Sie sind auf Seite 1von 8

Nº1517/19 "TREPPO, Alvaro Cristión - ZAPATA, Sara Carina - MONZON,

Darío Alexis - HEREÑU, Daniel Anibal - BARRERA, Hector Roberto -


HEREÑU, Nestor Alejandro - SZCZECH, Nestor Ivan s- peculado S/
RECURSO DE QUEJA"

Resolución N° 309
______________________________________________________________

PARANÁ, 13 de diciembre de 2019.


VISTOS Y CONSIDERANDO:

1- Que vienen los presentes actuados a conocimiento de este


Tribunal de Casación Penal a fin de resolver el Recurso de Queja articulado por
el Dr.Germán A. CORONEL, defensor de los imputados Alvaro Cristián TREPPO,
Sara Carina ZAPATA y de Darío Alexis MONZÓN contra el pronunciamiento
efectuado por los Sres. Vocales del Tribunal de Juicio y Apelaciones de esta
ciudad, Dres. María Carolina CASTAGNO, Gustavo PIMENTEL y Elvio GARZÓN
quienes en fecha 22 de noviembre de 2019 declararon inadmisible el recurso
de casación interpuesto por el Dr. Germán CORONEL contra la resolución de
fecha 12 de noviembre de 2019 dictada por ese Tribunal.
En primer lugar señaló la inconstitucionalidad del art. 46 –
última parte – del C.P.P. en la que aparece una limitación recursiva de la letra
del código procesal penal sancionado por el legislador entrerriano, en el art. 46
– in fine – del CPP, que deja “sin recurso alguno” al imputado frente a la
decisión del tribunal a quo que resuelve en instancia única y contradictoria, el
rechazo de la recusación ante el juez de garantía, lo que viola ostensiblemente
el principio constitucional del “doble conforme”.
Destaca que se trata de una garantía mínima, la de la
doble instancia y la del juez imparcial, que debe observarse en los
procesos penales para toda persona inculpada de delito.
Menciona que la jurisprudencia en la que el Máximo
Tribunal ha declarado la inconstitucionalidad de una norma procesal que
impedía la segunda instancia o el doble conforme y que no daba la
adecuada garantía señalada, al imputado de delito.
En segundo lugar realiza una breve reseña de los
antecedentes del caso refiere que en fecha 03.10.2019 dedujo incidente
de recusación ante el Dr. Bonazzola, en razón de encontrase incurso en
las previsiones del art. 38 inc. a) del CPP, atento a que en la misma
causa, ya se había expedido (negativamente) sobre una solicitud de
sobreseimiento, lo que lo colocaba en estado de manifiesta
imparcialidad objetiva para resolver nuevamente dicha solicitud de esta
defensa.
Manifiesta que en fecha 24.10.2019, el Dr. Bonazzola
rechazó su recusación y elevó el incidente para el tratamiento en
apelación al Tribunal de juicio y apelaciones Nº 7 de Paraná el que en
fecha 12.11.2019, resolvió rechazar el planteo recusatorio formulado.
Señala que contra dicha resolución, el día 20.11.2019
dedujo Recurso de Casación, solicitando a dicho tribunal que
“oportunamente haga lugar formalmente al Recurso de Casación Penal
deducido, previa declaración de inconstitucionalidad del art. 46 – última
parte – del CPP".
En tercer lugar se refiere a la admisibilidad formal del recurso
destaca que la resolución equiparable a definitiva recaída en estos autos
denegó arbitrariamente la concesión del recurso deducido por esa defensa
técnica, en el excesivo rigor formal de una interpretación del C.P.P., sin tener en
cuenta “según su sana discrecionalidad” y los precedentes del mismo tribunal
a quo, máxime si se tiene presente la trascendencia institucional del tema en
debate, circunstancia que torna ineficaz la posible apertura de la vía
extraordinaria que se intenta e impide descalificar a la sentencia de arbitraria.
Afirma que el criterio sustentado por el Tribunal de la causa no
ha sido debidamente fundado y, por ende, el recurso ha sido mal denegado.
Entiende que tal afirmación dogmática lesiva debe ser
descartada de plano, y enmendarse por este tribunal, ya que surge de forma
palmaria que la resolución cuestionada trae consigo un agravio irreparable a
sus defendidos, que se vincula con la circunstancia de habérseles denegado en
forma arbitraria la posibilidad de que este tribunal pueda revisar por medio del
recurso, el fallo o resolución que oportunamente resolvió declararlo
inadmisible, y por el cual quedó confirmada la sentencia de grado que rechazo
el pedido de recusación del Dr. Bonazzola frente a una situación especial, ya
juzgada por este en contra de sus defendidos de forma injusta e ilegítima.
En consecuencia se trata de una resolución equiparable a una
sentencia definitiva, porque no evita que sus defendidos sean escuchados en la
