Sie sind auf Seite 1von 7

Romanticismo

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase Romanticismo (desambiguación).
«Romántico» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Romántico (desambiguación).

El caminante sobre el mar de nubes (1818), de Caspar David Friedrich.

Visión romanticista de la batalla de Trípoli durante la primera guerra berberisca. Se muestra el momento
en que el héroe de guerra estadounidense Stephen Decatur luchaba cuerpo a cuerpo contra el capitán
pirata musulmán.

El Romanticismo es un movimiento cultural que se originó en Alemania y en Reino Unido a


finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra la Ilustración y el Neoclasicismo,
confiriendo prioridad a los sentimientos.1 Es considerado como el primer movimiento de
cultura que cubrió el mapa completo de Europa. En la mayoría de las áreas estuvo en su
apogeo en el período aproximado de 1800 a 1850.2
Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto
de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso su rasgo
revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una manera de sentir y
concebir la naturaleza, así como a la vida y al ser humano mismo, es que se presenta de
manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla, e incluso dentro de una misma
nación, se manifiestan distintas tendencias, proyectándose ello también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose
desde Inglaterra y Alemania hasta llegar a otros países europeos. Su vertiente literaria se
fragmenta posteriormente en diversas corrientes, como el parnasianismo, el simbolismo,
el decadentismo o el prerrafaelismo, reunidas en la denominación general
de posromanticismo, del cual derivó el llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo
fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente,
una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el surrealismo, llevó al extremo los
postulados románticos de la exaltación del yo.

Índice

]
Si bien está clara la relación etimológica entre romántico y el término francés romantique /
"novelesco" derivado de roman / "novela", no toda la crítica se pone de acuerdo. En todo caso
parece que la primera aparición documentada del término se debe a James Boswell a
mediados del siglo XVIII, y aparece en forma adjetiva, esto es, romantic con el significado de
"pintoresco", "sentimental". En su libro de viaje de 1768 An account of Corsica el término
aparece cuatro veces: para calificar la vista de la ciudad de Corti desde el monasterio de los
Franciscanos, para describir un agreste valle en el que se asentó la orden de la Iglesia griega
de San Basilio, al nombrar el sonido de un instrumento de cuerda parecido a la cítara y en la
mención al retiro de Jean-Jacques Rousseau en Ginebra.3 Este término hace referencia al
criterio estético de lo sublime o inefable, aquello que no se puede expresar con palabras. Así,
en un principio, se entendería que un sentimiento romántico es aquel que requiere de algo
DEFINICIÓN DE REALISMO
El concepto de realismo permite identificar a la manera de contar, presentar, considerar o

percibir lo que ocurre tal como sucede. A raíz de esto se puede decir que la postura realista

tiene la particularidad de evitar exageraciones: sólo narra los acontecimientos concretos. Por

ejemplo: “Miremos la situación con realismo: el paciente está grave, pero estamos trabajando

para salvarlo” es una frase que hace referencia al estado de salud de una persona. Si consideramos

que dicha gravedad es comprobable, expresiones como “No tiene nada, en unos días vuelve a

casa” (minimiza la gravedad) o “Ya está perdido, no se puede hacer nada” (exagera la realidad) no

son realistas.

Cabe resaltar que el realismo también identifica una doctrina filosófica que se caracteriza por

resaltar la existencia objetiva de los conceptos de carácter universal. Desde la perspectiva de

la filosofía moderna, el realismo constituye un saber basado en la idea de que los objetos que

pueden percibirse a través de los sentidos poseen una existencia que resulta independiente respecto

de ellos mismos.

En el campo del arte, se conoce como realismo a la estructura estética que busca surgir como

una imitación fiel de la naturaleza. Puede hablarse de realismo pictórico (el cual pretende plasmar la

realidad en cuadros) o realismo literario (cuyos textos intentan aportar un testimonio sobre una

determinada época).

Además, el concepto también se utiliza para denominar aquella opinión, comentario, pensamiento o

doctrina que favorece a la monarquía: “En la época colonial, las fuerzas del realismo se

enfrentaban en sangrientas batallas frente a los movimientos independentistas de América

Latina”.

El Realismo en la Literatura

El realismo literario tuvo su origen en la primera mitad del siglo XIX y sus precursores fueron

Honoré de Balzac y Stendhal. Se trató de una corriente estética que se impuso ante el imperante
Naturalismo (arte)
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase Naturalismo (desambiguación).

Émile Zola, padre y mayor representante del naturalismo.

El naturalismo es un estilo artístico, sobre todo literario, emparentado con el realismo, basado
en reproducir la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, tanto en los
más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el
escritor Émile Zola, quien expuso sus fundamentos teóricos en el prólogo a su novela Thérèse
Raquin y, sobre todo, en su ensayo Le roman expérimental (1880).

Historia[editar]

Vicente Blasco Ibáñez, novelista español del Naturalismo.

