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Para otros usos de este término, véase Zinc (desambiguación).
Cobre ← Zinc o cinc → Galio
30 Zn
El zinc1 (del alemán Zink), también escrito cinc, es un elemento químico esencial de
número atómico 30 y símbolo Zn, situado en el grupo 12 de la tabla periódica de los
elementos.2
Índice
1 Etimología
2 Características principales
3 Historia
4 Aplicaciones
5 Función biológica
o 5.1 Deficiencia
o 5.2 Exceso
o 5.3 Zinc en la dieta
6 Abundancia y obtención
7 Aleaciones
8 Compuestos
9 Isótopos
10 Precauciones
11 Véase también
12 Referencias
13 Bibliografía
14 Enlaces externos
Etimología
La etimología de zinc parece que viene del alemán Zink, este del Zinken (en español
pico, diente), para indicar el aspecto con filos dentados del mineral calamina, luego fue
asumido para el metal obtenido a partir de él,3 aunque otras fuentes consideran que
viene de la palabra persa para piedra.4
En el español, las variantes gráficas «zinc» y «cinc» son ambas aceptadas como
válidas.1 Sin embargo, la forma con z, «zinc», es la más coherente con el origen de la
palabra y, por tanto, con su símbolo químico internacional (Zn).
Características principales
Zinc puro
Es un metal de color blanco azulado que arde en el aire con llama verde azulada. El aire
seco no le ataca pero en presencia de humedad se forma una capa superficial de óxido o
carbonato básico que aísla al metal y lo protege de la corrosión. Prácticamente el único
estado de oxidación que presenta es el +2. En el año 2004 se publicó en la revista
Science el primer y único compuesto conocido de zinc en estado de oxidación +1,
basado en un complejo organometálico con el ligando pentametilciclopentadieno.
Reacciona con ácidos no oxidantes pasando al estado de oxidación +2 y liberando
dihidrógeno (antiguamente llamado hidrógeno) y puede disolverse en bases y ácido
acético.
El metal presenta una gran resistencia a la deformación plástica en frío que disminuye
en caliente, lo que obliga a laminarlo por encima de los 100 °C. No se puede endurecer
por acritud y presenta el fenómeno de fluencia a temperatura ambiente —al contrario
que la mayoría de los metales y aleaciones— y pequeñas cargas el más importante.
Historia
Las aleaciones de zinc se han utilizado durante siglos —piezas de latón datadas en
1000-1500 a. C. se han encontrado en Canaán y otros objetos con contenidos de hasta el
87% de zinc han aparecido en la antigua región de Transilvania— sin embargo, por su
bajo punto de fusión y reactividad química el metal tiende a evaporarse por lo que la
verdadera naturaleza del metal no fue comprendida por los antiguos.
Se sabe que la fabricación de latón era conocida por los romanos hacia 30 a. C. Plinio y
Dioscórides describen la obtención de aurichalcum (latón) por el procedimiento de
calentar en un crisol una mezcla de cadmia (calamina) con cobre; el latón obtenido
posteriormente era fundido o forjado para fabricar objetos.
La fundición y extracción de zinc impuro se llevó a cabo hacia el año 1000 en la India
—en la obra Rasarnava (c. 1200) de autor desconocido se describe el procedimiento—
y posteriormente en China y a finales del siglo XIV los indios conocían ya la existencia
del zinc como metal distinto de los siete conocidos en la Antigüedad, el octavo metal.
En 1597 Andreas Libavius describe una «peculiar clase de estaño» que había sido
preparada en la India y llegó a sus manos en pequeña cantidad a través de un amigo; de
sus descripciones se deduce que se trataba del zinc aunque no llegó a reconocerlo como
el metal procedente de la calamina.
Johann Kunkel en 1677 y poco más tarde Stahl en 1702 indican que al preparar el latón
con el cobre y la calamina esta última se reduce previamente al estado de metal libre, el
zinc, que fue aislado por el químico Anton von Swab en 1742 y por Andreas Marggraf
en 1746, cuyo exhaustivo y metódico trabajo Sobre el método de extracción del cinc de
su mineral verdadero, la calamina cimentó la metalurgia del zinc y su reputación como
descubridor del metal.
