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ISSN: 1132-1989
bioética@um.es
Asociación Española de Bioética y Ética
Médica
España
Contenido
que las captan, los receptores, tanto en las etapa de la vida, en que cada uno elabora
gónadas como en el cerebro. Se establece sus señas de identidad e irrumpe en su
así, antes de nacer, el boceto de cerebro vida con fuerza la sexualidad.
de cada uno con patrón masculino de Hoy tenemos evidencia de que las hor-
hemisferios asimétricos, o femenino con monas desempeñan un papel importante
simetría hemisférica3 y áreas con diverso a partir de la pubertad en el desarrollo
tamaño en uno u otro. y maduración del cerebro4, y de cómo
Lo importante del boceto no son lo hacen. En general, la testosterona y
los tamaños relativos de unas u otras el estradiol se asociaron con los cambios
regiones, sino cómo se establecen las co- dinámicos en el cerebro en este período.
nexiones entre ellas permitiendo, o por el La maduración de los lóbulos parietal
contrario dificultando, el procesamiento y temporal y la corteza pre-frontal se
de la información que fluye a través de relacionan con el aumento de los niveles
las fibras y fascículos de materia blanca de estradiol en las chicas y el aumento
entre regiones más o menos alejadas en la de los niveles de la testosterona en los
estructura cerebral. La actividad cerebral chicos. La onda de maduración que parte
depende de estos circuitos que conducen de la nuca hacia la frente sigue diferentes
la información neuronal. velocidades en diferentes áreas de los dos
La estructura y la funcionalidad se hemisferios en unos y otras, consolidando
crean de forma dinámica y principalmen- el patrón cerebral prenatal como mas-
te en dos ventanas de tiempo en el que se culino y femenino. Las fluctuaciones en
dan una gran influencia de las hormonas la relación de las concentraciones de las
sexuales: en la construcción y maduración diversas hormonas modifican el trazado
del cerebro. En un primer periodo, que
abarca el desarrollo prenatal y la infancia, 4 Entre otros: Dinov, I.D., Worthman, C.M.,
Sowell, E.R. «Puberty influences medial temporal
la exposición a las hormonas de las célu- lobe and cortical gray matter maturation differently
las cerebrales condiciona la funcionalidad in boys than girls matched for sexual maturity».
entre áreas cerebrales. Más adelante, a Cerebral Cortex 21(3), 2011, 636–646. Giorgio, A.,
Watkins, K.E., Chadwick, M., James, S., Winmill,
partir de la pubertad, a las diferencias L., Douaud, G., De Stefano, N., Matthews, P.M.,
debidas por las dosis hormonales y loca- Smith, S.M., Johansen-Berg, H., James, A.C. «Lon-
lización de sus receptores, se une el hecho gitudinal changes in grey and white matter during
adolescence». Neuroimage 49, 2010, 94–103. De
de que la producción hormonal, lineal en
Bellis, M.D., Keshavan, M.S., Beers, S.R., Hall, J.,
el varón y cíclica en la mujer. Se consolida Frustaci, K., Masalehdan, A., Noll, J., Boring, A.M.
el dimorfismo sexual durante el periodo «Sex differences in brain maturation during child-
de la adolescencia precisamente cuando hood and adolescence». Cerebral Cortex 11, 2001,
552–557. Raznahan, A., Lee, Y., Stidd, R., Long, R.,
son más intensas las influencias y sobre Greenstein, D., Clasen, L., Addington, A., Gogtay,
todo las vivencias y experiencias de esta N., Rapoport, J.L., Giedd, J.N. «Longitudinally map-
ping the influence of sex and androgen signaling
on the dynamics of human cortical maturation in
3 López Moratalla, N. Cerebro de mujer y adolescence». Proceeding National Academic Science
cerebro de varón. RIALP, Madrid, 2007. 2ª edición. USA 107, 2010, 16988–16993.
de las trayectorias que se estén trazando recientemente, con los mismos datos,
en esos tiempos. para unos las diferencias sexuales en el
Las diferencias según sexo en la cerebro, porque son biológicas, son nece-
anatomía, la fisiología y neuroquímica sariamente innatas y determinadas hasta
del cerebro, son reales y de importancia el punto de constituir una condición per-
clínica5. Existen diferencias entre la mujer sonal. Para otros, el género es un concepto
y el varón con respecto a enfermedades socialmente «construido» que no tiene
neurológicas y psiquiátricas, que afectan presupuestos ni en la realidad biológica ni
a su naturaleza y a su incidencia. en la psicológica. Se nace así, afirman los
Algún autor ha sugerido6, y muchos primeros; se hace, afirman los segundos.
pensado, que considerando la profunda Las conclusiones que se derivan de una
fascinación del público con la investi- orientación sexual opcional, y variable o
gación sobre la diferencia sexual, y su no a lo largo de la vida, o determinada
impacto en los problemas mentales de desde el nacimiento, ejercen, obviamente,
salud, la educación y la equidad laboral, una fuerte influencia en la forma de ver-
los neurocientíficos deberían prestar una nos los hombres, en la cultura, y ha hecho
mayor atención a que no se produzca una interminables los debates ideológicos de
apropiación indebida de los llamados las últimas décadas. Al mismo tiempo
«hallazgos científicos sobre el cerebro que la respuesta tiene consecuencias de
masculino y femenino». Con demasiada gran calado en la política social y familiar.
frecuencia los datos, muy provisional- Sin embargo, los avances de la neu-
mente validados, se han utilizado para robiología permiten contestar a las pre-
apoyar posturas ideológicas tomadas de guntas hechas desde hace tiempo sobre la
antemano. La literatura de la diferencia orientación homosexual. La gran cantidad
cerebral está llena de afirmaciones extra- de estudios de diferente calidad tienen
poladas y mal interpretadas. más concordancias que disparidad, desde
Ciertamente los estudios de la orienta- el momento en que se puede conocer más
ción sexual no son estudios fáciles. Hasta de la actividad y los circuitos del cerebro
sexual.
