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Ambición

Deseo intenso y vehemente de conseguir una cosa difícil de lograr, especialmente riqueza,
poder o fama.
“Un hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque ésta lo devora”,
Montesquieu
La ambición está hecha del mismo material con el que se tejen los sueños. Nos impulsa a
fijarnos metas que nos ilusionan y retos que, a priori, parecen imposibles de alcanzar.

Es un poderoso motor que desafía la lógica y la razón. Quienes se atreven a darle rienda suelta,
son capaces de cambiar su realidad y sus circunstancias. No en vano, es un poderoso agente
de transformación. Y nos puede aportar muchas cosas positivas. Alimenta nuestro espíritu de
superación, el inconformismo y la capacidad de soñar a lo grande.
Nos invita a ir más allá de nosotros mismos, despertando nuestro afán competitivo. Incluso
puede enseñarnos a ser más humildes.
Sin embargo, por lo general goza de una dudosa reputación. Especialmente debido a las
compañías que frecuenta. Entre sus relaciones habituales se encuentran la codicia,
la insatisfacción y el propio interés; cuyos venenosos consejos nos pueden arrastrar a lugares
sombríos.
http://blogs.lavanguardia.com/metamorfosis/las-dos-caras-de-la-ambicion-80163

I. ¿ES APROPIADA EN ALGÚN MOMENTO LA AMBICIÓN?


A. Si es la que glorifica a Dios.
Pablo puso de manifiesto una “ambición santa” por hacer grandes cosas para Dios. La
ambición santa significa ofrecerse para ser usado por Dios a fin de promover su reputación y su
causa. Una ambición santa es una visión amplia arraigada en la voluntad y el servicio de Dios
—una causa tan grande que sólo Dios puede llevarla a cabo. La ambición que no es santa sólo
intenta promover la propia reputación y la causa personal.
ROMANOS 15:20 Mi gran aspiración siempre ha sido predicar la Buena Noticia donde nunca
antes se ha oído el nombre de Cristo, y no donde otro ya ha comenzado una iglesia.
B. Si es la que me va a ayudar a mí y a los demás.
Una ambición fundamental en la vida consiste en proveer para tus propias necesidades de
modo que seas respetado por otros y no seas una carga para ellos.
1Tess. 4:11-12 Pónganse como objetivo vivir una vida tranquila, ocúpense de sus propios
asuntos y trabajen con sus manos, tal como los instruimos anteriormente. Entonces la gente
que no es cristiana respetará la manera en que ustedes viven, y no tendrán que depender de
otros. 2 Tess. 3:6,7

Un ejemplo es Nehemías. Neh.2:11,12. 6:1-9. Si Dios pone algo en su corazón hacer,


recuerde: Somos vulnerables a la crítica, malos entendidos, nosotros mismos.

II. ¿CUÁLES SON ALGUNOS DE LOS PELIGROS DE LA AMBICIÓN?


A. Cuando es Egoísta
La ambición nace de tu naturaleza pecaminosa y puede alimentar no sólo tu comportamiento
pecaminoso sino también los conflictos con otros. La ambición te aísla del Espíritu Santo, y
coloca tu agenda personal y tu auto gratificación antes que la voluntad de Dios para tu vida.
GAL. 5:19-20 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados
son más que claros:. . . ambición egoísta.
SANT 3:16 Donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase
de maldad.
Un ejemplo de Ambición egoísta rebelde Gen. 9:7; 11: 1-9: Nimrod, descendiente de Noé, no
obedeció a Dios. Aquí una clave para llegar lejos en lo que queremos, trabajar en equipo.
Cada uno de ellos podrían estar seguros que podrían llegar a Dios con sus métodos, tienen un
plan. Y su plan aparentemente culminado, fue un fracaso, frustrado por el mismo Dios.
B. Es egoísta cuando usamos a otros para nuestro beneficio personal
Hay una diferencia entre formar parte de la gran obra de Dios y el ambicionar la grandeza
personal mediante la obra de Dios. Se trata de la diferencia entre servir a Dios y anhelar que
Dios te sirva a ti. La ambición te puede engañar llevándote a obrar con el fin de conquistar todo
el mundo a costa de tu bienestar espiritual. Soy de Palabra de Vida. Soy de Ibb. El Bosque. Soy
de BCM. Soy de Tambo de Gozo.
Un buen ejemplo en contra del beneficio personal. Neh. 5:14-19

III. ¿CÓMO PUEDO PROTEGERME DE LA AMBICIÓN?


A. Elige tu prioridad: Cristo
Tus prioridades cambian cuando piensas en los demás en lugar de preocuparte por lo que los
demás piensan de ti. En lugar de preocuparte por lograr que los demás piensen que eres mejor
de lo que realmente eres, tu llamado consiste en preocuparte por lograr que reconozcan el valor
y los méritos que tienen en Cristo
Filip. 2:3 No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir,
considerando a los demás como mejores que ustedes.
Filip 2:19-21
B. Elige tus prioridades permanentes que las temporales
Filip. 3:7,8
C. Comienza de nuevo
La ambición se desvanece cuando se adquiere una verdadera percepción de la realidad. Tus
logros terrenales no pueden compararse con el conocimiento de Cristo Jesus.
De hecho, la ambición puede servir de obstáculo, distrayéndote de una plena dependencia de
Dios. Al final de tu vida, solo lo que hayas hecho para èl tendrá valor.

Filip 3:13-14-16

Promesa de Dios. Sal 37:4,5. Deléitate en el SEÑOR, y el te concederá los deseos de tu


corazón.

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