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27 JUNIO, 2015
http://www.granvertical.com/?s=Tri%C3%A1ngulos+de+fuerzas%3A+lo+que+hay+que+saber
Un técnico de trabajos verticales se enfrenta diariamente a situaciones en las que debe valorar la resistencia
de un anclaje o del elemento estructural sobre el que se instala. Si bien los dispositivos de anclaje normalizados
según la norma técnica europea EN 795:1996 (recientemente actualizada por la EN 795:2012, aún en fase de
armonización) ofrecen plenas garantías en utilizaciones “normales”, su resistencia puede verse seriamente
comprometida cuando, por necesidades del día a día, debemos suspender una carga de una cuerda, anillo de
cinta o similar que trabaja sobre dos o más anclajes simultáneamente. Se forma entonces una figura geométrica
con forma de triángulo conocida como triángulo de fuerzas.
En este triángulo actúan unas fuerzas cuya intensidad será mayor o menor en función del ángulo que forman
los segmentos de cuerda o cinta entre sí. Conocer su funcionamiento es esencial para trabajar de manera
segura con instalaciones tan recurrentes como el reparto de cargas o el montaje de tirolinas.
El reparto de cargas
Hablar de repartos de cargas entre anclajes suele ser el tema de conversación de barra de bar preferido por un
amplio espectro de frikis de la vertical: verticaleros, escaladores, espeleos, barranquistas y demás fauna
podemos pasarnos horas hablando de ángulos, cargas, resistencias y demás sin ningún problema, y lo que es
más divertido, ¡sin llegar nunca a ponernos de acuerdo!
Si bien el concepto de triángulo de fuerzas es aplicable a cualquier montaje que implique la solicitud de dos o
más anclajes simultáneamente, solemos utilizarlo fundamentalmente para referirnos al reparto de cargas entre
anclajes. El propósito de un reparto de cargas es, obviamente, repartir la carga entre diferentes anclajes. Lo
que no es tan obvio, sin embargo, es que hacerlo a ciegas, sin un mínimo de conocimientos técnicos, puede
producir el efecto exactamente contrario: multiplicar la carga que recibe cada anclaje.
PROPIEDAD INTELECTUAL DE
Vuelta a la escuela
La teoría —¡y la experiencia!— nos dicen que cuanto mayor es el ángulo formado por los segmentos de cuerda
o cinta cuando se suspende una carga entre dos anclajes mayor es la fuerza que reciben estos anclajes. Al
contrario, cuanto menor es ese ángulo, menor es la fuerza que reciben, siendo el mínimo el 50% de la carga.
Pongamos un ejemplo: si consiguiéramos formar un triángulo de fuerzas donde el ángulo fuera de 0 grados —
esto sólo es posible en teoría pues siempre existe una separación entre anclajes, por mínima que sea— los
segmentos de cada uno de los 2 anclajes recibiría exactamente la mitad de la fuerza total que se genera en el
triángulo. Sin embargo, a medida que fuéramos abriendo el ángulo de este triángulo, la fuerza recibida por los
anclajes iría aumentando progresivamente. Si con 0º la fuerza recibida por cada anclaje es del 50 %, con un
ángulo de 180º esta tiende al infinito. Por supuesto estos son casos teóricos y en el día a día nunca trabajamos
con estos extremos. El mundo real, el que nos interesa, se encuentra entre estos dos extremos.
Existe una fórmula para calcular la fuerza generada por un triángulo de fuerzas:
F’=F/2/cos X
donde F’ es la fuerza que recibe cada anclaje, F es la fuerza aplicada al triángulo de fuerzas (la masa que
colgamos), y X el ángulo formado respecto a la vertical (si el ángulo que forman los dos segmentos de cuerda
cinta es de 30º, el ángulo respecto a la vertical será de 15º). O lo que es lo mismo: la fuerza generada es igual
a la mitad de la carga suspendida partido por el coseno del ángulo respecto a la vertical del triángulo.
Un ejemplo: si ejercemos una fuerza de 100 Newtons (N) sobre un anillo de cinta cuyos segmentos forman un
ángulo de 60º entre anclajes obtendremos
Si el ángulo entre anclajes es de 120º (60º respecto a la vertical), obtenemos F=50/cos 60, es decir 100N. En
este caso, la fuerza recibida por cada uno de los anclajes es idéntica a la fuerza ejercida sobre el triángulo:
¡aquí el concepto “reparto de cargas” empieza a perder sentido!
Todo esto está muy bien pero sinceramente, en el día a día es demasiado farragoso y complicado. Una manera
más sencilla de calcular la fuerza que reciben los anclajes que utilizamos durante un reparto de cargas es
guiarnos por la siguiente tabla:
Una rápida ojeada a esta tabla nos permite sacar dos conclusiones claras
1. El ángulo máximo aceptable para un reparto de cargas debería ser de 60º.
2. A partir de 120º, dejamos de repartir carga y pasamos a multiplicarla, justo lo contrario de lo que
pretendemos.
Esta confusión ha tenido graves consecuencias en el mundo de la escalada, ¡no en vano se le conoce como
triángulo de la muerte! A descartar.
Cuando instalamos una tirolina o sistema horizontal de cuerda tensa, el ángulo formado por los segmentos de
cuerda una vez suspendida la carga suele ser relativamente alto: en torno a los 140º. Como hemos visto en la
tabla más arriba, una ángulo excesivamente abierto puede generar importantes tensiones en los anclajes, algo
que debemos evitar a toda costa cuando nuestro propósito es hacer un reparto de cargas. Ahora bien, cuando
instalamos una tirolina, el propósito no es el de repartir carga, sino el de desplazar una carga horizontalmente.
Para hacerlo con seguridad basta con cumplir unas sencillas reglas:
1. Los anclajes deben ser a prueba de bombas. En caso de instalar anclajes tipo EN 795 A1 (lo que
habitualmente denominamos “chapa”, “parabolt”, “químico”, etc.) se debe hacer SIEMPRE un reparto de
cargas mediante triángulo dinámico.
PROPIEDAD INTELECTUAL DE
2. Respetar la regla del 10%: la longitud de la flecha generada por la carga una vez suspendida de la tirolina
(su variación respecto a la horizontal) no debería ser inferior al 10% de su longitud total. Por ejemplo, en
una tirolina de 30 metros, la flecha generada por la carga no debería ser inferior a 3 metros. De esta
manera nos aseguramos de no sobrecargar el sistema.
3. Las tirolinas diseñadas para desplazar personas o grandes cargas contarán siempre con dos cuerdas
paralelas con tensión similar.
4. Se elegirán siempre los nudos más resistentes para fijar las cuerdas: nueve, nudo sin tensión, etc.
Un truco muy socorrido a la hora de calcular la fuerza recibida por los anclajes en una tirolina es el siguiente:
PROPIEDAD INTELECTUAL DE
Funciona de manera muy precisa (margen de error inferior al 5%) con un ángulo igual o superior a 140º, que
suelen ser los habituales en montajes de tirolinas). Desgraciadamente, el margen de error aumenta
considerablemente con ángulos inferiores.
https://www.youtube.com/watch?v=cObvjbVO3ro