5 Bao, A-M., Swaab, D.F. «Sex Differences Tan recientemente, como el 1 de
in the brain, behavior and neuropsychiatric dis- agosto de este mismo año 2012, Rieger7 y
orders. The Neuroscientist 16, 2010, 550–565. Klein,
colaboradores, publican un nuevo sistema
L.C., Corwin, E.J. «Seeing the unexpected: how sex
differences in stress responses may provide a new para medir la excitación provocada por
perspective on the manifestation of psychiatric dis- el estímulo sexual, que aporta el rigor
orders». Current Psychiatry Report 4, 2002, 441-448. necesario a las respuestas dadas en los úl-
Cahill, L. «Why sex matters for neuroscience». Na-
ture Reviews Neuroscience 7, 2006, 477-484. Shors, T.J. timos años, ya que permite confirmar los
«Opposite effects of stressful experience on memory resultados concordantes de numerosos
formation in males versus females». Dialogues in
Clinical Neuroscience 4, 2002, 139-147. 7 Rieger, G., Savin-Williams R.C. «The Eyes
6 Eliot, L. «The Trouble with Sex Differences». Have It: Sex and Sexual Orientation Differences in
Neuron 72, 2011, 895-898. Pupil Dilation Patterns». PLoS ONE 7, 2012, e40256.
En la realidad algunos animales, los concepto del «efecto fraternal del orden
bononos entre otros15 tienen contactos de nacimiento» en la homosexualidad
sexuales entre individuos del mismo sexo, humana masculina. Varias publicaciones,
esta actividad no ha sido eliminada por no confirmadas, propusieron16, que para
la selección natural porque cumple una un chico tener varios hermanos mayores
función: es una actividad de integración de la misma madre aumenta, en aproxi-
en la vida social, al modo de cómo en madamente un 33%, las probabilidades
otras especies se practica el acicalamiento de que sea homosexual, sin que cuente
mutuo. Esto es cemento político de su para nada el número de hermanas mayo-
sociedad entre las hembras, es expresión res. Esta relación, cuando existe, podría
de atención de las madres hacia las crías, ser explicada por la tasa de exposición a
saludo, mecanismos de apaciguamiento las hormonas en la etapa prenatal. Si en
ante las fricciones por la posesión de la cada uno de los sucesivos embarazos de
comida, o el territorio. Pero ningún ani- varones aumentara la inmunidad de la
mal restringe su actividad sexual a los madre contra el factor determinante del
individuos de su mismo sexo. Todos los sexo masculino producido por el feto,
que tiene actividad con los de su mismo disminuiría la masculinidad de los fetos
sexo, son promiscuos y bisexuales. masculinos posteriores17.
El comportamiento sexual en los Hay un dato en apoyo de que el orden
animales es un automatismo innato, y del nacimiento baja la exposición a andró-
también aprendido, seleccionado en fun- genos durante la vida prenatal, y es que
ción de la reproducción, que no puede el orden en la escala de hermanos varones
ser traducido a la orientación sexual y la influye en un parámetro que mide dicha
atracción entre los seres humanos, en los exposición prenatal18. Se trata, como se
que se integran componentes cognitivos, comentará más adelante de la asimetría
emocionales, afectivos, etc. Toda persona de la mano derecha. Hoy sabemos que la
tiene capacidad de aflojar las ataduras
que atan los estímulos sexuales fuerte- 16 Blanchard, R., Bogaert, A.F. «Homosexual-
ity in men and number of older brothers» American
mente viscerales y responder a ellos, o Journal Psychiatry 153, 1996, 27–31. Blanchard, R.
no responder, personalmente. «Birth order and sibling sex ration in homosexual
La repetición de la idea de que la versus heterosexual males and females» Annual
Review Sex Researches 8, 1997, 27–67. Jones, M.B.,
selección natural, que evidentemente
Blanchard, R. «Birth order and male homosexuality:
premia la fecundidad, pudiera trabajar a extension of Slater’s index» Human Biology 70, 1998,
la contra, dejando pasar por su filtro la 775–787.
homosexualidad animal, ha propiciado el 17 Blanchard, R., Klassen, P. «HY antigen and
homosexuality in men» Journal Theory Biology 185,
1997, 373–378.
