AÑO I

Nº 1
Enero 2020
ISSN 2605-3500
Sumario Número 1

Historia
-Enoch Powell y la cuestión racial británica.
-Fake news y propaganda en la historia contemporánea
española.

Geopolítica/Sociología
-El reparto del espacio por las grandes potencias
¿Quiénes somos?
La Revista Electrónica Demos; Revista de Ciencias Sociales, es una publicación anual
editada por el blog profesional Demos Ciencias Sociales.

Sus objetivos son la divulgación histórica sobre diferentes ramas de las ciencias sociales
(historia, geografía, arte, filosofía, pedagogía…) a lo largo de la historia, desde la
prehistoria a la actualidad, principalmente enfocado a ser un lugar de apoyo y refuerzo
docente de las ciencias sociales.

Para ello, Demos publica artículos, revisiones, entrevistas, fuentes, reseñas de libros y
comentarios de material audiovisual.

Demos Ciencias Sociales se centra en el nuevo formato digital que ofrecen la web y las
nuevas redes sociales, con el objetivo de facilitar la divulgación de las diferentes
disciplinas de las ciencias sociales y fomentar tanto el estudio e investigación como la
divulgación de las ciencias sociales en diferentes formatos, tanto escritos como
audiovisuales.

Demos aspira en ese sentido a ser un referente abierto y objetivo en las diferentes
especialidades reseñadas y ser un vehículo útil y accesible para profesionales, docentes
y estudiantes que deseen profundizar y acercarse a este apasionante e imprescindible
campo del saber.

Editada en San Sebastián de los Reyes (Madrid) por Demos Ciencias Sociales.

ISSN 2605-3500

Equipo directivo; Guillermo Fiscer Lamelas.

Redactor, editor y director de Demos Ciencias Sociales.

