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En ese sentido, siendo la función del Pleno Casatorio, uniformizar las decisiones de los
diferentes órganos jurisdiccionales del país, lo que se desprende de lo dispuesto en el
artículo 384 del Código Procesal Civil; que a su vez, tiene tres objetivos importantes: i)
predictibilidad, ii) disminución de la corrupción y iii) seguridad jurídica3.
1
Juez Superior de Lima; Ex Asesor Legal en BancoSur, Ex analista de la SBS; Magister Derecho Empresa
PUCP, Becado por la Escuela Judicial de España, para el curso de Formación judicial especializada para Jueces
Iberoamericanos, Profesor de Derecho Civil y derecho Comercial en Pre Grado y Post Grado de la Facultad de
Derecho Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Docente en la AMAG.
2
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Los principios contenidos en el Título Preliminar del Código Civil Peruano.
Lima: Fondo Editorial PUCP, 2005, p. 458.
3
CAVANI BRIAN, Renzo. Interpretación, justificación judicial y racionalidad en el V Pleno Casatorio Civil.
En: Actualidad Civil. Nº 2. Lima: Instituto Pacífico, agosto de 2014, p. 74.
Al dictarse un Pleno Casatorio sobre conocidos temas sustantivos y procesales, los
operadores jurídicos pueden proyectar el resultado del proceso con bastante exactitud, lo
que incluso puede evitar procesos, conduciendo a las partes a mecanismos alternativos de
resolución de conflictos, como la negociación, transacción y/o conciliación. Asimismo
sedisminuye la incertidumbre en la resolución en la resolución de controversias jurídicas,
lo que también favorece la gestión de la administración de justicia, en tanto se puede ver
reducida la carga procesal.
En este sentido, se ha dicho que “el precedente judicial es la expresión judicial del principio
de igualdad por el cual casos similares deben ser resueltos de modo uniforme (...) el
precedente judicial ha servido y sirve de fundamento para casos futuros en todos los
sistemas jurídicos y desde distintas épocas, siempre que, por supuesto, se presente
analogía”4.
4
MONROY GÁLVEZ, Juan. “El Derecho en broma y en serio”. En: Jurídica. N° 176, Suplemento de Análisis
Legal del diario oficial El Peruano del 11 de diciembre de 2007, p. 4.
5
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Introducción al Derecho. 4ª edición, Idemsa, Lima, 2011, p. 447.
una sentencia estará correctamente motivada si cada una de las decisiones contenidas en
ella es racional o si ellas están racionalmente justificadas. A su vez, una decisión judicial es
racional: (i) cuando es justificada desde un punto de vista lógico-deductivo o inferencial
(justificación interna); (ii) cuando es justificada a partir de la corrección jurídica de sus
premisas normativas (justificación externa normativa); y (iii) cuando es justificada a partir
de la corrección jurídica de sus premisas factuales (justificación externa probatoria). Una
decisión justa, por tanto, necesariamente es una decisión racional y, así, una decisión
adecuadamente justificada6.
En este contexto se enmarca el Sexto Pleno Casatorio Civil, donde los jueces civiles
supremos han uniformizado posiciones con respecto a los requisitos que debe reunir los
procesos de ejecución de garantías, especialmente sobre la presentación de los estados de
cuenta de saldo deudor, tanto si el demandante es una empresa del sistema financiero o
una persona que no pertenece al sistema financiero; sobre los que las entidades del sistema
bancario, operadores jurídicos y justiciables ejecutados han tenido un importante grado de
incertidumbre, sobre los que se manifiestan reglas que deben cumplirse al momento de
interponerse la demanda en el proceso de ejecución de garantías.
II. El Sexto Pleno Casatorio, a partir del principio de protección del ahorro enla
Constitución.
6
CAVANI BRIAN, Renzo. op. cit. p. 78.
naturales y jurídicas prestatarias, no es el capital privado asignado por sus accionistas, sino
le pertenece al público ahorrista.
