El

Sacramento
de la
CONFIRMACION
 Santos Recuerdos
Nací en...........................
el día.....de.................de 19.... INDICE
Recibí el Bautismo
el día.....de.................de 19....
en la Iglesia de...................
......................................

INTRODUCCION sobre los Sacramentos ............................. 2

Recibí la Primera Comunión LA CONFIRMACION ............................................................ 5

a la edad de.....años, el día..... * Efectos del Sacramento .......................................... 5
de...........................de 19.... * Materia y forma del Sacramento ........................ 10
en la Iglesia de................... * Ministro del Sacramento ..................................... 14
...................................... * Sujeto del Sacramento .......................................... 15
* Padrinos ................................................................ 16
* Particularidades de la Ceremonia ...................... 17
Recibí la Confirmación * Disposiciones para recibirlo ................................ 18
a la edad de.....años, el día.....
de...........................de 19.... CATECISMO DE LA CONFIRMACION ......................... 20
en la Iglesia de...................
...................................... RITUAL DE LA CONFIRMACION ................................. 23

Soy cristian.... y prometo a Dios, a la Virgen Santísima y al Angel de la

Guarda, vivir siempre como buen cristian.... y como buen.... hij.... de la
Iglesia Católica. Y así espero morir, ayudad.... por la gracia de Dios.
Lo firmo el día.....de........................de 19....
(Firma)
 Ritual de la Confirmación
así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer
en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
Dios te salve, María llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú
eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén.
Concluida la ceremonia, el Obispo da la bendición pontifical. Al retirarse, puede
cantarse el salmo 112, «Laudáte puéri Dóminum», o el «Te Deum», o algún otro canto
propio para esta ocasión.
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Este librito se dirige principalmente a los niños que van a recibir el
Sacramento de la Confirmación. Es el texto que van a estudiar en las
pláticas de preparación para este Sacramento.
El Catecismo del Concilio de Trento (cap. III, 18) recomienda que
los niños reciban el Sacramento de la Confirmación una vez que ya
tengan el uso de razón, es decir, después de la Primera Comunión.
También se dirige a los catequistas y padres, ya que muchas de las
cosas que se explican aquí son quizás demasiado elevadas o difíciles de
entender para los niños. Por eso, nuestra intención ha sido la de
procurarles una especie de guía y de ayuda en la explicación de las cosas
que deben saber los niños que se van a confirmar. Hemos tratado de
hacer una exposición clara, sencilla y agradable, a la vez que sólida y
doctrinal.
Añadimos un Pequeño Catecismo sobre la Confirmación, a base
de preguntas y respuestas, que todos los niños tienen que saber de
memoria para poder recibir este Sacramento.
Y finalmente, ponemos el Ritual de la Confirmación, que permitirá
a todos seguir las oraciones y ceremonias.
 Introducción al Sacramento de la Confirmación Ritual de la Confirmación
eos eorúmque successóres céteris sisteis que por ellos y sus sucesores
fidélibus tradéndum esse voluísti: fuese comunicado a los demás fieles,
réspice propítius ad humilitátis miradnos propicio a nosotros vuestros
nostrae famulátum, et praesta; ut humildes siervos y haced que vinien-
INTRODUCCION eórum corda, quorum frontes sa-
cro Chrismáte delinívimus, et sig-
do el Espíritu Santo a los corazones de
éstos cuyas frentes hemos ungido con
no sanctae Crucis signávimus, idem el sagrado Crisma y señalado con la
Spíritus Sanctus, in eis supervé- señal de la Cruz, establezca en ellos su
niens, templum glóriae suae dignán- morada, convirtiéndolos en templo de
ter inhabitándo perfíciat: Qui cum su gloria. Vos que con el Padre y el
Dios nos confiere la gracia santificante por medio de los Sacramentos. Patre et eódem Spíritu Sancto vivis mismo Santo Espíritu vivís y reináis
Todos sabemos qué es la gracia: un don gratuito de Dios que nos hace et regnas Deus, in saécula saecu- Dios por los siglos de los siglos.
lórum.
semejantes a El y nos comunica su propia vida. Pero, ¿qué es un R.- Amen. R.- Amén.
sacramento?
Es un signo sensible, instituido por Jesucristo, para darnos la A continuación, el Obispo añade:
gracia. Tal es el plan redentor de Dios, que quiere comunicarnos sus Ecce sic benedicétur omnis homo, Así será bendecido todo hombre
qui timet Dóminum. que teme a Dios.
dones espirituales por medio de signos sensibles, acomodándose a
nuestra pequeñez. Como no somos puros espíritus, sino que tenemos un Y bendice a los confirmados diciendo:
cuerpo bien material, Dios quiere darnos su gracia por medio de Bene @ dícat vos Dóminus ex Ben @ dígaos el Señor desde Sión,
elementos materiales. Sion: ut videátis bona Ierúsalem para que veáis los bienes de Jerusalén
ómnibus diébus vitae vestrae, et todos los días de vuestra vida, y alcan-
Ya en el Antiguo Testamento encontramos muchos casos de efectos habeátis vitam aetérnam. céis la vida eterna.
sobrenaturales que Dios Nuestro Señor obró por medio de signos R.- Amen. R.- Amén.
sensibles. Cuando Dios
quiso sacar a su pueblo Para concluir la ceremonia, el Obispo manda recitar a los confirmados el Credo, el
de la servidumbre de Padrenuestro y el Avemaría:
Egipto, se sirvió de la vara
de Moisés para obrar Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y
grandes prodigios. Delan- en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra
te de Faraón se convirtió y gracia del Espíritu Santo, y nació de Santa María Virgen; padeció bajo
en culebra; la tomó de el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió
nuevo y volvió a conver- a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí
tirse en vara... Tocó des- ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo,
pués con ella las aguas del río Nilo, y se convirtieron en sangre... la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los
Removió otro día con la vara el polvo de la tierra, y salió de él una nube pecados, la resurrección de la carne, y la vida perdurable. Amén.
inmensa de mosquitos... Extendió Moisés la vara sobre la tierra, y el
Señor envió un viento abrasador todo aquel día y noche, y venida la Padre nuestro, que estás en los cielos; santificado sea tu nombre; venga
a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
mañana, el viento abrasador levantó langostas que cubrieron toda la El pan nuestro de cada día dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas,