http://demosrevista.blogspot.com/

http://demoshistoria.blogspot.com/
HISTORIA
Enoch Powell y la cuestión racial británica
Guillermo Fiscer Lamelas. Historiador.
1) Los orígenes de la cuestión
racial
Sin duda alguna, uno de los aspectos
nucleares que han decidido en el
presente siglo la política británica es la
cuestión del Brexit, la salida británica
de la UE. Sin embargo, el aparente
rechazo del país a la UE podría
analizarse desde una relación
problemática histórica de cierta parte
del país con la cuestión racial,
migratoria y fronteriza en general.
Forjada como una “nación de naciones”
a lo largo de la historia, el Reino Unido
se ha caracterizado por haber
configurado su identidad nacional a
través de integrar a diferentes
comunidades étnicas a lo largo de su
historia (galeses, escoceses,
irlandeses...), complementado, a lo
largo del siglo XIX y XX con las
aventuras coloniales e imperialistas
británicas en los continentes asiático y
africano, que inauguró una, desde
entonces, imparable afluencia de
ciudadanos procedentes de estos lugares
hacia Londres y el resto de grandes
ciudades británicas.
Todo este caldo de cultivo, fermentado
durante siglos, cristalizó en las enormes
tensiones políticas y sociales en el siglo
XX, primero con la cuestión judía,
comunidad históricamente presente en
el East End de Londres, y que derivó en
tensiones raciales ya desde el siglo XIX
pero recrudecidas en los años 30, con el
auge de los movimientos nazi-fascistas
en Europa. En Reino Unido, estas
tendencias anti-semitas y nacionalistas
fueron explotadas por el político y ex
miembro del Partido Laborista Sir
Oswald Mosley, que funda en Londres
el primer gran movimiento fascista
británico, la Unión Británica de
Fascistas (BUF), estudiada en
profundidad por Bret Rubin en su
artículo “The Rise and Fall of British
Fascism: Sir Oswald Mosley and the
British Union of Fascists” .
El BUF, que no llegó nunca a tener una
especial relevancia parlamentaria, sin
embargo sí se caracterizó por constante
provocaciones, según Rubin , a grupos
judíos londinenses entre 1933-1936, y
cristalizó en un intento de “tomar” por
la fuerza el bastión judío inmigrante de
la ciudad, el East End, que se saldó con
una batalla campal entre los partidarios
de Mosley y una coalición local
formada por judíos, comunistas,
inmigrantes y anti-fascistas en general,
la famosa “Batalla de Cable Street".
Con el fin de la segunda guerra mundial
y los efectos del holocausto judío, la
propaganda antisemita perdió todo el
calado que tuvo en el Reino Unido en el
siglo pasado, pero pasó a ser sustituida
por una nueva problemática migratoria,
efecto del nuevo movimiento político de
moda en la época, la descolonización.
La descolonización de las posesiones
británicas en África y Asia trajeron una
riada de países que obtuvieron la
independencia del Reino Unido entre
1946-1980 (Jordania, India, Pakistán,
Bangladesh, Palestina, el África
Subsahariana, Irak..), algo que, sin
embargo, conllevó no ya solo un golpe
psicológico para el nacionalismo
imperialista británico, que veía
desaparecer a su imperio, sino a una
llegada a gran escala de inmigrantes
procedentes de las viejas colonias afro-
asiáticas, que pasaron a poblar las
grandes metrópolis británicas, creando
guetos raciales por todo el país, cuyos
efectos aún son visibles a día de hoy en
las grandes ciudades británicas.
Inicialmente, frente a esta llegada
migratoria masiva, la oposición inicial
fue minoritaria y callejera. La situación,
no obstante, empieza a cambiar cuando
esos grupos se fusionan y empiecen a
aparecer verdaderos movimientos
políticos racistas y nacionalistas, cuyo
caldo de cultivo y apoyo estaba,
precisamente, en los barrios obreros
antiguamente de población blanca que
durante la descolonización pasan a ser
poblados por inmigrantes afro-asiáticos
(Tower Hamlets, Hackney, Haringey,
Brixton, Newham..).
2) Enoch Powell y los “ríos de
sangre”
Toda esta amalgama de partidos
radicales, sin embargo, fueron
favorecidos por un ambiente enrarecido
en la política institucional británica que,
de alguna forma, hacía guiños hacia
esas posturas. El caso más claro y
polémico de todos ellos fue el de Enoch
Powell, que llegó a convertirse en todo
un símbolo del nacionalismo británico
de postguerra.
Powell, según se recoge en el artículo
“Enoch Powell. An enigma of awkward
passions” publicado por The Guardian,
fue uno de los políticos británicos más
destacados de la posguerra y, si bien su
influencia ministerial fue escasa (apenas
fue nombrado Secretario del Tesoro,
Secretario de Estado de Sanidad y
Secretario de Estado de la Defensa de la
Oposición), este político del partido
conservador, que fue además profesor
de la Universidad de Sydney, se destacó
por su firme nacionalismo y por sus
recordados discursos políticos. Quizá el
más controvertido de todos ellos, fue el
famoso “Discurso de Birmingham” del
20 de abril de 1968, ofrecido con
ocasión de una reunión del partido
conservador, donde afirmó que;
"En 15 o 20 años, según las tendencias
actuales, habrá en este país tres
millones y medio de inmigrantes de la
Commonwealth y sus descendientes.
Esa no es mi figura. Esa es la cifra
oficial dada al parlamento por el
portavoz de la Oficina del Registrador
General.
A medida que pasa el tiempo, la
proporción de este total que son
