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Tomaremos como punto de partida para nuestro desarrollo acerca del lenguaje, la
posición de Bertrand Russell, para identificar de qué modo el criterio de significado como
criterio de demarcación se impone en la reflexión posterior acerca de “la cientificidad de la
ciencia”.
Russell sostiene una "tesis representacionalista" del lenguaje, que se juega en la oposición
transparencia/opacidad del signo. Un signo es una representación, es "signo" de algo. La
relación entre el signo y la cosa significada es una relación de significación: el signo designa
"algo". Un signo es "transparente" cuando deja ver (como un vidrio) una "cosa", la cosa que
"significa".
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inducirnos a cometer lo que Russell llama una "falacia de verbalismo". Esta falacia consiste en
tomar las propiedades de las palabras como propiedades de las cosas.
Para resolver los problemas de la metafísica, Russell adopta los criterios establecidos
por Wittgenstein en el Tractatus logico-philosophicus. En la Introducción de 1922 considera un
"acontecimiento de suma importancia en el mundo filosófico" la publicación del Tractatus,
debido a que, "partiendo de los principios del simbolismo y de las relaciones necesarias entre
las palabras y las cosas en cualquier lenguaje, aplica el resultado de esta investigación a las
varias ramas de la filosofía tradicional" mostrando cómo los problemas de la filosofía clásica
no son más que derivados del "mal empleo del lenguaje".
Como sabemos, el positivismo lógico sostiene que las proposiciones de la ciencia natural
son una "representación del mundo", y si no lo son, carecen de sentido. La supuesta
investigación llevada a cabo por Wittgenstein en el Tractatus, implica el reconocimiento de la
tesis representacionalista, según la cual el lenguaje debe servir para "describir el mundo". Pero
en esta concepción del lenguaje, viene implícita una "teoría del conocimiento", que implica una
serie de supuestos no explicitados: a) que "el mundo" se puede conocer; b) que el conocimiento
es una "figura del mundo"; c) que las proposiciones científicas no hacen sino "representar" en el
sentido de "reproducir" el mundo; y d) que el "uso" legítimo del lenguaje debe estar restringido
a "describir" el mundo.
Antes de continuar, recordemos las tres "dimensiones" del lenguaje reconocidas por
Morris en sus Fundamentos de la teoría de los signos (1938):
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Para Morris, la semiótica es la "ciencia de los signos". Un signo es aquello que "funciona"
como tal en un proceso de semiosis. Este proceso implica tres (o cuatro) factores: 1.un
vehículo- señal: aquello que funciona como signo; 2.un designatum: aquello a que se refiere el
signo; 3.un interpretante: el efecto por el cual "algo" es signo para 4.un intérprete: el usuario del
signo.
Según Morris, a partir de los términos correlatos del proceso de la semiosis, es posible
extraer una cantidad de relaciones diádicas que caracterizan tres "dimensiones" de análisis del
lenguaje, considerado como el "sistema de signos" por excelencia.
a) dimensión sintáctica: estudia las relaciones formales de los signos con otros signos; ya que
no puede decirse que existan signos aislados y el lenguaje es un sistema de signos
interconectados.
b) dimensión semántica: estudia las relaciones de los signos con sus "designata". Morris
distingue aquí entre: el designatum de un signo, esto es, aquello a que el signo se refiere para el
intérprete y su denotatum, esto es, los objetos realmente existentes designados por el signo.
Los estudios lógicos priorizaron en principio el abordaje de la sintaxis lógica del lenguaje,
prescindiendo deliberadamente de las dimensiones semántica y pragmática, para limitarse a su
estructura lógico-gramatical intentando dar una respuesta "científica" a los problemas de la
filosofía.
Entre los representantes del Círculo de Viena, Moritz Schlick y Rudolf Carnap, consideraron
que era posible "superar" la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje. Schlick
distingue entre "la ciencia" como sistema de proposiciones que enuncian "hechos" acerca del
mundo, un conjunto de proposiciones empíricas verdaderas y la filosofía metafísica. Frente a
esta definición positiva de la ciencia, la filosofía no es una ciencia: no hay un dominio de
proposiciones que constituyan una especie de "verdades filosóficas". Sin embargo, esto no
significa que no ocupe un lugar en el dominio del saber:
...La característica positiva del viraje del presente, se halla en el hecho de que reconozcamos a
la filosofía como un sistema de actos en lugar de un sistema de conocimientos. La actividad
mediante la cual se descubre o determina el sentido de los enunciados: esa es la filosofía. Por
medio de la filosofía se aclaran las proposiciones, por medio de la ciencia se verifican. A esta
última le interesa la verdad de los enunciados; a la primera lo que realmente significan; la
actividad filosófica de dar sentido cubre la totalidad del campo del conocimiento científico...
(Moritz Schlick, El viraje de la filosofía, 1930-31)
Por su parte, R. Carnap utilizará como "herramienta" el análisis lógico del "contenido
cognoscitivo" de las proposiciones científicas y, a través de ellas, al análisis de las palabras.
Según Carnap, este método, propio de la "lógica aplicada" o "teoría del conocimiento", dio
lugar a dos tipos de resultados: uno positivo y otro negativo.
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...El resultado positivo es elaborado en el campo de la ciencia empírica: se esclarecen conceptos
particulares de distintas ramas de la ciencia, se explicitan, tanto sus conexiones lógico-formales
como epistemológicas. En el campo de la metafísica, (incluyendo la filosofía de los valores y la
ciencia normativa), el análisis lógico ha conducido al resultado negativo de que las pretendidas
proposiciones de dicho campo son totalmente carentes de sentido... (Rudolf Carnap, La
superación de la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje, 1932)
Bibliografía citada:
- Morris, Ch. Fundamentos de la teoría de los signos. Buenos Aires, Paidós, 1985
- Schlick, Moritz “El viraje de la filosofía” en Ayer, A. El positivismo lógico. FCE, 1980.
Disponible en: http://filosofiasinsentido.files.wordpress.com/2013/02/el-viraje-de-la-
filosofc3ada-moritz-schlick.pdf
- Lecturas recomendadas:
- Schlick, Moritz “El viraje de la filosofía” en Ayer, A. El positivismo lógico. FCE, 1980.
Disponible en: http://filosofiasinsentido.files.wordpress.com/2013/02/el-viraje-de-la-
filosofc3ada-moritz-schlick.pdf