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 Ritual de la Confirmación Introducción al Sacramento de la Confirmación
N., SIGNO TE SIGNO CRUCIS @ N., YO TE SIGNO CON LA SEÑAL superficie de la tierra, talándolo todo... Otra vez levantó Moisés la vara
ET CONFIRMO TE CHRISMATE DE LA CRUZ @, Y TE CONFIRMO hacia el cielo, y el Señor dio truenos y granizo y relámpagos, que andaban
SALUTIS: IN NOMINE PATRIS @ CON EL CRISMA DE LA SALUD, EN
ET FILII @ ET SPIRITUS @ SANCTI. EL NOMBRE DEL PADRE @, Y DEL a una mezclados, y el granizo fue de tal tamaño cual nunca otra tal se
HIJO @, Y DEL ESPIRITU @ SANTO. había visto, y murieron los hombres y bestias que se hallaban por los
campos. Podía el Señor haber hecho todos estos prodigios sin necesidad
El confirmado responde: Amén. de aquella vara misteriosa, y no quiso.
Luego el Obispo le da una palmadita en la mejilla, diciendo: Los israelitas en el desierto no podían beber las aguas de Mara porque
Pax tecum. La Paz sea contigo. eran amargas, y murmuraban contra Moisés; el Señor le mostró un
madero que, echado en las aguas, se convirtieron en dulces. Y cuando
Al retirarse el confirmado, se le limpia la parte ungida con un poco de algodón. Dios envió serpientes contra los murmuradores, Dios mandó a Moisés
Confirmados así todos, el Obispo, sentado y con mitra, se limpia el dedo pulgar con que hiciese una serpiente de bronce para que, al mirarla los heridos,
miga y limón, se lava las manos con agua y las seca en la toalla, estando todos de rodillas quedaran sanos de las picaduras...
menos los que asisten en el altar. El joven Tobías se vio libre del demonio por medio del hígado del pez
Oraciones finales. echado sobre unas brasas y curó la ceguera de su padre con la hiel del
mismo pez. Podía Dios Nuestro Señor haber obrado todas estas maravi-
Mientras el Obispo se lava las manos, se canta o reza por los ministros la antífona
llas sobrenaturales sin valerse de aquellos medios extraordinarios, pero
siguiente:
no lo hizo. De igual modo se sirvió de los Sacramentos como de signos
Confírma hoc, Deus, quod ope- Confirmad, oh Dios, lo que habéis sensibles, para darnos por ellos su gracia y sus virtudes.
rátus es in nobis, a templo sancto obrado en nosotros, desde vuestro
tuo, quod est in Ierúsalem. santo Templo, que está en Jerusalén.
Glória Patri, et Filio, et Spirítui Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espí- Sabemos que los sacra-
Sancto. Sicut erat in princípio, et ritu Santo. Como era en el principio,
nunc et semper, et in saécula y ahora y siempre, y por los siglos de mentos son siete, ni más ni
saeculórum. Amen. los siglos. Amén. menos, a saber: Bautismo,
Confirmación, Peniten-
Luego el Obispo, dejada la mitra, y vuelto hacia el altar, ora por los confirmados cia, Comunión, Extre-
con las manos juntas:
maunción, Orden Sacer-
V. Osténde nobis, Dómine, V.- Mostradnos, Señor, vuestra mi- dotal y Matrimonio. Son
misericordiam tuam. sericordia.
R. Et salutáre tuum da nobis. R.- Y dadnos vuestro Salvador. los sacramentos como siete
V. Dómine, exáudi oratiónem V.- Oíd, Señor, mi oración. ríos que traen las aguas de
meam. la Redención; como siete fuentes sagradas de donde brotan las aguas de
R. Et clamor meus ad Te véniat. R.- Y llegue a Vos mi clamor.
V. Dóminus vobíscum. V.- El Señor sea con vosotros. la vida sobrenatural; como siete cálices que están llenos hasta el borde
R. Et cum spíritu tuo. R. Y con tu espíritu. de la Sangre preciosísima de Cristo; como siete mesas en que Cristo nos
Estando todos los confirmados de rodillas, el Obispo continúa: sirve la gracia confortadora de la vida espiritual; o como siete campanas
OREMUS.- Deus, qui Apóstolis tuis OREMOS.- Oh Dios, que, disteis el cuyo repiqueteo alentador anima a los que van peregrinando por el
Sanctum dedísti Spíritum, et per Espíritu Santo a los Apóstoles, y qui- camino de la vida eterna.