instancia del art. 397 y s.s. y conc. del C.P.P. (pedido de sobreseimiento) por el
mismo juez que ya resolvió en una instancia anterior una solicitud de
sobreseimiento en la misma causa, conforme lo reconoció el juez recusado en
su resolución desestimatoria.
Entonces concluye en que cuestionada la “imparcialidad
objetiva” del juzgador, se exige una consideración inmediata en tanto ello
constituye la única oportunidad para su adecuada tutela, purgando el vicio
grave de nulidad que pudiera ostentar este juicio, en atención al “temor de
parcialidad” que padecen sus defendidos.
Destaca que el pronunciamiento impugnado por motivos
excesivamente ritualistas, conlleva sin más a que se cierre indefectiblemente
toda posibilidad de que los recurrentes puedan conseguir la apertura de la vía
casatoria a efectos de acudir a este tribunal para que revise una sentencia o
resolución donde se han visto lesionadas concretas garantías constitucionales
de un modo arbitrario, temática que merece ser puesta en conocimiento y
decisión de éste Tribunal por su trascendencia.
Indica que el fallo o resolución recurrido encuadra entre los
previstos en el art. 511 y conc. del CPP, ya que se trata de una resolución
equiparable a una sentencia definitiva del Tribunal a quo que viola, en lo que es
materia de agravios, la ley adjetiva con menoscabo a derechos sustanciales de
sus defendidos, en razón que ha ignorado la revisión de los planteos legítimos
en la instancias correspondientes, incurriendo en un excesivo rigor formal,
frustrando además el segundo conforme, declarando arbitrariamente
inadmisible la posibilidad de recurrir el auto que confirmo la cuestionada
resolución del juez de garantía que se declaró competente y rechazo la
recusación objetiva fundada y formulada por esta parte.
Agrega que no se ha tratado adecuadamente la
inconstitucionalidad deducida, ya que se observa de sus argumentos
que, en las condiciones expresada y con gran dogmatismo al repasar
doctrina constitucional para concluir que se trata de la “última ratio”; la
misma se apoya en argumentos que le otorgan fundamentos sólo
“aparente”.
Señala que el tribunal en el punto 3.2) de dicha resolución
cuestionada por esta Queja, manifiesta que no se observa en el este caso “la
incompatibilidad denunciada entre la normativa procesal atacada -art. 46 in
fine CPP, que consagra la limitación recursiva frente al rechazo de planteo
recusatorio, y las garantías constitucionales denunciadas como conculcadas,
del doble conforme y del juez imparcial, con lesión a la tutela judicial
efectiva...”.
Menciona que vuelve sobre los fundamentos de su resolución
cuestionada por casación, incurriendo en el vicio del excesivo rigor
formal al considerar que Bonazzola, en definitiva, al no ser el juez que
dictará “sentencia en la presente causa”, no sería recusable o su
recusación sería “inocua”, lo que denota que dicho razonamiento
judicial, peligroso en un Estado de Derecho bajo la tutela de los tratados
sobre derechos humanos; aparece como una afirmación voluntarista y
dogmática (no tiene sustento legal), toda vez que se omite el más
elemental análisis de las cuestiones esenciales planteadas con respecto
a la pretensión de sus defendidos, ya que las mismas se encuentran
huérfanas de todo apoyo legal, por lo que mueve necesariamente a
recordar que el examen de la concurrencia del recaudo aludido pide una
apreciación atenta de la realidad comprometida con el objeto de
establecer cabalmente si las secuelas que llegan a producir los hechos
que se pretenden evitar (el temor a la imparcialidad en una etapa del
proceso crucial), pueden restar eficacia al reconocimiento de los
derechos en juego, operado por una sentencia posterior (Fallos:
306:2060, consid. 10).
Refiere de ahí que el pronunciamiento recurrido, se vuelve en
este aspecto, falto de argumentación que respalde la desestimación
adoptada, con violación a los principios que se desprenden del art. 65 de
la C.P. y 18 de la C.N.
Sostiene que el desconocimiento de los derechos invocados, se
dan por el sólo hecho – como lo ha dicho el fiscal – de no estar en
presencia de una sentencia condenatoria o resolución equiparable, lo
cual dicen que “no sucede en el presente caso”.
Refiere que se ha ignorado el principio de la tutela judicial
efectiva y el acceso irrestricto a la justicia de manera grave porque se
trata de jueces del sistema democrático provincial, que deberían aplicar
la convencionalidad de los tratados sobre DD HH que también son
