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INTRODUCCION

Para comprender mejor la historia de la tributación en nuestro país, debemos tener


presente que está marcada por dos momentos diferentes: antes y después de la
llegada de los españoles.

Desde esta perspectiva hay que entender que el desarrollo del proceso a través
del cual el Estado recibe bienes (moneda, especie o trabajo), para cumplir con las
funciones que le son propias (como realizar obras o brindar servicios para el bien
común), va a ser distinto en ambos periodos. Mientras que en el mundo andino
éste se dio a través de la reciprocidad, entendida como un intercambio de energía
humana, fuerza de trabajo o de "favores"; en el mundo occidental, se dio un
proceso que produjo como resultado la entrega de dinero o productos a la
autoridad, en términos muchas veces coercitivos.

La invasión española trajo una serie de cambios en las relaciones sociales y de


producción del Tawantinsuyo. Dentro de este conjunto de cambios se instituyó la
obligación de pagar tributos por parte de la población nativa a los conquistadores.
Se precisaron los medios que se utilizarían, para recaudar los tributos indígenas,
además se señalaron las obligaciones tributarias existentes para las demás castas
del virreinato. Asimismo se formó la institución que administró los tributos
recaudados.

La forma de tributar en el contexto occidental tuvo características propias. El


tributo consistió en la entrega de una parte de la producción personal o
comunitaria al Estado, cuyo fundamento se sustentaba en un orden legal o
jurídico. Fue trastocada la relación que existió en la época prehispánica en la que
la entrega de bienes o fuerza de trabajo se sustentaba en los lazos de parentesco
que fueron el fundamento de la reciprocidad. La nueva forma de tributación se
organizó en base a las ordenanzas y los mandatos del rey, de acuerdo a tasas o
regímenes establecidos.

Por lo tanto, tomaremos el mundo antiguo para conocer cómo el Estado peruano
alcanzaron un alto desarrollo, siguiendo una dinámica
diferente a la del mundo occidental, no estrictamente reconocido como tributo, sino
como una forma precursora de éste.
SISTEMA TRIBUTARIO PERUANO
I. CONCEPTO

El sistema tributario peruano es el conjunto de impuestos, contribuciones y


tasas que existen en el Perú.

II. ESTRUCTURA

El Estado peruano es el poder político organizado por la Constitución de 1993.


El Estado se encuentra organizado en tres niveles de gobierno: nacional,
regional y local.

Cada uno de estos niveles agrupa diferentes unidades ejecutoras o


productoras de bienes y servicios públicos cuyos costos operativos deben ser
financiados básicamente con tributos.

El Decreto Legislativo No. 771, vigente desde enero de 1994, es denominado


como la “Ley Marco del Sistema Tributario Nacional”.

Esta norma regula la estructura del sistema tributario peruano, identificando


cuatro grandes sub-conjuntos de tributos en función del destinatario de los
montos recaudados:
1. Sub-conjunto de tributos que constituyen ingresos del Gobierno
Nacional, según el art. 2.II.1 del D. Leg. No.771

Cesare Cosciani señala que en virtud del principio de la contraprestación el


usuario de los bienes y servicios que ofrece el Estado debe cumplir con un
pago a título de remuneración o retribución.

Si un contribuyente utiliza los bienes y servicios estatales, ubicados en


diferentes partes del país, debe retribuir a través del pago de impuestos a
favor del Gobierno Nacional compuesto fundamentalmente por el Poder
Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial.

Estos impuestos se encuentran detallados en el D. Leg. No. 771. Se trata


del Impuesto a la Renta, Impuesto General a las Ventas, Impuesto
Selectivo al Consumo, Derechos Arancelarios y Régimen Unico
Simplificado. El Impuesto a la Renta grava los ingresos de las personas
naturales y empresas.
El Impuesto General a las Ventas grava fundamentalmente la generalidad
de las ventas de bienes, los servicios prestados por las empresas y las
importaciones de bienes.

El Impuesto Selectivo al Consumo afecta solamente unas cuantas


operaciones de venta y servicios llevadas a cabo por las empresas.

En materia de Derechos Arancelarios se tiene fundamentalmente un


impuesto que grava las importaciones de mercancías que se realizan en el
Perú.

El Régimen Unico Simplificado – RUS consiste en el pago de un solo


impuesto, en sustitución del Impuesto a la Renta e Impuesto General a las
Ventas. El RUS está dirigido fundamentalmente a las pequeñas empresas.

También constituyen recursos del Gobierno Nacional las tasas que cobra
por los servicios administrativos que presta.

2. Sub-conjunto de tributos que constituyen ingresos de los Gobiernos


Regionales

De conformidad con el art. 74 de la Constitución, los Gobiernos


Regionales pueden crear contribuciones y tasas.

Se trata de ingresos tributarios para los Gobiernos Regionales que no


están contemplados en el D. Leg. No. 771.

2. Sub-conjunto de tributos que constituyen ingresos de los Gobiernos


Locales, de conformidad con el art. 2.II.2 del D. Leg. No. 771.

En la medida que un contribuyente utiliza los bienes y servicios de su


localidad, tiene que retribuir a través del pago de impuestos, contribuciones
y tasas que son recaudadas por las Municipalidades Distritales y
Provinciales.

Estos tributos no están detallados en el D. Leg. No. 771. El citado


dispositivo señala que la Ley de Tributación Municipal – LTM establece la
relación de los tributos que financian a las 1,832 Municipalidades
actualmente existentes.

3.1. Impuestos

En materia de impuestos los arts. 3.a, 6 y 3.c de la LTM se refieren al


Impuesto Predial, Impuesto de Alcabala, Impuesto al Patrimonio
Vehicular, Impuesto a las Apuestas, Impuesto a los Juegos, Impuesto a
los Espectáculos Públicos No Deportivos, Impuesto de Promoción
Municipal, Impuesto al Rodaje e Impuesto a las Embarcaciones de
Recreo.

Las leyes No. 27153 y No. 27796 regulan el Impuesto a los Juegos
Tragamonedas y los Juegos de Casinos que también constituyen
ingresos de las Municipalidades.

El Impuesto Predial grava la propiedad de predios, el Impuesto de


Alcabala afecta a las adquisiciones de propiedad de predios, el
Impuesto al Patrimonio Vehicular incide sobre la propiedad de vehículos
que –a grandes rasgos- comprende desde los automóviles hasta los
camiones y ómnibuses.

El Impuesto a las Apuestas grava fundamentalmente los ingresos del


Jockey Club del Perú por concepto de apuestas hípicas, el Impuesto a
los Juegos afecta los ingresos de las entidades que organizan los
juegos de sorteos, rifas, bingos y pimball, así como los premios que
obtiene el ganador del juego de la lotería; el Impuesto a los
Espectáculos Públicos No Deportivos incide en los consumos (gastos
de esparcimiento) que realizan los sujetos cuando por ejemplo asisten
al cine o presencian un show musical moderno (show de una banda de
rock o una orquesta de salsa).

El Impuesto de Promoción Municipal grava básicamente las ventas de


bienes y prestaciones de servicios que realizan las empresas, así como
las importaciones de bienes. El Impuesto al Rodaje afecta a la
importación y venta en el país de combustibles para vehículos. El
Impuesto a las Embarcaciones de Recreo incide sobre la propiedad de
yates, deslizadores, etc.

El Impuesto a los Juegos Tragamonedas grava los ingresos de las


entidades organizadoras de juegos mecanizados donde existe la
posibilidad de premios para el ganador. El Impuesto a los Juegos de
Casino afecta los ingresos de las entidades organizadoras de juegos de
mesa donde se utilizan dados, naipes o ruletas.

3.2 Contribuciones

Respecto a las contribuciones debemos indicar que los arts. 3.b y 62 de


la LTM hacen referencia a la contribución especial de obras públicas.
No cabe la contribución por servicios.

3.3 Tasas

Con relación a las tasas los arts. 3.b y 68 de la LTM contemplan las
siguientes modalidades: tasas por servicios públicos o arbitrios, tasas
por servicios administrativos o derechos, tasa por la licencia de apertura
de establecimiento, tasa por estacionamiento de vehículo, tasa de
transporte público, tasas especiales por fiscalización o control
municipal.

4. Sub-conjunto de contribuciones que constituyen ingresos para otras


reparticiones públicas diferentes del Gobierno Nacional y Local,
conforme lo dispuesto por el art. 2.3 del D. Leg. No. 771

Se trata de las contribuciones de seguridad social que financian el sistema


de salud administrado por ESSALUD y el sistema público de pensiones
administrado por la Oficina de Normalización Previsional - ONP. La
contribución al servicio nacional de adiestramiento técnico industrial –
SENATI y la contribución al servicio nacional de capacitación para la
industria de la construcción – SENCICO.

La norma también hace referencia a la contribución al fondo nacional de


vivienda – FONAVI, pero se trata de un tributo ya derogado por la Ley No.
26969 a partir de setiembre de 1998.

En sustitución a la contribución al FONAVI la citada Ley No. 26969


estableció el Impuesto Extraordinario de Solidaridad – IES el mismo que –a
grandes rasgos- incide en los trabajadores independientes y en los
empleadores (de trabajadores dependientes).

El IES ha quedado sin efecto a partir de diciembre del 2004 en virtud de la


Ley No. 28378 del 10-11-04.

III. HISTORIA DE LA TRIBUTACIÓN EN EL PERÚ

Una breve relación de las grandes reformas efectuadas en el pasado al


sistema tributario peruano nos muestra que, en 1934, Con la promulgación
de la Ley Nº 7904, se implantó por primera vez en el Perú un sistema
tributario coherente que definió, por su origen, distintas clases de renta,
estableciendo deducciones, y afectándolas con impuestos y tasas
diferenciados que, en su momento, se denominaron “impuestos cedulares”,
y con un régimen de impuesto complementario que afectaba a las personas
naturales sobre el total de sus rentas y ganancias anuales.