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 Introducción al Sacramento de la Confirmación Ritual de la Confirmación
Y sabemos también que los siete sacramentos fueron instituidos por Entonces, extendiendo las manos sobre los que se van a confirmar, implora sobre ellos
Jesucristo, es decir, tienen todos a Dios por autor. al Espíritu Santo, diciendo:
Estos siete Sacramentos, pues, producen o aumentan en nosotros la OREMUS.- Omnípotens sempitérne OREMOS .- Omnipotente y eterno
Deus, qui regeneráre dignátus est Dios, que os habéis dignado regenerar
gracia, esto es, la vida de Dios en nuestras almas. Dos de ellos, a saber, hos fámulos tuos ex aqua et Spíritu a estos vuestros siervos con el agua y el
el Bautismo y la Penitencia, son llamados “sacramentos de muertos” Sancto, quique dedísti eis remis- Espíritu Santo, y que les habéis dado
porque producen la gracia en aquellas personas que aún no la tenían, siónem ómnium peccatórum: el perdón de todos sus pecados:
emítte in eos septifórmem Spíritum enviadles desde el cielo vuestro Espíri-
y se encontraban en estado de muerte espiritual. Los otros cinco son tuum Sanctum Paráclitum de caelis. tu Santo Paráclito con la abundancia
llamados “sacramentos de vivos” porque son administrados a los que de sus siete dones.
ya poseen la vida de la gracia. R. Amen. R.- Amén.
V. Spíritus Sapiéntiae et Intel- V.- El Espíritu de Sabiduría y de
Por los Sacramentos recibimos, como queda dicho, el mayor tesoro léctus. Entendimiento.
que pueda existir: la vida de Dios en nuestras almas. Todos los tesoros R. Amen. R.- Amén
V. Spíritum Consílii et Fortitú- V.- El Espíritu de Consejo y de
de la tierra reunidos no valen lo que vale un tal tesoro. dinis. Fortaleza.
R. Amen. R.- Amén.
Es el Bautismo el que V. Spíritum Sciéntiae et Pietátis. V.- El Espíritu de Ciencia y de Pie-
nos comunica por pri- R. Amen. dad.
R.- Amén.
mera vez un tan gran Adímple eos Spíritu Timóris tui, Llenadlos del Espíritu de vuestro
tesoro, el don de la et consígna eos signo Crucis @ Temor, y selladlos con el signo de la
Santísima Trinidad a Christi, in vitam propitiátus Cruz @ de Cristo, concediéndoles pro-
nuestras almas. En con- aetérna. Per eúndem Dóminum picio la vida eterna. Por el mismo
nostrum Iesum Christum, Fílium Señor Jesucristo, Hijo vuestro, que
secuencia, el bautizado tuum, qui tecum vivit et regnat in con Vos vive y reina en unidad del
posee la vida sobrena- unitáte Spíritus Sancti, Deus, per Espíritu Santo, Dios, por todos los
tural mientras no la ómnia saécula saeculórum. siglos de los siglos.
pierda por el pecado R. Amen. R.- Amén.
mortal. Pero del mismo modo que la vida natural se desarrolla y fortifica
en un niño, así también la vida sobrenatural necesita desarrollarse y
fortificarse en nuestras almas. Por eso Nuestro Señor nos ha dejado un
El Sacramento
sacramento que tiene como finalidad propia fortificarnos y hacernos
adultos espirituales: es el Sacramento de la Confirmación. Vamos a Concluida la oración, el Obispo se sienta en el faldistorio, recibe la mitra y el báculo,
tratar sobre este sacramento para tener de él el aprecio y la estima que y se acercan al altar los que se van a confirmar, uno a uno con sus respectivos padrinos.
se merece. «Muchos son -se queja el Catecismo del Concilio de Trento- los El padrino, o la madrina, pone su mano sobre el hombro del que va a confirmarse, que
que no hacen caso de este sacramento; y pocos los que procuran sacar de él el se ha arrodillado devotamente delante del Obispo. El clérigo encargado le recoge a cada
fruto que es debido de la divina gracia». uno el papelito con su nombre y se lo va diciendo al Prelado, el cual, mojando el dedo
pulgar derecho en el Santo Crisma, impone la mano sobre la cabeza de la persona y
traza sobre su frente la señal de la cruz, mientras dice las palabras sacramentales:

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 Ritual de la Confirmación El Sacramento de la Confirmación
Tu septifórmis múnere, Siete dones regalas
Dígitus Patérnae déxterae, Tú, dedo de Dios Padre;
Tu rite promíssum Patris, Tú, prometido por Dios,
Sermóne ditans gúttura
Accénde lumen sénsibus,
inspiras las palabras.
Alumbra nuestra mente,
la confirmacion
Infúnde amórem córdibus inflama nuestro amor,
Infírma nostri córporis y a nuestra carne flaca
Virtúte firmans pérpeti. anímala con tu fuerza.
Hostem repéllas lóngius Ahuyenta al enemigo,
Pacémque dones prótinus, e infúndenos tu paz; A fines del siglo III había en el ejército del emperador Galiano un oficial
llamado Marino. Iba a ascender a capitán, pero un rival suyo, por
Ductóre sic te prévio dirige nuestros pasos, envidia, lo acusó de que era cristiano. Conducido ante el tribunal,
Vitémus omne nóxium. para evitar el mal. confesó con valentía que era discípulo de Jesucristo.
Per te sciámus da Patrem Enséñanos al Padre, Tres horas le dieron de tiempo para que decidiese entre el grado y
Noscámus atque Fílium haznos conocer al Hijo; honores de su rango si renegaba de su fe, o la muerte si persistía en ser
Teque utriúsque Spíritum y que siempre creamos cristiano.
Credámus omni témpore. en Ti, Espíritu de ambos. Apenas salió del pretorio donde lo habían juzgado, se le acercó el
Deo Patri sit glória, Gloria a Dios Padre, Obispo de Cesarea, el cual, cogiéndole la espada y mostrándosela con
una mano, le enseñaba con la otra el Evangelio.
Et Fílio qui a mórtuis y al Hijo, que resucitó
Surréxit, ac Paráclito, de los muertos, y al Paráclito, -Escoge -le dijo- entre la espada de militar o el Evangelio de Cristo.
In saeculórum saécula. Amen. por los siglos infinitos. Amén Sin vacilar, Marino abrazó y besó el libro santo.
-¡Sirve al Señor, tu Dios, generoso soldado de Cristo! -le dijo el obispo;
Después de la primera estrofa, el Obispo se levanta y se sienta en el faldistorio. Se su Espíritu será tu fortaleza.
lava las manos, e inmediatamente, dejando la mitra, se levanta, y de cara a los que Pasadas las tres horas, compareció ante el juez, confesó de nuevo que
se van a confirmar, que se encuentran arrodillados, ora con las manos juntas: era cristiano y que no renegaría de su Fe, y murió mártir.

Spirítus Sanctus supervéniat in Venga el Espíritu Santo sobre voso- Con este ejemplo queda expuesto para qué es la Confirmación.
vos, et virtus Altíssimi custódiat tros, y la virtud del Altísimo os guarde
vos a peccátis. de los pecados. Efectos de la Confirmacion
R. Amen. R.- Amén

La Confirmación aumenta en nosotros la gracia del

Luego, santiguándose, pide la protección de lo alto, diciendo:
V. Adiutórium @ nostrum in
nómine Dómini.
R. Qui fecit caelum et terram.
V. Dómine, exáudi oratiónem
meam.
R. Et clamor meus ad Te véniat.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Espíritu Santo, para fortalecernos en la Fe y hacer-
V.- Nuestra @ protección está en el nos soldados de Cristo.
nombre del Señor.
R.- Que hizo el cielo y la tierra.
V.- Señor, escuchad mi oración. o En primer lugar, la Confirmación aumenta en nosotros la
gracia del Espíritu Santo.
R.- Y llegue a Vos mi clamor.
V.- El Señor sea con vosotros. «Los Apóstoles que estaban en Jerusalén, cuando supieron que los
R.- Y con tu espíritu. samaritanos habían recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y