derecho interno conforme las previsiones del art. 75 inc 22 de la C.N. Y
el art. 1.1. de la CADH, no existiendo en el caso “margen de apreciación
nacional”.
Concluye que la expresión “equiparable a definitiva”, implica
desde la perspectiva legal del fallo, qué efectos o consecuencias se
siguen para el legitimado que se agravia, ya que la resolución o
sentencia recurrida ha privado en el caso a los imputados del “doble
conforme” por argumentos arbitrarios, dogmáticos y aparentes de
excesivo rigor formal frente a un agravio de falta de motivación del auto
apelado, que le resta o priva a sus defendidos del análisis en la etapa
procesal correspondiente de la posibilidad real de un acto judicial libre
de parcialidad y de la culminación anticipada del caso.
Destaca que ello afecta y repercute en su línea de defensa en
su proyección sobre el interés o la posición jurídica del afectado por la
trascendencia de la decisión, ya que se alza dicha resolución recurrida
del juez a quo con aptitud eventual para adquirir eficacia de cosa
juzgada (al igual que la resolución recurrida), en atención a los agravios
expuestos, ya que no se ha tenido en cuenta o no se ha considerado que
éstos, puede no ser susceptible de ser atendidos en ulterior y reiterado
planteo, habiendo sido desestimado sin fundamentación alguna.
Efectúa Reserva del Caso Federal y culminan peticionando se haga
lugar a la Queja articulada declarando que el Recurso de Casación fue deducido
dentro del plazo previsto por el art. 512 del CPP.
2- Atento constancias adjuntas por el presentante, el recurso de
queja en cuestión ha sido presentado en legal término, de acuerdo a las
prescripciones del art. 520 del Código de forma (Ley 10317).-
3- Efectuada la consideración precedente y entrando al análisis de la
cuestión traída a resolver, esta Cámara de Casación Penal, en orden al sistema
de control de admisibilidad recursiva establecido por el ordenamiento procesal
vigente, tiene dicho que: "El Capítulo I del Libro Cuarto, establece como su
título lo indica, las disposiciones generales para todos los recursos. Estas
normas contienen los requisitos que se deben verificar cuando se interponga
cualquier tipo de recurso. Ese primer control lo debe hacer el organismo ante
el cual se presenta el remedio impugnativo a fin de constatar: que se recurrió
por el medio y en los casos expresamente establecidos en el Código, que lo
interpuso un sujeto legitimado, en las condiciones de tiempo y forma
determinadas, con específica y separada indicación de los motivos en que se
sustenta. (...) Ahora bien, sin perjuicio del examen preliminar mencionado, el
art. 495 establece que el Tribunal que debe resolver el recurso también debe
examinar lo relativo al plazo de interposición, a la legitimación del recurrente,
a la observancia de las formas prescriptas y a la procedencia de la vía
recursiva intentada. Una interpretación armónica y razonable de la legislación,
indica que la intención del legislador ha sido justamente que se realice un
doble control para evitar la tramitación de recursos manifiestamente
improcedentes, y para asegurar que al Tribunal de Alzada ingresarán sólo
aquellos recursos que reúnan todos los elementos para ser considerados tales;
y entonces -de este modo- logra hacerse operativa la disposición del art. 496,
que establece que sólo serán objeto de conocimiento del Tribunal que deba
resolver: los motivos de la interposición del recurso -que varían según el medio
de que se trate- y las causales de nulidad absoluta." Colazo Daniel Enrique -
Homicidio simple agravado por el empleo de un arma de fuego en
concurso real con portación de arma de fuego de uso civil condicional
asimilable a la de guerra s/RECURSO DE CASACIÓN", resolución del
22/12/2015.-
Entonces, corresponde determinar si efectivamente nos encontramos
ante un planteo recursivo inadmisible, como lo entendieron los
Dres.CASTAGNO, PIMENTEL y GARZÓN, al ejercer el control de admisibilidad de
la resolución oportunamente notificada a la defensa que declara inadmisible la
vía casatoria.
Allí sostuvieron que no se trata de una sentencia definitiva, como así
que tampoco resulta factible interpretar que se trata de una resolución de la
que, excepcionalmente, pudiera ser asimilada por sus peculiares efectos a una
sentencia definitiva, en tanto el rechazo de una recusación no pone fin a la
acción, ni a la pena, ni hace imposible la continuación de las actuaciones, ni
tampoco deniega la extinción, conmutación o suspensión de la pena.
