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Muchos gerentes medios sienten que, a pesar de todas sus responsabilidades, carecen por

completo de poder, ya que no son capaces de ejercer influencia alguna sobre sus jefes, colegas
y subordinados.
Sin embargo, reportarle a un superior no es necesariamente un obstáculo para convertirse en
un líder. Basta que aprendan ciertos principios del liderazgo “hacia arriba, a través y hacia
abajo” de la organización para que los gerentes medios se conviertan en líderes de 360 grados.
En este texto, el autor presenta una imagen pormenorizada del líder de 360 grados, así como
sus ventajas, oportunidades, retos y desafíos. Entre los temas tratados están: mitos sobre el
liderazgo medio, retos del liderazgo medio y principios del liderazgo medio.
Los mitos de liderar desde el medio
Solo los líderes de 360 grados pueden influir sobre la gente a cualquier nivel de la organización.
Antes de perfilar las destrezas del liderazgo, es importante entender los mitos de liderar desde
el medio de la organización:
Mito 1: es necesario tener un título para poder ser un líder.
En realidad, no es necesario poseer ningún título en particular para poder ser influyente y un
líder exitoso. Hay gente que espera de un líder en los cargos superiores que les dé autoridad, en
vez de crear relaciones que permitan influir en los demás de un modo natural. Sólo siguen a un
líder dentro de los límites de la descripción del cargo de aquel. Sin embargo, es posible moverse
más allá de sus cargos, estableciendo relaciones respetuosas y valorando a cada persona en
particular que le ofrezca algo positivo a la organización.
Los logros de un gerente animarán a los empleados a seguirle debido a la contribución que el
líder hace al equipo. Contribuir con el equipo también consiste en mejorar las habilidades de
liderazgo de los demás. Esto puede ser llamado “reproducción del liderazgo”. En estas
situaciones, el líder valora tanto a sus empleados que se convierte en mentor de los mismos y
los vuelve más valiosos para la compañía.
No es necesario que los líderes potenciales estén en la cima de la organización para que puedan
desarrollar relaciones con otras personas y las motiven a trabajar en equipo. Los líderes deben
ser capaces de ejercer su influencia desde todos los rincones de la organización.
Mito 2: la gente no puede liderar hasta que llegue a la cima.
El razonamiento es más o menos el siguiente: “Cuando sea un líder, descubriré cómo influir
positivamente en los demás”, en vez de aprender los principios para ser un líder. Convertirse en
un líder es un viaje de aprendizaje. Al principio, el viaje requiere de gente dispuesta a adoptar
nuevas formas de pensar, nuevas destrezas y nuevos hábitos. Cuando llega una oportunidad, es
muy tarde para prepararse.
Mito 3: nadie te seguirá a menos que estés en la cima.
Hay gente que cree que será influyente por el sólo hecho de estar en la cima. Pero este no es el
caso. Quienes carecen de experiencia como líderes colocan su título de líder en un pedestal,
sobreestimando su importancia. La gente debe ganarse su poder de influencia con el tiempo,
independientemente de cuál sea su cargo.
Mito 4: cuando la gente llega a la cima, inmediatamente se hace con el control de la situación.
Un ejemplo de este mito es la creencia de que las cosas mejorarían “si yo fuera el jefe”. Cuando
las personas creen que pueden mejorar la organización, hacen lo necesario para alcanzar sus
objetivos. Por otra parte, es fácil sobreestimar el control que tiene un gerente que está en la
cima de la organización.
Esta está controlada por muchos factores, así que el cargo de una persona no es garantía de que
esta será influyente. En pocas palabras, la vida no es más sencilla en la cima.
Mito 5: llegar a la cima es un boleto a la libertad.
Los líderes que llegan a la cima no son necesariamente libres. No siempre pueden hacer lo que
quieren. Siempre habrá límites. Los líderes tienen más responsabilidades, sufren más presiones
y se espera más de ellos.
Mito 6: las personas no pueden desarrollar todo su potencial a menos de que sean líderes.
La realidad es que la mayoría de la gente nunca llega a la cima. Aunque hay que prosperar para
ser el mejor, no es necesario llegar a la cima de la organización para ser el mejor. Por lo general,
las grandes influencias surgen del medio. Por ejemplo, el vicepresidente de Estados Unidos, Dick
Cheney, ejerce una gran influencia a sabiendas de que el primer Puesto no le pertenece. De
cualquier forma, Cheney ha desarrollado todo su potencial. Él es un buen ejemplo de un líder de
360 grados, pues tiene la habilidad de influir en los demás desde cualquier lugar.