En 1968, después de 33 años de vigencia, se derogó la Ley Nº 7904


mediante el Decreto Supremo Nº 287-68-HC, promulgado por el Poder
Ejecutivo en virtud de facultades delegadas por el Congreso Nacional
mediante la Ley Nº 17044, de 20 de junio de 1968. Nótese que esta fue la
primera vez que las nuevas normas tributarias fueron diseñadas y puestas
en vigencia directamente por el Poder Ejecutivo, sin pasar por la discusión y
aprobación u opinión previas del Congreso de esa época y que el régimen
tributario puesto entonces en vigencia significó una primera gran Reforma
Tributaria, que sustituyó el sistema de “impuestos cedulares” por un sistema
distinto de Impuesto Unico a la Renta, acorde con las recomendaciones de
la Organización de Estados Americanos (OEA) y con las corrientes
mundiales que aconsejaban la implantación un sistema tributario sobre la
renta, moderno y armonizado con los que se fueron implantando en el resto
de los países latinoamericanos.

Cabe destacar que anteriormente, más precisamente el 12 de agosto de


1966, mediante Decreto Supremo N° 263-H, ya se había promulgado el
Código Tributario – Principios Generales, en virtud de la autorización del
Congreso otorgada por la Ley N° 16043, para que el Poder Ejecutivo
pusiera en vigencia el Proyecto dictaminado por la Comisión Revisora
creada por la Ley N° 14858. Como en el caso anterior, esta norma
fundamental para la seguridad jurídico tributaria también había sido el
resultado de facultades delegadas por el Poder Legislativo al Poder
Ejecutivo.

Se puede afirmar que la Reforma Tributaria iniciada en 1968 se


complementó en noviembre de 1972 con la promulgación del Decreto Ley
Nº 19620, que derogó el antiguo Impuesto de Timbres Fiscales
sustituyéndolo con el que se denominó “Impuesto a los Bienes y Servicios”
cuya concepción siguió, con algunas limitaciones, los principios técnicos
que regulan el Impuesto a Valor Agregado (Base Financiera).
Posteriormente este impuesto se modernizó con la implantación del
Impuesto General a las Ventas mediante la promulgación del Decreto
Legislativo Nº 190, dictado, nuevamente, al amparo de las facultades
delegadas por el Congreso, mediante la Ley Nº 23230, para que el Poder
Ejecutivo pudiera legislar en materia tributaria.

Como se puede comprobar, la Reforma Tributaria iniciada en el año 1968,


con la implantación del Impuesto Único a la Renta y complementada con la
del Impuesto al valor Agregado (IGV) es, en lo fundamental, la que se ha
mantenido vigente hasta nuestros días, con las modificaciones y
adaptaciones necesarias para su adecuación a los cambios ocurridos en la
economía mundial, a la aparición de nuevas modalidades de negocios y de
tecnologías de información y, sobre todo, para afrontar la lucha contra la
evasión tributaria consecuencia de una creciente economía informal.

A partir de 1992 se inicia un nuevo proceso de reforma que, sin cambiar en


su esencia los regímenes del Impuesto a la Renta y del Impuesto General a
las Ventas, derogó un gran número de impuestos de menor importancia y
difícil control, reorganizó y fortaleció la Administración Tributaria (SUNAT) y
modificó, el régimen del Impuesto a la Renta vigente desde 1968, para
adaptarlo a la aplicación de las nuevas tecnologías de información, cuya
utilización intensiva fortaleció el accionar de la SUNAT en su misión de
control de los contribuyentes y de la recaudación y la dotó de nuevas
herramientas para apoyar la fiscalización de las obligaciones tributarias.
Hecho este brevísimo recuento de la evolución del Sistema Tributario
Peruano, una primera aproximación al tema de la Reforma Tributaria que se
estaría comenzando a analizar obliga a tener muy en claro, para comenzar,
aquello que no debería ser comprendido en la reforma.

En efecto, el sistema tributario del Perú se sustenta en cuatro grandes


tributos: el Impuesto Único a la Renta, el Impuesto General a las Ventas y
Selectivo al Consumo, los Aranceles de Importación, los Tributos
Municipales y, en el futuro, los Tributos Regionales. Existen además ciertos
tributos o cargas, algunos sectoriales otros temporales, como la Regalía
Minera, el Impuesto Temporal a los Activos Netos, el Impuesto a las
Transacciones Financieras y otros que, por su propia naturaleza, no puede
afirmarse que forman parte de un sistema tributario coherente y armónico,
sino que su existencia obedece mas bien a cubrir necesidades coyunturales
del Tesoro Nacional; y bien podría decirse que son, por lo tanto, exacciones
fiscales extra sistema tributario.

Así las cosas, se puede llegar a la conclusión que “el núcleo duro” del
sistema tributario nacional está conformado por los cuatro tributos antes
referidos, los mismos que, por razones doctrinarias, históricas y técnicas, y
por los compromisos internacionales asumidos por el país, no deberían ser
derogados ni sustituidos por otros que fueran diametralmente distintos o
que se aparten de la concepción de un impuesto que graven las rentas o
ganancias netas de gastos, o del Impuesto a Valor Agregado, que es un
tributo de creciente aceptación mundial y que facilita el comercio
internacional evitando la exportación de impuestos internos.

No debe esperarse, por lo tanto, que la reforma en ciernes signifique la


creación de un sistema tributario que se aparte de la concepción y de los
principios que sustentan al que rige actualmente en el país y que, más bien,
las difíciles tareas por afrontar deberán estar enfocadas a un “volver a las
fuentes” de un sistema tributario que proteja los derechos de los
contribuyentes frente al poder tributario del Estado y que restablezca el
necesario equilibrio entre el ejercicio de esos derechos y la necesidad de
obtener recursos fiscales sanos y permanentes, eliminando exoneraciones,
y de combatir la evasión tributaria ampliando la base de contribuyentes.

1. Tributo indígena

Una de las fuentes de recursos financieros más importantes que tuvo el


virreinato fue el tributo indígena. Cobrado primero por los
encomenderos y luego, según disposiciones del virrey Toledo, por los
corregidores. Éstos últimos tenían, además, la potestad de fijar las
tasas del tributo y controlar los fondos guardados en las Cajas de la
Comunidad (Cajas creadas en cada reducción o pueblo de indios).
El tributo debía ser pagado a los corregidores en junio (San Juan) y
diciembre (Navidad), de acuerdo al monto en metálico y especies fijado
por el corregidor. El curaca era quien recibía directamente el tributo y lo
llevaba a la capital de su repartimiento.

En uno de los informes realizados por Toledo señala que de 1 384 228
pesos recaudados al año por el tributo indígena, se había repartido de
la siguiente manera:

- 20.3% pago a los curas adoctrinadores.


- 13.1% pago a los corregidores.
- 3.9% para los curacas.
- 0.2% para subvención a los hospitales indígenas.
- 0.4% aporte estatal para la construcción de iglesias.
- 62.1% renta para los encomenderos.

De esta manera los encomenderos, curas doctrineros y corregidores se


apoderaban del 96% del tributo pagado por los indígenas.

Cabe señalar que para el cobro del tributo existieron dos padrones, uno
oficial y otro propio del corregidor. En este último no estaban libres de
tributar los niños, ancianos y enfermos. Esta fue una fuente de fácil
enriquecimiento para los corregidores quienes, además, como hemos
señalado, podían tener acceso a los fondos de las Cajas de Comunidad
y utilizando el dinero para sus negocios particulares. Incluso los
virreyes echaron mano a dichas cajas cuando la corona les exigía los
montos a remitir a España.

Los indios tributarios para poder pagar el tributo y otras cargas civiles y
religiosas, tuvieron que sufrir una serie de abusos; así tenemos que los
españoles aprovechando la organización andina del trabajo colectivo de
los indígenas, organizaron la llamada mita colonial.

La mita colonial fue la forma de explotación de la mano de obra


indígena, los curacas debían aportar mitayos para cumplir las jornadas
de trabajo en las minas, las haciendas, los obrajes. La mita más temida
por los indígenas fue la minera, ya que la mayoría de mitayos dejaban
la vida en el socavón. A través de la mita los indios tributarios podían
tener dinero para pagar el tributo que les correspondía y era exigido por
el curaca.

Los diezmos que debían entregar a los curas doctrineros, así como el
quinto real para la corona, fueron pagados por los indígenas en
especies.

Otro elemento que permite ver la explotación de los tributarios es la


siguiente información: Toledo señala que de un total de 1 069 697 indios
tributarios, recaudó al año 1 384 228 pesos; luego de 20 años el virrey
García Hurtado de Mendoza recaudó 1 434,420 pesos, pero sobre un
total de sólo 311 257 indios tributarios.

Quinto real

Este tributo obligaba a la entrega de la quinta parte de los tesoros de la


conquista al rey de España. Más adelante todo mineral precioso
extraído del territorio colonial, también debió ser entregado al monarca
español.

Sólo para señalar una cifra, el primer envío llevado a España por
Hernando Pizarro, producto de los tesoros del rescate fue 5 730 kilos de
oro puro y 11.041 kilos de plata pura.

Diezmos

Tributo pagado en favor de la Iglesia, comprendía el 10% de lo


producido en un ejercicio. El rey los distribuía de la siguiente manera:
1/9 para el rey, 1/4 para el obispo, 1/4 para la catedral y el resto para el
clero secular.

Otros tributos

A lo largo de los tres siglos de presencia española en el Perú se crearon


diversos tributos.

1. Venta de Empleos y Títulos, que comenzó a tener importancia a fines


del siglo XVI. Los empleos se cotizaban de acuerdo a la rentabilidad
del cargo. Los títulos nobiliarios de Castilla comenzaron a venderse a
partir del segundo tercio del siglo.
2. Averías, fueron gastos para la de defensa contra los piratas (Armada
del Mar del Sur).

3. Alcabala, se aplicaba a toda clase de transacciones; quien pagaba


era el vendedor porque obtenía dinero en efectivo.

4. Encomiendas y corregimientos vacantes, al no estar ocupados los


ingresos provenientes de ellos pasaban al fisco.

5. Impuesto al vino, sobre el 2% de su valor.

6. Importación de esclavos, dos pesos por cada persona traída en dicha


calidad.

7. Almojarifazgo, pago de aduanas.


Como se ve el único impuesto directo fue el tributo indígena y el de
mayor rentabilidad. Al correr de los años, el número de indios
yanaconas exceptuados del pago del tributo fue creciendo, lo que
motivó que las autoridades hicieran extensivo el pago de tributo éstos. A
fines del siglo XVIII este tributo comenzó a ser cobrado a las castas
(mestizos y mulatos).