15 De Waal, F. «Tension Regulation and non- 18 Blanchard, R., Cantor, J.M., Bogaert, A.F.,
reproductive functions of sex among captive Bono- Breedlove, S.M., Ellis, L. «Interaction of fraternal
bos». National Geografhic Research 3, 1987, 318-335; birth order and handedness in the development of
De Waal, F. El mono que llevamos dentro. Editorial male homosexuality» Hormonal Behaviors 49, 2006,
Tusquests, Barcelona, 2007. 405–414.
revierte con más facilidad ya sea espontá- Son muchas las funciones cerebrales
neamente, ya sea con psicoterapia23. de todas las personas los que exigen
En resumen, la homosexualidad apa- alineación con el cerebro masculino del
rece en la investigación neurobiológica padre, o de quien haga sus veces, y con
como un proceso ni irreversible, ni mera- el cerebro femenino de la madre o figura
mente opcional, como si se tratase de un materna, al menos durante los dos pri-
continuo desplazable en una orientación meros años de vida24, para alcanzar un
u otra según la presión del ambiente, o desarrollo armónico, y salud mental. En
de la decisión personal. Tiene como base la familia basada en el modelo natural
una predisposición genética, influida por heterosexual, la ausencia de cualquiera de
el entorno físico-fisiológico, y recibe las los padres es re-emplazada y remplaza-
influencias positivas o negativas en las ble. El modelo de convivencia que surge
relaciones familiares y sociales, con la de una relación homosexual no trata de
educación, particular durante las etapas remplazar una carencia sino de presentar
críticas de desarrollo. Estas influencias como realidad que tiene duplicada una de
son muy fuertes para la identidad, la las figuras, e inexistente la otra.
personalidad y la madurez sexual de cada La información –con una fuerte inten-
persona. No son indiferentes. ción de evitar cualquier tipo de sesgo– de
La realidad cerebral que nos muestran los avances neuro-científicos en relación
las neurociencias podría ser el punto de con la homosexualidad podría facilitar
confluencia para un debate que analice un debate racional, cuando aún se está
con rigor el modelo de la relación he- en sus comienzos. Es posible que con el
terosexual, implicado en la transmisión tiempo el resultado de un experimento
de la vida de la que depende el futuro de este tipo exija la vuelta a la crianza y
de la sociedad, y el modelo de relación educación en una convivencia natural.
homosexual. Para entonces, sería tarde para remediar
Es imprescindible conocer e informar el posible daño causado, a quienes ni se
a la sociedad de los efectos –indiferentes les ha dado oportunidad de elegir.
o adversos– en el desarrollo psicológico
y emocional de las siguientes generacio-
nes, si se admite sin más la opcionalidad
de que la familia en que se educan unos
niños esté constituida artificialmente por
dos padres o dos madres, o naturalmente
por uno y una.
Resumen
está constituido por núcleos del hipotálamo y el complejo amigdalino del sistema
límbico y, controlado por el lóbulo frontal. El patrón cerebral homosexual, cuando la
predisposición heredada se transforma en tendencia adquirida, muestra en los rasgos
funcionales y estructurales dimórficos, no relacionados directamente con la sexualidad,
valores que se acercan a los del patrón de las personas del otro sexo biológico. Sin
embargo el patrón de respuesta a los estímulos sexuales es masculino y diferente del
de los hombres heterosexuales. En las mujeres homosexuales el patrón de respuesta
está masculinizado. La homosexualidad aparece en la investigación neurobiológica
como un proceso ni irreversible, ni meramente opcional; existe una disfunción del
sistema de evaluación de los estímulos sexuales en relación con su función biológi-
ca, la reproducción. Los datos deberían tenerse en cuanta para respetar el derecho,
de quienes lo deseen, a tratar de cambiar su orientación sexual. Y para la toma de
decisiones sociales y legales que equiparan ambos tipos de relación, que tienen con-
secuencias en la vida social actual y de las generaciones siguientes.
Palabras clave: diferencias según sexo, orientación sexual, predisposición genética,
cerebro sexual, estructura cerebral.
Abstract
However, the pattern of response to sexual stimuli is different in male and heterosexual
men. In homosexual women the response pattern is masculinized. Homosexuality
appears in neurobiological research as a process neither irreversible, nor purely op-
tional; there is a system dysfunction in the assessment of sexual stimuli in relation
to their biological function, reproduction. The data should be taken into account in
order to respect the right of those who wish to try to change their sexual orientation.
And for making social and legal decisions that equate both types of relationships,
which have implications for current social life and next generations.
Key words: gender differences, sexual orientation, genetic predisposition, sexual
brain, brain structure.
que van a actuar sobre los genes –sobre la expresión de uno o varios genes.
el genoma de cada uno– permitiendo que En el tema que nos ocupa, de entre
se produzca una proteína propia de ese esos factores de regulación de los ge-
órgano, a esa edad, etc., o se quede silen- nes, las hormonas sexuales tienen una
ciado para siempre, o durante un tiempo, importancia especial. Fabricadas en las
y en una parte concreta del organismo. gónadas y en el cerebro –y parcialmente
Este sistema de regulación cambia de en las glándulas suprarrenales– marcan
estructura paulatina y ordenadamente el ritmo de la construcción de las gónadas
con el entorno, también continuamente femeninas –los ovarios– o masculinas –los
cambiante. testículos– siguiendo las pautas de los
Los factores reguladores internos van genes presentes en el par de cromosomas
apareciendo a lo largo del desarrollo sexuales femenino, XX, o del masculino,
embrionario y de toda la vida, en las di- XY.