Mito 7: la gente no está dispuesta a liderar a menos de que pueda llegar a la cima.
La mayoría de la gente nunca llegará a director ejecutivo y, sin embargo, podrán ser líderes muy
eficientes. Los directores ejecutivos no son los únicos que hacen la diferencia. Si bien ser líder
en el medio de la organización supone ciertos retos, un verdadero líder de 360 grados puede
aprender a liderar desde arriba, desde un lado y desde abajo, e influir desde cualquier nivel.
Los retos que encaran los líderes de 360 grados:
Los líderes ubicados en el medio de la organización suelen experimentar frustración y les cuesta
tener éxito. Hay siete retos que los líderes en el medio de la organización suelen enfrentar.
Reconocer e identificar estos retos permite a los líderes encontrar soluciones y resolver
problemas:
Reto 1: tensión.
Es posible que los líderes no sepan dónde están. Aunque puedan tener poder, autoridad y acceso
a los recursos, también experimentan restricciones en otras áreas, y pueden meterse en
problemas abusando de su autoridad. Los buenos gerentes piensan en términos de
oportunidades y aprenden a tomar la iniciativa sin extralimitarse. Los líderes deben autorizar a
los demás a tomar decisiones y a actuar. Mientras más cosas inicie un líder, más posibilidades
tendrá de experimentar tensiones.
Además, el líder debe darse cuenta de que cada organización tiene su propio ambiente, que
suele modelarse a su personalidad. Los buenos líderes evalúan el ambiente y deben determinar
cuánta tensión puede haber con el fin de decidir si los aspectos positivos del clima organizacional
superan a los negativos.
Hay muchas formas de aliviar la tensión:
1. Acostumbrarse al medio.
2. Saber decidir con qué nos quedaremos y qué dejaremos pasar.
3. Hallarle rápida respuesta a las preguntas: esto supone la ayuda de otros, más tiempo
disponible y buenas relaciones con el equipo.
4. Nunca abusar de la confianza: después será muy difícil disminuir la tensión y ejercer la
autoridad.
5. Buscar formas de aliviar el estrés: contar nuestras frustraciones a otros o hacer ejercicios.
Reto 2: frustración.
El problema acá es cómo seguir a un líder ineficiente. Los líderes inseguros pueden generar
frustración porque tienen miedo de ser opacados. Estos líderes suelen:
1. Reaccionar con violencia ante situaciones en las que quedan mal.
2. Evitar cualquier cambio.
3. Mantener al equipo fuera de balance.
Otra fuente de frustración es el líder sin visión, incapaz de animar, dirigir o motivar. El clima
generado por este tipo de líderes siempre estará plagado de conflictos. Además, algunos líderes
pueden ser egoístas y avanzan a costa del equipo. Se quedan con todos los beneficios, y esto
genera frustración y resentimiento.
Hay formas de acabar con la frustración y de liderar eficientemente:
1. Crear relaciones con el líder.
2. Apreciar las fortalezas del líder.
3. Agregarle valor a dichas fortalezas.
4. Complementar las debilidades del líder.
5. Procurar que el líder entre en contacto con libros y vídeos sobre liderazgo.
Reto 3: la presión de llevar demasiados sombreros diferentes.
Por lo general, la gente que trabaja en la base de la organización tiene una responsabilidad clara
y definida. Estas personas son talentosas en una única destreza y no necesariamente quieren
convertirse en líderes.
Los líderes en la cima de la organización pueden escoger sus tareas, pero también sienten el
peso del éxito o del fracaso de toda la organización. Mientras que los líderes deben ser capaces
de hacer muchas cosas bien, los líderes en la cima deben ser capaces de hacer menos cosas pero
con mayor precisión.
Las personas que están en la mitad de la organización experimentan diariamente las exigencias
de los líderes en la cima, clientes y vendedores, entre otros. Estos líderes tienen que lidiar con
todo el mundo y sobrevivir la dinámica del liderazgo. Los líderes capaces de realizar muchas
tareas y asumir muchas responsabilidades deben ser expertos en:
1. Saber qué sombrero se deben colocar en cada situación.
2. Pedir un comportamiento coherente.
3. Compromiso ante las responsabilidades.
4. Flexibilidad.
Reto 4: ego.
Los líderes del medio no suelen recibir el reconocimiento que se merecen, y esto puede acabar
con sus egos. Dado que los líderes eficientes le prestan más atención a los logros que a los
ascensos, es importante que la gente cumpla con sus tareas.
Dado que no todo el mundo se da cuenta de o aprecia el trabajo de los demás, esto líderes deben
saber que lo que hacen es importante.
Reto 5: aparece cuando los líderes tienden a preferir el frente al medio.
