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y atención educativa de la
violencia de género en
el contexto escolar
Yoanka Rodney
Kenia Lorenzo Chávez
Yuliet Cruz Martínez
Jesús E. Muñoz Machín
Educar para
la igualdad
Propuesta para la prevención y atención educativa de la
violencia de género en el contexto escolar
ISBN: 978-959-7241-15-7
De interés…………………………………………….......................…………....….. 69
Bibliografía……………………………………….......................……………....…… 75
Brújula hacia la
no violencia
5
Promover desde edades tempranas modelos equitativos en las
relaciones es, quizás, la mejor manera de avanzar hacia una convivencia
pacífica, colaboradora y plena, donde no haya espacio para los
estereotipos y la violencia, fundamentalmente la que se ejerce por
razones de género. Se trata entonces de que cada niña, niño y
adolescente se sienta libre de explorar y expresar todo su potencial, sin
que ello implique dañar a otra persona.
6
Dicha intención de promover el aprendizaje en escenarios libres de
violencia, donde estudiantes y docentes puedan alcanzar todo su
potencial, queda expresada en el ODS 4 y sus metas correspondientes.
La nueva visión propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa
y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la
vida…”.
7
Cuba fue de los primeros países en firmar la Convención sobre los
Derechos del Niño que, entre otros, establece los principios de igualdad y
no discriminación. Asimismo, uno de los principios de la educación en la
Isla es la coeducación, determinado desde 1975 y en el cual se establece
la plena igualdad de derechos y deberes entre mujeres y hombres.
Sin embargo, aun con esos avances que evidencian el compromiso del
Estado para garantizar el acceso de la población a todos los niveles de
enseñanza, educar para la igualdad constituye un desafío.
8
profesorado deben ser creativas y con el propósito de elevar la calidad
de la educación, a partir de un proceso de investigación y formación
permanente. Deben, además, incluir procesos de reflexión y cambio
desde el propio personal docente hasta llegar a la familia y la
comunidad.
9
Violencia en las escuelas:
rutas conceptuales
11
En Cuba, los estudios sobre violencia comenzaron a ser más sistemáticos
en los años 90 del siglo pasado, como muestra de una preocupación
institucional y política por esta problemática de relevante impacto social.
En la actualidad se pueden encontrar investigaciones realizadas en varias
facultades universitarias y centros de estudios, libros y audiovisuales,
entre otros productos comunicativos, que pueden contribuir a la
comprensión de esta problemática en el contexto nacional.
12
Ser intencional: todo acto de violencia destaca por el carácter deliberado
de la estrategia utilizada (coerción, intimidación, uso de la fuerza, la
amenaza, la autoridad) para ocasionar algún daño. Aunque “no todo
agresor o grupo de agresores tiene plena conciencia de su intencionalidad
de dañar a otra persona” (Ortega, R. y Mora, J. 2000:21).
13
sumisión en la base de las relaciones entre las personas adultas y las
niñas y niños (Latinobarómetro. 2010).
14
el discurso educativo sexista, pensado y hablado en masculino, con
referencia a la épica de los hombres en la política, las ciencias, las artes
y las letras.
En la familia:
Falta de cariño, atención, control y comunicación.
Separación, divorcio o ausencia de la madre, el padre o ambas
personas.
Pobreza y privaciones materiales.
Educación inestable y agresiva.
Reglas excesivamente estrictas o, por el contrario, demasiado
permisivas.
15
Madres, padres o persona encargada de la tutoría con extensas
jornadas de trabajo.
En la escuela:
Incorrecta o inestable organización escolar.
Existencia de un ambiente hostil al interior de la institución.
Malas relaciones entre docentes, así como entre integrantes del
profesorado y grupos de estudiantes.
Carencia de normas y valores educativos.
Ausentismo recurrente de docentes o una plantilla docente
incompleta.
Improvisación de clases y la falta de control por parte del
profesorado.
Segregación y fracaso escolar.
Alta concentración de estudiantes por aula que puede exacerbar
las conductas violentas y dificultar el control de la disciplina.
En grupos de amistades:
Violencia como recurso para la aceptación grupal en el caso de
ambos sexos.
Mayor cantidad de actos violentos o abusivos ejecutados en grupo.
Demostración de hombría por parte de los varones, acorde con los
patrones hegemónicos.
16
generan valores, modos de proceder y conocimientos que se aceptan y
toleran en mayor o menor grado, en dependencia de las culturas.
