Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
phase
REVISTA DE PASTORAL LITÚRGICA
http://phase.cpl.es/
vinculada al La liturgia
INSTITUTO SUPERIOR DE LITURGIA DE BARCELONA, en las grandes ciudades
DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA DE CATALUNYA
Director
José Antonio Goñi
Vinculada
al Instituto Consejo
Luis Fernando Álvarez (Madrid)
Superior
Dionisio Borobio (Salamanca)
de Liturgia Juan María Canals (Madrid)
de Barcelona,
REVISTA DE PASTORAL LITÚRGICA
phase
año 57
mayo – junio 2017
núm. 339
La liturgia
en las grandes ciudades
Editorial
Celebrar la fe y la vida con mi comunidad parroquial
(José Antonio Goñi)............................................................. 195
Artículos
Alphonse Borras
Lugares de culto para el «homo urbanus»....................... 199
Lino Emilio Díez Valladares
Vivir y celebrar en comunidad............................................ 211
Oscar Darío Pechinenda
El papel de los santuarios en el culto................................. 223
Marcos Aceituno Donoso
«Actitud política», fruto del «ars celebrandi» eclesial..... 235
Gonzalo Matías Guzmán Karadima
La connaturalidad en lo popular, entre la liturgia y la
piedad.................................................................................... 251
Puntos de vista
El lujo litúrgico, un desafío a la riqueza de la fe (Alain
de Raemy)............................................................................ 265
Las celebraciones litúrgicas en los hospitales (Abilio
Fernández García)........................................................... 269
Celebrar la fe y la vida
con mi comunidad parroquial
Soy natural de Mendigorría, un pequeño pueblo de la zona media
de Navarra (España) que apenas llega a los 1000 habitantes. Todo
el pueblo nos conocemos; sabemos los unos la vida de los otros.
En el pueblo hay una parroquia, cuyo titular es san Pedro apóstol,
aunque antiguamente hubo otra parroquia dedicada a la Virgen
María, por lo que contamos con dos iglesias. Sin embargo, solo
en contadas ocasiones del año, se utiliza la primigenia parroquia.
Hay también dos ermitas en el término municipal, a unos cuatro
kilómetros del núcleo urbano ambas: una dedicada a la Virgen, en
su advocación de Andión, y otra al apóstol Santiago.
La vida del pueblo está marcada, entre otras cosas, por los acon-
tecimientos religiosos, como si de un reloj o calendario se tratara.
Así, cuenta con dos misas dominicales, una el sábado por la tarde,
otra el domingo por la mañana, que posibilitan uno de los momen-
tos de encuentro semanal. Además, las celebraciones cristianas
anuales reúnen al pueblo bien para festejar a la patrona, la Virgen
María en el misterio de su asunción (15 de agosto), o a la patrona
secundaria la mártir santa Apolonia (9 de febrero); bien para acudir
en romería caminando desde el pueblo a las ermitas y pasar un
día de fraternidad, el 1 de mayo a la primera, el 25 de abril a la
segunda; bien para celebrar las primeras comuniones; bien para
acompañar a una familia que ha perdido un ser querido; bien para
festejar un aniversario, etc. Además, en determinadas ocasiones,
el templo es utilizado a modo de auditorio, para que la coral o la
banda municipal den un concierto navideño, por ejemplo, para
hacer una representación de un auto sacramental, para recibir a
15,00 €
Lugares de culto
para el «homo urbanus»*
Alphonse Borras
Resumen
El artículo nos adentra en algunos aspectos del fenómeno de urbanización al prin-
cipio de este siglo xxi y en los interrogantes que plantea para una pastoral urbana
desde el ángulo litúrgico. Teniendo en cuenta este contexto, se aborda después la
diversidad de creyentes y el abanico de realidades eclesiales en el seno de la Iglesia
local diocesana.
Palabras clave: ciudades, culto, pastoral, sociedad.
Abstract
The article gets us into some aspects of the phenomenon of urbanization at the
beginning of this 21st century and into the questions raised for an urban pastoral
from the liturgical angle. Afterwards, taking into account this context, the article
deals with the diversity of believers and the range of ecclesial realities within the
local diocesan Church.
Keywords: cities, pastoral, society, worship.