Además de estos ingresos fiscales por concepto de impuestos,


existieron ingresos por la venta de sal, naipes a manera de estanco,
azogue y por la legalización de las propiedades de tierras que habían
sido repartidas entre los españoles (composiciones).

Arbitros municipales

A parte de los impuestos mencionados, también existieron los arbitrios


municipales. Éstos sirvieron para cubrir los gastos de las ciudades y los
poblados. Entre estos tenemos a:

1. Sisa, pago de los negociantes de carnes.


2. Mojonazgo, pago de comerciantes por el ingreso de productos a la
ciudad.

3. Lanzas, pago por la posesión de títulos de Castilla.

Administración Tributaria

Para depositar los tributos recaudados, se crearon Cajas Recaudadoras


de diferente tipo.

En las reducciones, existieron Cajas de Comunidades a cargo del


corregidor y los curacas. Allí se depositaban los ingresos
extraordinarios, luego de que los indígenas hubieran tributado.

También hubieron Cajas Locales en las ciudades, allí eran llevados los
tributos en un primer momento; Cajas Regionales en las provincias en
donde se concentraban los ingresos de las cajas locales
correspondientes a esa provincia; y Cajas Generales en las ciudades de
mayor interés fiscal (Lima, Charcas y Quito), donde finalmente se
concentraban los tributos para ser enviados a España. A todas ellas se
les conoce como Cajas Reales, manejadas por 4 o 3 funcionarios:

a. El tesorero, que custodiaba los caudales.


b. El contador, que emitía las órdenes de pago y llevaba los libros de
cuentas. Vivía en el lugar donde se encontraba la Caja Real.

c. El factor, funcionario que vigilaba el manejo del patrimonio estatal.


d. El veedor, que supervisaba las fundiciones de los metales.

Muchas veces el factor y el veedor eran la misma persona. Cada uno


de estos funcionarios tenía una llave de la Caja Real, por ello para
abrirla todos debían estar presentes.

Como órganos de control y supervisión existieron:

a. Los tribunales de cuentas, especialmente creados en las Audiencias


para vigilar detalladamente y juzgar los asuntos fiscales.
b. El consejo de Indias, encargado de diseñar la política a seguir en las
colonias de España. Esta instancia podía ordenar que se realizara
una visita para ejercer un control más directo.

Con fines administrativos existieron 3 distritos fiscales:

1. Lima, con Cajas Reales en Arequipa, Arica, Castrovirreyna, Cusco,


Chachapoyas, Huancavelica, Lima, Paita y Trujillo.
2. Charcas, con Cajas Reales en La Paz, Potosí, Buenos Aires y
Tucumán.

3. Quito, con Cajas en Guayaquil y Quito.

2. SISTEMA TRIBUTARIO SIGLO XIX

Nuestro periodo republicano en el siglo XIX puede definirse como


inestable política y económicamente, reflejándose ello en las diversas
medidas económicas, que se fijaron, de las cuales la tributación fue una
expresión clara de las contradicciones de la época.

Para desarrollar este tema hemos considerado necesario abordar las


características de esta parte de nuestra historia, ubicándonos
cronológicamente en las siguientes cuatro etapas:

a) La emancipación.
b) La inestabilidad política y penuria fiscal (1821 - 1845).
c) El auge del guano y la guerra del pacífico (1845 - 1882).
d) La reconstrucción nacional (1882 - 1889).

Además, se hace una breve referencia de la deuda interna y externa


que marcó el destino de la gran parte de la recaudación tributaria de
cada época. Hemos considerado, también, la administración tributaria,
para explicar brevemente qué institución se encargaba de recaudar y
cuál fue el destino de los impuestos recaudados. Finalmente,
desarrollamos los principales impuestos que afectaron a los ciudadanos
de ese entonces.
Cabe señalar que mientras los indígenas tributaron, el Estado se
preocupó por darles una legislación y protección, dado que cumplían un
rol importante para la naciente República: le proveía de fondos. Los
demás habitantes no tuvieron la misma importancia tributaria para el
naciente Estado, situación que se agudizó con el boom del guano. La
riqueza que generada creó una serie de medidas donde muchos
impuestos quedaron derogados. Veamos a continuación el desarrollo de
cada uno de estos puntos.

A. ESTRUCTURA DE LA TRIBUTACION DE LA TRIBUTACION EN EL


SIGLO XIX.

Desde un primer momento, la Constitución de 1823 (la primera del


Perú), define que es obligación del Poder Ejecutivo presentar el
Presupuesto General de la República. Dicho Presupuesto se
establecía de acuerdo a un cálculo previo de los egresos y fijando las
contribuciones ordinarias, mientras se establecía una contribución
única para todos los ciudadanos. Los impuestos en esta concepción
estaban dados por la contribución personal, sin considerarse
capitales, rentas ni la riqueza del contribuyente.

En esta etapa, la finalidad de los impuestos era la de proveer el


dinero necesario al Estado, para la defensa nacional, la conservación
del orden público y la administración de sus diferentes servicios. Es
recién con Piérola, a fines del siglo XIX, que el Estado asume,
además de los fines mencionados otros de índole social, tales como
la educación y la salud públicas (por ejemplo, los subsidios a la
alimentación y el inicio de la construcción de las llamadas viviendas
populares).

El Estado tuvo grandes dificultades para manejar la hacienda pública.


Había un atraso proveniente del manejo colonial y no existían
hombres preparados para llevarla a cabo. A ello se agrega que la
recaudación de los fondos estaba en manos de los gobiernos locales,
los cuales cobraban impuestos de los que ni el Congreso tenía
conocimiento. A ello se agregaba la relajación moral que se originaba
con el desorden administrativo. En los comienzos ni siquiera existió
una oficina donde se concentre la cuenta de los ingresos y egresos
del erario nacional.

En 1830 se intentó llevar una contabilidad doble, pero contó con la


resistencia de las oficinas locales. Sin embargo, se aplicó de manera
incompleta. Las contribuciones directas estuvieron reglamentadas
desde 1826 y 1828; así como el rol de los prefectos, subprefectos y
administraciones con sus obligaciones y tareas. Esta reglamentación
fue oficialmente establecida en 1829. La oficina que centralizó la
Administración Tributaria fue el Tribunal Mayor de Cuentas.
El Tribunal Mayor de Cuentas, institución tomada del Virreinato, era
una oficina encargada del examen y juzgamiento de las cuentas que
debían rendir todos los administradores de las rentas del Estado.
Tenía una doble función; por un lado, dirigía la hacienda y llevaba el
registro de los ingresos y egresos; por otro, se encargaba de juzgar
las cuentas de las oficinas subalternas. Posteriormente funcionó la
Contaduría General de Valores, pero la ley promulgada en 1840
restableció el Tribunal Mayor de Cuentas.

Durante el primer gobierno de Ramón Castilla, se creó la Dirección


General de Hacienda (1848). La finalidad de esta Dirección fue
centralizar los resultados de la recaudación en las oficinas
responsables. Además, estaba encargada de la redistribución de los
recursos. Así, el Tribunal de Cuentas se convirtió en el ente fiscal y
de juzgamiento de las cuentas y se dictó el reglamento que rigió al
Tribunal hasta 1875.

Sin embargo, dada la pobreza del erario nacional se desarrolla un


régimen fiscal que permite mejorar la situación del Perú al terminar la
guerra con Chile.

B. PRINCIPALES IMPUESTOS DE ESTA EOPCA.

Los tributos recaudados en este período pueden ser divididos en


directos y indirectos. Los tributos directos, fueron los que afectaron a
las personas, los predios, las industrias y las patentes. Los tributos
indirectos, provenían en mayor parte de las aduanas. Otros tributos
indirectos fueron los diezmos, los estancos y las alcabalas, entre
otros. A continuación desarrollamos los principales.

Tributos directos.

Los tributos directos afectaban a todos los ciudadanos de la naciente


República, pero no de la misma manera. Se hacía diferencia entre la
tributación indígena y la de castas, como veremos a continuación.
Además, también estaban los tributos por predios, industrias y
patentes.

Tributo indígena.

Aunque no es necesario explayarse, cabe recordar que el tributo


indígena fue el tributo más importante de la organización fiscal en el
erario virreinal. Con el levantamiento de Túpac Amaru sufrió un
aumento luego fue abolido en 1808 y se volvió a implantar en 1815,
como un castigo más por el levantamiento de Mateo Pumacahua.
En la época de la Independencia, el tributo indígena llegó a ser
abolido otra vez, por decreto del 27 de agosto de 1821. Sin embargo,
el decreto del 11 de agosto de 1826 lo restableció. Los indígenas
estaban dispuestos a pagar el tributo, pero solicitaron que no se les
cobrase ningún otro impuesto. En este último decreto, también se
estipulaba la tributación de los demás peruanos, denominándose
tributo de castas (lo trataremos más adelante).

La contribución indígena como promedio aportaba desde 5 hasta 9


pesos y los que no tenían tierras, desde 2.5 hasta 5.5 pesos. Sin
embargo, el impuesto de castas se fijó en un promedio de 5 pesos
anuales por individuo, además, del 4% sobre el producto neto de la
propiedad, sea en capitales fijos, como predios rústicos y urbanos;
sea en capitales circulantes en todo genero de industria.

"En el Estado General de las contribuciones directas en 1847, que


fue presentado entonces al Congreso, la de indígenas ascendía a
1'326,931 pesos, de los cuales 859,049 pesos correspondían a los
aborígenes mencionados en primer lugar, y el resto a los no
poseedores de tierras. El total de contribuciones directas ascendía a
1'569,084, según estos mismos cálculos."

Cuando Bolívar toma el mando, decretó en 1825 nivelar a los


indígenas con los demás ciudadanos en materia tributaria,
ordenando pagar a todos la misma tasa impositiva. Ello fue ratificado
por ley del 3 de noviembre de 1827. Pero tropezó con que en la
nueva república, no se pensaba que todos eran ciudadanos; además,
la idea de peruanidad o de peruanos estaba identificada netamente
con el indígena.

El tributo indígena recién fue abolido, de manera definitiva, durante el


gobierno de Castilla en 1855.

Tributo de castas.

