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UNIVERSIDAD DE CUENCA

FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

CARRERA DE PEDAGOGÍA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA

Vanguardias: Surrealismo en América Latina

Autor:
Valeria Tacuri

Docente:
Dr. Manuel Villavicencio

CUENCA, 20 de noviembre de 2019


Resumen:

El presente trabajo expone un bosquejo del avance que en América Latina tuvo el movimiento
vanguardista Surrealismo. El objetivo es explicar cómo la presencia de André Breton, fundador
de esta corriente, generaría la extensión de las ideas surrealistas por el continente, lo que
supondría una prolongación temporal del surrealismo. Para ello, construimos un estado del arte,
donde recopilamos información relevante y necesaria respecto al tema que nos compete,
centrándonos en artículos investigativos. Este estudio encontró datos que corroboran la
importante influencia de Breton en los intelectuales americanos, y asimismo, cómo América se
convirtió en el lugar que les permitiría confirmar sus doctrinas.

Palabras clave: vanguardia, surrealismo, América Latina, arte


Introducción:

A principios del siglo XX, en un escenario de caos y tensión debido a los enfrentamientos entre
potencias europeas, empiezan a aparecer las denominadas vanguardias artísticas y literarias que
buscaban no solo romper los cánones estéticos de la academia de aquella época, sino también
protestar contra las atrocidades de la guerra y la desvalorización de la vida. Estas nuevas
corrientes revolucionaron todos los campos del arte, de esta manera, el arte experimentaba una
transformación que lo alejaba de la representación de la realidad. Aparecieron muchas
tendencias artísticas que veían y hacían arte de maneras muy distintas. Pero, todas estas tenían
límites cronológicos y cuando alguna iba desapareciendo, una nueva tomaba camino. Algunas
de ellas solo pudieron expandirse en Europa y ahí era donde se terminaban. Sin embargo, existió
un movimiento que a más de expandir sus ideas por el viejo continente, avanzó un poco más y
llegó a América. Este movimiento se denomina Surrealismo, cuyo origen se dio debido al
descontento que generó la anarquía y la desorientación en que había caído el Dadaísmo. El paso
del surrealismo por tierras americanas influyó y dejó un legado en algunos artistas que
conquistados por el tono revolucionario de esta tendencia decidieron enfilarse en él. Por esta
razón, el presente trabajo tiene como objetivo bosquejar el paso del Surrealismo por América
Latina, a través de la información receptada de acuerdo a una búsqueda minuciosa de datos,
basándonos en autores como Iñigo Sarriugarte, Silvia Valdes, entre otros. Y de esta manera,
demostrar cómo el paso de estos autores europeos por estas tierras dejó huella en los
intelectuales americanos y reforzó el sentido y la orientación de esta vanguardia. Para esto, se
ha organizado la información en tres secciones: la primera, concepto de vanguardia y
características generales; la segunda, el surrealismo en América Latina; y por último, la
influencia del surrealismo en la literatura, artes plásticas y cine.
1. Concepto de Vanguardia
Vanguardia o avant-garde es un término francés usado, originariamente, en el lenguaje
militar para referirse a las primeras líneas de la formación de combate. Sin embargo, sería
en el siglo XX cuando tomaría un nuevo sentido, aludiendo, en el mundo del arte, a aquellas
obras novedosas que intentaban romper con las tendencias dominantes de aquella época y,
de esta forma, emprender su renovación. Además, este nuevo concepto se relaciona con el
léxico político, pues se remite al activismo, la ruptura y la idea de revolución artística, pero
sobretodo, a la aparición de un documento literario clave en los movimientos vanguardistas:
“El Manifiesto”. Esto, debido a que la aparición del “Manifiesto Comunista” de 1848, desató
otros manifiestos artísticos que declaraban de manera pública sus propósitos, igual que los
documentos políticos.
1.1 Contexto histórico y cultural:
Las vanguardias se desarrollan a partir de algunos eventos políticos suscitados a finales
del siglo XIX e inicios del XX, tales como la constitución de la segunda y tercera
República Francesa (1848 y 1871) y la Primera Guerra Mundial (1914), los cuales
desencadenaron una reacción negativa por parte de los intelectuales hacia la sociedad de
esa época. Otro acontecimiento, de carácter artístico, que también influyó en la aparición
de estas vanguardias fue el inicio de los prestigiosos Salones de París, exposiciones de
arte que se realizaban cada uno o dos años. En 1863, el jurado del salón, conservador y
académico, poco receptivo a los pintores impresionistas, rechazó un número elevado de
este tipo de obras. Esta acción provocó protestas por parte de los afectados, por ello
Napoleón III, presidente de la segunda República Francesa, instituyó el Salón de los
Rechazados, donde los impresionistas pudieran exhibir su trabajo al público.
Dentro del ámbito cultural, podemos mencionar que la modernidad imperaba en esa
época, como forma de sustituir lo viejo por lo nuevo, a través de las máquinas como
automóvil, teléfono, aviones, telégrafo, cámaras fotográficas, etc. El cine se convertiría
en un gran influyente en las obras de los vanguardistas.
1.2 Características generales:
Una de las principales características de la vanguardia es su actitud provocadora,
expresada mediante los manifiestos, cuyos principios se oponían a la tradición artística
