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UNIVERSIDAD DE CASTILLA LA MANCHA

ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS


DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS

PRESIONES DINÁMICAS
EN ESTRUCTURAS DE CONTENCIÓN

TESIS DOCTORAL

JUANA ARIAS TRUJILLO


Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos

Ciudad Real, Noviembre de 2015


A mis padres,

a mis hermanos
“No conocemos nuestra fortaleza
hasta que ser fuerte es la única opción para seguir adelante”

Anónimo

“¡Estudia! No para saber una cosa más,


sino para saberla mejor”

Séneca
Agradecimientos

A la hora de echar la vista atrás, resulta tremendamente emotivo y abrumador recordar


a todas las personas que han ido apareciendo en mi camino a lo largo de todos estos años
y que, por un motivo u otro, han dejado una huella especial.

Me gustarı́a comenzar expresando mi agradecimiento a mis directores de tesis, el Dr.


Rafael Blázquez Martı́nez y la Dra. Susana López Querol, por la confianza que desde hace
años han depositado en mı́ para el desarrollo de esta tesis, y de otros muchos proyectos. Por
sus sabios consejos, su ayuda e incondicional apoyo para afrontar no solo los obstáculos
propios de esta investigación, sino otros muchos implı́citos al mundo académico y al ámbito
personal. Fueron profesores entregados en mi etapa universitaria y actualmente grandes
investigadores, pero más importante aún, son excelentes personas de nobles principios a
quienes siempre resulta valioso escuchar. Para ambos, mi más sincero agradecimiento y
profunda admiración.

Agradezco al Dr. Manuel Pastor Pérez y a su grupo de trabajo, permitirme utilizar los
códigos del programa GeHoMadrid, fundamentales para el desarrollo de esta investigación.
Quiero también dar las gracias tanto al profesor Pastor como al resto de compañeros con
los que trabajé durante mi estancia en la Escuela de Caminos de Madrid, Miguel, Paola, Pa-
blo, Jose Antonio, Vicente... por el tiempo que me dedicaron, por instruirme en los códigos
de GeHoMadrid, en la programación de diferentes técnicas numéricas, y particularmente
por acogerme como a uno más durante los meses que estuve allı́.

A la Escuela Politécnica de Cáceres, la ventana que se abrió cuando me cerraron otras


puertas. A todos los compañeros de la Politécnica, Pablo, César, Santi, Jose, Jesús, Miguel,
Mercedes...entre otros muchos, por su continuo interés sobre los avances de la tesis y con
quienes trabajar a diario es un placer. Quiero dar las gracias especialmente al profesor Dr.
Agustı́n Matı́as por sus incansables palabras de ánimo y apoyo para la finalización de esta
investigación, su paciencia y sus valiosos consejos sobre la tesis. Por asumir responsabi-
lidades que no le correspondı́an cuando yo no pude hacerles frente, y por sus enormes
muestras de preocupación e interés.

A mis compañeros y amigos de la Escuela de Caminos de Ciudad Real, a todos los


que estuvieron en la lista de correos para el café de media mañana, Rocı́o, José Antonio,
Santos, Marı́a, Elisa, Manú, David, Gema, Mariam, Elvira, Maria Jose, Bea, Noe...y tantos

I
II

otros, con un cariñoso recuerdo para Mari Carmen. Con todos ellos compartı́ momentos
muy agradables, dentro y fuera de la escuela, y enriquecieron enormemente los numerosos
años que he estado allı́. Gracias a ellos guardo gratos recuerdos de esta etapa que han
hecho que olvide otros menos buenos.

A mis profesores de la Escuela de Caminos de Ciudad Real, a los que continúan en


ella y a los que se han marchado a otros centros. Muchos de ellos han sido y son grandes
compañeros y amigos, además de grandes referentes para mı́. Al resto del personal de la
escuela, gracias por su ayuda en muchos momentos.

A los alumnos a los que he impartido clase, tanto en la escuela de Ciudad de Real como
en la Politécnica de Cáceres, de quienes tanto he aprendido y han hecho que disfrute con
la docencia y me apasione por ella.

Al Ministerio de Ciencia e Innovación por la ayuda FPI concedida para el desarrollo de


esta tesis y a la Universidad de Castilla-La Mancha por los fondos económicos de ((Ayuda
a Tesis)).

A mis compañeras de carrera, Maria Jose, Nuria y Rocı́o, porque tanto en los buenos
como en los malos momentos siempre están ahı́, a pesar del tiempo y las distancias. Como
en aquellas interminables noches de proyectos: “El Besós no caerá”.

Al personal del Servicio de Oncologı́a del Hospital General Universitario de Ciudad Real,
por su trato humano y gran profesionalidad para hacer frente a esta cruel enfermedad. Mi
más profundo agradecimiento y reconocimiento por su labor.

Quiero finalizar dando las gracias a mi familia a quienes les debo todo. A mis padres y
a mis hermanos por su apoyo incondicional en todo momento, porque siempre han estado,
están y estarán conmigo. A mis queridos abuelos, que aunque no están aquı́ nos acom-
pañan desde el cielo.

A todos los que se han preocupado por mı́ en estos últimos meses, GRACIAS.

Valdepeñas, Noviembre de 2015


Resumen

El cálculo y diseño de estructuras de contención es uno de los problemas de inge-


nierı́a más estudiados e investigados. Sin embargo, debido a la multitud de factores que
intervienen y a la complejidad de los mismos, aspectos especialmente relevantes para la
estimación de los empujes de tierras son susceptibles de estudio. Factores como la distri-
bución de las presiones con la altura, el punto de aplicación de la resultante, la influencia de
la magnitud y tipos de movimientos del muro, el fenómeno de interacción suelo-estructura,
entre otros muchos, no están claramente definidos para problemas estáticos, y aún menos
para problemas dinámicos.
Este problema se vuelve más complejo cuando, además, el relleno del muro se encuen-
tra en condiciones saturadas (problemas acoplados). El efecto del agua sobre las estruc-
turas de contención en problemas dinámicos ha sido claramente menos estudiado, puesto
que la gran mayorı́a de las investigaciones se han realizado para rellenos secos.
Debido a la complejidad del problema dinámico, habitualmente se recurre a metodo-
logı́as de cálculo simplificadas o pseudo-estáticas, que en muchos casos son solamente
una aproximación al problema real ante la imposibilidad de considerar fenómenos comple-
jos de forma simplificada, y por lo tanto, el campo de aplicación o rango de validez de las
mismas es muy limitado. Por otra parte, muchas de estas metodologı́as son heredadas de
los métodos estáticos de cálculo y heredan también sus ventajas e inconvenientes. En este
sentido destaca especialmente el método de Mononobe-Okabe (M-O), el cual a pesar de su
antigüedad y de la publicación de metodologı́as mucho más recientes, es, por su facilidad
de uso, muy empleado hoy en dı́a por la mayorı́a de los ingenieros.
Además de los procedimientos simplificados ya mencionados, y dada la complejidad de
los factores que intervienen y la interacción entre ellos, también se ha tratado de abordar
el diseño de las estructuras de contención a través de modelos numéricos, al igual que, en
otras muchas ramas de la ingenierı́a. El procedimiento más extendido es el método de los
elementos finitos, el cual permite modelar de forma más realista este complejo problema,
no exento por otra parte de una mayor dificultad numérica. A pesar de la potencia de esta
técnica y del interés de la estructuras de contención en el campo de la ingenierı́a, las investi-
gaciones de tipo numérico son notablemente muy superiores en problemas estáticos frente
a los dinámicos, y dentro de estos, en problemas sin agua frente a problemas saturados,
sobre los cuales las investigaciones publicadas son relativamente escasas.
En esta tesis doctoral se aborda, por un lado, una completa revisión y análisis crı́tico
del estado del conocimiento en cuanto a metodologı́as de cálculo simplificadas y de mo-
delización numérica publicadas para estructuras de contención bajo carga dinámica, prin-

III
IV

cipalmente sismo, con y sin la presencia del agua. Y por otro lado, se desarrolla una mo-
delización numérica avanzada para determinar las presiones y empujes resultantes sobre
el trasdós de una estructura de contención rı́gida, con relleno granular y bajo solicitaciones
dinámicas, especialmente terremotos, para dos condiciones extremas, con relleno seco y
con relleno saturado. Del mismo modo, también se examinan los desplazamientos sufridos
por la estructura y los asientos experimentados por el relleno.
El modelo numérico, implementado en el código GeHoMadrid, se basa en las ecuacio-
nes de Biot con una formulación u-p, y se adopta para el material de relleno el modelo
constitutivo de Pastor-Zienkiewicz para arenas. Sobre dicho código se han implementado
tres técnicas numéricas necesarias o convenientes para abordar el problema objeto de esta
tesis doctoral. Estas técnicas permiten considerar diversos algoritmos de integración tem-
poral, más allá de los habituales algoritmos de la familia de Newmark, que se emplean en
el campo de la dinámica de suelos, como aquellos que tienen capacidad para amortiguar
las altas frecuencias (Algoritmos Disipativos), permiten tratar adecuadamente los contornos
fijos del dominio para evitar la reflexión de las ondas (Contornos Absorbentes), y permiten
adoptar elementos especiales para el adecuado tratamiento numérico de la interfaz de con-
tacto suelo-estructura (Elementos de Interface).
Asimismo, se evalúa la respuesta de una estructura de contención rı́gida sometida a car-
ga dinámica a través del modelo numérico desarrollado, y se analiza la influencia que tiene
sobre dicha respuesta diferentes aspectos numéricos, sin perder de vista las referencias
de los métodos tradicionales o simplificados de cálculo. Finalmente, se desarrollan varias
simulaciones numéricas, tanto para condiciones secas como saturadas, con diferentes re-
gistros sı́smicos reales, analizando y contrastando los resultados numéricos obtenidos y los
de las principales metodologı́as simplificadas de cálculo.
Abstract

The design of retaining wall has probably been one of the most studied engineering pro-
blems. However, due to the huge amount of factors involved and their complexity, relevant
aspects for estimating earth pressures should be researched in-depth. Elements like pres-
sure distribution along the height of the wall, point of application of resultant force, influence
of magnitude and type of movement of the structure, soil-structure interaction phenome-
non, among others, are not clearly established for static problems and least for the dynamic
cases.
For saturated backfills (coupled problems), this problem is more complex. The influence
of water on retaining walls under dynamic conditions has been poorly studied, since most of
the researches have been focused on dry backfills.
Because of the complexity of dynamic problems, it is usual to employ simplified or
pseudo-static methods, which are only an approximation to the physical problem due to
the impossibility of taking into account complex effects from an easy manner, so the applica-
bility of all of them is reduced. On the other hand, most of these methods come from static
procedures and consequently, they also adopt their advantages and disadvantages. In this
sense, the Mononobe-Okabe method (M-O), in spite of its old and the publications of plenty
of modern methods, is nowadays widely used by engineers thanks to its simplicity.
Apart from the simplified methods and due to the complexity of the factors involved and
the interaction between them, the design of retaining structures has also been approached
by means of numerical models, as happened with others areas of engineering. The finite
element method is the most usual one. This procedure allows to model this complex problem
from a more realistic way but, at the same time, it is not free of numerical drawbacks. In
spite of the power of this tool and the interest of retaining walls for the civil engineering,
numerical researches are significantly more numerous for static problems than for dynamics,
and for the last one, with dry backfills respect to saturated backfills, which have been scarcely
researched.
Along this thesis, a complete review and critical analysis of the state of the art (simpli-
fied methods and numerical models) for designing of retaining wall under dynamic loadings
(mainly earthquakes), with and without water, are included. On the other hand, an advan-
ced numerical model is developed for obtaining the pressures and resultant of force acting
on the back of a rigid wall, with granular backfill and dynamic solicitations for two extreme
situations, dry and saturated backfills. At the same time, the displacement of the structure
and the settlement of the backfill are also examined.
The numerical model has been programmed in the code GeHoMadrid, which is based

V
VI

on the Biot’s equations with an u-p formulation, while the constitutive model for the backfill
material is the Pastor-Zienkiewicz model for sand. In the above code, three special nume-
rical techniques have been implemented since they are very convenience for the proper
development of the main object of this thesis. These techniques allow to consider different
integration algorithms, apart from the common Newmark’s family, which are used in the field
of soil dynamics, especially those one which can damp the highest frequency content (dissi-
pative algorithms), allow to consider a proper treatment of the fixed boundaries of the domain
to avoid the reflection of the waves (absorbing boundaries), and allow to consider singular
elements to the model the contact interface between soil and structure (interface elements).
Moreover, the response of a rigid retaining wall under dynamic loading is assessed by
means of the numerical model developed, and the influence of different numerical aspects
on the response is also researched, also with special reference to the simplified methods.
Finally, several numerical simulations are carried out, both for dry and saturated backfills,
and with different real earthquakes, to analyze and compare the numerical results with the
main simplified methods.
ÍNDICE

Página

1 Introducción 1
1.1 Motivación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2 Objetivos de la investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.3 Metodologı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.4 Organización del documento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

2 Estado del Conocimiento 9


2.1 Presiones de origen estático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2 Presiones de origen dinámico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.2.1 Métodos basados en el Equilibrio Lı́mite: métodos pseudo-estáticos . . . . 13
2.2.2 Métodos basados en el Equilibrio Lı́mite: métodos pseudo-dinámicos . . . . 25
2.2.3 Métodos basados en la Teorı́a Elástica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.2.4 Métodos basados en Soluciones Elastoplásticas . . . . . . . . . . . . . . 35
2.2.5 Métodos basados en la Teorı́a del Análisis Lı́mite . . . . . . . . . . . . . . 38
2.2.6 Método de las Caracterı́sticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.2.7 Resumen de métodos para estimar las presiones dinámicas . . . . . 47
2.3 Efecto del movimiento del muro en las presiones laterales . . . . . . . . . . . 50
2.4 Presiones debidas al agua: suelos saturados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
2.5 Métodos basados en Modelos Numéricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
2.5.1 Modelos para problemas estáticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
2.5.2 Modelos para problemas dinámicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
2.5.3 Modelos para problemas dinámicos en medios porosos saturados . . 81
2.5.3.1 Madabhushi y Zeng (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
2.5.3.2 Madabhushi y Zeng (2007) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
2.5.3.3 Dewoolkar, Chan, Ko y Pak (2007) . . . . . . . . . . . . . . . 95
2.5.3.4 Alyami, Rouainia y Wilkinson (2009) . . . . . . . . . . . . . . 101

3 Modelo Numérico 105


3.1 Formulación Generalizada de Biot en problemas acoplados . . . . . . . . . . 106
3.1.1 Formulación simplificada en la forma u-p . . . . . . . . . . . . . . . . 108
3.1.2 Condiciones de contorno y condiciones iniciales . . . . . . . . . . . . 109
3.2 Resolución por el Método de los Elementos Finitos . . . . . . . . . . . . . . . 109
3.3 Discretización espacial (MEF) de un problema acoplado con formulación u-p 110
3.3.1 Casos Particulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112

VII
VIII ÍNDICE

3.3.2 Matrices de Amortiguamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113


3.3.3 Restricción de Babuska-Brezzi sobre N u y N p . . . . . . . . . . . . . 114
3.4 Integración temporal de un problema acoplado u-p . . . . . . . . . . . . . . . 115
3.4.1 Método de Newmark . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
3.4.2 Métodos α-generalizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
3.4.3 Evaluación de los algoritmos temporales de integración . . . . . . . . 121
3.4.4 Ejemplos de validación: Algoritmos de integración temporal . . . . . . 126
3.4.4.1 Respuesta de un estrato horizontal de suelo elástico someti-
do a una solicitación sinusoidal en su base . . . . . . . . . . 126
3.4.4.2 Influencia de los algoritmos de integración paso a paso en la
respuesta de un medio poroso saturado elástico semi-infinito 131
3.5 Resolución de sistemas de ecuaciones no lineales . . . . . . . . . . . . . . . 136
3.5.1 Aplicación del Método de Newton-Raphson . . . . . . . . . . . . . . . 137
3.5.2 Criterios de convergencia y tolerancias . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
3.6 Modelo Constitutivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
3.6.1 Teorı́a de Plasticidad Generalizada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
3.6.2 El modelo de Pastor-Zienkiewicz (PZ) para arenas . . . . . . . . . . . 144
3.7 Contornos Absorbentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
3.7.1 Principales técnicas de modelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
3.7.2 Revisión del Estado del Conocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
3.7.3 Contornos absorbentes implementados en esta tesis doctoral . . . . . 156
3.7.4 Ejemplos de Validación: Contornos Absorbentes . . . . . . . . . . . . 159
3.7.4.1 Propagación de una onda en una barra sólida de longitud
infinita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
3.7.4.2 Consolidación de una columna de longitud infinita de suelo
saturado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
3.7.4.3 Propagación de una onda en un medio elástico semi-infinito 162
3.7.4.4 Propagación de una onda en un medio poroso saturado elásti-
co semi-infinito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
3.7.4.5 Comparación de la propagación de una onda en un medio
elástico semi-infinito de diferentes tamaños . . . . . . . . . . 165
3.8 Interfaz de contacto Suelo-Estructura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
3.8.1 Revisión del Estado del Conocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
3.8.2 Tratamiento numérico de la interfaz en la modelización de estructuras
de contención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
3.8.3 Tratamiento numérico adoptado para la interfaz de contacto . . . . . . 174
3.8.4 Ejemplos de validación: Interfaz de contacto suelo-estructura . . . . . 179
3.8.4.1 Ejemplo bidimensional con interfaz elástica . . . . . . . . . . 179
3.8.4.2 Ejemplo bidimensional sin tracciones en la interfaz . . . . . 180
3.8.4.3 Bloque elástico con interfaz no elástica sometida a cortante 181
3.8.4.4 Ensayos de corte en una interfaz suelo-hormigón para el
ajuste de un modelo elástico hiperbólico . . . . . . . . . . . 184
ÍNDICE IX

4 Análisis numérico de una estructura de contención rı́gida bajo solicitaciones


dinámicas 187
4.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
4.2 Descripción del caso tipo: Relleno Seco y Saturado . . . . . . . . . . . . . . 188
4.3 Etapas de cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
4.3.1 Cálculo estático del estado tensional del estrato base . . . . . . . . . 193
4.3.2 Cálculo estático del estado tensional del relleno . . . . . . . . . . . . 194
4.3.3 Cálculo dinámico de la respuesta del muro . . . . . . . . . . . . . . . 198
4.4 Discusión de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
4.4.1 Respuesta dinámica del muro: Caso Seco . . . . . . . . . . . . . . . . 198
4.4.2 Respuesta dinámica del muro: Caso Saturado . . . . . . . . . . . . . 205
4.5 Estudio paramétrico de la influencia de diferentes aspectos numéricos . . . . 211
4.5.1 Influencia de los bordes fijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
4.5.2 Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 . . . . . . . . . . . 213
4.5.3 Influencia del algoritmo de integración temporal . . . . . . . . . . . . . 224
4.5.4 Influencia de las propiedades de los elementos de interface . . . . . . 243
4.6 Empujes dinámicos para diferentes registros sı́smicos: Modelo Numérico y
Métodos Simplificados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
4.6.1 Caracterización de los terremotos empleados . . . . . . . . . . . . . . 253
4.6.2 Empujes sobre el trasdós: Relleno Seco y Saturado . . . . . . . . . . 254

5 Conclusiones y Futuras Lı́neas de Investigación 259


5.1 Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
5.1.1 Del estado del conocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
5.1.2 Del modelo numérico desarrollado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
5.1.3 De la respuesta de una estructura de contención rı́gida bajo carga
armónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
5.1.4 Del estudio paramétrico sobre diferentes aspectos numéricos . . . . . 267
5.1.5 De las simulaciones numéricas del comportamiento de una estructura
de contención rı́gida sometida a registros sı́smicos reales: resultados
numéricos y métodos simplificados de cálculo . . . . . . . . . . . . . 270
5.2 Futuras lı́neas de investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271

Bibliografia 275
X ÍNDICE
ÍNDICE DE FIGURAS

Página

2.1 Esquema de las principales variables del problema. . . . . . . . . . . . . . . 10


2.2 Equilibrio de fuerzas sobre las distintas cuñas de rotura tanteadas según la
teorı́a de Coulomb [1]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.3 Equilibrio de fuerzas sobre la cuña de rotura tanteada según el método de
Mononobe-Okabe [2]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.4 Estudio paramétrico realizado por Seed y Whitman [3] sobre el método de M-O. 17
2.5 Influencia de kh en la inclinación del plano de rotura (β = α = kv = 0) según
Davis, Richards y Chen [4]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2.6 Influencia de la dirección de las fuerzas de inercia en el empuje sobre el muro,
Fang y Chen [5]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2.7 Cálculo del empuje activo propuesto por Kim et al. [6] como una extensión
del método de M-O a un caso con cohesión, adhesión y sobrecarga. . . . . . 19
2.8 Comparación entre una superficie de rotura plana (M-O) y una superficie de
rotura definida por un arco de espiral logarı́tmica (Morrison y Ebeling [7]) para
distintos valores de δ y φ = 30o , kh = 0,2, kv = 0. . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.9 Comparación del valor de Kpe calculado con una superficie de rotura plana
(M-O) o con una superficie de rotura definida por un arco de espiral logarı́tmi-
ca, para distintos valores de φ, δ, kv , kh (Morrison y Ebeling [7]). . . . . . . . . 23
2.10 Comparación del coeficiente de empuje sı́smico (Kpe ) obtenido con una su-
perficie de rotura plana (M-O), una superficie de rotura definida únicamente
por un arco de espiral logarı́tmica (Morrison y Ebeling [7]) y por una superficie
de rotura definida por la combinación de un arco de espiral logarı́tmica y un
tramo recto (Kumar [8]). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
2.11 Empuje dinámico y momento flector dinámico respecto a las aceleraciones
en el punto medio y en la base del muro, Steedman y Zeng [9] (φ = 33o ,
δ = 16o , H/T vs = 0,275). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2.12 Comparación del momento dinámico obtenido entre los resultados deducidos
por M-O y por el método pseudo-dinámico de Steedman y Zeng, respecto a
los resultados de un ensayo en centrifuga [9]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
2.13 Distribución de presiones del método pseudo-dinámico propuesto por Steed-
man y Zeng [9] (φ = 33o , δ = 16o , kh = 0,2, H/T vs = 0,3) y el método
pseudo-dinámico de Choudhury y Nimbalkar [10] respecto a la solución ob-
tenida por M-O. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28

XI
XII ÍNDICE DE FIGURAS

2.14 Modelos elásticos propuestos por Matuo y Ohara [11], por Tajimi [12] y por
Scott [13]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.15 Modelo de Wood [14]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2.16 Modelo elástico propuesto por Veletsos y Younan [15]. . . . . . . . . . . . . . 33
2.17 Modelo elástico propuesto por Jung et al. [16]. . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.18 Modelo de cálculo en campo libre del método de Richards Jr. et at [17]. . . . 36
2.19 Estados de fluidificación propuestos por el método de Richards Jr. et at [17]. 36
2.20 Modelo de cálculo en campo libre del método de Richards Jr. et al. [18]. . . . 37
2.21 Mecanismo traslacional propuesto por Chang y Chen [19]. . . . . . . . . . . 40
2.22 Mecanismo traslacional propuesto por Soubra [20], a) Mecanismo Traslacio-
nal, b) Comparación del coeficiente Npγ para el mecanismo propuesto por
Soubra [20] respecto al mecanismo log-sandwich de Chang y Chen [19]
(φ = 45o , δ = φ, β = 0, kh = 0,3). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
2.23 Comparación entre los resultados obtenidos por la formulación propuesta por
Mylonakis et al. (teorema de la cota inferior) respecto a la formulación de
Chang y Chen (teorema de la cota superior) y el método de M-O [21] (kv = 0,
sin sobrecarga). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.24 Método de las Caracterı́sticas de Sokolosvkii [22]. . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.25 Diferentes campos tensionales definidos por Kumar y Chitikela [23] en función
de θg y θw . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
2.26 Modelo de cálculo basado en la teorı́a de Coulomb que introduce el tipo de
movimiento en la ley de presiones en el caso estático, según Wang [24] para
la traslación y Wang et at [25] para la rotación en coronación. . . . . . . . . . 52
2.27 Resultados obtenidos por el método de cálculo propuesto por Wang [24] y
Wang et at [25] para el caso estático. a) Ley de presiones para un movimiento
de traslación. b)Punto de aplicación de la resultante para los movimientos de
rotación en coronación y traslación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
2.28 Leyes de presiones según el método de la redistribución de presiones de Du-
brova [26]. a) Rotación en coronación, condición activa b) Rotación respecto
a la base, condición pasiva c) Rotación en coronación, condición pasiva d)
Rotación respecto a la base, condición activa e) Rotación respecto al punto
medio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
2.29 Comparación entre los resultados obtenidos por la metodologı́a propuesta
por Bang y Hwang respecto a diferentes resultados experimentales [27]. a)
Rotación respecto a la base para diferentes cotas (SP1: z=0.50 ft - SP5: z=2.6
ft) b) Rotación en coronación. c) Traslación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
2.30 Evolución de las tensiones tangenciales en el trasdós de un muro rugoso
para distintos estados activos intermedios en el caso de rotación respecto a
la base, según Bang y Hwang [27]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
2.31 Evolución de la ley de presiones y del punto de aplicación de la resultante
(hR ) para distintos estados activos según el método propuesto por Blázquez
y Arias [28]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
ÍNDICE DE FIGURAS XIII

2.32 Presión hidroestática y presión hidrodinámica calculada por Westergaard so-


bre un muro vertical durante un sismo [29]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2.33 Coeficiente Cm para el cálculo de las presiones hidrodinámicas sobre un mu-
ro con trasdós inclinado según Zangar [30]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
2.34 Resultados obtenidos por Matuo y Ohara [31], a) empuje de la resultante
sobre el muro y el punto de aplicación de la presión dinámica de poro b)
distribución horizontal de la presión dinámica de poro (coeficiente sı́smico
0.3) obtenidas teóricamente (lı́neas) y experimentalmente (cı́rculos). . . . . . 62
2.35 Definición de los ángulos del coeficiente sı́smico (ψi ) y de los elementos uni-
tarios de suelo empleados por Matsuzawa et al. [30] para los distintos tipos
de relleno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2.36 Análisis paramétrico realizado por Matsuzawa et al. [30]. . . . . . . . . . . . 65
2.37 Movimientos laterales y distribución de presiones obtenidas por Potts y Fourie
[32] para diferentes valores de rigidez y K0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
2.38 Desarrollo de los coeficientes de empuje activo y pasivo según Potts y Fourie
[32]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
2.39 Distribución de presiones activa y pasiva para un muro liso según Potts y Fou-
rie [33]. Ka y Kp son la distribución de presiones activa y pasiva de Rankine
(φ = 25o , Ka = 0,41 y Kp = 2,46) y Ko es la distribución de presiones del
empuje al reposo (Ko = 2). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
2.40 Distribución de presiones activa y pasiva para un muro rugoso según Potts y
Fourie [33]. Ka y Kp son la distribución de presiones activa y pasiva calcula-
das a partir de Caquot-Kerisel (φ = 25o , Ka = 0,33 y Kp = 3,89) y Ko es la
distribución de presiones del empuje al reposo (Ko = 2). . . . . . . . . . . . . 71
2.41 Distribución de presión de tierras obtenida por Bhatia y Bakeer [34] respecto a
los resultados experimentales de Matsuo et al. [35]. (Los números entre corchetes
se corresponden con los casos mostrados en la tabla 2.12). . . . . . . . . . . . . . . . . 74
2.42 Resultados obtenidos de la simulación numérica realizada por Matsuzawa y
Hazarika [36] para cada modo de movimiento del muro, donde d representa
el desplazamiento horizontal del muro, θ la rotación del muro con la vertical y
s el valor del desplazamiento en el punto medio del muro para el modo RB-T. 76
2.43 Efecto de la densidad del relleno en la distribución del empuje de tierras activo
según Matsuzawa y Hazarika [36], para los modos de traslación y rotación en
coronación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
2.44 Principales conclusiones obtenidas del modelo en elementos finitos para car-
ga cı́clica de Siddharthan y Maragakis [37]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
2.45 Resultantes, puntos de aplicación e incrementos de presión, tanto en el vásta-
go (stem) como en la sección por el talón del muro (heel), obtenidos con el
modelo de Green y Ebeling [38]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
2.46 Desfases observados por Green y Ebeling [38] en los resultados obtenidos
para las resultantes, sus puntos de aplicación y la aceleración horizontal. . . 83
2.47 Distribuciones de presiones obtenidas del modelo de Green y Ebeling [38]
para los valores máximos de Pstem , Pheel , (Y )stem y (Y )heel . . . . . . . . . . . 83
XIV ÍNDICE DE FIGURAS

2.48 Fallos de estructuras de contención con presencia de agua tras sendos epi-
sodios sı́smicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
2.49 Esquema de la sección transversal de los modelos experimentales en centrı́fu-
ga XZ7 y XZ9 [39]. (ACC: acelerómetro, PPT: transductor de presión de poro,
LVDT: transductor de desplazamientos). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
2.50 Esquema del modelo numérico para el ensayo XZ7 desarrollado por Madab-
hushi y Zeng [40]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
2.51 Comparación entre los registros obtenidos del ensayo en centrifuga XZ7 (re-
lleno seco) y las simulaciones numéricas obtenidas por Madabhushi y Zeng
[40]. La posición de los acelerometros (ACC) y transductores (LVDT) se mues-
tran en la figura 2.49(a). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
2.52 Comparación entre los registros obtenidos del ensayo en centrifuga XZ9 (re-
lleno saturado) y las simulaciones numéricas obtenidas por Madabhushi y
Zeng [40]. La posición de los acelerometros (ACC) y transductores de des-
plazamiento (LVDT) y poro (PPT) se muestran en la figura 2.49(b). . . . . . . 89
2.53 Deformada obtenida con el ensayo de centrifuga y con el modelo numérico
para el ensayo XZ7 analizado por Madabhushi y Zeng [40]. . . . . . . . . . . 90
2.54 Deformada obtenida con el ensayo de centrı́fuga y con el modelo numérico
para el ensayo XZ9 según Madabhushi y Zeng [40]. . . . . . . . . . . . . . . 91
2.55 Esquema del modelo de centrı́fuga y zonas discretizadas en el modelo de
elementos finitos realizado por Madabhushi y Zeng [41] para un muro flexible. 92
2.56 Leyes de momentos flectores dinámicos obtenidas por Madabhushi y Zeng
[41] para el modelo numérico y los ensayos en centrı́fuga. . . . . . . . . . . . 93
2.57 Desplazamientos sufridos por la coronación del muro frente a los sismos EQ2
y EQ3, tanto en el ensayo de centrı́fuga como en el modelo numérico, desa-
rrollados por Madabhushi y Zeng [41]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
2.58 Deformada en el ensayo de centrı́fuga y en el modelo numérico para XZ3
(relleno saturado) según Madabhushi y Zeng [41]. . . . . . . . . . . . . . . . 94
2.59 Distribución de presión de poro obtenidas a partir del modelo en elementos
finitos empleado por Madabhushi y Zeng [41] antes y durante la aplicación de
la carga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
2.60 Esquema del ensayo en centrı́fuga desarrollado por Dewoolkar et al. [42]. . . 95
2.61 Discretización numérica empleada por Dewoolkar et al. [42]. . . . . . . . . . 98
2.62 Resultados experimentales y numéricos obtenidos por Dewoolkar et al. [42],
para los casos MMD12 (fluido viscoso) y MMD10 (agua). . . . . . . . . . . . 99
2.63 Sección transversal tipo (geometrı́a y materiales) de los diques del puerto de
Kobe (PC1), y desplazamientos observados después del terremoto de 1995
reportados por Alyami et al [43]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
2.64 Malla deformada del modelo en elementos finitos desarrollado por Alyami et
al [43] sobre los diques del puerto de Kobe tras la finalización del terremoto. 102
2.65 Evolución de los desplazamientos horizontales a lo largo del transcurso del
terremoto obtenidos por Alyami et al [43]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
ÍNDICE DE FIGURAS XV

2.66 Relación tensión-deformación obtenida por Alyami et al [43] en diferentes


puntos del modelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

3.1 Representación gráfica de los errores AD y TE introducidos en la solución


numérica frente a la analı́tica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
3.2 Evolución del radio espectral (ρ) frente a ∆t/Tn para distintos algoritmos,
según Kontoe et al [44]. (NMK1 → NM γ = 1/2 β = 1/4; MNK2 → NM
γ = 0,6 β = 0,3025) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
3.3 Función de transferencia analı́tica frente a las funciones de transferencia
numéricas para diferentes algoritmos de integración, diferentes sistemas y
diferentes pasos de tiempo (ξ = 5 %). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
3.4 Geometrı́a y condiciones de contorno para un estrato horizontal de suelo
sometido a una solicitación senoidal en su base. . . . . . . . . . . . . . . . . 128
3.5 Desplazamiento horizontal del punto superior de una columna de suelo elásti-
co sometida a una solicitación senoidal en su base, calculado por diferentes
algoritmos numéricos de integración frente a las soluciones analı́tica y semi-
analı́tica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
3.6 Geometrı́a, malla y condiciones de contorno adoptadas para analizar la in-
fluencia de los algoritmos de integración en un medio poroso saturado elástico.131
3.7 Acelerograma artificial de Bogdanoff para 22 términos y espectro de amplitu-
des de Fourier correspondiente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
3.8 Desplazamiento vertical y presión de poro para el punto (0,5) indicado en
la figura 3.6, en un problema bidimensional con un medio poroso saturado,
calculado por diferentes algoritmos de integración paso a paso respecto a la
solución obtenida con el algoritmo NM-3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
3.9 Espectros de amplitudes de Fourier sobre la historia temporal en desplaza-
mientos y en presión de poro para el punto (0,5) indicado en la figura 3.6,
calculado para diferentes algoritmos de integración paso a paso. . . . . . . . 134
3.10 Diferencia en las amplitudes de Fourier de cada algoritmo de integración
respecto al algoritmo sin amortiguamiento Newmark-3, tanto para la histo-
ria temporal en desplazamientos como en presión de poro para el punto (0,5)
indicado en la figura 3.6. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
3.11 Representación esquemática del procedimiento iterativo del método de Newton-
Raphson. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
3.12 Ondas de cuerpo y ondas superficiales en una masa semi-inifita de suelo. . . 150
3.13 Ratio de la energı́a reflejada frente a la energı́a incidente para distintos ángu-
los de incidencia y valores de los parámetros a y b (ν = 0,25) según Lysmer
y Kuhlemeyer [45, 46]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
3.14 Aplicación de las condiciones de contorno fijos o contornos absorbentes para
la modelización de una barra de longitud infinita. . . . . . . . . . . . . . . . . 159
3.15 Desplazamiento del punto xi = 5 m, cuando se propaga una onda en una ba-
rra elástica de longitud infinita. Aplicación de diferentes condiciones de con-
torno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
XVI ÍNDICE DE FIGURAS

3.16 Dimensiones de los cuatro casos considerados en el ejemplo de consolida-


ción de una columna de suelo saturado y de longitud infinita. . . . . . . . . . 161
3.17 Carga aplicada en el ejemplo de consolidación de una columna de suelo
saturado y de longitud infinita. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
3.18 Resultados obtenidos para cada uno de los cuatro casos analizados en el
ejemplo de una columna saturada en un punto situado a 15 m bajo la super-
ficie. a) Presión de poro b) Desplazamiento vertical. . . . . . . . . . . . . . . 162
3.19 Geometrı́a, malla y condiciones de contorno para el problema de propagación
de una onda en un medio elástico semi-infinito. . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
3.20 Comparación del desplazamiento vertical obtenido en el punto A indicado en
la figura 3.19, tanto con la aplicación de contornos absorbentes frente a los
contornos fijos, asi como con la introducción de cierto grado de amortigua-
miento Rayleigh. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
3.21 Geometrı́a, malla y condiciones de contorno adoptadas para analizar la pro-
pagación de una onda en un estrato poroso saturado. . . . . . . . . . . . . . 164
3.22 Comparación del desplazamiento vertical y de la presión de poro obtenidos
para el punto (5,10) indicado en la figura 3.21, considerando contornos fijos y
contornos absorbentes, en un problema bidimensional con un medio poroso
saturado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
3.23 Tamaño de los dominios de cálculo considerados y puntos de interés anali-
zados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
3.24 Respuesta de un punto situado en superficie a 4 metros de la carga pun-
tual (punto A) para los distintos dominios de cálculo considerados. a) Des-
plazamiento vertical b)Espectro de amplitudes de Fourier de la respuesta en
desplazamientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
3.25 Respuesta de un punto situado a 4 metros de la carga puntual y a 4 m de
profundidad (punto B) para los distintos dominios de cálculo considerados.
a) Tensiones Horizontales b)Espectro de amplitudes de Fourier de la historia
temporal en tensiones horizontales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
3.26 Respuesta de un punto situado a 4 metros de la carga puntual y a 4 m de
profundidad (punto B) para los distintos dominios de cálculo considerados.
a) Tensiones Verticales b)Espectro de amplitudes de Fourier de la historia
temporal en tensiones verticales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
3.27 Esquema de los modos de deformación de la interfaz [47] (A= área total de
la interfaz; Ac =área de contacto). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
3.28 Relación tensión-deformación en la interfaz suelo-estructura [48]. . . . . . . . 175
3.29 Esquema del ejemplo bidimensional con interfaz elástica desarrollado por
Desai et al [47]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
3.30 Desplazamiento vertical del borde superior en el ejemplo bidimensional con
y sin interfaz, destacando el desplazamiento relativo entre los puntos A y B. . 180
3.31 Esquema del ejemplo bidimensional sin tracciones en la interfaz. . . . . . . . 181
3.32 Solicitación sinusoidal aplicada para el ejemplo bidimensional con y sin trac-
ciones en la interfaz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
ÍNDICE DE FIGURAS XVII

3.33 Ejemplo bidimensional con y sin tracciones en la interfaz cuando se somete


a una carga senoidal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
3.34 Ejemplo de bloque elástico con interfaz no elástica sometida a cortante [49]. 183
3.35 Distribución de tensiones tangenciales en la interfaz para un bloque elástico
con interfaz no elástica. Solución numérica (GHM) frente a la solución analı́ti-
ca de Hird y Russell [49]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
3.36 Esquema del modelo numérico para reproducir los ensayos de corte de una
interfaz suelo-hormigón desarrollados por Gomez, Filz y Ebeling [50]. . . . . 185
3.37 Resultados experimentales (izquierda) obtenidos por Gomez, Filz y Ebeling
[50] en los ensayos de corte sobre diferentes interfaces suelo-hormigón, fren-
te a los resultados numéricos (derecha) obtenidos del modelo hiperbólico im-
plementado para los elementos de interfaz en GHM. . . . . . . . . . . . . . . 186

4.1 Geometrı́a, malla, tipo de elementos, condiciones de contorno para los des-
plazamientos (caso seco y saturado) tanto en la etapa de cálculo estática
(contornos fijos) como dinámica (contornos absorbentes), condiciones de
contorno para la presión de poro (caso saturado) e identificación de los pun-
tos de referencia en el análisis dinámico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
4.2 Solicitación dinámica considerada de tipo armónico (T = 2,5 s; amax = 1 m/s2 ).193
4.3 Caso Seco: Resultados obtenidos del análisis estático. . . . . . . . . . . . . 195
4.4 Caso Saturado: Resultados obtenidos del análisis estático. . . . . . . . . . . 196
4.5 Caso Seco: Leyes de presiones sobre el trasdós del muro (análisis estático)
y evolución del coeficiente de empuje de tierras K∗ = σh /σv con la profundidad.197
4.6 Caso Saturado: Leyes de presiones sobre el trasdós del muro (análisis estáti-
co) y evolución del coeficiente de empuje de tierras K∗ = σh /σv con la pro-
fundidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
4.7 Caso Seco: Deformada del modelo tras la aplicación de la solicitación dinámi-
ca y vectores de la resultante de desplazamiento (|u|) para diferentes instan-
tes de tiempo con predominio de diferentes tipos de movimiento del muro. (El
tamaño del vector es proporcional a la magnitud del desplazamiento. En la figura (b) se puede
identificar la posición del centro de rotación del muro.). . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
4.8 Caso Seco: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y desplaza-
miento vertical (uy ) del punto A (22.5, 12) situado en la coronación del muro
en el paramento de intradós. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
4.9 Caso Seco: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y vertical
(uy ) observado en la interface entre el trasdós del muro y el relleno, puntos
B-Muro (28,12) y C-Relleno (28.2, 12). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
4.10 Caso Seco: Historia temporal de las tensiones horizontales (σhz ) y tangen-
ciales (τ ) de los puntos D-Relleno (30,10) y punto E-Trasdós (28.2, 6). . . . . 202
4.11 Caso Seco: Distribución de tensiones horizontales y tangenciales sobre el
trasdós del muro para diferentes instantes de tiempo. . . . . . . . . . . . . . 203
XVIII ÍNDICE DE FIGURAS

4.12 Caso Seco: a) Historia temporal de la resultante de empuje activo horizontal


(Eah ) y del empuje vertical (Eav ) sobre el trasdós; b) Historia temporal de
la evolución de la posición del punto de aplicación de la resultante Eah con
respecto a la base del muro; c) Momento desestabilizador respecto a la base
del muro debido a Eah . (Se muestran los resultados obtenidos del modelo
numérico y del método de M-O como referencia). . . . . . . . . . . . . . . . . 204
4.13 Caso Saturado: Deformada del modelo tras la aplicación de la solicitación
dinámica y vectores de la resultante de desplazamiento (|u|) para diferentes
instantes de tiempo con predominio de diferentes tipos de movimiento del
muro. (El tamaño del vector es proporcional a la magnitud del desplazamiento. En la figura b
se puede identificar la posición del centro de rotación del muro.). . . . . . . . . . . . . . 206

4.14 Caso Saturado: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y des-
plazamiento vertical (uy ) del punto A (22.5, 12) situado en la coronación del
muro en el paramento de intradós. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
4.15 Caso Saturado: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y verti-
cal (uy ) observado en la interface entre el trasdós del muro y el relleno, puntos
B-Muro (28,12) y el punto C-Relleno (28.2, 12). . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
4.16 Caso Saturado: Historia temporal de las tensiones horizontales (σhz ), las tan-
genciales (τ ) y la presión de poro (Pw )del punto D-Relleno (30,10) y el punto
E-Trasdós (28.2, 6). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
4.17 Caso Saturado: Historia temporal del grado de licuefacción ru para los puntos
D-Relleno (30,10) y punto E-Trasdós (28.2, 6). . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
4.18 Caso Saturado: Distribución de tensiones horizontales, tensiones tangencia-
les y presión de poro sobre el trasdós del muro para diferentes instantes de
tiempo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
4.19 Caso Saturado: a) Historia temporal de la resultante de empuje activo hori-
zontal (Eah ), del empuje vertical (Eav ) y del empuje de agua (Ew ) sobre el
trasdós; b) Historia temporal de la evolución de la posición del punto de apli-
cación de la resultante Eah y Ew con respecto a la base del muro; c) Momento
desestabilizador respecto a la base del muro debido a Eah y Ew . (Se mues-
tran los resultados obtenidos del modelo numérico y de los métodos de M-O
y Westergaard como referencia). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
4.20 Caso Seco: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los contor-
nos absorbentes, en los desplazamientos horizontal (ux ) y vertical (uy ) del
punto A (22.5, 12), situado en la coronación del muro, y el punto E (28.2, 12),
situado en el relleno junto al trasdós. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
4.21 Caso Saturado: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los con-
tornos absorbentes, en los desplazamientos horizontal (ux ) y vertical (uy ) del
punto A (22.5, 12), situado en la coronación del muro, y el punto E (28.2, 12),
situado en el relleno junto al trasdós. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
ÍNDICE DE FIGURAS XIX

4.22 Caso Seco: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los contor-
nos absorbentes, en las historias temporales de tensiones horizontales (σhz )
y tangenciales (τ ) del punto D (30,10), situado en el relleno, y el punto E
(28.2, 6), situado sobre el trasdós. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
4.23 Caso Saturado: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los con-
tornos absorbentes, en las historias temporales de tensiones horizontales
(σhz ), tensiones tangenciales (τ ) y presión de agua (Pw ) del punto D (30,10),
situado en el relleno, y el punto E (28.2, 6), situado sobre el trasdós. . . . . . 215
4.24 Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el despla-
zamiento horizontal (ux ) y vertical (uy ) de la coronación del muro (punto A
(22.5, 12)). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
4.25 Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el asiento
del relleno (punto C (28.2, 12)). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
4.26 Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la resultante
del empuje activo horizontal (Eah ) y del empuje vertical (Eav ) sobre el trasdós. 220
4.27 Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la distri-
bución de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós correspon-
dientes al empuje activo horizontal máximo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
4.28 Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el des-
plazamiento horizontal (ux ) y vertical (uy ) de la coronación del muro (punto A
(22.5, 12)). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
4.29 Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el asien-
to del relleno (punto C (28.2, 12)). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
4.30 Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la re-
sultante del empuje activo horizontal (Eah ), del empuje vertical (Eav ) y de la
presión de poro (Ew ) sobre el trasdós. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
4.31 Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la dis-
tribución de tensiones horizontales, tangenciales y de presión de poro sobre
el trasdós correspondientes al empuje activo horizontal máximo. . . . . . . . 226
4.32 Acelerograma artificial de Bogdanoff definido por 22 términos de frecuencia
(fmin = 0,95 Hz, fmax = 12,77 Hz, amax = 1 m/s2 y h = 0,01 s) y espectro
de amplitudes de Fourier correspondiente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
4.33 Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el despla-
zamiento horizontal (ux ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)). . . . 230
4.34 Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el asiento
del relleno (punto C (28.2, 12)). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
4.35 Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la resul-
tante del empuje activo horizontal (Eah ) sobre el trasdós. . . . . . . . . . . . 232
4.36 Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la resul-
tante del empuje vertical (Eav ) sobre el trasdós. . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
4.37 Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la distri-
bución de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós correspon-
dientes al empuje activo horizontal máximo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234
XX ÍNDICE DE FIGURAS

4.38 Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el


desplazamiento horizontal (ux ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)). 236
4.39 Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el
asiento del relleno (punto C (28.2, 12)). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
4.40 Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la
resultante del empuje activo horizontal (Eah ) sobre el trasdós. . . . . . . . . . 238
4.41 Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la
resultante del empuje vertical (Eav ) sobre el trasdós. . . . . . . . . . . . . . . 239
4.42 Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la
resultante del empuje del agua (Pw ) sobre el trasdós correspondientes al
empuje activo horizontal máximo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 240
4.43 Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la
distribución de tensiones horizontales, tangenciales y de presión de agua
sobre el trasdós correspondientes al empuje activo horizontal máximo. . . . . 241
4.44 Caso Seco: Leyes de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós
del muro (análisis estático) para las diferentes rigideces a cortante de la in-
terface consideradas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
4.45 Caso Saturado: Leyes de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós
del muro (análisis estático) para las diferentes rigideces a cortante de la in-
terface consideradas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
4.46 Caso Seco: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface
sobre el desplazamiento horizontal (ux ) de la coronación del muro (punto A
(22.5, 12)) y el asiento del relleno (punto C (28.2, 12)). (La localización de los
puntos A y C se muestra en la figura 4.1). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246
4.47 Caso Seco: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface
en la resultante del empuje activo horizontal (Eah ) y del empuje vertical (Eav )
sobre el trasdós. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
4.48 Caso Seco: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface
en la distribución de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós
correspondientes al empuje activo horizontal máximo. . . . . . . . . . . . . . 248
4.49 Caso Saturado: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de inter-
face sobre el desplazamiento horizontal (ux ) de la coronación del muro (punto
A (22.5, 12)) y el asiento del relleno (punto C (28.2, 12)). (La localización de los
puntos A y C se muestra en la figura 4.1). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250
4.50 Caso Saturado: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de inter-
face en la resultante del empuje activo horizontal (Eah ), del empuje vertical
(Eav ) y de la presión de agua (Ew ) sobre el trasdós. . . . . . . . . . . . . . . 251
4.51 Caso Saturado: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de inter-
face en la distribución de tensiones horizontales, tangenciales y de presión
de poro sobre el trasdós correspondientes al empuje activo horizontal máximo.252
4.52 Acelerogramas empleados: (a) Hollister (USA-1974) (b) Gilroy N-S registrado
en suelo (USA-1989). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
ÍNDICE DE FIGURAS XXI

4.53 Caracterización de los registros sı́smicos empleados: (a) SA: Espectro de


aceleración (b) AF: Espectro de amplitudes de Fourier en aceleraciones (c)
AI: Intensidad de Arias (d) SED: Densidad de Energı́a Especifica, para el
acelerograma de Hollister y el acelerograma de Gilroy N-S. . . . . . . . . . . 255
XXII ÍNDICE DE FIGURAS
ÍNDICE DE TABLAS

Página

2.1 Expresiones para el cálculo del empuje de tierras e inclinación del plano de
rotura crı́tico θcrit según la teorı́a de Coulomb. . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.2 Expresiones para el cálculo del empuje de tierras e inclinación del plano de
rotura crı́tico θcrit según el método de Mononobe-Okabe. . . . . . . . . . . . 16
2.3 Expresiones analı́ticas propuestas por Kim et al. [6] para el cálculo del empuje
activo dinámico (figura 2.7), extendiendo el procedimiento de M-O a un caso
con cohesión, adhesión y sobrecarga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
2.4 Expresiones para el cálculo del empuje de tierras en el caso activo y pasivo
según Shukla et al. [51] y Shukla y Habibi [52]. . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.5 Expresiones propuestas por Steedman y Zeng [9] para el cálculo del empuje
activo dinámico según el método pseudo-dinámico. . . . . . . . . . . . . . . 26
2.6 Expresiones propuestas por Chang y Chen [19] para el cálculo del empuje
dinámico activo y pasivo según el teorema de la cota superior de la Teorı́a
del Análisis Lı́mite, figura 2.21. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
2.7 Expresiones propuestas por Kumar y Chitikela [23] para los coeficientes Kpγ
y Kpq , en el cálculo del empuje pasivo dinámico según el Método de las Ca-
racterı́sticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.8 Cálculo del coeficiente Kpγ obtenido por diferentes metodologı́as y reportado
por Cheng [53]. Muro vertical, relleno horizontal, φ = 30o , δ = φ y diferentes
valores de kh . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.9 Principales investigaciones desarrolladas sobre el cálculo sı́smico de estruc-
turas de contención (A=Activo, P=Pasivo, β=inclinación del trasdós, α=pendiente
del relleno, c=cohesión, q=sobrecarga, kv =coeficiente sı́smico vertical). . . . 47
2.10 Definición de ψi en función del tipo de relleno desarrollado por Matsuzawa et
al. [30]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
2.11 Valores asignados de rigidez EI(kN m2 )para los distintos muros empleados
en la investigación numérica realizada por Potts y Fourie [32]. . . . . . . . . . 67
2.12 Resultados obtenidos con el modelo numérico de Bhatia y Bakeer [34] res-
pecto a los resultados experimentales de Matsuo et al. [35]. . . . . . . . . . . 73
2.13 Coeficientes Mc y MR obtenidos para el ajuste de Matsuzawa y Hazarika [36]
para el cálculo de KA y el punto de aplicación de la resultante, ecuaciones
2.25 y 2.26. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

XXIII
XXIV ÍNDICE DE TABLAS

2.14 Parámetros adoptados para el modelo constitutivo (P-Z III) empleado en el


modelo de elementos finitos para un muro de gravedad utilizado por Madab-
hushi y Zeng (1998) [40], ensayos XZ7 (relleno seco de arena suelta) y XZ9
(relleno saturado de arena suelta), y en el modelo en elementos finitos para
un muro flexible de Madabhushi y Zeng (2007) [41], ensayo XZ3 (relleno de
arena saturada). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
2.15 Parámetros para el modelo Mohr-Coulomb modificado empleado por Madab-
hushi y Zeng [41] en el ensayo de suelo seco (XZ2). . . . . . . . . . . . . . . 92
2.16 Aceleraciones pico de las señales de entrada empleadas en la investigación
de Madabhushi y Zeng [41]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
2.17 Parámetros empleados para el modelo constitutivo (P-Z III) por diferentes
autores, sobre los que se basaron Dewoolkar et al. [42] para su selección
final (Arena de Nevada No 100 con un 60 % de densidad relativa). . . . . . . 97

3.1 Métodos de integración paso a paso de la familia de Newmark [54] . . . . . . 116


3.2 Máximo valor del modulo de la función de transferencia exacta para cada
sistema analizado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
3.3 Propiedades del suelo empleado para el análisis de la influencia de los algo-
ritmos de integración en un medio poroso saturado elástico. . . . . . . . . . . 131
3.4 Frecuencias circular y ángulos de fase adoptados para el acelerograma de
Bogdanoff . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
3.5 Parámetros del modelo constitutivo de Pastor, Zienkiewicz y Chan [55] para
arenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
3.6 Propiedades del suelo saturado empleado en el ejemplo de consolidación de
una columna de longitud infinita formada por suelo saturado. . . . . . . . . . 161
3.7 Propiedades del suelo empleado en el ejemplo de propagación de una onda
en un medio poroso saturado semi-infinito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
3.8 Comportamiento del elemento de interfaz para diferentes estados. . . . . . . 177
3.9 Datos del ejemplo bidimensional con interfaz elástica desarrollado por Desai
et al [47] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
3.10 Datos de los materiales empleados para el caso de bloque elástico con inter-
faz no elástica bajo cortante (L = 10m, H = 1m y t = 0,01m) . . . . . . . . . 182
3.11 Parámetros propuestos por Gomez, Filz y Ebeling [50] para el ajuste del com-
portamiento de diferentes interfaces suelo-hormigón por medio de un modelo
elástico hiperbólico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185

4.1 Propiedades del modelo constitutivo elástico-lineal considerado para el muro


y el estrato base, tanto en el caso seco como saturado. . . . . . . . . . . . . 191
4.2 Propiedades del modelo constitutivo considerado para el relleno del muro:
modelo elastoplástico con un criterio Mohr-Coulomb para el análisis estático
y modelo Pastor-Zienkiewicz para arenas en el análisis dinámico [40, 56]. . . 192
4.3 Propiedades del material de relleno en el trasdós del muro, para el caso seco
y saturado [40]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
ÍNDICE DE TABLAS XXV

4.4 Propiedades del modelo constitutivo considerado para las interfaces de con-
tacto Muro-Relleno (Interface Trasdós) y Muro-Base (Interface Base). . . . . 192
4.5 Valores del coeficiente de empuje de tierras K0 analizados para el caso seco
y saturado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
4.6 Caso Seco: desplazamiento horizontal máximo de la coronación del muro
(umax
x
max ), empuje activo horizontal máximo
), asiento máximo del relleno (Srelleno
(Eahmax ) y empuje vertical concomitante (E conco ) obtenidos para los distintos
av
valores de rigidez de la interface. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245
4.7 Caso Saturado: desplazamiento horizontal máximo de la coronación del muro
(umax
x
max ), empuje activo horizontal máximo
), asiento máximo del relleno (Srelleno
(Eahmax ), empuje vertical concomitante (E conco ) y empuje de agua concomitan-
av
te (Ewconco ) obtenidos para los distintos valores de rigidez de la interface. . . . 249
4.8 Parámetros caracterı́sticos de los registros sı́smicos empleados. . . . . . . . 256
4.9 Resultante del empuje activo sobre el trasdós del muro (|Ea |) obtenida del
modelo numérico y de diferentes modelos simplificados de cálculo para los
registros sı́smicos de Hollister (1974) y Gilroy (1989), en el caso con relleno
seco (sin sobrecarga). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
4.10 Resultante de empujes totales, terreno y agua, en la dirección normal al
trasdós (RN ), obtenida del modelo numérico y de diferentes modelos sim-
plificados de cálculo para los registros sı́smicos de Hollister (1974) y Gilroy
(1989), en el caso con relleno saturado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 258
XXVI ÍNDICE DE TABLAS
Capı́tulo 1

Introducción

1.1. Motivación

Las estructuras de contención son unas de las construcciones empleadas con más fre-
cuencia y extendidas en el ámbito de la ingenierı́a civil, constituyendo una tipologı́a estruc-
tural transversal a prácticamente cualquier rama de la ingenierı́a civil, obras lineales, obras
portuarias, obras hidráulicas, elementos estructurales, entre otros.
El diseño de estructuras de contención ha sido a lo largo de la historia uno de los pro-
blemas más tratados dentro de la ingenierı́a geotécnica. Sin embargo, dada la complejidad
para analizar el comportamiento de este tipo de estructuras, importantes aspectos intrı́nse-
cos son hoy en dı́a objeto de numerosas investigaciones. A pesar de la extensa bibliografı́a
existente, e incluso normativa al respecto, sigue sin establecerse una metodologı́a clara que
predomine sobre el resto. En el caso particular de las estructuras de contención, no es fácil
determinar las solicitaciones que se aplicarán sobre las mismas, ya que una de las grandes
incógnitas de este tipo de problemas reside en la evaluación del empuje de tierras sobre
el muro. Aspectos fundamentales tales como, la distribución de la ley de presiones con la
profundidad, el punto de aplicación de las resultantes para la evaluación de los momentos
desestabilizadores, la evaluación de los esfuerzos tangenciales sobre el trasdós son, ac-
tualmente, susceptibles de estudio y crı́tica. Dicha incertidumbre en la estimación de las
presiones horizontales sobre el muro, se incrementa por la propia heterogeneidad de los
materiales de relleno que la estructura debe contener, por lo que, es necesaria una buena
caracterización del comportamiento de los mismos, lo que no siempre es posible.
Por otra parte, en la estimación de los empujes sobre el muro intervienen otros factores
relevantes, como la magnitud y dirección del movimiento que experimenta el muro. Es so-
bradamente conocido que el movimiento del muro influye en el tipo de empuje que actúa
sobre el trasdós, y que puede llevar a una condición de empuje activo, de empuje al reposo,
e incluso, hasta la condición de empuje pasivo. A pesar de esta tremenda simplificación re-
ducida a tres condiciones, la situación más habitual es que se desarrolle una condición de
empuje intermedia entre dos de ellas. Además, el tipo de movimiento que presenta el muro
(rotación respecto a la base, rotación respecto a la coronación, traslación o una combinación
de varios de ellos) también influye en el empuje que actúa sobre el mismo, especialmen-
te, en la forma que adopta la distribución de presiones sobre el trasdós. A ambos factores

1
2 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

anteriores, habrı́a que añadir un tercero que igualmente afecta de forma significa a las pre-
siones sobre el muro, como es la propia deformabilidad de la estructura. Este tercer factor
es muy relevante en las estructuras de tipo flexibles, como las pantallas de contención, aun-
que despreciable en el caso de las estructuras rı́gidas. Todos estos factores se engloban
dentro del denominado fenómeno de interacción suelo-estructura, donde el comportamien-
to de la estructura afecta al terreno y viceversa, por lo que, las leyes tenso-deformacionales
dependen uno del otro. Si ya resultaba complejo conocer el comportamiento y propiedades
del material de relleno, más complejo es aún determinar las propiedades de la interface
de contacto entre el suelo y el relleno. Como ha quedado expuesto, todos estos aspectos
tienen un gran interés desde el punto de vista ingenieril.
A pesar de la complejidad de todos los aspectos que intervienen en este tipo de pro-
blemas, tradicionalmente se ha abordado su diseño a partir de numerosos métodos sim-
plificados, los cuales, poseen a su vez importantes carencias y limitaciones, tales como
las teorı́as de Rankine o Coulomb para los problemas estáticos. Si bien este tipo de pro-
blemas no está completamente resuelto para el caso estático, obviamente se incrementa
todavı́a más su complejidad cuando el problema que se plantea es de origen dinámico. En
los cuales, salvo que se utilicen técnicas de cálculo más complejas, no es posible realizar un
cálculo propiamente dinámico de forma simplificada, por lo que los métodos tradicionales
de cálculo se limitan a aplicaciones pseudo-estáticas de la carga dinámica sobre métodos
de cálculo estáticos, lo que por una parte, simplifica tremendamente la complejidad del pro-
blema, pero por otra, reduce la validez de los resultados obtenidos y limita el campo de
aplicación de la misma. A pesar de la extensa bibliografı́a a este respecto, el método de
Mononobe-Okabe (M-O), aunque presenta importantes limitaciones, es el más usado por
la mayorı́a de los ingenieros a la hora de afrontar el diseño de muro bajo carga dinámica,
relegando el numeroso conjunto de los restantes métodos existentes al conocimiento de
especialistas, a su empleo en proyectos de gran envergadura o para fines de investigación.
En resumen, se puede concluir que dentro del ámbito del diseño de estructuras de conten-
ción, aún no se ha establecido para su cálculo un procedimiento que predomine claramente
sobre otros, ni para casos estáticos y aún menos para casos dinámicos.
Por otra parte, es muy frecuente en el diseño de estas estructuras considerar la pre-
sencia del agua, donde la posición del nivel freático, a falta de mayor información, se suele
considerar para la condición más desfavorable, es decir, en la coronación del relleno. El
efecto del agua en problemas de carácter dinámico ha sido claramente menos estudiado,
puesto que la gran mayorı́a de las investigaciones se han realizado para rellenos secos,
ya que el agua aumenta más aún la complejidad (problemas acoplados). Las metodologı́as
existentes para abordar este tipo de cálculos de forma simplificada son muy escasas, sien-
do necesario emplear técnicas numéricas más avanzadas que permitan afrontar el estudio
de los principales parámetros que intervienen en el problema y la interacción entre ellos.
Este tipo de problemas continuán presentando importantes incertidumbres, por lo que, es
necesario seguir investigando sobre los mismos.
Otra forma de abordar el estudio de estructuras de contención ha sido a través de mode-
los experimentales a escala reducida, los cuales no suelen estar muy extendidos debido a
necesidades económicas de los mismos y a las limitaciones técnicas para llevarlos a cabo.
1.1. MOTIVACIÓN 3

Principalmente, los modelos experimentales se han desarrollado para problemas estáticos


y, en menor medida, para problemas dinámicos. Por el contrario, el ámbito de la investiga-
ción se orienta a los análisis teóricos y a los modelos numéricos.

Particularizando para los problemas dinámicos, además de los ya mencionados proce-


dimientos simplificados, de aplicabilidad limitada, y dada la complejidad de los factores que
intervienen y especialmente la interacción entre ellos, también se ha tratado de abordar el
cálculo a través de modelos numéricos, al igual que en otras muchas ramas de la ingenierı́a.
El procedimiento numérico más extendido es el método de los elementos finitos, el cual per-
mite modelar de forma más realista este complejo problema, no exento, por otra parte, de
una mayor dificultad y complejidad de tipo numérico. A pesar de la potencia de esta técnica
y del interés de la estructuras de contención en el campo de la ingenierı́a, las investigacio-
nes de tipo numérico son notablemente muy superiores en problemas estáticos frente a los
dinámicos, y dentro de estos, en problemas sin agua frente a problemas saturados, sobre
los cuales las investigaciones publicadas son relativamente escasas.

Como ya se ha apuntado, los modelos numéricos no están exentos de limitaciones.


Independientemente de que se calculen numéricamente problemas estáticos o dinámicos,
la validez y precisión de los cálculos depende, entre otros factores, de aspectos tales como
la formulación adoptada, la elección adecuada de un modelo constitutivo que represente
correctamente el comportamiento del suelo y, en particular, la bondad de los parámetros
de calibración del propio modelo. En problemas de interacción suelo-estructura, también
resulta fundamental la correcta modelización de este fenómeno complejo. En cuanto a los
problemas de tipo dinámico resueltos en el dominio del tiempo, son imprescindibles los
algoritmos de integración temporal, y muy conveniente la adopción de técnicas especiales
para el tratamiento adecuado de los contornos fijos del dominio para evitar su efecto, a la
vez, que se pueda mantener un coste computacional razonable. Por otra parte, al tratarse
de un problema dinámico, se debe partir de unas condiciones iniciales provenientes de una
situación o cálculo estático previo, ya que la influencia de las tensiones iniciales de partida
también puede ser muy relevante.

Dado el interés del problema que se aborda en esta tesis doctoral dentro del ámbito
de la ingenierı́a civil, y la complejidad de todos los factores que intervienen en el diseño del
mismo, se desarrolla en esta investigación una modelización numérica avanzada para deter-
minar las presiones y empujes resultantes sobre el trasdós de una estructura de contención
rı́gida bajo solicitaciones dinámicas, especialmente terremotos, tanto para condiciones de
relleno seco como saturado. Del mismo, se investigan los desplazamientos sufridos por la
estructura y los asientos experimentados por el relleno. A lo largo de la investigación se
presta especial atención a la influencia de diferentes aspectos numéricos, que han sido
poco estudiados sobre este tipo de problemas, sin perder de vista las referencias de los
métodos tradicionales o simplificados de cálculo.
4 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

1.2. Objetivos de la investigación

De acuerdo con lo expuesto en el apartado anterior, los objetivos principales de esta


tesis doctoral se recogen a continuación:

1. Revisar y analizar desde un punto de vista crı́tico el estado del conocimiento, en cuan-
to a metodologı́as de cálculo simplificadas y de modelización numérica, desarrolladas
para estructuras de contención bajo carga dinámica, principalmente sismo, tanto en
condiciones de relleno seco como saturado.

2. Implementar sobre el código de elementos finitos GeHoMadrid (GHM)1 las siguientes


técnicas numéricas para poder abordar la modelización del tema objeto de esta tesis
doctoral:

Programar en GHM un algoritmo numérico que permita tratar adecuadamente


los contornos fijos del dominio para el evitar la reflexión de las ondas (Contornos
Absorbentes), en problemas con y sin agua.

Ampliar la formulación existente en GHM correspondiente a los algoritmos numéri-


cos de integración temporal de la familia de Newmark, a otros algoritmos de
integración, también empleados en el campo de la dinámica de suelos por su
capacidad para amortiguar las altas frecuencias (Algoritmos Disipativos).

Desarrollar en GHM un tratamiento numérico adecuado para la interface de con-


tacto suelo-estructura (Elementos de Interface).

3. Validar con ejemplos contrastados o de solución conocida la correcta implementación


numérica de las técnicas anteriores.

4. Evaluar la respuesta, tanto en desplazamientos, como en tensiones y empujes sobre


el trasdós, de una estructura de contención sometida a carga dinámica a través del
modelo numérico desarrollado, ası́ como, estudiar dicha respuesta en dos casos tipo
extremos, un problema con relleno seco y otro con relleno saturado.

5. Analizar la influencia de diferentes técnicas numéricas sobre la respuesta de una es-


tructura de contención sometida a carga dinámica en ambos casos, seco y saturado.

6. Desarrollar diferentes simulaciones numéricas de la respuesta dinámica de una es-


tructura de contención rı́gida, tanto con relleno seco como saturado, sometida a re-
gistros sı́smicos reales, y contrastar las soluciones numéricas obtenidas junto con las
principales metodologı́as simplificadas de cálculo recogidas en la bibliografı́a.

1
GeHoMadrid (GHM) es un código en elementos finitos formulado en Fortran, que resuelve las ecuaciones
de Biot en formulación u-p, y esta orientado especialmente para la aplicación a problemas geotécnicos bidi-
mensionales. Este código, de carácter académico/investigador, ha sido desarrollado y validado en numerosas
investigaciones por el grupo de investigación dirigido por el Dr. M. Pastor.
1.3. METODOLOGÍA 5

1.3. Metodologı́a

La metodologı́a seguida en esta investigación para alcanzar cada uno de los objetivos
propuestos ha sido la siguiente:

Revisión bibliografı́a desde 1929 (fecha de publicación del método de Mononobe-


Okabe) sobre las metodologı́as desarrolladas para el cálculo de empujes en estructu-
ras de contención bajo carga dinámica:

1. Métodos simplificados para determinar las presiones estáticas.


2. Métodos simplificados para determinar las presiones dinámicas.
3. Clasificación e identificación de los casos de aplicación de los métodos simplifi-
cados revisados.
4. Influencia de los movimientos del muro sobre las presiones del trasdós.
5. Presiones en el trasdós debidas a la presencia de agua.
6. Modelos numéricos para problemas estáticos, dinámicos en condición seca y
dinámicos en medios porosos saturados.

Implementación en GHM de las diferentes técnicas numéricas especiales (Contornos


absorbentes, algoritmos de integración temporal y elementos de interfaz):

1. Revisión de la formulación del modelo en elementos finitos implementada en el


código GHM existente.
2. Contornos absorbentes: revisión de las principales técnicas de modelización de
los mismos y del estado del conocimiento en esta materia. Implementación en el
código GHM de unos contornos absorbentes válidos tanto para problemas secos
como saturados. Ejemplos de validación.
3. Algoritmos de integración temporal: revisión de los algoritmos habitualmente em-
pleados para la resolución de problemas dinámicos en suelos, familia de New-
mark y α−generalizados. Implementación en el código GHM. Análisis de los mis-
mos a través de la metodologı́as basada en las funciones de transferencia. Ejem-
plos de validación sobre los algoritmos más representativos.
4. Elementos de contacto suelo-estructura: revisión del estado del conocimiento en
esta materia, y de las posibilidades de tratamiento numérico de la interfaz para
problemas de estructuras de contención. Implementación en el código GHM de
unos elementos de interfaz apropiados que permitan desacoplar el comporta-
miento normal y cortante en el trasdós, ası́ como de una ley constitutiva propia.
Ejemplos de validación.

Análisis de una estructura de contención rı́gida bajo solicitaciones dinámicas:

1. Definición de un caso tipo que se utilizará como referencia, tanto en condiciones


secas como saturadas, conformado por una estructura de contención rı́gida con
un relleno homogéneo.
6 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

2. Determinación de las etapas de calculo para alcanzar la fase dinámica.


3. Discusión de resultados de la respuesta dinámica de un muro bajo una solicita-
ción armónica, comparado con los resultados obtenidos de métodos simplifica-
dos, ası́ como del caso seco frente al saturado.

Estudio paramétrico de la influencia de diferentes aspectos numéricos sobre los casos


tipos definidos anteriormente:

1. Necesidad de emplear condiciones de contorno absorbentes en problemas de


tipo dinámico, para garantizar la validez de los resultados.
2. Análisis de la influencia del estado tensional inicial del modelo a través del coe-
ficiente de empuje al reposo K0 , para los casos tipo seco y saturado, sobre la
respuesta dinámica del muro (desplazamientos y tensiones) cuando se somete
a una carga armónica.
3. Análisis de la influencia del algoritmo de integración temporal empleado en la
respuesta dinámica del muro, cuando la estructura se encuentra sometida al ace-
lerograma artificial de Bogdanoff, definido por un rango de 22 frecuencias.
4. Análisis de la influencia de las propiedades de los elementos de interface sobre
la respuesta dinámica del muro bajo una carga armónica, tanto en el caso seco
como saturado.

Desarrollo de varias simulaciones numéricas para los casos tipo seco y saturado defi-
nidos, cuando se encuentran sometidos a diversos registros sı́smicos reales. Análisis
de los resultados numéricos junto con los resultados obtenidos de las principales me-
todologı́as simplificadas de cálculo.

1.4. Organización del documento

El documento se organiza en torno a cinco capı́tulos. En el primer capı́tulo se presenta


la motivación y justificación del interés del tema de estudio, junto con la enumeración de los
principales objetivos que se pretenden alcanzar y la metodologı́a seguida para llevarlos a
cabo.
En el capı́tulo 2, ((Estado del conocimiento)), se incluye una extensa revisión de la biblio-
grafı́a disponible hasta el momento respecto a la diferentes metodologı́as de cálculo para la
estimación de presiones y empujes sobre estructuras de contención. Esta parte comienza
con la revisión de los métodos simplificados o pseudo-estáticos atendiendo a la metodo-
logı́a sobre la que se formulan (equilibrio lı́mite, análisis lı́mite, soluciones elásticas etc.),
y continúa con la revisión de aquellas metodologı́as simplificadas que tratan de tener en
cuenta el tipo y magnitud del movimiento del muro sobre la estimación de las presiones en
el trasdós, y la influencia del agua. El capitulo finaliza con la revisión de aquellas investiga-
ciones más relevantes que emplean modelos numéricos para el análisis de estructuras de
contención, tanto en condiciones estáticas, como dinámicas en problemas con relleno seco
y saturado.
1.4. ORGANIZACIÓN DEL DOCUMENTO 7

En el capı́tulo 3, ((Modelo numérico)), se presenta una descripción de todos los ele-


mentos que intervienen y son necesarios para la formulación y resolución de un problema
dinámico a través del método de los elementos finitos. Las caracterı́sticas más reseñables
de este modelo son, que se basa en la ecuaciones de Biot a través de una formulación u-p,
y para el material de relleno se adopta el modelo constitutivo de Pastor-Zienkiewicz para
arenas. Este modelo se fundamente en la teorı́a de la Plasticidad Generalizada y ha sido
ampliamente utilizado por su capacidad para reproducir adecuadamente diferentes compor-
tamientos de los suelos, incluso baja cı́clica. Además se aborda cómo se ha desarrollado
la implementación en el código de elementos finitos GHM de tres técnicas numéricas ne-
cesarias o convenientes para el problema objeto de esta tesis doctoral. Estas tres técnicas
se corresponden con los algoritmos temporales de integración, técnicas de tratamiento de
los contornos fijos del dominio a través de contornos absorbentes y la programación de ele-
mentos especiales para el adecuado tratamiento numérico de la interfaz de contacto suelo-
estructura. En cada una de estas técnicas, se presenta una revisión del correspondiente
estado del conocimiento para seleccionar la más apropiada. Del mismo modo, también se
incluyen diferentes ejemplos con solución conocida, que han sido desarrollados para la va-
lidación de dichas técnicas.
En el capı́tulo 4, ((Análisis numérico de una estructura de contención rı́gida bajo solicita-
ciones dinámicas)), se recoge la aplicación del modelo numérico descrito en dos casos tipos
de estructuras de contención, una con el relleno en condiciones secas y otra en condiciones
saturadas. Todo el análisis posterior que se presenta en este capı́tulo se mantendrá para
estos dos casos tipos. Dentro de este capı́tulo se pueden diferenciar cuatro partes. En la
primera, se describen las caracterı́sticas (geometrı́a, discretización del dominio, condicio-
nes de contorno...) del caso tipo adoptado en esta investigación, junto con las etapas de
cálculo necesarias para llegar a alcanzar la fase de cálculo dinámico propiamente dicha. En
la segunda parte del capı́tulo, se presenta una discusión de los resultados obtenidos de la
respuesta dinámica del muro bajo una carga de tipo armónico, prestando especial atención
al tipo de movimiento de muro, los desplazamientos del muro, asientos del relleno, compor-
tamiento de la interface, resultantes de empujes horizontales y verticales sobre el trasdós,
ası́ como, su punto de aplicación, los momentos desestabilizadores resultantes, y presión
de agua en el caso saturado, para concluir con las distribuciones de tensiones, magnitud y
forma, sobre el trasdós. A su vez se comparan los resultados obtenidos tanto para el caso
seco como saturado, junto con diferentes soluciones pseudo-estáticas de referencia, como
el método de Mononobe-Okabe para las presiones del terreno y el método de Westergaard
para las presiones del agua.
En la tercera parte del capı́tulo, se realiza un estudio paramétrico de la influencia que
tienen sobre la respuesta calculada diferentes aspectos numéricos, los cuales se adoptan
habitualmente sin un criterio especı́fico o, simplemente, porque son los procedimientos más
habituales. Dicho estudio recoge la influencia de las condiciones de contorno absorbentes,
del estado tensional inicial del modelo a través del coeficiente de empuje de tierras K0 , de
diferentes algoritmos temporales de integración y, finalmente, de las propiedades aplicadas
a los elementos de interface. Dicho estudio paramétrico se orienta especı́ficamente al com-
portamiento de estructura de contención rı́gida bajo carga dinámica. En la última parte de
8 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

este capı́tulo, se desarrollan diferentes simulaciones numéricas, nuevamente para los casos
tipo seco y saturado adoptados, cuando se someten a varios registros sı́smicos reales con
diferentes aceleraciones pico, intensidad y contenido frecuencial. Las soluciones obtenidas
del modelo numérico se contrastan con las soluciones calculadas por diferentes métodos
simplificados recogidos en la bibliografı́a especı́fica.
En el capı́tulo 5, ((Conclusiones y futuras lı́neas de investigación)), se recogen las prin-
cipales conclusiones derivadas de esta tesis doctoral, y se indican futuras lı́neas de inves-
tigación que se pueden desarrollar a partir de la misma. El documento concluye con la
recapitulación de toda la bibliografı́a empleada.
Capı́tulo 2

Estado del Conocimiento

La evaluación del empuje de tierras sobre una estructura de contención ha sido y es uno
de los problemas más estudiados en el campo de la Geotecnia. Aspectos fundamentales
tales como, la distribución de la ley de presiones con la profundidad o el punto de aplicación
de la resultante son, aún hoy en dı́a, susceptibles de estudio y crı́tica. Las incertidumbres
e incógnitas en este tipo de estructuras se incrementan cuando el problema que se plantea
es de origen dinámico. Para estos casos, el método más empleado es el conocido como
Método de Mononobe-Okabe (M-O) [57, 58] el cual, a pesar de presentar importantes limi-
taciones es el más usado por la mayorı́a de los ingenieros a la hora de afrontar este tipo
de diseños, relegando el numeroso conjunto de los restantes métodos existentes al conoci-
miento de especialistas, a su empleo en proyectos complejos o para fines de investigación.
La estimación de la magnitud y tipo de movimientos que puede sufrir una estructura de
contención, y la influencia que éstos tienen sobre la ley de presiones que se puede desa-
rrollar sobre la misma, son aspectos de máximo interés desde el punto de vista ingenieril,
pero de los aún no se han establecido para su cálculo un procedimiento que predomine
claramente sobre otros, ni siquiera para el caso estático.
Por otra parte, el efecto del agua sobre las estructuras de contención en problemas de
carácter dinámico ha sido claramente menos estudiado puesto que la gran mayorı́a de las
investigaciones se han realizado para rellenos secos. La presencia del agua aumenta más
aún la complejidad del problema (problemas acoplados) siendo necesario emplear técnicas
numéricas más avanzadas que permitan afrontar el estudio de los principales parámetros
que definen el problema y la interacción entre ellos. Este tipo de problemas todavı́a pre-
sentan importantes incertidumbres, por lo que es necesario seguir investigando sobre los
mismos.
Por todo lo anterior, en los siguientes apartados se recoge una profunda revisión de las
numerosas metodologı́as e investigaciones desarrolladas por diferentes autores y que se
pueden encontrar en la literatura. Para hacer más sencilla y compresible dicha exposición,
a continuación se describe la nomenclatura empleada para definir las principales variables
que intervienen en el problema en concordancia con el esquema de la figura 2.1. Se ana-
lizará un problema bidimensional en deformación plana ya que es el planteamiento más
habitual cuando se estudian estructuras de contención y que además permitirá comparar
con los resultados obtenidos por otras metodologı́as y autores.

9
10 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.1 – Esquema de las principales variables del problema.

Geometrı́a del problema

H: altura del muro


B: anchura de la base del muro
β: inclinación respecto a la vertical del trasdós del muro
α: inclinación respecto a la horizontal de la superficie del relleno
L: extensión de la cuña de rotura o longitud del relleno para las soluciones elásticas
θcrit : inclinación de la superficie de rotura en los métodos de cuñas planas
Hp : altura del relleno en el intradós del muro (pasivo)

Caracterı́sticas del relleno


φ: ángulo de rozamiento interno del suelo

γ: peso especı́fico del suelo (γd : peso especı́fico seco, γsat : peso especı́fico saturado,γ :
peso especı́fico sumergido)
c: cohesión del suelo
δ: rozamiento muro-terreno desarrollado en el trasdós del muro
cw : adhesión muro-relleno desarrollada en el trasdós del muro

Acciones
kh : coeficiente horizontal de aceleración sı́smica
kv : coeficiente vertical de aceleración sı́smica
q: sobrecarga distribuida aplicada sobre la superficie del relleno
Kae : coeficiente de empuje sı́smico activo
Kpe : coeficiente de empuje sı́smico pasivo
hR : punto de aplicación de la resultante del empuje respecto a la base del muro
2.1. PRESIONES DE ORIGEN ESTÁTICO 11

A lo largo de este capitulo se presenta en primer lugar una breve descripción y enume-
ración de los métodos más relevantes para el cálculo de presiones sobre muros en proble-
mas estáticos, puesto que posteriormente algunos de los métodos pseudo-dinámicos más
importantes, como por ejemplo M-O, se basarán en métodos estáticos propuestos previa-
mente. En la segunda sección de este capitulo se recoge una revisión exhaustiva de los
métodos e investigaciones desarrollados para problemas dinámicos. Todos estas investiga-
ciones se han clasificado en métodos basados en equilibrio lı́mite, en soluciones elásticas y
elastoplásticas, en análisis lı́mite o en el Método de las Caracterı́sticas. En la tercera parte
de la exposición se revisan las investigaciones que analizan el efecto de la magnitud y tipo
de movimientos sobre las presiones en el muro.
En la cuarta sección del capı́tulo se revisan las metodologı́as para problemas con relle-
nos saturados o con presencia de agua. En la quinta sección se presentan las principales
investigaciones sobre estructuras de contención basadas en métodos de elementos finitos,
comenzando por los modelos más sencillos, es decir para problemas estáticos y sobre los
que posteriormente se apoyaron modelos más complejos para problemas dinámicos (re-
lleno seco) y problemas dinámicos acoplados (rellenos saturados).

2.1. Presiones de origen estático

Las presiones estáticas ejercidas sobre un muro dependen en gran medida del tipo de
movimiento sufrido por el muro, desarrollándose los conocidos estados de empuje activo,
cuando el muro se aleja del relleno, y empuje pasivo, cuando el muro se acerca al terreno.
Cuando el muro no sufre ningún movimiento se dice que se encuentra en la situación de
empuje al reposo.
Uno de los métodos de cálculo más usados para evaluar el empuje estático de tierras
es el basado en la Teorı́a de Rankine (1857) [59, 57]. Éste es un procedimiento sencillo
que se fundamenta en el análisis del estado tensional de una masa de suelo cuando se
encuentra en una situación de fallo con el criterio de rotura Mohr-Coulomb. Mazindrani y
Granjali (1997) [59] generalizaron dicha teorı́a para un terreno con cohesión tanto en la
situación activa, ecuación 2.1, como en la situación pasiva, ecuación 2.2.

σa = γzKa cos α (2.1)


σp = γzKp cos α (2.2)

En las ecuaciones 2.1 y 2.2, z es la cota medida desde la superficie en la que se evalúan
las presiones y los coeficientes de empuje activo (Ka ) y pasivo (Kp ) se definen según la
expresión 2.3, empleando el signo negativo para el caso activo y el signo positivo para el
pasivo.
12 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

 2c

2cos2 α + γz cos φ sen φ
1  r 
K∗ =  2   −1
cos2 φ  ± 4 cos2 α(cos2 α − cos2 φ) + 2c cos2 φ + 8c cos2 α cos φ sen φ 
γz γz
(2.3)
La teorı́a de Rankine conlleva importantes limitaciones puesto que asume que no existe
rozamiento ni adhesividad entre el muro y el terreno y que toda la masa de suelo se encuen-
tra en una situación de rotura. Implı́citamente se considera que las superficies de rotura que
se desarrollan son planas, por lo que para el caso de relleno horizontal sin cohesión, forman
un ángulo de 45 + φ/2 con la horizontal para el activo y de 45 − φ/2 para el pasivo. En cuanto
a la distribución de presiones, asume que es prácticamente lineal y paralela a la superficie
del relleno y que el punto de aplicación de la resultante se sitúa a H/3 de la base1 .
La teorı́a de Coulomb (1776) [57] es el procedimiento más empleado para el cálculo
del empuje estático en el trasdós de un muro. Esta teorı́a obtiene el empuje de tierras
como el resultado del equilibrio de fuerzas sobre una cuña de rotura de suelo (equilibrio
lı́mite), que se comporta como un cuerpo rı́gido y que está definida geométricamente por
el trasdós del muro, la superficie del relleno y una superficie de rotura plana inclinada un
ángulo θ con la horizontal (figura 2.2). El ángulo θ es desconocido a priori y se calcula
como aquel que es capaz de desarrollar sobre el muro el máximo empuje para la situación
activa o el mı́nimo empuje para la situación pasiva. Las expresiones del empuje de tierras
y de la inclinación del plano de rotura crı́tico (θcrit ), tanto para el activo como el pasivo,
se recogen en la tabla 2.1. En la teorı́a de Coulomb no se predice de forma explı́cita la
distribución de presiones que se desarrolla en el trasdós del muro; por ello se suele asumir
que ésta es lineal y que la resultante se sitúa a H/3 de la base del muro, formando un
ángulo δ con respecto a la normal al trasdós del muro. El procedimiento empleado en la
teorı́a de Coulomb también puede ser aplicable a otras situaciones de cálculo en las que
no se disponga de las correspondientes expresiones analı́ticas, como por ejemplo suelos
con cohesión, con sobrecarga o con acciones dinámicas. Se debe destacar que la teorı́a de
Coulomb garantiza el equilibrio de acciones verticales y horizontales pero no el equilibrio
de momentos.
La principal hipótesis sobre la que se fundamenta la teorı́a de Coulomb es la de asumir
superficies de rotura planas, lo que no es válido para la zona más próxima al muro puesto
que la presencia del rozamiento entre el muro y el relleno provoca la aparición de una fuerza
cortante que hace variar la dirección de las tensiones principales y por lo tanto la orienta-
ción de las superficies de rotura, definiendo ası́ una superficie de rotura curva [60, 1]. Para
el caso activo, se ha observado que no existen grandes diferencias entre emplear cuñas
planas y cuñas curvas, de ahı́ que para el cálculo en activo se emplee habitualmente la
teorı́a de Coulomb. Por el contrario en el caso pasivo, el efecto del rozamiento es más influ-
yente y la zona curva es mucho más pronunciada, por lo que el método de Coulomb suele
conducir a valores sobrestimados del empuje pasivo que no caen del lado de la seguridad,
más notables a medida que δ aumenta, especialmente para δ ≥ φ/2. Esto ha dado lugar
1
En el caso de que exista grieta de tracción, la resultante se situará a h/3 de la base, donde h es la altura
del muro descontando la profundidad de la grieta de tracción.
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 13

(a) Caso Activo (b) Caso Pasivo

Figura 2.2 – Equilibrio de fuerzas sobre las distintas cuñas de rotura tanteadas según la teorı́a de Coulomb [1].

al desarrollo de un importante grupo de métodos en los cuales se adoptan superficies de


rotura curvas, aumentando ası́ la complejidad en la resolución del problema.
Entre los métodos que adoptan superficies de rotura curva, cabe destacar el trabajo de
Caquot-Kerisel (1948) [1], quienes proponen un método donde se adopta una superficie de
rotura compuesta, formada por la combinación de un arco de espiral logarı́tmica en la zona
más próxima al muro seguida de una superficie plana que se ajusta a un estado de Rankine.
Sus resultados se encuentran recogidos en diversos ábacos y tablas. Otros autores como
Shields y Tolunay (1973) [1], Rahardjo y Fredlund (1984) [61], Kumar y Subba-Rao (1997)
[62], Zhu y Qian(2000)[1], entre otros, evaluaron el empuje de tierras a través del método
de las dovelas en la teorı́a del equilibrio lı́mite.