Como concepto, podemos decir que la contribución de castas


abarcaba el tributo personal de los trabajadores y de los que tenían
una renta anual. En 1842 se referían a este impuesto como obligados
a cumplirla todos aquellos que no eran indígenas, siendo
considerados como jornaleros y viéndose obligados a pagar al erario
tres pesos y cuatro reales por año.

Sin embargo, la contribución de castas fue abolida por la Ley


aprobada por el Congreso de Huancayo y promulgada el 25 de
Setiembre de 1840. Las razones que sustentaron esta decisión
fueron: 1) Se adujo que dicho tributo recaía sobre personas
miserables, cuyos recursos apenas bastaban para sostenerse y que
entonces nada podían aportar al Estado; 2) Se sostuvo que los
indígenas, por lo menos tenían tierras, en cambio ellos ni siquiera
eso tenían (cabe recordar que por esta época la tierra no tenía valor
en sí misma, sino por su producción); y 3) Aquellos que poseían
terrenos o bienes prediales sostenían que ya pagaban el impuesto
predial y que entonces se les estaba duplicando la carga tributaria.
De esa manera resultó que en la práctica sólo los indígenas pagaban
la contribución personal.

Predios.

El valor de los predios era asignado por su producto, no tenían valor


en sí mismos. En un primer momento, todo tipo de predios (urbanos
o rurales) debió contribuir anualmente con el 5% de la utilidad de su
arrendamiento, pero luego se redujo a 3%. Ello fue decretado el 30
de marzo de 1825.

Hubo problemas para su recaudación y los predios rurales fueron


exonerados en consideración de las tropelías de las que fueron
objeto por parte de los montoneros. La ley de 1840 que abolió la
contribución de castas, dispuso que los dueños de predios rústicos o
urbanos que no poseyeran más de un fundo y cuya renta anual no
excediera de cincuenta pesos, estuvieran libres del impuesto predial.
Diversos decretos aumentaron o redujeron ligeramente estas cifras.

Nuevamente el tributo indígena sostenía el erario mayoritariamente.


Al respecto hubo muchos debates, sobre lo injusto que era esta
situación.

Tributo de industrias y patentes.

Las otras contribuciones directas fueron las que se aplicaron a las


industrias y las patentes (esta última es la que finalmente se
mantuvo). El impuesto gravaba el 3% sobre el producto de la
industria o capitales que se obtuvieran por su ejercicio. La
recaudación de este tributo sólo fue posible en las capitales de
departamento y ciudades cuya población así lo justificara (lo cual ya
reducía su base tributaria). La contribución de patentes estaba
dirigida a aquellos que se dedicaban al comercio, al arte o a
cualquier labor industriosa. Pero aquellos que pagaban el impuesto
de castas, estaban exentos de ella.

Tributos indirectas.

Los tributos indirectos eran numerosos, pero sin duda el más


importante era el que ingresaba por concepto de aduanas. Este
impuesto sufría una serie de dificultades y trabas, principalmente, por
el gran contrabando de la época, afectando notoriamente al erario.

En realidad, el impuesto que gravaba la importación de ciertos


productos, que perjudicaban a la agricultura e industria nacional,
ascendía al 80% en aranceles. Los demás productos eran gravados
con el 30%. Las otros tributos indirectos eran herencia del virreinato.

A partir de 1840, el Estado comenzó a percibir la renta proveniente


de la exportación del guano. Con este auge, se abolió la tributación
tanto directa como indirecta. Entonces, el Perú fue el único país en el
mundo que, prácticamente, basaba su ingreso en un sólo producto:
el guano.

Para darnos una idea de la importancia del ingreso por aduanas,


consideremos que el total recaudado en 1888 fue 6'042,942.09
pesos, de los cuales 4'317,221.000 eran ingresos por concepto de
aduana.

3. SISTEMA TRIBUTARIO DESDE 1900 HASTA 1990

A. Situación económica del Perú en el siglo XX.

En esta etapa, nuestra historia económica como República está


marcada por intensos pero breves momentos de crecimiento y
separados por periodos de transición e incertidumbre. A partir de
1890 se inicia un lento pero sostenido crecimiento de nuestra
economía. Los sectores exportadores se diversifican, puesto que hay
que reemplazar el guano y el salitre. Hay un desarrollo económico
autónomo junto con una expansión dinámica en bienes de capital y
capacidad tecnológica.

Pero luego se estanca ante un manejo familiar de la economía,


sumamente dependiente del capital y mercado extranjero y,
finalmente, por estar toda la economía focalizada en las
exportaciones, sin capacidad de dinamizar los otros sectores de la
economía nacional. Todo esto condujo a imposibilitar un desarrollo
autosostenido a lo largo del presente siglo.

Los productos de exportación que tuvieron mayor auge entre 1890 y


1930 fueron (de acuerdo al orden de importancia): el azúcar, el
algodón, la lana, el caucho, el cobre, el petróleo y la plata. El control
de la exportación (al inicio en manos nacionales) no fue en sí tan
importante como la dependencia hacia el mercado internacional y
sus efectos en la economía nacional.
De 1930 a 1948, el Perú se vio afectado, en primer lugar, por la gran
depresión que sobrevino en todo el mercado internacional. Sin
embargo, el Perú y Colombia son los países que se recuperan más
rápidamente de este fenómeno. Empiezan a dejarse sentir los
efectos de esta economía dependiente exportadora al colapsar
algunas economías regionales.

Entre los años de 1949 a 1968 decae totalmente este modelo


exportador como dinamizador para el desarrollo del país. Pero los
indicadores señalan que entre 1950 y 1959 las exportaciones se
duplicaron e inclusive, de 1959 a 1961 creció en un 65%, pero para
1976 el nivel de las exportaciones era inferior que en 1961.

Para exportar, sólo quedó la minería (esencialmente el cobre), pues


todos los demás tenían dificultades: problemas de precios para las
exportaciones, las pocas tierras para el cultivo intensivo, los límites
ecológicos para la explotación forestal y pesquera. Por otro lado, la
industria se volvió dependiente de este sector exportador y no pudo
adaptarse a los nuevos cambios.

1. La República Aristocrática y el Oncenio de Leguía (1900 -


1930).

En esta época, la política monetaria y de hacienda tuvo como


características la consolidación del régimen monetario y el oro
como patrón. Hubo estímulo a la economía y se estabilizó la
economía fiscal. Se desarrollaron las rentas del Estado y las
exportaciones tuvieron un crecimiento más bien sostenido.

Sin embargo, por las luchas parlamentarias, no se pudo cumplir


con la presentación del presupuesto en la mayor parte de estos
años. También se continuó endeudando al país, especialmente
destacan los contratos con la Sociedad Nacional de Recaudación
y con la Compañía Salitrera del Perú.

Otro defecto de este periodo es el continuo incremento del


presupuesto público, generado por el aumento de planilla (tanto
por el crecimiento de la burocracia como por los aumentos de los
salarios). Entonces para cubrir estos gastos se elevan los
impuestos indirectos y se crean otros nuevos (como el impuesto
al alcohol, tabaco, azúcar y fósforos).

En este periodo se dejó sentir los efectos de la Primera Guerra


Mundial, con un cambio desfavorable para nuestra moneda. Con
el gobierno de Pardo se logra una reforma tributaria que alivia la
situación económica.
Dicha reforma gravó la exportación del azúcar, el algodón, las
lanas y los cueros; el petróleo y sus derivados; el oro, la plata, el
cobre. También afectó toda transacción, donación o herencia de
bienes así como a los terrenos sin construir y a los boletos de
pasajes.

2. El Oncenio de Leguía (1919 - 1930)

El primer plan de reforma tributaria fue presentado por el Ministro


de Hacienda Fernando Fuchs. El plan comprendía:

a) Creación del Banco de la Nación.


b) Impuesto progresivo a la exportación de productos
nacionales.

c) Impuesto a las sucesiones.

d) Impuesto general a las rentas.

Hasta entonces y mucho tiempo después el sistema tributario


descansó sobre el gravamen de los predios rústicos y urbanos; la
contribución de la renta sobre el capital movible; la de industrias
y patentes; las utilidades agrarias, industriales y mineras de
exportación.

A partir de este plan, se crea el Banco de la Nación en 1820. Sus


funciones fueron: efectuar la emisión de cheques, regular el
monto del circulante, regularizar el presupuesto con todas las
rentas fiscales y ejecutar los pagos. Debía fomentar la industria y
ejecutar obras públicas. En 1922, se crea el Banco de Reserva
como ente regulador del sistema crediticio. Fue hecho al modelo
del Banco Federal de Reserva de Estados Unidos (como
anécdota, el edificio del banco llegó pieza por pieza y fue armado
en Lima).

Donde si hay una reforma importante es en el aspecto tributario:


se dio la Ley No 5574 donde se gravó el impuesto a la renta.
Afectaba a personas naturales o jurídicas, a todos aquellos que
residían en el país; sea que sus rentas fuesen generadas dentro
o fuera del territorio nacional.

3. Los gobiernos democráticos y la llegada de Odría (1939 -


1956).

La estabilidad política vino acompañada de cierta holgura


presupuestaria. No hubo mayores modificaciones en cuanto al
sistema tributario. Se buscó crear reservas nacionales, controlar
la inflación monetaria y aumentar las divisas.

Con la llegada de Odría se establece un proceso de libre


mercado, de apertura al mercado mundial, sin proteger las tasas
cambiarias. Sin embargo, se puede señalar que se desarrolló el
comercio internacional de manera favorable para nuestro país.
Fue su gobierno, el de las grandes obras públicas entre las que
se desatacaron las obras de irrigación en Piura, el auge de la
infraestructura vial, las grandes unidades escolares así como las
unidades vecinales y las agrupaciones de viviendas destinadas a
empleados y obreros. En esta época se establece el Hospital del
Seguro Social y en él se sientan las bases para este sistema.

4. Prado, Belaúnde y el gobierno de la Fuerza Armadas (1956-


1979).