descendientes inmigrantes, aquellos
nacidos en Inglaterra, que llegaron
aquí exactamente por la misma ruta que
el resto de nosotros, aumentará
rápidamente. Ya en 1985 los nativos
constituirían la mayoría. Es este hecho
el que crea la extrema urgencia de la
acción ahora, de ese tipo de acción que
es más difícil para los políticos, acción
donde las dificultades radican en el
presente pero los males que se deben
evitar o minimizar se encuentran a
varios parlamentos por delante.
La primera pregunta natural y racional
con una nación confrontada por tal
perspectiva es preguntar: ¿Cómo se
pueden reducir sus dimensiones? Por
supuesto, no puede prevenirse por
completo, puede ser limitado, teniendo
en cuenta que los números son
esenciales: la importancia y las
consecuencias de un elemento extraño
introducido en un país o población son
profundamente diferentes según si ese
elemento es del 1% o 10 por ciento.
Las respuestas a la pregunta simple y
racional son igualmente simples y
racionales: deteniendo, o prácticamente
deteniendo, una mayor entrada, y
promoviendo el máximo flujo de salida.
Ambas respuestas son parte de la
política oficial del Partido
Conservador.
....Por razones que no podían
comprender, y en cumplimiento de una
decisión por defecto, sobre la cual
nunca fueron consultados, se
encontraron extraños en su propio país.
Encontraron que sus esposas no podían
obtener camas de hospital durante el
parto, sus hijos no podían obtener
plazas escolares, sus hogares y
vecindarios cambiaron más allá del
reconocimiento, sus planes y
perspectivas para el futuro fueron
derrotados; en el trabajo descubrieron
que los empleadores dudaban en
aplicar al trabajador inmigrante los
estándares de disciplina y competencia
requeridos para el trabajador nativo;
comenzaron a escuchar, a medida que
pasaba el tiempo, más y más voces que
les decían que ahora eran los no
deseados.
Ahora, en todo momento, donde hay
marcadas diferencias físicas,
especialmente de color, la integración
es difícil aunque, durante un período,
no es imposible. Hay entre los
inmigrantes de la Commonwealth que
han venido a vivir aquí en los últimos
quince años, muchos miles cuyo deseo y
propósito es integrarse y cuyos
pensamientos y esfuerzos se inclinan en
esa dirección. Pero imaginar que tal
cosa entra en la cabeza de una gran y
creciente mayoría de inmigrantes y sus
descendientes es una idea ridícula y
peligrosa.
Hay que lamentar la campaña de las
comunidades Sijs para mantener
costumbres inapropiadas en Gran
Bretaña. Trabajando en Gran Bretaña,
particularmente en los servicios
públicos, deben estar preparados para
aceptar los términos y condiciones de
su empleo. Reclamar derechos
comunales especiales (¿o debería
decirse ritos?) conduce a una
fragmentación peligrosa dentro de la
sociedad.
Para estos elementos peligrosos y
divisivos, la legislación propuesta en el
Proyecto de Ley de Relaciones Raciales
es el pámpano que necesitan para
florecer. Estos son los medios para
demostrar que las comunidades de
inmigrantes pueden organizarse para
consolidar a sus miembros, agitar y
hacer campaña contra sus
conciudadanos, y sobrepasar y dominar
al resto con las armas legales que han
proporcionado los ignorantes y los mal
informados.
Mientras miro hacia adelante, como el
romano, me parece ver el río Tíber
espumando mucha sangre”.
La dialéctica anti-inmigración de todo
el discurso y, especialmente, la parte
final en la que veía un conflicto
sangriento contra la inmigración
(motivo por el cual fue denominado “el
discurso de los ríos de sangre”),
motivaron acusaciones contra su
persona por llamar al odio racial, su
cese político y avivó un sentimiento de
esperanza en formaciones políticas anti-
inmigrantes, que veían en uno de los
más importantes políticos de estado del
Reino Unido de la época, un firme
aliado y favorecedor de su causa, siendo
desde entonces considerado como uno
de los “mártires” políticos del
establishment.
Ese sentimiento de hostilidad a la
inmigración en los partidos políticos, en
representantes de la clase política
dirigente del país y en muchas
comunidades empobrecidas, unidas a la
propaganda y la acción de los grupos y
partidos políticos violentos en las calles
motivó durante los años 60 y 70 una
auténtica “era de conflictos raciales”
saldada con numerosos disturbios
raciales por todo el Reino Unido, que
generaron un clima de violencia que
derivó incluso en asesinatos raciales,
como el ocurrido el 4 de mayo de 1978
cuando tres jóvenes, simpatizantes del
National Front, asesinaron en Adler
Street (Whitechapel, Este de Londres) al
joven bengalí Altab Alí.
Se iniciaba así la tormentosa e histórica
relación entre una parte del pueblo
británico y una política migratoria que
ha sido, recientemente, el motivo de
confrontación más grave de la Europa
actual.
Fuentes;
-“The Battle of Cable Street”. The
Cable Street Group”. London, 2011.
https://news.sky.com/story/enoch-
-“The Rise and Fall of British Fascism: powells-rivers-of-blood-the-speech-
Sir Oswald Mosley and the British that-divided-a-nation-11339291
Union of Fascists”. Bret Rubin.
Intersections Volume 11, Number 2
(Autumn 2010). https://www.standard.co.uk/arts/architec
ture/new-park-life-whitechapels-altab-
-“Enoch Powell. An enigma of
awkward passions”. The Guardian, 7 de ali-park-6368641.html
febrero de 2001.

