Este documento muestra un análisis teológico del pasaje del apóstol Pablo en su carta a los Gálatas, del versículo 13 al versículo 23, del capítulo 5. “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” ANÁLISIS TEOLÓGICO I. ASUNTOS PRELIMINARES Y ANÁLISIS CONTEXTUAL. A. Asuntos Preliminares 1. Introducción a) Autor La consideración de la autoría del apóstol Pablo con relación a la carta a los Gálatas es casi unánime. Sin embargo, también existe un pequeño sector que duda de la autoría paulina de la epístola, proponiendo que el “núcleo” sí es paulino, pero que la “cáscara” de la carta es de un autor pseudoepígráfo.[1] 1) Argumentos a favor de la paternidad literaria paulina. i) Evidencia interna. La carta misma refleja la paternidad del apóstol. Hendriksen comenta:“El escritor nos dice que su nombre es Pablo (1:1; 5:2). La carta es una unidad manifiesta. Describe un medio ambiente que se ajusta a los tiempos en los que Pablo vivía (cf. Hch. 15:1;1 Co. 7:19). Además, es muy personal, y revela en toda su extensión a “un hombre en Cristo” ¡He aquí una mente tan amplia que tiene lugar para la soberanía divina y la responsabilidad humana, un corazón tan lleno de amor que censura ásperamente, justamente porque ama profundamente!” [2] De igual manera, Gálatas tiene varios pasajes que se relacionan con la cartas a los Romanos, las dos epístolas a los Corintios, la carta a los Efesios y a los Filipenses. ii) Evidencia externa. Eusebio, en su “Historia Eclesiástica”, considera la autoría de Pablo en 14 cartas (incluida Gálatas). Orígenes cita repetidamente la carta mencionando a Pablo como su autor. Clemente de Alejandría, en sus diversas obras, cita también la epístola reconociendo la autoría paulina. Tertuliano en su obra cita en repetidas veces la epístola asegurando a Pablo como su autor. La epístola se encuentra referida en el Fragmento Muratorio. El hereje Marción la incluye en su lista de libros paulinos. Se encuentra en las versiones “Antigua Siríaca” y “Antigua Latina”. Policarpo, en su “Epístola a los filipenses”, cita Gálatas. 6:7: “Dios no puede ser burlado”. Clemente de Roma escribió en su obra primera: “visteis sus sufrimientos delante de vuestros propios ojos”, lo que puede ser alusión a Gálatas. 3:1. Ignacio escribió acerca de un “ministerio no de sí mismo ni por hombre, sino en el amor de Dios el Padre y el Señor Jesucristo”probablemente haciendo memoria al versículo inicial de la carta paulina de Gálatas.Bernabé, Hermas, Justino Mártir, y la Epístola a Diógneto son, entre otros escritos de fecha muy temprana, que contienen pasajes que a probablemente sean alusiones a Gálatas. [3] 2) Argumentos en contra de la paternidad literaria paulina. Quienes rechazan la paternidad del apóstol como autor de esta epístola (principalmente los de la escuela radical: Bauer, Loman, Pierson, Naber y Van Manen), consideran que la lucha entre el cristianismo paulino y el judío (como ellos observan en el segundo capítulo de la epístola), no pudo darse en fecha tan temprana. Tampoco la cristología tan elevada que ellos consideran que se encuentra en la carta. Es por ello, que algunos de ellos consideran que la carta debe ser fechada hasta el segundo siglo de la era cristiana. [4] Sin embargo, para muchos, dichos argumentos carecen de fundamento. Incluso, junto con Romanos, y las dos cartas a los Corintios, Gálatas es contada como las “epístolas capitales” de Pablo, y modelo en el cual se cotejan otros documentos para determinar si son de autoría paulina o no. [5] b) Fecha y lugar Existen diversas opiniones con respecto a la fecha y el lugar de la epístola. Hendriksen apunta: “Sobre esta materia existe una gran diversidad de opiniones. Algunos aceptan como la fecha correcta una que esté al final del primer viaje misionero (cerca de 50 d. C.), y como el lugar de su composición: Antioquía. También hay aquellos que, en el otro extremo, clasifican esta carta como una de las cartas de la prisión de Pablo en Roma (60 d. C. o más tarde)” [6] Quienes argumentan una fecha tardía, consideran que Pablo no visitó Galacia del norte sino hasta su tercer viaje misionero, y la escribió estando en Éfeso. Quienes optan por