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1.

Teorías del Liderazgo


Las teorías de liderazgo buscan explicar cómo y por qué ciertas personas se convierten en
líderes. Estas teorías suelen centrarse en las características de los líderes, pero algunas intentan
identificar los comportamientos que las personas pueden adoptar para mejorar sus propias habilidades
de liderazgo en diferentes situaciones.

Los primeros debates sobre la psicología del liderazgo sugerían, por lo general, que tales
habilidades eran simplemente habilidades con las que las personas nacían. Algunas teorías del
liderazgo más recientes proponen que poseer ciertos rasgos puede ayudar a las personas a convertirse
en líderes de la naturaleza, pero que la experiencia y las variables situacionales también juegan un
papel importante.
Las teorías del liderazgo tienen como objetivo explicar cuáles son los motivos y cómo es el
proceso para convertirse en líder.
A medida que el interés por los diferentes tipos de liderazgo y sus consecuencias ha aumentado,
se han introducido varias teorías de liderazgo para explicar exactamente cómo y por qué ciertas
personas se convierten en grandes líderes.
La gente ha estado interesada en el liderazgo a lo largo de la historia de la humanidad, pero ha
sido relativamente reciente la aparición de varias teorías del liderazgo de manera formal, aumentando
el interés por este tema durante la primera parte del siglo XX.
Las primeras teorías del liderazgo se centraron en qué cualidades distinguían entre líderes y
seguidores, mientras que las teorías del liderazgo posteriores analizaron otras variables, como los
factores de situación y los niveles de habilidad.

1.1. Teoría del Gran Hombre


Surgió a principios del siglo XX, siendo la primera en la evolución del estudio del liderazgo.
En un principio el estudio del liderazgo se basó en el análisis de los grandes líderes de la
historia del mundo, identificando cuales eran esas características que los diferenciaban de los demás,
llegando a la gran conclusión que los lideres nacían, no se hacían.
Se utilizó el término «Gran Hombre» porque, en el momento de aparición de las teorías,
originalmente propuestas por el historiador Thomas Carlyle, el liderazgo se consideraba
principalmente como una cualidad masculina, especialmente en términos de liderazgo militar. Esta
teoría sugiere que las personas realmente no pueden aprender cómo convertirse en líderes fuertes, sino
que se nace con la capacidad innata para ello

De acuerdo con este punto de vista, los grandes líderes simplemente nacen con las
características internas necesarias, como el carisma, la confianza, la inteligencia y las habilidades
sociales, los cuales son características que recalcan al ser humano como líder.

La teoría de los grandes hombres supone que la capacidad de liderazgo es inherente, es decir,
que los grandes líderes nacen, no se hacen. Estas teorías suelen describir a los grandes líderes como
heroicos, míticos y destinados a ocupar una posición de liderazgo.

Dentro de estos líderes se encontraban los grandes héroes de la historia (como Alejandro
Magno), los cuales gobernaban países, dirigían grandes expediciones y majestuosas guerras, por lo que
existen un sinfín de historias sobre estos, las cuales sirvieron para relacionar estas actividades con las
capacidades y habilidades de cada uno, logrando identificar esas cualidades que tenían en común y que
les permitieron lograr el éxito (Estrada, 2007).
1.2. Teoría de los rasgos
Pasando ahora a la década de 1920, se puede encontrar la teoría de los rasgos, en la cual gracias
a esas primeras hipótesis del gran hombre se realizan estudios sobre cuales eran esas características
que distinguían a los líderes de las demás personas (Daft, 2006).
Las teorías de los rasgos son similares en algunos aspectos a las teorías del Gran Hombre. Las
teorías de los rasgos suponen que las personas heredan ciertas cualidades y rasgos que las hacen más
adecuados para el liderazgo.
Esta teoría se deriva o nace a partir de la teoría del gran hombre, la cual supone que las
personas heredan ciertas cualidades y rasgos que las hacen más adecuados para el liderazgo y que por
lo tanto existen ciertas características llamadas rasgos, los cuales pueden diferenciar quien puede ser
líder y quién no. Esta teoría está fundamentada en que la personalidad de las personas puede identificar
las diferencias individuales de las personas. Los rasgos que caracterizan a los líderes son: altos niveles
de energía, la inteligencia, la intuición y tener la capacidad para prever y persuadir
Las teorías de los rasgos observan los rasgos de personalidad y los comportamientos que
contribuyen al liderazgo. El enfoque principal está en la personalidad clave y los rasgos de
comportamiento que comparten los grandes líderes.
Sin embargo, el problema es que las personas con rasgos similares pueden terminar siendo
líderes totalmente diferentes. En algunos casos, uno puede convertirse en un líder, mientras que el otro
sigue siendo un seguidor, independientemente de lo común en personalidad o comportamiento.