2.2. Presiones de origen dinámico

En la literatura se puede encontrar una extensa relación de métodos de diferente fun-


damento, que tratan de obtener las presiones que se generan en el trasdós de un muro
cuando el origen de las acciones es dinámico, principalmente debido a un sismo. Para ha-
cer más sencilla la exposición, dicha colección de métodos se presentan agrupados en las
siguientes categorı́as.

2.2.1. Métodos basados en el Equilibrio Lı́mite: métodos pseudo-estáticos

Los métodos pseudo-estáticos pasan por definir previamente una superficie de rotura.
Se pueden establecer claramente dos tipos de grupos, aquellos que emplean superficies
de rotura planas y los que emplean superficies de rotura curvas. En primer lugar se ex-
pondrán los métodos que emplean superficies planas, los cuales a su vez permiten obtener
expresiones analı́ticas relativamente sencillas para el cálculo de empujes, y en segundo
lugar se presentaran los métodos que emplean superficies de rotura curvas, principalmente
orientados al cálculo del empuje pasivo.
14 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Tabla 2.1 – Expresiones para el cálculo del empuje de tierras e inclinación del plano de rotura crı́tico θcrit según
la teorı́a de Coulomb.
Caso Activo
Pa = 12 γH 2 Ka
cos2 (φ−β)
Ka = h q
sen(δ+φ) sen(φ−α)
i2
cos2 β cos(δ+β) 1+ cos(δ+β) cos(α−β)
h i
− tan(φ−α)+C1
θcrit = φ + tan−1 C2
p
C1 = tan(φ − α) [tan(φ − α) + cot(φ − β)] [1 + tan(δ + β) cot(φ − β)]
C2 = 1 + {tan(δ + β) [tan(φ − α) + cot(φ − β)}]

Caso Pasivo
Pp = 12 γH 2 Kp
cos2 (φ+β)
Kp = h q
sen(δ+φ) sen(φ+α)
i2
cos2 β cos(δ−β) 1− cos(δ−β) cos(α−β)
h i
tan(φ+α)+C3
θcrit = −φ + tan−1 C4
p
C3 = tan(φ + α) [tan(φ + α) + cot(φ + β)] [1 + tan(δ − β) cot(φ + β)]
C4 = 1 + {tan(δ − β) [tan(φ + α) + cot(φ + β)}]

Uno de los primeros métodos desarrollados para el cálculo de las presiones dinámicas
es el conocido método de Mononobe-Okabe (1926; 1929) [57, 58]. El método de Mononobe-
Okabe (M-O) consiste en una extensión directa de la teorı́a estática de Coulomb, donde las
aceleraciones se introducen de forma pseudo-estática sobre una posible cuña de rotura
plana, figura 2.3. El empuje del terreno se obtiene del equilibrio de fuerzas sobre dicha
cuña incluidas las fuerzas pseudo-estáticas debidas al sismo. Las expresiones analı́ticas
tanto para el cálculo del empuje, como de los coeficientes de empuje dinámico activo (Kae )
y pasivo (Kpe ) y del ángulo de inclinación del plano de rotura crı́tico (θcrit ) para un suelo
seco y sin cohesión se muestran en la tabla 2.2. Para los casos con sobrecargas, terrenos
irregulares, rellenos con cohesión etc., el método de M-O también se puede aplicar si se
incluyen en el equilibrio todas las acciones que intervengan, y se tantean distintas cuñas de
rotura hasta seleccionar la pésima.
En el método de M-O se asume que la superficie de rotura es plana, que toda la cuña
de suelo se comporta como un sólido rı́gido y que se moviliza toda la resistencia a cortante
a lo largo del plano de rotura. También se desprecian las fuerzas de inercia de la propia
estructura y se asume que el empuje actúa en un punto situado a H/3 de la base del muro.
Para alcanzar el equilibrio de la cuña de rotura se debe satisfacer la condición de equilibrio
φ − α ≥ ψ, además si la pendiente del relleno es nula (α = 0) se obtiene un valor crı́tico
para la aceleración horizontal, calculada como (kh )crit ≤ (1 − kv ) tanφ, puesto que para un
nivel de aceleración superior, la inclinación de la cuña de rotura se hace cero [4].
El método de M-O ha sido analizado por numerosos autores, entre los que caben des-
tacar los siguientes trabajos. Seed y Whitman (1970) [3] realizaron un profundo estudio
paramétrico sobre este método cuyos principales resultados se muestran en la figura 2.4.
De este análisis se puede concluir que Kae aumenta significativamente cuando aumenta α o
cuando disminuye φ, mientras que los parámetros δ y kv influyen poco en el resultado. Tam-
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 15

a
a

b
b

(a) Caso Activo (b) Caso Pasivo

Figura 2.3 – Equilibrio de fuerzas sobre la cuña de rotura tanteada según el método de Mononobe-Okabe [2].

bién, proponen que el coeficiente de empuje activo dinámico (Kae ) se puede descomponer
en la suma del coeficiente estático (Ka ) y un incremento de origen dinámico (∆Kae ). Este
último se puede calcular de forma simplificada a través de la regla práctica2 ∆Kae ∼
= 3/4kh .
En cuanto al punto de aplicación del empuje de tierras, recomiendan aplicar la componente
dinámica (∆Pae ) a 0,6H respecto de la base.
Richards y Elms (1979) [63] analizaron el efecto de la inercia del muro, no considerada
por M-O, de cara a la estabilidad del muro frente a deslizamiento. Comprobaron que para
muros de gravedad, el efecto de la inercia es del mismo orden que la presión dinámica
del suelo obtenida por M-O, por lo que no puede ser despreciada en el cálculo. También
comprobaron que, a diferencia de M-O, el rozamiento muro-relleno (δ) y la componente
vertical de la aceleración (kv ) afectan significativamente en la evaluación del efecto de la
inercia del muro.
Davies, Richards y Chen (1986) [4] también realizaron un estudio paramétrico sobre Kae
y Kpe deducidos del método de M-O. En dicho estudio comprobaron que la inclinación del
plano de rotura respecto a la horizontal (θcrit ) tiende a cero a medida que aumenta kh y
que para sismos moderados la superficie de fallo en el caso pasivo no difiere de manera
considerable de la predicha para el caso estático, lo que no sucede en el caso activo (fi-
gura 2.5)3 . Por otra parte, a medida que kh aumenta, se reduce el empuje pasivo (Ppe ) y
aumenta el empuje activo (Pae ). También observaron que Kpe no depende prácticamente
de kv , aunque sı́ se ve afectado significativamente por δ, sobre todo para el caso estático y
sismos moderados. La influencia de δ se reduce a medida que aumenta kh , lo que implica
que la hipótesis de superficies planas tiene mayor validez para aceleraciones altas. Final-
mente, comprobaron cómo la inclinación del trasdós afecta poco, mientras que Kpe aumenta
cuando lo hacen α y φ, y en el caso activo Kae decrece cuando aumenta φ.
Fang y Chen (1995) [5] investigaron la influencia de la dirección de las aceleraciones
sı́smicas para el método de M-O, los resultados obtenidos se muestran en la figura 2.6.
2
Deducida para un caso tipo: muro vertical, relleno horizontal y φ = 35o .
3
Atendiendo a la condición de equilibrio indicada anteriormente, no es admisible obtener superficies de
rotura para valores superiores a (kh )crit , que para el ejemplo de la figura 2.5 vale (kh )crit = tan(φ) = 0,577.
16 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Tabla 2.2 – Expresiones para el cálculo del empuje de tierras e inclinación del plano de rotura crı́tico θcrit según
el método de Mononobe-Okabe.
Caso Activo
Pa = 21 γH 2 Kae (1 − kv )
cos2 (φ−β−ψ)
Kae = h q
sen(δ+φ) sen(φ−α−ψ)
i2
cos ψ cos2 β cos(δ+β+ψ) 1+ cos(δ+β+ψ) cos(α−β)
h i
− tan(φ−α−ψ)+C1E
θcrit = φ − ψ + tan−1 C2E
p
C1E = tan(φ − α − ψ) [tan(φ − α − ψ) + cot(φ − β − ψ)] [1 + tan(δ + β + ψ) cot(φ − β − ψ)]
C2E = 1 + {tan(δ + β + ψ) [tan(φ − α − ψ) + cot(φ − β − ψ)}]
h i
kh
ψ = tan−1 (1−kv )

Caso Pasivo
Pp = 21 γH 2 Kpe (1 − kv )
cos2 (φ+β−ψ)
Kpe = h q
sen(δ+φ) sen(φ+α−ψ)
i2
cos ψ cos2 β cos(δ−β+ψ) 1− cos(δ−β+ψ) cos(α−β)
h i
tan(φ+α−ψ)+C3E
θcrit = ψ − φ + tan−1 C4E
p
C3E = tan(φ + α − ψ) [tan(φ + α − ψ) + cot(φ + β − ψ)] [1 + tan(δ − β + ψ) cot(φ + β − ψ)]
C4E = 1 + {tan(δ − β + ψ) [tan(φ + α − ψ) + cot(φ + β − ψ)}]
h i
kh
ψ = tan−1 (1−kv )

Comprobaron que el máximo empuje dinámico activo (Pae ) se produce cuando kh se dirige
hacia el muro y kv hacia abajo. Por el contrario, el mı́nimo empuje dinámico pasivo (Ppe ) se
obtiene cuando kh se dirige hacia el muro mientras que kv se dirige hacia arriba. Por último,
para fines de diseño, proponen que se considere kv ≤ kh /2.
Recientemente Kim et al. (2010) [6] han extendido el procedimiento de M-O para obtener
una expresión analı́tica (figura 2.7, tabla 2.3) para el cálculo del empuje activo donde se in-
cluya la cohesión del suelo, la adhesión con el muro, y la aplicación de una carga puntual y/o
distribuida sobre el relleno. Para demostrar la validez de la expresión obtenida, contrastaron
su resultado con las soluciones obtenidas por M-O y con soluciones gráficas. Observaron
que a medida que aumenta la cohesión (c) y la adhesión (cw ) disminuye el empuje sobre
el muro, mientras que M-O sobrestimarı́a notablemente el valor del empuje en estos casos.
Por el contrario, en el caso de sobrecarga puntual y distribuida, M-O subestima ligeramente
el valor del empuje en ambos casos, aunque de forma más pronunciada para el segundo
que para primero.
Continuando con la filosofı́a del método de Mononobe-Okabe, otros procedimientos sim-
plificados de cálculo son los siguientes. Arango (1969) [3] propone un método simplificado
para obtener Kae a partir de valores tabulados de Ka obtenidos por el método de Coulomb
en condiciones estáticas, pero empleando unos valores modificados de α y β. Kapila (1962)
[1] propone una modificación del método gráfico de Culmann [1], desarrollado para la deter-
minación del empuje estático activo (Pa ), incluyendo las componentes dinámicas de forma
pseudoestática como kv Wcuña y kh Wcuña , donde Wcuña es el peso de la cuña de rotura
tanteada. Finalmente, Saran y Prakash (1970) [64], Yakovlev y Shkola (1978) [65] y Micha-
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 17

Figura 2.4 – Estudio paramétrico realizado por Seed y Whitman [3] sobre el método de M-O.

lowski (1984) [66] propusieron metodologı́as similares basadas en establecer el equilibrio


de un elemento diferencial de suelo situado dentro de una cuña de rotura definida previa-
mente en lugar de buscar el equilibrio de la cuña completa, lo que permite obtener la ley de
presiones sobre el trasdós del muro y no solamente la resultante. En general comprueban
que la resultante de presiones coincide con la obtenida por el método de M-O mientras que
la distribución de presiones es no lineal por lo que el punto de aplicación de la resultante
puede llegar a diferir significativamente del propuesto por M-O.
A continuación se presenta una serie de métodos alternativos al de Mononobe-Okabe,
también de carácter pseudoestático pero de distinto planteamiento, en los cuales se abar-
can distintas geometrı́as para la superficie de fallo o se incluyen otro tipo de acciones.
Dewaikar y Halkude (2002) [67] desarrollaron un procedimiento pseudo-estático para
calcular el punto de aplicación del empuje activo y pasivo en condiciones sı́smicas basándo-
se en las ecuaciones de Kötter4 [67] y en superficies de rotura planas. Para ello plantean
el equilibrio de las acciones horizontales y verticales sobre una posible cuña de fallo, ob-
teniendo dos ecuaciones cuya única incógnita es el empuje de tierras, ya que la reacción
4
Kötter obtuvo unas relaciones elastoplásticas que deben satisfacer los esfuerzos desarrollados a lo largo
de una superficie de deslizamiento cualquiera en una condición de fallo incipiente.
18 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.5 – Influencia de kh en la inclinación del plano de rotura (β = α = kv = 0) según Davis, Richards y
Chen [4].

a=0º

a=0 º

(a) Caso Activo (b) Caso Pasivo

Figura 2.6 – Influencia de la dirección de las fuerzas de inercia en el empuje sobre el muro, Fang y Chen [5].

del terreno (R) sobre el plano de rotura se obtiene por medio de las mencionadas ecuacio-
nes de Kötter. Tanteando con distintas cuñas, estas dos ecuaciones convergen a la misma
solución, definiendo de este modo un único plano de rotura. Una vez conocidos el empuje
de tierras y la resultante sobre la cuña, se plantea el equilibrio de momentos respecto de
la base del muro para obtener el punto de aplicación de la resultante sobre el muro (hR ). A
través de sus investigaciones numéricas observaron que, para el caso pasivo, hR decrece a
medida que aumenta kh y kv , mientras que δ influye notablemente, aumentando hR según
aumenta δ. En cuanto al caso activo, comprobaron que la influencia de δ sobre hR es menor
que en la condición pasiva, aumentando hR según decrece δ o crece kh . Para el rango de
valores estudiado obtuvieron valores de hR entre 0,39H y 0,62H en el pasivo y entre 0,35H
y 0,51H en el activo. Además encontraron ajustes razonables con otros autores para Kae y
Kpe .
Praskash y Basavanna (1969) [68] plantearon para un suelo sin cohesión, un método
analı́tico basado en cuñas planas y en el principio de superposición donde establecieron
el equilibrio de acciones horizontales y momentos, a diferencia de la teorı́a de Coulomb
que no garantiza el equilibrio de momentos, para obtener la distribución de presiones en el
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 19

Figura 2.7 – Cálculo del empuje activo propuesto por Kim et al. [6] como una extensión del método de M-O a
un caso con cohesión, adhesión y sobrecarga.

trasdós del muro. Sus análisis demostraron que no existen grandes diferencias en cuanto
a la magnitud del empuje activo respecto al método de M-O, aunque sı́ en cuanto al punto
de aplicación de la resultante, obteniendo valores superiores a H/3. Comprobaron que la
distribución de presiones se ve afectada por los valores de δ y φ y no por kv .
A continuación se presentan un conjunto de métodos que obtienen el valor del empuje
de tierras como resultado de la suma varias componentes, según estén asociadas al peso
del terreno (γ), a la cohesión (c) y a la sobrecarga (q), en el caso de que existan.
Saran y Prakash (1966; 1968) [69, 70] desarrollaron una expresión analı́tica para el em-
puje de tierras activo, asumiendo cuñas planas según la teorı́a de Coulomb y considerando
la aceleración horizontal como pseudoestática (kv = 0). Consideraron además sobrecar-
ga, suelo con cohesión, relleno horizontal, trasdós inclinado y rozamiento. Tras establecer
el equilibrio de acciones verticales y horizontales obtienen la expresión 2.4 definida por la
suma de tres términos5 , donde (Na∗ )dyn representa los distintos coeficientes asociados al
peso, a la cohesión y a la sobrecarga respectivamente, para los cuales también se tienen
expresiones analı́ticas, ecuaciones 2.5 a 2.76 , donde ǫ = 90 + β + φ − θ, m = Hc /H y Hc
es la profundidad de las grietas de tracción. Estos coeficientes dependen de la inclinación
del plano de rotura (θcrit ), para lo cual maximizan cada coeficiente independientemente, lo
que implica que se tantee con tres superficies de rotura distintas, dando de este modo re-
sultados conservativos. En cuanto al punto de aplicación de la resultante, establecen que
el término del peso se aplique a H/3 de la base, mientras que los términos de la cohesión y
sobrecarga se sitúan a H/2.

Pa = γH 2 (Naγ )dyn + qH (Naq )dyn − cH (Nac )dyn (2.4)

5
La estructura de esta ecuación es análoga a la estructura de la ecuación general de la capacidad portante
para cimentaciones superficiales.
6
La expresión mostrada para (Nac )dyn difiere ligeramente de la recogida originalmente en el articulo [70].
20 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Tabla 2.3 – Expresiones analı́ticas propuestas por Kim et al. [6] para el cálculo del empuje activo dinámico
(figura 2.7), extendiendo el procedimiento de M-O a un caso con cohesión, adhesión y sobrecarga.
Caso Activo
1
Pad = sen(β+δ) tan(θ−φ)+cos(β+δ)
(S + T + U + V )
S = W tan(θ − φ) + kh W − kv W tan(θ − φ)
T = kh PL − kv PL tan(θ − φ) + PL tan(θ − φ) + kh Qu l3 − kv Qu l3 tan(θ − φ) + Qu l3 tan(θ − φ)
U = −cl1 sen θ tan(θ − φ) − cl1 cos θ
V = −cw l2 cos β tan(θ − φ) + cw l2 sen β
h i
l1 = sen1 θ tan α(h+tan θl2 sen β)
tan θ−tan α + h
h
l2 = cos β
 
1 h+tan θl2 sen β
l3 = cos α tan θ−tan α
 h i
h+tan θl2 sen β tan α(h+tan θl2 sen β)
W = 12 γhl2 sen β + 21 γh2 tan(90o − θ) + 12 γ tan θ tan θ−tan α

[(tan β+tan(90−θ))(m+ 21 )+ 21 m2 tan β][cos(90−θ+φ)+kh sen(90−θ+φ)]


(Naγ )dyn = sen(ǫ+δ) (2.5)
[(m+1) tan β+tan(90−θ)][cos(90−θ+φ)+kh sen(90−θ+φ)]
(Naq )dyn = sen(ǫ+δ) (2.6)
2 cos(90−θ+φ)+sen(90−θ+φ)(tan(90−θ)−tan β)
(Nac )dyn = sen(ǫ+δ) (2.7)

Continuando con la idea de expresar el empuje de tierras como la suma de varios térmi-
nos asociados cada uno de ellos a un factor distinto, Shukla et al. (2009) [51] para el caso
activo y Shukla y Habibi (2011) [52] para el caso pasivo, desarrollaron sendas expresio-
nes analı́ticas (tabla 2.4) para el empuje de tierras en un muro de contención con trasdós
vertical, sin rozamiento (δ = 0), con relleno horizontal de tipo cohesivo friccional (c − φ)
sin sobrecarga (q = 0), basándose en la cuña de rotura de Coulomb y considerando tanto
aceleración horizontal como vertical. Para ello buscan la cuña de rotura que maximiza o mi-
nimiza, según corresponda, la expresión completa de la resultante del empuje (Pae o Ppe ) y
no cada coeficiente de forma independiente, obteniendo de este modo una única superficie
de rotura, a diferencia de Saran y Prakash [69, 70] que obtenı́an tres superficies crı́ticas
distintas.
Hasta ahora todos los estudios expuestos plantean superficies de rotura planas. A con-
tinuación se presentan diversas investigaciones donde se proponen superficies de rotura
curvas, en su mayorı́a definidas por arcos de espirales logarı́tmicas, ya que uno de los
graves inconvenientes que presenta la teorı́a de M-O es la de asumir superficies de rotura
planas, lo que puede conducir a diseños no seguros al sobrestimar el valor del coeficiente
de empuje sı́smico pasivo, Kpe , especialmente para valores de δ ≥ φ/2.
Morrison y Ebeling (1995) [7] calcularon el empuje de tierras pasivo para distintos valo-
res de δ, en un muro vertical, con relleno horizontal, sin cohesión ni sobrecarga y con una
superficie de fallo compuesta únicamente por un arco de espiral logarı́tmica, para lo que
tantearon con distintas cuñas estableciendo el equilibrio de cada una de ellas hasta obtener
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 21

Tabla 2.4 – Expresiones para el cálculo del empuje de tierras en el caso activo y pasivo según Shukla et al. [51]
y Shukla y Habibi [52].
Caso Activo [51]
Pae = 12 γH 2 (1 − kv )Kaeγ − cHKaec
Kaeγ = cos(φ−ψ)−sen(φ−ψ)/ tan αc
cos ψ(cos φ+tan αc sen φ)
φ(1+tan2 αc )
Kaec = tan αcosc (cos φ+tan αc sen φ)
h √ i
sen φ sen(φ−ψ)+m sen(2φ)+ sen φ sen(φ−ψ) cos ψ+4m2 cos2 φ+2m cos φ(sen φ cos ψ+sen(φ−ψ))
tan αc = sen φ cos(φ−ψ)+2m cos2 φ
c cos ψ kh 2c
m= γH(1−kv ) ; tan ψ = 1−kv ; (kh )crit = (1 − kv ) tan φ + γH

kh + ←; kv + ↑
Caso Pasivo [52]
Ppe = 21 γH 2 (1 ± kv )Kpeγ + cHKpec
Kpeγ = cos(φ−ψ)+sen(φ−ψ)/ tan αc
cos ψ(cos φ−tan αc sen φ)
φ(1+tan2 αc )
Kpec = tan αcosc (cos φ−tan αc sen φ)
h √ i
− sen φ sen(φ−ψ)−m sen(2φ)+ sen φ sen(φ−ψ) cos ψ+4m2 cos2 φ+2m cos φ(sen φ cos ψ+sen(φ−ψ))
tan αc = sen φ cos(φ−ψ)+2m cos2 φ
c cos ψ kh 2c
m= γH(1±kv ) ; tan ψ = 1−kv ; (kh )crit = (1 ± kv ) tan φ + γH

kh + →; kv + ↓

la que proporciona el menor valor de Ppe . Se asume que toda la cuña de suelo se comporta
como un bloque rı́gido y que los movimientos que sufra deben ser suficientes para movilizar
toda la resistencia a cortante del suelo. Morrison y Ebeling comprobaron que los valores de
Kpe obtenidos para una superficie de fallo en espiral logarı́tmica son notablemente menores
que para una superficie plana puesto que esta última abarca mayor masa de suelo, como
se puede observar en la figura 2.8, la cual además se ve afectada por el valor de δ. En
el caso de rozamiento nulo (δ = 0) la superficie de rotura en espiral logarı́tmica degenera
en una superficie plana. En la figura 2.9 se puede observar que las diferencias entre am-
bos métodos para el cálculo de Kpe son más importantes a medida que aumentan δ y/o φ,
siendo especialmente relevantes a medida que kh disminuye, alcanzándose las máximas
discrepancias para kh = 0. Por el contrario kv no afecta significativamente, encontrándose
las mayores diferencias para valores bajos de kh .
Posteriormente, Kumar (2001) [8] calculó nuevamente el empuje de tierras pasivo pero
considerando una superficie de fallo compuesta por un arco de espiral logarı́tmica en las
proximidades del muro y una superficie plana cerca de la superficie del terreno, uniendo
ambas geometrı́as de forma tangencial. Las acciones sı́smicas se aplicaron de forma pseu-
doestática asumiendo en todo caso kv = 0, para un muro con el trasdós inclinado, con
un relleno horizontal sin sobrecarga y un terreno sin cohesión. El procedimiento de cálculo
consistió en tantear con distintas superficies de fallo, variando el foco de la espiral, y obtener
por medio del equilibrio de momentos respecto a dicho foco, la superficie de rotura que da
el menor valor de Ppe . En el estudio realizado, observaron que los valores de Ppe aumentan
notablemente cuando disminuye kh o aumenta φ. Nuevamente se comprueba a través de la
22 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) δ = 0, L=2.01H (b) δ = φ/2, L=2.99H

(c) δ = φ, L=4.58H

Figura 2.8 – Comparación entre una superficie de rotura plana (M-O) y una superficie de rotura definida por
un arco de espiral logarı́tmica (Morrison y Ebeling [7]) para distintos valores de δ y φ = 30o , kh =
0,2, kv = 0.

figura 2.10 que los valores de Kpe calculados por el método de M-O (superficie plana) son
muy superiores a los obtenidos con superficies de fallo curvas, coincidiendo ambos casos
solamente cuando δ = 0. También se observa que, para δ 6= 0, los valores de Kpe calcu-
lados según Morrison y Ebeling [7] son ligeramente superiores a los obtenidos por Kumar
[8].
Subba Rao y Choudhury (2005) [71] basándose en la superficie de rotura empleada por
Kumar [8] (combinación de un arco de espiral logarı́tmica y tramo recto) determinaron los
coeficientes de empuje pasivo asociados al peso del terreno (Kpγd ), a la sobrecarga (Kpqd )
y a la cohesión (Kpcd ), ecuación (2.8), de forma análoga a Saran y Prakash [69] para el caso
activo y con superficie de rotura plana. Para cada coeficiente, establecieron el equilibrio de
momentos anulando los términos correspondientes a los otros dos y buscaron la superficie
de rotura que minimiza cada coeficiente de forma individual aplicando después el principio
de superposición. De este modo, al minimizar cada componente por separado obtienen tres
superficies de fallo distintas siendo difı́cil determinar cuál puede ser la verdadera. También
realizaron un estudio paramétrico para cada uno de los coeficientes donde comprobaron
que éstos son muy sensibles a los valores de kh y kv , disminuyendo cuando aumentan kh y
kv . Siguiendo la metodologı́a indicada pero para una superficie de rotura definida solamente
por un arco de espiral logarı́tmica, Choudhury y Subba Rao (2002) [72] analizaron el caso
de empuje pasivo cuando se produce rozamiento negativo entre el terreno y el muro, por
ejemplo cuando el muro se mueve hacia arriba respecto al relleno. Del estudio paramétrico
realizado para este caso, dedujeron que los coeficientes asociados a cada factor dismi-
nuyen cuando aumenta kv , pero el efecto de kh sobre ellos depende de los valores que
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 23

Figura 2.9 – Comparación del valor de Kpe calculado con una superficie de rotura plana (M-O) o con una
superficie de rotura definida por un arco de espiral logarı́tmica, para distintos valores de φ, δ, kv , kh
(Morrison y Ebeling [7]).

adopten otros parámetros como β, α o δ/φ. En ambos trabajos, los resultados están dados
en forma de ábacos y gráficos, adoptando una relación de interpolación logarı́tmica para
casos distintos a los analizados.
 
1 1
Ppe = Ppγd + Ppqd + Ppcd = γH 2 Kpγd + qHKpqd + 2cHKpcd (2.8)
cos(δ) 2

Además de las investigaciones expuestas anteriormente, también es posible encontrar


en la bibliografı́a trabajos muy recientes basados en la teorı́a del equilibrio lı́mite sobre
cuñas de rotura compuestas, como por ejemplo la investigación llevada a cabo por Hazari-
ka (2009) [73], donde adopta una superficie de fallo formada un arco de espiral logarı́tmica
junto al muro seguida de un tramo plano más próximo a la superficie. Este autor intenta
obtener una formulación analı́tica que permita calcular el empuje activo sobre el muro con-
siderando además un fallo progresivo del material de relleno. Para ello emplea una estima-
ción del ángulo de rozamiento interno del suelo movilizado, que adopta diferentes valores
en los distintos puntos del plano de rotura en función de los estados de deformación alcan-
zados (definidos en función de φpico y φres ), a diferencia del método de M-O que considera
un valor de φ constante. Contrasta los resultados obtenidos por este método con los resul-
24 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Kumar

Kpe

Figura 2.10 – Comparación del coeficiente de empuje sı́smico (Kpe ) obtenido con una superficie de rotura plana
(M-O), una superficie de rotura definida únicamente por un arco de espiral logarı́tmica (Morrison
y Ebeling [7]) y por una superficie de rotura definida por la combinación de un arco de espiral
logarı́tmica y un tramo recto (Kumar [8]).

tados experimentales de Ichichara y Matsuzama [74] y Ishibashi y Fang [75], observando


que el método propuesto sigue la tendencia de dichos resultados experimentales, mientras
que M-O solo predice los valores más bajos, subestimando el empuje activo especialmente
para las aceleraciones más altas.
En los casos en que exista una sobrecarga no uniforme o dicha sobrecarga este aplica-
da sobre un área finita distanciada de la coronación del muro, es habitual calcular el efecto
que ocasiona dicha sobrecarga en el empuje por medio de la teorı́a elástica y, superponerlo
con el cálculo del empuje obtenido para una condición de fallo sin sobrecarga, por ejemplo
según Coulomb. Esto da lugar a un procedimiento de cálculo poco ortodoxo puesto que se
considera que el suelo esta en condiciones elásticas, y a la vez sometido a unos despla-
zamientos suficientes para desarrollar el estado activo [76]. Por ello, cabe destacar algunos
de los trabajos llevados a cabo por diferentes autores para casos donde la sobrecarga que
actúa sobre el relleno no es uniforme o de extensión infinita.
Jakovlev (1977) [77] propuso dos metodologı́as, ambas para condiciones sı́smicas. En
la primera de ellas se basa en la teorı́a de Coulomb y obtuvo sendas expresiones para de-
terminar el ángulo de inclinación de la superficie de fallo (plana) y el empuje activo de tierras
para una situación donde puede actuar una sobrecarga de cualquier tipo (no uniforme, incli-
nada o alejada una cierta distancia de la coronación del muro) sobre un relleno horizontal en
un muro rugoso y de trasdós inclinado. Un trabajo similar a este planteamiento fué desarro-
llado posteriormente por Motta (1994) [78]. En su segunda metodologı́a, Jakovlev propuso
unas expresiones tanto para el empuje activo como pasivo, en un muro rugoso, de trasdós
inclinado y bajo una sobrecarga uniforme que actúa sobre un terreno inclinado, basándose
en la teorı́a “safe-stress state” desarrollada por Sokolovsky7 [22, 79].
En la misma lı́nea de los trabajos de Jakovlev [77] y Motta [78], Greco (2006)[76] propu-
so una solución analı́tica para el empuje activo basándose en la teorı́a de Coulomb cuando
sobre un relleno sin cohesión actúa una sobrecarga vertical finita, en un muro donde el re-
7
Esta metodologı́a esta descrita con mayor detalle en la sección 2.2.6
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 25

lleno y el trasdós pueden estar inclinados. También analizó el efecto que tiene la posición
de la sobrecarga tanto en el empuje activo como en la modificación del plano de fallo y
además, propuso un procedimiento analı́tico simple para evaluar la posición del punto de
aplicación del empuje. Aunque en principio todo el método analı́tico está desarrollado pa-
ra un caso estático, es posible extenderlo a un caso dinámico de forma pseudo-estática,
adoptando unos valores modificados de los parámetros φ, δ, γ y q.
Basándose en el modelo de M-O, Caltabiano et al. (2000) [80] analizaron la influencia
de la existencia de una sobrecarga aplicada en un muro vertical y relleno horizontal situada
a cierta distancia de la coronación del muro. También consideraron la influencia del propio
muro a través de las fuerzas normales y de cortante que se desarrollan en la base del
mismo. Analizaron el equilibrio frente al deslizamiento y obtuvieron expresiones analı́ticas
para la aceleración critica y la inclinación de la cuña de rotura. Concluyeron que se obtienen
distintas cuñas de rotura en los casos con sobrecarga respecto a los casos sin sobrecarga
y que el colapso del muro se puede presentar para valores de aceleración crı́tica menores
cuando existe sobrecarga.

2.2.2. Métodos basados en el Equilibrio Lı́mite: métodos pseudo-dinámicos

El trabajo desarrollado por Steedman y Zeng (1990) [9] es pionero dentro de los méto-
dos pseudo-dinámicos para el cálculo de presiones y sobre él se han basado numerosas
investigaciones posteriores. A partir de ensayos en centrı́fuga [9], Steedman y Zeng obser-
varon que se producı́a una distribución de presiones no lineal con la profundidad, además
de un desfase en las aceleraciones del relleno a medida que las ondas de corte se propagan
desde la base a la superficie del terreno. Estos aspectos no son recogidos por los métodos
pseudo-estáticos puesto que asumen que las aceleraciones son uniformes en magnitud y
fase en todo el relleno 8 . Debido al hecho de que el módulo a cortante (G) de un relleno se
va reduciendo para las cotas más próximas a la superficie y que la velocidad de las ondas
de corte (vs ) tiene un valor finito, se produce un desfase y una amplificación entre el movi-
miento de la base y el movimiento de la superficie del terreno, siendo éstos los principales
aspectos que los métodos pseudo-dinámicos son capaces de reflejar.
Para un muro ménsula de base fija y α = β = kv = 0 sometido a una solicitación sinusoi-
dal en la base de perı́odo T , asumiendo una superficie de rotura plana, y estableciendo el
equilibrio de fuerzas horizontales, con un modulo de rigidez a cortante G constante, Steed-
man y Zeng obtuvieron una expresión analı́tica (tabla 2.5) para el cálculo de la resultante
de presiones en función del ratio THvs , que representa el tiempo que tarda una onda en
recorrer la altura del relleno respecto al perı́odo de la excitación. Observaron que Kae dis-
minuye lentamente cuando THvs aumenta, especialmente para valores bajos de kh . Además,
comprobaron que para valores intermedios de THvs , la diferencia entre el método pseudo-
estático de M-O y el método pseudo-dinámico no son significativas, aunque las diferencias
entre ambos métodos pueden crecer si aumenta THvs . Observaron también que la cuña de
rotura obtenida por esta aproximación pseudo-dinámica es mayor que en el caso estático,
8
La aceleración serı́a uniforme en magnitud y fase en el caso de suelo rı́gido y cuando la velocidad de las
ondas de corte fuese infinita.
26 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

aunque menor que la obtenida por M-O, por lo que propusieron una descomposición alter-
nativa a la de Seed y Whitman para Pae , definiéndola como Pae = Pas + Pad , donde Pas es
el empuje sobre el muro debido al peso de la cuña y Pad es el empuje sobre el muro debido
a la fuerza de inercia horizontal de la cuña. Ası́, en un caso dinámico, ambas componen-
tes (estática y dinámica) se obtienen para la misma cuña. Por otra parte, para conocer la
distribución de presiones con la profundidad, figura 2.13(a), derivaron la expresión analı́tica
desarrollada de Pae respecto a z obteniendo una expresión claramente no lineal, debido a la
componente Pad , verificando que el punto de aplicación de la resultante se desplaza hacia
arriba a medida que THvs aumenta.

Tabla 2.5 – Expresiones propuestas por Steedman y Zeng [9] para el cálculo del empuje activo dinámico según
el método pseudo-dinámico.
Caso Activo
Qh cos(θ−φ)+W sen(θ−φ)
Pae = cos(δ−θ+φ)
Λγkh
Qh = 4π 2 tan θ
(2πH cos(ωζ) + Λ(sen(ωζ) − sen(ωt)))
∂Pae (z) cos(θ−φ)kh γz γz sen(θ−φ)
pae = ∂z
= cos(δ−θ+φ) tan θ
sen ω(t − z/vs ) + tan θ cos(δ−θ+φ)
Λ = vs T ; ζ = t − H/vs

El efecto más significativo del desfase entre los movimientos de la base y la superficie,
se observa en la figura 2.11, donde el máximo momento flector no coincide con la máxima
aceleración en la base, encontrándose también un desfase entre el momento flector máximo
y el empuje máximo, los cuales, para el caso de G constante, coinciden prácticamente con
la aceleración en el punto medio del muro, siendo ésta la aceleración que según Steedman
y Zeng se debe considerar para el diseño.

Figura 2.11 – Empuje dinámico y momento flector dinámico respecto a las aceleraciones en el punto medio y
en la base del muro, Steedman y Zeng [9] (φ = 33o , δ = 16o , H/T vs = 0,275).

Dichos autores estudiaron además la influencia sobre Pae de un módulo a cortante va-
riable con la profundidad, concretamente para el caso de una arena (G = Az β con A una
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 27

constante, z la profundidad desde la superficie y 0 < β < 1), observando que su influencia
es muy pequeña. También analizaron el efecto de la amplificación de la onda de corte cuan-
do se aproxima a la superficie, comprobando que su efecto es similar al de un incremento
de kh , mientras que la variación en el punto de aplicación es despreciable.
En los resultados del ensayo en centrifuga reportado por Steedman y Zeng [9], figura
2.12, se puede observar como la aproximación pseudo-dinámica presenta un mejor ajuste
que M-O con los resultados experimentales.

Figura 2.12 – Comparación del momento dinámico obtenido entre los resultados deducidos por M-O y por
el método pseudo-dinámico de Steedman y Zeng, respecto a los resultados de un ensayo en
centrifuga [9].

Posteriormente, Choudhury y Nimbalkar (2006) [10] realizaron una extensión del método
pseudo-dinámico de Steedman y Zeng [9] en el caso activo, donde incluyen la velocidad de
las ondas longitudinales (vp ) y una fuerza de inercia vertical (kv ). Del estudio paramétrico
realizado sobre el modelo concluyen que, a medida que kh aumenta también lo hace Pae ,
acentuándose la no linealidad de la distribución de presiones y variando por tanto el punto
de aplicación de la resultante. Observan una importante influencia de kv y φ, mientras que
δ afecta poco. Dicho estudio paramétrico refleja los mismos comportamientos de φ, δ y kh
que los observados en los estudios paramétricos de Seed y Whitman [3, 4] sobre M-O,
a excepción de kv , el cual tenı́a poca influencia en M-O mientras que su influencia sı́ es
notable en los métodos pseudo-dinámicos. Por último, contrastan los resultados obtenidos
por el método pseudo-dinámico propuesto con los del método pseudo-estático de M-O,
figura 2.13(b), obteniendo una distribución de presiones no lineal, más realista y de menor
magnitud que en caso de M-O. Posteriormente Choudhury y Nimbalkar (2005, 2006) [81,
82], obtuvieron una expresión analı́tica equivalente para el caso de empuje pasivo.
A su vez, Nimbalkar y Choudhury (2007) [83] aplicaron el enfoque pseudo-dinámico pa-
ra analizar la estabilidad frente al deslizamiento de un muro en condición de empuje pasivo
y considerando la inercia del relleno y la inercia del muro, aspecto que hasta el momen-
to habı́a sido poco estudiado destacando solamente el trabajo desarrollado por Richards
28 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

y Elms [63]. Asumieron para su estudio una superficie de rotura plana por lo que los va-
lores del mismo se limitan a un rango de δ/φ ≤ 0,5. Del estudio numérico desarrollado
dedujeron que la estabilidad del muro frente a deslizamiento aumenta cuando aumenta φ,
mientras disminuye cuando aumenta kv , el perı́odo de la solicitación o la amplificación del
movimiento, observando nuevamente que la influencia de δ es poco destacable.

(l=Tvs; h=Tvp)

Mononobe-Okabe
Pseudo-dynamic
z/H

(Steedman & Zeng)

Mononobe-Okabe method
Pseudo-dynamic
(Choudhury & Nimbalkar)

pae/gH

(a) Método de Steedman y Zeng (b) Método de Choudhury y Nimbalkar

Figura 2.13 – Distribución de presiones del método pseudo-dinámico propuesto por Steedman y Zeng [9] (φ =
33o , δ = 16o , kh = 0,2, H/T vs = 0,3) y el método pseudo-dinámico de Choudhury y Nimbalkar
[10] respecto a la solución obtenida por M-O.

Continuando con el modelo pseudo-dinámico propuesto por Steedman y Zeng [9] y mo-
dificado por Choudhury y Nimbalkar [10], P. Ghosh (2008, 2007) lo generaliza para un muro
con el trasdós inclinado, tanto en caso activo [84] como pasivo [85], y también para el caso
donde el trasdós del muro presente dos inclinaciones (P. Ghosh y Kolathayar, 2009 y 2011)
[86, 87]. Posteriormente, P. Ghosh y Kolathayar (2011) [88] modificaron la superficie de ro-
tura para el caso pasivo, desarrollando el método pseudo-dinámico para una superficie de
rotura compuesta por un arco de espiral logarı́tmica y un tramo recto. A través de sus es-
tudios numéricos comprobaron que los empujes obtenidos por el método pseudo-dinámico
con superficie de rotura compuesta son más bajos que los obtenidos con el método pseudo-
dinámico y superficie de rotura plana. En la lı́nea de estos trabajos, S. Ghosh (2010) [89]
aplica el método pseudo-dinámico con superficie de rotura plana para la situación activa a
un muro con trasdós y relleno inclinados. En último lugar, S. Ghosh y Sharma (2010) [90]
extienden el método pseudo-dinámico con superficie de rotura plana a un muro no vertical
con relleno horizontal, con sobrecarga, para el caso activo y para un suelo c − φ.
También Azad et al. (2008) [91] emplearon el método pseudo-dinámico de Steedman y
Zeng junto con el método de la rebanadas empleado previamente para el caso estático por
autores como Rahardjo y Fredlund [61] para obtener la distribución de presiones activas
sobre el muro. Para ello calculan la estabilidad (equilibrio de acciones horizontales, verti-
cales y momentos) de cada rebanada, considerando una superficie de rotura plana junto
con un criterio Mohr-Coulomb, para un muro vertical con relleno horizontal y sin sobrecarga
en la condición activa, que maximizan para encontrar la superficie crı́tica. De los resultados
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 29

obtenidos comprueban que la resultante coincide con la resultante calculada por M-O, pero
con una distribución de presiones totalmente distinta. A su vez, comparan sus resultados
con los resultados experimentales de Seed y Whitman [3] encontrando un ajuste razonable
para el punto de aplicación de la resultante.

2.2.3. Métodos basados en la Teorı́a Elástica

En esta sección se presenta una revisión de los numerosos métodos de cálculo pro-
puestos por diferentes autores y que están basados en soluciones obtenidas de la teorı́a de
la elasticidad. Los primeros trabajos desarrollados en esta lı́nea aparecen a mediados del
siglo XX.
Uno de los trabajos más representativos se debe a Matuo y Ohara (1960) [11], quienes
propusieron una nueva formulación para evaluar las presiones de tierras sobre un muro fijo,
considerando que el relleno es un medio bidimensional elástico y uniforme, figura 2.14(a).
Las soluciones obtenidas son de carácter elástico y derivan de las ecuaciones de la elasto-
dinámica, asumiendo que la onda viaja a través del medio elástico hasta alcanzar el muro,
desarrollando ası́ las presiones sobre éste. Matuo y Ohara deducen sendas expresiones
analı́ticas para un muro fijo, tanto con parámetros elásticos constantes como variables con
la profundidad, y para un muro con rotación respecto a su base. Contrastan sus soluciones
teóricas con resultados experimentales, obteniendo un mejor ajuste para el caso de muro
fijo frente a un muro con rotación.

(a) Modelo de Matuo y Ohara (b) Modelo de Tajimi (c) Modelo de Scott

Figura 2.14 – Modelos elásticos propuestos por Matuo y Ohara [11], por Tajimi [12] y por Scott [13].

Tajimi (1973) [12] realizó un análisis teórico de las presiones dinámicas de tierras sobre
muros enterrados cuando se someten a vibraciones periódicas de traslación horizontal o
rotación respecto a su base. Para ello, se basa en la teorı́a de propagación de ondas en
dos dimensiones para un medio elástico y homogéneo. En el modelo matemático desarro-
llado, figura 2.14(b), adopta un cuarto del espacio infinito sobre cuyo borde vertical están
impuestas las deformaciones laterales que acompañan al movimiento del muro. Finalmente,
comprueba que sus resultados teóricos reproducen las tendencias obtenidas en diversos
resultados experimentales [12] tanto en el caso de rotación como de traslación.
Scott (1974) [13] propuso un modelo para reproducir el comportamiento dinámico del
sistema muro-relleno, figura 2.14(c), donde considera el suelo como una viga a cortan-
30 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

te unidimensional conectada al muro por una serie continua de muelles (“continous shear
beam”) de constante elástica K, que representan la interacción suelo-muro, obteniendo las
presiones desarrolladas a cada cota del muro de modo proporcional a los desplazamientos
laterales a ese nivel. Considera un relleno horizontal y el sismo conocido en la base del mu-
ro. Para simplificar asume que predomina el primer modo de vibración frente a los restantes,
obteniendo la expresión para la deflexión de la viga y por tanto la distribución de presiones
asociada, y a partir de ésta, el empuje resultante sobre el muro y el momento en la base.
Propone expresiones tanto para un caso donde las propiedades elásticas sean constantes
como variables con la profundidad, observándose que cuando el módulo a cortante G si-
gue una ley parabólica con la profundidad, el primer modo de vibración se mantiene lineal
siendo el único modo que contribuye a dar momentos en la base del muro, aunque el resto
de modos contribuyen a aumentar las presiones en el muro. El máximo momento asocia-
do al primer modo se produce cuando la máxima fuerza esta aplicada a 0,6 − 0,7H sobre
la base. Además analiza el efecto sobre el muro de la posición de los bordes del dominio
elástico, estableciendo que la simplificación de considerar el primer modo de vibración es
válida cuando 1 < H/L < 2, siendo L la posición horizontal del borde rı́gido (fin del domi-
nio) respecto al muro, ya que cuando H/L < 1 esta metodologı́a no es aplicable y cuando
H/L > 2 toman parte modos de vibración superiores (para rellenos infinitamente extensos
se puede considerar H/L = 10).
Por otra parte, Scott propone una metodologı́a simplificada para considerar la flexibilidad
del muro, asumiendo que el muro se encuentra articulado en su base, lo que equivale a
emplear un valor reducido de la rigidez del suelo. Finalmente comprueba que los valores
obtenidos son similares a los de Matuo y Ohara [11], pero notablemente mayores a los
del método de M-O. Debido a las evidencias observadas en muros tras episodios sı́smicos
reales, plantea la existencia de unos estados intermedios entre una situación de rotura
(M-O) y otra donde se produzcan deformaciones irreversibles y tensiones residuales pero
no se llegue a rotura9 . Posteriormente, Yeh (1976) [92] adopta el modelo de Scott pero
considerando movimientos tanto de traslación horizontal como de rotación del muro para
analizar el efecto que los movimientos del muro tienen sobre las presiones y momentos. De
los estudios numéricos desarrollados, comprueba que el punto de aplicación de la resultante
es similar al obtenido por Scott pero que la magnitud de dicha resultante y los momentos
producidos son mucho más altos.
Wood (1973)[14] propuso soluciones analı́ticas tanto para la condición estática como
dinámica por medio de la teorı́a elástica lineal, para un muro liso que retiene un relleno
homogéneo y elástico limitado por bordes rı́gidos, figura 2.15. Resuelve tanto el caso de
muro rı́gido como el cálculo de las presiones debidas a los desplazamientos inducidos por
el terremoto, para posteriormente combinar ambas soluciones en el dominio de las frecuen-
cias (“steady-state” o estado estacionario) usando el principio de superposición, y obtener
una solución general para las presiones inducidas en una estructura deformable y sometida
a un sismo horizontal en su base. Wood concluye que en el caso de muros rı́gidos sobre
cimentaciones firmes, el comportamiento durante el terremoto puede ser principalmente

9
Esta idea es análoga a la desarrollada por Dubrova 2.3 para los estados activos intermedios
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 31

elástico (soluciones basadas en la teorı́a de la elasticidad), mientras que cuando existen


grandes desplazamientos10 se puede desarrollar un estado plástico completo (soluciones
basadas en la teorı́a plástica). En situaciones intermedias puede presentarse un importante
comportamiento no lineal del suelo; en tales casos es conveniente establecer los lı́mites
con ambas teorı́as. También Wood comprueba que en el caso de un muro rı́gido sobre ci-
mentación rı́gida, con un relleno extenso, el empuje debido al sismo calculado por la teorı́a
de la elasticidad es casi dos veces superior al calculado por M-O. Destaca la importancia
de comprobar la influencia de la deformación del muro en la distribución de presiones y de
incluir las propiedades dinámicas del muro cuando éste tiene una masa significativa o existe
la posibilidad de que se produzcan importantes amplificaciones en las presiones debido a
la deformación de la estructura cuando la frecuencia fundamental del muro sea superior a
la frecuencia natural más baja del suelo. Finalmente, Wood encuentra buenos ajustes (en
cuando a la magnitud de la resultante y los momentos respecto a la base) entre las predic-
ciones de la teorı́a elástica y los resultados obtenidos por medio de modelos en elementos
finitos y de ensayos [93].

Figura 2.15 – Modelo de Wood [14].

Arias et al.(1981) [94] propusieron un modelo elástico donde analizan la interacción


estática y dinámica entre el muro y el relleno en el rango de los pequeños desplazamientos.
El modelo del relleno consiste en una modificación de la viga a cortante donde las tensio-
nes verticales son nulas y solamente actúan tensiones horizontales, obteniendo soluciones
analı́ticas tanto para una solicitación sı́smica cualquiera como para un impulso. Su mode-
lo se puede generalizar a un caso tridimensional, a rellenos no homogéneos o incluir un
amortiguamiento lineal del relleno. También puede reproducir el modelo de Scott. De forma
inherente, este modelo incluye el efecto de disipación de energı́a por radiación de las ondas
que se propagan horizontalmente en el medio (relleno).
Veletsos y Younan (1994) [15] reivindicaron la validez de las teorı́as elásticas frente al
excesivo uso del método de M-O. Observan que el modelo propuesto por Scott puede,
dependiendo de las caracterı́sticas del terremoto, presentar imprecisiones importantes de-
bido a dos razones fundamentales. En primer lugar a que el modelo de Scott no incluye
10
Se suele asumir que la condición plástica se alcanza cuando el desplazamiento de la coronación del muro
es superior al 0,5 % de la altura del muro.
32 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

amortiguamiento geométrico del medio, y en segundo lugar a que no tiene capacidad para
trasmitir fuerzas verticales por medio de acciones de corte horizontales. En base a esto,
proponen un modelo para un estrato semi-infinito y uniforme de material viscoelástico li-
neal, con amortiguamiento de tipo histerético, limitado por una capa rı́gida inferior, libre en
superficie y contenido en uno de sus contornos laterales por un muro rı́gido, fijo o con res-
tricciones elásticas frente a la rotación, figura 2.16. Este medio se modeliza por una serie
de barras horizontales semi-infinitas, elásticas y de masa distribuida, junto con un grupo
de muelles horizontales y lineales que representan la capacidad de transmitir acciones de
cortante horizontales. La forma de proceder consiste en obtener la respuesta de cada barra
y componer la respuesta total aplicando el principio de superposición para los m modos
considerados, teniendo en cuenta que los modos más altos son poco significativos. La res-
puesta obtenida por este modelo coincide con la propuesta por Arias et al. [94]. Del estudio
llevado a cabo con este modelo, observaron que a medida que aumenta la flexibilidad rela-
tiva entre el muro y el relleno se reducen las presiones sobre el muro, ası́ como el cortante
y el momento en la base, y también se hace más importante la contribución de los modos
más altos. La magnitud y la distribución de las presiones sobre el muro también son muy
sensibles a la variación del módulo a cortante en el medio.
Posteriormente, Veletsos y Younan realizaron diversos estudios sobre la influencia de
los distintos parámetros que intervienen en la respuesta de muros flexibles (tipo Cantilever
o ménsula), tales como un muro coartado elásticamente frente a la rotación [95], fijo en su
base o con un apoyo (codal) en la coronación del muro [96]. Para ello, analizan la influencia
de la flexibilidad del muro, de la base o la condición del apoyo superior según el caso, de
las propiedades del relleno y de las caracterı́sticas de la solicitación (tanto armónica como
un terremoto real) sobre las presiones, su resultante, el momento y el cortante en la base,
y los desplazamientos del muro. Comprueban que las magnitudes y distribución de los des-
plazamientos del muro, ası́ como las presiones inducidas por el sismo son muy sensibles
a la flexibilidad del muro y de su base, de tal modo que, a medida que aumenta la flexibili-
dad disminuyen las fuerzas sobre muro, llegando la resultante del empuje y el cortante en
la base a ser inferiores a la mitad de los valores obtenidos para un muro rı́gido con base
fija, siendo esta reducción más notable en el cálculo del momento. En el caso de muros con
apoyo en coronación, esta reducción no es tan significativa. Por otra parte, comprueban que
si se desprecian los efectos de amplificación del relleno, la magnitud de la resultante obte-
nida según esta metodologı́a es muy próxima a la obtenida por M-O, situándose el punto de
aplicación en torno a 0,4H. También comprueban que en el caso de un terremoto real (El
Centro, componente N-S, 1940) el factor de amplificación dinámica de la resultante puede
variar entre 1,3 en un muro rı́gido de base fija y 1,9 en muros muy flexibles, mientras que
el punto de aplicación no se ve afectado por las caracterı́sticas del sismo. Las principales
limitaciones del modelo de Veletsos y Younan se deben por una parte a que asumen que
el muro y el relleno están completamente unidos en todo momento por lo que no se puede
representar la posible separación que en algunos casos puede aparecer entre ambos, y por
otra porque asumen que las propiedades del medio son uniformes.
Psarropoulos et al. (2005) [97] verificaron la solución analı́tica desarrollada por Veletsos
y Younan [95] a través de un modelo en elementos finitos implementado en el programa
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 33

Figura 2.16 – Modelo elástico propuesto por Veletsos y Younan [15].

comercial ABAQUS [98]. Por medio de este modelo analizaron problemas más realistas
que no podı́an ser estudiados por medio de la solución analı́tica. De forma particular con-
sideraron un relleno no homogéneo y la flexibilidad de la cimentación frente a la traslación.
En la implementación numérica consideraron tres casos de estudio. El primero de ellos re-
producı́a exactamente el caso analizado por Veletsos y Younan, particularmente un muro
con un relleno homogéneo en una sola capa. En el segundo caso consideraron un muro
con un relleno no homogéneo donde el módulo a cortante se anula en superficie y en el
tercer caso consideraron un muro rı́gido cimentado sobre un estrato finito de suelo, donde
a diferencia de los dos casos anteriores, el muro está unido a la base a través de un mue-
lle rotacional. Del primer caso observaron que tanto el modelo numérico como el analı́tico
coincidı́an en las presiones obtenidas, excepto en la parte más alta de los muros más flexi-
bles donde aparecı́an tracciones. En el segundo caso (suelo no homogéneo) no aparecı́an
dichas tracciones y siempre existı́a contacto entre el muro y el relleno, obteniendo valores
de la resultante y los momentos menores que en el caso homogéneo. Finalmente, en el
tercer caso se introduce mayor flexibilidad en el muro al considerar la traslación del mismo,
lo que implica que se reduzcan las presiones sobre él, siendo más notable cuanto mayor
es la relación entre la magnitud de la base del muro y su altura. También se observa que
la disipación de las ondas en la capa de apoyo puede ser muy influyente por lo que la mo-
delización a través de un único muelle rotacional en la base, como en el modelo analı́tico,
puede no ser suficiente.
Jung et al. (2010) [16] amplı́an la solución analı́tica propuesta por Veletsos y Younan [95]
incluyendo el desplazamiento horizontal del muro, figura 2.17. Contrastan sus resultados
con las soluciones obtenidas de un modelo en elementos finitos donde además estudian
la influencia de otros parámetros tales como el desplazamiento vertical, la existencia de
una interfase friccionante muro-relleno y las caracterı́sticas de la solicitación sı́smica. En
la solución analı́tica asumen que no existen tensiones de cortante en la interfase y que el
muro y el relleno están siempre unidos, por lo que se pueden desarrollar tracciones, mien-
tras que en el modelo numérico la interfase se modela como friccional donde el suelo se
puede separar del muro si se produjeran tracciones. En ambos casos asumen que el muro
y el suelo se mantienen en régimen elástico. Los desplazamientos que puede sufrir el mu-
34 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

ro pueden deberse a la flexión del muro y a los movimientos horizontales, verticales y de


rotación como cuerpo rı́gido. Del análisis realizado concluyen que, tanto en muros rı́gidos
como flexibles, los parámetros que afectan principalmente a la respuesta dinámica son la
flexibilidad de la estructura y la capacidad de desplazarse horizontalmente, mientras que
en los muros rı́gidos la capacidad de rotación respecto a la base también afecta significa-
tivamente. La fricción en la interfase y los movimientos verticales afectan poco en muros
rı́gidos pero no ası́ en los muros flexibles, ya que a medida que el coeficiente de fricción
aumenta o los movimientos verticales se impiden, las presiones sobre el muro se reducen.
Por último comprueban que la magnitud de las presiones se ve muy afectada por el conte-
nido frecuencial de la solicitación, especialmente cuando la frecuencia predominante de la
solicitación se aproxima a la fundamental del suelo.

Figura 2.17 – Modelo elástico propuesto por Jung et al. [16].

Wu y Finn (1996; 1999) [99, 100] desarrollaron un conjunto de ábacos que permiten
el cálculo del empuje sı́smico sobre muros rı́gidos, con rellenos uniformes y no uniformes,
de extensión finita o semiinfinita (L/H > 5) debido a una acción horizontal, solicitación
armónica o registro sı́smico. Para ello emplean un método aproximado que se basa en
una modificación del modelo de viga a cortante, trabajando sobre tres perfiles de suelo (G
uniforme y G con variación lineal o parabólica con la profundidad), 25 valores de G y 10
acelerogramas que permiten obtener unas envolventes de empujes máximos. Obtienen so-
luciones analı́ticas para el caso de relleno elástico y uniforme y soluciones con un modelo
en elementos finitos para el caso de relleno elástico no homogéneo y no lineal. De su in-
vestigación concluyen que el empuje sobre el muro es función de la frecuencia fundamental
del sistema muro-relleno 11 . Obtienen las mayores presiones sı́smicas en los casos donde
G es uniforme y las menores cuando G es lineal, mientras que el punto de aplicación de la
resultante varia de 0,5H en el caso de G lineal a 0,64H, respecto a la base del muro, cuando
G es uniforme. El máximo empuje dinámico para frecuencias próximas a la resonancia es
mayor en rellenos finitos que semi-infinitos y viceversa cuando la frecuencia predominante
del sismo es mucho menor a la frecuencia fundamental del sistema. Establecen que las
11
Proponen un método aproximado para calcular la frecuencia fundamental del sistema muro-relleno.
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 35

soluciones de Wood [14] son válidas cuando el ratio entre la frecuencia predominante de
la solicitación respecto de la fundamental del sistema es menor de 0,2, puesto que sobres-
tima la respuesta cuando el ratio es superior a 2 y la subestima cuando es próximo a 1.
Finalmente, ponen de manifiesto la importancia del comportamiento no lineal del suelo en
la evaluación de los empujes.
En la lı́nea de los trabajos anteriores, Papazafeiropoulos y Psarropoulos (2010) [101]
desarrollaron una solución analı́tica para el cálculo de presiones, de la resultante de los
empujes y del cortante y momento en la base, considerada como fija, en un muro rı́gido y
con una solicitación armónica en la base, como una extensión del modelo de Wood [14].
Para ello se basan en un riguroso desarrollo evitando el empleo de aproximaciones ma-
temáticas. A partir de la formulación propuesta se pueden derivar los trabajos de Matuo y
Ohara [11] y de Veletsos y Younan [15]. Obtienen diversos diagramas, que pueden ser em-
pleados en el diseño de muros (cortante y momento en la base), ası́ como la envolvente de
los valores máximos obtenidos para la situación de resonancia dentro del rango de valores
analizados (concepto de “distress spectrum” definido por los autores).

2.2.4. Métodos basados en Soluciones Elastoplásticas

En los trabajos desarrollados por los siguientes autores se pueden encontrar diversas
soluciones de tipo elastoplásticas para el cálculo del empuje sobre muros.
Richards Jr. et al.(1991) [17] obtuvieron una solución elastoplástica para un análisis en
campo libre (sin presencia de una estructura) de una capa de suelo homogéneo de material
granular cuando se encuentra sometida a una aceleración horizontal y vertical uniformes.
Posteriormente Richards Jr. y Shi (1994) [102] lo generalizaron para suelos con cohesión.
Estos autores presentaron su investigación desde un nuevo punto de vista, ya que asumen
que al imponer al suelo una aceleración sı́smica superior a un cierto valor crı́tico, el esta-
do del suelo cambiará por completo. De tal modo que cuando se alcance la plastificación
general del suelo, éste tendrá un comportamiento más próximo a un “fluido anisótropo”,
que es aquel cuyo flujo presenta restricciones sobre las direcciones en las cuales se pue-
de desarrollar. Esto es lo que Richards Jr. et al. [17] definen como fluidificación del material
(“seismic shear fluidization”). Para ello, establecieron el equilibrio de un elemento diferencial
de suelo junto con un criterio de rotura de Mohr-Coulomb, figura 2.18, obteniendo ecuacio-
nes simples que pueden reflejar varios estados de fluidificación y que permiten relacionar
de este modo la fluidificación y la licuefacción12 .
El primer estado de fluidificación (“fluidificación inicial”), figura 2.19(a), tiene lugar cuan-
do el cı́rculo de Mohr en tensiones alcanza el criterio de rotura, en ese momento el suelo ha
fluidificado y no hay obstáculo para el desplazamiento a lo largo de los planos de desliza-
miento (“Shear Flow”). Para una etapa intermedia de fluidificación, a medida que aumenta
kh (tan ψ = kh /(1 − kv )) lo hace también el radio del cı́rculo y por lo tanto el cı́rculo de Mohr
crece. Un aumento en kh se puede soportar hasta que la trayectoria de tensiones toca de
12
La fluidificación se desarrolla con un flujo a cortante que tiene lugar a valores finitos de tensiones efectivas,
produciéndose desplazamientos finitos e incrementales, mientras que en la licuefacción el flujo a cortante tiene
lugar para valores nulos de tensión efectiva y los desplazamientos son ilimitados, entendiéndose por tanto la
licuefacción como un caso lı́mite de fluidificación.
36 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.18 – Modelo de cálculo en campo libre del método de Richards Jr. et at [17].

nuevo el criterio de rotura, alcanzándose entonces el mayor cı́rculo posible, lo que impli-
ca que la lı́nea de deslizamiento sea horizontal (“general fluidization”), figura 2.19(b). Esta
situación se alcanza en suelos granulares cuando ψ = φ y en suelos cohesivos cuando
tan ψ = (s − (σz tan φ + c)) / ((1 − kv )γz), donde s son las tensiones de cortante aplica-
das en la superficie del terreno. Richards Jr. y Shi extrapolaron las soluciones en campo
libre a casos con estructuras de contención, asumiendo que el desplazamiento del muro es
el mismo que el del terreno adyacente a él. Contrastaron los resultados obtenidos de las
ecuaciones en campo libre con la teorı́a de M-O, encontrando buenos ajustes en el empuje
activo para valores moderados de kh y terreno granular, no ası́ en los empujes pasivos. Por
otra parte, para un material cohesivo la distribución de tensiones es no lineal cuando kh es
superior al valor de khi que provoca el estado inicial de plastificación, mientras que el plano
de rotura es curvo. La presencia del término cohesivo reduce el empuje activo sobre el muro
y lo aumenta en el caso pasivo.

(a) Estado de fluidificación inicial (b) Estados intermedio y general de fluidificación

Figura 2.19 – Estados de fluidificación propuestos por el método de Richards Jr. et at [17].

Posteriormente, Richards Jr., Huang y Fishman (1999) [18] desarrollaron una metodo-
logı́a simplificada para estimar el empuje sobre un muro basada en la respuesta sı́smica
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 37

en campo libre (considerando un comportamiento plástico del suelo) y en la perturbación


producida sobre la respuesta en campo libre por la interacción suelo-estructura, modela-
da a través del coeficiente de balasto, tanto en condiciones elásticas como plásticas, para
diferentes niveles de aceleración y diferentes modos de movimiento del muro. Para ello con-
sideraron un capa semi-infinita de un suelo elástico perfectamente plástico, con un criterio
de plastificación de Mohr-Coulomb, sin cohesión y sometido a una aceleración horizontal,
figura 2.20(a). Para obtener las tensiones horizontales sobre el muro, σx , aplicaron el prin-
cipio de superposición, figura 2.20(b), sumando a las tensiones generadas en el suelo bajo
condición de campo libre, σxF F (Richards Jr. et al. [17]), la variación de las tensiones de-
bida al desplazamiento relativo entre el muro y el suelo respecto a la condición de campo
libre, ∆σx , calculando este incremento de tensión como el producto del coeficiente de ba-
lasto por dicho desplazamiento relativo. El coeficiente de balasto se relaciona con el módulo
a cortante elástico del suelo (G) o con el módulo secante, mientras que el cálculo de los
desplazamientos del muro depende del tipo de movimiento que este sufra, ya sea rotación
en coronación, en base o traslación. Para obtener los desplazamientos en campo libre se
basaron en el trabajo de Huang et al.(1999) [103] de donde obtuvieron desplazamientos
elásticos y plásticos13 , los cuales para una aceleración uniforme dependen solamente de la
variación espacial del modulo a cortante elástico inicial. Ello significa que la magnitud del
módulo a cortante no afecta y solamente interviene su distribución, por lo que la expresión
para los desplazamientos elásticos se puede emplear para calcular la distribución de las
presiones sı́smicas activas incluso después de que el suelo haya plastificado. El punto de
aplicación de la resultante depende de la distribución de G con la profundidad y del tipo de
movimiento que experimente el muro.

(a) Modelo de cálculo

(sxFF) (Dsx)

(b) Principio de Superposición

Figura 2.20 – Modelo de cálculo en campo libre del método de Richards Jr. et al. [18].

Dentro del ámbito de las soluciones plásticas, Evangelista et al. (2010) [104] desarrolla-
13
Suelo sin cohesión, elástico perfectamente plástico, con un criterio de rotura de Mohr-Coulomb.
38 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

ron una nueva solución definida como NSPPS (New Stress Pseudostatic Plasticity Solution)
para evaluar el empuje de tierras activo, prestando especial atención al valor obtenido de la
inclinación de la resultante respecto a la normal, δ. Aplican esta metodologı́a sobre muros
flexibles (muros ménsula), con relleno horizontal o inclinado y sin cohesión. Para ello reali-
zan el análisis del estado tensional de una masa de suelo sometida a una acción sı́smica
horizontal (kh 6= 0, kv = 0) cuando se encuentra en una situación de fallo bajo un criterio
de rotura de Mohr-Coulomb, planteamiento análogo al establecido en la teorı́a de Rankine
[59, 57] pero introduciendo en este caso una acción de cortante debida a la aplicación de
la acción sı́smica horizontal (kh ). Contrastan sus soluciones con los resultados de M-O ob-
teniendo buenos ajustes cuando emplean los mismos valores de δ. También contrastan sus
soluciones con las obtenidas de un modelo en elementos finitos donde el relleno se mode-
liza como un medio elasto-plástico con un criterio de rotura Mohr-Coulomb y el cimento y
el muro se modelan como medios elásticos, tanto en un cálculo estático, pseudo-estático
como dinámico. Finalmente comprueban que existe un buen ajuste entre los resultados del
modelo numérico y el método propuesto, concluyendo que δ no es solamente una propiedad
del suelo sino que también depende de los valores de la aceleración en cada instante o en
su lugar de los coeficientes sı́smicos adoptados. También realizan un somero estudio sobre
la influencia del contenido frecuencial del terremoto, aspecto escasamente estudiado hasta
el momento, destacando que el empuje y el momento flector en el vástago del muro se ven
afectados tanto por el valor pico de la aceleración como por el contenido frecuencial de la
señal. Posteriormente en 2011, Santolo y Evangelista [105] aplicaron el método descrito
anteriormente al caso de muros con rellenos irregulares.

2.2.5. Métodos basados en la Teorı́a del Análisis Lı́mite

La teorı́a del análisis lı́mite ha sido ampliamente empleada en el campo de la Geotécnia


para la resolución de diferentes tipos de problemas como la estabilidad de taludes, la capa-
cidad de carga de cimentaciones o el empuje de tierras sobre muros de contención. Esta
teorı́a se apoya en dos teoremas, el teorema de la cota superior y el teorema de la cota in-
ferior, que permiten acotar superior e inferiormente el valor de la carga lı́mite del problema
en estudio, de tal modo que cuando la solución aportada por ambos teoremas coincide se
llega a una solución exacta. Esta teorı́a considera el suelo como un material perfectamente
plástico que obedece a un criterio Mohr-Coulomb que sigue una regla de flujo asociada
(condición de normalidad). Para la aplicación del teorema de la cota superior es necesario
definir previamente un mecanismo cinemáticamente compatible sobre el que se aplica el
principio de los trabajos virtuales, de tal modo que la variación de trabajo realizado por las
cargas externas sobre dicho mecanismo debe ser igual a la variación de energı́a disipada
en las lı́neas de discontinuidad del mismo14 . Dicho mecanismo se desconoce a priori, por lo
que es habitual tantear con diferentes mecanismos siendo el mejor aquel que proporciona
un valor más bajo de cota superior de la carga lı́mite. Por otra parte, para la aplicación del
14
Al considerar los bloques que conforman los diferentes mecanismos como perfectamente rı́gidos no se
producen deformaciones plásticas y la energı́a interna solo se puede disipar en las discontinuidades entre
bloques.
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 39

teorema de la cota inferior es necesario definir previamente un estado tensional estática-


mente admisible, es decir que todos sus puntos se encuentren en equilibrio y ninguno de
ellos supere el criterio de rotura. Si se tantea con diferentes estados tensionales, el mejor
es aquel que proporciona un valor más alto de cota inferior de la carga lı́mite. De este modo,
la carga lı́mite verdadera esta comprendida entre ambas cotas, por lo que se puede obser-
var que los resultados obtenidos por el teorema de la cota superior no son conservadores
mientras que sı́ lo son los obtenidos por el teorema de la cota inferior.
En cuanto al cálculo del empuje sobre un muro en condiciones sı́smicas a través de la
teorı́a del análisis lı́mite se pueden encontrar en la bibliografı́a importantes estudios como
se expondrá a continuación, aunque las referencias bibliográficas son mucho más extensas
cuando se trata del caso estático. Además, dadas las singularidades de partida para el
empleo de cada teorema, se pueden encontrar mayor número de investigaciones basadas
en el teorema de la cota superior que en el teorema de la cota inferior. Por otra parte, es
necesario indicar que la teorı́a del análisis lı́mite sólo proporciona resultados del valor lı́mite
de la resultante sobre el muro, pero no da información ni de la distribución de presiones ni
del punto de aplicación de dicha resultante.
Uno de los trabajos más relevantes en esta materia fué el realizado por Chen y Rosen-
farb (1973) [106] que aunque fue desarrollado para un problema estático, sirvió de base
para posteriores investigaciones con carga dinámica. Estos investigadores emplearon el
teorema de la cota superior para obtener el empuje lı́mite, tanto en la condición activa como
en la pasiva en un caso general, es decir un suelo con cohesión, sobrecarga y un relleno
con pendiente. Para ello estudiaron seis mecanismos traslacionales de fallo distintos, des-
tacando favorablemente dos de ellos frente al resto. Uno de ellos estaba definido por dos
bloques triangulares y el otro estaba compuesto por dos bloques triangulares intercalados
por un tramo curvo definido por una espiral logarı́tmica (log-sandwich), obteniendo aún me-
jores resultados con este último.
Posteriormente Chang y Chen (1982) [19], aplicando el teorema de la cota superior,
generalizaron este mecanismo traslacional al caso sı́smico a través de la aplicación de
cargas pseudo-estáticas, figura 2.21. Observaron que el sismo reducı́a el empuje pasivo,
siendo la dirección más crı́tica cuando el sismo va hacia el relleno y hacia arriba, mientras
que en el caso activo la dirección más crı́tica es alejándose del relleno y hacia abajo15 .
A través de las expresiones recogidas en la tabla 2.6, y minimizando Ppe respecto a los
ángulos ρ y ψ para el caso pasivo y maximizando Pae para el caso activo, se puede obtener
el empuje sı́smico16 . Comparando los resultados obtenidos por el método del Análisis Lı́mite
con M-O, se comprueba que ambos son prácticamente coincidentes para el caso activo y
notablemente diferentes para el caso pasivo, especialmente para valores del rozamiento (δ)
e inclinación del trasdós (β) muy altos.
Del estudio paramétrico presentado por Cheng y Liu (1990) sobre la respuesta de Chan
y Cheng [19], se puede concluir que a medida que aumenta φ, disminuye Kae y aumenta
15
Estas direcciones pésimas de las acciones sı́smicas coinciden con las obtenidas del análisis realizado
sobre M-O por Fang y Chen [5] en el caso activo pero no en el caso pasivo.
16
Esta formulación se encuentra recogida en forma de tablas y ábacos en [19]. Asimismo, también se propor-
cionan diferentes correcciones para incluir en el cálculo los efectos de la sobrecarga, la cohesión, la dirección
del sismo o varios de éstos a la vez.
40 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Caso Activo (b) Caso Pasivo

Figura 2.21 – Mecanismo traslacional propuesto por Chang y Chen [19].

Kpe . En cuanto al rozamiento δ, cuando éste aumenta también lo hace Kpe y Kae , espe-
cialmente para valores δ altos en el activo. Respecto a la influencia de los parámetros que
controlan la geometrı́a del problema, β y α, Kae aumenta cuando aumenta α ó disminuye β,
mientras que Kpe aumenta cuando lo hacen α y β, siendo el efecto de α mayor para valores
de kh altos en el caso activo y no dependiente de kh en el caso pasivo. En lo relativo a los
coeficientes kh y kv se observa que para la situación activa el efecto de kv es máximo cuan-
do kh ≈ 0,2 y decrece cuando kh aumenta, mientras que el efecto de kv es menor cuando el
relleno está inclinado. No obstante, a efectos prácticos kv puede no ser tenido en cuenta en
el cálculo del activo; sin embargo la influencia de kv en el pasivo puede llegar a tener gran
importancia y no se debe despreciar. La presencia del sismo no sólo altera la cargas intro-
ducidas en el muro, sino que también modifica la superficie crı́tica, haciéndola más tendida
en el caso sı́smico frente al estático, observándose además mayor diferencia entre ambas
situaciones en el activo que el pasivo. Este efecto sobre la posición de la superficie crı́tica
es especialmente interesante para el dimensionamiento de muros anclados o reforzados,
donde la posición de los anclajes o refuerzos deben llevarse más allá de la superficie de
rotura.
Continuando con las metodologı́as basadas en el teorema de la cota superior, Soubra
(1999) [20] propuso para el empuje pasivo un mecanismo de fallo traslacional conforma-
do por n-bloques triangulares rı́gidos sometidos a una traslación horizontal, figura 2.22(a).
Este mecanismo permite una superficie de deslizamiento más libre respecto al mecanismo
log-sandwich propuesto por Chen y Rosenfarb [106] y Chang y Chen [19], y también per-
mite introducir cohesión, sobrecarga y relleno con pendiente inclinada17 . Comprueban que
a mayor número de triángulos disminuyen Npγ , Npq y Npc , obteniendo ası́ un valor inferior
de cota superior de la carga lı́mite. Además, respecto al mecanismo log-sandwich, la solu-
ción propuesta por Soubra ofrece valores más bajos de Npγ , figura 2.22(b), por lo que en
principio este mecanismo resulta más adecuado. Soubra también comprueba que a medida
que aumenta kh , disminuyen Npγ y Npq , especialmente para suelos sueltos y valores bajos
de φ, mientras que Npc no se ve afectado por kh . Posteriormente, Soubra y Machu (2002)
17
Como es habitual en el empleo del Análisis Lı́mite, se asume que el suelo obedece a una regla de flujo
asociado con un criterio Mohr-Coulomb. Sin embargo es posible obtener la carga lı́mite para un material con
una regla no asociada introduciendo unos coeficientes modificados de c∗ y φ∗ , [20, 19].
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 41

Tabla 2.6 – Expresiones propuestas por Chang y Chen [19] para el cálculo del empuje dinámico activo y pasivo
según el teorema de la cota superior de la Teorı́a del Análisis Lı́mite, figura 2.21.
Caso Activo
1 2
Pae = 2 γH Naγ + qHNaq + cHNac
cos(ρ+φ)     
e−aψ g + a j + e−aψ f + 1 h + A cos(ρ+φ)e sen Γ
−aψ
Naγ = A (j sen ρ) + A (1+a 2 ) cos φ cos Λ m
cos(ρ+φ)e−2ψ tan φ (b sen(β+ρ+ψ)+d cos(β+ρ+ψ))
Naq = cos Λ cos β cos(ρ−δ)
 cw 
−1 sen(β+ρ) cos(ρ+φ) sen Γe−2ψ tan φ cos(ρ+φ)(e−2ψ tan φ −1)
Nac = cos β cos(ρ−δ)
c
cos β + sen ρ + cos Λ − sen φ

Caso Pasivo
Ppe = 12 γH 2 Npγ + qHNpq + cHNpc
cos(ρ−φ)      aψ
Npγ = B (s sen ρ) + B (1+a 2 ) cos φ eaψ q − a s + eaψ r + 1 t + B cos(ρ−φ)e
cos Ω
sen Γ
n
cos(ρ−φ)e2ψ tan φ (p sen(β+ρ+ψ)−d cos(β+ρ+ψ))
Npq = cos Ω cos β cos(ρ+δ)
 cw 
1 sen(β+ρ) cos(ρ−φ) sen Γe2ψ tan φ cos(ρ−φ)(e2ψ tan φ −1)
Npc = cos β cos(ρ+δ)
c
cos β + sen ρ + cos Ω + sen φ
cos(ρ+φ) cos(ρ−φ)
A= cos2 β cos(ρ−δ) cos φ ;B = cos2 β cos(ρ+δ) cos φ

a = 3 tan φ; b = 1 + k sen θ; d = k cos θ; p = 1 − k sen θ


g = −a cos ψ + sen ψ; f = −a sen ψ − cos ψ; q = a cos ψ + sen ψ; r = a sen ψ − cos ψ
j = b sen(β + ρ) + d cos(β + ρ); h = b cos(β + ρ) − d sen(β + ρ)
s = p sen(β + ρ) − d cos(β + ρ); t = p cos(β + ρ) + d sen(β + ρ)
m = b sen(β + ρ + ψ) + d cos(β + ρ + ψ); n = p sen(β + ρ + ψ) − d cos(β + ρ + ψ)
Γ = 90 − β + α − ρ − ψ; Λ = 90 − β + α − φ − ρ − ψ; Ω = 90 − β + α + φ − ρ − ψ

[107] propusieron un mecanismo rotacional con una superficie de fallo definida por una
espiral logarı́tmica, que aunque aplicaron tanto al caso activo como al pasivo, en un suelo
c − φ, con sobrecarga y relleno y trasdós inclinados, sólo desarrollaron para el caso estático.
Observaron que para un problema estático, los valores de Npγ obtenidos con el mecanis-
mo rotacional son inferiores a los obtenidos con el mecanismo traslacional propuesto por
Soubra [20], aunque Npq y Npc resultaban ligeramente superiores.
Posteriormente, Yang y Yin (2006) [108] basándose en el teorema de la cota superior y
empleando el mecanismo traslacional de n-triángulos de Soubra [20], calcularon el empuje
sı́smico pasivo (kv = 0) con un criterio de rotura no lineal, a diferencia de los métodos an-
teriores que están basados en el método de Mohr-Coulomb. El criterio no lineal empleado
está formado por una superficie de rotura curva y convexa definida por tres parámetros que
se obtienen de forma experimental. Sin embargo, para simplificar el cálculo del trabajo exte-
rior y la disipación de energı́a interna emplean una recta tangente a dicha superficie curva
por el punto de rotura, procedimiento que da resultados muy similares a las investigaciones
donde adoptan un criterio Mohr-Coulomb. El criterio de rotura no lineal fue también emplea-
do para el cálculo del empuje activo por Yang (2007) [109], tanto para el caso estático donde
empleó un mecanismo traslacional definido por dos bloques triangulares rı́gidos, como para
el dinámico, donde empleó un mecanismo rotacional formado por un único bloque rı́gido
curvo definido por una espiral logarı́tmica.
Además de todas las investigaciones anteriores basadas en el teorema de la cota su-
42 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Soubra (1999)

Log-sandwich (Chang y Chen, 1982)

Npg
b

a (deg)

(a) (b)

Figura 2.22 – Mecanismo traslacional propuesto por Soubra [20], a) Mecanismo Traslacional, b) Comparación
del coeficiente Npγ para el mecanismo propuesto por Soubra [20] respecto al mecanismo log-
sandwich de Chang y Chen [19] (φ = 45o , δ = φ, β = 0, kh = 0,3).

perior también se pueden encontrar en la bibliografı́a, aunque en menor número, investiga-


ciones basadas en el teorema de la cota inferior. De los trabajos basados en el teorema
de la cota inferior destacan las investigaciones desarrolladas por Lancellotta (2002, 2007)
[110, 111] para el empuje pasivo, primero para el caso estático y posteriormente para el
dinámico (pseudo-estático), donde llega a obtener una solución analı́tica, ecuación 2.9, para
el cálculo de la presión normal sobre el muro (σxx ), mientras que las presiones tangenciales
se pueden calcular como σxz = σxx tan δ. Con el teorema de la cota inferior, Lancellotta ob-
tiene una solución conservadora, que en ausencia de sismo (problemas estáticos) coincide
con las soluciones obtenidas por Sokolovskii [22, 79] y por Rankine [57].

σxx = γ̄ζ cos(α − ψ)Kpe (2.9)

donde

q
γ̄ = γ (1 ± kv )2 + kh2
 
kh
ψ = tan−1
1 ± kv
" #
cos δ  p 
Kpe = p cos δ + sen2 φ − sen2 δ e2θ tan φ
cos(α − ψ) − sen2 φ − sen2 (α − ψ)
   
−1 sen δ −1 sen(α − ψ)
2θ = sen + sen + δ + (α − ψ) + 2ψ
sen φ sen φ

y donde kh se considera positivo cuando se dirige hacia el relleno y ζ es la profundidad


respecto a un plano paralelo a la superficie.
Coincidiendo con las publicaciones de Lancellotta [111] también se publicó el trabajo
desarrollado por Mylonakis et al. (2007) [21], donde ambos mantienen importantes simili-
tudes, aunque este último se puede aplicar a un caso más general, ya que permite tanto
el cálculo del empuje activo como del pasivo y además la aplicación de una sobrecarga.
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 43

Mylonakis et al. basándose en el teorema de la cota inferior, introducen el cálculo sı́smico


de forma pseudo-estática, gracias a la rotación de los ejes del problema respecto al caso
estático, al igual que Lancellotta [111], llegando a la expresión 2.10, donde el signo superior
corresponde al caso activo mientras que el inferior corresponde al pasivo.
 
1
Pe = (1 − kv ) γH 2 Neγ + qHNeq (2.10)
2
donde

 
cos(β − α) cos(α + ψe ) 1 ∓ sen φ cos(∆2 ∓ δ)
Neγ = e∓2θE tan φ
cos ψe cos δ cos2 β 1 ± sen φ cos [∆∗1 ± (α + ψe )]
cos β
Neq = Neγ
cos(β − α)
2θE = ∆2 ∓ (∆∗1 + δ) + α − 2β − ψe
     
∗ sen(α + ψe ) sen δ kh
∆1 = arc sen ; ∆2 = arc sen ; ψe = arctan
sen φ sen φ 1 − kv

Mylonakis et al. [21] compararon la formulación propuesta con los resultados obtenidos
con el mecanismo log-sandwich (teorema cota superior) propuesto por Chang y Chen [19]
tanto para el caso activo, figura 2.23(a), como pasivo, figura 2.23(b). De las respectivas
figuras se puede comprobar como los resultados del método de Mylonakis et al. coinciden
con los de Chang y Chen para el caso activo, mientras que en el pasivo los resultados
obtenidos por el método de Mylonakis et al. son más conservadores que los de Chang
y Chen, aumentando esta discrepancia para los valores más altos de φ. Nuevamente se
puede observar como el método de M-O sobrestima el empuje pasivo.

N
N
N

M-O Analysis
Kinematic Limit Analysis (Chen & Liu 1990) Kinematic Limit Analysis (Chen & Liu 1990)
Mylonakis et al. (2007) Mylonakis et al. (2007)

(a) Caso Activo (b) Caso Pasivo

Figura 2.23 – Comparación entre los resultados obtenidos por la formulación propuesta por Mylonakis et al.
(teorema de la cota inferior) respecto a la formulación de Chang y Chen (teorema de la cota
superior) y el método de M-O [21] (kv = 0, sin sobrecarga).
44 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

2.2.6. Método de las Caracterı́sticas

La gran mayorı́a de los métodos propuestos para calcular el empuje de tierras sobre
un muro, fundamentalmente los basados en las teorı́as de equilibrio lı́mite y análisis lı́mite,
pasan por definir previamente una geometrı́a para la superficie de rotura. La hipótesis más
sencilla y extendida es la de asumir una superficie de rotura plana. Sin embargo, el Método
de las Caracterı́sticas (Method of Characteristics o también conocido como Slip line method)
desarrollado por Sokolovskii en 1960 [22, 79] para la plastificación de medios coulombia-
nos bidimensionales, permite obtener una superficie de rotura de forma automática para un
problema bidimensional en deformaciones planas. Las ecuaciones de equilibrio y la con-
dición de fallo, definida por un criterio Mohr-Coulomb, se satisfacen para cada punto de la
masa de suelo involucrada. En la zona donde se desarrolla un estado plástico, Sokolovskii
comprueba que existe una red formada por dos familias de lı́neas caracterı́sticas (α − line y
β − line), figura 2.24. Para cada punto de esta red es necesario conocer sus coordenadas
geométricas (x,y), el centro del cı́rculo de Mohr y el ángulo entre la dirección de la tensión
principal primera y el eje vertical asociados al estado tensional en dicho punto18 . El cálculo
se inicia a partir de dos puntos conocidos que se encuentran situados en el contorno, calcu-
lando para cada uno las dos familias de lı́neas que pasan por ellos y obteniendo un nuevo
punto de cálculo como resultado de la intersección de dichas familias. Los datos de cada
nuevo punto se obtienen de forma iterativa. En el caso de un muro, el cálculo se iniciarı́a en
la superficie del relleno avanzando hacia el trasdós del muro.

Figura 2.24 – Método de las Caracterı́sticas de Sokolosvkii [22].