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 El Sacramento de la Confirmación Ritual de la Confirmación
a Juan. En cuanto éstos llegaron, hicieron oración por ellos a fin de que
recibiesen el Espíritu Santo, porque aún no había descendido sobre
ninguno de ellos, sino que sola-
mente estaban bautizados en nom-
bre del Señor Jesús. Entonces les
ritual
imponían las manos y recibían el
Espíritu Santo» (Hechos 8, 14-
17).
«Vino San Pablo a Efeso, y en- sacramento va a recibirse bajo condición); estos papelitos los tendrán consigo los que
contrando a algunos discípulos, se van a confirmar y se los irán entregando al sacerdote asistente del Obispo a medida
les preguntó: ¿habéis recibido el que se vayan confirmando. Para guardar el orden, primero se acercarán a confirmar
Espíritu Santo, después que abra- los varones y después las mujeres, y que cada uno tenga a su lado a su padrino.
zasteis la Fe? Mas ellos respondie-
ron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. -Pues ¿con qué Ceremonia preparatoria.
bautismo -les replicó- fuisteis bautizados? Y ellos le respondieron: Con
el bautismo de Juan. Dijo entonces Pablo: Juan bautizó al pueblo con
bautismo de penitencia, advirtiendo que creyesen en Aquel que había Revestido el Obispo de roquete, amito, estola y capa blanca, se lava las manos, y
de venir después de él, esto es, en Jesús. Al oír esto, se bautizaron en luego, puesta la mitra y tomando el báculo, se dirige al faldistorio, que estará delante
nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles Pablo impuesto las manos, del altar. Y vuelto al pueblo, declara que sólo el Obispo es ministro ordinario de la
descendió sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban varias lenguas y Confirmación; que este sacramento sólo una vez se recibe; que ninguno de los
profetizaban» (Hechos, 19, 2-6). confirmados se retire hasta haber recibido la bendición que dará al fin de la ceremonia;
Pero ¿acaso no recibimos ya el Espíritu Santo en el Bautismo? ¿No que los padrinos pongan su mano derecha sobre el hombro del que se va a confirmar
en el momento de la Unción. Puede también el Obispo hacer una pequeña predicación
acabamos de decir que el Bautismo nos comunica el don de la Santísima
explicando la importancia y efectos de este sacramento.
Trinidad, luego también del Espíritu Santo?
Hechas todas estas advertencias, se trae el Pontifical Romano, deja el Obispo el
Sí, es cierto; pero por la Confirmación el Espíritu Santo toma posesión báculo, se arrodilla con mitra delante del faldistorio, y entona el «Veni Creátor
de nuestra alma de una manera especial. Su presencia fortalece en Spíritus».
nosotros la vida espiritual, haciéndonos perfectos cristianos al perfeccio-
nar las virtudes y los dones que recibimos ya en el Bautismo. Veni, Creátor Spíritus, Ven, Espíritu Creador,
Mentes tuórum vísita, visita nuestras almas,
Por eso el Obispo, en la ceremonia de la Confirmación, pide a Dios que Imple supérna grátia y, pues Tú las creaste,
envíe sobre sus siervos al Espíritu Santo con sus siete dones, diciendo: Quae tu creásti péctora. llénalas de tu gracia.
«OREMOS. Dios Omnipotente y eterno, que os habéis dignado regenerar Qui díceris Paráclitus, Consolador te llaman,
a estos vuestros servidores con el agua y el Espíritu Santo (en el Altíssimi donum Dei, ¡oh don de Dios altísimo!
Bautismo), y que les habéis concedido el perdón de todas sus culpas (por Fons vivus, ignis, cáritas, fuego, amor, viva fuente,
el Bautismo mismo o por la Penitencia), enviadles desde el cielo el et spiritális unctio. suave unción del alma.

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 Catecismo sobre la Confirmación El Sacramento de la Confirmación
mento de la Confirmación hay que estar en gracia de Dios, saber los Espíritu Santo con sus siete dones:
misterios principales de nuestra santa Fe y acercarse a él con reverencia -Así sea.
y devoción. -El Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento.
15.- ¿Pecaría quien recibiese la Confirmación por segunda vez? -Así sea.
-Cometería un sacrilegio, porque la Confirmación es uno de los -El Espíritu de Consejo y Fortaleza.
sacramentos que imprimen carácter en el alma y que, por tanto, sólo se -Así sea.
puede recibir una vez. -El Espíritu de Ciencia y de Piedad.
16.- ¿Qué ha de hacer el cristiano para conservar la gracia de la -Así sea.
Confirmación? -Para conservar la gracia de la Confirmación debe el -Y llenadles del Espíritu de vuestro santo Temor, y selladlos con la
cristiano hacer frecuente oración, ejercitar buenas obras y vivir según señal de la cruz @ de Cristo, y concededles la vida eterna».
la ley de Jesucristo, sin respetos humanos. Nuestro Señor, ya en la última Cena, había prometido a sus Apóstoles
17.- ¿Por qué también en la Confirmación hay padrinos y que les enviaría el Espíritu Santo:
madrinas? -Para que éstos con palabras y ejemplos dirijan al confirma- «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y Yo rogaré al Padre, y
do por el camino de la salvación y le ayuden en el combate espiritual. El os dará otro Intercesor, que quede siempre con vosotros, el Espíritu
18.- ¿Qué condiciones se requieren para ser padrino? -El padrino de verdad, que el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni conoce;
mas vosotros lo conoceréis, porque El mora con vosotros y estará en
ha de ser de conveniente edad, católico, confirmado, instruido en las
vosotros» (Juan, 14, 15-17).
cosas más necesarias de la religión y de buenas costumbres.
o En segundo lugar, la Confirmación nos fortalece en la Fe. En
19.- ¿Contrae el padrino de la Confirmación algún parentesco
efecto, si este sacramento aumenta en nosotros la gracia del Espíritu
con el confirmado? -El padrino de la Confirmación contrae con el
Santo, es para fortalecernos en la Fe y hacernos así varones perfectos.
confirmado un parentesco espiritual, aunque éste no produce impedi-
«Los hombres -enseña el Catecismo del Concilio de Trento- nacen a
mento para el matrimonio.
una nueva vida por la gracia del Bautismo, y por el sacramento de la
Preparados convenientemente y confesados los que se van a confirmar, se irá Confirmación se hacen
repartiendo a cada uno de los que se han de confirmar un papel con su nombre y varones perfectos. El Bau-
apellidos, el de sus padres y padrinos (indicando además, si llega el caso, si el tismo nos engendra en la
Fe, la Confirmación nos
hace crecer en ella, forta-
leciéndonos de tal modo
que ningún peligro o te-
mor de penas, de tormen-
tos o de muerte nos haga
desistir de confesar la Fe
Católica. Y al fortalecernos en la Fe, este sacramento nos hace también
más fuertes contra las tentaciones de la carne, del mundo y del demonio.

