IGLESIA CRISTIANA VERBO CANADA - TORONTO, MISSISSAUGA, MONTREAL, VANCOUVER

La fragancia de Cristo

“Mas a Dios gracias… por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque
para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte
para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida” (2 Corintios 2:14-16).

La fragancia de Cristo es una de las grandes características que Dios quiere edificar en nuestras vidas por Su gracia.
“Mas a Dios gracias… por medio de nosotros manifiesta… el olor de su conocimiento” Este
aroma espiritual, el cual resulta de conocer al Señor, bendice el corazón de Dios “Porque para Dios somos grato
olor de Cristo” El Padre ama ver la vida de Su Hijo siendo expresada en/y a través de nuestra humanidad, a
pesar de que esto requiere nuestro morir a nosotros mismos “Porque nosotros que vivimos, siempre estamos
entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne
mortal” (2 Corintios 4:11).

Conforme estamos conociendo al Señor mas y mas, nuestro Dios no es el único que es impactado. Este aroma
espiritual del Cristo impacta a cada persona que conocemos. “Dios… por medio de nosotros manifiesta en
todo lugar el olor de su conocimiento” Esto incluye a ambos los salvos y los no salvos. “Porque para Dios
somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden”

Esta fragancia afecta a los que conocen al Señor: “grato olor de Cristo en los que se salvan” Para
aquellos que están disfrutando de vida en Cristo, ese aroma celestial en nuestras vidas es “olor de vida para
vida” La fragancia de Cristo en nosotros los atrae a buscar en abundancia esa vida a la que han entrado.

Este aroma espiritual también influencia a aquellos que aún no conocen a nuestro Señor “grato olor de Cristo
en los que se… pierden” Para ellos es “olor de muerte para muerte” Ellos están muertos en
sus pecados, y este aroma los hace mas conscientes de su mortandad, mas conscientes de su necesidad de Cristo.

Cuando esta fragancia está emanando de nuestra vida, nosotros no somos la causa. Dios es el agente activo, obrando
en nosotros y a través de nosotros para manifestar este aroma celestial. “Mas a Dios gracias… por medio
de nosotros manifiesta… el olor de su conocimiento” Esta obra de la gracia de Dios está disponible para
nosotros cada día que vivimos y en cada lugar al que vamos: “en todo lugar el olor de su conocimiento”

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