https://news.sky.com/story/fifty-years-
since-enoch-powells-rivers-of-blood-
speech-11338513
Fake news y propaganda en la historia contemporánea española; dos ejemplos
Guillermo Fiscer Lamelas. Historiador.
“Si no nos damos cuenta de que nos están
lavando el cerebro, probablemente es que
ya lo han hecho”. Pedro Baños
El límite entre la propaganda y la mentira,
en historia, suele ser muy delgado. En
algunas ocasiones, la propaganda ha sido
usada para difundir la verdad, o al menos
tu verdad, en un sentido positivo,
constructivo. Cuando, en 1622, el Papa
Gregorio XV, inauguraba la creación de la
“Propaganda Fide”, para algunos el origen
del moderno concepto de la propaganda
de ideas, desde luego que imaginaba un
espíritu impulsivo y ambicioso en sus
misioneros a la hora de propagar la fe
cristiana por todos los rincones del mundo,
aun todavía sordo al mensaje divino, pero
seguramente no era el concepto moderno
que tenemos de propaganda como difusión
de un programa político, a menudo
adulterado y exagerado para convencer a
otros, o menos aun de las falsas noticias,
bulos o fake news que consideramos hoy.
Pero lo cierto es que, como afirma el
Coronel Pedro Baños en su libro “Así se
domina el mundo”, la propaganda “como
desinformación, recurrente a lo largo de la
historia, supone la manipulación de la
opinión pública para establecer una
opinión favorable al gobierno”.
Especialmente para los dos casos que
veremos, afirma Baños que “el uso de esta
herramienta manipuladora se potencia en
situaciones de guerra pues, una de las
armas secretas de las guerras modernas es
la desinformación, mientras que la guerra
por medio de la propaganda es
eminentemente un instrumento
democrático, encaminado a dominar la
mente de la masa y basado en estimular a
la propia opinión pública, ganar a los
neutrales y subvertir a la opinión publica
del adversario”.
A día de hoy, en un mundo inmerso en el
bombardeo constante y exagerado de
información, cuesta distinguir verdad y
mentira, y precisamente por eso, algunos
han aprovechado para inundar las redes
sociales y mediáticas de una elevada
cantidad de información falsa, o en inglés,
fake news, que cuelan entre tantas
noticias, para disimularlas, hacer dudar de
su veracidad e introducir lo que en realidad
es un auténtico acto consciente de
propaganda contra tal o cual causa, idea,
país o persona, de forma manipulada. En
ocasiones se miente o inventa
directamente la verdad y en otras,
sencillamente se interpreta de forma
manipulada para dar o transmitir una
versión de los hechos que pasa por ser “la
verdad”, y uno “tu verdad”.
Estos fenómenos que nos parecen tan
actuales, tan del siglo XXI, sin embargo
eran ya una tónica habitual en tiempos
históricos pasados. Desde que el mundo es
mundo, la mentira, como afirma Baños, se
ha usado siempre para manipular
gobiernos y sociedades. En épocas
recientes, los españoles fuimos víctimas
predilectas del mejor ejemplo de fake news
moderna de guerra usada contra nuestra
nación para justificar y provocar un
conflicto bélico; el famoso Caso Maine,
cuando en 1898, un acorazado de guerra
estadounidense homónimo voló por los
aires en la entonces colonial y española
Bahía de La Habana, causando más de un
centenar de muertos. La opinión pública y
los medios de masas estadounidenses
iniciaron entonces una voraz campaña de
fake news y propaganda contra el reino
español, acusándolo de tal atentado
criminal, siendo la “casus belli” esgrimida
por los EE.UU. para iniciar una guerra
rápida contra una España débil que no
puso demasiada resistencia. Con el tiempo,
se demostró que el atentado en realidad
había sido un “auto-atentado”
estadounidense, o al menos un problema
interno del barco y que en nada había
tenido que ver España. Ello no fue óbice
para que la prensa mediática presionara
sobremanera a la opinión pública
estadounidense para crear,
deliberadamente un clima y un fervor
nacionalista, patriótico y de guerra que
rápido se contagió al propio gobierno
norteamericano y del cual los españoles
fuimos víctimas inocentes. De la misma
manera, otros dos conflictos bélicos
modernos, uno de los cuales ajeno a
España y otro “endógeno” a ella, son
buenos ejemplos de que, cuando se trata
de convencer y modificar ideas políticas o
justificar una causa concreta, la primera
víctima es la verdad, o al menos la
objetividad, que debiera ser la primera
máxima de la prensa.
1) La revolución rusa en la prensa
española; de bolcheviques a
colaboradores del imperio
El primer caso que veremos tiene que ver,
como hemos dicho, con un acontecimiento
“exógeno” o externo a la historia de
España pero que, como a tantas otras
naciones occidentales, entró de lleno por
las consecuencias sociales que ello suponía
y lo mucho que estaba en juego
ideológicamente; la revolución rusa
bolchevique de 1917.
Aunque el mundo estaba en ese momento
en medio de una guerra mundial, la
primera guerra de 1914, y por ello se
establecía en aquellos días una férrea
censura de guerra de las noticias
extranjeras, que salían a cuentagotas, sin
embargo la prensa española se empapó en
aquellos días de tan importante
acontecimiento histórico y los españoles
estuvieron puntualmente informados de
todo lo que acontecía en las ciudades del
ex imperio ruso zarista. O al menos
estuvieron informados de lo que los
medios y la prensa de turno querían que se
estuviese.
De lo que la prensa contaba a lo que
sucedía en realidad había un trecho
importante, hasta el punto paradójico de
que, según la prensa que se leyera en
aquellos días, el acontecimiento
revolucionario se podría interpretar desde
una desestabilizante movimiento de lo
peor del revolucionarismo comunista-
anarquista hasta una inteligente
estratagema del imperialismo alemán para
desestabilizar el frente aliado oriental de la
primera guerra. Es decir, en los mismos
días, Lenin y sus compañeros podían pasar
en la prensa española al mismo tiempo de
ser revolucionarios comunistas a agentes
del imperialismo totalitario reaccionario
alemán. Cosas de la propaganda.
En la madrugada del 7 al 8 de noviembre
de 1917 (24-25 de octubre según el
calendario ruso), militantes y miembros del
partido bolchevique ruso y de la guardia
roja afincados en la capital del imperio ruso
zarista, San Petersburgo, y liderados por los
dirigentes comunistas Vladimir Ilich
Ulianov Lenin y León Trotsky, tomaban al
asalto y por la fuerza, aunque sin
derramamiento de sangre el último
reducto del Gobierno Provisional y
posteriormente del gobierno republicano
ruso dirigido por el socialista moderado
Aleksandr Kérenski.
Cuando llegan a España los primeros ecos
de los sucesos revolucionario de febrero-
marzo de 1917, la opinión pública española
sigue con interés la evolución de los
sucesos políticos que vienen del, ya en ese
momento, frente oriental de la guerra
mundial.
Los principales periódicos españoles de la
