EL ORIGEN DE LA VIDA
existencia cósmica. En el budismo
El origen de la vida
Publicado en el Seikyo Criollo / Marzo
2008
Tomado de la Revista Puente de Paz
Primeramente, es importante aclarar
que, a diferencia de muchas religiones,
el Budismo no cree en “la creación”. El
Budismo tampoco cree en la existencia
de un ser todopoderoso o dios que creó
otros seres vivos. Más bien el Budismo
enseña que la vida existe desde el
pasado infinito (kuon) hasta el futuro
infinito, tomando dos formas
alternativas diferentes en distintas
etapas. Cuando ésta se ve, manifiesta,
aparece como lo que llamamos “vida”;
cuando está oculta o ausente, se retira
al estado que llamamos “muerte”.
Nichiren Daishonin dice, “Kuon significa
no creado ni transformado, pero que se
mantiene en su existencia original”
(Ongi Kuden). Seres “no creados ni
transformados”, significa que la vida
continuará existiendo eternamente.
En “Escoge la Vida”, diálogo entre
Daisaku Ikeda y el historiador británico
Arnold Toynbee, publicado en forma de
libro, el líder de la SGI afirma:
“[…] Desde el momento en que,
por primera vez, la vida apareció
en la tierra hasta el presente, la
vida ha mantenido el potencial de
manifestarse e individualizarse por
sí misma. El poder o energía de la
fuerza vital, la cual da actividad a
la vida individual ya estaba
inherente en el mundo
inanimado”. 1
En su libro “La Vida un enigma”, el
presidente Ikeda sigue explicando:
“En la más íntima profundidad
de todos los seres, existe una
fuerza vital primaria, que hace
vivir a los seres vivos. La misma
fuerza sustenta la materia
inorgánica y fabrica con ellas las
armonías y los ritmos de la gran
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Han Sapporo – Cabildo Avance – SGI Py
esta fuerza alimentadora de todo
recibe el nombre de Ley Mística.
Es la fuerza activa necesaria para
toda la vida, la fuerza que crea y
recrea toda la existencia espiritual
y física”.2
De acuerdo al Budismo, no sólo la
vida individual, sino que todos los
fenómenos repiten un ciclo continuo de
formación, continuación, declinación y
desintegración seguido de un periodo
de latencia. Al final nada está libre de
este ciclo, excepto la Ley eterna de
Nam Miojo Rengue Kyo.
El universo, aunque se pensaba era
ilimitado, en Budismo se dice que
también está bajo este ciclo. De modo
interesante, muchas teorías científicas
se acercan cada vez más a aquellas
expuestas por el Budismo. Por ejemplo,
ahora es conocido que las estrellas
atraviesan etapas de nacimiento,
declinación y desintegración, al igual
que los sistemas planetarios asociados
a ellas. Además, a diferencia del
Cristianismo, por ejemplo, el Budismo
siempre ha creído en la existencia de
muchos mundos a través del universo:
el capítulo dieciséis, (Juryo) del Sutra
del Loto menciona 5 x 10 x 10 x 10 x
10 x 10 x 10 “Sistemas Mayores de
Mundos”, por ejemplo. Tales números
astronómicos son usados
figurativamente para ejemplificar la
cantidad incontable e infinita de
mundos.
Asimismo, el Budismo enseña que la
vida no sólo existe sobre la tierra.
Como cada uno de los otros planetas,
el nuestro ha tenido siempre el
potencial de manifestar la vida, y
cuando el tiempo y las circunstancias
fueron las apropiadas, ésta apareció.
Pero el tiempo y las circunstancias
pueden llegar a ser igualmente
apropiadas para muchos otros
planetas. Nichiren Daishonin dice:
“Llegada y partida es igual a
nacimiento y muerte… la llegada es la
condensación del cosmos dentro de un
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corazón; la partida significa abrirse nuestra forma (cuerpo) cambia en la
hacia el universo”. (Ongi Kuden). medida que crecemos. Esto es
diferente al concepto de un cuerpo
Es decir, el potencial de vida
físico y un alma ‘eterna’ separados. El
inherente en el universo se manifiesta
punto de vista budista es que el cuerpo
por sí solo en un lugar particular, en un
y la mente son entidades totalmente
tiempo particular, en la forma de un ser
inseparables que trabajan juntas y se
vivo. Después de la muerte de esa
influencian la una a la otra.
forma de vida, su fuerza vital se vuelve
a fundir con el universo y se mantiene Por lo tanto, si todo está sujeto a
en el estado de latencia (ku) hasta que cambio excepto la Ley Mística, de la
las condiciones sean apropiadas para cual cada uno de nosotros es la
que se manifieste a sí misma otra vez. manifestación, podemos empezar a ver
cómo cambiar o influenciar aspectos
En otro pasaje del libro “Escoge la
dentro y fuera de nosotros mismos. En
vida”, el presidente de la SGI dice:
lugar de estar culpando a una fuerza
“El budismo […] postula la externa por habernos creado a nosotros
existencia de un estado de no ser y al mundo con tantos problemas,
que contiene en sí la posibilidad podremos empezar a tomar
de llegar a ser y que trasciende responsabilidad de nuestras propias
así tanto el concepto de ser, como vidas, la sociedad y el universo entero,
el concepto de no ser. y empezar a transformar el mundo en
[…] Todo el universo, incluso algo mejor.
nuestra tierra, es una entidad
vital: es el Ku que contiene la vida.
Cuando se dan las condiciones
apropiadas para que se manifieste
la vida, ésta puede generarse en
cualquier parte y en cualquier
momento.”3
En efecto, el Budismo ve la
existencia consciente como la
combinación temporal de cinco
componentes (o agregados). Los cinco
componentes son: forma, percepción,
concepción, voluntad y conciencia. La
forma es el cuerpo físico, la percepción
es la manera en que se percibe el
mundo a través de los órganos de los
sentidos y concepción es la habilidad
de formar ideas basadas en la
información recibida a través de los
sentidos. Voluntad es la facultad de
decidir qué hacer, basados en el
conocimiento, y la conciencia es la
base fundamental que hace funcionar
la percepción, conocimiento y voluntad.
Estos cinco componentes también
están en un constante e inseparable
flujo. Por ejemplo, podemos observar
cómo nuestra percepción de las cosas
cambia de momento a momento y
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1
IKEDA, Daisaku – TOYNBEE, Arnold: Escoge la vida, Emecé Editores S.A., 1976, pág. 264.
2
IKEDA, Daisaku: La vida un enigma, Emecé Editores S.A., 1984, pág. 31.
3
Ibíd., pág. 265.