Por consiguiente, este Pleno Casatorio se aplicará principalmente sobre relaciones jurídicas
de garantía en la que participan entidades bancarias, resultándo importante considerar lo
señalado por nuestra Constitución en el Régimen económico sobre la actividad económico
financiera de estas empresas; conforme se ha pronunciado el Tribunal Constitucional con
respecto al artículo 87 de la Carta Magna en que manifiesta “se ha reconocido el ahorro en cuanto
derecho constitucional y como garantía institucional”.
Si el banco tiene problemas para ejecutar las garantías reales o personales que se
constituyen a su favor, el patrimonio de la entidad bancaria se verá reducido en tanto se
constituirá en cartera pesada o morosa, que obligara a la entidad bancaria a provisionar y
eventualmente asumir perdidas; que ocasionará efectos negativos para la entidad bancaria
y repercutirán en los ahorristas, en tanto si los créditos no cobrados aumentan frente al
patrimonio efectivo del banco, entra en causal de intervención , disolución y liquidación por
la Superintendencia de Banca Y Seguros, ingresando al Fondo de Seguro de Depósitos para
la recuperación de sus ahorros.
7
STC N° 410-2002-AA/TC, fundamento 2.
el sistema de garantías reales y personales para sustentar operaciones bancarias o
financieras, habiéndose radicado en la ejecución de garantías hipotecarias.
III. Análisis legal sustantivo y procesal del Sexto Pleno Casatorio Civil:
El Sexto Pleno Casatorio Civil se plantea “como temas problema a los siguientes:
De la misma forma que resulta importante el buen funcionamiento del sistema bancario,
se deben proteger los derechos económicos de propiedad y capitalización de los clientes
mutuatarios que se constituyen como garantes hipotecarios. Por ello, aunque se trate de
un proceso de ejecución, hay cuestiones procesales y sustantivas, en favor de la tutela de
dicho garante y cliente mutuatario y que la legislación especial o de consumo deberían
considerar, impidiendo que los bancos cobren en exceso sin instrumento procesal que
conlleve una obligación cierta, expresa y exigible, lo que el sexto pleno casatorio civil buscar
remediar en forma favorable, con cierta extrapolación de facultad legislativa.
La tutela del acreedor bancario se justifica en la tutela del ahorrista, que la tenemos en la
reglamentación constitucional que realiza el artículo 132 de la Ley de Bancos, tal como
aparece enel inciso 6 que exige una recuperación expeditiva de los créditos, concordado
con el inciso 7, que confiere un mérito ejecutivo a las liquidaciones de saldos
deudoresexpedidos por las empresas bancarias; y el inciso 9 dispone que las garantías que
respaldan acreencias bancarias son preferentes frente a otro tipo de acreencias;
8
HURTADO REYES, Martín. La ejecución de hipoteca: aciertos y desaciertos del Sexto Pleno Casatorio Civil.
En: Gaceta Civil & Procesal Civil. T. 17. Lima: Gaceta Jurídica, noviembre de 2014, p. 61 y ss.
advirtiéndose de la aplicación de la ley especial bancaria, una supremacía de las acreencias
bancarias sobre otras.
El mérito ejecutivo de las liquidaciones de saldo deudor es impuesto por la ley de bancos
de forma “automática”, sin requerir mayores requisitos; implicando que, por sí misma,
ostenta la calidad de título ejecutivo, sin señalar formalidades adicionales; en tanto la Ley
de Bancos no establece que la liquidación de saldo deudor tenga que reunir características
determinadas para adquirir mérito ejecutivo; de tal forma que el Sexto Pleno Casatorio
tiene la virtud de señalar requisitos esenciales que debe contener la Liquidación de Saldo
Deudor para tutelar a los clientes mutuatarios y garantes hipotecarios de las empresas
bancarias; para que su obligación se concretice de devolver el capital efectivo, el
reconocimiento del capital e intereses amortizados; y la aplicación de los intereses
compensatorios y moratorios pactados.