*
Este artículo, preparado por el autor en francés para la revista Phase, ha
sido traducido al castellano por Mercè Solé.
La ciudad existe desde que los seres humanos han tenido la capa-
cidad de intercambiar con otros bienes los excedentes de los pro-
ductos necesarios para su subsistencia. A partir de este momento,
han comenzado a vivir con otros recursos además del trabajo de la
tierra. En la encrucijada del intercambio de bienes nacía también
una colectividad en un espacio que ella misma determinaba, cons-
truía y aseguraba. Esta colectividad conocía relaciones funcionales
y una división del trabajo más desarrollada entre sus habitantes
en función de la vida económica, social y cultural.
Más todavía que en las sociedades tradicionales, la ciudad moderna
descansa sobre la especialización funcional y la mezcla de poblacio-
nes. No implica una sociabilidad circunscrita al barrio: se vive en
alguna parte, pero se decide desplegar las restantes dimensiones
de la existencia en diferentes barrios. Este eclecticismo acentúa
el anonimato propio de la realidad urbana. Cuánto más densa es
la población, más se protegen los ciudadanos deslizándose en la
muchedumbre. Esto no deja de incidir en la frecuentación de los
centros de culto. Esta es la sociabilidad propiamente eclesial de los
fieles que los frecuentan. Es pertinente preguntarse si esta favorece
sociológicamente la inscripción del hecho cristiano en el tejido social
y teológicamente el testimonio evangélico como signo que anticipa
y anuncia el reino que llega.
Más todavía que antaño, la cultura urbana está marcada por la
movilidad que se impone por la especialización de funciones
(un lugar y una actividad). Sus expresiones variadas se dan en
las categorías socio-profesionales, en los grupos sociales, en los
barrios o en los suburbios, etc. En el ámbito religioso, se va por
ejemplo a la parroquia para la catequesis de los niños, a una igle-
sia conventual por la calidad de la liturgia e incluso a la catedral
para ciertos acontecimientos. ¿Cómo construye esta pluralidad de
frecuentaciones de centros de culto una conciencia diocesana de
participar en la misma misión?
En el espacio urbano multifuncional, no basta con querer moverse.
Hay que ser capaz de hacerlo y disponer de las posibilidades
(recursos financieros, capital cultural, relaciones sociales, parti-
cipación en las redes, etc.). Los individuos culturalmente favore-
cidos o poseedores de poder social, particularmente a causa de
puede ser ofrecido «en todas partes»!... ¡ni todos los días! En un
medio urbano hay centros de culto que solo abrirán entre semana.
Las iglesias parroquiales –y, si procede, los santuarios y las recto-
rías– y a fortiori la iglesia catedral son los lugares por excelencia
de la celebración del domingo. Este es en efecto el día que significa
la alianza que Dios se ha propuesto establecer con todos los seres
humanos en su diversidad, por Cristo en el Espíritu Santo. Este
signo inscrito en el tiempo se ofrece a todos por la iglesia parro-
quial y la catedral –a su manera– por la iglesia de un santuario y la
confiada a un párroco. ¿Por qué no reservar la liturgia dominical
a la iglesia catedral, si esta está en el centro de la ciudad? Una tal
opción pastoral tendría por lo menos la ventaja de resaltar la espe-
cificidad de la iglesia catedral en relación a otras iglesias, a veces
numerosas, en el centro de la ciudad. Las restantes realidades ecle-
siales no deberían necesariamente ejercer esta función dominical,
a excepción de las destinadas a su propia comunidad –internas,
podríamos decir–, por ejemplo en las iglesias conventuales.
En un medio urbano no conviene sin embargo focalizar la celebra-
ción de la Eucaristía, ni la adoración eucarística. Según su búsqueda
y en función de lo que ya ha descubierto y progresivamente asimi-
lado del tesoro de la fe, cada uno podrá, en primer lugar, encontrar
un lugar para rezar juntos, libremente, por placer, con formas muy
simples, cantos de tipo litánico. Después le llegará el momento de
celebraciones más elaboradas a partir de la escucha de la Palabra,
seguida de una explicación estimulante para vivirla en lo cotidiano.