una fecha temprana lo hacen considerando los siguientes asuntos: Fue escrita después del Concilio de Jerusalén (Gálatas 2:1 – Hechos 15:1-4); después de 2 visitas a Galacia (Gálatas 4:13 – Hechos 13, 14 y 15:40 – 16:5); no mucho después de la conversión de los gálatas (Gálatas 1:6). Es por ello, que algunos consideran la fecha durante el segundo viaje misionero, en Corinto, antes de la llegada de Timoteo y Silas. [7] c) Método Es una epístola con autoridad apostólica dirigida a una iglesia naciente (se desconoce a ciencia cierta si los destinatarios fueron los gálatas del sur o los gálatas del norte, pues 1:2 solamente menciona a “las iglesias de Galacia”) mayoritariamente gentil que prontamente se había alejado de la libertad en Cristo, regresando a la esclavitud de la ley. Está escrita en prosa. El asunto central es la libertad del evangelio de la gracia. d) Propósito El éxito de la empresa misionera de Pablo y Bernabé trajo un gozo enorme a la iglesia de Antioquía (Hechos 13:1–3; 14:25–27). Antioquía de Siria, por ser una ciudad cosmopolita, contaba con una colonia de judíos (Hechos 11:19), pero la comunidad cristiana, que ha sido llamada “la cuna del cristianismo gentil y del esfuerzo misionero”, rehusó ser encerrada dentro de los límites del judaísmo. Fue en Antioquía donde los seguidores de Jesús pusieron un pie aparte de las demás sectas judías, entendiendo su papel único dentro de las demás religiones del imperio. Aquí fue donde los discípulos fueron llamados por primera vez “cristianos”. La noticia de los gentiles conversos al cristianismo llegó a Jerusalén, en donde existía un ala farisaica (Hechos 15:5). Dichas personas insistían en la necesidad, no sólo de la fe en Jesús, sino en seguir los ritos de la religión judía (tales como la circuncisión) para poder así gozar de la salvación (Hechos 15:1). Consecuencia de ello es el Concilio de Jerusalén mencionado en al capítulo 15 del libro de los Hechos, donde el fallo final determinó que no se molestase a los gentiles con asuntos de religión judaica, salvo ciertas consideraciones morales y dietéticas sencillas pero importantes. Sin embargo, estos judaizantes siguieron con su labor. Recorrieron Galacia insistiendo que los gentiles fuesen circuncidados como un medio de salvación (Gálatas 5:2, 3; 6:12). No negaban la fe en Cristo, pero proclamaban fuertemente que la circuncisión y otros requerimientos adicionales también eran necesarios (Gálatas 4:9, 10). Dichas personas también trataron de levantar sospechas en cuanto a Pablo. Trataron de desacreditarlo, afirmando que su apostolado no era de Dios sino de los hombres, menospreciando su ministerio. Decían que Pablo sólo trataba de ganarse el favor de los hombres (Gálatas 1:10). Tristemente, los cristianos gálatas prestaron atención al dicho de estos judaizantes, lo cual pesó grandemente en el corazón de Pablo. La libertad cristiana de los gálatas corría peligro, y el apóstol no lo permitiría. Guiado e impulsado por el Espíritu, decidió escribir la epístola. Hendriksen señala: “Debía declarárseles nuevamente la doctrina de la gracia soberana en toda su sencillez y gloria. Con todo, a la vez que se gloriaba en la cruz, el apóstol sabía que era necesario prevenir a los gálatas contra la perversión de esta doctrina de gracia, para que no pensaran que esta nueva libertad cristiana era equivalente al libertinaje. Por tanto, enfatizó de que si una persona camina por el Espíritu, el Espíritu de libertad, no dará gusto a los deseos de la carne, sino que, por el contrario, llevará fruto, fruto del Espíritu (Gá. 5:16–26). Brevemente, entonces, la ocasión que impulsó a Pablo a escribir esta carta fue la siniestra y, hasta cierto punto, exitosa influencia que estaban ejerciendo estos judaizantes alborotadores sobre las iglesias de Galacia del sur. Y el propósito de la carta era neutralizar este peligroso error por medio de enfatizar nuevamente el glorioso evangelio de la libre gracia de Dios en Cristo Jesús: la justificación por la sola fe sin obras de la ley. Pero también escribía para exhortar a los destinatarios a que adornasen y demostrasen el genuino carácter de su fe por medio de una vida en la que