Con el segundo gobierno de Prado, se fijan mínimos para el


impuesto a la renta y los impuestos a las exportaciones son
moderados, y más bien bajos con respecto a otros países de la
región. Ya no se viven momentos favorables para colocar
nuestros productos en el mercado internacional. Nuevamente
fueron los intereses de los grupos oligárquicos quienes
controlaron los destinos del Estado. Por otro lado, se vivió un
clima de libertad de ideas que permitió el desarrollo de partidos
políticos. Esto llevó al debate público los problemas humanos y
económicos de nuestra realidad, donde se empezó a gestar la
conciencia de tener un gobierno en el que la organización social
y la distribución equitativa de la riqueza llegaran a todos los
ciudadanos.

El gobierno de Belaúnde se inicia con unas elecciones


intachables, con el apoyo mayoritario de la población, de las
Fuerzas Armadas y con una coyuntura económica mundial
propicia. En este marco auspicioso dio las principales medidas
de su gobierno.

De todas las medidas adoptadas en su gobierno, sólo se


mantuvo la relativa a las elecciones municipales. Sin embargo se
acentuó el desorden administrativo desordenándose los fondos
públicos con las famosas iniciativas parlamentarias,
acumulándose año a año los presupuestos deficitarios. El
gobierno de Belaúnde termina con una total debacle política:

5. Estructura del sistema tributario del siglo XX (1895 - 1962).

Antes de entrar propiamente al tema, cabe señalar que la


tributación estuvo siempre sujeta a las modificaciones del
gobierno de turno. Estos cambios tenían que ver siempre con los
intereses con los que la clase política había establecido alianza,
o en su defecto, las presiones eran de tal magnitud que los
gobernantes accedían finalmente a sus demandas.

En el siglo XIX contábamos con la hercúlea labor de Jorge


Basadre quien nos daba el hilo conductor. Sin embargo, después
del Oncenio ha sido difícil hacer un correcto balance de las
medidas tribuirás ejecutadas. A pesar de ello, hemos logrado
esbozar, en grandes líneas, la siguiente estructura tributaria así
como un balance de la legislación tributaria dada en la época:

a) Impuesto a la renta.
b) Impuesto al capital movible.
c) Impuesto a los sueldos.
d) Impuesto a las utilidades.

Para darnos una idea de lo profusa que era la legislación


tributaria, tenemos que estos impuestos hasta 1939, se dictaron
a través de 13 leyes, un decreto ley, siete reglamentos y 25
resoluciones supremas.

Esta legislación no era clara en sus alcances ni los reglamentos y


resoluciones supremas se interpretaban correctamente (muchas
veces por ignorancia y otras por falta de coherencia entre la
misma normatividad vigente).

6. IMPUESTOS EN EL PERIODO DE 1962 A 1990

Aquí cabe reiterar que nuestro sistema tributario es dinámico,


complejo y cambiante.

Una característica especial de nuestra estructura tributaria en


estas dos décadas es que en el Perú, los impuestos indirectos
son los más importantes en términos de recaudación tributaria:
"A diferencia de muchos países desarrollados en donde los
impuestos directos tales como el que grava la renta suelen
ser los más importantes en términos de recaudación, en el
Perú los impuestos indirectos, tales como el impuesto
general a las ventas (IGV) o el selectivo al consumo,
tradicionalmente han sido la principal fuente de ingresos
tributarios del gobierno".

Esta situación es común entre los países en desarrollo pero no


de manera tan acentuada. A continuación presentaremos este
periodo histórico considerando su estructura tributaria y la
presentación de la tributación en los años 1973-74, de 1984 y de
1987, para darnos una idea de los ingresos que percibía el
Estado a cuenta de la recaudación tributaria.

a. Estructura Tributaria.

Para presentar la Estructura Tributaria de este periodo nos


basamos en el Decreto Supremo No 287-68-HC que tuvo
vigencia en la década del setenta, y en el Decreto Legislativo
No 200 del 12 de junio de 1981.

Podemos decir que los principales tributos de este periodo


histórico fueron:

1. Impuesto a la renta.
2. Impuesto al patrimonio.
3. Impuesto a las ventas, los servicios, la producción y el
consumo.
4. Impuesto a las importaciones.
5. Impuesto a las exportaciones.

1. Impuesto a la Renta.

El objeto de este impuesto es gravar las rentas que


provienen del capital, trabajo o de ambas. Además de otros
que establece la ley.

Con el Decreto Supremo (D.S.) No 287-68-HC, dado el 09


de octubre de 1968, se sustituyó el sistema cedular de
impuesto a la renta por impuesto único a la renta. Este D.S.
fue modificado posteriormente por el Decreto Ley No 200,
dado el 12 de Junio de 1981.

Los afectados con este impuesto fueron todas las personas,


sean naturales o jurídicas. Las personas naturales son los
individuos, la sociedad conyugal, las sucesiones indivisas y
las empresas unipersonales, así como las sociedades
comerciales de responsabilidad limitada (S.C.R.L.). En
1981, esto se modifica eliminando a las empresas
unipersonales y a las S.C.R.L.

Las personas jurídicas son las sociedades anónimas (S.A.);


sociedades en Comandita por acciones; asociaciones,
cooperativas y fundaciones; sucursales o agencias de
sociedad constituidas en el extranjero; sucursales o
agencias unipersonales del exterior; sociedades o
entidades del exterior que perciben rentas de fuente
peruana. En 1981 a esta lista se añaden sociedades
agrarias de interés social y cooperativas agrarias de
producción; empresas públicas; fundaciones asociaciones
comunidades laborales y compensación por tiempo de
servicios o invalidez; empresas petrolera y mineras.

Este impuesto está subdividido a su vez, en cinco


categorías:

 Primera Categoría: Renta de predios. Afecta a las


rentas reales o estimadas de todo predio, sea urbano o
rústico (este último término es sinónimo de rural). El
impuesto puede ser sobre la renta bruta (sobre el total
de los ingresos reales o estimados) o sobre la renta
neta (se establece deduciendo de la deuda bruta de
acuerdo a ley).
 Segunda Categoría: Renta de otros capitales. Por citar
algunos tenemos los dividendos de acciones, los
intereses originados por la colocación de capitales (por
ejemplo préstamos); regalías y royalties; derecho a
patentes y marcas; las rentas vitalicias y subsidios
periódicos; etc.

 Tercera Categoría: Renta del comercio, la industria y


similares. Grava a toda actividad de compra, venta,
producción, cambio y disposición de bienes; a las
rentas que obtengan las personas jurídicas y a
cualquier otra renta no incluida en las demás
categorías.

 Cuarta Categoría: Rentas de trabajo independiente.


Son fundamentalmente dos. Una está referida al
ejercicio individual o colectivo de cualquier profesión,
arte, ciencia, oficio o actividades no comprendidas en la
tercera categoría. La segunda grava el desempeño de
funciones tales como ser director de sociedades
anónimas, síndico, mandatario, gestor de negocios,
albaceas y actividades similares.

 Quinta Categoría: Rentas de trabajo en relación de


dependencia. También en este caso la podemos dividir
en dos. La primera afecta a las rentas del trabajo
personal prestado en relación de dependencia (sueldos
y salarios, asignaciones, gratificaciones, bonificaciones,
aguinaldos, comisiones, gastos de representación, etc.).
La segunda afecta a pensiones e ingresos por trabajo
personal (jubilación, montepío, rentas vitalicias y
cualquier otro ingreso similar).

2 Impuestos al patrimonio y transferencia patrimonial.

Los impuestos a la transferencia patrimonial son muy


antiguos. Afectan a la compra-venta de inmuebles o cuando
se heredan bienes (impuesto de sucesiones). También se
grava la transferencia de bienes donados.

En el gobierno militar se gravó por primera vez al patrimonio


accionario de las empresas y al valor de la propiedad
predial, creados ambos por Decreto Supremo No 287-68-
HC y que se ha modificado con el Decreto Ley No 19654,
por los impuestos al patrimonio empresarial y al patrimonio
predial no empresarial.

demás existe el impuesto a los terrenos sin construir y el de


fincas ruinosas. Con ellos se busca que se construya o se
reconstruyan los inmuebles según sea el caso.

Los impuestos al patrimonio y a la transferencia patrimonial


se subdivide en el impuesto al:

 Patrimonio empresarial; este impuesto busca afectar el


patrimonio neto de las empresas al final del ejercicio
contable. Incluye a personas naturales o jurídicas que
se dediquen a una actividad lucrativa de extracción,
producción, comercio, servicios industriales, etc. El
patrimonio neto es la diferencia del activo y del pasivo
de las empresas.
 Patrimonio predial no empresarial; es admnistrado por
los gobiernos locales y grava a todos los predios que
posea el individuo en una provincia, sin que importe si
es rústico o urbano.

 Transferencia inmobiliaria a título oneroso; grava toda


transferencia de inmuebles y son dos impuestos: el
alcabala y el adicional de alcabala. El primero, lo paga
el comprador (salvo pacto contrario) y el segundo, el
vendedor. Es administrado por el gobierno central.

 Transferencia patrimonial a título gratuito; afecta a la


herencia o legados así como a las donaciones. También
grava los pagos del seguro. Son dos: el impuesto a la
masa hereditaria (aplicada en sucesiones por causa de
muerte) y el impuesto a las porciones sucesorias. Es
administrado por el gobierno central.

3. Impuesto a las ventas, servicios, producción y


consumo.

Este impuesto se divide en dos: impuesto a las ventas,


servicios y construcción e impuesto a las
remuneraciones por servicios personales.

El primer impuesto citado se crea en 1972 con el


Decreto Ley No 19620 y entra en vigencia en 1973.
Sustituye a la ley de timbres. En realidad es un sólo
impuesto ya que nace cuando se efectúa una compra-
venta. En el caso de producción, paga tanto el
fabricante como el mayorista; igual en el caso de
servicios, paga quien lo otorga y quien lo recibe. En el
caso de la construcción, se aplica al total de ingresos
recibidos por las empresas constituidas por materiales,
mano de obra y dirección técnica.

El impuesto a las remuneraciones por servicios


personales grava a todos aquellos que son ejercidos de
manera independiente.