Kumar y Chitikela (2002) [23] emplearon el método de las caracterı́sticas propuesto


por Sokolovskii para determinar el empuje pasivo de un suelo sin cohesión en un muro
de trasdós inclinado y relleno horizontal, bajo cargas sı́smicas aplicadas de forma pseudo-
estática, obteniendo dos coeficientes analı́ticos, Kpγ debido al peso propio y Kpq debido a
la sobrecarga (ecuación 2.11), a través del principio de superposición. Kumar y Chitikela
definieron tres posibles casos de cálculo según se muestra en la figura 2.25, en función de
θg y θw que representan el ángulo entre la tensión principal primera y el eje vertical a lo
largo de la superficie del relleno (θg ) y del muro (θw ), y que están definidos en la ecuación
18
Un desarrollo más exhaustivo de este método se puede encontrar en el texto elaborado por Jimenez Salas,
tomo II, capı́tulo 4 [79].
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 45

2.12 donde ψh = tan−1 (kh ). Ası́, para el primer caso (figura 2.25-a) una parte de la red de
lı́neas son planas y otras curvas obteniendo un punto singular en la coronación del muro.
Por el contrario, en el segundo caso (figura 2.25-b) toda la red esta formada por lı́neas
rectas sin la aparición de puntos singulares, mientras que en el tercer caso (figura 2.25-c),
se obtiene una red de lı́neas rectas en las proximidades de la superficie del relleno seguida
de una lı́nea de discontinuidad que se origina en la coronación del muro. Kumar y Chitikela
obtuvieron expresiones analı́ticas para el coeficiente Kpq en los tres casos y para Kpγ en
el caso 2; dichas expresiones se recogen en la tabla 2.7. Tanto Ppγ como Ppq forman un
ángulo δ con la normal al trasdós del muro. Observaron que un aumento en el coeficiente
horizontal de la aceleración sı́smica (kh ) provoca un decrecimiento significativo en Kpq y
Kpγ , aunque también decrecen, pero de forma menos notable, cuando δ y/o φ disminuyen
o cuando aumenta β.

1
Ppγ = γH 2 Kpγ
2 (2.11)
Ppq = qHKpq

 
1 sen ψh
θg = − sen−1 + ψh + π
2 sen φ
  (2.12)
1 sen δ
θw = − sen−1 + 2β + π − δ
2 sen φ

Figura 2.25 – Diferentes campos tensionales definidos por Kumar y Chitikela [23] en función de θg y θw .

Posteriormente, Cheng (2003) [53] amplı́a el trabajo desarrollado por Kumar y Chitikela
[23] basado en el método propuesto por Sokolovskii, a un caso con el relleno inclinado y
un suelo de tipo c − φ, tanto en la condición activa como pasiva, a través de tres coeficien-
tes, uno asociado al peso propio (kaγ y kpγ ), otro a la sobrecarga (kaq y kpq ) y otro a la
cohesión (kac y kpc ), aunque a diferencia de Kumar y Chitikela, Cheng no propone expre-
46 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Tabla 2.7 – Expresiones propuestas por Kumar y Chitikela [23] para los coeficientes Kpγ y Kpq , en el cálculo
del empuje pasivo dinámico según el Método de las Caracterı́sticas.
Caso 1
h i
1−sen φ cos 2(θw −β)
Kpq = cos β cos δ exp ln 1+sen φ1 cos 2θg + 2 tan φ(θg − θw )

Caso 2
1−sen φ cos 2(θg −β)
Kpγ = Kpq = (1+sen φ cos 2θg ) cos β cos δ

Caso 3
1−sen φ cos 2(θw −β) sen 2(θg −ω0 )
Kpq = (1+sen φ cos 2θg ) · cos β cos δ sen 2(θw −ω0 )
1 π
 
ω0 = 2
sen−1 (sen φ cos(θw − θg )) − 2
+ θw + θg

siones analı́ticas para ellos sino que describe la metodologı́a a seguir. Determina que Kpγ
varı́a linealmente con δ cuando φ ≤ 30o perdiendo dicha linealidad para valores más altos.
También comprueba que Kpc es mucho mayor que Kpγ . Por último, Cheng concluye que el
empuje de tierras sobre un muro se puede obtener como combinación lineal de estos tres
coeficientes ya que las diferencias con respecto a un cálculo acoplado son pequeñas para
un problema ordinario.
Tanto Kumar y Chitikela [23] como Cheng [53] compararon sus resultados con los ob-
tenidos por M-O (superficie de rotura plana) [58], Morrison y Ebeling (superficie de rotura
logarı́tmica) [7], Soubra (teorema de la cota superior en el Análisis Lı́mite) [20] y Kumar
(superficie de rotura compuesta logarı́tmica) [8]. En la tabla 2.8 se presenta la compara-
ción realizada por Cheng [53] sobre los resultados obtenidos por estas metodologı́as para
el cálculo del coeficiente Kpγ . De los valores expuestos en esta tabla se puede observar
que los resultados dados por Morrison y Ebeling, Kumar y Soubra se encuentran bastante
próximos entre sı́, mientras que los obtenidos por M-O sobrestiman bastante el coeficiente
de empuje pasivo. Por otra parte, los resultados más bajos son los propuestos por Kumar
y Chitikela y por Cheng, es decir el Método de las Caracterı́sticas proporciona los menores
valores de empuje pasivo que cualquiera de los otros métodos.

Tabla 2.8 – Cálculo del coeficiente Kpγ obtenido por diferentes metodologı́as y reportado por Cheng [53]. Muro
vertical, relleno horizontal, φ = 30o , δ = φ y diferentes valores de kh .
kh M-O [58] Morrison y Ebeling [7] Soubra [20] Kumar [8] Kumar y Chitikela [23] Cheng [53]
0 10,095 7,077 6,860 6,677 6,563 6,556
0,1 9,020 6,661 6,350 6,187 6,083 6,084
0,2 7,921 6,154 5,790 5,655 5,562 5,566
0,3 6,784 5,538 5,170 5,065 4,986 4,996
0,4 5,577 4,846 - 4,390 4,327 4,343
0,5 4,208 3,923 - 3,545 3,501 3,526

Dentro de los avances más recientes en esta lı́nea, se encuentra el trabajo de Liu y
Wang (2008) [112] quienes generalizaron el método de Sokolovskii, que originalmente es-
taba planteado para problemas en deformaciones planas a problemas axisimétricos. Tam-
bién cabe destacar que previamente al trabajo de Kumar y Chitikela se pueden encontrar
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 47

en la bibliografı́a otras referencias para el cálculo del empuje sobre un muro basadas en
el método de Sokolovskii, como por ejemplo el trabajo de Sabzevari y Ghahramani (1974)
[113] que se relaciona también con el campo de desplazamientos y deformaciones y que se
describe en el apartado 2.3 de este documento, o los trabajos de Yakovlev y Shkola (1978)
[65] y Yakovlev (1977) [114] para un muro que presente quiebros tanto en el relleno como
en el trasdós.

2.2.7. Resumen de métodos para estimar las presiones dinámicas

En este apartado se presenta un resumen de las investigaciones más relevantes, y que


ya han sido expuestas anteriormente, desarrolladas para estimar las presiones de origen
dinámico sobre una estructura de contención, a excepción de los modelos numéricos que
se expondran más adelante. Esta información se recoge en la tabla 2.9.

Tabla 2.9 – Principales investigaciones desarrolladas sobre el cálculo sı́smico de estructuras de contención
(A=Activo, P=Pasivo, β=inclinación del trasdós, α=pendiente del relleno, c=cohesión, q=sobrecarga,
kv =coeficiente sı́smico vertical).
EQUILIBRIO LÍMITE: MÉTODOS PSEUDO-ESTÁTICOS
Mononobe-Okabe (1926; Extensión de la teorı́a de Coulomb al problema dinámico.
1929) [57, 58] (A-P) Estudios sobre M-O: Seed y Whitman (1970) [3], Richards y
[β 6= 0, α 6= 0, c = 0, q = 0, kv 6= 0] Elms (1979) [63], Davies, Richards y Chen (1986) [4] y Fang y
Chen (1995) [5]
Kim et al. (2010) [6] (A) [β 6= Extiende el procedimiento de M-O a un caso con cohesión,
0, α 6= 0, c 6= 0, q 6= 0, kv 6= 0] adhesión, carga puntual y sobrecarga uniforme
Dewaikar y Halkude (2002) Superficie de rotura plana. Basado en el empleo de las
[67] (A-P) [β 6= 0, α 6= 0, c = ecuaciones de Kötter.
0, q = 0, kv 6= 0]

Praskash y Basa- Superficie de rotura plana. Equilibrio de acciones horizon-


vanna (1969) [68] (A) tales y momentos.
[β 6= 0, α 6= 0, c = 0, q = 0, kv 6= 0]

Saran y Prakash (1966; Superficie(s) de rotura plana. Superposición de componen-


1968) [69, 70] (A) [β =
6 0, α = tes: (Naγ )dyn , (Naq )dyn , (Nac )dyn . Maximizan cada coefi-
0, c 6= 0, q 6= 0, kv = 0]
ciente independientemente por lo que se pueden obtener
hasta tres superficies de rotura distintas.
Shukla et al. y Shukla y Ha- Superficie de rotura plana. Superposición de componentes:
bibi (2009; 2011) [51, 52] (A- Keγ , Kec . Maximizan/minimizan la resultante (Pae , Ppe ).
P) [β = 0, α = 0, c 6= 0, q = 0, kv 6=
0]

Morrison y Ebeling (1995) Superficie de rotura en espiral logarı́tmica.


[7] (P) [β = 0, α = 0, c = 0, q =
0, kv 6= 0]

Kumar (2001) [8] (P) [β 6= Superficie de rotura compuesta: espiral logarı́tmica y tramo
0, α = 0, c = 0, q = 0, kv = 0] plano.
48 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Subba Rao y Choudhury Superficie(s) de rotura compuesta: espiral logarı́tmica y pla-


(2005) [71] (P) [β 6= 0, α 6= na. Superposición de componentes: Kpγd , Kpqd , Kpcd . Mi-
0, c 6= 0, q 6= 0, kv 6= 0]
nimizan cada coeficiente independientemente por lo que
pueden obtener hasta tres superficies de rotura distintas.
EQUILIBRIO LÍMITE: MÉTODOS PSEUDO-DINÁMICOS
Steedman y Zeng (1990) [9] Solicitación sinusoidal, consideran la velocidad de las on-
(A) [β = 0, α = 0, c = 0, q = das de corte (vs ) y el desfase en las aceleraciones del re-
0, kv = 0]
lleno. Cuña de rotura plana.
Choudhury y Nimbalkar; Basado en el método de Steedman y Zeng pero conside-
Nimbalkar y Choudhury rando también vp y kv . Consideran, para el pasivo, la in-
(2006, 2007) [10, 83] (A-P)
fluencia de la inercia del muro y el relleno.
[β = 0, α = 0, c = 0, q = 0, kv 6= 0]

Ghosh et al. (2007 - 2011) Amplı́an el método pseudo-dinámico de Steedman-Zeng y


[84, 85, 86, 87, 88, 89, 90] (A- Choudhury-Nimbalkar a un muro con trasdós y relleno in-
P) [β 6= 0, α 6= 0, c 6= 0, q 6= 0, kv 6=
clinados, sobrecarga y cohesión. También, para el pasivo,
0]
aplican el método pseudo-dinámico a una superficie de ro-
tura compuesta (arco de espiral logarı́tmica y tramo recto).
Azad et al. (2008) [91] (A) Emplean el método de las rebanadas y el método pseudo-
[β = 0, α = 0, c 6== 0, q = 0, kv = dinámico de Steedman y Zeng. Consideran una superficie
0]
de rotura plana y el criterio de rotura de Mohr-Coulomb,
maximizando para encontrar la superficie critica.
TEORÍA ELÁSTICA
Matuo y Ohara (1960) [11] Ecuación de la elastodinámica. Muro fijo o con rotación en
la base, medio elástico bidimensional y uniforme.
Tajimi (1973) [12] Teorı́a de propagación de las ondas en un medio bidimen-
sional, elástico y homogéneo.
Scott (1974) [13] Considera el suelo como una viga a cortante unidimensio-
nal conectada al muro por una serie de muelles, obteniendo
las presiones de forma proporcional a los desplazamientos.
Wood (1973) [14] Teorı́a elástica lineal. Superposición de la solución de un
problema de un muro rı́gido junto con las presiones debidas
a los desplazamientos inducidos por el sismo.
Arias et al. (1981) [94] Modelo elástico basado en una modificación de la viga a
cortante.
2.2. PRESIONES DE ORIGEN DINÁMICO 49

Veletsos y Younan (1994, Modelo desarrollado con barras horizontales semi-infinitas,


1997) [15, 95] elásticas y de masa distribuida, junto con un grupo de mue-
lles lineales. Simulan un medio semi-infinito, uniforme, de
material viscoelástico y con amortiguamiento histerético.
Superposición de m-modos de la respuesta de las barras.
Muros sin rotación, fijos en la base o con un apoyo en co-
ronación.
Psarropoulos et al. (2005) Verifican a través de ABAQUS el modelo de Veletsos y
[97] Younan y analizan casos más complejos con suelo no ho-
mogéneo y flexibilidad en la cimentación.
Jung et al. (2010) [16] Amplı́an la solución de Veletsos y Younan incluyendo el
desplazamiento horizontal del muro y analizan la influencia
de parámetros como el desplazamiento vertical, la fricción
muro-relleno y las caracterı́sticas de la solicitación sı́smica.
Wu y Finn (1996; 1999) [99, Método aproximado basado en una modificación de la viga
100] a cortante. Aplicado a muros rı́gidos, rellenos uniformes y
no uniformes, de extensión finita o semiinfinita.
Papazafeiropoulos y Psa- Extensión del modelo de Wood para un muro rı́gido fijo en
rropoulos (2010) [101] la base sometido a una solicitación armónica. Permite ob-
tener presiones, empujes, cortante y momentos en la base.
SOLUCIONES ELASTOPLÁSTICAS
Richards Jr. et al. (1991, Definieron el concepto de los estados de fluidificación del
1994) [17, 102] material, que extrapolaron a problemas con estructuras de
contención.
Richards Jr., Huang y Fish- Superposición de la solución de las tensiones obtenidas
man (1999) [18] bajo la condición de campo libre y las variaciones de ten-
siones debidas al desplazamiento relativo del muro-suelo
(coeficiente de balasto).
Evangelista et al. (2010, Concepto NSPPS (New Stress Pseudostatic Plasticity So-
2011) [104, 105] lution), estado tensional de una masa de suelo bajo car-
ga sı́smica en una situación de fallo con un criterio Mohr-
Coulomb.
ANÁLISIS LÍMITE
Chang y Chen (1982) [19] Teorema de la cota superior. Mecanismo traslacional
(A-P) formado por dos bloques triangulares intercalados con
uno curvo (mecanismo log-sandwich) con cargas pseudo-
estáticas.
Soubra (1999) [20] (P) Teorema de la cota superior. Mecanismo traslacional for-
mado por n-bloques triangulares sometidos a una trasla-
ción horizontal.
50 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Yang y Yin, Yang (2006, Teorema de la cota superior. Aplican un criterio de rotura no
2007) [108, 109] (A-P) lineal en lugar del habitual criterio de Mohr-Coulomb. Adop-
tan un mecanismo rotacional con un único bloque definido
por una espiral logarı́tmica para el activo y el mecanismo
de n-bloques de Soubra para el pasivo.
Lancellotta (2002, 2007) Teorema de la cota inferior.
[110, 111] (P)
Mylonakis et al. (2007) [21] Teorema de la cota inferior, aplicado a un caso más general
(A-P) que el trabajo de Lancellotta.
MÉTODO DE LAS CARACTERÍSTICAS (Sokolovskii, 1960) [22, 79]
Kumar y Chitikela (2002) Basado en el método de Sokolovskii. Superposición de los
[23] (P) [β =
6 0, α = 0, c = 0, q 6= coeficientes Kpγ y Kpq .
0]

Cheng (2003) [53] (A-P)[β 6= Amplian el trabajo de Kumar y Chitikela. Superposición de


0, α 6= 0, c = 0, q 6= 0] los coeficientes Kpγ , Kpq y Kpc

2.3. Efecto del movimiento del muro en las presiones laterales

Los empujes que se pueden desarrollar sobre un muro dependen, entre otros factores,
del tipo de movimiento sufrido por el muro y su magnitud. El movimiento más común es el
de rotación del muro respecto a su base, pero se pueden presentar otros como la rotación
respecto a un punto próximo a la coronación, la rotación respecto a un punto intermedio, la
traslación o combinaciones de éstos, tanto en la condición activa como pasiva.
Para llegar a movilizar todo el empuje activo son suficientes pequeños movimientos del
muro, mientras que para llegar a movilizar completamente el empuje pasivo son necesarios
movimientos mucho mayores que en el caso activo y que pueden no ser admisibles para
la estructura. Por ello es habitual que en el diseño se aplique sobre el empuje pasivo un
factor de seguridad o incluso que no se incluya en el cálculo. Las teorı́as tradicionales del
cálculo de empujes asumen una situación de rotura del terreno que permite comprobar
los estados lı́mites últimos pero no permiten conocer o analizar estados en los cuales los
movimientos sufridos por la estructura no sean suficientes para alcanzar el estado último,
es decir analizar estados previos a la rotura, ni tampoco comprobar los estados lı́mite de
servicio (deformaciones).
Por otra parte, las teorı́as de cálculo tradicionales tampoco definen cómo es la distribu-
ción de presiones en el trasdós del muro, como por ejemplo la teorı́a de Coulomb en el caso
estático o la teorı́a de Mononobe-Okabe en el dinámico donde simplemente se asume que
son lineales. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que el tipo de movimiento su-
frido por el muro y la magnitud de dicho movimiento influyen notablemente en la distribución
de presiones en el trasdós de la estructura. Numerosos estudios experimentales como por
2.3. EFECTO DEL MOVIMIENTO DEL MURO EN LAS PRESIONES LATERALES 51

ejemplo [115, 116, 117, 118] entre otros, han puesto de manifiesto la influencia del tipo de
movimiento del muro sobre la ley de presiones resultante, mientras que la clásica distribu-
ción lineal de presiones es válida solamente para muros muy rı́gidos con rellenos arenosos
y rotación alrededor de la base según comprobaron Terzaghi y Tschebotarioff [26], quienes
a su vez obtuvieron leyes parabólicas para otros movimientos, como rotación en coronación
o traslación.
A continuación se recogen diferentes trabajos que tratan de relacionar el empuje y la ley
de presiones con el movimiento sufrido por el muro, ası́ como también analizar situaciones
previas a la de rotura, por medio de expresiones analı́ticas o con una metodologı́a sencilla.
Sin embargo, cabe destacar que este planteamiento no está aún resuelto para problemas
dinámicos encontrándose incluso trabajos recientes que abordan este estudio en problemas
estáticos.
En primer lugar se presentan los trabajos realizados por Wang (2000) [24] para un mo-
vimiento de traslación y por Wang et al. (2004) [25] para un movimiento de rotación en
coronación, ambos para el caso estático y la condición de empuje activo, basados en una
modificación de la teorı́a de Coulomb19 . Estos autores trabajaron sobre un muro con trasdós
vertical y relleno horizontal que retiene un suelo sin cohesión y donde puede estar aplica-
da una sobrecarga. Para ello establecieron el equilibrio de fuerzas horizontales y verticales
sobre un elemento diferencial de la cuña de rotura que trasdosa al muro, figura 2.26(a), a
diferencia de la teorı́a de Coulomb que establece el equilibrio de la cuña completa. De dicho
equilibrio obtienen una ecuación diferencial de primer orden con solución analı́tica conocida
que permite obtener tanto la ley de presiones horizontales como verticales20 en función de
la profundidad, la resultante del empuje y el punto de aplicación de la misma. Contrastan
sus soluciones con la teorı́a de Coulomb y con diversos resultados experimentales [24, 25],
observando que la magnitud del empuje obtenido por esta metodologı́a coincide con el va-
lor obtenido por Coulomb, pero las leyes de presiones obtenidas son de marcado carácter
no lineal, figura 2.27(a), lo que afecta notablemente al punto de aplicación de la resultante.
Obtienen un buen ajuste del punto de aplicación del empuje respecto a los datos derivados
de estudios experimentales como el del Fang e Ishibashi (1986) [117], puesto que Wang et
al. [25] obtienen que éste se sitúa entre 0,36 − 0,45H para la traslación y 0,46 − 0,57H para
la rotación en coronación, figura 2.27(b). Tal y como destacan estos autores, emplear esta
metodologı́a o la obtenida por Coulomb, es decir tener en cuenta o no el tipo de movimiento
sufrido por el muro, no tiene grandes repercusiones a la hora de calcular la estabilidad del
muro frente a un fallo por deslizamiento, ya que la magnitud del empuje coincide en ambos
métodos, sin embargo su influencia sı́ es importante en cálculo de la estabilidad a vuelco
puesto que el punto de aplicación de la resultante difiere significativamente entre ambos.
Finn (1963) [119] obtuvo diversas soluciones generales de un problema de mecánica
de suelos con desplazamientos impuestos dentro del rango elástico, que particularizó para
obtener la distribución de presiones de un muro, liso o rugoso, sometido a traslación o
rotación en coronación sin carga sı́smica21 . Puesto que su planteamiento se realiza dentro
19
El planteamiento seguido por estos investigadores es similar al empleado por [64, 65, 66]
20
La componente vertical se deriva a partir del rozamiento entre el muro y el relleno.
21
Posteriormente dichas expresiones analı́ticas fueron recogidas en el libro “Elastic Solutions for Soil and
52 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Modelo de cálculo: elemento diferencial (b) Traslación (c) Rotación en corona-
ción

Figura 2.26 – Modelo de cálculo basado en la teorı́a de Coulomb que introduce el tipo de movimiento en la ley
de presiones en el caso estático, según Wang [24] para la traslación y Wang et at [25] para la
rotación en coronación.

de la teorı́a de la elasticidad, asume que se producen pequeños desplazamientos.

Ante los escasos estudios sobre el empuje pasivo en condición dinámica disponibles
para la época, la limitación de las teorı́as tradicionales de cálculo para definir los estados
tensionales previos al fallo del terreno y la imposibilidad de distinguir entre distintos mo-
dos de movimiento del muro, ası́ como las distribuciones de presiones no lineales que se
obtenı́an de los resultados experimentales, Sabzevari y Ghahramani (1974) [113] propu-
sieron una metodologı́a independiente del tiempo y de carácter incremental para el análisis
dinámico del empuje pasivo en un muro vertical que sostiene un relleno seco de arena suel-
ta, que puede estar sometido a distintas aceleraciones y puede presentar tres movimientos
(rotación en coronación, rotación en base y traslación). El terreno se considera como un
sólido rı́gido y plástico (criterio de rotura Mohr-Coulomb). Este método divide el movimiento
que sufre el muro en pequeños incrementos de movimiento que se aplican sucesivamen-
te (fallo progresivo), empleando el método propuesto por Sokolovskii [22] para obtener los
campos de tensiones, desplazamientos y deformaciones del relleno ası́ como las presiones
sobre el muro. Obtuvieron una distribución de presiones no lineal comprobando que el pun-
to de aplicación del empuje depende significativamente del tipo de movimiento sufrido por
el muro.

Al margen de las teorı́as expuestas anteriormente, el Método de la Redistribución de


Presiones propuesto por Dubrova [26] ha sido y es uno de los referentes para el cálculo
analı́tico o semi-analı́tico de la distribución de presiones en función del tipo de movimiento
sufrido por muro. A partir del trabajo original formulado en 1963, se han ido desarrollando
diversas modificaciones y se han propuesto nuevas teorı́as basadas en él que han dado lu-
gar a resultados aceptables. A continuación se presenta brevemente este método ası́ como
diferentes trabajos basados en el mismo.

Rock Mechanics” de H.G. Poulos y E.H. Davis [120]


2.3. EFECTO DEL MOVIMIENTO DEL MURO EN LAS PRESIONES LATERALES 53

Wang K=0.4
Coulomb
Experiment

(a) (b)

Figura 2.27 – Resultados obtenidos por el método de cálculo propuesto por Wang [24] y Wang et at [25] para
el caso estático. a) Ley de presiones para un movimiento de traslación. b)Punto de aplicación de
la resultante para los movimientos de rotación en coronación y traslación.

Método de la redistribución de presiones

El método de la redistribución de presiones formulado por Dubrova (1963) [26], ofrece


un conjunto de expresiones analı́ticas para el caso estático que permiten definir una distri-
bución no lineal de presiones para diferentes modos de movimiento del muro. Ası́, Dubrova
define diferentes leyes lineales de variación del ángulo ψD con la profundidad para distintos
tipos de movimientos del muro (figura 2.28) donde ψD representa el ángulo que forma la
fuerza resultante sobre el plano de quasi-ruptura con la normal a dicho plano, asumiendo
que la condición activa (ψD = +φ) y la pasiva (ψD = −φ) sólo se produce en los extremos
del muro y desarrollándose infinitas lı́neas de quasi-ruptura intermedias (θ = π/4 + ψD /2)22 .
Dubrova asume la validez de la solución de Coulomb y reemplaza el ángulo φ por ψD
en las ecuaciones, obteniendo ası́ un empuje para cualquier tipo de movimiento del muro.
La resultante del empuje sobre el muro (β = α = 0) esta dada por la ecuación 2.13, donde
solamente es necesario sustituir la expresión de ψD correspondiente al tipo de movimiento
a calcular (figura 2.28). También se comprueba que en el caso activo (ψ = +φ) y en el
pasivo (ψ = −φ), la expresión 2.13 coincide con las expresiones de Coulomb (tabla 2.1).
" #2
γ z
P = p (2.13)
2 cos δ 1
+ tan2 ψD + tan ψD tan δ
cos ψD

Derivando con respecto a z la expresión 2.13, se obtiene la ley de presiones sobre el mu-
p
ro (β = α = 0), ecuación 2.14, donde ψD esta definida en radianes y m = 1 + tan δ/ tan ψD 23 .
22
θ es el ángulo que forma la lı́nea de quasi-ruptura con la horizontal.
23
Dubrova considera que el ángulo de rozamiento del muro, δ, debe ser función del ángulo de rozamiento
54 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Considerando un rango habitual de valores de δ entre φ/2 y 2/3φ, la ecuación 2.14 se puede
simplificar resultando la expresión 2.15.

  
dP γz cos ψD z dψD m2 + 1
p(z) = = cos ψD − sen ψD +
dz cos δ(1 + m sen ψD )2 1 + m sen ψD dz 2m
(2.14)
  
γz cos ψD dψD
p(z) = cos ψD − z (2.15)
cos δ(1 + 1,2 sen ψD )2 dz
En la figura 2.28 se muestran las leyes de presiones obtenidas según la teorı́a propues-
ta por Dubrova para los movimientos de rotación respecto al punto medio, a la base y a la
coronación del muro, tanto en activo como en pasivo. Se debe destacar, que la teorı́a de
Dubrova en los casos de empuje pasivo asume que éstos se pueden desarrollan completa-
mente, lo que implica que sean necesarios movimientos significativos de la estructura. Esto
puede llegar a afectar a las caracterı́sticas del suelo y a las del plano de rotura supuesto
por Dubrova, lo que puede invalidar dicha teorı́a para estos casos.
La metodologı́a propuesta por Dubrova también permite calcular la ley de presiones
cuando el muro presenta un movimiento de traslación, calculado como el valor promedio
de un caso de rotación respecto de la base y uno de rotación en coronación. De forma
análoga, se puede obtener la ley de presiones para cualquier movimiento que resulte de la
combinación de dos movimientos relativos o incluso definir una ley de presiones para muros
flexibles con extremos fijos.
Posteriormente, Saran y Prakash (1975) [121] generalizaron el método de la redistribu-
ción de presiones de Dubrova a un muro con trasdós y relleno inclinados bajo carga sı́smi-
ca, reemplazando en la expresiones de Mononobe-Okabe los términos de φ por ψD y δ por
mψD , donde m es un coeficiente de valor menor de 1 que refleja la proporción entre δ y φ.
Analizaron numéricamente los casos de rotación en base y en coronación para la condición
de empuje pasivo, obteniendo leyes de presiones no lineales que siguen la tendencia de los
resultados experimentales con los que contrastaron la validez de su formulación. También
Zhang et al. (1998) [122] propusieron una metodologı́a similar a la de Dubrova para tratar
de relacionar la ley de presiones con el tipo de movimiento y magnitud del mismo.
Otra nueva metodologı́a fue la propuesta veinte años más tarde por Dimarogona (1983)
[123], quien extrapola el método de Dubrova al caso sı́smico para un muro que puede rotar
alrededor de cualquier punto. Obtiene diversas expresiones analı́ticas a partir del equilibrio
de todas las acciones que intervienen en el relleno, que le permiten obtener la dirección
pésima de la carga sı́smica, una ley de presiones de tipo parabólico y el punto de aplicación
de la resultante, tanto en el caso activo como pasivo. Contrasta sus resultados con M-O y
encuentra un buen ajuste con diversos resultados experimentales.
Posteriormente Bang (1985) [124] propuso una variación sobre el método de Redistribu-
ción de Presiones introduciendo el concepto de los estados activos intermedios, que trata
de reproducir la plastificación progresiva de la cuña para cargas estáticas. Este método per-

p del suelo φ en lugar de depender de la orientación del plano de quasi-ruptura ψD , por lo que adopta
interno
m = 1 + tan δ/ tan φ.
2.3. EFECTO DEL MOVIMIENTO DEL MURO EN LAS PRESIONES LATERALES 55

Figura 2.28 – Leyes de presiones según el método de la redistribución de presiones de Dubrova [26]. a) Rota-
ción en coronación, condición activa b) Rotación respecto a la base, condición pasiva c) Rotación
en coronación, condición pasiva d) Rotación respecto a la base, condición activa e) Rotación res-
pecto al punto medio.
56 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

mite estimar la magnitud y distribución de la presión lateral ejercida por un relleno horizontal
sin cohesión sobre un muro cuando gira respecto a su base desde un estado activo inicial a
un estado activo global. La situación activa inicial se produce cuando solamente el elemento
del relleno más alejado del punto de rotación se encuentra en estado activo, mientras que la
situación activa global se alcanza cuando todos los elementos de suelo (desde la superficie
hasta la base) están en condición activa.
La definición matemática del estado activo intermedio se realiza por medio del paráme-
tro βi , adoptando el valor 0 en el activo inicial coincidiendo con la teorı́a de Dubrova, y
tomando el valor 1 en el activo global coincidiendo con la teorı́a de Coulomb. Al igual que
en el método de Dubrova, la fuerza resultante sobre el plano de quasi-ruptura forma un
ángulo ψD con la normal que Bang modifica introduciendo el parámetro βi descrito ante-
riormente resultando la expresión 2.16 para el movimiento de rotación respecto a la base.
Realizando el equilibrio de fuerzas sobre una cuña de suelo obtiene el empuje sobre el
muro y derivando respecto a z resulta la ley de presiones mostrada en la ecuación 2.1724 ,

donde A = tan 45 − ψ2D , B = 1 + m 2 1−A
2 y m = tan δ 25 .
tan ψD

z
ψD = φ − φ(1 − βi ) (2.16)
H
 
γzA2 1 2 dψD A 1 + A2 A2 m
p(z) = − γz B+ (2.17)
B 2 dz B2 2
Posteriormente, Bang y Hwang (1986) [27] generalizaron el concepto de los estados ac-
tivos intermedios para cualquier tipo de movimiento del muro (rotación en la base, rotación
en coronación y traslación), introduciendo cambios respecto al trabajo original. Modificaron
los valores del parámetro βi puesto que ahora consideran que el muro pasa de una situa-
ción en reposo (βi = 0) donde no existen movimientos al estado activo inicial (βi = 1) y
progresivamente hasta el estado activo global (βi = 2), a excepción del movimiento de tras-
lación donde se pasa directamente de la situación en reposo a la condición activa global.
Las expresiones de cálculo que emplean resultan del equilibrio de un problema bidimensio-
nal en deformaciones planas junto con un criterio Mohr-Coulomb. Contrastan sus resultados
con diferentes estudios experimentales [115, 117] encontrando un buen ajuste para los tres
modos de movimiento estudiados, como se comprueba en la figura 2.29. Además esta nue-
va formulación también permite estudiar un aspecto hasta ahora poco analizado como es
la evolución de las tensiones tangenciales en el trasdós de un muro rugoso para distintos
estados intermedios, como se presenta en la figura 2.30 para la rotación respecto a la base.
Finalmente, Blázquez y Arias (2007) [28] propusieron una expresión semi-analı́tica para
el empuje, punto de aplicación y distribución de presiones sobre un muro en el caso activo,
basándose en el método de redistribución de presiones de Dubrova [26] y la teorı́a de los
estados activos intermedios de Bang [124] y extrapolándolas al caso dinámico (kh 6= 0,

24
Formulación propuesta por las revisiones de [125] y [126] al trabajo de Bang [124] debido a un error en el
desarrollo matemático.
25
Al igual que Dubrova, Bang consideró que δ deberı́a depender de φ en lugar de ψD , por lo que simplificó el
coeficiente m como m = tan δ/ tan φ obteniendo ası́ un valor constante. En revisiones posteriores al trabajo de
Bang[124], esta simplificación también recibió diferentes crı́ticas [125, 126, 127]
2.4. PRESIONES DEBIDAS AL AGUA: SUELOS SATURADOS 57

i
i
i
i
i
i
i

(a) Rotación respecto a la base (b) Rotación en coronación

(c) Traslación

Figura 2.29 – Comparación entre los resultados obtenidos por la metodologı́a propuesta por Bang y Hwang res-
pecto a diferentes resultados experimentales [27]. a) Rotación respecto a la base para diferentes
cotas (SP1: z=0.50 ft - SP5: z=2.6 ft) b) Rotación en coronación. c) Traslación.

kv 6= 0) para los movimientos de rotación en la base y rotación en coronación. Nuevamente


la progresión de la plastificación de la cuña de rotura se controla a través del parámetro βi
y el tipo de movimiento por el parámetro ψD . Comprobaron que tanto para la rotación en
base como en coronación durante los estados iniciales de plastificación la ley de presiones
es claramente no lineal. Por el contrario esta ley tiende hacia la linealidad (M-O) a medida
que se alcanzan estados de plastificación más avanzados (aumento de βi ) tal y como se
observa en la figura 2.31. En cuanto al punto de aplicación de la resultante observan que
para el caso de rotación respecto a la base, el punto de aplicación se desplaza hacia cotas
superiores a medida que βi aumenta, mientras que en la rotación respecto a la coronación
se desplaza hacia cotas inferiores, confluyendo ambos casos en H/3 cuando βi = 1.

2.4. Presiones debidas al agua: suelos saturados

Como destacan diferentes autores, la mayorı́a de las investigaciones realizadas para el


cálculo del empuje sobre estructuras de contención están referidas a rellenos secos dis-
poniendo de mucha menos información cuando se trata de problemas donde interviene el
agua. En la bibliografı́a se encuentran un número relativamente pequeño de investigaciones
sobre procedimientos de cálculo analı́ticos o semi-analı́ticos para este tipo de problemas,
ya que debido a su complejidad, la mayorı́a de la investigaciones se han llevado a cabo en
base a estudios experimentales o a modelos numéricos.
58 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

i
i

i
i

Figura 2.30 – Evolución de las tensiones tangenciales en el trasdós de un muro rugoso para distintos estados
activos intermedios en el caso de rotación respecto a la base, según Bang y Hwang [27].

Como valor de referencia, numerosos autores adoptan el método de Westergaard [30,


29] para el cálculo de la presión hidrodinámica generada sobre una estructura vertical que
retiene una masa semiinfinita de agua cuando se encuentra sometida a una aceleración
sı́smica horizontal. El método de Westergaard fue desarrollado originalmente para presas
de hormigón, empleando la ecuación de la elasticidad de un sólido para describir la pro-
pagación de sonidos en lı́quidos, ya que estas ondas se propagan sin distorsión angular,
y considerando el agua como compresible. La solución fue desarrollada para solicitaciones
armónicas aplicadas en la base del embalse. Esta solución ignora el efecto de las ondas su-
perficiales y es válida solamente cuando el periodo de la solicitación armónica es superior
al periodo fundamental del embalse [29]. La presión hidrodinámica se produce en desfase
con la aceleración de la base.
La distribución de la presión hidrodinámica adoptada en este método es de tipo parabóli-
co y está definida analı́ticamente por la solución aproximada mostrada en la ecuación 2.18,
donde kh es el coeficiente sı́smico horizontal del terremoto, x es la cota del nivel del agua
medida desde la superficie de ésta (figura 2.32), γw es la densidad del agua y Hw es la
altura total del nivel de agua (se asume que el nivel de agua es hidrostático). La resultante
del empuje hidrodinámico, Pwd , se deduce integrando la ley anterior obteniendo la ecuación
2.19. Dicha resultante se aplica a 0,4Hw sobre la base de la masa de agua. En la figura
2.32 queda definido gráficamente el procedimiento de Westergaard.

7 p
pwd (x) = γ w kh Hw x (2.18)
8
7
Pwd = γw kh Hw2 (2.19)
12

También se pueden encontrar soluciones semi-analı́ticas para la presión hidrodinámica


2.4. PRESIONES DEBIDAS AL AGUA: SUELOS SATURADOS 59

i
i
i
i
i
i
i
i
i
i
i
i

R i

R i

(a) Rotación en base (b) Rotación en coronación

Figura 2.31 – Evolución de la ley de presiones y del punto de aplicación de la resultante (hR ) para distintos
estados activos según el método propuesto por Blázquez y Arias [28].

x
pwd
Hw
Pws Pwd
0.4Hw
Hw/3

arigid base = kh·g

Figura 2.32 – Presión hidroestática y presión hidrodinámica calculada por Westergaard sobre un muro vertical
durante un sismo [29].

en estructuras de contención con el trasdós inclinado, como por ejemplo la propuesta por
Zangar (1953) [30] para presas, definida según la ecuación 2.20, la cual introduce un coe-
ficiente corrector C por efecto de la inclinación del trasdós que depende de Cm y que se

obtiene de la figura 2.33 en función del ángulo de inclinación α .
"   s  #
Cm x x x x
pwd = 2− + 2− kh γ w Hw (2.20)
2 Hw Hw Hw Hw
| {z }
C

En las hipótesis de partida del método de Westergaard se asume que la longitud de la


masa de agua es infinita. Cuando éste no es el caso y la masa de agua tiene una longitud
finita (Lw ), Werner y Sundquist (1943) [30] desarrollaron un nuevo factor corrector para este
aspecto, donde observaron que cuando el ratio Lw /Hw disminuye, la presión hidrodinámica
también decrece, alcanzando la solución de Westergaard (masa de agua infinita) cuando el
ratio Lw /Hw > 3.
La solución aproximada propuesta por Westergaard fue desarrollada para estructuras de
60 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.33 – Coeficiente Cm para el cálculo de las presiones hidrodinámicas sobre un muro con trasdós incli-
nado según Zangar [30].

contención rı́gidas, por lo que en estructuras flexibles se pueden introducir grandes errores
puesto que se obtienen presiones hidrodinámicas superiores al valor calculado por Wes-
tergaard debido al incremento de movimiento de la estructura [128]. Además, también se
debe resaltar que el procedimiento de Westergaard fue formulado para embalses, por lo
que la presencia del relleno interfiere en el movimiento del agua intersticial afectando a las
presiones hidrodinámicas resultantes, como se expondrá más adelante.
La presencia del agua en el relleno de una estructura de contención puede influir en el
empuje sı́smico sobre el muro de tres formas: alterando las fuerzas de inercia dentro del re-
lleno, desarrollando presiones hidrodinámicas dentro del relleno o generando un incremento
de presión intersticial debido a la carga cı́clica. Entre las principales investigaciones sobre
el cálculo de presiones en muros cuando estos retienen rellenos saturados cabe destacar
las siguientes.
Amano et al. (1956) [129] estudiaron la influencia de diversos factores en la estabilidad
de los muros de muelles sometidos a acciones sı́smicas, tales como la tipologı́a del muro,
las caracterı́sticas del sismo, las caracterı́sticas topográficas, las propiedades del terreno
de cimentación y las caracterı́sticas del relleno. Consideraron que las presiones dinámicas
del agua se transmiten a las partı́culas de suelo, de tal modo que el agua es considerada
como parte del suelo, por lo que las fuerzas másicas de la cuña de rotura deben incluir tanto
el suelo como el agua. Emplearon un coeficiente sı́smico aparente para definir la intensidad
′ ′
del terremoto en presencia del agua definido como kh = γsat kh /γ , donde γsat es la densidad

saturada y γ es la densidad sumergida. Este análisis presupone que el movimiento de
agua esta completamente restringido por las partı́culas de suelo por lo que es apropiado
para rellenos con muy baja permeabilidad como arcillas y limos. Entre los posibles factores
que influyen en el fallo del muro, destacaron que la reducción de la capacidad portante del
terreno en un sismo se debe principalmente al aumento de la inclinación de la carga y de
la excentricidad, y que pequeños cambios en el ángulo de rozamiento interno del suelo se
pueden traducir en grandes variaciones en la magnitud de la capacidad portante. Otro de los
2.4. PRESIONES DEBIDAS AL AGUA: SUELOS SATURADOS 61

factores destacados fue el asiento inducido en las arenas por efecto de la vibración, causa
frecuente de fallo en las estructuras portuarias, siendo las arenas sueltas especialmente
sensibles a este efecto a diferencia de los suelos arcillosos que son más estables frente a las
vibraciones. Finalmente estos autores hicieron un breve análisis del comportamiento de las
diferentes tipologı́as de muros ası́ como una revisión de los principales daños ocasionados
por diversos terremotos relevantes en Japón.
Posteriormente, Matuo y Ohara (1965) [31] desarrollaron una solución teórica para es-
timar la presión dinámica de agua intersticial contra un muro rı́gido vertical asumiendo que
el suelo no sufre deformaciones durante la vibración y que el agua intersticial fluye a través
de los poros siguiendo una ley de tipo Darcy. Considerando una solicitación sinusoidal en
la base y relleno semi-infinito saturado (H = Hw ), obtuvieron la solución analı́tica mostrada
en la ecuación 2.21 que permite calcular la presión dinámica de poro sobre el muro.


X (−1)m+1 4γw kh H (2m + 1)π γm cos(ωt) + δm sen(ωt)
pwd = cos ζ 2 + δ2 )
(2.21)
(2m + 1)π 2 (γm m
m=0

v s
u 
u  2    2   2  2
u (2m+1)π ρw ω 2 H 2 (2m+1)π ρw ω 2 H 2 γw nωH 2
" # u± 2 − Ew + 2 − Ew + Ew k
γm t
=
δm 2

donde pwd es la presión dinámica de poro, ζ = y/H situando y = 0 en la base del


muro, ω es la frecuencia de la solicitación, γw es la densidad del agua, Ew es el módulo de
compresibilidad del agua, n es la porosidad y k es el coeficiente de permeabilidad.
En la figura 2.34(a), Matuo y Ohara mostraron de forma adimensional la resultante sobre
el muro y el punto de aplicación de la presión dinámica de poro considerando un relleno
arenoso, un rango de valores para la altura del muro entre 5 y 15 metros, una frecuencia
de solicitación en el rango ω = 10π − π rad/seg y un coeficiente de permeabilidad en el
rango k = 10−3 − 1 cm/seg. La resultante adimensional se define como P/(γw kh H 2 ) en el
eje de ordenadas y el parámetro adimensional γw nωH 2 /(Ew k) en el eje de abscisas, donde
también se ha incluido el valor de Westergaard como referencia. P es la presión total sobre
el muro, T es el perı́odo de la vibración forzada y δ/T representa el desfase entre la presión
total y la solicitación, comprobando que dicho desfase aparece cuando γw nωH 2 /(Ew k) > 1.
A medida que γw nωH 2 /(Ew k) se reduce, la presión dinámica de poro aumenta. De tal modo
que para la curva t/T = 0 ó 1, cuando γw nωH 2 /(Ew k) < 0,5 el valor normalizado de la
presión dinámica de poro alcanza su máximo (≈ 0,5), próximo al valor de Westergaard. Por
otra parte, cuando γw nωH 2 /(Ew k) > 102 el valor de P/(γw kh H 2 ) es inferior a 0,1. Se puede
concluir por tanto que la presión hidrodinámica se encuentra afectada principalmente por la
permeabilidad del medio (k), la altura de agua (H = Hw ), el periodo de la solicitación (T ) y
en menor medida por la porosidad del medio (n) [30].
Estos autores validaron la expresión analı́tica propuesta a través de diversos ensayos en
mesa vibrante para arena saturada[31], como se muestra en la figura 2.34(b), comprobando
que la distribución horizontal de la amplitud de la presión dinámica de poro obtenida de los
62 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

ensayos (cı́rculos) es similar a los resultados obtenidos teóricamente26 (lı́neas).

2
P/gwkhH

gwnwH 2 /Ewk

gwnwH 2 /Ewk

(a) (b)

Figura 2.34 – Resultados obtenidos por Matuo y Ohara [31], a) empuje de la resultante sobre el muro y el punto
de aplicación de la presión dinámica de poro b) distribución horizontal de la presión dinámica de
poro (coeficiente sı́smico 0.3) obtenidas teóricamente (lı́neas) y experimentalmente (cı́rculos).

Las investigaciones más relevantes desarrolladas hasta el momento sobre las presio-
nes de tierra y de agua bajo carga dinámica fueron recogidas en el trabajo realizado por
Matsuzawa et al. (1985) [30]. Además de dicha revisión, estos autores propusieron un pro-
cedimiento generalizado para el cálculo del empuje dinámico sobre un estructura rı́gida en
la condición activa a través de la teorı́a del equilibrio lı́mite y de la definición de distintos
ángulos del coeficiente sı́smico (pseudoestático), ψi , dependiendo de las condiciones del
relleno según se muestra en la tabla 2.10.
El caso del relleno seco ya ha sido resuelto, entre otros, a través de la teorı́a de M-O
obteniendo el ángulo ψ, figura 2.35(a), y empleando la densidad seca del suelo γd . En el
caso de rellenos sumergidos se pueden plantear dos situaciones de cálculo dependiendo de
si la permeabilidad del medio es alta o baja. En rellenos sumergidos con alta permeabilidad,
como gravas y arenas gruesas, se puede asumir que el agua se mueve libremente por los
poros sin ninguna restricción por parte de las partı́culas de suelo, empleándose por tanto la

densidad sumergida del suelo (γ ). Solamente la parte sólida del elemento de suelo (figura
2.35(b)) estarı́a sometida a la aceleración horizontal y serı́a necesario sumar al empuje
hidroestático el empuje hidrodinámico.
La situación alternativa serı́a un relleno sumergido formado por un material con baja per-
meabilidad, como las arenas finas o los suelos limosos. En este caso se asume que la fase
sólida y el agua intersticial del elemento de suelo se comportan conjuntamente por efecto
26
Los autores justifican la presión de poro negativa por la dilatancia de la arena.
2.4. PRESIONES DEBIDAS AL AGUA: SUELOS SATURADOS 63

de la aceleración sı́smica, por lo que todo el elemento unitario de suelo (figura 2.35(c)) con-
tribuye a la componente horizontal del empuje empleándose por tanto la densidad saturada
del suelo (γsat ). En este caso es necesario considerar solamente el empuje hidroestático.
Esta situación de cálculo serı́a equivalente al caso analizado por Amano et al. [129], ya que
si se toma kv = 0 en la tabla 2.10 se obtiene la misma corrección que la propuesta por
Amano et al. [129].
En ambos tipos de rellenos sumergidos, el empuje dinámico de tierras se calcula modi-

ficando la formulación de M-O, sustituyendo γd por γ y ψ por ψ1 o ψ2 según el caso.
Ante estos dos casos extremos, Matsuzawa et al. propusieron un procedimiento genera-
lizado que aunara estas situaciones extremas en una sola formulación y además permitiera
el cálculo de cualquier situación intermedia. Para ello definen ψ3 (figura 2.35(d)) como un
ángulo aparente del coeficiente sı́smico, que depende de un parámetro m que adopta valo-
res entre 0 y 1, y que se define como el ratio volumétrico del “agua restringida”, es decir el
agua que no se puede mover libremente por los poros, respecto al volumen de huecos total.
El coeficiente sı́smico horizontal kh se aplica solamente a las partı́culas sólidas y al “agua
restringida”. Gracias al parámetro m se pueden alcanzar las dos situaciones extremas des-
critas anteriormente, ya que cuando m = 0 (medio muy permeable) ψ3 = ψ1 , mientras que
cuando m = 1 (medio poco permeable) ψ3 = ψ2 .

Tabla 2.10 – Definición de ψi en función del tipo de relleno desarrollado por Matsuzawa et al. [30].
Tipo de Relleno
Sumergido
Seco Generalizado
Muy Permeable Poco Permeable
kh Gs Gs +e Gs +me
tan ψ = 1±kv tan ψ1 = Gs −1 tan ψ tan ψ2 = Gs −1 tan ψ tan ψ3 = Gs −1 tan ψ
Gs : peso especı́fico de las partı́culas sólidas; e : ı́ndice de huecos

Para el cálculo de la presión hidrodinámica, Matsuzawa et al. consideraron que esta


solamente es proporcional al agua “libre”, es decir a (1−m), cuyo comportamiento ajustaron
con una aproximación de la fórmula propuesta por Matuo y Ohara, obteniendo la expresión
2.22. De este modo cuando m = 0 se alcanza el valor de Westergaard. Dependiendo de la
geometrı́a del problema se pueden introducir dos correcciones sobre Pwd : una si el trasdós
del muro se encuentra inclinado, ecuación 2.20 y otra atendiendo al valor del ratio Lw /Hw
según Werner y Sundquist [30].
 
Pwd γw nωHw2
= 0,543(1 − m) = 0,272 − 0,288 tanh log (2.22)
kh γ w H 2 7Ew k
A modo de resumen, Matsuzawa et al. propusieron el siguiente procedimiento de cálculo
para obtener el empuje dinámico de tierras y de agua sobre un muro rı́gido con relleno
sumergido. Este procedimiento esta definido por las ecuaciones 2.23 y 2.24, donde PN
representa la componente normal de la resultante del empuje de tierras y agua, mientras
que PT representa la componente tangencial. Pae (ψ3 ) es la resultante del empuje de tierras
calculada con M-O y ψ3 , Pwd es la presión hidrodinámica calculada con la expresión 2.22 la
cual recoge el efecto de la permeabilidad del relleno, y Pw es la presión hidroestática.
64 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Suelo Seco (b) Suelo Sumergido: muy permeable

(c) Suelo Sumergido: poco permeable (d) Caso general

Figura 2.35 – Definición de los ángulos del coeficiente sı́smico (ψi ) y de los elementos unitarios de suelo em-
pleados por Matsuzawa et al. [30] para los distintos tipos de relleno.

PN = Pae (ψ3 ) cos δ + Pwd + Pw (2.23)


PT = Pae (ψ3 ) sen δ (2.24)

En la figura 2.36(a) se observa el efecto del coeficiente de permeabilidad k y Hw sobre


Kae . Ası́, para un valor de permeabilidad dado, a medida que aumenta el nivel del agua Hw
también lo hace Kae . Cuando k < 10−4 cm/seg se aproxima a m = 1 (suelo poco permeable)
y Kae alcanza el máximo, por el contrario cuando k > 1 cm/seg se aproxima a m = 0 (suelo
muy permeable) y Kae alcanza el valor mı́nimo. La figura 2.36(b) muestra la influencia de
kh y m sobre la componente normal del empuje dinámico de tierras, comprobando que éste
aumenta cuando aumenta kh de forma más rápida en el caso de suelos sumergidos que
secos, y que también aumenta cuando lo hace m.
Steedman y Zeng (1990) [128] resaltaron la limitación implı́cita realizada al considerar
que en medios poco permeables el agua se mueve conjuntamente con el suelo, ya que
se está asumiendo que la presión hidrodinámica del relleno se encuentra en fase con el
empuje de tierras, también destacaron que la presión hidrodinámica sobre un muro flexible
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 65

Kae (y3)

(a) Influencia de los parámetros k y Hw sobre Kae (b) Influencia de m y kh sobre Pae cos δ

Figura 2.36 – Análisis paramétrico realizado por Matsuzawa et al. [30].

es superior a la obtenida por Westergaard.

2.5. Métodos basados en Modelos Numéricos

El cálculo de las presiones generadas en el trasdós de muro también ha sido amplia-


mente investigado a través de la modelización del problema por medio de la técnica de
los Elementos Finitos. La complejidad de los problemas investigados ha ido en aumento
a medida que también lo hacı́a la capacidad de cálculo de los ordenadores. Las primeras
investigaciones destacables, en lo que a la modelización de estructuras de contención se
refiere, se producen a lo largo de la década de los 70 en el siglo XX, sentando en primer
lugar las bases para la modelización de problemas estáticos y desarrollando posteriormen-
te modelizaciones para problemas más complejos, tales como los problemas dinámicos o
con formulación acoplada debido a la presencia de agua. Por ello, en primer lugar se realiza
una breve revisión de los modelos numéricos más significativos para problemas estáticos y
después se amplı́a dicha revisión al resto de problemas.

2.5.1. Modelos para problemas estáticos

Dentro de las investigaciones basadas en la técnica de los elementos finitos para pro-
blemas estáticos, uno de los trabajos más relevantes es el llevado a cabo por G.W. Clough y
J.M. Duncan (1971) [130], quienes analizaron el problema de interacción entre el suelo y la
estructura asumiendo un comportamiento no lineal tanto para la interfaz como para el suelo
a través de un procedimiento incremental. En su análisis emplearon ecuaciones empı́ricas
66 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

hiperbólicas para modelar el comportamiento de la interfaz, obtenidas a través de ensayos


de corte directo de probetas compuestas por una parte de hormigón y por otra de suelo.
Los elementos de interfaz se colocaron entre el muro y el relleno y el muro y la base de
cimentación y se emplearon los propuestos por Goodman et al. [131, 132] para juntas en
rocas, controlando que no se produjeran solapes entre ellos o su separación. Desarrollaron
diferentes análisis para un muro rı́gido que retiene una arena de densidad media, y que
puede alejarse o acercarse al relleno, es decir reproducir la condición activa o pasiva, par-
tiendo del reposo. El primer tipo de movimiento analizado fue el de rotación respecto a la
base (RB), asumiendo tres valores para el rozamiento de la interfaz: δ = 0,1o (muro liso),
δ = 2/3φ y δ = φ, obteniendo que la distribución de presiones es bastante similar en todos
los casos, aunque la variación de presiones con la profundidad es no lineal y la condición
activa se alcanza en primer lugar en la coronación. También analizaron el movimiento de
traslación del muro (T), observando que el desplazamiento necesario para alcanzar el acti-
vo es mucho menor que el necesario para el pasivo. En último lugar estudiaron el efecto del
proceso constructivo, el cual puede tener una influencia importante sobre los movimientos
y en la interacción entre la estructura y el suelo.
También destacan de forma singular los trabajos realizados por Potts y Fourie (1984,
1985, 1986) [133, 32, 33] sobre la modelización en elementos finitos de problemas estáticos.
Estos autores aprovecharon las ventajas de esta técnica numérica para investigar el efecto
de diferentes aspectos en el comportamiento de las estructuras de contención, aspectos
que a través de las técnicas simplificadas es complicado o incluso imposible considerar. De
este modo, en sus investigaciones analizaron la influencia del tipo de construcción (relleno
o excavación), de las tensiones iniciales del suelo (parámetro Ko ), de la rigidez del muro y
de los tipos de movimiento que éste puede presentar.
Comenzando por la influencia de la rigidez del muro, Potts y Fourie analizaron cuatro
muros de diferente rigidez, como muestra la tabla 2.11, donde los casos etiquetados co-
mo Rigid Wall y Soft Wall corresponden a los casos extremos. Además consideraron la
influencia del estado tensional inicial del suelo por medio de dos valores para el coeficiente
de empuje al reposo: K0 = 2 para un terreno muy sobreconsolidado y K0 = 0,5 para un
terreno normalmente consolidado o ligeramente sobreconsolidado. La geometrı́a estudiada
corresponde a un muro de 20 m de altura con una excavación en el intradós hasta 13,26 m
y que además dispone de un codal de apoyo en la parte superior del muro. Los resultados
obtenidos en cuanto a movimientos del muro y leyes de presiones en el trasdós se muestran
en la figura 2.37.
Para el caso de K0 = 2, la rotación del muro de mayor rigidez se puede asimilar a una
rotación en coronación, mientras que para los muros más flexibles, el mayor desplazamien-
to, se produce hacia la mitad del muro. Por otra parte, es destacable la influencia de la
rigidez del muro en la ley de presiones generada, especialmente para el caso de K0 = 2.
Por una parte, el muro con mayor rigidez presenta una distribución parabólica con el valor
máximo situado a media altura, mientras que los muros con menor rigidez presentan en la
mitad superior distribuciones similares al empuje activo clásico, con un drástico incremento
en la mitad inferior y un bulbo de concentración de presiones en la coronación. Como queda
reflejado, tanto la rigidez del muro como el estado tensional inicial del suelo tienen una gran
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 67

influencia en las presiones y los movimientos experimentados por el muro.

Tabla 2.11 – Valores asignados de rigidez EI(kN m2 ) para los distintos muros empleados en la investigación
numérica realizada por Potts y Fourie [32].
Rigid Wall Diaphragm Wall Sheet Pile Wall Soft Wall
2,3 · 109 2,3 · 106 7,8 · 104 2,3 · 104

Estos autores [33] también investigaron la influencia del tipo de movimiento del muro
analizando los mismos casos que Dubrova [26]: traslación, rotación en coronación y rotación
en base. Adoptaron como estado tensional inicial K0 = 2, considerando tanto un muro liso
como rugoso (δ = φ) y asumieron un comportamiento elasto-plástico del suelo con un
criterio Mohr-Coulomb. Para ello definieron un coeficiente equivalente K que se calcula
como K = 2P/(γH 2 ), donde P es la resultante27 de la fuerza horizontal aplicada por el
suelo sobre el muro, y un factor de carga K̄ que se define como K̄ = (K0 − K)/(K0 − Ka )
para el empuje activo y K̄ = (K − K0 )/(Kp − K0 ) para el empuje pasivo, donde Ka y Kp se
corresponden con los valores de Rankine en el caso de muro liso y de Caquot-Kerisel [1] en
el caso de muro rugoso. Los resultados obtenidos para el caso del muro liso se muestran
en las figuras 2.38(a) y 2.39, a partir de las cuales concluyeron que:

En el movimiento de traslación, la distribución de presiones es próxima a la de Ranki-


ne, especialmente para el caso activo.
En los movimientos de rotación, las distribuciones de presiones difieren bastante de la
de Rankine, lo que implica que el punto de aplicación de la resultante, especialmente
en el caso activo, se sitúe en una cota más alta.
Los mayores desplazamientos para alcanzar la condición de rotura se producen para
el movimiento de rotación en la base.
Para un muro rugoso, figuras 2.38(b) y 2.40, Potts y Fourie comprobaron que:

Nuevamente, el movimiento de rotación en la base es el que requiere mayores des-


plazamientos para alcanzar la condición de rotura.
El valor final de Kp es significativamente mayor en el caso del muro con trasdós rugoso
que en el caso de muro liso.
Las distribuciones de presiones para un muro rugoso son similares a las del muro liso
aunque la magnitud es notablemente superior.
No se llegan a producir distribuciones de presiones claramente lineales y el punto de
aplicación de la resultante depende considerablemente del tipo de movimiento.
También concluyeron que la zona de plastificación del suelo afectada por el muro
rugoso es más extensa que la del caso del muro liso, observando además para el
caso pasivo cierta curvatura en el área plastificada, fénomeno que ya se consideraba
en las superficies de rotura de algunos métodos tradicionales.
En resumen se puede deducir que tanto el tipo de movimiento del muro como la ru-
gosidad del mismo tienen una gran influencia en las presiones generadas. Potts y Fourie
también analizaron la influencia de otros aspectos como el ángulo de dilatación del suelo,
sobre el que concluyeron que tiene poca influencia en el cálculo del empuje, ya sea activo
27
La resultante P la calculan como la suma de todas las reacciones de los nodos que pertenecen al borde
que define el muro.
68 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Movimiento Lateral para K0 = 2 (b) Movimiento Lateral para K0 = 0,5

(c) Distribución de presiones para K0 = 2 (d) Distribución de presiones para K0 = 0,5

Figura 2.37 – Movimientos laterales y distribución de presiones obtenidas por Potts y Fourie [32] para diferentes
valores de rigidez y K0 .
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 69

(a) Muro Liso

(b) Muro Rugoso

Figura 2.38 – Desarrollo de los coeficientes de empuje activo y pasivo según Potts y Fourie [32].
70 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.39 – Distribución de presiones activa y pasiva para un muro liso según Potts y Fourie [33]. Ka y Kp
son la distribución de presiones activa y pasiva de Rankine (φ = 25o , Ka = 0,41 y Kp = 2,46) y
Ko es la distribución de presiones del empuje al reposo (Ko = 2).
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 71

Figura 2.40 – Distribución de presiones activa y pasiva para un muro rugoso según Potts y Fourie [33]. Ka y Kp
son la distribución de presiones activa y pasiva calculadas a partir de Caquot-Kerisel (φ = 25o ,
Ka = 0,33 y Kp = 3,89) y Ko es la distribución de presiones del empuje al reposo (Ko = 2).
72 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

o pasivo. En cuanto al parámetro K0 , observaron que para valores de K0 < 1 es necesario


que se produzcan grandes desplazamientos para alcanzar la condición pasiva, mientras que
el estado activo se alcanza rápidamente, lo que es coherente con los supuestos tradiciona-
les. Sin embargo dicha condición pasiva se puede alcanzar para valores de desplazamiento
menores cuando el suelo presenta valores de K0 altos, contradiciendo las hipótesis tradi-
cionales. Finalmente también analizaron el efecto de una distribución creciente del modulo
de Young con la profundidad en lugar de un valor constante, concluyendo que, al igual que
con K0 , dicha distribución afecta principalmente al valor del desplazamiento necesario para
alcanzar la condición lı́mite.
Posteriormente Day y Potts (1998) [134] amplı́an el trabajo original de Potts y Fourie [33]
desarrollado sobre los supuestos de muro liso o rugoso, a un modelo en elementos finitos
donde introducen elementos de interfaz para investigar el efecto de las propiedades de la
interfaz sobre el comportamiento del muro, tanto en la condición activa como pasiva, pero
únicamente para el movimiento de traslación horizontal. Emplean para el suelo elementos
isopamétricos rectangulares de 8 nodos, para el contacto suelo-muro emplean elementos
de interfaz sin espesor (“zero thickness”) [131, 135], mientras que el muro lo modelan como
parte del contorno. Adoptan un criterio de rotura Mohr-Coulomb y K0 = 1. Investigaron la
influencia que el ángulo de fricción máximo28 , la rigidez (elástica) de la interfaz y la dilata-
ción de la interfaz tienen sobre los coeficientes de empuje activo y pasivo, el mecanismo de
fallo y la deformada de la superficie del relleno. Comprueban que los coeficientes de empuje
dependen del ángulo de fricción máxima del muro pero son independientes de la dilatación
y rigidez de la interfaz. En cuanto a los mecanismos de fallo observan que éstos no se
ven afectados por el valor de la dilatación de la interfaz. Respecto a la deformación de la
superficie del relleno, comprueban que en el caso de no disponer elementos de interfaz los
desplazamientos verticales son nulos y los horizontales iguales al valor de desplazamiento
prescrito, mientras que en el caso de existir estos elementos de interfaz el desplazamiento
vertical sı́ se produce y el horizontal depende de la dilatación de la interfaz. Por lo tanto la
dilatación de la interfaz tiene un marcado efecto sobre la deformación de la superficie del
relleno. Finalmente concluyen que los resultados obtenidos para el caso de un muro rugoso
con elementos de interfaz asumiendo una regla de flujo asociado coinciden básicamente
con los resultados de un análisis sin elementos de interfaz, destacando por tanto la utili-
dad de los elementos de interfaz para modelar distintos valores de fricción en la interfaz,
asi como del comportamiento no-asociado de la interfaz y del modelo Mohr-Coulomb pa-
ra modelar el comportamiento de la interfaz en el análisis de muros por el método de los
elementos finitos.
También cabe destacar la investigación realizada por Bhatia y Bakeer (1989) [34] sobre
la modelización por el método de los elementos finitos de un muro de gravedad que retiene
un suelo seco sin cohesión bajo carga estática. En esta investigación, los autores ya po-
nen de manifiesto la relevante influencia de algunos aspectos en el empleo de esta técnica
numérica, destacando como el tamaño de la malla, el número y tamaño de los elementos o
las condiciones de contorno influyen sobre los resultados obtenidos del modelo. Emplearon
28
El ángulo de fricción lo calculan como tan−1 (Ph /Pv ), donde Ph y Pv son la suma de las reacciones hori-
zontales y verticales a lo largo del muro, es decir es el ángulo que forma la resultante con la horizontal.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 73

elementos rectangulares de 8 nodos, para modelizar tanto el muro como el relleno, con una
ley constitutiva elástica no lineal y plasticidad perfecta, junto con un criterio Von-Mises. Tam-
bién destacan la importancia de la correcta modelización de la interacción suelo-muro para
el contacto muro-relleno y muro-base de cimentación. Para esto emplean dos conjuntos
de elementos bidimensionales de interfaz que conectan los nodos de las esquinas de los
elementos del suelo y el muro basándose en los elementos propuestos por Goodman et al.
[131, 132]. Estos elementos presentan una fricción de tipo coulombiano29 , permiten la aper-
tura y para su formulación los autores emplean los desplazamientos nodales relativos de
los elementos que representan los dos materiales de la interfaz. La modelización la llevan a
cabo con el programa ABAQUS, realizando una colección de simulaciones numéricas don-
de varı́an tanto la geometrı́a de malla, como las condiciones de contorno y los elementos
de interfaz, empleando los resultados experimentales de Matsuo et al.30 [35] para validar
el análisis realizado. Las simulaciones numéricas muestran un buen ajuste, figura 2.41 y
tabla 2.12, con los mencionados resultados experimentales. Bhatia y Bakeer obtienen las
siguientes conclusiones:

Con un relleno de extensión horizontal igual a 4H y condiciones de contorno libres, se


pueden representar adecuadamente los resultados experimentales.

Para rellenos infinitamente extensos, los efectos de borde se pueden eliminar si la


extensión lateral del modelo es al menos 6H.

La profundidad del suelo de cimentación del muro debe ser al menos 0,2H para reducir
el efecto de la coacción del contorno sobre las tensiones cerca de la base del muro.

Es conveniente emplear mayor número de elementos cerca del trasdós del muro pa-
ra obtener la posición del punto de aplicación de la resultante con mayor precisión,
aunque su magnitud se ve menos afectada por este aspecto.

También se debe emplear una malla más fina en el trasdós del muro con una extensión
entre 0,8H y H para poder localizar la cuña de rotura en la condición activa. Para la
condición pasiva, el refinamiento de la malla debe extenderse a una longitud mayor.

Para detectar la superficie de fallo, se pueden comprobar las tensiones principales


en cada elemento del relleno, siendo necesario un movimiento de 0,001H en el caso
de rotación en base para desarrollarla. También comprobaron que esta cuña de fallo
está limitada por dos planos que pasan por el talón del muro y tienen una pendiente
de 45o ± φ/2.

Tabla 2.12 – Resultados obtenidos con el modelo numérico de Bhatia y Bakeer [34] respecto a los resultados
experimentales de Matsuo et al. [35].
No Caso P (t/m2 ) K y/H
1 − Exp 52,25 0,55 0,35
3 − N um 54,0 0,57 0,34
8 − Exp 39 0,41 0,25
9 − N um 39,3 0,41 0,25

29
El ángulo de fricción de estos elementos oscila entre 18o y 40o para el muro-relleno y 27o para el muro-
cimentación, tienen una rigidez de 1 · 108 t/m2 y el espesor de la separación oscila entre 0 y 0,005m. El relleno
está compuesto por arena suelta con φ = 27o .
30
Los resultados reportados por Matuo et al. [35] derivan de ensayos en campo sobre muros a gran escala.
74 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Sin desplazamiento (b) Rotación del muro 0,0016H

Figura 2.41 – Distribución de presión de tierras obtenida por Bhatia y Bakeer [34] respecto a los resultados
experimentales de Matsuo et al. [35]. (Los números entre corchetes se corresponden con los
casos mostrados en la tabla 2.12).

Posteriormente, Matsuzawa y Hazarika (1996) [36] también emplearon los elementos


finitos para evaluar la influencia del efecto del tipo de movimiento del muro sobre la presio-
nes activas estáticas en un muro rı́gido y rugoso, con un relleno seco y sin cohesión. En
dicha investigación tuvieron en cuenta cuatro modos de movimiento del muro: Traslación
(T), Rotación en coronación (RT), Rotación en base (RB) y Rotación en base combinada
con traslación (RB-T), contrastando los resultados obtenidos con las soluciones de Dubrova
[26], Coulomb y el método de la espiral logarı́tmica [2]. Para ello toman como modelos de
análisis los resultados experimentales de Ichihara y Matsuzawa (1993) [74] y Fang y Ishi-
bashi (1986) [117]. Para modelizar el relleno y simular el fallo progresivo, emplean una ley
de plasticidad con endurecimiento basada en el modelo de Drucker-Prager. También pres-
tan especial interés a la modelización de la interfaz entre el suelo y el muro puesto que lo
consideran como rugoso, para lo que introducen un elemento de conexión entre el muro y
el relleno formado por un muelle en la dirección tangencial y un elemento de deslizamiento
para representar la fricción de tipo coulombiana, evitando además la separación entre el
muro y el suelo, y permitiendo de este modo que la masa de suelo deslice a lo largo del mu-
ro manteniendo siempre el contacto con él. Asumen un valor constante del rozamiento en
todos los elementos de la interfaz independientemente de la profundidad31 . Los principales
resultados de este trabajo se muestran en la figura 2.42, los cuales se ajustan bastante bien
a los resultados experimentales. De dicha investigación se puede concluir lo siguiente:

La distribución de presiones depende considerablemente del tipo de movimiento que


sufre el muro. Dichas distribuciones presentan un marcado carácter no lineal princi-
palmente en los movimientos distintos al de rotación en la base.
31
En las conclusiones, estos autores proponen una investigación más profunda sobre esta hipótesis, puesto
que podrı́a considerarse como una aproximación muy grosera
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 75

La distribución de presiones para el modo RB-T se puede aproximar como la super-


posición de los modos RB y T, de forma análoga a Dubrova.

Debido a la naturaleza no lineal de la distribución de presiones, el punto de aplicación


de la resultante h/H difiere bastante del valor de H/3 asumido por Coulomb. Para el
modo de T y RT, el ratio h/H aumenta gradualmente a partir del valor inicial de 0.333H
hasta a un valor constante. Para los modos de RB y RB-T, inicialmente decrece y luego
comienza a aumentar hasta un valor constante, inferior a 0.333H en el caso de RB y
superior a 0.333H en el caso de RB-T.

El coeficiente de empuje horizontal de tierras Ka presenta un descenso abrupto, se-


guido de un descenso más suave hasta alcanzar un valor estable.

La variación del coeficiente de fricción tan δ depende del tipo de movimiento, aunque
la tendencia general es un incremento gradual con el desplazamiento del muro hasta
alcanzar un valor máximo. A diferencia de los resultados experimentales, los resulta-
dos numéricos muestran un descenso tras alcanzar el valor pico, siendo el modo RB-T
el que mejor simula los resultados experimentales.

Una vez alcanzado el estado activo (figura 2.42-c), se observa como los resultados
numéricos se ajustan razonablemente con los experimentales. En los modos T y RT,
los resultados numéricos se ajustan a la distribución de Dubrova en la parte superior
e inferior del muro aunque no en la intermedia. En el modo de RB, todas las meto-
dologı́as siguen la misma tendencia mientras que en el modo RB-T, los resultados
numéricos muestran una tendencia similar a la de Dubrova en los 2/3 superiores del
muro diferenciándose de ella en la parte inferior.

Además, Matsuzawa y Hazarika realizaron un ajuste de los resultados obtenidos por


medio de una regresión, proponiendo las ecuaciones analı́ticas 2.25 y 2.26 para calcular el
coeficiente de empuje activo (Ka ) y el punto de aplicación de la resultante (h/H), respec-
tivamente, a partir de los coeficientes Mc y MR mostrados en la tabla 2.13 y el ángulo de
rozamiento interno φ (en grados).

Ka = 186203472,74Mc3 + 5165156,87Mc2 + (47625,47 + φ)Mc + 146,50 (2.25)


(h/H)a = −5191872,44MR3 + 43451,003MR2 + (59,16 + φ)MR − 0,3524 (2.26)

Tabla 2.13 – Coeficientes Mc y MR obtenidos para el ajuste de Matsuzawa y Hazarika [36] para el cálculo de
KA y el punto de aplicación de la resultante, ecuaciones 2.25 y 2.26.
T RT RB RB-T
Mc -0,00996 -0,00970 -0,00836 -0,00858
MR 0,00427 0,00810 -0,00399 0,00375

Finalmente, los autores mencionados analizaron el efecto de la densidad del relleno


para los modos de traslación y rotación en coronación. Comprobaron que en el caso de
traslación, la densidad del relleno no afecta al patrón de la distribución de presiones aun-
que sı́ a su magnitud, como se comprueba en la figura 2.43(a). Por el contrario, el efecto
de la densidad sı́ es relevante para el modo de rotación en coronación, presentando una
distribución distinta, como se muestra en la figura 2.43(b).
76 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Presiones horizontales (b) Movimiento del muro (c) Presiones-activa

Figura 2.42 – Resultados obtenidos de la simulación numérica realizada por Matsuzawa y Hazarika [36] para
cada modo de movimiento del muro, donde d representa el desplazamiento horizontal del muro,
θ la rotación del muro con la vertical y s el valor del desplazamiento en el punto medio del muro
para el modo RB-T.

2.5.2. Modelos para problemas dinámicos

Las primeras investigaciones32 sobre la modelización de estructuras de contención bajo


cargas dinámicas se pueden encontrar en los años 80, las cuales a su vez suelen estar
contrastadas con investigaciones experimentales. Entre dichos estudios numéricos se en-
cuentra en primer lugar el trabajo desarrollado por Siddharthan y Maragakis (1989) [37],
quienes a través de un modelo en elementos finitos y deformación plana, estudiaron la res-
puesta sı́smica de muros flexibles que retienen un suelo seco. El modelo considera un com-
portamiento no lineal del relleno a través de un enfoque incremental donde las propiedades

32
Para problemas dinámicos, la técnica de los elementos finitos también ha sido empleada por otros inves-
tigadores como Veletsos y Younan[96] o Jung et al. [16] para modelizar los métodos simplificados que han
propuesto, no para abordar un problema dinámico complejo como tal. Por ello no se han incluido en este apar-
tado sino junto con los correspondientes métodos de cálculo simplificados.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 77

(a) Traslación (b) Rotación en Coronación

Figura 2.43 – Efecto de la densidad del relleno en la distribución del empuje de tierras activo según Matsuzawa
y Hazarika [36], para los modos de traslación y rotación en coronación.

del suelo dependen de la trayectoria tensional seguida, considerando un amortiguamiento


histerético del suelo. Estos autores también introducen un cierto valor de amortiguamiento
viscoso tipo Rayleigh, en torno al 1-2 % del crı́tico, para amortiguar las altas frecuencias
introducidas por el procedimiento de integración. Emplean elementos isoparamétricos pa-
ra el suelo, elementos viga (elástico lineal) para el muro y los elementos de interfaz pro-
puestos por Goodman et al. [131, 132] para el contacto muro-relleno y poder modelizar
ası́ el deslizamiento entre ellos. El comportamiento para la interfaz se asume como elástico-
perfectamente plástico y con un criterio de fallo Mohr-Coulomb33 . El estado tensional inicial
(o in-situ) lo evalúan a través de un proceso constructivo capa a capa, mientras que la soli-
citación dinámica se aplica en la base y se define como una carga sinusoidal de periodo 1
seg. y una amplitud que varı́a linealmente hasta un máximo de 0,17g en 2 segundos man-
teniéndose constante durante 6 seg. y posteriormente reduciéndose linealmente hasta 0
en 2 seg. Los resultados obtenidos por este modelo se comparan en primer lugar con los
registros observados de ensayo en centrifuga (Universidad de Cambridge) [37]. Después
investigaron la influencia de la flexibilidad del muro y de la densidad del relleno sobre la
respuesta concluyendo lo siguiente:

Encontraron un buen ajuste con los resultados experimentales para la ley de mo-
mentos flectores residuales34 en el muro, aunque los momentos flectores máximos
calculados son superiores a los medidos, figura 2.44(a).

En cuanto a la influencia de la densidad del relleno, analizaron dos arenas (Ottawa)


una densa (Dr = 75 %) y otra de densidad media (Dr = 54 %), concluyendo que las
deformaciones para la arena de densidad media son superiores que las de la arena
densa, lo que implica mayores momentos flectores, como muestra la historia temporal
de la figura 2.44(b).

Respecto a la influencia de la flexibilidad del muro trabajaron con dos valores de rigi-
dez, EI = 7,5 · 105 kN/m2 y EI = 1,6 · 105 kN/m2 , junto con los dos casos anteriores
33
A pesar de que el método propuesto permite incorporar elementos de deslizamiento en la interfaz suelo-
muro, los autores adoptan una condición de no deslizamiento (“contacto perfecto”) para reducir el numero de
parámetros del análisis. Además exponen que los elementos de deslizamiento afectan al asiento del relleno
junto al muro, pero no afectan al momento flector ni a los asientos del relleno que se encuentra lejos del muro.
34
Los valores residuales se definen una vez que ha cesado la solicitación cı́clica.
78 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

de arena. Expresan los momentos flectores máximos y residuales en la base del muro
4
en función del número de flexibilidad35 ρ = H
EI y respecto al momento flector MS−W
obtenido por Seed y Whitman [3]. En la figura 2.44(c), observaron que una mayor fle-
xibilidad del muro se traduce en una reducción importante de los momentos flectores,
de tal modo que, según estos autores, los momentos flectores calculados por Seed
y Whitman proporcionan valores conservadores para los muros flexibles y no conser-
vadores para los muros más rı́gidos. La diferencia entre el momento flector máximo y
residual es mucho más significativa para los muros más rı́gidos.
Los muros más flexibles y con el relleno de menor densidad son los que presentan los
desplazamientos horizontales más altos, figura 2.44(d). Los asientos obtenidos en el
relleno lejos del muro también son superiores para el caso de la arena de densidad
media.
En la investigación realizada, Siddharthan y Maragakis asumen que el muro está unido
rı́gidamente a la base, por lo que no tienen en cuenta el efecto que los desplazamien-
tos del suelo de apoyo pueden tener sobre el comportamiento de la estructura.
Al-Homoud y Whitman (1999) [136] desarrollaron un modelo bidimensional en elemen-
tos finitos para analizar la respuesta sı́smica de estructuras de contención rı́gidas, espe-
cialmente estribos de puentes de carreteras, que retienen y están cimentados en arena
seca, con especial énfasis en su comportamiento frente a rotación. Para ello emplearon
el código FLEX [136] formulado en FORTRAN 77. El modelo constitutivo empleado es de
tipo “viscous-cap”, compuesto por una superficie de fallo y una ley de endurecimiento (“cap
hardening”) junto con una regla de flujo asociado. Además el comportamiento visco-elásti-
co representa un amortiguamiento de tipo histerético del suelo durante la carga dinámica.
Disponen elementos de interfaz tanto en el trasdós del muro como en su base para permitir
el deslizamiento y el despegue/contacto. En cuanto a los contornos del dominio numérico,
se basan en la tipologı́a de contornos absorbentes propuestos por Lysmer y Kuhlemeyer
[45] para simular la radiación de energı́a en los bordes laterales. Emplean elementos isopa-
ramétricos de 4 nodos tanto para el relleno como para el material de cimentación, mientras
que para el cálculo dinámico el código FLEX utiliza una técnica explı́cita de integración
en el dominio del tiempo. Para iniciar los vectores de tensión y deformación se usan los
resultados de un análisis estático previo. El modelo estudiado corresponde a un muro de
gravedad de 8 m de altura y 3 m de ancho, sometido tanto a una solicitación sinusoidal como
a diferentes sismos. Además los resultados obtenidos del modelo fueron comparados con
diferentes ensayos en centrifuga y también se realizó un estudio paramétrico, obteniendo
las siguientes conclusiones:

El movimiento de rotación alejándose del relleno es el modo de respuesta dominan-


te durante la aplicación de la carga dinámica presentado un valor de giro permanente
una vez que cesa la solicitación. Además de esta rotación permanente, también tienen
lugar un incremento permanente del empuje horizontal sobre el muro, un levantamien-
to permanente del tacón del muro y un hundimiento de la punta, acompañados de un
incremento permanente de las tensiones verticales bajo la punta y un decremento de
las tensiones verticales en el tacón.
El valor del giro que sufre el muro depende del ratio entre la frecuencia de solicitación
y la frecuencia fundamental del relleno, aumentando de forma no lineal el valor del
giro cuando este ratio se aproxima a 1. También depende del número de ciclos, de la
amplitud del input y del ancho de la base del muro.
35
Los muros más flexibles son aquellos que tienen un número de flexibilidad más alto, mientras que los más
rı́gidos tienen un número de flexiblidad más bajo.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 79

(a) Ley de momento flector máximo y residual

(b) Historia temporal del momento flector en un punto a 2,8 m de la base

(c) Momento flector máximo y residual, en la base (d) Desplazamiento horizontal máximo del muro
del muro

Figura 2.44 – Principales conclusiones obtenidas del modelo en elementos finitos para carga cı́clica de Sidd-
harthan y Maragakis [37].
80 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Variaciones en los parámetros del suelo de cimentación afectan poco al valor de giro
residual.
Consideran que un modelo donde se asume el relleno y el suelo cimentación como
elástico, ası́ como no permitir el despegue/contacto en la interfaz proporciona resulta-
dos irreales.
Comparando con los resultados obtenidos por el modelo numérico, el procedimiento
simplificado de Seed y Whitman [3] es conservador, mientras que la localización del
punto de aplicación de la resultante del empuje dinámico es superior al valor de 0,6H
propuesto por Seed y Whitman.
Verifican que existe un desfase entre la aceleración máxima en la coronación y en la
base, como ya observaron Steedman y Zeng [9]. El valor de este desfase depende
del ratio entre la frecuencia de la solicitación y la frecuencia fundamental del relleno.
El punto más alto de aplicación de la resultante se produce cuando dicha resultante
es máxima y el punto más bajo cuando la resultante es mı́nima.
En base a los resultados de este estudio, proponen un procedimiento aproximado para
estimar el desplazamiento residual de un muro rı́gido tras un sismo.
Posteriormente, Green y Ebeling (2003) [38] publicaron una investigación sobre el análi-
sis sı́smico de estructuras flexibles, muros tipo ménsula, en base a una modelización numéri-
ca realizada en el programa en diferencias finitas FLAC [137]. Con ello pretendı́an determi-
nar la magnitud y distribución de las cargas sı́smicas que actúan sobre la estructura, para
analizar la estabilidad global de la misma y el diseño de los diferentes elementos estructura-
les. Consideraron un muro de altura 20 ft (≈ 7m) que retiene una arena de densidad media y
esta apoyado sobre una base de arena densa. En cuanto a la solicitación dinámica emplea-
da, trabajaron con terremotos reales registrados sobre roca o suelo firme, en particular con
el terremoto de Loma Prieta (1989) en California, previamente escalado y tras filtrar las altas
frecuencias. Puesto que el sismo seleccionado fue registrado en roca, obtuvieron el corres-
pondiente acelerograma a aplicar en la base del modelo a través del programa SHAKE91
[138]. Para el terreno emplearon un modelo elastoplástico junto con un criterio de rotura
Mohr-Coulomb, mientras que para el muro emplearon elementos viga elásticos consideran-
do dos valores de inercia para la sección del muro, uno fisurado y otro sin fisurar. Respecto
a la interacción suelo-muro emplearon los elementos implementados en FLAC que permi-
ten tanto el despegue como el deslizamiento relativo. Para el comportamiento a cortante
en la interfaz emplearon un modelo basado en el modelo elástico hiperbólico desarrollado
por Gomez et al. [50] para problemas de carga/descarga (“Extended Hyperbolic Model”) y
que esta basado a su vez en el modelo hiperbólico original de Clough y Duncan [130]. En
cuanto al amortiguamiento, al emplear un modelo elastoplástico, las deformaciones plásti-
cas del suelo introducen un amortiguamiento de tipo histerético, sin embargo cuando las
tensiones se mantienen en el rango elástico no se produce amortiguamiento alguno, por
ello adoptan un valor mı́nimo de amortiguamiento tipo Rayleigh entre el 1-2 % del critico.
Sin embargo, puede no ser suficiente para eliminar los ruidos de altas frecuencias, más
aún debido al algoritmo explı́cito de integración empleado, por ello estos autores adoptan
como valor máximo de amortiguamiento Rayleigh, el valor obtenido de la última iteración
del programa SHAKE en el cálculo del acelerograma. El modelo numérico se construye
de forma similar al proceso constructivo real. Como resultados del modelo obtuvieron tan-
to la resultante sobre el vástago del muro (Pstem ), como sobre el plano vertical que pasa
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 81

por el talón de la base (Pheel ), ası́ como los puntos de aplicación de ambos, el incremento
de empuje debido al sismo, y los desplazamientos permanentes del muro. Las principales
conclusiones obtenidas fueron:
El valor máximo del empuje sobre la sección que pasa por el talón (Pheel ) es superior
al valor máximo del empuje sobre el vástago (Pstem ), presentando éste último mayores
fluctuaciones. Al cesar la solicitación sı́smica, se obtiene un valor residual de empuje
que se aproxima al valor del empuje al reposo, tanto en el vástago como en la sección
por el talón (figura 2.45).
Respecto al punto de aplicación de la resultante, se observa una tendencia creciente
a medida que progresa el sismo, presentando mayor fluctuación en el caso del empuje
sobre el vástago, figura 2.45. El punto de aplicación de Pstem se encuentra en desfase
tanto con la aceleración horizontal como con la propia resultante sobre el vástago, sin
embargo el punto de aplicación de Pheel se encuentra en desfase con la aceleración
horizontal pero no con la resultante (Pheel ), figura 2.46. Los puntos de aplicación de
ambas resultantes se sitúan en torno al punto medio del muro y en cualquier caso son
superiores al valor estático (figura 2.47).
El máximo incremento de empuje en el vástago obtenido del modelo no coincide con
el valor máximo de aceleración aunque es muy próximo al incremento de presión deri-
vado de Seed y Whitman (∆PSeedW hitman ). En el caso del talón, el valor del incremento
de presión obtenido del modelo (∆Pheel ) coincide con el pico de aceleraciones aunque
resulta mayor que ∆PSeedW hitman (figura 2.45).