17
Una peculiaridad de la escuela en comparación con otras comunidades
de trabajo radica en que su colectivo está integrado mayormente por
profesionales que tienen como tarea fundamental la educación de las
nuevas generaciones, por lo que necesitan una preparación cada vez
más completa. Otro elemento distintivo es que la composición de dicha
comunidad es esencialmente intergeneracional.
18
La autoridad es otro elemento esencial para entender la violencia
escolar. A través de ella el profesorado encuentra obediencia a un
mandato determinado, por lo que también puede ser considerada una
forma de poder.
19
inadecuadas de expresión, en ocasiones obscenas. Es una forma de
violencia típica en niños, niñas y adolescentes.
Violencia física: todo tipo de violencia corporal ejercida sobre una persona
como pellizcos, golpes, tirones de cabellos, empujones, sacudidas, daños
con objetos (lápices, borradores, compás), siempre de manera
intencional. Puede también manifestarse a través de castigos corporales.
1-La literatura especializada reconoce que la palabra bullying no forma parte de los términos
aceptados por la Real Academia Española, pero sin duda la utilización de este anglicismo
cada vez es más frecuente en nuestro idioma, sobre todo en el ámbito académico.
20
Roles de las personas en las situaciones de violencia
Víctimas: personas violentadas por alguien de la comunidad educativa.
Las acciones de que son objeto van en detrimento de sus derechos,
integridad física o moral.
Ley del silencio: prohíbe hablar y denunciar los actos violentos, por lo
que de forma indirecta está al servicio del mantenimiento de la
violencia. Se le puede identificar cuando víctimas y espectadores se ven
obligados, directa o indirectamente, a callar e ignorar lo sucedido en
una situación violenta. Implica cierto grado de culpabilidad y
complicidad. Usualmente ocurre por miedo o insuficiente desarrollo de
habilidades sociales. Los miedos son paralizantes y la insensibilización
o la negación suelen ser defensas adoptadas ante hechos de este tipo.
21
El pizarrón
En la escuela necesitamos fomentar la cultura del diálogo
para desaprender el binomio dominio-sumisión. De igual
forma, debemos prestar atención a las demandas e
inquietudes del estudiantado y estar alertas ante la
posibilidad de que alguien decida romper el silencio que
rodea la violencia. Cuando ocurren situaciones de violencia
siempre existe una necesidad latente de comunicar, aunque
en ocasiones no sea con palabras.
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Las niñas, niños y adolescentes que sufren violencia necesitan de una
atención especializada para contribuir a su recuperación integral. A su
vez, las personas que realizan las acciones violentas también deben
recibir atención y asistencia especializada.
23
Indicadores físicos Indicadores comportamentales
24
Los conflictos: procesos de aprendizajes y desarrollo
Quienes ejercen el magisterio conocen que los conflictos son muy
frecuentes en una comunidad educativa, pues estos tienen una base
común en la diferencia entre las personas. Ante esas certezas, resulta vital
aprender a comprenderlos y gestionarlos de forma constructiva, pues
tienen un carácter acumulativo y si no se eliminan sus causas, vuelven a
surgir en otro momento, aunque sea con manifestaciones diferentes.
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Investigaciones científicas también han abogado por emplear el término
noviolencia como una sola palabra con el fin de alejarlo de concepciones
negativas y asociarlo a una metodología activa para influir en el curso
y en el resultado pacífico de un conflicto (López , M. 2004: 8).
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Mediación de conflictos: alternativa para la prevención
En un conflicto cada parte tiene
una posición (lo que quiere) y Notas para la igualdad
también tiene intereses (las
necesidades que están detrás Los colectivos pedagógicos deben
de esa demanda explícita). promover la comunicación dialógica,
Generalmente quienes se participativa y horizontal, así como
enfrentan como contendientes
practicar la escucha activa ante las
suelen hacer referencia a las
posiciones, pero no sacan a la
demandas de sus estudiantes.
luz las cuestiones que sostienen
sus respectivas posturas. El
conflicto sería como un iceberg,
que apenas muestra una pequeña porción de su dimensión real. Por ello
resulta esencial la labor de mediación.
27
Sin embargo, hay que velar por no colocar siempre a las niñas en el rol
de mediadoras por excelencia o apaciguadoras de situaciones
conflictivas, lo que contribuiría a reproducir el estereotipo de que están
más aptas para el diálogo que los varones.
El pizarrón
Desde edades tempranas debemos promover en las
personas el aprendizaje de habilidades para la autogestión
de los problemas cotidianos y la prevención de la violencia
de género. Las personas adultas no deben “resolver” todos
los conflictos entre pares, sino enseñar a niñas, niños y
adolescentes los recursos necesarios para solucionar sus
propios conflictos.