Aplicaciones
Óxido de cinc
La principal aplicación del zinc —cerca del 50% del consumo anual— es el galvanizado
del acero para protegerlo de la corrosión, protección efectiva incluso cuando se agrieta
el recubrimiento ya que el zinc actúa como ánodo de sacrificio. Otros usos son estos:
Función biológica
El zinc es un elemento químico esencial para los seres humanos y ciertos animales. El
cuerpo humano contiene alrededor de 40 mg de zinc por kg y muchas enzimas
funcionan con su concurso: interviene en el metabolismo de proteínas y ácidos
nucleicos, estimula la actividad de aproximadamente 300 enzimas diferentes,5 colabora
en el buen funcionamiento del sistema inmunitario, es necesario para la cicatrización de
las heridas, interviene en las percepciones del gusto y el olfato y en la síntesis del ADN.
El metal se encuentra en la insulina, las proteínas dedo de zinc (zinc finger) y diversas
enzimas como la superóxido dismutasa.
Hay 2-4 gramos de zinc6 distribuidos en todo el cuerpo humano. La mayoría del zinc se
encuentra en el cerebro, los músculos, los huesos, el riñón y el hígado, con las
concentraciones más altas en la próstata y las partes del ojo.7 El semen es
particularmente rico en zinc, siendo un factor clave en la correcta función de la glándula
prostática y en el crecimiento de los órganos reproductivos.8
Se cree que el aguijón de los escorpiones contienen cinc con una pureza de 1/4 partes.
Deficiencia
Según el CSIC, este elemento tiene un papel de suma importancia en las funciones
mediadas por neurotransmisores, actuando como modulador de la excitabilidad
neuronal. En este sentido la deficiencia de zinc puede causar trastornos del humor y
neurodegeneración, como depresión y Alzheimer.16
Exceso
Los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos son ricos en fitatos, que son
conocidos bloqueantes del zinc. La biodisponibilidad del zinc en el pan leudado es
mayor que en los productos sin levadura, ya que el proceso de leudado activa la fitasa,
que descompone el ácido fítico. El resultado es que mejora la biodisponibilidad del zinc.
La ingesta diaria recomendada de zinc ronda los 11-20 mg para hombres adultos, menor
para bebés, niños, adolescentes y mujeres adultas (por su menor peso corporal) y algo
mayor para mujeres embarazadas y durante la lactancia.15 La absorción del zinc es muy
variable (entre un 20 y un 30%), y aumenta cuando el consumo es bajo o cuando
aumentan las necesidades.
Aunque los adultos vegetarianos tienen a menudo una ingesta menor que la de los
omnívoros, parece que en general presentan un nivel adecuado de zinc, como se refleja
en los niveles de zinc en sangre y en los estudios sobre el balance de zinc.19 Se ha visto
que a lo largo del tiempo se produce una adaptación a la dieta vegetariana, dando como
resultado una mejor utilización de este elemento.20 Los hombres vegetarianos y no
vegetarianos tienen un consumo de zinc similar21 mientras que las mujeres vegetarianas
presentan un consumo significativamente más bajo. Incluso aunque estas últimas
consuman menos zinc, sus niveles son similares a los niveles de las mujeres omnívoras.
Las personas de la tercera edad, independientemente de su tipo de dieta, tienen un
mayor riesgo de deficiencia de zinc.
Como el zinc, en general, se absorbe de manera menos efectiva a partir de una dieta
vegetariana que de una dieta omnívora, es importante que los vegetarianos seleccionen
alimentos ricos en zinc.22
Abundancia y obtención
La producción mundial de zinc durante 2011 alcanzó un total de 12,40 millones de
toneladas métricas. El principal país productor es China, seguido por Perú y Australia.23
Producción en 2011
Rango Estado
(en mill. ton/año)
1 China 3,90
2 Perú 1,40
3 Australia 1,40
4 India 0,79
5 Estados Unidos 0,76
6 Canadá 0,66
7 México 0,63
8 Kazajistán 0,50
9 Bolivia 0,43
10 Irlanda 0,35
Fuente: United States Geological Survey (USGS), 2011
El zinc es el 23.º elemento más abundante en la corteza terrestre. Las menas más ricas
contienen cerca de un 10% de hierro y entre el 40 y el 50% de zinc. Los minerales de
los que se extrae son el sulfuro de zinc, conocido como esfalerita (y también como
blenda, término que actualmente se considera obsoleto), la smithsonita (carbonato) y la
hemimorfita, (silicato) , que reciben en conjunto el nombre industrial de "calaminas", y
la franklinita, (óxido).