Es natural que los líderes quieran ascender, tener un mayor impacto y estar en la cima de la
organización. Todo esto tiene sus ventajas, como el reconocimiento y los halagos. Sin embargo,
el reconocimiento puede ser negativo cuando las cosas salen mal. Los líderes en la cima no
tienen la libertad de descuidar lo que ven desde arriba. Además, deben procurar no avanzar
demasiado rápido, porque se arriesgarían a perder parte de sus seguidores. La realización
proviene de tener una buena actitud, relaciones fuertes y de querer ganar el liderazgo del
equipo.
Reto 6: visión.
Mientras más invierte un líder en la visión, más satisfacción obtendrá al realizar dicha visión. Los
líderes que expresan continuamente la visión de la compañía en cualquier dirección, encarnan
con más eficiencia su papel en la mitad. Sin embargo, a los líderes de la mitad se les suele pedir
que realicen una visión ajena. A veces, estos líderes no asumen una visión porque no la han
creado. Otras veces, no la entienden, no están de acuerdo o sienten que es imposible de lograr.
El líder de 360 grados interpreta la visión de modo que sea entendida por todo el mundo en la
organización. Al alinearse con la visión, los líderes en cualquier parte de la organización pueden
añadir valor, mejorar las finanzas y sentirse más satisfechos. Y el éxito será tan alto cuanto lo
sea la satisfacción. El mejor modo que tienen los líderes de realizar una visión es colocar las
necesidades de la organización de primero, manteniendo la visión frente a la gente y
entendiendo su papel en el proceso.
Reto 7: influencia.
El reto es guiar a los demás más allá de sus cargos. El liderazgo es influencia, y sin un cargo y una
buena capacidad de persuasión, la gente no nos seguirá. Un líder debe convertirse en una
persona a la que quiera seguir la gente. Este tipo de líder:
1. Se preocupa por la gente.
2. Establece su personalidad como un valor.
3. Es competente.
4. Se mantiene coherente y comprometido con su causa.
Cuando los líderes trabajan duro para adquirir estas destrezas, se vuelven capaces de ejercer su
influencia, que es uno de los requisitos para ser un buen líder de 360 grados.
Los principios de los líderes de 360 grados
Para poder desarrollar la habilidad de ser un líder de 360 grados, la gente debe aprender a liderar
“hacia arriba” con su líder, liderar “a través” con sus colegas y liderar “hacia abajo” con sus
seguidores. Cada una de estas destrezas depende de principios diferentes.
Liderar es el proceso de ejercer influencia sobre un líder. Los principios de “liderar hacia arriba”
incrementan la posibilidad de tener éxito. En este caso, “éxito” significa que los líderes de arriba
aprenderán a confiar y depender de sus subordinados, así como a pedirles consejo.
Principios del liderazgo “hacia arriba”
Principio 1: lidérese usted mismo.
Allí es donde comienza todo. Además, si usted no se siguiera a usted mismo, ¿por qué deberían
hacerlo los demás? La gente que comienza por liderarse a sí misma está poniendo en práctica la
autogerencia. Esta práctica hace énfasis en la concentración, la disciplina y el propósito. Los
líderes se impresionan con la gente que se sabe gerenciar, maximiza las oportunidades y mejora
sus fortalezas personales. La autogerencia supone gerenciar las emociones: controlarlas y saber
cuándo permitir que algunas afloren.
Además, los líderes deben ser capaces de gerenciar el tiempo. Los líderes no harán nada con su
tiempo hasta que no se den cuenta de lo valioso que es. Por otra parte, los líderes deben saber
gerenciar las prioridades. Otros elementos que deben ser gerenciados por el líder en la mitad
son:
1. Niveles de energía.
2. Forma de pensar.
3. Trabajo.
4. Vida personal.
Principio 2: si ayudamos a levantar la carga, ayudaremos al líder a triunfar.
En otras palabras, si el jefe tiene éxito, también la organización tendrá éxito. Quienes son
capaces de levantar la carga con éxito, demostrarán su compromiso con el equipo. Los líderes
que les dan un espaldarazo a los demás ganan notoriedad. El resultado es que los demás querrán
devolver el favor. Esta reciprocidad aumenta el valor y la influencia del líder, y mejora la
productividad en general.
Hay varias formas de ayudar al jefe con la carga:
1. Comenzar a hacer bien el trabajo: proveer una solución cuando aparezca un problema o
desafío.