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concepción y metodología de la Educación Popular. Así lo confirman
diversas experiencias abordadas por instituciones y organizaciones
tales como: el Ministerio de Educación (MINED), la Asociación de
Pedagogos de Cuba (APC), algunos Institutos Superiores Pedagógicos,
el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS) del
Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el Centro
“Félix Varela”, la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP), el
Centro de Estudios de la Juventud, el Centro “Martin Luther King Jr.”,
entre otras instituciones y organizaciones.
En el caso del Centro “Félix Varela”, durante varios años ha sido difusor
por excelencia en Cuba del “Programa de Solución de Conflictos para
la Educación Primaria y Media” (Picard, Ch. A. y Flaurie, S. 2002), en el
cual se detallan un grupo de lecciones diseñadas para el entrenamiento
de habilidades relacionadas con la solución de conflictos a profesionales
de la educación y el alumnado.
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acciones están diseñadas para estudiantes entre 5 y 13 años de edad.
Pueden utilizarse juegos de roles, trabajo y dinámicas grupales,
dramatizaciones, canciones, deportes, entre otras variantes.
30
Tiempo para (des)aprender:
género, estereotipos
y sexismo
31
De igual modo, el conjunto de métodos empleados para colocar y
mantener en una situación de inferioridad, subordinación y explotación
a uno de los sexos se le denomina sexismo.
Debe aclararse, que si bien los hombres y los niños quedan mejor
parados en términos de poder e incidencia en el espacio público, el
sexismo afecta a aquellos varones que no cumplen con los mandatos y
estereotipos tradicionales de la masculinidad hegemónica.
En el hogar:
Las niñas son preparadas e informalmente entrenadas para la
maternidad, pero en el caso de los niños, su niñez no es el preámbulo
de la paternidad.
Los modelos de crianza aseguran que los niños disfruten privilegios
propios de su edad (por ejemplo, jugar con sus amistades en el
parque), mientras que las niñas afrontan tempranamente los
desafíos de una vida adulta, a partir de la realización de tareas
domésticas. Cuando se trata de un hogar donde conviven una niña
y un niño, por lo general solo ella “debe ayudar a su mamá”,
acentuando desde la infancia la responsabilidad femenina en el
cuidado de la familia.
La socialización de los niños tiende a fomentar la autoconfianza,
pero en las niñas refuerza el sentido de responsabilidad por el
cuidado de otras personas.
La discriminación hacia las niñas está naturalizada y con ello su
devaluación como persona. Ellas deben ser cuidadas y protegidas y
su capacidad reproductiva se percibe como un “peligro”, por la
posibilidad de que ocurra un embarazo no deseado. En el caso de
los niños está prohibido que jueguen a las casitas, pero son
socialmente aceptados los juegos violentos como jugar con pistolas,
espadas, súper héroes armados. Se puede jugar a la guerra, pero no
a ser papá.
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En el ámbito escolar:
Basados en los estereotipos de género, algunos colectivos
pedagógicos tratan de forma diferenciada a niñas y niños.
Existe mayor presencia de imágenes y personajes de niños y
hombres en los libros de texto y de literatura infantil de las
bibliotecas escolares.
En las historias de los libros de texto y juegos se adjudica a los
varones los roles protagónicos, heroicos, de proveedores de bienes
y recursos para el hogar, mientras que a las niñas se les asocia al
espacio hogareño, las labores domésticas, de cuidado de animales
y personas.
Generalmente, se difunde la idea de una supuesta debilidad de las
mujeres, por lo que ellas deben ser salvadas por personajes
masculinos.
El lenguaje suele invisibilizar a las niñas y las mujeres con la
utilización del masculino para referirse al plural.
La enseñanza de la historia apenas reconoce el aporte y los roles
diversos asumidos por las mujeres.
Tanto en las clases como en los juegos, durante los tiempos de
recreo, el personal docente suele legitimar las mismas normas y roles
tradicionales de género que se reproducen al interior de la familia.
En ocasiones, en la escuela —también en el hogar— se intenta
“ajustar” a la norma de lo socialmente aceptado, tanto a niñas como
niños que intenten salirse de los moldes establecidos. La homofobia
puede manifestarse tanto entre los grupos de estudiantes como por
parte de los colectivos pedagógicos. Entre las expresiones más
comunes se encuentra la utilización de los juegos y la distribución
de roles o tareas para presionar a niños, niñas y adolescentes, para
hacerlos cumplir con los valores y prácticas culturales asociados a
lo femenino o masculino.