Y, finalmente, para quien lo desee y ya haya acrecentado su anhelo,
estará la liturgia eucarística y, si procede, la santa comunión. En
este abanico de expresiones cultuales, hay que contar no solamente
con la Liturgia de las Horas, abierta (y ofrecida) a los restantes
fieles por ejemplo en las iglesias conventuales, sino también con
devociones tales como el rezo del rosario o el viacrucis.
La tercera condición es prevenir formalmente espacios donde los
responsables pastorales de esos centros de culto puedan encon-
trarse, coordinarse y discernir en materia de pastoral litúrgica.
Esto se puede realizar bajo la autoridad del arcipreste o del decano
correspondiente, que tenga entre sus atribuciones el cuidado de la
coordinación pastoral, pero con la condición de respetar la legítima
Resumen
Vivir la pertenencia a la propia comunidad cristiana quiere decir reconocer en ella
la fuente de la propia vida cristiana, el alimento para vivirla, el sentido profundo de
gratitud y el compromiso de vivir la corresponsabilidad en su misión, dejándonos
implicar plenamente, según los propios dones recibidos del Espíritu y las capacidades
humanas de que disponemos.
Palabras clave: Compromiso, comunidad, domingo, pertenencia.
Abstract
Living our belonging to the own Christian community means to recognize in it the
source of our own Christian life, the food to live it, the deep sense of gratitude
and commitment to live the co-responsibility in its mission, allowing ourselves to
fully involve in it, according to the gifts received from the Spirit and the human
capabilities that we have.
Keywords: commitment, community, membership, Sunday.
Esta tarde, Señor, estoy solo. Poco a poco los ruidos de la iglesia se
han callado, los fieles se han ido y yo he vuelto a casa, solo.
Este comienzo de la oración del sacerdote del domingo por la tarde,
del conocido libro de M. Quoist,1 sugiere una situación que podría-
mos denominar «de otro tiempo», al menos en parte. El domingo,
no solo para el sacerdote, era una jornada de intensa actividad en la
vida de la parroquia. En cierto modo, y en depende qué ambientes,
lo es todavía hoy, pero no es difícil caer en la cuenta de que algo está
cambiando. Está cambiando la relación con la parroquia territorio.
En un tiempo, era el territorio el que pertenecía a la parroquia,
porque toda la vida se desarrollaba a la sombra de la torre del
campanario de la iglesia: los nacimientos en casa, la escuela de los
niños, el trabajo en los campos, la enfermedad y la misma muerte;
incluso la fiesta, entonces no se hablaba de tiempo libre y menos
de weekend, pertenecía a la parroquia. Hoy ya no es así.
Son de todos conocidas las dificultades sociales y culturales para
una experiencia viva del domingo en nuestras comunidades parro-
quiales: la cuestión de la movilidad, de las ciudades-dormitorio,
los turnos de trabajo, las actividades deportivas, las diversiones
juveniles, las compras del fin de semana en las grandes superficies
comerciales… Son fenómenos que a menudo llevan a las perso-
nas a vivir fuera de la parroquia diversos momentos de su vida
cotidiana, incluida la fiesta. Ya no es el territorio el que pertenece
a la parroquia, sino la parroquia la que pertenece al territorio,
y está llamada –por tanto– a leer los cambios y a interpretar las
necesidades.
A ello hay que añadir, en el plano subjetivo, la extendida mentali-
dad también entre los «practicantes» de vivir el domingo como pre-
cepto u obligación que cumplir, pero sin un ulterior compromiso
eclesial o misionero. Son manifestaciones de lo que podríamos
denominar «un débil sentido de pertenencia» a la Iglesia, según el
cual el cristiano tiende a elegir la propia parroquia independiente-
mente del criterio territorial, igual que tiende a elegir las normas
morales a observar o los mismos artículos del Credo. De aquí
2 Juan Pablo II, Carta apostólica sobre la santificación del domingo Dies Domini
(31 de mayo de 1998), 34-35.
3 Conferencia Episcopal Italiana, Comunicare il Vangelo in un mondo
che cambia (29 de junio de 2001), 47.