Asimismo, bajo el mismo principio de confianza y veracidad en las empresas bancarias que
otorga la Ley General de Instituciones Bancarias; Financieras y Seguros; en tanto se trata de
empresas supervisadas y reguladas por la Superintendencia de Banca y Seguros y
fiscalizadas en su relación con sus clientes con el INDECOPI; así el artículo 172 de laLey de
Bancos, señala que las garantías en favor de las entidades bancarías se extinguen
necesariamente por declaración unilateral de las empresas bancarias y no se aplica ninguna
clase caducidad para estas garantías. Una vez más un claro ánimo del legislador bancario
del privilegiar estas acreencias.
Otra regla importante que debe destacarse, aunque no diseñada exclusivamente en favor
de los bancos, que genera bastante discusión y confusión, es lo dispuesto por el artículo
1117 del Código Civil, que permite al acreedor hipotecario valerse de la acción real y de la
acción personal; lo que implica que el acreedor hipotecario incluyendolas empresas
bancarias puedan iniciar simultáneamente el proceso personal para obtener que el deudor
cumpla su obligación con el proceso de ejecución de garantía hipotecaria. Ciertamente no
debe implicar un doble cobro por parte del acreedor, lo que constituiría un ejercicio abusivo
de las acciones legales que pudiera iniciar el acreedor; que la Constitución ni la Ley no debe
amparar; por lo que resultaría importante un pleno jurisdiccionalque interprete estas reglas
de las relaciones civiles y comerciales entre acreedores y deudores.
El Sexto Pleno Casatorio Civil realiza un primer aspecto de interpretación, señalando que
cuando la obligación puesta a cobro no este contenida expresamente en el título de
ejecución de garantía hipotecaria; se deberá acompañar el título ejecutivo que genere
convicción de que la obligación puesta a cobro se trata de una obligación cierta, expresa y
exigible.
En relación al monto del gravamen, entendido como el monto del crédito otorgado por la
empresa bancaria o financiera, que es garantizado con la afectación económica concreta
en un monto señalado en la partida registral del bien inmueble garantizado en Hipoteca a
favor del acreedor; el Código Civil señala en el inciso 3 del artículo 1099, que este monto
debe indicarse como requisito para que la hipoteca sea válida. Se trata de un dato
fundamental, que no puede dejar de ser tomado en cuenta al momento de ejecutar la
hipoteca.
Se configura el monto del gravamen como un límite que protege al deudor garante frente
al acreedor; sin embargo, tal límite no parece haber quedado claro frente a lo preceptuado
en el artículo 1107 del mismo Código Civil, que indica que la hipoteca cubre capital,
intereses, primas del seguro pagadas por el acreedor y hasta las costas del juicio. Sobre la
base de esta norma se ha postulado dejar de lado el monto del gravamen, pudiendo el
acreedor cobrar más allá de este monto.
Es interesante notar que el Código Procesal Civil no indica expresamente que las
liquidaciones de saldo deudor sean títulos ejecutivos, como si lo hace la Ley General de
Instituciones Bancarias, Financieras y Seguros; pero sí hay una referencia indirecta en el
inciso 11 del artículo 688 del Código Procesal Civil, que contempla la posibilidad que leyes
especiales establezcan títulos ejecutivos, lo que sucede en este caso con la Ley de Bancos;
con lo cual está claro que las liquidaciones de saldo deudor emitidos por la empresa
bancarias tienen merito ejecutivo; sin embargo ni la Ley de Bancos ni el Código Procesal
Civil no señalan requisitos esenciales para la expedición de la liquidación de saldo deudor
bancario.
Con respecto al proceso de ejecución de la garantía hipotecaria, el inciso 2 del artículo 720
del Código Procesal Civil exige al demandante que anexe el estado de cuenta del saldo
deudor. Pero este es un requisito de admisibilidad especial para el proceso de ejecución de
garantías hipotecaria, de tal forma que los saldos deudores siempre serán títulos
ejecutivos, en la medida que correspondan a la acreencia de una entidad financiera y serán
un requisito de admisibilidad de la demanda cuando el acreedor hipotecario sea una
empresa bancaria.