33
igualdad de condiciones del derecho a la educación, para el desarrollo
sostenible, transformador e integrador. Para una clara comprensión del
fenómeno, la organización internacional precisa que:
34
El pizarrón
La violencia no solo se expresa en golpes u ofensas.
Si etiquetas a una persona como “bruta”, “de lento
aprendizaje” o “flojita” también estás cometiendo
un acto de violencia.
35
violencia por razones de género. Además, no se pueden perder de vista
otras manifestaciones asociadas a las relaciones de noviazgo como el
control y el sometimiento.
17.5 % Frecuente
70 % A veces
5 % Nunca
Extraído de (Romero S, Y. 2012). La prevención de la violencia en la escuela entre niños
y niñas. La Habana. Trabajo de diploma. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique
José Varona. Facultad de Ciencias de la Educación.
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De igual modo, y pese a no ser una realidad extendida en Cuba, la
tecnología proporciona un nuevo escenario para el acoso mediante el
uso de internet y la telefonía celular. Estas manifestaciones han dado
origen a los términos “ciber-matón” (cyber-bully) y “ciber-acoso”
(cyber- bullying).
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entre los aspectos más peligrosos de esas relaciones no equitativas
encontramos la legitimación de “un esquema de relación amorosa donde
las mujeres tienen una posición de subordinadas “naturales” y ello acarrea
limitaciones en determinadas etapas de la vida, para decidir sobre el cuerpo
e incluso sobre proyectos profesionales y estudiantiles.
La violencia sexual, incluido el acoso sexual hacia las niñas, puede ser
motivada por el deseo de castigarlas o humillarlas por su sexo, por interés
sexual o como validación de hombría. Incluso, desde posicionamientos
machistas, la victimización es aún más fuerte porque se suele culpar a las
niñas por la conducta inapropiada de quienes la agredieron.
Mirada a la diversidad
En diciembre del año 2015 un grupo de profesionales de la educación
de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, en
colaboración con la UNESCO realizaron un estudio exploratorio en
escuelas de diferentes niveles de enseñanza de La Habana (Rodney R,
Y., García L, M., Rodríguez O, M. y Del Valle M, B.T. 2015).
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exclusión que pueden percibirse por diversos miembros del estudiantado.
No fue una indagación cuantitativa, por lo que no recoge información
numérica sobre cuántos episodios de homofobia ocurren por año,
quiénes son víctimas, quién o quiénes agreden, entre otros datos.
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De la práctica educativa y el currículum oculto
Desde la escuela tradicional hasta el presente, como parte y reflejo de
las sociedades patriarcales, las instituciones educativas han constituido
uno de los espacios de educación y aprendizaje que más reproducen y
multiplican los modelos sociales sexistas.
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Diferencias sexistas en el lenguaje: expresadas en la atención brindada a
las y los estudiantes en función de su sexo, la frecuencia de la misma,
las forma y el tono de las frases, el uso de verbos, adjetivos y
aumentativos/diminutivos. Ej: Empleo del género masculino cuando se
realizan anuncios que incluyan la totalidad del alumnado presente:
“Señores, ¡Cállense!”, “Todos saquen el libro de texto y abran la página
24”, “Compórtense como adolescentes que son y no como niños de
primaria”, frases utilizadas por una profesora de la educación
secundaria básica (Romero, M. citado por Vasallo, N. y T, Díaz 2008).
También el lenguaje denota discriminación cuando el profesorado
emplea frecuentemente adjetivos y diminutivos para referirse a las
alumnas. De esta manera contribuyen a reafirmar el estereotipo de que
ellas son frágiles e inferiores. A ellas se les suele hablar de forma dulce
y a ellos con un tono más grave.
El pizarrón
A partir de un estudio de caso, la investigación “Sexismo y
currículum oculto. Las escuelas como instituciones
reproductoras de la(s) inequidad(es) de género” analiza,
entre otros tópicos, cómo se manifiesta el sexismo
lingüístico en el ámbito escolar:*
Uso de aumentativos 1 2
Adjetivación 7 4
*Romero, M. citado por Vasallo, N. y Díaz, T. 2008. Ver en “De interés…”: Otras
manifestaciones de currículum oculto en el contexto cubano, pp. 69-70.