2.5.3. Modelos para problemas dinámicos en medios porosos saturados

Como ya se ha indicado anteriormente, el diseño de estructuras de contención es un


problema tradicional de la Geotecnia, por lo que conocer los factores que gobiernan la
respuesta de la estructura es fundamental a la hora de abordar el diseño de las mismas,
especialmente en los casos dinámicos. Mientras que en los problemas con rellenos secos
solamente es necesario determinar el incremento de presión de tierras debido a la carga
sı́smica, en los rellenos saturados el cálculo se complica debido a la presencia de agua,
ya que se introducen presiones hidrodinámicas adicionales junto con un incremento de
presión de poro debido a la carga cı́clica, lo que puede conducir a una reducción de la
resistencia y de la rigidez del relleno, además de un incremento de la presión lateral. Cuando
las estructuras están construidas sobre suelos arenosos saturados, la carga sı́smica puede
generar un incremento de la presión de poro que provoque la degradación de la rigidez y
resistencia del suelo, afectando a la estabilidad de la estructura y, en el peor caso, dicho
incremento de presión de poro puede generar la licuefacción del suelo, fenómeno al que
son especialmente susceptibles algunas estructuras costeras. Algunos ejemplos de daños
importantes ocasionados por terremotos en estructuras con presencia de agua son por
ejemplo el puerto de Kobe (Japón) tras el terremoto de 1995, fotografı́a 2.48(a), o el fallo de
la presa de San Fernando en California (EEUU) en 1971, fotografı́a 2.48(b).
Factores como los efectos de inercia del muro, la rigidez relativa entre el relleno y el
muro, las caracterı́sticas del sismo, las presiones laterales residuales, etc. contribuyen a
aumentar la dificultad de este problema de interacción suelo-fluido intersticial-estructura.
Este complejo problema requiere de sofisticadas técnicas numéricas para ser analizado,
por ello las investigaciones numéricas sobre problemas dinámicos con rellenos saturados
son escasas.
82 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.45 – Resultantes, puntos de aplicación e incrementos de presión, tanto en el vástago (stem) como en
la sección por el talón del muro (heel), obtenidos con el modelo de Green y Ebeling [38].

Una de las técnicas más avanzadas son los modelos en elementos finitos, los cuales
permiten abordar la complejidad del comportamiento del suelo bajo carga dinámica, la in-
teracción suelo-estructura y la influencia del agua. Dos de estos modelos más difundidos
son el programa SWANDYNE desarrollado por Chang, y una versión posterior ampliada
conocida como DYANA-SWANDYNE II [56].
Para la validación de los modelos numéricos es muy habitual emplear resultados expe-
rimentales procedentes de ensayos a escala reducida principalmente realizados con mesa
vibrante o ensayos en centrı́fuga destacando, entre otros, los resultados obtenidos del pro-
yecto VELACS (Verification of Liquefaction Analysis by Centrifuge Studies) [56, 141]. En
muchos casos, los resultados del ensayo se conocen de antemano lo que permite una me-
jor calibración de la ley constitutiva y del modelo numérico.
A continuación se presentan las investigaciones más relevantes recogidas en la litera-
tura y que abarcan el estudio de la respuesta dinámica de estructuras de contención con
rellenos saturados a partir de modelos en elementos finitos, las cuales a su vez se apoyan
en estudios experimentales para validar y contrastar los resultados.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 83

Figura 2.46 – Desfases observados por Green y Ebeling [38] en los resultados obtenidos para las resultantes,
sus puntos de aplicación y la aceleración horizontal.

Figura 2.47 – Distribuciones de presiones obtenidas del modelo de Green y Ebeling [38] para los valores máxi-
mos de Pstem , Pheel , (Y )stem y (Y )heel .

2.5.3.1. Madabhushi y Zeng (1998)

En primer lugar destaca la investigación desarrollada por Madabhushi y Zeng (1998)


[40] para analizar la respuesta de muros de gravedad en puertos frente a sismo. Para ello
realizaron por una parte una modelización numérica del problema a través del programa
SWANDYNE, que compararon con los resultados obtenidos de diferentes ensayos en cen-
trifuga. Con esta investigación los autores pretendı́an desarrollar una técnica numérica que
recogiera las principales caracterı́sticas de los comportamientos experimentales analiza-
dos. Los ensayos adoptados como referencia se llevaron a cabo en centrı́fuga (Cambridge
Geotechnical Centrifuge Center) y se encuentran descritos detalladamente en el artı́culo
publicado por Zeng (1998) [39], los cuales se corresponden a ensayos sobre arena suelta
para relleno seco (XZ7) y para relleno saturado (XZ9)36 .
Como ya se ha indicado, para analizar el problema de un medio poroso saturado so-
metido a cargas cı́clicas, Madabhushi y Zeng emplearon el código en elementos finitos
SWANDYNE. Este código esta definido en deformaciones planas y emplea una formula-
36
Los resultados reportados en [39] son parte del proyecto VELCAS (Verification of Liquefaction Analysis
using Centrifuge Studies), financiado por la National Science Foundation (EEUU) en la década de los 90.
84 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Parque en memoria del terremoto de Kobe de 1995 (Japón) (b) Fallo por licuefacción del espaldón de
[139] aguas arriba en la presa de San Fernando
tras el terremoto de 1971 [140]

Figura 2.48 – Fallos de estructuras de contención con presencia de agua tras sendos episodios sı́smicos.

ción acoplada y tensiones efectivas a través de la formulación de Biot [56], despreciando


el término de aceleración del fluido (formulación u-p) y empleando el método incondicio-
nalmente estable de Newmark (γ = 1/2 y β = 1/4) [54]. En cuanto al modelo constitutivo,
emplean el modelo propuesto por Pastor, Zienkiewicz y Leung (1985) y conocido como (P-
Z III) [40]. Este modelo esta basado en la teorı́a de plasticidad generalizada con superficie
frontera y una regla de flujo no asociado, definiéndose explı́citamente para el mismo las
superficies de fluencia y de potencial plástico. Los parámetros del modelo fueron obtenidos
de ensayos de laboratorio sobre la arena de Nevada para una densidad relativa del 40 %.
Estos ensayos se muestran en la tabla 2.14 (ensayos XZ7 y XZ9).
Para la correcta simulación de los resultados de laboratorio, Madabhushi y Zeng imple-
mentaron diferentes técnicas numéricas especiales. En primer lugar observaron que, debido
a la forma en la que se aplica la carga en el ensayo de centrı́fuga, se parte de unas con-
diciones iniciales de velocidad y desplazamiento no nulas, las cuales se tienen en cuenta
para el modelo numérico, y cuya magnitud se estima a partir de la aceleración registrada
en la base del modelo experimental y con un algoritmo basado en las transformadas de
Fourier37 . En segundo lugar, se debe prestar especial atención a los contornos del modelo
para reproducir las condiciones de campo libre, para lo que es necesario emplear bordes
absorbentes artificiales que eviten la reflexión de las ondas hacia el dominio del problema,
lo que podrı́a llegar invalidar los resultados. En los ensayos este problema se aborda co-
locando en ambos extremos del modelo unas bandas de un material blando denominado
“Duxeal”, mientras que en el modelo numérico se implementan unos contornos absorben-
tes conocidos como “compound parabolic collector-based nonreflecting boundaries”38 . En
tercer lugar, se debe tener en cuenta que durante episodios de sismos intensos, el muro
37
Este algoritmo se encuentra resumido en [40].
38
Estos contornos se disponen en los extremos del modelo y están definidos por unos recintos parabólicos a
modo de colectores, de tal modo que las ondas incidentes sobre el contorno se conducen hacia un apéndice de
este recinto, donde debido a su geometrı́a tienen lugar múltiples reflexiones de las ondas que hacen que éstas
queden atrapadas y no vuelvan a re-introducirse en el dominio de cálculo.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS
Tabla 2.14 – Parámetros adoptados para el modelo constitutivo (P-Z III) empleado en el modelo de elementos finitos para un muro de gravedad utilizado por Madabhushi y
Zeng (1998) [40], ensayos XZ7 (relleno seco de arena suelta) y XZ9 (relleno saturado de arena suelta), y en el modelo en elementos finitos para un muro flexible
de Madabhushi y Zeng (2007) [41], ensayo XZ3 (relleno de arena saturada).
Parámetro Ensayo XZ7 Ensayo XZ9 Ensayo XZ3
Permeabilidad k (m/s) 6,6 · 10−5 5,6 · 10−5 6,6 · 10−5
Densidad seca γd (kN/m2 ) 14,69 14,9 14,6
Índice de huecos e 0,79 0,764 0,74

Ángulo de fricción estado crı́tico φcrit 26,6o 31,3o 33o
Pendiente de CSL para vector de deformaciones plásticas Mg 1,26 1,26 1,15
Pendiente de CSL para el vector de cargaa Mf 0,94 0,94 0,95
Parámetro (dilatancia - ratio de tensiones) αg 0,45 0,45 0,45
Parámetro (dilatancia - vector de deformaciones plásticas) αf 0,45 0,45 0,45
Módulo plástico en carga H0L (kP a) 700 700 600
Módulo plástico en descarga H0U (kP a) 6000 6000 40000
Parámetro de deformación plástica durante la descarga γHu 2 2 2
Parámetro de deformación plástica durante la re-carga γDM 2 2 0
Parámetro del modelo β0 4,2 4,2 4,2
Parámetro del modelo β1 4,2 4,2 0,2
Parámetro de tamaño (superficie de fluencia) pf - - 1,2
Parámetro de tamaño (potencial plástico) pg - - 1,2
a
El ratio Mg /Mf fue elegido en función de la densidad relativa del modelo de centrifuga

85
86 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

puede sufrir importantes desplazamientos laterales, rotaciones y asientos, lo que implica


que sea necesario introducir en el modelo elementos de deslizamiento (“slip elements”) en
la interfaz entre el muro y el relleno para poder reproducirlos. Madabhushi y Zeng introdu-
jeron una serie de elementos deslizantes en el contacto muro-relleno, modelizados como
elementos cuadrangulares isoparamétricos de muy baja rigidez a cortante (un orden de
magnitud inferior a la rigidez a cortante de los elementos de suelo adyacentes), de tal modo
que se puedan simular deformaciones importantes. Estos elementos siguen una ley de tipo
Morh-Coulomb, con un ángulo de fricción menor de 18o .

- Simulación numérica del ensayo con suelo seco- XZ7

El esquema correspondiente a este ensayo se muestra en la figura 2.49(a), mientras que


el modelo numérico desarrollado por Madabhushi y Zeng para este ensayo se muestra en la
figura 2.50, donde se emplearon en la mayor parte elementos isoparamétricos de 4 nodos
y algunos elementos triangulares bajo el muro. En la figura 2.51 se muestra la comparación
entre los resultados experimentales y los resultados numéricos obtenidos para el ensayo
XZ7.

(a) XZ7: Relleno seco con arena suelta

(b) XZ9: Relleno saturado con arena suelta

Figura 2.49 – Esquema de la sección transversal de los modelos experimentales en centrı́fuga XZ7 y XZ9 [39].
(ACC: acelerómetro, PPT: transductor de presión de poro, LVDT: transductor de desplazamien-
tos).

En general se observa como el modelo numérico reproduce bastante bien los resultados
experimentales, tanto para el acelerómetro ACC3 situado detrás del muro y cerca de la su-
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 87

Figura 2.50 – Esquema del modelo numérico para el ensayo XZ7 desarrollado por Madabhushi y Zeng [40].

perficie, como para los acelerómetros ACC5 y ACC7 situados en el punto medio y los ACC8
y ACC9 cerca de la base del modelo. Los peores ajustes se producen para las zonas más
próximas a los bordes del modelo (ACC10), mientras que el acelerómetro ACC11 muestra
el registro en la base y que es usado como señal de entrada en el modelo numérico. En
cuanto a la respuesta del muro, ACC1 y ACC2 se encuentran situados en la coronación y
base del muro respectivamente, donde ACC1 registra una aceleración pico del −0,325g en
una dirección y de 0,202g en la otra. Esta diferencia de amplitudes entre los ciclos puede
ser debida al deslizamiento que sufre el propio muro [39], aunque ambas son recogidas de
forma satisfactoria por el modelo numérico.
Los autores concluyen que el amortiguamiento del modelo numérico es inferior al amor-
tiguamiento real del ensayo en base a dos aspectos: el desfase (retraso) existente de los
resultados numéricos respecto a los experimentales, y la reducción en la amplitud de la
aceleración cuando cesa la solicitación. Dicha reducción es menor en el modelo numérico
que en el ensayo.
El desplazamiento horizontal de la coronación del muro simulado por el modelo es lige-
ramente superior al experimental. Por otra parte, aunque en el ensayo no se registraron los
asientos del muro, a partir del modelo numérico los autores obtuvieron un valor en torno a
0,1 m una vez que cesa el sismo. En la figura 2.53 se comparan la deformada del muro tras
el ensayo y el valor obtenido con el modelo numérico, observandose que las caracterı́sti-
cas generales de la malla deformada son similares a las del ensayo, lo que indica que los
elementos de deslizamiento dispuestos en la interfaz son adecuados.

- Simulación numérica del ensayo con suelo saturado- XZ9

El ensayo XZ9 corresponde a un muro de muelle con relleno saturado y el nivel freático
en superficie. El esquema correspondiente a este ensayo se muestra en la figura 2.49(b).
La discretización en elementos finitos es similar a la del modelo para XZ7 aunque para este
caso (saturado) se emplearon elementos isoparamétricos de 8 nodos para los desplaza-
mientos y 4 para la presión de agua.
En la figura 2.52 se muestra la comparación entre los resultados experimentales y los
numéricos obtenidos para el ensayo XZ9. El acelerométro ACC6 muestra el registro en la
base. El ACC1, situado en la coronación del muro refleja la respuesta de la estructura,
mostrando un buen ajuste entre el modelo y el ensayo, observándose un pequeño desfase,
88 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.51 – Comparación entre los registros obtenidos del ensayo en centrifuga XZ7 (relleno seco) y las
simulaciones numéricas obtenidas por Madabhushi y Zeng [40]. La posición de los acelerometros
(ACC) y transductores (LVDT) se muestran en la figura 2.49(a).
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 89

Figura 2.52 – Comparación entre los registros obtenidos del ensayo en centrifuga XZ9 (relleno saturado) y las
simulaciones numéricas obtenidas por Madabhushi y Zeng [40]. La posición de los acelerometros
(ACC) y transductores de desplazamiento (LVDT) y poro (PPT) se muestran en la figura 2.49(b).
90 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Figura 2.53 – Deformada obtenida con el ensayo de centrifuga y con el modelo numérico para el ensayo XZ7
analizado por Madabhushi y Zeng [40].

como también sucedı́a para el caso seco, debido al amortiguamiento del modelo. Los regis-
tros de los acelerómetros ACC2, ACC3 y ACC4 (en menor medida) son similares en forma
a los del modelo numérico pero no en magnitud, lo que los autores justifican debido a un
fallo en la lectura de los transductores durante el ensayo. El ACC5, situado bajo el muro,
muestra unos valores muy pequeños de aceleración lo que indica que la zona bajo el muro
sufrió licuefacción, obteniendo un registro muy similar en el modelo numérico.
En cuanto a la presión de poro, el transductor PPT1 situado detrás del muro cerca de
la superficie, registra un incremento de presión de poro pequeño que es también predi-
cho razonablemente bien por el modelo numérico. Sin embargo, el PPT2 situado cerca de
la superficie en campo libre, registra experimentalmente la licuefacción que sufre el suelo
después de dos ciclos y se mantiene en ese valor a lo largo de todo el ensayo, mientras
que el modelo numérico muestra un claro comportamiento cı́clico. El PPT3 muestra un
comportamiento similar. Esto pone de manifiesto que el modelo numérico sobrepredice el
comportamiento dilatante de la arena para suelos con baja presión de confinamiento, resul-
tando grandes presiones de poro negativas durante la descarga. Sin embargo, esto no es
un problema para suelos muy confinados. Ası́ el registro del PPT4, situado a gran profun-
didad en el relleno, es reproducido adecuadamente por el modelo numérico. Nuevamente,
para los PPT5 y PPT6 los resultados numéricos dan valores más bajos de presión de poro
que los ensayos experimentales. Por lo tanto, los autores concluyen que el modelo numéri-
co desarrollado reproduce razonablemente bien la presión de poro cuando la presión de
confinamiento es alta, mientras que para los suelos con baja presión de confinamiento, el
modelo sobrepredice la reducción de la presión de poro en la descarga, lo que asocian con
unos valores demasiado altos de los parámetros αg y αf en el modelo constitutivo.
El desplazamiento lateral permanente del muro deducido del modelo numérico (0,68 m)
se ajusta muy bien al obtenido experimentalmente (0,7 m), mientras que el asiento del muro
estimado del modelo se sitúa en torno a 0,15 m. En la figura 2.54 se muestra la deformada
obtenida tras el ensayo de centrifuga y en el modelo numérico, donde se puede comprobar
que el modelo en elementos finitos reproduce bastante bien la deformada experimental.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 91

Figura 2.54 – Deformada obtenida con el ensayo de centrı́fuga y con el modelo numérico para el ensayo XZ9
según Madabhushi y Zeng [40].

2.5.3.2. Madabhushi y Zeng (2007)

Posteriormente, Madabhushi y Zeng (2007) [41] presentaron los resultados de un mo-


delo en elementos finitos, realizado con SWANDYNE, para un muro flexible que retiene un
relleno de arena seca (XZ2) o saturada (XZ3) sometido a una carga sı́smica, comparan-
do dichos resultados con los correspondientes de un ensayo en centrı́fuga39 . En la figura
2.55(a) se muestra una sección transversal del modelo de centrı́fuga para el muro flexible y
en la figura 2.55(b) las zonas discretizadas en el modelo numérico. Puesto que la finalidad
del estudio numérico es la de reproducir un ensayo de centrı́fuga, los autores incluyen el
contenedor del ensayo de centrı́fuga en el modelo numérico, condiserándolo como elásti-
co y asignándole las propiedades del acero, evitando ası́ la implementación de técnicas
numéricas de contornos absorbentes como en la investigación anterior [40]. Por otra parte,
la pantalla de aluminio también se modeliza como elástica. Además se colocan elementos
de contacto (“slip elements”) en las interfaces entre el suelo y el metal, que sigue una ley
elastoplástica con un rozamiento de 12o . En cuanto al suelo, se emplea para el cálculo
dinámico un modelo constitutivo de tipo Mohr-Coulomb con una regla de flujo no asociado
para el suelo seco (XZ2), tabla 2.15, y el modelo P-Z III descrito en la investigación an-
terior para el relleno saturado (XZ3), tabla 2.14, aunque para el caso saturado el estado
tensional inicial se obtiene de un cálculo estático previo donde consideran un suelo de tipo
Mohr-Coulomb.
Para el contenedor y el muro emplearon elementos isoparamétricos con 8 nodos, mien-
tras que para el relleno y los elementos de contacto emplearon elementos de 12 nodos, 8
para los desplazamientos y 4 para la presión de agua, empleando una discretización más
fina para el caso del relleno saturado frente al seco, una técnica necesaria para alcanzar la
convergencia. Se emplearon tres terremotos con distintas aceleraciones pico que se incre-
mentan gradualmente según la tabla 2.16.
Al tratarse de una estructura flexible destacan el análisis del momento flector, de los
desplazamientos y deformada del muro, del incremento de presión de poro y de las ace-
39
En el ensayo en centrı́fuga emplearon aceite de silicona con una viscosidad 80 veces superior a la del agua
para reproducir correctamente la permeabilidad del medio en un ensayo a escala reducida.
92 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Sección transversal del modelo de centrı́fuga (b) Zonas discretizadas en el modelo numérico

Figura 2.55 – Esquema del modelo de centrı́fuga y zonas discretizadas en el modelo de elementos finitos
realizado por Madabhushi y Zeng [41] para un muro flexible.

Tabla 2.15 – Parámetros para el modelo Mohr-Coulomb modificado empleado por Madabhushi y Zeng [41] en
el ensayo de suelo seco (XZ2).
Parámetro XZ2
Módulo de Young E (MPa) 204,8
Coeficiente de Poisson ν 0,3
Cohesión c (kPa) 5
Modulo de endurecimiento H 100
Ángulo de fricción interna φ 33o
Ángulo de dilatancia δ 8o
Presión de confinamiento prescrita para E PIN IT (kPa) 50
Parámetro α 0,5

leraciones, tanto del muro como del relleno. Las principales conclusiones obtenidas sobre
estos aspectos se recogen a continuación.

- Ley de momentos flectores dinámicos en el muro

Las leyes de momentos flectores dinámicos obtenidos tanto en el ensayo como por el
modelo numérico se muestran en la figura 2.59(a) para el caso seco y en la figura 2.59(b)
para el caso saturado. La simulación numérica reproduce bastante bien los resultados expe-
rimentales, en particular para el caso seco, mientras que en el caso saturado los resultados
numéricos son ligeramente superiores a los experimentales, especialmente a medida que
la intensidad del terremoto crece. El efecto sı́smico es más severo en los casos con relleno
saturado que con relleno seco, lo que puede ser debido a una combinación entre el incre-
mento de fuerzas de inercia, de presión de poro en el relleno y de presiones hidrodinámicas.
También comprueban que se obtienen unos momentos flectores residuales (cuando cesa el
sismo) notablemente superiores a los de la situación estática, tanto en el caso seco como
saturado.

Tabla 2.16 – Aceleraciones pico de las señales de entrada empleadas en la investigación de Madabhushi y
Zeng [41].
XZ2-Seco XZ3-Saturado
EQ1 0,12g 0,108g
EQ2 0,22g 0,17g
EQ3 0,23g 0,301g
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 93

(a) Caso Seco - XZ2 (b) Caso Saturado - XZ3

Figura 2.56 – Leyes de momentos flectores dinámicos obtenidas por Madabhushi y Zeng [41] para el modelo
numérico y los ensayos en centrı́fuga.

- Desplazamientos y deformada del muro

La deformación sufrida por la estructura y su relleno son de especial interés en el diseño


ya que afectan al servicio de la estructura. La deformación en el caso saturado es mucho
mayor que en el caso seco. Ası́ en la figura 2.57 se muestra el desplazamiento sufrido por
la coronación del muro tanto en el ensayo fı́sico como en el modelo numérico para los te-
rremotos EQ2 y EQ3. En ambos casos se puede observar que estos desplazamientos son
importantes, aunque para el terremoto EQ2 la simulación numérica subestima los despla-
zamientos durante el sismo pero llega a alcanzar una buena predicción del valor final. Por
el contrario, en el terremoto EQ3 la simulación numérica a lo largo de la aplicación de la
carga es bastante satisfactoria pero llega a sobrestimar el valor final. En cuanto a la defor-
mada, tanto el modelo numérico como el ensayo, figura 2.58, muestran perfiles similares,
destacando la zona de subsidencia que se produce detrás del muro, que afectarı́a a las
estructuras que existieran en esa zona.

EQ2 EQ3

Figura 2.57 – Desplazamientos sufridos por la coronación del muro frente a los sismos EQ2 y EQ3, tanto en el
ensayo de centrı́fuga como en el modelo numérico, desarrollados por Madabhushi y Zeng [41].
94 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Deformada Ensayo Centrifuga XZ3 Deformada modelo de elementos finitos para XZ3-EQ3

Figura 2.58 – Deformada en el ensayo de centrı́fuga y en el modelo numérico para XZ3 (relleno saturado)
según Madabhushi y Zeng [41].

- Incremento de presión de poro

Los resultados numéricos de presión de poro siguen la tendencia de los registros obte-
nidos por los transductores en el ensayo. En la figura 2.59(a) se muestra la distribución de
presión de poro antes de la aplicación de la carga, la cual se corresponde con la situación
hidroestática, y en la figura 2.59(b) la distribución de la presión de poro durante el terremoto
EQ3, obtenida a partir del modelo en elementos finitos. Se puede comprobar como el in-
cremento de presión de poro se genera en cotas profundas del relleno, lejos del muro. Los
autores destacan la aparición de pequeñas zonas de succión debidas a la dilatancia de la
arena en la cuña activa detrás del muro y en la cuña pasiva frente al muro.

(a) Antes del terremoto (b) Durante el terremoto EQ3 (t=0.07s)

Figura 2.59 – Distribución de presión de poro obtenidas a partir del modelo en elementos finitos empleado por
Madabhushi y Zeng [41] antes y durante la aplicación de la carga.

- Historia de aceleraciones

A través de los registros se puede conocer si las vibraciones se amplifican a medida


que las ondas de corte se propagan por el relleno, o, como en el caso de la licuefacción del
suelo, si las ondas se atenúan, ya que las ondas de corte no se pueden transmitir a través
de un suelo licuado. En el caso saturado, tanto en los resultados experimentales como en
los numéricos, existen grandes amplificaciones de la vibración desde la base hasta la co-
ronación del muro; sin embargo esta amplificación no es tan clara en el estrato de suelo.
En el caso del relleno seco, el modelo numérico reproduce adecuadamente las aceleracio-
nes medidas en el ensayo tanto en el estrato de suelo como en el muro, aunque el modelo
numérico sobrestima ligeramente las aceleraciones en la coronación del muro.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 95

2.5.3.3. Dewoolkar, Chan, Ko y Pak (2007)

Otra de las investigaciones más recientes desarrolladas con modelos en elementos


finitos es la realizada por Dewoolkar et al. (2009) [42] empleando el programa DIANA-
SWANDYNE II en la modelización de una serie de ensayos en centrı́fuga desarrollados
para estudiar el comportamiento de una estructura de contención flexible con rellenos licua-
bles. Analizan la deformación por flexión y deflexiones del muro, las aceleraciones del muro,
ası́ como el empuje lateral y su punto de aplicación sobre el muro, la aceleración del suelo,
el asiento y el incremento de presión de poro.
Los ensayos en centrı́fuga realizados se llevaron a cabo para 4 tipos de muros (alumi-
nio) distintos con diferentes rigideces a flexión, la sección transversal del ensayo se muestra
en la figura 2.60. El material ensayado corresponde a la arena de Nevada No. 100 con una
densidad relativa del 60 %. Además se emplearon dos lı́quidos distintos como fluido inters-
ticial para el relleno saturado, agua para el ensayo MMD10 y un fluido de mayor viscosidad
(“metolose”) en el ensayo MMD12. En el muro, que está unido a la base, solo se permiten
movimientos de flexión, el contacto del relleno con el contenedor del ensayo se hizo sin
fricción, similar a la condición de contorno tipo “carrito” empleada en los elementos finitos,
también se dispuso una capa de material blando “Duxseal” en el extremo del modelo para
reducir la reflexión de las ondas. Para instrumentar el ensayo se emplearon acelerómetros
y transductores de desplazamientos y de presión de poro.

Figura 2.60 – Esquema del ensayo en centrı́fuga desarrollado por Dewoolkar et al. [42].

Como ya se ha indicado, el modelo numérico empleado por Dewoolkar et al. [42] es


el DIANA-SWANDYNE II. El muro de aluminio se modela como elástico lineal, el suelo
bajo cargas estáticas se modela con una ley constitutiva de tipo Mohr-Coulomb, mientras
que para cargas dinámicas se emplea el modelo constitutivo P-Z Mark III, descrito en las
investigaciones anteriores. Además se emplean elementos de contacto (“slip element”) en
la interfaz suelo-muro y amortiguamiento fı́sico de tipo Rayleigh.
96 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

En primer lugar los autores mencionados validan la modelización del muro aislado con-
trastando los resultados del modelo numérico con los resultados de un ensayo en centrı́fuga
realizado sobre el muro sin relleno y registrando tanto las aceleraciones como las deflexio-
nes del muro. Dichos resultados avalan la discretización numérica adoptada para el muro,
como una única columna de 8 elementos de 9 nodos y 4 puntos de integración de Gauss, de
un material elástico lineal sin amortiguamiento, detectando que la frecuencia fundamental
de la estructura se sitúa en torno a 220 Hz.
En cuanto a la selección de los parámetros para la ley constitutiva de plasticidad gene-
ralizada P-Z Mark III, tabla 2.17, parten de los valores adoptados para este mismo material
por otros autores como Chan et al. y Zienkiewicz et al. [42] en los modelos 4a y 1 del
proyecto VELACS. Sin embargo realizan una validación adicional de dichos parámetros a
través de un ensayo en centrı́fuga sobre un estrato de este suelo, en lugar de ensayar un
testigo como es habitual, para ambos tipos de fluido intersticial. Además comparan los re-
sultados del ensayo con los de una modelización numérica del mismo empleando los datos
de Chang et al., que predice una magnitud del incremento de presión de poro más baja, y
de Zienkiewicz et al., que proporciona valores de incremento de presión de poro más altos,
además de grandes oscilaciones numéricas y componentes de altas frecuencias en los re-
sultados al no incluir ningún amortiguamiento. En ambos casos los valores de asiento son
inferiores al 50 % y presentan ratios más altos de generación y disipación de la presión de
poro. En base a estas discrepancias tantean con diversas combinaciones de los parámetros
que intervienen en el modelo hasta obtener una combinación que ajuste los resultados del
ensayo de forma satisfactoria en cuanto a la magnitud y ratio de generación y disipación del
incremento de presión intersticial, dando menos importancia al ajuste entre las aceleracio-
nes. Aunque tanto en el ensayo como en el modelo numérico encuentran diferencias en los
asientos e incrementos de presión intersticial entre el empleo del agua o de la metilcelulosa
como fluido intersticial (debido a la diferencia de permeabilidad introducida por uno u otro
fluido en el modelo), deciden adoptar como parámetro de permeabilidad en el modelo aquel
que ajusta mejor el incremento de presión de poro respecto al ensayo frente al cálculo del
asiento, resultando finalmente los valores mostrados en la tercera columna de la tabla 2.17.
Por otra parte, estudian la influencia de incluir la componente vertical de la aceleración,
observando que introduce gran cantidad de altas frecuencias, que se traducen en un ele-
vado ruido introducido en el cálculo del incremento de la presión de poro. Una vez filtrado
este ruido (filtros de 100 Hz) se obtienen unos resultados de incremento de presión de poro
similares a los obtenidos cuando no se tiene en cuenta la componente vertical, por lo que
Dewoolkar et al. solo incluyen la componente horizontal.
Al igual que Madabhushi y Zeng [41], para determinar el estado tensional inicial y co-
menzar el cálculo dinámico parten de un cálculo estático previo donde adoptan para el
suelo una ley constitutiva de tipo Mohr-Coulomb y una capa de elementos de contacto de
pequeño espesor (“slip element”) dispuestos entre la interfaz del muro y el suelo 40 . Ob-
servan que el tipo de fluido intersticial empleado, y por tanto la permeabilidad, no afecta al
cálculo estático para obtener el estado tensional inicial.
40
Los elementos de contacto dispuestos tienen una relación longitud/anchura de 15 y 1,2 mm de anchura.
Tienen un coeficiente de fricción nula y una cohesión nula frente a tracciones.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS
Tabla 2.17 – Parámetros empleados para el modelo constitutivo (P-Z III) por diferentes autores, sobre los que se basaron Dewoolkar et al. [42] para su selección final (Arena
de Nevada No 100 con un 60 % de densidad relativa).
Parámetro Chan et al. Zienkiewicz et al. Dewoolkar et al.
Densidad de las partı́culas sólidas: γs (kg/m3 ) 2670 2668,5 2670
Índice de huecos: e 0,68 0,661 0,68
Permeabilidad del suelo con agua: kw (m/s) 5,6 · 10−5 5,6 · 10−5 5,6 · 10−5
Pendiente de CSL para el vector de deformaciones plásticas: Mg 1,32 1,26 1,32
Pendiente de CSL para el vector de cargas: Mf 1,30 0,76 0,80
Parámetro (dilatancia- vector de deformaciones plásticas): αg 0,45 0,45 0,45
Parámetro (dilatancia- ratio de tensiones): αf 0,45 0,45 0,45

Ratio del módulo volumétrico respecto a las tensiones efectivas medias: Kev0c /po 500 350 175

Ratio de 3G respecto a las tensiones efectivas medias: Kes0c /po 650 550 350
Parámetro del modelo: β0 4,2 4,0 4,0
Parámetro del modelo: β1 0,2 0,2 0,2
Módulo plástico en carga: H0L (kP a) 750 1500a 1800
Módulo plástico en descarga: H0U (kP a) 40.000 8.000b 30.000
Parámetro de deformación plástica durante la descarga: γHu 2,0 4,0 4,0
Parámetro de deformación plástica durante la re-carga: γDM 4,0 2,0 2,0

Parámetros del amortiguamiento Rayleigh: α 2,5 % 0,0 5 %c


Parámetros del amortiguamiento Rayleigh: β 2,5 % 0,0 5 %d
Para 100 Hz y 50g Para 50 Hz y 50g
Parámetros del algoritmo de integración
γ 0,6 No listados 0,505
β 0,3025 No listados 0,253
θ 0,6 No listados 0,505
a
Para los modelos 6 y 11 del proyecto VELACS se cambia a 700
b
Para los modelos 6 y 11 del proyecto VELACS se cambia a 60.000
c
Se modifica posteriormente para las simulaciones con estructuras de contención
d
Se modifica posteriormente para las simulaciones con estructuras de contención

97
98 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

En cuanto al tipo de malla empleada en los análisis dinámicos, figura 2.61, emplean un
elemento rectangular de 9 nodos para los desplazamientos y 4 para la presión de poro. El
material blando “Duxseal” no es introducido en el modelo, al igual que ningún tipo de técnica
de contornos absorbentes, ya que justifican que no son necesarias cuando la longitud del
relleno respecto a la altura del muro es igual o superior a 2,4. En cuanto a las propiedades
del suelo consideran los datos mostrados en la tercera columna de la tabla 2.17, teniendo
en cuenta que la permeabilidad del ensayo MMD12 es 60 veces inferior a la del ensayo
MMD10 (agua). Para el muro de aluminio consideran una densidad de 2787,7 kg/m3 , un
módulo de elasticidad E = 69 · 106 kP a y un coeficiente de Poisson de ν = 0,3. Como soli-
citación del sistema solamente introducen una aceleración horizontal en la base, omitiendo
la componente vertical.

Figura 2.61 – Discretización numérica empleada por Dewoolkar et al. [42].

Los resultados obtenidos tanto del ensayo en centrı́fuga como de la simulación numéri-
ca desarrollada por Dewoolkar et al. [42] se muestran en la figura 2.62. En esta figura sólo
se recoge la parte dinámica, es decir el incremento respecto a la estática, de las variables
representadas. El ajuste de las historias temporales del modelo numérico respecto al ensa-
yo es bastante satisfactorio tanto en magnitud y forma, para las aceleraciones, deflexiones,
deformaciones por flexión, empuje lateral y su punto de aplicación e incremento de pre-
sión de poro. En cuanto al efecto del tipo de fluido intersticial empleado, se puede observar
que aunque la magnitud del incremento de presión de poro en ambos ensayos (MMD10 y
MMD12) es similar, el ratio de disipación de la presión de poro es mucho más alto en el
ensayo MMD10 (agua) que en el MMD12 (fluido viscoso), al igual que los desplazamientos,
deformaciones y empujes registrados tras el sismo. Sin embargo las aceleraciones del sue-
lo y los asientos no quedan bien ajustados por el modelo numérico, obteniéndose asientos
numéricos menores que los medidos, ya que en la calibración de los parámetros del modelo
los autores optaron por reproducir más correctamente las presiones de poro en detrimento
de los asientos.
Por otra parte observaron que en los resultados experimentales las presiones laterales,
las deformaciones por flexión y los desplazamientos en el muro están en fase entre sı́ pero
en desfase con respecto a la aceleración de la base. Además también observan pequeños
desfases entre la aceleración de la base y la aceleración medida en el muro, desfases que
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 99

Figura 2.62 – Resultados experimentales y numéricos obtenidos por Dewoolkar et al. [42], para los casos
MMD12 (fluido viscoso) y MMD10 (agua).
100 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

no son recogidos por el modelo numérico. Sin embargo el modelo sı́ es capaz de reproducir
adecuadamente los valores de los empujes, deformaciones y deflexiones residuales una
vez que cesa la carga.
También aplicaron el modelo numérico sobre los resultados experimentales de 10 en-
sayos en centrı́fuga con cuatro rigideces de muro distintas (muro A hasta D), manteniendo
la misma altura del muro. En general los resultados numéricos más representativos en el
diseño de muros, como el empuje de tierras, punto de aplicación de la resultante, defor-
maciones por flexión y deflexión del muro, se ajustan a los resultados experimentales con
diferencias inferiores al 30 %. Sin embargo las aceleraciones en el muro y en el suelo depen-
den fuertemente del valor del amortiguamiento Rayleigh empleado en el análisis. Además
las predicciones para los muros de rigideces intermedias (muros B y C) fueron mejores que
para los muros de rigideces extremas, muro A (muro más flexible) y muro D (muro más
rı́gido). Hay que tener en cuenta que por una parte el muro A al ser muy flexible sufre ma-
yores deformaciones generando deformaciones excesivas en la malla que podrı́an provocar
grandes oscilaciones en el incremento de la presión de poro y empujes de tierras. Por otra
parte, el muro D al ser muy rı́gido puede probablemente provocar reflexiones de las ondas
y causar grandes oscilaciones en el análisis. Los autores exponen que las oscilaciones en
el incremento de la presión de poro y en el empuje lateral de tierras podrı́an ser debidas
a que las aceleraciones relativas del fluido se han despreciado, lo que se podrı́a corregir
empleando una formulación u − w en lugar de una formulación u − p.
En cuanto al amortiguamiento es necesario emplear valores altos de amortiguamiento
tipo Rayleigh para alcanzar resultados numéricos estables. En concreto el coeficiente αR
asociado a la masa comprueban que tiene poca influencia, mientras que el coeficiente βR
asociado a la rigidez tiene gran importancia, siendo necesario alcanzar valores de βR =
20 % para llegar a soluciones numéricamente estables, aunque los autores adoptan un valor
de βR = 33,7 % ya que se ajusta mejor a los resultados experimentales. Esto indicarı́a
que los grandes ciclos histeréticos de tensión-deformación sufridos por el suelo y que el
mecanismo de disipación plástica del modelo constitutivo no son suficientes para tener en
cuenta la disipación fı́sica que se produce.
Dewoolkar et al. [42] realizaron también un estudio paramétrico sobre βR , observan-
do que las oscilaciones numéricas se reducen cuando el coeficiente de amortiguamiento
aumenta, sin bien la tasa de crecimiento del incremento de presión de poro se reduce. A
medida que los coeficientes de amortiguamiento se reducen, la magnitud de las aceleracio-
nes aumenta, provocando un ratio de tensiones en el suelo mayor. Con un ratio de tensiones
mayor, se produce el inicio del comportamiento dilatante del suelo, que origina una caı́da
de la presión de poro. Si las aceleraciones son demasiado altas el suelo podrı́a fallar, lo que
se puede detectar por una prematura falta de convergencia del proceso iterativo.
Respecto al amortiguamiento numérico introducido por el esquema de integración tem-
poral, los autores concluyen que éste no es relevante cuando se modelan problemas de
estructuras en contacto con el suelo o cuando solo se modela el suelo, mientras que sı́ es
influyente cuando analizan la respuesta del muro aislado. Se debe tener en cuenta que en
la modelización del muro aislado, los autores lo consideran como elástico lineal.
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 101

2.5.3.4. Alyami, Rouainia y Wilkinson (2009)

En el trabajo reportado por Alyami et al (2009) [43] reproducen numéricamente los des-
plazamientos sufridos por los diques verticales del puerto de Kobe debidos al terremoto de
1995, prestando especial interés a los problemas de licuefacción. Para ello utilizan un mode-
lo en elementos finitos (UWLC [142]), en deformación plana, con una formulación acoplada
de tipo u-p y basado en las ecuaciones de Biot, resueltas en el dominio del tiempo por el
algoritmo de integración de Newmark (γ = 1/2, β = 1/4). Adoptan el modelo constitutivo
formulado en plasticidad generalizada por Pastor, Zienkiewicz y Chang (1990), con ligeras
modificaciones en la regla de flujo [55, 43] resultando un modelo constitutivo definido por
15 parámetros. Para la malla emplean 644 elementos cuadrangulares con 8 nodos para los
desplazamientos y 4 para la presión de poro (u8p4). No consideran condiciones de contorno
absorbentes limitándose a situar los contornos del modelo suficientemente alejados del mu-
ro. Para la interface, emplean elementos que permiten el deslizamiento y están gobernados
por un comportamiento elástico (E, ν) junto con un criterio Morh-Coulomb (φ, c). El dique se
modela como un material elástico e isótropo. Antes de iniciar el cálculo dinámico, toman los
resultados (tensiones efectivas y presión de poro) de un análisis previo de tipo elástico y en
condiciones estáticas para ası́ tener en cuenta el estado tensional debido al peso propio de
los materiales.
En la figura 2.63(a) se muestra la geometrı́a y disposición de materiales empleados en
el modelo de Alyami et al, mientras que en la figura 2.63(b) se muestra la deformación
observada en los cajones del puerto (16.5 m x 9.28 m) después del terremoto de 1995. En
particular, la cabeza del cajón (punto A) presentó un desplazamiento horizontal de 2.75 m
y un descenso vertical de 1.36 m.

(a) Geometrı́a y materiales (b) Desplazamientos observados

Figura 2.63 – Sección transversal tipo (geometrı́a y materiales) de los diques del puerto de Kobe (PC1), y
desplazamientos observados después del terremoto de 1995 reportados por Alyami et al [43].

Las propiedades del material situado en el trasdós del muro se estima a partir de datos
de ensayos SPT y diferentes relaciones empı́ricas de ajuste. Este material se determina
como arena suelta de densidad relativa igual al 41 %. Los autores modelan este material
con el modelo constitutivo en plasticidad generalizada (P-Z sand) indicado anteriormente, y
estiman los parámetros a partir de simulaciones numéricas de ensayos triaxial cı́clicos re-
portados en la literatura, obteniendo un ajuste para una arena suelta. También obtienen los
102 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

parámetros necesarios para una arena densa, que emplearán posteriormente para analizar
la influencia de la densidad relativa del material en los resultados.
Por otra parte, tanto la interface del trasdós como la de base mantienen las mismas pro-
piedades (E = 208M P a, ν = 0,3 y c = 1kP a) a excepción del rozamiento donde consideran
el doble en la base que en el tradós (δb = 30o , δt = 15o ).
En el terremoto aplicado toman los registros del terremoto de Kobe de 1995 obtenidos en
una localización muy próxima al puerto (PC1), considerando tanto la componente horizontal
como la vertical, con una aceleración pico de 4,8 y 2 m/s2 , respectivamente, y una duración
de 30 segundos.
Las principales conclusiones obtenidas de esta investigación se recogen a continuación.

- Deformada y desplazamientos

La malla deformada al finalizar el terremoto se muestra en la figura 2.64, donde se


observan importantes desplazamientos hacia el lado de barlomar y rotaciones del cajón,
debidos a deformaciones en el terreno de cimentación, ya que el cajón se considera como
rı́gido. Del modelo numérico se obtienen que los asientos sufridos por la esquina superior
del cajón situada en el lado de barlomar (punto A de la figura 2.63(a)) fueron de 0.73 m y
el desplazamiento horizontal de 3.28 m, mostrando una rotación de 4.2o lo que origina un
asiento en el relleno del terreno del trasdós del cajón de aproximadamente 1.83 m. Estos
autores destacan que los elementos de interface situados en la base del muro han permitido
un desplazamiento relativo entre el cajón y el terreno de cimentación de 0.3 m según el
modelo, y resaltan que los elementos de interface de la base tienen poca influencia sobre
el deslizamiento horizontal relativo que se pueda producir entre ambas superficies.

Figura 2.64 – Malla deformada del modelo en elementos finitos desarrollado por Alyami et al [43] sobre los
diques del puerto de Kobe tras la finalización del terremoto.

La evolución de la superficie de fallo para diferentes instantes de tiempo durante el te-


rremoto se muestran en la figura 2.65 a través de los desplazamientos horizontales. Se
puede observar como la superficie de fallo se inicia en la parte superior del relleno pro-
gresando rápidamente hacia la areas inferiores. Los desplazamientos horizontales son muy
superiores a los verticales.

- Respuesta tenso-deformacional y trayectoria de tensiones

En la figura 2.66 se recogen las trayectorias tensionales y la relación tensión-deformación


obtenidas por Alyami et al para un punto situado en el trasdós y otro en la cimentación del
cajón, puntos B y D de la figura 2.63(a), respectivamente. En el caso del trasdós del muro
2.5. MÉTODOS BASADOS EN MODELOS NUMÉRICOS 103

Figura 2.65 – Evolución de los desplazamientos horizontales a lo largo del transcurso del terremoto obtenidos
por Alyami et al [43].

(Punto B), se observa un descenso rápido de p′ y q durante el terremoto, lo que se asocia


con un incremento rápido de la presión de poro que conlleva la licuefacción del relleno. En
esta localización las deformaciones tangenciales crecen hasta el 20 % y se observa una
clara degradación de la resistencia del material con el incremento de las deformaciones.
Por el contrario para el punto situado en la base del muro (Punto D), se observa que la
trayectoria de tensiones efectivas se mueve hacia la izquierda con respecto al estado ten-
sional inicial y converge hacia la resistencia última sobre la lı́nea de estado critico, por lo
que no se produce fallo por licuefacción en el material de cimentación del cajón, gracias
también a la contribución del peso del cajón en el aumento de la presión de confinamiento.
La deformación tangencial máxima alcanza un valor aproximado del 13 %.

- Influencia de la permeabilidad del medio

En esta investigación, los autores también analizan la influencia de la permeabilidad del


medio en el incremento de presión de poro. Para ello mantienen constante la densidad rela-
tiva del material (Dr = 41 %) y consideran tres valores de permeabilidad, desde una arena
hasta una grava. Comprueban que a medida que la permeabilidad aumenta, el incremento
de presión de poro disminuye, de tal modo que si la permeabilidad es suficientemente baja
la presión de poro puede no disiparse.

- Influencia de la densidad relativa del medio

Finalmente, los autores también analizan la influencia de la densidad relativa del ma-
terial de relleno y de cimentación en la deformación del cajón, considerando las posibles
combinaciones resultantes de una arena suelta y una densa colocadas en el trasdós, en la
base o en ambos. De las simulaciones numéricas realizadas concluyen que la mejora del
material de apoyo del cajón reducen significativamente los desplazamientos horizontales
del cajón, los asientos verticales y las rotaciones. Esta mejora es superior incluso respecto
al caso donde se emplea una arena más densa tanto en la base como en el trasdós.
104 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

(a) Punto B situado en el trasdós del muro

(b) Punto D situado en la base del muro

Figura 2.66 – Relación tensión-deformación obtenida por Alyami et al [43] en diferentes puntos del modelo.
Capı́tulo 3

Modelo Numérico

En este capı́tulo se describe el modelo numérico adoptado en la presente investigación.


Para las simulaciones numéricas se ha empleado el código en elementos finitos GeHoMa-
drid (GHM), sobre el que se han introducido diferentes modificaciones de especial interés
para el problema objeto de estudio. GeHoMadrid es un programa que resuelve las ecuacio-
nes de Biot en formulación Euleriana u-p, esta implementado en FORTRAN y esta orienta-
do especialmente para la resolución de problemas geotécnicos. Este programa, de carácter
académico/investigador, ha sido desarrollado por el grupo de investigación dirigido por M.
Pastor y sus colaboradores, P. Mira, J.A. Fernandez Merodo, entre otros. Por otra parte,
para el pre-proceso y post-proceso de los diferentes modelos numéricos analizados se ha
empleado el programa GID [143].
Puesto que se considera un problema dinámico, tanto con suelo seco como suelo to-
talmente saturado, se ha empleado una formulación acoplada de tipo u − p basada en las
ecuaciones de Biot [56]. En los modelos desarrollados se han considerado elementos bidi-
mensionales y deformación plana.
Sobre el código de GeHoMadrid se han introducido tres técnicas numéricas especia-
les. En primer lugar se han implementado unas condiciones de contorno absorbentes para
evitar la reflexión de las ondas hacia el dominio de cálculo cuando éstas alcanzan el con-
torno numérico. También se ha introducido un elemento de tipo interfaz para modelar la
interacción suelo-muro. Y por último, se ha introducido una nueva familia de algoritmos de
integración temporal paso a paso, los conocidos como α-generalizados [44], que permiten
emplear un amplio abanico de algoritmos de integración, como por ejemplo el algoritmo
HHT de Hilber, Hughes y Taylor, el método propuesto por Wood, Bossak y Zienkiewicz
(WBZ) o el método propuesto por Chung y Hulbert (CH). Estos algoritmos son disipativos
ya que permiten controlar el amortiguamiento numérico introducido por el método de in-
tegración, especialmente sobre las altas frecuencias. Además, en función de los valores
asignados a los distintos parámetros que intervienen, se pueden obtener los métodos de la
familia de Newmark a partir de la formulación dada para los α-generalizados.
En este capitulo de describe la formulación acoplada u-p, su resolución por el método de
los elementos finitos y el modelo constitutivo. Estos aspectos a su vez describen el código
GHM. También se desarrollan los algoritmos de integración implementados, las condiciones
de contorno absorbentes y el tratamiento de la interfaz suelo-estructura adoptados.

105
106 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

3.1. Formulación Generalizada de Biot en problemas acoplados

Las ecuaciones de gobierno para un medio poroso saturado bajo carga dinámica se
basan en los trabajos de Biot (1956), quien estableciera las bases para la modelización
de problemas acoplados (medios con dos fases). A continuación se expone la formulación
propuesta por Zienkiewicz y Shiomi [56, 144, 145] sobre las ecuaciones de Biot para su
resolución por el métodos de los elementos finitos. Las variables que intervienen en el
problema son las siguientes:

σij : tensor de tensiones de Cauchy de la mezcla suelo-agua


ǫij: tensor de pequeñas deformaciones
p: presión intersticial del fluido (agua)
ui : desplazamiento de las partı́culas sólidas
Ui : desplazamiento absoluto del fluido
wi : desplazamiento relativo del fluido respecto a las partı́culas sólidas (wi = n (Ui − ui )).
ẇi : velocidad relativa del fluido en sentido Darcy
ρ: densidad del suelo (mezcla)
ρf : densidad del fluido
ρs : densidad de las partı́culas sólidas
n: porosidad

Las ecuaciones que gobiernan el comportamiento de un problema acoplado son las


siguientes:

a) Tensor de pequeñas deformaciones, definidas a partir de las derivadas espaciales del


campo de desplazamientos:
 
1 ∂ui ∂uj
ǫij = + (3.1)
2 ∂xj ∂xi

b) Principio de las tensiones efectivas, el comportamiento mecánico del suelo esta go-

bernado por cambios en las tensiones efectivas (σij ), si se asume σ positiva en tracciones,
p positiva en compresión y la función delta de Kronecker se define como δij , se tiene:


σij = σij + δij p (3.2)

c) Ecuación constitutiva del material, introduciendo una relación tensión-deformación


propia para suelos saturados y definiéndola de forma incremental se tiene:


dσij = Dijkl dǫkl (3.3)

donde Dijkl son los coeficientes de la matriz elastoplástica definida por la ley constitutiva
y dǫkl son los incrementos de deformación.
3.1. FORMULACIÓN GENERALIZADA DE BIOT EN PROBLEMAS ACOPLADOS 107

d) Ecuación de equilibrio de momentos de la mezcla, para un volumen unitario se tiene:

∂σij
− ρüi − ρf ẅi + ρbi = 0 (3.4)
∂xj
donde bi es un vector de fuerzas por unidad de masa, üi es la aceleración de la parte
sólida y ẅi es la aceleración del fluido relativa a la fase sólida. Para un suelo saturado se
cumple la siguiente relación entre las densidades y la porosidad: ρ = (1 − n)ρs + nρf .

e) Ecuación de equilibrio de momentos de la fase fluida, para un volumen unitario se


tiene:

∂p ρf
− − Ri − ρf üi − ẅi + ρf bi = 0 →
∂xi n
∂p ρf g ρf
− − ẇi − ρf üi − ẅi + ρf bi = 0 (3.5)
∂xi kij n

donde Ri son las fuerzas de acoplamiento viscoso entre la fase sólida y la lı́quida.
Asumiendo una ley de flujo de tipo Darcy, el término Ri se puede expresar como Ri =
′ ′
ẇj /k , donde kij son los coeficientes del tensor de permeabilidad expresados en unidades
 3 ij −1 
L TM , los cuales son diferentes de la permeabilidad (k) habitualmente empleada en
 
la mecánica de suelos 1 y que tiene unidades de LT −1 . Ambas se relacionan a través de
k = gρkf , donde g es la aceleración de la gravedad.

En las ecuaciones 3.4 y 3.5 se han despreciado los términos convectivos al tratarse de
valores muy pequeños.

f) Ecuación de continuidad del flujo, que establece el balance del flujo que entra o sale
de un volumen de control y las variaciones del contenido del fluido en dicho volumen, de tal
modo que despreciando los términos de cambio de densidad y de variación de volumen por
causas térmicas se tiene:

ṗ ∂ ẇi
+ αǫ˙ii + =0 (3.6)
Q∗ ∂xi
donde Q∗ representa la compresibilidad del conjunto fluido-esqueleto sólido, el cual se
relaciona con la compresibilidad volumétrica del fluido (Kf ) y la de las partı́culas sólidas
(Ks ) como Q1∗ = Knf + α−n
Ks , mientras que el coeficiente α se suele considerar igual a la
unidad (α = 1) para suelos [56, 145].
Las ecuaciones 3.4, 3.5 y 3.6, junto la ecuación constitutiva dada según 3.3 y las ecua-
ciones 3.1 y 3.2, forman un sistema de ecuaciones en derivadas parciales que puede em-
plearse para representar el comportamiento general de un suelo ası́ como la presión inters-
ticial, tanto en situación estática como dinámica, junto con las correspondientes condiciones
de contorno. Las variables incógnitas de este sistema de ecuaciones son: la presión de poro
(p), las velocidades del fluido (ẇi ) y los desplazamientos de la matriz sólida (ui ).

1
k es la permeabilidad medida a partir de un ensayo, por ejemplo un permeámetro de carga constante o uno
de carga variable.
108 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

3.1.1. Formulación simplificada en la forma u-p

Aunque el sistema de ecuaciones definido por las expresiones 3.1 a 3.6 (formulación u-
p-U) puede emplearse directamente para alcanzar una solución numérica [56, 145, 146], no
es la formulación más utilizada, ya que debido al empleo de algoritmos implı́citos, junto con
las fuertes no linealidades del problema a estudiar, se alcanzan sistemas de ecuaciones
muy grandes por lo que es conveniente reducir el número de variables que intervienen,
eliminando del problema aquellas cuyo valor sea tan pequeño que se pueden despreciar,
para ası́ mejorar la eficiencia numérica del modelo.
Por ello en esta investigación se adoptará la aproximación u-p. Esta aproximación es
ampliamente utilizada y se basa en la hipótesis de que las aceleraciones relativas del agua
respecto al sólido son despreciables, por lo que se eliminan los términos que involucran a
ẅi . De este modo la ecuación 3.4 se simplifica como:

∂σij
− ρüi + ρbi = 0 (3.7)
∂xj
Por otra parte, anulando ẅi y despejando ẇi en la expresión 3.5 y sustituyendo en 3.6
se obtiene:
  
∂ kij −∂p ṗ
ǫ˙ii + + ρf bj − ρf u¨j + ∗ =0 (3.8)
∂xi ρf g ∂xj Q
Con esta simplificación, las incógnitas del problema se reducen a dos, los desplaza-
mientos de la fase sólida (ui ) y la presión de poro (p). De forma resumida la formulación u-p
se recoge en el sistema de ecuaciones diferenciales 3.9.

 
1 ∂ui ∂uj
ǫij = +
2 ∂xj ∂xi

σij = σij + δij p

dσij = Dijkl dǫkl (3.9)
∂σij
− ρüi + ρbi = 0
∂xj
  
∂ kij −∂p ṗ
ǫ˙ii + + ρf bj − ρf u¨j + ∗ =0
∂xi ρf g ∂xj Q

La hipótesis de despreciar el término ẅi , es decir la formulación u-p, es admisible para


la mayorı́a de problemas con carga sı́smica, puesto que la aceleración absoluta del agua
y la de las partı́culas sólidas se pueden considerar parecidas, mientras que en problemas
dinámicos donde intervienen frecuencias muy altas y/o de corta duración, por ejemplo en
las cimentaciones de máquinas vibratorias o problemas de impacto, esta simplificación pue-
de no ser admisible, siendo necesaria emplear la formulación generalizada. Zienkiewicz et
al (1980) [144] analizan la validez de la formulación u-p frente a la formulación generaliza-
da, donde proponen un ábaco para determinar el rango de validez de la simplificación en
función de dos parámetros adimensionales que dependen de las propiedades del material,
de la solicitación y de la geometrı́a del problema.
3.2. RESOLUCIÓN POR EL MÉTODO DE LOS ELEMENTOS FINITOS 109

3.1.2. Condiciones de contorno y condiciones iniciales

Para resolver el sistema de ecuaciones diferenciales mostrado en 3.9 es necesario im-


poner unas condiciones iniciales y de contorno adecuadas. Las condiciones de contorno
que se pueden aplicar sobre el contorno, Γ = Γt ∪ Γu = Γp ∪ Γw , pueden ser por una parte
desplazamientos impuestos (ū) sobre el contorno Γu y tensiones aplicadas (t̄) sobre el con-
torno Γt . Respecto a la fase fluida, también se pueden imponer condiciones de contorno
sobre la presión de poro (p̄) en el contorno Γp y valores prescritos de flujo normal (q̄) sobre
el contorno Γq a través del vector normal al contorno n′ . Las condiciones de contorno se
resumen en la expresión 3.10.

u = ū en Γu
 ′

t = σij − δij p n′ = t̄ en Γt
p = p̄ en Γp (3.10)
 
kij ∂p
− ′ + ρf bi n′ = q̄ en Γq
ρf g ∂n

Por otra parte, faltan por definir las condiciones iniciales que para este caso se recogen
en la expresión 3.11:

u = u0 para t = 0
u̇ = u˙0 para t = 0 (3.11)
p = p0 para t = 0

3.2. Resolución por el Método de los Elementos Finitos

Para la resolución del sistema de ecuaciones diferenciales obtenido de la formulación


acoplada u-p, sistema 3.9, es necesario recurrir a técnicas numéricas (aproximadas), ya que
dada la complejidad del problema que se pretende estudiar (acoplamiento, comportamiento
fuertemente no lineal, dependencia temporal etc.) no posee, en general, solución analı́tica.
La técnica numérica empleada es el Método de los Elementos Finitos (MEF) puesto que es
un procedimiento potente y ampliamente empleado en problemas de ingenierı́a, entre otros.
Si se define el sistema de ecuaciones diferencias de gobierno del problema, sistema 3.9,
como A(Ψ) = 0 actuando sobre el dominio Ω, y B(Ψ) = 0 como el conjunto de condiciones
que actúan sobre el contorno Γ del dominio, la resolución del problema pasa por obtener
la función incógnita Ψ, que es un vector formado por las incógnitas del problema, en este
caso las variables u y p.
La función incógnita del problema Ψ se aproxima a un valor Ψ̂ que se obtiene a partir
del valor de la función incógnita en los nodos, Ψ̄ei , y unas funciones de forma Nie (x) depen-
dientes de las coordenadas espaciales x, según la ecuación 3.12.
110 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

n
X
Ψ ≈ Ψ̂ = Nie (x)Ψ̄ei (3.12)
i=1

Gracias a la definición aproximada de la función incógnita, ecuación 3.12, y aplicando el


Método de los Residuos Ponderados [147], se puede transformar el sistema de ecuaciones
diferenciales que gobiernan el problema en una expresión integral equivalente, ecuación
3.13, donde se introducen las funciones de peso W (x) y W̄ (x). En la literatura [147, 148,
131] se pueden encontrar diversos procedimientos para definir dichas funciones de peso,
pero el método más habitual es el Método de Galerkin, en el cual se adoptan como funcio-
nes de peso las propias funciones de forma, W (x) = Nie (x), lo que conducen en la mayorı́a
de casos a matrices simétricas.
Z I
W (x)A(Ψ)dΩ + W̄ (x)B(Ψ)dΓ = 0 (3.13)
Ω Γ

Aplicando el método de Galerkin a la expresión 3.13, se obtiene un sistema algebraico


de ecuaciones a resolver de la forma que refleja 3.14.

[K ∗ ] {Ψ} = {F } (3.14)

donde [K ∗ ] es la matriz global de coeficientes (propiedades geométricas y fı́sicas), {Ψ}


es el vector de incógnitas en los nodos y {F } es el vector con las cargas impuestas y los
valores prescritos de las variables.
La aplicación del MEF [147, 149] requiere en primer lugar una discretización espacial
del problema, que consiste en la descomposición del dominio espacial del problema en
un conjunto de elementos conformando un malla, de tal forma que no se generen ni hue-
cos ni solapes, donde a su vez cada elemento esta definido por una serie de nodos. Esta
descomposición se describe en el punto 3.3.
Dado que la formulación acoplada u-p presentada en el sistema 3.9 también depende
del tiempo, es necesario realizar una integración temporal del problema para eliminar las
derivadas temporales y obtener una solución en el dominio del tiempo. Este aspecto se
abordará en el apartado 3.4.

3.3. Discretización espacial (MEF) de un problema acoplado con


formulación u-p

En primer lugar se expresan la ecuación de equilibrio de momentos, ecuación 3.7, y la


ecuación de continuidad del flujo, ecuación 3.8 de la formulación u-p en forma matricial,
resultando las ecuaciones 3.15 y 3.16.

sT σ − ρü + ρb = 0 (3.15)

 
k T −1 ṗ
∇ ∇p + b − ü + mǫ̇ + ∗ = 0 (3.16)
g ρf Q
3.3. DISCRETIZACIÓN ESPACIAL (MEF) DE UN PROBLEMA ACOPLADO CON FORMULACIÓN U-P111

donde el operador matriz s y los vectores ∇ y m se definen en el caso 2D como:


 ∂
  
∂x 0 (

)
 1 
 
 ∂  ∂x
s= 0 ∂y ;∇ = ∂
;m = 1
∂ ∂ ∂y

  
∂y ∂x 0

Puesto que en el problema intervienen dos variables, por una parte los desplazamientos
de la fase sólida u y por otra la presión de poro p, se deben aproximar cada una de ellas por
medio de sus correspondientes funciones de forma N u y N p según las ecuaciones 3.17 y
3.18, donde ū y p̄ representan los valores de las variables en los nodos.

u ≈ N u ū (3.17)
p
p ≈ N p̄ (3.18)

Para obtener las expresiones discretizadas en el espacio de las ecuaciones 3.15 y 3.16
se aplica el método de los residuos ponderados, ecuación 3.13, junto con el método de Ga-
lerkin para las funciones de peso y las aproximaciones dadas en las ecuaciones 3.17 y 3.18.
Posteriormente se integra por partes y se aplica el teorema de Gauss-Green. Finalmente
la discretización espacial para la ecuación de equilibrio de momentos (ecuación 3.15), des-
pués de sustituir el principio de las tensiones efectivas, se muestra en la expresión 3.19,
donde B ≡ sN u y t̄ son las tensiones o presiones aplicadas sobre el contorno del dominio.

Z Z Z Z Z
u T u T
(N u )T t̄dΓ (3.19)
u¨ T ′ T p
(N ) ρN ūdΩ + B σ dΩ − B mN p̄dΩ = (N ) ρbdΩ +
Ω Ω Ω Ω Γ

Análogamente, la discretización espacial para la ecuación de continuidad del flujo (ecua-


ción 3.16) se muestra en la expresión 3.20.

Z Z Z
p T T u kp T
T 1 p
˙
(N ) m sN ūdΩ + (∇N ) ∇N p p̄dΩ + NP ˙
N p̄dΩ =
Ω Ω ρf g Ω Q∗
Z Z
k
(∇N p )T bdΩ − (N p )T qdΓ (3.20)
Ω g Γ

Sobre la ecuación de continuidad del flujo, expresión 3.20, se ha despreciado la contri-


bución del término del flujo dinámico que se encuentra asociado a la aceleración de la fase
sólida ü, ya que su inclusión conducirı́a a sistemas de ecuaciones no simétricos y el efecto
de su omisión se puede considerar despreciable [56], por otra parte este término sólo tiene
importancia en el rango de las altas frecuencias donde la formulación u − p ya no es válida2 .
Reagrupando los términos de las expresiones 3.19 y 3.20 se obtienen finalmente las
expresiones 3.21 y 3.22, las cuales se encuentran acopladas por medio de la matriz de
acoplamiento Q.
2
Al despreciar la contribución de la aceleración de la fase sólida ü, en la ecuación 3.22 no aparece el término
¨.
de las fuerzas dinámicas de flujo Gū
112 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Z

¨+
M ū B T σ dΩ − Qp̄ = f u (3.21)

QT ū˙ + H p̄ + S p̄˙ = f p (3.22)

donde:
R u )T
Matriz de Masas: M = Ω (N ρN u dΩ
R T mN p dΩ
Matriz de Acoplamiento: Q = ΩB
R p )T k p
Matriz de Permeabilidad3 : H = Ω (∇N gρf ∇N dΩ

R T 1
Matriz de Compresibilidad: S = Ω NP p
Q N dΩ
R u )T
R u )T
Vector de cargas en desplazamientos: f u = Ω (N ρbdΩ + Γ (N t̄dΓ
R p )T k bdΩ
R p )T
Vector de cargas en presiones: f p = Ω (∇N g − Γ (N qdΓ

Finalmente, el sistema de ecuaciones formado por las expresiones 3.21 y 3.22 definen
la discretización espacial de las ecuaciones que rigen el comportamiento de un problema
acoplado con un formulación u−p. Todas las matrices que intervienen M, Q, S, y H son ma-
trices globales que resultan del ensamblaje de las correspondientes matrices elementales
asociadas a cada elemento de la malla.
Dentro del sistema de ecuaciones definido por 3.21 y 3.22, la ecuación 3.21 mantiene
una estructura muy similar a la ecuación que gobierna la respuesta dinámica de un sólido,
ecuación 3.23, de tal modo que para obtenerla solamente hay que prescindir de la ecuación
3.22 y por tanto del término de acoplamiento Q en la ecuación 3.21, como por ejemplo serı́a
necesario para el caso de un suelo seco4 .
Z
¨ + C ū˙ +
M ū B T σdΩ = f u (3.23)

3.3.1. Casos Particulares

A partir de las ecuaciones 3.21 y 3.22 de la discretización espacial de la formulación u-


p, se pueden introducir diversas simplificaciones que permiten obtener otras formulaciones
más sencillas para determinados casos particulares [56].

Problema de Consolidación
El problema de consolidación de un estrato de suelo se puede reproducir a partir de
la formulación u − p eliminando de las expresiones 3.21 y 3.22 los términos asociados
a las aceleraciones de la fase sólida y obteniendo la siguiente formulación:
3
Según se definió previamente: k′ = gρkf
4
Al tratarse de una formulación para un sólido o un suelo seco, no es necesario diferenciar entre tensiones
efectivas y totales. El origen del término C u̇ se expone en el apartado 3.3.2
3.3. DISCRETIZACIÓN ESPACIAL (MEF) DE UN PROBLEMA ACOPLADO CON FORMULACIÓN U-P113

Z

B T σ dΩ − Qp̄ = f u

QT ū˙ + H p̄ + S p̄˙ = f p

Problema Estático Drenado y No Drenado


A partir de la formulación u − p también se pueden reproducir problemas estáticos si
se omiten de las expresiones 3.21 y 3.22 los términos asociados con las derivadas
temporales. De este modo se obtiene la siguiente formulación correspondiente a un
caso estático drenado, y que degenera en un problema no acoplado puesto que en
primer lugar se pueden obtener las presiones de poro y a partir de éstas los despla-
zamientos.

Z

B T σ dΩ − Qp̄ = f u

H p̄ = f p

Por el contrario, el comportamiento estático no drenado se alcanza cuando no se per-


mite el movimiento de la fase fluida, es decir cuando la permeabilidad del medio es
muy pequeña, por lo que también se eliminan de la formulación los términos relaciona-
dos con la permeabilidad (k → 0, H → 0 y f p → 0). Si se eliminan de la expresión 3.22
se obtiene QT ū˙ + S p̄˙ = 0, que integrando con respecto al tiempo y asumiendo con-
diciones iniciales nulas en desplazamiento y presión de poro, devuelven el siguiente
sistema de ecuaciones no dependiente del tiempo:

Z

B T σ dΩ − Qp̄ = f u

QT ū + S p̄ = 0

3.3.2. Matrices de Amortiguamiento

Aunque de forma general el amortiguamiento introducido por el comportamiento plástico


del suelo en los problemas dinámicos suele ser suficiente para amortiguar las posibles
oscilaciones espureas tras la resolución numérica del problema u-p, es habitual incluir un
término de amortiguamiento viscoso, C u̇, en la expresión 3.21 que permita introducir un
cierto amortiguamiento numérico frente a las citadas oscilaciones numéricas en aquellos
problemas donde el amortiguamiento histerético del problema sea pequeño o no se emplee
plasticidad (comportamiento elástico) [56]. La inclusión de este término viscoso transforma
la ecuación 3.21 en la ecuación 3.24.
Z

¨ + C ū˙ +
M ū B T σ dΩ − Qp̄ = f u (3.24)

114 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Tanto en los problemas de dinámica de estructuras como de ingenierı́a sı́smica donde


no se considera el suelo o se hace de forma muy simplificada, el tipo de amortiguamiento
más habitual introducido en el modelo, cuando se carece de otro tipo de información, es
un amortiguamiento tipo Rayleigh [150], que define la matriz de amortiguamiento C como
una combinación lineal de la matriz de masas M y la matriz de rigidez K según la ecuación
3.25, donde αR y βR son los conocidos coeficientes de Rayleigh.

C = αR M + β R K (3.25)

En particular αR es un coeficiente asociado a la matriz de masas que permite amortiguar


en mayor medida las bajas frecuencias, mientras que βR es un coeficiente vinculado con la
matriz de rigidez que introduce un mayor amortiguamiento en las altas frecuencias. Ambos
coeficientes están relacionados con el ratio de amortiguamiento modal ξi a través de la
expresión 3.26, donde ωi es la frecuencia de vibración y el subı́ndice i hace referencia al
modo de vibración considerado. El ratio de amortiguamiento ξi es adimensional y expresa
el amortiguamiento del sistema como una fracción del amortiguamiento critico5 .
 
1 αR
ξi = + β R ωi (3.26)
2 ωi
Los coeficientes de Rayleigh αR y βR se pueden obtener si se conocen los ratios de
amortiguamiento ξ1 y ξ2 que se producen para dos frecuencias particulares ω1 y ω2 . Por
otra parte, si solamente se desea imponer un valor mı́nimo de ratio de amortiguamiento, se
pueden seleccionar dos valores para αr y βr independientemente del valor de las frecuen-
cias [151, 152, 42].
En la ecuación 3.25, la matriz K se puede calcular como la matriz de rigidez tangente
definida según la expresión 3.27, donde Dep es la matriz elasto-plástica definida por el
modelo constitutivo.
Z
K= B T Dep BdΩ (3.27)

3.3.3. Restricción de Babuska-Brezzi sobre N u y N p

Respecto al orden de interpolación de las funciones de forma N u y N p para los campos


de desplazamiento y presión de poro, ecuaciones 3.17 y 3.18, es habitual satisfacer la
condición de convergencia de Babuska-Brezzi en aquellos problemas acoplados donde la
permeabilidad del suelo es muy baja y la compresibilidad de la fase fluida es despreciable,
problemas incompresibles o cuasi-incompresibles e impermeables o cuasi-impermeables
(problemas no drenados) evitando la aparición de términos próximos a cero en la diagonal
de la matriz jacobiana [56, 153]. Esta condición se satisface cuando se emplean funciones
de forma de mayor orden para el campo de desplazamientos que para el campo de presión
de poro, es decir la función de forma N u debe ser al menos de un orden de interpolación
superior a la función de forma N p . Cuando se emplean funciones de forma con el mismo
5
El amortiguamiento crı́tico es aquel que anula cualquier oscilación del sistema, es decir el sistema regresa
a la posición de equilibrio sin oscilar.
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 115

orden de interpolación, la condición de Babuska-Brezzi indicada no se satisface, lo que se


puede traducir en la aparición de oscilaciones numéricas en el cálculo de las presiones de
poro, especialmente para aquellos problemas que son incompresibles o que presentan baja
permeabilidad. Por lo tanto, es habitual emplear interpolaciones cuadráticas para el campo
de desplazamiento y lineales para el de presión de poro. Por el contrario, en problemas
donde la permeabilidad del medio es suficientemente grande no es estrictamente necesario
satisfacer la restricción de Babuska-Brezzi [56].
Se debe indicar que el empleo de funciones de forma cuadráticas supone un incremento
en el número de nodos del problema y por lo tanto de su coste computacional. Por ello se
pueden aplicar técnicas numéricas especiales de estabilización de la solución [56, 154, 155,
156, 157] que permiten emplear funciones de forma con el mismo orden de interpolación
para ambos campos, desplazamiento y presión de poro, y a la vez satisfacer la condición
de Babuska-Brezzi evitando la aparición de dichas oscilaciones numéricas.

3.4. Integración temporal de un problema acoplado u-p

A partir del sistema de ecuaciones obtenido tras la discretización espacial, ecuaciones


3.21 o 3.24 y 3.22, es necesario realizar una integración temporal para eliminar las deriva-
das con respecto al tiempo y obtener finalmente un sistema de ecuaciones algebraicas a
resolver. El procedimiento más habitual para abordar esta integración consiste en emplear
un algoritmo de integración paso a paso [56, 131, 158]. La mayor parte de los métodos
paso a paso discretizan el rango de tiempo en intervalos ∆t y además parten de que todas
las variables de problema (ūn , ū˙ n , ū
¨n , p̄n ) son conocidas para el instante de tiempo tn (paso
n), por lo que a partir de unas relaciones recurrentes definidas especı́ficamente por cada
método, se obtiene el valor de cada una de las variables en el instante tn + ∆t (paso n + 1).
Existen numerosos métodos de integración temporal paso a paso [147, 158, 159, 160], pero
el Método de Newmark es claramente el más extendido [54].
Por otra parte, se debe destacar que tras la discretización espacial realizada por el Méto-
do de los Elementos Finitos, no es posible representar con suficiente precisión los modos
de altas frecuencias, siendo estos cada vez más imprecisos a medida que las frecuencias
son más altas. De aquı́ radica el interés de emplear algoritmos en el tiempo capaces de
introducir cierto amortiguamiento numérico, algoritmos disipativos, que permita eliminar las
oscilaciones numéricas espureas provocadas por las altas frecuencias, sin afectar a los
modos de frecuencias medias y bajas, que si resultan de interés desde un punto de vista
ingenieril.
En esta lı́nea, otros métodos paso a paso que también son bastante empleados, aunque
de forma significativamente menor comparados con el método de Newmark, son el método
propuesto por Hilber, Hughes y Taylor (HHT) en 1977 [161], el método propuesto por Wood,
Bossak y Zienkiewicz (WBZ) o el método propuesto por Chung y Hulbert (CH o generalized-
α) en 1933 [17] [162]. Concretamente, el algoritmo HHT es, respecto al resto del algoritmos
indicados, el más empleado en problemas de dinámica de suelos, mientras que el método
CH es muy empleado en el campo de la dinámica de estructuras. Estos algoritmos se
116 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Tabla 3.1 – Métodos de integración paso a paso de la familia de Newmark [54]


Método γ β Tipo Condición de Estabilidad
Diferencias Centrales 1/2 0 Explı́cito ∆tcrit = 0,318Tn
Método de Fox-Goodwin 1/2 1/12 Implı́cito ∆tcrit = 0,39Tn
Método de Aceleración Promedio 1/2 1/4 Implı́cito Incondicional
Método de Aceleración Escalón 1/2 1/8 Implı́cito ∆tcrit = 0,45Tn
Método de Aceleración Lineal 1/2 1/6 Implı́cito ∆tcrit = 0,551Tn

caracterizan por introducir una gran disipación en los modos de vibración asociados a las
altas frecuencias [131, 158, 160].
Por ello, en esta investigación se analizara la influencia del algoritmo de integración so-
bre la respuesta obtenida, tanto al aplicar los algoritmos de la familia de Newmark, los cua-
les ya estaban implementados en GHM, como los métodos de integración disipativos en las
altas frecuencias, para lo cual se ha implementado en GHM los algoritmos α-generalizados
a través de la formulación unificada empleada por Kontoe [131, 163].

3.4.1. Método de Newmark

La familia de algoritmos desarrollados por Newmark (1959) [54] permiten, a partir de


los valores conocidos para las variables en el instante t = tn , obtener los valores de las
variables para el instante t = tn+1 para el cual se verifica el sistema de ecuaciones 3.28.

Z

¨n+1 + C ū˙ n+1 +
M ū B T σn+1 dΩ − Qp̄n+1 = fn+1
u
Ω (3.28)
p
QT ū˙ n+1 + H p̄n+1 + S p̄˙n+1 = fn+1

Los algoritmos de Newmark permiten la integración de una ecuación diferencial de se-


gundo orden y están gobernados por las expresiones 3.29 a 3.31. Este es el caso de la
variable del desplazamiento u dentro de la formulación u − p o en la ecuación general de
la dinámica, ecuación 3.23. Los parámetros γ y β son caracterı́sticos de este algoritmo y
definen la variación de la aceleración de respuesta dentro de cada paso de tiempo, ası́ co-
mo las caracterı́sticas de estabilidad y precisión del algoritmo. Dependiendo de los valores
asignados a γ y β se pueden obtener una amplia variedad de algoritmos. Ciertos métodos
de esta familia han sido ampliamente estudiados por diferentes autores [158, 159, 160],
principalmente para casos lineales. Las propiedades de algunos de estos métodos clásicos
se recogen en la tabla 3.1.

ū ¨n
¨n + ∆ū
¨n+1 = ū (3.29)
ū˙ n+1 = ū˙ n + ū ¨n
¨n ∆t + γ∆t∆ū (3.30)
ūn+1 = ūn + ū˙ n ∆t + 21 ū
¨n ∆t2 + β∆t2 ∆ū
¨n (3.31)

Para el caso de la presión de poro p en la formulación u − p, la cual solamente presenta


3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 117

derivadas temporales de primer orden, el algoritmo de Newmark queda definido por las
expresiones 3.32 y 3.33, donde θ es el parámetro caracterı́stico del algoritmo para esta
variable.

p̄˙n+1 = p̄˙ n + ∆p̄˙n (3.32)


p̄n+1 = p̄n + p̄˙n ∆t + θ∆t∆p̄˙ n (3.33)

∆ū¨n y ∆p̄˙ n son magnitudes desconocidas y los parámetros γ, β y θ adoptan valores


entre 0 y 1, de tal modo que para garantizar que el algoritmo sea incondicionalmente estable
se debe satisfacer las siguientes condiciones [147, 158]:

1 1
2β ≥ γ ≥ θ≥
2 2

Concretamente, en el esquema en diferencias centrales γ = 12 , β = 0 y θ = 12 , se al-


canza un algoritmo explı́cito para los desplazamientos u, siempre que las matrices de masa
y amortiguamiento sean diagonales, e implı́cito para la presión de poro p, aunque resulta
ser un método condicionalmente estable. Por el contrario, el algoritmo alcanzado cuando
γ = 21 , β = 41 y θ = 21 (aceleración promedio o método trapezoidal) es incondicionalmente
estable, de ahı́ que sea ampliamente utilizado, y además no introduce ningún tipo de amor-
tiguamiento numérico en la solución. Sin embargo cuando no existe amortiguamiento fı́sico
en el problema o éste no es suficiente, se hace necesario recurrir a algoritmos que introduz-
can cierto amortiguamiento numérico en la solución, con el fin de amortiguar las posibles
oscilaciones numéricas espurias asociadas normalmente a las altas frecuencias. Dentro
de la familia de los algoritmos de Newmark, se pueden obtener algoritmos disipativos, es
decir que introduzcan amortiguamiento numérico, si se adoptan alguno de los siguientes
conjuntos de valores para los parámetros que intervienen en el método:

γ = 0,6 β = 0,3025 θ = 0,6


γ = 0,51 β = 0,2575 θ = 0,51

Algunos investigadores como Dewoolkar que empleó el programa SWANDYNE II para


la modelización de estructuras de contención [56], observó que el primer conjunto de va-
lores introduce un excesivo amortiguamiento respecto a los resultados experimentales de
ensayos en centrifuga, obteniendo un mejor ajuste si se emplea el segundo conjunto de va-
lores. Sin embargo, en los problemas donde interviene el suelo, el amortiguamiento fı́sico de
éste, bien viscoso o histerético, es mucho más significativo que el amortiguamiento numéri-
co introducido por el método, siendo menos relevante el empleo de uno u otro conjunto de
valores.
Sustituyendo las expresiones 3.29 a 3.33 del algoritmo de Newmark en el sistema de
118 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

ecuaciones 3.28 deducido de la formulación u − p, se obtiene el sistema de ecuaciones no


¨ y ∆p̄˙ son las incógnitas.
lineales definido por las expresiones 3.35 y 3.36, donde ∆ū

Gun+1 = M ∆ū
¨n + γ∆tC∆ū u
¨n + Pn+1 − θ∆tQ∆p̄˙ n − Fn+1 =0 (3.35)
Gpn+1 = γ∆tQT ∆ū p
¨n + θ∆tH∆p̄˙ n + S∆p̄˙n − Fn+1 =0 (3.36)

donde:

u u ¨n − C(ū˙ n + ∆tū
¨n ) + Q(p̄n + ∆tp̄˙ n )
Fn+1 = fn+1 − M ū
p p
Fn+1 = fn+1 − QT (ū˙ n + ∆tū
¨n ) − H(p̄n + ∆tp̄˙ n ) − S p̄˙ n
Z Z
′ ′
Pn+1 = B T σn+1 dΩ = B T ∆σn dΩ + Pn
Ω Ω

¨n y ∆p̄˙ n ,
Tras resolver el sistema de ecuaciones 3.35 y 3.36, se obtienen las variables ∆ū
que sustituyéndolas en las expresiones 3.31 y 3.33 permiten conocer los valores de despla-
zamiento, ūn+1 , y presión de poro, p̄n+1 , para el instante tn+1 = tn + ∆t. Las expresiones
u p
Fn+1 y Fn+1 se pueden evaluar a partir de la información disponible para el instante tn , P
es un vector de fuerzas internas que depende de los desplazamientos en cada instante y

∆σn representa el cambio de tensiones efectivas al pasar de tn a tn+1 .
De forma análoga, para la ecuación general de la dinámica o ecuación de gobierno para
el caso de suelo seco, se sustituyen las expresiones 3.29 a 3.31 en la ecuación 3.23 y se
obtiene la ecuación a resolver definida en la expresión 3.37.

Gun+1 = M ∆ū
¨n + γ∆tC∆ū u
¨n + Pn+1 − Fn+1 =0 (3.37)

donde:

u u ¨n − C(ū˙ n + ∆tū
¨n )
Fn+1 = fn+1 − M ū
Z Z
Pn+1 = B T σn+1 dΩ = B T ∆σn dΩ + Pn
Ω Ω

3.4.2. Métodos α-generalizados

Dentro de la denominación de algoritmos α-generalizados se incluyen una colección


de diferentes métodos de integración paso a paso comúnmente empleados en problemas
dinámicos y que se pueden deducir a partir de una formulación unificada, que para esta
investigación se seguirá la formulación empleada por Kontoe et al (2008) [44]. Entre los
diferentes métodos que se pueden alcanzar destacan el método propuesto por Hilber et
al (HHT) [161], el método propuesto por Wood, Bossak y Zienkiewicz (WBZ) y el método
propuesto por Chung y Hulbert (CH) [162], además de cualquier método perteneciente a la
familia de algoritmos de Newmark.
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 119

Todos estos algoritmos se basan en una generalización del algoritmo de Newmark, don-
de se introducen dos nuevos parámetros αm y αf que afectan a las ecuaciones de gobierno
del problema, ecuaciones 3.21 o 3.24 y 3.22, que permiten evaluar los diferentes términos
de las ecuaciones de gobierno en diferentes puntos dentro del intervalo de tiempo, ya que
los términos de inercia se evalúan para el instante de tiempo t = tn+1−αm y el resto de térmi-
nos para un instante anterior t = tn+1−αf , donde αf ≥ αm . Esto conduce a las ecuaciones
de gobierno mostradas en 3.38.

Z

¨n+1−αm + C ū˙ n+1−αf +
M ū B T σn+1−αf dΩ − Qp̄n+1−αf = fn+1−α
u
f
Ω (3.38)
T p
Q ū˙ n+1−αf + H p̄n+1−αf + S p̄˙n+1−αf = fn+1−α f

donde:

tn+1−αm = (1 − αm )tn+1 + αm tn p̄n+1−αf = (1 − αf )p̄n+1 + αf p̄n


tn+1−αf = (1 − αf )tn+1 + αf tn p̄˙n+1−αf = (1 − αf )p̄˙ n+1 + αf p̄˙n
u u
¨n+1−αm = (1 − αm )ū
ū ¨n+1 + αm ū
¨n fn+1−α f
= (1 − αf )fn+1 + αf fnu
p p
ū˙ n+1−αf = (1 − αf )ū˙ n+1 + αf ū˙ n fn+1−α f
= (1 − αf )fn+1 + αf fnp
ūn+1−αf = (1 − αf )ūn+1 + αf ūn Pn+1−αf = (1 − αf )Pn+1 + αf Pn

Sustituyendo las definiciones anteriores en 3.38 se obtienen las ecuaciones 3.39 y 3.40.

¨n+1 + αm M ū
(1 − αm )M ū ¨n + (1 − αf )C ū˙ n+1 + αf C ū˙ n + (1 − αf )Pn+1 + αf Pn
u
− (1 − αf )Qp̄n+1 − αf Qp̄n = (1 − αf )fn+1 + αf fnu (3.39)

(1 − αf )QT ū˙ n+1 + αf QT ū˙ n + (1 − αf )H p̄n+1 + αf H p̄n


p
+ (1 − αf )S p̄˙n+1 + αf S p̄˙n = (1 − αf )fn+1 + αf fnp (3.40)

A continuación se sustituyen las expresión del algoritmo de Newmark, ecuaciones 3.29


a 3.33, en las ecuaciones 3.39 y 3.40, obteniéndose las ecuaciones 3.41 y 3.42.