1.3. Teorías del comportamiento


Pasando ahora al macro nivel del comportamiento, se encuentran teorías con un nuevo enfoque
en el que, los especialistas en el tema ya no se centran en el estudio de las cualidades que componen a
un líder, sino que, empiezan a estudiar cómo estos actúan respecto a sus seguidores.
Con las teorías del comportamiento, la creencia es que los líderes se forman o crean, con
independencia de que nazcan con una característica u otras. El liderazgo se aprendería a través de la
observación y la enseñanza. Al igual que con otros comportamientos, se cree que el liderazgo también
se puede aprender y desarrollar.
Es decir, las teorías del comportamiento del liderazgo se basan en la creencia de que los
grandes líderes son creados, no nacidos. Según esta teoría, las personas pueden aprender a ser líderes a
través de la enseñanza y la observación.
Este enfoque hace un análisis sobre cómo se comporta el líder respecto a sus seguidores y como
logra liderarlos. Dentro de este nuevo enfoque, los especialistas en el tema identifican dos
comportamientos particulares que los líderes utilizan en la interacción con sus seguidores, estos
comportamientos son un liderazgo autocrático y un liderazgo democrático.

Daft (2006) define estos dos comportamientos como:


- Autocrático: líder que tiende a centralizar la autoridad, a derivar poder de su puesto, a controlar
los premios y a coaccionar.
- Democrático: líder que delega autoridad en otros, fomenta la participación, recurre a sus
colaboradores con el propósito de obtener el conocimiento necesario para realizar las tareas y
depende del respeto de sus subordinados para ejercer influencia.
1.4. Teoría de contingencia
Las teorías de contingencias enfatizan los estilos de liderazgo dependiendo de la situación en la
que el líder se encuentre. Se centran en variables particulares relacionadas con el entorno que pueden
determinar qué estilo particular de liderazgo es el más adecuado para la situación.
Según esta teoría, ningún estilo de liderazgo es mejor para todas las situaciones. Los
investigadores de liderazgo White y Hodgson sugieren que en un liderazgo verdaderamente efectivo
no intervienen solo las cualidades del líder, sino que se trata más bien de lograr un equilibrio entre las
conductas, las necesidades y el contexto.

En este sentido, los buenos líderes son capaces de evaluar las necesidades de sus seguidores,
hacer un balance de la situación y luego ajustar sus comportamientos. El éxito depende de una serie de
variables, incluido el estilo de liderazgo, las cualidades de los seguidores y los aspectos de la situación.

La hipótesis para estos estudios era que, un tipo de liderazgo podría ser eficaz en ciertas
circunstancias, sin embargo, si la situación era cambiante ese tipo de liderazgo ya no sería eficaz; lo
que se quería probar con esta teoría, era que la eficacia del comportamiento del líder era contingente
porque dependía de las diferentes situaciones que se daban (Daft, 2006).
Dicho en otras palabras, las tres variables fundamentales para esta teoría son la relación que se
da entre el líder y sus seguidores, la estructuración de las tareas y el poder que ejerce el líder. Cuando
el poder que ejerce el líder sobre sus seguidores genera una visualización clara de las metas y objetivos
y genera una buena relación con el grupo, se dice que la situación es óptima, de lo contrario se deberá
cambiar el líder, el tipo de liderazgo o la situación

