VENIMOS REINA HERMOSA
Virgen María la divina madre la escogida
Madre de Dios, es la más pura, las más
sagrada privilegiada en su concepción.
Vengo a dejarte Madre adorada como una
ofrenda del corazón, Lirio del campo que te
perfumen y con los lirios mi adoración.
Que mi plegaria, pura ferviente llegue a tu
trono niño gentil como el inciencio como el
aroma de los jardines del mes de abril.
Vengo a dejarte oh, madre mía Toda mi vida
en esta flor quiero entregarme con toda mi
alma porque tú eres Madre de Dios.
Cuando yo muera, Santa señora recibe
pronto mi alma a tus pies y que mis ojos
viendo ya el cielo vean a tu hijo a ti a la vez.
Gracias, Oh madres de la esperanza porque
me cubre tu intercesión permite oh Reina!.
Que siempre aclame el grande amor de tu
corazón.
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Venimos Reina Hermosa al pie de tus altares con
flores y cantares tus glorias a ensalzar recibe virgen
pura los lirios y las rosas mil flores olorosas que
adornen hoy tu altar
Que bella estas María tus ojos refulgentes
derraman a torrentes su lumbre celestial de
esplendida corona tu frente esta ceñida de gloria
esta circuida de honor y majestad.
Que bella estas María que amable y que graciosa
tus labios son de rosas de nieve es tu color mirando
tu hermosura nuestra alma se enajena pareces la
azucena del valle encantador.
Que bella estas María ropaje de inocencia protege
tu existencia y encubre tu beldad no existe ni una
mancha que empañe su blancura por tú la sierpe
impura quedo vencida ya.
Que bella estas María los Ángeles pasando tu
huella van besando latiendo de placer y entonan
placenteros su cantico de amores y esparcen
frescas flores postrados a tus pies.
Que bella estas María la aurora no es más bellas ni
el astro que descuella la noche al comenzar, Bien
pueden humillarse las flores en su tallo que a ti la
flor de mayo no pueden igualar.
 AMOR DE LOS AMORES
Oh madre de amor llena de nuevo vuelvo a ti,
bajo mi amarga pena, a llorar a tus pies.
Oh mírame a tus plantas revuelto en mi llanto
buscando en tu encanto amor y perdón.
Un día de tu lado, marche lejos de ti ingrato y
olvidado de tu inefable amor.
hoy vuelvo de esas sombras que enloquecido
ame, tu hijo aun me nombras oh Madre
celestial.
Sin ti, mis alegrías, fueron solo ilusión sin ti
fueron mis días abismo de dolor. Un prodigio
regresa cansado del error y aquí tus plantas
besan pendiéndote perdón.
Recibe entre sus brazos de nuevo a tu hijo
infiel y olvida aquellos pasos que dio lejos de
ti.
Te juro por mi vida ser siempre buena y fiel
sin ti Madre querida no puedo yo vivir.
CORO
Amor de los amores Oh Virgen María Oh
Tierna Madre mía María mi amor.
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EL ALMA HUMILDE
CORO
El alma humilde que a ti se acoge fruto
recoge de bendición dichosa el alma
santa señora, que humilde implora tu
protección.
Cuando agobiado de mis pesares en tus
altares busco perdón, Oh dulce Madre de
la esperanza en ti descansa mi corazón.
Formando alfombras las azucenas de
aroma llena la rica mies, y allí florece el
lirio hermoso que yo amoroso pongo a tus
pies.
Cuando te invoco luz de mis ojos, en vez
de abrojos veo brotar hermosas flores de
amor divino que de continuo llevo a tu
altar
Siguiendo alegre tu santa huella va la
doncella en pos de ti y embelesando con
tu cariño se encuentra el niño pensando
en ti.
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 ¡BENDITA SEAS! YO TE SALUDO
CORO
¡Bendita seas! Madre piadora, Divina rosa de Yo te saludo Reina del cielo Dulce consuelo
Jericó. Tus glorias canten en dulces modos, los del corazón. (bis)
seres todos que Dios crio.
Bendito sea tu nombre augusto del bueno y Eres clemente eres piadosa y es poderosa
justo fuerte broquel, que le asegura siempre
a tu protección (bis)
victoria, y allá en la gloria verde laurel.

Frondoso palma, lirios bendito, nardo exquisito, No puede el labio sin dulce encanto tu
santo ciprés; tus hijos fieles a ti clamamos,, y nombre santo articular.
nos postramos hoy a tus pies.
Si en sus pesares te invoca el alma su
Y nuestras preces Madre amorosa, oye antigua calma torna a cobrar. (bis)
piadosa, en la aflicción. Mira que somos, hijos
leales; de nuestros males, ten compasión. El que sus culpas llora expía por ti María
logra el perdón. (bis)
Tu amor divino nos purifique; en el radique
nuestra virtud; y de tal modo la ejercitemos, Aquí nos tienes puestos de hinojos tus
que ver logremos tu excelsa luz.
dulces ojos vuelve hacia nos. (bis)
Suave azucena nunca marchita; virgen bendita,
Madre de amor; sedante gratas, nuestras Haz que podamos Oh que consuelo
ofrendas; no desatiendas nuestro clamor. siempre en el cielo gozar de Dios. (bis)
Gloria del cielo, casta doncella, cual luna bella
luce tu albor; la nuestra dicha en ti ciframos,
por ti esperamos ver al señor.

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 BENDITA ENTRE LAS MUJERES
Bendita entre las mujeres la Madre del
salvador, virgen grávida y hermosa nos
diste a Emmanuel.
CORO.
POR ESO AVE MARIA LA TIERRA ENTRE
TE CANTARA. (bis)
Eres Madre del amor y de la santa
esperanza eres madre del temor y de la
sabiduría.
Recibiste la palabra como esclava del
señor, por eso en tus entrañas muere el
verbo de Dios.
EL agua se cambió en vino por tu dulce
intersección, también mi vida se cambió, se
cambió mi corazón.
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LOS CIELOS Y LA TIERRA
CORO
Los cielos y la tierra en ti se encontraran
María dulce abrazo que el hombre y Dios
nos da.
Las viejas profecías que hablaban del
señor, un día la esperanza de Israel, la flor
que nacería en tierra virginal, un hijo que
sería Emmanuel.
Que hizo las estrellas, que vino a mendigar
una carne curativa de mujer el Dios
omnipotente no quiso renunciar algo todo a
taladra tu querer.
Los magos y pastores que fueron al portal
hallaron en sus brazos a Jesús, sabemos
que a tu lado que vamos a encontrar nos
hizo la alegría en la cruz.
 MARIA CUYO NOMBRE:
CORO:
MARIA, TU ERES MI MADRE
MARIA, TU ERES MI AMOR
MARIA, MADRE MIA.
YO TE DOY MI CORAZON.

Maira, cuyo nombre como conjuro santo

ahuyenta con espanto las huestes de
luzbel.

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Escríbeme en el pecho tu nombre
omnipotente porque jamás intente
aposentarse en él.

Maira soberana de cuanto el orbe encierra

roció de la tierra estrella de la mar.

Tu nombre misterioso será fanal tranquilo

que alumbrar el asilo de mi terreno hogar.

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María cuyo nombre es fuente de pureza
que lava la torpeza del frágil corazón.

Tu nombre sea el agua que el mío purifique

de cuanto en el radique de cuanto en el
radique maligna inclinación.

María, Luz del cielo cura brillante esencia

es luz de toda ciencia y del saber raudal.
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Tu nombre sea antorcha cuyo fulgor
ahuyente de mi acosada mente la
lobreguez mental.

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