4. Impuesto a las importaciones.

Los productos que se traen al país tienen un arancel


fijado por Aduana, salvo los regímenes especiales de
importación establecidos por ley o en tratados,
convenios o acuerdos internacionales.

el nuevo arancel de aduanas dado por el Decreto Ley


22619 del 30 de julio de 1979, entró en vigencia el 01
de enero de 1980. Posteriormente, se han añadido
medidas complementarias. Al respecto la investigación
de ESAN nos dice:

"En 1979, se inicia un proceso de reformas


arancelarias y parancelarias conducentes a lograr la
simplificación y coherencia en la política arancelaria y
parancelaria: la estructuración de la protección de las
actividades productivas del país, preferentemente en
términos arancelarios; la consolidación de las tasas,
específicas y ad-valorem en una sola tasa ad-valorem;
la reducción de los aranceles con la finalidad de
estructurar un nivel de protección razonable que permita
una asignación racional de los recursos y que posibilite
que nuestro país vaya aproximándose paulatinamente
al "Arancel Mínimo Común y la reducción o eliminación
de las restricciones y prohibiciones de importar."

5. Impuesto a las exportaciones.

El Decreto Ley No 21528 y el No 21529 del 28 de junio


de 1976, crean los impuestos a la exportación de
productos tradicionales y a las ventas internas de
productos. Los precios se fijan en base a cotizaciones
internacionales. Desde luego, que existen disposiciones
complementarias como, por ejemplo, la modificación de
las tasas del impuesto, las exoneraciones y los
regímenes especiales (productos agropecuarios -café-,
petróleo, productos mineros y sus derivados, etc.).

IV. TRIBUTOS DEL GOBIERNO CENTRAL


1. Gobierno Central.- Comprende las entidades públicas que están bajo
el ámbito de la Ley de Presupuesto del Sector Público, tales como:
Ministerios, Universidades, Instituciones Públicas, Gobiernos
Regionales y Otras Entidades como las de Tratamientos Empresarial
(ETEs).

2. Ingresos del Gobierno Central.- Constituye lo recaudado e informado


por la SUNAT y el reporte de los otros ingresos del Tesoro que es
proporcionado por la Dirección General de Tesoro Público del MEF. Se
complementa esta información, con los ingresos corrientes y de capital
percibidos por las unidades ejecutoras.

De acuerdo a la clasificación económica, los ingresos están agrupados


en corrientes y de capital. Los ingresos corrientes se dividen en
tributarios y no tributarios. Los ingresos tributarios están constituidos
por la totalidad de la recaudación tributaria efectuada y reportada por
SUNAT, mientras que los no tributarios están organizados por tasas,
intereses, regalías petroleras y mineras, transferencias de utilidades de
empresas estatales y al FEDADOI. Los ingresos de capital consideran
los recursos procedentes de la venta de activos y donaciones.

3. Gastos del Gobierno Central.- La base fundamental de la información


lo constituyen los registros de operaciones de las unidades ejecutoras
en el Sistema Integrado de Administración Financiera del Sector Público
(SIAF-SP) y la Dirección General de Tesoro Público; adicionalmente se
utilizan como fuentes al Banco de la Nación, la SUNAT y la Dirección
General de Crédito Público. El criterio de registro que utiliza el BTF
corresponde al devengado por fecha de proceso, el cual registra en
tiempo real la obligación generada por la provisión de un bien o servicio.

De acuerdo a la clasificación económica, están agrupados en gastos


corrientes no financieros y gastos de capital. Los gastos corrientes no
financieros comprenden los gastos en remuneraciones (equivalente al
gasto por Personal y Obligaciones neto de las Cargas Sociales), la
compra de bienes y servicios (incluye la información reportada por el
SIAF, los gastos de capital de los sectores Defensa e Interior, el pago
por la comisión recaudación y tesorería, entre otros), y las
transferencias (incluye el pago de pensiones por parte de la ONP y de
las otras entidades, cargas sociales, Foncomun, entre otros).

Los gastos de capital se divide en Formación bruta de capital (gastos


realizados en estudios, obras y adquisición de bienes de capital) y otros
gastos de capital (básicamente inversión financiera y transferencias
destinadas a gastos de capital).

4. Resto de entidades del Gobierno General.- Se toma como base la


información del flujo de caja que reporta mensualmente las propias
entidades. A partir de esta información, se agrupa de acuerdo a la
clasificación económica, en ingresos corrientes y gastos corrientes no
financieros, la diferencia indica el ahorro o desahorro en cuenta
corriente sin intereses. A este resultado se le agrega los ingresos de
capital y luego se deduce los gastos de capital para obtener el resultado
primario. No se consideran los ingresos y egresos de caja vinculados a
la venta o compra de activos financieros, por cuanto estos no alteran el
monto del patrimonio neto, sólo los recompone. Cabe señalar, que en el
resultado económico de los Gobiernos Locales es calculado a partir de
la información de las variaciones de los saldos financieros de éstos en
el sistema bancario. Actualmente, se viene implementado un sistema de
acopio de información directa de las principales municipalidades, lo que
se complementará con los reportes de la Contaduría Pública de la
Nación y de la Dirección Nacional de Presupuesto del MEF sobre
ejecución presupuestal.

5. Ejecución de Caja del Tesoro Público.- Las operaciones del Gobierno


Central son realizadas a través de las cuentas del Tesoro Público en el
Banco de la Nación y el BCRP. Se divide en Caja en Moneda Nacional y
Moneda Extranjera. Es preciso indicar que en las operaciones del
Tesoro Público se registran los recursos ordinarios en efectivo. Las
operaciones del Gobierno Central consideran además otras fuentes
como son los préstamos externos dirigidos a proyectos de inversión, los
recursos directamente recaudados y las transferencias a gobiernos
locales vía el Fondo de Compensación Municipal.

6. Impuestos
 Impuesto a la Renta
 Impuesto General a las Ventas

 Impuesto Selectivo al Consumo

 Derechos Arancelarios

 Régimen Único Simplificado

 Impuesto de Solidaridad a favor de la Niñez Desamparada.

 Impuesto a los Juegos de Casinos y Máquinas Tragamonedas

o Impuesto Extraordinario para la Promoción y Desarrollo Turístico


Nacional

 Impuesto a las Transacciones Financiera

 Impuesto Temporal a los Activos Netos

Impuesto a la Renta

El Impuesto a la Renta grava las rentas que provengan del capital, del
trabajo y de la aplicación conjunta de ambos factores, entendiéndose
como tales a aquéllas que provengan de una fuente durable y
susceptible de generar ingresos periódicos.

Las rentas de fuente peruana afectas al impuesto están divididas en


cinco categorías, además existe un tratamiento especial para la rentas
percibidas de fuente extranjera.

1. Primera categoría, las rentas reales (en efectivo o en especie) del


arrendamiento o sub - arrendamiento, el valor de las mejoras,
provenientes de los predios rústicos y urbanos o de bienes muebles.

2. Segunda categoría, intereses por colocación de capitales, regalías,


patentes, rentas vitalicias, derechos de llave y otros.
3. Tercera categoría, en general, las derivadas de actividades
comerciales, industriales, servicios o negocios.
4. Cuarta categoría, las obtenidas por el ejercicio individual de cualquier
profesión, ciencia, arte u oficio.
5. Quinta categoría, las obtenidas por el trabajo personal prestado en
relación de dependencia.
Los contribuyentes para fines del Impuesto se clasifican en
contribuyentes domiciliados y contribuyentes no domiciliados en el Perú
y; en personas jurídicas, personas naturales.

Los contribuyentes domiciliados tributan por sus rentas anuales de fuente


mundial, debiendo efectuar anticipos mensuales del impuesto. En
cambio, los contribuyentes no domiciliados, conjuntamente con sus
establecimientos permanentes en el país, tributan sólo por sus rentas de
fuente peruana, siendo de realización inmediata.

Se considerarán domiciliadas en el país, a las personas naturales


extranjeras que hayan residido o permanecido en el país por 2 años o
más en forma continuada. No interrumpe la continuidad de la residencia
o permanencia, las ausencias temporales de hasta 90 días en el
ejercicio; sin embargo, podrán optar por someterse al tratamiento que la
Ley otorga a las personas domiciliadas, una vez que hayan cumplido con
6 meses de permanencia en el país y se inscriban en el Registro Único
de Contribuyentes.

Se consideran como rentas de fuente peruana , sin importar la


nacionalidad o domicilio de las partes que intervengan en las
operaciones y el lugar de celebración o cumplimiento de los contratos, a
las siguientes:

1. Las producidas por predios situados en el territorio del país;

2. Las producidas por capitales, bienes o derechos - incluidas las


regalías - situados físicamente o colocados o utilizados
económicamente en el país;
3. Las originadas en el trabajo personal o en actividades civiles,
comerciales o de cualquier índole, que se lleven a cabo en el
territorio del Perú; y,
4. Las obtenidas por la enajenación de acciones o participaciones
representativas del capital de empresas o sociedades constituidas en
el Perú.

Los contribuyentes domiciliados que realizan actividades consideradas


como de la tercera categoría, según la Ley del Impuesto - actividades
comerciales, industriales, etc. -, deberán aplicar la tasa del 27% sobre la
renta imponible.

En el caso de empresas y personas naturales no domiciliadas que


directamente obtienen rentas de fuente peruana, la tasa es del 30%.

Impuesto General a las Ventas


El Impuesto General a las Ventas (impuesto al valor agregado), grava la
venta en el país de bienes muebles, la importación de bienes, la
prestación o utilización de servicios en el país, los contratos de
construcción y la primera venta de inmuebles que realicen los
constructores de los mismos.

Este Impuesto grava únicamente el valor agregado en cada etapa de la


producción y circulación de bienes y servicios, permitiendo la deducción
del impuesto pagado en la etapa anterior, a lo que se denomina crédito
Fiscal. El Impuesto se liquida mensualmente, siendo su tasa de 16%.

Entre las diversas operaciones no gravadas con dicho impuesto, podemos


mencionar la exportación de bienes y servicios y la transferencia de bienes
con motivo de la reorganización de empresas.

Impuesto Selectivo al Consumo

El Impuesto Selectivo al Consumo es un tributo al consumo específico, y


grava la venta en el país a nivel de productos de determinados bienes, la
importación de los mismos, la venta en el país de los mismos bienes
cuando es efectuada por el importador y los juegos de azar y apuestas. De
manera similar a lo que acontece con el Impuesto General a las Ventas
este tributo es de realización inmediata, pero se determina mensualmente.
Las tasas de este Impuesto oscilan entre 0 y 118%, dependiendo del bien
gravado, según las tablas respectivas.