y cultural anterior. Los vanguardistas rechazan la imitación de la realidad y, por ende,
proscriben lo narrativo, ya que la obra debe ser una realidad nueva y tener un valor por
ello.
La renovación y experimentación poética es otra característica que se presenta por
algunos rasgos como: ausencia de rima, de signos de puntuación y de enlaces sintácticos;
la acumulación de metáforas en el poema; asociaciones arbitrarias; creación de
neologismos y disposición espacial del poema en la página.
Es preciso mencionar que todas las vanguardias tienen límites cronológicos.
1.3 Expresiones vanguardistas:
En Europa surgieron los ismos, denominación referida a los movimientos vanguardistas
que buscaban innovar totalmente las viejas tradiciones artísticas, entre ellos están:
Expresionismo: es una corriente pictórica que aparece entre 1905 y 1925 en Alemania
como arte expresivo – emocional. Este movimiento supera los límites poéticos y se
extiende a la novela, el drama y el ensayo. Además, influye en la arquitectura, la música
y la escultura. Los temas que abarca son: el miedo, la angustia, el mundo moderno y
pretende expresar filias y fobias del ser humano. Entre sus representantes están: Georg
Buchner, Erich Mendelsohn, Arnold Schönberg, Ernst Barlach.
Fauvismo: movimiento francés desarrollado entre 1904 y 1908. Los fauvistas proponen
un arte subjetivo que expresa sentimientos mediante los colores. El término fauve fue
dado por el crítico de arte Louis Vauxcelles, debido a su violencia cromática y contrastes
agresivos. Uno de los mayores representantes fue Henri Matisse.
Cubismo: nació en Francia en 1907, con Pablo Picasso y Georges Braque, como una
manifestación de las artes plásticas, que utiliza como técnica el collage y la
descomposición de las imágenes en figuras geométricas. El estilo de la poesía fue el
caligrama creado por Guillaume Apollinaire.
Futurismo: tendencia artística surgida en Milán por el poeta italiano Filippo Marinetti,
quien publica el primer manifiesto futurista el 20 de febrero de 1909, en el diario Le
Figaro de París. Considera como elementos fundamentales de la poesía la audacia, el
valor y la revolución. Se centra en dos temas: la adoración de la máquina y el retrato de
la realidad en movimiento.
Dadaísmo: nació en Zúrich (Suecia), entre 1916 y 1922, fue fundada por Tristan Tzara.
Su primer manifiesto fue presentado en 1918 expone su rechazo y oposición a las normas
burguesas establecidas y reivindican la irracionalidad, el absurdo, el humor, la libertad.
El mayor representante de esta tendencia fue Marcel Duchamp, por medio de los ready
modes (arte realizado con objetos sin valor artístico pero considerados obras de arte por
ser exhibidos en un museo).
Ultraísmo: aparece en España entre 1918 y 1922 como reacción al modernismo. Tuvo
influencia de poetas como Guillaume Apollinaire y Vicente Huidobro. Hizo uso del
verso libre y la metáfora, esta última siendo el principal elemento de expresión.
Surrealismo: surge en Francia, con la aparición de su primer manifiesto La Révolution
Surréaliste, donde André Breton (1924) define al surrealismo como:
Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar verbalmente, por
escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un
dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda
preocupación estética o moral (p. 13).
Este movimiento se basó en las obras del psicoanalista Sigmund Freud, puesto que
incorporan a la creación el mundo del subconsciente, expresado en los sueños, por medio
de la escritura automática. Incluso, recurrió al humor negro como estrategia para destruir
el sentimentalismo y así, crear un individuo nuevo.
2. Surrealismo en América Latina
Como hemos mencionado anteriormente, el surrealismo aparecerá de la mano de André
Breton, quien definió los diferentes períodos de esta corriente: el primero denominado el
investigador, referido a la ruptura con el dadaísmo y la declaración de sus principios;
segundo el razonador, en esta etapa se desarrollan las ideas y teorías surrealistas, el
movimiento se afilia al Partido Comunista y cuatro años más tarde lo abandonan; y por
último, el período de expansión, las ideas son difundidas por Europa y desde los años 40 por
América (como se cita en Sarriugarte, 2009).
La llegada de Breton a tierras americanas se da a finales de febrero de 1938, cuando el
Ministerio de Asuntos Exteriores le hace la propuesta de impartir algunas conferencias en
México sobre arte y literatura francesa. Ya en este país, entablara amistad con Diego de
Rivera y Leon Trotsky, con este último redactará el manifiesto titulado Para un Arte
Revolucionario Independiente, con fecha de 25 de Julio de 1938. Lo que se buscaba obtener
con este manifiesto era formar un grupo de escritores y artistas revolucionarios para servir a
la revolución con su arte y defender la libertad de su propio arte (como se cita en Sarriugarte,
2009).
André Breton está maravillado con la riqueza cultural y el arte popular existente en México,
por ello lo considera como “el lugar surrealista por excelencia”. Su estadía en este país le
permite ampliar sus perspectivas sobre el realismo y ve como nos menciona Sarriugarte
(2009) “el continente americano como un recurso inspirador para el subconsciente y como
medio de salvación para prolongar temporalmente el surrealismo y no caer en su pronto final,
como era lo habitual en las primeras vanguardias artísticas” (p. 6).