abunde el fruto del Espíritu.” [8] e) Tema y Contenido La epístola a los Gálatas tiene como tema central el deseo de Pablo para que los creyentes de dicha región vuelvan a la verdad del evangelio de la gracia. Hendriksen señala: “Está claro, pues, que la preocupación principal de Pablo es que los gálatas no pierdan su fe en el verdadero evangelio.” [9] En su contenido, Pablo defiende su comisión divina (y no humana) de la predicación del evangelio. Argumenta la insignificancia de la muerte de Cristo si la salvación tuviera que obtenerse mediante el cumplimiento de las obras de la ley. La vida cristiana ha de vivirse por el don del Espíritu Santo recibido por gracia, así que no debían regresar al plano de las obras de la ley. Pablo derriba los argumentos judaizantes con respecto a Abraham y la circuncisión, haciendo notar la fe del patriarca. Pablo también advierte de que el incumplimiento de toda la ley acarrea maldición. Así mismo les recuerda la función de la ley en el pasado, y de la nueva vida ahora en Cristo Jesús. Establece la esclavitud que trae la ley contrastándola con la libertad que trae la fe en Cristo. Esta libertad no es sinónimo de anarquía, sino que cumple la ley del amor, la ley de Cristo. [10] 2. Contexto del libro o carta Gálatas es una carta que aborda el tema de la libertad en Cristo y de la obra del Espíritu Santo. La ley y las obras de la carne ya no son propias de la vida cristiana. En esta carta, el apóstol defiende la doctrina de la salvación por gracia únicamente mediante la fe y sin la necesidad de las obras de la ley, lo cual, significa que el cristiano ha de vivir dicha libertad en el Espíritu y ya no bajo la esclavitud ni de la ley, ni de las obras de la carne. Algunos dividen la carta en 3 secciones de 2 capítulos cada una. Una sección con contenido biográfico, una con contenido doctrinal y la última con indicaciones prácticas. En el capítulo 1 y 2, el apóstol defiende su llamado apostólico, no con el afán de vanagloriarse, sino con el propósito de establecer el origen divino del evangelio. En los capítulos 3 y 4, Pablo presenta argumentos imperiosos e ilustraciones para probar la superioridad del evangelio ante la ley, estableciendo el verdadero propósito de la última. En la aplicación práctica de los capítulos 5 y 6, el apóstol exhorta a los gálatas cristianos a que hagan buen uso de su libertad cristiana y no la tomen como pretexto para pecar. La libertad en Cristo nos capacita para lograr la rectitud de vida que la ley establece. [13] 3. Contexto inmediato. Sección, Párrafo, Conexión. a) Sección: XI, del a) al b)4 b) Párrafo: Gálatas 5:13-23 c) Conexión: Teológica II. ANÁLISIS SINTÁCTICO A. Forma literaria Carta Apostólica Doctrinal. Prosa B. Párrafo 1. Proposición temática En esta porción de la epístola a los gálatas, el apóstol enfatiza la libertad a la cual han sido llamados los creyentes en Cristo Jesús. Dicha libertad es caracterizada por el amor y por la vida en el Espíritu. El fruto de esta libertad es contrastado con las consecuencias de la vida en la carne. Es así que la libertad cristiana en el Espíritu, no es ocasión ni apología para una vida de pecado. 2. Divisiones naturales XI. Libertad y no licencia (5:13-26) a) La libertad del amor: el amor contra la carne (5:13-15) 1) Llamados a una libertad no para el pecado sino para el amor (5:13) 2) El cumplimiento de la ley mediante el amor (5:14) 3) Las contiendas y pleitos traen destrucción (5:15) b) La libertad del Espíritu: el Espíritu contra la carne (5:16-26) 1) Los oposición entre carne y Espíritu (5:16-17) 2) El Espíritu nos libra de la ley (5:18) 3) Los frutos de la carne (5:19-21) 4) El fruto del Espíritu (5:22-23) C. Mostrador sintáctico (no se muestra en este documento) D. Transición entre párrafos En el versículo 14 del capítulo 5 comienza a explicar lo que estableció en el versículo 13: la libertad en Cristo. 14 y 15 establecen que dicha libertad conduce al amor. En el versículo 16 del capítulo 5 continúa con el tema de la libertad en Cristo, pero ahora desde la perspectiva del Espíritu Santo. Del 16 al 23, la argumentación gira en las características de la vida en el Espíritu del creyente.