versas partes del organismo. Los factores Las células del cerebro, las neuronas,
externos al organismo son los del medio como cualquier célula del organismo,
ambiente del embrión –la madre, durante poseen el par de cromosomas XX o XY
el desarrollo embrionario–, y el medio según el sexo y contienen los correspon-
ambiente en su sentido más amplio, del dientes genes. El cerebro es, junto a las
entorno, alimentación, etc., después del gónadas, genitales y caracteres sexuales
nacimiento. diferentes en el cuerpo femenino o en el
A la relación genes/ambiente se deno- masculino, un órgano sexuado.
mina epigenética. Y supone que el ADN, Es, además, el órgano más complejo
sin cambiar la secuencia de sus sillares, en cualquier mamífero y de forma espe-
cambie ordenadamente su estructura es- cial en los hombres. Realiza multitud de
pacial del ADN, o el patrón de metilación: funciones con una cierta independencia,
el sitio y número de las marcas químicas con un cableado que une circuitos de
de una de las bases del ADN, la citosina, unas áreas con otras, con dos hemisferios,
que incorpora o elimina un grupo metilo. cuatro lóbulos en cada uno de ellos, y tres
Al igual que ocurren mutaciones capas conectadas entre sí, que procesan
genéticas –que cambian la secuencia de lo visceral, lo emocional, y lo cognitivo.
las cuatro bases que forman la hebra del Nos encontramos, por tanto, con un nivel
ADN y afectan por tanto al genoma–, de complejidad de la asociación genes/
existen mutaciones genéticas o epimutacio- medio mucho mayor que en cualquier
nes, que modifican el llamado epigeno- otro y, que, al estar regulado por las
ma. Estas epimutaciones se transmiten hormonas sexuales, difiere en organiza-
a la descendencia, de igual forma que ción estructural y funcional el cerebro de
las mutaciones genéticas. Y así como las mujer del cerebro del varón. Por ejemplo,
mutaciones genéticas afectan a la función la concentración de una hormona –medio-
de la proteína codificada por un gen, mu- modifica el patrón de regulación del gen
taciones epigenéticas afectan al control de que codifica su receptor. Los receptores
otros de su mismo sexo que poseen el re- ambiente que es físico, en la etapa pre-
ceptor de menor eficacia. La diferencia de natal, entorno físico y humano después
niveles de andrógenos, durante el periodo del nacimiento, y especialmente intensos
prenatal y la adolescencia, entre varones ambos medios en la pubertad y adoles-
y mujeres33 contribuye a las diferencias cencia. El entorno humano –relaciones
de la anatomía cortical dependientes del familiares, educación, etc.,- hace que las
sexo. predisposiciones se reafirmen o se dilu-
Y si esto ocurre en diversas regiones yan, influyendo de forma personal en las
cerebrales, en las áreas que forman el opciones y decisiones de cada uno.
cerebro sexual, muy ricas en receptores
hormonales, el nivel de eficacia de los 1.4. Efecto epigenético en la predisposición a
receptores marcaría la predisposición a la homosexualidad masculina
la orientación sexual. En los hombres,
el genotipo respecto a las variantes del Se han ido acumulando pruebas de
receptor de andrógenos supone una que existe un fuerte componente en la
predisposición innata a la orientación herencia que influye en la orientación
sexual heterosexual u homosexual. En sexual34.
las mujeres es menos rígido por tener a) Desde hace años, se ha tratado de
siempre dos copias y la presencia de las encontrar la causa de la homosexualidad
dos del tipo muy eficiente conlleva una masculina en el cromosoma X35, que ne-
cierta masculinización de los patrones cesariamente es de origen materno, Xm.
cerebrales. El grupo de Hamer centró su atención
Una predisposición genética no es en la región Xq28, situada en el extremo
una enfermedad de origen genético: no del brazo largo del cromosoma Xm36 y
hay una mutación en un gen. Aporta una encontraron patrones similares en per-
mayor o menor sensibilidad a la acción
de una señal hormonal. La expresión de 34 Ngun, T.C., Ghahramani, N., Sánchez,
este gen, tanto en su forma eficaz como F.J., Bocklandt, S., Vilain, E. «The genetics of sex
differences in brain and behavior». Frontiers in
en la ineficaz, sufre como todo gen una Neuroendocrinology 32 (2), 2010, 227-246.
regulación epigenética que le permite 35 Bailey, J.M., Pillard, R.C., Dawood, K.,
expresarse cuantitativamente en mayor Miller, M.B., Farrer, L.A., Trivedi, S., Murphy, R.L.
«A family history study of male sexual orientation
o menor grado, según el entorno. Medio
using three independent samples». Behavior Genetics
29, 1999, 79–86. Kruglyak, L. Hamer, D. «Genetics
33 Garcés, C., et al. «Hormone levels in 12-to and male sexual orientation». Science 285, 1999,
15 year-old boys and girls in Spain and their rela- 803. Sandovici, I., Naumova, A.K., Leppert, M.,
tionship with anthropometric variables». Clinical Linares, Y., Sapienza, C. «A longitudinal study of
Biochemistry 41, 2008, 621-624. Garagorri, J.M. et X-inactivation ratio in human females». Human
al. «Reference levels for 17-hydroxyprogesterone, Genetics 115, 2004, 387–392.