4. Perspectivas pastorales
Con motivo del Congreso Internacional de Pastoral de las Gran-
des Ciudades celebrado en Barcelona en mayo de 2014, el enton-
ces redactor-jefe, hoy nuevo director de nuestra revista, abría
el número 322 (julio-agosto 2014)8 con una reflexión en la que
ofrecía pistas pastorales para afrontar la situación sobre la que
reflexionamos; transcribo a continuación y hago mías sus palabras
Resumen
Este artículo presenta el papel de los santuarios en la gran ciudad, a partir de la expe-
riencia en el santuario Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya, en la ciudad de
Buenos Aires. Los santuarios, son signo de la presencia de Dios en la vida cotidiana
de las personas; como lugar de peregrinación para experimentar y ahondar la fe.
Palabras claves: peregrinación, religiosidad popular, sacramento, santuario.
Abstract
This article presents the role of sanctuaries in the big city, from the experience in
the shrine of Our Lady of the Rosary of Nueva Pompeya, in the city of Buenos Aires.
Sanctuaries are signs of the presence of God in the daily life of people; as a place of
pilgrimage in order to experiment and deepen the faith.
Keywords: pilgrimage, popular piety, sacrament, sanctuary.
1. Introducción
Hablar de los santuarios, es reconocer la devoción que generan
algunos lugares, promovidos por la fe espontánea del pueblo.
Algunos santuarios en Argentina tienen el nombre que se refieren
a Cristo, como el Señor del Milagro, en la provincia de Salta. Otros,
están bajo la advocación de algún nombre en relación con la Virgen
María, como la Virgen de Luján, patrona de la República Argentina,
en la provincia de Buenos Aires o Nuestra Señora del Rosario de
San Nicolás, en la provincia de Santa Fe. Otros santuarios tienen
como patrono algún santo: san José, san Cayetano, san Expedito,
san Pantaleón o san Ramón nonato, por citar algunos.
Los santuarios, son signo de la presencia de Dios en la vida coti-
diana de las personas; cada peregrino tiene su propia vida, su his-
toria, sus dificultades y alegrías. El presente artículo, lo basaremos
en el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya,
santuario ubicado en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), a
cargo de los frailes menores capuchinos. Para conocer la devoción
tan popular, recordemos su historia.
2. Origen de la devoción
El año 1876, cerca de Nápoles, en el valle recubierto por la lava del
Vesubio en la erupción del año 79. En la nueva ciudad de Pom-
peya edificada sobre las ruinas de la antigua, un abogado, hoy
beato, Bartolo Longo,1 dio con un cuadro que estaba a punto de
ser arrojado a las llamas, y quedó prendado de él. En la imagen se
veía representada la Virgen del Rosario, teniendo a ambos lados
a santo Domingo y a santa Rosa de Lima.
Bartolo Longo, tomó cariño por la Virgen y comenzó a difundir
su culto. Pronto el título de Nuestra Señora del Rosario se unió
al nombre del lugar, es decir, de Pompeya. Tenía 30 años cuando
empezó a repartir rosarios y medallitas, y se puso a recorrer los
campos y ranchos de los campesinos, recomendando el rezo del
rosario.
La devoción popular despertada por Bartolo Longo, lo llevó a
construir un templo digno de la Virgen y de contener a numerosos
devotos, surgiendo el templo de la Virgen del Rosario de Pompeya
en Italia. En octubre de 1873 organizó la primera fiesta de la Virgen
en la pequeña Iglesia. Las primeras fiestas fueron presididas por
un cuadro de la misma advocación. En 1875 se consiguió un lienzo
4. Hechos providenciales
La señora María Luisa Calviño, desahuciada por los médicos, entre
los cuales se hallaba un hermano suyo, organizó una peregrinación
al templo de Nueva Pompeya. La peregrinación tuvo lugar el 4
de julio de 1902, con alrededor de 5000 personas, presidida por
el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mariano Antonio Espi-
nosa. La señora Calviño, padeciendo una rara enfermedad, que
la tenía acabada, y viendo que los demás eminentes médicos de
su propia familia y otros no la podían curar, había hecho voto de
organizar una peregrinación al templo de Nueva Pompeya si, por
mediación de la Santísima Virgen del Rosario de Pompeya, Dios
le concedía la salud. Apenas formulada la promesa se sintió mejor
y luego se encontró completamente sana; según el testimonio de
sus familiares, muere 50 años después de cáncer.