Gun+1 = (1 − αm )M ∆ū
¨n + (1 − αf )γ∆tC∆ū
¨n
u
+ (1 − αf )Pn+1 − (1 − αf )θ∆tQ∆p̄˙n − Fn+1 = 0 (3.41)

Gpn+1 = (1 − αf )γ∆tQT ∆ū p


¨n + (1 − αf )θ∆tH∆p̄˙ n + (1 − αf )S∆p̄˙n − Fn+1 =0 (3.42)
120 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

donde:

u
u
Fn+1 = (1 − αf )fn+1 + αf fnu − M ū
¨n − C(ū˙ n + (1 − αf )∆tū
¨n ) − αf Pn + Q(p̄n + (1 − αf )∆tp̄˙n )
p p
Fn+1 = (1 − αf )fn+1 + αf fnp − QT (ū˙ n + (1 − αf )∆tū
¨n ) − H(p̄n + (1 − αf )∆tp̄˙n ) − S p̄˙n
Z Z
′ ′
Pn+1 = B T σn+1 dΩ = B T ∆σn dΩ + Pn
Ω Ω

Una vez resuelto el sistema de ecuaciones 3.41 y 3.42, se obtienen las variables ∆ū ¨n y
∆p̄˙n , las cuales se sustituyen en las expresiones de los algoritmos de Newmark, ecuación
3.31 y 3.33, y permiten conocer para el instante tn + ∆t (paso n + 1) los valores de despla-
u p
zamiento, ūn+1 , y presión de poro, p̄n+1 . Las expresiones Fn+1 y Fn+1 se pueden evaluar a
partir de la información disponible para el instante tn .
En esta formulación intervienen cuatro parámetros, α ,β,αm y αf , destacando que los
parámetros α y β coinciden con los parámetros descritos en la presentación de la familia
de algoritmos de Newmark. Dependiendo de los valores asignados a estos parámetros se
pueden obtener diferentes algoritmos, pero a continuación se enumeran algunos algoritmos
muy conocidos y que son empleados con gran frecuencia en problemas dinámicos, ası́ co-
mo los valores que deben adoptar cada uno de estos cuatro parámetros atendiendo a la
investigación presentada por Kontoe et al [44].

CH: β = 0,3025; γ = 0,6; αm = 0,35; αf = 0,45.

HHT: β = 0,3025; γ = 0,6; αm = 0; αf = 0,1.

WBZ: β = 0,3025; γ = 0,6; αm = −0,1; αf = 0.

Familia de Newmark: αm = 0; αf = 0.

La principal caracterı́stica de los algoritmos HHT, WBZ y CH es que permiten controlar


la disipación en los modos altos de vibración sin afectar excesivamente a las bajas frecuen-
cias, destacando que el algoritmo CH tiene un efecto mı́nimo sobre las bajas frecuencias.
Además, el algoritmo CH alcanza una precisión de segundo grado cuando γ = 1/2−αm +αf
y es incondicionalmente estable si se cumple:

1 1 + 2(αf − αm )
αm ≤ αf ≤ y β≥
2 4

Kontoe et al [44] establecieron que el método CH puede alcanzar una disipación ópti-
ma de las altas frecuencias con el mı́nimo impacto sobre las bajas frecuencias cuando se
satisfacen las siguientes tres condiciones, que estan definidas a través del valor del radio
espectral ρ∞ :

2ρ∞ − 1 1
αm = αf = ρ∞
ρ∞ +1 β= (1 − αm + αf )2
ρ∞ + 1 4
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 121

3.4.3. Evaluación de los algoritmos temporales de integración

En la literatura se pueden encontrar diferentes investigaciones que tratan de analizar las


ventajas y desventajas de los métodos de integración temporal paso a paso que han sido
propuestos para la resolución de problemas de tipo dinámico [158, 164, 165, 166, 44, 160].
Generalmente, la mayorı́a de las investigaciones analizan el comportamiento (estabili-
dad y precisión) de los algoritmos numéricos para el caso de un sistema de un grado de
libertad (SDOF) sin amortiguamiento y en vibración libre [158, 159]. Como medida de la
precisión alcanzada por un determinado algoritmo, se emplean por una parte la variación
en la amplitud del desplazamiento, conocida como “displacement amplitude decay” (AD) y
por otra, la elongación del periodo, conocida como “period elongation” (PE). Estos dos tipos
de errores se definen gráficamente en la figura 3.1.

Figura 3.1 – Representación gráfica de los errores AD y TE introducidos en la solución numérica frente a la
analı́tica.

Además de los parámetros anteriores, también se emplea con gran frecuencia un tercero
con el que se trata de representar además de la estabilidad y la precisión del método, la
disipación numérica que puede introducir el algoritmo, resultando de especial interés su
capacidad para la disipación en las altas frecuencias. Este parámetro es el radio espectral
(ρ) de la matriz de amplificación (A), la cual es caracterı́stica de cada algoritmo y se define
para un SDOF en vibración libre como muestra la expresión 3.43. El radio espectral se
obtiene como el máximo autovalor (en valor absoluto) de A, ecuación 3.44

   
un+1 un
   
mü + cu̇ + ku = 0 ⇒  u̇n+1  = [A]  u̇n  (3.43)
ün+1 ün

− det(A − λI) = 0 ⇒ ρ(A) = max {|λ1 | , |λ2 | , |λ3 |} (3.44)

Se define que un algoritmo es estable cuando ρ(A) ≤ 1. Respecto a la disipación que in-
troduce, cuando ρ(A) = 1, la disipación introducida por el algoritmo es nula, pero a medida
122 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

que ρ(A) decrece, la disipación aumenta. El radio espectral se suele representar frente al
ratio ∆t/Tn , donde Tn es el periodo natural de vibración del sistema sin amortiguamiento. El
comportamiento disipativo óptimo de un algoritmo paso a paso serı́a aquel que mantuviera
un valor de ρ próximo a la unidad para el mayor rango de ∆t/Tn posible y decreciera signi-
ficativamente (0.5-0.8) cuando ∆t/Tn tiende a infinito (ρ∞ ). Esto implicarı́a que el algoritmo
es capaz de disipar las altas frecuencias, que no se encuentran correctamente represen-
tadas por la discretización espacial del modelo en elementos finitos, sin afectar a las bajas
frecuencias, que son las que resultan de mayor interés. En la figura6 3.2 se muestra la evo-
lución del radio espectral para diferentes algoritmos de integración paso a paso en el rango
∆t/Tn = 0,01 − 100, como métodos de referencia se mantienen el algoritmo sin amorti-
guamiento de Newmark γ = 1/2 β = 1/4 y el algoritmo disipativo de Newmark γ = 0,6
β = 0,3025.

(a) Radio espectral para distintos algoritmos (ρ∞ =0.818) (b) Radio espectral de CH para distintos ρ∞

Figura 3.2 – Evolución del radio espectral (ρ) frente a ∆t/Tn para distintos algoritmos, según Kontoe et al [44].
(NMK1 → NM γ = 1/2 β = 1/4; MNK2 → NM γ = 0,6 β = 0,3025)

Además, las diferentes investigaciones han demostrado que el valor de ∆t, y especial-
mente el ratio ∆tTn representa un papel esencial en la precisión de la respuesta obtenida. Por
otra parte, el análisis sobre sistemas bajo vibraciones forzadas han sido claramente menos
estudiados [167, 168, 169, 160].
Arias-Trujillo et al (2012) [160] desarrollaron un amplio estudio comparando el compor-
tamiento de diferentes algoritmos paso a paso para el caso de vibraciones forzadas por
medio de una novedosa metodologı́a basada en sus correspondientes funciones de trans-
ferencia (FT) en el dominio de las frecuencias [167]. Esta metodologı́a permite estimar el
comportamiento del algoritmo, en términos de amortiguamiento numérico y distorsión de
frecuencias, en función del rango de frecuencias de la solicitación y diferentes valores de
∆t, tanto en sistemas de altas como bajas frecuencias naturales.
Una función de transferencia es un operador matemático que relaciona la señal de en-
trada en el sistema (solicitación) con la respuesta obtenida. Dicha señal de entrada o so-
6
La nomenclatura asignada en esta figura a los algoritmos de la familia de Newmark no se corresponde con
la empleada en esta investigación, ya que se ha mantenido la denominación original de Kontoe et al [44].
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 123

licitación se define como una función exponencial compleja (r(t) = e(iωt) ) por lo que la
respuesta se obtendrá como una versión escalada de la entrada7 (H(iω)eiωt ), donde H(iω)
es la función de transferencia del sistema y está definida como una función compleja.
Es posible obtener tanto la función de transferencia exacta para un SDOF como para
los distintos algoritmos paso a paso. De este modo, comparando la FT numérica correspon-
diente a un determinado algoritmo con la FT exacta se puede analizar el comportamiento
de dicho algoritmo de integración. A continuación se expondrán las definiciones de las fun-
ciones de transferencia exacta y numéricas. Una descripción más detalla del procedimiento
para obtenerlas se puede encontrar en [160].
La función de transferencia exacta8 en desplazamientos y velocidad se muestra en las
ecuaciones 3.45 y 3.46, éstas dependen de la frecuencia de la solicitación (ω), de la fre-
cuencia natural del sistema (ωn ) y del amortiguamiento del sistema (ξ).

1
Hu∗ (iω, ξ) = (3.45)
[−ω 2 + 2ωn ξωi + ωn2 ]


Hv∗ (iω, ξ) = iωHu∗ (iω, ξ) = (3.46)
[−ω 2 + 2ωn ξωi + ωn2 ]
Si un determinado algoritmo paso a paso se expresa en la forma matricial mostrada
en la ecuación 3.47, sus funciones de transferencia, tanto en desplazamiento como en
velocidad, serı́an las mostradas en la ecuación 3.48, donde I es la matriz de identidad 2x2,
mientras que A′ y B ′ son las matrices de coeficientes correspondientes a cada algoritmo.
En este caso, las funciones de transferencia numéricas dependen de cuatro parámetros, la
frecuencia de la solicitación (ω), la frecuencia natural del sistema (ωn ), el amortiguamiento
del sistema (ξ) y del intervalo de tiempo (∆t).

A′ (ωn ,ξ,∆t) B ′ (ωn ,ξ,∆t)


! z }| !{ ! z }| !{ !
un+1 a11 a12 un b11 b12 rn
= + (3.47)
u̇n+1 a21 a22 u̇n b21 b22 rn+1
! !
Hu  iω∆t ′
−1 ′ 1
= e I − A (ωn , ξ, ∆t) B (ωn , ξ, ∆t) (3.48)
Hv eiω∆t
Los respectivos coeficientes de la matrices A’ y B’ para la familia de Newmark y para el
algoritmo α−generalizado son:

Método de Newmark
 2 ∆t2

1 ωn
a11 =∆ 2βξωn3 ∆t3 (γ − 1) − (1 + 2γξω n ∆t)(1 − 2 + βωn2 ∆t2 )
1 2 2 + 2βξω ∆t2 )

a12 = ∆ 2βξωn ∆t (2γ∆tξωn − 2∆tξωn + 1) − (1 + 2γξω n ∆t)(∆t − ξωn ∆t n
2 ∆t2
ωn
1 2 2 2 2 2 2 2
a21 = ∆ −(1 + βωn ∆t )(∆tγωn − ωn ∆t) + γωn ∆t(1 − 2 + βωn ∆t )
1 2 2 2

a22 = ∆ −(1 + βωn ∆t )(2γ∆tωn − 2hωn + 1) + γωn ∆t(∆t − ξωn ∆t2 + 2βξωn ∆t2 )
1 3 ∆t2 2
b11 = ∆ 2βξωn ∆t (1 − γ) − (1 + 2γξω n ∆t)( 2 − β∆t )

7
Esta definición se aplica para sistemas lineales no dependientes del tiempo.
8
Se empleará el superı́ndice asterisco para la función de transferencia exacta.
124 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

1 3 γ − (1 + 2γξω ∆t)β∆t2

b12 = 2βξω
∆ n ∆t n 
1 2
b21 = ∆−(1 + βωn2 ∆t2 )(1 − γ)∆t + γωn2 ∆t( ∆t2 − β∆t2 )
1

b22 = −(1 + βωn2 ∆t2 )γ∆t + γωn2 β∆t3

∆ = −1 − βωn2 ∆t2 − 2γξωn ∆t

Método α−generalizado9

 2k 2
a11 = 1 − 21 − β ∆t2 ωn2 − β∆t P + β∆t
P Rωn
2
 β∆t 2 β∆t 2
a12 = ∆t − 21 − β ∆t2 2ξωn − P Q + P R2ξωn
a21 = − (1 − γ) ∆tωn2 − γhk γ∆t
P + P Rωn
2

a22 = 1 − (1 − γ) ∆t2ξωn − γ∆tQP + γ∆t


P R2ξωn
1
 2 β∆t 2 β∆t2
b11 = 2 − β ∆t + P αf − P R
2
b12 = β∆t
P (1 − αf )
b21 = (1 − γ) ∆t + γ∆t γ∆t
P αf − P R
b22 = γ∆t
P (1 − αf )
P = m (1 − αm ) + c (1 − αf ) γ∆t + k (1 − αf ) β∆t2
Q = c + k (1 − αf ) ∆t

R = mαm + c (1 − αf ) (1 − γ) ∆t + k (1 − αf ) 12 − β ∆t2

En la figura 3.3 se muestra las funciones de transferencia, en desplazamientos, numéri-


cas frente a la analı́tica para siete algoritmos de la familia de Newmark, ampliamente em-
pleados y reportados en la literatura, y tres algoritmos de los α−generalizados (HHT, WBZ
y CH)10 . Todas las funciones de transferencia se han obtenido para un valor de amortigua-
miento del 5 %, que suele ser un valor comúnmente adoptado en la resolución de problemas
dinámicos. Para cada uno de los métodos se representan cuatro grupos de FT correspon-
dientes a diferentes valores de periodo natural del sistema, para ello se ha adoptado un
sistema de periodo largo (Tn = 4 seg.), un sistema de periodo intermedio (Tn = 1 seg.) y
dos sistemas de periodo corto (Tn = 0,1 seg. y Tn = 0,05 seg.). En cuanto al rango de las
frecuencias de la solicitación, esta se define en un intervalo entre una frecuencia mı́nima
ωmin = π/50 rad/s y una frecuencia máxima obtenida en función del intervalo de tiempo
(∆t) y de la frecuencia de Nyquist [170], de tal modo que se eviten el fenómeno de aliasing.
Ası́ la frecuencia máxima de la solicitación será inferior a la frecuencia establecida por el
criterio de Nyquist para un valor de ∆t dado. Los valores de ∆t considerados son 0,02, 0,01
y 0,005 segundos con lo que la máxima frecuencia de la solicitación (ωmax ) correspondiente
a cada uno de ellos será 50π, 100π y 200π rad/s. A su vez se muestran tres curvas corres-
pondientes a cada uno de los valores de ∆t empleados. En la figura 3.3 el modulo de la
función de transferencia se normaliza por el máximo valor del modulo de la FT exacta en
cada sistema, tabla 3.2, y el rango de las frecuencias de solicitación se normaliza por la
máxima frecuencia que se puede aplicar, 200π. Los picos observados en estas figuras se
deben a un fenómeno de resonancia.
9
Los términos k, m y c se corresponden con la rigidez, masa y amortiguamiento, respectivamente, del
sistema.
10
El análisis de las funciones de transferencia para una amplio rango de algoritmos de integración se puede
encontrar en el trabajo desarrollado por Arias-Trujillo et al [160].
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 125

Comparando la FT numéricas con la exacta para cada periodo y valor de ∆t, se puede
analizar el comportamiento que presentará cada uno de los algoritmos de integración. En
general se puede comprobar como para los sistemas de periodo largo e intermedio (Tn = 4
y 1 seg), las FT numéricas coinciden prácticamente con la exacta independientemente del
valor de ∆t, a excepción del Newmark-6 (γ = 0,6 β = 0,3025) donde las FT numéricas se
distancian ligeramente de la FT exacta para Tn = 1 seg. Por el contrario, el comportamiento
de los algoritmos analizados es completamente diferente para los sistemas de periodo corto
(Tn = 0,1 y Tn = 0,05 seg.). En estos dos casos se puede observar que para ninguno
de los valores de ∆t empleados, las FT numéricas coinciden con la exacta. Además, los
resultados numéricos se distancian más de la solución exacta para el sistema de periodo
más bajo (Tn = 0,05 seg.), aunque a medida que el valor de ∆t disminuye, las FT numéricas
se aproximan más a la exacta.
Dependiendo del algoritmo, las FT numéricas se encuentran desplazadas (a la izquierda
en la mayorı́a de los casos) independientemente de ∆t y, a la vez también se encuentran
escaladas respecto a la FT exacta. Ambos fenómenos son más relevantes para los sistemas
de periodos más cortos. El desplazamiento de la FT numérica respecto a la exacta se puede
interpretar como la introducción de una distorsión de la frecuencia (“period elongation”). A
la vez, la variación de escala de la FT numérica respecto a la exacta podrı́a representar el
efecto de amplificación o deamplificación que puede introducir cada algoritmo en el cálculo
de la solución numérica. Por ejemplo, el algoritmo NM-3 (γ = 1/2 β = 1/4) se caracteriza
por no introducir amortiguamiento numérico en la solución [164, 161, 162, 44], y como se
puede comprobar de sus FT numéricas, estas no están escaladas con respecto a la exacta.
Por el contrario los algoritmos de NM-2 (γ = 1/2 β = 1/12) y NM-4 (γ = 1/2 β = 1/8) no
introducirı́an distorsiones en las frecuencias puesto que sus FT numéricas no se encuentran
desplazadas (ni a la derecha ni a la izquierda) con respecto a la exacta.
Por otra parte, aquellos algoritmos disipativos, que se caracterizan por introducir un cier-
to amortiguamiento numérico principalmente en los modos de vibración altos [158], poseen
unas FT numéricas con una gran deamplificación respecto a la exacta, especialmente para
los sistemas de periodo corto (altas frecuencias), como se puede observar para los algo-
ritmos NM-6 (γ = 0,6 β = 0,3025) y NM-7 (γ = 0,51 β = 0,2575) y para los algoritmos
α−generalizados (CH, HHT y WBZ). A su vez, aquellos algoritmos que presentan mayor
deamplificación en las FT numéricas respecto a la exacta son los que introducen mayor
amortiguamiento, como por ejemplo se observa comparando los algoritmos de NM-6 y NM-
7, donde las FT numéricas del NM-6 están mucho más deamplificadas que las del NM-7,
esto se corresponde con las evidencias observadas y reportadas por diferentes autores [56],
quienes exponen que el algoritmo de NM-6 introduce mayor amortiguamiento que el NM-7.
A su vez, cualquiera de los tres algoritmos α−generalizados que se presentan introducen
menos amortiguamiento en la solución numérica que el NM-6.
Esta metodologı́a es válida para para detectar la tendencia de cada algoritmo a mo-
dificar el resultado numérico que se obtiene de él, por ejemplo modificando su amplitud
o introduciendo variaciones en las frecuencias. También es válida para determinar para
qué combinación del conjunto de valores Tn − ∆t − ω las modificaciones introducidas por el
algoritmo pueden ser más relevantes o menos.
126 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Tabla 3.2 – Máximo valor del modulo de la función de transferencia exacta para cada sistema analizado.
Tn (sec.) 4 1 0.1 0.05
|Hd |max
exact 4.052847 0.253303 0.002536 0.000634

Como conclusión se puede establecer que la metodologı́a basada en el análisis de las


FT puede ser empleada para realizar un análisis tentativo del posible comportamiento que
puede presentar un algoritmo de integración, a la vez que también se puede emplear pa-
ra comparar el comportamiento entre diferentes métodos, especialmente para el caso de
vibraciones forzadas y en función de las propiedades del sistema y del paso de tiempo
empleado. Como se ha indicado, los algoritmos de integración introducen principalmente
dos tipos de errores, distorsiones en las frecuencias y amplificaciones o deamplificaciones
(amortiguamiento numérico), dependiendo de cada caso y de cada algoritmo de integra-
ción, el efecto de uno u otro tipo de error puede predominar en la precisión del resultado
numérico que se alcance.
En el marco de esta tesis doctoral se ha desarrollado esta nueva metodologı́a basada en
las funciones de transferencia. Uno de los objetivos de esta investigación será el de analizar
la posible aplicabilidad de dicha metodologı́a a la resolución de problemas dinámicos más
complejos como los que se pretenden abordar en esta tesis.

3.4.4. Ejemplos de validación: Algoritmos de integración temporal

3.4.4.1. Respuesta de un estrato horizontal de suelo elástico sometido a una solici-


tación sinusoidal en su base

El objetivo de este ejemplo es el de validar la correcta implementación de los algoritmos


de integración introducidos en el código. Para ello se compara la solución numérica obtenida
del código GHM frente a la solución analı́tica para la respuesta de un estrato horizontal de
suelo homogéneo y elástico, de espesor H y sometido a una aceleración üg aplicada en su
base. La solución analı́tica a este problema fue desarrollada por Idriss y Seed (1968) [1].
Considerando una sección unitaria de la columna de suelo, figura 3.4, la ecuación de
gobierno del problema es la mostrada en la expresión 3.49, donde u(y, t) es el desplaza-
miento relativo horizontal (1-D) de un punto situado a la profundidad y en el instante t, G es
el modulo de deformación transversal, el cual se define como G(y) = Ay B donde A y B son
dos parámetros que dependen del tipo de suelo, c(y) es el coeficiente de amortiguamiento
viscoso y ρ(y) es la densidad del suelo.
 
∂2u ∂u ∂ ∂u ∂ 2 ug
ρ(y) 2 + c(y) − G(y) = −ρ(y) 2 (3.49)
∂t ∂t ∂t ∂t ∂t
La solución a la ecuación 3.49 se muestra en las ecuaciones 3.50 a 3.52, de ellas se
comprueba que se puede alcanzar una solución semi-analı́tica que se expresa como el pro-
ducto de una función analı́tica dependiente del espacio, Yn (y), (ecuación 3.51) y una fun-
ción dependiente del tiempo, Xn (t), (ecuación 3.52) que se obtiene empleando una técnica
numérica de integración temporal.
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 127

Newmark−1 (γ=1/2; β=0) Newmark−2 (γ=1/2; β=1/12)


1.5 1.5
(T ) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec. (Tn) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec.
n

d exact
d exact

|H |/|H |max
1
|H |/|H |max
d

d
0.5 0.5

0 −3 −2 −1 0 0 −3 −2 −1 0
10 10 10 10 10 10 10 10
ω /200π ω /200π
Newmark−3 (γ=1/2; β=1/4) Newmark−4 (γ=1/2; β=1/8)
1.5 1.5
(T ) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec. (Tn) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec.
n

d exact
d exact

|H |/|H |max
1
|H |/|H |max
d

d
0.5 0.5

0 −3 −2 −1 0 0 −3 −2 −1 0
10 10 10 10 10 10 10 10
ω /200π ω /200π
Newmark−5 (γ=1/2; β=1/6) Newmark−6 (γ=0.6; β=0.3025)
1.5 1.5
(T ) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec. (Tn) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec.
n
d exact

d exact

1 1
|H |/|H |max

|H |/|H |max
d

0.5 0.5

0 −3 −2 −1 0
0 −3 −2 −1 0
10 10 10 10 10 10 10 10
ω /200π ω /200π
Newmark−7 (γ=0.51; β=0.2575) HHT
1.5 1.5
(Tn) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec. (Tn) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec.
d exact
d exact

1
|H |/|H |max

1
|H |/|H |max

d
d

0.5 0.5

0 −3 −2 −1 0 0 −3 −2 −1 0
10 10 10 10 10 10 10 10
ω /200π ω /200π
WBZ CH
1.5 1.5
(Tn) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec. (Tn) 4 sec. 1 sec. 0.1 sec. 0.05 sec.
d exact
d exact

1 1
|H |/|H |max
|H |/|H |max
d

0.5 0.5

0 −3 −2 −1 0 0 −3 −2 −1 0
10 10 10 10 10 10 10 10
ω /200π ω /200π
h=0.005 seg. h=0.01 seg. h=0.02 seg. Exact

Figura 3.3 – Función de transferencia analı́tica frente a las funciones de transferencia numéricas para diferen-
tes algoritmos de integración, diferentes sistemas y diferentes pasos de tiempo (ξ = 5 %).
128 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Figura 3.4 – Geometrı́a y condiciones de contorno para un estrato horizontal de suelo sometido a una solicita-
ción senoidal en su base.

n=∞
X
u(y, t) = Yn (y)Xn (t) 0 < B < 0,5 (3.50)
n=1

 b  y b/θ    
1 y 1/θ
Yn (y) = βn Γ(1 − b) J−b βn (3.51)
2 H H

Ẍn + 2ξωn Ẋn + ωn2 Xn = −Rn üg (3.52)

En las expresiones anteriores, el subı́ndice n se corresponde con el n-ésimo modo de


vibración, J−b es la función de Bessel de primer tipo de orden −b, βn representa la raı́z de
J−b (βn ) = 0, Γ es la función gamma, mientras que ωn y ξn son la frecuencia natural y el
ratio de amortiguamiento del modo n-ésimo, respectivamente, los cuales se definen en la
ecuación 3.53. El término Rn y los parámetros θ y b están definidos en la ecuación 3.54.

p 1
βn A/ρ 2c
ωn = ξn = (3.53)
θH 1/θ ρωn

" 1+b #−1


1 −2 −Bθ + θ
Rn = βn Γ (1 − b) J1−b (βn ) θ= B−2 b= (3.54)
2 2

Variando los parámetros B y ξ se pueden definir diferentes tipos de suelos. Puesto que
la finalidad de este ejemplo es la de validar la correcta implementación de los algoritmos
temporales programados en GHM, se considerará un valor de G constante (B = 0) pa-
ra todo el espesor del estrato, lo que representarı́a un suelo cohesivo [1]. Además para
analizar el amortiguamiento introducido por cada algoritmo se considerará un material sin
amortiguamiento (ξ = 0).
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 129

Se ha considerado una columna de 30 m de altura formada por un suelo con las si-
guientes propiedades: ρ = 1920 kg/m3 , E = 6 · 107 N/m2 , G = 2 · 107 N/m2 y ν = 0,5. La
solicitación aplicada, ecuación 3.55, se corresponde con una función sinusoidal de amplitud
Ac = 3 m/s2 y ω = 2π rad/sec, durante un tiempo total de 10 seg.

üg = Ac sin(ωt) (3.55)

Para este problema se han obtenido tres tipos de soluciones. En primer lugar, al consi-
derar una solicitación sinusoidal y un valor de G constante, se puede emplear la solución
analı́tica dada por la expresión 3.56 [171].

∞ 4Aω 2    
X (2n−1)π (2n − 1)πy 2Hω vs (2n − 1)πt
u(y, t) = − vs2 (2n−1)2 π 2
sen sen(ωt) − sen
− ω2 2H vs (2n − 1) 2H
n=1 4H 2
(3.56)
donde A es la amplitud en desplazamientos y se define como A = Ac /ω 2 , con Ac la
p
amplitud en aceleraciones, vs = G/ρ, donde vs es la velocidad de las ondas de corte,
ρ es la densidad del suelo, G es el modulo de elasticidad transversal y H es el espesor
del estrato. Por otra parte, n se corresponde con los modos de vibración considerados, la
variable y representa la cota del punto dentro estrato, mientras que t es el tiempo. Para esta
solución, se sitúa el origen de las cotas en la base del estrato de suelo y no en su superficie.
Atendiendo a las ecuaciones 3.50, 3.51 y 3.52, también se puede alcanzar una solución
semi-analitica ya que la componente espacial se puede obtener de forma analı́tica mientras
que la componente temporal se obtiene como resultado del empleo de un algoritmo tempo-
ral de integración, donde para un suelo homogéneo B = 0, θ = 1, b = 1/2 y el término Rn
h 1,5 i−1
se define como Rn = 21 βn Γ (1/2) J1/2 (βn ) .
Finalmente, también se resuelve este problema con el código GHM y diferentes algorit-
mos de integración, definiéndose esta como la solución numérica. Se han empleado seis al-
goritmos, tres pertenecientes a la familia de Newmark y tres de la familia α−generalizados11 .
Entre ellos, el algoritmo de Newmark sin amortiguamiento NM-3 (γ = 1/2 β = 1/4), los New-
mark con amortiguamiento NM-6 (γ = 0,6 β = 0,3025) y NM-7 (γ = 0,51 β = 0,2575) y los
algoritmos disipativos en altas frecuencias CH, HHT y WBZ. Para el modelo en elementos
finitos se han empleado 65 elementos triangulares de 3 nodos, con movimientos restringi-
dos (horizontales y verticales) en la base y movimientos verticales coartados en los laterales
de la columna.
En la figura 3.5 se muestra el desplazamiento horizontal del punto superior de la colum-
na. En ella se compara la solución analı́tica, semi-analitica y numérica (GHM) para los seis
algoritmos de integración indicados. Para el cálculo de la solución analı́tica y semi-analı́tica
se han empleado un total de 10 modos de vibración, lo que equivale a 10 términos dentro
del sumatorio (ecuación 3.50). Los periodos naturales de cada uno de estos 10 términos
oscilan en un rango entre 1.1758 a 0.0619 segundos para los valores del problema indica-
dos. El paso de tiempo empleado en el cálculo de las soluciones numérica y semi-analı́tica
11
Estos algoritmos se presentaron en el apartado 3.4.3.
130 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Newmark−3 (γ=1/2; β=1/4) Newmark−6 (γ=0.6; β=0.3025)


0.8 0.8

0.6 0.6

Desplazamiento (m)
Desplazamiento (m)

0.4 0.4

0.2 0.2

0 0

−0.2 −0.2

−0.4 −0.4
Sol. Analítica Sol. Analítica
−0.6 Sol. Semi−analítica −0.6 Sol. Semi−analítica
Sol. Numérica (GHM) Sol. Numérica (GHM)
−0.8 −0.8
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tiempo (seg.) tiempo (seg.)

Newmark−7 (γ=0.51; β=0.2575) HHT


0.8 0.8

0.6 0.6

Desplazamiento (m)
Desplazamiento (m)

0.4 0.4

0.2 0.2

0 0

−0.2 −0.2

−0.4 −0.4
Sol. Analítica Sol. Analítica
−0.6 Sol. Semi−analítica −0.6 Sol. Semi−analítica
Sol. Numérica (GHM) Sol. Numérica (GHM)
−0.8 −0.8
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tiempo (seg.) tiempo (seg.)
WBZ CH
0.8 0.8

0.6 0.6
Desplazamiento (m)

Desplazamiento (m)

0.4 0.4

0.2 0.2

0 0

−0.2 −0.2

−0.4 −0.4
Sol. Analítica Sol. Analítica
−0.6 Sol. Semi−analítica −0.6 Sol. Semi−analítica
Sol. Numérica (GHM) Sol. Numérica (GHM)
−0.8 −0.8
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tiempo (seg.) tiempo (seg.)

Figura 3.5 – Desplazamiento horizontal del punto superior de una columna de suelo elástico sometida a una
solicitación senoidal en su base, calculado por diferentes algoritmos numéricos de integración
frente a las soluciones analı́tica y semi-analı́tica.

es de 0.01 seg.

Como se comprueba de la figura 3.5, las diferentes soluciones numéricas calculadas por
los algoritmos indicados reproducen la solución analı́tica y la semi-analı́tica. Lo que pone de
manifiesto que la implementación de los algoritmos α−generalizados en el código GHM es
correcta. De esta figura también se puede comprobar como el algoritmo de Newmark-3 no
introduce ningún tipo de amortiguamiento mientras que, como cabrı́a esperar, el Newmark-
6 amortigua más la solución que el Newmark-7. Por otra parte, el comportamiento de los
distintos α−generalizados (HHT, WBZ y CH) es bastante similar entre sı́ para este caso,
introduciendo cierto amortiguamiento con respecto a la solución analı́tica y presentando a
su vez un comportamiento próximo al Newmark-6.
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 131

10 m
(0,5)

10 m

Figura 3.6 – Geometrı́a, malla y condiciones de contorno adoptadas para analizar la influencia de los algoritmos
de integración en un medio poroso saturado elástico.

Tabla 3.3 – Propiedades del suelo empleado para el análisis de la influencia de los algoritmos de integración
en un medio poroso saturado elástico.
ρs = 2700 kg/m3 ρf = 1000 kg/m3 ρ = 1798,12 kg/m3
E = 16,6 · 106 P a ν = 0,2 n = 0,53
Ks = 1 · 1020 P a Kf = 8 · 106 P a k = 1 · 10−5 m/s

3.4.4.2. Influencia de los algoritmos de integración paso a paso en la respuesta de


un medio poroso saturado elástico semi-infinito

En este ejemplo se analiza el comportamiento de diferentes algoritmos de integración


paso a paso en el calculo de la respuesta de un estrato poroso saturado elástico semi-
infinito, figura 3.6, tanto en desplazamiento como en presión de poro, cuyas propiedades
se muestran en la tabla 3.3, donde no se ha introducido amortiguamiento en el material, se
han empleado contornos absorbentes12 y se ha sometido a un determinado acelerograma.
En este caso se ha seleccionado el acelerograma artificial de Bogdanoff [172], el cual se
define como el sumatorio de n términos armónicos según la ecuación 3.57, donde B y αb
son dos constantes de valores B = 0,292 y αb = −0,333, respectivamente, ωj y φj son la
frecuencia y los ángulos de fase de cada término armónico, respectivamente, t es el tiempo
en segundos y a es la aceleración en m/sec2 .

n
X
αb t
a(t) = Bte cos(ωj t + φj ) (3.57)
j=1

A través del valor asignado a n es posible controlar el contenido frecuencial del acelero-
grama. En este caso se han considerado 22 términos, tabla 3.4, cuyo rango de frecuencias
oscila entre 6 rad/s (0,95 Hz) y 80,25 rad/s (12,77 Hz), barriendo un amplio rango de fre-
cuencias, resultado el acelerograma mostrado en la figura 3.7. La variación en la amplitud y
en el contenido frecuencial de este acelerograma se puede visualizar a través del espectro
de amplitudes de Fourier, figura 3.7. El acelerograma considerado tiene una duración total
de 10 sec. con un intervalo de tiempo de 0,02 sec. Por lo tanto, de acuerdo con el criterio de
12
Los contornos absorbentes desarrollados para esta tesis doctoral se analizan en la sección 3.7.
132 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Tabla 3.4 – Frecuencias circular y ángulos de fase adoptados para el acelerograma de Bogdanoff
j 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

ωj (rad/sec) 6.00 8.00 10.00 11.15 12.30 13.25 14.15 16.20 17.35 19.15 22.00

φj (rad) 3.7663 1.3422 4.8253 0.2528 4.5204 1.8834 1.3320 1.7852 0.1517 2.4881 1.7654

j 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22

ωj (rad/sec) 25.25 29.85 34.50 39.60 46.45 53.00 58.60 66.75 71.15 74.80 80.25

φj (rad) 1.6632 2.1862 0.8325 1.2387 2.3156 3.0012 1.0645 0.7843 1.5532 0.9586 2.3562

3.5 0.14
3 22 frecuencias
2.5 0.12
2

Amplitudes Fourier
1.5 0.1
a (m/s )
2

1
0.08
0.5
0 0.06
−0.5
−1 0.04
−1.5
−2 0.02
−2.5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 0
0 5 10 15 20 25
Tiempo (seg) Frecuencia (Hz)

Figura 3.7 – Acelerograma artificial de Bogdanoff para 22 términos y espectro de amplitudes de Fourier corres-
pondiente.

Nyquist [170], la frecuencia máxima admisible para evitar el fenómeno de aliasing es de 50π
rad/s (25 Hz), que no se supera por ninguna de las 22 frecuencias empleadas y ademas
es el limite superior considerado en los diagramas de amplitudes de Fourier.
En la figura 3.8 se muestra la historia temporal del desplazamiento vertical y de la pre-
sión de poro para un punto situado en la cota (0,5), indicado en la figura 3.6, calculado
por diferentes algoritmos y comparado con la solución obtenida por el algoritmo sin amorti-
guamiento Newmark-3. En esta figura se puede comprobar como el algoritmo Newmark-7
prácticamente no introduce amortiguamiento en la solución ya que se solapa con la solución
obtenida para el Newmark-3 (algoritmo sin amortiguamiento). Por otra parte los algoritmos
Newmark-6, HHT y WBZ si introducen cierto amortiguamiento en la solución numérica. Pa-
ra analizar el amortiguamiento introducido por cada algoritmo, se muestra en la figura 3.9
el espectro de amplitudes de Fourier calculado sobre la respuesta en desplazamientos ver-
ticales para el punto indicado y sobre la respuesta en presión de poro. En cada gráfico se
presenta el resultado obtenido para los algoritmos Newmark-6, Newmark-7, HHT y WBZ,
junto a la respuesta obtenida con el método de Newmark-3, que se adopta como solución
de referencia. Para resaltar el amortiguamiento introducido por cada algoritmo, se muestra
en la figura 3.1013 la diferencia obtenida entre la amplitud del espectro de Fourier calculado
por los diferentes algoritmos respecto a la obtenida por el algoritmo de NM-3.
En cuanto al comportamiento de los algoritmos temporales de integración, de las figuras
3.9 y 3.10 se pueden extraer las siguientes conclusiones:

El comportamiento de cualquiera de los algoritmos analizados es similar tanto en la


respuesta en desplazamientos como en presión de poro.
13
En el eje de abscisas sólo se muestra hasta la frecuencia de 15 Hz para una mejor visualización de los
resultados, ya que en el intervalo 15-25 Hz las amplitudes son nulas.
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 133

−3 Newmark−6 Newmark−6
x 10 6000
1.5
NM−3 NM−3
NM−6 NM−6
4000
1

2000

p (N/m2)
0.5
u (m)

0
v

w
0
−2000

−0.5
−4000

−1 −6000
0 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10
Tiempo (seg.) Tiempo (seg.)
−3 Newmark−7 Newmark−7
x 10 6000
1.5
NM−3 NM−3
NM−7 NM−7
4000
1

2000
p (N/m2)

0.5
u (m)

0
v

0
−2000

−0.5
−4000

−1 −6000
0 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10
Tiempo (seg.) Tiempo (seg.)
−3 HHT HHT
x 10
1.5 6000
NM−3 NM−3
HHT HHT
4000
1

2000
pw (N/m )

0.5
2
u (m)

0
v

0
−2000

−0.5
−4000

−1 −6000
0 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10
Tiempo (seg.) Tiempo (seg.)
−3 WBZ WBZ
x 10
1.5 6000
NM−3 NM−3
WBZ WBZ
4000
1

2000
pw (N/m )

0.5
2
u (m)

0
v

0
−2000

−0.5
−4000

−1 −6000
0 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10
Tiempo (seg.) Tiempo (seg.)

Figura 3.8 – Desplazamiento vertical y presión de poro para el punto (0,5) indicado en la figura 3.6, en un
problema bidimensional con un medio poroso saturado, calculado por diferentes algoritmos de
integración paso a paso respecto a la solución obtenida con el algoritmo NM-3.
134 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

−4 Newmark−6 Newmark−6
x 10
1 350
NM−3 NM−3
NM−6 300 NM−6

Amplitudes Fourier (P )
Amplitudes Fourier (uv)

0.8

W
250
0.6 200

0.4 150

100
0.2
50

0 0
0 5 10 15 20 25 0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

−4 Newmark−7 Newmark−7
x 10
1 350
NM−3 NM−3
NM−7 300 NM−7

Amplitudes Fourier (P )
Amplitudes Fourier (uv)

0.8

W
250
0.6 200

0.4 150

100
0.2
50

0 0
0 5 10 15 20 25 0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

−4 HHT HHT
x 10
1 350
NM−3 NM−3
HHT 300 HHT
Amplitudes Fourier (P )
Amplitudes Fourier (uv)

0.8
W

250
0.6 200

0.4 150

100
0.2
50

0 0
0 5 10 15 20 25 0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

−4 WBZ WBZ
x 10
1 350
NM−3 NM−3
WBZ 300 WBZ
Amplitudes Fourier (P )
Amplitudes Fourier (uv)

0.8
W

250
0.6 200

0.4 150

100
0.2
50

0 0
0 5 10 15 20 25 0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

Figura 3.9 – Espectros de amplitudes de Fourier sobre la historia temporal en desplazamientos y en presión
de poro para el punto (0,5) indicado en la figura 3.6, calculado para diferentes algoritmos de
integración paso a paso.
3.4. INTEGRACIÓN TEMPORAL DE UN PROBLEMA ACOPLADO U-P 135

uv pw
−5
x 10 100
2.5
NM−6 NM−6
NM7 80 NM7
2 HHT
HHT

algortimo
algortimo

WBZ 60 WBZ
1.5
40

− AF
− AF

1
20
NM−3

NM−3
0.5
0
AF

AF
0
−20

−0.5 −40
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

Figura 3.10 – Diferencia en las amplitudes de Fourier de cada algoritmo de integración respecto al algoritmo
sin amortiguamiento Newmark-3, tanto para la historia temporal en desplazamientos como en
presión de poro para el punto (0,5) indicado en la figura 3.6.

El algoritmo de NM-6 introduce un fuerte amortiguamiento en el rango de las altas


frecuencias, consiguiendo eliminar prácticamente la influencia de las frecuencias más
altas, superiores a 10 Hz en este ejemplo, presentes en la solución en desplazamien-
tos obtenida por el NM-3.

El algoritmo de NM-7 mantiene un comportamiento muy próximo al NM-3, deamplifi-


cando ligeramente las amplitudes de las altas frecuencias, pero sin eliminar ninguna
de ellas, mientras que no introduce ningún amortiguamiento en las frecuencias más
bajas. Prácticamente, el comportamiento del NM-3 y del NM-7 es muy similar.

Las soluciones obtenidas con el algoritmo de NM-6 y WBZ son prácticamente coinci-
dentes para este ejemplo, además tanto los espectros de amplitudes como la diferen-
cia de amplitudes respecto al NM-3 se superponen.

El algoritmo HHT mantiene un comportamiento ligeramente diferente al NM-6 y WBZ,


ya que en el cálculo de los desplazamiento verticales y para las bajas frecuencias y de
las frecuencias muy altas, la diferencia de amplitudes de Fourier con respecto al NM-
3 se superponen con las obtenidas en los algoritmos de NM-6 y WBZ. Sin embargo
en el rango de frecuencias medias-altas el amortiguamiento que introduce es mayor
que con estos dos algoritmos. Por el contrario, en el cálculo de la presión de poro, el
amortiguamiento introducido por el HHT es mayor que el introducido por NM-6 y WBZ
también en el rango de frecuencias muy altas.

Por otra parte, el comportamiento de los diferentes algoritmos de integración observa-


do en las figuras 3.9 y 3.10 se corresponde con lo analizado a través de las respectivas
funciones de transferencia mostradas en la figura 3.3, especialmente para las curvas co-
rrespondientes a h = 0,02 seg., Tn = 1 seg. y Tn = 0,1 seg., ya que se puede estimar que el
perı́odo natural de una columna de suelo con las propiedades del material de este ejemplo
vale Tn = 0,65 seg. [57]. De estas figuras se puede verificar lo siguiente:

La FT de NM-7 correspondiente a h = 0,02 seg. es la que muestra una deamplificación


menor respecto a la exacta, lo que explicarı́a que el algoritmo de NM-7 introduzca un
bajo grado de amortiguamiento en la solución.
136 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

De la figura 3.10 se puede observar que ninguno de los algoritmos analizados introdu-
cen una fuerte distorsión en los periodos o frecuencias respecto al algoritmo de NM-3,
ya que las frecuencias detectadas en el espectro de amplitudes de Fourier coinciden
en todos los métodos analizados. Como se puede comprobar de la figura 3.3, todos
los algoritmos estudiados presentan las FT numéricas de h = 0,02 seg. desplazada a
la izquierda respecto a la solución exacta y además en la misma magnitud aproxima-
damente, incluido el NM-3.

Los algoritmos NM-6, WBZ y HHT presentan unas FT numéricas similares entre si, al
igual que el comportamiento que se observa en las figuras 3.9 y 3.10. Con la excep-
ción del incremento de amortiguamiento observado en este ejemplo para el método
HHT, puesto que cabrı́a esperar que el algoritmo NM-6 fuera que introdujera el mayor
amortiguamiento al tener unas FT numéricas con una deamplificación mayor que el
resto de métodos.

3.5. Resolución de sistemas de ecuaciones no lineales

Después de aplicar el correspondiente algoritmo de integración temporal, se ha llegado


a obtener un sistema de ecuaciones que es necesario resolver. En el caso más general,
las ecuaciones obtenidas presentaran no linealidades debidas al material, es decir por el
modelo constitutivo asignado (modelos elásticos no-lineales, elastoplásticos, viscoplásticos
etc.), e incluso también pueden aparecer no linealidades debidas a la geometrı́a.
Para la resolución numérica de estos sistemas no-lineales se empleará un método itera-
tivo de tipo Newton-Raphson, con control de convergencia en cargas y en desplazamientos-
presiones de poro, de tal modo que se satisfagan unos valores de tolerancia previamente
establecidos [149, 56, 173]. Esta técnica de resolución de sistemas de ecuaciones no linea-
les es una de las opciones que se encuentran implementadas en GeHoMadrid. En cada
intervalo de tiempo se realizaran las i iteraciones necesarias hasta alcanzar la convergen-
cia de la solución, puesto que las matrices que conforman el sistema de ecuaciones no son
R ′
constantes14 , en particular el término Ω B T σn+1 dΩ, ya que dependen de los desplazamien-
tos y presiones obtenidos y deben actualizarse en cada iteración.
El método de Newton-Raphson es uno de los métodos iterativos más empleados para
la resolución de sistemas no lineales. Es una técnica de resolución potente con una tasa de
convergencia rápida, llegando en ocasiones a una tasa de convergencia cuadrática. Dicho
procedimiento iterativo se presenta en la figura 3.11, y se basa en transformar un proble-
ma no-lineal en sucesivos problemas lineales de forma incremental, para los que se debe
encontrar una solución lo más aproximada posible por medio de las iteraciones necesarias.
Las principales desventajas del método de Newton-Raphson son su coste computacional,
ya que en cada iteración es necesario actualizar de rigidez tangencial, factorizar la matriz
jacobiana, resolver un sistema de ecuaciones lineales y evaluar el vector de residuos, y la
14
En general, las matrices de masa, permeabilidad y compresibilidad se pueden suponer constantes ya que
no varı́an a lo largo del proceso de carga-descarga.
3.5. RESOLUCIÓN DE SISTEMAS DE ECUACIONES NO LINEALES 137

posibilidad de perder las caracterı́sticas de simetrı́a de la matriz, si las tiene, en alguna fase
del proceso.
En la literatura [149, 173] se pueden encontrar variaciones sobre el método de Newton-
Raphson, como el método de Newton-Raphson Modificado, donde la matriz de rigidez no
se actualiza en cada iteración sino al comienzo de cada incremento de carga, esto supone
un importante ahorro en el número de operaciones y tiempo de cálculo pero por el contra-
rio suelen ser necesarias un mayor número de iteraciones para alcanzar la convergencia,
pudiendo llegar incluso a la no convergencia en problemas con fuertes no linealidades. A
priori no se puede saber cual de los algoritmos de Newton-Raphson resultan computacio-
nalmente más ventajosos para un problema no lineal dado. Otra versión son los métodos
de Quasi-Newton o métodos secantes, donde la solución de cada iteración se basa en una
aproximación secante de la solución obtenida en las dos iteraciones anteriores. Otras técni-
cas más avanzadas pueden ser el método de la longitud de arco o el método de búsqueda
direccional, entre otras [153, 149]. Todas estas modalidades quedan fuera del objetivo de
esta investigación.

Figura 3.11 – Representación esquemática del procedimiento iterativo del método de Newton-Raphson.

3.5.1. Aplicación del Método de Newton-Raphson

De forma simplificada los sistemas de ecuaciones a resolver, sistema 3.35 - 3.36 o


sistema 3.41 - 3.42, se pueden expresar de la forma Gn+1 (x) = 0, donde x es el vector de
incógnitas formado por x = [∆ū ¨n ; ∆p̄˙ n ] y Gn+1 es un vector de residuos definido como la
diferencia entre las fuerzas internas y las externas del sistema y formado por las ecuaciones
 
que intervienen en el problema Gn+1 = Gun+1 ; Gpn+1 .
El objetivo del método de Newton-Raphson es encontrar el vector x que satisfaga la
condición Gn+1 (x) = 0. Para ello se comienza a iterar a partir de una solución inicial 15
xi , la bondad del punto de inicio afectará a la tasa de convergencia, que presumiblemen-
15
Es habitual comenzar con la solución convergida para el nivel de carga o paso de tiempo anterior.
138 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO


te no satisfará dicha condición, Gn+1 xi 6= 0. Al no cumplirse la condición impuesta se
deben buscar nuevos valores xi+1 , que se definen como xi+1 = xi + δxi+1 , hasta verificar

Gn+1 xi+1 = 0, donde el superı́ndice i hace referencia a las iteraciones y δxi+1 es la co-
rrección iterativa de xi , figura 3.11. La suma de todas las correcciones δxi+1 representa el
incremento total (∆xin ) respecto al instante anterior, figura 3.11. En el caso particular de un
problema lineal, una sola iteración resuelve el problema de forma exacta.
Aplicando un desarrollo en serie de Taylor de Gn+1 (x) a partir del punto xi , y despre-
ciando los términos de segundo orden, se obtiene la ecuación 3.58.

i+1
 ∂G xi
i

Gn+1 x ≈ Gn+1 x + δxi+1 = 0 (3.58)
∂x

Reorganizando los términos de la expresión 3.58, pasando Gn+1 xi a la derecha, se
obtiene la expresión 3.59.
" #i+1 " #i
i+1 i
 ¨n
δ∆ū Gun+1
Jδx = −Gn+1 x →J =− (3.59)
δ∆p̄˙ n Gpn+1
∂G
donde J = ∂x |x=xi es la matriz jacobiana y se puede definir según la ecuación 3.60.
 
∂Gu
n+1 ∂Gun+1
∂∆ū¨n ∂∆p̄˙ n
J= ∂Gpn+1 ∂Gpn+1
 (3.60)
∂∆ū¨n ∂∆p̄˙ n

- Sistema deducido a partir del Algoritmo de Newmark

Para el sistema de ecuaciones no lineales del problema u-p deducido a partir del método
de Newmark, ecuaciones 3.35 - 3.36, la matriz jacobiana se puede aproximar según la
expresión 3.61 [56, 153, 174, 175], la cual se puede obtener sustituyendo el término Pn+1 =
R T ′
Ω B σn+1 dΩ de la ecuación 3.35 por la expresión lineal equivalente K ūn+1 , junto con las
correspondientes expresiones del método de Newmark.
" #
M + γ∆tC + β∆t2 K −θ∆tQ
J= T
(3.61)
γ∆tQ S + θ∆tH

donde K es la matriz de rigidez tangente16 definida según la expresión 3.62.


Z
K= B T Dep BdΩ (3.62)

Sustituyendo la ecuación 3.61 en 3.59 se obtiene el sistema a resolver 3.63.


" #" #i+1 " #i
M + γ∆tC + β∆t2 K −θ∆tQ ¨n
δ∆ū Gun+1
=− (3.63)
γ∆tQ T S + θ∆tH δ∆p̄˙ n Gpn+1

Como se puede observar del sistema 3.63, la matriz jacobiana es no simétrica, por ello
es conveniente multiplicar la segunda ecuación por el escalar −θ/γ para obtener ası́ una
16
La matriz de rigidez tangente ya ha sido definida previamente en 3.27.
3.5. RESOLUCIÓN DE SISTEMAS DE ECUACIONES NO LINEALES 139

matriz simétrica, siempre que K también lo sea, de este modo el sistema 3.63 se transforma
en el sistema 3.64 [153, 174, 175].

" #" #i+1 " #i


M + γ∆tC + β∆t2 K −θ∆tQ ¨n
δ∆ū Gun+1
2 =− −θ p
(3.64)
−θ∆tQ T − γ S − θ γ∆t H
θ
δ∆p̄˙ n γ Gn+1

- Sistema deducido a partir del Algoritmo α-generalizado

Para el sistema de ecuaciones no lineales deducido a partir del método α-generalizado,


ecuaciones 3.41 - 3.42, se ha procedido en esta tesis doctoral de forma análoga al caso
anterior, obteniendo la expresión aproximada del jacobiano según 3.65, donde K se define
según la expresión 3.62, y tras sustituirla en 3.59 se obtiene el sistema a resolver 3.66.
Para alcanzar nuevamente la simetrı́a en la matriz de coeficientes, se multiplica la segunda
ecuación del sistema 3.66 por el escalar −θ/γ, resultando el nuevo sistema definido en
3.67.

"  #
(1 − αm )M + (1 − αf ) γ∆tC + β∆t2 K −(1 − αf )θ∆tQ
J= (3.65)
(1 − αf )γ∆tQT (1 − αf ) (S + θ∆tH)

"  #" #i+1 " #i


(1 − αm )M + (1 − αf ) γ∆tC + β∆t2 K −(1 − αf )θ∆tQ ¨n
δ∆ū Gun+1
=−
(1 − αf )γ∆tQT (1 − αf ) (S + θ∆tH) δ∆p̄˙n Gpn+1
(3.66)

"  #" #i+1 " #i


(1 − αm )M + (1 − αf ) γ∆tC + β∆t2 K −(1 − αf )θ∆tQ ¨n
δ∆ū Gun+1
θ
=− −θ p
−(1 − αf )θ∆tQT − γ (1 − αf ) (S + θ∆tH) δ∆p̄˙ n γ Gn+1
(3.67)
Tras la resolución del sistema de ecuaciones planteado correspondiente se obtiene el
valor del vector δxi+1 = [δ∆ū ¨n ; δ∆p̄˙ n ]i+1 , que permite obtener la actualización i + 1 del
vector incógnita xi+1 según la expresión 3.68.

" #i+1 " #i " #i+1


i+1 i i+1
¨n
∆ū ¨n
∆ū ¨n
δ∆ū
x = x + δx → = + (3.68)
∆p̄˙n ∆p̄˙n δ∆p̄˙n

A medida que el número de iteraciones aumenta, el proceso de cálculo deberı́a conver-


ger de tal modo que el vector residuos tienda a un valor cada vez más próximo a cero, lo que
implicarı́a que las fuerzas internas están en equilibrio con las fuerzas externas aplicadas,
figura 3.11.
140 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

3.5.2. Criterios de convergencia y tolerancias

Como el proceso iterativo de Newton-Raphson es un prcedimiento aproximado, se de-


ben establecer unos criterios de convergencia y unos valores de tolerancia para terminar
con las iteraciones. Los criterios de convergencia o parada más habituales emplean un ratio
de la norma del residuo o de la tasa de cambio de las variables del problema [149], también
es recomendable emplear dos criterios simultáneamente [173]. En esta investigación se
adoptaran los dos criterios implementados en el código de elementos finitos GeHoMadrid,
los cuales deben satisfacerse a la vez según se describe a continuación.
Atendiendo a la definición realizada del vector residuos, se está aplicando un control de
la convergencia en fuerzas, donde el proceso iterativo finalizará cuando cualquiera de las
condiciones de convergencia definidas en la expresión 3.69 sea menor que el valor, previa-
mente establecido, de tolerancia para el equilibrio de fuerzas. Dichos criterios de conver-
gencia están definidos por medio del ratio entre la norma del vector residuo y la norma del
vector de fuerzas externas, empleando la norma euclı́dea (k.k2 ) o la norma infinita (k.k∞ ).

kGk2 kGk∞
< toler(f uerzas) o < toler(f uerzas) (3.69)
kf ext k2 kf ext k∞

Una vez garantizada la convergencia en fuerzas, se impone un segundo criterio de con-


vergencia atendiendo a la variación de las variables del problema (δxi+1 ), desplazamientos-
presiones de poro. Este segundo criterio permite asegurar que el valor de dichas variables
se mantiene estable después de alcanzar el equilibrio de fuerzas [176]. Nuevamente, este
criterio se satisface si alguna de las condiciones expresadas en 3.70, bien a través de la
norma euclidea o de la norma infinita, es menor que el valor de tolerancia preestablecido
para los desplazamientos-presión de poro, donde ∆xi+1 = xi+1 − xn .

i+1 i+1
δx δx
2 ∞
< toler(u − p) o < toler(u − p) (3.70)
k∆xi+1 k2 k∆xi+1 k∞

En cuanto a los valores de tolerancia a considerar se pueden encontrar diferentes reco-


mendaciones como en [149]. En esta investigación se han adoptado de forma genérica los
siguientes valores para el equilibrio en fuerzas y para los desplazamientos-presión de poro.

Fuerzas: toler(f uerzas) = 10−5

Desplazamientos-presión de poro: toler(u − p) = 10−5

A pesar de que los criterios de parada en fuerzas y desplazamientos presentados ante-


riormente son los empleados con más frecuencia en la literatura relacionada con los mode-
los en elementos finitos, también es frecuente encontrar en otros códigos comerciales [177]
criterios mixtos basados en criterios energéticos.
3.6. MODELO CONSTITUTIVO 141

3.6. Modelo Constitutivo

Una correcta modelización de la respuesta sı́smica de una geoestructura requiere el em-


pleo de una ecuación constitutiva que sea capaz de reproducir el comportamiento del suelo,
y en particular cuando éste está saturado y/o se encuentra sometido a cargas dinámicas.
Por ello la elección de un modelo constitutivo adecuado se transforma en un aspecto funda-
mental en cualquier modelización numérica. El comportamiento de los suelos bajo cargas
sı́smicas es complejo, por ello el modelo constitutivo empleado debe ser capaz de recoger
las principales caracterı́sticas del mismo como las deformaciones permanentes, la dilatan-
cia, los ciclos de histéresis, el amortiguamiento, los incrementos de presión de poro etc
[56, 40].
Al margen de los modelo elásticos, ampliamente utilizados por su sencillez, los modelos
constitutivos más empleados para suelos son el modelo de Mohr-Coulomb, el modelo de
Mohr-Coulomb hiperbólico, el modelo de Von-Mises o el modelo de Drucker-Prager [56].
Dentro de la teorı́a elasto-plástica o también conocida como plasticidad clásica, se pueden
encontrar modelos plásticos con endurecimiento (isótropo o cinemático), modelos reblan-
decientes, modelos con múltiples superficies de fluencia, etc. Junto con dicha teorı́a clásica
de plasticidad también se han desarrollado un importante grupo de modelos constitutivos
basados en el concepto de estado crı́tico y conocidos como modelos de estado crı́tico,
como el modelo Cam-Clay (modificado) [178, 131]. Otros tipos de modelos constitutivos
que se pueden encontrar en la literatura son los modelos endocrónicos [179], los modelos
hipoplásticos o los modelos basados en la teorı́a de la plasticidad con superficie frontera
(Bounding Surface Plasticity) [180]. Cada uno de los modelos constitutivos mencionados
pueden presentar ciertas ventajas frente al resto, pero a su vez también pueden presentar
limitaciones o desventajas, que los hacen válidos para unos determinados tipos de suelos
o para modelar ciertos comportamientos en el suelo y no ser adecuados para otros. En mu-
chos casos se han propuesto modificaciones o mejoras sobre los modelos originales, lo que
ha dado como resultado un amplio rango de opciones posibles. Como se puede constatar,
la investigación en el campo de los modelos constitutivos, en particular para suelos, es un
área en continuo desarrollo.
Junto con los modelos mencionados anteriormente, también se encuentran los modelos
basados en la Teorı́a de Plasticidad Generalizada. Esta teorı́a fue propuesta originalmente
por Zienkiewicz y Mroz y extendida a suelos por Pastor, Zienkiewicz y Chan (1990)[55]. La
principal ventaja de los modelos en plasticidad generalizada se encuentra en su versati-
lidad y capacidad para reproducir adecuadamente los comportamientos de distintos tipos
de suelos tanto bajo carga monótona como cı́clica. En estos modelos a diferencia de los
de la teorı́a clásica de plasticidad, no es necesario definir explı́citamente la superficie de
fluencia y el potencial plástico, lo que a su vez exime de verificar la condición de consis-
tencia. En particular, para esta investigación se empleará el modelo propuesto para suelos
desarrollado por Pastor, Zienkiewicz y Chan (1990)[55]. También cabe destacar que otras
investigaciones sobre problemas dinámicos acoplados en medios porosos saturados co-
mo las desarrolladas por Madabhushi y Zeng o Dewoolkar, Chan, Ko y Pak [40, 41, 42]
y que ya fueron descritos en la sección 2.5.3, también adoptaron modelos constitutivos
142 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

basados en la teorı́a de plasticidad generalizada. Por otra parte, investigaciones recientes


[175, 181, 176, 174, 182, 183] que también abordan la modelización de problemas geotécni-
cos, tanto con arcillas como con arenas, bajo cargas dinámicas y con problemas saturados
y no saturados, también adoptan modelos constitutivos basados en la teorı́a de plasticidad
generalizada, en particular el modelo de Pastor, Zienkiewicz y Chan.

3.6.1. Teorı́a de Plasticidad Generalizada

Pastor y Zienkiewicz [56, 183] extendieron la teorı́a de plasticidad generalizada para


suelos, tanto arenas como arcillas, sometidos a cargas monótonas y cı́clicas. En primer
lugar se presentó como modelo P-Z III (1985) y posteriormente se amplió por Pastor, Zien-
kiewicz y Chan [55] (1990). Será éste último el que se empleará en esta investigación. La
teorı́a de plasticidad generalizada, frente a la teorı́a de plasticidad clásica, prescinde de
la definición explı́cita de una superficie de fluencia y del potencial plástico, por lo que no
es necesario verificar la condición de consistencia, esto simplifica el modelo y también su
implementación en un código de elementos finitos.
En primer lugar se asume que la respuesta del material no depende de la velocidad
de variación de las tensiones, por lo que los incrementos de tensiones y deformaciones se
pueden relacionar según la ecuación 3.71, donde D es el tensor constitutivo que depende
del estado tensional σ, de unas variables de estado α y de la dirección del incremento de
carga λ.

dσ = D(λ, σ, α)dǫ (3.71)

Para tener en cuenta la influencia de la dirección del incremento de carga (discriminar


entre carga y descarga) se introduce el vector de dirección n en el espacio tensional, el
cual también depende del estado tensional (σ) y de las variables de estado (α), y que
permitirá discriminar entre un estado de carga (L) o de descarga (U) según:

dσ T · n > 0 Carga (3.72)


dσ T · n < 0 Descarga (3.73)
dσ T · n = 0 N eutra (3.74)

Imponiendo la condición de continuidad ente los estados de carga y descarga, se defi-


nen dos matrices constitutivas, una para carga (DL−1 ) y otra para descarga (DU−1 ) según las
expresiones 3.75 y 3.76.

ngL nT
DL−1 = De−1 + (3.75)
HL
ngU nT
DU−1 = De−1 + (3.76)
HU

HL y HU son dos funciones escalares que se denominan, respectivamente, módulo


3.6. MODELO CONSTITUTIVO 143

plástico en carga y descarga y que dependen del estado de tensiones y de los parámetros
de estado α, mientras que ngL y ngU son dos vectores unitarios de flujo plástico para car-
ga y descarga, respectivamente, definidos en todos los puntos del espacio de tensiones,
que establecen la dirección en la que se producirá la deformación plástica al aplicar una
variación de tensiones. Para el caso de carga neutra ambas funciones predicen la misma
respuesta (De ) donde el comportamiento del material en estas condiciones es reversible,
pudiéndose considerar como elástico, por lo que De cumple la función de tensor constituti-
vo elástico. Cabe destacar que es posible obtener las ecuaciones de potencial plástico y de
la superficie de fluencia propias de la teorı́a de plasticidad clásica a través de de ngL y n.
Cuando las direcciones ngL y n son distintas se dice que la regla de flujo es no-asociado y
por lo tanto la matriz constitutiva será no simétrica.
El incremento de deformación se puede descomponer en dos componentes, una elástica
(dǫe )
y otra plástica (dǫp ) según la expresión 3.77.

dǫ = dǫe + dǫp (3.77)

donde

dǫe = De−1 · dσ e (3.78)


ngL/U · nT
dǫp = dσ (3.79)
HL/U

De este modo la expresión 3.71 se puede definir como se muestra en 3.80 donde Dep
es la matriz constitutiva elastoplástica definida en 3.81.

dσ = Dep dǫ (3.80)

De · ngL/U · nT · De
Dep = De − (3.81)
HL/U + nT · De · ngL/U

De esta manera se han introducido en el modelo deformaciones de tipo plástico sin ne-
cesidad de definir explı́citamente superficies de fluencia ni potenciales plásticos, ası́ como
tampoco es necesario verificar la condición de consistencia tal como se entiende en el mar-
co de la teorı́a de plasticidad clásica. Para caracterizar la respuesta del material solamente
es necesario definir dos funciones escalares HL y HU y los vectores ngL , ngU y n.
Este modelo permite modelar el comportamiento de arenas sueltas saturadas y permite
reproducir razonablemente fenómenos de licuefacción bajo carga cı́clica, ası́ como fenóme-
nos de densificación. Por el contrario los parámetros que intervienen en este modelo tienen
un sentido fı́sico menos evidente que los de la teorı́a de plasticidad clásica, por lo que es
necesario contar con diferentes ensayos de laboratorio para ajustarlos. Finalmente, tam-
bién cabe destacar que la implementación de los modelos de plasticidad generalizada en
los códigos numéricos resulta más sencilla que la de los modelos de plasticidad clásica al
no tener que satisfacerse la condición de consistencia.
144 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

3.6.2. El modelo de Pastor-Zienkiewicz (PZ) para arenas

En primer lugar se presentan los tres invariantes tensionales sobre los que se formu-
la el modelo, que son la tensión media efectiva o tensión de confinamiento p′ , la tensión
desviadora q y el ángulo de Lode θ comprendido entre − π6 ≤ θ ≤ π6 :

1
p′ = − I 1 (3.82)
p3
q = 3J2 (3.83)
√ !
1 3 3 J3
θ = − sen−1 (3.84)
3 2 J 3/2
2

donde:
I1 = σ1 + σ2 + σ3 = σkk es el primer invariante del tensor de tensiones, J2 = 12 tr(s2 ) =
1 1 3 1
2 sij sji es el segundo invariante del tensor de tensiones desviador y J3 = 3 tr(s ) = 3 sij sjk ski
es el tercer invariante del tensor de tensiones desviador, siendo el tensor de tensiones des-
viador s = σ − 31 I1 I donde I es la matriz de identidad.
Los correspondientes invariantes del tensor de deformaciones son:

dǫv = tr(dǫ) (3.85)


2
dǫs = deij deij (3.86)
3
1
de = dǫ − tr(dǫ) (3.87)
3

donde dǫv es la deformación volumétrica, dǫs es la deformación desviadora y de es el


tensor de deformaciones desviador.
En el caso particular del plano triaxial, las tensiones principales segunda y tercera coin-
ciden y los invariantes adoptan la siguiente forma simplificada:

1
p′ = − (σ1 + 2σ3) (3.88)
3
q = σ1 − σ3 (3.89)
dǫv = dǫ1 + 2dǫ3 (3.90)
2
dǫs = (dǫ1 − dǫ3 ) (3.91)
3

Para el caso de materiales granulares, los distintos parámetros que intervienen en el


modelo en plasticidad generalizada se describen a continuación. Comenzando por las com-
ponentes elásticas del incremento de deformaciones expresadas en el espacio de los in-
variantes, se introducen dos módulos elásticos, el modulo volumétrico (K e ) y el modulo de
deformación tangencial (Ge ) dependientes de la presión de confinamiento p′ , siendo p′0 es
el valor de p′ al inicio de la carga, según se expresa a continuación:
3.6. MODELO CONSTITUTIVO 145

dp′ p′
dǫev = donde K e = K0e (3.92)
Ke p′0
dq p′
dǫes = e donde Ge = Ge0 ′ (3.93)
G p0

En la teorı́a de la elasticidad, el modulo volumétrico se puede relacionar con el modulo


tangencial a través de la siguiente relación, donde E es el modulo de elasticidad y ν el
coeficiente de poisson.

2 (1 + ν) E
K0e = Ge0 = (3.94)
3 (1 − 2ν) 3(1 − 2ν)

Los vectores de flujo plástico en carga se pueden expresar en el espacio de invariantes


n oT
(p′ , q, θ) como ngL = npgL , nqgL , nθgL , donde:

npgL = dg (3.95)
nqgL = 1 (3.96)
−qMg cos(3θ)
nθgL = (3.97)
2

El término dg representa la dilatancia del suelo que se puede expresar como:

dǫpv
dg = = (1 + αg )(Mg − η) (3.98)
dǫps

donde αg es una constante del material que se puede obtener a partir de un diagrama
de resultados experimentales de la dilatancia frente a η, Mg es la pendiente de la recta de
estado crı́tico en el espacio (p′ , q) y η = q/p′ es el ratio de tensiones. El parámetro Mg se
pueden expresar en función del ángulo de Lode (θ) y el ángulo de rozamiento interno del
material (φ) como:

6 sen φ
Mg = (3.99)
3 − sen φ sen(3θ)

La ley de dilatancia indicada fue propuesta por Pastor, Zienkiewicz y Chan en base
a los resultados experimentales obtenidos por Frossard [55]. Por otra parte, también se
puede comprobar que la dilatancia se hace cero sobre la lı́nea η = Mg coincidiendo con la
proyección en el plano (p′ , q) de la recta de estado crı́tico.

Por otra parte, los vectores de flujo plástico en descarga se pueden expresar como
n oT
ngU = npgU , nqgU , nθgU , donde durante la descarga las deformaciones plásticas pueden
ser de naturaleza contractiva (densificación).
146 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO


npgU = − npgL

(3.100)
nqgU = nqgL (3.101)
nθgU = nθgL (3.102)

Para el vector de dirección de carga y descarga definido por el vector n, se hace nece-
sario el empleo de una regla de flujo no asociada por lo que n 6= ngL aunque sin embargo
se pueden definir de forma similar. Ası́ las componentes del vector de dirección de carga y
 T
descarga se definen como n = np , nq , nθ , donde

np = df (3.103)
nq = 1 (3.104)
−qMf cos(3θ)
nθ = (3.105)
2

donde df esta definido como:

df = (1 + αf )(Mf − η) (3.106)

αf y Mf son dos parámetros del modelo y η = q/p′ . Si αf = αg y Mg = Mf la ley se


vuelve asociativa.
El ratio Mf /Mg depende de la densidad relativa del medio, asi Pastor et al [55] propu-
sieron la siguiente relación, de tal modo que valores bajos de este ratio se corresponde con
arenas sueltas y valores altos con arenas densas.

Mf
DR = (3.107)
Mg
En la definición del módulo plástico en carga (HL ) propuesto por Pastor, Zienkiewicz y
Chan [55] tratan de tener en cuenta los siguientes comportamientos experimentales obser-
vados:

La condición residual tiene lugar en la lı́nea de estado crı́tico q/p′ = η = M

El fallo no ocurre necesariamente cuando la lı́nea de estado crı́tico se cruza por pri-
mera vez

El caracter friccional del material granular requiere que se establezca una frontera
entre los estados tensionales posibles de los imposibles.

Para ello Pastor, Zienkiewicz y Chan [55, 183] propusieron la siguiente definición para el
módulo plástico en carga:

HL = H0 p′ Hf (Hv + Hs )HDM (3.108)


3.6. MODELO CONSTITUTIVO 147

donde:
   
η 4 1
Hf = 1 − donde ηf = 1 + Mf (3.109)
ηf αf
 
η
Hv = 1 − (3.110)
Mg
Hs = β0 β1 e−β0 ξ (3.111)
     
ζmax γ ′ αf η −1/αf
HDM = donde ζ = p 1 − (3.112)
ζ 1 + α f Mf

Donde H0 , β0 , β1 , γ y αf son diferentes parámetros del material, que se consideran


constantes durante el proceso de carga, ξ es la deformación plástica desviadora acumulada
R 
ξ = |dǫps | , y ζ tiene en cuenta el estado tensional movilizado y permite introducir los
efectos de endurecimiento debidos a etapas anteriores de carga, siendo ζmax el máximo
valor de ζ alcanzado durante la historia de carga.
A través del modulo plástico en carga HL , definido en la expresión 3.108, se incorpora
la dependencia de la presión de confinamiento p′ , un modulo H0 que relaciona la defor-
maciones plasticas al inicio del proceso de carga, un factor ((friccional)) Hf , una función
de endurecimiento en deformaciones volumétricas Hv que depende del ratio de tensiones
mobilizado que se anula en la linea de estado critico, una función de enduremcimiento en
deformaciones desviadoras Hs que reproduce la degradación del material debido a las de-
formaciones acumuladas y que permite cruzar la linea de estado critico sin provocar el fallo
inmediato y una función HDM que incorpora la memoria del material. Finalmente, ηf define
una superficie cónica no simétrica en el espacio de los invariantes tensionales y actúa como
lı́mite de los estados posibles e imposibles.
Para la situación de descarga, el módulo plástico en descarga se puede definir a través
de la expresión 3.113 que depende del punto donde se inicia la descarga.

  γ u
HU 0 Mg M
si ηug > 1
ηu
HU =
M (3.113)
H
U0 si ηug ≤ 1

donde HU 0 y γu son dos parámetros del modelo y ηu es el cociente q/p′ correspondiente


a la descarga.
El modelo esta definido por doce parámetros en total, que se ajustan a partir de resul-
tados experimentales, para una determinada arena dado un estado tensional y densidad
inicial. Estos doce parámetros se recogen en la tabla 3.5.
El modelo de PZ puede reproducir fenómenos de licuefacción, ası́ como fenómenos de
movilidad cı́clica y densificación. Una de las principales limitaciones de este modelo en el
caso de las arenas, es que una misma arena que presenta diferentes densidades o some-
tida a diferentes presiones de confinamiento requiere diferentes conjuntos de parámetros
para reproducir su comportamiento. Manzanal et al (2011) [183] propusieron una amplia-
ción del modelo de PZ basada en parámetros de estado, que evita la necesidad de usar
distintos conjuntos de parámetros para una misma arena.
148 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Tabla 3.5 – Parámetros del modelo constitutivo de Pastor, Zienkiewicz y Chan [55] para arenas
Parámetro Descripción
K0e Módulo elástico volumétrico (Pa)
Ge0 Módulo elástico tangencial (Pa)
Mg Pendiente de la recta de estado crı́tico (CSL)
αg Pendiente del diagrama de dilatancia frente a η
Mf Función de la densidad relativa y la pendiente de CSL
αf Parámetro del modelo (habitualmente se toma igual a αg )
H0 Parámetro del modelo asociado al módulo plástico en carga (N/m2 )
β0 Parámetro del modelo (habitualmente igual a 0.2)
β1 Parámetro del modelo (habitualmente igual a 4.2)
γ Parámetro del modelo
HU 0 Parámetro del modelo asociado al módulo plástico en descarga (N/m2 )
γu Parámetro del modelo

3.7. Contornos Absorbentes

La modelización numérica de los problemas geomecánicos que se desarrollan en un


medio semi-infinito, como excavaciones subterráneas, cimentaciones o estructuras de con-
tención, obliga a truncar dicho dominio fı́sico semi-infinito por un dominio de cálculo finito.
Esta idealización numérica del problema supone la introducción de unos contornos artificia-
les que deben ser adecuadamente tratados.
En problemas estáticos, es habitual incluir en el modelo grandes áreas de suelo de tal
modo que se obtenga un dominio de cálculo representativo del problema y cuyos lı́mites
estén suficientemente alejados de la zona de interés. Sin embargo, la consideración de un
dominio de cálculo muy grande implica un coste computacional más elevado puesto que se
introducen mayor número de elementos y nodos, es decir mayor número de incógnitas y por
lo tanto sistemas de ecuaciones más grandes. Por otra parte, en los problemas dinámicos
también se generan ondas que viajan a través del medio y que pueden llegar, si no se amor-
tiguan antes, a alcanzar dichos contornos artificiales. Si los contornos son convencionales,
cuando las ondas alcanzan el borde del dominio (contorno) se genera una reflexión de las
mismas hacia el interior del modelo (“Efecto Caja”) y la energı́a se mantiene contenida en
el contorno, lo que implica que se introduzcan en el dominio de cálculo reflexiones espurias
que pueden afectar a la zona de interés del problema y alterar los resultados obtenidos del
cálculo, pudiendo llegar incluso a invalidarlos.
Para evitar este efecto de borde se puede, por una parte, situar estos contornos artificia-
les suficientemente alejados de la zona de interés para que gracias al amortiguamiento del
material las ondas se amortigüen antes de llegar al contorno (“Borde Extendido”), aunque
como ya se ha indicado esto supone un incremento del coste computacional del modelo.
Otra alternativa aproximada para abordar esta limitación son los conocidos “tied node”17
que han sido empleados con relativa frecuencia [163, 174]. Para problemas de geometrı́a
sencilla, esta técnica impone el mismo desplazamiento sobre los nodos de ambos contor-
17
Esta técnica también se ha empleado para imponer restricciones de desplazamiento, en una o varias direc-
ciones, en problemas de contacto entre dos materiales, como por ejemplo en la interfaz suelo-muro empleada
en el trabajo de Pathmanathan [184].
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 149

nos. Otras técnicas alternativas se pueden encontrar en [163, 185, 184].


Por otra parte también es posible realizar un tratamiento numérico adecuado de los
contornos artificiales que permitan modelar la radiación de las ondas hacia el exterior del
dominio y de este modo se corresponda con el fenómeno fı́sico real. Para ello se emplean
contornos especiales que se definen como Contornos Absorbentes (Absorbing Boundary)
aunque también pueden recibir otras denominaciones como: Transmitting Boundary, Si-
lent Boundary, Radiating Boundary, Transparent Boundary, Quiet Boundary, Non-reflecting
Boundary, entre otros.
Antes de abordar la descripción de las principales técnicas para mitigar el efecto de los
contorno artificiales introducidos por el dominio de cálculo, se presentan algunos aspectos
importantes en cuanto a la propagación de ondas en medios elásticos de extensión semi-
infinita [57].

Propagación de ondas en una masa semi-inifita


En un semiespacio elástico y tras un episodio sı́smico, se pueden presentar principal-
mente dos tipos de de ondas, ondas de cuerpo y ondas superficiales. Las ondas de cuerpo
se corresponde con aquellas ondas que viajan a través del interior del medio. Éstas pueden
ser de dos tipos, ondas longitudinales o de compresión (ondas-P) y ondas transversales o
de corte (ondas-S), figura 3.12. En el caso de las ondas-P, las partı́culas del medio se mue-
ven en la dirección de propagación de la onda y se transmiten a través de medios sólidos y
fluidos. Por el contrario, en el caso de las ondas-S las partı́culas del medio se mueven en
el plano perpendicular al de propagación de la onda, y pueden presentar una componente
en el plano vertical (ondas-SV) y una componente en el plano horizontal (ondas-SH). Si se
asume un análisis en deformaciones planas, sólo se consideran las ondas-P y las ondas-
SV, estas últimas se denominaran de forma simplificada a lo largo de este trabajo como
ondas-S. A diferencia de las ondas longitudinales, las ondas-S no se propagan a través
de los fluidos. La velocidad de propagación de las ondas depende de la rigidez del medio
por el que viajan, puesto que los estratos de suelo tienen gran rigidez a compresión, las
ondas-P se propagan a mayor velocidad que las ondas-S y son las primeras en llegar a un
determinado punto, por eso también se las conoce como ondas primarias y secundarias,
respectivamente.
Por otra parte, también pueden aparecer ondas superficiales como resultado de la inter-
acción entre las ondas de cuerpo y la superficie. Estas ondas se propagan a través de la
superficie del terreno con amplitudes que decrecen exponencialmente con la profundidad.
Las ondas superficiales más importantes desde el punto de vista ingenieril son de dos ti-
pos, Rayleigh y Love, figura 3.12. Las ondas Rayleigh se producen como resultado de la
interacción de las ondas-P y las ondas-SV con la superficie del terreno, provocando un des-
plazamiento tanto vertical como horizontal de las partı́culas. Las ondas Love resultan de la
intersección de las ondas-SH con un estrato superficial blando, estas ondas no presentan
componente vertical en el desplazamiento de las partı́culas.
Puesto que se busca minimizar el efecto de las reflexiones originadas cuando las ondas
alcanzan el contorno artificial impuesto por el dominio de cálculo, y teniendo en cuenta
que estos contorno artificiales definen principalmente los laterales y la base del dominio de
150 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Figura 3.12 – Ondas de cuerpo y ondas superficiales en una masa semi-inifita de suelo.

cálculo, se considerara solamente el efecto de las ondas de cuerpo descritas anteriormente,


ondas-P y ondas-S.
Aunque el objetivo principal de esta investigación no es el estudio pormenorizado de las
técnicas para la modelización de los contornos absorbentes, sı́ es un aspecto importante a
considerar en cualquier modelo numérico, por ello se presenta en primer lugar una breve
descripción de las principales técnicas recogidas en la literatura. Posteriormente se describe
la extrapolación o adaptación de las mismas a problemas en medios porosos y por último
se describen los contornos absorbentes que se han empleado en esta tesis doctoral.

3.7.1. Principales técnicas de modelización

Se pueden encontrar diferentes investigaciones que tratan de abordar el problema de la


modelización numérica de los contornos absorbentes. Algunas de ellas están formuladas
para problemas en el dominio de la frecuencia [186, 163], como por ejemplo los denomina-
dos Consistent Boundaries [186, 187] donde se implementa una matriz de rigidez dinámica
dependiente de la frecuencia que relaciona entre si todos los nodos del contorno lateral,
mientras que otras son aplicables al dominio del tiempo, siendo estas últimas las de interés
para esta investigación.
Una de las primeras técnicas para el tratamiento de los contornos absorbentes fue la
propuesta por Lysmer y Kuhlemeyer (1969) [45]. Estos autores emplean fuerzas viscosas
de amortiguamiento a lo largo del contorno para tratar de absorber las ondas que inciden
sobre él y evitar que se refleje la energı́a hacia el dominio, basándose en la idea de colocar
amortiguadores viscosos. Con este procedimiento se pueden tratar tanto las ondas longitu-
dinales como las transversales que llegan al borde. La definición y eficacia de este tipo de
contornos absorbentes no dependen de la frecuencia de las ondas pero sı́ de su ángulo de
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 151

incidencia, obteniendo una absorción casi completa para ondas de cuerpo que inciden con
un ángulo superior a 30o y una absorción parcial para ángulos menores u ondas superfi-
ciales [45, 187, 163]. A pesar de ser uno de los trabajos más pioneros en este campo, es
probablemente la metodologı́a más empleada hasta la actualidad para afrontar este proble-
ma, tanto por diferentes investigadores [163, 181, 136] como por códigos comerciales como
ABAQUS o FLAC, con ligeras modificaciones [187, 188].
Posteriormente,Smith (1974) [189, 186, 163] propuso una técnica para eliminar la refle-
xión de cualquier tipo de onda independientemente de su frecuencia o ángulo de incidencia,
superponiendo las soluciones obtenidas para dos problemas con diferentes condiciones de
contorno. En un caso bidimensional, el primer problema tendrı́a impuestas tensiones nor-
males nulas y desplazamiento tangencial nulo sobre el contorno, mientras que el segundo
problema tendrı́a tensiones tangenciales y desplazamientos normales nulos en el contorno.
En principio, las ondas longitudinales y transversales se reflejarı́an con la misma amplitud
en ambos problemas pero con signos opuestos, por lo que al superponer ambas soluciones
se anuları́an las ondas reflejadas hacia el dominio. El principal inconveniente de esta técnica
se encuentra en su elevado coste computacional, ya que es necesario resolver 2n proble-
mas para cada posible reflexión n, por lo que este método solamente es recomendable
para problemas unidimensionales. Además, al aplicar la superposición de las soluciones se
asume implı́citamente que el problema presenta un comportamiento lineal. Posteriormente
Cundall (1978) [189, 163, 186] propuso una mejora para la eficiencia de este método.
Por otra parte, Clayton y Engquist (1977) [186, 163, 175] extendieron el concepto Pa-
raxial Boundary desarrollado por Engquist and Majda para una ecuación de onda escalar,
a un problema de propagación de ondas elásticas. Este concepto se desarrolla a partir de
la resolución de la ecuación de onda escalar bidimensional mostrada en la ecuación 3.114,
donde v es la velocidad de propagación de la onda y u es el desplazamiento definido en
función de las coordenadas x-z, resultando dos ondas de igual amplitud pero que se propa-
gan en sentidos opuestos, una onda saliente del dominio y otra onda entrante. El objetivo
de la aproximación paraxial es encontrar una ecuación diferencial que permita el desarrollo
de la onda saliente y desprecie el de la onda entrante.
 