Cuando descubre la obra de Frida Kahlo, Breton la declara como una surrealista, pues queda
impresionado al observar la iconografía mexicana combinada con otros aspectos de la
pintura europea. Sin embargo, la misma artista define sus obras como representación de su
realidad, más no de sus sueños, que es como el movimiento se autodefine.
El desarrollo del surrealismo en los países de América Latina fue distintos en cada uno de
ellos:
En Cuba, es el pintor Wilfredo Lam, quien propone “una perfecta síntesis del arte primitivo
y el pensamiento surrealista” (Valdes, 2009, p. 5). Alejo Carpentier también fue influenciado
por el surrealismo, pues se iniciará en él en Francia, siendo, parcialmente, un crítico de los
pintores surrealistas, aunque más centrado en Lam.
En Santo Domingo, isla de Las Antillas, Eugenio Granell siembra el espíritu surrealista.
Debido a su condición de exiliado de España, es expulsado por Trujillo en 1946 de la isla.
En México tiene algunos representantes como Frida Kahlo, Remedios Varo, Manuel Bravo
y Octavio Paz, quien se iniciará en el surrealismo en España, convirtiéndose en el crítico
principal de los pintores surrealistas latinoamericanos. En este país, en 1940 se realiza la
segunda exposición surrealista dirigida por el peruano César Moro y el vienés Wolfgang
Paalen. En esta exposición la producción mexicana excepto Kahlo, Bravo, Varo no parece
interpretar el sentido profundo del surrealismo.
En Guatemala, el pintor de arte abstracto Carlos Mérida se encuentra con Eugenio Granell,
quien luego de la expulsión de Santo Domingo se refugiaba en ese país. Juntos comparten
militancia surrealista.
En Venezuela, el surrealismo aparece de manera tardía en 1968 con el movimiento plástico
y poético El techo de la Ballena. Tiene algunos representantes como: Juan Calzadilla,
Adriano González León y Edmundo Araiz.
Por otro lado, Colombia tuvo el grupo Los Nadaistas, este grupo está entre Dada y el
Surrealismo. No obstante, se considera como surrealista la obra de García Márquez Cien
años de soledad (1982).
En Perú, se realiza la primera exposición surrealista en 1935. Sus representantes son: César
Moro y Emilio Westphalen, que también escriben un único número de su revista El uso de
la plata. Algunos personajes que destacan en este país también son importantes de tratar:
 Xavier Abril: introduce el surrealismo, lo considera un modus vivendi, es decir hay
una forma surrealista de concebir el mundo y las relaciones subjetivas.
 José Carlos Mariátegui: Tienen tres ensayos que explican cómo fue la recepción del
surrealismo francés en Perú: “El grupo suprarrealista y ‘Clarté’”, “El balance del
suprarrealismo” y “El superrealismo y el amor”
 César Vallejo: Crítico del surrealismo. En su texto “Autopsia del surrealismo”:
rechaza a las escuelas literarias, porque siguen ofreciendo una receta para hacer
poemas.
En Brasil no existe una fecha específica de cuando nació el surrealismo. Algunos consideran
al Movimiento Antropofagista (1928) como surrealista, sin embargo, en su manifiesto
declaran no ser dadaístas ni surrealistas sino antropófagos. Ya en 1967, el Grupo Austral de
Brasil se alinea con el movimiento plástico filosurrealista Phases. Algunos surrealistas
brasileños como Sergio Lima, participaron de las actividades del grupo de París en los años
50 y 60.
En cambio, en Chile el primero grupo surrealista es La Mandrágora (1938), aunque ya en
1935 Roberto Matta había compartido las ideas de los surrealistas. Algunos representantes
son: los poetas Enrique Gómez Correa, Braulio Arenas y Teófilo Cid. Además, en 1948 los
surrealistas chilenos organizan una exposición internacional, en la cual participa Matta.
En Uruguay, uno de los principales surrealistas fue Isidore Ducasse (Lautréamont),
reconocido tardíamente. En este país, aparecen durante los años 60 dos revistas surrealistas:
la primera, Los huevos de Plata, en la que se reproducían textos del grupo de París y algunos
poemas automáticos. La segunda, Maldoror, fundada por Lucien Mercier, rindiendo
homenaje a Lautréamont.
Por último, en Argentina, Aldo Pellegrini inicia el primer grupo surrealista latinoamericano
en 1928 y la primera revista surrealista de habla hispana. En 1936, Juan Batlle Planas,
influenciado por el psicoanálisis que se hacía conocer en Argentina, se convierte en el
iniciador del movimiento plástico surrealista del país. Junto a él estarán Roberto Aisenberg,
Juan Andralis, Julio Silva y Virginia Tentindo.
3. El surrealismo en las artes
Surrealismo en la literatura:
El surrealismo se caracterizó por ser literario, estaba en contra del canon realista
predominante en la literatura de ese entonces y buscaba desprenderse de la razón. Por esta
razón, emprendió la renovación del lenguaje literario y propuso nuevas técnicas de
composición, entre ellas el automatismo psíquico y el cadáver exquisito. Sus autores más
destacados fueron André Breton, Louis Aragon, Philippe Souplault, Paul Éluard y Benjamin
Péret.
Surrealismo en las artes plásticas:
Las pinturas surrealistas representaban la realidad del inconsciente, es decir que cada una de
las imágenes tenía una connotación más profunda refleja solo cuando no estábamos
conscientes. Entre los recursos usados estaba la exaltación de la imaginación, el erotismo y
el absurdo como rechazo al canon artístico de la época. Sus miembros representativos fueron
Salvador Dalí, René Magritte, Juan Batlle Planas, Frida Kahlo, Marcel Duchamp, Joan Miró.

