ambientales en el cerebro, en la
medida en que estas requieren un esfuerzo
intelectual del individuo para 1:esponder ante las
demandas establecidas (Rodríguez-Alvarez y
Sánchez-Rodríguez, 2004).
La reserva cerebral y la reserva cognoscitiva
no trabajan independientemente, pues es claro
que en la medida en que el sujeto tiene un mayor
nivel cultural (que implica mayores retos
cognoscitivos), se genera un incremento en las
redes neuronales que permiten la asociación de
los aprendizajes obtenidos, favoreciendo
entonces la reserva cerebral. Esta dinámica
promueve la compensación del individuo ante
una enfermedad de origen neurológico, pues al
poseer un mayor desarrollo cerebral, influido
por variables ambientales como el nivel
educativo propio y el de los padres, la
ocupación, la inteligencia premórbida y las
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redes sociales (Fristch et al., 2007), se compensa
el da110 que puede generar a nivel cerebral la
enfermedad, evitando que se modifiquen de
forma temprana algunas de las funciones
cognoscitivas y por ende, que se altere el
comportamiento del individuo. Desde esta
perspectiva puede considerarse l a
compensación como un proceso por el cual se
repara un daño causado, en este caso una
alterac ión en el sistema nervioso central, dando
paso al funcionamiento de la reserva
cognoscitiva.
A pesar ele que desde la mirada
neurocientífica se puede hablar de un proceso
compensatorio como una relación anatóm ica-
funcional , tal vez el término compensación
puede ser mejor comprendido a la luz de la
perspectiva del ciclo vital , pues aunque posee en
esencia la idea de contrarrestar los efectos que
tiene un evento sobre otros, dicha perspectiva
considera corno uno de sus ejes más importantes
la consideración del modelo de selección,
optimización y compensación (SOC) como
característico del desarrollo en los diferentes
dominios de la vida humana.
El modelo SOC (Baltes et al., 1999) hace
referencia a la selección (S), la optimización (O)
y la compensación (C) de cada una de las
experiencias y eventos del desarrollo ,
asum iendo que, al tener recursos limitados, las
personas de forma voluntaria o automática,
seleccionan unos dominios o ejes de acción (lo
que le da dirección al desarrollo al focalizar los
recursos) que posteriormente se optimizarán
(alcanzarán mayores niveles de
funcionamiento) al ser trabajados, refinados ,
coordiriados y aplicados, a lo largo de la vida y
de esta forma, se podrán compensar las pérdidas
que se presentaron en el momento de la
selección o en la medida en que se disminuyen
las fortalezas biológicas con las que cuenta la
persona (Lerner, Freund, De Stefanis y
Habermas, 200 l ).
Así , la compensación se define como un
proceso de sustitución en el que se busca dar
respuestas más adaptativas ante las pérdidas o la
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declinación, en términos psicológicos, sociales
o biológicos. En cuanto a los dos primeros, se
propone que la compensación implica la
modificación de la jerarquía de intereses y
objetivos propios , la disminución de los
estándares con los que un individuo se plantea
objetivos y la posibilidad de buscar nuevas
metas del desarrollo. Respecto a la dimen sión
biológica, podría interpretarse la compensación
como el cambio que existe en el cerebro a la luz
de estos nuevos requerimientos que llevan al ser
humano a ver más al lá de lo que está
acostumbrado, generando entonces nuevas
redes neuronales posiblemente más complejas y
por lo tanto, un cerebro más adaptado a
requerimientos del medio, constantemente
cambiantes.
Reserva cognoscitiva y compensación del
desarrollo: puntos de encuentro
A pesar de que los conceptos de reserva
cognoscitiva y compensación del desarrollo se
originan a paiiir de distintas • perspectivas
psicológicas y sus aplicaciones no han
compartido los mismos campos de acción, es
posible proponer que dichas perspectivas tienen
puntos de encuentro que enriquecen el quehacer
de la psicología en su ejercicio diario. De esta
forma, se puede observar, en ambos conceptos,
la consideración de que el desarrollo es una
continua construcción, en la que el sujeto puede
tener pérdidas y ganancias frente a las
experiencias vividas , las cuales pueden
valorarse tanto de forma positiva como negativa.