41
Roles asignados a cada estudiante en las aulas en función de su sexo
marcan, evidentemente, la reproducción de estereotipos androcéntricos
de género, en los que el hombre asume un papel activo en la solución
de problemas, mientras la mujer asume el rol pasivo y de cuidado del
“ámbito interno”. Al respecto, usualmente se les pide mayor colaboración
a los adolescentes en tareas extradocentes. Ej: se les solicita que vayan
a buscar maderas para el arreglo de unas sillas rotas, arreglar el cable
que conecta el video al televisor con el fin de ver la teleclase
correspondiente y a otro que bote la basura. Las muchachas quedan
para solucionar problemas más formales e internos como ir a la
dirección a aclarar un dato relacionado con la asistencia del grupo o
barrer el aula.
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Escuelas libres de discriminación: potencialidades del sistema educativo cubano
Aun cuando existen aspectos que limitan el acceso de niñas, niños y
adolescentes a una correcta educación en igualdad, el sistema
educativo cubano posee objetivos y contenidos que contribuyen a la
formación de patrones de conductas no discriminatorios.
43
Reglamento de Salud. En cuanto a la relación con el personal adulto, el
artículo 16, en su inciso a, refiere: “Son derechos comunes a los
estudiantes (…) recibir un trato cortés y respetuoso por parte de los
trabajadores, docentes y Consejo de Dirección”.
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El estudiantado dice… (experiencias foráneas)
Víctima o victimario…
Un estudio realizado con adolescentes en Guadalajara (México)
describe cómo el estudiantado se percibe en diferentes roles asociados
a la violencia escolar (Valadez F, I. y González G, N. 2007). Los varones
admiten con más facilidad haber participado o iniciado actos violentos
(con actitudes de poder), pero no admiten haber sido violentados. Las
niñas, por el contrario, reconocieron con mayor rapidez haber sido
víctimas, salvo en el caso de las agresiones sexuales, respecto a la cual
se mostraron más reservadas.
45
En cuanto a la violencia psicológica fueron referidas conductas como el
rechazo, el aislamiento, impedir que hablen, ignorar, ridiculizar,
discriminar, marginar, criticar, hablar mal, amenazar y el chantaje. El
chisme y el rumor también fueron mencionados como mecanismos de
violencia interpersonal. Tal y como ocurre con otras manifestaciones de
la agresión escolar, las acciones suelen ser más sutiles y elaboradas a
medida que aumenta la edad de los grupos de estudiantes.
Estudiantes exigen:
Estudios internacionales (Sérgio P, P. 2006), efectuados a escala global,
indican que tanto niños, niñas y adolescentes desean:
46
como son, respeten sus derechos y les brinden ayuda para
expresarse de manera constructiva y desarrollar todo su potencial.
Que el colectivo pedagógico y de apoyo les ayuden a llevarse bien
entre sí y a desarrollar hábitos de respeto mutuo y empatía.
Que su familia y otras personas adultas desempeñen roles
constructivos en su educación, promoviendo y apoyando que las
escuelas, hogares y comunidades estén libres de violencia.
47
Ir más allá de los mitos
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*Sugerimos utilizar esta información para crear ejercicios de verdadero y falso en múltiples
variantes, pues así el alumnado incoporará mejor los conocimientos acerca de los mitos y
estereotipos.
48
Es posible visibilizar y superar el sexismo atendiendo a los
siguientes indicadores (Rodríguez O, M. 2006):
Realiza las tareas por parejas o equipos para mejorar las relacio-
nes grupales.
Evalúa la expresión de satisfacción o insatisfacción cuando reali-
Aula
49
Ponlo en práctica:
herramientas para
la prevención
51
docente pueda hacer las adaptaciones curriculares pertinentes para
insertar estos temas coherentemente en las distintas asignaturas, de
acuerdo a la realidad del grupo escolar y del contexto social en el que
transcurre la cotidianidad del estudiantado.
52
o vinculados a ellos (familia, comunidad y otros actores locales), con el
fin de proveerles de herramientas para prevenir, detectar y responder
ante la violencia.
El pizarrón
Siempre recuerda que las acciones encaminadas a la
prevención y erradicación de cualquier manifestación de
violencia contra niñas, niños y adolescentes cuentan con el
respaldo de múltiples resoluciones internacionales, de las
cuales Cuba es signataria. Una de ellas es la “Convención
sobre los Derechos del Niño” (CDN), adoptada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de
noviembre de 1989. Tenlo presente al elaborar propuestas
concretas de programas, metodologías y rutas críticas, entre
otras iniciativas para favorecer una cultura de paz.
53
A continuación compartimos el Artículo 19 de la CDN, por
su relación directa con la no violencia. Sin embargo,
sugerimos consultar todo el informe.