∂2 ∂2 1 ∂2
+ − u=0 (3.114)
∂x2 ∂z 2 v ∂t2
De la solución de la ecuación 3.114 se obtiene el número de onda kx definido en 3.115,
donde ω es la frecuencia de la onda, kx y kz son los números de onda en x e y, respectiva-
mente, y los signos ± corresponden a la onda entrante y saliente, donde se seleccionará el
signo correspondiente a la onda entrante ya que el objetivo es anularla (kx = 0). El término
vkz

ω incluido dentro de la raı́z se puede expandir con diversas aproximaciones diferencia-
les de distintos ordenes, obteniendo de este modo la condición de contorno paraxial. Cabe
destacar que cuando las aproximaciones son de primer orden, este método coincide con
los contornos viscosos propuestos por Lysmer y Kuhlemeyer, sin embargo cuando las apro-
ximaciones tienen ordenes superiores, pueden conducir a inestabilidades numéricas. En
principio, este método es especialmente conveniente para modelos basados en diferencias
finitas. Análogamente, se puede encontrar en [56] un desarrollo de la aproximación paraxial
152 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

a un caso unidimensional.
s  2
ω vkz
kx = ± 1− (3.115)
v ω
Liao y Wong (1984) [163, 186] propusieron un método basado en la predicción del mo-
vimiento del contorno a partir de una extrapolación del movimiento de los puntos vecinos.
Este método también se conoce como Extrapolation Boundary y es adecuado para mode-
los en elementos finitos. Este método esta relacionado con el concepto de la aproximación
paraxial pero evitando sus dificultades numéricas. Presenta dos grandes desventajas, en
primer lugar la necesidad de almacenar grandes volúmenes de información y en segundo,
que el método puede presentar fallos cuando inciden sobre el contorno varias ondas.
Posteriormente, Higdon (1990, 1992) [163, 188, 186] propuso otro tipo de contornos ab-
sorbentes basados en una serie de operadores diferenciales de primer orden. Este contorno
se conoce como Multi-directional Boundary puesto que permite una absorción perfecta de
las ondas incidentes bajo determinados ángulos. Considerando una onda que viaja con una
velocidad v, hacia un contorno x, con un ángulo de incidencia α, se tiene que la condición
de contorno18 para esta onda es la definida en la expresión 3.116.
 
v ∂ ∂
+ u=0 (3.116)
cosα ∂x ∂t
Higdon generalizó esta formulación para ondas que se propagan con ángulos de inci-
Q
dencia iguales a ±αi , definiendo un nuevo contorno absorbente a partir del producto ( ) de
varios operadores diferenciales según la expresión 3.117, donde αi con i = 1, 2...m son los
ángulos de las m-ondas incidentes, desarrollando de este modo el concepto de contorno
absorbente multidireccional.
"m  #
Y v ∂ ∂
+ u=0 (3.117)
cosαi ∂x ∂t
i=1

En la práctica sólo es posible abordar, como máximo, el producto de dos o tres operado-
res en la expresión 3.117, puesto que implica el empleo sucesivo de derivadas de ordenes
superiores que resultan complicadas de definir en un formulación en elementos finitos, lo
que además puede conllevar problemas de estabilidad. El método propuesto por Higdon
derivarı́a en una aproximación paraxial haciendo m = 2 y α1 = α2 = 0. Investigaciones
posteriores recogidas en [163], expusieron que la técnica propuesta por Higdon no repre-
senta notables ventajas en cuanto a términos de precisión respecto a otras técnicas, más
aún teniendo en cuenta que su implementación en un código resulta más compleja.
Recientemente se pueden encontrar en la literatura numerosas investigaciones [190,
191, 192, 193], entre las que destacan los trabajos de Givoli, Neta, Hagstrom y Warburton,
quienes proponen diferentes alternativas para alcanzar unas condiciones de contorno no-
reflectantes de cualquier orden (high-order ABC) pero evitando el inconveniente encontrado
en la formulación de Higdon con las derivadas de ordenes superiores. Una revisión de
18
Condición cinemática que se debe satisfacer en la superficie de un frente de ondas, deducida a partir de la
teorı́a de propagación de ondas en medios elásticos.
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 153

algunos de estos métodos clasificados como de orden superior se puede encontrar en [194].
Otra técnica alternativa para la modelización de los contorno absorbentes, especialmen-
te frente a los high-order ABC, es el método denominado como Perfectly Matched Layers
(PML) [195, 193] propuesto originalmente para ondas electromagnéticas pero extendido
rápidamente a otros campos. Este método consiste en rodear el dominio de cálculo por una
capa que provoque que las ondas salientes decaigan exponencialmente al entrar en ella
y a la vez, no se produzca la reflexión de las ondas cuando inciden sobre dicha capa. De
este modo, se puede absorber cualquier onda incidente, con cualquier ángulo y cualquier
frecuencia. Esencialmente, este método ha sido empleado en el dominio de las frecuen-
cias, aunque autores como Basu y Chopra (2004) [196] lo han extendido al dominio del
tiempo, observando que se alcanza una mayor precisión con los métodos PML frente a los
contornos viscosos estándar, aunque por otra parte el coste computacional se incrementa
entre 1.5 y 1.75 veces, pudiendo llegar a presentar imprecisiones para cierto tipo de ondas
[196, 163].
Se pueden encontrar en la literatura investigaciones que comparan el método PML con
los contornos high-order ABC, como las realizadas por Rabinovich et al [193, 197] o por
Lancioni [195], que analiza un problema 1D en el dominio del tiempo frente a Rabinovich et
al [197] que lo hace en el dominio de la frecuencia, observando de forma general que los
high-order ABC tienen mayor precisión que los PML y requieren un esfuerzo computacional
menor. Sin embargo, la implementación de los PML en un código de elementos finitos es
más sencilla frente a la de los high-order ABC, puesto que la implementación de estos
últimos no resulta trivial y puede requerir modificaciones especificas en el código, además
de un tratamiento especial en las esquinas del dominio.

3.7.2. Revisión del Estado del Conocimiento

El tratamiento de los contornos absorbentes en problemas con medios porosos satura-


dos ha sido menos investigado que los métodos para medios sólidos o suelo seco descritos
anteriormente. Las investigaciones en este campo son relativamente recientes, una amplia
revisión de las mismas se puede encontrar en el trabajo desarrollado por Zerfa y Loret [198].
Del análisis de la propagación de ondas en un medio con dos fases se comprueba
la existencia de tres tipos de ondas en el medio, dos longitudinales y una transversal. La
velocidad de la primera onda longitudinal (mayor velocidad) depende de los parámetros del
material, E y ν, mientras que la velocidad de la segunda onda longitudinal depende tanto
de la frecuencia de la solicitación como de la permeabilidad del medio, puesto que esta
segunda onda longitudinal se atenúa rápidamente con la profundidad y disipa energı́a por
difusión se suele despreciar normalmente [198, 199].
Degrande y Roeck (1993) [200, 201] desarrollaron unas condiciones de contorno absor-
bentes para problemas dinámicos saturados definidos a través de la formulación de Biot,
donde tratan de anular la amplitud de la onda reflejada y relacionar las tensiones efectivas
y la presión de poro con el desplazamiento del contorno absorbente. Las contornos absor-
bentes definidos dependen de la frecuencia por lo que es un metodologı́a apropiada para
cálculos en el dominio de la frecuencia, además obtienen reflexiones espurias de aquellas
154 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

ondas que inciden oblicuamente en el contorno.


Comprueban que para la primera onda longitudinal, el movimiento del esqueleto sólido
y del fluido intersticial están en fase, y en desfase para la segunda onda de compresión
por lo que ésta tiende a desaparecer o atenuarse. Para valores bajos de la frecuencia de
solicitación, o bajo contenido en altas frecuencias, el acoplamiento viscoso entre la fase
sólida y la fluida es muy elevado, por lo que el medio bifásico (medio poroso saturado)
se comporta como una única fase, anulándose el movimiento relativo del fluido respecto
al sólido. Las condiciones de contorno absorbentes obtenidas para este caso coinciden
con el contorno viscoso estándar o clásico propuesto por Lysmer y Kuhlemeyer. Por el
contrario, para valores altos de la frecuencia de solicitación, el acoplamiento viscoso entre
ambas fases desaparece y el medio poroso saturado se comporta como un medio poroso
no disipativo.
Modaressi y Benzenati (1994) [202, 199] aplicaron la aproximación paraxial descrita an-
teriormente a un problema de un medio poroso saturado, basándose en la formulación de
Biot con una formulación simplificada u-p. Para alcanzar la solución aplicaron una transfor-
mación de Fourier sobre las ecuaciones de gobierno del problema, asumiendo un comporta-
miento elástico y lineal. También, asumen que la permeabilidad es isótropa e independiente
de la frecuencia. Finalmente obtienen tres velocidades de ondas, dos longitudinales y una
transversal, definidas por las expresiones mostradas en 3.118, donde Cp2 = (λ + 2µ)/ρ,
Cs2 = µ/ρ y ρ = (1 − n)ρs + nρf , mientras que λ y µ son las constantes elásticas de Lamé,

Q∗ , k , n, ρs y ρf son, respectivamente, la compresibilidad del conjunto fluido-esqueleto sóli-
do, la permeabilidad, la porosidad, la densidad de las partı́culas sólidas y la densidad del
fluido, tal como se definieron en el apartado 3.1 de este documento.

 
Q∗
vp21 = Cp2 1+
λ + 2µ
 
′ λ + 2µ
vp22 = iωk Q ∗
(3.118)
λ + 2µ + Q∗
vs2 = Cs2

Cuando Q∗ /(λ+2µ) >> 1, por el medio se propagan dos ondas longitudinales. La prime-
ra onda (P1 ) se propaga con velocidad vp1 , independiente de la frecuencia y cuya definición
es próxima a Cp junto con un término complementario proporcional a la compresibilidad del
agua. La segunda onda longitudinal (P2 ) se atenua y su velocidad es proporcional a la raı́z
cuadrada de la frecuencia angular de la solicitación (ω) y la permeabilidad. Por el contrario,
cuando Q∗ /(λ + 2µ) << 1, la primera onda longitudinal (P1 ) se propaga con una velocidad
equivalente a la de una onda longitudinal en un medio de una fase, mientras que la segun-
da onda (P2 ) nuevamente se atenua y su velocidad es proporcional a la permeabilidad, a la
frecuencia y a la compresibilidad del fluido. En cualquier caso la presión de poro no se ve
afectada por las ondas de corte.
En la lı́nea del trabajo de Modaressi y Benzenati, se desarrolla el trabajo de Akiyoshi,
Fuchida y Fang (1994) [203], quienes también emplearon una aproximación paraxial en un
problema dinámico con un medio poroso definido por la teorı́a de Biot pero ampliado tanto a
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 155

la formulación u-p como u-w y u-U. Akiyoshi et al (1996) [204] aplicaron las condiciones de
contorno absorbentes propuestas a un problema 2D no lineal, con suelo saturado y carga
sı́smica. Comprobaron que se obtienen resultados satisfactorios con las condiciones de
contorno absorbentes propuestas incluso en problemas con fuertes no linealidades.

En ambas investigaciones, a pesar de emplear una técnica paraxial, la condición de


contorno absorbente resultante es equivalente a la obtenida por el método de los contornos
viscosos (apartado 3.7.3).

Gajo, Saetta y Vitaliani (1996) [186] desarrollan un contorno absorbente multidireccional


para un problema con dos fases (medio poroso elástico saturado) con una formulación u-
U (Biot). Para ello, en primer lugar desarrollan un conjunto de ecuaciones diferenciales de
primer orden, que permiten la propagación de las ondas elásticas en una sola dirección,
para posteriormente desarrollar un contorno absorbente multidireccional de orden superior
(High-order Multidireccional Boundary) a través de una generalización del trabajo de Higdon
[163, 188, 186]. Analizaron dos casos extremos, uno con alta permeabilidad y/o importante
contenido en altas frecuencias, donde el acoplamiento viscoso entre la fase sólida y la
fluida es bajo, desarrollándose dos ondas longitudinales y una transversal. Y otro caso
con baja permeabilidad y/o bajo contenido en frecuencias altas, donde el correspondiente
acoplamiento viscoso es elevado y el medio se comporta como una única fase, existiendo
solamente una onda longitudinal y una transversal. La transición entre los altos y los bajos
valores de acoplamiento se produce en un estrecho rango de valores de permeabilidad y
contenido frecuencial, por lo que la diferencia de velocidad de las ondas entre ambos caso
extremos es muy pequeña. Por ello las posibles reflexiones espurias que se producirı́an
al aplicar las condiciones de uno de estos casos extremos a un caso intermedio son muy
pequeñas [186]. En el caso de permeabilidades muy grandes, observan que la velocidad
de la onda no depende de frecuencia. Mientras que para el caso de permeabilidad nula, el
medio poroso se trata como un problema de una sola fase, y los resultados coinciden con
los contornos viscosos clásicos, ası́ como con la formulación de Akiyoshi et al y Modaressi
y Benzenati. Finalmente, en los ejemplos de validación realizados obtienen importantes
reducciones de las ondas reflejadas tanto en problemas 1D como 2D.

Por último se destaca el trabajo de Zerfa y Loret (2004) [198], quienes proponen aplicar
tensiones de origen viscoso sobre los contornos absorbentes asumiendo un comportamien-
to elástico, lineal e isótropo de dichos contornos, para un problema poroso saturado y de-
finido en el domino del tiempo con una formulación u-w. Emplean la condición matemática
de Hadamard junto con las ecuaciones de gobierno del problema para obtener la velocidad
de las ondas, que no depende de la frecuencia, y además no desprecian la contribución
de la segunda onda longitudinal. Desarrollan el caso general de un medio muy permeable,
mientras que los casos de suelo seco y materiales con baja permeabilidad (caso no drena-
do) se obtienen como sub-casos del anterior. La definición que alcanzan de la velocidad de
las ondas en el caso no drenado es equivalente a la obtenida por Gajo et al [186].
156 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

3.7.3. Contornos absorbentes implementados en esta tesis doctoral

A la vista de la revisión expuesta anteriormente, resulta evidente que el tratamiento


numérico de los contornos artificiales es una lı́nea de investigación en desarrollo, especial-
mente para los problemas de medios con dos fases, donde no predomina claramente una
metodologı́a sobre el resto. Por otra parte, varias de las investigaciones descritas anterior-
mente acaban presentando una formulación que en numerosas ocasiones resulta equiva-
lente con la de los contornos viscosos clásicos. Por ello, en este trabajo se empleará una
adaptación de los contornos absorbentes viscosos propuestos por Lysmer y Kuhlemeyer
[45, 46] a problemas en medios porosos saturados modificando la velocidad de las ondas
longitudinales según las expresiones desarrolladas por Yang [205], como se expondrá más
adelante.
La combinación de estas condiciones de contorno viscoso, junto con una extensión ade-
cuada y razonable del dominio de cálculo, que permita el amortiguamiento parcial de las
ondas antes de su llegada al borde artificial, serán las herramientas adoptadas en esta in-
vestigación para disminuir los posibles errores numéricos debidos a las reflexiones espurias
de las ondas cuando inciden sobre los contornos artificiales.
Conceptualmente los contornos absorbentes viscosos propuestos por Lysmer y Kuh-
lemeyer [45] equivalen a colocar amortiguadores viscosos en cada uno de los grados de
libertad de los elementos que conforman el contorno o borde artificial, simulando ası́ la
radiación de las ondas hacia el exterior del dominio. Al igual que Modaressi y Benzenati
[202, 199], se despreciará la segunda onda longitudinal, la cual tiende a atenuarse, espe-
cialmente para problemas con bajas frecuencias donde a su vez se encuadra el rango de
interés en la dinámica de suelos. Esta simplificación también es consistente con la formu-
lación u − p adoptada para esta investigación, ya que esta formulación es adecuada para
dicho rango de frencuencias. Por lo tanto se considerará que por el medio viajan una onda
longitudinal, que se propaga tanto en una fase sólida como lı́quida, y otra onda transversal
que solo se propaga por la fase sólida, por lo que los contornos deben absorber la energı́a
que le pueda llegar a través de estas ondas. Ası́, el efecto de estos amortiguadores se
traduce en la aplicación de tensiones normales (σ) y tangenciales (τ ) sobre el contorno ar-
tificial definidas en función de la velocidad de las ondas [46], según las expresiones 3.119 y
3.120.

σ = aρvp u̇n (3.119)


τ = bρvs u̇t (3.120)

donde vp es la velocidad de la onda de compresión, vs es la velocidad de la onda trans-


versal, u˙n y u̇t son la velocidad en la dirección normal y tangencial del contorno, respectiva-
mente, ρ es la densidad del medio, y por último a y b son unos parámetros adimensionales
introducidos por Lysmer y Kuhlemeyer y que se describen a continuación.
Los contornos propuestos por Lysmer y Kuhlemeyer presentan una absorción perfecta
para ondas que inciden normales al contorno, lo que es equivalente a problemas unidimen-
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 157

sionales, mientras que en problemas bidimensionales, se alcanza una absorción elevada


cuando el ángulo de incidencia19 es superior a 30o [45, 187, 163].
En la figura 3.13 se muestra el ratio entre la energı́a reflejada (Er ) y la energı́a incidente
(Ei ) tanto de una onda longitudinal (vp ) como de una onda transversal (vs ) en un problema
bidimensional, para distintos ángulos de incidencia y valores de los parámetros a y b. Cuan-
do este ratio se aproxima a cero, la absorción del contorno es más alta, alcanzándose una
absorción perfecta cuando el ratio Er /Ei = 0. De este gráfico se comprueba que para ángu-
los de incidencia superiores a 30o y unos valores de los parámetros a = b = 1 la absorción
es casi perfecta, produciéndose pequeñas reflexiones para ángulos de incidencia menores,
y no siendo posible encontrar una combinación de los parámetros a y b que permitan una
absorción perfecta para todo el rango de valores de ángulos de incidencia [45]. Cuando
a = b = 0 los contornos absorbentes degeneran en un borde reflejante y el ratio Er /Ei = 1.

(a) Onda longitudinal: vp (b) Onda transversal: vs

Figura 3.13 – Ratio de la energı́a reflejada frente a la energı́a incidente para distintos ángulos de incidencia y
valores de los parámetros a y b (ν = 0,25) según Lysmer y Kuhlemeyer [45, 46].

La velocidad de las ondas para un sólido o un suelo seco, se obtienen a partir de las
expresiones 3.121 y 3.122, donde K̃ es el módulo en compresión confinada20 [45, 57]. A
su vez, vp también se puede expresar en función del modulo de elasticidad volumétrico del
esqueleto sólido21 Kb [205].
s s s
K̃ E(1 − ν) Kb + 34 G
vp = = = (3.121)
ρ (1 − 2ν)(1 + ν)ρ ρ
s s
G E
vs = = (3.122)
ρ 2(1 + ν)ρ

En el trabajo desarrollado por Yang (2005) [205] se presenta la deducción de la velocidad


de las ondas de compresión (vp ) a partir de la definición del parámetro de presión de poro B
de Skempton, empleando la teorı́a de Biot y una formulación u-w. Finalmente, Yang obtiene
19
El ángulo de incidencia se mide a partir de la dirección paralela al contorno.
20 E(1−ν)
El modulo en compresión confinada o módulo edométrico se define como K̃ = (1+ν)(1−2ν) .
21 E
El módulo de elasticidad volumétrico del esqueleto sólido se define como Kb = 3(1−2ν) .
158 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

la velocidad de las ondas de compresión para un suelo saturado según la expresión 3.123,
la cual se diferencia del caso de suelo seco (ecuación 3.121) en la introducción del término
Q∗ , que representa la compresibilidad del conjunto fluido-esqueleto sólido y que se puede
simplificar como Kf /n si se asumen las partı́culas sólidas como incompresibles, con la
densidad del medio definida como ρ = (1 − n)ρs + nρf .
s s
4 Kf
Kb + 3G + Q∗ Kb + 43 G + n
vp = = (3.123)
ρ ρ
Por lo tanto, en esta investigación se adoptará la expresión 3.121 para el cálculo de la
velocidad de las ondas de compresión en el caso de suelo seco y la expresión 3.123 para
suelo saturado, mientras que para la velocidad de las ondas transversales se considerará la
expresión 3.122, independientemente del problema puesto que las ondas de corte no se
propagan por un medio fluido.
Por otra parte, cabe destacar que la formulación que se acaba de plantear resulta equi-
valente a la obtenida por Modaressi y Benzenati [202, 199] y que obtuvieron tras la aplica-
ción de una aproximación paraxial a un problema saturado, y definido para una formulación
u-p (Biot) en el dominio de las frecuencias. También es equivalente con la formulación em-
pleada por otros investigadores como [181].

Implementación de los contornos absorbentes descritos en un código MEF


Para la implementación en un código de elementos finitos de los contornos absorbentes
descritos anteriormente se debe modificar la matriz de amortiguamiento (C) obtenida des-
pués de la discretización del problema [206], sistemas 3.28 ó 3.38. En este caso, solamente
es necesario modificar los coeficientes de la matriz de amortiguamiento vinculados a los
nodos que conforman el contorno absorbente. Para un problema bidimensional, los coefi-
cientes de amortiguamiento asociados a las componentes x e y de un determinado nodo i
se obtienen de las expresiones dadas en 3.124.

Cxi = mi ρAf vxi = mi ρ(Lf e) (avp cos θf + bvs sen θf )


(3.124)
Cyi = mi ρAf vyi = mi ρ(Lf e) (avp sen θf + bvs cos θf )

donde Af se corresponde con el área de la cara del elemento que conforma el contorno
absorbente, al tratarse de un problema bidimensional, el área de la cara coincide con su
longitud (Lf ) multiplicada por un espesor (e) que se suele adoptar como unitario, mientras
que vxi y vyi son las componentes x e y de las proyecciones de la velocidad de las ondas. Por
otra parte, θf se corresponde con el ángulo que forma la cara absorbente con la vertical,
mientras que mi es un coeficiente que representa la participación de cada uno de los nodos
que conforman dicha cara absorbente. De tal modo que en un problema bidimensional, si
cada cara del elemento esta formada por dos nodos se tomarı́a mi = 1/2, mientras que
si cada cara esta formada por tres nodos, se asignarı́a a los nodos extremos mi = 1/4 y
al nodo intermedio mi = 1/2. Por otra parte también puede comprobarse que cuando el
contorno es vertical (θf = 0o ) se obtiene vx = vp y vy = vs , y viceversa cuando es horizontal
(θf = 90o ).
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 159

3.7.4. Ejemplos de Validación: Contornos Absorbentes

3.7.4.1. Propagación de una onda en una barra sólida de longitud infinita

Para validar la correcta implementación de las condiciones de contorno absorbentes em-


pleadas en esta investigación, se presenta en primer lugar una comparación de la solución
obtenida numéricamente frente a la solución analı́tica, para un problema de propagación de
una onda en una barra sólida de longitud infinita. Puesto que numéricamente no es posible
representar una longitud infinita, se modela una barra de 50 m de longitud y espesor 1 m, a
la que se impone en un caso contornos fijos y en otro contornos absorbentes, figura 3.14.
La barra donde se propaga la onda es un medio elástico de propiedades ρ = 2000
kg/m3 , E = 2 · 107 N/m2 y ν = 0. Sobre uno de los extremos de la barra se aplica una
carga distribuida q = 3000 N/m2 durante 3 segundos. La solución analı́tica [207] para la
propagación de un onda en un medio unidimensional de longitud infinita esta dada en la
expresión 3.125.

Figura 3.14 – Aplicación de las condiciones de contorno fijos o contornos absorbentes para la modelización de
una barra de longitud infinita.

qvp (t − t0 )
u(t) = H(t − t0 ) (3.125)
E
donde q es la carga aplicada en el extremo de la barra, vp es la velocidad de propagación
longitudinal de la onda en el medio, E es el modulo de elasticidad del medio, mientras que
t0 = xi /vp donde xi es el punto de interés medido desde el extremo donde se aplica la
carga y H(t − t0 ) se define como:

0 si t < t
0
H(t − t0 ) =
1 si t > t
0

En la figura 3.15 se muestra las soluciones obtenidas para la barra de longitud infinita
con y sin condiciones de contorno absorbentes frente a la solución analı́tica para el punto de
interés xi = 5 m. Como se observa en esta figura, cuando se imponen contornos fijos en el
160 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

extremo de la barra se producen diferentes reflexiones de las ondas que llegan a afectar al
punto de interés perturbando completamente la solución. Sin embargo, cuando se imponen
condiciones de contorno absorbentes, dichas reflexiones de las ondas ya no se producen y
la solución numérica se ajusta perfectamente a la analı́tica. Esto refleja, especialmente para
este caso, la validez de las condiciones de contorno absorbentes adoptadas y su correcta
implementación.

0.045
Solucion Analítica
0.04
Barra 50 m−bordes fijos
0.035 Barra 50 m−bordes absorbentes

0.03
(xi= 5 m)
0.025
u (m)

0.02

0.015

0.01

0.005

−0.005
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
Tiempo (seg.)

Figura 3.15 – Desplazamiento del punto xi = 5 m, cuando se propaga una onda en una barra elástica de
longitud infinita. Aplicación de diferentes condiciones de contorno.

3.7.4.2. Consolidación de una columna de longitud infinita de suelo saturado

En este ejemplo se comprueba la validez y la correcta implementación de las condicio-


nes de contornos absorbentes utilizadas en esta investigación aplicadas a una columna de
longitud infinita y compuesta por un suelo saturado. Las propiedades del suelo saturado
de este ejemplo son las que se recogen en la tabla 3.6 y la velocidad de propagación de
las ondas longitudinales resulta igual a vp = 167,36 m/s. Puesto que numéricamente no se
puede modelizar una columna de longitud infinita, se han considerado cuatro casos, según
se muestran en la figura 3.16. En primer lugar se considera una columna de longitud 30
m y contornos fijos, en segundo lugar se considera la misma columna pero imponiendo
contornos absorbentes y en tercer y cuarto lugar se consideran dos columnas de 60 m y
100 m, respectivamente, con contornos fijos. Con estos casos se pretende comprobar como
se producen las reflexiones de las ondas que se propagan por el medio al incidir sobre el
contorno fijo llegando a invalidar la solución obtenida, tanto en desplazamientos como en
presión de poro. Cada columna esta sometida a dos cargas puntuales de magnitud 100 N
definidas según la figura 3.17. Los cálculos se han realizado en todos los casos para un
tiempo total de 3 seg. empleando una discretización temporal de 0.01 seg.
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 161

Tabla 3.6 – Propiedades del suelo saturado empleado en el ejemplo de consolidación de una columna de lon-
gitud infinita formada por suelo saturado.
ρs = 2700 kg/m3 ρf = 1000 kg/m3 ρ = 2190 kg/m3
E = 3 · 107 P a ν = 0,2 n = 0,3
Ks = 1 · 1040 P a Kf = 8,4034 · 106 P a k = 1 · 10−5 m/s

Figura 3.16 – Dimensiones de los cuatro casos considerados en el ejemplo de consolidación de una columna
de suelo saturado y de longitud infinita.

En la figura 3.18 se muestra la solución obtenida para cada uno de los cuatro casos ana-
lizados, en un punto situado a 15 m bajo la superficie. De esta figura se comprueba que en
los tres casos donde se han impuesto contornos fijos se producen reflexiones de las ondas
que introducen oscilaciones en la solución, destacando que la primera reflexión tiene lu-
gar para instantes de tiempo mayores a medida que la longitud de la columna considerada
es mayor, ya que la onda tarda más tiempo en llegar al contorno fijo. Estas perturbacio-
nes en las solución numérica se producen tanto en los desplazamientos verticales como
en la presión de poro. Por el contrario, para el caso donde se impusieron condiciones de
contorno absorbentes, y a pesar de ser la menor de las longitudes consideradas dichas
perturbaciones u oscilaciones por la reflexión de las ondas no se producen, ni en el cálculo
de los desplazamientos ni de la presión de poro. A partir de esto se puede concluir que las
condiciones de contorno adoptadas en esta investigación resultan eficaces también para
problemas acoplados, y que dichas condiciones están bien implementadas en el código.
162 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Figura 3.17 – Carga aplicada en el ejemplo de consolidación de una columna de suelo saturado y de longitud
infinita.

200

150
Pw (Pa)

100

50

−50
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4 1.6 1.8 2 2.2 2.4 2.6 2.8 3
Tiempo (seg.)
−4
x 10
5

−5
u (m)

−10 Columna 30m − Bordes fijos


Columna 30 m − Bordes absorbentes
−15 Columna 60 m − Bordes fijos
Columna 100 m − Bordes fijos
−20
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4 1.6 1.8 2 2.2 2.4 2.6 2.8 3
Tiempo (seg.)

Figura 3.18 – Resultados obtenidos para cada uno de los cuatro casos analizados en el ejemplo de una colum-
na saturada en un punto situado a 15 m bajo la superficie. a) Presión de poro b) Desplazamiento
vertical.

3.7.4.3. Propagación de una onda en un medio elástico semi-infinito

Para validar la implementación de las condiciones de contorno absorbentes descritas


se presenta a continuación su aplicación sobre un problema en deformaciones planas. Este
ejemplo consiste en el estudio de la propagación de una onda en un medio elástico semi-
infinito cuando se encuentra sometido a una carga puntual en superficie, figura 3.19. Se
ha considerado un estrato de 100 m de ancho y 30 m de profundidad, para el que se han
empleado un total de 1259 elementos triangulares lineales. El suelo que lo conforma se
considera elástico lineal con las siguientes propiedades: ρ = 2000 kg/m3 , E = 5 · 107 N/m2
y ν = 0,25, resultando una velocidad de las ondas vp = 173,20 m/s y vs = 100 m/s. El
estrato está sometido a una carga puntual aplicada en superficie en el extremo izquierdo,
de valor constante en el tiempo y de magnitud igual a 50000 N .
En cuanto a las condiciones de contorno aplicadas, se han restringido los desplazamien-
tos horizontales en el borde izquierdo y se han permitido los desplazamientos verticales,
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 163

A (50,30)

30 m

100 m

Figura 3.19 – Geometrı́a, malla y condiciones de contorno para el problema de propagación de una onda en
un medio elástico semi-infinito.

para simular la continuidad del estrato (eje de simetrı́a). En cuando al borde inferior y dere-
cho se han aplicado tanto contornos fijos como contornos absorbentes para contrastar las
soluciones. En la figura 3.20 se muestra el desplazamiento vertical obtenido para un punto
situado en superficie, punto A de coordenadas (50,30), tanto con contornos absorbentes
como con contornos fijos. Como se puede comprobar, gracias a la aplicación de las condi-
ciones de contorno absorbentes se consigue reducir el efecto de las ondas de reflexión que
se reintroducen en el dominio de cálculo frente al caso de la solución con contornos fijos
donde las reflexiones llegan a invalidar la solución.
Por otra parte, también se puede comprobar como tanto en el caso con contornos absor-
bentes como con contornos fijos se producen unas pequeñas oscilaciones en las solucio-
nes, las cuales no se deben a la imposición de los contornos fijos, ya que en la solución con
contornos absorbentes también aparecen. Por ello y de forma análoga a otras investigacio-
nes similares [181, 208], se han recalculado ambas soluciones introduciendo un pequeño
grado de amortiguamiento tipo Rayleigh (ecuación 3.25) de valor αR = 0,001 y βR = 0,002.
Para este caso, se puede observar como las pequeñas oscilaciones numéricas descritas
anteriormente han sido eliminadas. En todos los cálculos se ha empleado el algoritmo de
integración de Newmark-3 γ = 1/2 β = 1/4 (sin amortiguamiento) con un paso de tiempo
∆t = 0,01 segundos.

3.7.4.4. Propagación de una onda en un medio poroso saturado elástico semi-infinito

En este ejemplo se analiza el comportamiento de las condiciones de contorno absorben-


tes implementadas en el código sobre un problema bidimensional en deformaciones planas
y con un medio saturado. Para ello se analiza un estrato de suelo saturado de 10 x 10 m,
figura 3.21, cuando se encuentra sometido a una carga puntual aplicada en superficie en su
extremo izquierdo. Se han empleado elementos triangulares con aproximación cuadrática
en los desplazamientos y lineal en la presión de poro (u6p3), con un total de 1098 elemen-
tos. Las propiedades del material se describen en la tabla 3.7, de ellas resulta una velocidad
de las ondas vp = 136,54 m/s y vs = 50,61 m/s. Por otra parte, la carga puntual aplicada
164 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

−4
x 10
8

2
u (m)
v

−2
Punto (50,30)

Contornos Fijos − Sol. sin amortiguamiento


−4 Contornos Absorbentes − Sol. sin amortiguamiento
Contornos Fijos − Sol. con amortiguamiento Rayleigh
Contornos Absorbentes − Sol. con amortiguamiento Rayleigh

−6
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Tiempo (seg.)

Figura 3.20 – Comparación del desplazamiento vertical obtenido en el punto A indicado en la figura 3.19, tanto
con la aplicación de contornos absorbentes frente a los contornos fijos, asi como con la introduc-
ción de cierto grado de amortiguamiento Rayleigh.

se corresponde con un pulso senoidal de amplitud 1000 N , frecuencia 12.5 Hz y duración


0.04 segundos. En este ejemplo se ha empleado el algoritmo de integración de Newmark-6
γ = 0,6 β = 0,3025 y θ = 0,6, con un paso de tiempo de 0.01 segundos.
En cuanto a las condiciones de contorno se han impuesto desplazamientos nulos en la
dirección horizontal en el borde izquierdo y se han permitido los desplazamientos vertica-
les. En el borde inferior y el borde derecho se han realizado las simulaciones numéricas
empleando tanto contornos fijos como contornos absorbentes. En la figura 3.22 se muestra
la evolución del desplazamiento vertical y de la presión de poro de un punto situado en
superficie a 5 metros de la carga puntual, cota (5,10) indicada en la figura 3.21. Como se
puede observar, las oscilaciones espurias introducidas por la reflexión de las ondas al in-

(5,10)

10 m

10 m

Figura 3.21 – Geometrı́a, malla y condiciones de contorno adoptadas para analizar la propagación de una onda
en un estrato poroso saturado.
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 165

Tabla 3.7 – Propiedades del suelo empleado en el ejemplo de propagación de una onda en un medio poroso
saturado semi-infinito.
ρs = 2700 kg/m3 ρf = 1000 kg/m3 ρ = 1798,12 kg/m3
E = 16,6 · 106 P a ν = 0,2 n = 0,53
Ks = 1 · 1020 P a Kf = 8 · 106 P a k = 1 · 10−5 m/s

−8
x 10
3
Estrato Saturado − Contornos Absorbentes
2 Estrato Saturado − Contornos Fijos

0
u (m)
v

−1

−2

−3

−4
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Tiempo (seg)

0.06

0.04
p (N/m )

0.02
2
w

−0.02

−0.04
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Tiempo (seg)

Figura 3.22 – Comparación del desplazamiento vertical y de la presión de poro obtenidos para el punto (5,10)
indicado en la figura 3.21, considerando contornos fijos y contornos absorbentes, en un problema
bidimensional con un medio poroso saturado.

cidir sobre los contornos fijos quedan amortiguadas casi completamente por los contornos
absorbentes adoptados, tanto para el desplazamiento vertical como para la presión de poro.

3.7.4.5. Comparación de la propagación de una onda en un medio elástico semi-


infinito de diferentes tamaños

En este ejemplo se emplearán tres dominios numéricos de cálculo de diferentes dimen-


siones, figura 3.23, sobre los que se aplicaran un impulso vertical puntual en superficie. En
los tres casos se impiden los desplazamientos horizontales en el borde izquierdo mientras
que sobre los contornos derecho e inferior se impondrán tanto condiciones absorbentes co-
mo fijas. Este ejemplo es análogo al desarrollado por Kontoe [163] y por Kellezi [209] para
validar el comportamiento de los contornos absorbentes empleados.
El primero de estos dominios tiene dimensiones 10x10 m (M10x10) y se ha discretizado
con 100 elementos, el segundo tiene dimensiones 15x15 m (M15x15) y se han empleado
225 elementos y finalmente para el tercer dominio de 35x35 m (M35x35) se han empleado
1225 elementos. Éste último dominio junto con las condiciones absorbentes aplicadas tanto
el borde inferior como derecho, será la solución adoptada como referencia. En todos los ca-
sos el tamaño del elemento es igual a 1 m. Para la discretización espacial se han empleado
elementos rectangulares de 4 nodos (q4) y para la discretización temporal se han emplea-
166 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

do pasos de tiempo igual a 0.005 segundos y el algoritmo de integración de Newmark-3


γ = 1/2 β = 1/4 (sin amortiguamiento).
En todos los casos se ha adoptado un material elástico e isótropo de propiedades:
ρ = 2000 kg/m3 , E = 6,67 · 107 N/m2 y ν = 0,25, resultando una velocidad de las ondas
longitudinales vp = 200 m/s y una velocidad de las ondas transversales igual a vs = 115,49
m/s. El impulso vertical aplicado en superficie es de tipo triangular, tiene una amplitud de 1
N y un periodo de 0,04 segundos.

Figura 3.23 – Tamaño de los dominios de cálculo considerados y puntos de interés analizados.

En primer lugar, se muestra en la figura 3.24 los resultados obtenidos con los tres domi-
nios de cálculo respecto al desplazamiento vertical de un punto situado en superficie a 4 m
de la carga puntual, punto A de la figura 3.23. En la primera parte de esta figura se compara
la solución obtenida para la malla M1010 y la malla M1515 tanto con contornos fijos como
absorbentes, respecto a la solución obtenida de la malla M3535 con contornos absorbentes,
la cual, como se ha indicado anteriormente, es considerada como la solución de referencia.
En cuanto a las soluciones con contornos fijos se puede observar como aparecen fuertes
oscilaciones debidas a las reflexiones de las ondas al incidir sobre los contornos, mientras
que estas oscilaciones prácticamente desaparecen al introducir en el cálculo los contornos
absorbentes, observándose como las tres soluciones con contornos absorbentes tienden a
aproximarse bastante entre sı́.
En la segunda parte de esta figura se presenta el espectro de amplitudes de Fourier
realizado sobre las respuestas obtenidas en cada uno de los casos calculados. Este espec-
tro permite detectar las frecuencias predominantes de las ondas que componen una señal.
En él se puede apreciar como las soluciones obtenidas al imponer condiciones de contorno
fijas están contaminadas por numerosas ondas, que se corresponden con las ondas de re-
flexión reintroducidas en el dominio de cálculo. Estas ondas son debidas a la presencia de
los contornos fijos en cada malla, ya que sus frecuencias son distintas para la malla M1010
3.7. CONTORNOS ABSORBENTES 167

−8
x 10
1.5

0.5
uv (m)

−0.5

−1

−1.5

−2
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Tiempo (seg.)

−9
x 10
4

M1010− Contornos Absorbentes


Amplitudes Fourier

3 M1010− Contornos Fijos


M1515− Contornos Absorbentes
M1515− Contornos Fijos
2 M3535− Contornos Absorbentes

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Frecuencia (Hz)

Figura 3.24 – Respuesta de un punto situado en superficie a 4 metros de la carga puntual (punto A) para los
distintos dominios de cálculo considerados. a) Desplazamiento vertical b)Espectro de amplitudes
de Fourier de la respuesta en desplazamientos.

y para la M1515, mientras que su amplitud es superior para la malla M1010, es decir la
que tiene los contornos fijos más próximos al punto de interés. Sin embargo, los espectros
correspondientes a las mallas con condiciones absorbentes se mantienen próximos entre
sı́ y definidos por una curva lisa, sin que en la respuesta intervenga ningún tipo de onda
espuria.

En las figuras 3.25 y 3.26 se muestran, respectivamente, la historia temporal de tensio-


nes horizontales y verticales para un punto situado a 4 m de la carga puntual y a 4 m de
profundidad, punto B de la figura 3.23. Al igual que sucedı́a con la respuesta en desplaza-
mientos verticales, las historias temporales en tensiones horizontales y verticales presentan
fuertes oscilaciones numéricas en aquellas soluciones correspondientes a los casos don-
de se han empleado condiciones de contornos fijos. Estas oscilaciones son debidas a las
reflexiones producidas por las ondas al incidir sobre dichos contornos fijos. En cuanto a
las soluciones derivadas de los casos con contornos absorbentes, se puede comprobar co-
mo dichas oscilaciones numéricas han desaparecido completamente, coincidiendo prácti-
camente las historias temporales en tensiones para las tres mallas. Se puede comprobar
como las respuestas en tensiones de las tres mallas con contornos absorbentes están más
próximas entre sı́ que en el caso de los desplazamientos verticales, probablemente debido
al efecto de las ondas superficiales. En la segunda parte de ambas figuras se presenta el
espectro de amplitudes de Fourier obtenido de las correspondientes historias temporales
en tensiones, donde de nuevo se puede detectar la presencia de numerosas ondas espu-
rias en las soluciones con contornos fijos, mientras que en las soluciones con contornos
absorbentes el espectro está formado por una curva lisa, sin oscilaciones, el cual coincide
prácticamente para las tres mallas.
168 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

0.15

0.1

0.05
σh (N/m )
2

−0.05

−0.1

−0.15

−0.2
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Tiempo (seg.)

0.03

0.025
Amplitudes Fourier

M1010− Contornos Absorbentes


0.02 M1010− Contornos Fijos
M1515− Contornos Absorbentes
0.015 M1515− Contornos Fijos
M3535− Contornos Absorbentes
0.01

0.005

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Frecuencia (Hz)

Figura 3.25 – Respuesta de un punto situado a 4 metros de la carga puntual y a 4 m de profundidad (punto
B) para los distintos dominios de cálculo considerados. a) Tensiones Horizontales b)Espectro de
amplitudes de Fourier de la historia temporal en tensiones horizontales.

0.15

0.1

0.05
σv (N/m )
2

−0.05

−0.1

−0.15

−0.2
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Tiempo (seg.)

0.03

0.025
Amplitudes Fourier

M1010− Contornos Absorbentes


0.02 M1010− Contornos Fijos
M1515− Contornos Absorbentes
0.015 M1515− Contornos Fijos
M3535− Contornos Absorbentes
0.01

0.005

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Frecuencia (Hz)

Figura 3.26 – Respuesta de un punto situado a 4 metros de la carga puntual y a 4 m de profundidad (punto
B) para los distintos dominios de cálculo considerados. a) Tensiones Verticales b)Espectro de
amplitudes de Fourier de la historia temporal en tensiones verticales.
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 169

3.8. Interfaz de contacto Suelo-Estructura

3.8.1. Revisión del Estado del Conocimiento

El fenómeno de interacción suelo-estructura (SSI) tiene lugar en numerosos problemas


geotécnicos, como en las estructuras de contención (muros anclados, muros de tierra ar-
mada etc.), en cimentaciones superficiales, cimentaciones profundas etc. La interacción
suelo-estructura se desarrolla en una zona donde se produce una transmisión de tensiones
y deformaciones, esta zona se corresponde con una fina franja de suelo en contacto con la
estructura y comúnmente denominada interfaz. El estudio de dicha interfaz es un aspecto
delicado que ha sido abordado en la literatura tanto experimentalmente como por medio
de modelos numéricos [131, 47, 132, 210, 135, 211, 212]. Centrándonos en los modelos
numéricos, en los últimos 40 años se han propuesto y desarrollado diferentes metodologı́as
para abordar, a través del método de los elementos finitos, el problema de la modelización
de la interfaz entre dos materiales, también conocidos como problemas de contacto.
La necesidad de desarrollar técnicas numéricas especiales para abordar este fenómeno
se debe a que en una situación de interacción entre el suelo y la estructura pueden apa-
recer movimientos relativos entre ambos, los cuales no se pueden modelar con los ele-
mentos finitos convencionales, ya que la compatibilidad nodal impuesta por el MEF obliga
a los elementos de suelo y estructura a moverse juntos [131]. Por ello se plantean ge-
neralmente los cuatro modos de deformación de la interfaz que se muestran en la figura
3.27: Contacto/Sin-deslizamiento (“Stick”), Deslizamiento (“Slip”), Separación (“Debonding”)
y Re-contacto (“Rebonding”). Además, como destaca Mao [213], cualquier modelización de
la interfaz debe ser capaz de simular el deslizamiento cuando las tensiones tangenciales
superen el valor de la resistencia y también garantizar que no se produce solapamiento
entre los materiales.

sn sn

t
t

(a) Contacto (b) Deslizamiento (c) Separación (d) Re-contacto

Figura 3.27 – Esquema de los modos de deformación de la interfaz [47] (A= área total de la interfaz; Ac =área
de contacto).

Como se ha indicado, en la literatura se recogen diferentes técnicas para abordar la mo-


delización de la interfaz suelo-estructura, la gran mayorı́a de las cuales se pueden agrupar
en los siguientes tipos:

Elementos vinculados a través de muelles que conectan nodos enfrentados.

Elementos finitos estándar o convencionales.


170 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Elementos de interfaz sin espesor o elementos junta (“Zero-thickness”), originalmen-


te formulados por Goodman et al [131, 132] para juntas en roca y posteriormente
extendidos por diferentes autores [134, 130, 132, 135].

Elementos de interfaz de pequeño espesor (“Thin Layer”), relacionados con investi-


gaciones como la de Zienkiewicz [47, 132] pero difundidos a partir de la publicación
presentada por Desai et al [47], y a su vez extendida por otros autores posteriores
[214, 210, 215, 211, 216].

Métodos hı́bridos, en los cuales el suelo y la estructura se modelan por separado y la


vinculación entre ambos se impone a través de ecuaciones de compatibilidad para las
fuerzas y los desplazamientos en la interfaz22 .

De las técnicas enumeradas anteriormente, se pueden encuadrar en el primer grupo


los métodos que emplean muelles discretos. Este ha sido un procedimiento tradicional muy
utilizado para la modelización simplificada de la interacción suelo-estructura en el cálculo
de problemas dinámicos de estructuras. En esta lı́nea se pueden enmarcar las investigacio-
nes numéricas desarrolladas sobre el modelo propuesto por Veletsos [96, 16] y que fueron
presentadas en el capı́tulo 2.
Dentro del segundo grupo se puede incluir el método propuesto por Zienkiewicz [132],
quien empleó para la interfaz un elemento isoparamétrico delgado de 6 nodos, siguiendo
una formulación y una ley constitutiva convencionales [132]. De forma análoga, Griffiths
empleó elementos finitos convencionales bidimensionales para simular el deslizamiento en
la interfaz [210]. También Ghaboussi y Wilson [47, 132, 212] emplearon un elemento bidi-
mensional de pequeño espesor pero considerando los desplazamientos relativos entre los
elementos contiguos a la interfaz como grados de libertad independientes, este trabajo fue
posteriormente ampliado por Pande y Sharma [132].
A continuación se describen los tres últimos métodos de los incluidos en el listado ante-
rior que son las metodologı́as más desarrolladas en la literatura.

Elementos sin espesor o “Zero-thickness”

Los elementos sin espesor (“Zero-thickness”) han sido ampliamente utilizados [131, 134,
47, 132]. Consisten en elementos isoparamétricos rectangulares de 4 o 6 nodos y espesor
nulo, compatibles con los elementos finitos tradicionales, donde las tensiones normales y
tangenciales de la interfaz se relacionan con los desplazamientos relativos entre los elemen-
tos que rodean a la interfaz, dichos desplazamientos pueden ser normales y tangenciales.
La matriz constitutiva que relaciona las tensiones con los desplazamientos relativos esta
formada por los respectivos valores de rigidez normal y tangencial, donde ambos compor-
tamientos están desacoplados.
Para simular el deslizamiento, se asigna un valor muy bajo o residual a la rigidez a
cortante cuando la tensión tangencial supera la resistencia a cortante definida por un criterio
preestablecido, en la mayorı́a de los casos por el criterio de Mohr-Coulomb. Por el contrario,
22
Estos métodos aparecen en la literatura bajo diferentes denominaciones como “Contact constraints”, “Con-
tact mechanics”, “Frictional contact”, “Contact kinematic” entre otras.
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 171

para evitar el solapamiento entre los elementos de suelo y los elementos de la estructura,
se asigna un valor muy alto a la rigidez normal. En la formulación de la matriz constitutiva
no aparecen términos fuera de la diagonal, lo que implica que la deformación normal y
contarte son independientes una de la otra (comportamiento no acoplado), esto supone que
no se puedan reproducir fenómenos como la dilatancia, la cual es un aspecto importante
del comportamiento de algunas interfaces reales, o como el reblandecimiento [132].
De forma general estos elementos simulan correctamente los modos de contacto y desli-
zamiento, donde las tensiones normales son de compresión, sin embargo para otros modos
como el despegue o separación donde las tensiones normales son de tracción, las solu-
ciones obtenidas son poco fiables tal como expone Desai [47]. Por ello se deben buscar
estrategias como la de asignar valores nulos tanto a las rigidez normal como tangencial a
fin de simular una separación en la junta [216], o la de adoptar funciones suavizadas para
evitar el cambio abrupto de rigidez al pasar del contacto al despegue (paso de tensiones de
compresión a tracción) lo que introduce a su vez valores residuales de tracciones [176].
Diferentes autores [131, 216, 132, 212, 47] han reportado las principales desventajas de
estos elementos de interfaz sin espesor. Destacando los problemas de estabilidad numérica
que pueden presentar, especialmente cuando existen grandes diferencias entre la rigidez
del elemento de interfaz y el elemento de suelo o estructura adyacente [131, 134], o de mal
condicionamiento numérico por la falta de espesor del elemento. También pueden surgir
problemas en la generación de la malla, ya que que los nodos a cada lado del elemento de
interfaz tienen las mismas coordenadas. Además aparecen problemas geométricos cuando
tiene lugar la intersección de dos elementos de interfaz [134] 23 . Un análisis mas exhaustivo
de este tipo de elemento se puede encontrar en los trabajos desarrollados por Li y Kaliakin
[132] y Potts y Zdraovkovic [131].

Elementos de pequeño espesor o “Thin Layer”

Los elementos de pequeño espesor (“Thin Layer”) se basan en la idea de que el com-
portamiento cerca de la interfaz involucra a una franja pequeña de material entre ambos
cuerpos, en lugar de una zona sin espesor como asume la técnica anterior. Para ello, se
disponen elementos finitos de pequeño espesor en la interfaz entre ambos materiales, y
además se hace un tratamiento especial de la ley constitutiva que se le asigna a estos ele-
mentos para simular la interfaz correctamente, ya que el comportamiento de esta zona es
diferente del comportamiento de los materiales que la rodean.
En el caso bidimensional, estos elementos están formados por elementos rectangulares
isoparamétricos de 4 ó 6 nodos, de espesor (pequeño) t y lado L, presentando un ratio
de forma L/t muy alto. Estos elementos permiten incorporar varios modos de deformación
de la interfaz (figura 3.27) incluido el despegue o separación, y además su implementación
sobre un código de elementos finitos estándar preexistente es relativamente directa. Por el
contrario, los aspectos sobre los que se debe tener especial cuidado son la elección de la ley
constitutiva de la interfaz y una selección adecuada del espesor del elemento. Diferentes
investigaciones [47, 210, 215, 211, 216] destacan la influencia del espesor del elemento
23
Este problema de intersección entre dos elementos de interfaz fue señalado por Day y Potts [134] en el
punto de unión entre el trasdós y la base del muro.
172 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

de interfaz sobre los resultados del cálculo, puesto que si el espesor es muy grande el
elemento se comportará como un elemento másico mientras que si es muy bajo pueden
aparecer problemas numéricos.

Métodos Hı́bridos o “Contact Constraints”

A diferencia de los dos tipos de elementos de interfaz anteriores, cuyos enfoques están
orientados a pequeños desplazamientos continuos de la interfaz, este tercer grupo está for-
mado por los denominados Métodos Hı́bridos o Contact Constraints, que pueden ser em-
pleados para inferfaces con grandes deformaciones y/o desplazamientos discontinuos [217,
218, 219]. De ahı́, que se encuentren en la literatura numerosas publicaciones de su apli-
cación para problemas con grandes deformaciones como por ejemplo en la modelización
de pilotes hincados o de ensayos de penetración de cono [220, 217, 221, 222]. Dentro
de este grupo se encuentran diferentes investigaciones como las realizadas por Katona
[131, 212, 223], Villard [224], Mao [213], Zheng et al [223] y los trabajos desarrollados por
Sheng, Wriggers, Sloan y sus colaboradores [218, 220, 217, 221, 222, 225].
La gran mayorı́a de estos métodos se aplican en dos fases [149, 219]. En primer lugar
se debe identificar los puntos del contorno que interaccionan en sı́, concepto “master/slave”,
los contactos se pueden definir nodo-nodo o nodo-segmento (NTS). En segundo lugar, se
debe verificar si se produce contacto o no entre los contornos, a través del cálculo del hueco
o “gap” para cada pareja de nodos o cada nodo-segmento. Si el valor del hueco no es nulo,
implica que los cuerpos están separados y se deben imponer tensiones normales nulas
sobre los contornos, ya que no son admisibles tensiones de tracción. Por el contrario, si
el hueco o “gap” es nulo, se produce el contacto y se deben imponer ciertas restricciones
cinemáticas que aseguren la no penetración de un cuerpo sobre el otro (“condición de no
penetración”), ası́ como el cálculo de las fuerzas de contacto. Existen diferentes algoritmos
matemáticos para asegurar la condición de no penetración, pero los más empleados son
el método de los Multiplicadores de Lagrange, las Funciones de Penalización y el método
Lagrangiano Aumentado, los cuales se detallan en [149, 217, 226]. El tipo de contacto que
se puede presentar en el contorno puede ser sin fricción, donde sólo intervienen tensiones
normales a la superficie, o contacto con fricción que es el más habitual en los problemas de
ingenierı́a geotécnica, donde intervienen tanto tensiones normales como tangenciales a la
superficie, para los que generalmente se suele aplicar un criterio Mohr-Coulomb.
Estos métodos presentan la ventaja de que no es necesario asignar un modelo constitu-
tivo propio a la interfaz, lo que a su vez implica que no se puedan tener en cuenta fenómenos
de dilatancia. Ademas, estas técnicas resultan computacionalmente más costosas respec-
to a los elementos de interfaz descritos anteriormente (búsqueda de puntos en contacto,
determinación de sus coordenadas, cálculo del “gap” etc.). También se pueden presentar
problemas de mal condicionamiento, puesto que es importante una buena identificación
del parámetro de penalización cuando se emplea por ejemplo el método de las funciones
de penalización, mientras que en otros casos pueden aparecer divisiones por cero o ser
necesarios valores muy altos en los coeficientes de la matriz de rigidez para minimizar la
interpenetración entre los cuerpos. Por último cabe destacar que su implementación sobre
un código de elementos finitos ya existente no es directa.
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 173

Comentarios adicionales

Como se ha indicado anteriormente, la elección de un modelo constitutivo que represen-


te adecuadamente el comportamiento de la interfaz resulta de gran importancia. Atendiendo
a la clasificación que propone D’Aguiar et al. [227], en la literatura se pueden diferenciar dos
grandes grupos de modelos. Por una parte se pueden encontrar investigaciones que han
empleado leyes elástico lineales [34] o elástico no lineales de tipo hiperbólico [130, 38], y
por otra modelos basados en la teorı́a elastoplastica, destacando los modelos elásticos con
plasticidad perfecta gobernada en la mayorı́a de los casos por un criterio Mohr-Coulomb.
Sin embargo, debido a la gran complejidad que implica la modelización de la interfaz de
contacto suelo-estructura, ésta conforma por si sola una potente linea de investigación en
continuo desarrollo. Las publicaciones más recientes están orientadas especialmente a la
formulación de nuevas leyes constitutivas, más complejas que las indicadas anteriormente,
que sean capaces de reproducir adecuadamente el comportamiento en la interfaz, especial-
mente fenómenos contractivos/dilatantes, cargas monótonas, cargas cı́clicas (procesos de
carga-descarga), endurecimiento, reblandecimiento, daño etc. Dentro de las publicaciones
más recientes en esta lı́nea, cabe destacar la revisión realizada por Said [216], y trabajos
como [214, 228, 229, 230, 231, 232, 233, 227, 234], por citar algunos. Una parte impor-
tante de estos avanzados modelos constitutivos están basados en teorı́as diferentes de la
plasticidad clásica.
En la mayorı́a de estos casos, los modelos constitutivos propuestos han sido validados
o contrastados con resultados de ensayos de laboratorio (ensayos de corte simple, ensayo
de corte directo, ensayo de corte anular bajo carga monótona o cı́clica etc.), pero su extra-
polación a la modelización de problemas geotécnicos de mayor complejidad es aún escasa.
Por otra parte, también se debe tener en cuenta que en una ley constitutiva compleja para la
interfaz pueden intervenir un numero relativamente elevado de parámetros, habitualmente
entre 7 y 15. Para la calibración de dichos parámetros, serı́a necesario disponer de resul-
tados de laboratorio o emplear resultados ya publicados, con lo que la aplicación de estos
modelos constitutivos no resulta inmediata. Además de todo esto, también se debe garanti-
zar que exista cierta coherencia entre el modelo constitutivo que se adopte para el terreno
y el modelo que se adopte para la interfaz.

3.8.2. Tratamiento numérico de la interfaz en la modelización de estructuras


de contención

De los elementos de interfaz presentados anteriormente, el elemento sin espesor (“Zero-


thicknes”) propuesto por Goodman et al [131, 132] y los elementos de espesor finito (“Thin-
layer”) desarrollados por Desai y sus colaboradores [47] han sido los más empleados en la
modelización de la interfaz de problemas de estructuras de contención.
Dentro de las investigaciones desarrolladas para problemas de estructuras de conten-
ción en régimen estático, una de las primeras en abordar este problema fue la desarrollada
por Clough y Duncan (1971) [130], como ya se indicó en el capı́tulo 2, quienes emplearon
un comportamiento no lineal a través de los elementos propuestos por Goodman et al junto
con los resultados de ensayos de corte directo sobre probetas de hormigón-suelo.
174 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Otras investigaciones numéricas relevantes sobre estructuras de contención fueron las


desarrolladas por Potts y Fourie [133, 32, 33], quienes consideraron la interfaz bajo la simpli-
ficación de un contacto completamente liso o completamente rugoso. Posteriormente, Day
y Potts [134] lo ampliaron para investigar el efecto de la interfaz sobre el comportamiento
del muro, empleando también elementos sin espesor [135], sobre los que observaron que
podrı́an aparecer diversos problemas numéricos y geométricos.
También Bathia y Bakeer [34] analizaron la influencia de la modelización de la interac-
ción suelo-muro, junto con otros factores de tipo numérico, para lo que emplearon unos
elementos de interfaz que conectan los nodos de las esquinas de los elementos de suelo
y de los elementos del muro, basándose en los desplazamientos relativos de los nodos,
empleando una fricción de tipo Coulombiana y permitiendo la apertura.
Matsuzawa y Hazarika [36] consideraron un contacto muro-suelo de tipo rugoso, para lo
que introdujeron un muelle en la dirección tangencial y un elemento de deslizamiento para
representar una fricción de tipo Coulombiana, impidiendo la separación entre el muro y el
suelo.
En cuanto a modelos numéricos para problemas dinámicos de estructuras de conten-
ción, en la investigación desarrollada por Siddharthan y Maragakis [37] adoptaron los ele-
mentos de interface propuestos por Goodman et al, con un comportamiento elástico per-
fectamente plástico con un criterio de tipo Mohr-Coulomb. Al-Homoud y Whitman [136]
modelizaron el contacto de tal modo que permiten el desplazamiento relativo y el despe-
gue/contacto entre los elementos que definen la interfaz. Mientras que Green y Ebeling [38]
emplearon los elementos de interfaz definidos en FLAC permitiendo la separación y el des-
lizamiento, donde emplearon el modelo elástico hiperbólico desarrollado por Gomez et al
[50] para problemas de carga/descarga y que esta basado en el modelo hiperbólico original
de Clough y Duncan [130].
Por último, en las investigaciones desarrolladas por Madabhushi y Zeng [40, 41] y por
Dewoolkar et al [42] para modelos numéricos en problemas dinámicos con medios porosos
saturados, emplearon para la interfaz entre el muro y el relleno elementos de deslizamiento
(“slip element”), formados en la mayorı́a de los casos por elementos cuadrangulares isopa-
ramétricos con muy baja rigidez a cortante y una ley elastoplástica con un criterio de tipo
Mohr-Coulomb.

3.8.3. Tratamiento numérico adoptado para la interfaz de contacto

Para la correcta modelización del problema objeto de esta investigación se deben adop-
tar unos elementos de contacto que sean capaces de representar satisfactoriamente la in-
teracción entre el terreno y la estructura, especialmente respecto al desplazamiento relativo
entre ambos materiales. Sin embargo, la modelización numérica de la interfaz de contacto
no es el objetivo principal de esta tesis doctoral, por ello no se han considerado algunas
de las técnicas más complejas descritas anteriormente para un problema de contacto entre
cuerpos y que supondrı́an un elevado coste computacional y esfuerzo de implementación,
y se ha optado por otras técnicas de menor complejidad, y más simples de implementar
en un código de elementos finitos preexiste como GHM, pero que a la vez permiten tener
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 175

en cuenta las principales caracterı́sticas que representan el comportamiento en la interfaz


entre la estructura de contención y el terreno.
A la vista de la modelización numérica de la interfaz suelo-muro realizada por diferen-
tes investigadores, como se ha expuesto en la sección anterior, y que ha permitido obtener
resultados satisfactorios, en esta investigación se ha adoptado un elemento especial de in-
terfaz basado por un parte en los elementos de pequeño espesor (“Thin Layer”) propuestos
originalmente por Desai et al [47], ası́ como en las conclusiones y propuestas de mejora
realizadas por Ng et al [48] tras el estudio comparativo de diferentes elementos de interfaz,
sobre el que se han incorporado diferentes leyes constitutivas. Por otra parte, investiga-
ciones como las publicadas por Zong-Ze et al [235] defienden el empleo de elementos de
pequeño espesor frente a los elementos sin espesor ya que pueden simular mejor el com-
portamiento deformacional de la interfaz.
Como recoge Ng et al [48], el comportamiento en la interfaz de contacto entre el suelo
y la estructura se puede dividir en dos, por una parte el comportamiento en la dirección
normal a la interfaz (“comportamiento normal”) y por otra el comportamiento en la dirección
tangencial a la interfaz (“comportamiento cortante”), figura 3.28. Para la interfaz se han
empleado los elementos de pequeño espesor propuestos por Desai et al [47], los cuales se
pueden considerar como un elemento finito convencional [47] pero con una ley constitutiva
propia para el comportamiento normal y otra que gobierne el comportamiento tangencial
(elástica lineal, elástica no lineal o elástoplastica), de este modo el comportamiento normal
y tangencial estarı́an desacoplados [47, 235].

(a) Comportamiento Normal (b) Comportamiento Cortante

Figura 3.28 – Relación tensión-deformación en la interfaz suelo-estructura [48].

Para un problema en deformación plana y elástico, la relación constitutiva en un elemen-


to de interfaz quedarı́a definida por la expresión 3.126.
    
σx C1 C2 0 ǫx
    
 σ y  =  C2 C1 0   ǫ y  (3.126)
τxy 0 0 G γxy
donde G representa el modulo de rigidez transversal de la interfaz, el cual se define in-
dependientemente de los valores de E y ν considerados (comportamiento normal y cortante
176 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

desacoplados), mientras que los términos C1 y C2 se definen como24 :

E(1 − ν)
C1 =
(1 + ν)(1 − 2ν)

C2 =
(1 + ν)(1 − 2ν)

Finalmente, con los elementos de interfaz implementados se pueden modelar diferentes


interfaces de contacto con diferentes propiedades, lo que permitirı́a por ejemplo incluir en
el modelo una interfaz para el contacto entre el trasdós del muro y el suelo del relleno y otra
interfaz, con propiedades distintas, para el contacto entre la base del muro y el suelo de
cimentación.

Comportamiento Normal

Puesto que en la modelización numérica de estructuras de contención, no es habitual


que entre la estructura y el terreno se transmitan esfuerzos de tracción, se debe distinguir
dentro del comportamiento en la dirección normal, cuando la interfaz se encuentra sometida
a compresión y cuando a tracción.
Cuando la interfaz está sometida a compresión, el comportamiento en la dirección nor-
mal estará gobernado por una ley elástico lineal, definida por los parámetros elásticos E y
ν. El valor E asignado a la interfaz se define en función del valor asignado al terreno circun-
dante. Por el contrario, cuando la interfaz esté sometida a tracciones se asignará un valor
pequeño al modulo de elasticidad, Etrac , con lo cual las deformaciones normales serán
grandes, y de este modo se conseguirá evitar, o al menos reducir, la transmisión de es-
fuerzos de tracción en la interfaz. Por lo tanto, el comportamiento normal de la interfaz
estará gobernado por tres parámetros: E, ν y Etrac , los dos primeros para la situación en
compresión y el tercero para los esfuerzos de tracción.
Para determinar cuando la interfaz se encuentra en compresión o en tracción, se ha
implementado un sistema de “etiquetas” o “flag” que identifican el estado en el cual se
encuentra la interfaz en cada paso de cálculo. Dichos estados pueden ser: en compresión,
en transición de compresión a tracción, en tracción o en transición de tracción a compresión.
El estado de la interfaz, y por tanto la correspondiente “etiqueta” asignada, se controla con el
signo alcanzado por las deformaciones normales en el interfaz (control en deformaciones),
bien sean negativas (contacto) o positivas (separación). La transición entre un estado de
compresión a uno de tracción, y vicervesa, tiene lugar cuando se produce un cambio de
signo en las deformaciones normales respecto al estado anterior (estado en compresión o
estado en tracción). Un procedimiento análogo de control de las tracciones en la interfaz
ha sido empleado también en otras investigaciones como las desarrolladas por Ng et al
[48] o Cuéllar [176]. Por otra parte, también se ha implementado un segundo mecanismo
de control (control en tensiones), que complementa al anterior, encargado de detectar si la
“etiqueta” asignada después de cada paso de cálculo resulta coherente con el signo que
24 E
En los elementos de interfaz G 6= 2(1+ν)
. Además, cuando ν = 0 el término C2 se anula y C1 = E.
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 177

Tabla 3.8 – Comportamiento del elemento de interfaz para diferentes estados.


Etiqueta 0 1 2 3
Estado Interfaz Compresión Compr. - Tracc. Tracción Tracc. - Compr.
 
Modulo de Elasticidad E ǫn > 0: E = Etrac e−|ǫn |  Etrac E = E e−|ǫn |
ǫn < 0: E = E 1 − e−|ǫn |

Modulo Cortante G (modelo) Gtrac Gtrac G (modelo)

presentan las tensiones normales en la interfaz, en caso de no verificarse dicha coherencia


se modifica convenientemente el valor de “etiqueta”. Esta opción resulta de especial interés
cuando se producen las transiciones entre tracciones y compresiones.
Los estados de compresión o tracción y la transición entre ellos, representan los modos
de deformación de la interfaz de “Contacto”, “Separación” y “Re-contacto” enumerados al
principio de la sección 3.8.
Finalmente, como destacan Ng et al [48] la transición entre los modos de “contacto”
a “separación” podrı́a involucrar una reducción gradual de la rigidez normal de la interfaz,
sin embargo en la mayorı́a de los modelos numéricos la transición entre ambos modos
se produce de forma inmediata, tan pronto como se produce un cambio en el signo de
las tensiones normales o de las deformaciones normales en la interfaz. Atendiendo a la
observación realizada por Ng et al [48], en esta tesis doctoral se han adoptado diferentes
leyes para el modulo de elasticidad (E) que permiten una transición del mismo cuando se
produce un cambio en el modo de deformación de la interfaz. Estas leyes, recogidas en la
tabla 3.8, se han definido en función del valor de la deformación normal en la interfaz (ǫn ) y
son de tipo exponencial para que el cambio en el valor del modulo de elasticidad, aunque
gradual, sea rápido. También dependen del valor de E cuando la transición es de tracción
a compresión, y de Etrac cuando es de compresión a tracción25 . Una formulación análoga,
aunque diferente a la propuesta para esta tesis doctoral, también fue empleada por Cuéllar
[176].

Comportamiento Cortante

A través del comportamiento a cortante se reproduce el modo de deformación de la


interfaz definido como “Deslizamiento”, el cuál es el encargado del desplazamiento relativo
entre los materiales que definen el contacto, lo que resulta fundamental en la modelización
de problemas con estructuras de contención.
El comportamiento a cortante de la interfaz se define a través del valor asignado a G,
ecuación 3.126, distinguiendo dos posibles situaciones en función de las tensiones nor-
males de la interfaz, tabla 3.8. Por una parte, cuando la interfaz se encuentra sometida a
tracciones o se esta produciendo un cambio de compresión a tracción, se asigna un valor
pequeño al módulo de rigidez a cortante (Gtrac ). Por el contrario, cuando la interfaz se en-
cuentra en compresión o se produce un cambio de tracción a compresión, el valor de G se
puede definir según diferentes leyes constitutivas. Los modelos constitutivos que se han im-
25
Las leyes propuestas se han obtenido después de diferentes tanteos, seleccionando aquellas que propor-
cionaban los valores residuales de tracciones más bajos.
178 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

plementado en GHM en el marco de esta tesis doctoral para el comportamiento a cortante


(bajo condición de compresión) de los elementos de interfaz son:
a) Elástico lineal: este modelo define el comportamiento cortante de la interfaz a través
de un único parámetro, G, de valor constante26 .
b) Elástico lineal con un criterio Mohr-Coulomb: este modelo esta definido por un valor
constante de G que define un comportamiento elástico, mientras que se mantiene dentro
de la superficie de fluencia, hasta que se alcanza un valor de tensión tangencial limite
(τlim ) establecido por un criterio Mohr-Coulomb. En la aplicación del modelo Mohr-Coulomb
se puede emplear tanto una regla de flujo asociado como no asociado que permita tener
en cuenta la dilatancia del material [131]. Cuando se alcanza τlim el valor de G se hace
muy pequeño produciéndose entonces un deslizamiento ilimitado entre los materiales que
definen la interfaz. En este modelo intervienen un total de tres parámetros si es asociado
o de cuatro si es no asociado. Dichos parámetros son el modulo de elasticidad transversal
G, la cohesión en la interfaz ca , el rozamiento en la interfaz δ y el ángulo de dilatancia
ψ. La definición clásica del modelo Mohr-Coulomb es la relación mas empleada para el
tratamiento numérico de la interfaz en la mayorı́a de los modelos numéricos desarrollados
para estructuras de contención (sección 3.8.3).
c) Elástico hiperbólico: este modelo constitutivo fue empleado inicialmente por Clough
y Duncan [130] para la modelización de problemas estáticos de estructuras de contención,
tanto para el relleno como para la interfaz de contacto, mientras que investigaciones poste-
riores como la desarrollada por Green y Ebeling lo emplearon también para la interfaz en
problemas de estructuras de contención flexibles con carga sı́smica y relleno seco. En la
definición del módulo G según un modelo hiperbólico intervienen un total de cinco paráme-
tros y se obtiene, por unidad de longitud (t) del elemento de interfaz, según la expresión
3.127.

Ksi
z }|  { 
 2
σn nf Rf · τ
G = KI γw 1− (3.127)
pa ca + σn tan(δ)
Ksi representa la rigidez a cortante inicial del material, KI es un número adimensional
de rigidez a cortante, nf es un exponente adimensional, Rf es el ratio de fallo, ca es la
cohesión en la interfaz, δ es el rozamiento en la interfaz, γw es el peso del agua y pa es la
presión atmosférica expresada en las mismas unidades que σn . En el trabajo desarrollado
por Gomez, Filz y Ebeling [50], ası́ como en el trabajo original de Clough y Duncan [130] o
en el trabajo de Zong-Ze et al [235] se pueden encontrar distintos rangos de valores para
los parámetros que intervienen en este modelo según diferentes materiales.

Elección del espesor del elemento

La elección del espesor del elemento de interfaz puede afectar al resultado numérico
obtenido, ya que si el espesor t del elemento es muy grande respecto a su longitud L,
el elemento de interfaz se comportará como un elemento finito convencional, pero si es
26
El valor de G puede ser independiente de los valores E y ν asignados al comportamiento normal.
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 179

demasiado pequeño pueden aparecer dificultades de tipo numérico. Desai et al [47] rea-
lizaron un estudio paramétrico sobre la influencia del espesor del elemento en la modeli-
zación de un ensayo de corte directo entre dos bloques, arena-hormigón, bajo diferentes
tensiones normales, y cuyos resultandos compararon con valores experimentales. De este
estudio concluyeron que una simulación satisfactoria del comportamiento de la interfaz se
podrı́a obtener para un ratio de forma Lt = 0,01 − 0,1. Investigaciones posteriores como
[235, 211, 216] también prestan especial interés al ratio de forma del elemento de interfaz,
adoptando un ratio Lt = 0,1 como valor adecuado en la mayorı́a de los casos.

3.8.4. Ejemplos de validación: Interfaz de contacto suelo-estructura

3.8.4.1. Ejemplo bidimensional con interfaz elástica

En este ejemplo se reproduce el resultado obtenido por Desai et al (1984) [47] para
la validación del elemento de interfaz adoptado. Este ejemplo bidimensional muestra el
desplazamiento relativo entre los extremos superiores de dos bloques elásticos conectados
por una interfaz también elástica. El esquema de este problema se presenta en la figura
3.29 y los datos de los materiales en la tabla 3.9, los cuales se expresan en unidades del
SI y en unidades anglosajonas para poder comparar con la solución original ofrecida por
Desai et al [47]. Como se puede observar a partir de las propiedades de la interfaz, el
comportamiento normal y tangencial están desacoplados puesto que el valor de modulo de
elasticidad transversal empleado no se corresponde con el que se obtendrı́a de los valores
de E y ν.
En la figura 3.30 se presenta tanto la solución obtenida por Desai et al [47] como la
obtenida con el código GHM. En ambos se analiza la respuesta de un caso donde se emplea
una interfaz de contacto frente al caso donde dicha interfaz no se considera, comprobando
que el código GHM reproduce los resultados de Desai et al [47]. En ambas figuras se
representa el desplazamiento vertical que presenta el borde superior de los bloques (puntos
A y B de la figura 3.29) cuando se cargan. En dichas figuras se puede observar como el
elemento de interfaz dispuesto permite el desplazamiento relativo entre ambos bloques
mientras que esto no se produce para el caso sin interfaz.

Figura 3.29 – Esquema del ejemplo bidimensional con interfaz elástica desarrollado por Desai et al [47].
180 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

Tabla 3.9 – Datos del ejemplo bidimensional con interfaz elástica desarrollado por Desai et al [47]
Suelo
E = 10000 psi E = 69 · 106 Pa
ν = 0,3 ν = 0,3
Interfaz
E = 1000 psi E = 6,9 · 106 Pa
ν = 0,3 ν = 0,3
G = 20 psi G = 138 · 103 Pa
t = 0,1 inch t = 2,54 · 10−3 m

0
Con Interface
Sin Interface

Desplazamiento (inches)
−0.5

−1

−1.5

−2
−5 0 5 10 15 20 25
Distancia Horizontal (inches)

(a) Solución original de Desai et al [47] (b) Solución obtenida con GHM

Figura 3.30 – Desplazamiento vertical del borde superior en el ejemplo bidimensional con y sin interfaz, desta-
cando el desplazamiento relativo entre los puntos A y B.

3.8.4.2. Ejemplo bidimensional sin tracciones en la interfaz

En este ejemplo se comprueba la corrección introducida en la modelización de la interfaz


implementada en GHM para el evitar que se transmitan tracciones cuando se produce una
apertura o despegue en ella. Este ejemplo esta formado por un bloque de material elástico
unido a un contorno vertical fijo por medio de un conjunto de elementos de interfaz de espe-
sor t = 0,002 m, figura 3.31, el bloque tiene además restringidos los movimientos verticales
y horizontales en el borde inferior y se han aplicado condiciones de contorno absorbentes
en el borde vertical derecho para evitar la reflexión de las ondas. Las propiedades de los
materiales empleados tanto en el bloque como en la interfaz se recogen en la tabla 3.9. En
este caso se aplicará una aceleración horizontal (sismo) definida por un pulso sinusoidal de
amplitud 2,4 m/s2 , periodo natural Tn = 0,667 seg. (fn = 1,5 Hz) y duración total de 1seg.,
como muestra la figura 3.32.
En la figura 3.33 se muestran las tensiones normales registradas para dos puntos situa-
dos en la interfaz, el punto superior y el punto medio. En esta figura se pueden comparar
las tensiones normales obtenidas en ambos puntos para el caso de una interfaz donde no
se transmiten tracciones con respecto a una interfaz que si las trasmita. En el caso de una
interfaz sin tracciones, todas las tensiones normales son negativas (tensiones de compre-
sión) mientras que toman un valor próximo a cero cuando la aceleración horizontal cambia
de sentido y en la interfaz se producirı́a una apertura o separación. Por el contrario, cuando
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 181

Figura 3.31 – Esquema del ejemplo bidimensional sin tracciones en la interfaz.

2.5

1.5

0.5
a (m/s2)

−0.5

−1

−1.5

−2

−2.5
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Tiempo (seg.)

Figura 3.32 – Solicitación sinusoidal aplicada para el ejemplo bidimensional con y sin tracciones en la interfaz.

la interfaz puede soportar tracciones, las tensiones normales pasan de un valor negativo
(compresión) a un valor positivo (tracción) cuando cambia de sentido el sismo. Por lo tanto,
con la modelización de la interfaz introducida en GHM se puede controlar si se admiten
tracciones o no en el elemento de interfaz cuando se produzca un estado de apertura o
separación en la propia interfaz.

3.8.4.3. Bloque elástico con interfaz no elástica sometida a cortante

En este ejemplo se contrasta la solución numérica obtenida con el código GHM y las
modificaciones introducidas para la interfaz, respecto a la solución analı́tica propuesta por
Hird y Russell [49] para un bloque elástico de gran longitud (L) y altura (H), unido por uno
de sus lados a un material rı́gido con elementos de interfaz y manteniendo el otro borde
libre. Sobre uno de los extremos se aplica una carga de compresión p mientras que el otro
extremo permanece fijo.
Para la geometrı́a de este ejemplo se ha empleado un bloque de longitud 10 m y altura
1 m (L/H = 10), de forma análoga al trabajo original de Hird y Russell [49]. En la figura
3.34 se muestra la geometrı́a y la discretización en elementos finitos empleada. El bloque
está compuesto por un material elástico mientras que la interfaz presenta un comporta-
182 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

1000 1000
800 800
600 600
400 400
σxx (N/m )

σxx (N/m )
200 200
2

2
0 0
−200 −200
−400 −400
−600 Punto Superior: Interfaz sin tracción −600 Punto Superior: Interfaz con tracción
Punto Medio: Interfaz sin tracción Punto Medio: Interfaz con tracción
−800 −800
−1000 −1000
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
Tiempo (seg.) Tiempo (seg.)

(a) Interfaz sin tracción (b) Interfaz con tracción

Figura 3.33 – Ejemplo bidimensional con y sin tracciones en la interfaz cuando se somete a una carga senoidal.

Tabla 3.10 – Datos de los materiales empleados para el caso de bloque elástico con interfaz no elástica bajo
cortante (L = 10m, H = 1m y t = 0,01m)
Bloque elástico
E = 1 · 105 Pa ν=0 G = 5 · 104 Pa
Bloque Interfaz
E = 300 Pa ν = 0,495 G = 100 Pa c = 30 Pa φ=0

miento a cortante gobernado por una ley elástica más un criterio de Mohr-Coulomb para el
comportamiento a cortante. Las propiedades de los materiales empleados se muestran en
la tabla 3.10. La solicitación aplicada sobre el bloque elástico consiste en una sobrecarga
uniformemente distribuida p, que actúa como cortante sobre la interfaz, de magnitud 400P a.
La solución analı́tica propuesta por Hird y Russell [49] permite obtener el desplaza-
miento relativo (w) entre el material rı́gido y el bloque elástico, ecuación 3.128, ası́ como las
tensiones tangenciales que se desarrollan entre ambos, ecuación 3.132.

w = C1 eαx + C2 e−αx (3.128)

donde x representa el punto longitudinal del bloque mientras que α es una constante
que depende de las propiedades de los materiales y se define como muestra expresión
3.129, donde Ks es la rigidez a cortante de la interfaz, E y ν son el modulo de Young y el
coeficiente de Poisson, respectivamente, del bloque elástico y H es la altura del bloque.
s
ks (1 − ν − 2ν 2 )
α= (3.129)
EH(1 − ν)

En la expresión 3.128, C1 y C2 son dos constantes que se obtienen a partir de las


condiciones de contorno y que se definen como:

w1
C1 = −C2 = (3.130)
(eαx1 − e−αx1 )
donde w1 (w1 = τmax /ks ) es la magnitud del desplazamiento relativo que tiene lugar
cuando τ ≥ τmax y que se produce para la coordenada x = x1 . Cuando τ ≥ τmax se
abandona el comportamiento elástico a cortante para entrar en un rango plástico. Para
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 183

(a) Geometrı́a y cargas

(b) Discretización en elementos finitos

Figura 3.34 – Ejemplo de bloque elástico con interfaz no elástica sometida a cortante [49].

obtener el valor correspondiente de x1 , se verifica que la magnitud de la presión p aplicada


en el extremo x = L, responsable del inicio del deslizamiento relativo entre bloques se
define como:
 
ks w1 (eαx1 + e−αx1 )
p= + α(L − x1 ) (3.131)
αH (eαx1 − e−αx1 )
Las tensiones tangenciales que se desarrollan en el contacto entre el bloque elástico y
el material rı́gido, es decir en la interfaz, se define según la ecuación 3.132. Esta expresión
está definida por dos tramos, aquel donde aún no se ha producido el deslizamiento (0 <
x < x1 ) y la parte que desliza (x1 < x < L).

τ = ks w 0 < x < x1
(3.132)
τ = τmax = ks w1 x1 < x < L

Para la solución numérica se ha empleado la discretización espacial mostrada en la


figura 3.34, formada por elementos cuadriláteros de 4 nodos y elementos de interfaz con un
espesor t = 0,01m, resultando un total de 20 elementos para la interfaz y 20 elementos para
el bloque elástico. Se han restringido los desplazamientos verticales y horizontales tanto
en el borde inferior (simulando el material rı́gido) como en el contorno izquierdo, mientras
que solamente se han coartado los desplazamientos verticales en el borde superior. En
el contorno derecho se aplica la sobrecarga p de forma incremental hasta el valor de 400
P a, con un total de 200 incrementos de 2 P a cada uno. Tal y como destacan Ng et al.
[48] y Hird y Russell [49], en este caso también ha sido necesario aplicar unos pequeños
valores de tensiones normales para garantizar que los elementos de interfaz se mantienen
en compresión.
En la figura 3.35 se compara la solución numérica obtenida con los elementos de interfaz
implementados en GHM frente a la solución analı́tica propuesta por Hird y Russell [49],
184 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

35

30

25

20
τ (Pa)

15
Sol. Analitica − 100 Pa
Sol. Numérica−100 Pa
10 Sol. Analitica − 200 Pa
Sol. Numérica−200 Pa
Sol. Analitica − 300 Pa
5 Sol. Numérica−300 Pa
Sol. Analitica − 400 Pa
Sol. Numérica−400 Pa
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Distancia (m)

Figura 3.35 – Distribución de tensiones tangenciales en la interfaz para un bloque elástico con interfaz no elásti-
ca. Solución numérica (GHM) frente a la solución analı́tica de Hird y Russell [49].

para diferentes instantes de carga: 100-200-300-400 P a. Puesto que el material empleado


es puramente cohesivo (φ = 0, c = 30 P a) es fácil comprobar que la tensión tangencial
máxima (τmax ) se alcanza para el valor τmax = 30P a. Asi, a medida que aumenta el valor
de la carga p aplicada se va produciendo un avance, desde x = L hacia x = 0, en el
deslizamiento relativo que se desarrolla en la interfaz definido a medida que τ alcanza el
valor máximo. Como se observa de la figura 3.35, se obtiene un buen ajuste entre la solución
numérica obtenida con el código GHM frente a la analı́tica.

3.8.4.4. Ensayos de corte en una interfaz suelo-hormigón para el ajuste de un mo-


delo elástico hiperbólico

En este ejemplo se reproducen los ensayos de interfaz desarrollados por Gomez, Filz
y Ebeling [50]. Estos ensayos se ejecutaron en un equipo de corte directo de grandes di-
mensiones (Large Direct Shear Box) de 711 x 406 mm que permitı́a un desplazamiento
máximo de 305 mm. En una de la mitades de la caja de corte se colocó una probeta de
hormigón mientras que en la otra mitad se colocó una probeta de suelo arenoso (ca = 0),
sobre ambos se aplicó una tensión normal de compresión y un desplazamiento tangencial.
La descripción completa de los ensayos realizados se encuentra recogida en la referencia
[50].
De estos ensayos se obtuvieron diferentes curvas que representan la evolución de la
tensión tangencial en la interfaz (τ ) frente al desplazamiento en la interfaz (∆d), para di-
ferentes valores de tensión normal (σn ) y tres tipos de interfaces definidas por tres tipos
distintos de suelo. Con los resultados obtenidos de dichos ensayos, los autores definieron
el comportamiento de la interfaz por medio de un modelo elástico hiperbólico, ajustando los
distintos parámetros que intervienen en el mismo a partir de los resultados de dichos en-
3.8. INTERFAZ DE CONTACTO SUELO-ESTRUCTURA 185

Tabla 3.11 – Parámetros propuestos por Gomez, Filz y Ebeling [50] para el ajuste del comportamiento de dife-
rentes interfaces suelo-hormigón por medio de un modelo elástico hiperbólico
KI Rf n δ
Interfaz arena densa-hormigón 26625 0.846 0.83 31o
Interfaz arena de densidad media-hormigón 21850 0.88 0.81 29.3o
Interfaz arena Light Castle-hormigón 20700 0.79 0.79 33.7o

Figura 3.36 – Esquema del modelo numérico para reproducir los ensayos de corte de una interfaz suelo-
hormigón desarrollados por Gomez, Filz y Ebeling [50].

sayos. Los valores propuestos por Gomez, Filz y Ebeling [50] para los distintos parámetros
del modelo hiperbólico según los tres tipos de interfaces analizadas se muestran en la tabla
3.11, el procedimiento seguido por los autores para el ajuste de los mismos se recoge en la
referencia [50].
Para reproducir numéricamente los resultados de los ensayos de interfaz se ha adop-
tado la geometrı́a de la figura 3.36. Esta formada por un bloque superior de hormigón de
711 mm de longitud y 100 mm de espesor, unido inferiormente a un bloque de interfaz de
igual longitud y espesor t=10 mm. El bloque de hormigón se modeliza como un material
elástico de propiedades: E = 1 · 1012 N/m2 y ν = 0,1 mientras que para el bloque de inter-
faz se adopta un modelo hiperbólico para el comportamiento a cortante con las propiedades
recogidas en la tabla 3.11, un modulo de elasticidad E = 1·109 N/m2 y ν = 0,1 para el com-
portamiento normal. En el borde inferior se coartan tanto los desplazamientos horizontales
como verticales y sobre el borde derecho del bloque de hormigón se aplica de forma in-
cremental un desplazamiento horizontal hasta un valor máximo de 2,5 mm. Además, sobre
el borde superior se aplica una tensión normal de compresión σn constante, de magnitud
variable según el tipo de ensayo a reproducir. En el modelo numérico se han empleado cua-
renta elementos de 4 nodos para el bloque de hormigón y veinte para el bloque de interfaz.
El desplazamiento impuesto se ha aplicado de forma incremental en 200 incrementos de
0,0125 mm cada uno.
En la figura 3.37 se muestran las curvas τ -∆d de la interfaz obtenidas de la modelización
en GHM de los ensayos de corte considerando un modelo hiperbólico. Estos resultados se
comparan con los resultados experimentales obtenidos por Gomez, Filz y Ebeling [50] para
los tres tipos de interfaz analizadas. De la comparación entre los resultados numéricos y
experimentales (figura 3.37) se observa que por una parte, un modelo hiperbólico puede
reproducir satisfactoriamente el comportamiento de la interfaz suelo-hormigón cuando esta
es sometida a un desplazamiento tangencial y por otra, el modelo hiperbólico implementado
en GHM para los elementos de interfaz en esta tesis doctoral funciona correctamente.
186 CAPÍTULO 3. MODELO NUMÉRICO

200

180

160
σ =274 kPa
n
140

120

τ (kPa)
100

80
σ =102 kPa
n
60

40
σ =33 kPa σn=15 kPa
n
20

0
0 0.5 1 1.5 2 2.5
∆d (mm)

(a) Interfaz arena densa-hormigón: Experimental (b) Interfaz arena densa-hormigón: Numérico

200

180

160

140
σ =276 kPa
n
120
τ (kPa)

100

80
σn=104 kPa
60

40
σ =35 kPa
n
20

0
0 0.5 1 1.5 2 2.5
∆d (mm)

(c) Interfaz arena densidad media-hormigón: Experi- (d) Interfaz arena densidad media-hormigón: Numérico
mental

200

180

160
σn=276 kPa
140

120
τ (kPa)

100

80
σ =104 kPa
n
60

40 σ =35 kPa
n
σ =15 kPa
n
20

0
0 0.5 1 1.5 2 2.5
∆d (mm)

(e) Interfaz arena Light Castle-hormigón: Experimental (f) Interfaz arena Light Castle-hormigón: Numérico

Figura 3.37 – Resultados experimentales (izquierda) obtenidos por Gomez, Filz y Ebeling [50] en los ensayos
de corte sobre diferentes interfaces suelo-hormigón, frente a los resultados numéricos (derecha)
obtenidos del modelo hiperbólico implementado para los elementos de interfaz en GHM.
Capı́tulo 4

Análisis numérico de una estructura


de contención rı́gida bajo
solicitaciones dinámicas

4.1. Introducción

En este capitulo se presenta el análisis numérico desarrollado para una estructura de


contención rı́gida sometida a una carga dinámica, y apoyado en la descripción del modelo
numérico realizada en el capitulo 3 de esta tesis doctoral. Para dicho análisis se han consi-
derado dos situaciones extremas, un caso de suelo seco y otro de saturado, para el cual se
ha situado el nivel freático en la coronación del trasdós y en el pie del intradós del muro. En
ambos casos la geometrı́a, materiales, discretización del dominio, condiciones de contorno
y solicitaciones se mantienen iguales.
Se presenta en primer lugar una descripción de todas las caracterı́sticas que definen
ambos casos tipo. A continuación se detallan todas las etapas de cálculo seguidas en el
modelo hasta alcanzar la etapa de cálculo dinámica, y en segundo lugar, la discusión de
los resultados obtenidos de la respuesta dinámica del muro en cada uno de los casos, seco
y saturado, considerados. En la discusión de estos resultados se presta especial atención
tanto a los desplazamientos y asientos experimentados por diferentes puntos del modelo,
como a las presiones (magnitud y distribución) y a las resultantes ejercidas sobre el trasdós
del muro, en particular a los empujes horizontales y a los correspondientes puntos de apli-
cación de sus resultantes, entre otros. Como referencia, tanto para la respuesta estática
como dinámica, se han incluido las soluciones obtenidas por dos de los métodos de cálcu-
lo simplificados más utilizados (capitulo 2), el método de Coulomb (situación estática) y el
método de Mononobe-Okabe (M-O, situación dinámica) para las leyes de presiones hori-
zontales sobre el muro, y el método de Westergaard para las leyes de presión de agua en
el caso saturado.
En la tercera parte del capı́tulo, se realiza un estudio paramétrico sobre la influencia que
varios aspectos meramente numéricos o de modelización pueden tener sobre la solución
obtenida para los dos casos tipo analizados, en desplazamientos pero especialmente en

187
188 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

presiones y resultantes de esfuerzos sobre el trasdós del muro. Con este estudio se pre-
tende tener un criterio, o al menos un conocimiento más exhaustivo, a la hora de adoptar
diferentes algoritmos o considerar diferentes valores en el modelo numérico que se desa-
rrolla. Dentro de este estudio paramétrico se analizan:

- La influencia o necesidad de la utilización de contornos absorbentes

- La influencia del estado tensional inicial del modelo a través del empleo o no del
coeficiente de empuje de tierras (K0 )

- La influencia del algoritmo de integración temporal

- La influencia de las caracterı́sticas de la interface de contacto entre el muro y el relleno

En la cuarta parte del capı́tulo, se desarrollan diferentes simulaciones numéricas para


la estructura de contención anterior, tanto con relleno seco como saturado, sometida a va-
rios registros sı́smicos reales con diferentes caracterı́sticas. Las soluciones obtenidas del
modelo numérico se comparan con las obtenidas por diferentes métodos simplificados de
cálculo.