El mismo arzobispo vio la necesidad de elevar el templo a la
categoría de parroquia. El 19 de marzo de 1906, fiesta de san José,
monseñor Espinosa extendió el decreto de la erección de la parro-
quia de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya.
5. Coronación de la Virgen
La imagen que se veneró en los primeros años del templo fue un
óleo, copia del cuadro de Pompeya de Italia. Al instalarse el retablo
del nuevo altar en 1910, el cuadro primitivo fue suplantado por
otra producción en tela de mayores proporciones. Finalmente,
en el año 1914, el cuadro al óleo fue sustituido por el grandioso
grupo escultórico de madera tallada, obra de Miguel Castellanas
6. La devoción en la actualidad
Muchos peregrinos se acercan al santuario como lugar de peregri-
nación; para rezar, agradecer, visitar el camarín de la Virgen, par-
ticipar de las celebraciones,4 llevar agua bendita para sus hogares
y enfermos, anotar misas por los seres queridos, suscribirse a la
revista del santuario, adquirir algún artículo en la santería, como
la atención en la secretaría parroquial.
17 Benedicto XVI, Discurso del santo padre Benedicto XVI a los participantes
en el curso sobre el fuero interno organizado por la penitenciaría apostólica (11 de
marzo 2010).
18 Año 2012: Bautismos (2150); comuniones (300); confirmaciones (189);
matrimonios (82); año 2013: Bautismos (2074); comuniones (310); matrimonios
(47); año 2015: Bautismos (1951); confirmaciones (150); matrimonios (45).
7. Conclusiones
Una vez escuché un consejo que me ha servido en el ministerio
sacerdotal; observar cómo la gente reza, cuáles son sus actitudes,
posturas, escucharlas, acompañarlas. Se podría llamar la pastoral
de la presencia; un santuario para el peregrino es su casa, no es un
lugar extraño. El peregrino experimenta el encuentro con Dios, el
encuentro con lo sagrado.
Aún queda mucho por reflexionar y coordinar en la interacción
entre la pastoral territorial y la pastoral de santuarios. En tiempos
de movilidad, la gente cada vez se identifica menos con su propia
parroquia, sobre todo en las grandes urbes, donde el pueblo de
Dios se traslada a vivir su fe en la comunidad donde se «siente
más cómoda», o en los santuarios, donde la flexibilidad de los
horarios, de los servicios y de la comprensión misericordiosa de
la pastoral, debiera encontrar en la pastoral de conjunto un lugar
más destacado.
Una liturgia cuidada que integre los valores de la piedad popular,
como los hicieron Bartolo Longo y tantos pueblos que encontraron
un lugar para manifestar su fe comunitariamente en los santua-
rios, nos pide una constante búsqueda teológico pastoral que nos
ayude a integrar la pastoral de santuarios a la pastoral territorial
ordinaria de nuestras Iglesias particulares.
Oscar Darío Pechinenda
Nacido en Buenos Aires, capuchino, licenciado en teología siste-
mática con especialidad en liturgia, ha desempeñado los servicios
de formador, párroco, ecónomo, consejero provincial.
«Actitud política»,
fruto del «ars celebrandi» eclesial
Marcos Aceituno Donoso
Resumen
Este artículo pretende ofrecer un breve ensayo que aúne dos aspectos contemporá-
neos: la celebración sagrada y su repercusión en la vida política. Primero, se recopilan
enseñanzas de santo Tomás de Aquino sobre la prudencia política, en vistas a ofrecer
una síntesis actualizadora, bajo el epígrafe «actitud política». A continuación se
define ars celebrandi a la luz de sus repercusiones en la missio que la asamblea litúr-
gica percibe cuando celebra el misterio pascual de Cristo, y finalmente se proponen
una serie de concreciones morales y espirituales de cara a visibilizar efectivamente
la presencia de los católicos en el actual mapa político democrático.
Palabras clave: ars celebrandi, asamblea, democracia, participación, vita.