Derechos Arancelarios

Los Derechos Arancelarios se aplican sobre el valor CIF de los bienes


importados al Perú. Las tasas son de 12% ó 20%. Sólo sobre algunos
bienes afectos a la tasa del 20% se aplica una sobretasa de 5%.

Impuesto Predial

El Impuesto Predial es un tributo municipal de periodicidad anual que


grava el valor de los predios urbanos o rústicos. Para este efecto, se
consideran predios a los terrenos, las edificaciones e instalaciones fijas y
permanentes.

La Tasa del Impuesto es acumulativa y progresiva variando entre 0.2% y


1%, dependiendo del valor del predio.
Se encuentran inafectos del Impuesto Predial, entre otros, los de
propiedad de las Universidades, centros educativos y los comprendidos en
concesiones mineras.

Impuesto de Alcabala

El Impuesto de Alcabala grava las transferencia de inmuebles a título


oneroso o gratuito, cualquiera sea su forma o modalidad, inclusive las
ventas con reserva de dominio.

La base imponible será el valor del inmueble determinado para efectos del
Impuesto Predial. La tasa aplicable es del 3%, de cargo del comprador.

Se encuentran exonerados de este Impuesto, la transferencia al Estado de


los bienes materia de la concesión que realicen los concesionarios de las
obras públicas de infraestructura y de servicios públicos al término de la
concesión; así como las transferencias patrimoniales derivadas de las
fusiones, divisiones o cualquier otro tipo de reorganización de empresas
del Estado, en los casos de inversión privada en empresas del Estado.

Debe mencionarse que la venta de inmuebles que se encuentre gravada


con el Impuesto General a las Ventas, no se encuentra afecta al Impuesto
de Alcabala, salvo la parte correspondiente al valor del terreno.

Cabe precisar, que se encuentra gravada con el Impuesto General a las


Ventas la primera venta de inmuebles realizada por el constructor de los
mismos.

7. Tasas

 Tasas por la prestación de servicios públicos, tales como los derechos


por tramitación de procedimientos administrativos

V. MARCO LEGAL

DECRETO LEGISLATIVO Nº 771

El Sistema Tributario Nacional se encuentra comprendido por:

- El Código Tributario

VI. REFORMA TRIBUTARIA NEUTRAL Y EQUITATIVA

La delegación de facultades para legislar en materia tributaria aprobada


por el Congreso, el pasado 25 de septiembre, es el punto de partida de la
reforma tributaria que el Poder Ejecutivo está implementando. A
continuación, presentamos un resumen de los principales lineamientos de
la reforma que fueron presentados al Congreso.

La generación de ingresos adicionales es necesaria para que el Estado


pueda atender las demandas insatisfechas de los sectores sociales de
menores ingresos y mejorar sus condiciones de vida.

La forma más sana de obtener recursos para el Estado es vía una


tributación equitativa y progresiva. Si es equitativa significa que la carga
tributaria es soportada de acuerdo con la capacidad contributiva. Si es
progresiva significa que la carga será mayor en los sectores que obtienen
más altos ingresos.

La Reforma Tributaria, entonces, apunta en este sentido: el Estado debe


contar con los recursos suficientes que le permitan satisfacer las
necesidades de inversión y de servicios sociales de calidad, ampliando,
modernizando y manteniendo en buen estado la infraestructura social y
productiva del país. Por ello, se trata de establecer un sistema tributario
neutral y equitativo, donde tribute más el que obtenga más ingresos.

Los objetivos centrales que se proponen en el ámbito de la Reforma


Tributaria son tres:

 Ampliar la base de contribuyentes, incorporándolos mediante


mecanismos que, por una parte, incentiven a los agentes
económicos a ingresar a la economía formal y, por otra, encarezcan
fuertemente los costos de las operaciones marginales y delictivas,
tales como la evasión, la subvaluación y el contrabando, que afectan
a todos por igual en beneficio de unos pocos.

 Incrementar la recaudación tributaria, elevando el nivel actual de


presión, 12.1 por ciento del PBI en el año 2002, a 14 por ciento en el
corto plazo, sentando las bases para llegar, en el mediano plazo, a
una cifra cercana al 16 por ciento.
 Modernizar, simplificar y dotar de mayor progresividad al sistema
tributario, corrigiendo sus actuales vacíos y distorsiones a fin de
lograr que la carga se concentre, efectivamente, en los niveles de
mayor capacidad contributiva.

Proyectos normativos

Las modificaciones guardarán el equilibrio entre los derechos de los


contribuyentes y las facultades de la Administración Tributaria con el
propósito de cautelar el bien común.

a) Modificaciones al Código Tributario


Estarán referidas, básicamente, a modernizar y simplificar la devolución
de impuestos, automatizando el actual procedimiento a fin de
aprovechar las nuevas herramientas tecnológicas y financieras
disponibles como, por ejemplo, la devolución vía transferencia
electrónica de fondos, lo que permitirá al contribuyente obtener su
devolución en menor tiempo y con mayor seguridad.

En la propuesta se pretende, asimismo, mejorar la capacidad de la


Administración Tributaria para detectar y combatir la evasión pues los
evasores se valen de las debilidades de la Ley para impedir su
fiscalización y proseguir realizando actividades, impunemente, en el
marco de una competencia desleal con los contribuyentes formales.

Entre otras medidas, se plantea la necesidad de facultar a la SUNAT


para que solicite información a otras Administraciones Tributarias,
entidades extranjeras y organismos internacionales.

De otro lado, nuestro actual Código Tributario carece de instrumentos


que permitan cerrar eficazmente las brechas de incumplimiento que se
han detectado en un gran número de contribuyentes.

En este sentido, la propuesta permitirá determinar la deuda tributaria de


los no inscritos, de los que no declaran sus ingresos y de los que
omiten llevar sus libros y registros contables, es decir, de los informales,
marginales e incumplidores.

En síntesis, todas las propuestas de modificaciones al Código


Tributario, así como la Reforma Tributaria en general, apuntan a
establecer una normatividad que fomente la ampliación de la base
tributaria, combatiendo y encareciendo la evasión y la marginalidad.

b) Impuesto a la Renta.

Las principales medidas relacionadas con el Impuesto a la Renta están


referidas a:

 La progresividad de Impuesto a la Renta de personas naturales.


 La Determinación de la Renta Neta
 El Arrastre de pérdidas
 Las Deducciones por provisiones bancarias
 Los Fondos de inversión y fideicomisos de titulización
 La determinación de rentas de fuente peruana
c) Racionalización de exoneraciones, beneficios e incentivos
tributarios sectoriales

La reforma no considera modificar el actual esquema de exoneraciones,


beneficios e incentivos de carácter regional, tales como los beneficios
de Amazonía, así como los de Zona de Frontera y Selva, pues éstos
forman parte del Proyecto de Ley No. 7218/2002-CR, que fue
presentado por el Poder Ejecutivo al Congreso el 15 de junio del
presente año.

Las perforaciones al Sistema Tributario se deben, principalmente, a la


proliferación de exoneraciones o tratos tributarios especiales , vía
numerosas normas legales, lo cual hace ineficientes tanto su
administración como su control.

Consecuentemente, es preciso aprobar un programa de racionalización


de incentivos, exoneraciones y cualquier otro beneficio tributario vigente
relacionado principalmente con el Impuesto a la Renta, el Impuesto
General a las Ventas y el Impuesto Selectivo al Consumo.

En principio, se revisará el alcance de los beneficios existentes y sus


efectos, así como lo que podría originar su derogatoria.

Por otra parte, se mantendrán los beneficios contenidos en las


siguientes normas:

 Ley N° 27360, Ley que aprueba las normas de Promoción del Sector
Agrario.
 Ley Nº 27460, Ley de Promoción y Desarrollo de la Acuicultura.

 Ley Nº 27668, Ley de Zona Franca y Zona Comercial de Tacna.


 Las leyes aplicables a la educación y la cultura.

Finalmente, se propone ordenar la legislación, incorporando los


beneficios en el texto de la Ley del Impuesto a la Renta y de la Ley del
Impuesto General a las Ventas a fin de evitar su dispersión y desorden.

d) Perfeccionamiento del Registro Único de Contribuyentes

El propósito es generalizar el uso del registro único de


contribuyentes como un sistema único de identificación.

e) Perfeccionamiento del Régimen Tributario para la pequeña y


micro empresa.
La finalidad de la propuesta es formalizar masivamente este sector,
creando dos regímenes tributarios promocionales: el Régimen
Promocional Unificado (nuevo RUS) y el Régimen Promocional
Especial (nuevo RER). Estos regímenes facilitarán el cumplimiento
de sus obligaciones y servirán para ampliar la base tributaria.

El Régimen Promocional Unificado (nuevo RUS) está orientado a los


pequeños negocios de comercio y servicios que trabajan con
consumidores finales.

Por su parte, el Régimen Promocional Especial (nuevo RER) está


orientado a los pequeños negocios de comercio, industria y servicios,
los cuales tienen como clientes, además de consumidores finales, a
las empresas.

f) Modificación de la Ley del Impuesto General a las Ventas e


Impuesto Selectivo al Consumo.

La propuesta pretende establecer claramente el plazo para anotar


los comprobantes de pago en el Registro de Compras y la
legalización de éste como requisitos indispensables para
determinar el ejercicio del crédito fiscal.

Además, el proyecto de norma busca establecer los


procedimientos para el goce del beneficio a la devolución del
reintegro tributario y la constancia de Capacidad Productiva.

g) Modificación de la base imponible del Impuesto Selectivo al


Consumo, aplicable al tercer sistema de pago.

En febrero del año en curso, se creó el tercer sistema aplicable al


Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), por el cual la base
imponible se determina en función del precio de venta al público
sugerido por el productor o importador y un factor de corrección.
En junio del 2003 se incluyó a las cervezas dentro de este
sistema.

Al respecto se ha considerado necesario hacer precisiones acerca


de los siguientes temas:

 Definir el factor de corrección en función de la tasa del IGV.