Surrealismo en el cine:
El cine llegó de manos de insignes directores que marcaron un antes y un después en esa
época. Uno de los más destacados en Luis Buñuel, que junto a Dalí, creó una película que
hoy forma parte de las producciones de culto, esta es El perro andaluz (1929). Las imágenes
dentro de este filme “cristalizan la belleza convulsiva y la intención agresiva, postulados
esenciales de las más genuinas invenciones superrealistas, y se combinan con el empleo de
símbolos freudianos” (Guillermo de Torre, 1965, p.381).

Conclusiones:
Las vanguardias artísticas permitieron abrir las fronteras que limitaban el arte, pues esto
favoreció la expresividad de los artistas, facilitándole experimentar y crear nuevas técnicas.
La estadía de André Breton en América generaría la expansión de las ideas surrealistas por
el continente, lo que posibilitaría una extensión temporal del surrealismo como movimiento
de vanguardia. Aunque en un inicio el surrealismo se mantiene vivo gracias a los mismos
artistas europeos que se mueven de Europa a América, es a partir de los años 50 y 60 que
esta corriente logrará mantenerse debido a los artistas latinoamericanos.
La diversidad y exotismo de México cautivaron a los surrealistas europeos, propiciando el
crecimiento y evolución del camino de experimentación, suponiendo nuevas maneras de ver
y entender el surrealismo.
El papel de Breton fue fundamental en la recuperación de las fuentes del arte precolombino,
esencial en el surrealismo americano. Es así, como en América Latina los surrealistas
confirmaron sus doctrinas, a través del estudio de las culturas indígenas, por eso fueron
algunos los intelectuales europeos, quienes viajaron a tierras americanas. Y de la misma
forma, dejaron su huella en los intelectuales americanos, tales como: Alejo Carpentier,
Octavio Paz, Julio Cortázar y muchos artistas plásticos.
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