Abstract
This article tries to provide a short essay that combines two contemporary aspects:
the sacred celebration and its impact on political life. First, there are some collected
teachings from St Thomas Aquinas on political wisdom, in order to offer an updated
synthesis, under the heading «political attitude». Then, the article offers a definition
of ars celebrandi in light of its impact in the missio that the liturgical assembly recei-
ves when she celebrates the paschal mystery of Christ; finally, the article proposes a
series of moral and spiritual concretions in order to effectively visualize the presence
of Catholics in the current democratic political map.
Keywords: ars celebrandi, assembly, democracy, participation, vita.
1. Actitud política
La «actitud política» debe entenderse como disposición esencial
y activa de quienes participan de la asamblea litúrgica. Se define
como aquel modo de ser y actuar propio en el seno de la vida
común en vistas a la búsqueda del bien común. De hecho, si hemos
de buscar categorías análogas en la teología tradicional católica,
debemos remitirnos a santo Tomás de Aquino y su propuesta de
«prudentia politica».3
Para el Aquinate la prudencia es la virtud que ordena la vida
activa4 y ofrece a la capacidad intelectual del hombre y la sociedad
una comprensión tanto teórica (especulativa) como práctica del
régimen del bien común.5 El gobierno común requiere una virtud
que inserte cualidades tales que capaciten a individuos específi-
cos para llevar adelante el proyecto de progreso hacia la felicidad
temporal y escatológica de la sociedad, la meta suprema (la visión
beatífica de Dios) y la intratemporal: el desarrollo satisfactorio
del conjunto de la ciudadanía y de cada uno de los individuos.6
El mismo gobierno prudencial requiere una vertiente propositiva
y también defensiva, es decir, resistir a los elementos adversos
(ideologías o actos de agentes sociales).7
cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No solo suponen la fe, sino
que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras
y de cosas; por esto se llaman sacramentos de la “fe”. Confieren ciertamente
la gracia, pero también su celebración prepara perfectamente a los fieles para
recibir fructuosamente la misma gracia, rendir el culto a Dios y practicar la
caridad».
16 «Todo cuanto se ha dicho acerca de la incidencia del acontecimiento en la
celebración, no sería posible sin un factor que establece una profunda relación
entre el hecho histórico salvífico y quienes lo conmemoran. Este factor es el
memorial, una realidad de gran importancia en la liturgia, hasta el punto
de constituir una de las categorías que contribuyen a definirla en cuanto
presencia y realización de la obra de la salvación» (J. López Martín, «En el
espíritu y la verdad». Introducción antropológica de la Liturgia, vol 2, Salamanca:
Secretariado Trinitario 1994, 75).
17 Recordemos cómo el Enchiridion de indulgencias aplica la indulgencia
parcial (y la aneja remisión de pecados veniales) a la lectura prolongada de
la Sagrada Escritura (cf. Enchiridion Indulgentiarum, Romae: Typis Polyglottis
Vaticanis 1986, «Aliae concesiones», 4).
20 «Il contenuto del memoriale, ciò che diventa presente in virtù dello
Spirito Santo, è l’azione salvifica di Cristo, anzitutto e direttamente la sua
morte sacrificale e la risurrezione che la corona, ma poi anche tutta l’opera
salvifica in quanto un’unica grande unità» (N.Neunhauser [A.M. Triacca],
«Memoriale», en D. Sartore – A.M. Triacca – C. Cibien (eds.), Liturgia [I
dizionari San Paolo], Cinisello Balsamo [Milán]: San Paolo 2001, 1177).
La connaturalidad en lo popular,
entre la liturgia y la piedad
Gonzalo Matías Guzmán Karadima
Resumen
«Lo popular» es el escenario del misterio de la redención. Sus categorías y lenguaje
hablan de quiénes y cómo son sus actores. Es fundamental hacer una re-lectura
teológica desde «lo popular», como lugar teológico, de las categorías eclesiológicas
claves del Concilio Vaticano II buscando comprender cómo la identidad de pueblo,
que toca todo el ser de la Iglesia, se expresa en su culto, litúrgico y más allá de este.
Palabras clave: cultura, piedad popular, pueblo de Dios.
Abstract
«The popular thing» is the scene of the mystery of Redemption. Its categories
and language speak of who and how are their actors. It is essential to make a re-
theological reading from this «popular thing», as a theological place of the Second
Vatican Council ecclesiological key aspects, trying to understand how the identity of
people, which concerns the entire being of the Church, is expressed in their liturgical
worship and beyond it.