época, tanto los de difusión de masas (tales
como el ABC, La Vanguardia, El Sol, El
Liberal o el Heraldo de Madrid), como los
periódicos obreros (especialmente El
Socialista, del PSOE, y Tierra y Libertad, de
la CNT y los anarquistas), estaban
centrados a lo largo de 1917 en lo relativo
a política exterior e internacional en un
hecho fundamental para toda la prensa
europea de la época; la guerra.
La guerra y solamente la guerra llenaba las
primeras planas y las páginas de la mayor
parte de los periódicos españoles e
internacionales del momento. Hasta ese
momento, la primera guerra mundial
estaba siendo el conflicto bélico de mayor
calado en la historia reciente de Europa, y
España, como no podía ser menos, tenía
puesto todo su interés en el asunto,
aunque nuestro país, inteligentemente, se
mantuvo neutral en aquel conflicto bélico.
Sin embargo, el impacto de la guerra
generó una división en España que se
manifiesta claramente entre las diferentes
ideologías políticas, de forma que, por lo
general, los partidarios de ideologías o
partidos conservadores o autoritarios se
declaraban germanófilos, mientras que los
partidos o gentes de izquierdas y
progresistas en general, se declararán
aliadófilos, por lo que la prensa liberal se
mostraba claramente partidaria del bando
aliado (Rusia, Gran Bretaña y Francia,
principalmente) y la conservadora, del eje
central (Alemania y Austria-Hungría,
principalmente).
En lo relativo a la prensa española, y a
cómo, en general, la opinión pública
española trata el tema de la revolución
rusa de 1917 en España, cabe decir que
España no era un país desinformado. Lejos
de ello, fueron numerosos los periódicos
de toda índole que mantuvieron a los
españoles permanentemente informados,
pero como hemos dicho anteriormente,
cada uno lo trataba según le conviene
ideológicamente y que se manifestó de una
forma descaradamente ejemplificadora en
la prensa conservadora y en la liberal.
En aquellos días, el principal periódico
conservador de la época era el
monárquico ABC. En este aspecto, cabría
destacar que el campo conservador
español contó, a diferencia de todos los
demás espectros ideológicos y periódicos
de la época, con la única testigo directa de
los acontecimientos en el lugar de los
hechos, la periodista gallega Sofía
Casanova, que en octubre de 1916 se
encontraba en San Petersburgo, capital
entonces del Imperio Ruso, a poco menos
de un año del estallido de la revolución
bolchevique.
Allí fue testigos de los sucesos y
acontecimientos que, poco a poco,
desencadenaron el estallido de la
revolución bolchevique. Casanova fue
testigo y narró la muerte del terrible
Rasputín, místico y consejero real ruso a
finales de 1916, del estallido de la
revolución de febrero-marzo de 1917, del
destronamiento y caída del Zar Nicolás II, la
represión del gobierno Kerensky a los
bolcheviques en el terrible verano de 1917,
y por fin, el triunfo de la revolución
bolchevique y el asalto al Palacio de
Invierno en los primeros días de
noviembre.
Tan solo un mes después del triunfo de la
revolución rusa, en diciembre de 1917, la
periodista y escritora gallega se las ingenia
para colarse en el entonces todavía cuartel
general bolchevique, el Instituto Smolny de
San Petersburgo, para entrevistar nada
menos que al número dos de la revolución,
y futuro creador del ejército rojo, el
revolucionario León Trotsky.
Para aquel momento, insistimos, un mes
después de la victoria bolchevique,
Casanova pinta a los lectores españoles un
panorama casi apocalíptico de lo que,
según ella, ve en la capital rusa, y que se
manifiesta en su artículo “En el antro de
las fieras”, escrito en diciembre de 1917 y
publicado el 1 de marzo de 1918, que
describe la reunión y a la nueva Rusia así;
“En el antro de las fieras, existe menos
disparidad entre ellas y aquel que existía en
el Palacio de la Duma. Impresiona y
desasosiega el Instituto Smolny, y sus
moradores, porque es un foco de anarquía
y porque la ignorancia y el odio de los
antiguos esclavos a todas las clases
sociales, arma sus manos con el
ensañamiento demoledor. Al fanatismo
jerárquico del Imperio substituye el otro, el
de la ergástula en rebeldía. ¿Qué pueblo
podrá ser feliz gobernado por el terrorismo
de abajo?”.
Un artículo demoledor el de Casanova,
donde describe a Rusia como un país
caótico, desordenado, ignorante, lleno de
odio, fanático e incluso terrorista. Este
rápido divorcio de ABC con la experiencia
leninista se manifiesta también de forma
tajante en el artículo “La conferencia de
Moscú”, escrito en septiembre de 1917 y
publicado el 9 de diciembre de 1917,
donde Casanova escribe:
“Me he atrevo a decir que Rusia está loca, y
no es ciertamente una locura genial, una
cesárea, o napoleónica, o maquiavélica
locura. La revolución y sus conquistas se
desvirtúan, y a los pocos meses de la
transformación social, Rusia ha llegado al
desastre, sin realizar ni uno siquiera de los
ideales libertarios que proclamaba”.
Alineado con la beligerancia anti
bolchevique del ABC, es el caso de otros
periódicos españoles de la época, aunque
desde otro punto de vista como El Sol,
emblema y símbolo del liberalismo español
que se publicó entre 1917 y 1939.
En 1917, año de la revolución rusa, El Sol
era aún un periódico liberal y por ello
claramente escorado hacia posiciones
aliadófilas en la primera guerra mundial.
Por ello, no es de extrañar que casi todas
las opiniones que publica estén orientadas
a combatir, con un grado de virulencia anti
bolchevique solo comparable al
monárquico ABC, a los bolcheviques rusos,
a su juicio culpables de debilitar al Imperio
Ruso, uno de los puntales del bando aliado.
Así lo demuestra el artículo “La paz ruso-
alemana. ¿Quién la propone?” del 3 de
diciembre de 1917, en el que afirma:
“En las sombras de Rusia, hay que caminar
a tientas. No hay un solo comentarista de
occidente que pueda dar razón de lo que
está ocurriendo en la inmensa República.
Trotsky negocia la paz, Lenin envía
constantemente emisarios a las líneas
alemanas, los campesinos se muestran
partidarios de una evolución más
templada, casi todos los generales se alzan
contra el maximalismo (los bolcheviques).
Y mientras tanto, el pueblo no muestra
enojo frente a las maniobras del soberbio
agitador Lenin que está preparando la más
trágica de las guerras civiles. Todo esto
produce el efecto de una maniobra muy
cuidadosamente preparada. No en vano,
muchos de los revolucionarios que hoy
negocian con la Cancillería de Berlín,
pasaron a Rusia valiéndose de pasaportes
facilitados por la policía alemana.
Claro es que a Alemania le conviene
extraordinariamente terminar una paz, sea
como sea. Pero ¿Quién propone la paz?
¿Representan a Rusia los que pretenden
negociarla? ¿No es enemigo del armisticio
más de la mitad del pueblo ruso? ¿No se va
hacia una inmensa guerra civil?”.
No contentos con estas acusaciones a los