4.2. Descripción del caso tipo: Relleno Seco y Saturado

En este apartado se presenta el análisis numérico realizado sobre un caso tipo que re-
presenta una estructura de contención rı́gida de dimensiones estándar sometida a una soli-
citación sı́smica, en dos situaciones, caso seco, cuando retiene un relleno granular comple-
tamente seco, y caso saturado, cuando el relleno esta saturado de agua hasta la superficie
del terreno, mientras que el resto de caracterı́sticas comunes se mantienen iguales para
ambos casos.

Geometrı́a y malla

Se ha analizado una estructura de contención por el método de los elementos finitos


bajo condiciones de deformación plana y en la situación de empuje activo. Esta estructura
consiste en un muro rı́gido de hormigón de sección rectangular de 8 m de altura y 5.5 m
de base, que retiene un relleno granular homogéneo y horizontal que se apoya sobre un
estrato base uniforme de 4 m de espesor, apoyado a su vez en un estrato indeformable.
En el modelo numérico se ha considerado una extensión del terreno de 32 m de longitud
de relleno en el trasdós del muro (4 veces la altura del muro) y una longitud de 22.5 m en
el intradós del muro (2.8 veces la altura del muro), tal como se muestra en la figura 4.1, y
similar al considerado por Madabhushi y Zeng [40].
Para la discretización del relleno y del material del estrato base se han empleado ele-
mentos isoparamétricos triangulares de 3 nodos (T3) y elementos rectangulares de 4 nodos
(Q4) para el muro. En los contactos entre el muro y el relleno del trasdós y entre el muro
y la base se han dispuesto los elementos de interface desarrollados en esta tesis doctoral
(sección 3.8.3), de tipo rectangular, formados por 4 nodos y de 0.2 m de espesor. La malla
4.2. DESCRIPCIÓN DEL CASO TIPO: RELLENO SECO Y SATURADO 189

(a) Etapa de cálculo estática

(b) Etapa de cálculo dinámica

Figura 4.1 – Geometrı́a, malla, tipo de elementos, condiciones de contorno para los desplazamientos (caso
seco y saturado) tanto en la etapa de cálculo estática (contornos fijos) como dinámica (contornos
absorbentes), condiciones de contorno para la presión de poro (caso saturado) e identificación de
los puntos de referencia en el análisis dinámico.
190 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

resultante se muestra en la figura 4.1, está formada por 1223 nodos y por 2098 elementos,
de los cuales 1912 son triangulares y 186 son cuadrangulares.

Condiciones de contorno

Como se detallará posteriormente, para el cálculo de la respuesta del muro ante una
solicitación dinámica es necesario determinar el estado tensional inicial del modelo a partir
de un cálculo estático; por ello, las condiciones de contorno que se adoptan para uno y otro
análisis son ligeramente diferentes.
Para este problema tipo, en el análisis estático se han empleado condiciones de con-
torno fijas para los desplazamientos, tanto en el caso seco como en el saturado, imponiendo
desplazamientos horizontales y verticales nulos en todos los nodos del contorno inferior del
modelo y se han restringido los desplazamientos horizontales en los bordes laterales per-
mitiendo los desplazamientos verticales, tal como se muestra en la figura 4.1. En cuanto a
la condiciones de contorno para la presión de poro en el caso saturado, se ha impuesto pre-
sión de poro nula en la superficie del terreno tanto del trasdós como del intradós del muro
(borde drenante) y contornos impermeables tanto en el borde inferior como en los laterales.
Para la etapa de análisis dinámico se han mantenido las condiciones contorno descritas
anteriormente, excepto en el borde lateral derecho y en el borde lateral izquierdo del modelo
donde se han adoptado las condiciones de contorno absorbentes desarrolladas en esta
tesis doctoral (sección 3.7.3), que permiten simular la propagación de las ondas fuera del
dominio de cálculo, tanto en el caso seco como saturado. En la figura 4.1 se muestra la
representación esquemática de todas las condiciones de contorno descritas.

Modelos constitutivos de los materiales

Los modelos constitutivos adoptados tanto para el muro como para el material del estrato
base son elásticos lineales, y sus propiedades se recogen en la tabla 4.1.
Para el material granular del relleno en el trasdós se ha empleado el modelo constituti-
vo de Pastor-Zienkiewicz para arenas, el cual ha sido ampliamente utilizado en problemas
de tipo dinámico (ver capitulo 2.5.) Para este caso tipo, se han adoptado los parámetros
reportados por Madabhushi y Zeng [40], que provienen a su vez de ensayos en laboratorio
desarrollados por Earth Technology Corporation, correspondientes a la arena de Nevada-
DR = 40 %. Los valores de los parámetros empleados se detallan en la tabla 4.2. Como se
desarrollará más adelante, se hace necesario también la determinación del estado tensio-
nal inicial del modelo para lo cual se partirá de un análisis estático previo. En dicho análisis
estático se adopta un modelo elastoplástico clásico definido por un criterio Mohr-Coulomb
para el relleno del muro. Los valores considerados para dicho análisis estático, en particular
los parámetros E y ν, son consistentes con el módulo elástico volumétrico (K0e ) y tangencial
(Ge0 ) del análisis dinámico, tabla 4.2. El resto de parámetros necesarios para la caracteriza-
ción del material, utilizados para ambos análisis (estático y dinámico) y para ambos casos
(seco y saturado) se enumeran en la tabla 4.3.
4.2. DESCRIPCIÓN DEL CASO TIPO: RELLENO SECO Y SATURADO 191

Tabla 4.1 – Propiedades del modelo constitutivo elástico-lineal considerado para el muro y el estrato base, tanto
en el caso seco como saturado.
Muro
ρ = 2400 kg/m3 E = 7e9 P a ν = 0,2
Estrato Base: caso seco
ρd = 1900 kg/m3 E = 1,8e7 P a ν = 0,15
Amortiguamiento Rayleigh: αR = 0,1 βR = 0,1
Estrato Base: caso saturado
ρs = 2700 kg/m3 E = 1,8e7 P a ν = 0,15
ρf = 1000 kg/m3 Kf = 1 · 109 P a k = 5,6 · 10−5 m/s
Amortiguamiento Rayleigh: αR = 0,1 βR = 0,1

Por otra parte, para los elementos de interface se han adoptado los elementos desa-
rrollados en la sección 3.8.3 de este documento. Estos elementos presentan un comporta-
miento desacoplado entre la componente normal y tangencial, considerando en este caso
tipo un modelo elástico lineal para el comportamiento tangencial, el más sencillo de los que
se han implementado, y que está gobernado exclusivamente por el parámetro G, mientras
que el comportamiento normal esta gobernado por el parámetro E, el cual es independiente
del tangencial. Los módulos de elasticidad considerados coinciden con los de los materia-
les de relleno y base, mientras que los módulos de deformación tangencial resultan ser de
uno a dos órdenes de magnitud inferior que los materiales circundantes (sección 3.8.3).
Además, estos elementos no soportan tracciones, por lo que anulan o reducen a un valor
residual las tensiones normales en tracción y a su vez las tensiones tangenciales cuando
se producen dichas tracciones (sección 3.8.3). Los valores adoptados para las interfaces
se recogen en la tabla 4.4. Debe notarse que los elementos de interface implementados
en GHM permiten considerar diferentes interfaces, con diferentes propiedades, dentro de
un mismo modelo. En este caso se han considerado dos interfaces, una correspondiente
al contacto muro-relleno en el trasdós (Interface Trasdós) y otra en el contacto muro-base
(Interface Base).

Solicitaciones

Las cargas consideradas para este caso tipo son la acción gravitatoria debida al peso
propio de los materiales y una sobrecarga uniformemente distribuida de valor 25 kN/m2
que actúa sobre la superficie del relleno en el trasdós del muro. En cuanto a la carga de
origen dinámico (solamente componente horizontal) se ha considerado una solicitación de
tipo armónico de frecuencia y amplitud conocidas. Dicha solicitación se inicia con un valor
de amplitud nula durante varios segundos, seguida de un tren de ondas senoidales de 0,4
Hz de frecuencia (w = 5π rad/s, T = 2,5 s), amplitud 1 m/s2 , discretizada con un paso
de tiempo h = 0,01 s y duración total de 10 s (figura 4.2), que permitirá desarrollar tanto la
respuesta transitoria como estacionaria del problema ante la vibración forzada impuesta de
tipo armónico. Por otra parte, la frecuencia propia de vibración del conjunto muro-relleno,
calculada a partir de la respuesta elástica en vibración libre tras la aplicación de un impulso
192 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

Tabla 4.2 – Propiedades del modelo constitutivo considerado para el relleno del muro: modelo elastoplástico
con un criterio Mohr-Coulomb para el análisis estático y modelo Pastor-Zienkiewicz para arenas en
el análisis dinámico [40, 56].
Análisis Estático: Modelo Mohr-Coulomb
Módulo de Elasticidad: E (P a) 2,31e6
Coeficiente de Poisson: ν 0,2
Cohesión: c (P a) 25e3
Ángulo de rozamiento interno(*): φ (o ) 43o
Dilatancia: ψ (o ) 43o
(*Obtenido a partir del coeficiente Mf )
Análisis Dinámico: Modelo Pastor-Zienkiewicz para arenas
Módulo elástico volumétrico: K0e (P a) 1,28e6
Módulo elástico tangencial: Ge0 (P a) 9,63e5
Pendiente de la recta de estado crı́tico (CSL): Mg 1,26
Pendiente del diagrama de dilatancia frente a η: αg 0,45
Función de la densidad relativa y la pendiente de CSL: Mf 0,94
Parámetro del modelo: αf 0,45
Parámetro asociado al módulo plástico en carga: H0 (P a) 700e3
Parámetro del modelo: β0 4,2
Parámetro del modelo: β1 4,2
Parámetro del modelo: γ 2
Parámetro asociado al módulo plástico en descarga: HU 0 (P a) 6000e3
Parámetro del modelo: γU 2

Tabla 4.3 – Propiedades del material de relleno en el trasdós del muro, para el caso seco y saturado [40].
Caso Seco
ρd = 1497,4 kg/m3 e = 0,79
Amortiguamiento Rayleigh: αR = 0,0 βR = 0,0
Caso Saturado
ρs = 2678,6 kg/m3 e = 0,764 ρ = 1951,6 kg/m3
ρf = 1000 kg/m3 Kf = 1 · 109 P a k = 5,6 · 10−5 m/s
Amortiguamiento Rayleigh: αR = 0,0 βR = 0,0

Tabla 4.4 – Propiedades del modelo constitutivo considerado para las interfaces de contacto Muro-Relleno (In-
terface Trasdós) y Muro-Base (Interface Base).
Parámetros Interface Trasdós Interface Base
Módulo de elasticidad: E (N/m2 ) 2,31e6 1,8e7
Módulo de rigidez transversal: G (N/m2 ) 9e3 9e5
Módulos en tracción: E y G (N/m2 ) 1e − 7 1e − 7
(*El comportamiento normal y tangencial están desacoplados)
4.3. ETAPAS DE CÁLCULO 193

1.5

amplitud (m/s2)
0.5

−0.5

−1

−1.5
0 2 4 6 8 10
t (s)

Figura 4.2 – Solicitación dinámica considerada de tipo armónico (T = 2,5 s; amax = 1 m/s2 ).

triangular, se sitúa en 0,77 Hz para el caso seco y en 0,61 Hz para el caso saturado, por lo
que no se inducen fenómenos de resonancia entre la frecuencia de la solicitación aplicada
y la frecuencia propia del sistema en cada uno de los casos considerados. Asimismo, el
caso saturado se identifica como un sistema más flexible frente al caso seco, al poseer una
frecuencia propia menor, lo cual se puede atribuir a la presencia del agua.

4.3. Etapas de cálculo

En este capı́tulo se describe el análisis del comportamiento dinámico del muro, tanto
en el caso seco como en el saturado, para lo que se hace necesario determinar el estado
tensional estático previo del modelo, es decir, establecer las condiciones iniciales. Para ello,
el análisis completo del modelo engloba un total de tres etapas de cálculo, que son las
siguientes:

1. Cálculo estático del estado tensional del estrato base

2. Cálculo estático del estado tensional del relleno

3. Cálculo dinámico de la respuesta del muro

4.3.1. Cálculo estático del estado tensional del estrato base

En primer lugar, se determina el estado tensional del estrato base donde se apoyará,
posteriormente, tanto el muro como el relleno. Al realizar los cálculos por etapas indepen-
dientes, se pueden obtener las tensiones geoestáticas del emplazamiento y, a su vez, per-
mite omitir del análisis las deformaciones sufridas por el estrato base debidas a su propio
peso, las cuales carecen de sentido fı́sico.
En esta etapa, se incluye en el modelo únicamente el estrato base sometido a la ac-
ción de la gravedad, que se modela como un material elástico lineal cuyas propiedades se
indican en la tabla 4.1. El campo de tensiones resultante, y las leyes de presión de poro
obtenidas para el caso saturado, se reservan como condición inicial para la segunda etapa
de cálculo.
194 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

4.3.2. Cálculo estático del estado tensional del relleno

En esta segunda etapa de cálculo se incluye en el modelo anterior (estrato base) el


muro, el relleno del trasdós y los elementos en ambas interfaces de contacto. El muro se
considera como un material elástico-lineal (tabla 4.1), mientras que, el material del relleno
se modela como un material elastoplástico con un criterio Mohr-Coulomb, cuyas propie-
dades se recogen en la tabla 4.2. Las solicitaciones que intervienen son la acción de la
gravedad junto con una sobrecarga uniformemente distribuida de valor 25 kN/m2 aplicada
en la superficie del relleno. Las cargas se aplican de forma progresiva en diez escalones de
carga.
Tras la finalización de esta etapa se obtiene el estado tensional y deformacional asocia-
do a un cálculo estático del problema. En las figuras 4.3 y 4.4 se muestran los resultados
obtenidos en el análisis estático para los casos seco y saturado, respectivamente. En am-
bos casos, se puede observar que el muro presenta una rotación hacia el exterior respecto
a la base junto con una traslación, desarrollándose ası́ la condición de empuje activo sobre
el muro. Mientras que en el caso seco, todos los puntos del dominio se mantienen dentro
del rango elástico, no ocurre ası́ con el caso saturado donde aparecen plastificaciones en
las proximidades al talón del muro. También se puede observar como los elementos de in-
terface implementados permiten simular correctamente el desplazamiento relativo entre el
muro y el relleno y entre el muro y la base de apoyo, tanto en el caso seco como saturado.
En la figura 4.5(a) se muestran, para el caso seco, las leyes de tensiones verticales, hori-
zontales y esfuerzos tangenciales sobre el trasdós del muro resultantes del análisis estático,
mientras que en la figura 4.5(b) se muestra la evolución del coeficiente de empuje de tie-
rras1 K∗ con la profundidad, el cual establece el ratio entre las tensiones horizontales y las
verticales: K∗ = σh /σv . Los resultados análogos para el caso saturado se muestran en las
figuras 4.6(a) y 4.6(b), respectivamente. Debido a la amplia tradición existente en el empleo
de la teorı́a de Coulomb como método de cálculo de empujes para problemas estáticos, se
ha incluido como referencia en las figuras 4.5(a) (caso seco) y 4.6(a) (caso saturado), la ley
de presiones horizontales que se obtendrı́a sobre el trasdós del muro empleando la teorı́a
de Coulomb2 .
En ambos casos, se puede observar como la ley de presiones horizontales sobre el
trasdós presenta un marcado carácter no-lineal, muy diferente a la distribución lineal de
presiones que se suele asumir para el cálculo del empuje activo sobre el muro en situación
estática cuando se emplea la teorı́a de Coulomb o Rankine, aunque en el caso seco se
encuentra una mejor aproximación entre los resultados del modelo numérico y la teorı́a de
Coulomb que en el caso saturado. Sin embargo, esta distribución no lineal resulta coherente
con los resultados obtenidos en otras investigadores como, por ejemplo, el método simpli-
ficado propuesto por Wang [24] para el caso estático y movimiento de traslación, figura
2.27(a) y con las leyes de presiones propuestas por el Método de Redistribución de Presio-
1
Habitualmente este coeficiente recibe la denominación de empuje al reposo y la nomenclatura K0 , lo cual
resultarı́a impreciso para este caso al tratarse de un problema de empuje activo, por ello se ha optado por
utilizar la nomenclatura K∗ y evitando también confusiones con los conocidos coeficientes de empuje activo Ka
de Coulomb o Rankine.
2
Se ha considerado δ = 2/3φ.
4.3. ETAPAS DE CÁLCULO 195

(a) Deformación (factor de amplificación=10) y desplazamientos (m)

(b) Tensiones Verticales (Pa)

(c) Tensiones Horizontales (Pa)

Figura 4.3 – Caso Seco: Resultados obtenidos del análisis estático.


196 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

(a) Deformación (factor de amplificación=10) y desplazamientos (m)

(b) Tensiones Verticales (Pa)

(c) Tensiones Horizontales (Pa)

(d) Presión de Poro (Pa)

Figura 4.4 – Caso Saturado: Resultados obtenidos del análisis estático.


4.3. ETAPAS DE CÁLCULO 197

8 8
σhz
7 7
σv
6 τ 6
σhz −Coulomb 5
5

H (m)
H (m)

4 4

3 3

2 2

1 1

0 0
−7 −6 −5 −4 −3 −2 −1 0 1 0 0.05 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5
Tensión (Pa) 4 k*
x 10

(a) Leyes de tensiones (b) Evolución del coeficiente K∗ = σh /σv

Figura 4.5 – Caso Seco: Leyes de presiones sobre el trasdós del muro (análisis estático) y evolución del coefi-
ciente de empuje de tierras K∗ = σh /σv con la profundidad.

nes de Dubrova [26], figura 2.28. A su vez, también se han obtenido resultados similares en
modelos numéricos desarrollados para el caso estático y diferentes modos de movimiento
del muro, como los reportados por Potts y Fourie [33], figuras 2.39 y 2.40, y por Matsuzawa
y Hazarika [36], figura 2.42. En cuanto a la distribución de tensiones tangenciales, figuras
4.5(a) y 4.6(a), éstas son decrecientes con la profundidad, presentando un comportamiento
análogo al reportado por Dewoolkar et al. [42].
Además de la variación en la distribución de presiones horizontales sobre el trasdós,
se puede comprobar también cómo las resultantes de empuje horizontal sobre el muro
obtenidas a través de la teorı́a de Coulomb y del modelo numérico difieren entre sı́, al-
canzando para el caso seco una resultante ligeramente superior por la teorı́a de Coulomb
(EHCoulomb = 103,5kP a) con respecto al modelo numérico (E N umerico = 86,5kP a), mien-
H
tras que, para el caso saturado la resultante obtenida de Coulomb (EH Coulomb = 77kP a) es

notablemente inferior a la obtenida por el modelo numérico (EHN umerico = 156,4kP a).

Por otra parte, en las figuras 4.5(b) (caso seco) y 4.6(b) (caso saturado) se puede ob-
servar que el valor de empuje de tierras K∗ no es uniforme con la profundidad, mostrando
en ambos casos tendencias similares, con un valor máximo de K∗Seco = 0,29 en el caso
seco y de K∗Saturado = 0,47 en el caso saturado. En las dos situaciones se verifica como se
desarrolla una situación de empuje activo, algo que cabrı́a esperar al tratarse una estructura
de contención cuya finalidad es resistir principalmente empujes horizontales, alejándose de
un estado de tensiones isótropo (K∗ = 1) ası́ cómo de la condición de empuje activo de
Coulomb (KaCoulomb = 0,18), por lo que la estructura de contención se encuentra en una
condición de empuje activo intermedia, siendo ésta la situación más frecuente. Es decir, la
condición de empuje activo de la que parte el muro depende de la capacidad de éste para
moverse, ası́ como del tipo de movimiento que presente (traslación, rotación en base, etc.).
Este fenómeno es ampliamente conocido en el cálculo estático de empujes de tierras sobre
estructuras [2], pero debido a su complejidad y a la limitación de los métodos simplificados
de cálculo (Coulomb o Rankine) se suele reducir a dos situaciones extremas, empuje activo
o empuje al reposo. Del mismo modo, otras investigaciones como el Método de Redistri-
bución de Presiones propuesto por Dubrova [26] han tratado de abordar este fenómeno de
forma simplificada.
198 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

8 8
σhz
7 7
σv
6 τ 6
Pw
5 5
σhz −Coulomb

H (m)
H (m)

4 4

3 3

2 2

1 1

0 0
−10 −8 −6 −4 −2 0 2 4 6 0 0.05 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5
Tensión (Pa) 4 K*
x 10

(a) Leyes de tensiones (b) Evolución del coeficiente K∗ = σh /σv

Figura 4.6 – Caso Saturado: Leyes de presiones sobre el trasdós del muro (análisis estático) y evolución del
coeficiente de empuje de tierras K∗ = σh /σv con la profundidad.

4.3.3. Cálculo dinámico de la respuesta del muro

En esta tercera etapa se obtiene la respuesta dinámica del muro ante la solicitación
impuesta, que en este caso es la solicitación armónica mostrada en la figura 4.2. Se asume
como condición inicial para esta etapa solamente el estado tensional resultante del cálculo
estático previo, por lo que no es necesario imponer ningún valor artificial de K∗ . También se
sustituyen las condiciones de contorno fijas dispuestas en los bordes laterales del modelo
por condiciones de contorno absorbentes, figura 4.1 y, por último se emplea para el material
del relleno en el trasdós del muro, el modelo constitutivo de Pastor-Zienkiewicz para arenas
con los parámetros mostrados en la tabla 4.2.
Para la integración en el domino del tiempo se ha adoptado el algoritmo de la familia de
Newmark γ = 1/2 β = 1/4 (denominado como NM-3 a lo largo de este documento), libre
de amortiguamiento numérico, con un paso de tiempo igual al empleado en la discretiza-
ción del acelerograma, h = 0,01 s. Para este caso tipo no se ha incluido ningún valor de
amortiguamiento tipo Rayleigh en el relleno y, dado que el algoritmo de integración emplea-
do tampoco introduce amortiguamiento en la solución, solo interviene el amortiguamiento
debido exclusivamente al modelo constitutivo considerado para el relleno. En los siguien-
tes apartados, se analizará la respuesta dinámica obtenida del muro a través del modelo
numérico descrito, tanto para el caso seco como saturado.

4.4. Discusión de resultados

4.4.1. Respuesta dinámica del muro: Caso Seco

Deformada y desplazamiento del muro

En la figura 4.7(a) se muestra la deformada de la malla de elementos finitos del mo-


delo tras la aplicación de la carga dinámica armónica de la figura 4.2, destacando que la
geometrı́a del modelo al inicio de la etapa dinámica no presenta deformaciones. En dicha
figura, se puede observar el efecto de los contornos absorbentes empleados en la simula-
ción, especialmente en el borde lateral derecho, ya que la onda de presión producida por la
carga dinámica al alcanzar el contorno es absorbida por éste, reduciendo notablemente la
4.4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 199

(a) Deformada para t = 10 s (factor de amplificación=10)

(b) Rotación base para t = 0,4 s (factor=100) (c) Traslación para t = 1,5 s (factor=100)

Figura 4.7 – Caso Seco: Deformada del modelo tras la aplicación de la solicitación dinámica y vectores de
la resultante de desplazamiento (|u|) para diferentes instantes de tiempo con predominio de di-
ferentes tipos de movimiento del muro. (El tamaño del vector es proporcional a la magnitud del
desplazamiento. En la figura (b) se puede identificar la posición del centro de rotación del muro.).

reflexión de energı́a hacia el dominio, lo que se traduce en un desplazamiento del contorno


en la dirección y sentido de la onda incidente. Dicho desplazamiento se produce en todos
los contornos laterales donde se han aplicado condiciones de contorno absorbentes aun-
que se observan con mayor claridad en el contorno correspondiente al relleno frente a los
contornos de la base del estrato debido a las propiedades que presenta cada material.
Al igual que en el caso estático, el muro esta sometido a un empuje activo y el movimien-
to que experimenta resulta de la combinación de una traslación horizontal y una rotación
respecto a la base, como se observa en las figuras 4.7(b) y 4.7(c) y, como cabrı́a esperar,
se produce mayor asiento superficial en el relleno a medida que nos aproximamos al muro.
En la figura 4.8 se muestra el desplazamiento vertical y horizontal que experimenta el vérti-
ce del muro situado en la esquina entre la coronación y el paramento de intradós, punto
A (22.5, 12) de la figura 4.1. Los desplazamientos horizontales son notablemente superio-
res a los verticales, lo que pone de manifiesto el predominio del movimiento de traslación
frente al de rotación respecto a la base del muro. En dicha figura también se puede obser-
var la formación de la respuesta transitoria de la estructura y la aparición de la respuesta
estacionaria debidas a la carga dinámica impuesta (vibración forzada), resultando un valor
promedio de los desplazamientos al finalizar la solicitación o desplazamiento permanente
de valor ux = 0,022 m y uy = 0,003 m. Por otra parte, también se puede observar que la
frecuencia de la oscilación en los desplazamientos de la fase estacionaria, tanto verticales
como horizontales, coincide prácticamente con la frecuencia de la solicitación impuesta.
200 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.01

0.005

0
Desplazamiento (m)

−0.005

−0.01

−0.015

−0.02

−0.025

−0.03 u
x

−0.035 u
y

−0.04
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)

Figura 4.8 – Caso Seco: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y desplazamiento vertical (uy )
del punto A (22.5, 12) situado en la coronación del muro en el paramento de intradós.

Finalmente, en la figura 4.46 se analiza el comportamiento de la interface implementada


en el código a través del desplazamiento horizontal y vertical que se produce en el contacto
entre el trasdós del muro y el relleno (Interface Trasdós) correspondiente a la cota de la su-
perficie del terreno, es decir, entre el punto B (28,12) situado en la cara del muro y el punto
C (28.2, 12) situado en la cara del relleno, figura 4.1. El asiento máximo que experimenta el
relleno en el trasdós del muro es de 0,019 m. En la figura 4.46 se puede observar como el
desplazamiento horizontal de ambas caras del contacto es prácticamente coincidente entre
sı́ y, al tratarse de una estructura rı́gida, muy similar al observado para el punto A y repre-
sentado en la figura 4.1. Por el contrario, el desplazamiento vertical entre ambas caras de
la interface es completamente diferente tanto en amplitud como en fase, ya que los despla-
zamientos verticales sufridos por la interface en el lado del relleno son muy superiores a los
que presenta la interface en la cara del trasdós del muro. Esto implica que los elementos
de interface pueden modelizar adecuadamente el desplazamiento relativo entre el relleno
y la estructura de contención. Un comportamiento similar puede observarse también en el
contacto entre la base del muro con el estrato de apoyo (Interface Base); en este caso los
desplazamientos verticales entre ambas caras de la interface son muy similares, mientras
que la magnitud de los desplazamientos horizontales es diferente.

Distribución de presiones y empujes en el trasdós del muro

En primer lugar, se analiza en la figura 4.10 la historia temporal de tensiones horizontales


y tangenciales en dos puntos representativos del modelo, el punto D (30,10) situado en las
proximidades del trasdós del muro a dos metros de éste y a dos metros de la superficie
del terreno, y el punto E (28.2, 6) situado sobre el trasdós3 en la parte inferior de éste
donde habitualmente las presiones horizontales que debe soportar el muro son mayores,
figura 4.1. Al igual que sucedı́a en el caso de los desplazamientos, en las historias de
3
Este punto esta situado en el elemento de interface en la cara en contacto con el relleno.
4.4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 201

0.01
0.005
0
Desplazamiento (m)

−0.005
−0.01
−0.015
−0.02
−0.025
−0.03
−0.035
−0.04
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
u Muro (pto B) u Relleno (pto C) u Muro (pto B) u Relleno (pto C)
x x y y

Figura 4.9 – Caso Seco: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y vertical (uy ) observado en la
interface entre el trasdós del muro y el relleno, puntos B-Muro (28,12) y C-Relleno (28.2, 12).

tensiones, también se observa una parte de respuesta transitoria seguida de una respuesta
estacionaria, de frecuencia similar a la de la solicitación. Por otra parte, se observa que las
tensiones horizontales son superiores en magnitud a las tangenciales, especialmente en el
punto situado sobre el trasdós del muro, a la vez que las amplitudes de las oscilaciones de la
respuesta estacionaria también son mayores en el punto situado sobre el trasdós del muro
que en el punto situado en el relleno, el cual puede verse afectado por el amortiguamiento
propio del material de relleno.
Otro aspecto muy importante y que a pesar de su relevancia ha sido poco analizado en la
literatura para problemas estáticos y aún menos para problemas dinámicos, es la forma que
adquiere la distribución de presiones sobre el trasdós, tanto para las tensiones horizontales
como, especialmente, para las tensiones tangenciales, ası́ como su magnitud y el punto
de aplicación de la resultante, aspectos fundamentales para el calculo de la estabilidad
de una estructura de contención. Por ello, en la figura 4.11(a) se muestra, para diferentes
instantes de tiempo, la distribución de presiones horizontales sobre el trasdós debidas al
empuje del relleno y se incluye como referencia la ley de presiones obtenida por el método
de Mononobe-Okabe4 (M-O, KaM −O = 0,23), mientras que, en la figura 4.11(b) se muestra
la distribución de tensiones tangenciales sobre el trasdós del muro. Como se observa en la
figura 4.11(a) la distribución de tensiones horizontales es claramente no-lineal con la altura
del muro, al igual que sucedı́a en el caso estático (figura 4.5(a)), tendiendo a una distribución
de tipo parabólico y aproximándose en algunas cotas y en algunos instantes de tiempo a
los valores dados por M-O. Por otra parte, la distribución de tensiones tangenciales, figura
4.11(b), tiende a mantener la distribución bilineal que también se observaba en el caso
estático (figura 4.5(a)).
A continuación, en la figura 4.12(a) se muestra la historia temporal correspondiente a
la resultante de los empujes activos horizontales (Eah ) y verticales (Eav ) sobre el trasdós,
4
Se ha considerado δ = 2/3φ.
202 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

4
x 10
0.5

−0.5
Tension (Pa)

−1

−1.5

−2

−2.5

−3

−3.5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
σ (Pto D) σ (Pto E) τ (Pto D) τ (Pto E)
hz hz

Figura 4.10 – Caso Seco: Historia temporal de las tensiones horizontales (σhz ) y tangenciales (τ ) de los puntos
D-Relleno (30,10) y punto E-Trasdós (28.2, 6).

que se obtiene de la integración de las distribuciones de tensiones para cada instante de


tiempo. En dicha figura también se ha incluido como valor de referencia el empuje activo ho-
rizontal deducido del método de Mononobe-Okabe. Como se puede ver, la historia temporal
de las resultantes también presenta una fase transitoria, tanto en el caso de la componente
horizontal como en la vertical, seguida de una respuesta con tendencia a una fase estacio-
naria. Como ya se observaba en la figura 4.10 el valor de los empujes horizontales en el
trasdós del muro son muy superiores a los verticales, a la vez que los horizontales presen-
tan grandes oscilaciones vinculadas a la solicitación armónica impuesta, mientras que los
verticales presentan unas pequeñas oscilaciones que hacen que la respuesta tienda a un
valor prácticamente uniforme. Por otra parte, el valor del empuje horizontal máximo obtenido
del modelo numérico es Eah N umerico = 9,67·104 N , inferior al calculado por Mononobe-Okabe
M −O
Eah = 13,4 · 104 N . Finalmente, en la figura 4.12(b) se analiza otro de los parámetros de
gran interés en la literatura y muy vinculado a la geometrı́a de la distribución de presio-
nes horizontales sobre el trasdós del muro, se corresponde con el punto de aplicación de
la resultante Eah . Los valores mostrados en dicha figura están adimensionalizados por la
altura del muro y están expresados respecto a la base de éste. En dicha figura, se puede
comprobar que la cota de aplicación de Eah oscila entre 0,07H y 0,42H, produciéndose los
valores más altos, y por lo tanto los más desfavorables de cara a la estabilidad de la estruc-
tura tanto en la fase transitoria como en la estacionaria especialmente, siendo este último
valor superior al valor obtenido para M-O. Finalmente, en la figura 4.12(c) se representa
el momento desestabilizador debido a Eah respecto a la base, donde para el cálculo de
dicho valor intervienen los dos parámetros analizados anteriormente, la resultante de las
presiones horizontales y su punto de aplicación. En dicha figura, además se incluye como
referencia el momento desestabilizador que se obtendrı́a por el método de M-O, y se com-
prueba que éste es superior al máximo obtenido en el modelo numérico, aunque del mismo
orden de magnitud.
4.4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 203

6
t=0.25 s
5 t=0.5 s
H (m)

t=1.25 s
4 t=2.25 s
t=3.25 s
3 t=4.25 s
t=6.25 s
2 t=8.25 s
t=10 s
1 M−O

0
−3 −2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 1 1.5
σhz (Pa) x 10
4

(a) Tensiones horizontales (P a)

7 t=0.25 s
t=0.5 s
6
t=1.25 s
5 t=2.25 s
t=3.25 s
H (m)

4 t=4.25 s
t=6.25 s
3
t=8.25 s
2 t=10 s

0
−2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 1
τ (Pa) x 10
4

(b) Tensiones tangenciales (P a)

Figura 4.11 – Caso Seco: Distribución de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós del muro para
diferentes instantes de tiempo.
204 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

4
x 10
5

0
Eah y Eav (N)

−5

−10
M−O 4
(E =−13.4·10 N)
ah

−15
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Numerico M−O Numerico
E E E
ah ah av

(a) Eah y Eav (N )

0.5
0.4
(x/H)base

0.3
0.2
0.1
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
(x/H)ENumerico (x/H)EM−O
ah ah

(b) Punto de aplicación


5
x 10
4.5

3.5
|MEbase| (N·m)

2.5

2
ah

1.5

0.5

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
|MENumerico| |MEM−O|
ah ah

(c) Momento desestabilizador: |MEah | (N · m)

Figura 4.12 – Caso Seco: a) Historia temporal de la resultante de empuje activo horizontal (Eah ) y del empuje
vertical (Eav ) sobre el trasdós; b) Historia temporal de la evolución de la posición del punto de
aplicación de la resultante Eah con respecto a la base del muro; c) Momento desestabilizador
respecto a la base del muro debido a Eah . (Se muestran los resultados obtenidos del modelo
numérico y del método de M-O como referencia).
4.4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 205

4.4.2. Respuesta dinámica del muro: Caso Saturado

Deformada y desplazamiento del muro

La deformada para el caso saturado, tras la aplicación de la carga dinámica armónica,


se muestra en la figura 4.13(a) destacando que la geometrı́a del modelo al inicio de la
etapa dinámica no presenta deformaciones. Al igual que en el caso seco, en dicha figura
se puede observar el desplazamiento que se produce en los bordes laterales del modelo
donde se han impuesto condiciones de contorno absorbentes para prevenir la reflexión
de las ondas hacia el interior del dominio cuando alcanza el contorno debido a la carga
dinámica aplicada. Como sucedı́a en la etapa de cálculo estático, el muro esta sometido
a un empuje activo y el movimiento que experimenta resulta de la combinación de una
traslación horizontal y una rotación respecto a la base, figuras 4.13(b) y 4.13(c). En la figura
4.14 se muestra el desplazamiento vertical y horizontal que experimenta el vértice del muro
situado en la esquina entre la coronación y el paramento de intradós, punto A (22.5, 12)
de la figura 4.1. En dicha figura se puede observar que los desplazamientos horizontales
del muro son notablemente superiores a los verticales, por lo que, predomina el movimiento
de traslación. Además se puede identificar la formación de una respuesta transitoria en la
historia de desplazamientos y una respuesta estacionaria (vibración forzada), resultando un
valor promedio de los desplazamientos al finalizar la solicitación de ux = 0,012 m y uy =
0,0045 m. Se observa además que la frecuencia de la oscilación en los desplazamientos
verticales y horizontales de la fase estacionaria está muy próxima a la frecuencia de la
solicitación impuesta.

Por último, a través de la figura 4.49 se analiza el comportamiento de la interface im-


plementada por medio de los desplazamientos horizontal y vertical que se producen entre
ambas caras de la interface de contacto entre el trasdós del muro y el relleno (Interface
Trasdós). En particular para la cota de 12 m correspondiente a la superficie del relleno, se
analizan los desplazamientos entre el punto B (28,12), situado en la cara de la interface
junto al muro, y el punto C (28.2, 12), situado en la cara de la interface junto al relleno,
figura 4.1. Por una parte, el asiento máximo que experimenta el relleno en el trasdós del
muro es de 0.023 m y, por otra, en la figura 4.49 se puede observar como el desplazamien-
to horizontal de ambas caras del contacto (ux de los puntos B-Muro y C-Suelo) es similar
entre sı́ y similar al observado en el punto A al tratarse de una estructura rı́gida, figura
4.14. Por el contrario, el desplazamiento vertical entre ambas caras de la interface (uy de
los puntos B-Muro y C-Suelo) es completamente diferente tanto en amplitud como en fase,
siendo los desplazamientos verticales de la interface en el lado del relleno (punto C) muy
superiores a los que presenta la interface en la cara del trasdós del muro (punto B). De nue-
vo se comprueba que, también para el caso saturado los elementos de interface pueden
modelizar correctamente el desplazamiento relativo entre ambas caras del contacto. En el
contacto entre la base del muro con el estrato de apoyo (Interface Base) igualmente puede
observarse un desplazamiento relativo entre ambas superficies.
206 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

(a) Deformada para t = 10 s (factor de amplificación=10)

(b) Rotación base para t = 0,4 s (factor=100) (c) Traslación para t = 1,5 s (factor=100)

Figura 4.13 – Caso Saturado: Deformada del modelo tras la aplicación de la solicitación dinámica y vectores
de la resultante de desplazamiento (|u|) para diferentes instantes de tiempo con predominio de
diferentes tipos de movimiento del muro. (El tamaño del vector es proporcional a la magnitud del
desplazamiento. En la figura b se puede identificar la posición del centro de rotación del muro.).

0.01

0.005

0
Desplazamiento (m)

−0.005

−0.01

−0.015

−0.02

−0.025

−0.03
ux
−0.035 uy

−0.04
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)

Figura 4.14 – Caso Saturado: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y desplazamiento vertical
(uy ) del punto A (22.5, 12) situado en la coronación del muro en el paramento de intradós.
4.4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 207

0.01

0.005

0
Desplazamiento (m)

−0.005

−0.01

−0.015

−0.02

−0.025

−0.03

−0.035

−0.04
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
uxMuro (pto B) uxSuelo (pto C) uy Muro (pto B) uy Suelo (pto C)

Figura 4.15 – Caso Saturado: Historia temporal del desplazamiento horizontal (ux ) y vertical (uy ) observado
en la interface entre el trasdós del muro y el relleno, puntos B-Muro (28,12) y el punto C-Relleno
(28.2, 12).

Distribución de presiones y empujes en el trasdós del muro

En cuanto a las presiones ejercidas sobre el trasdós del muro, en la figura 4.16 se pre-
senta la historia temporal de tensiones horizontales, tensiones tangenciales y presión de
poro en los puntos D (30,10) situado en las proximidades del trasdós del muro y el punto
E (28.2, 6) situado sobre el trasdós, en el elemento de interface en contacto con el relleno,
figura 4.1. Una vez más, en las historias temporales correspondientes a las tensiones y
presión de poro también se observa una parte de respuesta transitoria seguida de una res-
puesta estacionaria con una frecuencia próxima a la de la solicitación. En este caso, las
tensiones horizontales son superiores en magnitud a las tangenciales para el punto E (si-
tuado sobre el trasdós) y similares para el punto D (situado en el relleno). En el caso de
la presión de poro, presenta un valor superior en el punto E con respecto al punto D dado
que se encuentra a mayor profundidad, y las oscilaciones debidas a la carga dinámica son
también superiores en el punto que se encuentra situado sobre el trasdós (punto E), man-
teniendo en ambos puntos una frecuencia similar a la de la carga aplicada. Además, para
los puntos D y E, se muestra en la figura 4.17 la historia temporal del grado de licuefacción
′ ′
ru = ∆u/σv donde ∆u representa el exceso de presión de poro y σv las tensiones verticales
efectivas para cada punto. Este parámetro se ha empleado habitualmente para caracterizar
el proceso de licuefacción cuando ru = 1. En ambos puntos, el valor de ru presenta fuertes
oscilaciones al inicio de la aplicación de la carga dinámica, es decir mientras se desarrolla
la respuesta transitoria en el modelo, para alcanzar posteriormente, en el último tramo de la
solicitación, un valor estacionario (máximo) de ru igual al 9,9 % en el punto D y al 26 % en el
punto E. Por otra parte, el punto E presenta un valor de ru significativamente elevado, osci-
laciones de mayor amplitud en la historia temporal de ru y mayor incremento de presión de
poro que el punto D, a pesar de que se localiza a mayor profundidad que éste. Ello se debe
a que se encuentra más próximo al muro e intervienen fenómenos de interacción con él, co-
208 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

5
x 10
1

0.75

0.5
Tension (Pa)

0.25

−0.25

−0.5

−0.75

−1
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
σ (pto D) σ (pto E) τ (pto D) τ (pto E) Pw (pto D) Pw (pto E)
hz hz

Figura 4.16 – Caso Saturado: Historia temporal de las tensiones horizontales (σhz ), las tangenciales (τ ) y la
presión de poro (Pw )del punto D-Relleno (30,10) y el punto E-Trasdós (28.2, 6).

mo también comprobaron Alyami et al. y Arablouei et al. en sus respectivas investigaciones


[43, 236].
De nuevo para el caso saturado también se revisa la forma que presenta la distribución
de presiones sobre el trasdós para las tensiones horizontales, las tangenciales y la pre-
sión de poro durante la etapa dinámica. En la figura 4.18(a) se muestra, para diferentes
instantes de tiempo, la distribución de presiones horizontales sobre el trasdós debidas al
empuje del relleno y se incluye como referencia la ley de presiones obtenida por el método
de Mononobe-Okabe5 (M-O, KaM −O = 0,23). Como se observa en dicha figura la distribu-
ción de tensiones horizontales es marcadamente no lineal y normalmente muy superior al
valor dado por M-O. Este mismo comportamiento ya se observó en la etapa estática, figura
4.6(a), con la ley de presiones dada por Coulomb y, puesto que el método de M-O se basa
en la extrapolación del método de Coulomb a un caso pseudo-estático, es razonable que
se repitan las mismas singularidades para el cálculo dinámico. En cuanto a la distribución
de tensiones tangenciales sobre el trasdós, figura 4.18(b), tiende a una distribución de tipo
triangular, salvo en la parte más inferior del muro, similar a la que se podı́a observar en la
etapa estática (figura 4.6(a)) y, prácticamente, independiente del instante de tiempo anali-
zado. Finalmente, en la figura 4.18(c) se muestra la distribución de la presión de poro para
diferentes instantes de tiempo. Como valor de referencia se ha incluido la solución obteni-
da por el método de Westergaard según se describe en la sección 2.4, en particular en la
figura 2.32. La solución numérica obtenida a partir del modelo presenta una distribución de
presión de poro ligeramente curvilı́nea para algunos instantes de tiempo y normalmente es
inferior en magnitud a los valores dados por Westergaard, aunque las tendencias entre el
modelo numérico y la solución simplificada de Westergaard son similares.
A partir de la integración para cada instante de tiempo de las distribuciones de presio-
nes sobre el trasdós del muro se puede obtener la evolución de la historia temporal de las
5
Se ha considerado δ = 2/3φ.
4.4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 209

0.5

0.4

0.3

0.2
ru=∆u / σ’v

0.1

−0.1

−0.2
r (pto D)
u
−0.3
r (pto E)
u
−0.4

−0.5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)

Figura 4.17 – Caso Saturado: Historia temporal del grado de licuefacción ru para los puntos D-Relleno (30,10)
y punto E-Trasdós (28.2, 6).

correspondientes resultantes. En este sentido, en la figura 4.19(a) se muestra la historia


temporal correspondiente a los empujes activos horizontales (Eah ), a los empujes vertica-
les (Eav ) y al empuje del agua (Ew ) sobre el trasdós del muro. En dicha figura también
se ha incluido como valor de referencia el empuje activo horizontal que se obtiene con el
método de Mononobe-Okabe y el valor del empuje del agua siguiendo el método propuesto
por Westergaard. En dicha figura se puede comprobar como se forman las fases transito-
rias y estacionarias en la respuesta del modelo, tanto en los empujes horizontales como
de presión de agua. El empuje vertical constituye una excepción ya que mantiene un valor
prácticamente constante como consecuencia de la independencia del tiempo que se ob-
servó en las distribuciones de tensiones tangenciales de la figura 4.18(b). Este fenómeno
en los empujes verticales también se observó aunque de forma menos pronunciada en el
caso seco 4.12(a). Nuevamente, en el caso saturado también se observa que los empujes
horizontales sobre el trasdós son muy superiores a los verticales, y con un comportamien-
to en fase a lo largo de la etapa estacionaria con respecto a la resultante del empuje del
agua. Por otra parte, comparando las resultantes obtenidas del modelo numérico con la
M −O
obtenida por el método de M-O (Eah = 10 · 104 N ) se constata que el valor dado por
M-O es inferior aunque el orden de magnitud ambas soluciones es similar. En cuanto a
la resultante del empuje del agua obtenida por el modelo numérico y la calculada por el
método de Westergaard, se puede comprobar que el valor dado por Westergaard es supe-
rior (EwW estergaard = 35,05 · 104 N ), aunque también en este caso, el orden de magnitud de
ambas soluciones es similar.
En la figura 4.19(b) se analiza el punto de aplicación de las resultantes Eah y Ew , que
es uno de los parámetros de gran interés en el cálculo de la estabilidad de una estructura
de contención y que se encuentra directamente relacionado con la geometrı́a que adopta la
distribución de presiones sobre el trasdós del muro. Los valores mostrados en dicha figura
están adimensionalizados por la altura del muro y están expresados respecto a la base de
210 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

7 t=0.24 s
t=1.24 s
t=2.24 s
6
t=3.24 s
t=4.24 s
5
t=5.24 s
H (m)

t=6.24 s
4 t=8.24 s
t=10 s
3 M−O

0
−10 −9 −8 −7 −6 −5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3 4 5
σhz (Pa) x 10
4

(a) Tensiones horizontales (P a)

7
t=0.24 s
6 t=1.24 s
t=2.24 s
5 t=3.24 s
t=4.24 s
H (m)

4 t=5.24 s
t=6.24 s
t=8.24 s
3
t=10 s
2

0
−3.5 −3 −2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 1
τ (Pa) x 10
4

(b) Tensiones tangenciales (P a)

8
t=0.24 s
7 t=1.24 s
t=2.24 s
6 t=3.24 s
t=4.24 s
t=5.24 s
5
t=6.24 s
H (m)

t=8.24 s
4 t=10 s
Westergaard
3

0
−1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
pw (Pa) x 10
4

(c) Presión de poro (P a)

Figura 4.18 – Caso Saturado: Distribución de tensiones horizontales, tensiones tangenciales y presión de poro
sobre el trasdós del muro para diferentes instantes de tiempo.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS211

éste. En dicha figura se puede ver que la cota de aplicación de Eah oscila entre 0.28H y
0.58H, produciéndose los valores más altos y, por lo tanto, los más desfavorables de cara a
la estabilidad de la estructura en la fase estacionaria, muy superiores al valor propuesto por
M-O. En cuanto al punto de aplicación de la resultante de Ew , los resultados obtenidos del
modelo numérico indican que oscila entre 0,24H y 0,43H, intervalo que se encuentra muy
próximo a los valores obtenidos por el método de Westergaard. En último lugar, se repre-
senta en la figura 4.19(c) el momento desestabilizador debido a Eah y a Ew respecto a la
base del muro, calculado como el producto de la resultante de los empujes por su punto de
aplicación en cada instante de tiempo. También se ha incluido como referencia el momento
desestabilizador que se obtendrı́a por el método de M-O para el empuje horizontal y el mo-
mento para el empuje del agua a través del procedimiento propuesto por Westergaard. Por
una parte, se observa que los momentos de los empujes horizontales obtenidos a través del
modelo numérico son superiores a los obtenidos por M-O, ya que tanto la magnitud de la
resultante como su punto de aplicación en el modelo numérico adoptan valores superiores
a los obtenidos por M-O. Por el contrario, el momento obtenido del modelo numérico para
el empuje de agua es muy inferior al obtenido por Westergaard, ya que aunque el punto de
aplicación de la resultante coincide aproximadamente en ambos casos, la magnitud de la
resultante obtenida por Westergaard es superior a la derivada del modelo numérico, si bien
ambas metodologı́as presentan un orden de magnitud similar para los momentos.

4.5. Estudio paramétrico de la influencia de diferentes aspectos


numéricos

4.5.1. Influencia de los bordes fijos

En este apartado se analiza la influencia que tiene, sobre los resultados numéricos, la
aplicación de condiciones de contorno fijas en los bordes laterales izquierdo y derecho del
modelo, figura 4.1. Como ya se ha indicado anteriormente, en problemas de tipo dinámico
se generan ondas que viajan a través del medio, y si no se amortiguan antes, pueden llegar
a alcanzar los contornos del modelo numérico. Si no se realiza un tratamiento numérico
adecuado de dichos contornos, por ejemplo a través de contornos absorbentes, las ondas
pueden reflejarse hacia el interior del dominio de cálculo, impidiendo simular correctamen-
te la propagación de estas hacia el exterior y, por tanto de la energı́a, lo que se traduce
en la introducción de oscilaciones espurias en los resultados. En las siguientes figuras se
comparan los resultados obtenidos para diferentes puntos del dominio cuando se aplican
condiciones de contorno fijas frente a las condiciones de contorno absorbentes.
En las figuras 4.20 y 4.21 se muestran para el caso seco y para el caso saturado, respec-
tivamente, los desplazamientos horizontales y verticales obtenidos para el punto A (22.5,
12) situado en la coronación del muro y para el punto C (28.2, 12) situado en el relleno junto
al trasdós del muro, imponiendo ambos tipos de condiciones de contorno. Por otra parte,
en las figuras 4.22 y 4.23 se comparan para ambos tipos de condiciones de contorno las
historias temporales de tensiones horizontales, tangenciales y de presión de agua (caso sa-
212 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

5
x 10
4

3 (EWestergaard=35.05·104 N)
w
Eah, Eav y Ew (N)
2

0
(EM−O=−10·104 N)
ah
−1

−2

−3
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Numerico M−O Numerico Numerico Westergaard
E E E E E
ah ah av w w

(a) Eah , Eav y Pw (N )

0.6

0.5
(x/H)base

0.4

0.3

0.2
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
(x/H)Numerico
Eah
(x/H)M−O
Eah
(x/H)Numerico
Ew
(x/H)Westergaard
Ew

(b) Punto de aplicación


5
x 10
10

9
|MEbase|, |MEbase| (N·m)

7
w

5
ah

2
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
|MENumerico| |MEM−O| |MENumerico| |MEWestergaard|
ah ah w w

(c) Momento desestabilizador: |MEah | y |MEw | (N · m)

Figura 4.19 – Caso Saturado: a) Historia temporal de la resultante de empuje activo horizontal (Eah ), del empu-
je vertical (Eav ) y del empuje de agua (Ew ) sobre el trasdós; b) Historia temporal de la evolución
de la posición del punto de aplicación de la resultante Eah y Ew con respecto a la base del mu-
ro; c) Momento desestabilizador respecto a la base del muro debido a Eah y Ew . (Se muestran
los resultados obtenidos del modelo numérico y de los métodos de M-O y Westergaard como
referencia).
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS213

Punto A (22.5,12): Muro Punto C (28.2,12): Relleno


0.04 0.04

0.02 0.02
Desplazamiento (m)

Desplazamiento (m)
0 0

−0.02 −0.02

−0.04 −0.04

−0.06 −0.06

−0.08 −0.08
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
t (s) t (s)
ux−Abs ux−Fijo uy−Abs uy−Fijo

Figura 4.20 – Caso Seco: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los contornos absorbentes, en
los desplazamientos horizontal (ux ) y vertical (uy ) del punto A (22.5, 12), situado en la coronación
del muro, y el punto E (28.2, 12), situado en el relleno junto al trasdós.

turado) para los puntos D (30,10), situado en el relleno, y E (28.2, 6), situado en el trasdós
del muro.
En todos los casos indicados, tanto en desplazamientos como en presiones, la corre-
lación entre los resultados con contornos absorbentes y fijos es prácticamente coincidente
durante los primeros instantes de la respuesta (en torno a 0.5 segundos), y a partir de en-
tonces, para el caso de contornos fijos, aparecen oscilaciones anómalas y/o incrementos
exagerados en los desplazamientos debido a la reflexión de las ondas hacia el interior del
dominio y a las limitaciones del modelo para disipar la energı́a hacia el exterior, las cuales
acaban por invalidar la solución y presentar problemas de estabilidad numérica. Cabe des-
tacar que no se ha introducido ningún valor de amortiguamiento tipo Rayleigh en el relleno
y el algoritmo de integración utilizado es el NM-3 que es libre de amortiguamiento, por lo
que, salvo por las propiedades del material del relleno, no hay otra posible fuente de amor-
tiguamiento en el cálculo. Debido a las circunstancias antes mencionadas, en el caso seco
calculado con condiciones de contorno fijas se produce una parada prematura del cálculo.
A la vista de los resultados expuestos, se concluye que es necesario aplicar condiciones de
contorno absorbentes en los bordes laterales del modelo a lo largo de la etapa de cálculo
dinámica del problema.

4.5.2. Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0

Para abordar un cálculo numérico en el caso particular de problemas de tipo dinámico,


es necesario partir de unas determinadas condiciones iniciales que corresponden normal-
mente a un estado tensional previo asociado a un cálculo estático. Sin embargo, existen
grandes incertidumbres a la hora de determinar el estado tensional inicial de un problema
214 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

Punto A (22.5,12): Muro Punto C (28.2,12): Relleno


0.04 0.04

0.03 0.03

0.02 0.02
Desplazamiento (m)

Desplazamiento (m)
0.01 0.01

0 0

−0.01 −0.01

−0.02 −0.02

−0.03 −0.03

−0.04 −0.04
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
t (s) t (s)
ux−Abs ux−Fijo uy−Abs uy−Fijo

Figura 4.21 – Caso Saturado: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los contornos absorben-
tes, en los desplazamientos horizontal (ux ) y vertical (uy ) del punto A (22.5, 12), situado en la
coronación del muro, y el punto E (28.2, 12), situado en el relleno junto al trasdós.

4
x 10
1 4000

0
2000
−1

−2
(Pa)

0
τ (Pa)

−3
hz

−2000
σ

−4

−5
−4000
−6

−7 −6000
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
t (s) t (s)
Pto D − Abs Pto D − Fijo Pto E − Abs Pto E − Fijo

Figura 4.22 – Caso Seco: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los contornos absorbentes, en
las historias temporales de tensiones horizontales (σhz ) y tangenciales (τ ) del punto D (30,10),
situado en el relleno, y el punto E (28.2, 6), situado sobre el trasdós.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS215

4 4
x 10 x 10
2 4000 9

8
0 2000
7

−2 0 6
(Pa)

p (Pa)
τ (Pa)
5
−4 −2000
hz

w
4
σ

−6 −4000 3

2
−8 −6000
1
−10 −8000 0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
t (s) t (s) t (s)
Pto D − Abs Pto D − Fijo Pto E − Abs Pto E − Fijo

Figura 4.23 – Caso Saturado: Influencia de la aplicación de bordes fijos respecto a los contornos absorbentes,
en las historias temporales de tensiones horizontales (σhz ), tensiones tangenciales (τ ) y presión
de agua (Pw ) del punto D (30,10), situado en el relleno, y el punto E (28.2, 6), situado sobre el
trasdós.

debido al desconocimiento del proceso de formación del terreno, la falta de medidas en


cuanto a la distribución de tensiones horizontales o la relación entre éstas y las tensiones
verticales [56], por lo que normalmente se recurre, cuando es posible, a aplicar un determi-
nado criterio ingenieril al problema en cuestión o a aplicar procedimientos de buena práctica
o valores comúnmente aceptados. No obstante, según el problema de estudio, la elección
de un estado tensional inicial u otro puede afectar notablemente en la solución numérica
alcanzada.
Para los problemas de tipo dinámico, es práctica habitual asumir un determinado valor
de K0 o de coeficiente de empuje al reposo (K0 -procedure), de tal modo que, a partir de las
tensiones verticales se estima el valor de las tensiones horizontales de partida a través de
la relación K0 = σh /σv , imponiendo de este modo un estado tensional inicial al problema,
que puede estar más o menos próximo a la realidad, y alterando también el valor de las ten-
siones desviadoras y, por tanto, la condición de rotura. El procedimiento más ampliamente
extendido es considerar K0 = 1, por lo que se parte de un estado isótropo de tensiones en
el modelo, y con menor frecuencia también se suele adoptar K0 = 0,5.
Como ya se ha indicado, el imponer un determinado valor de coeficiente de empuje al
reposo K0 para determinar las condiciones iniciales podrı́a llegar a influir notablemente en
los resultados numéricos obtenidos. Un análisis del efecto de este procedimiento sobre un
estrato de suelo saturado unidimensional se puede encontrar en [56] o para la rotura de
un talud en [174]. En este sentido y para el análisis estático de estructuras de contención,
destacan los trabajos numéricos desarrollados por Potts y Fourie [133, 32, 33] donde impo-
nen dos valores de coeficiente de empuje al reposo, K0 = 0,5 y K0 = 2, para determinar el
estado tensional inicial del problema. Los autores concluyen que, junto con otros factores,
216 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

el valor impuesto de K0 tiene una gran influencia en los movimientos y presiones desarro-
llados sobre el trasdós del muro, figura 2.37. Por otra parte, las referencias bibliográficas
que se pueden encontrar en la literatura, en cuanto a la influencia de este parámetro en
modelos numéricos de estructuras de contención bajo carga dinámica, son prácticamente
inexistentes.

En las estructuras de contención, la distribución de presiones horizontales, ası́ como


el coeficiente de empujes de tierras (activo, reposo, pasivo o situaciones intermedias), son
variables de gran interés en el problema. Además, en este tipo de construcciones la estima-
ción de las presiones horizontales es aún más compleja, ya que tanto el tipo de movimiento
que experimente el muro (rotación, traslación...) como la magnitud de dicho movimiento
determinará el tipo de empuje que actúe sobre la estructura (condición activa, reposo o pa-
siva), a la vez, que la magnitud y distribución de las presiones horizontales sobre el trasdós,
con lo que se incrementa aún más la incertidumbre en la estimación del coeficiente de em-
puje al reposo K0 que se pueda aplicar. Por último, también es necesario destacar que el
coeficiente de empuje de tierras sobre el trasdós de una estructura de contención no es
constante con la profundidad, como se recoge en las figuras 4.5(b) y 4.6(b). Ası́ pues, en
base a las observaciones indicadas y a los trabajos previos revisados (especialmente en las
investigaciones de Potts y Fourie), se analiza en esta sección la influencia en la respuesta
dinámica del muro tipo descrito a lo largo de los apartados 4.2 y 4.3, cuando se asume un
determinado valor de coeficiente de empuje de tierras (K0 ) como estado tensional inicial.

El coeficiente de empuje al reposo, K0 , se impone a todo el modelo al inicio de la ter-


cera etapa de cálculo descrita en la sección 4.3 (((Cálculo de la respuesta dinámica del
muro))), de tal modo que el código a partir de los valores de tensiones verticales calculados
en la etapa estática previa y el valor impuesto de K0 determina los valores de tensiones
horizontales iniciales para comenzar la etapa dinámica.

Para el análisis de la influencia del coeficiente de empuje de tierras se han considerado


los valores de K0 recogidos en la tabla 4.5 tanto para el caso seco como saturado. En
primer lugar, se adopta K0 = 0,18 y K0 = 0,23 coincidentes con el valor del coeficiente
de empuje activo obtenido por el método de Coulomb (apartado 4.3.2) y con el coeficiente
de empuje activo del método de Mononobe-Okabe para la solicitación aplicada (apartados
4.4.1 y 4.4.2), respectivamente. El tercer valor considerado se corresponde con el valor
máximo del cociente entre tensiones horizontales y verticales obtenido del cálculo numérico
estático previo desarrollado para el caso seco (K0 = 0,29), figura 4.5(b), y para el caso
saturado (K0 = 0,47), figura 4.6(b). Finalmente, se han incluido para el caso seco los valores
de K0 = 0,5 tal y como se considera en las investigaciones de Potts y Fourie [32] y, en
último lugar, el valor de K0 = 1 que es el valor adoptado como práctica habitual en la
modelización de problemas numéricos. Los diferentes resultados obtenidos para cada una
de estas condiciones se comparan con los resultados obtenidos de la simulación numérica
cuando no se impone ningún valor de K0 , es decir, siguiendo el procedimiento descrito en
la sección 4.3. Este caso se denomina con la etiqueta K∗Estático a lo largo del documento.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS217

Tabla 4.5 – Valores del coeficiente de empuje de tierras K0 analizados para el caso seco y saturado.
Caso Seco Caso Saturado
K0 = KaCoulomb 0,18 0,18
K0 = KaM −O 0,23 0,23
K0 = K∗M ax 0,29 0,47
K0 0,5 −
K0 1 −

Caso Seco

En la figura 4.24 se representan los desplazamientos horizontales y verticales que ex-


perimenta la coronación del muro (punto A (22.5, 12), figura 4.1) para los diferentes valores
de coeficiente de empujes de tierras considerados. Como puede verse, los desplazamien-
tos obtenidos para los casos K0 = 1 y K0 = 0,5 son muy superiores a los obtenidos para
el resto de casos, donde también se puede comprobar que las historias temporales no al-
canzan una etapa estacionaria, a diferencia del resto de casos que sı́ lo hacen. Mientras
que para los desplazamientos verticales la respuesta obtenida por el resto de valores de
K0 (a excepción de K0 = 1) está bastante próxima entre sı́, no es ası́ para los desplaza-
mientos horizontales donde los casos calculados imponiendo valores de K0 proporcionan
desplazamientos inferiores a los obtenidos del caso K∗Estático y con alternancia de signo. Es
destacable la divergencia que se observa en los resultados para los casos donde el coefi-
ciente de empuje utilizado se encuentra muy alejado de la condición de empuje activo, como
sucede para los valores K0 = 1 y K0 = 0,5, mientras que, las respuestas se aproximan más
entre sı́ y con el caso K∗Estático cuando se emplean valores de K0 menores y, por lo tanto,
más representativos de la condición activa.
En cuanto a los asientos experimentados por el relleno, se muestra en la figura 4.25
el asiento calculado para el punto C (28.2, 12), figura 4.1, y los diferentes valores de K0
analizados. Nuevamente, la magnitud del asiento obtenido para K0 = 1 es muy superior al
obtenido con el resto de casos, mientras que los valores calculados para K0 = 0,5 están
más cercanos en magnitud al caso K∗Estático , aunque la frecuencia de la respuesta es com-
pletamente diferente. El resto de casos presentan resultados muy próximos entre sı́; en
particular, los valores obtenidos para K0 = 0,18 y K0 = 0,23 prácticamente se superponen,
mientras que el caso K0 = 0,29 dá asientos ligeramente menores a los anteriores, siendo
en los tres casos inferiores a los de K∗Estático . Sin embargo, en las historias temporales se
mantiene la misma frecuencia en la respuesta aunque la amplitud de la oscilación es mucho
menor que en el caso K∗Estático , fenómeno que no se observaba en los desplazamientos del
punto situado sobre la estructura, figura 4.24.
En la figura 4.26 se representa la historia temporal de las resultantes del empuje activo
horizontal y vertical sobre el trasdós del muro para los diferentes casos analizados, don-
de también se ha incluido como referencia el valor obtenido por el método de Mononobe-
Okabe. En cuanto al empuje Eah , los valores obtenidos del caso K0 = 1 son muy superiores
a los obtenidos para el resto de casos, e incluso al valor de M-O, mientras que, por el contra-
rio, los resultados de K0 = 0,5 son inferiores a los del caso de referencia K∗Estático . Respecto
218 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.05

0
ux (m)

−0.05

−0.1

−0.15
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.29 K =0.5 K =1
K 0 0 0 0 0
*

(a) Desplazamiento horizontal: ux (m)

0.01

−0.01
uy (m)

−0.02

−0.03

−0.04

−0.05

−0.06

−0.07
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.29 K =0.5 K =1
K 0 0 0 0 0
*

(b) Desplazamiento vertical: uy (m)

Figura 4.24 – Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el desplazamiento horizontal
(ux ) y vertical (uy ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)).

0.02

0.01

0
SRelleno (m)

−0.01

−0.02

−0.03

−0.04

−0.05

−0.06
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.29 K =0.5 K =1
K 0 0 0 0 0
*

Figura 4.25 – Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el asiento del relleno (punto C
(28.2, 12)).
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS219

a los valores de Eah obtenidos para K0 = 0,18, K0 = 0,23 y K0 = 0,29 son prácticamen-
te coincidentes entre sı́ e inferiores a los de K∗Estático , especialmente durante la respuesta
estacionaria. En cuanto a la resultante de las tensiones tangenciales (Eav ), nuevamente se
comprueba que las respuestas debidas a K0 = 0,18, K0 = 0,23 y K0 = 0,29 están próximas
entre sı́ aunque son muy inferiores al valor de resultante obtenido para K∗Estático . Por el con-
trario, los mayores valores de Eav se obtienen ahora para K0 = 0,5 en lugar de para K0 = 1,
siendo estos dos casos los que presentan comportamientos más dispares y. Al igual que
sucedı́a en las historias temporales en desplazamientos, no se observa para ninguno de
estos dos valores que se llegue a alcanzar un valor estacionario en la respuesta.
Finalmente, en la figura 4.27 se representa la forma que adquieren las distribuciones de
tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós del muro asociadas al valor máximo
de empuje horizontal obtenido en cada uno de los casos de K0 analizados. En cuanto
a las presiones horizontales sobre el trasdós, se puede observar que la distribución es
prácticamente uniforme con la profundidad para los casos K0 = 0,18 y K0 = 0,23, mientras
que el resto de casos sı́ presenta una distribución curva de presiones con la profundidad,
destacando que la distribución correspondiente al caso K0 = 1 es muy superior tanto al
caso de referencia K∗Estático como al valor de M-O. Con respecto a la distribución de las
tensiones tangenciales, éstas presentan un valor próximo a cero en toda la altura del muro
para los casos K0 = 0,18, K0 = 0,23 y K0 = 0,29, mientras que los resultados de K0 = 0,5
se aproximan mejor a los del caso K∗Estático .
A modo de resumen, se puede concluir indicando que para el caso de la estructura de
contención en condición seca analizada, el valor de K0 impuesto sı́ puede afectar de forma
significativa a los resultados obtenidos del modelo numérico. Por una parte, serı́a recomen-
dable descartar los valores habitualmente adoptados como de buena práctica, K0 = 1 y
K0 = 0,5, ya que tienden a devolver resultados que pueden considerarse anómalos y muy
alejados tanto del resto de casos como de los valores de referencia, especialmente el ca-
so K0 = 1, mientras que, la condición K0 = 0,5 tiene tendencia a dar tensiones normales
menores y valores superiores de tensiones tangenciales quedando ambos del lado de la no
seguridad de cara al cálculo de la estabilidad de un muro. Por otra parte, no se observan
diferencias significativas en las respuestas cuando se emplean los valores de K0 = 0,18
(Coulomb), K0 = 0,23 (M-O) o K0 = 0,29 (valor máximo del cálculo estático previo), ya que
todos los casos tienden a dar valores menores de desplazamientos y asientos que el caso
K∗Estático , ası́ como de empujes horizontales y verticales. Destaca de forma muy relevante
la distribución uniforme de tensiones horizontales con la altura del muro, observada cuando
se imponen cualquiera de estos valores de K0 y la distribución casi nula en las leyes de
tensiones tangenciales.

Caso Saturado

En la figura 4.28 se representan, para el caso saturado, los desplazamientos horizonta-


les y verticales de la coronación del muro (punto A (22.5, 12), figura 4.1) para los diferentes
valores de coeficiente de empujes de tierras considerados. De dicha figura, se puede con-
cluir que tanto en los desplazamientos horizontales como verticales los resultados obteni-
220 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

5
x 10
1

0.5

0
(N)

−0.5
ah

−1
E

−1.5

−2

−2.5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.29 K =0.5 K =1
K 0 0 0 0 0 M−O
*

(a) Eah (N)


4
x 10
6

4
(N)

3
av

2
E

−1
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.29 K =0.5 K =1
K 0 0 0 0 0
*

(b) Eav (N)

Figura 4.26 – Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la resultante del empuje activo
horizontal (Eah ) y del empuje vertical (Eav ) sobre el trasdós.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS221

8
Estático
K
*
7
K =0.18
0
6 K =0.23
0
K0=0.29
5 K =0.5
0
H (m)

4 K =1
0
M−O
3

0
−6 −5 −4 −3 −2 −1 0 1 2 3
σ max (Pa) x 10
4
hz [E ]
ah

(a) Tensiones horizontales para (Eah )max (P a)

8
Estático
K
*
7
K =0.18
0
6 K =0.23
0
K =0.29
0
5
K =0.5
0
H (m)

4 K0=1

0
−4 −3 −2 −1 0 1 2 3
τ max (Pa) x 10
4
[E ]
ah

(b) Tensiones tangenciales concomitantes con (Eah )max (P a)

Figura 4.27 – Caso Seco: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la distribución de tensiones ho-
rizontales y tangenciales sobre el trasdós correspondientes al empuje activo horizontal máximo.
222 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.05
0.04
0.03
0.02
0.01
ux (m)
0
−0.01
−0.02
−0.03
−0.04
−0.05
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.47
K 0 0 0
*

(a) Desplazamiento horizontal: ux (m)


−3
x 10

5
uy (m)

−5

−10
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.47
K 0 0 0
*

(b) Desplazamiento vertical: uy (m)

Figura 4.28 – Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el desplazamiento horizon-
tal (ux ) y vertical (uy ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)).

dos para los diferentes valores de K0 se aproximan bastante entre sı́, en particular para los
casos K0 = 0,18 y K0 = 0,23, siendo ligeramente inferiores en el caso K0 = 0,47. Las histo-
rias temporales en desplazamientos para los diferentes valores de K0 mantienen la misma
tendencia (fase transitoria y estacionaria en la respuesta) que los resultados obtenidos para
K∗Estático aunque de magnitud inferior y con alternancia de signo.
En la figura 4.29 se muestra el asiento experimentado por el relleno, punto C (28.2,
12) en la figura 4.1, y calculado para los diferentes valores de K0 analizados. A diferencia
de lo que sucedı́a para un punto situado sobre la propia estructura, en la figura 4.29 se
pueden observan mayores discrepancias en las respuestas según el valor de K0 empleado,
especialmente durante la fase de respuesta estacionaria. En cualquier caso, los asientos
obtenidos empleando el procedimiento de K0 son inferiores, y de diferente signo según el
caso, a los obtenidos para el caso K∗Estático .
En la figura 4.30 se representa la historia temporal de las resultantes del empuje activo
horizontal, vertical y de presión de poro sobre el trasdós del muro para los diferentes casos
de K0 analizados. También se han incluido en dicha figura, como referencia, los valores ob-
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS223

0.01

0.005

(m) −0.005
Relleno

−0.01
S

−0.015

−0.02

−0.025
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
Estático K =0.18 K =0.23 K =0.47
K 0 0 0
*

Figura 4.29 – Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en el asiento del relleno (punto
C (28.2, 12)).

tenidos por el método de Mononobe-Okabe y por el método de Westergaard. A diferencia


de lo que sucedı́a para el caso seco, los valores de Eah predichos para cada uno de los coe-
ficientes K0 analizados son muy diferentes entre sı́, siendo el caso K0 = 0,18 (Coulomb) el
que mejor se aproxima al caso de referencia K∗Estático , excepto durante la fase de respuesta
transitoria, mientras que, K0 = 0,23 (M-O) y K0 = 0,47 (máximo ratio estático) proporcionan
valores de la resultante de empujes horizontales inferiores y superiores, respectivamente,
al caso K∗Estático . Por otra parte, los valores Eav obtenidos para K0 = 0,18 y K0 = 0,23
son prácticamente coincidentes y menores a los obtenidos para K0 = 0,47, siendo en todos
los casos de K0 adoptados, muy inferiores a los de K∗Estático . Finalmente, en cuanto a las
resultantes de presión de poro Ew , las historias temporales obtenidas para K0 = 0,18 y
K0 = 0,23 se ajustan bastante bien a los resultados del caso de referencia K∗Estático , en
particular, durante la fase estacionaria, siendo junto con el caso K0 = 0,47 aquel en el que
menores valores de Ew se obtienen, inferiores al valor de Westergaard en todos los casos.
Finalmente, en la figura 4.31 se representa la forma que adquieren las distribuciones
de tensiones horizontales, tangenciales y de presión de poro sobre el trasdós del muro
asociadas al valor máximo de empuje horizontal obtenido en cada uno de los casos de K0
estudiados. En cuanto a la distribución de presiones horizontales sobre el trasdós, se puede
comprobar que salvo el caso K0 = 0,23 que presenta una tendencia lineal que se ajusta muy
bien a la ley de M-O, el resto de casos analizados exhiben una distribución de presiones con
tendencia no-lineal. Cabe destacar, que el buen ajuste observado en las resultantes entre
K0 = 0,18 y el caso K∗Estático (figura 4.30) no se repite para las distribuciones de presiones
de la figura 4.31. La razón estriba en que en esta última figura, la resultante se corresponde
con el valor máximo del empuje horizontal, el cual se desarrolla durante la fase transitoria
donde el ajuste entre ambos casos (K0 = 0,18 y el caso K∗Estático ) no era tan bueno. Con
respecto a la distribución de las tensiones tangenciales, éstas mantienen aproximadamente
la misma forma para todos los casos estudiados. Nuevamente los resultados de K0 = 0,18
y K0 = 0,23 prácticamente se superponen y los resultados de K0 = 0,47 son ligeramente
superiores a los anteriores, mientras que en los tres casos de K0 los valores de Eav son
inferiores a los de la condición K∗Estático . Por último, en cuanto a la distribución de presión
224 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

de poro en el trasdós, todos los casos presentan una distribución de geometrı́a similar. El
menor valor se obtiene para K0 = 0,47, mientras que, los casos K0 = 0,18 y K0 = 0,23 son
prácticamente coincidentes y superiores al anterior. Para los tres casos de K0 considerados
se obtienen presiones de agua inferiores a las calculadas para K∗Estático , el cual se aproxima
al valor de Westergaard.
A modo de resumen, en el caso saturado también se observa que el valor de K0 impues-
to puede afectar de forma significativa a los resultados obtenidos del modelo numérico. Por
una parte, no se observan grandes diferencias en los desplazamientos y asientos calcula-
dos entre los tres valores de K0 considerados, aunque los resultados obtenidos en todos
los casos son menores a los del caso K∗Estático . Por el contrario, el valor de K0 utilizado
sı́ afecta de forma mas significativa a los empujes horizontales sobre el trasdós, corres-
pondiendo los mejores ajustes a K∗Estático para K0 = 0,18. Sin embargo los resultados de
empujes verticales y presión de agua, tanto en resultante como en leyes de presiones, para
los casos K0 = 0,18 y K0 = 0,23 son muy similares, diferenciándose notablemente de los
valores para los casos K0 = 0,47 y K∗Estático .

4.5.3. Influencia del algoritmo de integración temporal

En este apartado se analiza la influencia de diferentes algoritmos de integración tempo-


ral sobre la respuesta de la estructura de contención descrita en el apartado 4.2. En este
análisis se empleará el acelerograma artificial de Bogdanoff [172] que presenta mayor con-
tenido frecuencial, a diferencia de la solicitación armónica definida por una sola frecuencia
y que se ha empleado los análisis anteriores. Dicho acelerograma de Bogdanoff se defi-
ne como un sumatorio de n términos armónicos (ecuación 3.57). Se han considerado 22
términos cuyo rango de frecuencias oscila entre 6 rad/s (0,95 Hz) y 80,25 rad/s (12,77 Hz)
y se ha escalado para obtener una aceleración pico de 1 m/s2 , al igual que en la solicita-
ción armónica empleada en los análisis anteriores. De este modo resulta el acelerograma
mostrado en la figura 4.32. El acelerograma considerado tiene una duración total de 10 s
discretizado con un intervalo de tiempo de 0,01 s, por lo que de acuerdo con el criterio de
Nyquist [170], la frecuencia máxima admisible para evitar el fenómeno de aliasing es de
100π rad/s (50 Hz), que no se supera por ninguna de las 22 frecuencias empleadas. La
variación en la amplitud y en el contenido frecuencial de este acelerograma se puede visua-
lizar a través del espectro de amplitudes de Fourier correspondiente, mostrado en la figura
4.32.
En este estudio se han empleado los cinco algoritmos de integración que ya se anali-
zaron, para casos más sencillos, en los apartados 3.4.3 y 3.4.4 de este documento. Estos
cinco algoritmos resultan de gran interés ya que se utilizan, con mayor o menor frecuencia,
en la resolución de problemas de dinámica de suelos en el dominio del tiempo atendiendo
a las diferentes caracterı́sticas que presentan. La colección de algoritmos considerados,
ası́ como la nomenclatura utilizada a lo largo de este análisis es la siguiente: Newmark
γ = 1/2 β = 1/4 (NM3), Newmark γ = 0,6 β = 0,3025 (NM6), Newmark γ = 0,51 β = 0,2575
(NM7), el método propuesto por Hilber, Hughes & Taylor (HHT) [161] y el método propuesto
por Wood, Bossak y Zienkiewicz (WBZ). El primero de los algoritmos (NM3) no introduce
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS225

5
x 10
0

−0.5

−1
Eah (N)

−1.5

−2

−2.5

−3
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
KEstático K0=0.18 K0=0.23 K0=0.47 M−O
*

(a) Eah (N)


4
x 10
6

4
Eav (N)

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
KEstático K0=0.18 K0=0.23 K0=0.47
*

(b) Eav (N)


5
x 10
4

3.5

2.5
Ew (N)

1.5

0.5

−0.5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
KEstático K0=0.18 K0=0.23 K0=0.47 Westergaard
*

(c) Ew (N)

Figura 4.30 – Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la resultante del empuje
activo horizontal (Eah ), del empuje vertical (Eav ) y de la presión de poro (Ew ) sobre el trasdós.
226 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

8
Estático
7 K
*
K0=0.18
6 K =0.23
0
5 K =0.47
0
M−O
H (m)

0
−9 −8 −7 −6 −5 −4 −3 −2 −1 0 1
σ max (Pa) 4
x 10
hz [E ]
ah

(a) Tensiones horizontales para (Eah )max (P a)

8
Estático
K
*
7
K =0.18
0
6 K =0.23
0
K =0.47
0
5
H (m)

0
−3.5 −3 −2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 1 1.5
τ max (Pa) x 10
4
[E ]
ah

(b) Tensiones tangenciales concomitantes con (Eah )max (P a)

8
Estático
K
*
7
K =0.18
0
6 K =0.23
0
K =0.47
0
5 Westergaard
H (m)

0
−1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
p max (Pa) 4
x 10
w [E ]
ah

(c) Presión de poro concomitante con (Eah )max (P a)

Figura 4.31 – Caso Saturado: Influencia del coeficiente de empuje de tierras K0 en la distribución de tensiones
horizontales, tangenciales y de presión de poro sobre el trasdós correspondientes al empuje
activo horizontal máximo.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS227

1.5 0.05

Amplitudes Fourier
0.04
a (m/s )
2

0.5 0.03

0 0.02

−0.5 0.01

−1 0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 0 5 10 15 20
t (s) Frecuencia (Hz)

Figura 4.32 – Acelerograma artificial de Bogdanoff definido por 22 términos de frecuencia (fmin = 0,95 Hz,
fmax = 12,77 Hz, amax = 1 m/s2 y h = 0,01 s) y espectro de amplitudes de Fourier correspon-
diente.

amortiguamiento numérico mientras que los cuatro restantes se clasifican como algoritmos
disipativos, puesto que introducen diferente grado de amortiguamiento numérico en la so-
lución, especialmente en el rango de las altas frecuencias. Una descripción y análisis más
detallado de cada uno, ası́ como de su comportamiento desde el punto de vista frecuencial,
se encuentra recogido en el apartado 3.4 de este documento.
Puesto que el algoritmo NM3 no introduce amortiguamiento numérico, se adoptará éste
como solución de referencia para analizar el comportamiento del resto de algoritmos. En
todos los cálculos se ha empleado un paso de tiempo igual a 0.01 s, coincidente con la
discretización del acelerograma. A continuación, se revisa la influencia de los algoritmos de
integración temporal, tanto para el caso seco como saturado, sobre la respuesta del modelo
relativa a los desplazamientos horizontales observados en la coronación del muro y los
asientos experimentados por el relleno junto al trasdós, punto A (22.5, 12) y punto C (28.2,
12) de la figura 4.1, respectivamente. También se consideran las historias temporales de las
resultantes de los empujes horizontales (|Eah |), verticales (|Eav |) y de presión de agua (Pw ,
caso saturado), junto con las distribuciones de presiones horizontales (σhz ), verticales (τ ) y
de presión de agua (pw ) sobre el trasdós del muro asociadas al valor de empuje horizontal
máximo (|Eahmax |).

Caso Seco

En las figuras 4.33 y 4.34 se representan las historias temporales correspondientes a los
desplazamientos horizontales de la coronación del muro (punto A) y al asiento del relleno
(punto C), respectivamente, calculadas con cada uno de los algoritmos analizados, junto
con un análisis frecuencial de las mismas realizado a través del espectro de amplitudes
de Fourier (AF). Por una parte, se puede observar que el punto situado sobre la estructura
(punto A) presenta un menor contenido frecuencial que el punto situado en el relleno (punto
C), ya que no presenta frecuencias superiores a la frecuencia más alta introducida por
la señal, menor de 15 Hz, figura 4.32, lo que se justifica debido al carácter rı́gido de la
estructura, a diferencia del punto en el relleno con frecuencias hasta los 40 Hz.
Observando la respuesta del punto sobre la estructura, figura 4.33, se comprueba que
los algoritmos NM6, HHT y WBZ proporcionan resultados prácticamente coincidentes entre
228 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

si, deamplificando la solución respecto a NM3. Cabe destacar el comportamiento anómalo


del algoritmo NM7, ya que tiende a amplificar la solución, tanto en la historia temporal como
en el espectro de frecuencias. Sin embargo dicha anomalı́a no se observa cuando el punto
pertenece al relleno.
En cuanto al asiento experimentado por el relleno (punto C), en la figura 4.34 se muestra
la correspondiente historia temporal y espectros de Fourier. En este caso, todos los algorit-
mos deamplifican la respuesta, aunque NM6, HHT y WBZ lo hacen de forma muy similar y
en mayor medida que NM7. De los análisis en frecuencias se puede observar claramente
el carácter disipativo de todos estos algoritmos, ya que laminan notablemente el contenido
de altas frecuencias existente en la respuesta respecto a NM3, a excepción del NM7 que lo
reduce mucho menos.
En la figura 4.35 se representa la resultante, en valor absoluto, de las tensiones hori-
zontales sobre el trasdós (|Eah |) obtenida por cada algoritmo, además de los respectivos
espectros de Fourier. Por una parte, se puede comprobar que los algoritmos NM6 y HHT
presentan unos resultados muy próximos entre si, y similares a los de WBZ, amplificando
con respecto a NM3 la solución en la primera parte de la historia temporal y deamplificando
en la parte final. De los análisis de Fourier se observa como estos algoritmos, mantienen las
bajas frecuencias mientras que laminan fuertemente las altas frecuencias de la respuesta,
al igual que en los asientos del punto C (relleno). Nuevamente, el algoritmo NM7 presenta
un comportamiento anómalo, ya que en la historia temporal de |Eah |, obtenida tras la in-
tegración de los empujes horizontales, se puede observar una clara deriva en la solución.
Esta deriva suele aparecer cuando se integran señales que poseen una contaminación (rui-
do) en bajas frecuencias [237]. En este caso se puede comprobar a través del espectro de
Fourier, que el algoritmo NM7 lamina significativamente todo el rango de frecuencias con
respecto al NM3, tanto altas como bajas, por lo que la alteración en las bajas frecuencias
introducida por el algoritmo NM7 podrı́a ser la causa de la deriva observada al integrar la
señal para obtener las resultantes de los empujes.
De forma análoga al caso anterior, se presenta en la figura 4.36 la resultante y sus
respectivos espectros de Fourier para los empujes verticales sobre el trasdós (|Eav |) . En
este caso todos los algoritmos deamplifican la respuesta, siendo el algoritmo NM7 el que
deamplifica más y NM6 es el que deamplifica menos, mientras que, HHT y WBZ lo hacen en
una magnitud similar. De nuevo, NM6, HHT y WBZ laminan claramente las altas frecuencias
contenidas en la señal de respuesta, mientras que, en el caso de NM7 dicha laminación es
menos significativa.
Finalmente, en la figura 4.37 se representan las distribuciones de tensiones horizonta-
les y tangenciales sobre el trasdós de la estructura, asociadas al valor máximo de empuje
max ). En cuanto a las tensiones horizontales, en primer lugar cabe destacar
horizontal (Eah
que todos los algoritmos dan leyes de presiones inferiores a las obtenidas con Mononobe-
Okabe (M-O) y aunque el orden de magnitud es similar a éste, el ajuste ya no es tan bueno
como el observado para la solicitación armónica empleada en el caso tipo (figura 4.2, a
pesar de que la aceleración pico en ambos casos es la misma (amax = 1 m/s2 ). Por otra
parte, tanto NM6 como HHT presentan una distribución de presiones prácticamente coin-
cidente. Las principales diferencias entre los algoritmos se observan para la mitad inferior
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS229

del muro, especialmente en la parte más próxima al estrato base. En cuanto a las tensiones
tangenciales, se repite de nuevo el tipo de distribución que ya se observó para el caso tipo
(con solicitación armónica), donde todos los algoritmos devuelven soluciones muy próximas
y donde se observan ligeras diferencias en el tercio superior e inferior del trasdós.