Keywords: culture, People of God, popular piety.
28,00 €
El lujo litúrgico,
un desafío a la riqueza de la fe
Alain de Raemy
1. Ventajas
Cada católico puede participar en una misa, según sus preferencias
de tipo litúrgico, comunitario o homilético.
También puede programar su fin de semana (sin olvidar que el
domingo no es el último día de la semana, sino el primero…), sin la
preocupación de quedarse sin misa. El obispo diocesano o su auxi-
liar celebran por ejemplo la última misa dominical del domingo
en la catedral a las 20:30. La asistencia está constituida en su mitad
por jóvenes de entre 20 y 40 años de edad, teniendo de este modo
2. Riesgos
La comunidad católica, siendo poco practicante (un 8%), da a los
feligreses, y a los jóvenes en especial, la impresión de formar parte
de un resto sin futuro.
Existe además el riesgo de limitarse a una sola expresión de la fe,
que puede radicalizarse mirando con prejuicios otras formas de
vida y sensibilidades cristianas.
Pero, sobre todo, se olvida el sentido del domingo, día del Señor y
de su cuerpo, sacramento de su vida y vida de su pueblo.
Son tantos los desafíos que la sociedad actual pone a los cristianos,
que es importante poder compartir este día, conociendo siempre
mejor a los demás hermanos y hermanas en la fe e integrando
fácilmente nuevos miembros o católicos de paso.
La mezcla de generaciones y niveles sociales da toda su fuerza a
la transcendencia de la fe. Se realiza así la unidad en la diversidad
de tipos y opciones personales, culturales, políticas y sociales.
3. Conclusiones
Las últimas orientaciones pastorales del obispo de la diócesis de
Lausanne, Genève y Fribourg, en la que se encuentra la ciudad de
Friburgo con la catedral (desde la reforma protestante), piden a
las parroquias y a las unidades pastorales (conjuntos territoriales
de varias parroquias) cuidar la celebración de la misa dominical
de modo que sea para todos expresión de unidad en la fe.
La propuesta de reunir en un solo lugar o en pocos lugares signi-
ficativos y fácilmente accesibles a los feligreses del domingo, y de
evitar así la celebración de un elevado número de misas con poca
participación y pocos medios de animación de la calidad musical
y artística en general, no es siempre fácil de realizar, por razones
de vínculo sentimental y financiero (¡estamos en Suiza!) de los feli-
greses con la iglesia de su pueblo o de su barrio, pueblos y barrios
en los que, pese a la diminución de la práctica dominical, sigue
habiendo un coro y una banda parroquial… Además, las personas
de mayor edad, pueden sentirse olvidadas y abandonadas cuando
ya no pueden ir a pie al lugar de la celebración dominical.
Hay que constatar que un mayor respeto de las normas litúrgicas
y una diminución de opciones ideológicas en el modo de celebrar
la misa, son también el fruto de la urgencia que todos perciben
de una evangelización básica y fundamental. Ya no nos podemos
permitir el lujo de la concurrencia de ideas, opciones o gustos.
¿Cuál es el papel del arte en la vida pero accesible solo por medio de
espiritual? El arte es un instru- los sentidos. Y esta idea puede apli-
mento privilegiado para acceder carse también a otras religiones.
a la profundidad de la teología En particular para los cristianos
y, no solamente en el arte sacro el arte puede considerarse como
en su dimensión histórica, sino una experiencia espiritual cuyo
también en el arte contemporáneo. cumplimiento se vive en la liturgia:
La experiencia sensible, en efecto, todo en la iglesia de piedra muestra
puede conducir al misterio, que se la Iglesia de piedras vivas.
encuentra con otras experiencias,
25,00€
Director
José Antonio Goñi
Vinculada
al Instituto Consejo
Luis Fernando Álvarez (Madrid)
Superior
Dionisio Borobio (Salamanca)
de Liturgia Juan María Canals (Madrid)
de Barcelona,
REVISTA DE PASTORAL LITÚRGICA
vinculada al La liturgia
INSTITUTO SUPERIOR DE LITURGIA DE BARCELONA, en las grandes ciudades
DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA DE CATALUNYA