11-desoxycortisol, cortisol, testosterone, dehydroe- 36 Hamer, D., Hu, S., Magnuson, V., Hu, N.,
piandrosterone sulfate andandrostenedione in Pattatucci, A.M. «A linkage between DNA markers
infants from birth to six months of age». European on the X chromosome and male sexual orientation».
Journal of Pediatrics 167, 2008, 647-653. Science 261, 1993, 321–327.
sonas homosexuales de algunas familias. dre, Xm y que no son iguales entre sí.
Se confirmó posteriormente, destacando La alteración, de esta zona Xq28 u otra
que, por el contrario, la homosexualidad cualquiera, está en el Xm de la madre, se
femenina no tenía relación con esta área37. explica que, como se ha descrito, en al-
Un meta-análisis puso de manifiesto gunas familias hay una tasa más elevada
que hermanos homosexuales compartían de homosexualidad entre hermanos y en
en un 64% la estructura de esa región los tíos maternos de los hombres homo-
Xq28, en lugar del porcentaje esperado, sexuales40. Los hijos varones que reciben
50%. Este hecho no significa una falta el Xp, el X de la madre de origen pater-
de una posible determinación, como no no presentarían este componente de
se ha planteado38. Lo que apoya es una predisposición, lo que concuerda con la
participación del cromosoma Xm, de la falta de relación con la herencia paterna41.
línea materna, en la regulación de los b) Varios estudios sugerían una in-
mecanismos moleculares de la orienta- fluencia de la herencia familiar en la
ción sexual. En efecto cuando se analizó homosexualidad masculina42. Una he-
la dinámica de la activación/inactivación rencia no limitada a un solo factor sino
del cromosoma X39 en mujeres con, y sin, a múltiples. Por una parte las tasas de
hijos homosexuales, o en mujeres con concordancia de la homosexualidad en
uno o con varios hijos homosexuales, se gemelos monocigóticos43 y heterocigóti-
observa un sesgo en el estado de esa área cos, y por otra el que en algunos casos
del cromosoma: las madres con un hijo pero no en otros una persona homosexual
homosexual tienen respecto a las que no
40 Revisión: Bailey, J.M., Pillard, R.C. «Genet-
tienen ninguno un 13%, y las que tienen ics of human sexual orientation». Annual Review Sex
más de uno tienen inactivada esa área Researches 60, 1995, 126–150.
en un 23%. 41 McKnight, J., Malcolm, J. «Is male homo-
sexuality maternally linked? Psychology Evolution
Lógicamente cada hijo varón recibe Gender 2, 2002, 229–239. Bailey, J.M., Pillard, R.C.,
de la madre un solo cromosoma X, que Dawood, K., Miller, M.B., Farrer, L.A., Trivedi, S.,
puede ser el que ella recibió de su padre Murphy, R.L. «A family history study of male sexual
orientation using three independent samples». Be-
Xp o el que a su vez recibió de su ma- haviour Genetics 29, 1999, 79–86.
42 Kirk, K.M. Bailey, J.M. Dunne, M.P. Martin,
37 Hu, S., Pattatucci, A., Patterson, C., Li, L., N.G. «Measurement models for sexual orientation
Fulker, D., Cherny, S., Kruglyak, L., Hamer, D.H. in a community twin sample, Behavior Genetic 30,
«Linkage between sexual orientation and chromo- 2000, 345–356. Kendler, K.S., Thornton, L.M., Gil-
some Xq28 in males but not females». Nature Genet- man, S.E., Kessler, R.C. «Sexual orientation in a US
ics 11, 1995, 248–256. national sample of twin and non-twin sibling pairs».
38 Rice, G., Anderson, C., Risch, N., Ebers, American Journal of Psychiatry 157, 2000, 1843–1846.
G. «Male Homosexuality: Absence of Linkage to Bailey, J.M., Dunne, M.P., Martin, N.G. «Genetic and
Microsatellite Markers at Xq28» Science 284, 1999, environmental influences on sexual orientation and
665-667. its correlates in an Australian twin sample» Journal
39 Bocklandt, S., Horvath S., Vilain, E., Hamer, Perspectives Social Psychology 78, 2000, 524–536.
D.H. «Extreme skewing of X chromosome inac- 43 Bailey, J.M., Pillard, R.C. «A genetic study
tivation in mothers of homosexual men». Human of male sexual orientation» Archives Genetic Psychia-
Genetics 118, 2006, 691–694. try 48 (12), 1991, 1089–1096.
a 8p12 del cromosoma 8 contiene varios dará origen a una enfermedad de origen
genes que codifican enzimas del metabo- paterno.
lismo de varias hormonas implicadas en ¿Qué puede significar una modifica-
el desarrollo sexual49. ción, epimutación, en la región del cro-
Por ultimo, la región 10q26 del cro- mosoma 10 materno que contiene genes
mosoma 10 materno, contiene genes con con impronta? La epimutación supone
impronta. Estos genes, de los que el geno- que los genes con impronta se expresarán
ma humano posee unos cientos, guardan en cantidades mayores o menores según
el patrón de regulación que corresponde sea la mutación epigenética.
al cromosoma que heredó de la madre y El gen es normal; no cabe que dé lugar
del cromosoma heredado del padre. Son a una enfermedad de origen genético,
genes que no borran esas marcas, no se sino simplemente a una potenciación
reprograman ni en la fecundación ni a o dilución de la predisposición innata.