El Artículo 19 del CDN precisa que:
1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger
al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental,
descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido
el abuso sexual, mientras el niño se encuentra bajo la custodia
de los padres, de un representante legal o de cualquier otra
persona que lo tenga a su cargo.
2. Esas medidas de protección deberían comprender, según
corresponda, procedimientos eficaces para el establecimiento de
programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia
necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras
formas de prevención y para la identificación, notificación,
remisión a una institución, investigación, tratamiento y
observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos
al niño y, según corresponda, la intervención judicial.
54
Desarrollen programas específicos para la reducción de la violencia,
enseñando a niñas y niños modos constructivos de gestión de sus
conflictos.
Promuevan un entorno de aprendizaje libre de violencia, en el que
los grupos estudiantiles sean parte de las estrategias de prevención.
Incluyan la asignatura de género en los currículums de las facultades
y universidades pedagógicas, así como propicien espacios de
superación profesional en temas de género y sexualidad, con enfoque
de derechos.
Integren en el currículo de forma transversal, la comprensión de la
violencia de género y una ruta crítica para solicitar ayuda.
Aseguren que los planes de estudios, los procesos de enseñanza y
otras prácticas cumplan con lo estipulado en la Convención sobre
los Derechos del Niño.
55
Talleres vivenciales de reencuentro del profesorado con sus
conocimientos y experiencias relacionadas con la sexualidad
(revisar sus propias concepciones y conflictos).
Espacios de debate para identificar y valorar las situaciones de
violencia de género en el contexto escolar y comunitario para, desde
una cultura de paz, repensar el papel del colectivo pedagógico.
Talleres creativos en los cuales se identifiquen juegos infantiles
tradicionales que estimulan la discriminación de género, para luego
proponer variantes diferentes que sean inclusivas, participativas y
equitativas.
Actividades docentes, extradocentes y extraescolares que integren
los enfoques de género, derecho y diversidad. Pueden ser
aprovechadas las actividades culturales y deportivas habituales, en
las que se recomienda utilizar materiales audiovisuales y otras
variantes didácticas no sexistas.
Organizar en los centros docentes charlas o encuentros con la
participación de la familia, en los cuales se aborden problemáticas
vinculadas a los temas de género y sexualidad.
56
Eje de convivencia: incluye el diagnóstico de los conflictos, la
formulación de principios para la convivencia, la concertación de
reglas, la definición de instancias para la conciliación, así como la
formación de la cultura de los derechos humanos, de respeto e
inclusión.
Eje investigación y participación comunitaria: busca la articulación
con la comunidad educativa a través de proyectos y programas de
acción participativa.
Eje de gestión administrativa: diseña y desarrolla procesos
institucionales de calidad, proactivos, eficientes y eficaces, con alto
impacto en el clima, en el trabajo institucional y en el contexto
comunitario.
57
Conversar abiertamente con las muchachas y muchachos sobre
sus primeras relaciones de pareja y cómo asumen el noviazgo para,
a través de propuestas equitativas, desmontar las formas
tradicionales de relacionarse.
Propiciar la participación del estudiantado en espacios culturales,
de debate o socialización en temas de género y abrir espacios para
el activismo por la igualdad en los eventos estudiantiles (concursos,
ferias de conocimiento, festivales culturales, encuentros deportivos,
entre otras variantes).
Identificar los sesgos en la representación, mención o reconocimiento
y aportaciones de las mujeres, lo mismo en los acontecimientos
históricos que en los avances científicos, el quehacer político y demás
esferas de la vida.
Promover el análisis de acontecimientos históricos, avances
científicos, quehacer político y demás esferas de la vida, para
identificar sesgos en la representación y aportaciones de las
mujeres.
Evitar juicios de valor que coloquen en posiciones de inferioridad o
superioridad a las personas y sus actividades en función de su sexo.
Detectar y denunciar las relaciones de dominación, subordinación
y explotación basadas en la diferencia sexual.
Incluir expresamente a niñas y niños, mujeres y hombres, alumnas
y alumnos, maestras y docentes, madres y padres en todos los
documentos normativos o informativos de la escuela.
Favorecer las investigaciones o proyectos escolares sobre las
aportaciones de las mujeres al conocimiento científico, junto con la
reflexión sobre el por qué de su escasa presencia (o el papel
secundario) en este campo.
Reflexionar de conjunto con el estudiantado sobre lo que aprecian
en los medios de comunicación, donde se coloca a mujeres y
hombres en lugares, funciones y tareas estereotipadas. Puedes
valerte de videos clip, letras de canciones, películas, videojuegos,
entre otras variantes que forman parte del universo infantil y
juvenil.