página 22 página 7
 El Sacramento de la Confirmación
De ahí le viene el nombre de Confirmación, pues confirmar significa
«hacer más firme, más fuerte».
Podemos tomar como ejemplo de este efecto maravilloso de la Confir-
mación lo que sucedió con los Apóstoles. Estos, antes de la Pasión y
durante ella, se mostraron tan tímidos y cobardes, que cuando el Señor
fue apresado, huyeron en seguida; y Pedro, que estaba designado para ser
la Piedra y Fundamento de la Iglesia, negó tres veces a Nuestro Señor,
aterrado ante la voz de una pobre mujer. Y después de la Resurrección,
todos estaban encerrados en su casa, por miedo de los judíos. Pero «al
cumplirse el día de Pentecostés, se hallaban todos juntos en el mismo lugar,
cuando de repente sobrevino del cielo un ruido como de viento impetuoso, y llenó
toda la casa donde estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas divididas,
como de fuego, que se posaron sobre cada uno de ellos. Todos quedaron
llenos del Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en otras lenguas, tal como
el Espíritu les daba que hablasen.» (Hechos, 2, 1-4) A partir de entonces,
fortalecidos con el Espíritu Santo, los Apóstoles comenzaron a predicar
el Evangelio en todo el mundo con fuerza y valentía, sin temer a nada
ni a nadie, y considerándose honrados cuando podían sufrir ultrajes,
cárceles, tormentos y cruces por el nombre de Cristo.
o En tercer lugar, la Confirmación nos hace soldados de Cristo.
Para eso nos fortalece el Espíritu Santo con su gracia por medio de este
sacramento. Se nos aumenta el fervor y la fuerza para que sepamos
luchar con bríos en el combate espiritual, y resistamos a los malignos
enemigos que nos combaten para condenar nuestras almas.
l Durante el siglo XVI, el emperador del Japón, Taicosama, persegui-
dor feroz de los cristianos, condenó a muerte a veinticuatro fieles, entre
los cuales había tres niños; el más pequeño,
Luis, monaguillo de los padres capuchinos,
apenas tenía doce años. El gobernador, de-
seoso de salvarle, le dijo: «A nadie digas que
eres cristiano y te perdonaré», a lo que contes-
tó el niño: «No quiero disimular que soy
amigo del Buen Jesús».
Llegada la orden imperial de que les corta-
sen las orejas y la nariz en medio de la plaza
página 8
Catecismo sobre la Confirmación
7.- ¿Cuál es la forma del sacramento de la Confirmación? -La
forma del sacramento de la Confirmación es ésta: «Yo te signo con la
señal de la Cruz, y te confirmo con el Crisma de la salud, en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
8.- ¿Cuál es el ministro del sacramento de la Confirmación? -El
ministro ordinario del sacramento de la Confirmación es el Obispo;
pero en algunos casos puede serlo un simple sacerdote.
9.- ¿Con qué rito administra el Obispo la confirmación? -El
Obispo, para administrar el sacramento de la Confirmación, extiende
primero las manos sobre los que se van a confirmar, invocando sobre
ellos al Espíritu Santo; luego hace una unción en forma de Cruz con el
sagrado Crisma en la frente de cada uno, diciendo las palabras de la
forma; después les da con la mano derecha una ligera palmadita en la
mejilla, diciendo: «La paz sea contigo». Por fin, bendice solemnemente
a todos los confirmados.
10.- ¿Por qué se hace la unción en la frente? -Se hace la unción en
la frente, donde aparecen las señales del temor y la vergüenza, a fin de
que el confirmado entienda que no debe avergonzarse del nombre y
profesión de cristiano, ni tener miedo de los enemigos de la Fe.
11.- ¿Por qué se da una ligera bofetada al confirmado? -Se da una
ligera bofetada al confirmado para que sepa que ha de estar pronto a
sufrir toda afrenta y todo trabajo por la Fe de Jesucristo.
12.- ¿Deben todos procurar recibir el sacramento de la Confirma-
ción? - Si; todos deben procurar recibir el sacramento de la Confirma-
ción y hacerlo recibir a sus subordinados.
13.- ¿A qué edad conviene recibir el sacramento de la Confirma-
ción? -La edad en que conviene recibir el sacramento de la Confirma-
ción es hacia los siete años; porque ya entonces suelen comenzar las
tentaciones, y además de conocer suficientemente el niño la gracia del
sacramento, puede luego acordarse de haberlo recibido.
14.- ¿Qué disposiciones se requieren para recibir dignamente el
sacramento de la Confirmación? -Para recibir dignamente el sacra-
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 Catecismo sobre la Confirmación
catecismo
1.- ¿Qué es el Sacramento del Santo Crisma o Confirmación? -El
Santo Crisma o Confirmación es un sacramento por el cual recibimos
al Espíritu Santo, se imprime en nuestra alma el carácter de soldados de
Jesucristo y nos hace perfectos cristianos.
2.- ¿De qué manera el sacramento de la Confirmación nos hace
perfectos cristianos? -El sacramento de la Confirmación nos hace
perfectos cristianos porque nos confirma en la Fe y perfecciona las otras
virtudes y dones que hemos recibido en el santo Bautismo; y por eso se
llama “Confirmación”.
3.- ¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo que se reciben en la
Confirmación? -Los dones del Espíritu Santo que se reciben en la
Confirmación son siete: Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortale-
za, Ciencia, Piedad y Temor de Dios.
4.- ¿Cuál es la materia de este sacramento? -La materia de este
sacramento, además de la imposición de las manos del Obispo, es la
unción hecha en la frente del bautizado con el sagrado Crisma, y por eso
se llama también “Crisma”, que quiere decir unción.
5.- ¿Qué es el Santo Crisma? -El Santo Crisma es aceite de oliva
mezclado con bálsamo y consagrado por el Obispo el Jueves Santo.