La perspectiva del ciclo vital abre un espacio
en el que se le da cabida a la interacción entre los
componentes cognoscitivos, afectivos y
contextuales, siendo esta integración la que
permite hablar de la reserva cognoscitiva, como
lo planteó Margret Baltes (1987, citado por
Baltes, et al., 1998). Baltes afirma que este
concepto representa el potencial general de
aprendizaje de una persona y la plasticidad de su
sistema cognoscitivo, el cual dependerá del
contexto en el que se desarrolle la persona y de la
mJ
 María Xim ena Mejía-Erando, Cecilia Uribe-Valdivieso
jerarquía de tareas que estruchire para su vida.
Esta propuesta sugiere, entonces, una
asociación entre la experiencia y el
entrenamiento en ciertas habilidades
cognoscitivas, así como el funcionamiento que
la persona puede tener a mediano y largo plazo,
en cuanto a su desarrollo normal se refiere.
Otro punto de encuentro puede hallarse en la
propuesta realizada por Katzman y Satz (1993)
quienes , basados en la perspectiva de Baltes
sobre la reserva cognoscitiva, propusieron una
mirada desde la patología. Dichoz autores la
definen como el uso de estrategias cognoscitivas
ante la pérdida de funciones cerebrales. El
funcionamiento de la reserva cognoscitiva,
relacionada con la anormalidad , podría
considerarse de la siguiente forma: el individuo,
a lo largo de su ciclo de vida, adquiere
conocimientos y habilidades en diferentes
campos de acción. Este bagaje cognoscitivo es
lo que se considera como la reserva que, con los
años, actúa corno un "colchón" de aprendizajes
y asociaciones que permiten que las
disfunciones no sean evidentes desde el
principio, sino que sólo aparecen cuando el
correlato anatomopatológico es muy amplio ,
con lo que se sobrecarga el funcionamiento
normal del individuo y, por ello , hay más
posibilidades de que se de la aparición de los
síntomas (Katzman y Satz, 1993).
Se podría decir, entonces, que en el momento
en que la reserva cognoscitiva se agota, se hace
evidente la disfunción en el comportamiento del
individuo. Claro está que cada persona presenta
diferentes expresiones anatómicas, en función
de la amplitud de su reserva cognoscitiva, la cual
estaría mediada por diferentes variables, dentro
de las cuales se encuentran el cociente
intelectual, el desempeüo académico durante la
adultez temprana, la ocupación desempeüada y
las actividades lúdicas y sociales que la persona
haya realizado durante la vida (Fristch et al. ,
2007).
Las variables mencionadas anteriormente
tienen un componente experiencia! importante,
lo que permitiría concluir que el niodelo SOC se
\
convierte en una interpretación bastante
acertada para comprender la manera en que las
personas, a través de las experiencias vividas, se
van desarrollando . Además, a través de éste, es
posible determinar la importancia de la
compensación, como oportunidad para evitar la
expresión comportamental de la alteración
anatómica o funcional que puede presentar un
individuo. Así mismo, dicho modelo permite
observar cómo se pone en práctica la reserva
cognoscitiva.
Desde esta nueva perspectiva, la reserva
cognoscitiva y la compensación del desarrollo
pueden interactuar, tanto teórica como
prácticamente, en la comprensión de situaciones
donde los individuos con diversas lesiones
cerebrales presentan expresiones cognoscitivas
y comportamentales de su patología. En síntesis,
a través de dicha interacción, se evidencia la
posibilidad de tener propuestas explicativas
desde diferentes modelos teóricos de la
disciplina. Esto demuestra la importancia de la
transdisciplinariedad en la comprensión del
comportamiento humano.