2. Decirle la verdad al jefe: la gente debe defender a sus jefes cuando esto sea apropiado.
3. Preguntarle al líder cómo podemos levantar la carga: esto creará un diálogo positivo y abierto.
Principio 3: los líderes de 360 grados exitosos pueden hacer lo que otros líderes no quieren
hacer, porque son capaces de rechazar la comodidad.
Estos líderes trabajan en la oscuridad y mantienen sus egos bajo control. Aunque son los
primeros en dedicarse a tareas difíciles, los líderes de 360 grados deben exponerse ante los
demás sin exponer a la organización. Esto supone admitir los errores, hacer más de lo esperado
y hacer cosas que no están incluidas en la descripción del cargo.
Principio 4: hay una gran diferencia entre gerentes y líderes.
Los gerentes trabajan con procesos mientras que los líderes trabajan con gente. Ambos son
necesarios para dirigir una organización. Los líderes guían a las personas que llevan a cabo los
procesos. A diferencia de la mayoría de los gerentes, los líderes piensan a largo plazo. En cambio,
lo gerentes tienen que necesariamente pensar a corto plazo. Dado que piensan a largo plazo,
los líderes deben ver el impacto que tendrán los eventos en quienes están arriba, al lado y abajo
de ellos. Por otra parte, los líderes deben aprender a usar su intuición cuando se trate de factores
intangibles como la moral, la motivación, las emociones y las actitudes.
Principio 5: parte de trabajar con este tipo de factores intangibles es el establecimiento de
buenas relaciones independientemente de hacia dónde esté liderando la gente.
Los líderes deben ser capaces de establecer relaciones con todo el mundo. Un modo de
establecer relaciones es escuchar a la gente para ayudarla a encontrar lo que le conviene. Con
esta información, líderes y empleados pueden identificar prioridades, visión, intereses y
personalidad. Cuando se entienden estos aspectos, los líderes pueden apoyar mejor su visión,
compartir su entusiasmo, ganar confianza y liderar hacia arriba.
Principio 6: todos los líderes valoran el tiempo.
Este principio sugiere que la gente debe estar preparada cuando le quite tiempo al líder. Para
evitar robarle tiempo al líder:
1. Prepárese durante diez minutos por cada minuto de reunión con el líder. Respetar el tiempo
del líder nos abrirá
las puertas a nuevas oportunidades.
2. Esté preparado cuando le pidan su opinión.
3. Aprenda a hablar el lenguaje del jefe.
4. Aprenda sobre finanzas.
5. Provea retornos sobre la inversión del líder.
Principio 7: hacer las cosas en el momento adecuado es fundamental para un buen liderazgo.
Presentada en un mal momento, una buena idea se convertirá en una mala idea. Es importante
que los líderes sepan cuándo se está acabando el tiempo, cuándo esperar y cuándo insistir.
Principio 8: llevar a cabo las cosas y demostrar competencia, responsabilidad y confiabilidad nos
convertirá en la persona a la que todo el mundo acude cuando algo debe ser realizado.
Los líderes están constantemente en busca de gente que se ofrezca a asumir retos cuando esto
es necesario. Este tipo de personas producen bajo presión cuando hay poco impulso, la carga es
pesada y el líder está ausente. Además, logran resultados en poco tiempo y con pocos recursos.
Principio 9: estamos en un constante viaje, que requiere crecimiento y mejoría cada día.
Los líderes deben mejorar constantemente; de lo contrario, estarán dañando su capacidad de
liderazgo.
Principios del liderazgo “a través”
Principio 1: el liderazgo es un proceso continuo que requiere tiempo y energía.
Esto es cierto sobre todo cuando se trabaja con colegas. Hay siete factores que se deben tomar
en cuenta: cuidado, aprendizaje, valoración, contribución, verbalización, liderazgo y éxito. La
idea aquí es practicar todos estos componentes para ayudar a los demás sin tomar atajos.
Principio 2: en vez de competir con otros líderes, los buenos líderes trabajan en conjunto para
finalizar proyectos.
Aunque la competencia puede ser saludable, competir con los colegas puede dañar el equipo.
El trabajo en equipo y la competencia pueden llegar a ser fuerzas muy poderosas cuando lo que
se busca es complementar a cada miembro. Al canalizar la competencia, los líderes y sus equipos
pueden ganar en conjunto, mejorar el respeto mutuo, ganar credibilidad y ejercer influencia.
Principio 3: todos debemos contar con un amigo en el trabajo, independientemente de cómo
percibamos a nuestros colegas e independientemente de la competencia.
La amistad no sólo crea las bases de la influencia sino, además, provee un marco para el éxito.
Si el objetivo es ser un amigo en vez de conseguir un amigo, habrá buenas posibilidades de
liderar “a través” de la organización. Ser un amigo significa: escuchar, estar disponible, hallar
intereses comunes, conservar el sentido del humor y ser sincero.