6.- ¿Qué significan el aceite y el bálsamo en este sacramento?
-En este sacramento, el aceite, que se derrama y conforta, significa la
gracia abundante que se derrama en el alma del cristiano para confir-
marlo en la Fe; y el bálsamo, que es oloroso y libra de corrupción, significa
que el cristiano, fortalecido con esta gracia, es apto para ser buen olor de
cristianas virtudes y preservarse de la corrupción de los vicios.
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El Sacramento de la Confirmación
de Macao y les crucificasen luego en la ciudad de Nagasaki, el goberna-
dor, compadecido, atenuó el suplicio, mandando cortar a cada cristiano
tan sólo un trozo de la oreja izquierda. El pueblo, conmovido, se alejó
exclamando: «¡Cuánta injusticia¡ ¡Qué abominable ferocidad!»
Conducidos en seguida a Nagasaki, cerca ya de la ciudad, salió a ver
a los prisioneros el oficial encargado de crucificarles. Ante el pequeño
Luis se emocionó de veras, y le ofreció la libertad si renegaba de Cristo,
a lo que Luis contestó con un gesto de indignación. Entonces el oficial
prometió a otro de los niños, Antonio, por
quien lloraban lastimosamente sus padres,
que si renegaba de Cristo le daría grandes
riquezas para él y su familia; pero él, sonrien-
te, respondió: «Mucho mejores son las rique-
zas que espero; gustoso moriré en la cruz por
Aquel que por mi murió».
Cuando los tres niños quedaron crucifica-
dos, se pusieron a cantar a coro un himno o
salmo de David, que dice: «Alabad, niños, al Señor; alabad su santo
nombre». No lo habían acabado cuando sus almas, dejada la cárcel del
cuerpo, volaron a juntarse con los ángeles del cielo.
l Hecho prisionero por los turcos un soldado cristiano, fue presentado
al sultán Mahomet II, quien le ordenó que renegase de Cristo. «¿Qué te
has creído? -contestó, descubriendo su pecho lleno de heridas-. Mil veces
he desafiado a la muerte por un rey de la tierra, ¿y ahora quieres que haga
traición al Rey del cielo?»
l Un rey de Persia trataba de persuadir a San Benjamín para que
renegase de Jesucristo, pero el santo le contestó: «¿Qué harías tú con
aquel oficial de tu ejército que, al comenzar la batalla, por miedo hiciese
traición a su bandera?» Contestó el rey: «Lo mandaría matar». «Pues yo
-dijo el Santo- soy soldado de Cristo, y en la Confirmación juré fidelidad
a su cruz, que es nuestra bandera, y si le hiciese traición sufriría a la hora
de la muerte terrible condenación».
o Como todo soldado lleva siempre un distintivo o señal que lo
distingue de otros, por eso también la Confirmación, que nos hace
soldados de Cristo, imprime en nuestra alma un sello o señal
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 El Sacramento de la Confirmación El Sacramento de la Confirmación
imborrable, que se llama carácter. Santa Teresita del Niño Je-
Este carácter impreso en nuestra alma para siempre. Pueden verlo las sús escribía en su Autobiogra-
almas del Cielo, del Purgatorio, las del Infierno, y los Angeles y fía: «Poco después de mi Prime-
demonios. Ante Dios, los Angeles y los Santos, es para nosotros, si somos ra Comunión, volví a entrar en
fieles a la gracia del sacramento, un título de gloria y distinción; y ante Ejercicios, para recibir la Con-
los demonios un escudo poderoso que nos protege de sus ataques. firmación. Me preparé con gran-
de esmero a recibir la visita del
Como este carácter no se borra nunca, el Sacramento de la Confir- Espíritu Santo. No concebía que
mación sólo puede recibirse una vez en la vida, de la misma manera hubiese quien no pusiese mu-
que sólo una vez en la vida nos hacemos adultos, o que sólo una vez en chísima solicitud en la recep-
la vida jura bandera un soldado. En el caso de que se dude si ese ción de este sacramento de
sacramento ha sido recibido o no, se debe administrar bajo condición. amor... ¡Ah! ¡qué alegre estaba
San Pablo escribía a los Efesios «Recibisteis el sello del Espíritu Santo, mi alma! A semejanza de los
que os había sido prometido (1, 13). Y más adelante «No queráis contristar Apóstoles, esperaba yo con jú-
al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la bilo al Consolador prometido;
redención.» (4, 30) Y a los Corintios les decía: «Dios en quien a nosotros, junto me regocijaba la idea de ser en
a vosotros, nos confirma en la Fe de Cristo, y el que nos ha ungido con su breve perfecta cristiana, y de
unción, y el que así sólo Dios ha marcado con su sello, y que por arras llevar eternamente grabada en
de los bienes que nos ha prometido, nos da el Espíritu Santo en nuestros la frente la misteriosa cruz de
corazones.» (2 Cor. 1, 21-22) este sacramento inefable. No
sentí el impetuoso viento de la
primera fiesta de Pentecostés,
sino más bien aquella ligera bri-
sa, cuyo murmullo oyó el profe-
Materia y Forma de la Confirmación ta Elías en la montaña de Horeb. Recibí aquel día la fortaleza para
padecer, fortaleza que me era muy necesaria, pues presto iba a comenzar
el martirio de mi vida».
Vamos a ver ahora cómo se ADMINISTRA este Sacramento.
Hemos visto que la Confirmación es un sacramento, es decir, un o Finalmente, disponerse a recibir con fruto el Sacramento haciendo
signo sensible, constatable por medio de los sentidos corporales. a esta intención algunas mortificaciones y sacrificios. Entre otras cosas,
siempre se guardó la costumbre de recibir la Confirmación guardando
La Confirmación se administra mediante la imposi- el ayuno a imitación del ayuno eucarístico: actualmente, no comer ni
ción de las manos del Obispo, la unción con el Santo beber nada desde tres horas antes de la ceremonia por lo menos.
Crisma y las palabras sacramentales.

