UNIVERSIDAD

SEMINARIO EVANGELICO DE LIMA.

ASIGNATURA : Vida Cristiana.
DOCENTE : David Aranda
AÑO : Primer Grado.
CICLO : I - 2016
ESTUDIANTE : Pauccara Manuelo, Ramón.
ASUNTO : Redacción del testimonio personal.
FECHA : 31-03-2016.

TESTIMONIO PERSONAL DE RAMON PAUCCARA MANUELO.

Mi nombre es Ramón Pauccara Manuelo, nací en la comunidad de Totora Alta del distrito
de Coporaque, provincia de Espinar del departamento de Cusco, identificado con DNI,
46911415, somos nueve hermanos y soy el sexto hijo de la familia, y todos mis hermanos
estamos en el camino de Dios ya sea en las luchas y en las pruebas, por la gracia de Dios
mis padres son cristianos de años en el ministerio del Señor como Don Ramón Pauccara
Condo y esposa Margarita Manuelo Condori, que ahora radican en el distrito de
Pomacanchi de la provincia de Acomayo – Cusco. Mi familia asiste a la Iglesia
Evangélica Peruana. Pues en el seno de esta familia nací y desde pequeño mis padres me
instruyeron con la Palabra de Dios, siempre me gustaba asistir a la escuela dominical y
aprendí muchas historias de la Biblia, “hasta cuando mi padre me decía que este domingo
te faltaras a la escuela dominical, yo me escapaba o me quedaba llorando.

Pasaron los años siempre permaneciendo en los caminos de Dios junto con mis hermanos
(as) y padres. Pero a la edad de quince a diecisiete años, me descarrié del camino de Dios,
estando en mi adolescencia ya no me gustaba ir a la iglesia, y si iba era por obligación,
más me gustaba ir a jugar y divertirme con mis amigos del colegio y hasta entre a formar
una pandilla y entre en una vida de tinieblas, todo esto era la influencia de amigos del
mundo, porque en mi clase no había jóvenes cristianos y solo yo recibía críticas, burlas y
era el más ridículo y por causa de esto me deje llevar por ellos y me integre al grupo. En
esa vida apartado y separado de la voluntad de Dios, andaba bebiendo licores no era por
decepción, ni porque había problemas en el hogar era por mi orgullo y para demostrar a
mis amigos que yo también son valiente y nadie puede burlarse de mi diciendo. Pero mis
amigos bebían y se divertían por decepciones amorosas y problemas en su hogar. En esos
momentos que estuve andando perdido las enseñanzas de la escuela dominical me
recordaba y la Palabra de Dios me acusaba la conciencia. Y había momentos que me
echaba a llorar.

Ahora entiendo que nadie nace siendo cristiano tampoco los padres nos dan la herencia
para ser cristiano, para ser un cristiano uno debe nacer en Cristo para eso uno debe creer
y arrepentirse de sus pecados y Dios nos llama mediante su evangelio que es el Mesías.
En el año dos mil nueve llego la gracia salvadora de Cristo a mi vida por medio de un
dolor en el cuerpo, el veinticuatro de Abril, terminado mi colegio en el año dos mil ocho,
mi decisión era irme lejos de mi casa y de mis padres y no pensaba estudiar, tenía en
mente que entrar a la universidad era para los que tienen dinero, aunque mis padres me
animaban mejor prefería el consejo de mis amigos de trabajar y ganar dinero y no como
los profesionales que están buscando trabajo y hasta pidiendo favores. El dolor que tenía
en el cuerpo era fisura y estirón de nervios en la columna vertebral en la parte del copsis,
los doctores me diagnosticaron y dijeron que era posible que con el tiempo andaría en
silla de ruedas, en eso momentos decía a Dios mejor ya no quiero vivir, mejor quítame la
vida, no comía y eso era para ya no vivir, mi madre me traía mi comida preferida lo
echaba al suelo, quería suicidarme o irme al lago donde estaba cerca de mi pueblo, el
dolor era insoportable, no podía sentarme ni caminar tan lejos.

Así estuve más de seis meses, yo quería sanarme rápido pero no fue así, recurrí a
diferentes médicos ya sea clínicas, naturistas y otros, y en esos momentos Dios me
hablaba mediante mis padres que siempre ellos estuvieron a mi lado atendiéndome. El
dos de Agosto del dos mil nueve me bautice y ya animado con la Palabra de Dios,
comencé a enseñar a los niños y siempre llevando el dolor en el cuerpo, comencé leer la
Biblia. En medio de ese dolor aprendí a tener paciencia, piedad por los enfermos, que yo
antes me burlaba de los enfermos y ancianos, pero con ese dolor que tenía aprendí a amar
al prójimo.

Pasaron los años seguía apoyando en la iglesia, ya predicando la Palabra de Dios, pero
mi anhelo era estudiar a más profundo las Sagradas Escrituras, veía y escuchaba predicar
en los pulpitos a pastores de renombre que habían estudiado en seminarios de Sicuani, de
Huánuco y otros y siempre soñaba y decía que yo también quiero predicar como ellos,
pero para eso debía prepararme. En esos tiempos mis compañeros de colegio que estaban
en la universidad, tenían preguntas filosóficas, teológicas para mí y era difícil de
poderles responder y decir con la Biblia con estos retos y desafíos dije a Dios quiero
estudiar tu Palabra y ahora me encuentro en este lugar por la gracia de Dios y por la
recomendación de algunos pastores que conocí. Muchas gracias.

Atte.

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