1.5. Teorías situacionales


Las teorías situacionales, como las teorías de contingencias, ven a los líderes adaptarse a la
situación en la que se encuentran. La diferencia es que se considera que el líder cambia su estilo de
liderazgo de acuerdo con el cambio de situación.
Las teorías situacionales incluyen el cambio en la motivación del líder, así como las
capacidades de los individuos que son seguidores. El líder puede cambiar su opinión sobre sus
seguidores, su situación y su estado mental y emocional. Todos estos factores contribuyen a las
decisiones que toma el líder.

Además, las teorías situacionales proponen que los líderes elijan el mejor curso de acción
basado en variables situacionales. Diferentes estilos de liderazgo pueden ser más apropiados para
ciertos tipos de toma de decisiones.

1.6. Teorías participativas


Las teorías de liderazgo participativo sugieren que el estilo ideal de liderazgo es aquel que tiene
en cuenta el papel que pueden jugar los demás. La inclusión de otros en el proceso de toma de
decisiones del líder es vital en las teorías del liderazgo participativo. Los buenos líderes buscarían de
manera activa la contribución de los demás.
Este proceso involucra a las personas lideradas. Así, el buen líder sería aquel que fuese capaz
de lograr que se sintiesen valoradas, además de una parte con influencia en las decisiones que se
toman. Esta sensación de formar parte real de algo importante haría que los seguidores se sintiesen
más comprometidos con el proceso.
1.7. Teoría de gestión o transaccionales
Las teorías de gestión, también conocidas como teorías transaccionales, se centran en el papel
de la supervisión, la organización y el rendimiento grupal. Estas teorías basan el liderazgo en un
sistema de recompensas y castigos, es decir, en un sistema de gestión del desempeño de los individuos
por parte de líderes en los que se premia el éxito y se castigan los fallos.

El liderazgo transaccional, como su nombre lo indica, es una transacción o intercambio que se


realiza entre el líder y los seguidores. Esta transacción se realiza cuando el líder conoce las
necesidades de los seguidores, por lo cual se ofrecen recompensas para poder satisfacer dichas
necesidades a cambio de cumplir con las metas y objetivos de la organización
Esta es la forma más común de liderazgo. El rol del líder pasa por manejar las expectativas de
los seguidores y adaptarlas a los objetivos del grupo. Básicamente el líder sería un gestor, tanto de
personas como de recursos.

1.8. Teorías de relaciones o transformacionales


Finalizando con la teoría de las relaciones, se pueden encontrar dos tendencias principales
dentro de esta teoría el liderazgo transformacional. El estudio de esta tendencia se empieza a dar desde
la década de mil novecientos ochenta.
Este se puede definir como, el tipo de liderazgo ideal, ya que estimula e inspira a los seguidores
para la consecución de metas y objetivos, logrando que estos mismos desarrollen la habilidad de
dirección; esto se logra alineando los objetivos y metas de la organización con los seguidores, el líder y
el grupo de trabajo.
Las teorías de las relaciones, también conocidas como teorías transformacionales, se centran en
las conexiones formadas entre líderes y seguidores. Este enfoque no solo se centra en el rendimiento
del grupo, sino también se interesa porque cada uno de los miembros del grupo pueda desarrollar todo
su potencial.
Los líderes transformacionales motivan e inspiran a las personas manejando y alineando dos
intereses: el grupal y el individual. Además, para ellos es tan importante la definición del objetivo
como los medios y la inversión necesaria para lograrlos.
El líder motiva e inspira haciendo que los seguidores asuman el mejor papel teniendo en cuenta
que su rol y su manera de desempeñarlo es importante para el resultado. La relación y la conexión
entre un líder y su seguidor es el enfoque principal, sin dejar de lado el respeto a la ética y el cuidado
de cada seguidor o subordinado de manera individual.

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