Diseñar, en el marco de la planificación de la educación sexual, una
estrategia diferenciada para distintas franjas etarias. En los grupos
58
más pequeños es fundamental prestar atención a la difusión de
estereotipos negativos referidos a los roles de la mujer y a los temas
de diversidad sexual. Y durante toda la etapa formativa del
estudiantado resulta vital deconstruir representaciones sociales
hegemónicas que se aprecian en la cotidianidad y pudieran, tarde o
temprano, conducir al desarrollo de prácticas discriminatorias
(UNICEF. 2013).
¿Quién te protege?
Aprende a protegerte...
59
cotidianos, incluyendo las transiciones vitales, los períodos de estrés y
la adversidad o el riesgo significativo.
60
El pizarrón
Quienes educan pueden enseñar a las nuevas generaciones
a romper el círculo de la violencia. Es común que las
víctimas de violencia reproduzcan las conductas agresivas
con aquellas personas que perciben como más débiles,
fragilidad que con frecuencia se asocia a lo femenino, a
quienes tienen menos estatura, edad o fuerza y personas
con alguna capacidad disminuida. Por esa razón debemos
ayudar a niñas, niños y adolescentes a ser conscientes de
ese mecanismo y a asumir el compromiso de no reproducir
la violencia.
61
físicamente). Hay una alta preocupación por las metas personales
(ninguna por las de la otra parte) y poca preocupación por las
relaciones. Lógica: Yo gano, tú pierdes.
Comportamiento de la tortuga (evadir): La persona cree que
apartarse del conflicto ayuda a resolverlo. Asume que no puede
alcanzar sus metas o mantener las relaciones y decide que lo mejor
es retirarse para evitar el enfrentamiento. Lógica: Ambas partes
pierden.
Comportamiento de zorros y zorras (transigir): La persona está
dispuesta a ceder en algo, si la otra parte muestra disposición a lo
mismo. Asume que no se puede obtener todo lo que se quiere
(mejor perder algo y ganar algo). Intenta no arriesgar las relaciones
y permite que la otra parte obtenga también algo de lo que quiere.
Lógica: Ambas personas ganan y pierden algo.
Comportamiento de búhos (colaborar): La persona asume la
confrontación de manera abierta y franca. Está comprometida con
las metas personales y las de la otra parte. En este caso busca una
solución mutuamente beneficiosa. Concibe que ambas partes
pueden trabajar conjuntamente en aras de conseguir sus metas.
Lógica: Ambas personas ganan.
Para ello se debe indagar en los intereses, trabajar en aras de que las
partes los expongan en el diálogo, así como intentar que se hallen y
valoricen los intereses comunes.
62
Algunas lógicas de trabajo para la mediación:
Sentarse con todas las partes y preguntar a cada una su versión
de la situación de modo que se escuchen.
Preguntar a cada parte si ha entendido (esto se refiere a la
comprensión, no al acuerdo) y si lo podría decir con sus palabras.
Hacer preguntas que ayuden a las partes a sacar fuera sus
necesidades, intereses, sentimientos asociados a la situación (para
qué quieren lo que solicitan, por qué es tan importante para él o ella,
entre otras cuestiones).
Trabajar por lograr que las partes se escuchen, descubran qué tienen
en común (esto es clave, solo desde lo que les une podrán avanzar de
conjunto) y valoricen las necesidades e intereses de la otra parte.
Una vez que comiencen a explicitar que “se han movido” de su
posición inicial (no están igual que al principio), hacer un resumen
donde se visualice qué necesita cada una, qué tienen en común y
preguntar cómo podrían lograr satisfacer a ambas. Quienes
protagonizan el proceso hacen una lluvia de ideas sobre variantes
de soluciones, las analizan una a una y eligen la más conveniente
para todas las partes.
63
estás escuchando y brinda oportunidad para que la otra parte pueda
aclarar posibles malentendidos. No contiene valoraciones o juicios
propios.
Yo me siento… (sentimientos)
Cuando… (descripción de la situación o comportamiento del problema)
Porque… (explicación de la repercusión del comportamiento o situación)
64
Convivencia escolar: tiene en cuenta los roles que ocupan las
personas involucradas en situaciones de violencia dentro de las
relaciones sociales que se establecen en la escuela, así como la
manera de resolver los conflictos, la comunicación, la empatía, las
actitudes y conductas pro-sociales.