Principio 4: quienes lideran “a través” de la organización deben evitar la política en la oficina.
Cuando los líderes juegan a la política, alienan a sus colegas. La política quiere decir cambiar
continuamente de posición para quedar del lado ganador o utilizar a la gente con fines
personales. La integridad, la coherencia y la productividad siempre pagan a la larga. Para evitar
la política en la oficina, lo mejor es evitar los chismes y los argumentos innecesarios. El líder de
360 grados tiene éxito cuando aboga por lo que es correcto y genera así confianza, a pesar de
las presiones.
Principio 5: aunque es mucho más fácil permanecer en un ámbito en el que nos sintamos
seguros, es importante que los líderes aumenten con regularidad su círculo de amistades.
Esto les permitirá entrar en contacto con nuevas ideas.
Principio 6: todos los líderes de 360 grados deben saber cuándo dejar de lado sus ideas y darle
cabida a otras ideas.
Esto significa escuchar, estar abierto a nuevas ideas y proteger las iniciativas creativas de la
gente. Los líderes deben evitar ensombrecer el objetivo con su personalidad, así como tomarse
el rechazo personalmente.
Principio 7: muchos líderes le hacen creer a los demás que son perfectos.
Esta no es una buena estrategia para un líder de 360 grados. Es mejor admitir los errores,
preocuparse menos por lo que piensan los demás, poner el orgullo de lado y estar abiertos a
aprender de los demás.
Principios del liderazgo “hacia abajo”
Principio 1: ante todo, los líderes de 360 grados deben caminar por los salones, relacionarse con
la gente y estarsiempre disponibles.
Los líderes inaccesibles erosionan su influencia sobre el equipo. Es importante crear un balance
entre intereses profesionales e intereses personales.
Principio 2: la gente respeta más a los líderes de 360 grados porque estos son el ideal a alcanzar.
El interés de estos líderes en su gente, inspira al equipo a creer en sí mismo y anima un
crecimiento positivo. Estos líderes no se pueden dar el lujo de premiar el bajo rendimiento; pero
aún así deben tratar a la gente con respeto y dignidad, lo que suele animar a los empleados a
cumplir con las expectativas del líder.
Principio 3: los líderes excepcionales se preocupan por que su gente mejore, para que genere
mejores resultados.
Esto significa ayudar a las personas a mejorar como individuos, bien sea enseñándoles a
gerenciar mejor el tiempo o cultivando la disciplina.
Principio 4: los líderes exitosos encuentran fortalezas en su gente.
Si se les pide continuamente a los empleados que trabajen en tareas que desconocen, estos se
desmoralizarán y serán menos productivos. En este sentido, los líderes deben:
1. Identificar las fortalezas de cada empleado.
2. Encargarles tareas adecuadas.
3. Identificar las destrezas que debe tener una persona para ser exitosa.
Es responsabilidad del líder proveer entrenamiento de calidad a su gente para que esta sea
exitosa.
Principio 5: sólo son influyentes los líderes que se convierten en modelos a seguir.
El comportamiento y la personalidad del líder determinan la cultura y la atmósfera de la
organización. Las decisiones del líder deben ser cónsonas con sus valores. Esta es la forma de
lograr que la gente quiera ser como su líder.
Principio 6: quienes lideran hacia abajo en la organización deben convertirse en intérpretes de
su visión y transferir dicha visión de un modo que inspire y guíe a la gente en la dirección
correcta.
Principio 7: cualquier acción premiada por los líderes será repetida.
Los líderes deben premiar tanto en público como en privado, y con premios concretos. Esto suele
significar un aumento de salario. Es importante que no todo el mundo sea premiado del mismo
modo, porque no todo el mundo es igual de productivo. Uno tiene lo que paga. Por tanto, los
líderes astutos promueven y premian a su gente siempre que sea posible.
El valor de los líderes de 360 grados
Independientemente de cuántos líderes tenga una organización, siempre necesitará más líderes
de 360 grados, que le añadan valor a la compañía. Los líderes conforman sus equipos con gente
mejor preparada que ellos mismos.
Cuando una persona lidera exitosamente en un nivel, normalmente está preparada para subir
de nivel. La clave para ser un buen líder es reconocer el buen liderazgo en la actualidad.
Los líderes en la mitad que son eficientes suelen convertirse en mejores líderes al llegar a la
cima. Estas personas suelen estar más cerca de los trabajadores y saben mejor qué está pasando.
Pueden transferirles este conocimiento a los líderes en la cima y también influir hacia abajo.

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