En este punto afirmaron que no se desconoce el precedente
"LLERENA" (Fallos: 328: 1491) en el cual el máximo Tribunal expresó que la
decisión relativa a la imparcialidad objetiva del Tribunal, resulta equiparable a
sentencia definitiva en tanto produce un perjuicio de tardía e insuficiente
reparación ulterior, ya que se cuestiona la imparcialidad objetiva del juzgador
en un momento determinado del proceso, que por su naturaleza exige una
consideración inmediata en tanto constituye la única oportunidad para su
adecuada tutela (Fallos: 316:826 y sus citas; 322:1941, disidencia de los jueces
Boggiano y Fayt, y 326:3842, disidencia de los jueces Maqueda y Vázquez).
Mencionaron que la garantía constitucional de imparcialidad objetiva
del Tribunal y la necesidad de evitar toda dilación indebida del proceso
imponen, a su vez, que el enunciado legal que impide la recurribilidad de las
decisiones que resuelven una recusación (art. 46 in fine del C.P.P.), sea objeto
de una interpretación conforme a tales máximas, para que los excepcionales
casos en que la recusación planteada se vincule de manera inmediata con la
mentada imparcialidad objetiva, no queden comprendidos dentro de las
decisiones que la referida disposición proclama irrecurribles.
Agregaron que el recurrente ha puesto en tensión la
constitucionalidad de la referida norma procesal aplicable, a saber el art. 46 in
fine del C.P.P., al considerarla violatoria de principios constitucionales del
"doble conforme" y del "Juez imparcial", con lesión a la tutela judicial efectiva
(arts. 18, 19, 28 y conc. de la Const. Nac. y art. 65 Const. Pcial.); que genera
consecuencias para la suerte del recurso.
Destacaron que ante tal planteo de inconstitucionalidad, se debe
recordar una vez más, como lo ha dicho reiteradamente nuestro máximo
Tribunal, que el control de Constitucionalidad de nuestro Poder Judicial, debe
ejercitarse con mesura (cfr. ALEXY, R. en "Ponderación, Control de
Constitucionalidad y Representación", en LL, 9/10/08), pues la declaración de
inconstitucionalidad es la última instancia del ordenamiento jurídico, toda vez
que para decretar la invalidez de una norma deben mediar motivos reales que
así lo impongan una demostración concluyente de su discordancia sustancial
con los preceptos de la Constitución que se dicen vulnerados.
Indicaron que surge claro, que sólo cuando se encuentra cuestionada
la futura intervención de un juez o cámara, que ya tuvo participación en otra
instancia del proceso, como tribunal de juicio, se encuentra prima facie
activada la garantía a fin de reconocer la impugnabilidad objetiva de la
decisión que resuelve en sentido adverso a la pretensión de la parte, extremos,
que no se verifican en el caso bajo examen.-
Refirieron que conforme éste Tribunal se pronunció en la resolución
cuestionada, la intervención del Dr. BONAZZOLA como Juez de Garantías
consistió en denegar el pedido de sobreseimiento de los asistidos del Dr.
CORONEL, decisión que adoptó en el ejercicio de su potestad jurisdiccional, y si
bien implicó la obligación para los justiciables de seguir sometidos a proceso,
resulta incuestionable que tal decisión no pone fin al mismo, pues no reúne,
por regla, la calidad de sentencia definitiva, conforme lo ha expresado
reiteradamente la CSJN (Fallos 298:408) y, en especial, caso "ROMERO FERIS"
del 02/12/2008, del cual se extrae que: "las resoluciones cuya consecuencia
sea la obligación de seguir sometido a proceso criminal no reúnen, por regla
general, la calidad de sentencia definitiva".
Explicaron que ese tipo de decisiones queda fuera del ámbito del
"agravio irreparable", pues el ordenamiento procesal garantiza el derecho de
defensa que le asiste a los imputados, toda vez que prevé la posibilidad de
efectuar nuevamente el planteo respectivo no solo en la oportunidad prevista
en el art. 404 C.P.P., luego de ser notificado del requerimiento de remisión de la
causa a juicio formulado por la Fiscalía; sino también en la instancia plenaria,
ya que tratándose de una cuestión de fondo, como lo es la atipicidad de la
conducta, es factible que sea analizado con mayor debate y rigor durante la
etapa del contradictorio, donde deberá darse con toda amplitud la
contradicción de partes y la incorporación definitiva del material probatorio.
Indicaron, que aún en el marco de la audiencia de remisión a juicio,
que contempla la norma del art. 405 C.P.P. el legislador impone al Juez de