bolcheviques, tan solo un día después, el 4
de diciembre de 1917, El Sol vuelve a la
carga con otro sensacionalista titular, en
este caso toda una fake new de libro de
dudosa credibilidad y de difícil
interpretación, en el que afirma que
“Lenin y Trotsky fundan un periódico
alemán”, se califica a Lenin de
“imprudente”, se afirma que Rusia vive en
desorden y se informa de un periódico
“escrito en lenguaje alemán” en el que
figuran como editor Lenin y como director,
Trotsky.
Así pues, se pasa en los mismos días del
ABC a El Sol, de acusar a los bolcheviques
de revolucionarios comunistas a agentes
del imperialismo alemán, de manipular la
realidad histórica rusa, a directamente
inventarla o interpretarla a gusto del
consumidor. ¿Quién tenía la verdad? ¿Qué
era Rusia en aquellos días? Bastaba coger
uno u otro periódico para que el lector de
turno se decantase por calificar a la
naciente República Soviética Rusa como la
encarnación del diablo comunista en la
tierra, o ser, directamente, un estado títere
controlado por el Káiser Guillermo desde
Berlín.
2) Guernica. ¿Quién fue el culpable?
Otro ejemplo característico de que en una
guerra la primera víctima es la verdad es,
cómo no, nuestra guerra civil española, en
este caso un caso endógeno que nos afecta
directamente y que muestra cómo un
mismo suceso puede ser deliberadamente
interpretado de una u otra forma según
convenga a la ideología de turno, como
muy bien afirma Baños.
El 18 de julio de 1936 no fue una fecha más
que haya pasado inadvertida en la historia
reciente de España. Para el imaginario
popular, esta fecha está íntimamente
ligada al estallido de uno de los
acontecimientos recientes más trágicos y
que más influencia han tenido en la
historia reciente de España, la guerra civil.
El golpe de estado de una parte del ejército
y la sociedad civil española del 18 de julio,
fue una reacción político-militar inmediata
contra el gobierno republicano del Frente
Popular, surgido de las elecciones del 16 de
febrero de 1936, y del proceso de
radicalización de los enfrentamientos entre
las facciones políticas en esos últimos cinco
meses anteriores al levantamiento militar.
El 17 de julio de 1936 por la mañana, en
Melilla, una guarnición militar proclama el
estado de guerra, que será liderado el día
19 de julio desde Tetuán por el general
Franco haciéndose cargo del ejército de
África, e iniciando un levantamiento militar
armado contra el gobierno de la II
República española, noticia que llega el día
17 de julio por la tarde a Madrid y al resto
de ciudades del Estado. Inmediatamente,
los días 18 y 19 de julio de 1936 se inician
una serie de levantamientos militares en
diferentes ciudades del país en apoyo al
golpe de estado, llegando a Madrid, donde
el presidente del gobierno, el republicano
Santiago Casares Quiroga desde el palacio
de Gobernación, en la Puerta del Sol, se
niega a sucumbir a las presiones de
partidos y sindicatos obreros que, desde la
tarde del día 17 de julio, le exigían la
entrega de armas para hacer frente a la
extrema derecha, que empezaba ya a
moverse en la capital. El 18 de julio, ante la
inacción del gobierno, la militancia de
izquierdas, al grito de «armas para el
pueblo», se concentran en sus sedes
políticas, especialmente la Casa del Pueblo
de Madrid, que es un hervidero de gente, y
se dirigen a la Puerta del Sol, donde se
concentran a lo largo del día para exigir
una respuesta del presidente.
En la madrugada del 18 al 19 de julio de
1936, con Santiago Casares Quiroga
dimitido por la superación de la situación,
es encargado del gobierno el republicano
moderado Diego Martínez Barrio que, a su
vez, dimite, y el presidente de la República,
Manuel Azaña, le entrega el poder el día
domingo 19 de julio al miembro de
Izquierda Republicana José Giral, que, con
el apoyo de todos los partidos y sindicatos
obreros, acepta armar al pueblo madrileño
y asumir la situación de guerra civil en que
se encontraba el país. Había estallado la
guerra civil.
El conflicto, en la mente de sus impulsores
(Sanjurjo, Mola, Queipo, Franco…) no debía
ser un conflicto excesivamente prolongado
y en una rápida maniobra ante, según ellos,
un débil ejercito republicano, no tendrían
mucho problema en tomar rápidamente
Madrid, deponer al gobierno y convertir al
golpe en una toma de poder rápida e
inmediata, pero nada más lejos de la
realidad. El ejército sublevado se estrelló
con Madrid hasta en tres ocasiones
consecutivas; en julio-agosto de 1936 los
nacionales pretenden tomar Madrid desde
el norte, desde sus bastiones de Castilla la
Vieja que tenían controlada, pero son
detenidos por los milicianos republicanos
en la Sierra de Guadarrama. Frenado el
avance por el norte, se intenta por el sur, y
una vez dominadas las posiciones
sublevadas entre julio-noviembre de 1936
en Andalucía, Extremadura y Toledo, los
nacionales llegan a los pueblos del sur de
Madrid entre el 4-6 de noviembre,
penetrando a través de ellos en
Carabanchel y en la Casa de Campo, por lo
tanto, librando la Batalla directamente en
la ciudad de Madrid a lo largo de
noviembre de 1936. En esta ocasión
obtienen grandes avances y logran
penetrar hasta la Ciudad Universitaria,
rozando prácticamente la Plaza la Moncloa,
a las puertas de la Cárcel Modelo, pero de
ahí no van a poder pasar. Segundo fracaso.
El tercer y último intento de acabar la
guerra por Madrid a corto plazo tiene lugar
entre enero y marzo de 1937, cuando
desde el sur y el sur-oeste, que tenían
dominado, intentan tomar la ciudad a
través de las Batallas de la Carretera de la
Coruña y la Batalla del Jarama, entre
diciembre y febrero, y nuevamente desde
el norte lo intentan por Guadalajara en
marzo de 1937, pero una vez más fracasan
en el intento y se desiste en la idea de
tomar Madrid. La guerra iba a ser larga y
no el golpe de mano que pensaban los
africanistas inicialmente.
Para ello, los nacionales desvían su
atención de Madrid y deciden otra
estrategia; ir conquistado toda la España
republicana al punto de aislar a Madrid y
que cayera por su peso. Como muy bien
afirma en su estudio del conflicto Pierre
Vilar, una vez fracasada la toma de Madrid,
los nacionales ponen su foco de atención
en una región que había quedado aislada
en la retaguardia franquista y separada del
resto del bando republicano; el llamado
Frente del Norte de gran parte de Asturias,
Cantabria y el cinturón de hierro vasco.
Esta zona fue inmisericordemente atacada
entre marzo y octubre de 1937 cuando
todo el frente norte cae ante el imparable
empuje nacional.
En esa campaña, sin embargo, un hecho
más que de sobra conocido, fue el
desencadenante de la caída del frente
norte y uno de sus mejores elementos de
propaganda; el bombardeo de la ciudad
vasca de Guernica, en las proximidades de
Bilbao y símbolo del nacionalismo vasco de
la zona.
Como afirma Gabriel Jackson en su estudio
del conflicto bélico, el 26 de abril de 1937,