Algunos aportes de la reserva cognoscitiva y
la compensación del desarrollo
Las consideraciones generales sobre la reserva
cognoscitiva y el proceso de compensación, que
hacen parte del modelo SOC, sugieren que entre
más entrenamiento en un área específica debido
a una mejor educación o a un nivel ocupacional
determinado (Kliegel, Zimprich y Rott, 2004),
menor es la posibilidad de que la disfunción
generada por la patología o el envejecimiento
normal generen cambios en el compo1iamiento.
Esto ocurre al facilitar la utilización de
estructuras o redes cerebrales que, a pesar de
estar en disposición de ser activadas, no lo serían
si no existiera la necesidad de contrarrestar los
efectos de las pérdidas (Rodríguez-Álvarez y
Sánchez-Rodríguez, 2004). Dicho de otra
forma, compensar es hacer uso de la reserva
cognoscitiva pues, en la medida en que se
presenten pérdidas normales en el
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te envejecimiento, así corno en patologías
3.S específicas, se utili zarán los recursos adquiridos
se a lo largo de la vida. Lo anterior tiene corno fin
~s equilibrar el funcionamiento de las áreas
la afectadas.
la La consideración de que la reserva
)11 cognoscitiva implica la eficacia y la flexibilidad
m de los sistemas cognoscitivos conduce al
te término desarrollo del pensamiento post formal.
'ª Este se caracteriza por la aplicación práctica y
cotidiana de los conceptos abstractos, y la
'ª interpretación flexible de las situaciones vividas
.O (Labouvie-Vief (xxx) citado por Goldhaber,
o l 999), lo que promueve una mayor interacción
!S entre las neurociencias y la psicología del
:s desarrollo.
lS Al hablar sobre envejecimiento patológ ico,
;, las investigaciones que se han realizado , desde
a el planteamiento de Baltes en 1987 y de
s Katzman y Satz en 1993, han permitido asumir
la existencia real de un concepto que, en
principio, fue teórico y netamente hipotético.
Los estudios realizados sobre los factores
protectores ante la demencia han permitido
identificar que el nivel educativo (LeCarret,
Lafont, Mayo y Fabrigoule, 2003) y la actividad
cognoscitiva diaria son recursos sociales e
individuales que permiten retardar la aparición
de dicha patología. Siguendo esta línea, Bosma
et al,. (2003) encontraron que, en la adultez
mayor, las personas con actividades cotidianas
cognoscitivamente demandantes tenían menos
posibilidades de desarrollar demencia que
aquellas personas cuyas actividades eran más
rutinarias y pragmáticas. Así mismo , Liao et al, .
(2005) encontraron que los años de educación
formal recibida se relacionaban directamente
con puntajes más altos en el Mini-mental State
Examination (MMSE). Lo anterior pone de
manifiesto un mejor funcionamiento en las
personas más entrenadas en la utilización de sus
capacidades cognoscitivas.
La explicación que se ha dado a la influencia
de la educación como variable protectora de la
demencia radica en dos factores: el primero se
refiere al mejoramiento del füijo sanguíneo
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cerebral, que permite incrementar el apo1ie de
oxígeno y de glucosa en ciertas áreas del cerebro
(Rodríguez-Álvarez y Sánchez-Rodríguez,
2004); y el segundo se relaciona con el aumento
de la conectividad y el crecimiento neuronal a lo
largo de la vida (Mortimer, Sandoval y
Markeshry, 2003 2003).
Dentro del estudio de la demencia, tal vez es la
Enfermedad de Alzheimer (EA) la que más ha
permitido el estudio de la reserva cognoscitiva,
debido a su desarrollo progresivo y a su
histopatologia. Así, se hace evidente que
quienes tienen manifestaciones clínicas de EA
con grado histopatológico inferior son aquellas
personas que tienen menor nivel de cultura, de
cociente intelectual y de logros educativos o
laborales (Rodríguez-Álvarez y Sánchez-
Rodríguez, 2004).
Sustentando estos datos, se ha encontrado que
los pacientes con alta reserva cognoscitiva
tienen manifestaciones de la enfermedad cuando
ésta ha avanzado considerablemente en su
cerebro. Esto hace que el tiempo entre el
diagnóstico de posible o probable EA, y el
fallecimiento de la persona, sea más corto, con
un deterioro más rápido (Liao et al., 2005).