Garantías, que “El juez evitará que en la audiencia remisión a juicio se
discutan cuestiones que son propias del juicio oral y resolverá exclusivamente
con la prueba que presenten las partes”, conforme lo prescripto en el párrafo
quinto de la norma de mención, siendo terminante al establecer la
irrecurribilidad del auto de remisión a juicio, dejando sólo a salvo la posibilidad
de impugnación de la sentencia definitiva que se dictare luego del
contradictorio, lo cual reitera en el art. 403 in fine C.P.P.
Agregaron que el pedido de apartamiento del Dr. Bonazzola del modo
como fue propuesto por el recurrente, no se basó en rigor en la causal por él
invocada, pues la decisión denegatoria del pedido de sobreseimiento adoptada
por el Juez de Garantías lo fue en el ámbito de las funciones que le asisten, por
una vía que es la prevista por la ley en garantía de los derechos
comprometidos, circunstancia que mal podría constituir prejuzgamiento o
afectar su imparcialidad.
Sostienen que deviene evidente que no se está en presencia
de aquellos casos en los que se verifica la inmediata conexión de la
recusación con la garantía de imparcialidad objetiva, y en consecuencia,
queda debidamente activado el enunciado legal que establece la
irrecurribilidad de la resolución que resuelve sobre el planteo recusatorio
(art. 46 in fine C.P.P.), pues aquí no se discute la futura participación de
un magistrado que debe dictar sentencia, al resultar obvio, atento al
sistema acusatorio vigente en ésta jurisdicción, que no será el Dr.
Bonazzola quien en definitiva juzgará en instancia de juicio a los
imputados y emita un juicio de certeza por carecer de dicha
competencia, al ser un Juez de Garantías, como acertadamente sostuvo
el mismo en su descargo "...no he dictado ni habré de dictar sentencia
en la presente causa ..." (cfr. fs. 7/9).
Mencionan que ello lleva a su vez a descartar de plano la
colisión de la norma procesal con la garantía del "doble conforme"
establecida por el art. 8, párrafo 2° inc. h de la "Convención Americana
de Derechos Humanos", pues ésta tal como correctamente lo señala el
Sr. Fiscal en su dictamen, aún analizada del modo más extensivo posible
conforme doctrina y jurisprudencia nacional e internacional, está
referida a sentencias condenatorias o resoluciones equiparables, lo cual
no sucede en el presente caso.
4- Ahora bien, teniendo en cuenta los fundamentos de la declaración
de inadmisibilidad de la concesión del recurso de casación y los agravios
reseñados, advertimos que el recurso de casación ha sido declarado
inadmisible de manera correcta y enjundiosamente fundada.
En efecto tal como lo sostuvieron los vocales en su resolución, a cuyo
fundamento me remito en su totalidad, no se trata de una sentencia definitiva,
como así tampoco resulta factible interpretar que se trata de una resolución
que, excepcionalmente, pudiera ser asimilada por sus peculiares efectos a una
sentencia definitiva, en tanto el rechazo de una recusación no pone fin a la
acción, ni a la pena, ni hace imposible la continuación de las actuaciones, ni
tampoco deniega la extinción, conmutación o suspensión de la pena.
Tampoco se está en presencia de aquellos casos en los que se
verifica la inmediata conexión de la recusación con la garantía de
imparcialidad, no se discute la futura participación de un magistrado que deba
dictar sentencia en una causa en la que ya intervino, como ocurrió en los casos
citados por el recurrente resueltos por la Suprema Corte.
La irrecurribilidad de las decisiones por las cuales se deniega la
recusación de los jueces naturales, tiene como razón fundamental no dejar
librado a intereses partivos la aplicabilidad de tan caro principio y la alegación
de inconstitucionalidad de una norma, por la gravedad que supone, debe
superar el carácter de una mera alegación genérica.
Por las razones expuestas se impone el rechazo de la queja en
examen.-
Por ello,
SE RESUELVE:
I- RECHAZAR el Recurso de Queja articulado por el Dr.Germán A.
CORONEL, defensor de los imputados Alvaro Cristián TREPPO, Sara Carina
ZAPATA y de Darío Alexis MONZÓN.
II- IMPONER las costas causídicas al recurrente vencido (arts.583 y
ccdtes del CPPER.).-
III- COMUNICAR al Tribunal recurrido lo aquí resuelto, con remisión
de copia íntegra de la presente.-
IV- Protocolícese, notifíquese y, oportunamente, archívese.-

HUGO PEROTTI MARCELA DAVITE MARCELA BADANO

Ante mi:

CLAUDIA ANALIA GEIST


-Secretaria-

Se protocolizó. CONSTE.

Claudia A. Geist
-Secretaria-

Das könnte Ihnen auch gefallen