Es pertinente ahora mencionar qué sucede en el caso de los acreedores que no sea parte
del sistema financiero. El ejecutante deberá acompañar a su demanda el documento
constitutivo de la garantía real. Este documento deberá cumplir –establece la Corte
Suprema– con las formalidades y requisitos de validez de la hipoteca (establecidos en los
artículos 1098 y 1099 del Código Civil) o, en su caso, por la ley especial.
El mérito ejecutivo del título valor no depende, en consecuencia, de la calidad del acreedor,
como sucede con la Liquidación de saldo deudor, sino del título valor mismo, que remite al
artículo 18.1 de la Ley de Títulos Valores, la cual indica que los títulos en mención ostentan
mérito ejecutivo si “tienen mérito ejecutivo, si reúnen los requisitos formales exigidos por
la presente Ley, según su clase”.
Conforme a lo exigido por el artículo 720 del Código Procesal Civil, el título valor tiene que
ser presentado junto a la liquidación de saldo deudor; lo que implica que cuando se refiere
al proceso de ejecución de garantía hipotecaria, se pueden terminar presentando hasta
tres títulos ejecutivos: i) el título valor, ii) la liquidación del saldo deudor, y iii) el título donde
consta la garantía hipotecaria; lo que parece un exceso de garantía por parte de las
entidades bancarias, dado que bastaría también el título de garantía hipotecaria y la
Liquidación de Saldo Deudor, que tiene mérito ejecutivo, conforme a la Ley de Bancos, por
lo que el título valor, resulta un requisito adicional no indispensable; cualquiera que sea la
operación financiera que se está garantizando, toda vez que es común que en el título de
ejecución de garantía hipotecaria, en base al principio de literalidad, se señalan las
operaciones bancarias o financieras que pueden ser garantizadas por la hipoteca sabana.
Distinto es el caso de los acreedores hipotecarios que no son empresas bancarias, donde la
Liquidación de Saldo Deudor, señalada como requisito de admisibilidad en el Código
Procesal Civil no tiene mérito ejecutivo; entonces el título ejecutivo como una letra de
cambio constituye un mayor respaldo de la pretensión para que adquiera el carácter de
obligación cierta expresa y exigible; aún cuando haya sido firmada en blanco, dado que la
Ley de Títulos Valores otorga legalidad a los títulos valores incompletos, siempre que hayan
sido llenadas respetando los acuerdos adoptados por las partes, en relación al monto de
capital, plazo de cumplimiento de la obligación y tasas de intereses compensatorios y
moratorios.
Para aproximarnos a las reglas vinculantes de este Pleno Casatorio, pensemos en casos
como los siguientes:
Miguel se prestó una importante suma de dinero y, para garantizar a su acreedor, un primo
suyo, constituyó una hipoteca sobre su casa. La deuda debería ser pagada en cuotas
mensuales durante un par de años. Al sufrir percances económicos, Miguel deja de pagar al
inicio del segundo año, razón por la que se presenta una demanda en su contra dirigida a
ejecutar la hipoteca. Pero al revisar los anexos de dicha demanda, advierte que el saldo
deudor es impreciso, puesto que no contiene ningún detalle de los pagos realizados durante
el primer año. Es más, Miguel está seguro de que el saldo deudor, sin justificación alguna,
no toma en cuenta varios pagos efectuados durante el primer año.
Antonio constituyó una hipoteca sobre su principal inmueble, para garantizar sus deudas
con una entidad bancaria hasta por un monto de doscientos mil dólares. Sin embargo, su
deuda total asciende a medio millón de dólares. Ante ello, el banco pretende que la
ejecución de la hipoteca cubra toda la deuda, y no se limite al monto indicado en la
constitución de tal garantía.