Desde Francia, en 1870, el Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte
años siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales. El naturalismo presenta al
ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. En él
influyen el Positivismo de Auguste Comte, que no valora lo que no puede ser objeto de
experiencia, el Evolucionismo natural de Darwin (en 1859 se publica El origen de las especies)
y el Darwinismo social de Herbert Spencer, que niega la espiritualidad del hombre al negar la
intervención divina, así como el materialismo histórico de Marx y Engels (en 1848 se había
publicado el Manifiesto comunista).
También experimenta el influjo de las ciencias naturales y, sobre todo, de la medicina y la
reciente ciencia de la genética: el austriaco Gregor Johann Mendel (1822-1884) había
formulado las leyes fisiológicas de la herencia que condicionan al ser humano. Hipólito
Taine afirmaba que “la virtud y el vicio son productos como el vitriolo y el azúcar”. Junto a
este materialismo, influyeron poderosamente en Zola los principios incluidos en La Médecine
expérimentale (1869) de Claude Bernard. Zola considera que «el novelista está formado por
un observador y un experimentador" que aperciben los síntomas de enfermedad de la
sociedad:
El observador y el experimentador son los únicos que trabajan por la pujanza y felicidad del hombre, en
devolverle poco a poco el señorío de la naturaleza. No hay nobleza, dignidad, belleza ni moralidad si se
pretende, se miente, se finge que somos algo más que un aumento del error y la confusión. Por eso las
únicas obras grandes y morales son las obras de la verdad.
Modernismo (literatura en español)
Ir a la navegaciónPara otros usos de este término, véase Modernismo.

Rubén Darío, considerado el mayor acto en el que el exponente del movimiento, de enorme repercusión
en toda la Literatura en español.

En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento


literario que se desarrolló entre los años 1880-1917, fundamentalmente en el ámbito de
la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y
aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la
métrica. Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y
del espíritu, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos
su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo
hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En ciertos sentidos, se trata de una
corriente heredera del Posromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en
las demás artes esta estética se plasma en las formas del art
nouveau (en Bélgica y Francia), Modern
Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países
Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale (en Italia), y Modernismo
artístico (en España e Hispanoamérica).
Tradicionalmente, se ha asociado su comienzo a la publicación, en 1888, de Azul..., de Rubén
Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en la literatura
de Hispanoamérica.[cita requerida]
El término modernismo designaba cierta corriente heterodoxa de renovación religiosa, y se
aplicó en el campo de las artes a tendencias surgidas en los últimos veinte años del siglo XIX.
Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo y un esfuerzo de renovación. En
su origen el apodo de «modernistas» era utilizado con un matiz despectivo. Hacia 1890,
Rubén Darío y otros autores asumen tal designación con insolente orgullo; a partir de
entonces el término modernismo fue perdiendo valor peyorativo.

Características[editar]
El Modernismo es una época cuyo objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas
fundamentales:

 La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló


entre 1888 y 1910.
 La más amplia considera que el modernismo no es solo un movimiento literario, sino toda
una época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas escrituras que a su vez se realiza en la estética humana y perspectiva de
la época en su cambios más radicales está la revolución industrial que mantiene una estética
diversa en el modernismo, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de
ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental
alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual
de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: el primero toma
la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los
temas exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe
El grafiti poético 'neorrabioso'
En el cine de tu niñez pusieron un Zara. Vuestro nivel de vida es nuestro
nivel de muerte".

Sus mensajes salpican Madrid. Están por todas partes, en las paredes de
las sucursales de bancos, en las vallas de los parques, en las calles de
Vallecas, Argüelles, Portazgo, Lavapiés. Son grafitis sencillos, con caligrafía
casi infantil, toscos, feos. Pero son a la vez versos impactantes, minipoemas
críticos, golpes a la conciencia.

"Que repatríen las patrias". Los hace de madrugada, a las tres de la


madrugada, porque sabe que a esa hora se retira el último turno de policía.
Vuelve siempre para fotografiarlos, y firma como Neorrabioso.

Desde que murió su padre, de un cáncer de pulmón, vive obsesivamente


para leer y escribir. Por eso trabaja de noche como conserje, para dedicar
toda su jornada a la literatura. Dice que en un año ha devorado 400 libros,
tantos como grafitis ha pintado por Madrid. Los vecinos no saben que su
conserje es poeta. Y que el poeta también es grafitero.

Llega sin dormir, porque viene directamente de trabajar. Es mediodía y el


asfalto de Príncipe Pío parece haber entrado en combustión; viste camiseta
blanca y zapatillas de deporte. Delgado y de facciones afiladas, no aparenta
37 años. Alberto Basterrechea Martínez es Neorrabioso, poeta desde hace
siete años y grafitero desde hace tres.

Pide una caña y se pone a hablar. Sin rodeos.

Su filosofía de vida es peculiar. No cree en la propiedad intelectual, y


promete que no ganará nunca dinero con la poesía: "Para algo que hay en
mi vida bonito, no quiero mancharlo con dinero". T

Das könnte Ihnen auch gefallen