La producción del zinc comienza con la extracción del mineral, que puede realizarse
tanto a cielo abierto como en yacimientos subterráneos. Los minerales extraídos se
trituran con posterioridad y se someten a un proceso de flotación para obtener el
concentrado.
Los minerales con altos contenidos de hierro se tratan por vía seca: primeramente se
tuesta el concentrado para transformar el sulfuro en óxido, que recibe la denominación
de calcina, y a continuación se reduce este con el carbono contenido en el carbón,
obteniendo el metal (el agente reductor es en la práctica el monóxido de carbono
formado). Las reacciones en ambas etapas son:
Otra forma más sencilla y económica de reducir el óxido de zinc es con carbón. Se
colocan los dos moles óxido de zinc (ZnO), y un mol de carbono (C), en un recipiente al
vacío para evitar que el metal se incendie con el aire en el momento de purificarse,
dando como resultado nuevamente óxido de cinc. En esta etapa, la reducción del óxido
de zinc, se expresa de la siguiente manera:
2 ZnO + C → 2 Zn + CO2
Por vía húmeda primeramente se realiza el tueste obteniendo el óxido que se lixivia
con ácido sulfúrico diluido; las lejías obtenidas se purifican separando las distintas fases
presentes. El sulfato de zinc se somete posteriormente a electrólisis con ánodo de plomo
y cátodo de aluminio sobre el cual se deposita el zinc formando placas de algunos
milímetros de espesor que se retiran cada cierto tiempo. Los cátodos obtenidos se
funden y se cuela el metal para su comercialización.
Aleaciones
Las aleaciones más empleadas son las de aluminio (3,5-4,5%, Zamak; 11-13%, Zn-Al-
Cu-Mg; 22%, Prestal, aleación que presenta superplasticidad) y cobre (alrededor del
1%) que mejoran las características mecánicas del cinc y su aptitud al moldeo.
Compuestos
Artículo principal:
Isótopos
El zinc existente en la naturaleza está formado por cuatro isótopos estables, Zn-64
(48,6%), Zn-66, Zn-67, y Zn-68. Se han caracterizado 22 radioisótopos de los que los
más estables son Zn-65 y Zn-72 con periodos de semidesintegración de 244,26 días y
46,5 horas respectivamente; el resto de isótopos radiactivos tienen periodos de
semidesintegración menores que 14 horas y la mayoría menores que un segundo. El
cinc tiene cuatro estados metaestables.
Precauciones
El zinc metal no está considerado como tóxico, pero sí algunos de sus compuestos como
el óxido y el sulfuro. En la década de los 40 se observó que en la superficie del acero
galvanizado se forman con el tiempo "bigotes de zinc" (zinc whiskers) que pueden
liberarse al ambiente provocando cortocircuitos y fallos en componentes electrónicos.
Estos bigotes se forman tras un período de incubación que puede durar días o años y
crecen a un ritmo del orden de 1 mm al año. El problema causado por estos bigotes se
ha agudizado con el paso del tiempo por haberse construido las salas de ordenadores y
equipos informáticos sobre suelos elevados, para facilitar el cableado, en las que era
común el uso de acero galvanizado, tanto en la estructura portante como en la parte
posterior de las baldosas. Las edades de dichas salas, en muchos casos de 20 o 30 años
propician la existencia de pelos en cantidades y longitudes peligrosas susceptibles de
provocar fallos informáticos. Además, la progresiva miniaturización de los equipos
disminuye la longitud necesaria para provocar el fallo y los pequeños voltajes de
funcionamiento impiden que se alcance la temperatura de fusión del metal, provocando
fallos crónicos que pueden ser incluso intermitentes.