Caso Saturado

Para el caso saturado, en las figuras 4.38 y 4.39 se representan las historias temporales
calculadas con cada uno de los algoritmos, correspondientes a los desplazamientos hori-
zontales de la coronación del muro (punto A) y al asiento del relleno (punto C), junto con los
respectivos espectros de amplitudes de Fourier (AF). En los desplazamientos horizontales
del punto A, se puede observar que todos los algoritmos presentan ligeras deamplificacio-
nes respecto a la solución de NM3, observándose las mayores diferencias (amplificaciones)
al principio de la respuesta, especialmente para NM7 y HHT. De los espectros también se
puede comprobar que la señal de respuesta tiene un bajo contenido en altas frecuencias,
ya que, al igual que en el caso seco, no se identifican frecuencias superiores a la frecuen-
cia más alta contenida en el acelerograma, en torno a los 15 Hz (figura 4.32). Del análisis
espectral se deduce también, que para NM6 y WBZ es prácticamente coincidente con el de
NM3, mientras que NM7 y HHT no alteran el contenido frecuencial pero tienden a amplificar
la respuesta.
En cuanto al comportamiento observado para el punto situado en el relleno, punto C,
nuevamente la respuesta de todos los algoritmos es bastante coincidente entre sı́ y próxima
a NM3, excepto NM7 que amplifica algunos picos. De los espectros se comprueba que,
para este punto localizado en el relleno, la señal presenta mayor contenido frecuencial,
identificando frecuencias hasta los 30 Hz, a diferencia del caso seco donde se encontraban
frecuencias hasta los 40 Hz, lo que equivale a considerar el caso saturado como un sistema
más flexible, como ya se identifico a través de las frecuencias propias de vibración (apartado
4.2). En este caso, el algoritmo HHT lamina considerablemente las altas frecuencias de la
señal, seguido por el NM7, mientras que, los algoritmos de NM6 y WBZ prácticamente
no alteran el contenido frecuencial, ni tampoco afectan notablemente a la amplitud de la
respuesta.
Respecto a la resultante de los empujes horizontales (|Eah |), figura 4.38, todos los al-
goritmos, excepto WBZ, deamplifican ligeramente la respuesta respecto al NM3, siendo el
NM7 el que mas deamplificación introduce. Por otra parte, el comportamiento del algoritmo
WBZ es anómalo con respecto a lo que cabrı́a esperar de un algoritmo disipativo, como se
deduce tanto de la historia temporal como del espectro de Fourier, donde este algoritmo
introduce, al menos para este parámetro, un importante ruido o contaminación en altas fre-
cuencias. Por el contrario, la laminación de las altas frecuencias contenidas en la señal, que
introducen el resto de algoritmos, no es muy significativa.
El análisis de los empujes verticales (|Eav |) se muestra en la figura 4.41. En este caso,
la mayorı́a de los algoritmos amplifican la respuesta, aunque la solución obtenida por NM6
es muy próxima a la de NM3. Este comportamiento se observa también a través de los
espectros de Fourier, donde cada uno de los algoritmos tiende a amplificar la respuesta con
230 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.03

0.02

0.01
ux (m)

−0.01

−0.02

−0.03
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) Desplazamiento horizontal: ux (m)

−2 −2
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
NM6 NM7
−4 −4
10 10
AF (u )

AF (ux)
x

−6 −6
10 10

−8 −8
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
−2 −2
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
HHT WBZ
−4 −4
10 10
AF (u )

AF (ux)
x

−6 −6
10 10

−8 −8
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: ux

Figura 4.33 – Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el desplazamiento horizontal
(ux ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)).
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS231

0.015

0.01

0.005
SRelleno (m)

−0.005

−0.01

−0.015
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) Asiento relleno: SRelleno (m)

−2 −2
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
NM6 NM7
)

AF (SRell)

−4 −4
Rell

10 10
AF (S

−6 −6
10 10

−8 −8
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
−2 −2
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
HHT WBZ
)

AF (SRell)

−4 −4
Rell

10 10
AF (S

−6 −6
10 10

−8 −8
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: SRelleno

Figura 4.34 – Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el asiento del relleno (punto
C (28.2, 12)).
232 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

4
x 10
9

6
|Eah| (N)

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) |Eah | (N)

5 5
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
NM6 NM7
AF (E )

AF (Eah)
ah

0 0
10 10
−1 −1
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
5 5
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
HHT WBZ
AF (E )

AF (Eah)
ah

0 0
10 10
−1 −1
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: Eah

Figura 4.35 – Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la resultante del empuje activo
horizontal (Eah ) sobre el trasdós.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS233

4
x 10
3.6

3.4

3.2
|Eav| (N)

2.8

2.6

2.4

2.2
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) |Eav | (N)

5
Newmark−6 5
Newmark−7
10 10
NM3 NM3
NM6 NM7
AF (E )

AF (Eav)
av

0 0
10 10

−2 −2
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
5
HHT 5
WBZ
10 10
NM3 NM3
HHT WBZ
AF (E )

AF (Eav)
av

0 0
10 10

−2 −2
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: Eav

Figura 4.36 – Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la resultante del empuje
vertical (Eav ) sobre el trasdós.
234 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

7 NM−3
NM−6
6 NM−7
HHT
WBZ
5
M−O
H (m)

0
−7 −6 −5 −4 −3 −2 −1 0 1
σ max (Pa) x 10
4
hz [E ]
ah

(a) Tensiones horizontales para (Eah )max (P a)

7 NM−3
NM−6
6 NM−7
HHT
5 WBZ
H (m)

0
−10000 −8000 −6000 −4000 −2000 0 2000 4000 6000 8000
τ max (Pa)
[E ]
ah

(b) Tensiones tangenciales concomitantes con (Eah )max (P a)

Figura 4.37 – Caso Seco: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la distribución de tensiones
horizontales y tangenciales sobre el trasdós correspondientes al empuje activo horizontal máxi-
mo.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS235

respecto a NM3, siendo NM6 el que menos lo hace. En general, ninguno de los algoritmos
altera prácticamente el contenido frecuencial de la respuesta, en particular en la región de
las altas frecuencias.
En lo referente a la resultante de la presión de agua (Pw ), figura 4.42, la respuesta
dada por los algoritmos NM6 y WBZ es bastante cercana a la obtenida con NM3, mientras
HHT y NM7 tienden a deamplificar la solución. De los respectivos espectros de Fourier, se
puede comprobar de nuevo que HHT y NM7 laminan ligeramente las altas frecuencias con
respecto al NM3, mientras que, NM6 y WBZ no amortiguan las altas frecuencias de la señal
e incluso, en el caso de NM6, introduce un cierto ruido de muy altas frecuencias. Cabe
destacar que, el contenido frecuencial en la respuesta de la presión de agua es mayor que
en el caso de las tensiones.
Finalmente, en la figura 4.43 se muestran las distribuciones de tensiones horizontales,
tangenciales y de presión de agua sobre el trasdós correspondientes al máximo empuje ho-
rizontal. En la primera de ellas, σhz , se observa que la distribución de tensiones con la altura
del muro es claramente no lineal y superior en todos los casos al valor dado por M-O, al igual
que se comprobó en el análisis del caso tipo bajo solicitación armónica (apartado 4.4.2). De
todos los algoritmos se obtiene una distribución de tensiones con la misma tendencia y
muy similar entre sı́, detectando las mayores diferencias en la parte central de la altura del
muro. En cuanto a las tensiones tangenciales, de nuevo se repite la distribución identificada
en casos anteriores, a la vez que se observa que el algoritmo de integración utilizado no
tiene influencia, ya que, las soluciones calculadas por los cinco integradores temporales se
superponen. Por último, la distribución de presión de agua sobre el trasdós obtenida me-
diante los distintos algoritmos de integración es también muy similar, observándose ligeras
diferencias en la parte inferior del muro.

Principales observaciones y aplicabilidad de la metodologı́a basada en las Funciones


de Transferencia

A la vista de la exposición anterior, se puede concluir que el análisis de la influencia del


algoritmo de integración temporal en la respuesta de este tipo de problemas es bastante
complejo, ya que intervienen múltiples factores cuya influencia es difı́cil de identificar, a
pesar de realizar un análisis tanto en el dominio del tiempo como frecuencial. En particular,
la interacción con la propia estructura, el efecto disipador del agua y la posibilidad de que se
reintroduzcan en el relleno reflexiones de las ondas que se propagan por el medio al incidir
sobre el propio muro (ya que a todos los efectos éste puede considerarse equivalente a un
borde fijo) son factores que propician esta dificultad. Sin embargo, a modo de resumen se
pueden extraer las siguientes conclusiones:

Independientemente del algoritmo de integración y de forma inherente al propio pro-


blema, las respuestas del relleno obtenidas para el caso de suelo seco presentan
mayor contenido de altas frecuencias que en el caso de suelo saturado, y en ambos
casos, son superiores a la frecuencia máxima introducida por la solicitación. Mientras
que en ambos casos, la respuesta del punto situado sobre la propia estructura rı́gida
236 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.025

0.02

0.015

0.01
ux (m)

0.005

−0.005

−0.01

−0.015

−0.02
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) Desplazamiento horizontal: ux (m)

−2 −2
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
NM6 NM7
AF (u )

AF (ux)
x

−4 −4
10 10

−6 −6
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
−2 −2
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
HHT WBZ
AF (u )

AF (ux)
x

−4 −4
10 10

−6 −6
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: ux

Figura 4.38 – Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el desplazamiento hori-
zontal (ux ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)).
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS237

0.01

0.005
SRelleno (m)

−0.005

−0.01

−0.015
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) Asiento relleno: SRelleno (m)

−2 −2
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
NM6 NM7
)

AF (SRell)

−4 −4
Rell

10 10
AF (S

−6 −6
10 10

−8 −8
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
−2 −2
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
HHT WBZ
)

AF (SRell)

−4 −4
Rell

10 10
AF (S

−6 −6
10 10

−8 −8
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: SRelleno

Figura 4.39 – Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en el asiento del relleno
(punto C (28.2, 12)).
238 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

5
x 10
2

1.8

1.6
|Eah| (N)

1.4

1.2

0.8
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) |Eah | (N)

6 6
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
4 4
10 NM6 10 NM7
AF (E )

AF (Eah)
ah

2 2
10 10
0 0
10 10
−2 −2
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
6 6
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
4 4
10 HHT 10 WBZ
AF (E )

AF (Eah)
ah

2 2
10 10
0 0
10 10
−2 −2
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: Eah

Figura 4.40 – Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la resultante del empuje
activo horizontal (Eah ) sobre el trasdós.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS239

4
x 10
4.8

4.6

4.4

4.2
|Eav| (N)

3.8

3.6

3.4

3.2
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) |Eav | (N)

5 5
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
NM6 NM7
AF (E )

AF (Eav)
av

2 2
10 10

0 0
10 10
−1 −1
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
5 5
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
HHT WBZ
AF (E )

AF (Eav)
av

2 2
10 10

0 0
10 10
−1 −1
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: Eav

Figura 4.41 – Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la resultante del empuje
vertical (Eav ) sobre el trasdós.
240 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

5
x 10
2.8

2.6

2.4

2.2
Pw (N)

1.8

1.6

1.4
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
NM−3 NM−6 NM−7 HHT WBZ

(a) Pw (N)

6 6
10 10
Newmark−6 NM3 Newmark−7 NM3
NM6 NM7
4 4
AF (Pw)

AF (Pw)

10 10

2 2
10 10

0 0
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
6 6
10 10
HHT NM3 WBZ NM3
HHT WBZ
4 4
AF (Pw)

AF (Pw)

10 10

2 2
10 10

0 0
10 10
0 10 20 30 40 50 0 10 20 30 40 50
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

(b) Amplitud Fourier: Pw

Figura 4.42 – Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la resultante del empuje
del agua (Pw ) sobre el trasdós correspondientes al empuje activo horizontal máximo.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS241

7 NM−3
NM−6
NM−7
6
HHT
WBZ
5 M−O
H (m)

0
−5 −4 −3 −2 −1 0 1 2
σ max (Pa) x 10
4
hz [E ]
ah

(a) Tensiones horizontales para (Eah )max (P a)

7
NM−3
6 NM−6
NM−7
5 HHT
H (m)

WBZ
4

0
−2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5
τ max (Pa) x 10
4
[E ]
ah

(b) Tensiones tangenciales concomitantes con (Eah )max (P a)

7
NM−3
6 NM−6
NM−7
5 HHT
H (m)

WBZ
4
Westergaard
3

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
p max (Pa) x 10
4
w [E ]
ah

(c) Presión de poro concomitante con (Eah )max (P a)

Figura 4.43 – Caso Saturado: Influencia de los algoritmos de integración temporal en la distribución de tensio-
nes horizontales, tangenciales y de presión de agua sobre el trasdós correspondientes al empuje
activo horizontal máximo.
242 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

(punto A) tiene un contenido frecuencial pobre en altas frecuencias y muy similar al


de la propia solicitación. Por otro lado, el contenido frecuencial de la respuesta de la
presión de agua es mayor que el de las respuestas en tensiones (caso saturado).
Como se puede comprobar, el contenido de altas frecuencias que aparece en la res-
puesta del relleno depende significativamente del tipo de problema, seco o saturado.
A raı́z de esto, por una parte puede resultar conveniente la utilización de algoritmos
disipativos que permitan eliminar los ruidos asociados a dichas altas frecuencias, es-
pecialmente de cara a mejorar la estabilidad numérica del problema, aunque por otra
la influencia de estos algoritmos será diferente para un caso con relleno seco o satu-
rado puesto que el contenido de altas frecuencias en cada uno de ellos es diferente.

Del estudio realizado con los cinco algoritmos indicados, se observan determinados
comportamientos singulares en los siguientes casos y algoritmos, los cuales deben
usarse con cautela. En el caso seco, el algoritmo NM7 presenta un comportamiento
anómalo en algunos de los parámetros analizados, mientras que, en el caso satura-
do, el algoritmo WBZ presenta importantes discrepancias en el calculo de Eah con
respecto al resto de algoritmos estudiados.

En la mayorı́a de las respuestas del caso seco se comprueba que las soluciones
obtenidas con NM6 y HHT se encuentran muy próximas entre sı́, aunque el número
de iteraciones necesarias para la convergencia de HHT es superior al de NM6.

En el caso saturado, se obtienen soluciones muy próximas entre sı́ con todos los
algoritmos utilizados, a la vez que el esperado efecto de amortiguamiento de las altas
frecuencias (algoritmos disipativos) es muy reducido o prácticamente no se produce
en muchos casos, y en cualquier caso es mucho menor que en el caso seco.

En cuanto a la aplicabilidad de la metodologı́a basada en Funciones de Transferencia


(FT), descrita en el apartado 3.4.3, para evaluar el comportamiento de los algoritmos de
integración en un problema más complejo como el que se aborda en este estudio, se puede
concluir lo siguiente:

Como ya se comprobó de la figura 3.3, las FT correspondientes al algoritmo de NM3


no están deamplificadas con respecto a la exacta en todo el rango de frecuencias, por
lo tanto este algoritmo no introduce ningún tipo de amortiguamiento. Este fenómeno
se ha podido comprobar claramente a través de los análisis de frecuencias (espectros
de Fourier) realizados para los diferentes parámetros recogidos en este estudio, tanto
en el caso seco como saturado, donde los resultados obtenidos con dicho algoritmo
presentan, a diferencia del resto métodos, un gran contenido en altas frecuencias.

La influencia, en términos absolutos, de los algoritmos de integración en los valores


obtenidos de desplazamientos, empujes y presiones sobre el muro es moderada. Esto
es debido a que ambos sistemas, caso seco y saturado, cuentan con un periodo fun-
damental de vibración medio-largo, de valor 1,29 seg para el caso seco y 1,64 seg para
el caso saturado. A través de la figura 3.3 se puede comprobar que las FT numéricas
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS243

para periodos de vibración medios o largos, como los de este problema, práctica-
mente son coincidentes con la FT exacta en todos los algoritmos, de ahı́ su limitada
influencia. Por lo tanto, las diferencias observadas en este problema más complejo se
deben a las alteraciones que los algoritmos introducen en los rangos de altas frecuen-
cias como se comprueba de los respectivos espectros de Fourier, a la vez que son las
frecuencias donde las FT numéricas se modifican respecto a la exacta.

De los estudios en frecuencias sobre los resultados del caso de muro, también se
observa que, en general, los algoritmos amortiguan más a media que las frecuencias
son más altas, como también sucede con el comportamiento de las FT numéricas,
las cuales se encuentran más deamplificadas respecto a la exacta a medida que el
periodo natural de vibración es más bajo (frecuencia de vibración más alta).

En general, los resultados y comportamientos observados del estudio del muro para
los algoritmos NM6, HHT y WBZ, salvo algunas singularidades puntuales, son simi-
lares entre sı́, al igual que también son bastante similares entre sı́ el comportamien-
to exhibido por las respectivas FT numéricas de cada uno de ellos. Por otra parte,
el algoritmo NM7 normalmente tiende a reducir ligeramente la amplitud de las altas
frecuencias observadas en la respuesta del muro pero no a eliminarlas o reducirlas
significativamente, ya que este algoritmo presenta unas FT numéricas que están mu-
cho menos deamplificadas respecto a la exacta que en los tres métodos anteriores.
El comportamiento opuesto a estos cuatro métodos se observa para el algoritmo de
NM3, el cual no amortigua las altas frecuencias, como se observa evidentemente en
los espectros de Fourier obtenidos de la respuesta del muro, y que se corresponde
claramente con el comportamiento de sus FT numéricas, las cuales no están deam-
plificadas con respecto a la exacta para ningún valor de frecuencia de vibración.

Finalmente, como tanto en las historias temporales del desplazamiento del muro como
en las diferentes respuestas obtenidas para el relleno saturado, el contenido de altas
frecuencias en estos casos es mucho menor que en la respuesta del relleno seco, la
influencia de los algoritmos de integración estudiados también es menor. Ya que, a
medida que en la respuesta interviene menos contenido de altas frecuencias, es decir
toman más peso las frecuencias medias y bajas, las FT numéricas de los algoritmos
para dichas frecuencias también están más próximas a la exacta y por lo tanto las
diferencias entre los algoritmos se reduce.

4.5.4. Influencia de las propiedades de los elementos de interface

En esta sección se analiza la repercusión que tiene las propiedades asignadas a los
elementos de interface sobre la respuesta, estática y dinámica, de la estructura de conten-
ción considerada en este capitulo, tanto en condiciones de relleno seco como saturado. En
este análisis se han mantenido las caracterı́sticas de los casos tipo descritos en el apartado
4.2 variando exclusivamente las propiedades a cortante de los elementos dispuestos en la
interface del trasdós del muro. Para el estudio se han empleado un total de tres valores del
244 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

8 8
GSup=1.5GTipo
7 G =GTipo 7

6 GInf =0.5GTipo
6
Coulomb
5 5
H (m)

H (m)
4 4

3 3 GSup=1.5GTipo

2 2 G = GTipo
GInf=0.5GTipo
1 1

0 0
−2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 −10000 −8000 −6000 −4000 −2000 0 2000
σhz (Pa) x 10
4
τ (Pa)

(a) Tensión horizontal (b) Tensión tangencial

Figura 4.44 – Caso Seco: Leyes de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós del muro (análisis
estático) para las diferentes rigideces a cortante de la interface consideradas.

8 8
GSup=1.5GTipo GSup=1.5GTipo
7 7
G = GTipo
G = GTipo
6 GInf=0.5GTipo 6
GInf=0.5GTipo
5 Coulomb 5
H (m)

H (m)
4 4

3 3

2 2

1 1

0 0
−3.5 −3 −2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5 −2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5
σ (Pa) x 10
4 τ (Pa) x 10
4

(a) Tensión horizontal (b) Tensión tangencial

Figura 4.45 – Caso Saturado: Leyes de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós del muro (análi-
sis estático) para las diferentes rigideces a cortante de la interface consideradas.

modulo de elasticidad transversal G: un 50 % superior al valor de G adoptado para el caso


tipo (Gsup = 1,5G = 13,5 · 103 N/m2 ), un 50 % inferior (Ginf = 0,5G = 4,5 · 103 N/m2 ) y
finalmente el valor del caso de refencia (Gtipo = 9 · 103 N/m2 ).Para el resto de propiedades
de los elementos de interfaz se han mantenido los datos recogidos en la tabla 4.4.
Antes de revisar la influencia de la interface sobre la respuesta dinámica de la estructura
de contención, se analiza su influencia en la respuesta estática. En las figuras 4.44 y 4.45
se muestran las leyes de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós, para el ca-
so seco y saturado, respectivamente. Al igual que en los análisis anteriores, se mantiene la
solución obtenida por el método de Coulomb (estático) como referencia. De dichas figuras
se puede comprobar que, en ambos casos, el valor de la rigidez tangencial de la interfa-
ce no tiene prácticamente influencia en las leyes de presiones horizontales pero si afecta
significativamente a las leyes de tensiones tangenciales sobre el trasdós, manteniendo la
distribución triangular que ya se ha observado en otros casos, pero escalada según el valor
de G considerado, de tal modo que los esfuerzos tangenciales sobre el trasdós son mayores
a medida que la rigidez de la interface aumenta.

Caso Seco

Para la respuesta dinámica del caso seco se analiza en primer lugar la influencia sobre
los desplazamientos que experimentan diferentes puntos del modelo, sobre la influencia en
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS245

Tabla 4.6 – Caso Seco: desplazamiento horizontal máximo de la coronación del muro (umax x ), asiento máxi-
max max
mo del relleno (Srelleno ), empuje activo horizontal máximo (Eah ) y empuje vertical concomitante
conco
(Eav ) obtenidos para los distintos valores de rigidez de la interface.
umax
x (m) max
Srelleno (m) max (N )
Eah conco (N )
Eav
Gsup −0,0260 −0,0173 1,45 · 105 3,42 · 104
Gtipo −0,0302 −0,0194 9,67 · 104 2,36 · 104
Ginf −0,0307 −0,0157 8,04 · 104 1,51 · 104

las resultantes de los esfuerzos en el muro y, finalmente sobre las distribución de tensio-
nes sobre el trasdós. En la figura 4.46 se representan los desplazamientos horizontales
que experimenta la coronación del muro (punto A (22.5, 12), figura 4.1), y el asiento del
relleno junto al trasdós (punto C (28.2, 12), figura 4.1), para los diferentes valores de rigidez
transversal considerados.

En cuanto a los desplazamientos horizontales de la estructura, se puede comprobar que


para el valor más alto de rigidez (Gsup ) se producen menores desplazamientos que en los
otros dos casos, Gtipo y Ginf , donde los desplazamientos horizontales obtenidos son muy
similares, tabla 4.6. En cuanto al asiento del relleno, se observa que durante la respuesta
transitoria los tres casos estudiados ofrecen valores muy próximos entre sı́ aunque el mayor
asiento se produce para el menor valor de G. Sin embargo, este comportamiento no se
mantiene a medida que la historia temporal progresa hacia la respuesta estacionaria, ya
que en esta etapa, según aumenta el valor de G también lo hace la amplitud en la oscilación
de la respuesta, debido al carácter elástico de la interface.

En la figura 4.47 se representa la historia temporal de las resultantes del empuje ac-
tivo horizontal y vertical sobre el trasdós del muro para los diferentes valores analizados,
incluyendo como referencia el resultado según el método de Mononobe-Okabe (M-O). En
cuanto al empuje activo horizontal, Eah , se obtienen mayores empujes para el caso de ma-
yor rigidez (Gsup ) y menores empujes para el menor valor de G (tabla 4.6), aunque, al igual
que sucedı́a para los desplazamientos horizontales del muro, las respuestas obtenidas para
Gtipo y Ginf se encuentran más próximas entre sı́ que con respecto a Gsup , donde no se
identifica claramente una etapa de respuesta estacionaria. Respecto a los valores del em-
puje vertical, Eav , se comprueba que éste depende claramente de la rigidez de la interface,
obteniendo mayores empujes a media que la rigidez es más alta, tabla 4.6.

Finalmente, las distribuciones de presiones horizontales y verticales sobre el trasdós


del muro se representan en la figura 4.48 para los valores máximos de empuje horizontal
max ). Por una parte, se puede observar la no linealidad de la ley de tensiones horizonta-
(Eah
les verificando, al igual que en la figura 4.47, que se obtienen un empuje superior para el
valor más alto de rigidez Gsup , mientras que la distribución de presiones para los otros dos
casos, Gtipo y Ginf , se encuentra más próximas entre sı́. En cuanto a las distribuciones de
tensiones tangenciales sobre el trasdós, se presenta de nuevo una distribución triangular,
con valores más altos a media que aumenta la rigidez. Este comportamiento es análogo al
observado en el cálculo estático.
246 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.02

0.01
(ux)Coronación (m)

−0.01

−0.02

−0.03

−0.04
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
G =1.5G G=G G =0.5G
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(a) Desplazamiento horizontal de la coronación del muro (punto A)

0.02

0.015

0.01
(m)

0.005
Relleno

−0.005
S

−0.01

−0.015

−0.02
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
G =1.5G G=G G =0.5G
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(b) Asiento del relleno (punto C)

Figura 4.46 – Caso Seco: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface sobre el despla-
zamiento horizontal (ux ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)) y el asiento del relleno
(punto C (28.2, 12)). (La localización de los puntos A y C se muestra en la figura 4.1).
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS247

4
x 10
2

−2

−4
Eah (N)

−6

−8

−10

−12

−14

−16
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
G =1.5G G=G G =0.5G M−O
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(a) Eah (N)


4
x 10
4.5

3.5
(N)

3
av

2.5
E

1.5

1
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
G =1.5G G=G G =0.5G
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(b) Eav (N)

Figura 4.47 – Caso Seco: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface en la resultante del
empuje activo horizontal (Eah ) y del empuje vertical (Eav ) sobre el trasdós.
248 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

5
H (m)

0
−4 −3 −2 −1 0 1 2
σ (Pa) 4
x 10
hz
G =1.5G G=G G =0.5G M−O
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(a) Tensiones horizontales para (Eah )max (P a)

5
H (m)

0
−12000 −10000 −8000 −6000 −4000 −2000 0 2000 4000 6000
τ (Pa)
G =1.5G G=G G =0.5G
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(b) Tensiones tangenciales concomitantes con (Eah )max (P a)

Figura 4.48 – Caso Seco: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface en la distribución
de tensiones horizontales y tangenciales sobre el trasdós correspondientes al empuje activo
horizontal máximo.
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS249

Tabla 4.7 – Caso Saturado: desplazamiento horizontal máximo de la coronación del muro (umax x ), asiento máxi-
max max
mo del relleno (Srelleno ), empuje activo horizontal máximo (Eah ), empuje vertical concomitante
conco conco
(Eav ) y empuje de agua concomitante (Ew ) obtenidos para los distintos valores de rigidez de
la interface.
umax
x (m) max
Srelleno (m) max (N )
Eah conco (N )
Eav Ewconco (N )
Gsup −0,0309 −0,0173 2,59 · 105 6,36 · 104 4,25 · 105
Gtipo −0,0330 −0,0228 2,40 · 105 4,78 · 104 2,81 · 105
Ginf −0,0353 −0,0210 2,38 · 105 5,85 · 104 3,57 · 105

Caso Saturado

De forma análoga al caso seco, se muestra para el caso saturado, en la figura 4.49, los
desplazamientos horizontales experimentados por la coronación del muro (punto A (22.5,
12), figura 4.1) y el asiento sufrido por el relleno localizado junto al trasdós (punto C (28.2,
12), figura 4.1) obtenidos para los tres valores de rigidez transversal considerados para la
interface del trasdós. Por una parte, se comprueba que la rigidez de la interface tiene po-
ca influencia sobre los desplazamientos horizontales de la estructura, ya que para los tres
casos analizados se obtienen resultados muy similares, aunque el caso con mayor rigidez
(Gsup ) devuelve el menor valor de desplazamiento y viceversa, tabla 4.7. En cuanto a los
asientos del relleno, las respuestas obtenidas para los tres valores son coincidentes al inicio
de la parte transitoria, como sucedı́a también en el caso seco, mientras que se diferencian
ligeramente a medida que la historia temporal progresa hacia la etapa estacionaria, espe-
cialmente el caso de Gtipo frente a los otros dos.
Respecto a las resultantes del empuje activo horizontal, de la figura 4.50 se puede com-
probar que tampoco dependen significativamente de los valores de rigidez estudiados, sien-
do ligeramente superiores para el caso Ginf durante la respuesta estacionaria, aunque los
valores máximos de Eah son muy similares en los tres casos, tabla 4.7. La influencia de la
rigidez de la interface es más relevante en el empuje vertical sobre el trasdós (Eav ), aunque
de forma no tan significativa como en el caso seco, ya que la respuesta para los valores
extremos, Ginf y Gsup , se encuentra bastante próxima entre sı́, mientras que para el ca-
so Gtipo es inferior. Finalmente, en cuanto a las resultantes del empuje de agua sobre el
trasdós (Ew ), no se observan grandes diferencias para los tres casos considerados durante
la respuesta estacionaria aunque sı́ durante la parte transitoria, tabla 4.7.
En último lugar, en la figura 4.51 se muestra la forma que adquieren las distribuciones
de tensiones horizontales, tangenciales y de presión de poro sobre el trasdós del muro aso-
ciadas al valor máximo de empuje horizontal para cada uno de los valores de rigidez consi-
derados. De las distribuciones de tensiones horizontales, se reafirma en primer lugar la no
linealidad de éstas y en segundo lugar, la escasa dependencia de G. Para las distribucio-
nes de tensiones tangenciales, se mantiene nuevamente una distribución aproximadamente
triangular, donde los resultados para los casos extremos, Gsup y Ginf se aproximan bastan-
te entre sı́, diferenciándose ligeramente de los resultados para el caso tipo Gtipo . En último
lugar, la distribución de presión de poro sigue una tendencia no lineal, siendo el caso Gtipo
el que más se aproxima a la solución de Westergaard, mientras que se obtienen resultados
superiores en los otros dos valores de rigidez.
250 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.02

0.01
(ux)Coronacion (m)

−0.01

−0.02

−0.03

−0.04
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
G =1.5G G=G G =0.5G
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(a) Desplazamiento horizontal de la coronación del muro (punto A)

0.005

−0.005
(m)
Relleno

−0.01
S

−0.015

−0.02

−0.025
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
G =1.5G G=G G =0.5G
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(b) Asiento del relleno (punto C)

Figura 4.49 – Caso Saturado: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface sobre el despla-
zamiento horizontal (ux ) de la coronación del muro (punto A (22.5, 12)) y el asiento del relleno
(punto C (28.2, 12)). (La localización de los puntos A y C se muestra en la figura 4.1).
4.5. ESTUDIO PARAMÉTRICO DE LA INFLUENCIA DE DIFERENTES ASPECTOS NUMÉRICOS251

5
x 10
−0.5

−1

−1.5
Eah (N)

−2

−2.5

−3
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
GSup=1.5GTipo G = GTipo GInf=0.5GTipo M−O

(a) Eah (N)


4
x 10
7

6.5

6
Eav (N)

5.5

4.5

3.5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
GSup=1.5GTipo G = GTipo GInf=0.5GTipo

(b) Eav (N)


5
x 10
4.5

3.5
Ew (N)

2.5

1.5

1
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
t (s)
GSup=1.5GTipo G = GTipo GInf=0.5GTipo Westergaard

(c) Ew (N)

Figura 4.50 – Caso Saturado: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface en la resultante
del empuje activo horizontal (Eah ), del empuje vertical (Eav ) y de la presión de agua (Ew ) sobre
el trasdós.
252 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

8
G =1.5G
7 Sup Tipo
G = GTipo
6 G =0.5G
Inf Tipo
M−O
5
H (m)

0
−10 −8 −6 −4 −2 0 2
σhz (Pa) 4
x 10

(a) Tensiones horizontales para (Eah )max (P a)

5
H (m)

0
−3.5 −3 −2.5 −2 −1.5 −1 −0.5 0 0.5
τ (Pa) x 10
4

G =1.5G G=G G =0.5G


Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(b) Tensiones tangenciales concomitantes con (Eah )max (P a)

5
H (m)

0
−1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
p (Pa) 4
x 10
w
G =1.5G G=G G =0.5G Westergaard
Sup Tipo Tipo Inf Tipo

(c) Presión de poro concomitante con (Eah )max (P a)

Figura 4.51 – Caso Saturado: Influencia de la rigidez a cortante de los elementos de interface en la distribución
de tensiones horizontales, tangenciales y de presión de poro sobre el trasdós correspondientes
al empuje activo horizontal máximo.
4.6. EMPUJES DINÁMICOS PARA DIFERENTES REGISTROS SÍSMICOS: MODELO NUMÉRICO Y MÉTO

A modo de resumen se puede concluir que la rigidez de la interface tiene poca influencia
sobre las presiones horizontales en el caso estático, mientras que en la etapa dinámica, los
empujes horizontales dependen de forma mas significativa de ésta, especialmente en el ca-
so seco (mayor empuje a mayor rigidez) frente al saturado donde prácticamente no influye.
La rigidez de la interface también afecta significativamente a las tensiones tangenciales en
el trasdós, que presentan una distribución triangular y son de mayor magnitud a medida que
la rigidez aumenta, tanto en la etapa estática y dinámica como en el caso seco y saturado.
La resultante del empuje de agua sobre el trasdós (caso saturado) no depende significa-
tivamente de la rigidez durante la respuesta estacionaria pero sı́ durante la transitoria. En
general, la rigidez de la interface tiene mayor influencia en la respuesta del caso con relleno
seco frente a la situación saturada.

4.6. Empujes dinámicos para diferentes registros sı́smicos: Mo-


delo Numérico y Métodos Simplificados

Para finalizar este capitulo, se presentan los empujes activos sobre el trasdós resul-
tantes de aplicar dos terremotos reales al muro tipo descrito en el apartado 4.2, tanto en la
situación de relleno seco como con relleno saturado. Posteriormente se analizan los diferen-
tes resultados obtenidos tanto con el modelo numérico como con los métodos simplificados
de cálculo entre sı́. Dado que la práctica totalidad de dichos métodos simplificados consi-
deran la carga dinámica casi exclusivamente a través del coeficiente de empuje sı́smico
horizontal kh , se han seleccionado dos acelerogramas reales con un contenido frecuencial
similar pero con diferentes valores de kh . Los acelerogramas empleados se corresponden
con el registro de Hollister de 1974, con una aceleración pico de 0,12g (sismo suave), y el
registro de Gilroy de 1989, componente N-S registrado en suelo y con una aceleración pico
de 0,367g (sismo moderado).
A continuación se presenta una breve descripción y caracterización de los dos registros
indicados a través de los principales parámetros sı́smicos que los definen. Seguidamente,
se presentan los valores de empujes sobre el trasdós obtenidos del modelo numérico, tanto
para el caso seco como saturado y para cada uno de los acelerogramas, junto con los
resultados de empujes derivados de los principales métodos de cálculo simplificados y que
fueron recogidos en el capitulo 2.

4.6.1. Caracterización de los terremotos empleados

En la figura 4.52 se representan los acelerogramas de los terremotos empleados para


este estudio, un terremoto suave, el registro de Holliter con una aceleración pico o ace-
leración máxima de 0,12g, y un terremoto moderado, el registro de Gilroy (componente
Norte-Sur) con una aceleración máxima de 0,367g, registrado en suelo. Las principales ca-
racterı́sticas de ambos terremotos se recogen en la tabla 4.8 y en la figura 4.53.
Para identificar el contenido frecuencial de cada registro, se muestran los correspon-
dientes Espectros de Aceleraciones (SA) y Amplitudes de Fourier (AF), figuras 4.53(a) y
254 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

0.15

Hollister
0.1

Aceleración (g)
0.05

−0.05

−0.1

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
t (s)

(a) Hollister

0.4
Gilroy
0.3

0.2
Aceleración (g)

0.1

−0.1

−0.2

−0.3

−0.4
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
t (s)

(b) Gilroy NS-suelo

Figura 4.52 – Acelerogramas empleados: (a) Hollister (USA-1974) (b) Gilroy N-S registrado en suelo (USA-
1989).

4.53(b), respectivamente. Con la finalidad de representar, aunque de forma muy limitada, a


través de un único parámetro el contenido frecuencial de un registro, se recogen en la tabla
4.8 los valores de perı́odo predominante (Tpred ) y de perı́odo medio (Tmedio ) [57, 238]. Por
otra parte, la Intensidad de Arias (AI) y la Densidad de Energı́a Especifica (SED), figuras
4.53(c) y 4.53(d), respectivamente, y tabla 4.8, son parámetros que tratan de identificar la
energı́a de un terremoto y se definen según las siguientes expresiones:
Z ∞
π
AI = [a(t)]2 (4.1)
2g 0

Z tf
SED = [v(t)]2 (4.2)
0

4.6.2. Empujes sobre el trasdós: Relleno Seco y Saturado

En esta sección se comparan los resultados obtenidos tanto del modelo numérico como
de diferentes métodos de cálculo simplificado para los dos registros sı́smicos indicados
en el apartado anterior. Dada la heterogeneidad de metodologı́as de cálculo simplificadas
existentes y de resultados que éstas pueden aportar, para este estudio comparativo se han
4.6. EMPUJES DINÁMICOS PARA DIFERENTES REGISTROS SÍSMICOS: MODELO NUMÉRICO Y MÉTO

1.6

Espectro de Aceleración: SA (g)


Hollister
1.4 Gilroy
(ξ=5%)
1.2
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4
Tn (s)

(a) Espectro de aceleración: SA


−3
x 10
7
Espectro de amplitudes de Fourier: AF

Hollister
6 Gilroy

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Frecuencia (Hz)

(b) Espectro de amplitudes de Fourier: AF

1.4
Hollister
Intensidad de Arias: AI (m/s)

1.2 Gilroy

0.8

0.6

0.4

0.2

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
t (s)

(c) Intensidad de Arias: AI


Specify Energy Density: SED (m /s)

0.1
2

Hollister
Gilroy
0.08

0.06

0.04

0.02

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
t (s)

(d) Specify Energy Density: SED

Figura 4.53 – Caracterización de los registros sı́smicos empleados: (a) SA: Espectro de aceleración (b) AF:
Espectro de amplitudes de Fourier en aceleraciones (c) AI: Intensidad de Arias (d) SED: Densidad
de Energı́a Especifica, para el acelerograma de Hollister y el acelerograma de Gilroy N-S.
256 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

Tabla 4.8 – Parámetros caracterı́sticos de los registros sı́smicos empleados.


Hollister Gilroy
Parámetros
(Sismo suave) (Sismo moderado)
amax (g) 0,120 0,367
Tpred (s) 0,4 0,38
Tmedio (s) 0,373 0,524
AI (m/s) 0,106 1,197
SED (m2 /s) 0,0032 0,0876
tduracion (s) 15,06 20

unificado considerado, para el caso seco la resultante del empuje activo sobre el trasdós
(|Ea |), y para el caso saturado el valor del empuje total en la dirección normal al trasdós
(RN ), incluyendo tanto la contribución del terreno como del agua. Para ambas variables se
ha tomado el valor máximo del empuje para los resultados del modelo numérico.
Para la resolución de estos casos, se han mantenido las caracterı́sticas de los casos
tipos descritos en el apartado 4.2 de este capı́tulo, salvo en el caso seco donde se ha
omitido la sobrecarga, ya que la gran mayorı́a de métodos simplificados de cálculo han sido
formulados sin sobrecarga en el relleno. Para ambas situaciones, relleno seco y saturado,
se ha empleado el algoritmo de integración Newmark γ = 0,6 β = 0,3025 (NM6) para
eliminar los ruidos asociados a las altas frecuencias que se introducen en el relleno, como
se comprobó en el apartado 4.5.3.
En la siguiente lista se enumeran los distintos métodos simplificados de cálculo utili-
zados, agrupados según la metodologı́a sobre la que se han formulado. Todos ellos se
describieron en el capitulo 2 (tabla 2.9) de este documento:

Métodos de equilibrio limite: métodos pseudo-estáticos

- Mononobe-Okabe (1926; 1929) [57, 58] y Kim et al. (2010) [6]


- Seed y Whitman (1970) [3]
- Dewaikar y Halkude (2002) [67]
- Saran y Prakash (1966; 1968) [69, 70]
- Shukla et al., Shukla y Habibi (2009; 2011) [51, 52]

Métodos de equilibrio limite: métodos pseudo-dinámicos

- Steedman y Zeng (1990) [9]


- Choudhury y Nimbalkar, Nimbalkar y Choudhury (2006, 2007) [10, 83]

Análisis Lı́mite

- Chang y Chen (1982) [19]

Presiones del agua

- Westergaard (1933) [30, 29]


- Matsuzawa et al. (1985) [30]
4.6. EMPUJES DINÁMICOS PARA DIFERENTES REGISTROS SÍSMICOS: MODELO NUMÉRICO Y MÉTO

Tabla 4.9 – Resultante del empuje activo sobre el trasdós del muro (|Ea |) obtenida del modelo numérico y de
diferentes modelos simplificados de cálculo para los registros sı́smicos de Hollister (1974) y Gilroy
(1989), en el caso con relleno seco (sin sobrecarga).
CASO SECO: |Ea | (kN )
Hollister Gilroy
(kh = 0,12g) (kh = 0,367g)

Modelo Numérico* 85,99 242,31


(Equilibrio lı́mite: Métodos pseudo-estáticos)
Mononobe-Okabe/ Kim et al. 113,28 211,33
Seed-Whitman 125,23 212,31
Dewaikar-Halkude 109,34 174,94
Saran-Prakash 113,28 211,33
Shukla-Habibi 116,06 193,23
(Equilibrio lı́mite: Métodos pseudo-dinámicos**)
Steedman-Zeng 94,45 164,24
Choudhury-Nimbalkar 97,21 154,10
(Análisis lı́mite)
Chang-Chen 113,28 211,29
*Se considera el valor de empuje activo máximo (Eamax ).
**La frecuencia de la solicitación senoidal w se ha calculado a partir del valor de Tm correspondiente.
En aquellos métodos que se precisa se ha considerado δ = 2/3φ.

Caso Seco

Para ambos registros sı́smicos, se muestran en la tabla 4.9 los valores de la resultante
de empuje activo sobre el trasdós, |Ea |, obtenidos a partir del modelo numérico emplea-
do en esta investigación junto con los valores calculados a partir de diferentes métodos
simplificados.
En primer lugar se observa una buena concordancia para el terremoto de menor ace-
leración pico (Hollister) entre los resultados numéricos y los obtenidos con los métodos
simplificados, especialmente con los pseudo-dinámicos, aunque los resultados de los dis-
tintos métodos simplificados presentan ciertas discrepancias entre sı́, siendo el método de
Seed-Whitman el que devuelve el mayor empuje mientras que los resultados del modelo
numérico, para este terremoto, son los más bajos. Sin embargo, a media que aumenta el
coeficiente sı́smico horizontal (kh ), terremoto de Gilroy, las diferencias entre los métodos
simplificados se incrementan ligeramente con respecto al sismo de Hollister, siendo en este
caso los resultados del modelo numérico los más altos.

Caso Saturado

En el caso saturado, se muestra en la tabla 4.10 la resultante del empuje total en la


dirección normal al trasdós (RN ) para diferentes métodos simplificados y para el modelo
numérico. En este caso, el empuje obtenido del modelo numérico es ligeramente superior,
aunque próximo, a los obtenidos con los métodos simplificados para el terremoto con menor
valor de kh (Holliter), ası́ como también lo son las soluciones de los métodos simplificados
258 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS NUMÉRICO DE UN ESTRUCTURA DE CONTENCIÓN...

Tabla 4.10 – Resultante de empujes totales, terreno y agua, en la dirección normal al trasdós (RN ), obtenida
del modelo numérico y de diferentes modelos simplificados de cálculo para los registros sı́smicos
de Hollister (1974) y Gilroy (1989), en el caso con relleno saturado.
CASO SATURADO: RN (kN )
Hollister Gilroy
(kh = 0,12g) (kh = 0,367g)

Modelo Numérico* 506,48 604,15


Mononobe-Okabe y Westergaard 463,29 644,99
Matsuzawa et al. 481,34 765,89
*Se considera el valor de empuje activo máximo.
En aquellos métodos que se precisa se ha considerado δ = 2/3φ.

entre sı́. Mientras que para el registro con mayor valor de kh (Gilroy), se observan discre-
pancias más importantes tanto entre los distintos métodos simplificados como también con
respecto al modelo numérico, siendo el método de Matsuzawa et al. el que devuelve el valor
más alto y diferente al resto.
Capı́tulo 5

Conclusiones y Futuras Lı́neas de


Investigación

5.1. Conclusiones

A continuación se exponen las principales conclusiones obtenidas en cada uno de los


bloques desarrollados en esta tesis doctoral:

5.1.1. Del estado del conocimiento

- De la extensa bibliografı́a existente, la práctica totalidad de las investigaciones publi-


cadas sobre métodos de cálculo simplificado de empujes dinámicos en estructuras de
contención, se pueden agrupar atendiendo a la metodologı́a sobre la que se susten-
tan según las siguientes categorı́as: métodos pseudo-estáticos y pseudo-dinámicos
basados en la teorı́a del equilibrio lı́mite, basados en la teorı́a elástica, basados en
soluciones elastoplásticas, basados en la teorı́a del análisis lı́mite y basados en el
método de las lı́neas caracterı́sticas (“Slip line method”).

- Las principales variables de diseño que se consideran en estos métodos son: el ángu-
lo de rozamiento interno del material, el ángulo de rozamiento en el trasdós, la inclina-
ción del trasdós, la pendiente del relleno, la cohesión, la sobrecarga sobre el relleno,
el coeficiente sı́smico horizontal y el coeficiente sı́smico vertical.

- A la vista de la gran variedad de investigaciones desarrolladas a partir de diferen-


tes metodologı́as, y a las discrepancias reflejadas por los distintos autores, se puede
concluir que no existe un método de cálculo simplificado que prevalezca claramente
sobre el resto. La ventaja de muchos de estos métodos se encuentra en su facilidad
de uso pero, por el contrario, también presentan importantes limitaciones inherentes
a su formulación. Sin embargo, la mayorı́a de estas investigaciones muestran ajustes
razonables tanto con resultados experimentales, cuando están disponibles, como con
los valores reportados por otros autores, especialmente para la condición activa frente
a la pasiva. En particular, es el método de Mononobe-Okabe (M-O), el utilizado como
referente para estimar empujes sobre muros bajo situación dinámica.

259
260 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

- Las teorı́as tradicionales de cálculo de empujes asumen que se produce un movimien-


to suficiente del muro como para desarrollar una condición de rotura, tanto en activo
como en pasivo, considerando habitualmente, y casi de forma exclusiva, el movimien-
to de rotación respecto a la base. Sin embargo, la situación más habitual es que se
desarrolle solamente una situación intermedia de empuje activo o pasivo.

- En general, los métodos simplificados no definen cómo es la distribución de presiones


en el trasdós del muro, la cual se ve muy afectada por el tipo de movimiento que
experimenta éste. Como consecuencia, tampoco definen ni el punto de aplicación de
la resultante ni el momento desestabilizador de la estructura. La clásica distribución
lineal de presiones sólo es válida para muros muy rı́gidos, con rellenos arenosos y con
rotación respecto a la base. Para otro tipo o combinación de movimientos se observan
leyes de distribución fuertemente no lineal. Este aspecto, no está claramente resuelto
para problemas estáticos y, aún menos, para problemas dinámicos.

- La mayor parte de las investigaciones publicadas se corresponden con rellenos secos,


siendo mucho menos las que se refieren a rellenos saturados. Se disponen de pocos
procedimientos analı́ticos o semi-analı́ticos para problemas saturados dinámicos, ya
que, debido a su complejidad, la mayorı́a de las investigaciones son de tipo numérico.
Se suele adoptar como referencia para el cálculo de las presiones hidrodinámicas el
método simplificado de Westergaard.

- Con respecto a los modelos numéricos para problemas estáticos, se puede concluir
que: las leyes de presiones sobre el muro son, normalmente, no lineales y dependen
del tipo de movimiento del muro, mientras que, la condición activa o pasiva solo se
alcanza en una parte del relleno. También se ha observado que los siguientes aspec-
tos tienen gran influencia en las leyes de presiones: el movimiento que experimenta el
muro (magnitud y tipo), el proceso constructivo, las tensiones iniciales (K0 ), el ángulo
de rozamiento interno del suelo, la flexibilidad del muro, la rugosidad del trasdós, las
propiedades de la interfaz y la densidad relativa combinada con el tipo de movimiento.

- En cuanto a investigaciones numéricas bajo solicitaciones dinámicas para rellenos


sin agua, hay que indicar que un gran número de las mismas se han desarrollado
para estructuras de contención flexibles. A pesar de esto, la mayorı́a de las investiga-
ciones tienen en común los siguientes aspectos: modelos constitutivos elasto-plásti-
cos para el relleno, amortiguamiento Rayleigh, elementos especiales para modelar
la interfaz de contacto suelo-estructura, un estado tensional inicial proveniente de un
cálculo estático previo, la consideración del proceso constructivo (especialmente para
las estructuras flexibles), habitualmente el empleo de solicitaciones de tipo armóni-
co, condiciones de contorno especiales para los bordes del dominio y con frecuencia
algoritmos explı́citos de integración. De la revisión de las soluciones reportadas se
observa, junto con los aspectos identificados para los modelos estáticos, que los si-
guientes aspectos también pueden tener gran influencia en las presiones sobre el
trasdós: la densidad relativa del relleno, la amplitud y frecuencia de la solicitación y la
frecuencia fundamental del relleno.
5.1. CONCLUSIONES 261

- Las investigaciones numéricas para estructuras de contención con rellenos saturados


bajo solicitaciones dinámicas son relativamente recientes y escasas. Éstas se han
desarrollado tanto para estructuras rı́gidas como flexibles, predominando incluso las
segundas frente a las primeras. De la revisión de dichas investigaciones se pueden
identificar las siguientes caracterı́sticas en común. Se basan en las ecuaciones de
Biot (problema acoplado) y emplean una formulación simplificación u-p despreciando
el término de la aceleración del fluido. El elemento estructural o de contención se sue-
le modelar como un material elástico lineal, mientras que, para el relleno se emplean
modelos elastoplásticos, siendo el más habitual el modelo de Pastor-Zienkiewicz, tan-
to para rellenos secos como saturados, y con menos frecuencia un modelo Mohr-
Coulomb para el relleno seco. Muchas de las investigaciones revisadas consideran la
arena de Nevada, cuyos parámetros para el modelo de Pastor-Zienkiewicz son cono-
cidos y se encuentran bien calibrados para diferentes densidades relativas.
Se adoptan diferentes técnicas numéricas especiales para establecer las tensiones
iniciales, tratar numéricamente los contornos fijos del modelo y se utilizan elementos
especiales para modelar la interfaz de contacto suelo-estructura, habitualmente con
un criterio Mohr-Coulomb, aunque el comportamiento de estos elementos no suele
estar definido con gran detalle en muchas de las publicaciones. En todas las publi-
caciones revisadas se han empleado algoritmos de integración pertenecientes a la
familia de Newmark, sin un criterio unificado ni justificado para su elección. De igual
modo, es muy frecuente introducir amortiguamiento tipo Rayleigh para garantizar la
estabilidad numérica de los resultados, siendo por otra parte, difı́cil calibrar el grado
de amortiguamiento que puede introducir, que en algunas investigaciones es muy ele-
vado, y en particular, determinar cómo este afecta a la solución. Es habitual el empleo
de un grado de interpolación mayor en los elementos de la malla para el campo de
los desplazamientos que para el de presión de poro, independiente de la permea-
bilidad del medio. Finalmente, aquellas investigaciones que disponen de resultados
experimentales, el ajuste con los resultados numéricos es razonable.

5.1.2. Del modelo numérico desarrollado

Del tratamiento numérico de los bordes fijos del modelo

- A través de los diferentes ejemplos de validación desarrollados en esta investigación


se ha comprobado que es necesaria la adopción de técnicas numéricas para el tra-
tamiento de los contornos fijos del dominio, con la finalidad de evitar la reflexión de
las ondas hacia el dominio del cálculo, puesto que como se ha observado en dichos
ejemplos, puede alterar significativamente, e incluso invalidar, la solución numérica.
Por otra parte, el empleo de estas técnicas permite utilizar una extensión del dominio
de cálculo más reducida y, por lo tanto, reducir el coste computacional del modelo.

- De las diferentes técnicas revisadas, se ha optado por implementar unos contornos


absorbentes basados en la propuesta de Lysmer y Kuhlemeyer [45], los cuales con-
sisten en introducir unas fuerzas viscosas de amortiguamiento en los contornos. Esta
262 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

es la técnica más empleada por numerosos investigadores ya que permite controlar de


forma efectiva las reflexiones de las ondas al incidir sobre el contorno. Por otra parte,
ciertas formulaciones alternativas propuestas por otros autores acaban reduciéndose
en esencia a la propuesta de Lysmer y Kuhlemeyer.

- La implementación numérica de estas condiciones de contorno en el código GeHo-


Madrid (GHM) se ha realizado a través de la velocidad de las ondas de compresión
(vp ) y la velocidad de las ondas transversales (vs ) del medio. La formulación origi-
nal de Lysmer y Kuhlemeyer estaba planteada para medios sólidos o de una fase.
En esta investigación se ha adaptado dicha formulación a un medio poroso saturado
modificando vp con el término de compresibilidad del conjunto fluido-esqueleto sólido
(Q∗ ).

- A través de los diferentes ejemplos de validación, se verifica que los contornos absor-
bentes implementados, ası́ como, las modificaciones necesarias para adaptarlo a un
medio poroso, son correctas y necesarias a la hora de calcular las historias temporales
en desplazamientos, tensiones o de presión de poro, tanto en casos unidimensiona-
les como bidimensionales, y en casos secos como saturados. En dichos ejemplos
también se analiza el fenómeno de la reflexión de las ondas, ası́ como, el efecto que
introducen estas condiciones de contorno, a través de un análisis frecuencial de la
señal de respuesta, comprobando que éstas son satisfactorias.

De los algoritmos temporales de integración paso a paso

- La resolución por el método de los elementos finitos de problemas dinámicos requiere


el empleo de algoritmos temporales de integración, siendo los algoritmos paso a paso,
y en particular los de la familia de Newmark (NM) [54], concretamente Newmark γ =
1/2 y β = 1/4 (no disipativo) y Newmark γ = 0,6 y β = 0,3025 (disipativo), los más
extendidos para problemas dinámicos de suelos.
Sin embargo, a pesar de que en la literatura se pueden encontrar otros algoritmos
alternativos su uso ha sido muy limitado. En esta lı́nea, muchas investigaciones van
encaminadas a diseñar o emplear nuevos algoritmos disipativos, los cuales tienen la
ventaja de introducir amortiguamiento numérico, especialmente, en el rango de las
altas frecuencias, de tal modo que se eliminen las oscilaciones numéricas espurias
debidas a éstas y se garantice una mejor estabilidad numérica de la solución.
Por ello, en esta investigación se ha desarrollado la formulación necesaria para am-
pliar los algoritmos de integración de la familia de Newmark ya implementados en el
código GeHoMadrid (GHM), a los denominados Métodos α-generalizados, que con-
sisten en una formulación generalizada [44] que permite obtener cualquier algorit-
mo de la familia de Newmark ası́ como otros algoritmos disipativos introduciendo
dos nuevos parámetros. En esta tesis se analizan los siguientes algoritmos: New-
mark γ = 1/2 − β = 1/4 (NM3), Newmark γ = 0,6 − β = 0,3025 (NM6), Newmark
γ = 0,51 − β = 0,2575 (NM7), el algoritmo de Hilber, Hughes y Taylor (HHT) y el
algortimo de Wood, Bossak y Zienkiewicz (WBZ).
5.1. CONCLUSIONES 263

- Tradicionalmente, la forma de evaluar el comportamiento de un algoritmo de integra-


ción temporal es a través de su estabilidad numérica y su precisión, para un SDOF
sin amortiguamiento y en vibración libre. La primera de ellas se analiza con el radio
espectral de la matriz de amplificación frente al ratio ∆t/Tn , y la segunda a través de
la variación en la amplitud del desplazamiento y de la elongación del periodo.

En este documento se presenta una forma alternativa de evaluar el comportamien-


to de los algoritmos de integración basada en las funciones de transferencia (FT)
propias de cada uno de ellos frente a la exacta. Esta nueva metodologı́a permite, a
diferencia de la anterior, evaluar la respuesta bajo vibración forzada desde un enfoque
frecuencial que depende de cuatro parámetros: la frecuencia de la solicitación (ω), la
frecuencia natural del sistema (ωn ), el amortiguamiento del sistema (ξ) y el paso de
tiempo (∆t). Las FT se han obtenido tanto para la familia de algoritmos de Newmark
como para el método α-generalizado, y se han definido para diferentes valores de ω,
ωn y ∆t.

- De la comparación de las FT numéricas frente a la exacta se puede comprobar que


ambas coinciden, prácticamente, para los sistemas de periodo más largo y no para
los sistemas de periodo muy corto (altas frecuencias), aunque, a medida que ∆t dis-
minuye las FT se aproximan más entre sı́. Las FT numéricas se pueden encontrar
desplazadas o escaladas con respecto a la exacta, en el primer caso supone una dis-
torsión de la frecuencia y en el segundo un efecto de amplificación/deamplificación.
Este último se observa, especialmente, en los conocidos algoritmos disipativos de al-
tas frecuencias como NM6, HHT y WBZ, siendo el NM6 el que mayor amortiguamiento
numérico introduce con respecto al resto, mientras que, a través de las FT también se
puede verificar que el NM3 no introduce amortiguamiento alguno.

- A través de dos ejemplos de validación, uno para un medio seco y otro para un me-
dio saturado, tanto en la respuesta en desplazamientos como en presión de poro, se
puede comprobar que los nuevos algoritmos están correctamente implementados en
GHM, y que, en dichos ejemplos se reproducen la práctica totalidad de los comporta-
mientos detectados a través de esta nueva metodologı́a basada en las FT.

Del tratamiento numérico de la interfaz de contacto suelo-estructura

- A pesar de la gran variedad de metodologı́as para afrontar los fenómenos de interac-


ción suelo-estructura, éste es un tema actualmente en continuo desarrollo, que dada
su complejidad requiere de nuevas investigaciones.

- Tras la revisión de las principales técnicas para modelar la interfaz, se han adoptado
para esta investigación unos elementos finitos especiales conocidos como elementos
de pequeño espesor (((Thin Layer ))), por su idoneidad para ser implementarlos en un
código de elementos finitos preexistente, y por los resultados satisfactorios avalados
por otras investigaciones. La programación desarrollada de estos elementos en GHM
264 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

permite incluir diferentes interfaces (geometrias, propiedades y modelos constitutivos)


dentro de un mismo modelo.

- Estos elementos permiten reproducir los diferentes comportamientos que se pueden


presentar en la interfaz suelo-estructura, siendo el deslizamiento relativo entre ambos
materiales el más significativo. Los elementos de pequeño espesor presentan un ratio
de forma pequeño y una ley constitutiva propia para el comportamiento normal (direc-
ción normal a la interfaz) y otra para el comportamiento tangencial (dirección paralela
a la interfaz), de tal forma que ambos comportamientos están desacoplados.

• El comportamiento normal está gobernado principalmente por dos módulos de


elasticidad, uno en compresión (E) y otro en tracción (Etrac ), de este modo se
consigue reducir, e incluso suprimir en los casos más sencillos, la transmisión
de esfuerzos de tracción a través de la interfaz. Para identificar las tracciones en
la interfaz en cada paso de cálculo, se ha implementado un sistema de localiza-
ción de dicho estado basado en ((etiquetas)). En total se definen cuatro estados,
que se detectan por un cambio de signo en las deformaciones normales de los
elementos de interfaz con respecto al estado del paso de tiempo anterior. Jun-
to a este mecanismo, también se ha implementado un segundo mecanismo de
control que verifica el signo de las tensiones normales. Para asegurar un cambio
gradual pero rápido en la rigidez normal de la interfaz cuando se produce un cam-
bio en el signo de las tensiones normales, se han implementado diferentes leyes
de tipo exponencial para el módulo de elasticidad E en función de la deformación
normal de la interfaz.
• A través del comportamiento a cortante se reproduce principalmente el desliza-
miento entre ambas caras del contacto. Este modo de deformación resulta de
especial interés en modelos de estructuras de contención, ya que, es el encar-
gado del desplazamiento relativo entre el relleno y el muro. El comportamiento
a cortante se define por unas leyes constitutivas propias, a través del módulo
de elasticidad transversal (G) e independientes de las definidas para el com-
portamiento normal. Estas leyes se aplican cuando las tensiones normales son
de compresión, y, en caso contrario, se aplica un valor muy pequeño de G. Los
modelos constitutivos implementados en esta tesis para el comportamiento a cor-
tante son: elástico lineal, elástico lineal con un criterio Mohr-Coulomb y elástico
hiperbólico.

- A lo largo de los ejemplos de validación se puede comprobar que los elementos de


interfaz implementados funcionan correctamente y son adecuados para reproducir
adecuadamente el fenómeno de interacción entre dos superficies, puesto que los re-
sultados numéricos coinciden con las soluciones analı́ticas de referencia utilizadas
para todos los modelos constitutivos implementados. Por otra parte, el mecanismo
adoptado para controlar y reducir la trasmisión de tracciones en la interfaz, también ha
resultado satisfactorio a la vista de la solución obtenida en el correspondiente ejemplo
de validación.
5.1. CONCLUSIONES 265

5.1.3. De la respuesta de una estructura de contención rı́gida bajo carga


armónica

- Mediante la aplicación de sucesivas etapas de cálculo donde se incorporan diferentes


componentes del modelo progresivamente, se puede reproducir satisfactoriamente el
estado tensional inicial del problema para iniciar a partir de él, la etapa de cálculo
dinámico.

- A través de las simulaciones desarrolladas se puede verificar que, tanto en el caso


con relleno seco como saturado, se produce un movimiento del muro que resulta de la
combinación de dos, rotación respecto a la base junto con traslación, bajo la condición
de empuje activo. Este tipo de comportamientos ya han sido identificados también por
los métodos simplificados.

- Del análisis del estado tensional estático, previo a la etapa dinámica, se puede com-
probar que:

• En ambos casos, seco y saturado, las leyes de presiones horizontales sobre el


trasdós presentan un marcado carácter no lineal, alejado de la tradicional dis-
tribución lineal asumida por la ley de Coulomb, encontrándose un mejor ajuste
entre los resultados numéricos y la ley de Coulomb en el caso seco frente al
saturado. Dicha distribución no lineal viene justificada por el tipo de movimiento
que presenta el muro y resulta coherente con los resultados reportados por otros
investigadores, tanto de teorı́as simplificadas como Wang [24] o Dubrova [26],
como por modelos numéricos tales como los de Potts y Fourie [33] o Matsuzawa
y Hazarika [36].
• Las resultantes numéricas de los empujes horizontales tampoco se aproximan al
valor dado por la teorı́a de Coulomb, siendo ligeramente inferior a ésta para el
caso seco y notablemente superior para el caso saturado.
• Por otra parte, la distribución de tensiones tangenciales prácticamente no ha sido
tratada en las diferentes investigaciones publicadas, ni con metodologı́as simpli-
ficadas ni con modelos numéricos. De los resultados numéricos obtenidos en
esta investigación, se comprueba que éstas presentan una distribución aproxi-
madamente triangular, con el máximo localizado en el tercio superior del muro
y decrecientes con la profundidad, análogo al comportamiento identificado por
Dewoolkar et al. [42].
• El valor del coeficiente de empuje de tierras (ratio entre las tensiones horizontales
frente a las verticales), no es uniforme con la altura del muro, mostrando una
distribución similar tanto en el caso seco como saturado, aunque de diferente
magnitud y alejado del coeficiente de empuje activo de Coulomb, lo que indica
que la estructura se encuentra en una condición de empuje activo intermedia.
• Los elementos de interfaz pueden reproducir satisfactoriamente el desplazamien-
to relativo entre ambas caras de la interfaz, tanto para el contacto del trasdós
como de la base.
266 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

- De la respuesta dinámica de los dos casos extremos analizados, seco y saturado, se


obtienen las siguientes conclusiones:

• Al igual que en el cálculo estático, en ambos casos se produce de nuevo un


movimiento del muro resultante de la combinación de rotación respecto a la base
junto con una traslación, predominando el segundo frente al primero.

• En las respuestas tanto en desplazamientos como en tensiones y resultantes,


se identifica claramente una componente transitoria seguida de una componente
estacionaria, debida a la vibración forzada impuesta y, de frecuencia similar a la
frecuencia de la solicitación aplicada.

• Del análisis de la interfaz se puede observar que el desplazamiento horizontal


de ambas caras de contacto es prácticamente coincidente entre sı́, e igual al que
experimenta la estructura rı́gida, mientras que el desplazamiento vertical es com-
pletamente diferente, tanto en amplitud como en fase, siendo muy superiores los
del lado del relleno frente a los del muro. Por lo tanto los elementos de interfaz,
también para el caso dinámico, pueden reproducir correctamente el deslizamien-
to relativo entre muro y relleno. El comportamiento es equivalente para la interfaz
de la base.

• Al igual que en el caso estático, las leyes de tensiones horizontales sobre el


trasdós son claramente no lineales con la altura del muro, de distribución apro-
ximadamente parabólica. En el caso seco se aproxima, para algunas cotas, al
valor dado por la distribución de presiones de Mononobe-Okabe (M-O), mientras
que, en el caso saturado es muy superior a éste. Estos comportamientos tam-
bién se han observado en la etapa estática con las leyes de presiones dadas
por Coulomb. Puesto que el método de M-O es una extrapolación del método
de Coulomb a un caso pseudo-estático, es razonable que se repitan las mismas
singularidades en el cálculo dinámico. En todos los casos y como cabrı́a esperar,
el valor de las tensiones horizontales es muy superior a las tangenciales.

• Para las distribuciones de tensiones tangenciales sobre el trasdós se observan


una leyes triangulares, salvo en la parte más inferior del muro, tanto en la etapa
estática como dinámica, donde para esta última es prácticamente independiente
del tiempo.

• En el caso saturado, la distribución de presión de poro sobre el trasdós tiene


tendencia curvilı́nea, de magnitud inferior al valor de Westergaard aunque de
orden de magnitud similar.

• En el caso saturado, los valores del ratio de licuefacción (ru ) son relativamente
elevados, presentando fuertes oscilaciones durante la respuesta transitoria, para
alcanzar finalmente una respuesta estacionaria. Sobre este parámetro influyen,
entre otros, la proximidad al muro y los fenómenos de interacción con él, como
también comprobaron Alyami et al. y Arablouei et al. en sus respectivas investi-
gaciones [43, 236].
5.1. CONCLUSIONES 267

• Las resultantes de los empujes horizontales (Eah ) presentan una frecuencia de


oscilación próxima a la de la solicitación durante la fase estacionaria. En el caso
seco, Eah es inferior al valor de M-O y el punto de aplicación1 oscila entre 0.07H
y 0.42H, mientras que en el caso saturado, Eah es superior al valor de M-O y
el punto de aplicación oscila entre 0.28H y 0.58H, alcanzando los valores más
altos durante la fase estacionaria. De la combinación de ambos parámetros se
comprueba que los momentos desestabilizadores respecto a la base obtenidos
del modelo numérico son inferiores al calculado con M-O en el caso seco y su-
periores en el caso saturado. En resumen, el modelo M-O tiende a sobreestimar
el empuje y acción desestabilizadora de éste frente al vuelco cuando el relleno
esta seco y a subestimar éstos cuando el relleno esta saturado.
• La resultante de la tensiones tangenciales (Eav ) presenta un valor prácticamente
constante e independiente del tiempo, tanto en el caso seco como saturado.
• En el caso saturado, la resultante del empuje de presión de poro (Ew ) del mode-
lo numérico es inferior al valor de Westergaard, aunque dentro del mismo orden
de magnitud. El punto de aplicación de Ew obtenido del modelo numérico os-
cila entre 0.24H y 0.43H, próximo a los valores dados por Westergaard, por lo
tanto, el momento desestabilizador respecto a la base es inferior al del cálculo
simplificado.
• Eah se encuentra completamente en fase con Ew a lo largo de la respuesta es-
tacionaria, resultando una combinación de acciones desfavorable de cara a la
estabilidad del muro.

5.1.4. Del estudio paramétrico sobre diferentes aspectos numéricos

De la influencia de los contornos absorbentes sobre la respuesta en una es-


tructura de contención rı́gida

- A través de las historias temporales analizadas, tanto en desplazamientos, tensiones


como presión de poro, se ha comprobado que es necesario aplicar un tratamiento
numérico en los lı́mites laterales del modelo, puesto que los contorno fijos no son
válidos. En esta investigación se ha optado por condiciones de contorno absorbentes,
para alcanzar ası́ unos resultados numéricamente admisibles.

De la influencia del estado tensional inicial, K0 , sobre la respuesta en una


estructura de contención rı́gida

- La elección de un estado tensional inicial u otro basado en imponer un determinado


valor de coeficiente de empujes de tierras al reposo K0 , afecta significativamente a los
resultados numéricos obtenidos del modelo, con lo cual no es recomendable su uso
para el tipo de problemas que se consideran en esta investigación.
1
Todas las cotas correspondientes al punto de aplicación de cualquier resultante están referidas a la base
del muro.
268 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

- En el cálculo de una estructura de contención, la distribución de presiones horizonta-


les y el coeficiente de empuje de tierras, que no es constante con la altura de muro,
son variables del problema. Determinar las mismas, es aún más complejo porque de-
penden de la magnitud y tipo de movimiento que experimente el muro.

- En trabajos previos desarrollados por otros investigadores como Potts y Fourie [32]
para modelos estáticos de estructuras de contención, ya se destaca la gran depen-
dencia de las presiones en el tradós del parámetro K0 .

- Para el caso seco, se descartan los valores adoptados en la práctica habitual como
K0 = 1, porque se obtienen resultados anómalos puesto que se fuerza a la estructura
a partir de una condición de empuje más próxima al reposo y muy alejada de la con-
dición activa. También se descarta el valor de K0 = 0,50 al subestimar las tensiones
horizontales y sobreestimar las tangenciales sobre el trasdós, lo que no está del lado
de la seguridad frente a la estabilidad de la estructura.

No se observan diferencias significativas en las respuestas cuando se emplean los va-


lores de K0 = 0,18 (Coulomb), K0 = 0,23 (M-O) o K0 = 0,29 (valor máximo del cálculo
estático previo), ya que todos los casos tienden a dar menores desplazamientos del
muro, asientos del relleno, empujes horizontales y verticales que cuando se parte del
cálculo estático previo (K∗Estático ). Destaca de forma muy relevante la aparición de
leyes de tensiones horizontales de distribución uniformes con la altura del muro, a la
vez que unas leyes de tensiones tangenciales casi nulas para cualquiera de estos tres
valores de K0 , lo que no se corresponde con la realidad.

- Para el caso saturado, tampoco se observan grandes diferencias en los desplazamien-


tos del muro y asientos del relleno entre los valores K0 = 0,18 (Coulomb), K0 = 0,23
(M-O) o K0 = 0,47 (valor máximo del cálculo estático previo), aunque los resultados
obtenidos en todos los casos son menores a los de K∗Estático .

Por el contrario, el valor de K0 utilizado sı́ afecta de forma muy significativa a los
empujes horizontales sobre el trasdós, observando los mejores ajustes con K∗Estático
para K0 = 0,18. Asimismo influye notablemente en la ley de presiones horizontales
sobre el muro. Por otra parte, los resultados de empujes verticales y presión de agua,
tanto en resultantes como en leyes de presiones, para los casos K0 = 0,18 y K0 =
0,23 son muy similares entre sı́, diferenciándose significativamente de los resultados
obtenidos con K0 = 0,47 y K∗Estático .

De la influencia de los algoritmos de integración temporal sobre la respuesta


en una estructura de contención rı́gida

- Determinar la influencia del algoritmo de integración temporal en la respuesta del muro


es un proceso bastante complejo a pesar de que se ha analizado tanto en el dominio
del tiempo como desde un punto de vista frecuencial. En él intervienen múltiples fac-
tores, tales como el contenido frecuencial de la señal, los modos de vibración propios
5.1. CONCLUSIONES 269

del problema, la rigidez de la estructura, las propiedades del relleno, el amortigua-


miento del medio, la interacción con la propia estructura, el efecto disipador del agua,
la posibilidad de que se reintroduzcan en el relleno reflexiones de las ondas al incidir
sobre la estructura rı́gida, el algoritmo de integración, el paso de tiempo, la aplicación
de amortiguamiento Rayleigh o no, entre otros.

- Independientemente del algoritmo de integración y de forma inherente al propio pro-


blema, la respuesta de relleno obtenida para el caso seco presenta mayor conteni-
do de altas frecuencias que en el caso saturado. Mientras que en ambos casos, la
respuesta de la estructura rı́gida tiene un contenido frecuencial muy similar al de la
propia solicitación. Por otra parte, en el caso saturado, el contenido frecuencial de la
respuesta de la presión de poro es mayor que el de las respuestas en tensiones.

- En el caso seco, el algoritmo Newmark γ = 0,51 − β = 0,2575 (NM7) presenta un


comportamiento anómalo en algunos de los parámetros, como el empuje activo hori-
zontal (Eah ) ya que altera notablemente el contenido de bajas frecuencias, mientras
que en el caso saturado, el algoritmo de Wood, Bossak y Zienkiewicz (WBZ) presenta
importantes discrepancias en el calculo de Eah con respecto al resto de algoritmos.

- En la mayorı́a de las respuestas analizadas para el caso seco, se comprueba que las
soluciones obtenidas con Newmark γ = 0,6 − β = 0,3025 (NM6) y Hilber, Hughes y
Taylor (HHT) se encuentran muy próximas entre sı́. Sin embargo, el número de itera-
ciones necesarias para la convergencia con HHT es superior a NM6. Por otra parte,
estos algoritmos disipativos permiten eliminar los ruidos asociados a las altas frecuen-
cias que se introducen en el relleno, como se comprueba respecto a los resultados
obtenidos del algoritmo no disipativo Newmark γ = 1/2 − β = 1/4 (NM3).

- En el caso saturado, se obtienen soluciones muy próximas entre sı́ con todos los algo-
ritmos utilizados, a la vez que el esperado efecto de amortiguamiento o laminación de
las altas frecuencias, al tratarse de algoritmos disipativos, es muy reducido o práctica-
mente no se produce en muchos casos, y en cualquier caso es mucho menor que en
el caso seco.

- La metodologı́a propuesta para evaluar los algoritmos de integración basada en las


Funciones de Transferencia (FT) permite identificar, al menos a grandes rasgos, el
comportamiento que presenta un determinado algoritmo de integración paso a paso.
Si bien, en los ejemplos más sencillos investigados, modelos elásticos, esta meto-
dologı́a predice bastante bien los comportamientos observados, también es aplica-
ble a problemas más complejos con comportamientos plásticos y disipativos, como
la estructura de contención analizada tanto con relleno seco como saturado. De for-
ma general, dicha metodologı́a es capaz de predecir la influencia sobre la respuesta
(precisión) de emplear uno u otro algoritmo de integración en función del periodo fun-
damental del problema, en función del resto del contenido frecuencial inherente al
problema y de la capacidad del algoritmo para amortiguar o laminar parcialmente el
rango de altas frecuencias cuando las hay.
270 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

De la influencia de las propiedades de la interface sobre la respuesta en una


estructura de contención rı́gida

- Para el análisis estático, tanto con relleno seco como saturado, se observa que la
rigidez de la interface no influye en las presiones horizontales sobre el trasdós, pe-
ro si afecta significativamente a las tensiones tangenciales, que son de distribución
triangular y de mayor magnitud a medida que la rigidez aumenta.

- Tanto con relleno seco como saturado, la rigidez de la interface tiene poca influencia
sobre los desplazamientos de la estructura, aunque a mayor valor de G menor des-
plazamiento. Por otra parte, los asientos del relleno son independientes de la rigidez
de la interface durante la fase de respuesta transitoria, pero se observa mayor depen-
dencia a media que la respuesta progresa hacia la estacionaria, especialmente en el
caso seco.

- En la etapa dinámica, los empujes horizontales sobre el muro dependen de forma


mas significativa de la rigidez de la interface en el caso seco (mayor empuje a mayor
rigidez) frente al saturado, donde prácticamente no influye. Por el contrario, tanto en
el caso seco como en el saturado y al igual que en el caso estático, el empuje vertical
depende claramente de la rigidez, especialmente con relleno seco, obteniendo mayo-
res empujes a media que la rigidez es más alta. Por último, la resultante del empuje de
agua sobre el trasdós en el caso saturado no depende significativamente de la rigidez
durante la respuesta estacionaria pero sı́ durante la transitoria.

- La distribución de tensiones horizontales sobre el trasdós es de tipo no lineal en to-


dos los casos analizados, y tiene escasa dependencia de la rigidez de la interface,
sobretodo en el caso saturado. Por el contrario, y de forma análoga al caso estáti-
co, la distribución de tensiones tangenciales sobre el trasdós presenta una geometrı́a
triangular y fuerte dependencia de G, con valores más altos a media que aumenta la
rigidez. La distribución de presión de poro sigue una tendencia no lineal con la altura,
y depende ligeramente de la rigidez de la interface aunque no de forma proporcional
a ésta.

- En general, la variación de la respuesta de la estructura no es proporcional a la varia-


ción de la rigidez, ya que, excepto los esfuerzos tangenciales, normalmente es más
sensible a un aumento de G que a una reducción. Además la rigidez de la interface
tiene mayor influencia en la respuesta del caso con relleno seco que con saturado.

5.1.5. De las simulaciones numéricas del comportamiento de una estructura


de contención rı́gida sometida a registros sı́smicos reales: resultados
numéricos y métodos simplificados de cálculo

- Se observan discrepancias significativas entre los resultados obtenidos por los dife-
rentes métodos simplificados entre sı́. Hay mayor concordancia entre los resultados
de estos métodos para terremotos más suaves (menor valor de kh ), mientras que las
discrepancias aumentan cuando el sismo es más severo (mayor valor de kh ).
5.2. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN 271

- Los mejores ajustes entre los diferentes métodos simplificados y con el modelo numéri-
co se obtienen para el registro con menor valor de aceleración pico (kh ), tanto con
relleno seco como saturado. Las discrepancias con el modelo numérico también au-
mentan a medida que lo hace el valor de kh , ligeramente en el caso con relleno seco
y de forma más significativa en el caso con relleno saturado. Para mayores valores de
kh , el modelo numérico tiende a devolver empujes superiores a los métodos simplifi-
cados en el caso con relleno seco, y valores menores en el caso con relleno saturado.

5.2. Futuras lı́neas de investigación

Las futuras lı́neas de investigación que se plantean a partir de esta tesis doctoral se
enuncian a continuación.

Respecto a las técnicas numéricas implementadas

- Analizar la influencia en la respuesta dinámica de la estructura si se aplican despla-


zamientos impuestos para determinar el estado tensional inicial del modelo.

- Analizar el comportamiento de las condiciones de contorno absorbentes implementa-


das cuando las ondas inciden de forma oblicua en el borde del dominio, especialmente
cuando se aplican simultáneamente la componente horizontal y vertical del sismo, y
calibrar para ese caso si fuera necesario, los parámetros a y b introducidos por Lysmer
y Kuhlemeyer para mejorar la absorción del contorno.

- Analizar la influencia del amortiguamiento tipo Rayleigh en la respuesta del modelo,


discriminando la influencia de los coeficientes αR para las bajas frecuencias y βR para
las altas frecuencias, tanto con una análisis en el dominio del tiempo como frecuen-
cial. Analizar también su contribución en combinación con los algoritmos de integra-
ción temporal y con el contenido frecuencial de la señal, empleando para ello una
solicitación dinámica con un rango de frecuencias controlado, como el acelerograma
artificial de Bogdanoff utilizado en esta investigación.

- Desarrollar la metodologı́a basada en las Funciones de Transferencia expuesta en es-


ta investigación para estudiar y discriminar el efecto, si se produce, de los algoritmos
de integración en el rango de las bajas y muy bajas frecuencias, a la vista de ciertos
comportamientos singulares observados en determinados métodos paso a paso. Ana-
lizar la contribución del paso de tiempo utilizado en la integración sobre la precisión
de la respuesta en la resolución de problemas complejos.

- Discriminar la posibilidad de que reintroduzcan en el dominio reflexiones de las on-


das al incidir sobre la estructura rı́gida, estudiando desde un enfoque frecuencial las
respuestas obtenidas en diferentes secciones del relleno. Considerar de forma equi-
valente el efecto amortiguador del agua en el caso de relleno saturado.

- Analizar la influencia del ratio de forma (t/L) de los elementos de interface.


272 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

- Aplicar para una estructura de contención, tanto en estático como en dinámico, el


modelo constitutivo elástico hiperbólico implementado para los elementos de interfa-
ce, utilizando para ello datos de investigaciones experimentales que recojan tanto la
caracterización de la propia interface como del material del relleno.

- Analizar la influencia de rigidez de la interface de contacto muro-base, combinada con


las propiedades de la interface muro-relleno, sobre los desplazamientos - giros de la
estructura y las tensiones desarrolladas en el trasdós.

- Aplicar los elementos de interface implementados en GHM a otros problemas donde


se pueden presentar importantes fenómenos de interacción suelo-estructura, como
las cimentaciones superficiales y especialmente, las cimentaciones profundas.

Sobre la respuesta de una estructura de contención

- Para problemas estáticos, proponer en base a una colección de simulaciones numéri-


cas, una ley de empujes activos tanto de tensiones horizontales como tangenciales
sobre el trasdós del muro, en función de los desplazamientos (tipo y magnitud) que
experimente el muro y la condición de empuje que llegue a desarrollar, desde el activo
hasta el pasivo, admitiendo cualquier situación intermedia.

- A partir de diferentes simulaciones numéricas, proponer una metodologı́a para un


cálculo estático que permita estimar el empuje sobre el muro debido a diferentes con-
figuraciones de sobrecarga.

- Contrastar los desplazamientos dinámicos sufridos por la estructura obtenidos del mo-
delo numérico con los resultados calculados a partir de métodos simplificados como
el método de Richard-Elms o Whitman-Lio.

- Aplicar el modelo numérico de esta investigación para la simulación de resultados


experimentales obtenidos de modelos a escala reducida o de obras reales bien carac-
terizadas e instrumentadas después de sufrir un episodio sı́smico.

- Generalizar las simulaciones numéricas a otros casos tipo de estructuras de conten-


ción rı́gidas, también bajo carga dinámica, con diferentes geometrı́as, propiedades
del relleno (parámetros del modelo Pastor-Zienkiewicz calibrados para otros suelos),
y otros registros sı́smicos reales.

- Contrastar las soluciones obtenidas al adoptar un modelo constitutivo mas simple, co-
mo el modelo de Mohr-Coulomb ampliamente utilizado en geotecnia, frente al modelo
de Pastor-Zienkiewicz, en la respuesta dinámica de un muro rı́gido.

- Para problemas dinámicos, definir la distribución y magnitud de las tensiones hori-


zontales y, especialmente las tangenciales, en función del movimiento de muro que
experimente la estructura de contención.
5.2. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN 273

- Determinar la influencia en la respuesta dinámica de estructuras de contención rı́gidas


de parámetros fı́sicos tales como: la densidad relativa del relleno, los parámetros del
modelo constitutivo, la permeabilidad del medio, la posición del nivel freático, el valor
de la sobrecarga, otros valores de rigidez de la estructura de contención (cajones
con relleno). Ası́ como la componente vertical del sismo, la aceleración pico de éste,
el contenido frecuencial y energético de la solicitación a través de parámetros como
Tmedio , Tpromedio , la intensidad de Arias o la densidad de energı́a especifica (SED),
entre otros, o la dirección de aplicación del sismo (hacia el muro o hacia el relleno).

- En problemas saturados, analizar el fenómeno de licuefacción del relleno a través del


ratio de licuefacción (ru ) tanto en puntos del relleno, como en las proximidades del
muro y en la base de cimentación.

- Discriminar la influencia de los numerosos factores anteriores frente a la estabilidad


del muro, tanto a deslizamiento como a vuelco, a través de los correspondientes fac-
tores de seguridad.

- Determinar, en base a simulaciones numéricas, la contribución del empuje pasivo so-


bre la respuesta del muro, tanto en condiciones estáticas como dinámicas.

- Desarrollar un estudio análogo al presentado en esta investigación para estructuras


de contención flexibles, tanto con relleno seco como saturado.

- Introducir en el cálculo otro tipo de cargas dinámicas al margen de los terremotos,


tales como oleaje o tráfico, a fin de analizar el comportamiento de estructuras de con-
tención ubicadas por ejemplo en obras portuarias o en terraplenes de obras lineales.
274 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
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