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 El Sacramento de la Confirmación
Luego el Obispo da una ligera palmadita en la mejilla al confir-
mado, al mismo tiempo que le desea la paz. Esa palmadita es para que
tenga presente que debe estar pronto, como valiente soldado de Cristo,
a sufrir con ánimo constante toda clase de adversidades por el nombre
de Cristo. Le desea la paz, para que entienda que ha conseguido la
plenitud de la gracia divina, y la paz que sobrepuja todo entendimiento.
Disposiciones para recibir la Confirmación
¿Qué DISPOSICIONES ha de tener el que va a ser confirmado?
o En primer lugar, la Confirmación debe recibirse en estado de
gracia y conociendo las principales verdades cristianas.
Para lo primero, pues, es conveniente que el que va a confirmarse se
excite, por medio de un arrepentimiento sincero, a un dolor perfecto de
todos los pecados de su vida, haciendo el propósito de enmendarse desde
ese momento en adelante para que su vida sea la que conviene a un
adulto espiritual normal, bien desarrollado, y no un adulto subdesarro-
llado, enfermizo, raquítico o enano. Por ello es sumamente aconsejable
que antes de recibir la Confirmación se haga una buena confesión.
Para lo segundo, es conveniente repasar el Catecismo estudiado para
la Primera Comunión, a fin de recordar las principales verdades que la
Iglesia nos manda saber y que por nuestra negligencia nos arriesgamos
a olvidar. San Pío X decía ya en su pontificado que la causa de todos los
males presentes es la ignorancia religiosa. ¿No estarán, pues, obligados
aquéllos que se preparan a ser soldados de Cristo, a conocer bien la Fe
que han de defender?
o En segundo lugar, hay que prepararse a recibir el sacramento
con FE y PIEDAD, conociendo bien la finalidad de la Confirmación, sus
efectos y sus frutos que hemos de sacar de ella, y deseando ardientemente
recibirlo, para ser un digno soldado de Cristo.
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El Sacramento de la Confirmación
Cuando el Obispo confirma, impone las manos sobre la cabeza de todos
los que se van a confirmar, implorando sobre ellos el Espíritu Santo.
Luego extiende su mano derecha
sobre la cabeza de cada uno de ellos,
al mismo tiempo que unge su frente
en forma de cruz con el Santo Cris-
ma, diciendo unas palabras: «Ma-
ría, o Cecilia, o Andrés, yo te signo
con la señal de la Cruz, y te confir-
mo con el Crisma de la salud, en
el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo».
Así, pues, el signo sensible de la
Confirmación se compone de mate-
ria: el Santo Crisma y la unción que
se hace con él; y de forma: las palabras pronunciadas por el Obispo.
Expliquemos un poco la MATERIA. El Santo Crisma es un ungüento
formado con aceite de oliva y bálsamo, mediante la solemne
consagración del Obispo el día del Jueves Santo. Esta manera de
elaborar el Santo Crisma la aprendieron los Apóstoles, según el Papa
San Fabián, de Jesucristo mismo; y ellos nos la enseñaron a nosotros.
El aceite y bálsamo que componen el Santo Crisma significan las
gracias que confiere el Sacramento de Confirmación.
El aceite alimenta y fortifica. En otro tiempo se hacía beber aceite
de ricino a los niños débiles y enfermizos. También se utilizaba el aceite
para curar las heridas y los atletas se hacían masajes con aceite en los
brazos y piernas, para robustecer y relajar sus músculos. Por ahí se
designa uno de los efectos de la Confirmación que, como hemos visto,
es de hacernos crecer en la Fe y fortalecernos contra los ataques del
enemigo.
El aceite, además, por su misma naturaleza, se mantiene firme (no
es inestable como el agua o cualquier otro liquido) y se extiende con
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 El Sacramento de la Confirmación
facilidad. Ello expresa, según el Catecismo del Concilio de Trento, la
plenitud de la gracia que por medio del Espíritu Santo se derrama y
difunde desde Cristo, nuestra Cabeza, hasta los demás, según lo
profetizado en el salmo 132, 2: «Como el ungüento que se derrama por la
barba de Aarón (figura de Cristo) hasta la orla de su vestidura (figura de
nosotros)».
Finalmente, el
aceite se utiliza
para iluminar.
Antiguamente,
todas las lámpa-
ras se encendían
con aceite. Es la
imagen de lo que
la Confirmación
hace en nuestra
alma: la presen-
cia del Espíritu Santo ilumina nuestra inteligencia y robustece nuestra
voluntad por medio de sus dones.
-Esos dones nos ayudan a amar y comprender las cosas de Dios. Así,
el don de Sabiduría nos separa de las cosas del mundo y nos hace probar
las cosas de Dios, dándonos el gusto de las cosas espirituales: la oración,
los sacramentos, las buenas obras... El don de Entendimiento nos
ilumina sobre las verdades de la religión, dándonos una mejor compren-
sión de la doctrina cristiana.
-Nos sugieren también los mejores medios de salvación, ayudándonos
a resistir al mal, a la tentación, a los ataques contra nuestra Fe, y nos
sostienen para hacer el bien. Así, el don de Consejo nos da a conocer,
en los casos particulares, lo que hay que hacer o no hacer, lo que hay que
decir o no decir. El Espíritu Santo se hace nuestro Consejero y nos indica
los medios para llegar al cielo. Y el don de Fortaleza nos hace superar
todos los obstáculos que nos impiden seguir el camino del cielo. Los
Mártires estaban revestidos de esta fortaleza divina para soportar los
suplicios y la misma muerte.
-Y finalmente nos ayudan a conocer a Dios, nos enseñan a honrarle y
a temerle. Así, el don de Ciencia nos enseña la vanidad de las cosas de
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El Sacramento de la Confirmación
modo, los que van a recibir este sacramento han de tener instructores que
les enseñen, con su arte y experiencia, cómo luchar contra los adversarios
de la vida espiritual. Este instructor que le presenta al Obispo es el
padrino.
Algunas particularidades de la Confirmación
Antes de terminar, vamos a fijarnos en dos particularidades de la
ceremonia de la Confirmación. El Obispo unge en la frente con el signo
de la cruz al que se confirma, y luego le da una palmadita en la mejilla,
deseándole la paz. Expliquemos brevemente el sentido de estos dos
gestos.
El Obispo unge en forma de cruz la frente del que se confirma,
por dos razones:
-La primera es para marcar al cristiano con el signo de Nuestro Señor
Jesucristo, como el soldado es marcado con el signo o distintivo de su jefe.
Este signo ha de ser manifiesto y evidente. Entre todas las partes del
cuerpo humano, la frente es la
más visible, ya que por lo gene-
ral no se cubre nunca. Por eso se
unge con el Crisma la frente del
confirmado: para que manifies-
te claramente que es cristiano y
soldado de Cristo.
-La segunda, es para ense-
ñarle a que no se avergüence
nunca de confesar el nombre de
Cristo por ningún tipo de temor o respeto humano. Cuando una persona
se encuentra atemorizada o avergonzada, los primeros signos de este
temor o rubor se manifiestan en la frente, que palidece o se enrojece. Por
eso se unge en esa parte al confirmado: para que manifieste claramente
que es cristiano y soldado de Cristo.
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 El Sacramento de la Confirmación
Sin embargo, este sacramento no es necesario para salvarse. Eso sí, no
debe omitirse ni tenérselo en poca estima, pues por él se solidifica nuestra
vida espiritual, se nos hace varones perfectos y se nos comunican con
abundancia los dones divinos. Por eso, pecaría quien, pudiendo
recibir este sacramento, no lo recibe, porque se priva de gracias que
pueden serle necesarias para vivir cristianamente, y sin las cuales puede
correr riesgo de eterna condenación.
¿Qué edad se requiere para recibir este sacramento? Puede recibir-
se inmediatamente después del Bautismo; pero no es conveniente que
se reciba antes de haber llegado al uso de razón, porque no es un
sacramento que urja (ya que no es necesario para salvarse), y porque al
prepararnos para combatir en defensa de la Fe de Cristo, no conviene
que se administre a gente que por su poca edad no es apta aún para este
género de lucha.
El Padrino de Confirmación
El que va a ser confirmado ha de ser presentado al
Obispo por un PADRINO.
La razón por la cual la Iglesia pide
este requisito, si es fácilmente posi-
ble, es sencilla. Este sacramento se
confiere, hemos visto, para comuni-
car el vigor necesario para el comba-
te espiritual. Ahora bien, aquéllos
que se dedican a la guerra necesitan
instructores que les enseñen las co-
sas que pertenecen a la manera de
combatir; y por eso se nombran
capitanes y oficiales. Del mismo
El Sacramento de la Confirmación
este mundo, el uso que debemos hacer de ellas y cómo ellas pueden
servirnos a elevarnos hacia Dios. Por ejemplo, cuando vemos una
hermosa flor, o un cielo estrellado, o la inmensidad del océano, este don
nos hace pensar en Dios, que los ha creado. El don de Piedad nos ayuda
a ver en Dios el mejor de los padres, y el don de Temor nos llena de un
gran respeto hacia Dios, respeto que va mezclado de un gran amor.
Entonces no se tiene ya más que un solo miedo: es el de ofender a un
Señor tan bueno. El
pecado, por pequeño
o venial que sea, nos
inspira horror; se pre-
feriría morir antes que
cometerlo.
El aceite ha de ser
de oliva. Porque la
oliva, teniendo siem-
pre las hojas verdes, significa el vigor y la misericordia del Espíritu Santo.
Además, éste es el aceite que se llama propiamente aceite. Todo otro
líquido no recibe el nombre de aceite sino por semejanza con el de oliva,
y no se hace uso de él sino para suplir al aceite de oliva en los países donde
no hay.
El bálsamo, cuyo olor es tan agradable, significa que los fieles, al ser
perfeccionados por el sacramento de la Confirmación, han de despedir
tal suavidad de todas las virtudes, que puedan decir juntamente con San
Pablo: «Somos el buen olor de Cristo delante de Dios.» (II Cor., 2, 15) Además
tiene el bálsamo tal virtud, que impide se corrompa todo lo que se
baña con él; significando la virtud y eficacia de este Sacramento, que
por la gracia celestial con que adorna a las almas, les da ayuda para
preservarse fácilmente de la peste y corrupción de los pecados.