 Aplicar a la cerveza la normatividad del tercer sistema,


establecido anteriormente sólo para los cigarrillos.
 Definir cómo se aplicarán las encuestas realizadas por el
Instituto Nacional de Estadística e Informática para la
determinación del Impuesto Selectivo al Consumo.

h) Reducción de la tasa del Impuesto General a las Ventas.

Se considera que, si bien el incremento en la tasa del Impuesto


General a las Ventas se puede considerar como un cambio
normativo menor y su control resulta relativamente sencillo,
existen razones que sugieren que ésta no es la vía adecuada para
incrementar la presión tributaria.

i) Modificación del Sistema de Pago de Obligaciones Tributarias


con el Gobierno Central

Este Sistema, comúnmente denominado "Detracciones del IGV",


requiere ser perfeccionado con el propósito de lograr, entre otros,
los siguientes objetivos:

 Ampliar el campo de aplicación del sistema a operaciones


económicas donde exista incumplimiento tributario de
cualquier otro tributo y no sólo respecto del IGV.

 Aplicar la detracción a través de otros bancos distintos al


Banco de la Nación a fin de brindar un mejor servicio al
contribuyente, descentralizar la atención y aprovechar la
infraestructura y los servicios de todo el sistema bancario.

j) Notificaciones de medidas cautelares

En el marco del mejoramiento del sistema de pago de tributos, la


Administración Tributaria está trabajando en la implementación de
herramientas informáticas que permitan realizar las notificaciones
de medidas cautelares con mayor eficiencia, reduciendo plazos,
ampliando la cobertura de contribuyentes y a un menor costo,
tanto para la SUNAT como para las entidades bancarias.

k) Formalización de las operaciones económicas

La reforma contempla implementar un mecanismo de


formalización de las operaciones económicas, a través del sistema
financiero, conocido comúnmente como "bancarización".
Asimismo, propone la aplicación simultánea de un impuesto que
grave mínimamente determinadas transacciones financieras.

Esto permitirá ampliar sustancialmente la base tributaria,


incrementar sostenidamente y en un corto plazo la recaudación,
así como dotar a la Administración Tributaria de la información
necesaria que potencie sus acciones de fiscalización y control.

La "bancarización" consiste en canalizar los flujos de fondos entre


los agentes económicos a través del sistema financiero,
empleando para ello los diversos productos que brindan las
empresas de este sector.

La importancia de dicha medida radica en que permite:

 Favorecer la formalización de la economía al desincetivar la


realización de operaciones marginadas y simuladas.

 Promover la documentación de las operaciones realizadas,


aportando una garantía jurídica para evitar fraudes u
operaciones simuladas.
 Reducir la evasión y la informalidad en la medida que potencia
la fiscalización al servir como fuente valiosa de información.
 Incorporar un importante segmento de las operaciones
económicas al sistema financiero, permitiendo el incremento
de la intermediación y fomentando la eficiente asignación de
recursos en la economía.

El esquema propuesto establece el reconocimiento para efectos


tributarios del crédito fiscal para el IGV y el costo o gasto para el
Impuesto a la Renta, por operaciones superiores a un monto
relacionado con la UIT que hayan sido cancelados mediante un
medio de pago bancario como las transferencias, cheques,
tarjetas de crédito-débito, u otros medios de pago.

Asimismo, se propone que aquellos actos que se inscriban ante


registros públicos o que se efectúen frente a notarios o jueces de
paz, deberán ser realizados a través de un medio de pago
financiero.

Por su parte, el "impuesto a las transacciones financieras" grava


con una tasa mínima los ingresos y las salidas de dinero en todas
las modalidades de cuenta en instituciones bancarias y
financieras.

Esta medida alcanzará principalmente a los sectores de mayores


ingresos -segmentos A y B- y será un nuevo mecanismo para
ampliar la base tributaria al incorporar, dentro del impuesto,
operaciones de sujetos marginales que actualmente no tributan.
Asimismo, se podrá obtener información sobre las transacciones
que se realicen por efecto de actividades ilícitas, como las
provenientes del contrabando, la subvaluación, el lavado de
dinero, la corrupción y la evasión. Hay que destacar, asimismo,
que el impuesto permitirá identificar y gravar a aquellos
ciudadanos que se hacen pasar como personas de pocos
recursos y que ocultan la mayor parte de sus operaciones e
ingresos.

Entre las principales exclusiones al gravamen están incluidas las


transacciones interbancarias, las transferencias que se realicen
entre las cuentas de un mismo titular en un mismo banco, así
como las remuneraciones de los trabajadores dependientes.

l) Modificación de la Ley General de Aduanas

La reforma considera la modificación de la Ley General de


Aduanas, así como las normas referidas a valoración aduanera
que permitan mejorar la fiscalización, recaudación, control y
despacho aduanero, así como simplificar y facilitar la aplicación de
los principales regímenes y operaciones aduaneras.

Las principales modificaciones propuestas están referidas a la


reducción y simplificación de procedimientos de forma tal que el
servicio aduanero importe menores costos tanto para los usuarios
como para la misma Administración, como en el caso del
despacho de exportaciones y de la regularización de la
importación temporal.

Los principales cambios que se propone efectuar en la Ley


General de Aduanas están referidos a:

 Uniformizar conceptos y procedimientos de la Ley General de


Aduanas con el Código Tributario a fin de estandarizar su
aplicación.

 Precisar responsabilidad de los agentes de aduana en el


despacho aduanero con el propósito de establecer supuestos
de responsabilidad solidaria de los agentes de aduana como
auxiliares de la función pública, para lo cual se requiere fijar
parámetros específicos y uniformes que conduzcan a lograr un
mayor compromiso en el cumplimiento de sus obligaciones.
 Simplificar los procedimientos de los regímenes y operaciones
aduaneros.
 Precisar las obligaciones e infracciones de los operadores de
comercio exterior con el objeto de lograr un mayor grado de
cumplimiento de las obligaciones tributario-aduaneras. De esta
forma, se necesita hacer más objetiva la intervención de la
Administración y, en consecuencia, lograr un menor costo de
regulación, con resultados más efectivos en cuanto a
cumplimiento.

m) Racionalización del Sistema Tributario Nacional

En los últimos años -y tal como ha venido ocurriendo en los


diversos países de la región-, ante la necesidad de perfeccionar
el sistema vigente y obtener recursos adicionales para satisfacer
requerimientos del sector público, se han creado diversos tributos
que gravan determinadas operaciones o factores de producción.
Los tributos que fueron creados no han contemplado el concepto
de progresividad y ampliación de la base tributaria.

Se debe tener claro que mantener este tipo de tributos origina


que se distorsione la carga tributaria en comparación con otros
sectores, dado que sólo afectan a un factor productivo o tipo de
actividad. Tal es el caso de la reducción o eliminación del
Impuesto Extraordinario de Solidaridad, que afecta la planilla con
dos por ciento. Esta medida se aplicará en tanto no ponga en
riesgo la sostenibilidad fiscal.

n) Recaudación y administración de tributos municipales

Se propone modificar la Ley de Tributación Municipal mediante:

 El impulso al Catastro que se debe desarrollar entre varias


municipalidades, lo que les permitirá mejorar
considerablemente la recaudación de los recursos propios,
además de fortalecer la planificación local.

 El perfeccionamiento del procedimiento de actualización de la


base imponible del impuesto automotor, ajustando el valor de
vehículos fabricados con anterioridad al ejercicio gravable.
 La modificación del régimen de impuestos a los juegos,
apuestas y espectáculos públicos para simplificar el
procedimiento de determinación.
 El establecimiento de medidas para mejorar la recaudación y
fiscalización del Impuesto a las embarcaciones.

o) Sanciones por la comisión de delitos tributarios


Es indispensable dictar las medidas necesarias que permitan
establecer conductas agravantes y sancionar ejemplarmente a
quienes defraudan al Estado. En tal sentido, se proponen como
circunstancias agravantes, en la comisión del Delito de
Defraudación Tributaria, las siguientes:

 El fraude tributario cometido mediante la formación de grupos


organizados para tal fin.

 La utilización de terceras personas que, aparentando obrar por


cuenta propia, intervienen por encargo y en provecho de otro a
fin de ocultar al verdadero beneficiario económico.
 La utilización de comprobantes de pago u otros documentos
fraudulentos para ocasionar perjuicio al Estado.
 La doble o múltiple facturación.
 La conducta reiterativa en actos fraudulentos por parte del
contribuyente.

En conclusión, sólo con una reforma tributaria neutral y equitativa,


podremos avanzar hacia la meta de un desarrollo sostenido que
llegue a todos los sectores de la población, mediante una
adecuada distribución de los recursos.

BIBLIOGRAFIA

 Interpretación de las Normas Tributarias


Autor: Rubio Correa, Marcial.

 Reforma tributaria en el Perú


Autor: Portocarrero, Javier.

 Reflexiones sobre una reforma del sistema tributario nacional.


Autor : Dr. CPC Julio César Trujillo Meza

 Reflexiones sobre Temas de Derecho Tributario y Política Fiscal


Autor: Francisco Javier Ruiz.

 Foro: Sistema Tributario en el Perú


CONCLUSIONES
 El sistema tributario peruano es el conjunto de impuestos,
contribuciones y tasas que existen en el Perú.
 El Estado peruano es el poder político organizado por la
Constitución de 1993. El Estado se encuentra organizado
en tres niveles de gobierno: nacional, regional y local.
 Cada uno de estos niveles agrupa diferentes unidades
ejecutoras o productoras de bienes y servicios públicos
cuyos costos operativos deben ser financiados
básicamente con tributos.
 El Decreto Legislativo No. 771, vigente desde enero de
1994, es denominado como la “Ley Marco del Sistema
Tributario Nacional”.
 Nuestro periodo republicano en el siglo XIX puede definirse
como inestable política y económicamente, reflejándose
ello en las diversas medidas económicas, que se fijaron, de
las cuales la tributación fue una expresión clara de las
contradicciones de la época.
 Con la promulgación de la Ley Nº 7904, se implantó por
primera vez en el Perú un sistema tributario coherente que
definió, por su origen.
 El Gobierno Central, Comprende las entidades públicas
que están bajo el ámbito de la Ley de Presupuesto del
Sector Público, tales como: Ministerios, Universidades,
Instituciones Públicas, Gobiernos Regionales y Otras
Entidades como las de Tratamientos Empresarial (ETEs).

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