A casos como estos se refieren los precedentes vinculantes establecidos por la Salas Civiles
de la Corte Suprema en el Sexto Pleno Casatorio Civil, el cual se encuentra contenido en la
Sentencia en Casación Nº 2402-2012-Lambayeque. Tales precedentes buscan esclarecer la
regulación referida a la procedencia de las demandas de ejecución de garantías reales.
Como se sabe, la hipoteca es, sin duda alguna, la principal de estas garantías.
5.1. Los requisitos de la demanda de ejecución de garantías y su
improcedencia.
Primer Precedente:
Segundo Precedente:
Se estaría exigiendo una dualidad de títulos ejecutivos para una misma operación bancaria
o financiera, con los mismos efectos prácticos procesales
Tercer Precedente:
Cuarto precedente:
Si el saldo deudor no cumple con las exigencias y requisitos establecidos en los precedentes
o tiene notables inconsistencias contables, el Juez deberá declarar inadmisible la demanda.
No parece difícil notar que el propósito de este Pleno Casatorio sería evitar abusos de los
ejecutantes, normalmente entidades del sistema financiero. Teniendo presente que sólo
algunos documentos pueden “activar” el expeditivo proceso de ejecución, y el saldo deudor
emitido por empresas bancarias es uno de tales documentos, se explica la generación de
muchos problemas de abusos y “deudas infladas”. Y es que al no existir mayores controles
para confeccionar el saldo deudor, éste muchas veces contenía sumas excesivas, que en
realidad no eran adeudadas.
Hay que advertir que el Pleno Casatorio no exige que el saldo deudor se controle de la
misma manera en todo proceso de ejecución de hipotecas. El precedente primero señala
los requisitos que debe reunir el saldo deudor siempre: i) suscripción por parte del acreedor,
ii) detalle cronológico de los pagos a cuenta, si los hubiera, desde el inicio de la deuda hasta
la fecha de la liquidación del saldo deudor, y iii) el monto de los intereses pactados o legales,
si fuera el caso. El segundo precedente, en cambio, indica los requisitos que debe cumplir
en saldo deudor en aquellos casos donde la deuda con la entidad bancaria no se vincule a
cuentas corrientes o a títulos valores: i) suscripción por un representante con facultades
suficientes para efectuar liquidaciones, ii) detalle cronológico de cargos y abonos desde el
momento en que nace la deuda hasta la fecha de la liquidación del saldo deudor, iii)
indicación de las operaciones realizadas, así como la tasa y tipos de intereses aplicados para
elaborar el saldo deudor. Acá, el Juez habrá de efectuar un control más exhaustivo sobre el
saldo deudor.
Ahora bien, ¿Qué puede hacer Miguel en su caso? Pues lamentablemente el Pleno guarda
silencio al respecto. Así, podría decir que la Corte Suprema ha perdido una gran oportunidad
de precisar cómo es que el ejecutado puede defenderse si es que el Juez no controla bien
el saldo deudor. No por nada, sobre el particular, se ha dicho que "la Corte ha perdido una
gran oportunidad de precisar cómo es que el ejecutado puede defenderse si es que el juez
no controla bien el título ejecutivo, concretamente, el saldo deudor. ¿Qué sucede si es el
juez deja pasar un saldo deudor que esté incorrecto? ¿Cómo el deudor se podrá defender?"9
Ante esta omisión, cabe recordar que los Plenos Casatorios Civiles se sustentan en el
artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y en el artículo 400 del Código Procesal Civil,
de manera que una resolución judicial contraria a un precedente casatorio resulta
claramente ilegal y, por tanto, nula. Tal nulidad procesal puede ser alegada por Miguel si es
que el banco demandante logra la admisión de su demanda de ejecución de hipoteca, pese
a las irregularidades que aquejan al respectivo saldo deudor. Conviene anotar que el saldo
deudor que anexe el primo de Miguel a su demanda, debe ajustarse a lo dispuesto en el
primer precedente, ya que no se trata de un acreedor bancario.