la aviación alemana de la Legión Cóndor,
aliada del bando nacional, arrasó la ciudad
vasca e industrial de Guernica, próxima a
Bilbao, usando bombas incendiarias y
ametrallamiento indiscriminado de la
población local. Según Javier Tusell en su
capítulo al conflicto bélico incluido en la
Historia de España, alrededor del 75% de la
cuidad desapareció arrasada por el fuego,
no quedando claro el número de víctimas
que, según el historiador, varían de un
centenar a más de mil muertos. Una
masacre en todo caso.
A pesar de lo evidente del ataque alemán a
la ciudad vasca, sin embargo, la
propaganda de guerra y las fake news
entraron rápidamente en escena. Tusell
mismo afirma que “el bando franquista
acusó al Frente Popular de haber destruido
la población con voladuras voluntarias”.
También Gabriel Jackson insiste, afirmando
que “Burgos afirmó que la ciudad había
sido incendiada por los rojos” e incluso
Xabier Agirre Aranburu, en su edición y
estudio del libro-discurso de Joseph
Goebbels, “La verdad sobre España”,
afirma que “la destrucción de Guernica por
la Legión Cóndor brindaría un nuevo tema
a la factoría goebbelsiana que, atribuirá los
hechos a las fuerzas republicanas, de modo
que aun en 1987 Wilfred von Oven,
veterano de la Legión Cóndor y
posteriormente asistente de Goebbels
explicaba en sus memorias que Guernica
fue destruida por los rojos que huían y lo
demás es un invento del genio
propagandístico de Moscú”. Pero, ¿Qué
decían las fuentes de la época realmente?
La prensa republicana lo tenía claro. En el
periódico “Ahora” de la JSU del 28 de abril
de 1937, dos días después de la masacre,
se afirmaba que;
“….ayer por la tarde quedó reducid a ruinas
y escombros la villa de Guernica. Su Casa
de Juntas, el Árbol de su tradición, el
caserío que formaba sus calles señera s e
hidalgas cayó bajo el bombardeo de la
Aviación rebelde, que quiso significar una
destrucción en Guernica por lo que para
todos los vascos tenia de motivo y
simbólico. Las bombas incendiarias
arrojadas a placer y sin enemigo sobre las
calles deshechas han puesto sobre el suelo
de Guernica una estela histórica”.
Visión diferente ofrecieron los franquistas
sublevados a través de su órgano portavoz,
el ABC de Sevilla, que no pararon, entre
abril y octubre de 1937 (todo lo que duró la
“campaña del norte”), de lanzar fake news
sobre la destrucción de la ciudad vasca. Ya
en su edición del 29 de abril de 1937, 3 días
después de la masacre, afirmaba;
“Guernica está destruida por el fuego y la
gasolina. La han incendiado y la han
convertido en ruinas las hordas rojas al
servicio criminal de Aguirre, presidente de
la República de Euzkadi. Aguirre ha lanzado
la mentira infame, porque es un
delincuente común, de atribuir a la noble y
heroica Aviación de nuestro Ejército
nacional ese crimen.
Aguirre ha preparado la destrucción de
Guernica para endosárselo al adversario y
buscar un movimiento de indignación en
los vascos. Si el árbol santo de Guernica ha
perecido en la hecatombe, es Aguirre y los
suyos quienes lo han hecho perecer. Hay
testigos del incendio de Guernica por los
rojos, testigos de su labor con la tea
incendiaria y con el petróleo. Los vascos y el
mundo deben saber que Aguirre ha
quemado Guernica. No hay más verdad
que esta”.
En su edición del 4 de mayo de 1937
afirmaban que;
“La ciudad no fue bombardeada, si no
incendiada por los rojos, que habían
prendido fuego a las casas, después de
rociarlas de gasolina. Fueron los terroristas
rojos de Asturias quienes destruyeron
Guernica y Durango por medio de
dinamita, saqueando previamente las
casas. Ni una sola bomba fue lanzada por
los nacionales sobre dichas ciudades, sino
que al contrario, en todas partes se ven las
señales inequívocas de los incendios. En las
pocas casas que quedaron intactas se
encontró petróleo y gasolina”.
El 19 de mayo de 1937 Víctor de la Serna
continuaban diciendo que;
“El separatista, odiaba infinitamente a
cuanto simbolizaba el ímpetu y la grandeza
espiritual de los vascos, por eso odiaban a
Guernica. Son los separatistas los que han
incendiado a Guernica con una perversidad
de sacrílegos. Yo he visto los hierros
retorcidos de las fábricas, las vigas
carbonizadas de las estructuras de roble de
los hogares. Ellos habrán reído
satánicamente detrás de las cumbres,
mientras estallaba el artefacto que había
de reventar, las ultimas casas de la villa”.
Incluso se suma la ya mencionada Sofía
Casanova, antaño pluma anti-bolchevique
desde esas mismas páginas en 1917 y que
el 2 de junio de 1937 escribía;
“Humean las piedras calcinadas de
Guernica. ¿No se despertarán de su sueño
de odio los vascos que han dejado a los
rojos incendiar la ancestral villa del árbol
sagrado?”.
Culminaba su campaña de fake news y
propaganda el ABC de Sevilla del 16 de
octubre de 1937, con casi todo el frente
norte conquistado a los republicanos
(apenas faltaban algunos núcleos
asturianos resistentes), afirmando, en
definitiva, que;
“Hoy no es conocido que el Generalísimo
Franco puso a disposición de los
corresponsales extranjeros pruebas que
demuestran clara e indiscutiblemente que
Guernica fue destruida por los propios
bolchevistas. Ya es tiempo de que la prensa
británica reconozca que las informaciones
lanzadas por los bolchevistas españoles de
Valencia, Madrid y Barcelona, son en su
mayor parte totalmente falsas”, al mismo
tiempo que en su charla radiada y
transcrita en ese mismo periódico de
Queipo de Llano, éste afirmaba que….”ni
aun en el extranjero podrán hacerles caso
después de la campaña que hicieron con
motivo de lo de Guernica, que ya se sabe
cómo quedaron demostradas las
falsedades que lanzaron los rojos”.
Una vez caído todo el frente norte a finales
de ese mismo mes y con todo el norte
español en manos franquistas, Guernica
fue cayendo en el olvido; ya no era
propagandísticamente necesario hablar de
ella y otros eran los focos de atención;
Zaragoza, Belchite, Teruel, el Ebro y
finalmente, en 1939 el frente catalán.
La España republicana cayó
definitivamente el 1 de abril de 1939 y
Guernica pasó a convertirse en un símbolo;
para los republicanos, inmortalizado por el
famoso cuadro de Picasso, símbolo de las
atrocidades franquistas y alemanas en la
guerra, y para los nacionales, símbolo de la
mentira y la traición republicana.
Fuentes
-Hemeroteca nacional.
-Hemeroteca ABC.
-Pedro Baños. “Así se domina el mundo:
Desvelando las claves del poder mundial”.
http://www.vatican.va/roman_curia/congr
egations/cevang/documents/rc_con_cevan
g_20100524_profile_sp.html
-Guillermo Fiscer. Episodios del Madrid
republicano.
-Pierre Vilar. La guerra civil española.
-Gabriel Jackson. La república española y la
guerra civil.
-Javier Tusell. “La guerra civil española” en
“Historia de España”.
- Xabier Agirre Aranburu. Edición y estudio
del libro-discurso de Joseph Goebbels, “La
verdad sobre España”.
GEOPOLÍTICA/SOCIOLOGÍA