Por otra parte , se han realizado
investigaciones relacionadas con disfunciones
cognoscitivas dentro del proceso de
envejecimiento normal , las cuales han permitido
identificar que la malnutrición es un factor de
riesgo para el deterioro cognoscitivo (Fillity y et
al,. 2002), mientras que el desempeño de
actividades estimulantes a nivel cognoscitivo es
un elemento que reduce el riesgo de deterioro
(Backman et al., 2004).
Otros investigadores han tratado de identificar
elementos que inciden indirectamente sobre el
funcionamiento cognoscitivo, entre ellos la
actividad física y las relaciones sociales.
Respecto a la primera se ha encontrado que
puede modificar las respuestas cerebrales, en la
medida en que permite mitigar algunas
condiciones de salud que lesionan o dificultan su
correcto funcionamiento , como puede ser la
aparición de la diabetes o de la enfermedad
mJ
 J'vlaría Xi111ena lvfejía-Brando, Cecilia Uribe-Valdivieso
cardiaca (Lewis y Hoeger, 2005). Sin embargo,
también se ha encontrado una relación directa
entre el ejercicio constante y la evocación de la
memoria, sin que medien otros procesos (Firtsch
et al., 2007).
En cuanto a las relaciones sociales, se ha
propuesto que también inciden indirectamente
sobre el funcionamiento y la reserva
cognoscitiva, pues exigen mayores capacidades
comunicativas por parte de las personas, así
como la utilización de diversos recursos de
procesamiento de información , para solucionar
las tareas complejas que surgen en la interacción
(Aai1sen , Smits, van Tilburg, Knipscheer y
Deeg, 2002).
En relación con el desarrollo y el
envejecimiento normal , se ha logrado identificar
la importancia del entrenamiento en el
mantenimiento de funciones que tienden a
decrecer con el tiempo. Así, Bally et al,. (2002)
encontraron que entrenar para fortalecer la
memoria, el razonamiento y la velocidad en el
procesamiento de información, generaba
ganancias en estos procesos, las que se
mantenían hasta dos años después de haber
participado en el programa.
Una invitación final
Después de haber recorrido los conceptos de
reserva cognoscitiva y compensación del
desarrollo , teniendo en cuenta desde sus
orígenes hasta las investigaciones actuales, se
invita al lector a que aporte en la búsqueda de
puntos de encuentro de conceptos utilizados por
diferentes áreas de la psicología, en aras de
favorecer el crecimiento de la disciplina . Quien
se enfrenta a la práctica psicológica en el día a
día . sabrá que no es posible dar respuesta a la
complejidad del ser humano desde una única
mirada y que, con frecuencia , hay que valerse de
diferentes herramientas explicativas para ciar
respuesta a lo que las personas demandan de la
profesión. Por esta razón, es necesario integrar
los conocimientos biológicos, psicológicos y
sociales, mediante los cuales se pueda dar
lUil
cuenta del comportamiento humano.
Para lograr estos aportes, es muy importante
tener en cuenta que la propuesta del eclecticismo
quedaría por fuera , pues lo que se busca no es
utilizar conocimientos y herramientas sin
ningún criterio, sino establecer vínculos teóricos
que se conviertan en apoyo para responder a las
diferentes demandas del medio psicológico.
Así mismo, este artículo es una invitación para
continuar enriqueciendo los conocimientos de la
psicología a través ele investigaciones que
permitan entender cada vez más los procesos
cognoscitivos de los adultos mayores. Si bien
esta población es poco valorada achrnlmente en
la sociedad, hay que tener en cuenta que está
aumentando a pasos agigantados y que seguirá
creciendo cada vez más . Por lo tanto, es claro
que diferentes áreas, especialmente la
psicología, tienen la responsabilidad social de
entender el envejecimiento y sus repercusiones
como una posibilidad de crecimiento para la
humanidad y no como un problema económico o
de salud pública, como se ha hecho en algunas
ocasiones.
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