lo largo de la vida. Significa que sólo se Más aún, este dato es de gran interés en
puede usar necesariamente una copia o cuanto ofrece apoyo a la idea tan exten-
la otra en cada caso de forma fija. Por dida50 de que la influencia de la herencia
ello, si la única copia usable esta mutada materna en la homosexualidad masculina
determina una enfermedad conocida no implica solamente al cromosoma X,
como «ligada a la impronta» que cur- sino a otros cromosomas de los 22 pares
san la mayoría de ellos con trastornos no sexuales, los llamados autosómicos.
neurológicos. Resumiendo, todos recibimos la he-
¿Por qué? Sencillamente porque una rencia genética de nuestros padres en dos
buena parte de los genes con impronta capas. Una capa es el genoma o secuencia
ejercen un papel esencial en las primeras de bases del polímero ADN, que no cam-
etapas del desarrollo embrionario en las bia a lo largo de la vida y es igual en todas
que se está formando y desarrollando el las células del organismo. Aporta la iden-
sistema nervioso. Para unos genes es la tidad biológica, naturalmente sexuada, de
copia materna la que puede expresarse cada uno. Y una segunda capa, la capa
y la paterna queda silenciada siempre. epigenética, que no modifica la secuencia
La mutación de la primera dará lugar a del ADN sino su estructura y sus marcas
una enfermedad de origen materno. Para químicas, y que así regula la expresión de
otros genes que la copia que se silencia los genes. Esto es que se expresen o no,
es la materna, la alteración en la paterna que lo hagan con más o menos intensidad,
orientation and the 2nd to 4th finger length ratio: 50 Incluso se ha publicado, aunque no confir-
evidence for organising effects of sex hormones or mado, en la línea de una determinación genética,
developmental instability?» Psychoneuroendocrinol- que una característica de madres de varones ho-
ogy 28, 2003, 288–303. mosexuales es una mayor fecundidad (Iemmola,
49 Mustanski, B.S., Chivers, M.L., Bailey, J.M. F., Ciani, A.C. «New evidence of genetic factors
«A critical review of recent biological research on influencing sexual orientation in men: Female fe-
human sexual orientation». Annual Review of Sex cundity increase in the maternal line». Archives of
Research 12, 2002, 89–140. Sexual Behavior 38, 2009, 393–399).
2.2. Asimetría en las manos: Una medida de ventana del crecimiento fetal en que se
la exposición prenatal a esteroides hormonales desarrollan las manos58. La correlación
de la longitud relativa con la relación
La diferenciación sexual conduce andrógenos/ estrógenos y no con la can-
al desarrollo de distintas estructuras tidad absoluta de hormonas implica un
anatómicas –gónadas y genitales– y proceso de regulación que hace cambiar
también produce cambios anatómicos, la acción hormonal relativa.
aunque menos evidentes, en el cerebro, Los hombres tienen en general una
los huesos, músculos, etc. Diversas es- relación 2D:4D menor que las mujeres
tructuras anatómicas bilaterales no son en todos los grupos étnicos y el efecto es
perfectamente simétricas; algunos rasgos más intenso en la mano derecha que en
presentan asimetría direccional –difieren la izquierda59. Las diferencias hormonales
en el lado derecho o el izquierdo en un varón/mujer convierten dicha relación en
número elevado de individuos en una un factor medible de dimorfismo sexual.
población– y pueden constituir rasgos Y, puesto que las etapas en que el creci-
sexualmente dimórficos. miento de los dedos dependen de la can-
La longitud relativa de los dedos dos tidad de los receptores son las mismas en
y cuatro de las manos suponen un mar- que los esteroides sexuales masculinizan
cador de dimorfismo sexual ligado a una o feminizan el cerebro, la relación 2D:4D
exposición mayor o menor a esteroides en es un marcador, fácil de cuantificar, de los
la etapa prenatal: la relación de longitud dimorfismos cerebrales que sean debidos
entre el segundo y el cuarto dedo (2D:4D) a la exposición prenatal a andrógenos60.
de las manos57 en hombres y mujeres es En la etapa adulta de la vida la re-
diferente. lación no cambia61, aunque crezcan los
Las diferencias, estadísticamente dedos de las manos.
significativas, se deben a que la pro-
liferación de las células del hueso, los
condriocitos, de las falanges del cuarto 58 Zheng, Z., Cohn, M.J. «Developmental basis
of sexually dimorphic digit ratios». Proceedings of
dedo que aumenta por la testosterona the National Academy of Sciences of the United States
prenatal y disminuye con los estrógenos. of America 108, 2011, 16289-16294.
Los receptores de andrógenos y de estró- 59 Manning, J.T., Churchill, A.J., Peters, M.
«The effects of sex, ethnicity, and sexual orienta-
genos son más abundantes en el cuarto
tion on self-measured digit ratio (2D:4D)». Archives
que en el segundo dedo. De forma que Sexual Behavior 36, 2007, 223–233.
el valor de la relación 2D:4D depende de 60 Berenbaum, S.A., Bryk, K.K, Nowak, N.,
los cambios de la relación andrógenos/ Quigley, C.A., Moffat, S. «Fingers as a marker of
prenatal androgen exposure». Endocrinology 150,
estrógenos en el dedo cuatro, durante la 2009, 5119–5124.