El reparto del espacio por las grandes potencias

Alberto del Campo de Sisteré. Sociólogo.

No es para nadie desconocido que el desarrollados que forman parte de una

planeta Tierra tiene recursos finitos, a la cadena de intereses y están insertos en
vez que existen demandas productivas y unas relaciones de poder a nivel global.
energéticas cada vez mayores,
relacionadas fundamentalmente con el El espacio ha sido utilizado
históricamente como objeto de estudio,
gran crecimiento demográfico y el
avance internacional de la llamada pero durante el siglo XX,
sociedad de consumo en las últimas principalmente, de una manera
propagandística, como consecuencia de
décadas.
la llamada Guerra Fría entre las dos
Tampoco es ninguna novedad que la superpotencias existentes: EEUU y la
mayoría de la riqueza - no sólo material, URSS. Llegar al espacio ha sido una
sino cultural o en el plano del suerte de meta política (y en menor
conocimiento- que genera la medida militar) para las grandes
transformación de esos recursos potencias mundiales y su acceso es
naturales en bienes de consumo, está en considerado hoy en día como
manos de un pequeño grupo de países estratégico incluso para la seguridad de
algunos Estados. Por esta razón existe
un Tratado del Espacio Exterior que
considera a éste una especie de bien
común donde, por el momento, ningún
país puede ejercer soberanía ni reclamar
los recursos presentes.
Actualmente y por primera vez, EEUU
ha permitido que agencias y empresas
multinacionales con capital privado
puedan acceder, bajo certificación y
supervisión del Pentágono, a realizar
lanzamientos militares espaciales. Esto
puede suponer un cambio cualitativo
tanto en la concepción que existe del
Espacio, como en el plano del
desarrollo de la propia conquista
espacial.
¿Por qué esta conquista? ¿Qué se
busca?
Cuando pasamos a preguntarnos el
porqué del interés por dominar el
Espacio exterior, podemos exponer
varias razones claras.
Primero de todo, para una expansión del
espacio económico existente. Según
afirman los investigadores, la Luna, por
ejemplo, posee importantes reservas de
agua congelada (1.600 millones de
toneladas), además de conocerse la
presencia de tierras raras (conjunto de
elementos, normalmente metales,
escasos en la corteza terrestre), uranio,
azufre, plata, platino, monóxido de
carbono o dióxido de carbono.
Podemos afirmar sin ningún género de
dudas que la razón fundamental es la
búsqueda y obtención de recursos
naturales estratégicos. Dentro de ello,
quizá uno de los hallazgos más
importantes sea la presencia de Helio 3,
un isótopo que permitiría su posible
utilización en futuras centrales
nucleares de fusión, todavía
experimentales. La enorme ventaja de
este tipo de producción energética, es
que, aparte de ser mucho más potente,
no dejaría residuos radiactivos como la
actual energía nuclear producida por la
fisión del átomo.
Otro de los objetivos puede ser el de
establecer una colonia humana que
amplíe los horizontes físicos de la vida
en el planeta Tierra debido a su
deterioro medioambiental, aunque
queda todavía mucho para conseguirlo y
se plantea como un reto más a largo
plazo. Relacionado con esto, podemos
incluir el turismo espacial, puesto en
práctica por varias compañías desde
hace escasos años.
Por último, otra de las razones
indirectas, es que el uso de satélites de
todo tipo, cada vez más sofisticados,
contribuye también, al tener una visión
más lejana, a la identificación de
algunos recursos propios de nuestro
planeta que pueden facilitar la
supervivencia del ser humano.
¿Quiénes son los protagonistas?
Muy pocos países se disputan el ansiado
botín espacial, porque muy pocos son
los que tienen la capacidad científico-
técnica y los recursos económicos para
llevarlo a cabo: EEUU, Rusia, China y,
en menor medida, Japón. Desde que
China emergió en el siglo XXI como
potencia económica y tecnológica,
situándose con el segundo PIB más alto
a nivel mundial, se ha incorporado muy
rápidamente a la conquista espacial.
En cuanto a EEUU, de la mano de la
NASA y la empresa SpaceX, está
desarrollando una forma más barata de
acceder al espacio para poder llegar más
lejos, no sólo a Marte, sino a las lunas
de Júpiter y de Saturno. Una parte muy
importante será el desarrollo de la
energía espacial reutilizable, así como la
fabricación futura de combustible en
estaciones espaciales intermedias
establecidas allí.
Rusia ha rebajado su inversión en
investigación espacial debido a las
sanciones económicas, aunque sigue
manteniendo multitud de proyectos
espaciales, principalmente el de
soportes solares de vuelos tripulados a
la Luna para la próxima década. Ha
firmado un acuerdo de cooperación con
China de 2018 a 2022 en las siguientes
materias: satélites, desarrollo de nuevos
materiales, estudios de la basura orbital,
monitoreo de la Tierra y expediciones
lunares tripuladas.
China está especialmente interesada en
la carrera espacial por tres motivos: el
desarrollo tecnológico, la obtención de
material primas (es la gran potencia
industrial contemporánea) y la
plataforma lunar para conquistar Marte.
Para China es muy importante el control
de las tierras raras, teniendo
actualmente alrededor del 90% de las
mismas en nuestro planeta, aunque sólo
posea el 20% en su propio territorio.
Japón, aunque por detrás en la
avanzadilla espacial, también cuenta
con un interesante proyecto que podría
empezar a materializarse a partir de
2035: pretende construir un anillo de
paneles solares que rodearían el ecuador
de la Luna (unos 11.000km lineales),
cuya energía sería irradiada a nuestro
planeta mediante láser y microondas,
aplicando las teorías de Tesla.
Señalar también que India, potencia
regional en ascenso hacia la influencia
global, pretende enviar un astronauta a
la Luna a partir de 2020.
¿Qué podemos concluir?
A pesar de la multitud de proyectos
ilusionantes en las siguientes décadas,
existen grandes dificultades a nivel
económico, por sus elevadísimos costes
(25.000 $ extraer medio litro de agua de
la Luna), además de limitaciones
técnicas para poder llevarlos a cabo en
el corto o medio plazo.
Igual que en otras épocas de la historia,
el resultado final de esta ansiada
conquista, dependerá de la correlación
de fuerzas existente entre las diferentes
potencias y las alianzas que se realicen,
no únicamente entre países, sino junto a
grandes corporaciones u organismos
internacionales de la sociedad civil.
Por el momento, EEUU sigue liderando
en inversión la conquista espacial, pero
seguido muy de cerca por la alianza
ruso-china, que tiene cada vez más
poder económico, político y militar.
Como apuntan algunos expertos en la
materia, sería muy positivo que se
hiciera desde una lógica de cooperación
que ayudara a terminar con la
concepción de una “nueva guerra fría a
tres bandas”, pudiendo generar
beneficios compartidos para la
humanidad entera, prolongando así la
vida de nuestro planeta y la de las
especies que habitamos en él.
Referencias para ampliar https://actualidad.rt.com/ciencias/view/1
información: 12845-japon-planta-energia-solar-luna

https://www.tandfonline.com/doi/abs/10
.1080/09700161.2010.512476
https://www.wired.com/2015/04/how-
china-entered-the-space-race/
https://dialnet.unirioja.es/descarga/libro/
581507.pdf
http://www.infoespacial.com/es/2012/0
1/03/noticia-libro-blanco-de-la-
actividad-espacial-china.html
http://danielmarin.naukas.com/2015/04/
23/los-planes-de-rusia-en-el-espacio-
para-la-proxima-decada/
http://www.abc.es/20101021/ciencia/de
scubren-abundante-agua-crater-
201010211720.html
http://www.abc.es/20100721/ciencia/hal
lan-agua-superficie-luna-
201007211814.html

https://www.bez.es/152130008/Cuando-
China-pise-la-Luna.html

https://www.bez.es/824218898/inicia-
exploracion-espacial-comercial-espacio-
profundo.html