Normatividad: tiene en cuenta el sistema de normas de convivencia
que son asumidas en el plano individual, grupal y social, aspecto que
convierte a la escuela en un lugar democrático. Además, incide de
forma trascendental en el proceso de integración, garantizando que
este sea o no satisfactorio.
65
grupos, que observen el tipo de relaciones sociales que establece el
grupo de estudiantes implicados entre ellos y con el resto del grupo.
Intervención:
Comunicación a las familias de las personas implicadas (si procede).
Antes de comunicar la situación de acoso a la familia del estudiante
víctima de la violencia es necesario tener en cuenta que, en ocasiones,
estas situaciones ocurren también en los hogares. Por ello debemos
conocer previamente la situación particular de cada niña, niño o
adolescente.
Comunicación a agentes externos (si procede). Es posible que la
gravedad del hecho o su reiteración exija solicitar colaboración a
miembros de las diversas organizaciones o instituciones como la
Federación de Mujeres Cubanas y sus Casas de Orientación a la
Mujer y la Familia, el Comité de Defensa de la Revolución, la
Asociación de Combatientes, Policía Nacional Revolucionaria, el
Centro de Diagnóstico y Orientación, así como a oficiales de
atención a menores, entre otros.
Medidas con el conjunto del personal docente y no docente. Cada
persona de la escuela será informada de la situación y de su
responsabilidad para cumplir con la etapa de seguimiento y las
medidas adoptadas en función de contribuir a la prevención de las
situaciones de violencia.
66
Medidas disciplinarias de acuerdo con lo establecido en el
reglamento escolar.
67
Medidas orientadas a las familias del estudiantado implicado
La comisión creada debe informar sobre la situación, las medidas
adoptadas y solicitar su colaboración para las futuras acciones de
prevención. De igual modo, se le brindará información y orientación
sobre cómo ayudar a sus hijos o hijas, según el rol que ocupen en las
situaciones de violencia.
68
De interés...
Personajes
Femenino Masculino
5 26
69
Protagonismo principal
Femenino Masculino
2 18
70
¿Cómo evitar el lenguaje sexista?
Uso de nombres colectivos (profesorado, en vez de “los
profesores”).
Uso de perífrasis (la persona interesada, en vez de “el interesado”).
Uso de construcciones metonímicas (la juventud, en vez de “los
jóvenes”).
Uso de desdoblamientos (Señores y señoras, niños y niñas).
Uso de barras (Sr/a).
Omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca
de género: “cada contribuyente” en lugar de “los contribuyentes”.
Uso de formas impersonales: “es preciso atender más” y no “es
preciso que el alumno atienda más”.
Empleo del modo imperativo: “Entreguen su tarea a tiempo” en
lugar de “todos deben entregar la tarea a tiempo”.
Eludir las responsabilidades cuando se refiere a cargos: “La
dirección (o la secretaría docente) de la escuela” y no “El director (o
el secretario) de la escuela”.
No reforzar estereotipos con las profesiones: “Ve a la enfermería”
y no “Ve con la enfermera” / La persona (el personal) de limpieza”
en lugar de “La mujer de la limpieza”.
71
Ciberacoso: cuando se utilizan las TICs para hostigar e infringir daño
psicológico a una persona, grupo o comunidad.
Sexting: palabra tomada del inglés que une “Sex” (sexo) y “Texting”
(envío de mensajes SMS desde teléfonos móviles). Nombra el envío de
contenidos de tipo sexual (usualmente fotografías, videos o frases)
desde cualquier dispositivo tecnológico. En ocasiones se utiliza para
chantajear, lo que se denomina sex-torsión.
72
tu ordenador y trasmite tu información a otro equipo) y keyloggers
(detecta pulsaciones en el teclado y permite que se conozcan tus
claves), explotación sexual online (sexcams), exhibicionismo online
(obligar a ver imágenes sexuales propias).
73
La iniciativa posee un carácter inclusivo con un enfoque de género,
derechos, diversidad, equidad social, color de la piel, territorio,
orientación sexual e identidad de género.
74
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80
Educar para la igualdad es una propuesta para
Educar para la igualdad
profesionales de la educación y estudiantes de centros
de formación pedagógica, pensada por especialistas
de Cuba y validada en talleres con la asistencia de
maestras, maestros, directivas y directivos. Concebido
como material de consulta teórica y práctica, el texto
devela los fundamentos de la violencia de género en el
ámbito escolar y ofrece pistas y recursos para su
prevención por los colectivos docentes, en alianza con
las familias, las comunidades y las autoridades locales
y nacionales.
Naciones Unidas
en Cuba