Quinto precedente:
9
CAVANI BRIAN, Renzo. Ahora el juez debe controlar rigurosamente el saldo deudor. Entrevista. En:
http://laley.pe/not/1854/-ahora-el-juez-debe-controlar-rigurosamente-el-saldo-deudor-/
Es éste precedente adoptada por el Sexto Pleno Casatorio Civil, la que genera
controversia sobre la reglamentación del monto del gravamen , en tanto en su primer
precedente señala que el Juez civil o comercial, al momento de admitir a trámite la
demanda de ejecución de garantía hipotecaria, debe ordenar también el pago del íntegro
de la suma que consta en el saldo deudor, aunque ésta sea mayor al monto del gravamen
establecido en el acto constitutivo de la hipoteca, bajo apercibimiento de proceder al
remate del bien hipotecado; lo que puede generar excesos por parte del acreedor
Lo ideal sería que la reglamentación del monto del gravamen afectable se refiera al monto
señalado en el título de ejecución de garantía hipotecaria e inscrito en los Registros
Públicos y que debe incluir intereses, comisiones y gastos, por lo que el saldo deudor no
debe ser superior al monto del gravamen, teniendo en cuenta las amortizaciones que han
ido realizando los clientes mutuatarios; siendo una misión de la legislación bancaria y de
consumo regular esta controversia, para evitar abusos de los acreedores hipotecarios de
señalar montos de acreencias exorbitantes.
Sexto precedente:
Indica que la orden de pago debe ser por una suma líquida en su integridad. La sumas
ilíquidas ya no tienen lugar en el mandato ejecutivo que da trámite a la ejecución de la
garantía hipotecaria, salvo en lo atinente a los intereses, costas y costos que se generen
luego de la emisión del mandato de ejecución hasta el día de pago total de la deuda.
De acuerdo al último precedente, el demandante puede ejecutar la hipoteca sólo hasta por
el monto del gravamen. Si la deuda asciende a un monto mayor, el saldo no puede
considerarse de ninguna manera cubierto por la garantía hipotecaria. Así, en el caso de
Antonio, la hipoteca sólo puede ejecutarse hasta por el monto de doscientos mil dólares,
los trescientos mil restantes se consideran no cubiertos por esta garantía. Toda pretensión
del banco demandante en sentido contrario deviene en ilegal, por contradecir el
precedente casatorio. Si el Juez emitiera resoluciones dirigidas a que la hipoteca cubra esos
trescientos mil dólares, tales resoluciones irremediablemente incurrirían en nulidad.
VI. Conclusiones.
Entre las controversias que genera el Sexto Pleno Casatorio Civil, después de haber revisado
la legislación sustantiva aplicable como es la Ley General de Instituciones Bancarias,
Financieras y de Seguros, Ley de Tìtulos Valores y el Código Civil que son las normas
aplicables a las relaciones jurídicas presentes en el caso; es que se pretenda resolver
preponderantemente con las normas del Código Procesal Civil; lo que genera un efecto de
pretender “procesalizar” el derecho comercial incluido en el derecho empresarial, que se
caracteriza por la aplicación y conocimiento de las normas especiales sustantivas(Ley
General de Sociedades, Ley de Instituciones Bancarias, Financieras y Seguros, Ley General
del Sistema Concursal, Ley del Mercado de Valores, Ley de Libre Competencia Y Represión
de la Competencia Desleal, Ley de títulos Valores) entre otros.
El indebido empleo de los títulos ejecutivos por las entidades bancarias o financieras, que
abusan de los títulos valores incompletos, señalando montos excesivos, tema que no fue
considerado por el Pleno Casatorio materia de análisis; en tanto el deudor realizan
amortizaciones o abonos en pago de la deuda, que no se ven reflejados en los títulos
ejecutivos, que sería un tema para un posterior pleno casatorio comercial o pleno comercial
distrital, dada la preocupación de los Juzgadores, abogados, justiciables y comunidad en
general.