61 Talarovicová, A., Krsková, L., Blazeková, J.
57 Manning, J.T. «Resolving the role of prena- «Testosterone enhancement during pregnancy influ-
tal sex steroids in the development of digit ratio». ences the 2D:4D ratio and open field motor activity
Proceedings of the National Academy of Sciences of the of rat siblings in adulthood». Hormones Behavior 55,
United States of America 108, 2011, 16143–16144. 2009, 235–239.
Diversos datos apoyan que este pa- gún la asimetría direccional no se observa
rámetro es efectivamente un marcador en mujeres heterosexuales, ni en hombres
de la exposición prenatal a andrógenos. homosexuales.
Las mujeres que sufren la enfermedad Recientemente se ha descrito65 que la
Displasia Adrenal Congénita, por una administración de testosterona a chicas
exposición prenatal fuerte a andrógenos jóvenes reduce la capacidad de conoci-
provenientes de las glándulas adrenales, miento empático típicamente femenino y
poseen una baja relación y presentan en paralelo una modificación de la asime-
homosexualidad o bisexualidad, directa- tría hacia la derecha de la relación 2D:4D.
mente relativa al grado de exposición62. Hay, por tanto, una masculinización de
También se asocia esta relación con la los patrones en las mujeres homosexuales.
sensibilidad a la testosterona en personas El efecto de la exposición a los esteroi-
transexuales hombre-a-mujer63. des sexuales, durante la infancia tardía y
Se han estudiado los caracteres esta- en la terminación del crecimiento durante
dísticamente significativos en varones y la adolescencia, parece estar mediado por
mujeres heterosexuales y homosexuales. el tipo de receptor de andrógenos, de alta
El análisis en adultos de los rasgos de o baja eficiencia66.
las manos ha puesto de manifiesto64 que De forma que el escenario67 de la pre-
las mujeres homosexuales mostraron el disposición a la homosexualidad parece
mismo patrón de asimetría que los varo- pasar por la herencia genética de las dos
nes heterosexuales. El patrón consiste en variedades de receptor de andrógenos,
diferencias del valor de la relación 2D:4D como hemos propuesto. La homosexua-
según la asimetría sea en la derecha o en lidad de los hombres estaría predispuesta
la izquierda. Sin embargo la diferencia se-
65 van Honk, J., Schutter, D.J., Bos, P.A.,
62 Brown, W.M., Hines, M., Fane, B.A., Breed- Kruijt, A.W., Lentjesd, E.F., Baron-Cohen, S.
love, S.M, «Masculinized finger length patterns in «Testosterone administration impairs cognitive
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Okten, A., Kalyoncu, M., Yariş, N. «The ratio of Sciences of the United States of America 108 (8), 2011,
second- and fourth-digit lengths and congenital ad- 3448-3452.
renal hyperplasia due to 21-hydroxylase deficiency». 66 Manning, J.T. et al. «The second to
Early Human Development 70, 2002, 47–54. fourth digit ratio and variation in the androgen
63 Green, R., Young, R. «Fingerprint asym- receptor gene». Evolution and human Behavior
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64 Martin, J.T., David, A., Puts, S., Breedlove, hand, digits and digit ratio (2D:4D)» Early Hu-
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orientation and handedness in men and women: 67 Breedlove, S.M. «Minireview: Organiza-
A meta-analysis». Psychological Bulletin 126, 2000, tional hypothesis: Instances of the fingerpost».
575–592. Endocrinology 151, 2010, 4116–4122.
por una baja sensibilidad a los andróge- embargo, muestran diferencias en las
nos, y en las mujeres un exceso de expo- personas homosexuales con las generales
sición potenciaría una masculinización de de las personas de su mismo sexo. Lo que
los patrones, en la etapa prenatal. Estas es de esperar, puesto que las diferencias
observaciones no pueden ser atribuidas del cerebro de varón y del cerebro de
a percepciones o conducta. El primer mujer presentan los dimorfismos corres-
componente de sentirse varón o mujer pondientes a la acción de las hormonas,
se establece en los niños a los dos años que se consolidan con las experiencias y
y medio. A esta edad, la identidad está formas de vida.
separada de la sexualidad, que aparece
más tarde. 3.1. Asimetría hemisférica
la derecha. Pues bien, estas diferencias, dad79. Es significativo, en este sentido, que
según el sexo, en la evaluación emocional la incidencia de depresión y de intentos
de los estímulos sensoriales subyacen en de suicidio es más elevada en homosexua-
las diversas estrategias en tareas que no les, particularmente hombres80, sin que
tienen relación directa con la actividad tenga relación con el clima de tolerancia
sexual. o intolerancia a la homosexualidad en el
Realiza conexiones dimórficas con que se desenvuelva81.
otras estructuras cerebrales, como la Otras interacciones entre áreas mues-
región subcallosa y la corteza cingulada tran también diferencias. Por ejemplo, la
anterior implicadas en la mediación del corteza sensomotora y el cuerpo estriado
estado de ánimo y los procesos relacio- muestran conexiones más fuertes en
nados con la ansiedad78. Las personas mujeres homosexuales y varones hetero-
homosexuales mostraron conexiones sexuales. Estas regiones se han asociado
de la amígdala atípicas de su sexo. En con la atención para actuar en el medio
hombres homosexuales y en mujeres ambiente externo, como las reacciones de
heterosexuales, las conexiones de la amíg- lucha y huida, más comunes estadística-
dala izquierda eran más extensas y por mente en los varones82.