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 El Sacramento de la Confirmación
Expliquemos ahora un poco la FORMA, esto es, las palabras que
pronuncia el Obispo para conferir el sacramento. Son las siguientes:
«Yo te signo con la señal de la Cruz y te confirmo con el Crisma de
la salud, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
Las palabras sacramentales han de contener todo lo que pertenece a la
esencia del sacramento. Como en este sacramento se da el Espíritu Santo
para el vigor en el combate espiritual, se requieren en este sacramento
tres cosas, que ya hemos visto, y que se contienen en la forma predicha:
1ª) LA CAUSA QUE CONFIERE LA PLENITUD DEL VIGOR ESPIRITUAL, que
es la Santísima Trinidad (el Obispo no es más que un instrumento de
Dios). Esto se expresa en las palabras: «En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo».
2ª) EL MISMO VIGOR Y FORTALEZA ESPIRITUALES que se dan a los fieles
para su salvación, por la gracia del Espíritu Santo. Esto queda expresado
cuando se dice: «Te confirmo con el Crisma de la salud».
3ª) LA SEÑAL QUE SE DA AL COMBATIENTE y con la que se distingue al
soldado de Cristo. Esto queda expresado en las palabras: «Te signo con
la señal de la Cruz».
Ministro de la Confirmación
Pasemos a considerar brevemente quién es MINISTRO de este
sacramento, es decir, quién puede administrarlo.
Sólo el Obispo es el ministro ordinario
de la Confirmación.
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El Sacramento de la Confirmación
Es decir, sólo él puede conferirlo fuera del caso de urgente necesidad.
En la construcción de edificios, los obreros o artífices inferiores
preparan y disponen los cimientos, 1a cal, los maderos y demás materia-
les, pero la perfección del edificio es obra del arquitecto, encargado de
dirigir y culminar el trabajo. Lo mismo pasa en la Confirmación, que es
el sacramento que perfecciona y culmina el edificio espiritual: su
administración no pertenece a los sacerdotes o artífices inferiores, sino
a los artífices superiores, a los que tienen la plenitud del poder espiritual,
que son los Obispos.
En casos excepcionales, el sacerdote puede ser ministro extraordi-
nario de este sacramento, pero sólo a condición de que tenga una
delegación especial de la Santa Sede, que tiene reservada esta
potestad y la concede sólo raras veces.
Sujeto de la Confirmación
En lo concerniente al SUJETO, esto es, a las personas que pueden
recibir este sacramento, podemos preguntarnos: ¿Deben todos los
hombres recibir la Confirmación? Sí.
Deben ser confirmados con el Santo Crisma todos
los que necesitan desarrollarse espiritualmente y
llegar a ser adultos espirituales. Eso conviene a todos
en grado sumo. Luego todos necesitan recibir este
sacramento.
Podemos hacer una comparación con el desarrollo natural. La natu-
raleza tiende a que cuantos han nacido crezcan luego hasta llegar a la
edad perfecta. Del mismo modo la Iglesia Católica, que es nuestra Madre
común, desea ardientemente que todos los que fueron regenerados por
el Bautismo lleguen a desarrollarse perfectamente hasta ser cristianos
adultos. Este desarrollo se realiza por la Confirmación.
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