el contrario, desde la amígdala derecha El factor de inhibición de la respuesta
fue más intensa en mujeres homosexuales sorpresa, o factor inhibición del pre-pulso,
y varones heterosexuales. Además, en se refiere a la reducción de la respuesta
mujeres homosexuales y varones hete- sorpresa a un fuerte estímulo sensorial,
rosexuales las conexiones se establecen cuando ese estímulo ha estado precedido
con el núcleo caudado, el putamen y por un estímulo débil y refleja un meca-
la corteza prefrontal, mientras que en
hombres homosexuales y en mujeres he- 79 Wang, J., et al. «Gender difference in neural
response to psychological stress». Social cognitive and
terosexuales las conexiones se despliegan affective neuroscience 2, 2007, 227–239.
principalmente entre la amígdala contra- 80 Fergusson, D.M., Horwood, L.J., Beautrais,
lateral y la corteza cingulada anterior. A.L. «Is sexual orientation related to mental health
problems and suicidality in young people?» Archives
Las diferencias de las conexiones que of General Psychiatry 56, 1999, 876–880. Wang, J., et
la amígdala cerebral establece con otras al. «High prevalence of mental disorders and co-
áreas en mujeres y hombres explica que morbidity in the Geneva Gay Men’s Health Study»
Social psychiatry and psychiatric epidemiology 42, 2007,
los trastornos afectivos son 2-3 veces más
414–420.
frecuentes en mujeres que en hombres, y 81 de Graaf, R., Sandfort, T.G. M., ten Have,
las estrechas conexiones funcionales entre M. «Suicidality and sexual orientation: Differences
la amígdala y la corteza cingulada en las between men and women in a general population-
based sample from The Netherlands». Archives of
mujeres se supone ser un posible sustrato Sexual Behavior 35, 2006, 253–262.
neurobiológico de su mayor vulnerabili- 82 Klein, L.C., y cols., op.cit. Korte, S.M., et al.
«The Darwinian concept of stress: Benefits of allos-
78 Phillips, M.L., et al. «Neurobiology of emo- tasis and costs of allostatic load and the trade-offs
tion perception II: Implications for major psychiatric in health and disease». Neuroscience and Biobehavioral
disorders». Biological Psychiatry 54, 2003, 515–528. Reviews 29, 2005, 3–38.
por una serie de núcleos que se localizan la cuestión del tamaño no es un pará-
desde la parte más anterior a la posterior, metro definido y definitorio puesto que
dos de ellos corresponden a la zona ante- puede afectarse por múltiples factores
rior el NIHA1 y el NIHA2, otros dos en dependientes de las formas de vida.
la región caudal, el NIHA3 y el NIHA4, y
otros en la zona media posterior, el núcleo 4.3. Amígdala cerebral
mamilar medial, y lateromamilar.
Los receptores de estrógenos96 están La amígdala cerebral, o complejo
presentes a diferentes concentraciones, amigdalino, es una unidad funcional
según el sexo, a lo largo del hipotálamo de áreas perfectamente interconectadas.
desde la zona frontal, rostral, hacia la Las neuronas de cada núcleo permiten
zona caudal, la nuca, en las áreas más la entrada y salida de información sen-
anteriores. Los receptores de andróge- sorial y a su vez conectan entre sí en el
nos en el hipotálamo también se hallan complejo amigdalino; el núcleo central
distribuidos de forma diferente en va- de la amígdala está compuesto prin-
rones y mujeres97, en los varones son cipalmente por neuronas inhibidoras,
más abundantes en las zonas medias y frenos al paso de la información entrante
posteriores98. o saliente, que establecen microcircuitos
Varios estudios, ya clásicos, señalaron funcionales ejerciendo el control de la
diferencias de tamaño entre varones he- adquisición y regulación de la conducta,
terosexuales y homosexuales, que siguen como se ha investigado ampliamente con
requiriendo confirmación99. No obstante el miedo100. Además de las funciones ya
señaladas, media la diferencia de sexo
96 Kruijver, F.P.M., Balesar, R., Espila, Unga, en la respuesta a los estímulos sexuales,
A.M., Unmehopa, A., Swaab, D.F. «Estrogen Recep- especialmente los visuales, muy intensos
tor Distribution in the Human Hypothalamus in
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97 Fernández-Guasti, A, Kruijverm F.P.M., S. «The interstitial nuclei of the human anterior
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98 Fernández-Guasti, op.cit. 96. Muller C., Luthi, A. «Encoding of conditioned fear
99 LeVay, S. «A difference in hypothalamic in central amygdala inhibitory circuits» Nature 277,
structure between heterosexual and homosexual 2010, 277-284. Haubensak, W., Kunwar, P.S., Cioc-
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1990, 141–148. Allen, L.S., Gorski, R.A. «Sexual of an amygdale microcircuit that gates conditioned
orientation and the size of the anterior commissure fear» Nature 468, 2010, 270-277.
in the human brain». Proceedings of the National of 101 Hamann, S. Op. cit. 76. Hamann S, Herman
ción. Por ello, no se puede discriminar a busque ayuda para reajustar el proceso
quien voluntaria y libremente necesite y neuropsicológico.